Médicos y personal humanitario en zonas de guerraCon María, te ofrezco mi jornada por la mi-sión...
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NÚMERO 31
ABRIL 2019
Contenido:
¿Cómo rezar con
CTP?
2
Desafío del mes 3
Jugarse la vida por
entero
4
Presente 16
La vida una continua
Eucaristía
32
Santos Mártires Rioja- 50
www.clicktopray.org
4
Médicos y personal humanitario en zonas
de guerra
Que arriesgan sus propias vidas para salvar la de otros.
Pág. 2
Pág. 3
Por los médicos y el perso-
nal humanitario presentes
en zonas de guerra, que
arriesgan su propia vida pa-
ra salvar la de los otros.
MÉDICOS Y SUS COLABORA-
DORES EN ZONAS DE GUERRA
Desafío del mes
Pág. 4
Para
meditar
Nos dice el Papa Francisco que “Muchas veces no entendemos las necesi-
dades de los demás y permanecemos indiferentes, tal vez porque el amor
de Dios no entró en nuestros corazones… El amor es inquieto. El amor no
tolera la indiferencia. El amor tiene compasión…Jugarse el propio corazón
por los demás:
esto es amor.”
En varias oportu-
nidades el Papa
nos habla de
“salir de la cultu-
ra de la indife-
rencia”, pues “lo
opuesto al Amor
de Dios es la cul-
tura de la indife-
rencia”. Es una invitación a “inquietarnos sanamente” y ponernos al servicio
de nuestros hermanos.
Y esta es la actitud más evangélica. Jesús lo hizo por quienes cruzó a su
paso. Siendo el Hijo de Dios no escatimó esfuerzos por ayudar, curar, sa-
nar, restituir y motivar a sus discípulos a que lo hicieran. “Dénles ustedes
de comer, sanen, curen, expulsen demonios”, han sido las expresiones de
Jesús para sus discípulos.
María Bettina Raed
Directora Regional Red Mundial de Oración del Papa Argentina Uruguay
Co Coordinadora Internacional Click to pray
JUGARSE LA VIDA POR ENTERO
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Es como si hoy Jesús nos dijera “trabaja para otros, ayuda a tus hermanos,
juégate por los que necesitan, no te conformes con estar satisfecho tú,
continúa la tarea y el trabajo para que tus hermanos alcancen lo que ne-
cesitan para vivir”.
El Amor del Señor se hizo gesto concreto en Jesús, que es el rostro de la
misericordia del Padre. Y cada uno de nosotros está invitado a ser hijos en
el Hijo, haciendo también concreta la caricia de Dios en los demás. Quie-
nes deciden ser discípulos del Maestro se juegan el corazón por otros,
arriesgan su vida y ponen al servicio todo lo que son y tienen, porque Él
lo hizo primero. La misericordia del Padre ha dado el paso hacia la huma-
nidad dolida en Jesús y quienes se acercan a sus hermanos jugándose por
entero en el servicio, colaboran en ese paso primero del amor del Padre.
Especialmente este mes rezamos por quienes arriesgan su corazón y se
juegan por entero en contextos de extrema vulnerabilidad y dolor hu-
mano. Las personas que atienden a las víctimas en situaciones de guerra.
Curan, consuelan, alimentan, acompañan, trabajan en la periferia existen-
cial en la que la violencia extrema daña la vida hasta hacerla desaparecer.
Recemos por ellos y acompañemos con nuestra vida cotidiana, saliendo de
la indiferencia y entrando en la lógica del amor de Dios que sale al en-
cuentro del que necesita y no se conforma con su propia satisfacción.
JU
GARSE L
A V
IDA P
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NTERO
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES 1
Con
Jesús por la mañana
Acoge el día y ofrécelo
para vivir en armonía y
paz con tus hermanos, co-
laborando en la misión de
compasión de Jesús por el
mundo.
La Red de Oración de Argentina nos ayuda a rezar con
las oraciones diarias. Francisco nos invita a que rece-
mos por los médicos y el personal humanitario pre-
sentes en zonas de guerra, que arriesgan su propia vi-
da para salvar la de los otros. Súmate a rezar con toda
la Red de Oración. “Creyó el hombre en la palabra que
Jesús le había dicho y se puso en camino” (Jn 4, 43-54).
Padrenuestro
UN NUEVO MES
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Dejarse mirar.
Busca un lugar tranquilo y respira profundamente. Aquieta el corazón. ¿
Qué acontecimientos te han hecho feliz? ¿Por quienes te has sentido
amado, estimado, valorado? Quédate unos minutos disfrutando de ello.
Agradece el día que has vivido. Disponte a iniciar tu día de mañana lle-
vando amor en tu corazón para entregar a los demás. Ave María
Contradicciones
¡Detente un momento! Y contempla con admiración la belleza de nues-
tro mundo y las grandes proezas alcanzadas por el hombre a lo largo de
la historia. Pero el mundo que habitamos está también herido por dolo-
rosas contradicciones que causan muerte y destrucción. La vida y el
amor muchas veces son ahogados por la violencia y el egoísmo. Los vul-
nerables padecen la agresión de los poderosos, los recursos naturales
son depredados, hay tristeza y soledad. ¿Reconoces en ti estas contra-
dicciones? No te dejes ganar por la tristeza, Dios también está presente
en ellas.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES 2
Con
Jesús por la mañana
Inicia este día agradeciendo al
Señor por tantas hermanas y
hermanos que arriesgan su vida
asistiendo a las víctimas de la
guerra.
“Es alentador ver las muchas muestras de solidaridad y
caridad, que no faltan en tiempos de guerra” (Papa
Francisco). Practica la solidaridad con tus hermanos,
hazte cercano al dolor, lleva consuelo y alivio. “Jesús
viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho
tiempo, le dijo: ¿Quieres recobrar la salud?”. Ofrece el
día por quienes dan su vida para salvar la de otros en
contextos de guerra. Padrenuestro.
SOLIDARIDAD
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CON JESÚS POR LA NOCHE
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Ofrecer la vida.
Tómate unos minutos para recoger lo vivido hoy. Cierra los ojos un
momento y respira hondo. ¿Qué momentos te han llenado el corazón
de alegría y plenitud? ¿A quién has ayudado hoy? Quédate unos mi-
nutos a solas con Jesús. Cuéntale al Señor de tus preocupaciones y
disponte a entregárselos a él. Ave María
Inconsistencias
Levanta tu mirada hacia el Señor. La humanidad y su gran momento. Son
de alabar los avances que contribuyen al bienestar de las personas. Sin
embargo, no podemos olvidar que la mayoría de los hombres y mujeres
de nuestro tiempo viven precariamente el día a día. El miedo y la deses-
peración se apoderan del corazón de numerosas personas, incluso en los
llamados países ricos. La alegría de vivir frecuentemente se apaga, la fal-
ta de respeto y la violencia crecen, la inequidad es cada vez más patente.
Sin embargo, Dios está presente, ¿puedes sentirlo? ¡Búscalo y confía!
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MIÉRCOLES 3
Con
Jesús por la mañana
Inicias un nuevo día, una nueva
oportunidad para amar y servir a
tus hermanos poniendo en ma-
nos del Señor a cuantos ayudan
en contextos de guerra.
“Realmente la ayuda a las víctimas del conflicto combi-
na varias obras de misericordia, por las que seremos
juzgados al final de la vida” (Papa Francisco). “Señor te
ofrezco las pequeñas renuncias de este día por quie-
nes dan la vida para ayudar en situación de guerra.”
“En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede
hacer nada por su cuenta, sólo lo que ve hacer al Pa-
dre” (Jn 5, 17-30). Padrenuestro
MISERICORDIA
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Esperanza
Haz una pausa y medita. Los desafíos de nuestro mundo son numerosos:
los retos económicos, climáticos y sociales, los fundamentalismos religio-
sos y muchos otros. Frente a estos desafíos, en lugar de esperanza, se
encuentra a menudo desencanto. Pero, aunque con menos ruido, tam-
bién existe esperanza en nuestro mundo, hombres y mujeres solidarios y
generosos, lejos de las cámaras y de las entrevistas, pero que sin embar-
go dan luz. Todos conocemos a alguien así. Trae a estas personas a tu
corazón y agradece a Dios por sus vidas entregadas. ¿De qué llenas tu
vida, de esperanza o desencanto?
