Mitología y narrativa clásica.

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CESAR AUGUSTO QUINTERO BURITICA SECCIÓN 11-08 MITOLOGÍA Y NARRATIVA CLÁSICA: UNA MIRADA A LA TRADICIÓN HOMÉRICA DESDE EL MITO RESUMEN: La Ilíada como obra cúspide de la literatura universal y como paradigma de la perfección para la mayoría de escritores; desde el Renacimiento, pasando por el neoclasicismo hasta llegar a las nuevas formas de entender la literatura contemporánea 1 , enfatiza su magnificencia a la manera como se logra recrear en los rapsodas épicos el ethos de toda una civilización, es decir su esencia, su forma de ser y pensarse. Desde los muchos referentes interrelacionados en el universo de la obra, se tomará uno en especial que permitirá entender los rasgos y aspectos esenciales que guardan encuentro en el transcurso de la obra: el mito. El mito se extiende a todos los ámbitos de la existencia humana, desde su posición como individuo hasta el compartimiento socialmente establecido de una cultura común. En la presente se buscará aproximar la concepción de lo mitológico y su esencialidad en la estructura propia de la epopeya homérica, como también comprender la relevancia del discurso mitológico en la intencionalidad de mostrar al hombre frente al Cosmos, frente a los desafíos que le depara el Hado y su ideal de vida traducido a la apoteosis divina, es decir, a la manera como se vislumbra su gloria terrenal en la consecución del ideal griego visto desde la axiología de la conducta admirable de la heroicidad y de la perenne e inexorable búsqueda de la trascendencia. Ante el estudio del clasicismo griego y la influencia protagónica que desempeña la mitología en la consolidación de la narrativa homérica, los relatos órficos 2 y los discursos alusivos al epos 3 griego, se hace necesario escudriñar las condiciones favorables que le permitieron a la civilización helénica el desarrollo de tan sublime y vasta forma de comprender el Universo, el mundo, el hombre, la vida y los problemas humanos. A diferencia de otras civilizaciones de la Antigüedad, la griega marca el inicio de la racionalización del mundo y la humanización del mismo obrar mundano. La consolidación de la mitología griega obedece a tres factores fundamentales: Primero, la dinámica transculturalista padecida por las invasiones de los micénicos, los dorios y los eolios en los periodos iníciales de la Grecia Clásica. 1 PONS, María. Enciclopedia Estudiantil Lexus: Literatura Universal. Barcelona: Thema Equipo Editorial. Edición: 1998. El Mundo Clásico, pág. 648. 2 Aunque la tradición órfica se desarrolló independientemente de la homérica, en ella se entretejen valores humanos intrínsecamente relacionados a la mitología y su valor como componente sociocultural. 3 El Epos designa al género épico o epopeya, como también al valor de este en el ámbito social. SERRRANO LOPEZ, Federico Guillermo; GALINDO NEIRA, Luis Eduardo; MELO, Claudia Sofía; BUCHELLI GÓMEZ, Viviana; TORREGOZA, Elver; SIERRA, Jorge; LEÓN, José Guillermo. FILOSOFIA I. Bogotá: Editorial Santillana, 2006. Historia de la Filosofía: Edad Antigua.

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CESAR AUGUSTO QUINTERO BURITICA SECCIÓN 11−08

MITOLOGÍA Y NARRATIVA CLÁSICA: UNA MIRADA A LA TRADICIÓN HOMÉRICA DESDE EL MITO

RESUMEN: La Ilíada como obra cúspide de la literatura universal y como paradigma de la perfección para la mayoría de escritores; desde el Renacimiento, pasando por el neoclasicismo hasta llegar a las nuevas formas de entender la literatura contemporánea1, enfatiza su magnificencia a la manera como se logra recrear en los rapsodas épicos el ethos de toda una civilización, es decir su esencia, su forma de ser y pensarse. Desde los muchos referentes interrelacionados en el universo de la obra, se tomará uno en especial que permitirá entender los rasgos y aspectos esenciales que guardan encuentro en el transcurso de la obra: el mito. El mito se extiende a todos los ámbitos de la existencia humana, desde su posición como individuo hasta el compartimiento socialmente establecido de una cultura común. En la presente se buscará aproximar la concepción de lo mitológico y su esencialidad en la estructura propia de la epopeya homérica, como también comprender la relevancia del discurso mitológico en la intencionalidad de mostrar al hombre frente al Cosmos, frente a los desafíos que le depara el Hado y su ideal de vida traducido a la apoteosis divina, es decir, a la manera como se vislumbra su gloria terrenal en la consecución del ideal griego visto desde la axiología de la conducta admirable de la heroicidad y de la perenne e inexorable búsqueda de la trascendencia. Ante el estudio del clasicismo griego y la influencia protagónica que desempeña la mitología en la consolidación de la narrativa homérica, los relatos órficos2 y los discursos alusivos al epos3 griego, se hace necesario escudriñar las condiciones favorables que le permitieron a la civilización helénica el desarrollo de tan sublime y vasta forma de comprender el Universo, el mundo, el hombre, la vida y los problemas humanos. A diferencia de otras civilizaciones de la Antigüedad, la griega marca el inicio de la racionalización del mundo y la humanización del mismo obrar mundano. La consolidación de la mitología griega obedece a tres factores fundamentales: Primero, la dinámica transculturalista padecida por las invasiones de los micénicos, los dorios y los eolios en los periodos iníciales de la Grecia Clásica.

