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Manual para el Anillamiento
de la Gaviota Picofina
Programa de Emergencias, Control Epidemiológico y Seguimiento de Fauna Silvestre
Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio
Junta de Andalucía
Redacción:
Mariano Paracuellos
Gestión de la Fauna Silvestre
Agencia de Medio Ambiente y Agua
Imágenes:
Huberto García, José A. Oña, Joaquín Aguilar, José Fernández
Logotipo:
José L. Molina
Almería, diciembre, 2015
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ANTECEDENTES
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Charcones de Punta Entinas-Sabinar
Salinas de Cabo de Gata
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OBJETIVOS
El objetivo fundamental del proceso es el de controlar la colonia de gaviota picofina en
el lugar seleccionado cada año dentro de los charcones de Punta Entinas-Sabinar (El Ejido,
Almería), con objeto de proceder a la captura, manipulación y marcaje de sus pollos
desarrollados pre-volantones. Para ello se toma como prioridad evitar en lo posible efectos
negativos que puedan ocasionar daños que los perjudiquen y que, en adición, puedan derivar
hacia una afección negativa en el adecuado desarrollo de cría de la colonia. Teniendo esto en
cuenta, tal procedimiento facilita el recuento de los pollos y da información muy útil acerca del
éxito reproductor (nº de pollos desarrollados/pareja de adultos reproductores) y, por tanto, de
la productividad del núcleo de cría durante cada año de seguimiento. Además, la adquisición
de datos en mano y el marcaje de lectura a distancia ofrecen datos muy útiles de
supervivencia-mortalidad, movimientos y migraciones, uso del hábitat e intercambio entre las
distintas colonias y poblaciones reproductoras de la gaviota. En definitiva, todo ello incide en
un mejor conocimiento de la especie y, por lo tanto, permite profundizar en la investigación
científica de la misma, así como obtener mejores criterios para su gestión y conservación y la
del hábitat donde ésta se reproduce (Pinilla, 2000; Oro y Tavecchia, 2008).
METODOLOGÍA
Para llegar a alcanzar los objetivos de captura y anillamiento de los pollos de la colonia
de cría de gaviota picofina en la zona, es necesario realizar el protocolo siguiendo unos pasos
concatenados que, como último fin, lleven a la consecución del cometido previsto
(información complementaria puede ser encontrada en Oro y Tavecchia, 2008). El tiempo
empleado en desarrollar todo el protocolo ha de ser el mínimo imprescindible, con objeto de
evitar perjuicios a los pollos o el éxito reproductor de la colonia. Dichas pautas son las que
siguen:
1. Seguimiento y supervisión previa
El comportamiento reproductor de la gaviota picofina conforma a esta especie como
claramente colonial, de modo que todos los años por marzo, desde 2005 a 2015, los adultos
reproductores comienzan a concentrarse en las inmediaciones de las islas dentro de los
charcones que finalmente habrán de confirmar como sus núcleos de cría. No obstante, suelen
presentar un comportamiento nomádico, en tanto en cuanto no todas las anualidades utilizan
las mismas islas para nidificar. Así, por ejemplo, los primeros cinco años desde 2005 a 2009
usaron enclaves en los charcones de Punta Entinas, mientras en los seis últimos desde 2010 a
2015 han criado en otras ubicadas en los charcones de Punta Sabinar. Es por tal motivo por el
que, en el marco del Programa de Emergencias, Control Epidemiológico y Seguimiento de
Fauna Silvestre (PECESFS) de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio
(Junta de Andalucía), se viene realizando una supervisión de los efectivos reproductores con
objeto de localizar y cuantificar la colonia que en cada año se instalará en uno u otro enclave
reproductor del humedal.
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Una vez localizada la colonia de cría, la cual ya por el mes de abril puede ser
constatada por las pautas nupciales de los adultos en las islas en las que han decidido
instalarse para nidificar, periódicamente se accederá a las inmediaciones del núcleo con objeto
de proceder a su evaluación rutinaria con objeto de valorar su evolución. Teniendo en cuenta
la sensibilidad de la especie a molestias externas, se pondrá especial precaución en provocar el
mínimo de molestias a la concentración de reproductores, los cuales no dudan en levantar el
vuelo alarmados al más mínimo atisbo de alteración en el entorno. Es por ello por lo que se
estima prioritario realizar el seguimiento mediante el uso de telescopio, apoyado con
prismáticos, desde un punto externo ubicado, si es posible, en un promontorio o elevación a
no menos de 150 metros de las islas de cría. Para ello será de estricto cumplimiento realizar el
censo y la cartografía una única persona supervisora, la cual deberá acceder a la zona no más
de una o dos veces al mes como máximo, ir ataviada con ropa críptica, intentar camuflarse
entre la vegetación de la zona y permanecer en el sitio el mínimo tiempo posible, evitando
realizar ruido o movimientos bruscos que delaten su presencia.
