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Roberto Mararioti (1998) Recorridos semiológicos. Signos, enunciación, argumentación Bs. As.: EUDEBA. ANALISIS DEL DISCURSO LA ENUNCIACIÓN DEL DISCURSO COMUNICACIÓN Es sabido que en la comunicación humana intervienen muchas veces en forma simultánea varios sistemas de signos: verbales, gestuales o entornos contextuales determinados. La relación interpersonal se hace no sólo mediante la lengua sino también mediante los gestos, algunos ya convencionalizados, como indicarle a alguien con la mano que lo llamaremos por teléfono o pedirle al mozo de un bar, cuando se encuentra alejado, que nos sirva un café. Del mismo modo, decimos de las miradas que son tiernas o de odio porque tienen cierta particularidad que las hacen comprensibles a quien las ve. Estas maneras de comunicarse son dependientes de la cultura. En algunas sociedades, durante un diálogo, los hablantes suelen guardar más espacio entre sí que el que habitualmente conservamos en nuestra comunidad. También ciertos contextos actúan como entidades semióticas que condicionan la comunicación. Así un policía se dirige a un ciudadano cualquiera según determinadas normas posturales y lingüísticas en razón de lucir, si ése es el caso, su uniforme. Sus funciones no sólo están reflejadas por su atuendo sino que cualquier comunicación que realice como policía reflejará esa condición de múltiples maneras. Otro tanto ocurre con la comunicación escrita. Escribimos una nota con una letra menos cuidada y una relación diferente entre el texto y el espacio si tenemos que escribir una carta formal, una dirección en la agenda o un libro. Los códigos de comunicación no verbales los incluiremos globalmente en un conjunto denominado sistemas paralingüísticos, aun sabiendo que esta denominación resulta bastante vaga. Abordaremos en las próximas páginas únicamente el código verbal y no contemplaremos las otras condiciones situacionales a menos que incidan de modo muy evidente en el discurso verbal. El discurso y la comunicación Cuando alguien habla o escribe pone en acción un sistema lingüístico al servicio de la comunicación con otros individuos. Esto quiere decir que se produce un "acto comunicativo" que es mucho más que un acontecimiento en beneficio de la información referencial. La comunicación incluye la transmisión de información expresada por las frases, pero además proporciona datos acerca de los interlocutores, quienes pueden manifestar a su vez afectos, acomodación a ciertas normas de cortesía, a ciertos rituales sociales, o al revés, contravención a todo tipo de normas. Vemos entonces que la comunicación excede lo que habitualmente se considera el significado de la proposición que se expresa en una frase e incluso el significado de la frase misma. El estudio que nos proponemos aquí es justamente analizar esta compleja trama de significaciones cíe un enunciado, producto y registro de la enunciación que lo originó. Acompañamos este capítulo con una serie de citas de estudiosos de la lingüística que nos permitirán asomarnos al complejo mundo de la comunicación verbal. En primer término veamos qué dice D. Maingueneau acerca de la enunciación. "La descripción del funcionamiento de la lengua supone el estudio de esta 'puesta en ejercicio' del sistema que solamente permite la producción de enunciados; es decir, la conversión, por parte del enunciador, de la lengua en discurso. Así cuando se emplea el término discurso en el marco de la teoría de la enunciación no es para remitir a una unidad de dimensión superior a la frase ni para considerar los enunciados desde el punto de vista de sus condiciones de producción socio-históricas, sino para relacionar el enunciado con el acto de enunciación que lo sostiene.” Adaptación de L'énonciation en Linguistique Française de D. Maingueneau E. Benveniste y R. Jakobson, entre otros, a fines de los años '50 se preocuparon por la lengua en tanto discurso y no ya simplemente como sistema de signos como lo había postulado F. de Saussure. A continuación presentamos un fragmento del libro de E. Benveniste Problemas de lingüística general, donde el autor sienta las bases de esta teoría que partiendo de los significados lingüísticos da cuenta de la producción de los discursos. El aparato formal de la enunciación 1

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  • Roberto Mararioti (1998) Recorridos semiolgicos. Signos, enunciacin, argumentacin Bs. As.: EUDEBA.ANALISIS DEL DISCURSO

    LA ENUNCIACIN DEL DISCURSO

    COMUNICACIN

    Es sabido que en la comunicacin humana intervienen muchas veces en forma simultnea varios sistemas designos: verbales, gestuales o entornos contextuales determinados. La relacin interpersonal se hace no slo mediante lalengua sino tambin mediante los gestos, algunos ya convencionalizados, como indicarle a alguien con la mano que lollamaremos por telfono o pedirle al mozo de un bar, cuando se encuentra alejado, que nos sirva un caf. Del mismomodo, decimos de las miradas que son tiernas o de odio porque tienen cierta particularidad que las hacencomprensibles a quien las ve. Estas maneras de comunicarse son dependientes de la cultura. En algunas sociedades,durante un dilogo, los hablantes suelen guardar ms espacio entre s que el que habitualmente conservamos ennuestra comunidad.

    Tambin ciertos contextos actan como entidades semiticas que condicionan la comunicacin. As un polica sedirige a un ciudadano cualquiera segn determinadas normas posturales y lingsticas en razn de lucir, si se es elcaso, su uniforme. Sus funciones no slo estn reflejadas por su atuendo sino que cualquier comunicacin que realicecomo polica reflejar esa condicin de mltiples maneras.

    Otro tanto ocurre con la comunicacin escrita. Escribimos una nota con una letra menos cuidada y una relacindiferente entre el texto y el espacio si tenemos que escribir una carta formal, una direccin en la agenda o un libro.

    Los cdigos de comunicacin no verbales los incluiremos globalmente en un conjunto denominado sistemasparalingsticos, aun sabiendo que esta denominacin resulta bastante vaga. Abordaremos en las prximas pginasnicamente el cdigo verbal y no contemplaremos las otras condiciones situacionales a menos que incidan de modomuy evidente en el discurso verbal.

    El discurso y la comunicacin

    Cuando alguien habla o escribe pone en accin un sistema lingstico al servicio de la comunicacin con otrosindividuos. Esto quiere decir que se produce un "acto comunicativo" que es mucho ms que un acontecimiento enbeneficio de la informacin referencial. La comunicacin incluye la transmisin de informacin expresada por las frases,pero adems proporciona datos acerca de los interlocutores, quienes pueden manifestar a su vez afectos, acomodacina ciertas normas de cortesa, a ciertos rituales sociales, o al revs, contravencin a todo tipo de normas. Vemosentonces que la comunicacin excede lo que habitualmente se considera el significado de la proposicin que se expresaen una frase e incluso el significado de la frase misma. El estudio que nos proponemos aqu es justamente analizar estacompleja trama de significaciones ce un enunciado, producto y registro de la enunciacin que lo origin.

    Acompaamos este captulo con una serie de citas de estudiosos de la lingstica que nos permitirn asomarnos alcomplejo mundo de la comunicacin verbal. En primer trmino veamos qu dice D. Maingueneau acerca de laenunciacin.

    "La descripcin del funcionamiento de la lengua supone el estudio de esta 'puesta en ejercicio' del sistema quesolamente permite la produccin de enunciados; es decir, la conversin, por parte del enunciador, de la lengua endiscurso. As cuando se emplea el trmino discurso en el marco de la teora de la enunciacin no es para remitir a unaunidad de dimensin superior a la frase ni para considerar los enunciados desde el punto de vista de sus condicionesde produccin socio-histricas, sino para relacionar el enunciado con el acto de enunciacin que lo sostiene.

