Manuel F. Lorenzo, "El orteguiano José Gaos", La Voz de Asturias, 9-6-1994.

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M Jueves, gdejunbde'1994 La Voz do Asü¡rl¿!¡ PENSAMIENTO El orteguiano .iosé Gaos ( )l!l{,\ii (1 )Ill'l.I'l:\s xY[" c0lüTs¡o¡lxs PRoffs¡oll^trs AFoR¡SflcA ;.",.,;"--w . I otra fndob' (op, cit.,.p, 438). El las ideas, le acompaña'la vlwn- I filósoto a secas aun es un hom- c¡a de una golodad asf¡x¡ante . brs. roligioso, .quo s€ d¡fe¡encia por embriagadora y angustio- del hornbre wlgar en qus lrata sa" {lb¡d). B p€cado capital dd I ds fundam€ntar su fs. Paro sl filósofo es, para Clao6, h sober. i frtósolo de,la'fibso¡fa ya es, o un bia. At hombro rdiOioso debia co. . esp¡ritu rslig¡oso que n¡ega que h íespond€d€ entoncG d p€cado i lilosofia soudo- contrar¡o, la abyscc¡ón. Y, sr. clenlifica y me- guiendo a Espinosa, señatarfa. UaOS CQnslQefa tarisica juoda ños asimismo qm iaunqre la , .,;, conl¡rmar la fe abyocc¡ón s€a contrarla s kl oue IOS iltOSOtOS prefilosólica, o soM¡a, el ab0/€cito está, con i - - ; -. - un espfritu ¡nel¡. todo, muy pródrno al soóe¡. han sido siempre , pf;fff,ffiñ iülu[.#il';5ffi1i?l;,,H; creyenteso ¿",[?i'fn,",l: :ljfl:11?.9í3::il;lj:"*','J: incrédutos :3"ffi',ü'T:1"f Sl'lJllHm*:i,"iffl?iJ:r MAN¡IFI F IONFNTO fvlañana s€ cumpl€n velntidnco .¡ños de h muerlo dd fiklsofo as- r rwiano José Gaos, o€rfilds en 6l toleg¡o d€ México el 10 d€ irnio 46 1969 m¡{¡ntras sa s¡Contraba .¡limando ¡a calificación do un ',xamen do doctorado (vgr ol úmero de este suplemgtto d€l raudo 2 de junio), De enke los dlscípulos d€ O- r4a deslaca el asturkno José .iáos, nacido en Grjón en el año ¡ro dio comienzo ¿l s¡glo )C( No nlwo a la altura &l rnaGlro nl ,rgró superarlo. cono no b hi:¡e- rin ninguno ds los r€stantss, los lulón Marias, Vela, etc. A Orlega üy qua meditlo con su par: Una- iluno, No obslanto, Gaos €n un ,rscípulo ¡nt€résanle por sf mls- ¡ro, S¡snprg mantwo cMo s€n. do ds la drgnidad 6 indep€ndn- ;ia ¡ropia kenta a Ortega, ovitan- kr quedtr rcducido a una espe- .ro de guardaaspaldas cofoso de .x,o aquél que se ace{case al rúcatro, tal como suel6 suc€der xr los aledaños de todo p€rso- úje impcrtante. Junto a esta ür- ,rd personal se daba en é1, sin rrrbargo. una falta de claridad en ils cxposlciones escritas qu€ ra- ,rl)a en la descortesi.a. Frulo se- ¡! riirnente do la fu€rte influ€flcia rr:jbida do Hedigger, de quien 'i¡(iujo su obra principal Sor y [trt¡>o, Luis Buñug{, exilndo co- ,xr él en Méjic¡, lo comeñtó con rr;r ironía en sus mernorias: "Un ilósofo español, Josá Gaos, 'allecido no haco ¡nucho üem- n, escribla, como todos lo3 ilósolos, en una Jorga lnet<tsi- ;able. A alguien quo so lo ro- rrochaba, respondió un dfa: '¡Me üene sin culdadol Lá filo- rofofía es para los filósofos", A lo cual, yo opondria la lras€ le Andró Brelon:'Un filósolo a rtu¡en yo no ent¡enda ss un rerdon. Comparto plenamente .tr opinión, aunque a veces me :ueste entender lo que dice Entre los d¡sípulos do Olqa deslaca d asturiano José Gaos, que aunque no estuvo a la altura delmaestro, fue un dlsclpulo interesanle W sl m¡sfrto que manluvo ciefto sentido de dig nidad o independatcia. El pensador gijonés distinguió entre filósofo a secas y filósofo de la filosofíia esftie prirebas" €ccruta y soña- . Ia su orlgen, bqjo.uná u otra 'forma, on la aublelfuidad.hu- 'mana, conceblda do una u ción. Para Gaos los tllósofos han s¡do s¡€mpre creyontes