Todas las precauciones arriba descritas son necesarias tenerlas en cuenta porque, por
ejemplo, la gaviota patiamarilla (Larus michahellis) que suele criar dispersa en las
inmediaciones de la colonia de picofinas, aprovecha los momentos en que los reproductores
de esta especie se levantan, para entrar en la colonia e intentar depredar huevos y pollos. Otro
de los motivos de usual fracaso reproductor es el de la entrada en la colonia de perros
asilvestrados, los cuales pueden atacar a los adultos y, asimismo, predar sobre las puestas o
crías. Si las molestias son muy persistentes, las picofinas pueden llegar a abandonar el núcleo
de cría, desatendiendo por completo, incluso, a los pollos que podrían morir por inanición,
deshidratación o insolación. En cualquier caso, la supervisión y el seguimiento de la colonia
desde los inicios de su instalación, además de servir como control de cría, puede permitir
detectar la intrusión de estos depredadores y, en su caso, alarmar para su posible control
antes de que provoquen daños significativos o, incluso, la pérdida de la colonia.
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Cercados
Equipo A
Captura ①
②
③
④
⑤
⑥ ⑦
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Una vez ya concebido el número y la identidad de los asistentes necesarios para
ejecutar la captura y el manejo de las aves, a primeras horas de la mañana se reunirá a todo el
personal que va a intervenir en la operación en un punto externo concertado, con objeto de
planificar todas las consideraciones oportunas. Los participantes deberán tener cierta
condición física, dado que es posible que haya que correr con el agua al pecho sobre suelo
fangoso e, incluso, nadar. Por ello, la indumentaria y el calzado idóneos, consistentes en
pantalón corto o bañador, ropa mimética, así como escarpines de baño o deportivos
dispuestos a mojarse y embarrarse, serán imprescindibles. Nunca habrá de llevarse chanclas o
calzado abierto, por la inseguridad que provocan al andar o nadar en este ambiente tan
inestable. Asimismo, se aconseja llevar protector solar y gorro, pañuelo o sombrero, con
objeto de evitar la insolación, así como algún repelente contra los mosquitos, especialmente
para aquellas personas más sensibles a su picadura. Ya en la orilla se dispondrá de suficiente
agua potable que impida la deshidratación de los participantes tras la sesión de captura. Se
prohibirá expresamente la introducción de cámaras fotográficas o cualquier otro dispositivo,
electrónico o no, en la laguna que impida tener libres ambas manos cuando se proceda a su
entrada, porque los participantes deberán estar totalmente atentos al coordinador y
responsables de grupo y sus indicaciones, con objeto de que la operación sea lo más fluida y
sincrónica posible. Tan solo se responsabilizará, si es el caso, a una única persona de la sesión
fotográfica dentro del agua para registrar en imágenes todo el procedimiento empleado. Es
aconsejable para todos los participantes que entren en el agua, disponer en tierra de alguna
muda completa de ropa, calzado y toalla para asearse y cambiarse tras la operación de
captura. Cualquier error a la hora de interpretar las indicaciones por parte de los asistentes
podría conducir a fracasar en el intento de captura, o a producir perjuicios a los pollos o la
colonia. En este sentido, es prioritaria la absoluta coordinación entre todos, con objeto de
evitar contratiempos, así como evitar iniciativas individuales o colectivas de cualquier
participante sin contar con el coordinador o los responsables de los diferentes equipos. Aquí,
además de la rapidez, cuenta la eficacia. De principios, el éxito no está asegurado.
Explicación previa del procedimiento a los participantes en la captura y anillamiento.
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3. Acorralado y captura de los pollos
Una vez los participantes estén organizados, se procederá a poner en marcha la
operación de captura. Para ello, el coordinador dividirá a los participantes en tantos grupos
como sea necesario para llevar a cabo el procedimiento. Cada equipo será dirigido por un
responsable, con el que el coordinador se comunicará mediante walkie-talkies o emisoras
portátiles. Mediante este procedimiento, el coordinador irá dirigiendo a los grupos para que,
haciendo uso de sus integrantes como efecto barrera, se presione a los pollos de la colonia con
objeto de que, en su conjunto, salten de la isla al agua circundante y, una vez en ésta, se
acorralen hasta dirigirlos a un punto acordado cercano de alguna orilla externa próxima, donde
serán capturados. Ya rodeados, mediante el uso de cajas de plástico, previamente limpiadas y
que permitan la salida de agua, se irán capturando uno a uno los pollos con la mayor
delicadeza. En las cajas se depositarán los pollos en un número máximo que no conlleve una
excesiva densidad de ellos que presente problemas de asfixia o aglomeración. En el momento
en que todos los pollos estén en las cajas, se trasladarán en ellas a la orilla externa donde, en
sus inmediaciones, se ubicará la estación de anillamiento donde se procederá a su marcaje.
