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  1 Institucionalizaci  n de la educaci  n musical en Bogot  entre 1846 y 191 : una reflexi  n hist  rica Luis Gabriel Mesa Martínez  Resumen El triunfo de emancipación contra el Imperio español fortaleció en Colombia un discurso nacionalista que, más allá de la transformación política, desencadenaría nuevas  posturas con relación al fomento de las artes. El surgimiento de instituciones como la Sociedad Filarmónica de Bogotá y la Academia Nacional de Música revela en este contexto la necesidad de proyectar profesionalmente el gremio de los músicos, dejando en el país dos antecedentes decimonónicos que determinarían significativamente el futuro de nuestra educación musical. Inicialmente, el presente artículo vincula el marco histórico de los primeros conservatorios de Europa con los de América Latina, para  pasar a comprender el desarrollo que dichas instituciones enfrentaron en Bogotá entre 1846 y 1910. Se enfatiza particularmente el valor de documentos archivísticos de la Academia Nacional de Música conservados actualmente en el Archivo General de la  Nación.  Palabras clave Conservatorio, educación musical, Sociedad Filarmónica, Academia Nacional de Música, Ministerio de Instrucción Pública, musicología.

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    Institucionalizacin de la educacin musical en Bogot entre 1846 y 1910: una reflexin histrica

    Luis Gabriel Mesa Martnez Resumen El triunfo de emancipacin contra el Imperio espaol fortaleci en Colombia un discurso nacionalista que, ms all de la transformacin poltica, desencadenara nuevas posturas con relacin al fomento de las artes. El surgimiento de instituciones como la Sociedad Filarmnica de Bogot y la Academia Nacional de Msica revela en este contexto la necesidad de proyectar profesionalmente el gremio de los msicos, dejando en el pas dos antecedentes decimonnicos que determinaran significativamente el futuro de nuestra educacin musical. Inicialmente, el presente artculo vincula el marco histrico de los primeros conservatorios de Europa con los de Amrica Latina, para pasar a comprender el desarrollo que dichas instituciones enfrentaron en Bogot entre 1846 y 1910. Se enfatiza particularmente el valor de documentos archivsticos de la Academia Nacional de Msica conservados actualmente en el Archivo General de la Nacin. Palabras clave Conservatorio, educacin musical, Sociedad Filarmnica, Academia Nacional de Msica, Ministerio de Instruccin Pblica, musicologa.

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    Institucionalizacin de la educacin musical en Bogot entre 1846 y 1910: una reflexin histrica Los primeros conservatorios de Europa y Amrica Latina Para la historia de Europa y Amrica, el siglo xix representa sin lugar a dudas uno de los marcos cronolgicos ms determinantes en materia de educacin musical. Adems de haber contado con la fundacin de mltiples conservatorios u otro tipo de instituciones consagradas a la formacin profesional de los msicos, las consecuencias de fenmenos socio-histricos como los levantamientos en pases europeos desde el mpetu de la Revolucin Francesa o la creciente lucha por emancipacin en las nacientes naciones americanas condicionaron inevitablemente el panorama ideolgico y cultural de la centuria. Para el caso especfico de Colombia, los vestigios de una Ilustracin Criolla enraizada en distintos procesos de transformacin del siglo anterior prometan un porvenir intelectual que desafiaba las limitaciones del rgimen colonial. La llegada al entonces Nuevo Reino de Granada de fuentes como la Encyclopdie francesa por parte del agustino Diego Francisco Padilla (c.1754-1829), se sumaba a la creciente concienciacin de los recursos naturales promulgada por Jos Celestino Mutis en su Expedicin Botnica (1783) y a la traduccin y publicacin clandestina de los Derechos del Hombre y del Ciudadano por parte de Antonio Nario (1793). Por otra parte, la Corona espaola, que hasta entonces haba conservado su dominio sobre la mayor parte de Amrica, tena que enfrentar ahora las consecuencias que la misma Ilustracin estaba generando a nivel revolucionario y, por lo tanto, poltico. Los reinados de Carlos IV (1788-1808) y de su hijo Felipe VII (1808-1833), vieron sus gobiernos respectivamente afectados por la Revolucin Francesa y por los primeros triunfos de emancipacin por parte de las nuevas repblicas de Amrica Latina. Ya desde 1776, la unin de trece colonias norteamericanas contra el Imperio Britnico haba dado origen a los Estados Unidos de Amrica, demostrando que la lucha por la Independencia y los ideales de revolucin eran efectivamente factibles en el Nuevo Continente. No es extrao, por tanto, que los virreinatos pertenecientes a Espaa comenzaran poco despus a construir sus propias historias de revolucin, comenzando con el establecimiento de las primeras Juntas independentistas como las de Mxico y Montevideo (1808) o, en el caso de la Nueva Granada, las de Cartagena de Indias y Santaf (1810). Comenzaba desde entonces una realidad en la que el patriotismo poltico desencadenara naturalmente una preocupacin por identificar, valorar y conservar el patrimonio cultural de cada territorio en cuestin. Cabe resaltar, sin embargo, que dicha tentativa no slo surga de los ideales de emancipacin propios de los pueblos americanos, sino que constitua adems un objetivo claro en el creciente nacionalismo de pases europeos que durante el siglo xix veran el establecimiento de no pocas instituciones dedicadas a la formacin y fomento de las artes.

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    No es extrao, por tanto, que el as llamado Romanticismo comenzara a cultivar en el discurso de pases germnicos un pronunciado gusto por su lengua alemana en la poesa, los lieder y los singspiele del momento, as como se fortaleca en distintos rincones de Europa una creciente valoracin por lo propio. Los casos de Mikhail Glinka (1804-1857) y Los Cinco en Rusia, Edvard Grieg (1843-1907) en Noruega, Felipe Pedrell (1841-1922) e Isaac Albniz (1860-1909) en Espaa o Bedich Smetana (1824-1884) y Antonn Dvok (1841-1904) en Bohemia, sobresalen entre otros por haber impulsado un inters musical nacionalista que inmediatamente alude a ese propsito. El contexto decimonnico constituye as un marco propicio para la fundacin de un elevado nmero de conservatorios de msica tanto en Europa como en Amrica. El mismo trmino conservatorio, de hecho, parecera sugerir que uno de sus objetivos consistira en conservar lenguajes musicales regionales o nacionales, pero es importante recalcar que dicha nocin no va necesariamente ligada a la historia y realidad de estas instituciones, pues la persistente bsqueda de la internacionalizacin en la vida musical y la pronta necesidad de estandarizar metodologas pedaggicas obligara una vez ms a sobrepasar las fronteras. Es por ende crucial analizar la historia de los conservatorios europeos, pues muchos de sus modelos fueron y siguen siendo un marco de referencia fundamental para el establecimiento de escuelas de msica en el continente americano. Bajo el rgimen colonial, la educacin musical deba su herencia a la Iglesia tanto en catedrales como en claustros universitarios, pero las consecuencias de la Ilustracin y el surgimiento de las nuevas naciones independientes generaran inevitablemente la creacin de centros de formacin secular. Incluso antes de abordar la secularizacin, no obstante, no se puede desconocer que ciudades italianas como Venecia y Npoles sobresalan ya desde el siglo xvi por el predominio de la formacin musical en distintas organizaciones de caridad. Los conservatorios ms tempranos, de hecho, pertenecan en estas ciudades a orfanatos en los cuales las compaas de pera podan encontrar cantantes prometedores, lo que motivaba a estas instituciones a vincular profesores de alto reconocimiento como suceda en Venecia con los compositores de la cappella de San Marco. En Npoles, por otra parte, la actividad musical de los estudiantes del Conservatorio dei Poveri di Ges Cristo registra desde el siglo xvii la participacin en eventos para obtener limosnas y su ocasional contratacin en celebraciones festivas con posibilidades lucrativas, revelando de esta manera una manifestacin temprana de la concepcin de la msica como un oficio con una proyeccin sostenible (Arnold, 2011). En qu momento, sin embargo, comenzaron los conservatorios a desvincularse de su funcin caritativa para convertirse en la categora de instituciones seculares que hoy reconocemos? Arnold (2011) argumenta que las necesidades econmicas para suplir los costos relacionados con el cuidado y salud de los hurfanos obligaron a los institutos a incorporar estudiantes interesados en tomar sus clases de msica pagando una pensin. Si a esto se suma la creciente reputacin de los conservatorios por la calidad de sus profesores, es evidente que incluso familias de la nobleza optaran por inscribir a sus hijos en las escuelas.