Dar gracias.
Cierra los ojos y respira hondo. ¿Cómo te sientes en este momento?
Pide a Jesús que te muestre los pequeños detalles de amor gratuito. ¿
Qué momentos han sido significativos para ti? Detente un momento
a dar gracias y saborear esos detalles. Mañana comienza el día recor-
dando el amor que has recibido para dárselo a los demás. Ave María
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES 4
Con
Jesús por la mañana
Acoge el nuevo día, po-
niendo todo lo que vivas
en manos del Señor para
que lo haga fecundo por
la intención de este mes.
“Y el Padre que me ha enviado, es el que ha dado tes-
timonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz,
ni habéis visto nunca su rostro” (Jn 5,31-47). “Señor
haz que sea generoso en la entrega y en el servicio co-
laborando contigo a dar vida allí donde toda esperan-
za parece perdida”. Sé testimonio del Amor de Jesús
para tus hermanos. Padrenuestro
TESTIMONIO
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CON JESÚS POR LA NOCHE
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Aceptar las dificultades.
Tómate un tiempo para estar a solas con Jesús. Respira hondo y seré-
nate. ¿Has cuidado la alegría y la paz de tu corazón? ¿Has cuidado el
buen trato con tus hermanos? ¿Deseas pedir perdón a Dios por algo?
Quédate en paz en este momento y pide a Dios que te abrace en su
amor. Apunta un propósito para mañana. Ave María
Mundo descorazonado
Este mes recorremos el paso 3 del Camino del Corazón. Reflexiona qué
dejan en tu corazón estas palabras. El plan de Dios para con la humani-
dad es un propósito de Amor desde la creación del mundo. No sólo el
Espíritu del Señor engendra la humanidad a lo largo de los siglos, sino
que participamos de este trabajo de engendramiento de toda la historia,
el cual transforma no sólo la humanidad, sino todo el cosmos. Y lo hace-
mos con nuestras debilidades. ¿Cómo colaboras en la gestación de un
mundo más humano? Agradece a Dios el regalo de la creación.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 5
Con
Jesús por la mañana
Inicia el día agradeciendo al Señor
una nueva oportunidad para amar y
servir.
En este viernes Jornada Mensual de Oración por la In-
tención del Mes, ofrece tu día por los médicos y sus
colaboradores en zona de guerra, para que el Señor
los acompañe en su misión y les dé fuerza. “Me cono-
cen a mí y saben de dónde soy. Pero yo no he venido
por mi cuenta, sino enviado por alguien que es veraz,
pero que ustedes no lo conocen” (Jn 7,25). Acércate a
rezar en comunidad por la intención del mes. Padre-
nuestro
JORNADA DE ORACIÓN
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Dar respuesta.
Busca un lugar tranquilo. Respira hondo y cierra tus ojos. Mira y detente
en aquellos momentos relevantes del día. ¿Qué has aprendido de ti y de
lo vivido? ¿A qué te has sentido llamado hoy? ¿Qué persona te sientes
llamada a ser? Concreta una actitud para mañana que te acerque a ese
llamado. Ave María
Economía
Toma un descanso para encontrarte con el Señor. Así como el manda-
miento de «no matar» pone un límite claro para asegurar el valor de la
vida humana, hoy tenemos que decir «no a una economía de la exclu-
sión y la inequidad». No puede ser que no sea noticia que muere de frío
un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos
en la bolsa. Eso es exclusión. No se puede estar tirando comida cuando
hay gente que pasa hambre. Eso es inequidad. ¿Con qué actitudes cons-
truyes equidad en tu vida?
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Para
meditar
Todos alguna vez hemos experimentados estar distraídos mirando hacia el
pasado, recordando hechos dolorosos, tratando de entender aquello que
nos ha descolocado o bus-
cando causas de lo que no
llegamos a comprender.
Otras veces nuestra imagina-
ción se traslada a un futuro
de ensueños imaginando co-
sas de las que no tenemos
ninguna certeza de que ocu-
rran. Como si el pasado y el
futuro nos atraparan y nos
dejaran presos de sus hechi-
zos.
Pero lo cierto es que el único momento en el que podemos ser plenamen-
te felices es el presente, donde nos encuentra el Señor. Él es presente
eterno, y está allí esperándonos para el encuentro. El Señor nos encuentra
en el aquí y en el ahora, en cada circunstancia que vivimos en nuestra vida
cotidiana, en cada encuentro con nuestros hermanos. El Señor está para
nosotros presente y vivo y en la realidad de cada día y es allí donde sere-
mos realmente plenos, encontrándonos con Él. En el instante que estamos
viviendo.
Fernando Ianchina Equipo Click to Pray Español
Mendoza — Argentina
Presente
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Vivir con atención a los acontecimientos presentes es una práctica exigen-
te, pues nos pide estar con nuestra atención, nuestros pensamientos,
nuestros sentimientos y todo nuestro ser en lo que vivimos. Es vivir entre-
gados a la realidad que nos toca sabiendo que allí nos encuentra el Se-
ñor, y tendrá para noso-
tros una palabra, un ges-
to, un abrazo.
Repasa en cada aconteci-
miento que vivas, dónde
tienes puesto tu corazón.
Pregúntate ¿en qué estoy
pensando? ¿vivo distraído
con el pensamiento en
hechos del pasado, sin
que eso me permita avan-
zar? ¿pongo mis ideas en
imaginaciones que no me
conducen a estar con to-
da mi atención en la reali-
dad que me toca vivir?
Cada mañana pide al Señor que te ayude a entregarte plenamente a lo
que te toque vivir. A estar con tu mente, cuerpo y corazón en lo que ha-
ces. A vivir el presente, aquí, ahora, así como te encuentres, plenamente.
PRESEN
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
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junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
SÁBADO 6
Con
Jesús por la mañana
El Señor te ofrece un nuevo
día, una nueva oportunidad
construir con Él un mundo
más fraterno.
Pon en sus manos todo lo que hoy vivas por la inten-
ción de este mes. “Sepa la conciencia individual reco-
nocer el deber moral de respetar y proteger la digni-
dad de la persona humana en todas las circunstancias,
especialmente en situaciones en las que está más fuer-
temente amenazada” (Papa Francisco). Cuida el respe-
to a tus hermanos en el trato. Padrenuestro
RESPETAR LA DIGNIDAD
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CON JESÚS POR LA NOCHE
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Descubrir el amor.
Tómate un momento para pedir al Señor que te muestre la belleza del
día vivido, los lugares que recorriste, las personas que encontraste, las
tareas, el bien que has podido hacer y recibir, los aromas y colores, la
naturaleza y cada detalle del día. ¿Qué quieres agradecer? Disfruta de
este momento con Dios y disponte a vivir mañana en el Amor de Dios.
Ave María
Consumo
Haz una pausa. Se considera al ser humano en sí mismo como un bien
de consumo, que se puede usar y tirar. Hemos dado inicio a la cultura
del «descarte». Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explota-
ción y de la opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afecta-
da en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive. Los
excluidos no son «explotados» sino desechos, «sobrantes». ¿Cómo te re-
lacionas con el pobre o indigente? ¿Cómo tratas al diferente de ti? ¿
Utilizas o amas? Reflexiona, agradece y enmienda.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
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y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
DOMINGO 7
Con
Jesús por la mañana
Inicia el día con alegría
ofreciéndote a colaborar
con Jesús en su misión
de compasión.
“Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado? Ella
respondió: Nadie, Señor. Jesús replicó: Tampoco yo te
condeno”. “Es necesario, en cambio, la conversión de
los corazones, una apertura a Dios y al prójimo, que
impulse a las personas a superar la indiferencia y vivir
la solidaridad, como una virtud moral y una actitud so-
cial, de la que puede surgir un compromiso a favor de
la humanidad que sufre” (Papa Francisco). Alivia el do-
lor, no pases indiferente. Padrenuestro
NO TE CONDENO
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CON JESÚS POR LA NOCHE
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Aprender de la experiencia.