1 PONS, María. Enciclopedia Estudiantil Lexus: Literatura Universal. Barcelona: Thema Equipo Editorial.

Edición: 1998. El Mundo Clásico, pág. 648. 2 Aunque la tradición órfica se desarrolló independientemente de la homérica, en ella se entretejen

valores humanos intrínsecamente relacionados a la mitología y su valor como componente sociocultural. 3 El Epos designa al género épico o epopeya, como también al valor de este en el ámbito social.

SERRRANO LOPEZ, Federico Guillermo; GALINDO NEIRA, Luis Eduardo; MELO, Claudia Sofía; BUCHELLI GÓMEZ, Viviana; TORREGOZA, Elver; SIERRA, Jorge; LEÓN, José Guillermo. FILOSOFIA I. Bogotá: Editorial Santillana, 2006. Historia de la Filosofía: Edad Antigua.

En segundo lugar, la preocupación central de responder a las cuestiones frente a los fenómenos naturales y la interrogante teleológica de la existencia humana llevo al fortalecimiento de la especulación mitológica orientada a ofrecer respuestas alentadoras ante tan ambigua situación. Y frente al tercer factor, al reconocerse parte de un Universo regido por un principio fundamental, al preconizar que su obrar se encuentra ligado a los designios del logos, su sistema de conducta social y político entra en consonancia a las respuestas existenciales de los mitos, encontrando en estos la manera de entenderse adecuadamente con la polis y de enfocar su mapa vital para corresponder al beneficio de esta. El mito como componente fundamental de la creación cultural adquiere un carácter transversal al incidir considerablemente en la manera como los individuos se entienden socialmente. Desde el umbral de la Antigüedad, bajo las formas más arcaicas de concebir lo mítico –con el animismo, el totemismo y el fetichismo-, se ha demostrado que el culto derivado de dichas concepciones determina las formas de organización social, ya sea desde la formación de clases clericales, la asimilación de un sistema ético regidor de la conducta humana o como determinante clave de las aspiraciones humanas en referencia a lo mundano4 y lo trascendental. Es en este último punto que se puede llegar a confluir la mitología griega con la intencionalidad de los relatos de uno de los hijos predilectos de la Hélade. La principal aspiración humana atribuida a la obra cumbre La Ilíada es la de la trascendencia humana, la glorificación del héroe como efecto de sus acciones encaminadas a la defensa de sus ideales y su posterior transgresión del destino compensada con la muerte, única forma de garantizar la prevalencia de la armonía universal. A diferencia de las formas primigenias de concebir lo místico y de las formas monoteístas de entender la religiosidad, la mitología griega establece una relación activa entre divinidades y mortales. Como lo destaca Jenófanes al oponerse al antropomorfismo homérico “si los bueyes pudieran adorar a un Dios, terminarían por adorarse a si mismos”, dicho enunciado permite percatarnos del carácter humanista de lo mitológico opuesto a la superioridad divina pregonada por los monistas presocráticos, la cual incluso se ha ido acoplando a las principales manifestaciones de religiosidad de la actualidad. Es más, las divinidades griegas, principalmente las del Panteón, representan los valores característicos del pueblo aqueo. El agreste territorio costero del Mediterráneo al impedir la unificación del pueblo helénico, propició el desarrollo de una cultura autóctona para cada ciudad−estado, en la cual se expresaban los intereses de su población, sus anhelos y sus consideraciones frente a lo externo y ante sí mismos. Por ejemplo, mientras la polis ateniense se erigía de la península de Ática como un centro de la sabiduría y de intercambio cultural –gracias a sus actividades comerciales marítimas y a su forma de gobierno 4 En la mitología griega sobresalen deidades referentes a algún valor en especial, por ejemplo: Atenea

representaba la sabiduría y su simbología era evocada por los pensadores griegos que anhelaban la prudencia, “el sabe vivir”. Otros ejemplos lo encontramos en los hedonistas, cuyo pensamiento se encuentra basado en la tradición dionisiaca.

