Menéndez, Eduardo. Racismo, Colonialismo y Violencia Simbólica (1)

25
  Racismo, colonialismo y violencia científica Eduardo Menéndez 1 Racismo, colonialismo y violencia científica EDUARD O MENE NDEZ "El genio más brillante es un eunuco intelectual cuyo conocimiento no se propaga tanto como es posible. G.G. Simpson 1  Cuando se habla de racismo muchas personas oponen reparos a que este problema sea tratado excepto para definir la situación norteamericana, sudafricana o de otros pocos casos similares. Los reparos pueden resumirse (a pesar de su variedad) en una sola posición: salvo ejemplos no demasiado relevan tes, en América Latina el racismo no es un problema central. Esta manera de entender o describir nuestra propia realidad que también incluye a Argentina y Uruguay, está señalando de entrada el rol mistificador, divisor y enmascarador del racismo. Porque estas personas, por no decir todos nosotros, establecemos una suerte de división, esquematización y simplificación permanente de la cotidianeidad en que vivimos y de los procesos históricos que nos han ido constituyendo. Son los mismos que niegan la existencia del racismo, los que dicen de buena o mala fe que este es un problema inventado por los judíos, o que debe ser analizado "adonde haya blancos y negros", pero no entre nosotros. Son los mismos que tratan de acotar el racismo donde hallan una situación "clara de raza o de color", los que repiten en su forma más mecánica una de la s características básica s del racismo en cuanto a ideología: anular y malinterpretar las causas que realmente están produciendo determinados fenómenos económicos y sociales, en beneficio de una interpretación de la cual se hacen cargo en forma indirecta las clases dominantes vigentes. El racismo no es solamente una cuestión de segregar "negros" u "odiar judíos": el racismo debe ser referido a las formas de relaciones sociales y culturales que implican discriminación, subordinación, compulsión y explotación de los otros en nombre de pretendidas posibilidades y disponibilidades, ya sean biológicas, sociales o culturales. Toda relación social que signifique "cosificar" a los otros, es decir negarle la categoría de persona, de igual; toda relación que permita la inferiorización y uso de los otros es racismo. Toda nuestra historia latinoamericana está montada sobre relaciones raciales: la relación con el indio, con el negro, con los inmigrantes europeos, con los migrantes latinoamericanos de Chile, Paraguay y Bolivia, con los migrantes de las provincias "pobres". Con todos ellos y en su  Comentario [p1]:

description

Antropología

Transcript of Menéndez, Eduardo. Racismo, Colonialismo y Violencia Simbólica (1)

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 1

    Racismo, colonialismo y violencia cientfica

    EDUARDO MENENDEZ

    "El genio ms brillante es un eunuco intelectual cuyo conocimiento no se propaga tanto como es posible.

    G.G. Simpson1

    Cuando se habla de racismo muchas personas oponen reparos a que este problema sea tratado

    excepto para definir la situacin norteamericana, sudafricana o de otros pocos casos similares.

    Los reparos pueden resumirse (a pesar de su variedad) en una sola posicin: salvo ejemplos no

    demasiado relevantes, en Amrica Latina el racismo no es un problema central.

    Esta manera de entender o describir nuestra propia realidad que tambin incluye a Argentina y

    Uruguay, est sealando de entrada el rol mistificador, divisor y enmascarador del racismo.

    Porque estas personas, por no decir todos nosotros, establecemos una suerte de divisin,

    esquematizacin y simplificacin permanente de la cotidianeidad en que vivimos y de los procesos

    histricos que nos han ido constituyendo.

    Son los mismos que niegan la existencia del racismo, los que dicen de buena o mala fe que este

    es un problema inventado por los judos, o que debe ser analizado "adonde haya blancos y

    negros", pero no entre nosotros.

    Son los mismos que tratan de acotar el racismo donde hallan una situacin "clara de raza o de

    color", los que repiten en su forma ms mecnica una de las caractersticas bsicas del racismo

    en cuanto a ideologa: anular y malinterpretar las causas que realmente estn produciendo

    determinados fenmenos econmicos y sociales, en beneficio de una interpretacin de la cual se

    hacen cargo en forma indirecta las clases dominantes vigentes.

    El racismo no es solamente una cuestin de segregar "negros" u "odiar judos": el racismo debe

    ser referido a las formas de relaciones sociales y culturales que implican discriminacin,

    subordinacin, compulsin y explotacin de los otros en nombre de pretendidas posibilidades y

    disponibilidades, ya sean biolgicas, sociales o culturales. Toda relacin social que signifique

    "cosificar" a los otros, es decir negarle la categora de persona, de igual; toda relacin que permita

    la inferiorizacin y uso de los otros es racismo.

    Toda nuestra historia latinoamericana est montada sobre relaciones raciales: la relacin con el

    indio, con el negro, con los inmigrantes europeos, con los migrantes latinoamericanos de Chile,

    Paraguay y Bolivia, con los migrantes de las provincias "pobres". Con todos ellos y en su

    Comentario [p1]:

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 2

    respectivo momento las formas oficiales culturales generaron un tipo de relacin racial. Y esta

    relacin es funcin de modos de produccin que determinan la distribucin y las opciones de esa

    distribucin.

    Las mismas personas que niegan el racismo en nuestra realidad, podrn argir que algo de

    prejuicio y discriminacin puede haber habido, pero nada parecido a lo que fue la Alemania nazi o

    lo que fueron las recientes masacres colectivas de Nigeria-Biafra o Pakistn-Bangla Desh. En

    todos estos casos manifiesta o encubiertamente, el etnocidio racial estuvo presente junto a

    actores de orden econmico y poltico. Los Ibos (en Biafra) y los bengales (en Bangla Desh)

    fueron asesinados por "razones" sociorraciales, an cuando la determinacin ms profunda fuera

    econmica. Las personas que esgrimen estos argumentos debieran saber algo que radicalmente

    desconocen: que Amrica est constituida sobre el etnocidio ms profundo que conoce la Historia,

    sobre el asesinato directo e indirecto de millones de indios y de negros. A la llegada de los

    europeos, segn los clculos actualmente ms aceptados, Amrica contaba con una poblacin

    que oscilaba entre los 90 y 110 millones de amerindios. De estos quedaron despus de un siglo y

    medio de accin civilizadora europea unos cuatro millones de nativos. Adems deben agregarse

    los casi diez millones de negros que habran muerto en el trfico de esclavos hacia nuestro

    continente.

    Amrica Latina mont su organizacin social, cultural y econmica sobre este pasado. Pasado

    negado, pasado que en los libros en que aprendemos a leer no registran y que nos imponen la

    imagen de un pas en el cual los indios y los negros parecen ser una especie de excusa histrica

    para que el hombre blanco desarrolle su civilizacin. Estudios realizados sobre el contenido de los

    libros de primera y segunda enseanza de diversos pases (Canad, Italia, Estados Unidos)

    sealan que en la actualidad la manera de describir a personas de otras sociedades, naciones y

    culturas (en especial los negros, los indios, los amarillos) tienden a generar una visin prejuiciosa

    y negativa de los mismos. Se les da, a veces casi inocentemente como en los libros de enseanza

    primaria, una imagen infantil e inferior, las cuales se corresponden con los estereotipos

    nacionales, clasistas y coloniales vigentes en el pas. Si le agregamos que en algunos de estos

    pases dichos grupos pueden constituir minoras tnicas, nos encontramos con que a travs de la

    educacin formal oficial se tienden a fortalecer las diferencias sociorraciales.

    LA SOCIEDAD RACISTA El tema del racismo ha conducido a que su propia problemtica sea mitificada y transformada. Lo

    esencial del racismo no slo est (como se tiende a plantear), en las relaciones raciales que en

    forma "normal" han aparecido y se siguen dando en los Estados Unidos, Sudfrica o en el pasado

    inmediato Alemania. Tendiendo adems a establecer una identificacin localizable y localizada,

    que nos hace pensar el fenmeno del racismo slo referido a ciertas situaciones lmites,

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 3

    negndolas en consecuencia en nuestra cotidianeidad o en situaciones histricas y sociales

    donde no aparezca con esas caractersticas especficas. Esa negacin radical, no slo tiende a

    deformar y oscurecer el problema, sino que es funcin de la situacin racial establecerla. Y esto

    es lo que de alguna manera debemos entender en hecho simple y tal vez esquemtico de que las

    formas de relaciones establecidas por los pases llamados "blancos y occidentales" en su proceso

    de expansin sobre el resto de la humanidad instituyeron formas raciales de contacto. Y que estas

    formas aparecen "normalmente" dentro o fuera de la propia sociedad. La llamada sociedad

    occidental y sus actores son, somos, para ser ms certeros, "normalmente racistas" y este

    racismo es producto de un proceso histrico demasiado largo, el cual est montado sobre el

    desarrollo del modo de produccin capitalista.

    Cuando llegamos a esta parte del tema, la mayora de los que hablamos o escuchamos tendemos

    a negar esta afirmacin en nombre de la civilizacin o de la integridad moral, o en algunos casos

    arguyendo un superficial o profundo conocimiento del problema. No se acepta la caracterizacin

    de nuestra identidad racista. Cuando esto ocurre corresponde formular una pregunta, que si bien

    puede resultar esquemtica, nos sirve para plantear el problema en donde realmente est: es

    decir, en el simple hecho de que nuestra formacin nos convierte inconscientemente en racistas.

    La pregunta a hacernos es la siguiente: si pronunciamos la palabra "canbal" o "antropfago",

    qu imgenes acuden a nosotros?. Ms all de las desviaciones neurticas que pueden

    intervenir, en conjunto solemos "pensar" en un negro o un indio, pero "jams" en un blanco

    occidental y cristiano. Para nosotros, ese rasgo de "degeneracin o de bestialidad" humana slo

    puede pensarse en aquellos que nos ensearon que eran inferiores, primitivos y distintos, y de los

    que se dice que practicaban tales costumbres: es decir de los indios, de los negros o de los

    conjuntos sociales sobre los cuales nuestra sociedad proyecta su discriminacin.