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    Inevitablemente, los ltimos aos del siglo xviii vieron el decaimiento de los antes clebres conservatorios de Venecia y Npoles; en algunos casos por una mala administracin financiera, en otros por la oposicin entre estudiantes hurfanos y aqullos procedentes de familias adineradas. Aun as, el modelo de los conservatorios italianos ejerci una influencia importante en el resto de Europa, pues el haber contado en sus claustros con grandes compositores como Antonio Vivaldi (1678-1741), Baldassare Galuppi (1706-1785) y Pietro Antonio Locatelli (1695-1764), entre otros, despertara un inters en territorios que pronto veran el esplendor de sus propias instituciones. Francia, por ejemplo, sobresale como el pas que cuenta histricamente con el primer conservatorio organizado para la formacin profesional del msico sin propsitos caritativos, y bajo parmetros estrictamente seculares. Desde 1783, Pars haba visto la fundacin de su cole Royale de Chant et de Dclamation destinada a la formacin para la pera, y en 1792 se estableci Lcole de Musique Municipale para los instrumentistas de la Guardia Nacional (Gutirrez, 2007: 67). Oficialmente, las dos pasaran a formar parte del Conservatoire de Musique en 1795. La educacin francesa representa, de hecho, uno de los referentes ms importantes en la influencia de modelos europeos sobre las escuelas americanas de msica, aunque no se trata exclusivamente del Conservatoire sino tambin de la posteriormente fundada Schola Cantorum de Pars (1894), en cuyas aulas se formaron importantes figuras para nuestro inters como fue el caso de los colombianos Guillermo Uribe Holgun (1880-1971) y Antonio Mara Valencia (1902-1952), respectivos fundadores de los conservatorios de Bogot y de Santiago de Cali en Colombia. William Weber (2011) subraya que a lo largo del siglo xix era comn que los estudiantes de los conservatorios siguieran tomando clases particulares fuera de l. No obstante, Pars parece haber marcado una enorme diferencia al respecto, pues su conservatorio se preocup desde un principio por la creacin de mtodos uniformes de pedagoga musical y por estandarizar su plan de estudios y de exmenes mediante descripciones detalladas que garantizaran la calidad integral de su programa. Sobresale adems el hecho de que el Conservatorio de Pars incorporara en su currculo la ctedra de historia de la msica, algo muy poco comn en la mayora de escuelas europeas y americanas de entonces:

    Most 19th-century conservatories provided tuition in harmony, counterpoint, sight-reading and ear-training, but until the end of the century little in composition and almost none in the history of music. (Weber, 2011)

    Es interesante notar que cada institucin asuma con mayor nfasis algn tipo de enfoque dependiendo de sus necesidades y proyecciones en un contexto preciso. Mientras Pars se centraba en la formacin de instrumentistas en el rea interpretativa y de cantantes para cultivar el gnero de la pera, conservatorios como el de Praga (1811) pretendan en lugar de un elevado virtuosismo solstico la formacin de intrpretes de ensamble, siempre con la intencin de conservar una orquesta de excelente calidad. A pesar de la secularizacin dominante en la mayora de los conservatorios, muchos de los msicos interesados en la ejecucin de grandes oratorios religiosos encontraron en Viena una institucin ideal gracias a la iniciativa de la Gesellschaft der Musikfreunde (1812), as como a finales de siglo los parisinos veran el establecimiento de la antes

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    referenciada Schola Cantorum (1894), con un currculo fuertemente orientado hacia la antigua msica sacra. Muchas figuras importantes de Amrica Latina tuvieron el privilegio de formarse en conservatorios europeos y buscaron los medios para difundir el legado de estas escuelas en sus pases de origen. La generacin de latinoamericanos que vivi entre la segunda mitad del siglo XIX y las primeras dcadas del XX incluye un nmero considerable de compositores formados principalmente en Pars bajo la tutela de eminentes profesores de composicin como Vincent dIndy (1851-1931), Csar Franck (1822-1890), Paul Dukas (1865-1935) y Nadia Boulanger (1887-1979). Sobresalen en esta categora los nombres de mexicanos como Manuel Mara Ponce (1882-1948) y Jos Roln (1883-1945), cubanos como Ignacio Cervantes (1847-1905), argentinos como Alberto Williams (1862-1952) y colombianos como el antes mencionado Guillermo Uribe Holgun (1880-1971). Por otra parte, es de suma importancia destacar el valor histrico del Conservatorio de Leipzig fundado por Flix Mendelssohn Bartholdy en 1843, no slo por su reconocimiento como la primera institucin de esta denominacin erigida en Alemania, sino por haber sido el claustro donde entre 1883 y 1885 se formara uno de los colombianos ms influyentes en la historia de la educacin musical del pas. Se trataba del pianista Honorio Alarcn (1859-1920), oriundo de Santa Marta, quien adems de su formacin en Alemania haba tenido previamente la oportunidad de estudiar en el Conservatorio de Pars, y tras su regreso a Colombia se destac por su labor como profesor de fuga y contrapunto en la Academia Nacional de Msica y posteriormente como director de la misma en distintos perodos entre 1905 y 1909. Siendo el principal responsable de la inclusin del modelo de Leipzig en la educacin musical bogotana y un fuerte partidario de la apertura hacia distintos modelos adaptables a las necesidades de Colombia, Alarcn sobresale por asumir una postura que contrasta con la de figuras como Guillermo Uribe Holgun, fundador del Conservatorio Nacional de Colombia (1910), recordado por insistir en la adopcin casi exclusiva del modelo pedaggico francs. Aunque no pretendemos enlistar el gran nmero de conservatorios fundados en Europa durante el siglo xix, se debe sealar que pases como Inglaterra, Rusia y Espaa tambin fueron testigos del fortalecimiento de su educacin musical paralelamente con Italia, Francia y Alemania. La Royal Academy of Music (1822) y el Royal College of Music (1882) se destacan entre otras escuelas influyentes de Londres, as como sobresalen en Rusia los conservatorios de San Petersburgo (1862) y Mosc (1866). El Real Conservatorio Superior de Msica de Madrid fundado en 1830, por su parte, servira como modelo para la instauracin de programas latinoamericanos como fue el caso de la Gran Sociedad Filarmnica de Mxico, que se convertira en 1866 en el Conservatorio de Msica de la Sociedad Filarmnica Mexicana. Para el caso especfico de los conservatorios de Amrica Latina, la educacin musical de Mxico encabeza la lista de instituciones pioneras en el marco decimonnico de nuestra historia. A menos de cuatro aos desde su Independencia definitiva, Mxico ya haba visto la fundacin de su Academia Filarmnica Mexicana (1825) gracias a la iniciativa del reconocido compositor Jos Mariano Elzaga (1786-1842), institucin que

