Una familia diferente

Miguel Rivera vive en México. Allí, como en tantos otros lugares, la familia ocupa un lugar muy importante. Lo que cambia de un país a otro son las tradiciones. Las familias mexicanas conviven a diario con la música, la comida picante y las decoraciones coloridas.

Por ello, las calles de México están llenas de mercados de tamales y burritos, y de

adornos y flores de colores alegres.

Sobre todo la abuela de Miguel, Abuelita, quien cree que, muchos años atrás, su propio abuelo, abandonó a la familia para ser músico, entristeciendo a Mamá Coco. Así, la música quedó prohibida para todos los Rivera.

Sin embargo, los Rivera son un poco diferentes. Si bien para ellos la familia está primero, no comparten con el resto del país el gusto por la música.

Claro, muchas veces las familias desean que los niños hagan lo mismo que sus padres, más si

se trata de un negocio... Pero Miguel quiere algo

distinto, quiere seguir sus propios sueños.

Desde esa época, todos los Rivera se han dedicado a confeccionar zapatos. Y lo han hecho generación tras generación. Por ello, el papá de Miguel, Enrique, espera que su hijo se dedique a lo mismo que hace él: trabajar en la zapatería.

Sin embargo, a Miguel lo apasiona la música, como a su ídolo, Ernesto de la Cruz. Aunque su familia no lo sabe, cuando él toma su guitarra y comienza a cantar, todo a su alrededor se tiñe de colores. ¡Es lo que más le gusta en el mundo! ¡Y además lo hace maravillosamente! Entre la pasión y la práctica, Miguel es cada vez mejor componiendo canciones.

Pero está cansado. No quiere vivir tocando solo para su perro Dante o la gata Pepita.

Por ello, una noche muy especial, la del Día de los Muertos, Miguel huyó corriendo hasta el cementerio a visitar

el mausoleo de su ídolo Ernesto de la Cruz. No sabía muy bien qué buscaba, pero terminó

viviendo una aventura increíble en la Tierra de los Muertos.

Allí conoció a su tatarabuelo Héctor y descubrió que, a pesar de lo

que su familia creía, no los había abandonado. De hecho, Héctor

extrañaba mucho a su hija Coco.

Incluso, Héctor le enseñó una canción

que le cantaba cuando ella era

pequeña. ¡Miguel tenía que regresar

a la Tierra de los Vivos y contarle esto

a toda su familia!

El papá de Miguel, que había visto lo bien que tocaba y cantaba Miguel y la emoción que había despertado en Mamá Coco, comprendió que su hijo amaba la música. ¡Como otros en su familia, su hijo llevaba las melodías en la sangre!

A su regreso de la Tierra de los Muertos, Miguel fue corriendo a ver a Mamá Coco. Allí estaba ella, cansada, casi dormida en su silla. Pero apenas Miguel comenzó a tocar la canción que le enseñó Héctor, la cara de Mamá Coco se iluminó y comenzó a sonreír.

Así, cada nuevo Día de los Muertos, Papá Rivera espera, como todos, que Miguel dé su concierto

especial. Reunidos en el patio de su casa, la música de su hijo es la mejor compañía para

recordar y celebrar en familia. ¡Viva la música!

A partir de ese momento, luego de que Miguel les contara todo lo que había descubierto sobre la historia familiar en la Tierra de los Muertos, los Rivera se reconciliaron con la música. Y Miguel se convirtió en el músico oficial de la familia.

Se llama Enrique y es el padre de Miguel. Él es zapatero y

espera que su hijo se dedique a lo mismo que él. Es muy paciente

y ama mucho a su hijo.

Papá Rivera

Copyright © 2018 Disney Enterprises, Inc., and Pixar. Todos los derechos reservados. Copyright © 2018 de esta edición: Luppa Solutions S. L.Redacción: Malena Delgado. Edición: Laura Efrón. Diseño Gráfico: Juan Pablo Millano. Dirección: Danilo Delgado

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor.

Desarrollo editorial para Luppa Solutions: almaceneditorial.com. ISBN: 978-84-17411-47-3