¡Mis queridas señoras!

¡Con mucho cariño, les presentamos esta preparación a la Alianza filial con nuestro Padre y Fundador! Lo hacemos como una iniciativa de Tere y el Consejo para colocarnos como hijas, madres y esposas en las manos del Padre para que él nos modele, nos forme y nos eduque como él nos pide a sus hijos ecuatorianos, como una respuesta filial a su carta del 14 de septiembre de 1968, en la cual nos cuenta de ese acto maravilloso que hizo con nosotros de consagrarnos en la patena.

El círculo de Jardín de María con mucho gusto les ha preparado este material que espero que lo aprovechen y que sea un medio para profundizar su vida de Alianza y de comprometerse aún más con la Obra de Schoenstatt.

Sabemos cuánto nos necesita la Iglesia en estos momentos cruciales. Sabemos que Schoenstatt y el carisma del Padre es una respuesta clara y eficaz para los males que le aquejan y aquejan al mundo.

Por eso: ¡manos a la obra! y que aprovechen y sean proactivas para conocer más y mejor, y poner en práctica las enseñanzas del Padre. Aprovechen para vincularse como hijas auténticas y háganlo “su padre” en la vida diaria.

¡Que este regalo sea la culminación de este año del Padre y el inicio de poder entregarlo y darlo a conocer como el santo mariano que HOY la Iglesia y el mundo necesita!

El 15 de septiembre nuestra jefa entregó nuestra respuesta a su carta del 14.9.1968. Que cada grupo la lea y la comparta. ¡Así él se alegra con nosotras, sus predilectas “Custodias Vivas” y nos acompaña en esta preparación!

Las acompaño de corazón en esta preparación y nos unimos el martes 6 de noviembre en el Santuario de Ciudad Celeste.

A nombre de la jefa, su Consejo y del “Jardín de María” la saluda

Con mucho cariño,

Su Hna. M. Montserrat

Mi Alianza filial con el Padre Kentenich

Oración

Padre y Dios nuestro,

Gracias por regalarnos en el Padre Kentenich un padre y profeta, testimonio vivo del

Evangelio para nuestro tiempo, encendido por el Espíritu Santo.

¡Danos de su fuego y de su espíritu de fundador!

Regálanos su amor ardiente a ti, a tu Hijo Jesús y a María. Haz que su carisma esté tan

vivo en nosotros, que podamos plasmar el futuro de la Iglesia y la sociedad. Su visión

sea nuestra visión:

Que en la fuerza de la Alianza de Amor surja un mundo nuevo y donde quiera que

vivamos y actuemos, podamos gestar una cultura de alianza.

Querido Padre Dios, te pedimos

Incorpora al Padre Kentenich en el círculo de los santos reconocidos por la Iglesia.

Ábrele puertas a él y a su misión, para que conduzca a muchos a tu corazón, plenitud

de vida. Te lo pedimos unidos a María nuestra Madre Reina y Victoriosa tres veces

Admirable de Schoenstatt, por Cristo nuestro Señor.

Para iniciar esta preparación vemos el video propuesto “Alianza filial” y lo comentamos: ¿Cuál es el fundamento de la Alianza de Amor con la Mater? Y ¿De qué manera la Alianza filial con el Padre José Kentenich nos ayuda a profundizar esta Alianza y nos conduce al corazón del Dios Trino?

CAPITAL DE GRACIAS ALIANZA FILIAL RAMA DE MADRES 2018

TESTIMONIO DE HNA. M. PETRA: ¡Ha pasado el tiempo! El Padre me ha enseñado a hacer regalos, por eso les traje un regalo para cada una, pero no les va a significar mucho si no les cuento mi experiencia que está conectada con este regalo. El Padre se dio cuenta muy rápido de mis cualidades, de mi lado fuerte del carácter y cuál es mi lado flojo. Yo era una persona con un pronunciado afán de libertad. Yo era muy independiente, ‘que no me digan nada a mi’, ‘que no me vengan a decir esto y lo otro’ ‘díganme, pero yo decido… yo lo hago libremente’… Esto también ocurría con los papás, ‘soy mayor de edad’… No me había dado cuenta que este afán casi excesivo de libertad, podía ser un peligro, pero el Padre lo vio y ¡miren como interviene! ¡lo hace con delicadeza paterna, pero de una vez para siempre! Un día viene donde mí, yo estaba sentada frente a la maquinilla. Con las manos hizo un gesto, las tenía abiertas, como una patena o como un nido, primero no me dijo nada, sólo me miraba y después me dijo:

- ¿me regalaría su libertad?

- ¡Mmmm!.... Yo no sabía qué decir, sólo lo miraba…. Y lo repitió, pero en forma de repetición:

- ¡Regáleme, por favor, su libertad!

- Padre…. sí, pero ¿qué hago? ¿cómo se hace? ¿qué hago para regalarle mi libertad?

No dijo nada, solamente se quedó con las manos vacías, así, mientras yo lo miraba. Por fin reaccioné espontáneamente como lo hacen los niños, dando algo que no tienen en la mano, así….. (hace el gesto de dar)

- ¡tome! El Padre lo cogió muy en serio. Puso su mano derecha sobre la izquierda, y dijo:

- ¡gracias! ¡ahora su libertad es mía! ¿me la regaló? ¿no?

- ¡Sí Padre!

- Recuerde que ahora es mía… - se detuvo un momento, antes de agregar- y ahola. ra se la doy de vuelta, cójala, reciba su libertad, pero recuerde que es mía…

¿Se dan cuenta? ¡qué educador! ¡qué padre! Y siguió diciendo: -Ahora ¡sea usted libre, libre como un pajarito en el aire! Pero recuerde, le pido una cosa, cuando esté por hacer algo no tiene que pedirme permiso, pero vaya donde la Santísima Virgen – y me enseñó su imagen- y le pregunta si esa decisión tomada, le agrada a Ella. Pensé: ¡qué bonito! ¡es la libertad vinculada! Ahora gar mi acabo de entregar mi libertad, mi tesoro más preciado. Se lo regalé al Padre y ahora ya no tengo que preocuparme por mi libertad, está asegurada en las manos del Padre. No me queda más que invitarlas, queridas madres, dirigentes, jefas responsables, esposas, mamás, abuelas que pongan todo, depositen todo lo apreciado, lo bello, lo grande, pero también lo doloroso, lo que más les toque a su corazón, en las manos del Padre con esta certeza: El es mi padre porque soy hija de Schoenstatt, él es mi padre y él va a coger todo lo que le doy como si fuera suyo, pertenencia personal.” (Hna. M. Petra a las madres de Chile 2003) AHORA PODEMOS NOSOTRAS SUS MADRES CUSTODIAS VIVAS DE ECUADOR DEPOSITAR CADA día en las manos del Padre, que es una patena, todo lo que nos alegra, nos preocupa, etc. y ofrecerlo por manos del Padre a la MTA en su Santuario para que lo eleve hasta el Dios Trino.

Ficha N.- 1 Un Padre: una Historia, una Obra

Objetivo: Fortalecer nuestro vínculo con el Padre Fundador a través del conocimiento de su vida y su entrega por nuestra libertad interior, y por la fecundidad de la familia. Introducción La historia de vida del Padre Kentenich nos demuestra claramente la responsabilidad que tenemos como familia de continuar con la Misión. La entrega de su vida hizo fecunda la Obra de Schoenstatt. Momento inicial Como oración inicial rezamos la oración que el Padre Kentenich pidió a las hermanas de María que rezaran esta oración todos los días hasta que el vuelva del campo de concentración que fue el 20 de mayo de 1945, éste es el cántico de VICTORIA.

Cántico de Gratitud 61 ¡Cayeron las cadenas! Resuene en las voces de todos un jubiloso cántico de gratitud que se eleve desde los santos recintos de Schoenstatt. 613 En el difícil camino de peregrinación Dios se ha manifestado ante nuestra comunidad en su grandeza y sabiduría, para gloria y alabanzas suyas. 614 Cuanto el poder y la astucia de Satanás idearon como infortunio, lo transformó la mirada del Padre en nuestra suprema felicidad.

615 Aquello que era terreno en el pensar o demasiado humano en la entrega, quiso Dios orientarlo hacia las alturas y sumergirlo enteramente en su corazón. 616 Así formamos hoy una férrea unidad, fundidos en el amor de Dios, y luchamos sin fatigarnos en contra de los engendros de Satanás, 617 a fin de que nazcan hombres nuevos que, siendo aquí en la tierra libres y fuertes, se comporten como Cristo en las alegrías y dificultades 618 y que solo con Cristo entrelacen el afán de sus corazones, así como durante su vida se entregó

María, la Madre y Esposa. 619 En agradecimiento, nuestras almas escojan al Cordero de Dios para desposarnos con El por la eternidad y ser contados entre los que permanecen fieles. 620 Y ahora que nos amenaza un súbito derrumbe, ¿quieres, Señor, ¿morir nuevamente? ¿buscas también con estos requerimientos de amor a herederos de tu santa transfiguración? 621 Si es así, mira la grey de los que son tuyos, a esta porción signada con la pequeñez y la pureza, y por misericordia únelos a ti para en ellos aparecerte nuevamente al mundo. 622 En ellos Tú puedes sufrir, luchar, apacentar y a través suyo prepararte de nuevo las alegrías de la resurrección. 623 Por ellos edifica la ciudad fundada en el cielo, hacia la cual con entera confianza alcen toda la mirada. 624 Hasta los confines del mundo puedes enviar a quienes hoy se te consagran, para complementar tu Reino en la Tierra. 625 María, recibe la ofrenda en tus fieles manos de madre, y así, hasta nuestro paso a la vida futura, no cese este cántico de gratitud. Amén

Canto: PADRE AMERINDIO

Quiero decirte Padre en aymará, quiero nombrarte Padre en araucano, quiero mostrarte Padre mi Otavalo, quiero darte las gracias, por mi Amerindia. Quiero decirte fuerte que te amo en quechua, quiero sembrar tu reino con trigo maya, quiero darte mi vida como azteca, quiero adornar tu frente, con oro inca.

Mi Padre, en tu corazón encuentro, mi sintonía, mi sintonía, y puedo consagrar ahora mi pueblo, todo a María, todo a María.

Quiero decirte Padre en guaraní, quiero nombrarte Padre con mi alma shuara, quiero mostrarte Padre sierra y mares, quiero darte las gracias, por mi Amerindia.

Lectura en grupo 1. Cada miembro del grupo, leerá en silencio los textos a y b: Desarrollo histórico del vínculo con el Padre Kentenich y subrayará la frase que le haya llamado la atención. 2. A continuación, cada uno comparte lo que subrayó.

a. Relación entre el 20 de enero de 1942 y la solidaridad de destinos con el Padre Kentenich

Los relatos sobre el 20 de enero de 1942 mostraron un Padre Fundador que vivía su paternidad de un modo real, ofreciendo su vida para que sus hijos la tuvieran ricamente. Nadie puede vincularse al fundador sin amar a los hijos del mismo padre. En Schoenstatt lo llamamos solidaridad de destinos. Además, comprometerse con el Padre es asumir su Obra, llevar adelante su “nombre”, portar su bandera y mirar el mismo fin: la misión de Schoenstatt. La entrañable unidad y solidaridad del P. Kentenich con la obra por él fundada es otra de las claves centrales para comprender su vida y la historia de Schoenstatt. Es mucho más que el natural afecto mutuo. Dada la estructura y la misión misma del Movimiento, esta profunda vinculación entre fundador y fundación hace a la esencia misma de Schoenstatt y adquirió a lo largo de su historia expresiones muy concretas y fundamentales.