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    de acuerdo con las reseas de Betty Zanolli (2006, p. 22) podra ser considerada como una primera tentativa de establecer un conservatorio en Amrica. Adems del ejemplo mexicano, el siglo xix fue testigo del creciente inters por la educacin musical en distintos rincones de Amrica donde se establecieron grandes instituciones, algunas de las cuales han mantenido su vigencia hasta nuestros das. Durante este perodo el continente americano cont con la inauguracin del Conservatorio de Msica de Ro de Janeiro (1841), la Academia de Bellas Artes de Venezuela (1849), el Conservatorio Nacional de Msica de Chile (1850) y los conservatorios de Guatemala (1873), Ecuador (1870) y Buenos Aires (1893). Hacia mediados de siglo, Colombia apenas comenzaba a acostumbrarse a la agenda de conciertos de su primera orquesta filarmnica y no vera su primer conservatorio en Bogot sino hasta 1910 bajo la direccin de Guillermo Uribe Holgun. Aun as, el siglo xix representa para Colombia el perodo fundamental en el que fueron cimentados importantes proyectos para la profesionalizacin de nuestros msicos, tales como la Sociedad Filarmnica de Bogot y la Academia Nacional de Msica. Nos ocuparemos a continuacin de la historia, desarrollo y funcionamiento de estas dos escuelas con el fin de reconocer las iniciativas previas al conservatorio que sentaron las bases de nuestra educacin musical. La Sociedad Filarmnica de Bogot (1846-1857) Primeras tentativas de institucionalizar la msica profesional en Colombia: Aun sin contar con un conservatorio, el siglo xix presenci en Bogot un creciente reconocimiento hacia el oficio profesional y laboral del msico, motivando a la sociedad bogotana y a artistas de procedencias tanto nacionales como extranjeras a buscar en la capital colombiana los recursos necesarios para institucionalizar oficialmente este tipo de formacin. La primaca de la Iglesia y de sus influyentes maestros de capilla sufri una difcil transicin entre la prosperidad de la que haba gozado durante la Colonia y el advenimiento de una poca de sombras, caracterizada por un declive en la calidad musical de sus organistas y cantantes, y por situaciones polmicas como el despido del msico Juan Antonio de Velasco en 1816 debido al incumplimiento de sus obligaciones con la catedral de Bogot. Tal era la situacin, que el templo tuvo que enfrentar un perodo de abandono en el que pocos manifestaban su inters por asumir posiciones laborales como msicos de la catedral, incluso bajo propuestas de incremento salarial:

    La mayora de stas estaban vacantes el 18 de julio de 1806 porque no se podan encontrar cantantes que quisieran aceptar las rdenes sacerdotales, aunque los salarios haban sido elevados de 150 a 200 patacones1. (Stevenson, 1962, p. 169)

    Fuera de la Iglesia, la prctica musical desempeaba tambin funciones importantes en contextos pblicos como las celebraciones militares y en crculos ntimos como se puede apreciar en el repertorio domstico del hogar. En el primer caso, las retretas contaban con la intervencin de bandas musicales cuyas marchas, contradanzas y bambucos representaban con solemnidad el creciente sentimiento de identidad nacional que se fortaleca en Colombia desde su primer grito de Independencia el 20 de Julio de 1810. En el segundo, predominaban las obras sencillas para piano, guitarra y canto, as

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    como las danzas de saln en las que se reconocan tanto prcticas europeas como aires mestizos de estirpe colombiana. No existi durante las primeras dcadas del siglo xix una institucin oficial que lograra reunir stas y otras prcticas en un programa destinado a la formacin del msico, hasta que en 1846 naci por primera vez en Colombia una asociacin con amplia proyeccin artstica y con el claro objetivo de reforzar el nivel profesional de los msicos residentes en la capital: la Sociedad Filarmnica de Bogot. No quiere decir que antes de este suceso no hubiesen existido pequeas academias de msica o maestros dedicados a ensear su oficio particularmente, pues existen registros principalmente referenciados en el semanario El Da en los que se hace mencin de las clases impartidas por figuras como Juan Antonio de Velasco, Juan Henrique Cross, Gustavo Noil, Joaqun Guarn, Francisco Londoo e Ignacio Figueroa, entre otros (Bermdez, 2000, p. 130), adems de instituciones como la Escuela de Msica y Dibujo dirigida por Eugenio Salas en el Colegio Mayor de Nuestra Seora del Rosario. Pero aun as, la magnitud y proyeccin de la nueva Sociedad Filarmnica y su impacto en el anhelado proceso de profesionalizacin del oficio en cuestin no tenan precedentes. Todo el material histrico analizado hasta este punto nos conduce ahora hacia el primer intento contundente de impulsar la prctica musical hacia un nivel superior que no se limitara al repertorio sacro promovido durante ya tres siglos por parte de la Iglesia. De hecho, la msica sacra no cont con mayor protagonismo en los programas de concierto de la sociedad (Duque, 2000, p. 129). Adems, fue justamente tras el nacimiento de esta institucin y durante la segunda mitad del siglo xix que encontramos no slo un auge en la actividad musical de Bogot, sino tambin las primeras publicaciones de carcter histrico-musical por parte de figuras como Juan Crisstomo Osorio (1836-1887) y Jos Caicedo y Rojas (1816-1898). Se a atribuye a Henry Price (1819-1863), msico y pintor londinense, la iniciativa de promover la Sociedad Filarmnica de Bogot. Habiendo llegado a Colombia en 1841 como asistente de contabilidad de una casa comercial, Price se involucr en su tiempo libre con la vida cultural de la ciudad, destacndose por su inters por fomentar tanto la msica como la pintura y llegando a ejercer como maestro de ambas artes en el prestigioso Colegio del Espritu Santo, y posteriormente como dibujante de la Comisin Corogrfica bajo la direccin del clebre cartgrafo Agustn Codazzi. Dos aos despus de la fundacin de la sociedad aparecera una nueva institucin que, a diferencia de la primera, s dio nfasis al repertorio religioso que por casi medio siglo haba sufrido un perodo de estancamiento. Se trataba de la Sociedad Lrica, fundada en 1848 por el tambin miembro de la filarmnica Joaqun Guarn (1825-1854). A pesar de su muerte prematura, Guarn dej un legado importante de composiciones sacras y msica domstica. Sus canciones acompaadas por piano constituyen un buen ejemplo de la importancia que tena en Colombia la prctica de un repertorio que, lejos de la monumentalidad sinfnica, se prestaba para su cmoda ejecucin en contextos ntimos de familia, tal como suceda en el Romanticismo europeo con gneros como el lied alemn y la mlodie francesa. Desafortunadamente, la muerte de Guarn coincidi en 1854 con la de Francisco Londoo, otro importante promotor de la educacin musical de Bogot, dejando en los

