Madres y Huachos

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Instituto Salesiano Valdivia Departamento de Lenguaje y Filosofía Literatura e Identidad Prof. Alexie Paredes Monasterio Madres y huachos, alegorías del mestizaje chileno Introducción El ensayo Madres y Huachos, alegorías del mestizaje chileno, conjunta una serie de artículos, ponencias, charlas e investigaciones en torno al tema de la identidad de género y su relación con la cultura latinoamericana y chilena. Hemos escrito y hablado en diversos espacios sobre el ser mujer y ser hombre en nuestro territorio mestizo, ahora reunimos esos retazos para bordar una trama que, si bien inacabada, pretende entregar una reflexión que ayude a develar aquellos sitios no tocados por el ‘saber oficial’. Se trata de un ensayo, es decir de una tradición escritural que más que en la rigurosidad se posa en la libertad de asociar ideas sobre un objeto. Escritura que se vale de otras, escritura que toma lenguajes y metáforas para construirse. También, ensayo que proviene de un sujeto con especificidad: mujer y chilena que escribe y se escribe en el intento de comprender cómo es que habitamos nuestro mundo. Ese morar en un lugar que tiene tiempo, densidad simbólica y, por lo tanto, memoria, es la impronta de este texto. Una evocación colectiva que la mayoría de las veces es obliterada o fetichizada en eventos historiográficos, una memoria que a pesar de ello, y a pesar de nosotros mismos se cuela en los intersticios de nuestra existencia. Me refiero a la huella actual de representaciones, palabras y sentimientos que nos delatan en lo que no queremos ser: mestizos, sujetos de un tercer mundo embebido de una historia particular. Sobre todo para Chile hablar de mestizaje es pronunciarse sobre una mezcla que aparece atenuada o borrada por el ejercicio permanente de ‘blanqueo’ que han adoptado los grupos dirigentes, los intelectuales y los políticos desde muy antiguo. Nombrar mestizo a nuestro país puede incluso parecer un anacronismo o tal vez, un romanticismo, hasta una moda. Mas, no parece un tema crucial para la comprensión de lo que somos, para lograr acercarse a eso de la ‘chilenidad’. Escribo con letras mayúsculas MADRES Y HUACHOS. Madres en el sentido de una historia mestiza que ha perfilado la construcción de un femenino y un masculino —en sus expresiones sexuales de mujeres y hombres— debatido en una religiosidad y en una estructura social que nos ha entregado una forma concreta de realizarnos. Huachos porque somos huérfanos, ilegítimos, producto de un cruce de linajes y estirpes, a veces equívocos, a veces prístinos. Bastardía temida y por ello olvidada, ilegitimidad que conforma una manera de ver el mundo. Aunque no lo queramos, volver a nuestros orígenes es un acto necesario para construir el futuro y comprender el presente. Puntos de vista Siguiendo más la tradición oral de las abuelas que la tradición impresa de la academia, algunas mujeres dieron vuelta el discurso teórico para trabajarlo por el lado del dobladillo. Familiarizadas con las costuras, supieron que toda construcción apoya sus bases en un hilado no discursivo. Síntesis entre madres y maestras, internaron el razonamiento lineal y pedagógico por caminos zigzagueantes. (Tamara Kamenszain, El Texto Silencioso). 1. Universalidad y particularidad: la noción de cultura y la relación sexo /género. Ser mujer y ser hombre, pertenecer al género femenino o al masculino, definir las identidades desde los parámetros, nos obliga a realizar un gesto que pasa por una mirada universal, pero que se detiene en lo particular. La cultura, esa trama de valores, símbolos, conductas e instituciones, tejida y retejida en el tiempo, parece ser el concepto estratégico para entender lo que es ser una mujer y lo que es ser un hombre en una sociedad concreta.