El 20 de enero de 1942, estando en la prisión de la Gestapo, el P. Kentenich renuncia a legítimos recursos para salvarse del campo de concentración. Ofrece voluntariamente su libertad exterior por la santidad y la fecundidad de su familia, para siempre. Queda así de manifiesto la indisoluble solidaridad de destinos entre el Padre y su Familia. A partir de allí nació una marcada “corriente del Padre” que animó su unidad y despertó una gran responsabilidad por la misión común. Esto encontró expresión en actos de fidelidad y filial seguimiento a su persona y carisma original. Por ello, la relación personal con él, como fundador y cabeza de su obra, trasciende la generación que conoció, orienta y une a la familia para todos los tiempos.

b. El fundador en su paso por Latinoamérica y su relación con la misión del 31 de mayo El vigor y la bondad de las causas segundas se hicieron presentes, cuando el Padre Fundador visitó Latinoamérica (1947-1952). En el encuentro cercano y rico del Padre con las Hermanas (ellas eran las que mantenían encendida la lámpara de Schoenstatt) se fue gestando una vinculación paterno-filial honda y transparente. Esta vinculación tiene su fuente en la vivencia del jardín de María, en la Navidad de 1941 cuando el Padre estaba prisionero en la cárcel de Coblenza. “Las Hermanas no dudaron en desarrollar vivamente la conciencia: nos pertenecemos la una a la otra y

juntas pertenecemos a la Cabeza de la Familia. Más tarde esto se llamó acto filial” (P.K. Jornada de octubre de 1950). Esta experiencia culmino el 20 de agosto de 1947, cuando en Nueva Helvecia (Uruguay), la Provincia de Nazaret –llamada también Provincia del Padre- consolidó y expresó este vínculo en la forma de una alianza. Fue la primera Alianza Filial que una comunidad oficial sellara con el Padre y Fundador de Schoenstatt. Esta Alianza no fue en sus inicios bien comprendida por las autoridades de la diócesis de Tréveris, diócesis en la cual se encuentra Schoenstatt (recordemos que no se había realizado aún el Concilio Vaticano II). La respuesta a los reparos expresados por el Visitador, detonó la carta que el fundador mandó desde Bellavista, Chile, el 31 de mayo de 1949. La misma marcaba el origen de la cruzada del pensar, amar y vivir orgánicos. Esta cruzada hizo surgir una contracorriente que pudiera derribar el muro del pensar mecanicista y María se muestre como la gran vencedora de las herejías de nuestro tiempo. Conocemos la consecuencia que esta carta tuvo: los 14 años de destierro (Milwaukee 1952-1965). Durante todos esos años se fue consolidando una corriente de vida, la “corriente paterno-filial”. Cuando en 1965 –al finalizar el Concilio Vaticano II, que ratificó tantos anhelos y acentos de Schoenstatt- se levantaron los decretos que había en su contra, se pudo constatar que la Alianza Filial se había difundido y que ella había sido causa de grandes bendiciones y fuente fecunda para muchos.

El camino de la iglesia hacía la nueva época En Montevideo el 22 de mayo de 1948 habla el Padre Kentenich frente al Señor Nuncio Apostólico, Monseñor, sacerdotes, religiosas y laicos. Partió poniendo su mano en el pulso del tiempo. Para comprender el camino de la Iglesia hacía la nueva época, debemos comprender el mundo actual. Pues la Iglesia, el Reino de Cristo, si bien no es de este mundo, está, sin embargo, en el mundo. Vox temporis, vox Dei, la voz de los tiempos es la voz de Dios. Y las voces de Dios son tareas que Él nos encomienda realizar en el tiempo. Para comprender las catástrofes del tiempo, las crisis de la Iglesia, y también su marcha victoriosa, debemos estudiar la historia de Europa y sus circunstancias. “Yo vengo de Europa, y he experimentado el rostro del colectivismo y su juicio. La experiencia en Europa ha demostrado que no fueron los hombres fuertes, inteligentes, de buen corazón quienes lograron superar los desafíos del tiempo, sino aquellos que estuvieron aliados con Dios. Intercambio en grupo Cada miembro del grupo, leerá en silencio los textos a continuación y subrayará la frase que le haya llamado la atención.

Cada miembro responde con su corazón abierto a las siguientes preguntas Considerando este momento de mi vida, ¿Cuál es mi vinculación a cada uno de los puntos de contacto? Por estos puntos, Dios me habla a través del Padre: ¿Cómo respondo yo a ese llamado de contacto?

Los puntos de contacto de Schoenstatt

La MTA La Virgen María, nuestra querida Madre Tres Veces Admirable, es un punto de contacto muy importante por su papel de Redentora, ya que Ella es el camino más seguro que nos conduce a Cristo. Ella es la Madre de Cristo y es, también, Madre de la Iglesia. Ella despliega activamente la tarea de Madre y Educadora que el Señor le confió frente a la Iglesia y a cada uno de los hijos de Dios. Schoenstatt toma en serio todas estas verdades básicas de la fe y trata de ponerlas en práctica, lo más fielmente posible. Junto a esto, el Movimiento posee una vinculación especialísima con María, pues ve en Ella la respuesta a los problemas de nuestro tiempo.

Hoy, cuando lo que está en juego es la dignidad y la misión del hombre, cuando se ha roto ampliamente la relación del hombre con Dios y la armonía de lo natural con lo sobrenatural, la presencia de María adquiere una importancia decisiva porque en Ella se puede encontrar un norte claro y seguro en medio del desconcierto y el desánimo. La Santísima Virgen es para nosotros la puerta de acceso vital para adentrarnos en la Santísima Trinidad y el Reino de Dios. Ella, como Madre de Dios y colaboradora de Cristo, es el punto de convergencia donde ambos órdenes se encuentran.

El Santuario de Schoenstatt Es un punto de contacto, debido a que es un lugar de gracias donde Dios no se muestra abstracto sino llega a nosotros a través de lo sensible ya que sabe que no estamos hechos solamente de espíritu sino también de cuerpo y alma. Las gracias que se reciben de María en Schoenstatt son “milagros de

transformación interior”. María quiere mostrarse en su Santuario en modo particular como “Madre y Educadora”, quiere darnos allí las gracias de un profundo arraigo en Dios; de una honda transformación interior en Cristo Jesús y de una gran fecundidad apostólica.

Padre José Kentenich La profunda vinculación afectiva de la familia de Schoenstatt a su Fundador está íntimamente ligada a la originalidad misma del carisma de Schoenstatt. En donde experimentamos la destrucción y disgregación de todos los lazos de amor o vínculos interpersonales, tanto en el campo laboral como familiar, Schoenstatt quiere cultivar en profundidad todos los vínculos queridos por Dios; y dentro de éstos la relación filial con el Fundador ocupa un lugar central. Debido a que el Padre Fundador nos “engendró” a la vida de la Alianza con la MTA, el encuentro con él es central para crecer en nuestra identidad schoenstattiana. Como “cabeza supra temporal” de la Familia, él es el tercer punto

de contacto con Schoenstatt. En la persona del Padre se garantiza la unidad de toda la Obra y la expresión auténtica de su carisma para todos los tiempos. No hay vivencia plena de la Alianza sin una vinculación a su persona o a su Obra. Él nos ha transparentado a Jesucristo, sobre todo en la imagen con la cual Jesús se autodefinió: el Buen Pastor (cfr. Jn 10). En una dimensión ciertamente limitada pero real, el Padre Fundador fue un buen pastor: se jugó y arriesgó su vida por la libertad de sus hijos, asumió el misterio de la cruz y nos hizo familia. Esto lo percibimos especialmente en el tiempo de la Dachau y Milwaukee. La razón última que impulsa a la Alianza Filial es, por tanto, la consecuencia lógica de haberse encontrado con un padre que es transparente, camino y apelación para descubrir, amar y servir a Dios y a los hermanos. Pero así como el Padre Fundador es el referente de la Alianza Filial, quien sella esta Alianza, se compromete a vivir lo que él transparentó. Desea hacerlo presente en el mundo y en la Iglesia, en esta dimensión tan central de su carisma: “padre de pueblos”. Los schoenstattianos somos como letras vivas del Fundador. Se reparten dos corazones: Uno con una frase del teléfono del Padre Kentenich y otro para que le escriban lo que les salga del corazón y se lo peguen en una cartulina grande donde esta la foto del Padre.

Propósito Hay aquí un gran desafío: tener que acercarnos a Dios a través de personas humanas, limitadas, y por esencia, frágiles. También Jesucristo lo habrá experimentado: “¿Acaso puede venir algo bueno de Nazaret?” (Jn 1,46); “¿No es éste el hijo del carpintero, su madre no es la que llaman María, y acaso no viven entre nosotros todos sus hermanos?” (Mt 14, 55-56). Proponemos aumentar mi vinculación al padre Fundador a través de la lectura de su vida, rezando las oraciones de Hacia el Padre, visitando un rincón especial dedicado al Fundador, rezando la oración por su canonización, trabajando en un apostolado concreto por la Obra de Schoenstatt. Se podrá elegir alguno de estos propósitos u otros según los deseos personales del grupo.

Oración final En el Santuario rezar en forma meditada:

Mira, Padre, a nuestra familia (HP 455-459)

Diariamente ofrezco los míos y sus luchas, su vida fuerte y sana de amor y sacrificio: Padre, con misericordia mira a nuestra Familia y, por causa suya, manifiéstate en tus maravillas. Cuando la tentación amenaza con superarme el mundo y el Demonio no se alejan de mí, Padre, con misericordia mira a nuestra Familia y, por causa suya, manifiéstate en tus maravillas. Cuando las incertidumbres de la vida se ciernen y enemigos esparcen sus bombas y granadas, Padre, con misericordia mira a nuestra Familia y, por causa suya, manifiéstate en tus maravillas. Cuando la persecución pisa mis talones y todos los campos se transforman en desiertos, Padre, con misericordia mira a nuestra Familia y, por causa suya, manifiéstate en tus maravillas. Y cuando mi vida pende de un hilo, porque enemigos me acechan en todos los senderos, Padre, con misericordia mira a nuestra Familia y, por causa suya, manifiéstate en tus maravillas. Para concluir nos consagramos a la Mater y le pedimos al Padre su bendición:

“Querido Padre Fundador, te agradecemos por aceptar la misión que Dios te ha encomendado: ser Padre. Sabemos de la dificultad de la tarea, pero seguros de la victoria de nuestra Madre, confiamos que Ella nos dará la fortaleza para continuar tu misión: Padre y profeta, Nuestro corazón en tu corazón, Nuestro pensamiento en tu pensamiento, Nuestra mano en tu mano, Tu misión, nuestra misión. Bendícenos, Padre, En el nombre del Padre, y del Hijo Y del Espíritu Santo”. Amén