o in- crédulos y no cabe on €ilos la indilerencia 6rl materia roligiosa, Lo único que los une pos¡tivamen" te as la fe la ciencia. Pero a d¡ferencia de ¡os ciontíficos las ; losóficas, tomando en c¡¡rinta exprssámentq la Metafisiea' (ibid. p. 442). Y como cmtapa¡. tida ¡neütable a su pnncipado d€ ms. Un pec¿do adcfiils qo€ ro' sulta más psligroso que su con. lrario, pu€s lla abyecc¡ón pue. de sor coregida más fócil. mente que ¡a goberb¡a, dade que ésta es un atecto de ale- gría y aquélla un afecto de tri$- tezil" (lbid, Escolio ,.i4 tr¡"1i). L\/lr Perü por horrible qqe ioi¡ ¿s s(,r, , una tenl¿ción en l¿ qr¡; el lilóslr,o no dobe coer. Pues lt¡ quc lo ca raclerha positivamenle, cl eenroÍi nosolros, no es la soberbE, ctrKr al fin y al cabo no es uñ¿r vinu(l sino una pasón. La vn[¡:l c¿roc. terislica del lilósofo nos parpi{! más bien lo que Espino* llanra. ba "contento de sí rn¡smo". aquello que es 'lo má{i allo qürl podemos esperar. Nad¡e sc éstuer¿a por conservar su ¡idr con vistas a algún lin; y, ¡r(ll' otra part€, como esté contcrF to es alentado y fortific¡do c¿¡- da Ysz más por las alab¿nr¡s, y, al contrario, rcsulla t)ertur- bado cada ve¡ más por el v¡lt¡. perio, es la gloria, entonces, l¿r quo nos guía sbrc lodo, Y so- mos pnicticamente inc¡pacs¡ de sobrellevar una vida do oprobio" (llrd). I Bretón. No obstant€, aun en me- dio de su innegable jerga insxtri- cable , hay algunos pensam¡en- tos quo brillan con claridad lum¡- nGsa. Uno de sstos p€nsamien- tos de Gáos es el que quisiéra- rnos glosar aquí porque es el que más nos ha interesado. Tiene qus ver con la definición de la fi- gura del fllósofo como conlrapo- sicbn a la dsl hombre vulgar y a la del, para d€c¡r¡o kant¡anamsn- té, metaflsico. A la defin¡clón del lllómfo dedica h Lección )M¡l do su obra Oe la libsoffa (Méltco, 1962). Considera, en pr¡ncipio, qu6 abordar el análisis de la figu- ra del lllósofo desde perspectivas sociológicas, inkoducB gran con- fusión debido a la diversidad de sus frguras, incapaces ds arrojar un tipo caracteristico: escolarcas como Platón o Aristóteles, solls- tas mercenarios y ambulantes, conferanciantss elilistas como P¡olino. preceptores como Séne- ca, emperadoros como Marco Aurolio, rslilJiosos co¡no Sanlo Tomás, gonlillr0il1bros corno Descaltgs, cancilleres como Ba- con, obispos como Berkeloy, profesoros ds universidad logra- dos conlo Kant, frustrados como Schopenhauer, o fracasados co- mo Nietzsch€. La aproximación psicológica lo pareco a Gaos más {ecunda. Lo que caracteriza al flósofo es la duda frente a las ce(ezas pr¡- marias dsl hombre wlgar. Y la duda se lleva hasta €l final, a la existencia de Dios, Aparece en- toncos lo qu€ llama el flósofo a socas (ol metafísico prokantiano), que so ompeña en probar d¡cha existencia. Pero hay además otra flgura, la que denornina el filósolo de la í¡losolía: aquel que ncriüca , c¡encias para los . filósofos son sólo un m6dio para su ñn: confirmar o destruk la fe religiosa. Los f¡lóso- tos aspiran a adueñarse de los principios, a hacerse pnhcipos. Y aquí llégamos a la conclusión más ¡nteresant€ de los análisis gaosianos: "EI. filósofo es una de las variantes del hombre do poder, haita del polltico: el li- bro do Heracl¡to pudo sbr un manifiesto en favor de un de- term¡nado asp¡ranto a la ti- r6nfa; Ar¡stétolos plantoa al princlpio do la Polftica ol pro- blema do s¡ no será égts la principal do las disclplinas fi.

