Meta Maus: a veinticinco años de al publicación de Maus

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25 aos de Maus, y ms allCarlos Rehermann Funny animals Feria del libro de Frankfurt, 1987. Art Spiegelman, autor de Maus, una historieta sobre Auschwitz, ha viajado desde Nueva York para la presentacin de la edicin alemana. No le parece que una historieta sobre Auschiwtz es de mal gusto? le pregunta un periodista alemn, al parecer bastante molesto. No; lo que me parece de mal gusto es Auschwitz contesta Spiegelman. Un ao antes el historietista haba lanzado el primer tomo de Maus, una biografa de su padre, Vladek Spiegelman, que cuenta su odisea como sobreviviente del Holocausto. El periodista alemn probablemente estaba molesto porque los alemanes son retratados, en el libro de Spiegelman, como gatos que persiguen a unos ratones que son los judos. Ningn judo manifest molestia por el uso de esa convencin largamente meditada y elaborada por el artista. En cambio, muchos polacos protestaron cuando se edit el libro en Polonia, por haber sido representados como cerdos. En 1972 Art haba publicado una historieta de tres pginas en la revista underground de San Francisco Funny Animals, donde un ratn le contaba a su hijo, antes de dormir, historias de Mauschwitz. En ningn momento se hablaba de ratones judos o de gatos alemanes: era simplemente una metfora universal sobre la opresin. Pero cuando Spiegelman comenz a pensar en hacer una novela grfica larga que contara la historia de sus padres, se dio cuenta de que no poda evadir la cuestin juda. El nico camino hacia lo universal se encuentra en lo especfico, escribi en un artculo publicado en 1989 en The Village Voice. Maus se public en dos tomos en 1986 y en 1991. Cuenta la historia de Anja y Vladek, los padres de Art, desde las primeras dificultades que tuvieron que enfrentar, como todos los judos polacos, al principio de la guerra, hasta el final del conflicto. El matrimonio vivi el proceso tpico: limitaciones comerciales y laborales, reclusin en el ghetto, persecucin, clandestinidad, internacin en Auschwitz. Los semilogos y estudiosos de la cultura de masas de los aos sesenta y setenta (Andr Helbo, Gillo Dorfles, Umberto Eco), analizaban lo que llamaban el comic como un universo homogneo, cuyo escaso nivel de complejidad (parecan decir) lo haca apto para poner de manifiesto asuntos supuestamente estructurales de la sociedad. Aunque la historieta con buenos guiones y alta calidad visual ya tena un mercado bien establecido antes de la publicacin de Maus, la discusin del gnero como un medio artstico especfico que no est destinado a imbciles ni a analfabetos slo comenz a instalarse en ambientes acadmicos luego de la recepcin unnimemente favorable de ese trabajo. Para mucha gente fue una sorpresa que el comic pudiera abordar algunos temas como el Holocausto judo. La historieta ha sido (y en buena medida sigue sindolo) completamente opaca

