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REFERENCIA DEL TRABAJO : Galeote Moreno, M.; Soto, P., Sebastián, E. y Checa, E. (manuscrito sin publicar). Inventario de Desarrollo Comunicativo MacArthur-Bates adaptado a niños con síndrome de Down. Universidad de Málaga: Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. 3. TENDENCIAS DE DESARROLLO En este apartado se presentan las tendencias de desarrollo mostradas por los niños de la muestra normativa para las distintas habilidades lingüísticas y comunicativas evaluadas por el CDI-Down. Por otro lado, como pudimos ver en la tabla 6.5, aunque el número total de niños y niñas está bastante equilibrado en nuestra muestra, no ocurre lo mismo en los diferentes niveles de edad. Por ello, se decidió reagrupar los distintos niveles de edad para esta variable. Los resultados se presentan al final. Antes de presentar los resultados, se indica el tipo de análisis estadísticos empleados para analizar las distintas habilidades. Todos estos análisis han sido realizados con el paquete estadístico SPSS v. 21. 3.1. Análisis estadísticos 3.1.1. Estadística descriptiva Para cada uno de los apartados del inventario, se presenta los principales estadísticos descriptivos: número de niños, media, desviación típica y las puntuaciones mínimas y máximas. También se ofrece una representación gráfica de las puntuaciones medias para algunos apartados teniendo en cuenta los diferentes niveles de edad. En algunas tablas se muestra el porcentaje de niños que se sitúan dentro de un rango de puntuación determinado dentro de una habilidad (ejemplo, 0-100,101-200, 201-300, etc. para la comprensión de palabras). Esto permite comprobar la variabilidad que suele producirse en el desarrollo de las habilidades lingüísticas y comunicativas en las edades tempranas. 3.1.2. Estadística inferencial En ocasiones es necesario comprobar los efectos de la edad u otras variables, así como sus interacciones, sobre 1

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REFERENCIA DEL TRABAJO: Galeote Moreno, M.; Soto, P., Sebastián, E. y Checa, E. (manuscrito sin publicar). Inventario de Desarrollo Comunicativo MacArthur-Bates adaptado a niños con síndrome de Down. Universidad de Málaga: Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación.

3. TENDENCIAS DE DESARROLLO

En este apartado se presentan las tendencias de desarrollo mostradas por los niños de la muestra normativa para las distintas habilidades lingüísticas y comunicativas evaluadas por el CDI-Down. Por otro lado, como pudimos ver en la tabla 6.5, aunque el número total de niños y niñas está bastante equilibrado en nuestra muestra, no ocurre lo mismo en los diferentes niveles de edad. Por ello, se decidió reagrupar los distintos niveles de edad para esta variable. Los resultados se presentan al final.

Antes de presentar los resultados, se indica el tipo de análisis estadísticos empleados para analizar las distintas habilidades. Todos estos análisis han sido realizados con el paquete estadístico SPSS v. 21.

3.1. Análisis estadísticos

3.1.1. Estadística descriptivaPara cada uno de los apartados del inventario, se presenta los principales estadísticos descriptivos: número de niños, media, desviación típica y las puntuaciones mínimas y máximas. También se ofrece una representación gráfica de las puntuaciones medias para algunos apartados teniendo en cuenta los diferentes niveles de edad. En algunas tablas se muestra el porcentaje de niños que se sitúan dentro de un rango de puntuación determinado dentro de una habilidad (ejemplo, 0-100,101-200, 201-300, etc. para la comprensión de palabras). Esto permite comprobar la variabilidad que suele producirse en el desarrollo de las habilidades lingüísticas y comunicativas en las edades tempranas.

3.1.2. Estadística inferencialEn ocasiones es necesario comprobar los efectos de la edad u otras variables, así como sus interacciones, sobre diversas habilidades lingüísticas y comunicativas. Para este fin, se ha realizado análisis de varianza (ANOVA). Cuando los resultados son estadísticamente significativos, se presenta información sobre el tamaño del efecto (eta cuadrado parcial) para determinar la magnitud de cada efecto en términos de la varianza explicada. En el caso de las interacciones estadísticamente significativas, los efectos simples se han hallado empleando el procedimiento incluido en el ANOVA con una corrección de Bonferroni. Para controlar la tasa de error Tipo I, el nivel de probabilidad (alfa) escogido ha sido de 0,05.

3.1.3. PercentilesSe ha calculado los percentiles en intervalos de 10 entre el 10 y el 90 %. Las tablas se muestran en el siguiente capítulo. Se presentan tablas de percentiles para las siguientes habilidades: comprensión de las primeras frases, comprensión de palabras, producción oral de palabras, producción gestual de palabras, gestos tempranos, gestos tardíos, total de gestos, total de morfología, producción de verbos irregulares, longitud media de emisión de las 3 frases más largas (LME3+) y complejidad de frases.

3.2. Tendencias de desarrollo para los diferentes componentes del inventario.

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3.2.1. Tendencias de desarrollo para la Parte I: Vocabulario

La parte de Vocabulario se divide en cinco subapartados:

1. Comprensión temprana.2. Comprensión de las primeras frases.3. Comenzando a hablar: los inicios de la producción.4. Uso descontextualizado del lenguaje.5. Lista de vocabulario.

a. Comprensión tempranaEste apartado tiene como objetivo comprobar si el niño ha comenzado a responder al lenguaje aun cuando parezca no dar muestras de comprender palabras concretas. Incluye tres preguntas básicas que indagan si el niño responde a su nombre, parece comprender la orden “no” o si busca a su papá o su mamá cuando escucha llamarlo (“¿dónde está mamá / papá?”). En la tabla 6.10, se presentan los porcentajes de respuestas afirmativas para cada una de esas preguntas. En la tabla 6.11 puede verse el porcentaje de niños que obtuvieron uno, dos o tres respuestas afirmativas (ningún niño obtuvo la puntuación de cero).

Como puede comprobarse en la tabla 6.10, el porcentaje de respuestas afirmativas es muy elevado desde el primer nivel de edad mental para prácticamente las tres preguntas. Destaca la pregunta de responde a su nombre, con un porcentaje de 100 % en todas las edades. La tabla 6.11 muestra unos resultados similares. De este modo, el porcentaje de niños con las tres respuestas es muy elevado también desde los primeros niveles de edad. Es de destacar que ningún niño obtuviera una puntuación de cero y solo un porcentaje muy pequeño (0,9 % respecto a la muestra total) obtuviera una puntuación de uno. Para comprobar algún tipo de diferencia entre porcentajes, se realizó un análisis de Chi-cuadrado para cada nivel de edad mental y para cada puntuación. El resultado no fue significativo (Chi-cuadrado = 22,95, g.l. 20, p = 0,29), aunque este resultado debe ser considerado con precaución dado que un número elevado de casillas mostraba valores esperados inferiores a cinco.

Estos resultados contrastan con los obtenidos por de Jackson-Maldonado et al. (2005) y López Ornat et al. (2005), donde en las primeras edades el porcentaje de niños con 0-1 puntos es mayor. También es mayor, en general, nuestro porcentaje en tres puntos comparando con esos trabajos. Ello se debe a que, como se ha indicado, la comprensión es un punto fuerte en estos niños debido a su mayor edad cronológica (ver capítulo 2). Por ejemplo, para la edad de 8-9 meses, los niños de nuestra muestra van de 11;12 (meses;días) a 22 meses (ver tabla 6.5).

Como señalan Jackson-Maldonado et al. (2005) para niños con desarrollo típico, esta medida es poco discriminativa dadas las elevadas tasas de respuestas afirmativas. Pese a ello, esta medida podría tener varias ventajas. Por un lado, los padres pueden sentirse animados al comenzar respondiendo afirmativamente sobre las capacidades de comunicación de sus hijos. Por otro, como señalan Jackson-Maldonado et al. (2005), los niños con desarrollo típico que no muestran estas primeras señales de comprensión pueden estar en riesgo de retrasos lingüísticos, cognitivos o ambos, en un futuro. La misma consideración puede aplicarse a niños con síndrome de Down.

Tabla 6.10. Porcentaje de niños con respuestas afirmativas en las tres preguntas básicas de Comprensión temprana en cada nivel de edad mental (EM).

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Nivel de EMPorcentaje de respuestas afirmativas

Responde a su nombre Responde a no Busca a papá o

mamá8-9 100,00 100,00 81,80

10-11 100,00 100,00 94,1012-13 100,00 95,00 85,0014-15 100,00 83,30 88,9016-17 100,00 100,00 94,4018-19 100,00 96,00 92,0020-21 100,00 100,00 96,7022-23 100,00 100,00 91,324-25 100,00 100,00 100,0026-27 100,00 100,00 100,0028-30 100,00 100,00 100,00

Tabla 6.11. Porcentaje de niños con cero a una, dos o tres respuestas afirmativas en el apartado de Comprensión temprana en función de la edad mental (EM).

Nivel de EMNúmero de respuestas afirmativas

0 1 2 38-9 0,00 0,00 18,20 81,80

10-11 0,00 0,00 5,90 94,1012-13 0,00 5,00 10,00 85,0014-15 0,00 5,60 16,70 77,8016-17 0,00 0,00 5,60 94,4018-19 0,00 0,00 12,00 88,0020-21 0,00 0,00 3,30 96,7022-23 0,00 0,00 8,70 91,3024-25 0,00 0,00 0,00 100,0026-27 0,00 0,00 0,00 100,0028-30 0,00 0,00 0,00 100,00

b. Comprensión de las primeras frasesEste apartado incluye una serie de preguntas sobre palabras y frases simples muy familiares que los niños suelen comprender en los comienzos del aprendizaje del lenguaje y que suelen ser utilizadas en contextos de interacción entre los padres y sus hijos (“a dormir, abre la boca, dame un beso, ¿te has hecho pis?”, etc.). Dado que la comprensión es un punto fuerte en los niños con síndrome de Down, en el CDI-Down este apartado incluye más ítems que el resto de los CDI desarrollados para el español y también que en los CDI originales (Fenson et al., 1993). Más concretamente, incluye 41 ítems, mientras que Jackson-Maldonado et al. (2005) y López-Ornat et al. (2005) incluyen 28 y 32 respectivamente.

La figura 6.1 muestra las puntuaciones medias de comprensión de las primeras frases en función de los distintos niveles de edad. Como puede comprobarse, la curva de desarrollo es de tipo cuadrático, con un crecimiento algo más rápido en los primeros niveles de edad y una cierta desaceleración a partir de los 16-17 meses.