Para profundizar la reflexión en forma personal o en reuniones posteriores 1. Les invitamos a leer y meditar las siguientes palabras del Padre Fundador en Nuevo Schoenstatt, el 19 de marzo de 1952. “¡Ad Patrem! Nos lo anuncia el símbolo del Padre. Y así como la corriente patrocéntrica ha crecido extraordinariamente, también el reverso ha crecido otro tanto: la corriente filial, Padre e Hijo forman una unidad. Donde ha crecido la corriente del Padre, allí fluye también una corriente de fisilidad. ¿Qué otra cosa podría necesitar con mayor urgencia la época actual que una corriente del Padre y una corriente de fisilidad? Muchas veces lo hemos explicado en el lenguaje de los niños: así como en la familia natural la tarea de la madre consiste en conducir al padre, en llamar la atención sobre él –porque de otra manera el niño no sabría quién es su padre- así también lo hace la Santísima Virgen. Sin la madre nos sabríamos con seguridad quién es su padre. La tarea de cada auténtica madre es revelar el ser del padre. Esto lo han visto realizado en forma muy profunda en nuestra Familia. Desde un comienzo fue mi ideal conducir a todos ustedes a la Madre, y Ella los tomó de la mano y los condujo al Padre. No olviden: el Padre es siempre lo último, lo más profundo; el Padre es el principio y fin de toda la historia de salvación. No olviden: toda nuestra piedad puede ser siempre mariana y lo será eternamente; nuestra piedad será eternamente una devoción a Cristo y al Espíritu Santo, pero ella deberá ser también eternamente una piedad patrocéntrica. En nuestra manera de pensar sencilla –que ve siempre la naturaleza y la gracia en una totalidad- vemos cómo la Santísima Virgen cuida que en nuestro camino encontremos transparentes del Padre Dios”. 2. Podemos responder las siguientes preguntas: Al Padre Dios me lo imagino… Saber que el Padre me acoge como su hija me despierta los siguientes sentimientos… Vivir la experiencia de paz y seguridad con el Padre me significa… El o los rasgos del Padre Fundador que más me asocian al Padre Dios son…

Ficha N° 2

El Santuario

Objetivo: Experimentar la presencia del PJK en el Santuario, recordando sus palabras “Que quien me busque me encuentre en el Santuario”.

Introducción En el mundo hay muchos Santuarios como el nuestro. Son copia del SANTUARIO ORIGINAL, que está en Schoenstatt, Alemania. La irrupción de gracias de la fundación

de Schoenstatt nace en el Santuario original el 18 de octubre de 1914 cuando el Padre José Kentenich selló una Alianza de Amor con la Madre tres veces Admirable y le pide que se establezca en esa capillita. Podríamos pensar que Nuestro Padre Fundador, igual que a los primeros congregantes les habló cuando hicieron las primeras Alianzas ahora nos dice a nosotras desde el cielo: ¿Quieren comprometerse cada una de ustedes desde este Santuario, a dar un paso de mayor compromiso y entregárselo aquí en las manos de nuestra Señora y Soberana?

1. Momento inicial

Todas: ¡Querida Reina y Madre! ayúdame a despojarme de todo lo que me intranquiliza…. Para que, en silencio y pobreza, el espíritu de Dios pueda llegar hasta mí, Y encontrar en mi alma un ambiente sereno de acogida y entrega. Haz que mi inteligencia se abra a su luz y aprenda a ver con el corazón de Dios. Regálame la profunda comprensión del corazón Que tanta sabiduría da a los que aman. Ábreme al querer del Padre y configura Mi ser y mi obrar según su santa voluntad. Amén. Escuchar o entonar la canción “Señor Átame” Señor átame, átame a tu santuario Átame con lazos indestructibles A tu santuario átame, Con todas las fibras de mi ser, A este tu santuario. Señor átame, encadéname a tu madre Madre, a la Madre Tres veces Admirable De Schoenstatt átame, Con todas las fibras de mi ser A este tu santuario. Señor átame, y ten Misericordia Señor dame un corazón filial Un corazón para creer, de madre para amar, de padre para actuar, Atada a tu santuario.

Dejar unos minutos en silencio. 2. Contenido

1. Conozcamos al Padre a través de estas lecturas, leamos en grupo. 2. Cada señora subraya lo que más le toca interiormente.

“Quien tiene una misión ha de cumplirla, aunque conduzca al abismo más profundo y oscuro, aunque un salto mortal siga a otro” decía el Padre José Kentenich, con serenidad y total convicción al atardecer del día 31 de mayo de 1949, en la capillita en Chile. Esas palabras eran fiel reflejo de su vida. En Schoenstatt la presencia de María en el Santuario y su mensaje nos llega a través del Padre Kentenich, a su vez éste nos conduce a María, nos conduce al Santuario. Las gracias del

cobijamiento espiritual, transformación interior y envío apostólico que la Mater concede allí, se hacen palpables de modo extraordinario en su vida. Su entrega heroica, su vida sacerdotal es también signo evidente, el más fuerte de la realidad de María como Madre, Reina y Educadora desde el Santuario de Schoenstatt. El encarna en forma preclara al “hombre nuevo” que Dios quiere regalar a la iglesia a través de la alianza de Amor con María. Es tarea prioritaria de cada schoenstattiano dar a conocer en forma masiva, la persona, el carisma y la misión del nuestra Padre Fundador. “Las palabras conmueven, los ejemplos arrastran”. En Schoenstatt se crea familia, una familia alegre, sana, consciente de los problemas del hombre y la sociedad y se intenta dar respuesta a los mismos, a través de la Alianza de Amor con María, de Fe práctica en la Divina Providencia y a través de una pedagogía peculiar de vinculaciones (a ideas, lugares, personas). El Santuario es la casa de todos y la Alianza de amor con María es el pilar que lo sostiene. Sin las contribuciones de todos sus miembros al capital de gracias, Schoenstatt moriría irremediablemente. Es nuestra fidelidad y una seria autoeducación que permite que María siga actuando y transformando corazones: “Todos los que acudan aquí para orar deben experimentar la gloria de María y confesar “Qué bien estamos aquí” este es nuestro lugar predilecto!” (Acta de Fundación) Como el pájaro a su nido amo yo mi Santuario, el santuario del corazón está consagrado a Dios Trino y habitado por El. El Padre nos enseña a mirarnos en el espejo de María, ser una pequeña María en el Jardín del Padre. “Cuando me busquen, me encontrarán en el santuario” decía; Ella nos transforma sólo con entrar, mirarla a los ojos, ser sus manos, sus ojos, su voz; Ella nos quiere como instrumentos. ¡Entramos en el Santuario débiles y salimos fuertes! El Padre nos dice.

“La santidad es el grado más elevado del amor filial, ser niños ante Dios. El Padre Dios cercano, a mi lado. Hay un dique de contención contra el mundo; es la santidad. El mayor apostolado es llevar a las personas al Santuario”

• Podemos compartir con el grupo la siguiente pregunta: De cada frase que hemos leído o escuchado, ¿cuál nos ha impresionado más o cuál nos llegó más? ¿Qué es para mí el Santuario? ¿Cómo es mi vinculación a él? ¿Encuentro ahí a la Mater y al Padre? ¿Coloco mis intenciones, tomo ahí mis decisiones, le entrego mis proyectos? Testimonios: Repartir los testimonios al azar y compartir lo que me haya llegado 1) Primer encuentro con el Padre. El 8 de septiembre de 1961. (De una pareja de

jóvenes de recién casados. Jesús e Hilda Pagán) Viajamos a Milwaukee para conocer al Padre. Nos sorprendió mucho el Santuario. Conducíamos por la Avenida Wisconsin y al llegar a la esquina a la izquierda, apareció el Santuario al final del camino. Se veía tan pequeñito. Al llegar a la entrada y abrir la puerta, allí estaba el Padre, de rodillas en el último banco del lado derecho. Nos quedamos sorprendidos y no reaccionamos. Nos pidieron que entráramos, otras personas esperaban por nosotros. Jesús se adelantó y se arrodilló. Yo me quedé de pie alado de la pila de agua bendita ¡Qué experiencia aquella! No podía despegar mis ojos del Padre. El Santuario se fue apoderando de mí. Mirando a la Mater a los ojos me di cuenta que en ese momento me encontraba junto a los tres puntos de contacto. Esta chispa que brotó en este momento fue creciendo hasta crear los lazos más profundos entre nosotros con el Padre, la Mater y el santuario.

2) Creador de vínculos. -

En el paso de los años y rememorando, Jesús y yo, los años de cielo junto al Padre, entendimos la habilidad que tenía él para crear vínculos. Toda persona de habla hispana que se acercaba al Padre obtenía una cena con sabor nativo. También el Padre incluía a cualquier persona necesitada de compañía. No sólo pensaba en esas personas. En muchas ocasiones las visitas nos traían a nosotros compañía, alegrías y conocimientos. Nuestro mundo de Schoenstatt se ampliaba aceleradamente con esas vinculaciones. Interesante era cómo el Padre se interesaba en saber detalles y cómo disfrutaba el gozo de sus hijos. El Padre estaba atento al todo de cada persona. (Hilda Pagán)

3) Lo pongo en la patena. – Muchas veces Jesús iba a la Sacristía antes de la misa. Le pedía oraciones especiales por algún estudio o cita médica de Carlitos. El Padre movía afirmativamente la cabeza y decía, “Les depositaré en la patena” (Hilda Pagán)

4) El Padre Vive Testimonio del Padre Esteban J. Uriburu – Milwaukee, 1965)

Me impresionaron profundamente su mirada, la transparencia de sus ojos y su bondad paternal. Me tendió la mano, preguntó qué tal el viaje que había tenido, si había dormido, se preocupó de que pudiera escuchar la Santa Misa. Desde ese primer instante me sentí totalmente en casa con él. Me impresionó su paternidad. Es decir, esa rara mezcla de bondad y firmeza, de comprensión y de exigencia, de cercanía y distancia. Ante el Padre uno se sentía espontáneamente hijo. Cobijado, comprendido, ennoblecido. Sentía que el Padre estaba dispuesto a cualquier sacrificio por mí. Esto era lo que a uno le llegaba hasta las fibras más profundas. Quizás lo más notable de la experiencia que me tocara vivir junto a él en aquellos meses de 1965 en Milwaukee, fue la cercanía de Dios. Pero no de un Dios-idea, de un Dios-juez o de un Dios lejano, sino de un Dios vivo, de Dios Padre y de un Dios cercano.

5) Me cambió la vida (Testimonio de Ma. Teresa Rivas de Möller –chilena, 37 años, madre de 5 hijos) Lo encontré cariñoso, toda su persona era muy acogedora. Tenía una mirada bondadosa y juvenil… sus ojos eran los de un niño. Sentía que le interesaba todo lo que le contaba. Estando con él se paraba el reloj, el tiempo no corría, yo era la persona más importante del mundo para él. Conocí al Padre… me sentí querida, aceptada, acogida, y comprendida como nunca antes. Me cambió la vida, ya no le tuve miedo a la muerte, ni al juicio ni a Dios… Si un ser humano, un padre terrenal puede dar tanta paz y alegría al alma, ¿cómo será nuestro Padre Celestial?

Intercambio en grupo Cada miembro responde con el corazón abierto. Considerando este momento de mi vida: ¿Qué actitud suya quisiera reproducir en mi? Propósito 1. Darnos 15 minutos en el santuario y vincularnos al Padre. Traigamos su lectura para encontrar en él respuestas. 1. Para conquistar este vínculo filial rezamos la oración del Padre nuestro y al final pedimos su bendición de Padre. 2. Se podrán proponer otros propósitos según los deseos personales o del grupo. Oración final En el Santuario rezar en forma pausada degustando, “paladeando” su contenido.