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    ltimos aos de la dcada una fuerte desmotivacin que tristemente desencadenara la disolucin definitiva de la sociedad en 1857. Los esfuerzos de compositores como Manuel Mara Prraga (1826-1895), quien figuraba desde 1856 como director de la sociedad, parecieron no ser suficientes para conservar la solidez con la que haba comenzado la actividad cultural de la institucin once aos atrs. La Academia Nacional de Msica de Colombia (1882-1910) Exgesis de su correspondencia con el Ministerio de Instruccin Pblica y del Anuario de 1894: 25 aos despus de la disolucin de la Sociedad Filarmnica, Bogot vio por primera vez en su historia la fundacin de un centro educativo consagrado exclusivamente a la educacin superior de los msicos, y por lo tanto el primero con la autoridad oficial para conferir diplomas profesionales a los mismos: la Academia Nacional de Msica. Desde 1878, el entonces Ministerio de Instruccin Pblica 2 haba encargado al compositor italiano Oreste Sindici (1837-1904) la preparacin de programas de educacin musical para las distintas escuelas de Bogot. Sindici contaba ya para aquel entonces con veinte aos de experiencia en el campo desde su nombramiento como maestro de msica y canto en el Colegio Mayor de San Bartolom, y diez aos desde su vinculacin al Seminario Conciliar de la Arquidicesis en 1868 como director de canto llano (Barriga, 2010, p. 218). Aunque todo colombiano reconoce el nombre de Oreste Sindici en su calidad de compositor del Himno Nacional, su labor como msico, gestor y educador tuvo un alcance mucho mayor en el porvenir cultural de la ciudad, representando adems un modelo a seguir por parte de otras ciudades colombianas cuyos primeros indicios de institucionalizacin artstica tardaran un poco ms en comenzar. En 1879 el Director de Instruccin Pblica, Dmaso Zapata, nombr a Sindici maestro oficial de msica de las escuelas pblicas de la ciudad, confindole la tarea de perfeccionar las aptitudes musicales tanto de estudiantes como de otros maestros (Cacua Prada, 1987). Pero ms all de las gestiones de Sindici, fue gracias a Jorge Wilson Price (1853-1953), hijo de Henry Price, que lleg a instaurarse en 1882 la Academia Nacional de Msica, institucin en la que el mismo Sindici recibira siete aos ms tarde su diploma como maestro de canto, y donde desde entonces se desempeara como profesor de solfeo y tcnica vocal. En su resea sobre las instituciones musicales fundadas en Bogot, la musicloga Ellie Anne Duque (2000) menciona la existencia de dos anuarios en los que Jorge W. Price explica con detalle el funcionamiento de su academia entre los aos 1888 y 1889. Omite, sin embargo, el anuario de 1894 del cual se conserva actualmente una copia en el Archivo General de la Nacin; en l se revela informacin de suma importancia para comprender el desarrollo de la institucin tras doce aos de su fundacin, y el alcance logrado por su seccin femenina establecida en 1887. Nos concentraremos a continuacin en un anlisis interpretativo de la informacin encontrada en el anuario de 18943, y en distintos intercambios de correspondencia entre la academia y el Ministerio de Instruccin Pblica. Con estos recursos podemos aspirar a comprender el estado y desarrollo de la institucin en la transicin de siglos, un tema

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    que a pesar de ser frecuentemente referenciado en la bibliografa especializada, an no cuenta con ninguna publicacin que lo explique con suficiente detalle y profundidad. La institucin contaba con un nmero considerable de estudiantes, que para el ao en cuestin constaba de 68 mujeres inscritas en la Escuela de Seoritas y 93 alumnos inscritos en la seccin masculina, aunque se resalta que 5 mujeres y 12 hombres se habran retirado posteriormente. Si se compara con el total de 36 alumnos inscritos en 1882, es evidente que la institucin haba cobrado rpidamente importancia. No obstante, a pesar de la buena demanda que los nmeros sugieren, las condiciones no parecen haber sido las mejores para el fomento de la actividad cultural y la muestra pblica de los resultados de la academia. Dirigindose al ministro, el informe especifica que durante todo el ao no hubo conciertos pblicos por razones conocidas de Su Seora, pero menciona las cinco sabatinas o conciertos privados que fueron presentados a lo largo del ao para los padres y amigos de los estudiantes. Teniendo en cuenta que en el mismo anuario se subraya la importancia de llevar a cabo mensualmente estas sabatinas, se puede inferir que, o no se contaba con los espacios suficientes para ofrecer todos los conciertos planificados, o ms bien los estudiantes no siempre alcanzaban el nivel exigido para tales eventos con esa frecuencia. Parecera incluso que la administracin de la academia careciera de un rigor y de una proyeccin profesional lo suficientemente fuertes como para exigir de sus estudiantes su mximo rendimiento, pues como justificacin de lo antes mencionado el informante subraya las ventajas de los conciertos privados sobre los pblicos, afirmando que:

    1. Es un beneficio no tener que perder el tiempo en la preparacin que requiere un concierto pblico. 2. El concierto privado estimula a los alumnos por medio de la calificacin que de l obtienen. 3. El estudiante no se ve sometido al nerviosismo y ansiedad que caracterizan a los principiantes.

    No se pretende saltar a la conclusin de que la academia careca de una buena calidad educativa, pues como se ver ms adelante son muchas las figuras importantes que estudiaron en ella y que marcaron un progreso significativo en el devenir tanto de la msica como de la formacin musical en Colombia. Aun as, es claro que la institucin tena por delante un gran camino por recorrer en materia de exigencia y rigor acadmico. Tal vez a esto se deba el hecho de que Jorge Wilson Price haya incluido en el anuario su intencin de renunciar a la direccin de la academia, argumentando que posiblemente haba llegado el momento de ser remplazado por alguien que impulsara su desarrollo con mayor agilidad:

    Estando y la Academia en el estado floreciente que yo deseaba llegara; habiendo ella formado maestros que la honran; y considerando yo que tal vez pueda progresar ms rpidamente que bajo mi humilde direccin, creo de mi deber decir Su Seora que considero terminada la misin que me propuse hace trece aos, y har dimisin del honroso cargo que desempeo en el momento que el Gobierno lo crea conveniente. Reiterando Su Seora mis expresivas gracias por todas las pruebas de confianza que se ha servido dispensarme, quedo de Su Seora, quien Dios guarde largos aos, muy atento y seguro servidor,

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    Jorge W. Price, Director. Bogot, 31 de Diciembre de 1894.