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Instituto Salesiano Valdivia

Departamento de Lenguaje y Filosofa

Literatura e Identidad

Prof. Alexie Paredes MonasterioMadres y huachos, alegoras del

mestizaje chileno

Introduccin

El ensayo Madres y Huachos, alegoras del mestizaje chileno, conjunta una serie de artculos, ponencias, charlas e investigaciones en torno al tema de la identidad de gnero y su relacin con la cultura latinoamericana y chilena. Hemos escrito y hablado en diversos espacios sobre el ser mujer y ser hombre en nuestro territorio mestizo, ahora reunimos esos retazos para bordar una trama que, si bien inacabada, pretende entregar una reflexin que ayude a develar aquellos sitios no tocados por el saber oficial.

Se trata de un ensayo, es decir de una tradicin escritural que ms que en la rigurosidad se posa en la libertad de asociar ideas sobre un objeto. Escritura que se vale de otras, escritura que toma lenguajes y metforas para construirse. Tambin, ensayo que proviene de un sujeto con especificidad: mujer y chilena que escribe y se escribe en el intento de comprender cmo es que habitamos nuestro mundo.Ese morar en un lugar que tiene tiempo, densidad simblica y, por lo tanto, memoria, es la impronta de este texto. Una evocacin colectiva que la mayora de las veces es obliterada o fetichizada en eventos historiogrficos, una memoria que a pesar de ello, y a pesar de nosotros mismos se cuela en los intersticios de nuestra existencia. Me refiero a la huella actual de representaciones, palabras y sentimientos que nos delatan en lo que no queremos ser: mestizos, sujetos de un tercer mundo embebido de una historia particular.Sobre todo para Chile hablar de mestizaje es pronunciarse sobre una mezcla que aparece atenuada o borrada por el ejercicio permanente de blanqueo que han adoptado los grupos dirigentes, los intelectuales y los polticos desde muy antiguo. Nombrar mestizo a nuestro pas puede incluso parecer un anacronismo o tal vez, un romanticismo, hasta una moda. Mas, no parece un tema crucial para la comprensin de lo que somos, para lograr acercarse a eso de la chilenidad.

Escribo con letras maysculas MADRES Y HUACHOS. Madres en el sentido de una historia mestiza que ha perfilado la construccin de un femenino y un masculino en sus expresiones sexuales de mujeres y hombres debatido en una religiosidad y en una estructura social que nos ha entregado una forma concreta de realizarnos. Huachos porque somos hurfanos, ilegtimos, producto de un cruce de linajes y estirpes, a veces equvocos, a veces prstinos. Bastarda temida y por ello olvidada, ilegitimidad que conforma una manera de ver el mundo. Aunque no lo queramos, volver a nuestros orgenes es un acto necesario para construir el futuro y comprender el presente.

Puntos de vista

Siguiendo ms la tradicin oral de las abuelas que la tradicin impresa de la

academia, algunas mujeres dieron vuelta el discurso terico para trabajarlo

por el lado del dobladillo. Familiarizadas con las costuras, supieron que

toda construccin apoya sus bases en un hilado no discursivo. Sntesis entre

madres y maestras, internaron el razonamiento lineal y pedaggico por

caminos zigzagueantes.

(Tamara Kamenszain, El Texto Silencioso).1. Universalidad y particularidad: la nocin de cultura y la relacin sexo /gnero.

Ser mujer y ser hombre, pertenecer al gnero femenino o al masculino, definir las identidades desde los parmetros, nos obliga a realizar un gesto que pasa por una mirada universal, pero que se detiene en lo particular.

La cultura, esa trama de valores, smbolos, conductas e instituciones, tejida y retejida en el tiempo, parece ser el concepto estratgico para entender lo que es ser una mujer y lo que es ser un hombre en una sociedad concreta.

No se trata del concepto de cultura petrificado en las diversas manifestaciones del alma humana, ni osificado en las estructuras econmicas y sociales, sino ms bien en ese modo de habitar el mundo, el ethos, en donde confluyen contenidos y prcticas que entregan un sentido a la vida humana.El carcter histrico de la cultura plantea nuevamente la singularidad del ethos de cada sociedad. No obstante existir ciertos universales, como la prohibicin del incesto, la realizacin particular de ellos dotar a los pueblos de un estilo propio, de un lenguaje propio, de una cosmovisin propia.