Oración final Como el crisol se vuelve Al sol, que lo regala en abundancia, Padre, nos volvemos creyentemente Hacia ti con el pensamiento y el corazón. Silencioso y paternal Te vemos detrás de cada suceso; Te abrazamos con amor ardiente Y con ánimo de sacrificio vamos Alegres hacia ti. Te damos gracias, honor y gloria En el santuario de nuestra alma; Allí jamás te dejaremos solo. Queremos estar siempre junto a ti. (P. Kentenich, Hacia el Padre, n. 76-78) Para concluir nos consagramos a la Mater y le pedimos al Padre su bendición: “Querido padre Fundador, te agradecemos por aceptar la misión que Dios te ha encomendado: ser Padre. Sabemos de la dificultad de la tarea, pero seguros de la victoria de nuestra Madre, confiamos que Ella nos dará la fortaleza para continuar con la Misión: Padre y profeta, Nuestro corazón en tu corazón, Nuestro pensamiento en tu pensamiento, Nuestra mano en tu mano, Tu misión, nuestra misión. Bendícenos, Padre, En el nombre del Padre, y del Hijo Y del Espíritu Santo”. Amén Anexo 1 Para profundizar la reflexión en forma personal o en reuniones posteriores En el Nuevo Testamento tenemos otros ejemplos de relación profundamente filial entre un fundador y sus discípulos. Sabemos, por ejemplo, que San Pablo mantuvo lazos de especial amistad y unidad con los cristianos de Filipos. A ellos les escribe palabras plenas de amor y de espíritu familia: “Yo doy gracias a Dios cada vez que los recuerdo. Siempre y en todas mis oraciones pido con alegría por todos ustedes, pensando en la colaboración que prestaron a la difusión del Evangelio, desde el comienzo hasta ahora. Estoy firmemente convencido de que aquel que comenzó en ustedes la buena obra la irá concretando hasta el día de Cristo Jesús. Y es justo que tenga estos sentimientos hacia todos ustedes, porque los

llevo en mi corazón, ya que ustedes –sea cuando estoy prisionero, sea cuando trabajo en la defensa y en la confirmación del Evangelio- participan de la gracia que he recibido. Dios es testigo de que los quiero tiernamente a todos en el corazón de Cristo Jesús. Y en mi oración pido que el amor de ustedes crezca cada vez más en el conocimiento y la plena comprensión, a fin de que puedan discernir lo que es mejor. Así serán encontrados puros e irreprochables en el día de Cristo, llenos del fruto de justicia, que proviene de Jesucristo para la gloria y alabanza de Dios (Fil 1,3-11). Te invitamos a leer y meditar estos textos de San Pablo sobre el tema de la paternidad espiritual; 1Cor 14,15; Gal 4,19; 1Tes 2,7.8.11; Fil 4,10.

Ficha No. 3

Reina del Jardín de María,

¡Corona por corona!

Oración inicial Como oración inicial rezamos la oración del “Hacia El Padre” - Cantico del Instrumento; Primera, segunda y última estrofas CANTICO DEL INSTRUMENTO Madre tres veces Admirable, Consérvanos siempre como instrumento tuyo; Haz que con amor, hoy y todos los días, Nos pongamos a tu servicio.

Según los deseos de Dios, usa de nosotros Enteramente para tu Reino de Schoenstatt. Toma el corazón y la voluntad; Te pertenecen por completo; Ciegamente quieren doblegarse A tus indicaciones y a tu palabra. Ser totalmente posesión tuya Es, para el instrumento, su honra y su gloria. Nunca pereceremos Si somos fiel instrumento tuyo; Para que demos abundantes frutos. Con la alegría caminemos de tu mano Hacia el eterno Schoenstatt. Amén.

Objetivo: Descubrir el Jardín de María como la forma que tenemos en Schoenstatt de aspirar a la santidad. Cumpliendo nuestra misión de ser Custodias Vivas, Portadoras de Alianza. Introducción: Cuando hablamos del Jardín de María nos remontamos al Jardín del Edén, al Paraíso, la primera creación. En el nuevo Jardín del Edén brota esa nueva creación, que es Cristo y María. Tiene que surgir este nuevo germen de vida que es Cristo y María.

¿Qué significa ser un Jardín de María? El Padre lo define: “El Jardín de María está formado por pequeñas Marías que se han conformado en Cristo, que son portadoras de Cristo y que dan a luz a Cristo en el mundo y que con Cristo y en Cristo giran en torno a Dios Padre”. La pequeña María es la persona que vive para Cristo, en Cristo y por Cristo, que quiere llevar el mundo hacia Cristo, hacer que Cristo nazca en el mundo, en el Espíritu Santo, hasta Dios Padre. La Alianza Filial con el Padre Kentenich solo adquiere su verdadera dimensión cuando nos lleva a una aspiración seria a la santidad y a encarnar la misión de Schoenstatt. La corriente del Jardín de María representa la forma que tenemos en Schoenstatt de vivir la aspiración a la santidad: Íntimamente unidos a Cristo, a su cruz y en una profunda solidaridad de destinos entre nosotros y el Padre Fundador. Según la mentalidad del Padre Kentenich, el anhela que sus hijos e hijas, sean estas pequeñas imágenes de Cristo y de María, que profundamente transidas y animadas por el Espíritu Santo, giran en torno al Padre; que juntos, han llegado a tener un único sentido de vida que es ser de Dios Padre, ser hijos del Padre, cumplir la voluntad del Padre, jugarse por el reino del Padre aquí en la tierra. Este es el Jardín de María. 20 de Enero, 1942 El padre Kentenich siempre se refiere al 20 de enero como un “caminar en la confianza divina”. Es como abandonarse en la seguridad de que Dios tiene un plan. La historia de vida del Padre Kentenich nos demuestra claramente la responsabilidad que tenemos como familia de continuar con la Misión. La entrega de su vida hizo fecunda

la Obra de Schoenstatt. El experimenta una lucha interior muy grande. Sin embargo, cada día está más convencido que Dios le pide esta entrega. El 20 de enero de 1942, estando en la prisión de la Gestapo, el P. Kentenich renuncia a legítimos recursos para salvarse del campo de concentración. La Familia de Schoenstatt, le ruega al Padre que debido a su problema de pulmón, hablarían con el médico, quien ya le había declarado apto para ir al campo de concentración de Dachau, y que hablarían con el para que lo revisara nuevamente y lo declarara no apto para el campo de concentración. Esta solicitud vence el 20 de Enero. El Padre cuenta que ese día en la Misa, durante la consagración, sintió la seguridad de que Dios le pedía no acudir al médico. Sin duda, esta era una inspiración del Espíritu Santo. Ofrece voluntariamente su libertad exterior por la santidad y la fecundidad de su familia, para siempre. Queda así de manifiesto la indisoluble solidaridad de destinos entre el Padre y su Familia. A partir de allí nació una marcada “corriente del Padre” que animó su unidad y despertó una gran responsabilidad por la misión común. Esto encontró expresión en actos de fidelidad y filial seguimiento a su persona y carisma original. Por ello, la relación personal con él, como fundador y cabeza de su obra, trasciende la generación que conoció, orienta y une a la familia para todos los tiempos. Luego, leemos en grupo la Carta de la Hermana Mariengard al padre Kentenich y la respuesta que éste le escribiera el mismo día.

En vísperas de la Navidad de 1941, a una hermana se le ocurre escribir una carta al Niño Jesús, con el lenguaje propio de una oración infantil. Siente una profunda nostalgia: Se han llevado al Padre, y él es todo para ella: es el fundador, y más que el fundador, es “el Padre”. El Padre Kentenich recibe esta carta en la cárcel de Coblenza la noche del 23

de diciembre. Querido Niño Jesús: Pronto descenderás nuevamente a la tierra en la nochebuena, y aún no te he escrito lo que quiero que me traigas. Cada año traes muchas cosas lindas a los niños buenos. Yo renuncio con gusto a todas ellas con tal que vuelva nuestro Padre. Este año tengo que pedirte algo muy grande. Hace ya mucho tiempo que nuestro querido Padre está lejos de nosotras y lo extrañamos. ¿Podrías enviarle un ángel a nuestro Padre para que lo visite cuando Tú desciendas a la tierra en Nochebuena?

Entonces, de repente, su celda se iluminaría. El ángel le diría: “No temas, te anuncio una gran alegría. Hoy en Schoenstatt ha nacido el Salvador. Apresúrate y vete al Santuario. Allí hallarás al Niño en los brazos de su Madre”. Y entonces vendrían muchos ángeles para allanarle al Padre el Camino hacia el pequeño Santuario. Allí contemplaría “el milagro de Nochebuena”. Y el Niño le diría: ahora puedes quedarte para siempre conmigo y contarles a tus hijos muchas cosas de mi, para que ellos, tomados de la mano de mi Madre, lleguen a mí. Y todos los hijos de Schoenstatt rebosarían de alegría y toda la noche alabarían a Ti y a tu Madre. Y en adelante siempre se hablaría del “milagro de la Nochebuena” ¿No es cierto, querido Niño Jesús, que tengo que dormir aún dos veces y entonces será Navidad? Yo confío firmemente en que cumplirás mi pedido, porque eres todopoderosos y en Navidad les haces regalos a todos los niños buenos. Ahora te Escribo rápidamente mi nombre: Me llamo “María Providencia” y vivo en la Casa filial de niñas Coblenza. Somos cincuenta y cinco niñas contando nuestra Madre. ¡Oh, querido Niño Jesús, ¡escucha nuestras súplicas! ¡Haz que volvamos a ver muy pronto a nuestro Padre! ¡Entonces, como lo hacen los angelitos allá arriba, te alabaremos a Ti y a tu Madre: ¡Jesús y María! El Padre recibió la carta por la noche junto con un papel que decía: “Es de la hermana Mariengard” (Mariengard en alemán significa “Jardín de María”). Inmediatamente le respondió:

Mi querida Mariengard: Cumpliré tu deseo cuando tu corazón y el corazón de toda nuestra familia se haya convertido en un floreciente Jardín de María. Por lo tanto, el cumplimiento de tu deseo, “el milagro de la Nochebuena” está en tus manos y en las de todos los hijos de Schoenstatt. Apresúrense para que no sea demasiado tarde. Aún

tengo muchos proyectos para los cuales necesito al Padre. Ahora lo estoy preparando para ello. Si Uds. cultivan bien su jardín, yo aceleraré el trabajo de cincelar y limar. Para tu mayor consuelo te comunico que en la celda del padre hay siempre luz y calor. Y tiene casi tanto trabajo como en Schoenstatt. Recibe muchas visitas diariamente. Te envío cordiales saludos y mi bendición desde el Cielo…

Reflexión Luego de leer las cartas podemos meditar un rato sobre algunas de las siguientes preguntas:

➢ ¿Cómo nos imaginamos nuestra parte del jardín de María según el nombre de nuestro grupo? ¿Qué realmente tiene nuestro jardín? Cada integrante puede elegir un símbolo a trabajar.