    Incluso en medio de las dificultades que la Academia Nacional de Msica, como cualquier institucin consagrada al arte, tena que enfrentar en un pas poco acostumbrado a darle a esta formacin la importancia que merece, fueron muchos los estudiantes cuyo legado artstico ha quedado consignado en la historia de Colombia y cuyos aportes a la escuela determinaron el futuro de la disciplina. Nombres como Santos Cifuentes, Emilio Murillo, Mara Gutirrez, Pedro Morales Pino y Guillermo Uribe Holgun, entre otros, sobresalen dentro de una extensa lista que corrobora esta afirmacin. Santos Cifuentes (1870-1932), por ejemplo, es uno de los estudiantes ms referenciados en el anuario de 1894. Aunque ya haba recibido su titulacin como contrabajista por parte de la academia en 1890, y se desempeaba en ella como profesor de su instrumento y de armona, fue justo en 1894 cuando present su examen final para la ctedra de composicin y recibi con una excelente calificacin su segundo diploma. En el listado del cuerpo de profesores del anuario, aparece adems el nombre de Cifuentes como catedrtico de teora y solfeo de la seccin de seoritas. Se hace mencin adems de un tratado de armona utilizado por Cifuentes en sus clases, y que posiblemente tendra el privilegio de ser publicado internacionalmente por una casa editorial londinense. Efectivamente, el texto fue publicado en 1896 por Novello, Ewer & Compaa4 gracias a la financiacin de Jorge W. Price y de Jos Manuel Goenaga, y representa un excelente ejemplar sobre el nivel terico que se pretenda implementar en la academia. El prlogo, escrito en Bogot el mismo ao de la publicacin, critica los mtodos de enseanza terica basados exclusivamente en el uso de bajo cifrado, argumentando que limitan al estudiante al impedirle reconocer otros recursos del manejo tonal contemporneo:

    Por el presente tratado el discpulo aprende componer desde la primera leccin, teniendo por norma las leyes de la Tonalidad moderna, en las cuales est basado; el maestro comprende tambin desde el principio las dotes de sus alumnos, y el genio creador encuentra mayor expansin medida que va conociendo los recursos del arte. (Cifuentes, 1896)

    El plan de estudios de la Academia Nacional de Msica parta de modelos educativos procedentes de conservatorios europeos como Londres, Pars, Bruselas, Madrid, Frankfurt y Leipzig (Duque, 2000, p. 138). Sin embargo, iniciativas como la publicacin del Tratado de Armona de Cifuentes muestran el inters por proponer alternativas resultantes de la experiencia prctica e investigativa del profesorado, sin limitarse a reproducir pasivamente los programas extranjeros. No es entonces sorprendente que el columnista Pedro Vern, tras la ceremonia de graduacin de Cifuentes, lo hubiese llenado de elogios en su resea publicada en El Correo Nacional el 9 de Noviembre del mismo ao. Cabe destacar adems que, en la misma publicacin, Vern destaca tambin la figura de Mara Gutirrez, pianista e instructora de piano de la academia, quien tras superar las difciles pruebas de lectura a

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    primera vista e interpretacin de obras de alta exigencia tcnica recibi en la misma ceremonia su diploma profesional como instrumentista, convirtindose as en la primera mujer en recibir dicho ttulo en el piano. Citando las palabras de Jorge W. Price al momento de entregar a Mara Gutirrez la medalla de oro en su grado, la resea de Vern recuerda:

    Habis dado al bello sexo colombiano un noble ejemplo de perseverancia durante seis aos de labor, coronando en esta noche vuestros estudios acadmicos con el brillante xito que os ha merecido el ttulo y diploma de maestra en el arte del pianoforte. Tenis, adems, la gloria de ser la primera alumna del instituto que obtiene este ttulo.

    Por otra parte, es importante resaltar que la financiacin de la academia no siempre haba contado con un patrocinio estable por parte del gobierno, a pesar de haber sido reconocida como una institucin oficial cuyo funcionamiento deba ser fomentado por el Ministerio de Instruccin Pblica. Duque (2000) subraya que el mismo Jorge W. Price se vio en la necesidad de sostener la academia aportando sus propios recursos, en vista del dficit que anualmente resultaba de la insuficiente ayuda estatal. Aun as, no habra sido posible para Price suplir los gastos necesarios para los salarios de los profesores, la logstica de la institucin, la adecuacin de espacios para clases y conciertos y, por supuesto, la compra de nuevos instrumentos. Todas estas razones, sumadas a la Guerra de los Mil Das (1899-1902) que azot violentamente a Colombia y result en la prdida nacional del entonces Departamento de Panam, dejaron un panorama muy poco propicio para el sostenimiento de la academia, que tuvo que cerrar sus puertas desde 1899 hasta 1905. A pesar de que Jorge W. Price haba manifestado desde 1894 su posible dimisin del cargo de director, la documentacin de todos estos aos incluso alrededor del conflicto nacional revela su inters por gestionar soluciones que evitaran la disolucin de un proyecto tan importante para la cultura de Bogot y del resto del pas. En una carta fechada el 8 de Octubre de 1903, Price se dirige al Ministro de Instruccin Pblica con el nimo de exponer las bases que considera necesarias para la posible reapertura de la academia en Febrero de 1904. Siendo consciente de la realidad que atravesaba entonces la nacin, Price admite que a pesar de la insistente demanda por parte de personas interesadas en la reapertura de la academia, consider un deber no agravar al Tesoro con el costo de un Instituto que si bien beneficio y provechoso, no era del todo indispensable. Sin embargo, en vista de las pocas esperanzas de un mejoramiento econmico para el pas y para el fomento cultural, y de la necesidad de satisfacer la creciente demanda de estudios musicales, Price decide proponer los siguientes puntos con respecto a la nueva academia:

    1. Debe ser instituto de enseanzas superiores y para resumirlo, en una palabra, verdadera academia. 2. El nmero de becas enseanzas gratuitas debe ser limitado y concedidas slo personas que renan las condiciones reglamentarias que se fijarn (entre ellas examen previo y fianza). 3. Todos los dems alumnos y alumnas pagarn una pensin anual que se dividir entre los profesores de las respectivas clases y la Academia en la proporcin que se disponga en el Reglamento.