    Adaptacin de L'nonciation en Linguistique Franaise de D. Maingueneau

    E. Benveniste y R. Jakobson, entre otros, a fines de los aos '50 se preocuparon por la lengua en tanto discurso y noya simplemente como sistema de signos como lo haba postulado F. de Saussure. A continuacin presentamos unfragmento del libro de E. Benveniste Problemas de lingstica general, donde el autor sienta las bases de esta teoraque partiendo de los significados lingsticos da cuenta de la produccin de los discursos.

    El aparato formal de la enunciacin

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    En tanto que realizacin individual, la enunciacin puede definirse, respecto de la lengua, como procesode apropiacin. El locutor se apropia del aparato formal de la lengua y enuncia su posicin de locutor tantopor ndices especficos como por medio de procedimientos accesorios.

    Pero inmediatamente, desde el momento en que se declara locutor y asume la lengua, implanta al otroenfrente de l, cualquiera sea el grado de presencia que atribuya a ese otro. Toda locucin es, explcita oimplcitamente una alocucin, postula siempre un alocutario.

    La condicin de esta movilizacin y de esta apropiacin de la lengua es, en el locutor, la necesidad dereferirse por el discurso al mundo y, en el otro, la posibilidad de co-referir idnticamente el consensopragmtico que hace de cada locutor un co-locutor. La referencia es parte integrante de la enunciacin.

    Cada instancia de discurso constituye un centro de referencia interna. Esta situacin se va a manifestarpor un juego de formas especficas cuya funcin es poner al locutor en relacin constante y necesaria con suenunciacin.

    En primer lugar, la emergencia de los ndices de persona (la relacin "yo-t") que no se produce ms queen y por la enunciacin: el trmino "yo" denota al individuo responsable de la enunciacin, el trmino t alindividuo que est presente en ella como alocutario.

    En segundo lugar, los numerosos ndices de ostensin (ste, aqu, etc.), trminos que implican un gestoque designa al objeto al mismo, que se pronuncia la instancia del trmino.

    Una tercera serie de trminos correspondientes a la enunciacin la constituye el paradigma de las formastemporales, que se determinan respecto del ego, centro de la enunciacin. De esta ltima procede lainstauracin de la categora de presente, y de la categora de presente nace la categora de tiempo. Elpresente formal no hace ms que explicitar el presente inherente a la enunciacin, que se renueva con cadaproduccin de discurso.

    Adems de estos aspectos morfolgicos y lxicos, la enunciacin da las condiciones necesarias para lasgrandes funciones sintcticas. Desde el momento en que el enunciador se sirve de la lengua para influir dealguna manera en el comportamiento del alocutario, dispone para ello de un aparato de funciones.Primeramente la interrogacin, que es una enunciacin construida para suscitar una respuesta, por unproceso lingstico que es al mismo tiempo un proceso de comportamiento con doble entrada. Todas lasformas lxicas y sintcticas de la interrogacin (partculas, pronombre, entonacin, etc.) dependen de esteaspecto de la enunciacin.

    A ella remiten tambin los trminos o formas que llamamos de intimacin, rdenes o apelacionesconcebidas en categoras como el imperativo y el vocativo, que implican una relacin viviente e inmediata delenunciador con el otro.

    Menos evidente tal vez, pero tan cierta como las otras, es la pertenencia de la asercin a este mismorepertorio. En su construccin sintctica como en su entonacin la asercin tiende a comunicar una certeza,es la manifestacin ms comn de la presencia del locutor en la enunciacin: ella tiene incluso instrumentosespecficos que la expresan o la implican: las palabras "s" y "no" que asertan positiva o negativamente unaproposicin. La partcula asertiva 'no', sustituto de una proposicin, se clasifica como la partcula "si", cuyoestatuto comparte, entre las formas que dependen de la enunciacin.

    Tambin, aunque de manera menos categorizable, se ubica aqu todo tipo de modalidades formales,algunas pertenecientes a los verbos, como los modos (optativo, subjuntivo) que enuncian actitudes delenunciador respecto de lo que enuncia (esperanza, deseo, temor); las otras a la fraseologa ("tal vez", "sinduda", "probablemente") que indican incertidumbre, posibilidad, indecisin, etc., o, deliberadamente, rechazode asertar.

    Adaptado de E. Benveniste, "El aparato formal de la enunciacin", en Problemas de lingstica general, Mxico, Siglo XXI, 1974.

    El autor H. Parret, por su parte, aborda la enunciacin enfatizando aspectos semiticos y analiza el funcionamientodel locutor con su palabra frente al mundo.

    La enunciacin como deictizacin y modalizacin

    La teora del discurso es una teora de la instancia de enunciacin, que es al mismo tiempo eintrnsecamente un efecto de enunciado. Que la instancia de enunciacin sea un efecto de enunciado

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    significa que no est presente el enunciado bajo la forma de marcadores morfo-sintcticos o semnticos-sintcticos sino que debe ser reconstruido o "descubierto" por un esfuerzo de interpretacin. Este esfuerzode interpretacin que nos hace descubrir la instancia de enunciacin se reduce, de hecho, a una transposi-cin de sentido: se trata en cierta medida de llenar un espacio elptico gracias a una operacin de parfrasiso de catlisis.

    Si bien existen ciertas marcas convencionales de la enunciacin que pueden ser inventariadas, estasmarcas "empricas" son slo una nfima parte del iceberg enunciativo. No es contradictorio afirmar al mismotiempo que el lingista no debe interesarse por la enunciacin ms que en su dimensin discursiva (instanciade enunciacin/efecto de enunciado) y, por otra parte, que la enunciacin, aunque "marcada" en elenunciado, no es enunciada: la enunciacin es transpuesta a partir del enunciado, es la elipsis que se abre"en abismo" por parfrasis o catlisis.

    Corno deca Kant, hay conceptos que se pueden llamar "paralgicos" desde el momento en que no hayningn predicado que agote su contenido. El concepto de enunciacin es uno de estos conceptos y por esoes ms conveniente desplazar la discusin al nivel de las estrategias operacionales o metodolgicas. Ahorabien, si se trata de formular una metodologa, el concepto de enunciacin tiende inmediatamente a dis-persarse en dos direcciones que se llaman deictizacin y modalizacin de la enunciacin. Se trataevidentemente de una doble reduccin pero las dos metodologas son felizmente complementarias. Unabuena metodologa deictizante presupone necesariamente una organizacin egocntrica de la deixis,mientras que una buena metodologa modalizante presupone en cambio una organizacin interactancial ypor lo tanto ego-fugal: la organizacin de la deixis se hace a partir del yo (de la subjetividad egocntrica)mientras que la organizacin de las modalidades est orientada a partir de una comunidad enunciativa (sepodra decir tambin a partir de la subjetividad comunitaria).

    Adaptacin de H. Parret, "L nonciation en tant que dictisation et modalisation", en Langages, 70, 1983.

    Por ltimo presentamos una obra de los autores O. Ducrot y T. Todorov, Diccionario Enciclopdico de las Cienciasdel Lenguaje; aqu se sintetizan posiciones semiticas y semntico-lingsticas.