    Pocas veces se piensa que estos "brbaros", como suelen llamar a los "primitivos" algunos

    etnlogos muy culturales, podran tener una visin distinta del asunto. Un famoso antroplogo

    llamado Malinowski, estaba desarrollando una investigacin en Melanesia, cuando lo sorprendi la

    primera guerra mundial. Debido a esto debi permanecer aos conviviendo con diversos grupos

    tribales, algunos de ellos canbales. Conversando un da con un anciano antropfago, enterado

    ste de la existencia de la guerra y de las matanzas europeas, le pregunt a Malinowski qu era lo

    que hacan los blancos con tanta carne. Este le contest que los europeos no coman carne

    humana. El canbal dijo entonces matan por matar? Todos sabemos que en las guerras

    imperialistas no se mata por matar, pero el interrogante ms profundo del viejo antropfago sigue

    en pie: para qu tantos asesinatos sociales y por qu asombrarnos del canibalismo?

    El simple hecho de que asociemos ciertos actos (los ms alejados y negados de nuestra

    cotianeidad) con determinados conjuntos y no con otros, el mero hecho que palabras como

    salvajes, primitivos, canbales, mestizos, evoquen en nosotros determinados seres humanos

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 4

    cargados de determinados valores y no otros estn sealando esa determinacin profunda del

    racismo inconsciente que todos padecemos.

    Esta simple observacin, que desarrollaremos ms adelante, nos debe conducir a proponer otra

    observacin tal vez tan simple y tan ingenua como la anterior. Preguntar desde cundo los

    blancos occidentales y cristianos nos hemos enterado de que exista el racismo, no slo como

    discriminacin ms o menos distanciadora de los otros, sino como asesinato, como una de las

    formas ms terribles de violencia en todas las dimensiones que podemos imaginar. El dato no por

    ser evidente, deja de ser espectacular: tendemos a ubicar ese perodo con la dcada del treinta y

    ms especficamente con la "preparacin y desarrollo" de la segunda guerra mundial. Es decir

    tendemos a identificar y "redescubrir" la relacin que existe entre racismo y violencia slo en el

    momento en que una mquina blanca de guerra trata de exterminar en Europa a otros blancos

    muy parecidos.

    Pero acaso algo de esto era nuevo? Acaso los blancos no haban asesinado, discriminado,

    inferiorizado a otros conjuntos humanos? Lo nico nuevo es que tal accin opere bsicamente

    sobre Europa, sobre blancos, con los mismos principios tericos que venan empleando sobre los

    "indios, negros y amarillos" y a travs de una eficacia tcnica que no admita parangn hasta ese

    momento por lo menos. Tan racista era el conjunto de los pases occidentales que, hasta

    entonces, las naciones "blancas" haban actuado racistamente sobre los otros, pero sin que

    Occidente pareciera reparar demasiado en ello. Los mismos que luego apareceran como la

    anttesis de los nazis, los mismos que pareca que simbolizaban las "igualdades raciales" all por

    1940, y que todava parecen simbolizarla en la actualidad. Tan racistas eran que en 1919 se

    negaron a aceptar la proposicin de la delegacin japonesa a la Conferencia de Pars, tendiente a

    incluir en la Carta de la Sociedad de las Naciones una declaracin proclamando la igualdad de las

    razas. Recordemos para ubicar la negacin, que durante este perodo el mundo occidental

    comenzaba a desarrollar la teora del "peligro amarillo" y esta teora era compartida por todas las

    naciones blancas, "democrticas o totalitarias".

    Ms estrictamente, lo que queremos sealar es que el racismo constituye, para los pases de

    modo de produccin capitalista, la manera ms normal de conexin y relacin con otras formas

    socioculturales. Dicha conexin implica la inferiorizacin, subordinacin y distanciamiento de los

    otros: de los que en el proceso de gnesis de la concepcin racista del mundo eran los salvajes y

    primitivos, y de los que luego pasaron a ser los llamados pueblos dependientes, subdesarrollados

    o del Tercer Mundo. Dicha concepcin racista fue construida y teorizada por los sectores

    hegemnicos de los pases capitalistas; pero se difundi como forma de integracin y ligazn

    coherente para este modo de produccin, por todo el sistema social en su conjunto, y en

    consecuencia, para los diferentes estratos socioeconmicos que lo integraban.

    El racismo es producto no solamente de las necesidades objetivas de un modo de produccin en

    una determinada etapa de su desarrollo, sino que adems constituye para estos pases y tambin

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 5

    para las reas en las que ejerci su dominacin y penetracin, su forma de concepcin del

    mundo.

    Este anlisis del racismo nos demuestra como nuestra forma inconsciente de ver el mundo

    (recordemos el ejemplo del canbal) satura nuestra accin consciente en un proceso de continua

    interaccin cuya verificacin la encontramos evidenciada en nuestra propia vida cotidiana.

    Esto que estamos diciendo encuentra un correlato en la interpretacin que los antroplogos,

    socilogos y psiclogos suelen hacer de determinados emergentes del modo de produccin

    capitalista: nos referimos a la violencia. Pareciera que la violencia, como fenmeno histrico fuera

    nuevo en Occidente o en los pases dependientes. La violencia campesina, la violencia estudiantil,

    la violencia racial, la violencia delictiva, la violencia poltica, pareciera que irrumpieran en un vaco

    de violencia donde esa categora de accin es interpretada como un conjunto de conductas

    sociales desviadas y anormales. Y la violencia no slo es uno de los ms claros emergentes del

    proceso de expansin colonial, sino que constituye una de las constantes del proceso de

    acumulacin primitiva que permiti el desarrollo de los primeros pases capitalistas. Los pases de

    mximo desarrollo capitalista se establecieron a partir de una violencia cultural y biolgica

    organizada tanto en el medio interno como externo. Lo que generalmente es percibido como un

    arranque de violencia salvaje, anormal, inhumana dentro de la tradicin humanista occidental, y

    que pasa a ser identificada como la forma ms caracterstica del racismo, es decir el Estado

    Alemn del Tercer Reich, no es un brote anormal ni ms salvaje que toda la anterior y ulterior

    tradicin de violencia de los regmenes gestados durante el proceso de expansin colonial. Lo que

    dicho rgimen implica para aparecer como forma desviada de la tradicin occidental es la

    incorporacin del valor mximo de esa tradicin: la incorporacin de la racionalidad a la violencia.

    Pero en s no constituye una etapa ms terrible y violenta que los asesinatos masivos de los indios

    americanos y de negros. Lo que lo caracteriza y enerva a la propia conciencia occidental es el uso

    de la racionalidad planificada, de la racionalidad tcnica, de la derivacin cientfica y que adems

    se ejerza sobre iguales y en el propio espacio territorial y social.

    Pero esa misma conciencia no parece enervarse demasiado, adems porque los medios de

    comunicacin masivos slo lo tratan incidentalmente, cuando se entera que los indios americanos

    son exterminados sistemticamente en la actualidad en nombre del progreso y del desarrollo

    econmico. Y lo que es ms infame, que esto ocurre frecuentemente por la accin de los mismos

    encargados oficiales de protegerlos. La documentacin antropolgica reciente refiere cmo indios

    de los Andes peruanos fueron bombardeados por el ejrcito para obligarlos a salir de sus tierras.

    La opinin internacional fue medianamente conmovida cuando a mediados de 1969 antroplogos

    escandinavos denunciaron la extincin sistemtica de los indios brasileos en beneficio de la

    expansin "a la brasilea".

    Segn Orlando Villas Boas, quien vivi ms de la mitad de su vida en diferentes grupos tnicos

    brasileos, lo que pasa en Brasil es algo que tambin pas por nuestra pampa y patagonia no

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 6

    hace muchos aos: "Si quiere saber lo que desean hacer los ganaderos con la tierra, es muy fcil:

    quieren reemplazar cada indio por una vaca. Doscientos indios que echen sern doscientas vacas

    que podrn criar con slo un mestizo a caballo para criarlas."

    De acuerdo con un investigador del problema, Jacinto Figueiredo, el grupo indgena "cintas largas"

    fue corrido de sus villorios por cargas de dinamita arrojadas desde aviones hacia la selva, donde

    fueron ametrallados, ya fueran hombres, mujeres y an nios de pecho.

    En el Estado de Rio Grande do Sul, estado que limita con Argentina y que tiene en comn con

    reas fronterizas nacionales amplias zonas de forestacin y un mismo grupo indgena: los

    caingangs, ocurri que "agentes de proteccin" pusieron a los indios a cortar pinos de las propias

    reservas indgenas; matando a quienes se resistieran o se negasen a trabajar. En diez aos la

    poblacin nativa disminuy de un millar a 207 personas. La accin de los agentes del Servicio de

    Proteccin del Indgena condujo a tal grado las cosas, que debi ser eliminado y actualmente una

    nueva institucin se ocupa del problema. No obstante el diagnstico es casi fatal: la desaparicin

    en los prximos aos de los indios brasileos.

