Mi Antología Poética
-
Upload
tiquicia-vargas -
Category
Documents
-
view
240 -
download
0
Transcript of Mi Antología Poética
Antología de Tiquicia Vargas
Dedicatoria
A Dios, por darme salud, entendimiento e inspiración para escribir
A Jorge mi compañero de vida, por su paciencia.
A mis hijos Jean Paul y Victor Daniel, por ser el motor de mis sueños.
A la vida, por permitirme llegar hasta aquí.
A ustedes por leerme.
Página 2/101
Antología de Tiquicia Vargas
Agradecimiento
Mi agradecimiento a Poemas del Alma, por dar esta opción a los que desean darse a conocer en el medio literario
virtual, y por permitirnos compartir la pasión por la poesía.
Página 3/101
Antología de Tiquicia Vargas
Sobre el autor
Tiquicia Vargas nace en Costa Rica el 18 de mayo de 1975.
Hija de Alvaro Rojas Arguedas y Ana Virginia Ulate Montero;
es la mayor de los cinco hijos del matrimonio. Estudia en
diversos centros educativos de la ciudad capital hasta
graduarse en la Universidad de las Ciencias y el Arte de
Costa Rica en el 2010.
Educadora de profesión, es madre de Jean Paul y Victor
Daniel. Reside actualmente en la ciudad donde nació.
Página 4/101
Antología de Tiquicia Vargas
índice
DE UN ACTO DE ODIO
TE LLAMAN ROSA
YA NO ESTÁS CON MIGO
QUISIERA
ES QUE TODO EN ESTA VIDA SE ACABA
ME GUSTA
TOCAME
ÁNGEL CAÍDO
BELLA NAVIDAD
PARA SEGUIR SOÑANDO
ABANDONO
ESTA BENDITA VIDA
INMÓVIL
GRACIAS
MI CONDENA
SUEÑO DE AMOR
ENTREGA
PROSTITUTA
SOBRE TUS ALAS
LA ESPERA ETERNA
CORTO SONETO A LA LUNA
EL ARBOL ARCAICO
EN LA CUSPIDE
Página 5/101
Antología de Tiquicia Vargas
EL AMOR
CANTARINA SINFONÍA
CAYANCURA
POETA
AGRESIÓN GRATUITA
LA TARDE Y A LA LUNA
JUVENTUD PERIDA
VENCIDO
CALVARIO DE AMOR
BORRACHOS
TU MIRADA
DESPEDIDA PARA MÍ TÍA MARIBEL
ESTÁTICA Y PERENNE
LAS SOMBRAS
ACASO
TENGO DOS HIJOS
PECADOS DE UN ENAMORADO
PIEL DE FIEBRE
MÍ MUERTE
SOLSTICIO DE PRIMAVERA
¿QUIÉN?
EL AMANTE HECHICERO
ANTES DE DORMIR YO PRETENDO
NO PARARÍA DE AMARTE
SI TUS MANOS FUERAN ALAS
Página 6/101
Antología de Tiquicia Vargas
POR SI ACASO SIN DESPEDIRME YO ME FUERA
SON TUS OJOS
LOS SOLDADOS DEL CAMPO
PARA ESCRIBIR UNA NUEVA POESÍA
POTESTATEM AMORIS
ME ASUSTA TU SILENCIO
SI A MI PUERTA LLAMARAS
NOCHE DE BODAS
POEMA IV
POEMA II
POEMA I
POEMA III
DESPEDIDA
PREGUNTAS AL CIELO
POEMA V
DOLOR ESCONDIDO
LUNA OCULTA
LA REINA CRECIENTE
LA PERLA DE LA NOCHE
SALUTACIÓN
POEMA IX
POEMA VIII
CUANDO LLEGUE LA MAÑANA
DEPREDADOR DE EMBOSCADA
EL BAILE DE LAS LUCIERNAGAS
Página 7/101
Antología de Tiquicia Vargas
AVARICIA
MUÑECA ROTA
AMANTES DE OTOÑO
SI ME CORTARAS LAS ALAS
BAJO LA MISMA NOCHE
BELLA COQUETA
SON LAS ALAS DE MI ALMA
PIEL EN RENTA
POR UN CACHITO DE ESA LUNA
A MI BELLA ENAMORADA
TUS OJOS EN MI MENTE
GÁRGOLAS
ORACIÓN AGRADECIDA
SIGUE ADELANTE
UNA BALADA PARA MI ALMA
DESDE TU PARTIDA
ROSAS EN EL MAR
PUERTA ABIERTA
EN TU PRESENCIA
ABUELITA ENCONTRADA
Página 8/101
Antología de Tiquicia Vargas
DE UN ACTO DE ODIO
Vino el tiempo en que su acto de odio se transformó en un acto de amor" Entre sus brazos con violencia y crueldad perdí mi virginidad. Mi sangre y mis lágrimas se agolpaban contra el piso. No hubo un cálido te quiero ni caricias enternecidas para mí, solo una posesión bárbara y dolorosa. Mis alas rotas ya no podían sostenerme, su acto de odio cambió mi vida, y su recuerdo me lastimaba. Y vino el tiempo en que su semilla se convirtió en fruto dentro de mi vientre. Ahora me daba una razón para luchar, con manos pequeñas y gestos adormilados se prendió en mí una nueva razón para amar.
Página 9/101
Antología de Tiquicia Vargas
TE LLAMAN ROSA
Te llaman Rosa porque tu cálida caricia aprisiona los sentidos de quien te toca Te llaman Rosa aun cuando posees el encanto de los colores más variados Te llaman Rosa porque tu perfume envuelve como un manto suave y delicado Te llaman Rosa porque cada mañana abres tus ojos con el mismo esplendor del sol dorado Te llaman Rosa aun cuando tu espina hiera la mano que te arrulla Te llaman Rosa, solamente Rosa
Página 10/101
Antología de Tiquicia Vargas
YA NO ESTÁS CON MIGO
He llegado hasta tu puerta, rehuyendo del olvido, ya no recibí más cartas, tampoco encontré más tus besos sobre los míos, hoy desperté y ya no estabas conmigo. Con la conciencia en pleno desvarío y tus brazos cerrados por el cansancio, tu puerta abierta se ha mostrado, y ya no estabas conmigo. Te extraño, seguí tus pasos y te extraño como un niño sediento de cariño. El jardín se muestra triste, ya no hay quién lo acaricie, como lo hacías tú cada domingo. Sobre la hierba descansa una piedra con tu nombre inscrito, bajo ella tú duermes. La muerte te ha llevado consigo.