El Señor te invita a descubrirlo en tu vida. Tómate unos momentos
para repasar tu semana y recoger las experiencias más significativas. ¿
Qué recuerdos vienen a ti? ¿Qué sentimientos despiertan? Apunta los
recuerdos más significativos. ¿Qué aprendizaje te dejan? Conversa
con tu Padre de lo vivido y pide ayuda para iniciar una nueva semana.
Ave María
Belleza
Toma unos minutos para meditar. El bien, la bondad y la belleza han ga-
nado la tierra de manera imponente y de modo germinal. El bien está
por todos lados. Dios nos ha regalado este mundo para que lo habite-
mos, lo disfrutemos y sea nuestra casa común, “su eterna potencia y divi-
nidad se hacen visibles para la inteligencia a través de sus obras desde la
creación del mundo” (Rom 1,20). Pero la ambigüedad que habita el cora-
zón humano también se manifiesta en el mundo que habitamos. ¿Tus ac-
tos manifiestan generosidad y entrega o prevalece el temor y el egoís-
mo?
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
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En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES 8
Con
Jesús por la mañana
Inicia tu jornada agrade-
ciendo y deseando cami-
nar de la mano del Señor.
“Yo soy la luz del mundo” (Jn 8, 12-20). “Hay muchas
personas, muchos grupos caritativos y organizaciones
no gubernamentales, en la Iglesia y fuera de ella, cu-
yos miembros se enfrentan a dificultades y peligros
para curar a los heridos y los enfermos, enterrar a los
muertos, para dar de comer a los hambrientos y de
beber a los sedientos, para visitar a los prisioneros”
(Papa Francisco). Ofrece tu día por ellos y sortea con
una sonrisa las dificultades del día. Padrenuestro
LUZ DEL MUNDO
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CON JESÚS POR LA NOCHE
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Crecer en libertad.
Aquieta el corazón y mira cómo has vivido hoy tu libertad. Agradece el
amor dado y recibido. ¿En qué momentos reconoces que has estado
animado, esperanzado y de buen humor? ¿Qué actitudes se desperta-
ron en ti? Detente a disfrutar y agradece esa experiencia de libertad.
Toma un compromiso para cultivar el ánimo y buen humor para maña-
na. Ave María
Enfermedad
Haz una pausa. Tan pronto echamos una mirada a nuestro alrededor sal-
tan a nuestros ojos los síntomas de enfermedad que germinan por do-
quier, en el suelo, en las aguas, en el aire, contaminados, decenas de mi-
les de hombres y mujeres habitando el mundo en calidad de sobrevi-
vientes indignos. Y al mismo tiempo centenares de miles que entregan
diariamente su vida con generosidad y sin miramientos para mitigar el
daño y dolor, confiando en que el amor y la misericordia tienen la última
palabra. El amor siempre es más que el mal. Ruega a Dios por estas al-
mas generosas.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
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En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES 9
Con
Jesús por la mañana
Un nuevo día te regala el Se-
ñor, recíbelo, agradécelo y
ofrece por los colaboradores
en zona de guerra.
“El que me ha enviado es veraz, y sólo lo que le he oí-
do a Él es lo que hablo al mundo” (Jn 8, 21-30). ¿De
qué hablas tú? ¿Cómo son tus gestos con tus herma-
nos? “Es secando las lágrimas de los niños que no han
visto otra cosa que escombros, muerte y destrucción,
que el mundo reencontrará la dignidad” (Papa Francis-
co). Lleva consuelo, abrazo y alivio al que lo necesite,
sé tú mismo el rostro del Padre. Padrenuestro
SECAR LAS LÁGRIMAS
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CON JESÚS POR LA NOCHE
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Orar y movilizar.
Agradece el día que termina. Toma conciencia de cómo iniciaste y có-
mo estás concluyendo la jornada. ¿Has vivido en actitud de ofrecimien-
to y disponibilidad al Padre? ¿Puedes concretar en tus gestos cotidianos
la intención que Francisco nos encomienda a la Red? ¿Ofrendas tu vida
y tus actividades al Señor? Repasa tu modo de vivir tu servicio en la Red
Mundial de Oración y apunta un propósito para crecer en disponibili-
dad a la misión de Jesús. Ave María
La casa común
Detente y tomate un tiempo para la reflexión. Darse una vuelta por el
mundo a través de las redes sociales y de la comunicación virtual no al-
canzaría para tomar dimensión de esta paleta de colores en situaciones
en las que la naturaleza en todas sus expresiones sufre las manifestacio-
nes de vida y de muerte, fruto de la ambigüedad que habita el corazón
de hombres y mujeres de todos los tiempos. Con la libertad, el hombre y
la mujer, todo lo pueden, lo divino y lo demoníaco. ¿Cómo construyes el
Reino en todas tus relaciones?
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MIÉRCOLES 10
Con
Jesús por la mañana
Acoge el nuevo día y aprovéchalo
para servir y amar en lo que te to-
que vivir.
“Quisiera recordar la importancia de la oración y la de
garantizar, junto a la educación técnica y jurídica, el
acompañamiento espiritual de los combatientes y tra-
bajadores humanitarios” (Papa Francisco). “Señor
ofrezco mi jornada por los hermanos que llevan con-
suelo en los lugares devastados por el dolor de la gue-
rra. Sé Tú su refugio seguro”. “Si os mantenéis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis discípulos” (Jn 8,
31-42). Ama a tus hermanos como discípulo de Jesús.
Padrenuestro
REZAR POR LOS DEMÁS
Pág. 27
CON JESÚS POR LA NOCHE
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Reconocer las dificultades.
Respira hondo y cierra tus ojos. Mira el día, reconoce esa gracia espe-
cial recibida y agradécela. Busca en tu corazón esos sentimientos de
miedo, desconfianza y enojo que te envolvieron hoy. Descubre si llega-
ron a dominarte ¿Qué actitudes despertaron en ti? ¿Qué mensaje te
dejaron? Ofrece lo vivido y pide a Dios que te abrace en su amor.
Apunta un propósito para mañana. Ave María
Ilusiones
En la mitad del día, date un tiempo para la oración. El mundo sufre las
consecuencias de la ilusión de apropiación, tendencia que a toda la hu-
manidad acecha, pero respecto de la cual podemos actuar con libertad
sintiéndonos administradores de un mundo regalado a todos los hom-
bres, y no tan sólo a algunos, para hacer crecer, embellecer y llegar a la
plenitud. ¿Cómo es tu relación con las cosas, te sientes propietario o ad-
ministrador, fiel, de los regalos de Dios Padre? ¿Cómo te relacionas con
las personas, están para cumplirte, o para que tú le sirvas?
Pág. 28
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES 11
Con
Jesús por la mañana
Acoge el nuevo día que
comienza, y pide ayuda al
Señor para vivir en armo-
nía con tus hermanos.
“Las imágenes de personas sin vida, de cuerpos muti-
lados y decapitados, de nuestros hermanos y herma-
nas torturados, crucificados, ofendiendo incluso sus
restos mortales, golpean la conciencia de la humani-
dad” (Papa Francisco). La guerra pone en jaque la feli-
cidad y la plenitud de la humanidad. Reza por quienes
ayudan a las víctimas de los conflictos. “En verdad en
verdad os digo que, si alguno guarda mi palabra, no
gustará la muerte jamás” (Jn 8, 51-59). Padrenuestro
COMPADECERSE
Pág. 29
CON JESÚS POR LA NOCHE
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Cuidar los dones. Recógete. Toma consciencia de tu día y agradece los
encuentros, las compañías, las palabras que te han hecho bien. Mira lo
vivido y descubre en qué momento te has sentido libre en tus acciones
y en armonía con tus hermanos. ¿Cómo podrías conservar y cultivar
esas actitudes en adelante? Pídele a Dios su punto de vista y apunta un
compromiso para cuidar la libertad en tus actitudes. Ave María
Responsables
Detén la marcha por un momento. El deseo de adueñarse ha causado es-
tragos, y así en una dinámica perversa, el mundo regalado tiene precio,
se compra y vende, algunos pocos sintiéndose dueños, someten a otros
a vivir “pagando” para habitar el mundo. Hemos perdido de vista la
mano que nos regala el mundo y nos hemos quedado en el mundo,
deseándolo desordenadamente, cosificándolo todo, tierra, agua, vegeta-
les, animales, personas, para poder someterlo y adueñarnos y disponer a
nuestro antojo. Y en esta dinámica todos sufrimos el daño. ¿Con qué ac-
titudes colaboras, sin querer, en esta dinámica dañina?