    CIENCIA Y RAZA El racismo que como teora ideolgica coherente har su aparicin a mediados del siglo XIX se

    valdr para su expansin y justificacin de una apoyatura cientfica. Que la misma resultara falsa,

    a pesar de su vigencia, es uno de los principales indicadores de las funciones de ese racismo

    capitalista. Es en funcin de esta apoyatura que la teora racista pudo establecerse como tal, y

    distinguirse de otras etapas de la humanidad. El capitalismo colonialista para fundamentar su

    visin racista se apoy en los pretendidos hallazgos de la ciencia y sobre todos en las reas de

    investigacin ms desarrolladas y publicitadas del Siglo XIX: la biologa y la historia. Estas reas

    identifican a este siglo con uno de los cruciales descubrimientos humanos: la concepcin de que

    el hombre cambia, tanto biolgica como culturalmente. El siglo XIX desarroll la idea de que el

    hombre no es un ser "fijo" sino que "evoluciona". Y este descubrimiento que cambia radicalmente

    la ubicacin humana ser usado para establecer profundas diferencias entre los hombres. Servir

    para justificar el racismo de los ms evolucionados. Esta idea, ajena a su falsedad o no, ser la

    que se impondr a travs de las teoras del darwinismo social y del evolucionismo mecanicista. Y

    estas ideas, que se cree sepultadas hace tiempo, renacen y se imponen permanentemente, en la

    medida que las mismas son eficaces para justificar la explotacin y el racismo tanto antes como

    ahora.

    Es en funcin de estas teoras racistas que se nos aparece con claridad la relacin entre Ciencia,

    como aparente racionalidad y teora racista como justificadora y emergente de esa racionalidad.

    Esta relacin se mantendr por lo menos parcialmente no slo durante el siglo XIX, sino durante

    todo el siglo XX.

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 7

    Respecto de lo que estamos formulando, se ha dicho que las relaciones falseadas entre ciencia e

    ideologa racista no son producto de la "prctica cientfica" sino del Poder, y que los verdaderos

    cientficos denunciaron permanentemente la falacia racista. En principio debemos contestar lo

    siguiente: dicha falacia fue construida y sigue siendo construida en parte por los "verdaderos

    cientficos". En segundo lugar, el problema no est en que la mayora de los "verdaderos

    cientficos" no estn de acuerdo con esas teoras, sino en preguntarse qu han hecho?

    La respuesta no por sabida es ms dramtica: saban la verdad pero seguan estudiando en casa

    o en el laboratorio, esas u otras cosas, y vean en la difusin y sobre todo "puesta en accin" del

    conocimiento verdadero una parte de la realidad de la cual se deban ocupar otras personas. Es

    decir que si bien saban que la explotacin y el asesinato de hombres y mujeres se generaba

    falsamente, se contentaban con saber que era falso en su conciencia o a lo ms en libros y

    revistas especializadas, pero sin hacer nada. Esta divisin entre mundo de la ciencia y mundo de

    la realidad, pensados en trminos incompatibles, lo nico que ha generado es la incompatibilidad

    de los cientficos y no la del sistema para usarlos.

    De lo dicho nos interesa sealar lo siguiente:

    A) si bien en la historia del hombre siempre se establecieron determinadas diferencias entre los

    diferentes grupos, nunca stas fueron establecidas en trminos de la oposicin y

    distanciamientos radicales como las que establecieron las formulaciones biolgicas del siglo

    XIX.

    B) Que dicha situacin se genera porque las diferencias raciales establecen cortes de un grado

    de profundidad inditas entre los hombres, que hallan su fundamento en proposiciones

    "cientficas". Es importante destacar que durante el siglo XIX, pero sobre todo en su ltimo

    cuarto, la ciencia se ir conformando como la mxima expresin de la produccin humana, y

    sobre todo de la parte "civilizada" de la humanidad.

    C) Esta apoyatura cientfica se generar en el perodo de mxima expansin, es decir, cuando se

    entra en la fase imperialista. Occidente va a usar en beneficio de una parte de la humanidad:

    los civilizados, la dimensin que segn ellos mismos constituye la expresin ms alta de la

    humanidad.

    Esta relacin fue tan clara durante el siglo XIX que a nadie se le ocurri ocultarla, pero tampoco a

    nadie se le ocurri denunciarla. Tanta era la diferencia racial establecida con los "primitivos", con

    los "negros", con los inferiores. Slo recientemente se denunci esa relacin, esa subordinacin

    del conocimiento al poder, esa aparente neutralidad de la ciencia, que era usada en beneficio de

    sistemas nacionales e internacionales justamente en funcin de su pretendida neutralidad.

    Para darnos cuenta de esto, slo por algunos momentos debimos esperar a los campos de

    concentracin, a Hiroshima o a la sofisticacin "cientfica" que representa gran parte de la guerra

    de Vietnam. Sin embargo esto ya estaba implcito en todo el proceso de expansin colonialista, en

    el propio desarrollo del modo de produccin capitalista. Y hoy, no obstante las denuncias

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 8

    humanitarias y cientficas del proceso, la irracionalidad cientfica sigue su camino. Retomando lo

    dicho en prrafos anteriores, algunos podrn argir que al fin de cuentas en lo que corresponde al

    racismo, la verdadera ciencia "gana", porque se ha demostrado la inexistencia de los planteos

    racistas. Digamos que lo que "gana" es una metodologa o a lo sumo una formulacin terica

    basada en investigaciones. Pero que esto, en cuanto al problema crucial y especfico, slo tiene

    un valor relativo, hasta que dicho saber no entre en la cotidianeidad de la sociedad. Desprendido

    de la vida social, de los actores reales, de nosotros, es slo un saber "libresco": es un saber de

    eunucos.

    RACISMO Y CAPITALISMO El modo de produccin capitalista gener su expansin y sta a su vez se mont sobre una

    eficacia cada vez mayor en el plano de la produccin. Todo, desde las personas hasta las

    sociedades, fue puesto a su servicio. Occidente aplic la racionalidad a una eficacia productiva

    montada sobre la explotacin y esta determin el destino actual de la ciencia y de las tcnicas.

    Este modo de produccin lleva implcito la explotacin, subordinacin y discriminacin de una

    parte de los hombres, se lea la realidad, en trminos de nacin o en trminos de clase.

    El primer proceso expansivo se manej ideolgicamente en trminos "culturales": los civilizados

    expandindose sobre los primitivos y esta peculiar expansin llev a establecer el patrn de

    relaciones humanas cortadas por el concepto de raza, que condujo a reformular la relacin en

    trminos "biolgicos". No obstante, la escisin se mantuvo a lo largo del proceso respecto de los

    "primitivos" y as tenemos que en el Congreso Eugensico Mundial realizado en los Estados

    Unidos en 1921, se sostuvo que haba que aniquilar en forma gradual a los pueblos de los pases

    coloniales y dependientes por medios biolgicos.

    El racismo era el desemboque congruente con el sistema, pese a las declaraciones verbales que

    postulaban lo contrario. Las teoras "cientficas" que propusieron la exterminacin o la

    subordinacin de una parte de los hombres eran las que funcionaban de acuerdo al proyecto

    capitalista. Es por ello que lo que iba a ocurrir: la aplicacin de la racionalidad cientfica, para

    justificar la irracionalidad no deba haber asombrado, ya que constitua el proceso normal. Dos

    ejemplos pueden aclarar lo que estamos diciendo: Alemania es considerada tradicionalmente la

    "nacin del racismo" o por lo menos aquella en que el racismo alcanz una mayor expresin

    terica y social. Y esto en parte es real. Las contradicciones del desarrollo capitalista en su fase

    imperialista condujeron a que Alemania llevara a sus ltimas consecuencias, como concepcin

    total y expresa del mundo, lo que era de hecho la concepcin dominante en Occidente: el racismo.

    En Alemania veremos funcionar en forma explcita lo que en los dems pases capitalistas se

    quera mantener separadamente: ciencia e ideologa pasaron a ser la "misma cosa" y as la

    ciencia propuso o no, segn le conviniera al poder, determinados contenidos que en todos los

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 9

    casos fueron utilizados y fundamentados por la ideologa dominante. Esto se percibe en las

    "polticas" tnicas y "cientficas alemanas en la dcada del '30.

    Sobre la poltica "tnica" de Alemania recordemos que para la poca resultaba contradictorio que

    el pas que pretenda ser el ms puro y el mejor dotado racialmente se aliara con un pueblo que

    sus propios especialistas e idelogos consideraran "inferior": el japons.

    Los antroplogos y el poder solucionaron el problema: "Los racistas buscaron una solucin y la

    encontraron. Existe, en ciertas islas del Japn una poblacin blanca autctona: los Ainos, que han

    vivido rechazados a regiones poco accesibles cuando llegaron los conquistadores amarillos.

    Desde esa poca, dicen los racistas, ha habido cruzamientos numerosos entre los Ainos los

    japoneses, y como consecuencia de tales cruzamientos se ha constituido el actual pueblo

    japons; el cual , a consecuencia de la separacin posible de los caracteres fsicos y de los

    psquicos, tienen evidentemente el aspecto fsico de un pueblo amarillo, pero posee todas las

    cualidades morales e intelectuales de un pueblo ario y hasta nrdico".2

    El segundo ejemplo es ms dramtico pues delata la contradiccin bsica del hombre "occidental"

    en la expresin que ms lo define como productor social: la propuesta de la racionalidad y de la

    "conciencia crtica" como valores humanos. Alemania lleva esa racionalidad a sus ltimos lmites.

    Que la ciencia es una prctica racional que implica la formulacin de hiptesis y su verificacin a

    travs de la llamada "metodologa cientfica", todo ello fue cumplido por lo menos por una parte de

    la ciencia alemana durante el perodo nazi. Sus sabios consiguieron y produjeron verdaderos

    "saltos" en algunas de las reas de trabajo. Algunos de estos sabios se dedicaron a estudiar al

    hombre: estos pasaron a ser cobayos humanos de la investigacin cientfica. Fueron sometidos

    "in vivo" a todo tipo de experimentaciones, parte de las cuales conclua, indefectiblemente con la

    muerte del "sujeto experimental". Esto ocurri, por ejemplo, en el laboratorio de biologa y

    fisiologa montado por los alemanes en la isla de Creta. All los hombres cobayos fueron tratados

    como no hombres, o por lo menos como subhumanos. La contradiccin trgica es que esta

    negacin se operaba al mismo tiempo que se les trataba de aplicar la ms exacta y cuidadosa

    "metodologa cientfica".