Página 11/101
Antología de Tiquicia Vargas
QUISIERA
Quisiera ser eternidad para cobijarte entre mis piernas Quisiera ser el sol para abrigarte en el verano Quisiera ser la noche para tomarte de las manos Quisiera ser el frío para refrescar tus pasos Y cuando te miro cerca quisiera ser ausencia para caminar a tu lado.
Página 12/101
Antología de Tiquicia Vargas
ES QUE TODO EN ESTA VIDA SE ACABA
En un punto del camino se haya tendida una flor, esta marchita, quemada por el sol y sobrecogida por el frío. Ya no es el botón que alguna vez fue candoroso sobre su rama. Es que todo en esta vida se acaba. Se acaba la vida, la fe, la esperanza, el día y la noche. Es que todo en esta vida se acaba. Cuando llega la lluvia la baña, cuando el niño pasa la maja, cuando el hombre pasa la evade, cuando la mujer pasa la crítica, cuando el anciano pasa le dice, estamos iguales. Es que todo en esta vida se acaba. En un punto del camino se haya una flor abandonada, ya no es una flor, es solo el recuerdo de un lejano botón. Es que todo en esta vida se acaba.
Página 13/101
Antología de Tiquicia Vargas
ME GUSTA
Me gusta cuando me miras y te callas, quiero besarte pero mis labios ni te rozan Me gusta cuando hablas y tu voz es silenciosa, logro escuchar tus palabras en mi pensamiento Me gusta tocarte despacio y correr con mis dedos sobre tus cienes encanecidas Me gusta pensar que estas aquí aunque no sea cierto. Me gusta cuando me miras y te callas, para dejarme imaginar lo que tu mente esboza Me gusta tu distancia como la mariposa agonizante, que opaca sigue volando hacía la tarde Me gusta el refugio que tus manos construyen para mi pobre cordura que frágil yace en ellas Me gusta pensar que estas aquí aunque no sea cierto.
Página 14/101
Antología de Tiquicia Vargas
TOCAME
TOCAME Hoy quiero sentirte. Hoy quiero poseerte. No me interesa cómo te llamas no quiero caricias, besos o palabras de amor falsas Hoy quiero tocarte y que penetres mi cuerpo con el tuyo TOCAME Deseo llenar este vacío inmenso de cariño, de te quieros, de razón. Deseo tener ese cuerpo bello, esbelto, frío y distante, sin alma TOCAME Hoy quiero saciar en el ardiente instante de tu fuego este vacío inmenso
Página 15/101
Antología de Tiquicia Vargas
ÁNGEL CAÍDO
Ángel caído en las sombras de la tierra, con las alas negras y las ropas teñidas de luto, busca incorporarte de nuevo, sobre tus dos piernas en desuso. Y con la luz quemándote la blanca piel y el cabello rojizo busca desesperada el consuelo perdido. No sufras, por tus brazos adormecidos, ni por tus ojos doloridos, no sufras por la divinidad olvidada o por el castigo infringido.
Página 16/101
Antología de Tiquicia Vargas
BELLA NAVIDAD
En esta navidad, es correcto desear cosas, cosas que creemos necesitar. Pero pocos, muy pocos de verdad, practicamos todo el año la misma caridad. Caminamos por las tiendas, buscando para dar, obsequios que cumplan con todos los compromisos, compromisos de navidad, con regalos y papeles, y cintas para adornar los bellos presentes, presentes de navidad Y en la noche buena, tratamos de celebrar, con amigos y familia de nuestra bella navidad. Hasta el año que viene, cuando volvamos a celebrar otra bella, bella navidad.
Página 17/101
Antología de Tiquicia Vargas
PARA SEGUIR SOÑANDO
Para seguir soñando, dejé que tus pasos me llevaran a su ritmo. Para seguir soñando, permití que tus decisiones me dijeran que hacer. Para seguir soñando, olvidé mis colores para usar los tuyos. Para seguir soñando, dejé de ser yo misma para ser lo que tu querías. Para seguir soñando, no quise despertar a la realidad que me azotaba. Y mi despertar fue crudo, ya no era yo quien pensaba, ya no eran mis gustos lo que me rodeaba, para seguir soñando lo deje todo a tu suerte, y al despertar, ya no soñaba más.
Página 18/101
Antología de Tiquicia Vargas
ABANDONO
Angustiosa estaba sobre la banca de madera, presentía tu ausencia de cariño. Mi vos desesperada te llamaba, presentía en tu silencio el olvido. Mis manos temerosas te buscaron entre lirios, desde ya presentían tu descuido. Mis piernas se movían de un lado a otro, en sus pasos presentían que te habías ido. Ya no te llamé más, ni te busque con mis manos, ni traté de alcanzarte con mis piernas. Sobre la banca de madera mi angustia descansa plácida mientras yo me acostumbro a tu ausencia de cariño.
Página 19/101
Antología de Tiquicia Vargas
ESTA BENDITA VIDA
A mis sueños, agregaste los tuyos, a mis deseos colocaste realidades, gracias al cielo por ponerte en mi camino, por darme tu compañía, tu calor, tu refugio.
Y cuando el gris haya colmado mi cabeza, y haya el tiempo acabado con nuestra juventud daré un enorme grito de alabanza a esta Bendita Vida que compartimos
Página 20/101
Antología de Tiquicia Vargas
INMÓVIL
Sobre los marcos de madera descansanlas ramas de viejas historias como libros abiertos.
Hojas de imágenes que cubren las cortinas,mientras los retoños de dóciles floresacarician los vidrios a medio limpiar.
Nada se mueve, nada más que el vientosobre el paisaje inmóvil de árboles y arbustos.
La vida parece perezosa, impávida ante el tiempoque sigue moviéndose sereno y cautelososobre el paraje sedentario del campo abierto.
Página 21/101
Antología de Tiquicia Vargas
GRACIAS
Hoy quise decirte gracias:
por el beso de cada mañana.
por el beso de cada noche,
por el regaño constante
por la sonrisa
por el llanto
por el plato de comida
por la ropa limpia
por obligarme ha hacer mis deberes
por ayudarme en mis tareas de escuela
por enseñarme a maquillarme
por darme un abrazo al irme a trabajar,
hoy quise decirte gracias Madre,
por enseñarme a luchar.
Página 22/101
Antología de Tiquicia Vargas
MI CONDENA
En tus brazos encontré las cadenas que me acariciaban,siendo ellas las culpables de todo mi dolor,eran también el único abrigo que yo conocía.
Tu abrazo fue mi condena, mi castigo merecido,tus golpes son la manifestación de tu pasión, tu entrega.