Pág. 30
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 12
Con
Jesús por la mañana
Recibe el nuevo día, ofrece al Señor tu vida y la de tus
hermanos de la Red de Oración de Argentina y Uru-
guay que no acercan las oraciones diarias.
“Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si
las hago, crean en las obras” (Jn 10, 31-42). “Vayan
adelante por este camino: oración, pobres, y paz. Y ca-
minando así, ayudarán a hacer crecer la compasión en
el corazón de la sociedad” (Papa Francisco). Pide al Se-
ñor por quienes actúan con misericordia y ternura con
las víctimas de la guerra. Padrenuestro
OBRAS
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CON JESÚS POR LA NOCHE
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Elegir la vida. Toma consciencia de cómo te sientes ahora. Agradece los
pequeños detalles que te llenaron de alegría y esperanza. Mira la direc-
ción general de lo vivido ¿Has elegido la vida? ¿Has amado? o ¿Has que-
dado fijado al mal humor o al enfado? Habla con Dios y comprométete
para mañana a elegir la vida, a abrazar, ayudar, servir, sonreír, a besar.
Ave María
Decidirse
Levanta la mirada al cielo y deja que Dios te mire. Estamos llamados a
mirar y determinarnos en el camino, decidir si seremos cómplices o cola-
boradores, generadores de vida o de muerte “Mira: hoy pongo delante
de ti la vida y la felicidad, la muerte y la desdicha. Si obedeces los man-
datados del Señor, tu Dios…Vivirás y crecerás… Pero si tu corazón se
aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar… yo te anuncio hoy que mori-
rás sin remedio” (Dt 30, 15-18). Si temes perder lo que tienes, eres escla-
vo de tus posesiones, ¿eso quieres para ti?
Pág. 32
Para
meditar
Para hablar de Eucaristía, tenemos que referirnos a Jesús. Él mismo se lla-
ma Pan Vivo, que nutre, que alimenta, que fortalece que sostiene. La euca-
ristía es espacio para acercarnos a Jesús, para fortalecernos nuestros pies,
para tener su estilo, para eso vamos a misa. Pero vivir la vida como una
continua eucaristía es algo más. Es trascender la Misa. La eucaristía invita a
más. No me puedo quedar sólo con la celebración… somos enviados a la
realidad.
Tenemos que tomar conciencia del hambre que tiene nuestra gente. Noso-
tros, que queremos estar en sintonía con Jesús pan de vida, miremos que
Jesús en su modo de
vivir tenía especial
atención a su reali-
dad. Él se daba cuen-
ta del hambre, de
que estaban como
ovejas sin pastor. La
eucaristía nos invita a
mirar la realidad co-
mo lo hacía Jesús y a darnos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor.
Para salir al encuentro de la realidad y compartirnos.
LA VIDA UNA CONTINUA EUCARISTÍA
Ignacio Rey Nores sj MEJ—Parroquia San Ignacio
Montevideo—Uruguay
Pág. 33
Hay una permanente tensión entre acercarme a Jesús y acercarme a la
realidad. Los dos me invitan a compartirme. Jesús me nutre, Jesús me ali-
menta, su vida me interpela. Pero lo mismo me pasa con la realidad. La
realidad me está haciendo a gritos una llamada, una convocatoria a estar
atento. Como estaba atento Jesús a estas necesidades. Cuando yo me per-
cibo como una acción de gracias como se percibía Jesús de cara al Padre,
también estoy atento a eso que pasa en la realidad.
La invitación para ti hoy es a preguntarte ¿dónde estás invitado a compar-
tir tu vida? Ese pan que Dios en Cristo te ha dado a ti. ¿Cuáles son las
hambres que hay a tu alrededor?
Allí donde hay, en definitiva, sed de sentido. Que es a veces de lo que más
carece nuestra sociedad.
Jesús es permanente Eucaristía. Nosotros unidos a Él podemos vivir como
una constante acción de gracias de cara al Padre, y como un pan vivo que
se parte y se reparte para saciar el hambre y las urgencias de nuestra gen-
te. Te invito a que te consideres así, como una eucaristía, por eso vuelve
una y otra vez, a Jesús que se te entrega como Pan Vivo, que se te entre-
ga de distintas maneras para alimentarte. Ojalá te sientas también convo-
cado ante las distintas realidades que te toca vivir a darte a brindarte y
hacer de tu vida una continua eucaristía.
LA V
IDA
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
SÁBADO 13
Con
Jesús por la mañana
Ofrece al Señor al nuevo día.
“Vosotros no sabéis nada, ni caéis en la cuenta de que
conviene que muera uno solo por el pueblo.” (Jn 11, 45
-57). «Son dignos de especial consideración y honor
aquellos cristianos que, siguiendo más de cerca las
huellas y las enseñanzas del Señor Jesús, han ofrecido
voluntaria y libremente su vida por los demás y han
perseverado hasta la muerte en este propósito» (Papa
Francisco). Pide al Señor por quienes de manera anó-
nima dan su vida para salvar a otros en medio de los
conflictos armados. ¿Sabes renunciar a tus comodida-
des por los demás? Padrenuestro
MORIR POR LOS DEMÁS
Pág. 35
CON JESÚS POR LA NOCHE
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Pedir la gracia.
Mira el día. Agradece los momentos que te han dado paz y alegría. Re-
cuérdalos y vuelve a disfrutarlos. Pide a Dios que te muestre qué desa-
fíos enfrentaste hoy. ¿Cómo respondiste a ellos? ¿Actuaste con liber-
tad, sintiendo amor, esperanza y confianza por lo que vivías? ¿Sentiste
inquietud? Aprendiendo de lo vivido hoy, pide para mañana la gracia
que necesitará tu día para actuar con libertad interior. Ave María
Libertad
Toma un descanso. A lo largo de nuestras vidas, los seres humanos, tú,
yo, nosotros, vamos descubriendo que el libre albedrío nos pone ante
una alternativa crucial: la que no consiste en elegir, en un mismo plano,
el bien o el mal. La verdadera alternativa que enfrentamos en nuestras
decisiones consiste en dejar pasar o no, la oportunidad de una síntesis
más rica de creatividad, desprendimiento y amor, por lo tanto, más hu-
manizadora. La verdadera alternativa consiste en ser más libres con
nuestras acciones y así, colaboradores del amor; o bien, no serlo. ¿Qué
quieres elegir?
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
DOMINGO 14
Con
Jesús por la mañana
Inicias hoy la semana
central de la fe. Acom-
paña al Señor que es el
Rey de tu corazón.
“Hosana al Hijo de David” (Mt 21, 1-11). “Esta alegría y
alabanza resulta incómoda y se transforma en sinrazón
escandalosa para aquellos que se consideran a sí mis-
mos justos y «fieles» a la ley y a los preceptos rituales”
(Papa Francisco). Por la envidia se apaga la alegría en
el corazón. Por envidia mataron a Jesús. ¿Anidas resen-
timiento o envidia en tu corazón? ¡Alégrate! El Señor
es el Rey de tu vida. Ofrece el día. Padrenuestro
ACOMPAÑAR LA PASIÓN
Pág. 37
CON JESÚS POR LA NOCHE
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Aprender de la experiencia.