Las oposiciones entre naturaleza y cultura, vida y muerte, trascendencia e inmanencia, femenino y masculino entre otras sern resueltas, equilibradas y nominadas de acuerdo a los modos especficos de ese habitar el mundo de los grupos humanos.

La reflexin sobre la mujer ha entregado valiosos antecedentes para entender cmo la cultura nombra, en su devenir, aquellos contenidos y prcticas que definirn las diferenciaciones sexuales. As, la relacin entre sexo y gnero ser un asunto que se debatir en cada cultura con orientaciones distintas. Lo que en una sociedad es verdad inmutable, no lo es en otra. Pero lo que s parece estar claro, es que el vnculo entre la anatoma humana y las categoras genricas de lo femenino y lo masculino no es unvoco ni fcilmente discernible.

De este modo, habra una construccin social de las diferencias entre los sexos y entre los gneros, y es esa construccin social la que nos interesa problematizar en este ensayo. Ms aun, el deseo es ligar esa construccin con nuestra propia cultura y plantear algunas hiptesis provisorias para comprender la constitucin de identidades femeninas y masculinas en nuestro ethos.

Madres y huachos

Doa Isabel lo quera

suyo y lo mismo la Parda,

y el Bernardo entre las dos

como un junquillo temblaba.

(Gabriela Mistral, Poema de Chile)

1. Mestizaje e identidad latinoamericana

El punto de partida, para acercarnos a una definicin del ser mujer y ser hombre en nuestro territorio, se sita en el gran problema de la existencia o no de una cultura latinoamericana y por tanto de una identidad latinoamericana. Algunos autores como, Pedro Morand, Octavio Paz y Jorge Guzmn, entre otros, encaminan sus reflexiones hacia la aseveracin de que somos una cultura ritual cuyo nudo fundacional es el mestizaje acaecido durante la Conquista y Colonizacin. La conjuncin de las culturas indgenas y en muchos casos negras con las europeas posibilit una sntesis social, desde la cual, en un juego de elaboraciones y reelaboraciones, habra surgido un ethos particular: la cultura mestiza latinoamericana. As, nuestro continente sera producto de un encuentro entre culturas que se combinaron para formar una nueva. (1)La particularidad de esta cultura se revela, entre otras cosas, en que: Los sujetos latinoamericanos se han de definir a s mismos desde diversas posiciones de subalternidad, en una imbricacin muy entraable que no admite posiciones maniqueas: en cada sujeto coexiste el uno y el otro, el dominante y el dominado; el conquistador y el conquistado; el blanco y el indio; el hombre y la mujer El latinoamericano construy su identidad en la Colonia, al identificarse con el espaol y percibir su diferencia (Valds: 6). Arguedas, por su lado, seala lo mestizo latinoamericano con total claridad: Yo no soy un aculturado; yo soy un peruano que orgullosamente, como un demonio feliz, habla en cristiano y en indio, en espaol y en quechua (citado por Valds: 8). Sin duda, solo un mestizo puede autoreferirse como un demonio feliz.(2)[]

As, podemos decir, entonces, que es posible postular la existencia de una identidad latinoamericana peculiar emanada de una sntesis cultural mestiza.2. Ser madre y ser hijo: el huacho como drama complementario de las identidades genricas: Conquista y Colonia, nacimiento del huacho y de la madre sola.

La conquista de Amrica fue, en sus comienzos, una empresa de hombres solos que violenta o amorosamente gozaron del cuerpo de las mujeres indgenas y engendraron en ellas vstagos mestizos. Hbridos que, en ese momento fundacional, fueron aborrecidos: recordemos, por ejemplo, que el cronista andino Huamn Poma de Ayala habla del mestizo como el cholo, el origen de esta palabra remite al quiltro, al cruce de un perro fino con uno corriente, es decir de un perro sin raza definida. El mestizo era, hasta ese entonces, impensable para las categoras precolombinas. Pero, tambin para las europeas: cuando Francisco de Aguirre fue cometido a juicio por la inquisicin, respondiendo a una de las acusaciones dijo: confieso haber dicho que se hace ms servicio a Dios en hacer mestizos, que el pecado que en ello se hace (Medina: 85).La unin entre el espaol y la mujer india termin muy pocas veces en la institucin del matrimonio. Normalmente, la madre permaneca junto a su hijo, a su huacho(3), abandonada y buscando estrategias para su sustento. El padre espaol se transform as en un ausente. La progenitora, presente y singular era quien entregaba una parte del origen: el padre era plural, poda ser este o aquel espaol, un padre genrico (Morand, 1984).

