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Modalidades y métodos

de caza

José Luis Garrido Martín

1ª Edición: 2012Edita: ©FEDENCA-Real Federación Española de Caza (EEC)Autor-Editor: José Luis Garrido, Director General de FEDENCA

Fotografías: José Ramón Aguirrezábal, Ángel López, Alberto Aníbal Álvarez, J. P. Burguillon, Maite Moreno, José Luis Fraile, José Luis Garrido, Shutterstock, Leonardo de la Fuente, José A. Pérez Garrido, Joan Catalá, Gaspar Zaldúa, Carlos Colomer, ARRECAL

Diseño y realización: Exlibris Ediciones, S.L.

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índicePrólogo ...................................................................................................................................... 5Presentación ............................................................................................................................... 7

1. Medios y artes de caza permitidos ............................................................................................. 11 1.1. Antecedentes ..................................................................................................................... 11 1.2. Medios y procedimientos de caza permitidos ...................................................................... 13

2. Modalidades y métodos de caza permitidos .............................................................................. 17 2.1. Modalidades de caza menor .............................................................................................. 17 2.2. Métodos históricos caza menor ......................................................................................... 27 2.3. Modalidades deportivas y de competición de la RFEC ....................................................... 28 2.4. Modalidades de caza menor y mayor con perro ................................................................ 32 2.5. Modalidades de caza mayor .............................................................................................. 37 2.6. Métodos históricos caza mayor ........................................................................................ 42

3. Caza por especies. Armas y balística ....................................................................................... 45 3.1 Especies de caza en España .............................................................................................. 65 3.2 Especies caza menor ....................................................................................................... 66 3.2.1. Especies de caza menor de pelo .............................................................................. 66 3.2.2. Especies de caza menor de pluma........................................................................... 73 3.2.3. Especies de caza menor acuáticas ........................................................................... 95 3.3 Especies de caza mayor ................................................................................................... 110

4. Normas para la homologación de trofeos de caza mayor ......................................................... 127 4.1. Normas generales .......................................................................................................... 127 4.2. Normas aplicables a determinados trofeos ....................................................................... 128 4.3. Trofeos no homologables ............................................................................................... 129

4.4. Clasificación de las fincas abiertas o cerradas ................................................................... 129 4.5. Fichas, baremos y dibujos para la toma de medidas de cada especie .................................. 130 4.5.1. Ciervo .................................................................................................................. 130 4.5.2. Rebeco o sarrio .................................................................................................... 132 4.5.3. Cabra montés ....................................................................................................... 134 4.5.4. Corzo................................................................................................................... 136 4.5.5. Jabalí ................................................................................................................... 138 4.5.6. Lobo.................................................................................................................... 140 4.5.7. Gamo ................................................................................................................... 142 4.5.8. Muflón ................................................................................................................. 144 4.5.9. Arruí ................................................................................................................... 146 4.5.10. Cabra mallorquina ............................................................................................... 148

5. Buenas prácticas cinegéticas .................................................................................................. 151 5.1. Formas deportivas por modalidad y especie ...................................................................... 152 5.2. Recomendaciones para la caza de algunas especies .......................................................... 155

Agradecimientos ...................................................................................................................... 159

Bibliografía .............................................................................................................................. 161

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prólogoEn los últimos años, desde la Real Federación Española de Caza nos hemos volcado en un proceso de mo-dernización de la comunicación federativa, en línea con las actuales tendencias globales, en las que la pre-sencia en Internet, a través de nuestra página web y en las redes sociales, es imprescindible. Ahora mismo, ya nada es si no está en lo que llaman la nube, si no puede estar accesible en todo momento y en cualquier lugar. Al mismo tiempo, los medios han emprendido un viaje sin retorno hacia un nuevo modelo, en el que todavía queda mucho por avanzar y concretar, pero que se hace completamente irreversible para una sociedad cada vez mejor informada. Y en ella, los jóvenes juegan un papel determinante. Un papel igual de trascendental que el que juegan esos jóvenes en el mundo cinegético, ya que sin la llegada de nuevos cazadores nada tendrá sentido en el futuro, si queremos mantener la caza en España tal y como la hemos conocido.