Convivencia convertida en guerra, besos, caricias,golpes, promesas, arrepentimientos y más promesas,luego más besos, caricias y golpes sin tregua.
Tu abrazo me ahoga, me disminuye, me enferma,pero te necesito como necesita la droga el adicto,eres mío nada más importa, mientras compartas mi vida.
Página 23/101
Antología de Tiquicia Vargas
SUEÑO DE AMOR
Como brilla la lunasobre la ciudad vivientemientras los balcones y sus Julietas duermen
Cada una esperaa que su Romeo lleguecon flores, con poemas,esperan todas muy pacientes
El resplandor blanco de la esfera suspendidalas hace soñar despiertassu sueño de amor
Página 24/101
Antología de Tiquicia Vargas
ENTREGA
Tus manos recorren mi piel,el calor sofocante enmis entrañas me estremece.
Tus dedos parecen tizones,su marca ha quedado palpadaen cada centímetro de mí que recorrieron
Sequedad en mi boca,escalofríos en mis piernas, me tiemblanya no resisto el temor de abrirme a tu deseo
Mis entrañas se estremecen otra vezapenas sentí tus manos bajo mi falda,bajo mi blusa el pecho trata de correr fuera.
Tus manos recorren mi piel,y el calor sofocante enmis entrañas me estremece.
Con la piel enrojecida por tu rocey la boca reseca por tanto deseome entrego, te pertenezco.
Página 25/101
Antología de Tiquicia Vargas
PROSTITUTA
Soy María, Ana, Lucrecia, no importa,si tú pagas, soy quien tú quierassoy tu novia, tu esposa, tu esclava,si tú pagas, soy quien tú quieras.
No tengo censuras para ti,si tú pagas haré lo que tú quieras,hoteles, callejones, donde sea,si tú pagas lo haré donde tú quieras.
Soy Miranda, Sofía, no tengo nombre,si tú pagas, soy quien tú quierasno tengo alma, ni decencia,si tú pagas, harás de mi lo que quieras.
Página 26/101
Antología de Tiquicia Vargas
SOBRE TUS ALAS
Hoy quisiera surcar contigolos cielos profundos del olvido,y sobre tus alas extendidasde punta a punta como espadasblandir el dolor de tu recuerdo.
Hoy comprendo que este éxododebes hacerlo solo, sin maletas,sin abrigos, sin besos o memorias,sin llantos de ningún tipo, desoladate pido me lleves contigo.
Y si por algún motivo te embarcaraslejos de nuestro nido, piensa que soloen estos brazos encontraras asilo.
Página 27/101
Antología de Tiquicia Vargas
LA ESPERA ETERNA
En el viejo balcón reposa una anciana vestida de mar,sus ojos son claros, su cabello largo y ondulado,sus manos están cansadas de tanto esperar.
Aguarda desde siempre en su silla de coral,arriba del viejo balcón reposa vestida de mar.
Las lágrimas del cielo la bañan, pero sigue en su puesto,nada la hace flaquear, mientras el tiempo pasasu rostro se arruga de tanto mirar.
Algo espera, algo que parece no llegar,arriba del viejo balcón reposa vestida de mar.
Página 28/101
Antología de Tiquicia Vargas
CORTO SONETO A LA LUNA
Quiero tocar la luna con mis manos,sentir su hermoso brillo claro, acariciar con la punta de mis dedos su aterciopelado cuerpo blando
vivir el sueño de los enamoradosy caminar al lado de los lunáticossiendo libre de todo prejuicio vano
Cuando la noche muera viajar sobre su caballo blancohacia el lugar donde descansantodos los que como ella han amado.
Página 29/101
Antología de Tiquicia Vargas
EL ARBOL ARCAICO
Como un abanico, abre sus ramastratando de mantener la dignidadde aquellos años adolescentes.Ya no posee hojas en cada brazo,ya no sostiene sus verdes combinados
La edad lo ha alcanzado y repleto de arrugas, cascaras y grietas persiste aferrado a la tierra que lo vio otrora erguirse altanero entreparajes cada vez más llenos de indiferencia humana hacia la naturaleza
Página 30/101
Antología de Tiquicia Vargas
EN LA CUSPIDE
Desde la alta torresobre el mar de cristalesen hierros fundidos,palpa el primer rayo de sollas azoteas por el tiempoenvejecidas.La brisa helada tientacon sus dedosel grisáceo suelo suspendido
Desde lo más altoel claro dorado manoseaveloz cada edificio.Anda con las calles,hurga las vitrinas,acaricia las paradas deautobuses abarrotadasde abrigos arrancadosa fuerza de sus nidos.
Página 31/101
Antología de Tiquicia Vargas
EL AMOR
El amor no es inmune al dolor, a la tristeza, al vicio de una soledad viciosa El amor corre tras quien lo alimenta y llora las ausencias de aquellos ausentes El amor muere las muertes vanas de los que abandonados a su suerte viven las despedidas largas El amor enamora como pájaro blanco y con besos rojos canta al hueco profundo del alma.
Página 32/101
Antología de Tiquicia Vargas
CANTARINA SINFONÍA
Yo voy derramando odas, se me caen de mi cubeta como gotas que caen en cantarina sinfonía y voy pegando letra a letra mensajes en código para el alma mía Yo voy crenado historias, cerrando ventanas para que no huya de mí la lira.
Página 33/101
Antología de Tiquicia Vargas
CAYANCURA
Cayancura ha venido, lonco mapuche aguerrido, frente a decidida caballería, para combatir al conquistador de su pueblo el enemigo Es el toqui de la nueva casta, sus bravos le siguen contra el demonio invasor
Página 34/101
Antología de Tiquicia Vargas
POETA
A ti poeta, que igual que el joyero va con sus manos dando forma a los metales. A ti poeta, que como el trovador produce piedras preciosas con su boca A ti poeta que sacas de tu manga la poesía
Página 35/101
Antología de Tiquicia Vargas
AGRESIÓN GRATUITA
Cuando nadie mira, Malvada agita las manos chocando a filazos sus dedos largos y escondiendo tras su espalda las agresiones restantes que para plebeyos destina. En silencio aguarda alguna palabra de reproche, de ira, de dolor, de indiferencia, arrepentida entonces le ofrecen la otra mejilla
Página 36/101
Antología de Tiquicia Vargas
LA TARDE Y A LA LUNA
La tarde corre espantada, la luna viene tras ella, para reclamar su morada, para reclamar sus estrellas. Y en lo alto del cielo sobre su trono de terciopelo, vigila celosa su reino protegiendo a sus amantes secretos
Página 37/101
Antología de Tiquicia Vargas
JUVENTUD PERIDA
Fue a fuerza de venenos y pociones que mi juventud pensaba prolongar aún más allá de las razones Para ser joven eterna vendí toda posesión, ignorancia prendida en mi corazón de traviesa hoguera Es esta una canción de consuelo para mi vieja juventud en duelo, fue a fuerza de venenos que mi juventud convertí en recuerdo
Página 38/101
Antología de Tiquicia Vargas
VENCIDO
Soñé que soñaba contigo, sin ayuda te soñé vencido de amor a mis pies, vencido. Soñé que batías negras alas, chocando y abriendo mis muslos entumecidos. Soñé que soñaba contigo, sin ayuda te soñé vencido de amor a mis pies, vencido. Entonces yo no sentía nada, mi muralla retenía los latidos de mi corazón sacrificio. Soñé que soñaba contigo, sin ayuda te soñé vencido de amor a mis pies, vencido.