    Son los campos de concentracin, como han dicho varios autores, donde esta racionalidad

    irracional alcanza su mxima expresin. Aqu no slo se niega a una parte de los hombres, se los

    convierte en "inferiores y distintos", se los trata como "cosa", sino que adems se aplica, para que

    se logre esta situacin, la misma racionalidad administrativa y tcnica aplicada por el Estado, para

    el mantenimiento y desarrollo del sistema. Los campos de concentracin son una muestra de la

    eficacia capitalista: "cuesta menos en vidas humanas que los fusilamientos; recupera la fuerza de

    trabajo de los cautivos para grandes obras no rentables (fbricas subterrneas en Alemania), en el

    extremo permite eliminar ciertos trabajos proletarios, que reemplaza con mano de obra penal, mal

    alimentada y no retribuida, beneficia a los sostenedores del rgimen, a quienes la explotacin de

    los cautivos reporta posiciones y provechos grandes y pequeos, en fin, tiene la ventaja de utilizar

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 10

    racionalmente a los sdicos y de suministrarles un exultorio no solamente oficial, sino cvico y

    moral, confinando a su discrecin a individuos puestos fuera de la humanidad."

    Como dice Peter Kai, el campo de concentracin de Auschwitz es tal vez el tipo ideal de

    explotacin capitalista, en lo que a eficacia y racionalidad administrativa se refiere: "oficinas de

    organizacin y de investigacin se abocaban a la labor de descubrir los mejores medios de matar

    la mayor cantidad de hombres. Los tcnicos S.S. y los tcnicos de la industria trabajaban

    estrechamente unidos para resolver esta "tarea nacional". Cuatro cmaras de gases fueron

    instaladas en

    Auschwitz por la firma Topf e hijos, quien se adjudic el contrato en una licitacin donde

    participaron otras importantes empresas. A las cuatro cmaras de gas se agregan cuatro

    crematorios con un total de cuarenta y seis hornos. El gas Cyclon B fue entregado por el gran trust

    qumico I.G.Farben. El rendimiento diario era de doce mil muertos, pero en junio de 1944 la cifra

    alcanz a veintidos mil. La fbrica de la muerte haca trabajar a otras fbricas. En la cuenta de S.S

    fueron depositados cuarenta y dos millones de joyas, seis millones de divisas, ciento sesenta mil

    relojes, siete mil despertadores y veintinueve mil pares de anteojos. Mil novecientos vagones

    repletos de ropa se dirigieron hacia el Reich. "Ms que el horror puro, lo que ms impresionaba es

    la organizacin burocrtica del horror". Esta organizacin burocrtica de la muerte puede ser

    contemplada como el supremo triunfo del sistema capitalista cuya esencia consiste en la

    transformacin del hombre en cosa, en pura materia para hacer funcionar el sistema. En

    Auschwitz, el capitalismo evolucionado de Alemania reprodujo las fases histricas anteriores,

    sobrepasando, eso s, los horrores conocidos. Sin ningn disfraz, se presenta como una mquina

    de muerte, apropiada para transformar a un hombre en objeto, hacindolo trabajar, matndolo y

    robndolo.... Esa esencia pura del capitalismo que representa Auschwitz, se repite tambin en el

    plano de las ideas. Su racionalidad e irracionalidad, su tcnica inteligente y la locura de su

    finalidad se entremezclaban ntimamente, imprimiendo el horror brbaro de ese conjunto una

    violencia que ninguna imagen hubiese podido preveer. El sistema que permiti la ms grande

    produccin de cadveres de la historia estaba planeado para llevar su engranaje hasta sus ltimas

    consecuencias. El mecanismo perfecto de Alemania produca finalmente incontables

    planificadores, organizadores, ingenieros, tcnicos, industriales...Tanta planificacin al servicio de

    la ms completa irracionalidad."

    Se planific la continuidad y construccin del Tercer Reich sobre la explotacin de hombres

    considerados distintos e inferiores, no personas; para ellos los gitanos, eslavos y judos eran

    subhumanos o miembros de otras razas sobre las que se poda hacer y se hizo cualquier cosa.

    Alemania dio una de las ltimas vueltas de tuerca de este proceso; sobre todo en lo que a

    utilizacin irracional de la racionalidad se refiere.

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 11

    LAS RAZAS Planteando el problema, trataremos de recuperar una de las dimensiones bsicas a travs de la

    cual el problema se desarrolla y se mantiene. Nos referimos al concepto de raza.

    La primera cuestin a plantear es qu son las razas. Esta pregunta constituye la forma ms

    simple, pero a la vez ms dificultosa de la cuestin, si la enfocamos desde una perspectiva

    conceptual. Esta dificultad aparece expresada en la infinidad de clasificaciones raciales

    propuestas y que contradictoriamente han formulado los cientficos. Estos llegan a distinguir entre

    dos y ms de doscientas razas humanas. A pesar de esta multiplicidad de clasificaciones no nos

    debe conducir a negar como un hecho cientfico demostrado la existencia de razas humanas. La

    percepcin de diferencias entre los diferentes grupos culturales, tnicos o nacionales est

    establecida desde antiguo. No obstante estas diferencias no eran formuladas en trminos raciales

    (biolgicos) sino en trminos con contenidos culturales (ejemplo: diferencias religiosas), no

    implicando adems esta percepcin que dichos grupos diferenciales fueran incompatibles entre s.

    Actualmente el trmino raza refiera a diferencias establecidas en trminos biolgicos, pero sin que

    tales diferencias supongan diferenciaciones necesarias en los niveles psicolgicos, sociolgicos y

    culturales. Adems las diferencias raciales encontradas no pueden ser planteadas en trminos de

    superioridad o inferioridad, ni deben ser referidas a instancias personales individualizadas, sino a

    conjuntos demogrficos.

    El trmino raza slo intenta proponer una clasificacin o clasificaciones a partir de caracteres

    biolgicos ms o menos diferenciados. Como dice Firth. "los europeos tienen, en conjunto, piel

    ms clara, labios ms finos y nariz ms angosta que la gente de raza negra. Pero entre la gente

    de tez predominantemente oscura hay quienes la tienen ms clara que los europeos de piel ms

    oscura (aunque no tan clara como los europeos ms blancos). Tambin entre los individuos de

    cutis oscuro los hay de labios ms finos y nariz ms angosta que los de cutis claro. Al comparar la

    talla se comprueba por ejemplo que entre los hotentotes, gente por lo general de baja estatura,

    hay hombres que son ms altos que los europeos ms bajos. En consecuencia slo deben

    utilizarse promedios y no diferencias absolutas, en cada uno de los caracteres elegidos para

    efectuar la medicin, aunque los promedios difieran, los extremos se tocan. Un tipo racial o tnico

    es, entonces, una combinacin de promedios3, una abstraccin y muy pocos individuos de una

    poblacin se ajustan exactamente al prototipo de la misma."

    Raza es un concepto estrictamente biolgico y debe ser definitivamente despejado de toda

    especulacin referida a los conceptos de sociedad, cultura o nacin. Estos son conjuntos sociales

    y culturales, con autonoma de produccin histrica.

    Esto que estamos formulando ha sido escrito y reescrito mil veces, y va a tener que escribirse y

    decirse y sobre todo vivirse y convivirse varios miles de veces ms. La cuestin no radica

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 12

    demasiado en que un seor que escribe se tranquilice en su conocimiento sealando lo mismo

    que nosotros. Lo que interesa radicalmente es que lo incorporemos a nuestra normalidad o

    anormalidad de vida. Nuestra cotidianeidad en todas sus formas debe ser la verificacin del no

    racismo, y esto es lo difcil para grupos humanos que se han construido consciente y sobre todo

    inconscientemente en el racismo.

    Hace unos ochenta aos un etnlogo llamado Letourneau escriba algunas de las siguientes

    cosas sobre los indgenas americanos. "en efecto, existen en la Tierra del Fuego mongoloides

    poco desarrollados, que merecen la calificacin de antropoides. Por su grosera misma esos

    salvajes nos interesan e importa describirlos. Ya hemos visto que la impulsividad de estos indios

    es completamente comparable a la de los animales, pero se aproximan ms a ellos por otros

    caracteres psquicos, especialmente por una carencia absoluta de curiosidad", y ms adelante

    agrega: "Para terminar esta descripcin, sealar an un carcter comn a los salvajes fueguinos

    y a los animales, la impulsividad. En un captulo anterior, estudiando la psicologa de las bestias,

    hemos visto que, en los animales, el hecho primordial de la fisiologa de los centros nerviosos es

    la accin refleja, consciente e inconsciente...es decir la reaccin... por la cual los organismos ms

    inferiores responden a una excitacin venida de afuera. Pues la distencin refleja no es menos

    maquinal en los fueguinos que en las especies ms inferiores en la escala animal. En general esta

    accin refleja tiene importancia en el hombre, an fuera de la vida nutritiva y en los individuos ms

    desarrollados, pero se contiene y se dirige tanto mejor cuanto ms moralizado e inteligente4 es el

    ser. Por el contrario, en el primitivo, ms generalmente en el hombre inculto, la distencin refleja

    se efecta ms o menos como la de un resorte mecnico que escapa a todo examen. A esta

    imposibilidad de dominarse a s mismo, han de atribuirse muchos actos, a la vez absurdos y

    atroces, de los salvajes ms inferiores que admiran al viajero civilizado. As se ha podido observar

    en los fueguinos manifestaciones de impulsividad animal o infantil."