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8-9 10-11 12-13 14-15 16-17 18-19 20-21 22-23 24-25 26-27 28-300

5

10

15

20

25

30

35

40

45

Nivel de edad mental

Núm

ero

de fr

ases

com

pren

dida

s

Figura 6.1. Puntuaciones medias en Comprensión de las primeras frases por nivel de edad mental.

En la tabla 6.12, pueden verse los principales estadísticos descriptivos para esta variable. Como puede comprobarse, los niños con síndrome de Down muestran un alto nivel de respuesta desde los primeros niveles de edad. Es difícil comparar estos resultados con los obtenidos por Jackson-Maldonado et al. (2005) y López Ornat et al.(2003) para niños con desarrollo típico por dos razones: en estas versiones solo se examina la comprensión de las primeras frases hasta las edades de 15 meses (López Ornat et al., 2005) y 18 meses (Jackson-Maldonado et al., 2005) y, como se ha indicado, el rango de respuesta es inferior al nuestro. Pese a ello, si tenemos en cuenta nuestros resultados hasta esas edades, el nivel de respuesta en los niños con síndrome de Down es bastante superior al que se observa en los niños con desarrollo típico en dichos estudios. De este modo, para el nivel de 8-9 meses, la puntuación es en torno a 6 en López Ornat et al. (2005) y en torno a 12 en Jackson-Maldonado et al. (2005). Para el nivel de 14-15 meses, esas puntuaciones son en torno a 22 en ambos estudios. En nuestro caso, las puntuaciones son en torno a 16 y 28 para los niveles de 8-9 y 14-15 meses (ver tabla 6.12). Además, en nuestros resultados, ningún niño ha obtenido la puntuación de cero. Estos datos demuestran de nuevo que la comprensión es un punto fuerte en los niños con síndrome de Down. Cabe destacar, por último, que las desviaciones típicas van disminuyendo según aumenta la edad debido a un alto nivel de respuesta en casi todos los niños.

En el ANOVA realizado para esta variable con la edad como único factor entre sujetos y 11 niveles (8-9, 10-11, etc. meses), este factor resultó estadísticamente significativo: F(10,219) = 34,72, p < 0,000, explicando un 61 % de la varianza (η2

parcial = 0,613). Las comparaciones por pares como parte del ANOVA (ajuste Bonferroni para comparaciones múltiples), mostró la siguiente secuencia: (1) el grupo de edad de 8-9 meses era inferior al resto de grupos, (2) los grupos 10-11, 12-13, 14-15 eran superiores al primero (a excepción del grupo 10-11) e inferiores al resto de grupos y (3) todos los demás grupos no diferían entre sí. De este modo, como reflejaba la figura 6.1, encontramos un cierto crecimiento en los niveles inferiores (hasta el nivel 14-15) y una desaceleración con alto nivel de respuesta en las edades siguientes.

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Tabla 6.12. Estadística descriptiva para Comprensión de las primeras frases en función de la edad mental (EM).

Nivel de EM n Media DT Mínimo Máximo

8-9 22 15,68 9,22 1 3510-11 17 21,47 8,43 7 4012-13 20 24,80 9,42 5 4014-15 18 27,89 9,11 13 4116-17 18 33,39 5,91 22 4118-19 25 34,04 6,64 15 4120-21 30 36,33 4,78 20 4122-23 23 37,91 3,69 27 4124-25 19 39,10 3,51 28 4126-27 19 40,26 1,48 35 4128-30 19 40,37 1,50 35 41

En la tabla 6.13 puede verse el porcentaje de niños con 1-10, 11-20, 21-30 y 31-41 frases comprendidas en cada nivel de edad. Los resultados reflejan de nuevo que la comprensión es un punto fuerte en los niños con síndrome de Down. En primer lugar, todos los niños comprendían alguna frase, por lo que no se ha incluido una columna para la puntuación de cero, lo que sí ocurre en los estudios de Jackson-Maldonado et al. (2005) y, sobre todo, en el de López-Ornat et al. (2005). A pesar de lo indicado en el párrafo anterior respecto al diferente número de respuestas posible en nuestro estudio en relación con el de esos autores, de nuevo se confirma un mayor nivel de respuesta en los niños con síndrome de Down. Los datos de la tabla 6.13 también confirman que la variabilidad entre niños no es muy elevada a excepción de los primeros niveles de edad.

Tabla 6.13. Porcentaje en Comprensión de las primeras frases en función de rangos de puntuación y nivel de edad mental (EM)

Nivel de EM n 1-10 11-20 21-30 31-41

8-9 22 27,30 45,50 18,20 9,1010-11 17 5,90 47,10 29,40 17,6012-13 20 10,00 25,00 30,00 35,0014-15 18 0,00 22,20 38,90 38,9016-17 18 0,00 0,00 38,90 61,1018-19 25 0,00 4,00 20,00 76,0020-21 30 0,00 3,30 6,70 90,0022-23 23 0,00 0,00 4,30 95,7024-25 19 0,00 0,00 5,30 94,7026-27 19 0,00 0,00 0,00 100,0028-30 19 0,00 0,00 0,00 100,00

c. Comenzando a hablar: los inicios de la producciónEste apartado evalúa el modo en que los niños comienzan a producir el lenguaje a través del grado de imitación de las frases y palabras que escuchan y la denominación de los objetos, personas, etc. que están a su alrededor. En los análisis, las respuestas de “a veces” y “muchas veces” se han combinado como respuestas afirmativas. En la tabla

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6.14 (ver también figura 6.2) se muestra el porcentaje de niños con respuestas afirmativas para “imita” y “nombra” para cada nivel de edad. Como puede comprobarse, las habilidades de imitación van por delante de las de denominación. Además, el desarrollo de ambas conductas mostró un crecimiento progresivo.

Algo similar ocurre en las versiones para niños con desarrollo típico de Jackson-Maldonado et al. (2005) y López Ornat et al. (2005). Además, comparando con estas versiones para las edades similares, apreciamos un nivel de respuesta bastante inferior en los niños con síndrome de Down tanto para la imitación como para la denominación. Por ejemplo, en los niveles de 8 y 9 meses, el porcentaje de niños que imitan y nombran en la versión de Jackson-Maldonado et al. (2005) es de aproximadamente 36 y 16 % respectivamente, y en la de López Ornat et al. (2005) de 12 y 2 %. En el nivel 14-15 meses, el porcentaje de niños que imitan y nombran en versión de Jackson-Maldonado et al. es de aproximadamente 67 y 50 % respectivamente, y en la de López Ornat et al. de 54 y 39 %. Tomados conjuntamente, estos datos confirman las dificultades de producción de las personas con síndrome de Down, uno de sus rasgos fenotípicos.

Tabla 6.14. Porcentaje de niños con respuestas afirmativas en “imita” y “nombra” en el apartado de Comenzando a hablar: los inicios de la producción, por nivel de edad mental (EM).

Nivel de EMPorcentajes de respuestas afirmativas

Imita Nombra8-9 4,50 0,00

10-11 11,80 5,9012-13 25,00 5,0014-15 27,80 16,7016-17 50,00 33,3018-19 52,00 28,0020-21 70,00 56,7022-23 95,70 47,8024-25 89,50 84,2026-27 100,00 89,5028-30 100,00 94,70Total 57,80 42,20

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8-9 10-11 12-13 14-15 16-17 18-19 20-21 22-23 24-25 26-27 28-300

20

40

60

80

100

120 Imita Nombra

Nivel de edad mental

Núm

ero

de fr

ases

com

pren

dida

s

Figura 6.2. Porcentaje de respuestas afirmativas en “imita” y “nombra” por nivel de edad mental en el apartado de Comenzando a hablar: los inicios de la producción.

d. Lista de vocabularioLa Lista de vocabulario incluye 651 palabras divididas en 21 categorías. Los padres deben marcar las palabras que sus hijos comprenden, producen y / o se refieren a ellas mediante gestos simbólicos o referenciales. Gran parte de los datos que se presentan a continuación han sido previamente publicados por Galeote et al. (2012) en la Revista Infancia y Aprendizaje, contando con la debida autorización.

En las tablas 6.15, 6.16 y 6.17 se muestran los estadísticos descriptivos para comprensión, producción oral y producción gestual de palabras respectivamente (ver también figura 6.3). Como puede verse en la tabla 6.15, el número medio de palabras comprendidas es relativamente alto desde el primer nivel de edad mental, aumentando progresivamente. Por el contrario, el número de palabras producidas oralmente (ver tabla 6.16) es casi inexistente en el primer grupo de edad mental y va aumentando de forma más lenta que la comprensión. Cabe destacar el hecho de que la producción de gestos simbólicos (ver tabla 6.17) comience siendo superior a las palabras producidas oralmente para estabilizarse posteriormente y disminuir en los últimos niveles de edad. Se observa también una gran variabilidad entre los niños de la misma edad mental, como puede comprobarse observando las desviaciones típicas.

Tabla 6.15. Estadística descriptiva para comprensión de palabras en función de de la edad mental (EM).

Nivel de EM N Media DT Mínimo Máximo

8-9 22 67,09 74,22 7 28310-11 17 71,53 60,20 8 21312-13 20 114,3 63,59 12 26714-15 18 154,94 95,81 35 40316-17 18 259,28 121,50 66 58118-19 25 270,48 121,39 53 525

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20-21 30 271,83 113,58 89 55722-23 23 356,17 118,70 125 59124-25 19 442,95 113,28 217 63026-27 19 515,00 113,22 343 65128-30 19 509,68 122,64 249 651

Fuente: Galeote et al. (2012).

Tabla 6.16. Estadística descriptiva para producción de palabras (modalidad oral) en función de de la edad mental (EM).

Nivel de EM n Media DT Mínimo Máximo

8-9 22 2,41 3,57 0 1510-11 17 5,18 6,99 0 2212-13 20 7,95 11,97 0 5314-15 18 11,44 8,30 0 2716-17 18 31,61 24,62 1 8518-19 25 29,52 29,25 0 11220-21 30 55,07 69,74 0 27222-23 23 114,17 129,17 10 51124-25 19 187,47 147,90 21 50426-27 19 328,26 149,86 55 58628-30 19 401,31 151,49 125 637

Fuente: Galeote et al. (2012).

Tabla 6.17. Estadística descriptiva para producción gestual de palabras en función de de la edad mental (EM).

Nivel de EM n Media DT Mínimo Máximo

8-9 22 9,36 7,64 1 3210-11 17 21,06 27,34 2 11412-13 20 30,50 20,85 4 9514-15 18 34,55 26,55 4 10016-17 18 56,83 37,21 18 15918-19 25 56,88 35,32 7 13620-21 30 57,70 33,01 14 13122-23 23 62,65 45,69 10 15124-25 19 71,16 51,94 8 17126-27 19 69,21 57,26 11 24328-30 19 56,74 68,79 2 268

Fuente: Galeote et al. (2012).

