Magia en la ciudad la institución 1er libro 2ª parte

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Trabajo de Sandra

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Magia en la ciudadLa InstitucinLibro I (2 parte)

2 Parte>.Annimo.

I

-Quiero ir con vosotros.- Llevo esperando esto 2 meses y ,ahora, No me dejan ir con ellos!- No, no pienso dejar que te ocurra nada malo. Es muy peligroso.- Mi sonrisa se trasforma en una terrible mueca, que emite un gruido. Jonathan me suplica con la mirada que lo perdone.-Slo quiero contemplar la Ciudad de las Torres de Diamante!-No!, Nosotros iremos a por Rorohim, t qudate aqu con John, l te cuidar. Rorohim es muy peligroso y podra herirte. T eres demasiado importante como para perderte.- Decide Ann, la madre de Miranda y John, la Suprema de la Institucin y Directora de la Universidad de Wellington. La Universidad es la escuela donde viven Ann Ridish y sus hijos. All ayudan e instruyen a los cazadores en el arte de la lucha.-Pero...- Intento convencerla, en vano.-NO!- Las lgrimas emergen de mis ojos, intentando salir.-Vale. De acuerdo. No importa. Es una tontera.- Lloro desconsolada, mientras abro la puerta y salgo de la biblioteca. Corro y corro hasta llegar al invernadero. Me refugio detrs de grandes macetones repletos de plantas. Cierro los ojos y me recuesto, relajndome. Dejo la mente en blanco mientras siento que me caigo a un vaco sin fin...

II

-Venga, vamos, es la hora!- La voz profunda de Ann me despierta. He dormido 3 horas seguidas! Me giro despacio y, escondida desde los macetones, observo como el Portal se abre, esta vez desde le jardn. De l emergen 5 hombres musculosos, con sendas espadas afiladas. Ann y Miranda sacan de sus espaldas, 2 grandes hachas y Jonathan una larga espada de acero.-Cuidado con el Portal!- Salgo rpidamente de mi escondrijo, abro la puerta del invernadero y corro hacia ellos.-Rebeca, vete!- Le pego una patada a uno de los hombres, mientras Jonathan lo apuala por detrs. Sin que me de cuenta, una larga mano me agarra deslealmente y me roza la garganta con un pequeo, pero peligroso cuchillo. Gotas de sangre resbalan por mi cuello, salpicando mi camiseta de sangre. Un dolor ardiente me recorre todo el cuerpo. Miranda se acerca con el hacha, recubierta de sangre y nos grita:-Meteos en el Portal, yo os cubrir!- Me libera, mientras mata a otro hombre. Jonathan me agarra de la mano, yo cojo a Ann, que intenta detener a Miranda. -NO!, T te vienes con nosotros, YA!- Le agarro con firmeza y nos metemos dentro del Portal, justo a tiempo de ver como Miranda me lanza una ltima mirada que parece querer decir: >.

III

La luz brillante me obliga a abrir los ojos. Parpadeo para habituarlos a la luz. Una sombra se recorta en la ventana. La reconozco: es Jonathan. Su rostro est muy desmejorado y sus ojos han perdido todo su color. Me recuesto en la cama en la que estoy tumbada. -Jonathan?- l se acerca y se arrodilla ante la cama.-Cmo ests?- Unas profundas ojeras violetas le recorren la parte inferior de los prpados.-Bien. Dnde estamos? -En Aldrish, en la sede de la Institucin. El mdico dice que te pondrs bien, slo la pierna est gravemente herida.-Por qu?- Me sobresalto de pronto?-Un cristal envenenado se incrust en tu pierna. Tena un color verdoso horrible.-Ah. Pero... Eso podra matarme?-No, no es mortal. Tranquila. -Cmo est Ann?- Evoco el recuerdo del rostro desencajado de la madre de Miranda mientras vea a su hija morir, porque estaba gravemente herida.-No muy bien. John nos ha enviado un mensaje comunicndonos el estado de Miranda. No logr sobrevivir.-Lo siento. Oye, respecto lo del beso.....-No tienes que explicarme nada, en serio.-S, si que tengo, me port fatal y lo siento muchsimo.-Tranquila, estoy bien. No me tienes que pedir perdn por nada.-Jonathan.- Me tiende su mano y yo se la cojo.-Rebeca.- Pronuncia mi nombre con voz acaramelada. No aguanto ms.-Se acab. No me importan las reglas.- Me abalanzo sobre l y mis labios y le besan con pasin. Sus mejillas, sus labios, su cuello...-Toc, toc!- La puerta se abre y entra un hombre delgado, de cabello canoso, muy distinguido.-Uy, lo siento.- Se disculpa mientras nos separamos. La respiracin de Jonathan la ma se cruzan, agitadas. Respondemos a la vez:-No, no pasa. Qu ocurre?- Tras la primera impresin de sorpresa, el hombre reacciona.-Ustedes son los hijos de Rorohim, Verdad?- Asentimos.- Hemos encontrado a su madre, la mujer de Rorohim.-Ah, s?- La so risa se dibuja en nuestros rostros.-S, el problema es que la hemos encontrado muerta.- >. La palabra resuena en mi cabeza.