    Si a ochenta aos de distancia, sin ser europeos ni demasiado eruditos, nos fijamos un poco en

    nosotros mismos vamos a percibir una suerte de mezcla entre las cuales aparecen las ideas de

    Letourneau. Lo que es ms grave, como veremos ms adelante, es que en la actualidad algunas

    de estas ideas son seriamente mantenidas para justificar determinado tipo de tratamientos

    psicoteraputicos a los que antes Letoruneau llamaba "hombres incultos" y la moderna

    nomenclatura sociopsiquitrica designa como "pobres".

    Lo real es que nuestra propia sociedad dependiente latinoamericana tendemos a ver a

    determinados grupos sociales y culturales de nuestros propios pases en trminos de inferioridad.

    Cuando nosotros hablamos de "pereza", "desgano vital", "desorganizacin" y an "degeneracin

    familiar", de "suciedad", de "inferioridad intelectual", no pensamos en "ciudadanos blancos de

    clase media", sino en determinados estratos sociales y ecolgicos de nuestros pases. Ocurre un

    proceso similar cuando nos asumimos "como latinoamericanos" respecto de los "desarrollados"

    anglosajones y germanos, y tal vez eslavos.

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 13

    Hacia 1950, cuando se instal en Argentina una fbrica de automotores de origen alemn, era

    comn or comentarios que referan que los alemanes consideraban a los operarios nativos casi

    tan eficientes como ellos en el trabajo, a pesar de ser "latinos".

    Era una especie de raro orgullo, en el cual una parte de los argentinos se descubran no inferiores,

    que en gran medida quiere decir no incapacitados.

    EVOLUCION, ESPECIE Y RAZA El proceso racial, el problema racial, ha estado permanentemente en la palestra a partir de la

    segunda mitad del siglo XIX. Qu legitim tal desarrollo? Para nosotros, la funcionalidad

    ideolgica con el sistema capitalista.

    La raza como objeto de investigacin cientfica es una consecuencia del desarrollo de los estudios

    sobre la evolucin biolgica. No obstante, el problema racial se ha jerarquizado respecto del

    proceso bsico -la evolucin- convirtindose durante largos perodos en el problema hegemnico.

    "Las razas humanas son el resultado de la evolucin de nuestra especie, y sta constituye un

    sistema cerrado. Si examinamos la evolucin humana a largo plazo, nuestro primer problema

    debe ser el estudio de la especie y de las causas de la evolucin del gnero humano, en vez de

    las razas que son el resultado de fuerzas locales y menores, en trminos de evolucin de la

    especie en su conjunto. Los antroplogos se dedicaron a las razas e hicieron caso omiso de la

    evolucin de la especie: "estaban tan preocupados con las subdivisiones dentro de nuestra

    especie y con las minuciosas diferencias entre pequeos sectores de la especie que olvidaron en

    gran parte que la humanidad es una especie y que lo importante es la evolucin de todo este

    grupo, y no las diferencias mnimas que existen entre sus partes."

    El objetivo "racial" reemplaz al "evolutivo" cuando ste, desde una perspectiva sociopoltica se

    convirti en secundario. Fueron las diferencias, tanto en trminos de "nacin", como en trminos

    de "raza", las que cumplan funciones en el proceso de expansin y competencia europea. Luego

    que el Hombre Blanco fue definido en su conjunto como superior haba que definir quines entre

    los "blancos" eran los superiores. Tal vez esto parezca esquemtico, pero no slo ocurri as en

    las disputas "seudocientficas", sino que apareci manejado en los estereotipos populares, y lo

    que es ms grave en la conduccin de los enfrentamientos nacionales imperialistas y en la

    constitucin de los nuevos estados "independientes" de Amrica Latina. Durante los siglos XIX y

    parte del XX, las "razas latinas" son percibidas negativamente, en un proceso de envejecimiento y

    degeneracin respecto de las "razas anglosajona y germana". Eran stas las superiores por

    excelencia; los otros blancos o estaban mezclados con "amarillos", o con "negros" o con indios o

    haban degenerado. Esta misma perspectiva tena gran parte de los gobernantes de Amrica

    Latina cuando intentaron seleccionar la poblacin migrante a fines del siglo XIX. Recin en la

    actualidad nos estamos aclarando por qu la "ciencia" enfatiz los estudios sobre la raza y no

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 14

    sobre la especie. Biolgicamente la raza no es muy importante. Si clasificamos las razas con el fin

    de comprender nuestra historia, su nmero es reducido, y hay acuerdo unnime en cuanto a lo

    que son. Su nmero oscila entre seis y nueve... Si no hay finalidad especfica para la clasificacin,

    el nmero de razas puede multiplicarse casi indefinidamente...5 Es decir, "dime qu quieres

    clasificar y te clasificar cuntas razas necesitas". Los antroplogos fsicos funcionaron como

    idelogos de las diferencias y de las expansiones nacionales. Ya deca Marx en carta a Engels

    (18-VI-18862): "Es notable como Darwin vuelve a hallar en las bestias y en las plantas su

    sociedad inglesa, con su divisin del trabajo, la competencia, la apertura de nuevos mercados, las

    invenciones y la lucha por la vida de Malthus. Es el "bellum omnium contra ommes" de Hobbes, y

    esto recuerda a Hegel en su Fenomenologa donde la sociedad burguesa figura como "reino

    animal espiritual" mientras en Darwin el reino animal figura como sociedad burguesa.

    Justamente el racismo redescubri como "animal" al hombre a partir del descubrimiento

    evolucionista, pero para establecer que hay animales hombres superiores y animales hombres

    inferiores y que los primeros, al igual de lo que crean ocurra en el "reino natural" podan hacer lo

    que queran con los segundos. As de hecho lo acept Occidente y sus capas dirigentes con sus

    dems capas aliadas discriminaron "cientficamente" al resto de la humanidad.

    De lo dicho hasta ahora es importante subrayar lo siguiente: el racismo emerge como funcin del

    desarrollo del modo de produccin capitalista, para establecer una divisin de la Humanidad que

    justifique el "uso" del hombre por el hombre; an contra las valoraciones "morales explcitas" de

    Occidente. Slo la ciencia, la razn (valor que Occidente proyecta y con el que reemplaza como

    valor central a lo religioso) poda justificar tal accin desde una perspectiva tanto moral como

    intelectual.

    Dicha expansin, dicho racismo van a ser entonces fundamentados por la prctica cientfica, en

    particular por la biologa, la psicologa y la antropologa. El combate ideolgico, poltico,

    econmico y cientfico contra el racismo va a ser en gran medida una permanente lucha contra las

    formulaciones tericas que la propia ciencia ha ido segregando para justificar de alguna manera

    las discriminaciones y explotaciones raciales. Esto puede parecer asombroso o exagerado, ya que

    para todos nosotros, la tarea cientfica representa por definicin el equivalente de la verdad. Pero

    lo cierto es que la "verdad cientfica" tiene, en gran medida la verdad que el Poder Poltico le

    permite o le otorga dentro de su relativa autonoma. Y este Poder no necesita ejercitarse

    dictatorialmente todos los das, sino que est en la produccin cotidiana y normal de nuestra

    sociedad.

    Si revisamos con cierto cuidado los libros de texto primarios, secundarios y universitarios en que

    estudiamos, redescubriramos una cosa "obvia": que nuestra enseanza es histrica y

    parcialmente racista. Muchos mdicos se asombran cuando se les dice que parte de los libros en

    que "estudian medicina" formulan posiciones racistas de fines del siglo XIX; o que algunos de los

    sabios que los han asombrado o por lo menos a travs de los cuales se han incorporado

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 15

    conocimientos bsicos en fisiologa, fisicoqumica, biologa, son "sabios" que hicieron tales

    descubrimientos a travs de experiencias realizadas sobre seres humanos descalificados por ellos

    y por su sociedad como tales. Esto que vamos diciendo debe ser pensado no para negar la

    formacin cientfica y profesional. Todo lo contrario. Debe ser pensada para replantearse qu

    significan las acciones encerradas en las palabras Saber, Hacer Ciencia y no contemplarlas

    estpidamente y dejar que tanto ellas como el Poder hagan de nosotros, en nombre de la ciencia

    lo que quieran.

    Justamente es en funcin de ello que vamos a revisar algunos casos donde lo que estamos

    formulando se evidencia.

    LOS NEGROS Y LOS HOMBRES PRIMITIVOS Durante gran parte del siglo XIX, sobre todo en su ltimo cuarto, se trat "cientficamente" de

    establecer la inferioridad del hombre negro y de otras formas raciales no blancas, respecto de "los

    blancos". Gran parte de dichos trabajos se basaban en medidas craneales, en pesos especficos

    de la masa cerebral y en correlaciones establecidas entre rasgos psicolgicos y fsicos. Estos

    trabajos alcanzaron un enorme desarrollo y prcticamente creyeron demostrar la inferioridad racial

    del negro. Adjunta a estas demostraciones y como parte de ellas se enfatiz el mayor primitivismo,

    bestialidad, degeneracin e infantilismo de esta raza. Trabajos posteriores probaron que dichas

    formulaciones, todas muy medidas y estadigrafiadas, eran incorrectas. Pero tales trabajos no

    alcanzaron, sino en contadas ocasiones, una difusin tal alta como la primera. Ello ocurri, no

    cabe duda, en funcin de su no funcionalidad ideolgica para quienes necesitaban sistemas de

    creencias raciales para justificar su conducta socioeconmica. Una expresin muy notable de lo

    que estamos diciendo lo constituy el "caso Bean". Este es un antroplogo norteamericano que a

    travs de una serie de estudios "lleg a la conclusin de que la zona frontal del cerebro apareca

    menos desarrollada en el negro que en el blanco, y la zona posterior ms desarrollada [Bean]

    crea que esta diferencia guardaba cierto paralelismo con el "hecho conocido" de que el negro es

    inferior en las funciones intelectuales ms altas y superior en las que tienen que ver con el ritmo y

    el sentido de la percepcin. Otra diferencia importante radicaba en la profundidad de las

    circunvoluciones de la corteza, pues la del negro era mucho ms superficial y ms del "tipo

    infantil" que las del blanco". El trabajo lo realiz Bean en la John Hopkins University y el Jefe del

    Departamento de Anatoma resolvi repetir el estudio sobre la misma coleccin de cerebros con

    que haba trabajado Bean; pero tomando la precaucin "...de comparar los cerebros sin saber

    previamente cules eran de negro y cules de blanco. Cuando l y sus colaboradores colocaron

    en un grupo los cerebros que tenan circunvoluciones superficiales, encontraron exactamente la

    misma proporcin de cerebros de negro y de blanco en los dos grupos.