➢ El camino de santidad exige “cincelar y limar”. ➢ ¿Qué cosas tiene el Padre que limar y cincelar en nosotros para que podamos

avanzar en el camino de santidad? ➢ La Hna. Mariengard está dispuesta a renunciar a todo para que vuelva el Padre.

¿Qué renuncia exige nuestro grupo para que pueda crecer? ➢ ¿Podemos implementar un proyecto de grupo para ofrecerlo por el tercer milagro

de Nochebuena? Luego de la lectura siguiente habrá un momento para intercambiar en grupo. Relación entre el 20 de enero de 1942 y la solidaridad de destinos con el Padre Kentenich Los relatos sobre el 20 de enero de 1942 mostraron un Padre Fundador que vivía su paternidad de un modo real, ofreciendo su vida por sus hijos. Nadie puede vincularse al fundador sin amar a los hijos del mismo padre. En Schoenstatt lo llamamos “solidaridad de destinos”. Además, comprometerse con el

Padre es asumir su Obra, llevar adelante su “nombre”, portar su bandera y mirar el mismo fin: la misión de Schoenstatt. La entrañable unidad y solidaridad del P. Kentenich con la obra por él fundada, es otra de las claves centrales para comprender su vida y la historia de Schoenstatt. Es mucho más que el natural afecto mutuo. Dada la estructura y la misión misma del Movimiento, esta profunda vinculación entre fundador y fundación hace a la esencia misma de Schoenstatt y

adquirió a lo largo de su historia expresiones muy concretas y fundamentales. Hermanas no dudaron en desarrollar vivamente la conciencia: nos pertenecemos la una a la otra y juntas pertenecemos a la Cabeza de la Familia. Más tarde esto se llamó acto filial” (P.K. Jornada de octubre de 1950). Esta vinculación tiene su fuente en la vivencia del jardín de María. Vinculación con el Padre Fundador La profunda vinculación afectiva de la familia de Schoenstatt a su Fundador está íntimamente ligada a la originalidad misma del carisma de Schoenstatt. Schoenstatt quiere cultivar en profundidad todos los vínculos queridos por Dios; y dentro de éstos la relación filial con el Fundador ocupa un lugar central. Es imposible concebir al Padre Fundador sin esa indisolubilidad entre él, el Santuario y la Mater. Debido a que el Padre Fundador nos “engendró” a la vida de la Alianza con la MTA, el encuentro con él es central para crecer en nuestra identidad schoenstattiana. Como “cabeza supra temporal” de la Familia, él es el tercer punto de contacto con Schoenstatt. En la persona del Padre se garantiza la unidad de toda la Obra y la expresión auténtica de su carisma para todos los tiempos. No hay vivencia plena de la Alianza sin una vinculación a su persona o a su Obra. Decía el Padre Kentenich: “Quien pronuncie el sí filial será siempre rico en Dios aunque sea pobre como un mendigo”. JK “Niños ante Dios”.

Reflexión personal

➢ ¿Qué significado tiene para mí el Jardín de María? ➢ ¿Me identifico con esta etapa en especial, de la vida de nuestro Padre Fundador,

y de la Familia de Schoenstatt? ➢ ¿Me considero una “pequeña María”? ¿Siempre? ➢ ¿Cómo respondo yo a este llamado?

Propósito Se podrá elegir alguno de estos propósitos, u otros, según los deseos personales o del grupo.

➢ Aumentar mi vinculación con él, proponernos a leer más sobre su vida. ➢ Rezando frecuentemente las oraciones de Hacia el Padre, ➢ Visitando un rincón especial dedicado al Fundador; La Ermita del Padre. ➢ Rezando la oración por su canonización y escribiendo al Secretariado del Padre

peticiones y oraciones escuchadas. ➢ Darlo a conocer en las oportunidades que se nos presentan: difundir su novena,

su material, su biografía, etc. ➢ Trabajando en un apostolado concreto por la Obra de Schoenstatt.

Oración final En el Santuario rezar en forma meditada: “Querido Padre Fundador, te agradecemos por tu FIAT, como María, para aceptar la misión que Dios te ha encomendado: ser Padre. Sabemos de la dificultad de la tarea, pero seguros de la victoria de nuestra Madre, confiamos que Ella nos dará la fortaleza para continuar tu misión, “Sin preguntas, ni quejas” …: Padre y profeta, Nuestro corazón en tu corazón, Nuestro pensamiento en tu pensamiento, Nuestra mano en tu mano, Tu misión, nuestra misión. Bendícenos, Padre. En el nombre del Padre, y del Hijo Y del Espíritu Santo”. Amén CON CRISTO SU HIJO, NOS BENDIGA LA VIRGEN MARÍA.

FICHA No. 4

UN PADRE, UNA MISIÓN

Objetivo: Identificarnos con la Misión del Padre desde nuestro Ideal de Ser Custodias Vivas Portadoras de Cristo, asumiendo la tarea de transparentarla en nuestros hogares, como aporte a la Iglesia y al mundo. Oración Inicial L1: Nos ponemos en presencia de Dios y la Mater, implorando por intercesión de nuestro Padre Fundador que el Espíritu Santo llegue a nuestros corazones e ilumine nuestra mente para poder hacer vida la misión a nosotras encomendada. Rezamos juntas la siguiente letanía: Todas: Espíritu Santo, ilumina mi inteligencia, Espíritu Santo, fortalece mi voluntad, ¡Espíritu Santo, enciende mi corazón!

L2: Sintiéndonos un solo corazón, una sola Familia, unida por una comunidad de destinos e ideales, te ofrecemos Padre José la disponibilidad de nuestra alma, para que desde el Santuario, taller de nuestra Reina del Amor Fecundo, seamos educadas y enviadas a nuestras familias. Todas: Estoy tan íntimamente ligado a los míos, Que yo y ellos nos sentimos siempre un solo ser; De su santidad vivo y me sustento Y, aún, gustoso estoy dispuesto a morir por ellos. Estoy tan entrañablemente Y fielmente unido a ellos, Que desde dentro una voz me dice siempre: En ellos repercute tu ser y tu vida, Deciden su aflicción o acrecientan su dicha. (HP 470s) Introducción

En la época difícil que nos toca vivir, en medio de una cultura despersonalizada y fría, donde todo arraigo o vivencia paternal quiere ser arrancado y despojado, el Padre José Kentenich nos devuelve con brillo y fuerza el mensaje que Jesús nos trajo de Dios Padre. Nuestro Fundador nos anuncia este mensaje de forma vivencial y personal y nos presenta un Dios que se hace historia en sus hijos. De esta forma asume una misión para sí y para la familia, y nos propone la Iglesia de las Nuevas Playas. También a nosotras como Rama de Madres, el Padre nos une a esa misión de una forma original y precisa: nos envía a “ser pura y plenamente custodia santa, portadora de Cristo, el Señor”, y para ello nos da la respuesta: “¿Cuál es nuestro ideal? Aquíí lo tenemos simbolizado: la custodia ¿Quién y cuál es nuestro ideal?: la Santísima Virgen, vista como una custodia. “Ser pura y plenamente custodia santa" ¿Quién es pura y plenamente custodia santa, portadora de Cristo, el Señor? La Santísima Virgen, nuestra Madre Tres Veces Admirable, Reina y Victoriosa de Schoenstatt.” (PJK 2/7/66)

Desarrollo Es maravilloso poder comprobar que, sobre nosotras como esposas, madres, educadoras, descansan los destinos de nuestra familia y cuánto nuestro Padre confiaba en que, siendo plenamente hijas de Dios, tal como lo fue Nuestra Reina, seriamos plenamente madres y rescataríamos así el rostro Paternal de Dios para el mundo. Así nos lo pre vivió él a lo largo de su vida, y ese es el legado de Amor el que debemos ahora retribuir. Desde nuestra realidad de Rama del Ecuador,

y teniendo aún en el alma la alegría de la

celebración del Jubileo de los 50 años de ser

Familia Consagrada en la Patena, también se

nos revela una misión particular: estamos

profundamente vinculadas a la realidad de

Cristo Eucarístico, que en cada Misa se ofrece

plenamente en la patena para nuestra

salvación.

Cada Custodia Viva también se ofrece EN ESA

PATENA, DESDE LAS MANOS SACERDOTALES DE NUESTRO PADRE FUNDADOR,

entregando a Dios nuestra vida entera: alegrías, cruces, anhelos, esperanzas, y por

sobre todo: a aquellos que son nuestra razón de vida: nuestra familia! Nuestros destinos

entrelazados giran alrededor del Sacramento de la Eucaristía y toman fuerza y razón

de ser en la Adoración, comunitaria y personal. Nuestra fidelidad a estas tareas

encomendadas y asumidas originalmente como

Rama de Señoras ecuatoriana son nuestra fuerza y

revitalizan nuestro ideal.

“Hemos nacido para llevar una bandera!”

Podríamos escuchar con cuanto entusiasmo se nos

revela aquí la misión. Nuestra Rama de Señoras de

Ecuador toma con tanto amor y respeto esta

bandera, donde estamos representadas todas: El

Santuario donde Reina la Reina Victoriosa del Amor

Fecundo, desde cuyo interior brilla la Custodia,

sostenida por las manos sacerdotales de nuestro

Fundador, el río de Gracias que desde ahí fluye para

derramarse al mundo, las raíces símbolo de las

primeras señoras, cruces negras, que en fidelidad y

amor se entregaron haciendo vida nuestro Ideal por

la fecundidad de nuestra Rama!

Nos encaminamos como Rama a sellar una Alianza

Filial con nuestro Fundador, reconociéndonos que

solas nada podemos, pero en la fuerza de la Alianza

de Amor y en solidaridad de destinos iremos

avanzando y educándonos desde nuestro Santuario,

taller de santidad.

¿Pero…cómo puedo yo ser parte de esto? Hagamos

una pequeña pausa y meditemos las siguientes frases:

• Llevo poco tiempo, pero me siento escogida a pesar de…

• no me he vinculado tanto como anhelaba, sin embargo…

• me siento perdida en tantos términos que no entiendo, pero algo me llama…

• he sido inconstante, pero todo el amor que siento me lleva a…

• ¡Si quiero! Mi corazón se enciende, pero me preocupa…

¿Con cuál de estas frases me identifico? Escojo una de ellas y la completo. Luego la leo en voz

alta para todas las demás.

PADRE, ACOJO LA MISON DE SER CUSTODIA SANTA

El 2 de julio de 1966, el Padre Kentenich

dirige una plática alrededor de 300

Madres de Schoenstatt, la cual tiene como

título: CUSTODIA SANTA. En ella nos va

descubriendo y desmenuzando la tarea a

nosotras encomendada, nuestra misión

personal y como Rama de Señoras, que

quiere unirse íntimamente a la misión de

toda la Familia de Schoenstatt, su misión,

para desde nuestra originalidad poder

contribuir a la transformación religiosa y

moral del mundo.

¡Nuestro Padre es muy claro al revelarnos

que nuestra misión parte directamente de

nuestro Ideal, y quiere que la veamos

desde nuestro interior, desde el Santuario

de nuestro corazón! “Cuando hablamos

del Santuario del Corazón podemos decir

muy bien que nuestra persona es como

una custodia santa, pura e integra, que

lleva en sí misma a Cristo… nosotros

somos un templo de María, estamos

consagrados a la Santísima Virgen, y en

Ella y con Ella, consagrados a la Trinidad.”