IV

El coche nos deja en las afueras de Aldrish, en un pueblecito llamado Rohm. Localizo la granja nada ms llegar. Agarro la mano de Jonathan con fuerza, para sentirme protegida. Junto al establo de la granja hay reunidos ms de 20 coches, todos con matrcula sueca. Me desprendo de Jonathan y me cuelo entre la multitud policial y sigo el rastro de sangre que hay en el suelo. Llega hasta una montaa de paja. Tendida sobre ella hay una mujer con el rostro desfigurado y con manchas de sangre salpicndole todo el cuerpo. Ann, Jonathan y el hombre canoso llegan hasta m muy rpido. -Es ella...?- Pregunto, sealando al cadver.-S.- La voz de Ann me saca de mis ensoaciones. Su voz, profunda y gutural, ahora es ronca. Tiene profundas ojeras bajo los ojos.- Se llamaba Carolina Clate.- En ese momento, un retazo de conversacin se ilumina en mi cabeza:>.- Exclamo:- Siempre me he apellidado Clate, era el apellido adoptado por mi familia!-Rebeca Jennifer Clate, Jonathan Robert Clate, vuestro padre ha hecho esto. Tenis derecho a rehusar de su apellido. Rorohim ha asesinado a vuestra madre- Lo siento chicos. Roger, llvate el cadver.- Roger asiente, extiende una manta sobre el cuerpo sin vida de la mujer, y se va.

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-Decidido pues. Estableceremos una ronda cada noche. Atraparemos a Rorohim cueste lo que cueste.-Quiero ir con vosotros a hacer la ronda.-No, ya hemos discutido esto antes, ni se te ocurra siquiera intentarlo.No pienso permitir que te suceda nada. Para que te enteres, Soy tu hermano!, Y como tal, mi deber es protegerte. T te vas a quedar en casa de Lorelaine y Roger. As estars segura.- No me importa el discursito que Jonathan acaba de soltarme. Mi paciencia estalla y suelto todo lo contenido en mi corazn:-YA ESTOY HARTA!, Estar segura, protegerme y bla bla bla. Se acab! Dijiste que me queras y yo te cre. Lo nuestro se ha acabado, y no solo los besos, Para m ya no eres ni mi hermano!- Grito mientras salgo de la habitacin, dando un fuerte portazo. Bajo las escaleras del edificio y llego a la calle. Corro por los intrincados laberintos que componen la ciudad. Me paro delante de un oscuro callejn. Los contenedores me recuerdan a mi casa, al internado, a mis compaeras. Me recuesto detrs de un apestoso contenedor, mientras dejo que las lgrimas corran por mis mejillas. El dolor inunda mi corazn. Cierro los ojos mientras que noto un intenso dolor en la cabeza. Vuelvo a abrirlos pero no veo nada, solo oscuridad. Chillo, pero mi garganta no emite ningn sonido. Vuelvo a notar ese dolor, mas esta vez no opongo resistencia. Siento que me agarran y me levantan unos fuertes brazos. Antes de desmayarme, distingo una gutural y oscura voz:-La tenemos. Vmonos, hemos terminado aqu.