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 16

    Cuando adems midieron el tamao de los lbulos frontales y posteriores en los dos grupos de

    cerebros no encontraron diferencia alguna en su extensin relativa.

    Bean haba proyectado por encima de su capacidad y formacin cientfica sus estereotipos

    raciales, hasta condicionar las caractersticas de su objeto de estudio. Como veremos en los

    ejemplos siguientes esto no fue la excepcionalidad sino una constante en el estudio de esta

    problemtica. Uno de los ejemplos ms claros por su perduracin y deformacin es el referido a

    una de las proposiciones bsicas de la teora de la evolucin. Como es sabido, el desarrollo de la

    teora evolucionista alcanz una de sus formulaciones claras y valederas en la proposicin de que

    las diferencias raciales dependieron en gran medida de un proceso de adaptacin diferencial. El

    problema de la adaptacin debe tomarse muy cuidadosamente y no aplicarlo mecnicamente para

    no caer en los errores que se han generado recurrentemente respecto de determinados objetivos.

    Por ejemplo, tenemos las hiptesis que sostienen que la nariz estrecha de los nrdicos constituye

    una adaptacin al clima fro. Lo que nunca consigui explicar esta hiptesis es por qu los

    mongoloides que an en mayor porcentaje viven en climas fros tienen la nariz ancha. Est muy

    difundida entre los veraneantes, periodistas y mdicos la idea de que el color de la piel constituye

    una adaptacin climtica. Sin embargo, Blum "seala que la melanina no acta en la piel en la

    forma en que los antroplogos pensaban. La parte de la piel que principalmente detiene los rayos

    ultravioletas es ms un grueso stratum corneum y no la melanina."6

    Estos datos no slo nos estn refiriendo equvocos respecto de hechos considerados casi

    consumados, tanto en la imagen popular como en los "divulgadores cientficos", sino que para

    entender dicha persistencia, la misma debe ser percibida en el contexto que permite su

    continuidad. "Cuando yo era estudiante se hacan ingenuas interpretaciones raciales basadas en

    datos mtricos. Cuando aquellas llegaron a ser polticamente inaceptables, la misma gente

    utilizaba aparentes correlaciones constitucionales para llegar a idnticas conclusiones de

    importancia social. Ahora se utilizan errneos conceptos de adaptacin en vez de las

    interpretaciones anteriores y surge un recrudecimiento del prejuicio racial.7

    Estas persistencias, algunas ya forman parte inherente e inconsciente de nuestro equipamiento

    mental normal. Es decir, constituyendo nuestro sentido comn, lo que normalmente consideramos

    "natural". Estas persistencias pueden ser percibidas en forma notablemente significativa por la

    importancia de las personas que las sostienen en algunos antroplogos dedicados al estudio del

    origen del hombre. Uno de los ms destacados especialistas actuales, Ashley Montag, en

    diversos trabajos reitera la vieja "denuncia": la de que la imagen creada en el siglo XIX de un

    hombre primitivo violento y sanguinario reaparece en las posiciones de algunos de los

    investigadores ms importantes.

    Recordemos que la mayora de los autores que escriban sobre el "hombre primitivo" durante el

    siglo pasado, "trazaban el cuadro ms lgubre del estado primitivo de nuestra especie. De

    creerles, la matanza era permanente entre nuestros antepasados y se acometan con el ms ftil

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 17

    pretexto. El canibalismo se practicaba en gran escala. El hombre era al principio un animal

    sanguinario y lbrico, al lado del cual los monos antropomorfos seran la virtud personificada. Esto

    se escriba en pleno combate ideolgico cientfico con los llamados "darwinistas sociales" del siglo

    XIX. Sin embargo, Simpson, Dobzansky, Montagu y otros, vuelven a escribir casi las mismas

    palabras pero no para denunciar a los creadores de la "novela antropolgica" del siglo XIX, sino

    para seguir combatiendo estas falsas apreciaciones an vigentes.

    Como bien dice Montagu, si alguna idea es realidad, es la que concibe al "primitivo" en forma

    radicalmente diferente a lo planteado por los creadores de la "novela antropolgica". El hombre,

    para subsistir, al igual que sus antepasados pitecoides, debi colaborar ms que combatir entre s.

    La experiencia etnogrfica, datos con que contamos sobre los "restos" de los llamados "pueblos

    salvajes" indican que estos viven en cooperacin y no en guerra permanente. Y sin embargo,

    parte de los ms destacados antroplogos fsicos vuelve a insistir sobre la visin prejuiciosa de los

    primitivos.8

    As vemos a Leackey, uno de los pocos antroplogos "totales" que quedan (etngrafo,

    arquologo, antroplogo fsico: todo en uno) que mantiene la conviccin de que las razas

    superiores estirpan a las inferiores. Y esto lo infiere de sus propios hallazgos. Esta misma

    concepcin, pero llevada a instancias casi metafsicas domina la concepcin de Dart, el

    descubridor del Australopitecus, hallazgo que remont la antigedad de las formas humanas a

    casi dos millones de aos de antigedad. Dart hipotetiza que los Australopitecus coman

    mandriles y tambin a otros Australopitecus. Dice: "este dramtico ejemplar (fsil) me incit

    instantneamente a estudiar el modo de vida sanguinario y manifiestamente canibalesco de

    aquellas violentas criaturas (y agrega)... Eran asesinos y comedores de carne". A partir de esto,

    Dart comienza a plantearse una historia de la humanidad caracterizada por la accin sanguinaria y

    canbal del hombre y sus antepasados: "La aborrecible crueldad de la humanidad para el hombre

    es un subproducto inevitable de su gusto por la sangre; esta caracterstica humana diferencial slo

    puede explicarse por el origen carnvoro y canibalesco del hombre. Como dijo R. Hartman: "Es

    bien sabido que tanto los pueblos brbaros como los civilizados son capaces de mostrar los unos

    hacia los otros una atroz y como errneamente se llama inhumana crueldad. Estos actos de

    crueldad, asesinato, rapia, son con frecuencia caractersticas racionales y por desgracia

    verdaderamente humanos ya que nada parecido puede encontrarse en el mundo animal." En

    estas formulaciones, como en tantas otras, los cientficos hacen proyeccin de su propia sociedad

    y cultura. Las supuestas "atrocidades del mundo primitivo" no son tales, y menos para la poca en

    que escribe Hartman. Lo que s es verdad es que la historia de las atrocidades ms terribles

    realizadas por el hombre contra el hombre estaban desarrollndose en ese momento. Que todo

    ese siglo XIX y parte del XX vieron las acciones ms inadmisibles realizadas por los civilizados

    sobre los primitivos. En Amrica Latina, en una de las reas ms difciles y marginadas: la del

    Putumayo, una regin ubicada entre Per y Colombia, los sbditos britnicos poseedores de

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 18

    plantaciones de caucho asesinaron en menos de diez aos a treinta mil indgenas de uno de los

    grupos menos desarrollados tecnolgicamente del mundo: los witotos. En 1909 el ingeniero

    norteamericano Hardemburg denunci esta situacin: los witotos eran obligados a trabajar sin

    ningn tipo de paga en la recoleccin de caucho: no se les daba comida, sus mujeres eran

    violadas y asesinadas: "los indios eran azotados hasta poner al descubierto los huesos cuando no

    aportaban la cuota de caucho que se les haba fijado o intentaban escaparse, se les dejaba morir

    con las heridas infectas de gusanos, y sus cuerpos eran utilizados para alimentar a los perros...

    los indios eran mutilados en cepos, se les despedazaba con machetes, se les crucificaba con la

    cabeza hacia abajo, se les descuartizaba, servan de blanco para divertirse en prcticas de tiro, se

    les empapaba en petrleo y se les quemaba vivos."9 Esta situacin fue confirmada por

    autoridades britnicas que fueron a observar directamente la regin.

    Como luego veremos este exterminio sanguinario realizado por los "civilizados" no fue la

    excepcin sino la constante de la expansin de los "blancos occidentales y cristianos".

    Los antroplogos saben de este tipo de hechos, en el caso de Dart todava mucho ms dado que

    desarroll su actividad profesional en Sudfrica; lo mismo puede decirse para Leackey, quien

    trabaj en Tanganika, Kenya y Rhodesia. Pero estos antroplogos en vez de interpretar

    "simplemente" estos fenmenos, se remontan a las supuestas aberraciones antropofgicas de los

    australopitecus y de los primitivos, tratando de ponderar una especie de "maldad innata" en el

    hombre. No se les ocurre pensar "...que los australopitecus al igual que los hombres en

    situaciones semejantes hayan recurrido al asesinato y al canibalismo cuando el hambre y la

    inanicin los llevaba a hacerlo. Cuando adems incluso los datos del propio Dart y los numerosos

    hallazgos realizados en otras partes de Africa indican que esta forma de conducta, si es que

    alguna vez ocurri, fue de carcter excepcional."