Página 39/101
Antología de Tiquicia Vargas
CALVARIO DE AMOR
De una frase ha salido tu pena, soberano poema, lastre de amor pensamiento que viene de un lugar desconocido, como muchos otros antes y después que yo Porque tu voz es mi espina y es consuelo de calvario pensamiento De una frase sola ha brotado un poema, voz que es pena, pena de amor.
Página 40/101
Antología de Tiquicia Vargas
BORRACHOS
Los borrachos engendran botellas, botellas llenas de niños con hambre, y las madres lloran sus penas ahogadas en garrafas de dolor. Padre irresponsable, débil débil varón de débil carácter, gasta todo en bebida, mujeres, en llantos de culpa que acompañan su retorno al hogar en ruinas, tambaleándose apenas retorna a su morada con bolsillo vacíos. Su valor se ha quedado en el fondo del cilíndrico ataúd verdino. Los niños apenas vestidos, zurcen sus calzones con hilos rojos y con trozos de olvido.
Página 41/101
Antología de Tiquicia Vargas
TU MIRADA
Tras los árboles tu mirada encendida hace opacar lunas y estrellas infinitas. Boca fucsia combinada con verdes faroles que iluminan la oscuridad más profunda. En el cielo tu imagen rostro carente de cuerpo, mirada cándida, penetrante bajo nubes disipadas de toda su importancia. Tras los árboles tu mirada hace opacar todo mi reino.
Página 42/101
Antología de Tiquicia Vargas
DESPEDIDA PARA MÍ TÍA MARIBEL
En el nicho vacío han depositado tu cuerpo, un aplauso en óbito acto de gran respeto. Una santas se ha ido, un ángel más en el cielo, tus seres queridos te lloran en busca de consuelo. Adiós Maribel, un último beso entre nosotros queda la ausencia, queda también un bello pensamiento, tu recuerdo. Adiós Maribel, hija, hermana, madre y esposa adiós Maribel, tía, amiga y señora, tus seres queridos te lloran, entre nosotros queda tu recuerdo.
Página 43/101
Antología de Tiquicia Vargas
ESTÁTICA Y PERENNE
Hace tempo ya que nadie te recuerda hace tiempo que nadie dice tu nombre, en piedra tu mirada permanece distante vacía de tiempos y amores Tu grisácea piel estática permanece ante el paso de los rostros indiferentes, hace tiempo ya que nadie te acaricia hace tiempo que nadie recuerda tu nombre Y sobre el pedestal de piedra reposa tu cuerpo perenne
Página 44/101
Antología de Tiquicia Vargas
LAS SOMBRAS
Las sombras han huido, corren buscando refugio, se quiebran entre los claros rayos de la luz que poderosa empieza a retomar el espacio que antes fuera suyo. Y con las sombras fallecen uno a uno los sueños de aquellos cuerpos de almas desnudas y fatigados huesos. Las sombras se han marchado quebradas entre rayos de sol, de esperanza y de vida.
Página 45/101
Antología de Tiquicia Vargas
ACASO
Acaso bajo tu piel se esconde fiel brío que arrulla silenciosa tu inquieto hastío. Desde la puerta de tu morada se vislumbra la luz blanca de tus ojos negros. Acaso serán tus labios gruesos, carnosos diamantes envueltos, que desdeñosos me niegan el beso ansioso de mi ansioso te quiero. Acaso será este tu abandono proscrito sobresalto de odio, que estacionado en mi alma convierte mi cuerpo en vasija de crueles pensamientos.
Página 46/101
Antología de Tiquicia Vargas
TENGO DOS HIJOS
Tengo un hijo que me dice te quiero, el otro no lo die nunca, pero igual es mi desvelo, igual le digo te quiero. De los dos hermanos tan diferentes, como diferentes son los dedos de mi mano, espero la grandeza por futuro, espero el éxito en cada paso. Tengo un hijo y tengo otro que tan diferentes son entre ellos, diferentes e iguales ante mis ojos de madre, e igual amor yo les profeso, aunque nunca me digan te quiero
Página 47/101
Antología de Tiquicia Vargas
PECADOS DE UN ENAMORADO
Yo confieso, que por vanidad le cerré las puertas a la esperanza. Yo confieso, que por orgullo dejé ir de mi lado la alegría. Yo confieso, que por desconfianza ignoré tus suplicas. Yo confieso, que por temor llené nuestros días de neblina. Sí, yo confieso, que fui tonto y condené nuestro amor a la desidia.
Página 48/101
Antología de Tiquicia Vargas
PIEL DE FIEBRE
Sobre mi cuerpo encendido, tus manos, tus besos, tu piel oscura y clara a la vez es ahora mi piel de fiebre, y es tu piel de fiebre que con efímero beso cubre de fuego mis sienes, en agravio divino a lo casto y decente. Para mi marido el insulto, tocaste pues mis tetas blandas, besaste mi pelo en llamas, mordiste mis gruesos muslos, poseí yo tu piel de fiebre.
Página 49/101
Antología de Tiquicia Vargas
MÍ MUERTE
Eres tu mi sueño de la muerte, mujer extraña, dama de sombras, señora que contempla y espanta, que lujuriosa clavó sus dientes en mi cuello blando, que dejó su pálido cuerpo huesudo sobre mi sueño sempiterno, y sobre mi sueño revive de placer la muerte. Aquí coincidimos, en tórrido trance, remordimientos ninguna siente. Eres tú losé, yo sentí tu brava acometida, en incendio espantoso de impensada caricia. Aquí coincidimos, tu mi muerte y yo tu vida.