Nuestro ideal está unido fuertemente al pasaje bíblico de la Visitación. María después

de recibir el Anuncio del ángel se dirige presurosa a la montaña para ayudar a su prima

Isabel. Cristo en su seno la impulsa a servir, porque Cristo desde Ella, convertida ya en

la Primera Custodia Viva, quiere obrar de manera viva y profunda en los demás.

María va por los caminos de la montaña como una custodia santa. Esto significa tres

cosas: Ella es Alumbradora de Cristo, Dadora de Cristo y Servidora de Cristo. Son

estos los rasgos que nosotras como pequeñas Marías, hijas de Reina, queremos

encarnar. No importa si pasa mucho tiempo, incluso toda la

vida para lograr encarnar un poquito estos rasgos en

nosotras…lo que importa es que también nosotras elegimos

“ponernos en camino”.

1. ¡Custodia Santa, Alumbradora de Cristo!

Al pronunciar la Mater su FIAT, y luego dar a luz a

Jesús, Dios entró al mundo en figura humana. También

cada una esta llamada a dar a luz a Cristo. Un gran santo

decía que la gran ley de la encarnación debe cumplirse de

igual manera en todos los tiempos. ¿Qué significa esto?

“Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,

nació de Santísima María Virgen..." ¿Qué significa que nació

de la Virgen María? Si el Espíritu Santo no halla a la Santísima Virgen en los

corazones de los hombres, entonces no puede desplegar tan fácilmente su

actividad creadora de plasmación y alumbramiento de Cristo.

Por nuestra Alianza de Amor, en ese intercambio de corazones con la Mater, que nos

convierte en sus reflejos, que hace nuestras sus preocupaciones y su tarea, entonces

nos damos cuenta que como sus hijas, somos también custodias santas que

constantemente alumbran a Cristo en nuestras familias!

“Cristo no nace sino allí donde el Espíritu Santo encuentre a María. Aunque hagamos

muchas cosas, tales como esforzarnos en la autoeducación, estudiar, mortificarnos, etc.;

si no somos marianos, - si no somos pequeñas Marías- , no se realizará el

alumbramiento de Cristo”.

Intercambio: Reconozco que, al dar mi SI en la Alianza, renové las promesas

bautismales, por lo tanto, soy Templo de la Trinidad tal como lo es la Mater.

• ¿Me esfuerzo por mantener mi alma en Gracia a través de los Sacramentos de la

Reconciliación y la Eucaristía, para que el Espíritu Santo pueda encontrar en mi

alma a María?

• ¿Cómo estoy alumbrando a Cristo en mi familia?

2. Custodia Santa, Dadora de Cristo

Vaya a donde vaya, en todo lugar donde entre, en todos lados Ella es custodia

santa, Portadora de Cristo. La custodia es portadora de Cristo, lo lleva a todos lados;

desde ella Cristo bendice y derrama la gracia sobre todos los hombres. La Mater entra a

casa de Isabel y en ese momento obra la gracia, un

milagro de gracia tras otro… "Apenas llegó a mis

oídos la voz de tu saludo......apenas entraste aquí,

a este cuarto, y ya comenzaste a obrar. No eres tu

quien ha hecho estas cosas...y, sin embargo, ha

sido tu acción, has obrado a través de tu saludo".

Pero, cuáles son los milagros de gracia que Ella, la

Dadora de Cristo, obra:

a) El niño salta de gozo: El bebe que llevaba

Isabel en su seno saltó de gozo. Ella regala a Jesús en primer lugar a aquel hogar.

Nuestro Padre nos pregunta a cada una: “¿Mis queridas madres de Schoenstatt,

no es acaso ésta nuestra tarea principal?”

b) Isabel comienza a profetizar: La Madre de Dios, la Portadora, Servidora y Dadora,

obra especialmente en virtud de su gran ministerio y oficio de Mediadora: Isabel,

la madre, comienza a profetizar… La influencia de la Portadora de Cristo, la

influencia de la custodia de oro. Una influencia que no se ejerce sólo sobre el niño

sino también y de manera notable, sobre la madre.

c) Pensemos ahora en el esposo de Isabel. De él leemos que estaba mudo, y

recobro el habla. También él comienza a profetizar.

Y nuestro Padre continua: “Meditemos todos estos sucesos, para comprender así

el profundo significado que entraña María como custodia santa. ¿Qué consecuencias se

desprenden para nosotros? Se trata del ideal que nosotras todas las Madres de

Schoenstatt, hemos elegido. Es el ideal al cual aspiramos y tenemos presente en todo

momento. Y todo esto en un tiempo donde se huye de Dios y se mata a Dios. En esta

época nosotros estamos firmes, profundamente arraigados en el mundo y la realidad

sobrenaturales. Más allá del pesado trabajo que tengamos que cumplir en el ámbito

laboral al que fuimos llamados, nosotros consideramos a este ideal como nuestra "

llamada" principal.

“¿A qué aspiramos? A alumbrar de nuevo a Cristo en nuestros hijos, a llevar

de nuevo a Cristo a toda la familia, a llevarlo a nuestros esposos; y ello mediante

todo lo que somos y hagamos. “

Intercambio: soy al igual que la Mater, Dadora de Cristo. Mi esfuerzo debe estar

encaminado a llevar la gracia a mi hogar, a regalar a Jesús a los míos. Leemos las

siguientes preguntas y las compartimos. Pueden servirnos también como meditación

personal al final del día.

• ¿Involucro a mi familia en alguna actividad espiritual, destino algún momento para

rezar juntos?

• ¿Me preocupo de que mis hijos vayan a misa y estén en Gracia de Dios?

• ¿Soy consecuente con mi misión en mi hablar, vestir, comportarme dentro de mi

casa?

• ¿Converso con ellos la importancia de ofrecer nuestras alegrías y cruces a Jesús

y a la Mater?

• Hay en mi casa un lugar destinado a la oración, Santuario Hogar, donde pueda

hacer presente visualmente la realidad de Cielo: Jesús, la Mater, la Cruz, ¿el

Padre Fundador?

3. Custodia Santa, Servidora de Cristo

¿Cuál es el servicio que prestó la Santísima Virgen? No hay duda alguna en lo que

atañe a su servicio en el campo sobrenatural. ¡Cuántos servicios de índole sobrenatural

brindó Ella a Isabel, al niño y a Zacarías! ¿Y en lo que hace al área de lo natural? Bien

podemos decir que Ella fue la primera asistente

social cristiana. María Santísima sirvió a la familia

también en las cosas naturales. Ella trabajó

realmente, puso manos a la obra en casa de Isabel

lo que es común y natural en esos casos, cuando

una familia ayuda a otra en tales circunstancias.

Una imagen muy hermosa, un ejemplo perfecto.

Intercambio: estoy al servicio de Cristo, me pongo

a su disposición con todo lo que soy y lo que tengo.

• ¿Cómo estoy sirviendo en mi casa, a mi

esposo e hijos?

• ¿Me adelanto a sus necesidades y estoy

presta a ayudarlos?

• ¿Qué situaciones dentro de la casa me cuestan más, me exigen más?

APLICACIÓN A NOSOTRAS, A NUESTRAS FAMILIAS

El Padre nos pide hacer transparentes estas cualidades de la Custodia Viva, pero en el

campo de acción mas importante: LA FAMILIA. Considerando a cada miembro también

como un templo del Espíritu Santo, tratándolos con sumo respeto. Si cada una a tomado

con seriedad su autoeducación, entonces sus ojos verán con los ojos de Dios, y todos

los que nos han sido confiados se transformarán en pequeños Santuarios Vivos del

Corazón, y exigirán de nosotras el mayor de los respetos en todo sentido: por su cuerpo

y por el modo original en que Dios habita en sus almas.

El Padre nos explica:

“La vida comunitaria se desintegra y debemos admitir que como miembros de la Iglesia

hemos transferido al estado y a la escuela nuestra tarea esencial y central, olvidando así

que nosotros somos, dentro del marco de la familia, los primeros catequistas, los

primeros educadores. Por eso de aquí en adelante tenemos que volver a enarbolar esta

gran misión. Como padres y madres que constituyen una familia, recobremos la

responsabilidad que hemos transferido a la escuela, al estado o a la Iglesia. La primera

escuela, la primera escuela superior, el primer ámbito educativo del mundo del

futuro y de la Iglesia del futuro es y seguirá siendo la familia.”

¿Cuál es entonces nuestra labor? ¿Cuál es en especial las tareas de nuestras Madres

en sus familias? Es la misma que cumplió la Santísima Virgen en casa de su prima Isabel.

Sólo hay que aplicarla analógicamente a nuestro caso, dándole su correcto sentido

salvífico. ¿De qué se trata pues? De la

educación religiosa de nuestros hijos

y de nuestros esposos, de la

autoeducación religiosa de la madre y

del ejercicio de una influencia

religiosa sobre el esposo.

El más grande rey de la tierra podrá

comprometerse como si todo dependiese

de él, pero en definitiva él mismo

depende de la madre de la familia, de su

mujer. Si la mujer no ejerce sobre su

esposo una influencia de cuño y

orientación religiosa, no esperen que

el hombre este bien protegido contra

las influencias e impresiones profanas a

las cuales esta permanentemente

expuesto afuera, en su ámbito laboral.

Desde esta realidad, el Fundador se

acerca a cada una de nosotras y nos

pregunta: ¿Vas conmigo? ¿Pequeña

Custodia santa y pura, quieres sellar

una alianza filial conmigo?

Nuestra respuesta quiere ser: ¡SI Padre,

voy contigo!

o Porque tomada de tu mano puedo caminar con

seguridad el sendero que Cristo me va señalando,

o porque tú haces más fecunda mi Alianza de Amor

con la Mater,

o porque con mi Si abarco a todos los que llevo en

mi corazón mi esposo e hijos y por lo tanto serán

para siempre también tu preocupación,

o porque cada vez que me acerque a nuestro

Santuario estarás junto a Jesús y María para

interceder por mí,

o porque desde ahora formamos una comunidad de

destinos,

o porque en cada ofertorio sé que tus Manos

paternales estarán recibiendo mi entrega,

o porque en cada Adoración me uno a la Iglesia orante del mundo y reparo junto a

ti las faltas de amor del mundo,

o porque juraré defender la bandera de mi Rama y tú acogerás mi juramento,

o porque las cruces en mi vida serán reflejos de la Cruz Victoriosa que tu pre viviste,

o ¡¡Padre, soy tu Pequeña Custodia y te ofrezco mi santidad por tu santidad!!

Dinámica de Intercambio

Se presentan varias imágenes del Padre en diversas situaciones (el número de imágenes

deberá ser superior a las integrantes del grupo). Cada una escoge una imagen y luego

irá relacionándola con alguna de las respuestas anteriores, explicando el por qué se

siente identificada con ella. Esta imagen nos acompañará en nuestro lugar de oración

hasta el día en que sellemos nuestra Alianza Filial.

ORACION FINAL

L1: nuestro Padre Fundador se dirige a cada una diciéndonos: Mis queridas madres de

Schoenstatt… debo reconocer y agradecer los sacrificios que ustedes hicieron.

Recuerden esa sencilla oración que solemos dirigir a María:

Todas:

¡Qué hubiese sido de nosotros, sin ti, sin tu cuidado maternal! Gracias porque nos salvaste en grandes necesidades; Gracias porque con amor fiel nos encadenaste a ti.