El Señor te invita a descubrirlo en tu vida. Tómate unos momentos para
repasar tu semana y recoger las experiencias más significativas. ¿Qué
recuerdos vienen a ti? ¿Qué sentimientos despiertan? Apunta los re-
cuerdos más significativos. ¿Qué aprendizaje te dejan? Conversa con tu
Padre de lo vivido y pide ayuda para iniciar una nueva semana. Ave Ma-
ría
Elecciones
Detente y acoge lo vivido en la mañana. Las guerras que cobran vidas, la
pobreza que deshumaniza, los abusos de unos sobre otros, el consumo
desmedido que cosifica a las personas, las respuestas violentas ante lo
que nos desagrada, el apego a nuestras comodidades…, no son más que
el resultado de elecciones que, dejando de lado síntesis ricas en amor y
humanidad, optaron por la propia comodidad, cediendo a miedos pro-
fundos que dificultan ver la mano de Dios en la creación. ¿Tus elecciones
de hoy, buscaron dar más amor o serte más cómodas? Reflexiona, agra-
dece y enmienda.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES 15
Con
Jesús por la mañana
Empieza el día ofrecien-
do todo lo que vivas al
Señor acompañando a
quienes dejan su vida
para ayudar a otros, con
sus gestos de cariño,
cuidados y servicio.
“Déjala que lo guarde para el día de mi sepultura” (Jn
12, 1-11). “La paciencia "infinita" de Dios está reflejada
en este pasaje en el que Jesús es paciente con Judas”
(Papa Francisco). ¿Cómo está tu paciencia? No te arre-
bates ni juzgues apresuradamente. Padrenuestro
LA PACIENCIA DE JESÚS
Pág. 39
CON JESÚS POR LA NOCHE
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Navega mar adentro.
Agradece lo vivido especialmente los momentos en que te has sentido
más animado. Navega en el mar de tu corazón. ¿En qué momento del
día has sentido miedo? ¿Qué ideas te surgieron? El miedo mueve al en-
cierro y la violencia. ¿Cómo reaccionas tú? Pide a Dios que sane los
miedos con amor, para que dejemos de vernos como enemigos o com-
petidores. Apunta un propósito para mañana. Ave María.
Indiferencia
Haz un corte en tu día. Casi sin advertirlo, nos volvemos incapaces de
compadecernos ante los clamores de los otros, ya no lloramos ante el
drama de los demás ni nos interesa cuidarlos, como si todo fuera una
responsabilidad ajena que no nos incumbe. La cultura del bienestar nos
anestesia y perdemos la calma si el mercado ofrece algo que todavía no
hemos comprado, mientras todas esas vidas truncadas por falta de posi-
bilidades nos parecen un mero espectáculo que de ninguna manera nos
altera. ¿Cuáles son tus sensaciones ante el pedido del indigente? ¿A qué
te mueven?
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES 16
Con
Jesús por la mañana
. Inicia tu día ofreciendo
lo que vivas por la mi-
sión de compasión de
Jesús por el mundo.
“¿Que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te
digo que no cantará el gallo antes que tú me hayas
negado tres veces” (Jn 13, 21-33.36-38). “La realidad
del perdón, el gustar la dulzura del perdón, es un lla-
mado a todos en medio de la ‘noche’, de las tantas no-
ches y de los tantos pecados que cometemos, porque
somos pecadores, y siempre está esa caricia del Señor”
(Papa Francisco). Acércate a celebrar la Reconciliación.
Padrenuestro
EL SEÑOR PERDONA
Pág. 41
CON JESÚS POR LA NOCHE
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Un corazón herido.
Recoge el día. Agradece las grandes o pequeñas gracias que Dios te ha
regalado, una conversación, una sorpresa, una compañía. Toma concien-
cia de los momentos dolorosos o tristes del día. ¿Heriste a alguien hoy?
Solemos lastimar a quienes amamos. ¿Cómo podrías reparar el daño
ocasionado? Proponte para mañana tener un gesto de amor con quien
hoy viviste un mal rato. Ave María
Admirarnos
Toma un tiempo para respirar y contacta con el Señor en tu interior. Ad-
mirar es una acción muy cotidiana que se oculta a los ojos de los demás
porque acontece dentro nuestro. Depende de la capacidad para mirar los
acontecimientos de nuestra vida con disposición interior para agradecer
y aprender. La admiración hace posible que la vida cotidiana resuene en
nuestro interior con nueva luz, nos haga comprender cómo impacta en
nosotros lo que ocurre a nuestro alrededor y de qué manera nos movili-
za. ¿De qué te admiras? ¿Qué has vivido hoy que te causó admiración?
Agradece y enmienda.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MIÉRCOLES 17
Con
Jesús por la mañana
Acoge este Miércoles Santo
ofreciendo tu vida al Señor.
“Mi tiempo está cerca; voy a celebrar en tu casa la Pas-
cua con mis discípulos” (Jn 26, 14-25). “Estos días
constituyen la memoria conmemorativa de un gran
misterio único: la muerte y la resurrección del Señor
Jesús. El Triduo comienza mañana, con la Misa de la
Cena del Señor y terminará con las vísperas del Do-
mingo de Resurrección” (Papa Francisco). Prepara el
corazón para acompañar al Señor y ofrece por quienes
celebrarán estos días prestando servicios humanitarios
en contextos bélicos. Padrenuestro
MIÉRCOLES SANTO
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CON JESÚS POR LA NOCHE
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Deseos de amor.
Aquieta el corazón y serena el pensamiento. Agradece un día más. ¿
Dónde pones tu amor a lo largo del día? ¿Reconoces que podrías
amar más y mejor a alguna persona? ¿Sientes rechazo o apego a algo
o alguien? Acertar en el amor es camino de libertad y plenitud. ¿Qué
puedes hacer diferente para crecer en libertad y amar más y mejor a
toda creatura? Apunta lo que descubras. Ave María
Envidia
Haz una alto y calibra tu corazón. La actitud de admirar nos ayuda a si-
tuarnos en una de las grandes batallas en nuestra vida: vivir conforme al
proyecto de Dios o morir a través de la degradación del ser humano. Es
una batalla espiritual que tenemos por delante en el mundo. El mundo
padece de las mismas enfermedades que el corazón humano, puesto
que nuestros desordenes interiores enferman al mundo. Por ejemplo,
una de las fuerzas más destructivas y mortíferas del ser humano y del
Reino de Dios es la envidia. Cuando contemplas la realidad, ¿admiras o
envidias?
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES 18
Con
Jesús por la mañana
Recibe el nuevo día con co-
razón agradecido y ofrécelo
al Señor por los hermanos
que llevan consuelo en me-
dio de la guerra.
Iniciamos hoy el Triduo Pascual, “Luego echó agua en
una palangana y se puso a lavar los pies de los discí-
pulos” (Jn 13, 1-15). Toma un tiempo para hacerte pre-
sente a esta escena del Evangelio. Imagina que estás
ahí con Jesús. ¿Qué le dirías? «Si un discípulo no cami-
na para servir no sirve para caminar» (Papa Francisco).
Pide al Señor humildad y sencillez para aprender a es-
tar de rodillas en actitud de servicio. Padrenuestro
DE RODILLAS
Pág. 45
CON JESÚS POR LA NOCHE
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Egoísmo
Eleva tu mirada y déjate mirar por Dios. El envidioso padece una enfer-
medad que le oscurece el alma. Así como la persona que sabe admirar
queda maravillada ante la grandeza, la majestuosidad, la belleza de lo
que contempla, el envidioso también queda fascinado, pero le pesa so-
bre sus hombros. El envidioso no puede trascender lo que ve, porque só-
lo se ve a sí mismo sin aquello que está ahí para admirar. El envidioso es
un ególatra que mira el mundo por el orificio de su ombligo. ¿Cuán
grande es el orificio por el que miras la realidad?
Sembradores de esperanza.