No me he cansado de escribir y de difundir en todos los ámbitos la ineludible necesidad de renovación de nuestro colectivo, de nuestra decidida apuesta por intentar hacer llegar nuestros mensajes de caza y conservación hasta el último rincón, para intentar así propiciar la incorporación de nuevos cazadores que aseguren la continuidad. Pero hay un hecho evidente: lo que no se conoce no se puede amar, lo que no conocemos bien no podemos comprenderlo, porque si nos llega un mensaje distorsionado y totalmente fuera de la realidad, la reacción siempre será la contraria. Hay que conocer lo que es la caza y lo que supone para el control de las poblaciones y para la conservación de la naturaleza para verdaderamente amarla. Hay que aportar conocimientos y vivencias para ser compartidos por todos. Hay que hacer ver a una socie-dad cada vez menos rural y más alejada del medio natural lo que es la caza y su papel fundamental para la supervivencia de las mismas especies. Hemos dicho tantas veces que, si no existiera la caza, tendríamos que inventarla, que nosotros al final nos lo hemos acabado creyendo, pero hay que hacer que sean todos los españoles los que se lo crean.

Dentro de esta línea de actuación, una de mis preocupaciones, compartida por toda la Junta Directiva de la Real Federación Española de Caza, de los responsables de la Fundación para la Defensa de la Caza y de la Naturaleza y de la Escuela Española de Caza, era presentar una base completa de las modalidades y mé-todos con los que contamos en España. Siempre he pensado, y así lo he dicho por activa y por pasiva, que

se debe hacer un examen único para el cazador y una ley de caza nacional (con todos los matices, como se ha recogido en el trabajo que ahora presentamos de las distintas autonomías y territorios), que se debe llegar a una armonización legislativa y a una forma de comprender la caza de forma unitaria y a la vez diferenciada, que los conocimientos deben ser globales y sin que supongan una carga de discriminación en función de la comunidad autónoma en la que nos encontramos.

Ya está bien de duplicidades, de burocracia y de cargar sobre las debilitadas posibilidades del cazador todo el peso de una actividad que el propio Parlamento español ha reconocido que debe ser promovida y tenida en su justa consideración, una actividad también económica que mueve cientos de millones de euros y genera miles de puestos de trabajo.

Aquí tienen el amplio y concienzudo trabajo que encargué a José Luis Garrido, a través de FEDENCA y de la Escuela Española de Caza. Es una aportación sistematizada, accesible y comprensible, de los métodos y mo-dalidades de caza, en la que se reflejan las singularidades autonómicas, pero sin que nos acabemos volviendo locos con una normativa que no favorece en nada ese necesario relevo generacional en el mundo de la caza al que me refería antes.

En un primer paso, este pormenorizado trabajo que hemos puesto en marcha desde la Real Federación Espa-ñola de Caza llega ahora a nuestra página web (fecaza.com) y espero que en el futuro sea también un manual imprescindible de consulta. Por ahora, aquí tienen lo que hemos considerado un guión unificado del desa-rrollo de nuestro ‘oficio de cazador’, con todas sus enormes posibilidades y, sobre todo, con su trascendental repercusión en el medio natural, en el medio rural y en nuestra propia sociedad.

La presentación de este trabajo realizada por José Luis Fraile y el contenido en sí, elaborado por José Luis Ga-rrido y su equipo, será sin duda una baza importante para armonizar los métodos venatorios existentes, para conservar las modalidades tradicionales, para preservar nuestras costumbres y nuestra misma esencia de cazadores, para influir en las futuras normas de una caza ética, deportiva y conservacionista, y para dar base a unas posibles directrices que unifiquen la regulación cinegética en nuestro país. Así, pues, disponer de este manual era imprescindible y en él nos hemos volcado, al igual que lo haremos siempre en defensa de la caza en España.

Andrés Gutiérrez Lara Presidente de la Real Federación Española de Caza

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Modalidades y métodos de caza

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presentaciónAntes desde la Escuela Española de Caza y después al frente de la Fundación para la Defensa de la Caza y de la Naturaleza (FEDENCA) como Director General, un hombre federativo de toda la vida como es José Luis Garrido ha venido desarrollando desde hace años un encomiable trabajo dentro de la estructura de la Real Federación Española de Caza, en un esfuerzo tenaz y concienzudo, que en los últimos meses se ha plasmado en dos iniciativas de primera magnitud y de una enorme repercusión, como han sido el estudio socioeconómico sobre la aportación de la caza y todo lo que la rodea en España (que se suma a la larga recopilación de estadísticas de capturas de las especies cinegéticas de caza mayor y menor), y ahora este recopilatorio sobre las modalidades venatorias y los métodos de caza, en un esfuerzo por transmitir cono-cimientos y por salvaguardar un acervo unido a la misma esencia del hombre cazador desde sus orígenes.