    El hablante y su enunciacin

    La produccin lingstica puede considerarse como una serie de frases, identificada sin referencia a unadeterminada aparicin de esas frases (que pueden ser dichas, o transcriptas con escrituras diferentes, oimpresas, etc.), o como un acto en cuyo transcurso esas frases se actualizan, asumidas por un locutorparticular, en circunstancias especiales y temporales precisas. Tal es la oposicin entre el enunciado y lasituacin de discurso, a veces llamada enunciacin. Sin embargo cuando se habla lingsticamente deenunciacin se toma este trmino en un sentido ms estricto: no se entiende por el fenmeno fsico de laemisin o la recepcin del habla (que pertenece al mbito de la psicolingstica o de una de sussubdivisiones),-ni las modificaciones aportadas al sentido global del enunciado por la situacin, sino loselementos que pertenecen al cdigo de la lengua y cuyo sentido sin embargo, depende de factores quevaran de una enunciacin a otra: por ejemplo yo, fu aqu, ahora, etc. En otros trminos, lo que la lingsticaretiene es la huella del proceso de enunciacin en el enunciado.

    Los aspectos lingsticos de la enunciacin nunca han sido el centro de la atencin de los lingistas: deall cierta vaguedad terminolgica en los estudios que se le han consagrado. La categora est muy presenteen las gramticas griegas y latinas; pero fue el semilogo norteamericano Charles S. Peirce quien describipor primera vez su naturaleza ambigua: se trata a la vez de smbolos, es decir, de signos que pertenecen alcdigo de la lengua (yo es una palabra del lxico espaol) y de ndices es decir de signos que contienen unelemento de la situacin de enunciacin (yo designa a la persona que habla en este momento, en estelugar).

    Con gran frecuencia los lingistas se refieren a la enunciacin con el trmino de deixis. Sin embargo, estapalabra oculta una oposicin importante, como ya lo haba observado K. Buhler: una parte de las formasdecticas remite a elementos .anteriores del enunciado mismo (como los pronombres l, ella, le, la, etc.) yotra a los elementos del acto de habla (yo, t, etc.); en otros trminos, se confunde la deixis anafrica con ladeixis inicial. Ms recientemente, los trabajos de lingistas como Jepersen, Jakobson y, sobre todo,Benveniste, han permitido iniciar el estudio preciso y sistemtico de esos hechos.

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    Los primeros elementos constitutivos de un proceso de enunciacin son: el locutor, el que enuncia y elalocutario, aqul a quien se dirige el enunciado. Ambos se denominan indiferentemente interlocutores. Apartir de aqu puede concebirse la organizacin de las formas lingsticas indiciales de dos maneras, segnse formen como categoras gramaticales o semnticas.

    En el primer caso, se distinguirn los "pronombres personales" de la 1a y la 2Q persona; los pronombresdemostrativos; los adverbios y los adjetivos que Bally llamaba "relativos" (aqu, ahora, ayer, hoy, etc.): lostiempos del verbo organizados siempre en torno al "presente", es decir, en torno al tiempo de la enunciacin.Se agregar ciertos verbos tomados en la primera persona del singular (creo que..., deduzco que...), losverbos performativos, es decir, los que en la primera persona del singular del presente efectan por s solosla accin que designan, por ejemplo: prometo..., juro..., etc.; este ltimo grupo difiere del primero, en el cualla referencia de la palabra vara con el contexto; pero ambos nos dan informaciones sobre el proceso deenunciacin. Tal es, asimismo, el caso de ciertos niveles de lengua, donde se observa la presencia de semasvalorativos o emotivos (que implican un juicio a una actitud particular del sujeto de la enunciacin). Lostrminos modalizantes como quizs, ciertamente, sin duda, suspenden la asercin del sujeto enunciante yas se vinculan a la enunciacin. Por fin las funciones sintcticas (sujeto-predicado) se refieren a laenunciacin segn modalidades diversas: todos los elementos que expresan la actitud del locutor respectode aquello de que habla estn ligados al predicado, nunca al sujeto. Si se sitan trminos valorativos en elsujeto, los interpretamos como citas, como los nombres anticipados de las expresiones correspondientes.

    Los mismos problemas surgen cuando se parte de las categoras semnticas, que son de cuatroespecies: la identidad de los interlocutores, el tiempo de la enunciacin, su lugar y sus modalidades (o larelacin entre los interlocutores y el enunciado). Nuestros pronombres yo y t, permiten nicamenteidentificar a los protagonistas de la enunciacin: pero en ciertas lenguas de Asia oriental, se aadenindicaciones sobre la condicin social de stos o sobre sus relaciones mutuas. Las indicaciones de tiempo ylugar se organizan siempre a partir de la enunciacin misma, es decir, de los adverbios ahora y aqu', peromuchos otros trminos lxicos se refieren a ellas: un ejemplo es el verbo venir.

    El problema de la referencia est estrechamente ligado a la enunciacin: como ya haba observadoPeirce, para que un signo pueda denotar debe pasar por el intermedio de un "ndice". El problema de laverdad, subordinado al de la referencia es igualmente inconcebible fuera de la enunciacin: en s mismo elenunciado no es verdadero ni falso; llega a serlo nicamente en el curso de una enunciacin particular

    .O. Ducrot y T. Todorov, Diccionario enciclopdico de las Ciencias del lenguaje, Mxico, Espaa, Argentina, Colombia, 1986.

    Por nuestra parte nos dedicaremos a los aspectos puramente lingsticos y estudiaremos la naturaleza de ciertosmecanismos de la lengua, como es el caso de los decticos, de los subjetivemas, ce algunas frases creadoras demundos y de la modalidad en general, que nos permitirn, partiendo del enunciado, reconstruir sentidos que seoriginaron en una enunciacin determinada.

    Previamente es necesario sealar que toda vez que alguien enuncia un discurso crea un "mundo discursivo"semejante, o no, al que de ordinario consideramos real. El propio hablante se instaura dentro de ese discurso como un"hacedor" o "creador" del mundo, y en torno de su propia imagen puede situar los objetos que refiere. El hablanteenuncia un discurso y dibuja el mundo con una voluntad comunicativa, con una intencionalidad explcita, que puedemanifestarse en mayor o menor grado pero que siempre est presente. Y como el discurso es en s mismo unaproduccin de sentido, tal como lo plantea E. Vern, en cada enunciado queda la impronta, la huella, de esta actividadvoluntaria que es la enunciacin. As, en esto que llamarnos enunciado podemos encontrar frases (o palabras) querevelen la actitud del hablante frente al mundo creado discursivamente y frente a la situacin en la que se produce laenunciacin.

    El locutor organiza su discurso como un juego de relaciones entre l y su alocutario, indicadas (sealadas) porciertas marcas (yo, t, esto, eso) y expresadas en el dominio semntico-pragmtico por la interrogacin, la asercin, o laintimacin, entre otros posibles lazos.

    Este juego de relaciones no es arbitrario ni creado cada vez por los ha blantes, sino que se inscribe en unacomunidad cultural e ideolgica que se rige por ciertas normas que el locutor asume como vlidas para s y para sualocutario. En consecuencia, se comprueba que siguiendo estas huellas es posible leer no slo la subjetividad individualsino principalmente una subjetividad socialmente compartida.4

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    Por otra parte, en su enunciado el locutor manifiesta valoraciones de su entorno cultural y/o ideolgico que hacenque su discurso no sea nunca absolutamente objetivo, por el contrario, todo enunciado se desplazar entre dos polos alos que se acercar sin alcanzarlos plenamente casi nunca: la objetividad y la subjetividad. Ejemplos prximos a esospolos son el discurso de la ciencia (la matemtica especialmente) y una carta de amor. Entre ellos anida una gamaamplsima de discursos matizados con distinto grado de subjetividad (individual o social) y discursos con mayor o menorgrado de pretensin de objetividad.