democrática−; la polis espartana se mostraba contraria al desarrollo cultural porque su devoción a Ares modificaba completamente su manera de entender lo humano, los verdaderos valores yacían en la fuerza, la valentía y la eficiencia de la estrategia de batalla. Volviendo a la obra, la participación de los dioses es directa y decisiva, para ilustrar un poco más su incidencia en el conflicto entre troyanos y aqueos, encontramos a Eris −o Discordia para los romanos− y su manzana de oro, como la causa material del enfrentamiento que como se expresa en la obra precipitó las almas de valerosos guerreros al Hades, la eterna morada de los muertos. La división de los Olímpicos o Dioses del Panteón a favor de un mando determinado obedece a lo señalado anteriormente, la constitución social y territorial al igual que los intereses del componente social, fueron determinantes para asegurar el favoritismo de cierta divinidad. La evocación mitológica en La Ilíada es una constante en toda la obra –hablando en términos de transmisión escrita−, el destino de los hombres se bate entre su libertad y la voluntad divina, donde impera el inapagable deseo de emancipar la consecución de la primera aún siendo conscientes de las graves consecuencias que conlleva la desobediencia de la segunda. ¡Oh pelida5, pudiste vivir como gobernante, pero decidiste morir como héroe, siempre en búsqueda de la gloria, de ser deificado por hombres y dioses, así hubieras de padecer los infortunios y castigos del Hades!6 Es así como en la esencia misma de las epopeyas homéricas se pone en pugna el deseo del valeroso guerrero y su condicionante de ser un hombre para la muerte. El mito se edifica frente a la necesidad de sobreponer lo humano ante lo divino, la humanización de la mitología que Homero describe con singular belleza en su relato de Ilión, deja entrever la fascinación que para los hombres despierta el hecho de tratar de conocer la realidad humana y su relación al mundo externo y a la lógica celeste del Panteón, de la Moiras y la sobrecogida de dictaminar los mandatos de la pasión, siempre en contraste con la sensatez de la razón. A manera de conclusión, la mitología griega como manera de manifestación verdadera de la aspiración helénica permite concebir la relevancia del mito dentro de la configuración del arquetipo humano ante su destino y su protagonismo en los desafíos concernientes a lo social, lo político y en este caso lo bélico. La mitología debe comprenderse desde la visión de Cassirer al contemplar en esta la representación simbólica de todo un pueblo7, hacedores de su propio destino –dispuesto incluso a desafiarlo− y siempre con vehemencia, defensores de lo humano.

5 Aquiles, llamado pelida por ser hijo de Peleo.

6 Adaptación de la obra la Divina Comedia: Del paso del poeta y Virgilio por los círculos del Infierno en el

canto V y su intervención con el valeroso guerrero Aquiles. 7 SERRRANO LOPEZ, Federico Guillermo; GALINDO NEIRA, Luis Eduardo; MELO, Claudia Sofía; BUCHELLI

GÓMEZ, Viviana; TORREGOZA, Elver; SIERRA, Jorge; LEÓN, José Guillermo. FILOSOFIA I. Bogotá: Editorial Santillana, 2006. Núcleo Temático 4: El ser humano: “La cultura como actividad simbólica”. Pasaje tomado de ANTROPOLOGIA FILOSÓFICA de Ernst Cassirer.

BIBLIOGRAFIA

• SERRRANO LOPEZ, Federico Guillermo; GALINDO NEIRA, Luis Eduardo; MELO, Claudia Sofía; BUCHELLI GÓMEZ, Viviana; TORREGOZA, Elver; SIERRA, Jorge; LEÓN, José Guillermo. FILOSOFIA I. Bogotá: Editorial Santillana, 2006.

• PONS, María. ENCICLOPEDIA ESTUDIANTIL LEXUS: Literatura Universal. Barcelona: Thema Equipo Editorial. Edición: 1998.

• HOMERO. LA ILIADA. Ediciones Universales, Gráficas Modernas, Bogotá D.C.

• VILLACAMPA, Vicente. ENCICLOPEDIA ESTUDIANTIL LEXUS: Historia Universal. Barcelona: Thema Equipo Editorial. Edición: 1998. Páginas consultadas: 335.

• ROSENTAL-IUDIN. DICCIONARIO FILOSÓFICO. Bogotá – Colombia: 1994. Definiciones consultadas: MITOLOGIA, CULTURA Y ERNST CASSIRER.