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8-9 10-11 12-13 14-15 16-17 18-19 20-21 22-23 24-25 26-27 28-290

50100150200250300350400450500550

Comprensión

Producción oral

Producción gestual

Edad Mental

nº d

e pa

labr

as

Figura 6.3. Medias de cada grupo de edad mental en comprensión, producción oral y producción gestual (Fuente: Galeote et al., 2012).

A fin de comprobar las posibles diferencias estadísticamente significativas entre las distintas modalidades de vocabulario y las diferentes edades mentales, se realizó un ANOVA mixto con el factor nivel de edad mental como factor intergrupo (11 niveles: 8-9, 10-11, 12-13, 14-15, 16-17, 18-19, 20-21, 22-23, 24-25, 26-27 y 28-29 meses) y el factor modalidad de vocabulario como factor de medidas repetidas (3 niveles: comprensión, producción oral y producción gestual de palabras) como variables independientes. Como variable dependiente se consideró las palabras marcadas por los padres en cada modalidad. Puesto que la prueba de esfericidad de Mauchly no resultó significativa (W de Mauchly = 0,998, g.l. 2, p < 0,782), se tendrán en cuenta las pruebas de efectos intrasujetos sin corrección.

Ambos factores y su interacción resultaron significativos: F2,438 = 710,696, p < 0,000, η2 parcial = 0,764, potencia observada = 1,00, para el factor modalidad de vocabulario; F10,219 = 53,03, p < 0,000, η2 parcial = 0,708, potencia observada = 1,00, para el factor nivel de edad mental y F20,438 = 32,19, p < 0,000, η2 parcial = 0,595, potencia observada = 1,00, en el caso de la interacción. Se aprecian diferencias entre las tres modalidades de vocabulario. Las mayores puntuaciones se alcanzan en comprensión (Media = 275,77) seguida de la producción oral (Media = 102,24) y, por último, la producción gestual (Media = 48,51) (diferencia de medias entre comprensión y producción oral = 168,99, p < 0,000; diferencia de medias entre comprensión y producción gestual = 227,87, p < 0,000; diferencia de medias entre producción oral y gestual = 58,89, p < 0,000 –ajuste Bonferroni para comparaciones múltiples).

Los resultados anteriores quedan matizados por su interacción. Para comprender el significado de la misma, se analizaron los efectos simples (ajuste Bonferroni para comparaciones múltiples) de los distintos niveles del factor modalidad de vocabulario para cada nivel de edad mental. La comprensión fue significativamente superior a la producción oral en todos los niveles de edad mental. También lo fue con respecto a la producción gestual, excepto en el nivel de 10-11 meses de edad mental en el que no aparecieron diferencias significativas, pese a que la puntuación en comprensión fue más alta. Por su parte, la producción gestual obtuvo puntuaciones más altas que la

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producción oral hasta ser ambas prácticamente idénticas en el nivel de edad de 20-21 meses de edad mental. Sin embargo, las diferencias entre ambas no fueron significativas en estos niveles. A partir del nivel de 22-23 meses de edad mental, la producción gestual se estabiliza e incluso disminuye en los dos últimos niveles, mientras que la producción oral comienza a aumentar de forma notoria por lo que las diferencias entre ambas medidas se hacen significativas. Parece, por tanto, que aparecen dos patrones evolutivos distintos. Entre los niños más pequeños (que incluiría hasta el nivel de 20-21 meses de edad mental), la producción oral y gestual son igualmente importantes y ambas serían inferiores a la comprensión. En los niños mayores, la comprensión sigue siendo superior a la producción oral pero ésta lo es a su vez sobre la producción gestual.

El mismo resultado se obtiene si se analizan los distintos niveles de edad mental en función de cada modalidad de vocabulario, aunque esta comparación es más informativa con respecto al curso evolutivo encontrado en cada modalidad de vocabulario (ver figura 6.3). Por lo que respecta a la comprensión, aunque ésta va aumentando progresivamente, encontramos tres subgrupos homogéneos sin diferencias entre los grupos que los componen: (1) los grupos de edad mental de 8-9 a 12-13, (2) los grupos de 16-17 a 22-23 y (3) los grupos de 26-27 y 28-29. Los grupos 14-15 y 24-25 mostraron posiciones intermedias. El grupo de 14-15 no mostró diferencias con los del subgrupo (1), pero tampoco con los del grupo 16-17. El grupo de 24-25, por su parte, no mostró diferencias con el grupo 22-23 ni con los del subgrupo (3). De este modo, la secuencia obtenida fue: (1) < (2) [pero 14-15 = 16-17] < (3) [pero 22-23 = 24-25]. Estos resultados revelan un patrón de crecimiento progresivo, con algunos momentos en los que la comprensión presenta niveles similares.

En cuanto a la producción oral, el patrón es bien distinto. Los subgrupos homogéneos encontrados fueron: (1) 8-9 a 14-15, (2) 16-17 a 20-21, (3) 22-23 y 24-25, (4) 26-27 y 28-29. No se encontraron diferencias entre los subgrupos (1) y (2) ni entre este último y (3), pero sí con los de mayor edad. La secuencia obtenida fue la siguiente (1) = (2) = (3) [pero (1) < (3)] < (4). Este patrón sugiere un lento crecimiento en las primeras edades y un fuerte incremento en las edades superiores, sobre todo a partir de 22-23 meses.

Finalmente, el patrón encontrado en la producción gestual fue también muy diferente. Se encontró un gran grupo homogéneo constituido por los grupos 12-13 a 28-29 sin diferencias entre sí. El grupo más joven, de 8-9, no tuvo diferencias con los tres grupos de edad mental siguientes (10-11 a 14-15 meses) pero sí con todos los restantes grupos de edad mental. El grupo de 10-11 también difirió de los grupos 24-25 y 26-27 pero no del grupo de edad superior. Estos resultados sugieren un patrón prácticamente plano, con un suave aumento en las primeras edades y un pequeño descenso en las últimas.

Los resultados anteriores ponen de manifiesto una serie de tendencias generales en la adquisición del léxico por parte de los niños con síndrome de Down. Por un lado, aparece una superioridad en comprensión desde las primeras edades, con unas puntuaciones más elevadas a las encontradas tanto en producción oral como gestual de palabras. Esto demuestra una vez más que la comprensión es un punto fuerte en los niños con síndrome de Down. Asimismo, se aprecia un aumento progresivo en el número de palabras, tanto en comprensión como en producción oral. Sin embargo, también existen algunas diferencias importantes. En el caso de la comprensión, el aumento es gradual y con un cierto carácter lineal, mientras que la producción oral comienza en unos niveles muy bajos y experimenta un fuerte crecimiento en torno a los niveles de edad de 20-21 y 22-23 meses de edad mental. Los resultados son algo diferentes por lo que respecta a la producción gestual de palabras. Inicialmente, el número de gestos va aumentando lentamente, pero se estabiliza a partir de cierto nivel

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(en torno a los 16-17 meses de edad mental), e incluso disminuyen ligeramente en los últimos grupos de edad. Este descenso parece estar asociado con el aumento del vocabulario producido en la modalidad oral. Por consiguiente, parece que los niños emplean más gestos cuando carecen de palabras orales para expresarse. A medida que van produciendo más palabras, la comunicación gestual pierde preponderancia.

e. Uso descontextualizado del lenguajeEste apartado evalúa el grado en que los niños emplean el lenguaje para referirse a

objetos, personas o eventos que no están presentes, sucesos que han ocurrido en el pasado, etc. Más concretamente, incluye cinco cuestiones que preguntan por el empleo de palabras para referirse al pasado, al futuro, a objetos o personas ausentes y por el dueño de un objeto. Estas habilidades reflejan un uso descontextualizado del lenguaje, es decir, el uso del lenguaje para ir más allá del aquí y el ahora.

En la figura 6.4 se presenta la media del número de respuestas afirmativas (puntuación máxima = 5) en función de los diferentes niveles de edad. La tabla 6.18 muestra información descriptiva adicional. Como puede observarse, el número medio de respuestas va aumentando progresivamente. La curva de desarrollo es de tipo cúbico. Es de destacar las notables diferencias interindividuales tal como muestran las desviaciones típicas, sobre todo en los primeros niveles.

Si comparamos con los datos de los niños con desarrollo típico de la versión de Jackson-Maldonado et al. (2005) para edades similares (este apartado aparece en el CDI-2 = 16-30 meses), los resultados son bastante parecidos. Por otro lado, la curva de desarrollo es muy similar (ver figura 4.12., página 58, en Jackson-Maldonado et al., 2005). La comparación con López Ornat et al. (2005) es más difícil, dado que estos autores solo incluyen cuatro cuestiones.

Tabla 6.18. Estadística descriptiva para Uso descontextualizado del lenguaje en los diferentes niveles de edad mental (EM).

Nivel de EM n Media DT Mínimo Máximo

8-9 22 0,18 0,39 0 110-11 17 0,24 0,56 0 212-13 20 0,60 0,68 0 214-15 18 0,39 0,78 0 316-17 18 1,72 1,32 0 518-19 25 1,64 1,58 0 520-21 30 2,63 1,56 0 522-23 23 3,13 1,52 1 524-25 19 3,63 1,26 1 526-27 19 4,74 0,65 3 528-30 19 4,53 1,02 2 5

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8-9 10-11 12-13 14-15 16-17 18-19 20-21 22-23 24-25 26-27 28-300

0.5

1

1.5

2

2.5

3

3.5

4

4.5

5

Nivel de edad mental

Núm

ero

de fr

ases

com

pren

dida

s

Figura 6.4. Puntuaciones medias para Uso descontextualizado de lenguaje en los distintos niveles de edad mental.

En el ANOVA realizado para esta variable con la edad como único factor entre sujetos y 11 niveles (8-9, 10-11, etc. meses), este factor resultó estadísticamente significativo: F(10,219) = 42,31, p < 0,000, explicando un 66 % de la varianza (η2

parcial = 0,659). Las comparaciones por pares como parte del ANOVA (ajuste Bonferroni para comparaciones múltiples), mostró que los grupos de edad inferiores (de 8 a 15 meses) no diferían entre ellos. Tampoco existían diferencias entre los grupos de edad superiores (de 24 a 30 meses). Sí existían algunas diferencias significativas entre los grupos de edad intermedios, aunque algunos de estos no diferían con grupos de edad anterior o posterior (por ejemplo, el grupo de edad 12-13 no difería significativamente de los grupos 16-17 y 18-19) o entre ellos (ejemplo, el grupo edad 16-17 no difería del grupo de edad de 18-19 ni del de 20-21).