para un importante nmero de acadmicos y de lectores que se consideran a s mismos cultos. El contexto de Maus La poca en que Spiegelman comenz a producir Maus estuvo marcada por una crisis de la historieta masiva norteamericana y una simultnea invasin de autores europeos y sudamericanos, destinados a un mercado que ya no estaba dispuesto a consumir super-hroes super-republicanos. Cuando Spiegelman comenz a producir historietas, a mediados de los aos sesenta, en Estados Unidos se estaba produciendo internamente una revolucin en el gnero que iba a afectar profundamente a la industria editorial especializada. Hasta entonces la historieta se conceba bien como un anzuelo de humor para captar lectores para los diarios la conocida postura de Chester Gould, el creador de Dick Tracy, o bien como un producto destinado al consumo infantil y juvenil. La industria se organizaba en torno a las redes de distribucin de tiras para peridicos, que compraban la produccin de un historietista y la distribuan en cientos o miles de diarios nacionales e internacionales. El underground comic estadounidense floreci en los aos sesenta y setenta en varios puntos del pas. Para muchos dibujantes y guionistas poco complacientes, y que preferan destinar su produccin a un pblico adulto, era ms fcil acceder a una imprenta offset de bajo costo para autoeditarse que a un contrato con una gran empresa de distribucin. As fue que infinidad de revistas en blanco y negro, de perfil satrico y oscuro, muchas de ellas con dibujos muy pobres y muy frecuentemente con guiones incomprensibles, muy centrados en la expresin de los dilemas ticos de sus autores ms que en la eficacia de la comunicacin, se editaban constantemente. El propio Spiegelman rechaz una oferta suculenta del United Features Syndicate, a principios de los setenta, y se fue a California a intentar una carrera independiente. No muchas de esas revistas sobrevivieron el primer nmero, pero algunas de ellas fueron muy influyentes entre los historietistas profesionales. Ese fue el caso de las tres revistas asociadas al gran dibujante y guionista Robert Crumb: Zap Comix, que public 16 nmeros entre 1968 y 2005, Weirdo, que llen la dcada de los ochenta y Arcade, que tuvo como misin actualizar informacin para nuevos lectores adolescentes de los setenta. Casi todos los historietistas independientes y underground del pas en particular Spiegelmanreverencian a Harvey Kurtzman, que en 1952 lanz la revista Mad (al principio slo dedicada a historietas) y lo consideran la figura ms influyente del comic estadounidense del siglo XX. Las revistas underground, que nunca alcanzaron una distribucin masiva, comenzaron sin embargo a crear un pblico fiel, y tuvieron mucha influencia entre los profesionales del gnero. Pero incluso con los irreverentes y complejos autores underground, Estados Unidos segua concentrado en su propio ombligo grfico, hasta que a mediados de los aos setenta, la editorial de la revista satrica neoyorkina National Lampoon compr los derechos de edicin para Estados Unidos de la francesa Mtal Hurlant, la revolucionaria revista de historietas del grupo

francs Humanodes associs, y comenz a publicar la mensual Heavy Metal, que introdujo en el pas el trabajo de numerosos dibujantes europeos, portadores de la etiqueta historietas para adultos, lo cual no significaba que fueran pornogrficas, aunque si haba un poco de malentendido tampoco preocupaba mucho a los editores. Tres aos despus de que Heavy Metal se hubo instalado en Nueva York como una cabecera de puente del estilo europeo, y en paralelo con la Weirdo de Crumb, Art Spiegelman lanz una revista extraa, con historietas de aspecto underground pero con un perfil de alta cultura. Fue desde el nmero 2 de Raw, en 1980, que comenz a publicar Maus en entregas bimensuales.

Maus, el Holokitsch y MetaMaus A los veinte aos Arthur Spiegelman se intern voluntariamente en un hospital psiquitrico, en busca de un alivio a su estrs. El muchacho sufra, sin saberlo, trastornos caractersticos de los hijos de sobrevivientes. Recin despus de irse a vivir solo, Art descubri que no era habitual que la gente se despertara cada noche dando alaridos de terror, como pasaba con sus padres. Tres meses despus de salir del hospital psiquitrico, su madre se suicid. Para Art, el Holocausto comenz a ser un tema de preocupacin no por el hecho de ser judo, sino porque necesitaba entender a sus padres. A principios de los aos setenta Art le pidi a su padre que le contara su historia como sobreviviente. Para qu? La gente no quiere conocer esa clase de historias, fue la respuesta de Vladek. Sin embargo, en 1972 comenz a grabar las charlas en las que ms tarde se basara Maus. En esos aos el Holocausto era un tema que tena el poco xito que pareca augurarle Vladek. El notable libro de Primo Levi que cuenta la vida cotidiana en Auschwitz, Si esto es un hombre, se public en 1947, y tard ms de una dcada en agotar la modesta tirada de 2000 ejemplares. Se volvi a publicar en 1958, pero no fue sino hasta 1963, cuando Levi public La tregua, que cuenta la salida de Auschwitz y el interminable recorrido de los sobrevivientes por la campia rusa, que el pblico comenz a comprar el libro sobre el infierno del campo de extermino. La vida dentro del campo comenz a ser legible slo despus de que otro libro del mismo autor contara la liberacin. El asunto es ahora bastante diferente. Para Spiegelman, la cada del muro de Berln ha producido un cambio en el imaginario popular acerca del perfecto villano. Desaparecidos los rusos, los nazis, ya no como soldados de un ejrcito enemigo en una guerra convencional, sino como asesinos perfectamente malvolos, son los villanos ideales. Spiegelman cre la palabra Holokitsch para designar esta faceta del espectculo en la que los nazis son fuente de entretenimiento. Para Spiegelman, La vida es bella, de Benigni, y Bastardos sin gloria, de Tarantino, son ejemplos de Holokitsch: sentimentalismo blanduzco y con moraleja de gur de bestseller, en un caso, y justicia consoladora con un perfecto archimalvado, en el otro. Cuando Spiegelman comenz a publicar su obra, en la dcada de los ochenta