Aquieta el corazón. Agradece lo vivido desde el amanecer. ¿Qué si-
tuaciones han sido un problema para ti hoy? Hazte consciente del
ánimo con que los viviste. ¿Siembras esperanza o te desanimas y
contagias desánimo en los demás? De ti también depende construir
un mundo esperanzado y abierto a los demás. ¿De qué modo po-
drías contribuir mañana a construir esperanza? Concreta y apunta un
propósito. Ave María
Pág. 46
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 19
Con
Jesús por la mañana
Recibe el día que se ini-
cia con el corazón dis-
puesto a acompañar a
Jesús que da la vida por
ti.
“Tomaron pues a Jesús que cargando con su cruz, salió
hacia el lugar llamado Calvario” (Jn 18,1-19,42). Es un
día para acompañar, estar y hacer silencio interior. Je-
sús va a la cruz por ti y por todos, aceptando hasta las
últimas consecuencias de ser humano. Pon a los pies
de la cruz de Jesús a todos los hermanos que dan la
vida por otros, curando, sanando, acompañando el do-
lor en medio de la guerra. Padrenuestro
ESTAR CON JESÚS
Pág. 47
CON JESÚS POR LA NOCHE
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Fe y confianza
Aquieta el ritmo del día. Seguimos recorriendo el Paso 3 del Camino del
Corazón. Es nuestra falta de Fe y confianza en el Dios que nos habita, la
que nos lleva a tomar caminos acostumbrados, pobres en amor y creati-
vidad con los que colaboramos, con o sin consciencia de ellos, con “el
mal” que no creemos y no queremos elegir. ¿Qué te impide confiar en la
Misericordia de nuestro Padre? ¿Qué temores obstaculizan la plenitud de
tu entrega? No temas, Él te ama y te conoce y espera con paciencia infi-
nita tu respuesta.
Reconocer mis sentimientos.
Recoge el día. Agradece alguna gracia especial recibida. Mira tus senti-
mientos. ¿Cómo amaneciste? ¿Sentiste tristeza o soledad a lo largo del
día? ¿Cómo reaccionaste? Habla con tu Padre sobre esos momentos di-
fíciles y entrégaselos para que los transforme en servicio a los demás.
Concreta un propósito y pide ayuda a Dios para llevarlo adelante. Ave
María
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
SÁBADO 20
Con
Jesús por la mañana
Despierta a un nuevo día con
ánimo renovado. Ofrece lo que
vivas al Señor por la intención
de este mes.
“Al entrar no hallaron el cuerpo del Señor Jesús” (Lc 24,
1-12). El sábado antes de la Resurrección es un tiempo
de espera, en el que fecunda la semilla, germina la Vi-
da Nueva y el Señor permanece en el sepulcro. Los
brotes de Vida necesitan tiempo. ¿Eres paciente con
las esperas? Recuerda que la semilla nace a la vida en
la oscuridad dentro de la tierra que la nutre. Espera,
acompaña y sé paciente. Padrenuestro
TIEMPO DE ESPERA
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Juicios improductivos
Respira profundo y haz un alto en tu día. Cada vez que juzgamos las
conductas de otros desde una mirada con poco amor, centrados en no-
sotros mismos, sin prestar debida atención a nuestra responsabilidad co-
mo co-creadores con Dios, sin quererlo, estamos cerrando nuestras elec-
ciones de mayor creatividad y amor. De nuestras elecciones cotidianas
depende que en el universo haya más o menos amor, todos y cada uno
somos artífices del mundo en que vivimos. ¿Qué sientes ante esta res-
ponsabilidad creadora? Jesús, está con los brazos extendidos para darte
una mano.
Abrir el corazón.
Haz una pausa para cerrar el día. Agradece las personas, los lugares, los
momentos de hoy. ¿Cómo han sido los encuentros con tus hermanos? ¿
Recuerdas alguno que te haya inquietado o producido enojo? ¿
Mantienes algún rencor o un perdón que no te atreves a dar? Mira tu co-
razón y suelta lo que no ayuda. Toma nota de lo que descubras y entré-
galo a Dios. Ave María
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Para
meditar
Hablar sobre el tercer Obispo de La Rioja: Mons. Enrique Angelelli y su
Beatificación el próximo 27 de abril en La Rioja, Argentina, nos impulsa a
escribir sobre su obra pastoral en la Diócesis, con el objetivo de dar a co-
nocer su entrega hasta la muerte.
Monseñor Enrique Angelleli fue designado Obispo de La Rioja por el Papa
Pablo VI el 3 de Julio de 1968. En La Rioja empobrecida de los años 60 y
70, Monseñor Angelelli, se convirtió en el Obispo apasionado por hacer vi-
va la letra y el espíritu del Concilio Vaticano II. Tenía plena claridad a lo
que estaba llamado, primero por el Evangelio y el magisterio, pero tam-
bién por los clamores del pueblo a él confiado. Quería hacer de su Dióce-
sis, un permanente Tinkunaco una constante vida de unidad, justicia y paz.
Su ritmo evangélico era vertiginoso, con “UN OIDO EN EL EVANGELIO Y
EL OTRO EN EL PUEBLO.” Fue un hombre que creía en el dialogo, en ha-
cer vida autentica la religiosidad popular y asumir la realidad con un com-
promiso mutuo “todos somos corresponsables” del anuncio del reino de
Dios.
MÁRTIRES DEL PUEBLO
“PASCUA RIOJANA, ALEGRÍA DEL PUEBLO” Pbro. Pablo Delgado - Lic. Silvia Páez Oliva
Red Mundial de Oración del Papa La Rioja—Argentina
Pág. 51
Primero mataron
a dos sacerdotes
y luego un laico,
amigos de Ange-
lelli, perseguidos
por vivir el evan-
gelio cerca de su
pueblo. Los dos
sacerdotes Carlos
y Gabriel encar-
nan no solo la fi-
delidad a la Igle-
sia a través de su
Obispo, sino también la “amistad sacerdotal” ¡La prueba más dura! ¡
Alcanzada en comunidad, en amistad!
Wenceslao Pedernera, catequista, fue asesinado en la puerta de su hogar
delante de su mujer y sus niñas pequeñas. Monseñor Angelelli luego de
ser perseguido encontró la muerte el 4 de agosto de 1976, en medio de
un escenario político convulsionado y de persecución ideológica.
La Iglesia es Martirial, porque Cristo su fundador también es Mártir. Y la
Iglesia, de este modo, se encarna en la historia. El testimonio de” Mons.
Angelelli y sus compañeros” nos impulsa a vivir un Evangelio vivo, encar-
nado en la búsqueda de la justicia y la paz de cada día. Su vida y su en-
trega, nos enseñan que “el Reino de Dios” no es una realidad solo futura
y lejana. Todo lo contrario; “el Reino de Dios lo comenzamos a vivir desde
el hoy concreto” cada día emprendemos una manera nueva de responder,
desde el Evangelio, la vida de cada día. Los mártires riojanos son ejemplo
y guía en este camino.
MÁRTIR
ES D
EL P
UEBLO
. “PASCU
A R
IOJA
NA, A
LEG
RÍA
DEL P
UEBLO
”
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
DOMINGO 21
Con
Jesús por la mañana
Recibe el día con la alegría
que Dios ha vencido a la
muerte y la Vida tiene la últi-
ma palabra.
“Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos
dónde lo han puesto” (Jn 20, 1-9). “No se puede vivir la
Pascua sin entrar en el misterio. No es un hecho inte-
lectual... Es más, es mucho más. Entrar en el misterio
significa capacidad de asombro; capacidad de escu-
char el silencio y sentir el susurro de ese hilo de silen-
cio sonoro en el que Dios nos habla” (Papa Francisco).
¡Haz la experiencia! Padrenuestro
ENTRAR EN EL MISTERIO
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Aprender de la experiencia.
El Señor te invita a descubrirlo en tu vida. Tómate unos momentos para
repasar tu semana y recoger las experiencias más significativas. ¿Qué re-
cuerdos vienen a ti? ¿Qué sentimientos despiertan? Apunta los recuerdos
más significativos. ¿Qué aprendizaje te dejan? Conversa con tu Padre de
lo vivido y pide ayuda para iniciar una nueva semana. Ave María
Manifestaciones
Haz una pausa para encontrarte un momento con el Señor que te busca.