En la tabla 6.19, se muestra el porcentaje de niños que realizan las diferentes conductas evaluadas en este apartado según sus padres. Al igual que en las versiones de Jackson-Maldonado et al. (2005) y López Ornat et al. (2005), las referencias al pasado y al futuro aparecen bastante más tarde que la comprensión o producción de referencias a objetos ausentes. La referencia al dueño ausente se sitúa entre ambos. Por otro lado, en la referencia a objetos ausentes, la producción es anterior a la comprensión. Por otro lado, los porcentajes son parecidos a los de Jackson-Maldonado et al. (2005) para edades similares (CDI-2).

Tabla 6.19. Porcentaje de niños con respuestas afirmativas en el apartado de Uso descontextualizado de lenguaje en los diferentes niveles de edad mental (EM).

Nivel de EM Pasado Futuro Objeto ausente (producción)

Objeto ausente (comprensión)

Dueño ausente

8-9 0,00 0,00 18,20 0,00 0,0010-11 0,00 0,00 17,60 5,90 0,0012-13 0,00 5,00 30,00 20,00 5,0014-15 0,00 0,00 16,70 11,10 11,1016-17 11,10 16,70 55,60 50,00 38,9018-19 12,00 24,00 32,00 64,00 32,00

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20-21 20,00 26,70 60,00 90,00 66,7022-23 34,80 39,10 60,90 95,70 82,6024-25 47,40 42,10 84,20 100,00 89,5026-27 89,50 89,50 100,00 100,00 94,7028-30 78,90 89,50 94,70 100,00 89,50Total 26,10 30,00 51,70 60,00 47,40

3.2.2. Tendencias de desarrollo para la Parte II: Gestos y acciones

Esta parte evalúa el uso de diferentes gestos comunicativos y simbólicos por parte del niño que no dependen de la expresión verbal. Incluye cinco categorías:

1. Primeros gestos2. Juegos con adultos y rutinas3. Acciones con objetos4. Jugar a ser adulto5. Imitación de otros tipos de actividades de los adultos.

Las dos primeras categorías representan gestos tempranos, mientras que el resto de categorías representan gestos más tardíos.

En la figura 6.5 se presenta el número medio de gestos totales (puntuación máxima = 79) para cada nivel de edad mental. La tabla 6.20 muestra estadística descriptiva adicional. Como puede observarse en dichas tabla y figura, la tendencia de desarrollo es de tipo cuadrático: el uso de gestos aumenta progresivamente en los primeros niveles de edad mental y pasa a estabilizarse a partir de la edad mental de 16-17 meses. Esto se explica si tenemos en cuenta que en los últimos niveles muchos niños dejan de producir estos gestos aumentando la respuesta de los padres de “ya no”.

Se realizó un ANOVA con la edad como único factor entre sujetos con 11 niveles (8-9, 10-11, etc. meses). Este factor resultó estadísticamente significativo: F(10, 219) = 17,79, p< 0,000, explicando un 45 % de la varianza (η2 parcial = 0,45). Las comparaciones por pares como parte del ANOVA (ajuste Bonferroni para comparaciones múltiples), mostró que los dos primeros grupos de edad mental (8-9 y 10-11) eran inferiores a los grupos 12-13 y 14-15, aunque el grupo de 10-11 no mostraba diferencias significativas con el grupo 12-13. Todos estos grupos eran inferiores al resto de grupos, los cuales no mostraban diferencias entre sí (el grupo 14-15 tampoco mostraba diferencias con estos grupos). De este modo, la secuencia era: 8-9 y 10-11 < 12-13 y 14-15 < resto (pero: 10-11 = 12-13 y 14-15 = resto). Esta secuencia corrobora la tendencia de desarrollo cuadrática indicada en el párrafo anterior (ver figura6.5).

Es difícil comparar con los resultados obtenidos por Jackson-Maldonado et al. (2005) y López-Ornat et al. (2005), dado que el número de ítems de ambas versiones para niños con desarrollo típico difieren de los examinados en el CDI-Down (Jackson-Maldonado et al. incluyen 64 ítems y López Ornat et al. incluyen 28, mientras que el CDI-Down incluye 79). No obstante, si comparamos con el trabajo de Jackson-Maldonado et al. (2005), que es el que se acerca más a la puntuación del CDI-Down, los niños de nuestro estudio muestran puntuaciones medias superiores. Por otro lado, Jackson-Maldonado et al. encontraron que los niños con desarrollo típico de su estudio de las edades de 8, 9 y 10 meses (edad cronológica) no producían ningún gesto, mientras que los niños con síndrome de Down de esas edades sí lo hacen (ver columna de puntuación mínima en

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tabla 6.20). En el resto de edades, los niños con síndrome de Down de nuestro estudio también producen una puntuación mínima superior a la de los niños con desarrollo típico de la muestra de Jackson-Maldonado et al. (2005). Esto confirma la superioridad de los niños con síndrome de Down en la producción de gestos (ver capítulo 2).

Tabla 6.20. Estadística descriptiva para total de gestos en los diferentes niveles de edad mental (EM) (máximo = 79).

Nivel de EM n Media DT Mínimo Máximo

8-9 22 17,04 9,77 5 4210-11 17 26,94 13,86 4 5512-13 20 35,00 11,74 12 5614-15 18 41,94 11,96 26 6916-17 18 52,05 10,07 26 7018-19 25 54,36 10,88 32 7420-21 30 56,27 9,19 38 7122-23 23 58,35 7,02 38 6824-25 19 60,53 9,13 45 7526-27 19 62,37 7,92 47 7328-30 19 61,00 7,01 48 71

8-9 10-11 12-13 14-15 16-17 18-19 20-21 22-23 24-25 26-27 28-300

10

20

30

40

50

60

70

Nivel de edad mental

Núm

ero

de fr

ases

com

pren

dida

s

Figura 6.5. Puntuaciones medias para total de gestos en los distintos niveles de edad mental.

La tabla 6.21 muestra la estadística descriptiva para las dos subcategorías de gestos: gestos tempranos (la suma de las Secciones Ay B de Gestos y acciones) y gestos tardíos (la suma de las Secciones C, D y E de Gestos y acciones). Como variable dependiente se ha considerado el porcentaje de respuestas afirmativas a fin de poder comparar entre ambas subcategorías. En dicha tabla puede comprobarse que los gestos tempranos aparecen antes que los tardíos. La figura 6.6 muestra, además, que el patrón de desarrollo de ambos tipos de gestos es diferente. Mientras que los gestos tempranos

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aparecen pronto y crecen progresivamente hasta el nivel de 14-15 meses de edad mental, a partir de esta edad comienzan a estabilizarse, para descender en las últimas edades. Esto confirma lo comentado para el total de gestos en el sentido de que a partir de estas edades los padres informan de que sus hijos ya no producen este tipo de gestos. Los gestos tardíos, por el contrario, parten de unos niveles inferiores a los anteriores, pero muestran un crecimiento progresivo, aunque se observa en las últimas edades una tendencia a la estabilización.

Estos resultados son confirmados en el ANOVA mixto realizado con la edad mental como factor entresujetos (11 niveles: 8-9, 10-11, etc.) y el tipo de gestos como factor intrasujetos (2 niveles: gestos tempranos y gestos tardíos). No se corrigieron los grados de libertad para el factor tipo de gestos, dado que solo tiene 2 niveles y el principio de esfericidad no se aplica. En este ANOVA, todos los factores resultaron significativos, así como la interacción: F(10, 219) = 46,19, p < 0,000, η2 parcial = 0,68, para el factor edad; F(1, 219) = 42,75, p < 0,000, η2 parcial = 0,16, para el factor tipo de gestos y F(10, 219) = 21,15, p < 0,000, η2 parcial = 0,49. De especial interés son los resultados relativos al factor tipo de gestos y la interacción. Comparados los dos tipos de gestos entre sí como parte del ANOVA (ajuste Bonferroni), los padres informaban que sus hijos producían un mayor porcentaje de gestos tempranos (M = 65,25 y M = 57,85 para gestos tempranos y tardíos respectivamente). La interacción mostró la siguiente secuencia (ver figura 6.6): (1) en los niveles de edad mental comprendidos entre los 8 y los 21 meses, los niños producían un mayor número de gestos tempranos; (2) en los niveles de edad 22-23 y 24-25, no había diferencias entre los dos tipos de gestos y (3) en los últimos niveles de edad los niños producían más gestos tardíos. Esto confirma el comentario realizado en el párrafo anterior relativo a la disminución en la producción de gestos tempranos en los últimos niveles de edad. Por el contrario, los gestos tardíos siguen siendo producidos, aunque existe una tendencia a estabilizarse. Jackson-Maldonado et al. (2005) encontraron un patrón similar, aunque no podemos realizar una comparación completa dado que la producción de gestos solo se examina en el CDI-1 (8 a 18 meses). Es de destacar, por otro lado, que la variabilidad individual es más elevada en los primeros niveles (exceptuando el primer nivel de edad), sobre todo en el caso de los gestos tardíos. Por último, tomados en conjunto, estos resultados confirman de nuevo que la comunicación gestual es un punto fuerte en los niños con síndrome de Down.

Tabla 6.21. Media y desviación típica de porcentajes de gestos tempranos (puntuación máxima = 35) y gestos tardíos (puntuación máxima = 44) en los diferentes niveles de edad mental (EM).

Nivel de EMn

Gestos tempranos Gestos tardíos

Media DT Media DT

8-9 22 36,10 3,18 10,02 11,9610-11 17 47,39 20,73 23,53 17,9312-13 20 55,43 17,57 35,45 15,2114-15 18 69,36 13,07 40,15 19,4616-17 18 71,27 10,98 61,61 16,6318-19 25 74,51 10,91 64,27 18,4520-21 30 77,24 10,11 66,44 18,3922-23 23 70,68 11,27 76,38 13,5124-25 19 73,83 16,56 78,83 13,40

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26-27 19 71,28 12,51 85,05 12,5528-30 19 63,46 18,13 88,16 12,06Total 230 65,25 18,80 57,85 28,93

8-9 10-11 12-13 14-15 16-17 18-19 20-21 22-23 24-25 26-27 28-300

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100 Gestos tempranos Gestos tardíos

Nivel de edad mental

Núm

ero

de fr

ases

com

pren

dida

s

Figura 6.6. Medias de porcentajes para gestos tempranos y tardíos en los distintos niveles de edad mental.