Quiero ofrecerte eterna gratitud y consagrarme a ti con indiviso amor. Amén

L2: No les extrañe que vuelva a recitar este cantico dirigiéndome ahora a ustedes: “¡Que

hubiese sido de mi sin la fiel colaboración de cada uno de ustedes, que han hecho en

silencio muchísimos sacrificios y orado sin cesar! ¡Que hubiese sido de mí sin ustedes!

Por todo esto recordemos siempre que los que Dios ha unido no debe separarlo el

mundo. Si Dios nos ha unido tan estrechamente en los años de lucha, nadie debe

entonces separarnos…Que cada uno en su lugar y como instrumento en la mano de

María Santísima, se esfuerce en entregar todo para la obra común. ¡El abanderado no

es nada, la bandera es todo!

L1: Dios hará de nosotras mujeres maduras, plenas,

a las cuales se pueda contemplar como modelos y

decir de ellas: “Estas son auténticas mujeres

Schoestattianas, de las cuales se desprende una

atmósfera divina que impregna y eleva hacia lo alto a

todo lo que entra en su radio de influencia”.

L2: “Querido Padre Fundador, te agradecemos por

aceptar la misión que Dios te ha encomendado: ser

Padre. Sabemos de la dificultad de la tarea, pero

seguros de la victoria de nuestra Madre, confiamos

que Ella nos dará la fortaleza para continuar con la Misión.

Todas: Padre y profeta,

Nuestro corazón en tu corazón,

Nuestro pensamiento en tu pensamiento,

Nuestra mano en tu mano,

Tu misión, nuestra misión.

Bendícenos, Padre,

En el nombre del Padre, y del Hijo

Y del Espíritu Santo”. Amén

Finalizamos rezando la Oración de la CUSTODIA VIVA

Querido Padre Dios: Tú has regalado a nuestra Rama de Señoras, a través de nuestro Padre y Fundador, el don maravilloso de nuestro Ideal: Ser como María ‘CUSTODIA VIVA’. Ante la misericordia y gratuidad de tu amor, nos sentimos profundamente pequeñas y débiles. Sabemos que por nuestras propias fuerzas nada podemos, por eso queremos implorarte: Regálame el silencio interior de María, haz que pueda sumergirme en su corazón de manera que Cristo me habite como otra María: Que Cristo viva en mi interior, que Cristo esté en cada lugar donde yo esté, Que Cristo rece dentro de mí, que Cristo hable donde yo hable, que Cristo ame a quienes yo amo, que Cristo pueda sufrir en mí. Que Cristo bendiga desde la CUSTODIA que quiere ser mi corazón, a quienes me han sido confiados. Que Cristo vaya forjando en mi la imagen de su Madre y pueda reconocerme como su CUSTODIA VIVA.

¡REINA, desde el santuario camina Tu en nosotras y haznos otras Marías! ¡Corónate en nuestro corazón de hija, esposa y madre portadora de Cristo!

Amén

RETIRO

• Disponer de dos horas

• Llevar tu cuaderno personal

• Foto del Padre preferida I. ORACIÓN INICIAL EN LA ERMITA Canto: Familia del Padre (No. 17 del CD ‘En circunstancias diversas

HIMNO FAMILIA DEL PADRE

De manos paternales, consagrada a Dios esta Al mundo en tinieblas quiere dar hogar Y si el nuevo milenio amenaza tempestad Con la luz que lo ilumina, puedes libre navegar. En un fuego que abraza, como hoguera que no se apaga Lo cotidiano en permanente ofrenda esta De cada corazón, en cada hijo, cada hermano En la patena arde lo pedido y lo entregado. Familia del Padre es don Hogar para el mundo, tarea y misión Dará el anhelo en su medida el cumplimiento Marchemos juntos, hacia nuevos tiempos.

Lo más grande de los hijos es la herencia de su Padre Corazón de gigante, transformado para amar Transido de alegrías, florecido en libertades Corazón de profetas que palpita sin cesar. Historia bendecida, la de todos estos años La pequeñez vencida en su generosidad Batalla tras batalla, la gran educadora Conduce protectora a la victoria final.

Lector 1: Querido Padre: Estamos aquí reunidas en torno a ti, tus hijas que se han preparado para sellar la Alianza filial contigo. Hoy queremos silenciar nuestro corazón para esta hora de gracias y colocar todo en tus manos sacerdotales, en la patena de la ofrenda para seguir comprometiéndonos con nuestra Mater y ponernos a disposición como tus instrumentos para llevar adelante esta gran obra de Schoenstatt y ser fecundas para nuestras familias, nuestra Patria y más allá. Lector 2: Gracias por regalarnos la Alianza de Amor con nuestra Mater! Y gracias porque a través de ella te hemos podido conocer y profundizar la vinculación a ti no sólo como Fundador de esta gran Obra sino como padre de esta gran Familia. Gracias porque te has hecho parte de mi vida. Gracias porque me das orientaciones seguras. Gracias por tu educación, por tu preocupación en lo que me sucede. Gracias por escucharme y por manifestarte tan claramente en mi vida. (Aquí se puede compartir cosas concretas y agradecer al Padre)… Lector 1: Acabamos de cerrar el Jubileo de tu partida al cielo hace 50 años, y 50 años de consagrarnos en la patena que te enviamos de regalo. Gracias Padre porque ya en la tierra nos tuviste presente y ya nos habías anunciado que ibas a visitar nuestra tierra. No la visitaste pero nos consagraste! Y lo dejaste plasmado en una carta que nos llegó más tarde.

Todas: Gracias Padre por esa carta, esa herencia sagrada que nos dejaste.

¡Quiero y queremos contestarte con nuestro SI PADRE, VAMOS CONTIGO! Por eso

renovamos como grupo este compromiso filial, Tus ………. (se pone el nombre de

grupo). ¡Sí Padre, corona por corona!

¡Queremos ofrecer todo por tu corona de santidad! Sabemos cuánto necesita de

tu carisma nuestra Iglesia.

¡Entregamos ‘nuestra libertad’ para que se desaten todos los impedimentos de tu

causa por tu canonización!

(Si el grupo no le ha contestado al Padre, que lo haga. Si queremos también hacer

nuestra oración personal a modo de carta también podemos hacerlo)

Peticiones libres

Canto: En tus manos En tus manos de padre yo entrego lo que es mío, aquello que más amo, recíbelo, modélalo, transfórmalo para Dios en la patena consagrarlo Si te doy la libertad me la devuelves y canto con gozo y esperanza pues la angustia del tiempo no toca lo que, en paz y segura, anhela el alma. En tus manos mostro dios un camino asómate profeta al tiempo nuevo esa ruta sin descanso seguiré para llegar a la tierra que el Dios Trino con amor desde lo eterno preparó. Consagración

MUÉSTRANOS Y ASEMÉJANOS AL PADRE…

El clamor del mundo puede resumirse en la petición del apóstol San Felipe: “Señor,

muéstranos al Padre y eso nos basta”. El anhelo de cada persona cualquiera sea su

edad o sexo, es ver al Padre, vivenciarlo y experimentarse como hijo.

Justamente es un hombre, un adulto, un apóstol de Jesucristo, quien exterioriza el

pedido: Muéstranos al Padre. ¿De dónde viene este anhelo originario y fundamental?

¿En dónde están sus raíces?

Dios nos ha regalado -a través de nuestra Madre y Reina- a nuestro Padre Fundador. Nos lo ha dado como transparente y representante suyo. En él vivenciamos un cumplimiento incipiente de nuestro anhelo filial. Es camino transitable y comprobado hacia lo sobrenatural, hacia la Mater y el Salvador, hacia el Espíritu Santo y al Padre Eterno. Nuestro Padre, cumplimiento incipiente del anhelo filial Lo es mediante su figura filial y paternal impresionante, atractiva, marcante y pura, y por su semejanza con el Padre. Su amor, su paternidad, su entrega desinteresada ha permitido a innumerables personas encontrar un cumplimiento incipiente y dichoso. “Incipiente” no por pobre sino por ser preludio del último cumplimiento que se nos regalará en la eternidad. Nuestro Fundador nos muestra al Padre en su entrega hasta el final, hasta el extremo (20 de enero de 1942, exilio, empeño de todas sus fuerzas hasta su muerte). No será nunca suficiente nuestra gratitud. Nuestro Padre, camino transitable y comprobado El camino que nos muestra el P. Kentenich es el de SU VIDA. Allí está la escuela de amor y asemejamiento que sus hijos y aliados hemos de seguir. Es una vida inagotable y sobreabundante en santidad, que nos ofrece tantas posibilidades y enfoques como originalidades hay en nuestra Rama. De alguna manera, nuestro IDEAL PERSONAL y COMUNITARIO son esa ruta concreta hacia la semejanza a nuestro Padre. Sin embargo, destacan, dichas por el P. Angel Strada ex – postulador de la causa Kentenich: PISTAS PREFERENCIALES DE ASEMEJAMIENTO AL PADRE Son esos cuatro rasgos de su santidad que mencionó el P. Angel Strada: su santidad filial, su paternidad, su vida de profeta, su amor a María. De estas cuatro vertientes podemos beber siempre para llevar a la vida la alianza con él que pronto sellaremos.

Quisiera, sin embargo, detenerme en un rasgo que es el principal y resume todos los demás: SU FILIALIDAD HEROICA La filialidad heroica fue sin duda LA GRAN RESPUESTA, el remedio que Dios quiso dar a través de nuestro Padre a los problemas decisivos del tiempo. Este rasgo implica:

TENER OJOS Y OIDOS DE HIJO La filialidad es ver y oír al Padre. Es comunicarse con él según el ritmo del amor

filial

PRACTICAR ENCUENTROS CON EL PADRE DURANTE EL DIA

Estoy contigo y Tú estás conmigo. El paso del “a veces” al “siempre” (creer que es posible, practicar el encuentro en toda situación, alimentar el amor y no permitir las interrupciones)

QUERER LO QUE EL PADRE QUIERE

Ser como la cera – obediencia filial. Entregar sangre y vida – pobreza. TODO como contribución al capital de gracias

“Pueden estar seguros de que me siento muy bien en la situación actual [en Milwaukee]. No quiero estar ni trabajar en ningún otro lugar que no sea allí donde el deseo y la voluntad de Dios quieren que esté. En el campo de concentración y en el calabozo subterráneo me sentí tan bien como si estuviera en mi cuarto, o sobre un estrado, o en el Santuario de Schoenstatt. Recuerden aquella sencilla imagen: Los mejores pañales…Por eso no me resulta difícil pasar toda mi vida en el exilio, aquí o en cualquier otro lugar…

Les deseo una similar actitud interior a usted y a todos lo que comparten conmigo la misma tarea de vida” (Carta al P. Carlos Sehr, 24 de noviembre de 1954). “Amar es nuestra vocación principal... Da lo mismo si estás sentado acá abajo o afuera trabajando, si das conferencias o estás a disposición de alguien. Da lo mismo, lo principal es amar. Aquí también lo puedes hacer.” (14 de junio de 1950) Estoy allí donde Dios me quiere tener y ese es siempre el mejor lugar. Además… no hay lugar más hermoso en el mundo que el corazón de un hombre noble y lleno de Dios... ¿Quién tiene un hogar más bello que el mío, a pesar de la prisión? (Carta del Carmelo, 25 de diciembre de 1941)

SER HOGAR PARA MUCHOS (NP, Que surja el hombre nuevo)

Ver a quienes Dios me confía como un bien sagrado Expresar una cercanía animada de amor Buscar hacer feliz al otro Cada manera de ser es hermosa Extender el manto del amor sobre las debilidades ajenas. Nuestro Padre participa de manera extraordinaria y original en el ser camino de Jesucristo, quien ha dicho: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Este es su auténtico carisma y se basa – junto con la gracia – en su ser filial ejemplar, según lo son Jesús y su Madre. Cuántas personas han expresado este silencioso anhelo del corazón: Señor, muéstranos al Padre. Así el mundo nos dice hoy a nosotros: Anúnciennos al Padre, preséntenlo, condúzcannos a él y sean una imagen viviente, convincente, atractiva, que arrastra, que se deja utilizar, dispuesta y alegre, una imagen dichosa del Padre. Tomemos en serio este pedido. No dejemos que se apague sin responderlo. Demos respuesta con convicción mediante nuestro ser, por nuestra palabra, nuestro actuar, mediante toda nuestra vida.