Cierra los ojos y déjate abrazar por Él. Dios es presente, por lo que pode-
mos hoy, ahora, afirmar sin temor a equivocarnos, que lo creado es muy
bueno (Gn 1, 31), porque es manifestación de Él. De nuestras elecciones
depende que Dios se manifieste o no en lo concreto, en lo cotidiano, a
través de la vida creada. Esto sólo es posible en la libertad, la donación y
la apertura espontánea al Amor de Dios. ¿Qué haces para vivir abierto a
los demás?
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES 22
Con
Jesús por la mañana
Agradece y vive con ale-
gría este tiempo en que
los apóstoles corren y
anuncian su encuentro con
el Resucitado.
“Ellas partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y
gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos”
(Mt 28, 8-15). “Las mujeres en la Iglesia y en el camino
de la fe, tienen hoy un papel especial en el abrir las
puertas al Señor, en seguirlo y en comunicar su Rostro”
(Papa Francisco). Ofrece el día por las mujeres que dan
su vida sirviendo en contextos de guerra. Padrenuestro
LAS MUJERES
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Vivir para servir.
Serénate al caer el día. Recoge lo vivido. ¿Cómo ha sido tu día? ¿Dónde
has puesto tu corazón? ¿Estuviste disponible para ayudar y servir a tus
hermanos? ¿Cómo ha sido tu amor en la tarea y el servicio? No se trata
de lo que hagas sino del amor que pongas. Apunta un propósito para
mejorar en el servicio a tus hermanos. Ave María
Distraídos
Aquieta el corazón para una pausa. Vivimos en un tiempo que ofrece los
elementos necesarios para vivir distraídos, como ausentes. Es verdad que
miramos un poco más hacia los lados, pero no precisamente porque ten-
gamos mayor conciencia del valor de los demás, sino con afán de com-
pararnos, víctimas de envidias y celos. Aunque no podemos negar que
hay muchas personas que sí comprenden el valor del otro y lo miran con
un interés genuino de ayudar y servir a los más necesitados. ¿Qué signi-
fican para ti las personas con que te encontraste hoy? Reflexiona, agra-
dece y enmienda.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES 23
Con
Jesús por la mañana
Agradece al Señor este
tiempo de alegría porque
Él resucitó.
“Fue María Magdalena y dijo a los discípulos: “He visto
al Señor”, y les repitió las palabras que Jesús había di-
cho” (Jn 20, 11-18). “Las mujeres son llevadas por el
amor y saben acoger este anuncio con fe: creen, y de
inmediato lo transmiten, no lo tienen para sí mismas”
(Papa Francisco). Agradece al Señor por la vida de las
mujeres en el mundo que anuncian la Vida Nueva
siendo madres, esposas, profesionales, amigas, com-
pañeras. Padrenuestro
HE VISTO AL SEÑOR
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Reconocer el rostro de Dios.
Agradece el día que acaba. Recorre con la memoria las gracias que has
recibido. ¿Quién ha sido hoy, el rostro de Dios para ti? ¿En qué momen-
tos llegó Dios a ti a través de palabras y acciones de tus hermanos? Cie-
rra el día alabando a Dios por su acción en tu vida. ¿Qué te propones
para mañana? Ave María
Novedad
Detente y deja que Dios te mire. Al hombre actual le gusta lo que es
«más rápido», «más nuevo», «más espectacular». Cree que tendría una
vida mejor a la actual si lograra cumplir con todas sus expectativas, pero
no se percata lo suficiente de la que tiene y no es del todo consciente de
cómo hace las cosas. Hay personas que parecen tener miedo al «vacío en
la agenda». Están ocupados todo el día, pero con la queja en los labios
diciendo «no me alcanza el tiempo». ¿Con qué llenas tus horas? ¿Cuánto
tiempo dispones para los demás?
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MIÉRCOLES 24
Con
Jesús por la mañana
Recibe el día que co-
mienza pidiendo al Se-
ñor celebrar y compartir
la alegría de este tiempo
de Pascua.
«¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos habla-
ba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» (Lc 24,
13-35). “Dios caminará con nosotros siempre, siempre,
incluso en los momentos más dolorosos, también en
los momentos más feos, también en los momentos de
la derrota: ahí está el Señor” (Papa Francisco). ¿
Reconoces esta Presencia? Alégrate aún en dificulta-
des. Padrenuestro
EN EL CAMINO
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Dios para otros.
Recoge tu día. Vuelve a pasar por el corazón lo vivido y agradece al Se-
ñor lo que hoy te regaló. ¿Quién necesitó de tus manos, de tu palabra,
de un abrazo, de tu sonrisa, de tu presencia? ¿A quién le hizo falta hoy
que fueras el rostro de Dios? ¿Pudiste hacer presente a Dios en la vida de
otros? Ofrece tu vida y disponte a servir mañana tus hermanos. Ave Ma-
ría
Rapidez
Tomate un momento con Dios. Una vida basada en la prisa, el logro per-
sonal, y la productividad tiene un precio alto. Se sacrifican muchas cosas
valiosas por estar muy ocupado. Debido a las ocupaciones se dice «no
tengo tiempo» a las personas que son más importantes y se dedica lo
mejor del día a quién a veces ni siquiera te conoce y todo, por no saber
detenerse para hacer una pausa. ¿Quieres seguir viviendo así? ¿Estás dis-
puesto a pagar el costo? Reflexiona en compañía de Jesús y pide su ayu-
da para ganar libertad.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES 25
Con
Jesús por la mañana
Ofrece lo que vivas por
todas las personas que
consuelan a quienes su-
fren el horror de la gue-
rra.
“Por qué se turban? ¿Por qué albergan dudas en su
mente? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo” (Lc
24, 35-48). En algunas circunstancias nos resulta difícil
reconocer al Señor, pues lo buscamos según nuestras
ideas. Pero el Señor nos sorprende siendo novedad
que descoloca. “Señor que te descubra donde Tú quie-
ras mostrarte y no como yo te imagino. No te acomo-
des a mis ideas”. Déjate encontrar por el Señor. Padre-
nuestro
DESCUBRIR AL SEÑOR
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Encuentros personales.
Serena el pensamiento y aquieta la respiración. Recorre el día a través de
los encuentros que has vivido, persona a persona. ¿Qué encuentro ha si-
do el más importante para ti y por qué? ¿Cómo te sentiste? ¿Qué te dejó
ese encuentro? Apunta lo que descubras y haz un propósito para que los
próximos encuentros te ayuden a crecer. Ave María
Combatiente
Eleva la mirada al cielo y busca la mirada de Dios sobre ti. Quien se de-
termina a tomar en serio su vida espiritual debe saber que se determina
a forjarse un corazón combativo capaz de luchar contra todo obstáculo
que le impida dejarse conquistar por el Señor. Esa es la verdadera lucha,
que Dios nos gane el corazón y para eso hemos de quitar de nosotros
todo aquello que nos aleje de esa “gran conquista”. ¿Qué haces para de-
jarte ganar por el Señor? ¿Cómo entrenas tu corazón para ganar el buen
combate?
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 26
Con
Jesús por la mañana
Acoge este día con es-
peranza y pide colabo-
rar con Jesús en su mi-
sión de compasión.
Ten en tus oraciones a la Red de Oración de Argentina
que nos acerca en abril las oraciones diarias. “Echen la
red a la derecha de la barca y encontrarán” (Jn 21, 1-
14). A pesar de los esfuerzos sin fruto los discípulos
vuelven a intentarlo. En la abundancia, signo de la pre-
sencia del Maestro, lo reconocen. ¿En qué signos de
vida en tu día reconoces al Señor? Ofrece el día por la
intención del Papa. Padrenuestro
ECHAR REDES
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Lugares recorridos.