    Veamos a continuacin cmo son y cmo funcionan estas marcas o huellas que deja el hablante en su discursodurante su actividad de enunciacin.Las huellas que el acto de enunciacin dejaren el enunciado

    Las huellas son, por un lado, frases, palabras morfemas o entonaciones particulares que permiten leer en unenunciado cmo el locutor selecciona, destaca u omite entidades de la situacin comunicativa, llamadas decticos (yo,ahora, venir). Por otro, tambin son marcas para ser ledas las valoraciones que el locutor haga del mundo querepresenta (maravilloso, desechable, corrupto) y que denominamos subjetivemas, o las valoraciones que destine a supropio discurso, afirmaciones rotundas, dudas o deseos que manifieste (modalidades: creo que..., lamentablemente, porsuerte, ojal), entre otras posibilidades.

    Qu es un dectico?

    Cuando una persona durante una conversacin debe nombrar a su inter locutor, el sitio en el que se encuentra, eltiempo cronolgico en el que se halla o a s mismo, normalmente lo har con un trmino o frase que funciona comodectico. Deixis, palabra de la que deriva dectico, significa mostrar. Por lo tanto, una frase o una palabra que es capazde "mostrar" la situacin de enunciacin de un hablante en alguna medida es denominada frase o palabra dectica.Segn la clasificacin peirceana de los signos, una frase dectica es un signo ndice pues est en relacin decontigidad con la cosa designada; es decir el trmino "hoy" enunciado en una conversacin es naturalmente conti guo(simultneo, en este caso) con la situacin en la que se est llevando a cabo ese intercambio verbal, con las personasque intervinieron y con el espacio fsico en que se desarrolla esa conversacin.

    Los trminos decticos suelen ser lo que la gramtica designa como pronombres, pero no todos los pronombres sondecticos; y a la inversa, todos los decticos no son pronombres.

    Veamos ejemplos de funcin dectica en contraste con otras funciones no decticas de los trminos.Si alguien efectivamente dice: "Yo suelo levantarme temprano".En tal frase el "yo" es un termino dectico pues es innegable que esta palabra fue pronunciada por el propio hablante

    en el mismsimo momento ce su enunciacin.Veamos otro ejemplo donde un hablante dice efectivamente: "Este no te lo puedo prestar".Donde vemos que el "ste" refiere de un objeto presente en la situacin de enunciacin y prximo al hablante, por lo

    tanto es dectico; muestra dos objetos discursivizados: el objeto designado por "ste" y muestra adems la proximidaddel objeto con el hablante.

    Veamos otro ejemplo tomado de un peridico:"El ladrn fue detenido por la polica mientras cometa un asalto a mano armada. Sin embargo y a pesar de la

    evidencia, ste se declar inocente frente al juez".En el ejemplo anterior el trmino "ste" no es un dectico pues no muestra un objeto discursivizado presente (o

    vinculado) a la situacin de enunciacin sino que es un trmino que cumple con la funcin de ahfora de "ladrn"; esdecir, reemplaza un trmino anterior. Como podemos observar, esta funcin del pronombre en general aparece porrazones estilsticas y, sobre todo, lo que debe distinguirse es que su referencia est dentro del discurso mismo (untrmino anteriormente mencionado) y no refiere de un objeto vinculado a la situacin enunciativa, pues el "ste" nomenciona una entidad involucrada en la situacin de enunciacin: la comunicacin se hace efectiva entre el periodista ysus lectores y se habla de alguien (un ladrn) ajeno a esta circunstancia.

    Dijimos antes que la deixis se puede manifestar tambin con trminos o frases no pronominales.Veamos el caso de dos amigos que se despiden diciendo: "Chau, hasta el lunes".

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    Cualquier hablante comprende que "el lunes" designa el lunes inmediato posterior a la enunciacin y por lo tanto laexpresin "el lunes" se halla vinculada a la situacin de habla. Sin embargo, a pesar de ser dectico no se trata deningn pronombre.

    La deixis puede manifestarse tambin por la presencia ce determinados rasgos semnticos de las palabras, tal elcaso ce ciertos verbos de movimiento que muestran o sealan la situacin de enunciacin como son: ir, venir, salir,entrar, llevar, traer, entre otros posibles.

    Pero en casi todos los casos, habr que analizar en cada enunciado si las expresiones verbales efectivamentefuncionan o no como decticos.

    Veamos a continuacin algunos de los casos ms generales de decticos. El texto ha sido tomado de LaEnunciacin. De la subjetividad en el lenguaje de C. Kerbrat-Orecchioni.

    Personas

    Los pronombres personales (y los posesivos, que amalgaman en la superficie un artculo definido y unpronombre personal en posicin del nombre) son los ms evidentes y mejor conocidos de los decticos.

    En efecto, para recibir un contenido referencial preciso los pronombres personales exigen del receptorque tome en cuenta la situacin de comunicacin de manera:

    - necesaria y suficiente en el caso de yo y de t (t, vos, usted): son decticos puros;- necesaria pero no suficiente en el caso de l, ellos y e//a(s), que son a la vez decticos (negativamente:

    indican simplemente que el individuo que denotan no funciona como locutor ni como alocutario) yrepresentantes (exigen un antecedente lingstico, que puede estar implcito en virtud de ciertasdeterminaciones situacionales).

    El problema de los pronombres plurales

    Nosotros no corresponde nunca, salvo en situaciones, muy marginales como el recitado o la redaccincolectivos, a un yo plural. Su contenido se puede definir de la siguiente forma:

    Nosotros = Yo + No Yo

    1- Yo + Vos (singular o plural) = nosotros inclusivo

    2- Yo + El (singular o plural) = nosotros exclusivo

    3- Yo + Vos + El, Ellos

    El nosotros inclusivo es puramente dectico. En cambio, cuando conlleva un elemento de tercera persona,debe acompaar al pronombre un sintagma nominal que funcione como antecedente del elemento "l" inclui-do en el "nosotros" (el antecedente en general es til cuando el "nosotros" recibe su extensin mxima).

    En el caso del vosotros/ustedes:

    Ustedes = Vos + No Yo

    1- Vos plural = dectico puro

    2- Vos + El, Ellos = dectico + cotextual

    Los pronombres personales constituyen en el espaol de Buenos Aires el siguiente sistema:

    Personas

    Locutor No LocutorYo

    Nosotros (as)6

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    Alocutario(s) No Alocutario Vos/Usted, El, Ellos, Ustedes Ella(s)

    UstedesLocalizaciones espaciales y temporales

    Localizaciones espaciales

    Se pueden distinguir dos casos principales:

    1) Los demostrativos espaciales, estructurados segn un sistema ternario:o aqu/ac: prximo al hablante.o ah: prximo al oyente.o all/all: en el campo de referencia de la tercera persona, el no-lnterlocutor.

    2) Los adverbios, de los que analizaremos algunos casos importantes:o Cerca (de X) lejos (de X): cuando no est expresado en el contexto, el lugar que representan es el que

    coincide con la ubicacin del hablante (*Est lejos tu casa?).o Delante de/detrs de; a la izquierda/a la derecha: pueden tener referencia dectica y no dectica; la

    referencia dectica ocurre cuando el objeto no tiene una orientacin definida."El silln est delante de la mesa"

    significa que el silln est ubicado entre el hablante y la mesa, mientras que"La locomotora est delante del tren"

    significa que se encuentra (lgicamente) precediendo al primer vagn y en la direccin en que el tren se desplaza,sin importar la ubicacin del hablante en este caso. Es una referencia no dectica.