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    Es posible que la lista de condiciones aqu expuesta no incluya todas las que Price tena en mente, pues el manuscrito original de esta correspondencia conservado en el Archivo General de la Nacin parece estar incompleto. Esto se infiere teniendo en cuenta que todas las otras cartas escritas por Price al Ministerio aparecen debidamente suscritas al final de la pgina, pero sin ser ste el caso es muy factible que parte del documento original se haya extraviado. La academia lograra su reapertura definitiva en 1905 bajo la direccin de Honorio Alarcn (1859-1920) y posteriormente de Andrs Martnez Montoya (1869-1933). El primero, como se mencion anteriormente, vena con una slida formacin musical adquirida en los conservatorios de Pars y de Leipzig, pero era por lo visto consciente de los pocos recursos a los que poda aspirar como director de la academia en Colombia. Esto se puede corroborar, por ejemplo, en su solicitud de suministros presentada el 17 de Abril de 1905 ante el Ministerio de Instruccin Pblica, en la que humildemente escribe:

    Me permito manifestar U. que en este Instituto se necesitan por lo menos, por ahora, cuatro pianos de regular calidad. Hoy por hoy no es posible esperar a conseguirlos por medio de un pedido a Europa. Relativamente baratos se pueden conseguir unos tres en esta ciudad, pero ya con algn uso.5

    Toda la documentacin relacionada con la historia de la Academia Nacional de Msica nos permite corroborar que, al igual que muchos conservatorios europeos contemporneos, las ctedras impartidas se concentraban en la enseanza de tcnica instrumental o vocal, teora y composicin, adems de la conformacin de ensambles con el fin de fomentar la interpretacin de repertorios orquestales y de cmara. Se mencion previamente que modelos excepcionales como el del Conservatorio de Pars enfatizaban adems la importancia de una ctedra de historia de la msica, pero al igual que la mayora de conservatorios del siglo xix sta no pareca ser una prioridad en el plan de estudios de Colombia. No obstante, presentaremos a continuacin algunos de los aportes colombianos a los estudios histricos de la msica, que paralelamente con el desarrollo extranjero de la musicologa dejaran en nuestro pas un material investigativo digno de valoracin. Avances en investigacin, teora e historia de la msica en Colombia en la segunda mitad del siglo xix: La segunda mitad del siglo XIX cont fuera de Colombia con propuestas acadmicas y hallazgos cientficos que determinaran el futuro de la historia y ciencias de la msica, gracias a un creciente inters por reconocer su potencial investigativo y discursivo. Ya en 1865, el crtico e historiador de msica alemn Karl Franz Friederich Chrysander (1826-1901) haba planteado la posibilidad y necesidad de tomar la msica como objeto de estudio cientfico, proponiendo como denominacin de la disciplina el trmino Musikwissenschaft, que en nuestra lengua reconocemos como musicologa. Veinte aos ms tarde, el musiclogo bohemio-austraco Guido Adler (1855-1941) organizara la disciplina en un modelo bipartito que diferenciaba la musicologa histrica de la sistemtica, atribuyendo a la primera el estudio de materiales paleogrficos, organolgicos e historiogrficos, y a la segunda la investigacin de leyes

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    especficas de la teora, tcnica y esttica musicales.6 Si a esto se suman la invencin del gramfono por parte de Thomas Alva Edison (1877), el sistema cent de Alexander Ellis (1885) para identificar el espectro microintervlico del sonido, los estudios sobre melodas indgenas por parte de Carl Stumpf (1886) y los drsticos cambios contra la percepcin convencional de la tonalidad en compositores como Richard Wagner (1813-1883) y Claude Debussy (1862-1918), es evidente que la segunda mitad del siglo xix comenzaba a generar un escenario propicio para concebir el arte de la msica como un enigma que, a pesar de su extensa historia, an ofreca mucho por explorar. Colombia para aquel entonces haba logrado el reconocimiento oficial de su Academia Nacional de Msica y tendra que esperar al siguiente siglo para ver los primeros pasos contundentes en materia de fomento gubernamental e institucional para la investigacin musical; sin que esto quiera decir, sin embargo, que la musicologa haya tenido ni tenga en la actualidad el protagonismo que merece en medio de la riqueza patrimonial de este pas. Aun as, Colombia s cont en el siglo xix con contribuciones muy significativas en materia de historicismo, crtica, teora y otros campos investigativos de relevancia para la msica. Desde mediados de siglo, obras como las Lecciones de msica7, un manual terico publicado en Bogot por Alejandro Agudelo (1858), evidencian un manejo completo de conceptos tcnicos de la msica, adems de ofrecer en este caso una introduccin que demuestra el inters del autor por resear los sucesos ms importantes de la historia de la msica occidental. A pesar de la mentalidad del momento, llama la atencin la aclaracin plasmada sobre la portada de la obra en la que se destina su uso tanto a hombres como mujeres, sobretodo si se tiene en cuenta que an faltaban 29 aos para que Colombia viera su primera escuela oficial consagrada a la formacin musical femenina8:

    Obra puesta al alcanze de los aficionados de mbos sexos, i adecuada, por su mtodo i claridad, para el estudio i enseanza de este hermoso ramo de las bellas artes. (Agudelo, 1858)

    Por otra parte, el reconocimiento gubernamental de la Academia Nacional de Msica fue probablemente el factor ms determinante en la motivacin que su cuerpo de profesores manifestara para la escritura y publicacin de obras cuya primera finalidad consistira en ofrecer manuales de estudio para sus estudiantes, pero que gracias a su calidad contaron en algunos casos con difusin tanto nacional como internacional; tal fue el caso del ya mencionado Tratado de Armona de Santos Cifuentes. Al igual que dicha publicacin, no era extrao que los profesores de la academia plantearan propuestas innovadoras que no se limitasen a reproducir literalmente los materiales utilizados por otras escuelas, aunque como se mencion anteriormente era clara la influencia de distintos conservatorios europeos en el plan de estudios establecido. Tal vez uno de los ejemplos ms interesantes al respecto fue la publicacin Arte de leer, escribir y dictar msica (1885)9 del poeta y msico Diego Fallon (1834-1905), cuyo objetivo principal consista en presentar nuevas herramientas de notacin musical fundamentadas en un sistema alfabtico para simplificar los procedimientos convencionales de escritura. En 1879, Colombia vio su primera publicacin de carcter histrico-musical en la coleccin Repertorio Colombiano. Se trataba de los Breves apuntamientos para la