Página 50/101
Antología de Tiquicia Vargas
SOLSTICIO DE PRIMAVERA
Como una estampa pegada a tus ojos está la luna, dos bombillas que eternas resplandecen y en frío altar de hiervas húmedas de rocío se tienden cubiertos nuestros cuerpos desnudos. No hay brillo que te opaque, ni hay aromas en el aire que compitan con el encendido candil de tus luciérnagas brillantes. Piel blanca, estremecida y acalorada de húmedas sensaciones añoradas. No hay nada más que esta necesidad pasajera que en eterno recuerdo queda ante la llama nueva que fecunda surcará tu vientre como único testigo de esta noche de primavera
Página 51/101
Antología de Tiquicia Vargas
¿QUIÉN?
¿Quién derramó tu sangre? ¿Quién convirtió en llanto tus memorias? ¿Quién a fuerza de guerra provocó tu sueño? No era tu vida valiosa? No era tu presencia consuelo de una madre anciana o de un padre viejo? ¿Quién labró el suelo con tu cuerpo? llenando de muerte tus sienes. No era tu voz alegría? No era tu amor mi anhelo? ¿Quién te llevó de mi lado? llenando de luto mi pleno. No hay respuestas, nadie las tiene.
Página 52/101
Antología de Tiquicia Vargas
EL AMANTE HECHICERO
En tus manos encomendé mi cuerpo poniendo a tus pies todo mí deseo. Fue tu fuego el caldero del embrujo que tus besos hicieron. Amante oscuro, infiel guerrero de noches impuras y de sentimientos robados a otro lecho. Tu hechicero de nombre secreto
Página 53/101
Antología de Tiquicia Vargas
ANTES DE DORMIR YO PRETENDO
Antes de dormir yo pretendo, saborear del sueño tu afonía, que no haya reproches o llantos, que permanezcan capturadas en la memoria los mimos inmortales de los amantes fieros y montar tu cuerpo desierto de montes carnosos y valles fecundos. Antes de dormir yo pretendo, beber de tu piel el sudor salinero, que vuelvas a ser mío, como lo fue tu fuego que el volcán de tu pecho calcine este amor condenado y prohibido por los hombres y mujeres buenos y hundirme en la memoria de tus llanuras planas y selvas de fuego.
Página 54/101
Antología de Tiquicia Vargas
NO PARARÍA DE AMARTE
Si estuviera en mis manos te amaría eternamente, no pararía de amarte aunque mil brazos nos apartasen. Si en mis manos estuviera, levantaría el vuelo inmediato, para huir juntos hacía los cielos cálidos del verano, te amaría eternamente, no pararía de amarte Pero no está en mis manos levantar el vuelo con el viento calmo tampoco amarte eternamente, aunque mil brazos nos prohibiesen el corazón entregar al vuelo imaginario por lazo divino bendecido solo otro puede amarte
Página 55/101
Antología de Tiquicia Vargas
SI TUS MANOS FUERAN ALAS
Si tus manos fueran alas, serías gaviota, franca soberbia de los cielos abiertos. Si volar tu pudieras encenderías mi alma que yace consumida por vana ilusión pasajera. Si danzar con el viento tu lograras, con verdadero empeño me entregaría a cuanto capricho tuvieras.
Página 56/101
Antología de Tiquicia Vargas
POR SI ACASO SIN DESPEDIRME YO ME FUERA
Abriré todo botón que en el jardín dormido me encontrara, y cultivaré cada libro que en el estante se anidara. Solo por si acaso tu mano tocaría, para recordarte lo humano de una sola sonrisa. Por si acaso durmiera cien años de agonía, sin despedirme te diría adiós con la brisa.
Página 57/101
Antología de Tiquicia Vargas
SON TUS OJOS
Son tus ojos linternas, son puertas y son dos llamas que vehementes me clavan a la tierra de tus sentimientos. Tus ojos me miran como dos dagas que hundidas acallan todo, acallan fuegos, dolores y esperanzas. Tus ojos me miran y yo los dejó como dejó en tus manos mi voluntad.
Página 58/101
Antología de Tiquicia Vargas
LOS SOLDADOS DEL CAMPO
Como lanzas erguidas los viejos álamos aguardan en la ladera formados, como fieros soldados del campo de batalla. Esperan la orden del general o el sonido de la trompeta en pie de guerra permanecen en hileras casi perfectas Como buenos soldados, esperan la orden con paciencia lanzas erguidas, al cielo extendidas sobre el campo de batalla, ejercito en pie de guerra.
Página 59/101
Antología de Tiquicia Vargas
PARA ESCRIBIR UNA NUEVA POESÍA
Improviso algunas letras, juntas parecen trozos de una lejana melancolía. Pinto con ellas sobre la tela de la indiferencia humana el llanto y la alegría. Luego pido a la musa su estrella para llenar de nuevo el tintero de la vida, para escribir una nueva poesía
Página 60/101
Antología de Tiquicia Vargas
POTESTATEM AMORIS
Potestatem Amoris El conjuro de sus rojos labios me ha llenado hasta el aliento, esencia de su voluntad sobre mi corazón abrumado, es pócima de luna que alimenta mi esperanza, es veredicto de sabio. El consuelo de su boca con las palabras mágicas refresca mi llanto reseco por las noches de yermo duelo, su pronunciamiento es orden emitida con antiguo acento. Potestatem Amoris es veredicto para aquellos como yo, ausentes de afecto.
Página 61/101
Antología de Tiquicia Vargas
ME ASUSTA TU SILENCIO
Cuando el ensordecedor grito de la nada abruma con sus tambores mis sentidos, siento el calor de tus manos invisibles debajo de mis ropajes tibios. Te hablo, te llamo, te suspiro, me ignoras, me asusta tu callado latido, estoy a tu merced y no tengo más remedio que darme por vencido ante la inevitable presencia de ausencia y olvido. Me asusta tu escandaloso silencio, que colma con sus timbales mis oídos, convirtiéndose tu voz en el vocabulario que con caricias grita tu pación y mi insensible descuido.
Página 62/101
Antología de Tiquicia Vargas
SI A MI PUERTA LLAMARAS
Sí a mi puerta llamaras atestaría de flores la estancia solo para perfumar tu llegada. Sí a mi puerta llamaras un banquete haría solo para nutrir tu ánimo. Sí a mi puerta llamaras con alfombras vestiría el piso solo para suavizar tus pasos. Sí a mi puerta llamaras con pasión vestiría tu cama. Sí a mi puerta llamaras henchiría de halagos tu cuerpo y de amor tu alma.
