Manuel Puig - “Lo Que Más Me Molestaba Era Ese Problema Con La Autoridad”

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Miércoles 22 de julio de 2015 | Edición del día A 25 AÑOS DE LA MUERTE Manuel Puig: “Lo que más me molestaba era ese problema con la autoridad” El 22 de julio de 1990, a los 57 años, fallecía Manuel Puig en México. Hacemos un breve recorrido por su, siempre controversial, obra literaria pero también por su militancia en el campo de los movimientos sociales, como uno de los fundadores del Frente de Liberación Homosexual. Tomás Máscolo / Lucía Furia

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nota publicada en laizquierdadiario.com el Miércoles 22 de julio de 2015

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Mircoles 22 de julio de 2015 | Edicin del da

A 25 AOS DE LA MUERTE

Manuel Puig: Lo que ms me molestaba era ese problema con la autoridad

El 22 de julio de 1990, a los 57 aos, falleca Manuel Puig en Mxico. Hacemos un breve recorrido por su, siempre controversial, obra literaria pero tambin por su militancia en el campo de los movimientos sociales, como uno de los fundadores del Frente de Liberacin Homosexual.

Toms Mscolo / Luca Furia

Lo que ms me molestaba era ese problema con la autoridad, con la prepotencia, dice Manuel Puig refirindose a sus das de juventud en General Villegas, en una nota que le hace Joaqun Soler Serrano en el ao 1977, a propsito de la publicacin de su cuarta novela El beso de la mujer araa (1976). Y contina el escritor: No me gustaba recibir rdenes, pero tampoco darlas.

Tena un problema con el rol del explotador que se me ofreca. [Haciendo referencia a la buena posicin econmica que haba conquistado su familia]. Esos dos roles impuestos [el del macho prepotente, y la hembra obediente] por entonces los consideraba naturales, despus cambi de idea.

Este hecho de no aceptar la autoridad, e incluso desafiarla, y desnaturalizar lo que se presenta como dado, se expres en Puig en los diferentes aspectos que su vida atraves.

De la biblioteca a la videoteca: el sueo de las mariposas.

Naci el 28 de diciembre de 1932 en General Villegas, un pueblo chico al noroeste de la Provincia de Buenos Aires, y lejos de cualquier sentimiento de regionalismo pampeano, siempre quiso escapar de esa realidad que le haba tocado. Primero lo intent, y segn l, lo hizo a travs del cine, convirtindose desde muy chico en un fantico del cine hollywoodense y las actrices ms famosas de la poca, Rita Heyworth, Greta Garbo, Marilyn Monroe, etc. Tom al cine como mi realidad, dice en la entrevista antes mencionada. Pero ya adolescente, desilusionado por no haber encontrado en la Capital el brillo de la comedia que la Metro Goldwyn Mayer le prometa, consigui una beca y viaj a Italia a estudiar cine. Consideraba que los idiomas del cine, que estudi en profundidad, le daran el refugio que su lengua materna subdesarrollada no le permita. Pero luego de varios intentos fracasados de guiones escritos en ingls, y de haber trabajado con varios directores famosos de la poca, supo que lo que le gustaba no era hacer cine, sino ir al cine.

As fue que por recomendacin de varios amigos, decidi escribir sobre algo que le fuera cercano, conocido, y producto de esto son sus dos primeras novelas, La traicin de Rita Heyworth (1965) y Boquitas Pintadas (1969), ambas ambientadas en General Villegas y basadas en hechos y personajes reales que estuvieron ligados a sus primeros aos de vida y su juventud. En ambas ya se muestra lo que ser la marca en la escritura de Puig. En el hipottico caso de que pueda hablarse de un estilo, o marca personal, o de autor, en este escritor, ya que existe un extenso debate al respecto en al mbito de la crtica y la teora literaria.

Controversial y de cruce genrico como fue su vida, tambin lo fue su literatura. Hizo de la burla a la pequeo-burguesa de su poca, a su moral y a los estereotipos que esta proyectaba, su mejor fuente de relatos. Incorporando a la narrativa nuevas formas, como los gneros menores y despreciados por los grandes maestros, como son el folletn, la novela policial, el radioteatro sentimental, la telenovela y el cine. De este modo, emula en sus novelas el montaje cinematogrfico del cual era fantico, y encarna dentro del campo de las letras, una militancia anti-intelectual, es decir, contra el gnero decimonnico hasta entonces establecido como novela, siendo el gesto ms significativo de esto, el reemplazo de la biblioteca del genio-escritor por la videoteca del escritor-fantico de cine y sus celebridades hollywodenses. Estilo frvolo si lo hay, desde el punto de vista de la generacin de los padres literarios que lo preceda (Borges, Bioy Casares, Marechal, Ocampo, etc.).