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    historia de la msica en Colombia de Juan Crisstomo Osorio Ricaurte (1836-1887), una obra que, de acuerdo con Ellie Anne Duque (2000, p. 157), constituye un primer intento de ofrecer un material de corte musicolgico en el pas. La introduccin del texto de Osorio contiene una reflexin interesante sobre los instrumentos musicales de los pueblos indgenas y sus posibles funciones sociales y religiosas en el marco precolombino. Aunque el autor reconoce la escasez de fuentes y la atribuye al desinters de los primeros conquistadores, rescata los nombres de cronistas como Zamora, Cassani y Castellanos entre las pocas figuras que dejaron testimonios relacionados con las prcticas musicales de los grupos aborgenes. Es interesante notar la temprana asociacin que establece Osorio entre las escalas musicales de los indgenas y aqullas utilizadas por pueblos orientales de pases como India y China. Teoras sobre la posible conexin entre prcticas de Oriente y lenguajes prehispnicos como consecuencia de la antigua expansin demogrfica a travs del Estrecho de Bering siguen generando inquietudes incluso entre investigadores de nuestros das, como hace pocos aos lo plante la etnomusicloga Isabel Aretz (1909-2005) en su obra Msica prehispnica de las altas culturas andinas (2003). Osorio procede a relacionar algunos gneros musicales de Colombia con sus posibles orgenes etnogrficos. Comenzando por el bambuco, un aire musical andino que entre los siglos xix y xx fue reconocido como emblema nacionalista, el autor afirma que fue importado al Cauca por los esclavos africanos oriundos de Bambuk. Actualmente sabemos que dicha asociacin no va ms all de la similitud entre los trminos bambuco y Bambuk, pero vale la pena resaltarla para identificar en este caso una falencia en materia de metodologa investigativa. Muy seguramente Osorio, al igual que muchos autores colombianos de su poca, haba tomado esta afirmacin basndose en el clebre pie de pgina escrito por Jorge Isaacs (1867) en su novela costumbrista Mara (ed. 1967, p. 244):

    Historiadores y gegrafos, como Cant y Malte-Brun, dicen que los negros africanos son en extremo aficionados a la danza, cantares y msicas. Siendo el bambuco una msica que en nada se asemeja a la de los aborgenes americanos, ni a los aires espaoles, no hay ligereza en asegurar que fue trada de frica por los primeros esclavos que los conquistadores importaron al Cauca, tanto ms que el nombre que hoy tiene parece no ser otro que el de Bambuk levemente alterado.

    A pesar de la coincidencia entre las dos palabras, no se tiene conocimiento de investigacin alguna que hubiese podido ofrecer ni a Isaacs ni a Osorio los fundamentos necesarios para llegar a tal conclusin. Sin embargo, no se puede desconocer que dentro del contexto en el que ambos textos fueron escritos, la investigacin histrico-musical estaba apenas dando sus primeros pasos en Colombia, y no son pocas las fallas metodolgicas que se podran identificar dentro y fuera del pas. De hecho Osorio acert desde el inicio de su texto al aclarar que sus apuntamientos, lejos de pretender respuestas definitivas alrededor de la historia de la msica en Colombia, constituan ms bien un primer acercamiento hacia un tema de inters muy poco explorado hasta entonces.

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    Tambin llama la atencin el enfoque organolgico de Osorio al consagrar gran parte de su texto a la identificacin y descripcin de distintos instrumentos musicales procedentes de distintas regiones colombianas. Sus comparaciones entre aerfonos encontrados en el pas con chirimas de Espaa, su reconocimiento de la existencia de marimbas en Congo similares a las encontradas en Colombia y su mencin de la influencia rabe en la msica espaola que dejara su sello en la de Amrica demuestran el inters del autor por aplicar su conocimiento de otras msicas del mundo a sus observaciones locales. Finalizando su resea histrica de la msica en Bogot con la muerte del compositor Joaqun Guarn (1854), el texto de Osorio ofrece un material cuyo contenido se puede vincular coherentemente con la obra que el literato Jos Caicedo y Rojas (1816-1898) publicara siete aos ms tarde bajo el ttulo Estado actual de la msica en Bogot (1886). La experiencia de Caicedo y Rojas como presidente de la Sociedad Filarmnica y posteriormente como miembro del Consejo Directivo de la Academia Nacional de Msica le permita asumir una posicin analtica con relacin al desarrollo y fomento de la msica en la capital. El texto en cuestin podra reconocerse como una de las fuentes ms realistas y reveladoras de la preocupante situacin que se viva en Bogot, no slo en materia de formacin de msicos profesionales sino tambin en temas como el gusto por la msica, la recepcin del pblico y la incoherencia del repertorio escogido para celebraciones especiales. Si bien exista una Academia Nacional de Msica y se poda escuchar en Bogot una variada seleccin de obras de grandes compositores nacionales y extranjeros, Caicedo y Rojas subraya la falta de cultura musical de los capitalinos en general. Con relacin a la msica sacra, por ejemplo, el autor seala que aparte de la catedral cualquier otro templo de Bogot caa fcilmente en la profanacin del repertorio religioso por escoger para la liturgia fragmentos de peras, melodas seculares o recursos de ornamentacin que nada tenan que ver con el contexto de la Iglesia. Apoya su argumento citando a clebres ensayistas como Feijoo y Rousseau, adems de transcribir algunos apartados del Reglamento para la Msica Sagrada aprobado por el Papa Len XIII en 1884. De igual forma cuestiona el nivel de ejecucin tanto de la msica militar como domstica, subrayando en esta ltima la pobre exigencia de repertorio en los aprendices a pesar del alto nmero de pianos adquiridos por mltiples familias de la ciudad. En pocas palabras, en el texto de Caicedo y Rojas, a diferencia del de Osorio, predomina un tono crtico en el que se manifiesta una fuerte preocupacin por el futuro cultural de Bogot, adems de sealar enfticamente la falta de unidad de sus escuelas y profesar un devenir incierto para las nuevas generaciones:

    Tenemos algunos excelentes profesores y no pocos aficionados; pero en vez de unirse para formar una sola confraternidad, una sola familia, una liga, no ofensiva ni defensiva, sino liga y asociacin de trabajo y de estudio, como sucede en todos los pases civilizados, han pretendido formar una especie de federacin desfederacin, manera de lo que sucedi en el orden poltico.10 (Caicedo y Rojas, 1886)

    Este documento nos revela por tanto una de las debilidades ms graves de la msica profesional colombiana a finales del siglo xix. El autor plasma su preocupacin cuando