Página 63/101
Antología de Tiquicia Vargas
NOCHE DE BODAS
Mancha mi piel que pura te aguarda en el lecho de rosas cubierto mi regalo de novia entre las sábanas lucirá rojo perfecto y en mi vientre el fruto de esta unión bendecida crecerá para llevar tu nombre a través de los tiempos
Página 64/101
Antología de Tiquicia Vargas
POEMA IV
IV
Un manto se ha extendido sobre el suelo, cobijando apaciblemente todo ante mí, es tu sombra que protectora resguarda tus pasos del tiempo, de la luz, de mis anhelos. Un rayo de sol se muestra dorado y sereno, cruzando la sombra para ser vereda de las diminutas hadas de tus sueños, indiferentes y extasiadas danzan recogiendo en sus vestidos las huellas que dejé tiradas tras de ti. El rayo de sol me recuerda tu mirada clara y brillante, destacada entre las demás miradas que me rodean y el manto me abriga, celoso del aire que descuidado roza cada espacio de nuestros cuerpos. El manto y el rayo se burlan, bufones descarados de este amor secreto.
Página 65/101
Antología de Tiquicia Vargas
POEMA II
Me antoja surcar los cielos contigo, correr a tu lado sobre campos blancos cultivados de sueños, esperanzas y promesas. Me antoja beber de tus manos el rocío, sentir su áspera suavidad por mi cuerpo de fuego entumecido. Me antoja saborear de tu boca gota a gota la lluvia primaveral, inspiración de la diosa. Me antoja acunarme en tus brazos, para descansar cuando la noche nos alcance en pleno vuelo Me antoja huir, embriagada de la excelsa pasión en tu mirada y cuando no pueda volar más dejarme morir con las alas extendidas para abrazar con ellas el cielo.
Página 66/101
Antología de Tiquicia Vargas
POEMA I
A este amor que aún no existe le he de regalar mi primera sonrisa, para vaciar todas sus caricias en mi alforja. Le he de conceder mis labios, para que conversen con las flores de su alma durante el viaje, y así no resienta la ausencia de mis manos. A este amor impresionante le daré el altar de mis memorias, borrando mis defectos de todo registro centenario. A este amor deslumbrante le procuraré también mis noches más tormentosas y el consuelo de mis días más largos. Será esté amor que aún no existe mi recuerdo más sagrado.
Página 67/101
Antología de Tiquicia Vargas
POEMA III
III Escribo para ti esta mañana, escribo esperanzada en tu saludo, aunque frío y distante ignore cada latido en su honor blandido. Puliré para ti mi vajilla de plata, bañaré con agua de rosas tus sabanas doradas, aunque solitarias pasen cada noche sobre el lecho de los amantes ausentes. Escribo para ti esta mañana, escribo añorando tu beso orondo, aunque omitido y ficticio se acuna en mi mente antes que en mi boca ansiosa de su sabor. Escribo una y otra vez sobre este anhelo que desbocado sueña con tu amor.
Página 68/101
Antología de Tiquicia Vargas
DESPEDIDA
Cuando de mí ya no quede nada más que un cuerpo inerte les pido que no me dejen de pálida y fría tumba vestida, para mi descanso obligatorio encarguen flores de otoño y pongan por corona ramas de olivo, vístanme con la túnica blanca que dan a los vencidos Cuando ya no salga de mí ningún latido, maquillen mi rostro de seda y terciopelo, máscara mortuoria de los ancestros, Y si algo queda no lo pongan en altar yermo, déjenlo al sol y al viento, permitan que broten de mí botones nuevos.
Página 69/101
Antología de Tiquicia Vargas
PREGUNTAS AL CIELO
Quiero preguntar al sol que en lo alto nos ignora cómo lucen las lejanas estrellas que a la luz de estos mis ojos la oscuridad las apagó de pronto Quiero saber o firmamento inmenso si es cierto que cantan cuándo nadie las mira, yo que de vista carezco las velo, las sueño, las imagino gloriosas joyas extendidas Dime tú nube de encaje oscuro, acaso si en pleno vuelo las saludas, es por ellas tal mi sentimiento que con mis ojos ciegos acaricio sus finas figuras
Página 70/101
Antología de Tiquicia Vargas
POEMA V
Si tus ojos me oyeran mirarte día a día tras mi ventana al caminar sobre el amplio jardín, mientras tu mente vuela hacia nuevos lugares, tálamo lejano, ancla segura para este ávido abismo. Si mis manos pudieran alcanzarte en esas inmensidades que resguardas, sería tu voz mi consuelo cada vez que de mi te alejaras sin marcharte de este lecho frío, prisión y libertad he conocido yo por tu ferviente capricho. Si mi cuerpo varado en esta cripta desierta volviese a sentir dentro de sí tus latidos, traspasaría mi alma etérea aun cuando inmóvil mis huesos sigan en su sitio.
Página 71/101
Antología de Tiquicia Vargas
DOLOR ESCONDIDO
Por tu propio bien dama en el espejo he retenido todo tu llanto en mis adentros, así el dolor, el vicio, y la tristeza no mellarán lo que queda de tu alma presa en las tinieblas de la ausencia de toda piedad del hombre. Cuando mires el infinito no añores lo que antes fuiste, piensa por tu propio bien dama en el espejo que la vida sigue aún con los recuerdos.
Página 72/101
Antología de Tiquicia Vargas
LUNA OCULTA
Las campanitas de la noche tintinean agudas sobre mi cabeza, su reina orgullosa se oculta tras densos velos de seda, a ratos muestra un breve destello, como la mujer que deja ver apenas un fugaz muslo al hombre que le interesa. Las hadas han salido de fiesta, llevan puestas sus mejores galas, y junto al círculo en llamas danzan brillantes y lejanas, el cielo es su bosque, el cielo es su casa. Aquí en la tierra las miro envidiosa de su dicha a mis manos tan distante, aquí en la tierra sueño tentarlas, tentarlas con el alma, mientras su reina orgullosa las cuida hasta que llegue la mañana.
Página 73/101
Antología de Tiquicia Vargas
LA REINA CRECIENTE
La reina creciente luce su mejor vestido de blanco brillante, sobre sus hombros lleva digno manto bordado en diamantes. La reina se baña en los manantiales más puros, para montar cada noche mil corceles con gran donaire. Se alimenta con los poemas más inspirados y con las pasiones más salvajes La reina creciente se envuelve en seda, es la fiel amante, la concubina discreta, la sigilosa cómplice de hombres y tunantes.