CONCLUSION La Alianza Filial puede resumirse en las palabras: PADRE, desde hoy soy tu HIJA siempre. Soy tu HIJA siempre: Esto implica abrirme, dejarme moldear y revestirme de las cualidades del niño: ser pequeño, débil, pobre, alegre, sencillo, simple, dúctil, maleable, confiado, veraz, puro. Y vencer los obstáculos: la desconfianza, independencia, distracción, activismo, falta de veracidad. Tu eres siempre mi PADRE: El Padre de la Familia y el mío, el que Dios eligió para conducirme a su corazón, mi guía, mi aliado. Eres también el Padre que quiero regalar al mundo con mi proyecto personal de vida. Pero antes queremos traspasar a toda la Familia esta corriente de incorporación al Padre para que muchos sean, como nosotros, sus fieles aliados. La Alianza filial con nuestro Padre y Fundador nos regalará el asemejamiento a él. También aquí valen las palabras NADA SIN TI, NADA SIN NOSOTROS. La gracia actuará, pero con nuestro esfuerzo por conquistar un estilo de vida que nos haga reflejo del Padre. En concreto: autoeducación, tener un horario espiritual y recurrir mucho al santuario. Como aliados tendremos la alegría de ayudar al Padre. Lo haremos construyendo Schoenstatt con el capital de gracias. Pero también en los apostolados.... y pidiendo un milagro físico para su canonización.

Según el científico inglés Chris Rapley -British Antarctic Survey- la actual población mundial supera los 6.500 millones de personas y se espera que aumente a 8 mil millones para el 2050. Mientras a los ecólogos alarmistas les preocupa la "herida al Planeta” y quieren disminuir los nacimientos, nosotros vemos en cada habitante un hijo de Dios a quien puedo mostrarle al Padre. La alianza filial nos convierte en pequeñas réplicas de Jesús, a quienes esos millones de Felipes nos piden cada día: Muéstranos al Padre. Y nos hacen, así, incomparablemente felices. PAUTA DE RETIRO ALIANZA FILIAL

RAMA DE MADRES

“Somos libres para Dios en la medida en que

nos hacemos libres de nosotros mismos de

toda voluntad y deseos propios. Yo me

esfuerzo para que ustedes puedan estar

orgullosos de mí. Cuiden de que yo también

pueda estarlo de ustedes.” P.K.

Mi propia historia

• ¿Cómo fueron mis padres, fueron reflejo del amor de Dios Padre?, ¿fueron camino, expresión y seguro hacia lo religioso?

• ¿Hubo alguna vivencia religiosa que me marcó en mi niñez y juventud?

• ¿Cómo fue mi relación con mi papá y mi mamá? ¿Qué vivencias positivas y negativas tengo en relación con ellos?

• ¿Cuál fue mi relación de hijo frente a ellos: dócil, dependiente, rebelde, mimado, confiado, autónomo, ¿etc.?

• ¿Qué limites o carencias, qué riqueza descubro en esta relación?

• ¿Cómo fue mi adolescencia buscando mi identidad?

• Y ahora, ya encontré mi identidad, me acepto tal como soy, encontré mi I.P, ¿mi misión personal?

• Por último: qué tengo que agradecer, perdonar, que amar, que re-crear, en relación a mi vivencia paterno-materno-filial?

Mi historia con Schoenstatt y con el Padre Fundador

• ¿Qué encontré en Schoenstatt?

• ¿Fue la Alianza de Amor el camino para volver a ser hija a desarrollarme como hija y crecer como hija?

• ¿Descubrí a través de María mejor la imagen paternal y maternal?

• ¿Converso con Ella, comparto vitalmente mis alegrías, mis preocupaciones, mis dolores con Ella? ¿Le agradezco, le pido, le ofrezco mi capital de gracias?

• ¿Mis desilusiones son tomadas en el Santuario? ¿Hoy, podría decir que soy hija de Schoenstatt?

• ¿Cómo es mi relación con el Padre Fundador, me he acercado a su corazón, experimento su presencia cercana, que se preocupa por mi, por lo mío, le pido, le pregunto su querer?

• ¿Con qué etapa de la vida del Padre me identifico hoy?

Meditemos sobre las siguientes oraciones y profundicemos sobre el significado

que tiene el Padre para nosotras:

Ni un padre ni una madre, en toda la intensidad de su noble instinto de padres,

pueden querer al hijo predilecto de su corazón tanto como yo quiero a la Familia que

Dios ha convocado. HP 430

Gustoso doy por ella la honra, el cuerpo y la vida, la salud, la fuerza y los talentos,

si con esto, de acuerdo con lo que ella es, le sirvo mejor y si Dios así la corona con

su amor y su fecundidad. HP 431

El Padre hace al hijo un gran portador de la promesa y se transforma El mismo en

su generoso protector; lo hace crecer y multiplicarse numeroso como las arenas del

mar, para gloria y alabanza de la Santísima Trinidad. HP 444.

Estoy tan íntimamente ligado a los míos, que yo y ellos nos sentimos siempre un

solo ser: de su santidad vivo y me sustento y, aún, gustoso estoy dispuesto a morir

por ellos. HP 470.

Así el amor a la Familia nos da alas para refrenar con ahínco las malas pasiones y

esforzarnos por la más alta santidad, con vigoroso espíritu de sacrificio y sencilla

alegría. HP 490

• ¿Nos sentimos hijos del Padre Fundador?

• ¿Creo que puedo abrirme a la gracia de su paternidad?

• ¿Qué imagen de padre va surgiendo en mi?

• Si me siento hija suya, ¿cuál es su herencia, mi misión?

• ¿Me siento como hija ecuatoriana, consagrada por él en la patena?

Mi compromiso para sellar la Alianza filial con el Padre Fundador

• ¿A qué me quiero comprometer en relación con mi situación actual, de hija, madre, esposa y prepararme hacia el futuro?

• ¿Cuáles son mis actuales miedos, incertidumbres, desconfianza hacia el futuro que puedo depositarle al Padre como verdaderamente mi padre?

• ¿Qué le pido en relación al futuro que me ayude a clarificar, decidir, aceptar?

• ¿Cómo voy a plasmar mi compromiso en mi HE, PP?

Nuestro Compromiso como Comunidad de militantes

• Pedir la bendición cada día

• Leer sus libros, textos

• Vincularme a él personalmente (mantener un contacto vivo, pedir a Dios y a la Mater a través de su intersección)

• Ser su milagro por su canonización

• Darlo a conocer y a que aprendan a amarlo como padre

¿Cómo aseguro estos puntos?

ELABORAR MI ORACIÓN O MI CARTA PERSONAL

TEXTOS DE REFLEXIÓN “La Santísima Virgen nos ha regalado el uno al otro. Queremos permanecer recíprocamente fieles: el uno en el otro, con el otro, para el otro, en el corazón de Dios. Si no nos reencontrásemos allí, sería algo terrible. Allí debemos volver a encontrarnos. No deben pensar: vamos hacia Dios, por eso debemos separarnos. Yo no quiero ser simplemente un señalizador en el camino. Estamos el uno junto al otro para encendernos mutuamente. Nos pertenecemos el uno al otro ahora y en la eternidad; también en la eternidad estaremos el uno en el otro. ¡Es éste el eterno habitar del uno en el otro propio del amor! Y entonces, permaneciendo el uno en el otro y con el otro, contemplaremos a nuestra querida Madre y a la Santísima Trinidad”. “El proceso vital (de la Alianza filial) consiste, en lo esencial, en una entrega mutua,

sencilla, ingenua, de buena fe y sin embargo vigorosa, creadora, entre causas

segundas humanas; entrega mutua que se realiza según las leyes de transmisión

y conducción orgánicas y que hasta en todos sus detalles corresponde a los

planes de gobierno de Dios, pero que se ha vuelto extraña para la época actual

desarraigada y desorientada, con su organismo de vinculaciones destruido o

enfermo y con su lujuria envenenada y que todo lo envenena, que todo lo denigra”.

“Si interpreto bien las intenciones de Dios, después de que hemos sellado una Alianza

con María. Ella ha comenzado inmediatamente su tarea diciéndose: “Hacia el Padre

Celestial...”, y como medio para lograrlo nos regala un Padre humano.

Si realmente la intención de Dios es confiarnos el ser totalmente Familia, y no lo dudo ya

sólo por ver el desarraigo del hombre actual, entonces el sentido de toda familia natural

es llevar a los hijos de la familia, profunda e indestructiblemente al corazón del Padre

Dios.

Es, pues, mi tarea, llevarlas a la Tierra Prometida. ¿Qué es esto? Es el seno de la

Santísima Trinidad. Si quieren decirlo de otro modo, es la vida de familia la Sagrada

Familia de Nazaret, lo cual significa, a su vez, el fluir de las corrientes de vida a lo

supremo y último y el refluir de las mismas a nuestro propio corazón.

¿Cómo puede ser que yo opine que nos va a ser posible alcanzar nuestros ideales? No

olviden la respuesta: “la fe en el poder de la gracia que ha empezado a brotar desde el

20 de Enero de 1942”. Sin este poder de la gracia me sentirla como un hombre que

quiere levantar un gran edificio sin profundos fundamentos.

Este poder de la gracia también nos ha mostrado que nos debemos educar en el sentido

de un sencillo organismo de vinculaciones, que debemos cultivar los sanos vínculos a

personas, ideas y lugares. ¡Organismo de vinculaciones, pedagogía del ideal! Sin estos

lazos profundos, delicados, y a la vez indestructibles, seria imposible que, con el tiempo,

permaneciésemos tan vinculados interiormente, como lo deseamos y como debemos

estarlo, a la Santísima Trinidad y a su creación predilecta, la Obra de Schoenstatt.

Quisiera pedirles de corazón que, así como mi alma, está vinculada con todas sus fibras

a la Virgen, así ustedes, con todo su amor, estén vinculados a Ella.

Ella ha hecho el milagro en lo oculto, no quiso estar en primer plano. Nosotros hemos

sellado la Alianza de Amor con Ella y Ella nos ha conducido al Padre, a la Santísima.

Trinidad. (N.H., 20-5-48)

LEER Y SUBRAYAR LO QUE ME LLEGA