    "Pnete a la izquierda de Juan"es no dectico, significa "del lado del brazo izquierdo de Juan". A la inversa:

    "Pnete a la izquierda del rbol"es dectica, en tanto "la izquierda del rbol" se sita en referencia a la posicin del hablante.

    3) Una tercera posibilidad existe en1 el empleo de los verbos iry venir. En algunos casos, se oponen por losrasgos acercamiento/alejamiento:

    "Juan va/viene al Centro todos los das".En este ejemplo, el hablante no est (va) o est (viene) en el centro de la instancia de enunciacin.Es distinto cuando estos verbos se combinan con una referencia temporal y/o una indicacin de lugar que no sean

    simultneas con la instancia de enunciacin; es posible decir:

    "Venga ac","Vas a venir ac","Voy hacia tu casa","Viniste aqu ayer".

    Pero no:"Vaya ac","Vas a ir ac","Vengo hacia tu casa","Fuiste aqu ayer".

    Son intercambiables cuando el lugar en que se encuentra el locutor en el tiempo indicado por el verbo es el mismoque el que contiene la emisin:

    "Vino/fue a la conferencia" (a la que fui yo).

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    En resumen, ir se puede emplear en todas las situaciones, excepto cuando el oyente se desplaza (encualquier tiempo) hacia el lugar en que se encuentra el hablante en el momento de la enunciacin. Venirseemplea en el caso en que el oyente se desplaza,hacia el lugar en que se encuentra el hablante en elmomento de la enunciacin o se encontraba/encontrar en el momento del hecho enunciado.

    Localizaciones temporales

    Expresar el tiempo significa localizar un acontecimiento sobre el eje antes/despus con respecto a unmomento (T) tomado como referencia. Segn los casos T puede corresponder a:

    1) Una determinada fecha, tomada como referencia en razn de su importancia histrica para una determinadacivilizacin (el nacimiento de Cristo, por ejemplo).

    2) T1, un momento inscripto en el contexto verbal: se trata entonces de referencia cotextual ("Juan lleg dos dasdespus").

    3) T0, el momento de la instancia enunciativa: referencia dectica ("Juan lleg antes de ayer").

    Dectico Referencia: T0 Relativos al cotexto referencial yexpresado en el cotexto

    Simultaneidad en este momento; ahora en ese/aquel momento; entonces

    Anterioridad ayer; anteayer; el otro da; lasemana pasada; hace un rato;recin,* recientemente

    la vspera; la semana anterior; unrato antes; un poco antes

    Posterioridad maana; pasado maana; el aoprximo; dentro de dos das; desdeahora; pronto (dentro de poco); enseguida*

    al da siguiente; dos dasdespus; al ao siguiente; dosdas ms tarde; desde entonces;un poco despus; a continuacin

    Neutros" hoy; el lunes (= el lunes msprximo, antes o despus, a T0);esta maana, este verano

    otro da

    * No obstante, estos adverbios pueden -mucho ms raramente- ser relativos al contexto.** Expresiones que son independientes a la oposicin simultaneidad/anterioridad/posterioridad (hoy rrie aburro/me aburr/me voy a

    aburrir) o a la oposicin anterioridad/posteridad (el lunes; otro da).

    En espaol la localizacin temporal se realiza en el doble juego de las formas temporales de laconjugacin verbal, que explota casi exclusivamente el sistema de localizacin dectica, y de los adverbios ylocuciones adverbiales, que se reparten muy parejamente entre la clase de los decticos y los relacinales(cotextuales).

    El uso de los tiempos verbalesLa eleccin de una forma de pasado, presente o futuro es de naturaleza eminentemente dectica. Aunque

    a menudo se los llame tiempos absolutos son, en realidad, decticos, porque el tiempo pasado es el procesoconcomitante a T0, y tiempo futuro es el proceso posterior a T0.

    Ahora bien, en cada esfera pasado/presente/futuro el emisor puede elegir la manera de enfocar el8

  • Roberto Mararioti (1998) Recorridos semiolgicos. Signos, enunciacin, argumentacin Bs. As.: EUDEBA.ANALISIS DEL DISCURSO

    proceso, al cual puede dilatar o puntualizar, considerar en su desarrollo o en su acabamiento, vinculado alpasado o por el contrario al presente. Esta eleccin no est automticamente determinada por los datosconcretos de la situacin de enunciacin sino que se debe atribuir a lo que en el sentido ms amplio se llamasubjetividad lingstica.

    Adaptado de C. Kerbrat-Orecchioni, op. cit.

    Qu importancia tiene el reconocimiento de los decticos?

    Hacemos hincapi en el reconocimiento de la presencia o ausencia ce los decticos porque stos pueden generarsentidos adicionales a la mera designacin referencial. No se trata de un simple mecanismo obligatorio del hablante sinoque, en la libertad de expresarse que tiene todo sujeto mediante una lengua, se incluyen los posibles sentidosagregados por los decticos. Veamos el siguiente ejemplo:

    Carta de Antonio Machado a Miguel de Unamuno:"A primera vista, parece esta ciudad'mucho ms culta que Soria, porque la gente

    acomodada es infinitamente discreta, amante del orden, de la moralidad administrativa y nofaltan gentes ledas y coleccionistas de monedas antiguas. En el fondo no hay nada. Cuandose vive en estos pramos espirituales, no se puede escribir nada nuevo, porque( necesita unola indignacin para no helarse tambin. Adems esto es Espaa ms que el Ateneo deMadrid. Yo desde aqu comprendo cuan a tono est con la realidad, esa desgarrada ysoberbia composicin de usted".

    Aqu podemos organizar los decticos como dos conjuntos isotpicos (remiten al mismo sentido). Por un lado estnlos que designan los lugares:

    "esta ciudad",

    "esto es Espaa".

    Estos lugares resultan adems asociados a la conducta de quienes viven all:

    "gentes ledas, coleccionistas de monedas antiguas. En el fondo no hay nada".

    Y se iguala esta visin negativa que se tiene de los habitantes de Soria con la esencia de lo espaol "esto esEspaa" criticado por Miguel de Unamuno "la realidad esa desgarrada y soberbia composicin de usted". De este modo,Soria y Espaa son dos entidades discursivas presentadas a travs de una desvalorizacin.

    Por otro lado, es posible observar que el sujeto del enunciado "yo" sopor tado fsicamente por el hablante, AntonioMachado, se manifiesta como un crtico de Soria (a travs de sus evaluaciones) y de Espaa a travs de su solidaridadcon Unamuno "Yo desde aqu comprendo cuan a tono est us ted..." y sobre todo, con la inclusin de su "imagen dehablante" (sujeto del enunciado) en una isotopa que lo distingue de los espaoles "Cuando se vive en estos pramosespirituales, no se puede escribir nada nuevo, porque necesita uno la indignacin para no helarse tambin".

    Por ltimo, digamos que esta imagen de Machado est construida para esta ocasin y no significa que en otrodiscurso el mismo autor no pueda haber generado de s mismo una imagen diferente, por ejemplo, ferviente defensor delo espaol.