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Artículo sobre el filósofo José Gaos

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M Jueves, gdejunbde'1994La Voz do Asü¡rl¿!¡

PENSAMIENTO

El orteguiano .iosé Gaos( )l!l{,\ii (1 )Ill'l.I'l:\s

xY[" c0lüTs¡o¡lxsPRoffs¡oll^trs AFoR¡SflcA

;.",.,;"--w

. I otra fndob' (op, cit.,.p, 438). El las ideas, le acompaña'la vlwn-I filósoto a secas aun es un hom- c¡a de una golodad asf¡x¡ante. brs. roligioso, .quo s€ d¡fe¡encia por embriagadora y angustio-del hornbre wlgar en qus lrata sa" {lb¡d). B p€cado capital dd

I ds fundam€ntar su fs. Paro sl filósofo es, para Clao6, h sober.i frtósolo de,la'fibso¡fa ya es, o un bia. At hombro rdiOioso debia co.. esp¡ritu rslig¡oso que n¡ega que h íespond€d€ entoncG d p€cado

i lilosofia soudo- contrar¡o, la abyscc¡ón. Y, sr.clenlifica y me- guiendo a Espinosa, señatarfa.

UaOS CQnslQefa tarisica juoda ños asimismo qm iaunqre la, .,;, conl¡rmar la fe abyocc¡ón s€a contrarla s kl

oue IOS iltOSOtOS prefilosólica, o soM¡a, el ab0/€cito está, coni - - ; -. - un espfritu ¡nel¡. todo, muy pródrno al soóe¡.

han sido siempre , pf;fff,ffiñ iülu[.#il';5ffi1i?l;,,H;creyenteso ¿",[?i'fn,",l: :ljfl:11?.9í3::il;lj:"*','J:incrédutos :3"ffi',ü'T:1"f Sl'lJllHm*:i,"iffl?iJ:r

MAN¡IFI F IONFNTO

fvlañana s€ cumpl€n velntidnco.¡ños de h muerlo dd fiklsofo as- r

rwiano José Gaos, o€rfilds en 6ltoleg¡o d€ México el 10 d€ irnio46 1969 m¡{¡ntras sa s¡Contraba.¡limando ¡a calificación do un',xamen do doctorado (vgr olúmero de este suplemgtto d€lraudo 2 de junio),

De enke los dlscípulos d€ O-r4a deslaca el asturkno José.iáos, nacido en Grjón en el año¡ro dio comienzo ¿l s¡glo )C( Nonlwo a la altura &l rnaGlro nl,rgró superarlo. cono no b hi:¡e-rin ninguno ds los r€stantss, loslulón Marias, Vela, etc. A Orlegaüy qua meditlo con su par: Una-iluno, No obslanto, Gaos €n un,rscípulo ¡nt€résanle por sf mls-¡ro, S¡snprg mantwo cMo s€n.do ds la drgnidad 6 indep€ndn-;ia ¡ropia kenta a Ortega, ovitan-kr quedtr rcducido a una espe-.ro de guardaaspaldas cofoso de.x,o aquél que se ace{case alrúcatro, tal como suel6 suc€derxr los aledaños de todo p€rso-úje impcrtante. Junto a esta ür-,rd personal se daba en é1, sinrrrbargo. una falta de claridad enils cxposlciones escritas qu€ ra-,rl)a en la descortesi.a. Frulo se-¡! riirnente do la fu€rte influ€flciarr:jbida do Hedigger, de quien'i¡(iujo su obra principal Sor y[trt¡>o, Luis Buñug{, exilndo co-,xr él en Méjic¡, lo comeñtó conrr;r ironía en sus mernorias: "Unilósofo español, Josá Gaos,'allecido no haco ¡nucho üem-n, escribla, como todos lo3ilósolos, en una Jorga lnet<tsi-;able. A alguien quo so lo ro-rrochaba, respondió un dfa:'¡Me üene sin culdadol Lá filo-rofofía es para los filósofos",

A lo cual, yo opondria la lras€le Andró Brelon:'Un filósolo a

rtu¡en yo no ent¡enda ss unrerdon. Comparto plenamente.tr opinión, aunque a veces me:ueste entender lo que dice

Entre los d¡sípulos do Olqadeslaca d asturiano José Gaos,que aunque no estuvo a la altura

delmaestro, fue un dlsclpulointeresanle W sl m¡sfrto que

manluvo ciefto sentido dedig nidad o independatcia.