del siglo pasado, se estaba produciendo un trnsito entre el desinters por las historias del Holocausto y la avalancha de pelculas y novelas en buena medida Holokitsch. Cuando en 1985 Spiegelman tena el visto bueno de la editorial Pantheon para publicar Maus en forma de libro, llevaba dibujado algo as como la mitad de lo que l crea que sera la historia completa. En ese momento recibi una noticia que lo asust: Steven Spielberg quera hacer una historia de unos ratones europeos, judos, que emigraban a Estados Unidos. Spiegelman casi se volvi loco. Los ratones judos de Spielberg eran perseguidos por los Katsacks: dos coincidencias excesivas, pensaba Art. Trat por todos los medios de evitar que la pelcula de Spielberg se terminara. Estaba convencido de que Spielberg o alguno de sus empleados haba ledo el Maus de Raw y haba copiado la idea. El subttulo de Maus era A survivors tale (El relato de un sobreviviente), y la pelcula de Spielberg se titulaba An american tail (Una cola americana, referencia al ratn, con pronunciacin idntica a relato). Spiegelman propuso a la editorial que se editara de inmediato la primera parte del libro, aunque siempre haba considerado que habra que esperar algunos aos aun, hasta que completara la historia. Se public, y los ratones de Spielberg quedaron en un plano lejansimo, aunque hicieron un poco de dinero y hasta tuvieron una segunda parte. El primer tomo de Maus tuvo buen xito de ventas, recibi algunos premios y comenz a traducirse. Dos aos despus de su aparicin, obtuvo el premio al mejor lbum extranjero en el prestigioso festival de historietas de Angoulme (durante su publicacin en Raw haba obtenido el Yellow Kid en Lucca, el premio ms importante del gnero). Muchas traducciones se publicaban por parte de editoriales que no se especializaban en historietas, siguiendo el ejemplo de Pantheon. En el primer tomo, la historia de Vladek llegaba hasta el momento en que, viajando hacia Hungra junto a Anja, fueron capturados por los alemanes. Aunque Vladek muri en 1982, Art haba grabado muchas conversaciones acerca de Auschwitz, de manera que tena material como para escribir la segunda parte del libro. Hasta 1991, fecha de la salida del segundo libro, la revista Raw (que algunos aos despus del xito de Maus fue comprada por Penguin, una de las editoriales que haba rechazado el libro) sigui publicando las entregas de Maus. La serie obtuvo el premio Pulitzer (un premio especial, ya que no haba categora para historieta ni para series de libros), en 2011 obtuvo el gran premio de Angoulme a la trayectoria, y ahora publica MetaMaus, un libro que cuenta cmo se hizo Maus y trae una enorme cantidad de documentacin, incluyendo un DVD con los dos Maus, muchas de las grabaciones con Vladek, ms de siete mil quinientos apuntes y bocetos, entrevistas escritas, de audio y en video, y ensayos de terceros sobre la historieta. La forma de Maus La historia de Vladek se organiza desde un relato marco en el que los personajes son su hijo Art, que graba sus conversaciones para recoger material para escribir un libro, el Vladek de los aos setenta, viejo y con mala salud, Franoise, la esposa