    Recomponer el sentido de la presencia o ausencia de los decticos en un texto contribuye a la realizacin de unalectura interpretativa que no slo identifica objetos pertenecientes a la situacin de enunciacin del discurso sino queinterpreta las valoraciones que el hablante le adjudica a dichos objetos.

    Los tiempos verbales

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  • Roberto Mararioti (1998) Recorridos semiolgicos. Signos, enunciacin, argumentacin Bs. As.: EUDEBA.ANALISIS DEL DISCURSO

    Adems del sentido dectico que ciertos verbos-o tiempos verbales son capaces de expresar, existen algunos usosde los tiempos verbales que generan, a partir de su aspecto o de su modo, perspectivas discursivas ms o menosligadas a la voluntad del hablante segn el entorno verbal que lo acompaen o el contexto en que se presentan.Algunas de estas formas temporales estn regidas gramaticalmente y son obligatorias de la produccin, pero otrassuelen usarse con valores expresivos.

    "No me prestaras tu libro por unos das?" es equivalente a "Me podes prestar tu libro por unos das?" o "Prstametu libro por unos das", sin embargo, los hablantes distinguen matices de sentido que son dependien tes de la relacinentre los participantes y de la situacin en la que ocurre la comunicacin.

    Veamos a continuacin algunos usos que claramente manifiestan significados en los enunciados en los queaparecen.

    Enfoques temporales

    No basta con distinguir entre elementos decticos y no decticos. Hay que tener en cuenta tambin elenfoque temporal, es decir, cmo el tiempo es considerado: se lo puede considerar como una repeticin, unpunto o una duracin. En el esquema siguiente a cada enfoque corresponde una pregunta:

    enfoque temporal

    (+Iteracin) (+Iteracin) (frecuencia)

    (+extensin) (-extensin) (durativo) (puntual)

    cuntas veces? cunto tiempo hace? durante cunto tiempo? dentro de cuanto tiempo? cundo?

    Adaptacin de Approche de l'enontiation en linguistique francase, Pars, Hachette,1981.

    Observaciones sobre casos temporales

    o Cuando se asocia la primera persona con el pretrito indefinido, el locutor da a ese yo el estatuto de10

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    una no-persona del relato, de un yo narrativo distinto de su yo de enunciador actualo La seleccin del indefinido y del relato no est intrnsecamente ligado a la narracin de hechos

    pasados, aunque para ello sirva en general el relato. Este se define antes que nada como un plano deenunciacin "cortado" de la instancia de enunciacin: estarn entonces en indefinido no slo las narra-ciones histricas sino tambin las obras de ficcin, incluso aqullas de ciencia ficcin que sinembargo supuestamente se desarrollan en un futuro lejano.

    o El discurso epistolar, la carta constituye un caso interesante ya que es un discurso que verbaliza lasituacin de enunciacin e instaura un juego de correspondencias muy precisas entre el mensajepropiamente dicho y las indicaciones "externas" suministradas por el entorno textual. El yo esinterpretado por la firma (si la escritura no es reconocible) y/o por el encabezamiento y/o por la parteposterior del sobre. El t es interpretado gracias a la indicacin, en el sobre y a veces en elencabezamiento, del nombre del destinatario. Los decticos espaciales y temporales se decodificn;en general, correctamente gracias a la fecha y lugar de enunciacin indicadas en la parte superior dela carta.

    o El discurso cientfico: los textos tericos son discursos que no parecen presentar, en la mayora de loscasos, huellas de operaciones de determinacin situacional. Puede aparecer un yo (que remite alautor), predomina el nosotros (autor + lectores), la comunidad cientfica, o el autor que alterna conconstrucciones impersonales; la segunda persona en general est ausente. Los decticos espaciales ytemporales frecuentemente remiten a otras publicaciones, etc. (La situacin de enunciacin se definefundamentalmente en este tipo de discurso como un "campo de textos", de all la equivalencia entrreferencia espacial y temporal.) Como tiempo verbal predomina el presente con valor genrico. Unpresente con valor dectico remite al momento mismo de la exposicin, un futuro a la continuacin dela exposicin, un pasado a io anteriormente expuesto (o a obras contemporneas, anteriores oposteriores).

    Presente y futuro

    El presente: tiempo de base del discurso y forma cero

    El presente es a la vez tiempo de base del discurso definido por su coincidencia con el momento deenunciacin, y trmino no marcado del sistema del indicativo. Por eso es polivalente; posee tanto un valordectico que lo opone a los otros tiempos, pasados y futuros, como valor no-temporal, ligado a su estatuto deforma cero del sistema.

    En tanto que forma no-marcada del indicativo, el presente es susceptible de integrar enunciados queexpresan el pasado o el futuro (los adverbios suministran la informacin temporal): "Mariana viajo".

    * El presente genrico: es una forma a-temporal (no se opone al pasado ni al futuro) propia deenunciados correspondientes a ciertos tipo de discursos: mximas, textos tericos, textos jurdicos, etc. Elpresente permite construir un universo de definiciones, de propiedades, de relaciones extraas a latemporalidad o planteadas como tales.

    * El presente histrico: es el empleado en un relato, en lugar del pretrito indefinido, con el cual alternasin dificultad. El locutor narra como si comentara. El inconveniente que presenta es que, como no puedeexplotar la alternancia indefinido/imperfecto, achata el texto y pierde la posibilidad de todo escalonamiento enprofundidad.

    Valores modales del futuro

    o La combinacin de la primera persona con el futuro es a menudo interpretable como un acto depromesa. El locutor no slo informa de su intencin de hacer algo sino que asume la obligacin moralde hacerlo. Cuando un poltico dice en un discurso electoral "Construir escuelas" asume ciertocompromiso.

    o La combinacin de la segunda persona con el futuro es generalmente comprendida como una orden, aveces como una prediccin. Esto deriva de las relaciones entre enunciador y alocutario: la posibilidadde decir a alguien "Hars tal cosa" remite ya sea a un poder (orden), ya sea a un saber (orden), ya seaa un saber (prediccin), del enunciador.

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    o La asociacin de la tercera persona con el futuro recibe en general tres tipos de interpretacin modal:necesidad y, a veces, posibilidad. La necesidad puede corresponder segn los casos a una prediccino a una orden: "La decisin se tomar en este recinto". Expresada por las formas del futuro lamodalidad de lo probable no tiene el valor dectico de un futuro sino de un presente: "Ahora estarganando lo mismo", "Sern las ocho". La modalidad de lo posible puede tambin ser expresada por elfuturo, aunque se trate de una modalidad menos frecuente que las otras: "La aparicin de estefenmeno obedece a las leyes mal conocidas: se lo observar muchas veces durante un mes y no selo ver ms durante dos aos".

    (No se debe olvidar que la forma ms frecuente del futuro en el espaol rioplatense es la perifrsica: ir a+ infinito ("voy a salir" por "saldr", "te voy a matar" por "te matar".)

    Adaptado de D. Maingueneau, op. cit.

    Mundo comentado / Mundo narrado

    H. Weinrich destaca en su obra Estructura y funcin de los tiempos en el lenguaje que los tiempos verbales significanno slo temporalidad sino que organizan mundos discursivos ya codificados en la comunidad lingstica. Tal el caso de"haba una vez"para introducir un mundo narrativo infantil o "vos eras supermanyyo..."donde el imperfecto no manifiestaun pasado sino un mundo de juego que va a iniciarse.