Procedimiento de captura y traslado de los pollos de la guardería en la colonia de gaviota picofina.
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En el proceso se tendrá mucha precaución en no tirar basuras o dañar a la flora y fauna
natural y, especialmente, en evitar pisar huevos, nidos o pollos de las especies presentes.
4. Depósito, marcaje y manipulación de los pollos
Una vez los pollos se encuentren en tierra firme, se procederá a disponer las cajas
hasta formar dos cercados completos con ellas, de modo que en uno de ellos se encuentren
los pollos sin anillar, mientras en el otro se vayan depositando aquellos una vez se hayan
anillado y manejado. En un principio, las cajas de los cercados se dispondrán boca arriba con
objeto de que los pollos recién salidos del agua, y aún mojados, no tengan donde refugiarse a
la sombra y puedan ir secándose rápidamente al sol. No obstante, conforme la mañana
avance, si se valora conveniente se cambiará la disposición de las cajas, de modo que éstas
queden con sus bocas ladeadas hacia el interior, con objeto de que, con un sol mucho más
intenso a partir de media mañana y los pollos ya secos, éstos puedan refugiarse en la sombra
ofrecida por el interior de las cajas para evitar su insolación y/o deshidratación.
Es muy probable que diversos pollos de la guardería acaben mucho más mojados que
el resto, normalmente correspondiéndose con los de menor edad y/o tamaño. Dado el riesgo
que conllevaría una hipotermia en los mismos que los podría conducir a su muerte, estos
pollos excesivamente empapados serán cogidos por sus patas por parte de algunos asistentes
para exponerlos al solo y brisa, de modo que se pueda acelerar su desecación.
Una vez depositados en sus recintos, habrá personas vigilándolos, y otras designadas
como porteadoras para ir trasladando los pollos a la estación de anillamiento. Tal estación será
cubierta mediante un toldo o carpa para evitar una insolación excesiva, tanto de los pollos
como de los participantes.
Almacenamiento de los pollos en los cercados formados con las cajas, inmediatamente (arriba a la izqda.) y
transcurrido cierto tiempo (arriba a la dcha.) después de su captura. Secado en mano de pollos con síntomas de
hipotermia (abajo a la izqda.) y pollos entrando a la sombra para evitar insolación (abajo a la dcha.).
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Ya en la estación, los pollos serán atendidos para su marcaje usualmente en equipos
compuestos por dos anilladores. El primero de ellos procederá al marcaje de los pollos con
anillas metálicas en una de las patas, mientras el segundo lo hará mediante anillas de PVC de
lectura a distancia, si existe disponibilidad, con códigos alfanuméricos en la otra (Pinilla, 2000).
Cada equipo de anilladores estará acompañado por un participante designado como secretario
de anillamiento, el cual irá apuntando de forma coordinada en una ficha los registros
correspondientes siguiendo las indicaciones de los anilladores. Dado el tamaño frecuente de la
colonia, lo usual será anillar la totalidad de crías capturadas de gaviota picofina. Es de vital
importancia proceder a la correcta identificación taxonómica de los pollos, pues es usual que,
junto con los de gaviota picofina, se atrapen los de otras especies de larolimícolas que crían en
las inmediaciones, dado el carácter gregario del conjunto. Especial atención habrá de tenerse
con los pollos de otras gaviotas menores, como la reidora (Larus ridibundus) o la cabecinegra
(Larus melanocephalus), por la confusión con los de picofina que pueden acarrear. Una vez
identificadas las crías capturadas y si hay disponibilidad de anillas, podrá aprovecharse la
ocasión de marcar también a las de otras especies diferentes a la objeto de seguimiento (como
varias limícolas, gaviotas, charranes, pagazas u otras). El marcaje será realizado con los calibres
de anillas metálicas y de PVC que correspondan a cada especie concreta (Pinilla, 2000).
Estación de anillamiento en Punta Entinas asistida por personal del Equipo de Seguimiento de Procesos
Naturales de la Estación Biológica de Doñana durante 2007 (arriba), protocolo de anillamiento (abajo a la izqda.)
y tomas de sangre para investigación (abajo dcha.) en pollos de gaviota picofina.