Hazte presente a ti mismo. Toma consciencia de tu interioridad. Agrade-
ce lo vivido. Mira el día de lugar en lugar. ¿Qué lugares recorriste? ¿
Cómo te has sentido en ellos? ¿Sentiste la presencia de Dios en alguno
de ellos? ¿Sientes que algún lugar te daña o es problemático para ti? En-
trega a Dios todo lo recibido y pide que repare lo que se ha dañado en
ti, hoy. Ave María
Habitados
Detén la marcha y repone fuerzas en el Señor. Estamos orando el Paso 3
del Camino del Corazón. Es que en el corazón del hombre habitan fuer-
zas que se hacen sentir. Son pensamientos, sentimientos, movimientos
interiores que tiran con direcciones diferentes y a veces contrarias. Esas
fuerzas interiores pujan dentro de nosotros, enredan y se mueven. Y en
virtud de sus movimientos nos conducen en unas direcciones o en otras.
Es importante saber reconocer estas fuerzas, “sentirlas” dentro de noso-
tros y darnos cuenta a dónde nos conducen. ¿Cuánto tiempo dedicas a
identificar tus mociones internas? Agradece y enmienda.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
SÁBADO 27
Con
Jesús por la mañana
Agradece un nuevo día de
vida, ofrece lo que vivas
por todos los médicos y
sus colaboradores en zo-
nas de guerra, ellos son
Evangelio para sus herma-
nos que sufren.
“Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia
a toda la creación” (Mc 16, 9-15). “La Iglesia necesita
personas que anuncien el Evangelio con entusiasmo y
sabiduría, que enciendan la esperanza y generen la fe”
(Papa Francisco). Que tus gestos en este tiempo de
Pascua sean anuncio de la Vida del Resucitado. Lleva
ANUNCIEN
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Mirarnos
¿Cómo va tu día? Para conocer los pensamientos, deseos, sentimientos
que se mueven dentro nuestro tenemos que aprender a mirar nuestro
interior, tomarnos tiempo para tomar contacto con esas fuerzas, sentir
cómo son, cómo se mueven, a qué nos conducen sin tomar partido por
ellas, sólo mirar sin juzgarlas, ni desecharlas. Al menos en este primer
momento. Es un camino de meditar, de hacer silencio, de tomarnos tiem-
po, de aprender a escuchar el interior, donde habita el Dios con noso-
tros. Él quiere enseñarnos, ¿quieres tú aprender? Hazte el propósito de
dedicar un tiempo cada día para escucharlo.
Cosas en mi vida.
Toma un descanso para cerrar el día. Concéntrate en tu respiración. Revi-
ve el día siguiendo con la imaginación las cosas de las que has podido
disponer para trabajar. Agradece los medios a tu alcance, ropa, alimento,
cosas de la casa. ¿Qué quieres agradecer? ¿Hay cosas que no te ayudan,
que te distraen o que te apegan? Pide perdón y proponte compartir de
lo que tienes. Ave María.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
DOMINGO 28
Con
Jesús por la mañana
Agradece un día más.
Únete en oración a toda
la Red de Oración que
se ofrece por quienes
llevan la misericordia del
Señor a las víctimas de
«¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a
mí, yo también los envío a ustedes» (Jn 20, 19-31).
“Vayan, sin miedo, para servir…Cristo cuenta con uste-
des, la Iglesia cuenta con ustedes, el papa cuenta con
ustedes” (Papa Francisco). ¡El Señor cuenta contigo pa-
ra servir a tus hermanos! Y espera tu respuesta. ¿Qué
le respondes? Padrenuestro
MISIÓN Y ENVÍO
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Aprender de la experiencia.
El Señor te invita a descubrirlo en tu vida. Tómate unos momentos para
repasar tu semana y recoger las experiencias más significativas. ¿Qué re-
cuerdos vienen a ti? ¿Qué sentimientos despiertan? Apunta los recuer-
dos más significativos. ¿Qué aprendizaje te dejan? Conversa con tu Padre
de lo vivido y pide ayuda para iniciar una nueva semana. Ave María
Campamento
Haz una pausa y observa. ¿Cómo mirar mí corazón? Como si fuera un
gran campo de batalla en el que diferentes fuerzas pujan por ganar posi-
ciones, por prevalecer. Mirando aprenderemos a aceptar qué fuerzas nos
habitan y cómo se llaman, y aprendiendo a aceptar podremos distinguir
lo que nos ayuda a dejarnos conquistar por Dios. Si verdaderamente
deseamos que el Señor acampe en nuestro corazón, debemos dejar que
las fuerzas que nos dirigen a Él y que él apoya fluyan dentro nuestro. ¿
Qué haces en concreto para mirar tu corazón y encontrar al Señor allí?
Agradece y enmienda.
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
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y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES 29
Con
Jesús por la mañana
Acoge el nuevo día que
el Señor te regala. Tiem-
po de Pascua es tiempo
de nacer a la Vida del
Espíritu en nosotros y
dejarnos guiar por Él.
“El que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar
en el Reino de Dios” (Jn 3, 1-8). La presencia del Espíri-
tu de Jesús la reconoces en sus frutos de paz, apertura,
alegría, vida en abundancia. ¿Qué signos de la presen-
cia del Espíritu de Jesús reconoces en tu vida? Ofrece
el día por la intención del mes. Padrenuestro
NACIDO DEL ESPÍRITU
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Las actividades de mi día.
Haz silencio interior y recoge la dispersión del día. Agradece lo vivido.
Mira el día desde tus actividades al despertar hasta ahora. ¿En qué acti-
vidades te has sentido pleno y en paz? ¿En cuáles has perdido la paz? ¿
Qué actividades sacan lo mejor de ti? Agradece lo vivido. ¿Hay algo de lo
que quieras pedir perdón? Haz un propósito para mañana. Ave María
Conquista
Reposa un momento. No habrá conquista posible en el mundo, que no
resida primero en el corazón de cada persona. La paz y el bien que anhe-
lamos en el mundo hemos de conquistarla primero en el combate inte-
rior en el que debemos dejar que Jesús nos tome para sí mismo. Nues-
tras conductas, nuestras actitudes con los hermanos, nuestras decisiones
pueden entrar en complicidad con el mal que vemos o acompañar las
fuerzas de Vida que brotan en el mundo. De nuestra lucidez para identi-
ficar las tretas del mal dependerán nuestras decisiones. ¿Cómo te entre-
nas en este aprendizaje?
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Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES 30
Con
Jesús por la mañana
Ofrece al Señor el día
por quienes ayudan en
contextos de guerra.
“El viento sopla donde quiere y oyes su rumor; pero no
sabes de dónde viene ni a dónde va” (Jn 3, 5.7-15). “El
Espíritu hace unidad. El Espíritu nos empuja hacia el
testimonio” (Papa Francisco). Deja que el Señor sople
en tu corazón, que haga nido en ti y te mueva al servi-
cio. Agradece por el servicio de la Red de Oración de
Argentina y Uruguay que nos han acompañado con las
oraciones diarias y continúa orando por las intencio-
nes del Papa. Padrenuestro
EL SOPLO DEL ESPÍRITU
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CON JESÚS POR LA NOCHE
Encuentro con Dios.
Recoge el día. Mira como Dios te mira y espera por ti. ¿Cómo has vivido
hoy? ¿Has tenido presente que Dios acompañó todas tus actividades y
tareas? ¿Dedicaste un tiempo a la oración? ¿Has conversado con el Se-
ñor durante tus tareas? Agradece la presencia de Dios en tu vida y pro-
ponte elevar tu corazón al cielo mañana. Ave María
Socios o cómplices
Inicia la tarde con el Señor. Sólo podremos decidir claramente qué fuerza
acompañar si hemos aprendido a mirar y distinguir en nuestro interior lo
que nos empuja a actuar. Por eso decimos que el mundo es el lugar en el
que el combate interior cobra vida concreta, en el que podemos asociar-
nos a la misión de compasión de Jesús por el mundo o bien entrar en
complicidad con las fuerzas que la destruyen. En nosotros está la deci-
sión. ¿Eres consciente de la importancia de la menor de tus actitudes?
Reflexiona, agradece y enmienda.
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