    Es decir, ponderan la excepcionalidad, cuando la "simple" respuesta est a mano del propio

    sistema econmicosocial en el que trabajaban. Los cientficos, sobre todo aquellos dedicados a la

    Antropologa Fsica, si son blancos, democrticos y relativamente coherentes al abordar este tema

    se deben plantear no conscientemente la duda que Faulkner formulara alguna vez: "Entre la pena

    y la nada, prefiero la pena". Es muy difcil que se pueda aceptar por el propio productor de

    conocimiento que el mismo sistema que aparentemente gener y promovi la dinmica econmica

    del aparato cientfico, aqul que le permite estudiar la realidad con la cual opera, sea el causal

    funcional de estas aberraciones y exterminios. La posibilidad ms coherente para estos autores

    es: o admitir las diferencias raciales o volver a postular pretendidas conductas instintivas que nos

    vienen desde nuestro fondo biolgico ancestral: en este caso, el canibalismo y la agresividad

    asesina.

    EL RACISMO EN LAS PRUEBAS DE INTELIGENCIA

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 19

    Una de las tareas donde la "Ciencia" ha hecho ms por establecer falsas hiptesis sobre el

    primitivo, sobre el negro, sobre el no-blanco, contribuyendo a justificar las diferencias y las

    discriminaciones entre distintos tipos raciales y por extensin y consecuencia entre clases, capas

    y sectores sociales de una misma nacin, son las llamadas pruebas (tests) de inteligencia. Estas

    mediran las capacidades e "inteligencias" diferenciales. Dichos estudios se plantearon

    inicialmente a partir de una concepcin que supona como innatas las "facultades intelectuales".

    En consecuencia estas pruebas medan las posibilidades intelectuales de los diferentes grupos

    raciales y sociales .

    Tan adecuados resultaron estos trabajos para medir o llegar a confirmar las "conclusiones

    previas", que ha costado y cuesta eliminar los "prejuicios cientficos" a que los mismos han

    conducido. Las pruebas de inteligencia condujeron a reafirmar y confirmar que las personas,

    supongamos de piel negra, que generalmente estn en condiciones socioeconmicas

    pauprrimas, y que adems desempean las tareas menos calificadas, estn as y realizan tales

    tareas y no otras, justamente porque tienen comparativamente menores coeficientes intelectuales.

    Se supona adems que estos coeficientes estaban determinados biolgicamente. Ha costado

    investigaciones y contrainvestigaciones demostrar que tales caractersticas de "inferioridad" no

    son producto bsico de la raza, sino del medio social, cultural y econmico a que han sido

    confinados estos grupos inferiorizados.

    Diversos investigadores se han dedicado a esta desmitificacin.

    Klineberg fue uno de los primeros en rescatar un hecho ya sealado pero no enfatizado. Nos

    referimos a la demostracin de que no solamente el contenido de las pruebas est condicionando

    el resultado, sino que tambin lo hace la mera relacin establecida entre el que toma las pruebas

    y los sujetos. "El simple hecho de entrar en competicin con otras personas pone en juego en

    determinados grupos valores y actitudes propias de una sociedad determinada. S.D. Portues, en

    su trabajo sobre "La Psicologa de un pueblo primitivo" relata un hecho interesante a partir de la

    toma de pruebas psicolgicas a aborgenes australianos.. Esos tests consistan en una serie de

    laberintos. Cada sujeto deba resolver solo el problema, sin ayuda de sus compaeros. Pero esta

    situacin era totalmente nueva para los indgenas australianos ya que ellos estn acostumbrados

    a resolver en grupo sus problemas: no slo cada problema que aparece en la vida de la tribu es

    discutida y reglada por el Consejo de Ancianos, sino que la discusin se prosigue hasta que hay

    unanimidad sobre el hecho. Frecuentemente los sujetos se sentan embarazados por el hecho de

    que el examinador no quera proveerlos de alguna ayuda para solucionar una dificultad en el curso

    de la resolucin del problema del laberinto. Ese fue particularmente el caso de un grupo de

    indgenas con un psiclogo al que haban hecho "hermano de sangre" de su tribu: ellos no podan

    comprender cmo l rehusaba ayudarlos.

    En este caso hallamos una serie de caractersticas que sealan en forma muy clara algunos de

    los rasgos permanentes que traban, condicionan y deforman ideolgicamente las "pruebas

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 20

    cientficas" que van a comprobar las diferencias sociorraciales. En principio, este tipo de pruebas

    fueron conformadas para sociedades en las cuales el principio social determinante y explcito de

    las relaciones raciales son individuales y competitivas y no colectivas y colaborativas. Se afirman

    las capacidades no como emergentes de la relacin social sino contra ellas, es decir a partir del

    acentuamiento de las diferencias individuales. A partir de este marco se proyectan pruebas sobre

    grupos humanos orientados en forma radicalmente distinta. La contradiccin alcanza el mximo

    cuando justamente la persona que representa el sistema "cientfico y competitivo" es requerida

    para colaborar en la elaboracin de tareas que su sociedad defini como "individuales". A esa

    persona se le pide "ayuda" pero no en los trminos de "caridad", "paternalismo" o "filantropa" que

    nuestra sociedad desigual nos ha acostumbrado a entender, sino en trminos de "normal" y

    "simtrica" relacin social. Y justamente esa persona se rehsa a dar la mnima ayuda. Ocurra

    que para el psiclogo urbano, de clase media, anglosajn y blanco, dichas caractersticas de las

    "pruebas" le parecan normales. Como todava ocurre con muchos maestros o con asistentes

    sociales que estn en relacin con personas venidas de otras provincias o naciones americanas

    (Paraguay, Bolivia), en los cuales encuentran, desde su perspectiva educacional o asistencial, lo

    que la cultura "oficial" les ha dicho de "ellos". Respecto de esto dice Klineberg: "Algunos

    investigadores han sealado el hecho de que la importancia dada por la mayor parte de los tests

    de inteligencia a la velocidad de su cumplimiento, puede indudablemente falsear los resultados en

    los grupos no habituados a trabajar con premura.10 Muchas veces adems se toman estas

    pruebas sin percibir hechos inmediatos de la cotidianeidad de las personas a quienes se les toma.

    Suelen aplicarse tests de habilidades en los cuales se hace utilizar el lpiz a nios que nunca lo

    usaron o que no saben qu es un lpiz. Un trabajo realizado en Jamaica expresa esto de forma

    ejemplar. La prueba se tom en nios y se vio que los "resultados son pobres cuando se trata de

    tests que requieren la repeticin verbal de frases cortas, pudiendo sealarse que el uso que

    hacan del ingls era completamente diferente del empleado en los tests, y frecuentemente

    modificaban gramaticalmente la frase para adaptarla a sus experiencias anteriores. Tambin eran

    marcadamente inferiores en el uso de la cuchara para comer y en todos aquellos actos que

    implicaban la comprensin de los nmeros y el uso de juguetes, todas estas incapacidades

    correspondan a deficiencias de su medio social. En cambio, eran muy precoces para trepar, para

    recorrer y muy superiores en todos aquellos actos que involucraban cierto grado de

    independencia, por ejemplo, llevar mensajes y otras tareas prcticas11. Lo que emerge aqu son

    crticas casi ingenuas. Ya que casi mecnicamente tendemos a pensar que es imposible aplicar

    las mismas pruebas a personas con un equipamiento social y cultural diferente, cmo no van a

    dar distintos resultados y cmo no van a dar potencialidades distintas? Ya sabemos que las

    capacidades no se dan en abstracto; se potencian o se anulan a partir de la funcin de

    determinados contextos sociales que las condicionan. Y este condicionamiento en la mayora de

    los casos no es unilateral ni es aislado, sino todo lo contrario, es un condicionamiento generado a

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 21

    partir de una relacin entre diferentes sectores sociales o culturales que implican de hecho una

    relacin de oposicin, sumisin y subordinacin. Y es por desgracia esta relacin la que aparece

    entre quienes toman los tests y los "testeados"; de otra manera resulta ininteligible cmo perdieron

    y pueden perder "el sentido comn" de comparar lo incomparable.

    En el caso que estamos analizando, el investigador ha sealado correctamente que entre los

    nios jamaiquinos, si bien no aparecen determinadas capacidades, s aparecen otras. Seala

    adems que dichas caractersticas no son innatas sino producto del condicionamiento social y

    cultural. Esta manera de interpretar los resultados ha sido tambin "malinterpretada" muchas

    veces en sus consecuencias. Ha servido para demostrar que los "inferiores", los primitivos, los

    negros, los "pobres" son ms capaces en tareas de tipo "fsico", que en tareas "intelectuales".

    Existe una corriente, la psiquiatra de la pobreza, que pretende solucionar teraputicamente los

    problemas neurticos y/o psicticos de las clases ms bajas, de los "pobres" (que recordemos son

    en los Estados Unidos los portorriqueos, los migrantes mexicanos, los negros o los que entre

    nosotros seran los "villeros").

    Dichas tcnicas apuntan a centrar el tratamiento en el "rea cuerpo", es decir en el predominio de

    las actividades fsicas. Y si bien parte del dato inicial de que la situacin de enfermedad es

    producto de factores sociales y culturales, va perdiendo este inicial punto de vista a favor de otro

    que interpreta estas caractersticas como fatales, por no decir "innatas".

    En este, como en otros campos, la tcnica se autonomiza y lo que era un medio para curar la

    enfermedad se convierte en un objetivo. Se concluye entonces, que la nica manera de tratar a

    los "pobres" es mediante un tratamiento centrado en las actividades fsicas. Esto supone olvidar

    que los sectores populares poseen tambin una capacidad de comunicacin y actividad verbal o

    simblica que el terapeuta descarta por dificultades de comprensin, dificultades que no aparecen

    en el tratamiento de un enfermo de clase media o alta.