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Por otra parte, como puede desprenderse de los estudios de Salazar (1990) y Pinto (1988) la economa rural y minera del Chile colonial propici la reproduccin del huacharaje (conjunto de hijos ilegtimos) como lo trata el primero y tambin del lacho como lo descubre el segundo. El lacho de las zonas mineras del Norte Chico, agrega otro matiz a la familia de una madre y sus hijos: el lacho(4) es el huacho que, desplazado de su espacio natal, ampara a la mujer, no a una, a muchas conforme a su deambular. Segn un documento de 1756 (el lachismo) se le podra definir como un seudocontrato entre un hombre y una mujer, mediante el cual el varn presta proteccin a la

hembra, a cambio de vivir ocioso y mantenido por su protegida. Sin embargo, tal definicin se apoya ms bien en el carcter peyorativo que dieron las autoridades a esta prctica, porque en otros documentos, en que aparece el trmino, se usa no para referirse a ociosos y mal entretenidos, sino a trabajadores comunes y corrientes (Pinto: 87).[]

El modelo de una familia centrada en la madre abarc durante la Colonia a todas las clases sociales; encomenderos y soldados, indios de servicio y mestizos se trasladaron permanentemente de espacios. La prolongada Guerra de Arauco y la economa minera y agrcola, favorecieron una constante migracin de los hombres. Las mujeres permanecan por meses, e incluso aos, solas a cargo de estancias y familias, socializando a los hijos junto a sirvientas y parentelas femeninas.

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Nos interesa remarcar entonces, que la cultura mestiza latinoamericana posibilit, por as decirlo, un modelo familiar en donde las identidades genricas ya no correspondan ni a la estructura indgena ni a la europea, prevaleciendo el ncleo de una madre y sus hijos.

Montecino, S. (1996). Madres y huachos, alegoras del mestizaje chileno.

Santiago: Sudamericana

Notas

(1) Curiosamente, dentro de la cosmovisin indgena, encontramos, en el caso andino, la idea de que la Conquista fue un pachacuti, es decir una catstrofe csmica, cuyo significado ltimo es que el mundo se hace de nuevo.

(2) Por otro lado, como sostiene ngel Rama corresponder a Arguedas descubrir la positividad del estrato social mestizo, ser quien cuente con delicadeza su oscura y zigzagueante gesta histrica (Vase el prlogo al libro Formacin de una cultura nacional Indoamericana, de Jos Mara Arguedas).(3) La palabra huacho proviene del Quechua huachuy, cometer adulterio. Designa tanto al hijo ilegtimo como al hurfano. Adems, se utiliza para denominar al anima que se ha separado de su rebao (lase Lenz).(4) La palabra lacho alude al galn popular. El verbo lachar designa enamorar, hacer el amor. Segn Lenz la etimologa sera mapuche y provendra de la palabra lazo mapuchizada.Actividades

Trabajo Individual1. Cmo definiras la actitud de Montecino respecto del tema que expone?

2. Qu es para ti la identidad?, cmo se conforma?

3. Ests de acuerdo con que nuestra identidad es hbrida? Cmo la consideras t?, por qu?

4. Compara los dos conceptos a los que se asocia a los hombres. Te parece que esta clasificacin abarca la diversidad masculina? Justifica.

5. Qu rol juegan los pueblos originarios en nuestra identidad, segn tu perspectiva?Trabajo en grupo6. Segn la autora, cul es la diferencia entre gnero y sexo? Desarrollen una explicacin basada en citas y parfrasis del texto ledo. Luego, segn su opinin, busquen ejemplos en su realidad circundante para refrendar o rebatir la opinin de Sonia Montecino. Es importante que, independiente de una postura a favor o en contra, consideren la relacin entre sus argumentos y la tesis planteada por Montecino.