Página 74/101
Antología de Tiquicia Vargas
LA PERLA DE LA NOCHE
Mientras la enorme perla engalana la noche con su brillo, las tortugas blancas se despliegan silenciosas por el valle de los dioses. Nada detiene su camino, en su lento andar se hacen notar con caprichosas sombras que disfrazan a los ojos de los hombres. Mi amado en la tierra de los mortales, me ofrece esa perla para crear con ella un collar de sueños, y yo la acepto gustosa como acepto también a mi quijote. Las tortugas egoístas la esconden, la ocultan, la acaparan, la protegen de las miradas generosas de mi Romeo, de sus manos artesanas, de mis anhelos. No hay otra joya que la iguale que adorne con más gracia el campo infinito de los inmortales, en la tierra yo espero, en el cielo la joya sigue inalcanzable.
Página 75/101
Antología de Tiquicia Vargas
SALUTACIÓN
Bienvenida a esta triste morada, extendidas están mis manos para recibirte, abierta mi alma entera para ceñir cada fenezco que de tu boca salga Bienvenida sea tu vos, llamada discreta del amor, que acoge poco a poco cada uno de mis sentidos envolviéndoles en cálido abrigo Bienvenida sea tu voluntad, vasija de luz benévola vertida en cada palmo de mi propia casa escencia purificadora de rancias apatías Bienvenida, siempre bienvenida.
Página 76/101
Antología de Tiquicia Vargas
POEMA IX
Quédate en mi alma, te daré abrigo, caminaré a tu lado sin hacer el menor ruido, te protegeré de todo, del tiempo, del dolor, del hastío, y ofrendaré cada suspiro en el altar de tu servicio. Quédate a mi lado, serás mi faro en el risco, yo navegaré seguro de anclar en tu puerto profundo, hondo coral de sentimientos abatido Quédate en mi alma, cual ángel de la guarda, resguardaré a tu lado el camino.
Página 77/101
Antología de Tiquicia Vargas
POEMA VIII
Te he escrito una carta, colmada de ardores cálidos, salidos de esta mente desprolija, puño y letra propios en palabras nunca dichas. Te he escrito una carta que tal vez nunca recibas, pero la he escrito de todos modos, solo para tu campiña, paisaje ajeno, dormido y sereno de sedas y terciopelos vestido. Te he escrito una carta, solo unas letras atrevidas, pero te he escrito con el alma aunque tal vez nunca la recibas.
Página 78/101
Antología de Tiquicia Vargas
CUANDO LLEGUE LA MAÑANA
Con la esperanza adornando mi esencia, miraré por la ventana abierta para saludar al brillo del sol que nos visita cada mañana Con las manos abiertas sonreiré agradecida por cada suspiro nacido en mi boca, esperaré dormida que llegue su caricia, besaré entonces ansiosa su cálida presencia Con la ilusión de su promesa cumplida contemplaré lo que me ofrece y en sus brazos despertaré a un nuevo día.
Página 79/101
Antología de Tiquicia Vargas
DEPREDADOR DE EMBOSCADA
¿Por qué mi alma impura e imperfecta está siempre tan atormentada? ¿Por qué asechas sigiloso entre los nardos y las enramadas? Aquí esperas, depredador de emboscada mi paso cauto y confiado por la trocha despejada. Traicionero esperaste entre las sombras silenciosas, plantas y malezas te sirvieron de camuflaje Como bestia salvaje de mi inocencia te alimentaste ¿Por qué mi alma impura e imperfecta está siempre tan atormentada, si fuiste tú en que peco con mi carne?.
Página 80/101
Antología de Tiquicia Vargas
EL BAILE DE LAS LUCIERNAGAS
Despejado está el cielo, ¡Qué noche tan bella! y yo en la tierra soñando con las estrellas. La hermosa dama luce su mejor vestido en el brillante baile de las luciérnagas Mis ojos la siguen serenos y absortos mientras su luz embarga la noche serena..
Página 81/101
Antología de Tiquicia Vargas
AVARICIA
Como todos creí que poseer era suficiente y por el dorado brillo encandilado quedé bajo su yugo penitente nada fuera de estos vestidos me pertenece. Avaricia dominante que lujuriosa poseyó cada pensamiento arrancando lo poco de humano que me fue concedido. Hoy solo despojos existen del brillo codiciado que otrora moviera cada uno de mis actos.
Página 82/101
Antología de Tiquicia Vargas
MUÑECA ROTA
El me llamaba su muñeca, por mis ojos alegres, por mi sonrisa sincera, por mis manos blancas, por mi alma buena. El me llamaba su muñeca era solo suya, nada más importaba entonces entre a su casa confiada. Hoy no soy más su muñeca ya mis ojos no son alegres, y mi sonrisa es escasa, mis manos están curtidas y mi alma flagelada No soy más su muñeca en un rincón me quedé abandonada donde se queda cada muñeca rota olvidada.
Página 83/101
Antología de Tiquicia Vargas
AMANTES DE OTOÑO
Bajo la incesante lluvia de hojas los dos cuerpos encontraron el compás, y sobre el cálido lecho natural reposaron saciados sus instintos Era ya la noche, la que reclamaba ansiosa los suspiros dejados en obvio descuido. Cuando la mañana volvía a reclamar sus dominios, dos cuerpos fríos la esperaban agradecidos.
Página 84/101
Antología de Tiquicia Vargas
SI ME CORTARAS LAS ALAS
Si me cortaras las alas asegúrate de no dejar ningún recuerdo de mi solitaria libertad. Remplaza ese olvido con un nido nuevo y busca para mí sentimientos de hogar. Si me cortaras las alas deja que tus manos remplacen el calor del vuelo con su propio calor. Y sobre las cálidas hojas de otoño abrígame de todo temor.
Página 85/101
Antología de Tiquicia Vargas
BAJO LA MISMA NOCHE
Tu cuerpo descansa laxo sobre una cama ajena el mío da vueltas inquieto en sábanas viejas. El mismo cielo nos cubre nos cubren también las mismas estrellas el mismo calendario nos pinta el tiempo sobre hojas yertas. Bajo la misma noche eres amado en otro lecho. Bajo la misma noche mi esperanza insociable claudica al doloroso recuerdo de tu ausencia.
Página 86/101
Antología de Tiquicia Vargas
BELLA COQUETA
Bella Coqueta envuelta en trajes de seda, sonríe discreta, tras su abanico de estrellas un guiño travieso en su rostro refleja y un saludo cortes para mostrar que es una dama le pregunto si le gustan los versos que le escribo en respuesta me sonríe misteriosa desde su plaza
Página 87/101
Antología de Tiquicia Vargas
SON LAS ALAS DE MI ALMA
Como palomas vuelan mis ilusiones con un destino incierto, solitario, atadas llevan con ellas la esperanza de compartir con otro ser el espacio que su vida ocupa. Son las alas de mi alma, una espada contra el cruel destierro de otro corazón humano, frío, insensible, oscuro como daga siniestra deja correr la sangre sin detenerla. Son las alas de mi alma, cuando por fin su meta alcanzan descansan en la tierra impasible y llana tan solitarias como otrora empezaran su macha.