El pensador

gijonés distinguió

entre filósofo a

secas y filósofo

de la filosofíia

esftie prirebas" €ccruta y soña-. Ia su orlgen, bqjo.uná u otra'forma, on la aublelfuidad.hu-'mana, conceblda do una u

ción. Para Gaoslos tllósofos hans¡do s¡€mprecreyontes o in-crédulos y nocabe on €ilos laindilerencia 6rlmateria roligiosa,Lo único que losune pos¡tivamen"te as la fe eñ laciencia. Pero ad¡ferencia de ¡osciontíficos las

;losóficas, tomando en c¡¡rintaexprssámentq la Metafisiea'(ibid. p. 442). Y como cmtapa¡.tida ¡neütable a su pnncipado d€

ms. Un pec¿do adcfiils qo€ ro'sulta más psligroso que su con.lrario, pu€s lla abyecc¡ón pue.de sor coregida más fócil.mente que ¡a goberb¡a, dadeque ésta es un atecto de ale-gría y aquélla un afecto de tri$-tezil" (lbid, Escolio ,.i4 tr¡"1i). L\/lrPerü por horrible qqe ioi¡ ¿s s(,r, ,

una tenl¿ción en l¿ qr¡; el lilóslr,ono dobe coer. Pues lt¡ quc lo caraclerha positivamenle, cl eenroÍinosolros, no es la soberbE, ctrKr

al fin y al cabo no es uñ¿r vinu(lsino una pasón. La vn[¡:l c¿roc.terislica del lilósofo nos parpi{!más bien lo que Espino* llanra.ba "contento de sí rn¡smo".aquello que es 'lo má{i allo qürlpodemos esperar. Nad¡e scéstuer¿a por conservar su ¡idrcon vistas a algún lin; y, ¡r(ll'otra part€, como esté contcrFto es alentado y fortific¡do c¿¡-

da Ysz más por las alab¿nr¡s,y, al contrario, rcsulla t)ertur-bado cada ve¡ más por el v¡lt¡.perio, es la gloria, entonces, l¿r

quo nos guía sbrc lodo, Y so-mos pnicticamente inc¡pacs¡de sobrellevar una vida dooprobio" (llrd). I

Bretón. No obstant€, aun en me-dio de su innegable jerga insxtri-cable , hay algunos pensam¡en-tos quo brillan con claridad lum¡-

nGsa. Uno de sstos p€nsamien-tos de Gáos es el que quisiéra-rnos glosar aquí porque es el quemás nos ha interesado. Tienequs ver con la definición de la fi-gura del fllósofo como conlrapo-sicbn a la dsl hombre vulgar y ala del, para d€c¡r¡o kant¡anamsn-té, metaflsico. A la defin¡clón dellllómfo dedica h Lección )M¡l dosu obra Oe la libsoffa (Méltco,1962). Considera, en pr¡ncipio,

qu6 abordar el análisis de la figu-ra del lllósofo desde perspectivassociológicas, inkoducB gran con-fusión debido a la diversidad desus frguras, incapaces ds arrojarun tipo caracteristico: escolarcascomo Platón o Aristóteles, solls-tas mercenarios y ambulantes,conferanciantss elilistas comoP¡olino. preceptores como Séne-ca, emperadoros como MarcoAurolio, rslilJiosos co¡no SanloTomás, gonlillr0il1bros cornoDescaltgs, cancilleres como Ba-con, obispos como Berkeloy,profesoros ds universidad logra-

dos conlo Kant, frustrados comoSchopenhauer, o fracasados co-mo Nietzsch€.

La aproximación psicológicalo pareco a Gaos más {ecunda.Lo que caracteriza al flósofo esla duda frente a las ce(ezas pr¡-

marias dsl hombre wlgar. Y laduda se lleva hasta €l final, a la

existencia de Dios, Aparece en-toncos lo qu€ llama el flósofo asocas (ol metafísico prokantiano),que so ompeña en probar d¡chaexistencia. Pero hay además otraflgura, la que denornina el filósolode la í¡losolía: aquel que ncriüca

, c¡encias para los. filósofos son sólo

un m6dio para su ñn: confirmar odestruk la fe religiosa. Los f¡lóso-tos aspiran a adueñarse de losprincipios, a hacerse pnhcipos. Yaquí llégamos a la conclusiónmás ¡nteresant€ de los análisisgaosianos: "EI. filósofo es unade las variantes del hombre dopoder, haita del polltico: el li-bro do Heracl¡to pudo sbr unmanifiesto en favor de un de-term¡nado asp¡ranto a la ti-r6nfa; Ar¡stétolos plantoa alprinclpio do la Polftica ol pro-blema do s¡ no será égts laprincipal do las disclplinas fi.