7. Montecino afirma que nuestra identidad est fundada por madres indias presentes y padres espaoles ausentes. Vinculen esta frase con la percepcin que tiene cada uno de la maternidad, paternidad y conformacin de la identidad de los nios y nias en nuestra sociedad actual.

8. Discute y define con tus compaeros y compaeras alguna situacin en que se evidencie la identidad americana. En qu mbito se puede marcar notoriamente nuestra calidad de americanos? Presenten el resultado del intercambio de ideas de la pregunta anterior frente a su curso.

9. Investiguen en Internet acerca de las manifestaciones de religiosidad popular en Chile. Busquen informacin sobre el origen de estas prcticas, distinguiendo si sus races corresponden a influencia hispnica o indgena. Luego, basndose en la investigacin, planteen en un informe su visin personal sobre cmo se percibe el sentimiento religioso en la realidad contempornea de Chile.Texto 1

Una de las razones que dictan la repugnancia criolla a confesar el indio en nuestra sangre, uno de los orgenes de nuestro miedo de decirnos lealmente mestizos, es la llamada fealdad del indio. Se la tiene como verdad sin vuelta, se la ha aceptado como tres y dos son cinco. Corre pareja con las otras frases en plomada. El indio es perezoso y el indio es malo.

Cuando los profesores de ciencias naturales ensean los rdenes o las familias, y cuando los de dibujo hacen copiar las bestiecitas a los nios, parten del concepto racional de la diferencia, que viene a ser el mismo aplicable a las razas humanas: el molusco no tiene la manera de belleza del pez; el pez luce una sacada de otros elementos que el reptil, y el reptil seorea una hermosura radicalmente opuesta a la del ave, etc., etc.Mistral, G. La vergenza del mestizo. En El tipo del

indio americano. Recuperado de http://www.gabrielamistral.uchile.cl/prosa/

indio.html

Texto 2

Sobre todo para Chile hablar de mestizaje es pronunciarse sobre una mezcla que aparece atenuada o borrada por el ejercicio permanente de blanqueo que han adoptado los grupos dirigentes, los intelectuales y los polticos desde muy antiguo. Nombrar mestizo a nuestro pas puede incluso parecer un anacronismo o tal vez, un romanticismo, hasta una moda. Mas, no parece un tema crucial para la comprensin de lo que somos, para lograr acercarse a eso de la chilenidad. Montecino, S. (1996). Madres y Huachos, alegoras del mestizaje chileno.

Santiago: Sudamericana (fragmento).

Trabajo Individual

10. Dado que todos los seres humanos somos iguales, determina cul es la crtica que se realiza a las valorizaciones negativas de la figura del indgena.

11. En qu se manifiesta la actitud de rechazo del hombre latinoamericano moderno en relacin con sus races expresada en los textos 1 y 2?

Texto 3

La Conquista se interpreta como una conquista espiritual de evangelizacin y extensin de la civilizacin occidental. Seala que no fuimos colonias en sentido estricto, sino provincias, partes integrantes del Imperio Espaol. Los espaoles en la Conquista fundaron las naciones. Los indios habran estado viviendo en estado de naturaleza, la Independencia signific solo la separacin poltica de Espaa. Nuestro ser continua siendo indeleblemente hispnico y compartimos sus cualidades espirituales: idealismo, honor, respeto a la autoridad, catolicidad y seoro, aunque no poseamos la habilidad industrial y comercial de los anglosajones.Vergara E. J. y Vergara del Solar, J. (2002). Cuatro tesis sobre la identidad

cultural latinoamericana. Una reflexin sociolgica. Revista de Ciencias sociales,

Universidad Arturo Prat. N 12.

Recuperado de: http://www.revistacienciasociales.cl/archivos/revista12/word/

revista12_articulo6.doc.

Trabajo Individual

12. Qu puedes inferir con respecto al valor que se le da a los indgenas en este texto? Crees que hay una opinin del autor o es un hecho objetivo? Justifica.