3.2.3. Tendencias de desarrollo para la Parte III: Oraciones y gramática

La parte de gramática evalúa el surgimiento de la sintaxis, así como el empleo de diferentes formas morfológicas tempranas. Esta parte consta de cinco apartados:

1. Terminaciones de palabras2. Verbos irregulares3. Combinaciones de palabras4. Ejemplos de frases5. Complejidad morfosintáctica

La edad mental de la muestra de niños con síndrome de Down participantes en esta parte estaba comprendida entre los 16 y los 30 meses (los niños de menos edad no producían elementos morfosintácticos). Indicar, por otro lado, que gran parte de los datos que se presentan a continuación han sido previamente publicados por Galeote et al. (2010) en la Revista Síndrome de Down de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria contando con la debida autorización.

Los participantes fueron 153 niños con síndrome de Down de 16 a 29 meses de edad mental divididos en 7 grupos. Los grupos y sus medias (y rangos), tanto de la edad cronológica como mental, se muestran en la tabla 6.22. Los criterios de selección, procedimiento, etc. son los mismos del estudio normativo general.

Tabla 6.22. Distribución de la muestra en género, edad cronológica (EC) y edad mental (EM) (Media y rango en meses;días) para cada nivel de edad mental.Nivel de EM niños niñas total EC

Media (rango)EM

Media (rango)

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16-17 5 13 18 27;19 (17;25-38;25) 17 (16-17;27)18-19 10 15 25 31;17 (23;25-42;4) 18;29 (18;6-19;27)20-21 22 8 30 50;23 (20;29-64;17) 20;28 (20-21;27)22-23 14 9 23 43;8 (27-68;12) 23;6 (22-23;27)24-25 10 9 19 44;22 (30;27-62;12) 24;26 (24-25;24)26-27 7 12 19 55;15 (39-71;1) 26;24 (26-27;18)28-30 9 10 19 59;17 (45;20-68;19) 28;22 (28;06-29;12)Total 77 76 153 36;13 (11-68;19) 15;21 (8-29;12)

a. Terminaciones de palabrasEste apartado, y el siguiente (Verbos irregulares), tratan de evaluar el conocimiento

morfológico inicial de los niños (empleo de las marcas de género y número en los nombres y algunas formas verbales, tanto regulares como irregulares).

En cuanto a la morfología regular, se examina morfemas flexivos, nominales (género, número, derivativos) y verbales (tiempo –presente, pasado, futuro-, aspecto –perfectivo, imperfectivo-, persona, etc.). La tarea de los padres consiste en marcar aquellas marcas morfológicas que producían sus hijos. El número de ítems es 29.

Como puede comprobarse en la tabla 6.23, los niños apenas producen marcas morfológicas en los primeros grupos de edad y solo en los dos últimos grupos se aprecia un aumento importante en esa producción. A fin de comprobar las diferencias entre los distintos grupos de edad, se realizó un ANOVA con la edad como único factor. Dicho factor resultó significativo: F6,146 = 22,40, p < 0,000, η2 parcial = 0,479. Analizados los efectos principales de dicho factor (ajuste Bonferroni para comparaciones múltiples), resultó la siguiente secuencia: 16-17 = 18-19 = 20-21 = 22-23 = 24-25 < 26-27 = 28-29.

Tabla 6.23. Estadística descriptiva para total morfología, Terminaciones de las palabras, en los diferentes niveles de edad mental (EM) (máximo = 29

Nivel de EM n Media DT Mínimo Máximo

16-17 18 0,11 0,32 0 118-19 25 0,40 0,96 0 420-21 30 0,77 1,69 0 822-23 23 2,48 3,99 0 1324-25 19 2,74 2,90 0 1126-27 19 7,31 6,07 0 2028-30 19 10,37 6,44 0 23

b. Verbos irregularesEste apartado examina la producción de verbos irregulares frecuentes (“soy, voy,

quepo”, etc.). La tarea de los padres consiste nuevamente en marcar las formas verbales producidas por sus hijos. El número de ítems es 19.

En la tabla 6.24, se presentan las puntuaciones medias en la producción de formas de verbos irregulares. En general, como puede comprobarse en dicha tabla, los niveles de actuación son inferiores a los de producción de marcas morfológicas regulares. De este modo, hasta la edad de 20-21 meses los niños no comienzan a producir formas irregulares y, a partir de ese grupo de edad, los niveles son cercanos a cero, a excepción de los dos últimos grupos de edad. Como en el caso anterior, también se realizó un ANOVA con la edad como único factor. Dicho factor resultó significativo: F6,146 = 10,35, p < 0,000, η 2parcial = 0,298, potencia observada = 1,00. Analizados los efectos principales de dicho factor (ajuste Bonferroni para comparaciones múltiples), resultó la

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siguiente secuencia: 16-17 = 18-19 = 20-21 = 22-23 = 24-25 < 26-27 < 28-29. Esta secuencia revela que hay que esperar hasta el nivel de 26-27 meses para que la producción de verbos irregulares muestre un nivel apreciable.

Tabla 6.24. Estadística descriptiva para producción de Verbos irregulares frecuentes en los diferentes niveles de edad mental (EM) (máximo = 19).

Nivel de EM n Media DT Mínimo Máximo

16-17 18 0,00 0,00 0 018-19 25 0,00 0,00 0 020-21 30 0,33 1,29 0 722-23 23 0,48 1,31 0 624-25 19 0,74 1,52 0 526-27 19 2,05 2,94 0 1028-30 19 4,21 4,58 0 12

c. Combinación de palabras y ejemplos de frasesEn este apartado los padres deben indicar si sus hijos han comenzado a combinar

palabras y, en caso de respuesta afirmativa, escribir las tres frases más largas que últimamente les hayan oído producir. A partir de estas frases se obtiene la longitud media de emisión en palabras.

Por lo que respecta a la combinación de palabras, la actuación es superior a los apartados de morfología. Considerando el porcentaje de niños que no combinan y los que combinan (ver tabla 6.25), se aprecia un aumento más progresivo en la combinación de palabras que en la producción de marcas morfológicas. Para comprobar las diferencias entre grupos de edad se realizó un análisis de Chi-cuadrado. Dicho análisis, resultó significativo (Chi-cuadrado = 62,95, g.l. 6, p < .000). Analizados los residuos corregidos, se encontraron porcentajes inferiores a lo que es de esperar en los grupos de edad de 16-17, 18-19 y 20-21, superiores en los grupos de edad 26-27 y 28-29 y ausencia de diferencias en los grupos de edad 23-24 y 24-25.

Tabla 6.25. Porcentaje de niños con respuestas negativas y afirmativas en Combinación de palabras para cada nivel de edad mental (EM).

Nivel de EMRespuesta

No combina Combina16-17 88,90 11,1018-19 88,00 12,0020-21 70,00 30,0022-23 39,10 60,9024-25 36,80 63,2026-27 5,30 94,7028-29 5,30 94,70

La longitud media de emisión de las tres frases más largas (LME3+) también arroja puntuaciones algo superiores a la producción de marcas morfológicas (ver tabla 6.26). En todos los grupos de edad se aprecia una cierta longitud de emisión, lo que se hace más patente en los últimos grupos. A fin de comprobar las diferencias entre los distintos grupos de edad, se realizó un ANOVA de un factor. Dicho factor resultó significativo:

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F6,146 = 18,24, p < 0,000, η2 parcial = 0,428, potencia observada = 1,00. Analizados los efectos principales de dicho factor (ajuste Bonferroni para comparaciones múltiples), resultó la siguiente secuencia: 16-17 = 18-19 = 20-21 = 22-23 = 24-25 (aunque 24-25 = 26-27) < 26-27 = 28-29. Como en los casos anteriores, solo en los últimos niveles de edad se nota un aumento apreciable.

Tabla 6.26. Estadística descriptiva para longitud media de emisión de las 3 frases más largas en los diferentes niveles de edad mental (EM).

Nivel de EM n Media DT Mínimo Máximo

16-17 18 1,11 0,32 0 218-19 25 1,05 0,35 0 220-21 30 1,36 0,94 0 522-23 23 1,96 1,02 1 424-25 19 2,30 1,38 1 626-27 19 3,45 2,13 1 928-30 19 4,57 2,52 0 12

d. Complejidad morfosintáctica.En este apartado, se evalúa el grado de complejidad de las estructuras sintácticas

empleadas por los niños. Incluye 34 pares de oraciones (a veces simplemente sintagmas). Cada par se presenta en dos versiones: el primero muestra una estructura menos madura y el segundo una estructura más madura. Los padres deben escoger aquélla que se asemeja más a la forma en que la producen de sus hijos. En los análisis que siguen solo se tiene en cuenta la producción de frases más maduras o evolucionadas (máximo = 34).

La complejidad morfosintáctica (ver tabla 6.27) sigue un patrón similar a los anteriores aspectos evaluados. Los resultados de los primeros grupos (16-17, 18-19 y 20-21) reflejan valores cercanos a cero y hay que esperar hasta los dos últimos grupos de edad para encontrar valores un poco notorios. A fin de comprobar las diferencias entre los distintos grupos de edad, se realizó de nuevo un ANOVA de un factor. Dicho factor resultó significativo: F6,146 = 15,79, p < 0,000, η2 parcial = 0,394, potencia observada = 1,00. Analizados los efectos principales de dicho factor (ajuste Bonferroni para comparaciones múltiples), resultó una secuencia similar a las anteriores: 16-17 = 18-19 = 20-21 = 22-23 = 24-25 < 26-27 = 28-29.

Tabla 6.27. Estadística descriptiva para longitud media de emisión de las 3 frases más largas en los diferentes niveles de edad mental (EM).

Nivel de EM n Media DT Mínimo Máximo

16-17 18 0,11 0,47 0 218-19 25 0,08 0,40 0 220-21 30 0,40 0,16 0 522-23 23 2,83 5,29 0 2024-25 19 2,21 4,02 0 1726-27 19 7,58 8,40 0 2528-30 19 11,37 8,58 0 23

Nuestros resultados ponen de manifiesto una serie de tendencias generales en la adquisición de la morfosintaxis por parte de los niños con síndrome de Down que se

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ajustan a los datos conocidos sobre dicha adquisición en esta población. De este modo, prácticamente en todos los grupos de edad inferiores y para todos los aspectos examinados, los niños o bien no producen respuestas o bien se acercan a cero. Sólo se aprecia un aumento significativo en las respuestas en los dos grupos de edad superiores (26-27 y 28-29). Por otro lado, el aspecto donde encontramos mayores dificultades es el morfológico. También es de destacar que los niños con síndrome de Down de nuestro estudio combinan palabras con cierta frecuencia, presentando igualmente una longitud media de emisión de cierta consideración. Pese a ello, la complejidad morfosintáctica es bastante baja. En otras palabras, producen emisiones de cierta longitud, pero poco complejas.