    Es que estas tareas pretendidamente profesionales y cientficas guardan una estrecha e

    inconsciente relacin del sistema del que son parte. Y en esa funcionalidad van perdiendo hasta el

    menor sentido crtico autnomo. Van perdiendo de vista el punto inicial del que partieron: que las

    condiciones econmicas y sociales son las condicionantes, y no las consecuencias. Esto va

    pasando a ser una especie de slogan que se dice, pero que no se usa. Recordemos al respecto el

    siguiente caso: en sectores rurales "pobres" de los EEUU se aplic el Test de Binet. A los nios se

    les preguntaba: Si vas al almacn y compras 5 centavos de caramelos y el sacerdote te ha dado

    10 centavos qu cambio tendrs que recibir? El nio replic: yo jams tengo 10 centavos y si los

    tuviera no los gastara en caramelos12. Ante esto los "investigadores" corren peligro de seguir

    insistiendo en que los nios, determinados nios, de determinadas clases, no saben hacer

    operaciones aritmticas. Y esto en vez de analizar el contenido que emerge de la propia situacin

    de esos nios. Tal vez la cosa est en que sacar deducciones o inferencias sobre los datos

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 22

    estadsticos es ms o menos fcil, se requiere cierto equipamiento tcnico y adems,

    generalmente este manipuleo est de acuerdo con el ordenamiento social establecido.

    Focalizar el "contenido" de la pobreza, de las clases sociales que condicionan estas respuestas

    corre el peligro de sealar un estado de cosas que no se resuelve estadsticamente, ni con

    generalizaciones falaces tales como las que estamos sealando.

    Al sostener esto no creemos exagerar, sino intentar establecer una realidad. La cual nos

    demuestra que a pesar de las permanentes investigaciones que descalifican las interpretaciones

    racistas y clasistas que emergen de este tipo de pruebas, las mismas son utlizadas para seguir

    estableciendo acciones discriminativas. Al respecto, son casi definitivas las palabras de

    Washburn: "Quizs no aparezca exagerado hacer la sugestin, pero el hecho es que examinando

    la bibliografa vemos que cuando dos grupos de blancos difieren en su CI (cociente intelectual) la

    explicacin de tal diferencia se atribuye inmediatamente a la educacin, al ambiente, a la posicin

    econmica de los padres; pero cuando los negros y los blancos difieren precisamente de la misma

    manera, la diferencia se califica de gentica. Me permito dar solamente un ejemplo de ello. Hace

    unos aos Klineberg mostr que en los EEUU el promedio de los resultados de los tests en

    muchos negros del norte era ms alto que la de ciertos grupos blancos del sur. Cuando se

    publicaron los resultados, surgi inmediatamente la explicacin de que haba habido una

    migracin diferencial y que los negros ms inteligentes se haban desplazado hacia el norte. Pero

    el promedio de los resultados de las pruebas en los blancos del norte es ms elevado que el de

    los blancos del sur tenemos entonces que admitir tambin que los blancos inteligentes haban

    migrado al norte?"

    Frente a lo que estamos escribiendo alguien podr argir que no obstante la ciencia aprende de

    sus errores. Y esto es real e innegable. No obstante la pregunta a hacernos es por qu

    permanente y recurrentemente los errores van todos para el mismo lado?

    Porque lo indudable es que el racismo es an fuerte en la prctica cientfica occidental, que una

    de las tareas de la propia ciencia es desmitificar permanentemente lo que ella misma propone.

    Una demostracin de esta recurrencia discriminadora aparece en las proposiciones de algunos

    antroplogos como variante y consecuencia de lo analizado ms arriba. As E. Fisher, uno de los

    principales especialistas en raciologa, entre 1920 y 1950 sostiene que si bien la inteligencia

    media es posiblemente la misma en todas las razas, slo la raza blanca y tal vez la monglica

    tienen la capacidad de producir permanentemente y en gran nmero individuos que son lderes,

    conductores, y de los cuales depende el progreso. Fisher, como resultado de sus observaciones

    en Sudfrica (donde actuaba profesionalmente como antroplogo) opina: "... que los negros

    pueden ser excelentes mecnicos y empleados, aprender aritmtica y lenguas extranjeras y no

    estn en desventaja para competir con el campesino o trabajador caucsico, pero la raza blanca...

    los europeos, son los nicos capaces de producir un nmero suficiente de hombres superiores

    que pueden abrir el camino en la ciencia, en los

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 23

    negocios y en la poltica".

    En pocas recientes, gran parte de la antropologa alemana y sudafricana sostuvo posiciones

    parecidas. Mhulmann y Schvidetzky son dos de los autores que con ms consecuencia han

    intentado demostrarlo a travs de sus anlisis comparativos de los "pueblos naturales" respecto

    de los europeos. Schvidetzky ha intentado recuperar en forma ms sofisticada algunos de los

    planteos bsicos del darwinismo social. Segn ella, la existencia de las capas sociales estn en

    relacin con diferentes formas raciales:" esto se pone de manifiesto en los contactos entre los

    eurpidos y los ngridos. Los eurpidos presentan caracteres ms progresivos que los ngridos...

    en donde quiera que se encontraron los eurpidos y los ngridos, fueron siempre los primeros los

    que se colocaron encima. Y agrega: " la Etnologa ha demostrado que las diferencias que existen

    dentro de los diferentes grupos, y en las hordas cazadoras recolectoras comienza con una

    separacin entre dirigentes y dirigidos. Lo que en forma sencilla y claramente perceptible

    muestran las agrupaciones animales y los grupos humanos primitivos es tambin vlido para las

    grandes comunidades humanas, caracterizadas por una organizacin superior: la agrupacin de

    los hombres segn un ordenamiento social humano basado en la jerarqua o en el rango, y es

    ascenso de algunos miembros sobresalientes para el ejercicio del mando. Salvo intentos utpicos

    y ocasionales no existe ninguna comunidad de hombres que sea socialmente homognea y es

    principio natural de la sociedad humana que se estructure un grupo de funciones sociales

    diferentes y de diferente podero. En forma de capas, posiciones o clases sociales se constituyen

    desde que se inicia la completa comunidad de vida de un pueblo".

    Esta vuelta de tuerca, este planteo que reconduce permanentemente a establecer diferencias

    sociales, econmicas y culturales en trminos de raza, ya sea en forma explcita o no manifiesta,

    es el que innegablemente aparece como la "idea-fuerza" del proceso, usando una palabra que les

    agrada pronunciar a los antroplogos de discriminacin. Hasta tanto no desaparezca esa "idea-

    fuerza", que no es nada ms ni nada menos que un determinado modo de explotacin, la misma

    seguir operando.

    CONCLUSION Hemos revisado el papel de la "Ciencia" en la formalizacin y mantenimiento del racismo. Hemos

    analizado el rol de esta ideologa como funcional al modo de produccin capitalista. Hemos

    sostenido que dichos roles se mantendran, es decir, el uso instrumental del conocimiento y la

    ideologa racista hasta la eliminacin de dicho modo de produccin.

    Esta aseveracin puede parecer aventurada y ms an , puede cuestionarse si an hoy es

    legtimo sostener la presencia de dichos roles. Justamente si sostenemos lo aseverado es a partir

    del anlisis de la situacin actual del conocimiento (recordemos que la mayora de los casos

    analizados corresponden a la actualidad), as como la persistencia de los planteos racistas en

    algunas de las corrientes neoevolucionistas.

  • Racismo, colonialismo y violencia cientfica Eduardo Menndez 24

    El racismo actual se ha convertido en cierta medida en un "racismo cultural", para justificar las

    mismas o parecidas acciones del "viejo racismo".

    Estas categoras las podemos hallar contemporneamente en impensables planteamientos. Un

    ejemplo casi cmico para Amrica Latina, cmico si no fuera trgico, lo constituye la llamada

    Teora de la Modernizacin y su equivalente poltico, la Alianza para el Progreso. Segn parte de

    estos autores, los pases dependientes no progresaran por poseer determinado tipo de

    "personalidad", determinadas orientaciones de valores, determinadas costumbres que son

    percibidas por estos autores no slo como trabas al cambio, sino como casi de hecho inamovibles.

    Aqu aparecen reunidos los elementos analizados: la persistencia terica y el uso justificador del

    conocimiento. Pero esta situacin se ha ido resolviendo a travs de consecuencias dialcticas

    hacia adentro y hacia fuera. La instrumentalidad, la aparente irracionalidad, han generado en las

    sociedades del Tercer Mundo la dependencia y el enfrentamiento violento con la misma.

    Dentro de los pases metropolitanos, la instalacin de la violencia sistemtica en todas sus

    dimensiones.

    NOTAS

    1 SIMPSON, G.G.: El sentido de la evolucin, Eudeba, Bs.As., 1961. 2 PRENANT, M: Raza y Racismo, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1939 3 FOLLIET, J.: Adviento de Prometeo, Buenos Aires, 1954 4 KAI, P: Auschwitz: Proceso al capitalismo alemn, Rev.Capricornio Nro.1, Bs.As., 1965. 5 FIRTH, R: Tipos Humanos, bs.As., EUDEBA, 1957. 6 WASHBURN, S.L.: Estudio sobre la raza, Revista Indice, Ao II, Bs.As., 1968. 7 KLINEBERG, O.: Psicologa Social, ED. FCE, Mxico, 1963. 8 MONTAGU, Ashley: La revolucin del hombre, Paids, Bs.As. 1967. 9 DART Y CRAIG: Aventuras del eslabn perdido, FCE, 1962. 10 MURDOCK, G.P.: Nuestros contemporneos primitivos, FCE.,Mxico, 1945. 11 KLIENEBERG, O: Race et psicologie, En: UNESCO, Le racisme devant la science, 1960. 12 KLIENEBERG, O.: En Jennings y otros: Aspectos cientficos del problema racial, Losada, Bs.As., 1953.