13. Qu puedes destacar respecto del tono utilizado por el autor de este texto? En qu elementos se asemeja a los anteriores?

14. Con cules de los siguientes conceptos podras identificar de mejor manera los fragmentos ledos? Mrcalos y explica las razones de tu eleccin.Irona - crtica realismo apologa - sensacionalismo alabanza

anlisis descripcin historia denostacin imprecacin.15. Cul es, a tu juicio, la principal diferencia en la visin de mundo de los textos 1 y 2 en relacin con la presentada en el texto 3?

Una mirada a la historia latinoamericana

Antes de la llegada de los espaoles a Amrica, la poblacin originaria del continente estaba conformada por diversas culturas que se encontraban esparcidas en este vasto territorio.

La llegada de Cristbal Coln al continente se enmarca dentro de un auge mercantil y econmico (europeo) de la poca, por lo que el inters comercial es lo que prima en su viaje. La tripulacin que acompaaba a los conquistadores no responda a un tipo, oficio o profesin particular, sino a todo hombre que quiso aventurarse en esta empresa. Por eso, llegaron campesinos, militares, artesanos y labradores, entre otros. Es decir, personas que formaban parte del mayor grupo social de la poca, con poca educacin formal y militar y que provenan, en su mayora, de Andaluca. Sus motivaciones principales fueron: la aventura y posibilidad de mejorar no solo su situacin econmica, sino tambin su posicin social. Dentro de los conquistadores, encontramos, asimismo, un grupo de hombres con objetivos: sacerdotes y religiosos que buscaban evangelizar.

Todo este grupo humano conquist el territorio latinoamericano, lo que implic grandes batallas y un elevado nmero de muertes, prdidas culturales de los indgenas y muchas ganancias econmicas para los espaoles. Este proceso condujo, posteriormente, a la conformacin de un nuevo orden cultural y social, y un nuevo tipo de hombres

y mujeres americanos: los mestizos.

Una identidad latinoamericana?Conocer cmo se produjo la Conquista es fundamental para entender lo que ocurri con las poblaciones indgenas que habitaban el continente.

Tomaremos el concepto de identidad, descrito por el historiador Manuel Grate, como un conjunto de bienes culturales que permiten reconocer una sociedad de otra, y cuyo origen es preferentemente histrico. Tal identidad es propia de los sujetos y no impuesta desde afuera, por tanto nace de un autorreconocimiento de la pertenencia a un grupo humano en particular y de toda la herencia que de este se hereda. A partir de esta definicin, es posible reflexionar acerca del modo en que se vincularon los indgenas con espaoles y viceversa.

En el caso del actual pueblo americano, la identidad entonces se forjara a partir del proceso de Descubrimiento y Conquista, pues es en l donde las races eminentemente autctonas y las extranjeras se contactaron y dieron como resultado una nueva cultura, lo que se aprecia en sus distintos mbitos y expresiones (lingsticas, religiosas, sociales, etc.).

Es fundamental considerar, eso s, que si bien en trminos formales la civilizacin europea parece insertarse de lleno en el nuevo continente, las races indgenas no desaparecen, sino que encuentran vas de expresin que conformarn un sincretismo, es decir, una fusin o asimilacin de las distintas culturas que entraron en contacto.

En el siglo XX, y como respuesta a la sensacin de desintegracin de Europa luego de la Primera Guerra Mundial y a la aparicin de teoras como la que sealaba que las culturas indgenas americanas estaban a la par e incluso podan superar a la cultura europea, diversos movimientos vanguardistas de principios de siglo en Amrica Latina, motivaron un rechazo a los valores culturales europeos y hacia los preceptos racionales, intelectuales y cientficos sobre los que la civilizacin occidental de ese entonces se basaba. Muchos escritores e intelectuales hispanoamericanos, influidos por estas ideas, volvieron la mirada a las races de nuestro continente en busca de tres elementos que Europa no posea: la tierra, que motiv la novela de la tierra o corriente regionalista, las culturas indgenas, reflejadas en la novela indigenista y la extraeza de la vida latinoamericana, que originara lo real maravilloso.