V

Un fuerte dolor me atraviesa todo el cuerpo. Abro los ojos, a tiempo de ver como un hombre joven de espectaculares ojos verdes coge un cuchillo y me lo clava en el hombro. Lo mueve, trazando una curiosa Marca: un cuervo de gran pico y patas pequeas. La sangre cae a borbotones por mi brazo. La quemazn es terrible. Quiero chillar, pero tengo la boca seca.-Ya ests despierta. Avisar al jefe.- Se marcha, cerrando la puerta a su paso. De pronto una voz acaramelada me saca de mis ensoaciones. - >.- La noto en mi mente.- >.- >.- >.- >.- >.- Detengo la comunicacin.Un hombre fornido entra en la sala, acompaado del hombre que anteriormente entr en la habitacin. Su sonrisa desdentada, sin colmillos, se convierte en una mueca de desagrado al verme en este estado.-PERO QU...?, QU HAS HECHO? Te dije que no le hicieras dao. Mrala, est muy herida. Marcus, sal. Djame a solas con ella.- Marcus asiente, abandonando la sala. El hombre se acerca, amenazador.-Hija.- Extiende la mano, para tocarme, pero yo la rechazo, emitiendo un gruido.- No me tienes mucha simpata, Verdad?- Ante mi muda expresin, el hombre insiste.- Vale.- Posa sus manos sobre mis cadenas, que se calientan. Noto el calor, hasta que las cadenas se abren, dejndome libre. Bajo de la camilla. l me agarra por las muecas. -Ay, me haces dao!- Exclamo.-Bueno, por lo menos sabes hablar.-Qu quieres de m?-Sabes quin soy?-Rorohim. Mi padre y el de Jonathan.-Muy bien, veo que te has enterado. -Por qu mataste a nuestra madre?-Estorbaba. No quera ayudarme a eliminar los extraordinarios vnculos. Era peligrosa. Poda revelarle a la Institucin mi paradero. No poda permitirlo.- Noto otra vez la presencia de Jonathan en mi cabeza. >.- De pronto, su presencia desaparece, y Rorohim se tensa. Su cara se estira y sus pmulos enrojecen.- Jonathan Robert Rorohim Clate, Ves a tu hermana? No puedo matarla, porque te matara a ti, debido al vnculo inimaginable que mantiene contigo. Pero puedo torturarla. Puedo hacerle mucho dao y lo sabes. Por qu no te acercas?- Le envo un mensaje a Jonathan:>>.- De pronto, entra un joven, que cubre su rostro con una mscara. Sus ojos marrones resplandecen en la sombra. Exclamo:-Jonathan!- Corro hacia l y le abrazo. Su cuerpo est duro y no transmite calor.-Rebeca.- Se separa de m con dureza. Con los dedos recorro sus labios fros.-Qu te pasa? Jonathan, este no eres t...-Soy como mi padre.- Y, tras decir esto, saca un cuchillo del bolsillo trasero derecho de pantaln. Me lo clava en le pecho mientras las lgrimas resbalan por mis mejillas.-Jonathan, Cmo...?- Siento que el dolor se anida en mi corazn. Su rostro, al igual que le de Rorohim, es inexpresivo. Cierro los ojos y ni me molesto en luchar, por que s que no vale la pena. Recuerdo un retazo de una vieja cancin:

>.

VI

-Estoy muerta...- Vago por un mundo rodeado de luz blanca. Levito y me siento muy ligera, pero vaca.- Jonathan, Por qu hiciste esto...?-Rebe, te quiero, por favor, despierta.- Impulsada por sus cariosas y amables palabras, abro los ojos.-Jonathan...- Sus labios se contraen en una sonrisa. -Oh, ests bien, por Sofried...-Oye, Qu te ocurre?-Estaba muy asustado, pens que estabas muerta.- Sus dedos recorren mis labios. Yo, con la man, le toco la cara, la mscara ha desaparecido y su rostro resplandece.-Dios mo.- Las lgrimas caen borbotones por mis mejillas. l tambin llora con desesperacin. Me levanto de la cama y le abrazo. Hundo mi rostro en su hombro y enredo mis dedos en su pelo. l me levanta la barbilla con un dedo y, mientras recoge las hmedas gotas, me besa con pasin. Aspiro su fuerte olor a jabn y a sudor.-Tranquila, mi amor.- Me coge de la mano y se sienta a mi la don, en al cama.- Mientras t estabas inconsciente, habl con Ann. Me cont que antes de matarlo, Rorohim dijo:- >.-Qu quiere decir eso?- Me separo, sorprendida.-Rorohim no es mi padre, y t no eres mi hermana.

VII

Camino por las calles de Wellington mientras reflexiono sobre, lo que hace 1 hora, me ha dicho Jonathan: >. Fue duro, pero lo acept:

>.Encamino mis pasos a la Universidad. Ann me espera en al puerta con una sonrisa en los labios. Me acerco junto a ella.-Por qu?-No quiere hacerte dao, y estando alejado de ti, cree que es la mejor manera.-No quiero que se aleje de m!, Yo lo quiero!-l tambin a ti, pero tendrs que decrselo a l.- El momento llegar y tendr el valor suficiente para decirle a Jonathan lo que siento.S, eso har.