    Las formas temporales son signos obstinados (los valores de recurrencia, expresados en trminos defrecuencia por lnea, son elevados) mientras que las localizaciones temporales (fechas, adverbios, etc.) sondbilmente recurrentes, es decir no obstinados. Las formas verbales integran constelaciones dondepredomina un tiempo o grados de tiempo. Podemos afirmar entonces que el fenmeno general de laobstinacin es acompaado por el fenmeno ms especfico del predominio temporal. Si examinamos textoscorrespondientes a diversos gneros podremos comprobar que el tiempo dominante es, el presente, o elindefinido asociado con el imperfecto. En relacin con el presente aparecen el pretrito perfecto y el futuro;los tres integran as un primer grupo de verbos. El segundo est compuesto por el indefinido, el imperfecto, elpluscuamperfecto, el pretrito anterior y el condicional. Los tiempos del grupo pueden caracterizarse comotiempos comentativos, y los del grupo II como tiempos narrativos.

    La obstinacin de los morfemas temporales en sealar comentario o relato permiten al locutor influir en elalocutario, modelar la recepcin que desea para su texto. Al emplear los tiempos comentativos hago saber alinterlocutor que el texto merece de su parte una atencin vigilante (grado de alerta II). Es esta oposicinentre el grupo de tiempos del mundo narrado y el mundo comentado la que caracterizamos globalmentecomo actitud de locucin (por supuesto que la actitud del locutor exige del alocutario una reaccincorrespondiente, de tal manera que la actitud de comunicacin as creada les es comn).

    Gneros representativos de los tiempos del mundo comentado son: el dilogo dramtico, elmemorndum poltico, el editorial, el testamento, el informe cientfico, el ensayo filosfico, el comentariojurdico y todas las formas del discurso ritual, codificado y realizativo. Todo comentario es un fragmento deaccin; por poco que sea, modifica siempre la situacin de los interlocutores y los compromete mutuamente.

    A los tiempos del mundo narrado corresponden otras situaciones de locucin: una historia de juventud,un relato de caza, un cuento inventado por uno mismo, una leyenda piadosa, un cuento muy escrito, unrelato histrico o una novela; pero tambin una informacin periodstica acerca del desarrollo de unaconferencia poltica, aunque sta tenga gran inters. (Lo que cuenta no es que el objeto de la informacinsea importante en s, sino que el locutor, por la manera como la presenta, haya querido o no provocar en elalocutario reacciones inmediatas.)

    El tiempo del texto y el tiempo de la accin pueden coincidir o no. Los tiempos verbales son en generallos encargados de sealar la coincidencia o divergencia entre los dos. En el grupo de los tiemposcomentativos, el pretrito perfecto representa la retrospeccin y el futuro marca la prospeccin. En el grupode los tiempos narrativos, el pluscuamperfecto y el pretrito anterior expresan la retrospeccin y elcondicional es el que permite anticipar una informacin no sancionada an por la realizacin de la accin.Retrospeccin y prospeccin (informacin referida e informacin anticipada) son reunidas bajo el concepto

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  • Roberto Mararioti (1998) Recorridos semiolgicos. Signos, enunciacin, argumentacin Bs. As.: EUDEBA.ANALISIS DEL DISCURSO

    de perspectiva de locucin. Esta incluye igualmente en los dos grupos temporales un grado cero: el presente,en el comentario, y el imperfecto y el indefinido en el relato. En todos los casos el locutor renuncia a su poderde atraer la atencin del alocutario sobre la separacin entre los dos tiempos. El futuro y el condicionalcompuesto, por su parte, combinan retrospeccin y prospeccin; se los puede definir, cada uno en su grupo,como los tiempos de la retrospeccin anticipada.

    A las dos dimensiones hasta ahora sealadas en el sistema de los tiempos hay que agregar una tercera:la puesta en relieve. Este concepto intenta dar cuenta de la funcin que a veces los tiempos cumplen, de pro-yectar a un primer plano algunos contenidos y empujar otros hacia la sombra del segundo plano. Elimperfecto es, en el relato, el tiempo del segundo plano. En el comentario, gestos,'decticos y diversos datossituacionales permiten diferenciar el primer plano. Cuando stos estn ausentes las palabras se alejan delprimer plano y retroceden hacia lo general.

    Adaptado de Estructura y funcin de los tiempos en el lenguaje, Madrid, Credos, 1975.

    Perspectiva Retrospeccin Grado Cero Anticipacin

    Actitud

    Comentario PretritoPerfecto

    Presente Futuro

    Narracin PretritoPluscuamperfecto

    Pretrito Imperfecto Pretrito Indefinido Condicional

    Puesta en relieve Segundo Plano Primer Plano

    La subjetividad en la valoracin de los objetos del mundo

    Ciertas frases y an palabras manifiestan la valoracin que el hablante hizo durante su enunciacin de ciertosobjetos o hechos del mundo que refiere. As "la estrecha y lbrega callejuela " manifiesta tres evaluaciones para elmismo objeto "calle"; la nombra como "callejuela" es decir algo diferente y segn el contexto verbal puede resultarelogioso o desvalorizador, adems "estrecha" y "lbrega" son calificativos del objeto "calle". El nombrar es una actividadno puramente designativa sino que en muchos casos es tambin evaluativa. La lengua admite sistemticamente ciertasdesinencias que convierten una designacin tambin en una evaluacin "niita", "hombrote". En otros casos, es elhablante quien asigna evaluaciones intencionalmente; en Buenos Aires suele decirse de alguien que acta de modo"policial" para significar que es excesivamente controlador pero en otros contextos, aplicados a la polica, por ejemplo, eladjetivo policial no entraa evaluacin alguna.

    Subjetivemas

    El sujeto de la enunciacin, cuando debe verbalizar un referente cualquiera (real o imaginario),seleccionando ciertas unidades del repertorio de la lengua, se enfrenta a dos opciones:

    * el discurso objetivo, que intenta borrar toda huella del enunciador* el discurso subjetivo, en el que el enunciador:- asume explcitamente su opinin: "me parece horrible",- se reconoce implcitamente como fuente evaluativa de la informacin: "es horrible".

    Los rasgos semnticos de los elementos lxicos que pueden considerarse subjetivos son los siguientes:- afectivo

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    - evaluativo, que pueden dividirse en dos:a. axiolgico, un rasgo bueno/malo, que afecta al objeto denotado y/o a un elemento asociado

    contextualmente.b. modalizador, que atribuye un rasgo del tipo verdadero/falso, tambin en cierta forma axiolgico, ya que

    verdadero implica bueno.Consideramos los elementos lxicos en sus clases tradicionales, para mostrar cmo se realizan estos

    rasgos.

    Sustantivos

    La mayor parte de los sustantivos afectivos y evaluativos son derivados de verbos o de adjetivos, por loque los consideraremos en el anlisis de stos (amor/amar, belleza/bello, etc.). Hay, sin embargo, un ciertonmero de sustantivos no derivados, que se pueden clasificar dentro de los axiolgicos como peyorativos(desvalorizadores) o elogiosos (valorizadores).

    * a. El rasgo puede estar representado en un significante, mediante un sufijo:- acho: comunacho- ete: vejete- ucho: puebluchob. El rasgo axiolgico est en el significado de la unidad lxica: no son fijos, sino que dependen de varios

    factores: fuerza ilocutiva, tono, contexto, etc. Por ejemplo:"La casa de Jos es una tapera"."Tapera" tiene casi siempre el rasgo peyorativo, lo que no impide que alguien muestre su casa y diga:- Te gust la tapera?donde el rasgo puede ser elogioso mediante la irona. Por lo general, en todas las lenguas los sustantivos

    relacionados con lo escatolgico o sexual tienen rasgo peyorativo, aunque puede variar en ciertos contextos.