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    ejemplifica situaciones hipotticas como la llegada de una gran compaa lrica a Bogot, pues no habra una orquesta con un nmero significativo de intrpretes para acompaarla. De acuerdo con su resea, el error radicaba en los estatutos de las distintas escuelas de msica que prohiban a sus estudiantes la participacin en eventos que no tuvieran que ver con su respectiva institucin. Conclusin Institucionalizar la educacin profesional de los msicos es indudablemente un proceso coyuntural que necesariamente debe someterse a las necesidades propias de un contexto socio-cultural especfico. Desde instituciones caritativas como los primeros conservatorios italianos, la falta de recursos econmicos haba desencadenado decisiones que transformaron incluso el tipo de poblacin destinado a recibir en sus claustros este tipo de formacin. A partir del Siglo de las Luces, la secularizacin cada vez ms pronunciada en un mundo intelectual europeo fascinado por la primaca de la razn no tard en dejar sus vestigios sobre una Amrica colonial que pronto fue testigo de las revoluciones ms determinantes para el futuro de sus naciones. Como era de esperar, las artes y en particular la msica formaran en ambos continentes parte de un fenmeno que, a la luz del nacionalismo, despertara el incesante inters por formalizar la educacin del gremio. Los modelos pedaggicos de los conservatorios de msica, pronto visibles en suelo americano, constituyen por tanto uno de los aportes ms significativos que sentaran las bases del proceso de institucionalizacin que inevitablemente sigue transformndose hasta nuestros das. Una vez emancipada del Imperio espaol, la Colombia republicana se encontr, al igual que otras naciones de Amrica Latina, en la necesidad de fomentar una escena cultural que por mucho tiempo haba recado en manos de la Iglesia, pero que en medio de los cambios socio-polticos de entonces exiga tambin la participacin del mbito secular. Tanto la Sociedad Filarmnica de Bogot como la Academia Nacional de Msica sobresalen como las iniciativas ms determinantes antes de 1910, ao correspondiente a la fundacin de nuestro primer conservatorio oficial. La documentacin histrica sometida en nuestro caso a una exgesis detallada del funcionamiento institucional, nos permite reconocer las fortalezas y falencias de la educacin musical bogotana dentro del marco cronolgico en cuestin. Fuentes de sencilla formalidad como las cartas intercambiadas entre las directivas de la Academia Nacional de Msica y el Ministerio de Instruccin Pblica ofrecen un contenido informativo que enriquece significativamente nuestra percepcin alrededor de su desarrollo. Por fortuna, Colombia est siendo actualmente testigo del esperado establecimiento de la musicologa como carrera profesional de nuestra educacin universitaria. Con el programa de maestra de EAFIT en Medelln y la reciente apertura del nfasis en los pregrados de msica de la Fundacin Universitaria Juan N. Corpas y de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogot, esperamos que sta entre otras temticas de inters

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    para la nacin sigan construyendo un campo investigativo que contine fortaleciendo nuestro legado patrimonial. Notas 1 Segn el Glosario de Numismtica del Museo Nacional de Colombia, el trmino patacn hace referencia a las monedas de plata de peso de una onza utilizadas en la poca colonial. 2 El Ministerio de Instruccin Pblica de Colombia se encargaba desde 1880 de los asuntos educativos y de otras instituciones de promocin cultural del pas, entre otras funciones. A partir de 1923, pasara a llamarse Ministerio de Instruccin y Salubridad Pblicas y desde 1928 Ministerio de Educacin Nacional, nombre conservado hasta la actualidad. 3 Una copia del anuario de la Academia Nacional de Msica de 1894 se encuentra en el Archivo General de la Nacin en Bogot (Caja 4, Carpeta 2, Folio 17), en la documentacin correspondiente al Ministerio de Instruccin Pblica. El informe en cuestin corresponde al perodo acadmico entre Febrero 1 y Noviembre 29 de 1894. 4 Una copia se conserva en la Sala de Patrimonio Documental de la Biblioteca Luis Echavarra Villegas de la ciudad de Medelln, perteneciente a la Universidad EAFIT. El material completo puede ser consultado en versin digital en www.bdmusica.eafit.edu.co. 5 La carta original se puede consultar en el Archivo General de la Nacin, en el Fondo de Suministros del Ministerio de Instruccin Pblica (Caja 19, Carpeta 3, Folio 8). 6 El modelo clsico de Adler fue interpretado con detalle por figuras posteriores como Hans-Heinz Drger (1955). En la categora sistemtica se inclua el estudio de msicas no europeas, lo que se reconoca tradicionalmente como musicologa comparativa o Vergleichende Mussikwissenschaft. 7 Tambin se conserva una copia completa de esta obra en la Sala de Patrimonio Documental de la Biblioteca Luis Echavarra Villegas de la ciudad de Medelln, perteneciente a la Universidad EAFIT. El material completo puede ser consultado en versin digital en www.bdmusica.eafit.edu.co. 8 En 1887, la Academia Nacional de Msica abri su Seccin de Seoritas. La escuela cont con importantes figuras de la enseanza musical como Carmen Gutirrez de Osorio y Mara Gutirrez, entre otras. 9 La copia de esta obra perteneciente a la Sala de Patrimonio Documental de la Biblioteca Luis Echavarra Villegas de la Universidad EAFIT se encuentra tambin digitalizada en www.bdmusica.eafit.edu.co. 10 La comparacin con la poltica hace referencia en este caso al cambio administrativo estipulado por la Constitucin de Rionegro de 1863, en la cual se estableca una

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    organizacin federal para la repblica. Esta organizacin se mantuvo hasta 1886 asignndole a la nacin el nombre oficial de Estados Unidos de Colombia. Referencias Academia Nacional de Msica. Anuario del ao acadmico de Febrero 1 a Noviembre 29 de 1894. Bogot: Imprenta de La Luz, 1895. Archivo General de la Nacin. Ministerio de Instruccin Pblica: Actividades culturales / Informes. Carpeta 2, Caja 4, folio 17. Aharonin, Corin. Factores de identidad musical latinoamericana tras cinco siglos de conquista, dominacin y mestizaje. Revista de Msica Latinoamericana, vol. 15, n. 2, Universidad de Texas, 1994, 189-225. Agudelo, Alejandro. Lecciones de msica: precedidas de una introduccin histrica. Bogot: Imprenta de Pizano i Perea, 1858. Alarcn, Honorio. Carta dirigida al Ministerio de Instruccin Pblica. (Abril 17 de 1905). Bogot: Archivo General de la Nacin. Ministerio de Instruccin Pblica: Suministros. Carpeta 3, Caja 19, folio 8. Anderson, Warren, Music education, classical, [en lnea], Grove Music Online. Oxford Music Online, www.oxfordmusiconline.com, (Consulta: Abril 22 de 2011). Aretz, Isabel. Msica prehispnica de las altas culturas andinas. Buenos Aires: Ediciones Lumen, 2003. Arnold, Denis. Conservatories: II. Up to 1790, [en lnea], Grove Music Online. Oxford Music Online, www.oxfordmusiconline.com, (Consulta: Abril 22 de 2011). Asprilla, Ligia Ivette y De La Guardia, Gisela. Hacia un modelo alternativo para la formacin musical. Bogot: Fundacin Universidad Central, 2009. Barriga, Martha Luca. Educadores musicales en Bogot de fines del siglo XIX y principios del XX. El Artista Revista de investigaciones en msica y artes plsticas, n. 7, Pamplona - Norte de Santander: Universidad de Pamplona, 2010, 216-240. Barriga, Martha Luca. La educacin musical durante la Colonia en los virreinatos de Nueva Granada, Nueva Espaa y Ro de la Plata. El Artista Revista de investigaciones en msica y artes plsticas, n. 3, Pamplona - Norte de Santander: Universidad de Pamplona, 2006, 6-23. Barriga, Martha Luca. La educacin musical en Bogot: 1880-1920. Tesis doctoral. Universidad Pedaggica y Tecnolgica de Colombia. Tunja: RUDECOLOMBIA, 2005. Bhague, Grard. La msica en Amrica Latina: Una introduccin. Caracas: Monte vila Editores, 1983.

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