La comparación de los resultados anteriores con los obtenidos por Jackson-Maldonado et al. (2005) y López-Ornat et al. (2005) es difícil dado que existen diferencias notables en los apartados evaluados y / o procedimiento de evaluación y / o en el número de ítems que incluyen.

3.3. Análisis de la variable sexoComo se ha indicado, aunque el número total de niños y niñas está bastante

equilibrado en nuestra muestra, no ocurre lo mismo en los diferentes niveles de edad. Por ello, se decidió reagrupar los distintos niveles de edad para esta variable en tres niveles a fin de contar con un número similar de niños y niñas en cada uno de ello. Los grupos y sus medias (y rangos), tanto de la edad cronológica como mental, se muestran en la tabla 6.28. Para los componentes del apartado de gramática solo se tuvieron en cuenta los dos últimos grupos (16-21 y 22-30).

Tabla 6.28. Distribución de la muestra en género, edad cronológica (EC) y edad mental (EM) (Media y rango en meses;días) para cada nivel de edad mental.Edad Mental niños niñas total EC

Media (rango)EM

Media (rango)8-15 34 43 77 19,70 (11,12-35,21) 11,47 (8,00-15,27)16-21 36 37 73 33,18 (17,25-64,17) 18,99 (16,00-21,27)22-30 40 40 80 50,06 (27,00-71,01) 25,42 (22,00-29,12)Total 110 120 230 36,13 (11,12-71,01) 15,21 (8,00-29,12)

En la tablas 6.29 y 6.30 pueden verse las medias y desviaciones típicas obtenidas por los niños y las niñas en cada grupo edad en cada uno de los componentes principales del CDI-Down a excepción de los componentes del apartado de gramática (estos se muestran en la tabla 6.30).

Se realizaron diferentes análisis de la varianza para cada componente con la edad (3 niveles) y el sexo como variables entresujetos. La variable edad resultó estadísticamente significativa en esos análisis. En todos los casos, excepto en gestos generales, el grupo de menor edad presentaba puntuaciones inferiores al siguiente y este al último. En gestos generales, los dos últimos grupos de edad no diferían entre sí. Ello se debe a que los niños dejan de producir gestos tempranos en las edades superiores (ver tabla 6.21). La variable sexo no resultó significativa en ninguno de los análisis. Sí resultó significativa la interacción Sexo x Edad Mental en la producción oral de vocabulario: F (2,224) = 3,35, p = 0,03. No obstante, la cantidad de variable explicada era muy pequeña (eta cuadrado parcial = 0,029).

Tabla. 6.29. Media y desviación típica (entre paréntesis) de los componentes del CDI-Down indicados en los distintos niveles de edad mental (EM) y sexo.

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Nivel de EM Sexo N Comprensión

primeras frasesVocabulario

(comprensión)Vocabulario

(producción oral)Vocabulario

(producción gestual)Gestos

generales

8-15

Niñas 34 22,26(10,33)

95,06(66,41)

7,88(10,95)

23,38(20,06)

30,70(16,33)

Niños 43 22,12(9,95)

105,46(91,93)

5,53(6,47)

23,28(25,74)

28,93(13,96)

Total 77 22,18(10,05)

100,87(81,32)

6,57(8,75)

23,32(23,26)

29,71(14,97)

16-21

Niñas 36 35,75(5,22)

271,05(116,76)

34,00(29,73)

57,47(36,75)

55,69(10,889)

Niños 37 33,92(6,28)

265,57(118,23)

46,89(64,27)

56,94(32,42)

53,49(9,08)

Total 73 34,82(5,82)

268,27(116,72)

40,53(50,37)

57,20(34,38)

54,57(10,01)

22-30

Niñas 40 39,42(3,05)

456,62(128,39)

286,97(171,61)

58,32(54,30)

61,12(7,68)

Niños 40 39,25(2,88)

445,30(138,52)

214,27(187,70)

71,32(56,11)

59,77(7,90)

Total 80 39,34(2,95)

450,96(132,82)

250,62(182,39)

64,82(55,25)

60,45(7,77)

TotalNiñas 110 32,92

(9,90)284,14

(183,68)117,92

(165,67)47,24

(43,22)49,94

(17,67)

Niños 120 31,47(10,17)

268,11(183,34)

87,87(145,44)

49,67(44,83)

46,78(17,32)

Por lo que respecta a los componentes de la parte de morfosintaxis (ver tabla 6.30), la variable edad resultó estadísticamente significativa en todos los análisis. En todos los casos, el grupo de menor edad presentaba puntuaciones inferiores al de mayor edad. La variable sexo no resultó significativa en ninguno de los análisis. No obstante, la interacción Sexo x Edad Mental resultó estadísticamente significativa en el total de morfología: F (1,149) = 5,77, p = 0,02. Pese a ello, la cantidad de variable explicada era muy pequeña (eta cuadrado parcial = 0,037).

Tabla 6.30. Media y desviación típica (entre paréntesis) de los componentes de la parte de gramática del CDI-Down en los distintos niveles de edad mental (EM) y sexo.

Nivel de EM Sexo NMorfología total

Terminaciones de las palabras

LME3+Complejidad

morfosintáctica

16-21

Niñas 34 0,30(0,79)

1,10(0,40)

0,17(0,51)

Niños 43 0,65(1,57)

1,28(0,85)

0,27(1,04)

Total 77 0,48(1,25)

1,19(0,67)

0,22(0,82)

22-30

Niñas 40 7,05(5,79)

3,29(1,97)

7,30(7,56)

Niños 40 4,07(5,77)

2,74(2,15)

4,37(7,51)

Total 80 5,56(5,93)

3,01(2,07)

5,84(7,63)

TotalNiñas 110 3,85

(5,40)2,26

(1,82)3,92

(6,54)

Niños 120 2,43(4,60)

2,04(1,80)

2,40(5,80)

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3.4. Influencia de algunas variables demográficas en el desarrollo del lenguaje

A continuación se presentan los datos relativos a la influencia de la educación materna y el orden de nacimiento en el desarrollo del lenguaje y la comunicación de los niños con síndrome de Down participantes en el estudio normativo. Estas dos variables se encuentran entre las que más parecen influir en ese desarrollo.

3.4.1. Educación maternaEn las versiones de Jackson-Maldonado et al. (2005) y de López-Ornat et al. (2005), se tomó como índice del nivel socioeconómico la educación materna. Según los primeros autores, ello se debe a que este índice se obtiene de un modo más sencillo y fiable que otros índices (por ejemplo, nivel de ingresos familiares) para determinar dicho nivel. Además, la educación materna correlaciona fuertemente con el nivel socioeconómico (Hart y Risley, 1995). Aunque ambas razones parecen poderosas, hay una tercera razón que es preciso subrayar. Como han mostrado numerosos trabajos, la educación de las madres es el aspecto socio-económico que más correlaciona con ciertas variables relacionadas con la interacción niños-cuidadores (Alwin, 1984; Richman, Miller y Le Vine, 1992). También se ha encontrado que los niños con madres con alto nivel educativo muestran un desarrollo del lenguaje y del habla más avanzado (Campbell et al., 2003; Dollagham et al., 1999; Fewell y Deutscher, 2003; Rice, Spitz y O’Brien, 1999).

Para los análisis, se ha categorizado la educación materna en 4 niveles: estudios primarios, secundarios, de diplomatura o FP2 y universitarios. En el análisis solo se ha tenido en cuenta los principales componentes del CDI-Down. Por otro lado, para dicho análisis se ha seguido dos procedimientos. Por un lado, se analiza el impacto de esos niveles de educación materna en toda la muestra para los componentes siguientes: comprensión de las primeras frases, lista de vocabulario (comprensión, producción oral y producción gestual de palabras) y gestos generales (gestos tempranos, gestos tardíos y gestos totales). Por otro, como en análisis anteriores, el impacto de dichos niveles en las medidas morfosintácticas principales (morfología, LME3+ y complejidad morfosintáctica) solo se analiza en una submuestra.

En los primeros análisis, los 230 niños de la muestra se han dividido en 3 niveles de edad mental: 8 a 15, 16 a 21 y 22 a 30 meses. Este reagrupamiento se ha realizado para contar con un número suficiente de niños en cada nivel de educación materna en los diferentes niveles de edad mental. Un niño se eliminó por no contar con información sobre el nivel educativo de los padres. Cada nivel contaba con 77, 72 y 80 niños respectivamente (total 229). En los segundos análisis se ha considerado los dos últimos niveles (16 a 21 y 22 a 30 meses de edad mental). El primer nivel contaba con 72 niños y el segundo con 80 (total: 152).

En la tabla 6.31 pueden verse los principales estadísticos para comprensión de las primeras frases, vocabulario (comprensión, producción oral y producción gestual de palabras) y gestos generales. Antes de ello, se comprobó que no existiesen diferencias de edad en los niños pertenecientes a cada una de las distintas categorías de educación materna. Se trataba de descartar la posibilidad de que alguna de las categorías contara con niños de mayor edad que otras. Aunque la edad no es un índice fiel del nivel lingüístico y comunicativo de los niños, por lo general, a mayor edad suelen darse mayores habilidades en esos dominios. Si este fuera el caso, los resultados no serían comparables entre categorías de educación materna. Para tal fin, se realizó un ANOVA 3 x 4 (Edad [8-15, 16-21 y 22-30] y Nivel de educación materna [primaria, secundaria,

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diplomatura y universidad]). Solo resultó significativo el nivel de edad mental: F(2,217) = 798,84, p = 0,000, η2 parcial = 0,88. Como podemos comprobar, la edad explica un porcentaje muy alto de la varianza. Este resultado era de esperar dado que los niños están agrupados en función de esas edades. Por tanto, no existían diferencias de edad mental entre los niños pertenecientes a cada nivel de educación materna y, dada la ausencia de interacción, la misma afirmación se aplica a cada nivel de edad.