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Existen ocasiones en que alguna entidad de investigación o conservación presenta
autorización formal para participar en la jornada de marcaje para tomar muestras de los pollos
capturados. Si es el caso, tras el anillamiento de los mismos y antes de su nueva suelta a la
colonia, se tomaran las medidas y datos pertinentes que requiera dicho personal. Para su
ayuda, asimismo, podrá contarse con alguno o varios de los participantes. Dicho manejo se
realizará con las pertinentes medidas profilácticas y preventivas determinadas a tal fin.
Conforme los pollos vayan siendo anillados y se les hayan tomado todos los datos de
interés correspondientes, éstos se irán depositando en el cercado creado a tal fin.
Al igual que durante la captura en el agua, en la estación de anillamiento y los cercados
es de vital importancia por parte de todos los participantes no arrojar basuras y atender de
forma precisa cualquier indicación del coordinador o los anilladores. Ello con objeto de agilizar
la operación de manejo, intentando no provocar daños o molestias añadidas a los pollos, así
como a la flora y fauna local. A todos aquellos participantes que se les haya otorgado alguna
función en la estación de anillamiento relativa al traslado, apoyo al anillamiento o la
manipulación de los pollos, les estará prohibida la realización de fotografías. Éstas, en
cualquier caso, podrán ser realizadas únicamente por el personal que haya quedado exento de
obligaciones que no sean otras que la de la vigilancia de los cercados. Estos asistentes ahora
libres de cargos en la estación no debe obstaculizar, en cualquier caso, la labor del resto.
5. Suelta de los pollos
Tras la manipulación de los pollos en tierra firme, una vez marcados y adquirida la
información con los datos de ellos tomados pertinentemente, se procederá a su retorno a la
isla donde se ubicaba la colonia. Para ello, las crías volverán a introducirse nuevamente en
cajas en un número que permita cierto espacio vital en las mismas sin excesiva densidad ni
presión que ponga en peligro su supervivencia. Hecho esto, se trasladarán a la orilla
continental más próxima a la isla o islas de la colonia, con objeto de proceder a su suelta con la
simple acción de depositarlos en el agua, al unísono y orientándolos hacia las mismas.
Es de vital importancia proceder de forma coordinada y sincrónica con la liberación, de
modo que todos los pollos sean soltados a la vez, dado que de la nueva formación compacta
de la guardería puede depender su supervivencia en el trayecto a nado desde la orilla a la isla.
Las gaviotas patiamarillas, como de costumbre, estarán cerca y prestas a intentar capturar a
algún pollo desorientado, de modo que una abigarrada formación de grupo, facilitada por los
progenitores que los protegen desde el aire, dificultaría su acción de rapiña.
Es posible que, a lo largo de todo el proceso de manipulación de los pollos, no haya
dado tiempo a que algunos de ellos se sequen por completo. Tanto con estos pollos, como con
los de un menor tamaño/edad que no los permitan seguir a sus compañeros de guardería en
su regreso a nado a la colonia, se procederá a acercarlos directamente a la colonia por parte
de algún participante que acceda andando a la isla tras la guardería a nado. Esto se realizará
con objeto de poder garantizar que esos pollos más débiles puedan acceder nuevamente al
núcleo de cría para reunirse allí con el resto de congéneres y se evite su posible
desorientación, pérdida o rapiña por parte de predadores como, por ejemplo, la gaviota
patiamarilla.
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El proceso completo de suelta será paralelamente supervisado a distancia desde tierra,
para revisar que los pollos llegan nuevamente a la colonia sin afección significativa alguna.
Traslado de los pollos nuevamente a la orilla tras su marcaje y manipulación (arriba a la izqda.), suelta
sincronizada de todos los pollos en la laguna (arriba a la dcha.), desplazamiento de los pollos en guardería tras
su suelta (centro a la izqda.), acceso a nado de la guardería a la colonia acompañados de sus progenitores en
vuelo y actitud de protección (centro a la dcha.) y supervisión de la colonia tras la suelta de los pollos una vez
estos han sido marcados y manipulados en tierra (abajo).
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6. Seguimiento y supervisión posterior
Tras la suelta, es necesario persistir con la supervisión de la colonia a lo largo de
sucesivas ocasiones en el marco del PECESFS, con objeto de evaluar el estado y desarrollo de
los pollos tras el proceso de marcaje y manipulación de los mismos, intentando verificar que
no han sido provocadas afecciones al proceso normal de reproducción en la colonia.