de Art, y Mala, una sobreviviente rusa, compaera de prisin de Anja, que se cas con Vladek luego del suicidio de su esposa. El retrato que Art hace de su padre es terrible. Parece una caricatura que habra hecho un nazi del tpico del judo avaro y miserable, y as exactamente lo dice Spiegelman en una de las vietas de Maus. La supervivencia no garantiza, como acert a plantearlo Primo Levi en Los hundidos y los salvados, que los sobrevivientes se salven. Es probable que el suicidio de Anja haya tenido que ver con los padecimientos de la guerra. Adems de los sufrimientos personales, Anja perdi a casi toda su familia: hermanos, padres, tos y primos murieron en los campos. Pero adems, Anja y Vladek tenan un hijo, Richieu, que no sobrevivi. Mientras estaban en Auschwitz se enteraron de que Richieu, que tena cinco aos y estaba refugiado con unos parientes, haba muerto. Su ta lo envenen a l y a sus dos hijos pequeos, y luego se suicid, para evitar que los llevaran a los campos. Para los estudiosos del Holocausto Maus no aporta ninguna nueva informacin. Pero lo que hizo Spiegelman fue quiz ms importante, en dos frentes: hizo legible el Holocausto para un cierto grupo de personas; e hizo visible la historieta como un gnero artstico para otro grupo de personas. Cuando Spiegelman habla de su arte, enfatiza el carcter narrativo de la historieta, y lo relaciona con la estructura visual de la pgina. Observa que, en ingls, story es tanto historia (narracin) como piso (nivel en un edificio). Como probablemente la palabra story para referirse a piso proviene de la costumbre medieval por la narracin de historias en vidrieras de iglesias en varios niveles, Spiegelman postula que un modelo arquitectnico de la narracin es el ms adecuado para referirse a un especfico del lenguaje de la historieta. Y cuando el lector, ahora, a travs de Metamaus, accede a la cocina de Maus, entiende que se encuentra ante un creador excepcionalmente consciente de los recursos que maneja y de sus significados ms profundos. Que los personajes de Maus sean animales, por ms que se origine en una tradicin de la historieta y el dibujo animado, a su vez heredera de la fbula clsica, es una decisin fundamental que obliga al lector a hacer consciente asuntos pocas veces problematizados en la historieta, como el punto de vista y la voz narrativa. Desde dnde se cuenta la historia? Cuando Spiegelman designa a los judos como ratones, parte de un punto de vista que no es el suyo, sino el de Hitler y su aparato de propaganda. Del mismo modo disea al resto de las nacionalidades. Los polacos son cerdos, los estadounidenses son perros, los ingleses son peces, los suecos son renos. Simultneamente con esta formulacin icnica, la voz narrativa es la del autor, que sera, segn la definicin hitleriana, un ratn. En literatura esta situacin habra exigido un tono irnico, para no afiliarse a la ideologa nazi. En Maus el dibujo permite escapar de ese cerco de convenciones literarias, apropiarse del estereotipo planteado por el punto de vista de los asesinos, y lograr as que el lector se identifique con la imagen que fue pensada para provocar asco.

El espesor semntico no hace sino aumentar: en el propio Maus el dibujante Art es interrogado por un periodista, luego de la publicacin del primer tomo: Si hubiera tenido que dibujar israeles, con qu animal los habra representado? Art contesta, dudando: Puercoespines? Las nacionalidades y las identificaciones culturales pueden llegar a entrar en conflicto, un conflicto que Spiegelman no pretende resolver. Para hacer las cosas todava un poco ms densas de significado, el captulo 2 de Maus II arranca con un soliloquio del autor en el que se lo ve delante de su mesa de dibujo, que est encima de una pila de cadveres de ratones desnudos. El dibujante es un hombre que tiene una mscara de ratn. A lo largo de varias pginas, todos los personajes son humanos con mscaras; luego, un flashback a los tiempos de Auschwitz restituye las caras normales de ratones y gatos, y al regreso del flashback las mscaras han desaparecido. Parece claro que para Art Spiegelman la historia construye nuestra identidad. Esta clase de discurso que surge del plano icnico en su devenir narrativo es decir, de lo especficamente historietstico es una constante en Maus y probablemente sea la explicacin ltima de por qu est destinado a convertirse en un clsico. Maus fue un acontecimiento histrico que aceler el cambio de la cultura dominante acerca de la historieta, hacia una aceptacin del gnero como un arte tan legtimo como la poesa o el teatro. MetaMaus es, otra vez, un acontecimiento editorial que viene a reafirmar los efectos de Maus. Es un multimedia que se sumerge con una profundidad hasta ahora indita en el proceso de realizacin de una novela grfica, la Gran Novela Grfica Judeo-americana, como ironiza su autor. Para los autores de historietas, para los aficionados y para los acadmicos (especialmente los que siguen tratando de esquivar la historieta), es una obra de enorme valor. Incluso sin tomar en cuenta Maus, Metamaus vale por su densidad de reflexin esttica, filosfica y tica. Es una obra capaz de encontrar un lugar digno en cualquier poca pasada de la historia de la cultura; en la nuestra, mayormente chata y griscea, es un estallido de amor por el arte que hay que leer para creer.