    Adjetivos

    Se puede dividir segn los siguientes rasgos:

    a. Afectivos: adems de una propiedad del objeto enuncian una reaccin emocional delhablante:

    "Fue una escena terrible".b. Evaluativos no axiolgicos: implican una evaluacin cualitativa o cuantitativa del objeto, sin

    enunciar un juicio de valor ni un compromiso afectivo del locutor. Su uso es relativo a la ideaque tiene el hablante de la norma de evaluacin para la categora de objetos.

    "Esta casa es grande.""El camino es bastante largo."

    c. Evaluativos axiolgicos: adems de la referencia a la clase de objetivos al que se atribuyela propiedad, al sujeto de la enunciacin y sus sistemas de evaluacin, aplican al objeto unjuicio de valor.

    "Se dirigi a m un hombre ambicioso."

    Adjetivos

    Objetivos Subjetivos Soltero/casado

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    Macho/hembraAdjetivos de color

    Afectivos Evaluativos Desgarrador

    Alegre pattico

    No axiolgicos Axiolgicos Grande Lejano caliente

    AdverbiosLos ms importantes de los adverbios subjetivos son los modalizadores. Se pueden clasificar en los

    siguientes trminos:a. Modalizadores de la enunciacin o del enunciadoi. de la enunciacin: remiten a una actitud del hablante con respecto a su enunciado:

    "Francamente, no s si vendr maana".//'. del enunciada remiten a un juicio sobre el sujeto del enunciado:

    "Posiblemente, Juan no lo sepa".b. Modalizadores que implican un juicio i. de verdad:

    "Quizs pueda curarse pronto","Sin duda me casar con ella".

    //'. sobre la realidad:"En efecto, Juan no vino ayer",

    "De hecho estuve totalmente equivocado".Finalmente, se pueden mencionar los adverbios restrictivos y apreciativos:

    "Apenas me alcanz para hacer la torta", "Result casi perfecto".

    Verbos

    Algunos verbos estn marcados subjetivamente de forma muy clara, por ejemplo gustar.Su anlisis implica una distincin triple:a. Quin hace el juicio evaluativo? Puede ser:i. El emisor: es el caso de verbos del tipo pretender.ii. Un actuante o participante del proceso, por lo general el agente, que en algunos casos puede coincidir

    con el sujeto de la enunciacin ("Deseo que...). En esta medida, los verbos del tipo desear, querer, seincorporan a esta clase como subjetivos ocasionales.

    b. Qu es lo que se evala?La evaluacin se refiere en primer lugar al proceso denotado (y, de contragolpe, a uno y/u otros de sus

    actantes):"Djate de rebuznar".

    Un verbo de este tipo implica una evaluacin hecha por el emisor sobre el proceso denotado (y de rebotesobre el agente que es responsable de este proceso).

    ii. Tipo verdadero/falso/incierto* verbos de decir:- cuando el emisor no prejuzga de la verdad/falsedad de los contenidos enunciados encontramos verbos

    del tipo: decir, afirmar, declarar.15

  • Roberto Mararioti (1998) Recorridos semiolgicos. Signos, enunciacin, argumentacin Bs. As.: EUDEBA.ANALISIS DEL DISCURSO

    "Juan afirm que Pedro tena razn."- cuando el emisor toma implcitamente posicin encontramos verbos del tipo: pretender, confesar,

    reconocer."Juan pretendi que Pedro tena razn."

    * verbos de juzgar:- cuando el emisor emplea la estructura "Juan critica a Pedro por lo que hizo" est admitiendo como

    verdadera la proposicin "Pedro es responsable de haberlo hecho".- cuando el emisor emplea la estructura "Juan acusa a Pedro de haberlo hecho" no se pronuncia sobre la

    verdad de esta imputacin.* verbos de opinin:Enuncian una actitud intelectual de X frente a P, por ejemplo: imaginarse.

    Adaptado de La enunciacin..., op. cit.

    Caso particular en que se nombra al destinatario

    Durante la comunicacin oral es comn que aparezca designado el destinatario. En este caso se trata deun dectico como hemos visto, pero adems aparecen rasgos de expresividad que lo asocian a lo queanteriormente hemos llamado subjetivema. Por lo tanto, vemos que las frases o trminos que designan alalocutario, llamados apelativos, cumplen con la doble funcin de indicar y de valorar.

    Los apelativos

    Cuando un trmino del lxico es empleado en el discurso para mencionar a una persona, se convierte enapelativo. Existen apelativos usuales; son los pronombres personales, los nombres propios, algunossustantivos comunes, los ttulos ("mi general"), algunos trminos de relacin ("compaero"), los trminos deparentesco, los trminos que designan a un ser humano ("muchachita"). Otros trminos, empleadosmetafricamente para designar a un ser humano, constituyen igualmente apelativos usuales ("mi gatito");tambin algunos adjetivos son empleados con la misma funcin ("mi querido"). Los apelativos se usan comola primera, segunda y tercera persona para designar la persona que habla, el locutor, aqulla a quien sehabla, el alocutario; y aqulla de la cual se habla, el delocutor. Se los llama respectivamente locutivos,alocutivos (o vocativos) y delocutivos,

    Todo apelativo:a. Tiene un carcter dectico: permite la identificacin de un referente, con la ayuda de todas las

    indicaciones que puede aportar la situacin.b. Tiene un carcter predicativo: el sentido del apelativo elegido, incluso si es pobre, permite efectuar una

    cierta predicacin explcita.c. Manifiesta las relaciones sociales: por eso permite efectuar una segunda predicacin, sobreentendida,

    que remite a la relacin social del locutor con la persona designada.El vocativo, en particular:a. Llama la atencin del alocutario por la mencin de un trmino que lo designa, y le indica que el

    discurso se dirige a l. Por el trmino elegido, el locutor indica tambin qu relacin tiene con l y le atribuyeuna caracterizacin y un rol que tienden a hacerle interpretar el discurso de cierta manera: compaeros,argentinos, ciudadanos, hijos valientes de la patria. A veces el vocativo constituye un enunciado: "el que tocael bombo".

    b. La predicacin efectuada con la ayuda del sentido de la palabra constituye un juicio acerca delalocutario. El juicio es fcilmente reconocible en las injurias vocativas, donde constituye la principalmotivacin de la enunciacin del vocativo. La riqueza semntica vara en funcin de la riqueza del lxico delos apelativos usuales. Pero apelativos inusuales son tambin posibles, ya que el lxico injurioso constituyeuna serie lxica abierta.

    c. La enunciacin de un vocativo predica una relacin social que puede ser conforme a la relacinconsiderada determinada, como no serlo, y puede tener entonces como nica motivacin la predicacin deesta relacin. Se llama en general constitutiva toda predicacin de una relacin que no ha sido nombradaantes, incluso si se espera que sea predicada de esa manera.

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  • Roberto Mararioti (1998) Recorridos semiolgicos. Signos, enunciacin, argumentacin Bs. As.: EUDEBA.ANALISIS DEL DISCURSO

    Traduccin y adaptacin de "Les appellatifs", en Langages, 17,Pars, 1970.

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    LA ENUNCIACIN DEL DISCURSO