Página 88/101
Antología de Tiquicia Vargas
PIEL EN RENTA
Por unos pesos deja que otro toque su cuerpo, por unos pesos su piel es refugio del deseo ajeno. Su piel es suya, no la vende, la alquila por un rato brindará placer, por un rato será amante, novia, amiga. Su piel es suya, es una piel conocida, tocada, curtida. Su piel es suya, pero permanece en una vitrina es un negocio y como negocio se alquila. Su piel es suya, pero es una piel en renta destinada a saciar de otros la necesidad física. Por unos pesos su piel será refugio de otra piel y brindará placer mientras su alma expira.
Página 89/101
Antología de Tiquicia Vargas
POR UN CACHITO DE ESA LUNA
Por un cachito de esa luna he de bajar del cielo cada estrella que brille y cada nube que la anide para mecer a mi ángel en fina cama de aire. Por un cachito de esa luna le pondré al camino lajas de agua clara para que luzca su belleza envidia de reinas y hadas. Para convencerla de mi amor le daré abrigo en mi pecho y tendrá en mi alma un castillo de esperanzas y anhelos.
Página 90/101
Antología de Tiquicia Vargas
A MI BELLA ENAMORADA
A mi bella enamorada la dueña de toda poesía, de todo suspiro, y de todo acto romántico; impregna pues la visión de los hombres con esa dulzura tan fina y posa en la boca de cada ser un beso de amor.
Página 91/101
Antología de Tiquicia Vargas
TUS OJOS EN MI MENTE
Tras la mirada que revela los secretos de un cuerpo silencioso, viajan como dagas las palabras más hirientes. Sobre la suave carne del iris se depositan certeras, son tus ojos que albergan la única llave que abre la cerradura puesta en mi mente. Tras ellos mi libertad escapa, dejando el desconsuelo acumulado en mi alma, y dentro de mi cabeza solo el recuerdo de tu mirada.
Página 92/101
Antología de Tiquicia Vargas
GÁRGOLAS
Monstruosas guardianas, desafiantes depositarias de antiguos mitos, con corazón de piedra su nombre es un gruñido que ahuyenta los peligros en la noche escondidos. Durante el día duermen con una mueca burlona, sobre arcaicos tejados, indiferentes al tiempo y a la vida mundana de los mortales que las erigieron. Ni brujas, ni demonios, ni criaturas malditas, enfrentan a esta sociedad de pétreas protectoras.
Página 93/101
Antología de Tiquicia Vargas
ORACIÓN AGRADECIDA
Sobre la piel blanca de la vida se pinta la experiencia de cada día. Elevando mis alas al cielo abrazo al mundo con una oración agradecida
Página 94/101
Antología de Tiquicia Vargas
SIGUE ADELANTE
Cuando el frío invernal de la soledad te envuelva, sigue adelante a pesar de tu entorno hostil. Cuando los cotilleos incesantes de las masas te atraviesen con sus inquisitivas miradas, sigue adelante sin importar sus leguas afiliadas. Cuando sientas que las fuerzas te abandonan, solo sigue adelante un día a la vez.
Página 95/101
Antología de Tiquicia Vargas
UNA BALADA PARA MI ALMA
El paisaje calmo en clara invitación abierta ante el portentoso dios el antiguo guerrero se presenta, bajo las estrellas en silencio reinan as olas fieras. Espada en mano, escudo alerta una balada para mi alma su ruda tomada empieza, un golpe, dos el dios etéreo no abandona, el guerrero sigue con su cruda prueba. Sus piernas fuertes le sostienen, sus brazos diestros,, fueros embisten el gigante guarda sus emociones ilegibles gestos en su rostro antiguo cual estatua griega. Una balada para mi alma su ruda tomada canta, el vencedor levanta sus armas con humildad ante el campo de batalla su honor intacto, casto y sin mancha. Una balada para mi alma, mi corazón entona júbilo el guerrero regresa a nuestro lecho desnudo.
Página 96/101
Antología de Tiquicia Vargas
DESDE TU PARTIDA
Sobre una balsa de fina madera su cuerpo laxo duerme, mientras el bonguero la conduce al destino final de toda vida. Aquí los que compartieron su camino la despiden, saben que su viaje es inevitable, como inevitable es el dolor de su partida. Las aguas apacibles bajo ella muestran las imágenes de su existencia, matrimonio, hijos, nietos, descendencia, ochenta y tres años de experiencias bien aprendidas. Ahora su cuerpo descansa, ya no duele, ya no está frágil, ya no añora la juventud perdida, en su viaje a la eternidad mira atrás agradecida. Aquí los que compartieron su camino la despiden, mientras el bonguero la conduce al destino final de toda vida.
Página 97/101
Antología de Tiquicia Vargas
ROSAS EN EL MAR
En antigua tradición junto a la playa tranquila cantos de mujeres dejan rosas en el mar. Es la despedida que a sus seres queridos dan, los que han partido y en tierra firme no se pudieron enterrar Cantos y lágrimas de sus cuerpos brotarán, oraciones y paz por sus almas rogarán En el mar se han quedado en el mar se enterrarán junto a la playa tranquila dejan rosas en el mar.
Página 98/101
Antología de Tiquicia Vargas
PUERTA ABIERTA
Ahora lo entiendo y te pido perdón por ser tan problemática. Ahora lo entiendo y te pido indulgencia por soportar mi presencia. Ahora lo entiendo, cuantas veces lo dijiste y cuantas veces caí en el error de dejar que la puerta me detuviera. Tu mirada triste habla por ti, ahora lo entiendo y mi alma te espera sincera. Sí, ahora lo entiendo, para ti mi puerta siempre estará abierta
Página 99/101
Antología de Tiquicia Vargas
EN TU PRESENCIA
Contigo aquí el alba canta la melodía más alegre, la noche tirita de calor, el aire trae su mejor perfume, las mismas rocas brillan como joyas naturales, contigo aquí la injusticia no me alcanza, en tu presencia descansan mis alas.
Página 100/101
Antología de Tiquicia Vargas
ABUELITA ENCONTRADA
Me he encontrado una abuelita algo abandonada en una silla desgastada, su cabello blanco es fina seda sobre el papel arrugado que cubre su cuerpo La he encontrado solita con una vieja manta calentado su cansado cuerpo sus mano activas aún usan dos agujas para crear hermosos pedazos de cielo Así pasa las horas del día algo abandonada por la familia que una vez cuidara con su amor y esmero
Página 101/101