De este modo es como ingresa Manuel Puig al campo de la literatura argentina, ocupando un lugar marginal, por su modo de contar, por el tipo de narrativa que elige, incorporando a los massmedia para crear algo nuevo, y haciendo uso y abuso- del monlogo interior, del discurso indirecto libre, el desplazamiento, la asociacin de ideas, y la incorporacin del lenguaje coloquial tal y como se presenta. Puig decide contar historias diferentes, respecto de todo lo que se haba narrado antes, historias de personajes que representan lugares comunes de la sociedad. Y necesariamente para este propsito as de ambicioso, requera hacerlo a travs de un formato diferente. Es decir, el nuevo contenido, necesita de una nueva forma, por esto es que Puig introduce a la literatura, y a la narrativa en particular, cdigos que no son meramente literarios.

Si se quiere decir algo nuevo y diferente, hay que encontrar una nueva forma que permita hacerlo. Puig eligi la novela, pero no la que hasta entonces se escriba, sino que decidi experimentar, e incorporarle por ejemplo, notas al pie (gnero que pertenece, cuanto menos, al discurso cientfico), donde se cuenta una historia paralela all debajo, que completa y articula la de arriba.

Tampoco es un dato menor, que El beso, novela que posee dichas notas y con la cual se consagra, se haya editado primero en el extranjero y luego en la Argentina. Habiendo recibido crticas del tipo el encuentro de un homosexual y un guerrillero es demaggico, a decir de Juan Jos Saer, haciendo hincapi en el pretendido facilismo que tendra el hecho de juntar a dos estereotipos sociales en boga por aquel entonces, a partir de los cuales, segn Saer, la narracin decantara sola. Pero no es esto lo que Puig hace con su novela, sino que va ms all de lo que se espera de un encuentro en una celda carcelaria entre un pederasta y un revolucionario, a decir de Nstor Perlongher.

Ya que los imaginarios que cada uno despliega slo a travs del dilogo derivan en la inevitable seduccin que producen la voz y el lugar de lo desconocido.

Dice Beatriz Sarlo, Puig practic un gesto pudoroso y al mismo tiempo exhibicionista: no escondi sus fuentes, sino que se escondi detrs de ellas. Hizo del lugar comn cultural un espacio donde l y sus lectores se desplazaban con una legitimidad igualitaria. Gran nivelador, Puig enamora a los cultos por la forma en que se ubica en una cultura otra, borrando el esfuerzo del pasaje del bolero al folletn, del cine a la novela, escritor que hizo de la burla a la pequeo-burguesa de su poca, y a los estereotipos que esta proyectaba, su mejor fuente de relatos.

La escuela de ese sistema de explotacin estaba en la pareja misma, en los hogares

Entre 1969 y 1976 en Argentina fue protagonista de algo realmente revolucionario, fue el momento de los levantamientos obreros y populares, el Cordobazo, el Rosariazo y el Tucumanazo, entre otras gestas radicales. El cuestionamiento hacia el orden establecido tambin tocaba a las personas que vivan su sexualidad fuera de la heteronorma.

En la prctica se pretenda, adems de la concientizacin especficamente gay, cierto grado de politizacin. Ello espant del Frente a los homosexuales burgueses: el movimiento fue extremadamente pobre, sin recursos materiales, e integrado en su mayora por gente de clase media y media baja, con algunos proletarios y lmpenes, escribi Nstor Perlongher compaero de militancia.

Este es el contexto en el que es fundado el Frente de Liberacin Homosexual en 1971, del que Manuel Puig fue parte. Pero como desde sus inicios en el campo de lo literario, siempre estuvo en las antpodas de lo institucionalizado y reconocido, tambin en el campo de lo social se integr en la misma zona. Los miembros de FLH cuestionaban por sobre todo a la institucin familiar, donde la figura paterna es avalada por el patriarcado, peleaban contra la polica y sus cdigos contravencionales y por sobre todo cuestionaban el orden establecido por la Iglesia y los gobiernos de turno.