En los ANOVAS 3 x 4 (mismos factores y niveles del ANOVA anterior) realizados para cada uno de los componentes del inventario, el único factor que resultó significativo fue la edad. En todos los casos, los niños del nivel 8-15 meses presentaban puntuaciones inferiores a los del siguiente nivel (16-21) y estos a los del último (22-30). En cuanto a la educación materna, solo resultó significativa en “comprensión de las primeras frases”: F(3,217) = 2,91, p = 0,036, η2 parcial = 0,04. Pese a ello, en las comparaciones por pares empleando el procedimiento del ANOVA (corrección de Bonferroni), ninguna comparación resultó significativa. La única próxima a la significación estadística (p = 0,07) era la diferencia de medias existente entre educación primaria y universidad. Esto se explica en función de la eta-cuadrado tan pequeña obtenida. Ninguna interacción resultó significativa.

Tabla 6.31. Media y desviación típica (entre paréntesis) de los componentes del CDI-Down indicados en los distintos niveles de edad mental (EM) y de educación materna.

Nivel de

EM

Nivel de educación

maternaN

Comprensión primeras frases

Vocabulario

(comprensión)

Vocabulario

(producción oral)

Vocabulario

(producción gestual)

Gestos

generales

8-15

Primaria 28 26,18(10,92)

118,71(102,97)

8,00(11,36)

29,86(26,77)

32,21(16,52)

Secundaria 20 19,40(8,19)

88,45(55,78)

5,95(7,04)

20,50(24,72)

27,85(12,36)

Diplomatura 13 21,00(11,68)

83,61(57,95)

6,54(6,86)

16,77(13,48)

30,85(15,09)

Universidad 16 19,62(7,42)

99,19(82,03)

4,87(6,91)

20,75(19,92)

26,75(15,55)

16-21

Primaria 18 35,55(5,29)

246,94(105,63)

63,61(79,57)

61,94(31,68)

52,89(11,05)

Secundaria 16 33,69(6,54)

246,62(102,59)

37,31(31,25)

44,94(27,68)

55,06(9,10)

Diplomatura 17 37,47(3,84)

295,23(111,67)

33,70(42,74)

73,35(39,06)

55,82(10,49)

Universidad 21 32,95(6,55)

278,52(141,84)

29,09(23,78)

47,09(31,91)

54,38(10,05)

22-30

Primaria 21 38,90(3,67)

454,62(150,06)

266,76(201,78)

77,57(64,10)

57,86(8,45)

Secundaria 23 39,74(3,11)

444,13(139,11)

236,04(157,21)

66,87(59,32)

61,91(7,48)

Diplomatura 13 40,31(1,18)

460,46(104,75)

264,46(186,66)

56,61(48,11)

60,69(7,09)

Universidad 23 38,78(39,34)

449,09(131,99)

242,65(195,13)

55,78(46,48)

61,21(7,71)

Total

Primaria 67 32,69(9,62)

258,45(186,01)

104,04(163,72)

53,43(47,31)

45,81(17,41)

Secundaria 59 31,20(10,74)

270,00(186,07)

104,15(145,64)

45,20(46,15)

48,51(17,97)

Diplomatura 43 33,35(10,68)

281,21(175,94)

95,25(153,28)

51,19(43,23)

49,74(16,85)

Universidad 60 31,63(9,54)

296,08(186,39)

104,50(162,96)

43,40(38,15)

49,63(17,89)

23

Page 24: webpersonal.uma.eswebpersonal.uma.es/~mgaleote/6100CDI-Down_G_Cap6b... · Web viewComo puede comprobarse en la tabla 6.10, el porcentaje de respuestas afirmativas es muy elevado desde

En la tabla 6.32 se presentan las medias y desviaciones típicas para las principales medidas morfosintácticas: morfología, LME3+ y complejidad morfosintáctica. Como se ha indicado, en estas medidas solo se tiene en cuenta las edades comprendidas entre los 16 y los 30 meses de edad mental, divididas en dos niveles: 16 a 21 (n = 72) y 22 a 30 (n = 80). El número total de niños era de 152.

Al igual que en los análisis anteriores, se comprobó en primer lugar la posible existencia de diferencias de edad en los niños pertenecientes a cada una de las distintas categorías de educación materna. Se realizó un ANOVA 2 x 4 (Edad [16-21 y 22-30] y Nivel de educación materna [primaria, secundaria, diplomatura y universidad]). Como en el caso anterior, solo resultó significativo el nivel de edad mental: F(1,144) = 380,13, p = 0,000, η2 parcial = 0,725, la cual explicaba un porcentaje muy alto de la varianza. No obstante, no existían diferencias de edad mental entre los niños pertenecientes a cada nivel de educación materna y, dada la ausencia de interacción, lo mismo puede afirmarse en cada nivel de edad.

En los ANOVAS 2 x 4 realizados para cada uno de los componentes indicados, el único factor que resultó significativo fue la edad. En todos los casos, los niños del primer nivel (16-21 meses) mostraban puntuaciones inferiores a los del siguiente nivel (22-30 meses). Ni la educación materna, ni la interacción de esta con la edad, resultaron estadísticamente significativas en ninguno de los análisis.

Todos los resultados anteriores contrastan con los obtenidos por Jackson-Maldonado et al. (2005) y López-Ornat et al. (2005). Jackson-Maldonado et al. (2005) encontraron que las madres de menor nivel de estudios daban puntuaciones más elevadas a sus hijos que las madres con mayor nivel educativo en comprensión de primeras frases y comprensión de palabras (en este caso, solo para los niños más pequeños de 8 a 12 meses) para el inventario 1 y en producción de palabras, LME y complejidad morfosintáctica (en todos los casos, en el grupo de mayor edad, 26 a 30 meses) en el inventario 2. López-Ornat et al. (2005) encontraron un patrón similar, de modo que las madres de menor nivel de estudios daban puntuaciones más elevadas a sus hijos en comprensión de las primeras frases y comprensión de palabras (aunque, a diferencia de Jackson-Maldonado et al. (2005), en el grupo de niños de mayor edad,12 a 15meses) para el inventario 1. Sin embargo, estas autoras no encontraron diferencias en el inventario 2, ni en producción de vocabulario, ni en ninguna medida morfosintáctica. Las diferencias entre nuestros resultados y los de estas autoras pueden deberse al proceso de intervención que es llevado a cabo en los niños con síndrome de Down y sus padres desde el nacimiento de sus hijos. Nada más nacer, un equipo de profesionales trabaja estrechamente con los padres dándoles pautas de cómo estimular a sus hijos, animándoles a participar en muchas de las sesiones de terapia, ofreciéndoles información diversa, etc. Además, estos padres muestran, en general, un interés muy alto por el desarrollo de sus hijos, lo que les hace estar al día en todos aquellos procedimientos y recursos de interés para la mejora de dicho desarrollo.

Tabla 6.32. Media y desviación típica (entre paréntesis) de los componentes del CDI-Down indicados en los distintos niveles de edad mental (EM) y de educación materna.

Nivel de EM

Nivel de educación materna

NMorfología

Terminaciones de las palabras

LME3+Complejidad

morfosintáctica

16-21 Primaria 18 1,22(2,16)

1,56(1,06)

0,33(0,97)

Secundaria 16 0,50 1,16 0,62

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(0,73) (0,75) (1,36)

Diplomatura 17 0,23(0,75)

1,00(0,00)

0,00(6,86)

Universidad 21 0,05(0,22)

1,07(0,24)

0,00(0,00)

22-30

Primaria 21 5,52(6,34)

3,25(2,45)

7,05(9,36)

Secundaria 23 4,69(4,78)

2,26(0,90)

3,87(4,97)

Diplomatura 13 6,15(6,45)

2,83(1,34)

7,00(7,47)

Universidad 23 6,13(6,55)

3,66(2,65)

6,04(8,25)

Total

Primaria 39 3,54(5,28)

2,47(2,09)

3,95(7,62)

Secundaria 39 2,97(4,22)

1,81(0,99)

2,54(4,19)

Diplomatura 30 2,80(5,14)

1,79(1,26)

3,03(5,96)

Universidad 44 3,23(5,61)

2,42(2,31)

3,16(6,64)

3.4.2. Orden de nacimientoPara los análisis, se ha categorizado el orden de nacimiento en 2 niveles: primogénitos y resto de órdenes (segundo, tercero, etc.). Como en el apartado anterior, solo se ha tenido en cuenta los principales componentes del CDI-Down. De modo similar, se ha analizado la posible influencia del orden de nacimiento en toda la muestra para comprensión de las primeras frases, vocabulario, etc. De 16 a 30 meses de edad mental solo se han considerado las medidas morfosintácticas principales (morfología, LME3+ y complejidad morfosintáctica). Tanto en un caso como en el otro, los niños fueron divididos en los mismos grupos de edad mental (8-15, 16-21 y 22-30 meses para toda la muestra y 16-21 y 22-30 meses para morfosintaxis).

Como en los análisis anteriores, se comprobó previamente que no existiesen diferencias de edad en los niños pertenecientes a cada una de las distintas categorías de orden de nacimiento. A diferencia de lo que ocurría para la educación materna, en este caso sí existían diferencias en edad mental entre ambos niveles, tanto en el análisis de la muestra global, como en la muestra de 16 a 30 meses. Por ello, se decidió eliminar algunos participantes en vez de emplear la técnica del ANCOVA. Tras su eliminación, la muestra total estaba compuesta de 191 niños y la muestra de 16 a 31 meses por 119. Los ANOVAS realizados con estas muestras no mostraron diferencias significativas en edad mental entre los primogénitos y el resto de órdenes, ni globalmente, ni en ningún nivel de edad mental. Solo resultó significativo el nivel de edad mental: F(2,185) = 775,29, p = 0,000, η2 parcial = 0,893 para la muestra total y F(1,115) = 421,01, p = 0,000, η2 parcial = 0,785 para la muestra de 16 a 30 meses.

En la tabla 6.33, pueden verse los principales estadísticos para comprensión de las primeras frases, vocabulario (comprensión, producción oral y producción gestual) y gestos generales. En los ANOVAS 2 x 3 (Orden de Nacimiento [primogénitos y resto de órdenes] y Edad [8-15, 16-21 y 22-30]) realizados para cada uno de los componentes del inventario, el único factor que resultó significativo fue la edad. En todos los casos, los niños del nivel 8-15 meses presentaban puntuaciones inferiores a los del siguiente nivel (16-21) y estos a los del último (22-30). En cuanto al factor orden de nacimiento, las únicas diferencias estadísticamente significativas aparecieron en comprensión y producción oral de vocabulario: F(1,185) = 5,45, p = 0,021, η2 parcial = 0,03, para comprensión y F(1,185) = 4,70, p = 0,031, η2 parcial = 0,025, para producción. En

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ambos casos, los hijos primogénitos mostraban puntuaciones superiores (ver tabla 6.33). También resultó estadísticamente significativa la interacción para producción oral de vocabulario: F(2,185) = 3,57, p = 0,03, η2 parcial = 0,04. Esta interacción matiza el resultado anterior de modo que los niños primogénitos solo mostraban puntuaciones superiores en el último nivel de edad. Hay que subrayar, no obstante, que las etas cuadrado parciales son muy pequeñas, explicando una proporción mínima de la varianza.

Tabla 6.33. Media y desviación típica (entre paréntesis) de los componentes del CDI-Down indicados en los distintos niveles de edad mental (EM) y de orden de nacimiento.

Nivel de

EM

Orden de

nacimientoN

Comprensión primeras frases

Vocabulario

(comprensión)

Vocabulario

(producción

oral)

Vocabulario

(producción

gestual)

Gestos

generales

8-15Primogénito 25 20,96

(10,12)106,88(75,27)

6,52(7,92)

25,88(26,97)

29,64(13,06)

Resto 47 23,74(9,94)

102,72(86,95)

7,13(9,52)

23,38(22,04)

31,66(15,50)

16-21Primogénito 26 34,27

(7,06)296,38

(144,26)41,77

(54,81)63,88

(36,49)54,61

(10,56)

Resto 26 34,19(5,73)

252,85(96,37)

30,42(28,66)

50,92(33,02)

53,11(9,86)

22-30Primogénito 30 39,87

(2,70)478,90

(136,39)268,70

(176,79)64,70

(48,06)61,33(6,83)

Resto 37 38,43(3,35)

409,11(127,20)

179,97(162,72)

66,03(53,83)

59,46(8,63)

TotalPrimogénito 81 32,23

(10,58)305,49

(196,41)114,94

(162,99)53,46

(42,32)49,39

(16,95)

Resto 110 31,15(9,84)

241,26(168,93)

70,77(123,10)

44,23(42,09)

46,08(17,62)

En la tabla 6.34 se presentan las medias y desviaciones típicas para las principales medidas morfosintácticas (morfología, LME3+ y complejidad morfosintáctica). Como se ha indicado, en estas medidas solo se tiene en cuenta las edades comprendidas entre los 16 y los 30 meses de edad mental, divididas en dos niveles: 16 a 21 (n = 52) y 22 a 30 (n = 67). El número total de niños era de 119.

En los ANOVAS 2 x 2 (Orden de Nacimiento [primogénitos y otros] y Edad [16-21 y 22-30]) realizados para cada uno de los componentes indicados, el único factor que resultó siempre significativo fue la edad. En todos los casos, los niños del primer nivel (16-21 meses) mostraban puntuaciones inferiores a los del siguiente nivel (22-30 meses). Ni la educación materna, ni la interacción de esta con la edad resultaron estadísticamente significativas en ningún análisis.

Tabla 6.34. Media y desviación típica (entre paréntesis) de los componentes del CDI-Down indicados en los distintos niveles de edad mental (EM) y de orden de nacimiento.

Nivel de EM Orden de nacimiento N

MorfologíaTerminaciónde palabras

LME3+ Complejidad morfosintáctica

16-21 Primogénitos 26 0,50(1,61)

1,28(0,82)

0,31(0,93)

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Resto órdenes 26 0,35(0,89)

1,02(0,41)

0,04(0,19)

22-30Primogénitos 30 5,53

(5,99)2,90

(1,82)5,47

(7,18)

Resto órdenes 37 3,86(5,32)

2,52(1,86)

3,70(6,73)

TotalPrimogénitos 56 3,19

(5,15)2,15

(1,65)3,07

(5,86)

Resto órdenes 63 2,41(4,49)

1,90(1,62)

2,19(5,44)

En conjunto, aunque los primogénitos muestran puntuaciones algo superiores, estos resultados parecen sugerir una escasa influencia del orden de nacimiento en los componentes principales del CDI-Down. Por otro lado, las únicas diferencias explican una proporción de varianza muy pequeña. Resultados similares fueron encontrados por Jackson-Maldonado et al. (2005) y López-Ornat et al. (2005).

3.5. Relaciones entre subescalas de los inventarios

A continuación presentamos las intercorrelaciones entre los componentes principales del CDI-Down. Para los componentes de morfosintaxis solo se tienen en cuenta las edades a partir de 16 meses por las razones ya aducidas (los niños de edades inferiores no producen elementos morfosintácticos). Por ese motivo, la muestra se dividió en dos rangos de edad (8 a 15 y 16 a 30 meses) y las correlaciones se presentan de forma separada para ambas muestras. Por otro lado, esta división permite comparar nuestros resultados con los obtenidos por Jackson-Maldonado et al. (2005) y López-Ornat et al. (2005) para niños con desarrollo típico. Las correlaciones examinadas en cada rango de edades son las siguientes:

1. Edad mental de 8 a 15 meses (n = 77): intercorrelaciones entre comprensión primeras frases, vocabulario (comprensión, producción oral y producción gestual) y gestos y acciones (totales, gestos tempranos y gestos tardíos).

2. Edad mental de 16 a 30 meses (n = 153): intercorrelaciones entre comprensión primeras frases, vocabulario (comprensión, producción oral y producción gestual), gestos y acciones (totales, gestos tempranos y gestos tardíos) y LME3+ y complejidad morfosintáctica.

En todos los casos, se ha hallado también las correlaciones parciales controlando la variable edad.

En la tabla 6.35 se muestran las intercorrelaciones obtenidas entre los principales componentes del CDI-Down para las edades de 8 a 15 meses. Como puede comprobarse en dicha tabla, todos los componentes correlacionan entre sí. Además, todas las correlaciones, tanto parciales controlando la edad como no parciales, resultaron elevadas y estadísticamente significativas. La correlación más baja se encuentra entre gestos generales y producción de vocabulario. Este mismo patrón encontraron Jackson-Maldonado et al. (2005) y López-Ornat et al. (2005). Por otro lado, las dos medidas de comprensión correlacionan altamente (en torno a 0,73). La producción gestual de vocabulario correlaciona también de manera elevada con el resto de componentes.

Tabla 6.35. Intercorrelaciones entre los principales componentes del CDI-Down para la edades de 8 a 15 meses (el valor que aparece debajo se corresponde a las correlaciones parciales controlada la edad mental).

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Comprensión primeras

frasesVocabulario

(comprensión)

Vocabulario (producción

oral)

Vocabulario (producción

gestual) Total gestosComprensión primeras frases 1 0,734**

0,659**0,511**0,394**

0,619**0,522**

0,708**0,580**

Vocabulario (comprensión ) 1 0,528**

0,428**0,701**0,633**

0,673**0,563**

Vocabulario (producción oral) 1 0,668**

0,602**0,658**0,576**

Vocabulario (producción gestual) 1 0,662**

0,566**Total gestos 1

**. La correlación es significativa en el nivel 0,000 (2 colas).

En la tabla 6.36 se exponen las intercorrelaciones obtenidas entre los principales componentes del CDI-Down para las edades de 16 a 30 meses. Como puede comprobarse en dicha tabla, el patrón de resultados es diferente al encontrado en el periodo de edad anterior. El primer dato a resaltar es que muchas correlaciones estadísticamente significativas desaparecen cuando se controla la edad (correlaciones parciales). Por otro lado, si tenemos en cuenta únicamente los resultados de las correlaciones parciales, emerge un patrón que consideramos importante. Las medidas de gestos, tanto la producción de palabras gestuales como la de gestos generales, no correlacionan (o lo hacen negativamente, aunque no son estadísticamente significativas) con todas las medidas de producción, tanto de vocabulario, como de morfosintaxis. También cabe destacar que la comprensión de las primeras frases tampoco correlaciona con las mismas medidas de producción. El primer resultado nos estaría indicando que una mayor producción de gestos sería un índice de que los niños están presentando problemas en el desarrollo del lenguaje oral. Esto confirmaría que la comunicación gestual, punto fuerte en los niños con síndrome de Down, está compensando sus dificultades de producción. El segundo resultado, es más difícil de interpretar. No obstante, podría estar indicando que los niños que comprenden un mayor número de primeras frases sin avances en otros componentes, estarían mostrando dificultades con el desarrollo del lenguaje productivo.

Por otro lado, es de destacar que la correlación es más alta en el caso de las dos medidas de comprensión (comprensión de primeras frases y comprensión de vocabulario). También existe cierta correlación entre la comprensión del vocabulario y el resto de medidas. Esto indicaría que la comprensión es un indicador positivo del desarrollo del lenguaje en general. No obstante, mucho más elevadas son las correlaciones entre producción de vocabulario y todas las medidas de morfosintaxis, así como las medidas de morfosintaxis entre sí. El primer resultado es similar al encontrado por Donna et al. (2005) y López-Ornat et al. (2005), así como en los CDI para el inglés americano (Fenson et al., 1993). Esto apoyaría la hipótesis de la íntima relación entre el tamaño del vocabulario y la emergencia de la gramática (ver, por ejemplo, Bates y Goodman, 1999, aunque autores como Dixon y Marchman, 2007, plantean una interpretación alternativa).

Tabla 6.36. Intercorrelaciones entre los principales componentes del CDI-Down para la edades de 8 a 15 meses (el valor que aparece debajo se corresponde a las correlaciones parciales controlada la edad mental).

Comprensión primeras frases

Vocabulario (comprensión)

Vocabulario (producción oral)

Vocabulario (producción gestual)

Total gestos Morfología LME3+

Complejidad morfosintáctica

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Comprensión primeras frases

1 0,667**0,521**

0,463**0,155 n.s.

0,306**0,320**

0,450**0,341**

0,373**0,081 n.s.

0,369**0,088 n.s.

0,322**0,047 n.s.

Vocabulario (comprensión) 1 0,769**

0,570**0,353**0,411**

0,520**0,416**

0,640**0,392**

0,581**0,308**

0,585**0,344**

Vocabulario (producción oral) 1 0,141 n.s.

0,146 n.s.0,296**0,063 n.s.

0,893**0,814**

0,810**0,670**

0,837**0,748**

Vocabulario (producción gestual) 1 0,367**

0,370**0,136 n.s.0,127 n.s.

0,075 n.s.0,050 n.s.

0,144 n.s.0,135 n.s.

Total gestos 1 0,261**0,058 n.s.

0,188*-0,033 n.s.

0,175*-0,030 n.s.

Morfología 1 0,851**0,756**

0,913**0,867**

LME3+ 1 0,830**0,739**

Complejidad morfosintáctica 1

* La correlación es significativa en el nivel 0,05 (2 colas).** La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).

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