El exhaustivo trabajo con los diferentes métodos que tiene el “oficio del cazador”, –incluye incluso una re-lación específica de los métodos en los que participa el perro–, intenta el autor ponerlo en manos de todos los cazadores para que lo enriquezcan con los métodos originales de su comarca que estén contrastados y referenciados y así disponer de este referente cultural sobre la venatoria de forma integral. Y es esta ini-ciativa que ahora podemos encontrar en la Red, esa moderna forma de conocer al momento y en cualquier lugar la más pequeña cosa que pase o que nos interese, una aproximación interesante para conocer mejor las especies sobre las que ejercemos la actividad cinegética, los métodos que empleamos, los auxiliares que nos acompañan y las armas que utilizamos. Una compilación asequible y comprensible, que ahora vemos en esta página web de difusión federativa nacional, que cuenta con miles de usuarios, y que espero en el futuro que pase al papel, ya que al que esto escribe, aunque ya totalmente integrado en los modernos medios de comunicación y en las redes sociales, le sigue gustando, como quizás a muchos de ustedes, el olor del papel, el color y la textura y el peso en nuestras manos a la hora de ver cualquier trabajo.

Posiblemente sean reminiscencias de otra época, pero permítanme esa nostalgia antes de que me adentre por otros vericuetos a la hora de escribir sobre este último, por ahora, trabajo de José Luis Garrido, que veo trascendental como vehículo de conocimientos, sobre todo cuando leo que el número de cazadores viene


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descendiendo en nuestro país desde mucho antes de la crisis económica de los últimos años y que ahora estamos pisando a fondo el acelerador y que, de seguir así, nos abocaríamos a un impacto medioambiental, social y económico de una magnitud trascendental. Si no promocionamos la caza, entre todos, el futuro no se presenta demasiado halagüeño. Y tenemos que plantar cara a una serie de retos, como se reflejaba en un reciente trabajo en la revista federativa Federcaza:

● Disminución del número de cazadores, con problemas por su coste económico.

● Ausencia de relevo generacional a la salida de los cazadores mayores.

● Falta de apoyo institucional y desviación de potenciales cazadores hacia otros sectores.

● Desmantelamiento del mundo rural y de sus tradiciones.

● Abandono de cotos como consecuencia de los daños y accidentes provocados por las especies de caza ante la desidia oficial.

● Mala imagen social de la caza, que provoca el rechazo de posibles practicantes.

De todos ellos, algunos problemas pueden ser más o menos coyunturales, pero lo que es evidente es que sin el relevo generacional, sin la llegada de los jóvenes al mundo de la caza, y si no se crea un clima propicio para ello como facilitar la entrada en cotos, facilitar conocimientos y promocionar las actividades venatorias, y al mismo tiempo si no se mejora la imagen que de la caza tiene la sociedad general y los jóvenes en particular, será muy difícil que nuestra afición, que nuestra pasión, se conserve en el futuro cuando hayan pasado unas decenas de años.

Por eso insisto en la importancia, como ha hecho José Luis Garrido, de difundir conocimientos, de educar en el sentido primigenio y de hacer ver a todo el que se acerque a nosotros la realidad de lo que es la caza y lo que supone para nuestra sociedad en general y para la conservación del medio natural en particular. Mientras no plantemos cara a esa campaña que desde hace años se viene realizando contra la caza, es difícil esperar una mejora en nuestra imagen, ante una sociedad cada vez más alejada de la verdadera naturaleza y de lo que nos rodea en el medio rural.

Presentación

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Y no es momento de hablar de la trascendencia económica de la caza, que también, ya que en el acceso en esta misma web fecaza.com a otro trabajo de Garrido, “Caza sector económico”, se refleja que la actividad cinegética genera unos 3.600 millones de euros que pagamos los 800.000 cazadores cada año. Es más bien momento de recordar, con el autor, que “la caza es una actividad reglada cuya necesidad para la sociedad es un hecho irrefutable, pero no por motivos económicos. La caza que nosotros preconizamos: racional, depor-tiva, ética y sostenible es una actividad imprescindible para el equilibrio de los ecosistemas y la recuperación de la fauna silvestre más sensible; para el control poblacional y la reducción de daños a las personas, a la ga-nadería, a la agricultura y a las cosas, así como para mantener los valores silvestres de la bravura y seleccionar a los especímenes mejor dotados de una población cinegética”.

No buscamos desde la estructura federativa argumentar lo recomendable que es la actividad cinegética por el dinero que induce, ya que no consideramos que sea el atributo de mayor enjundia de la caza, aunque sí reconocemos que es un aspecto a valorar y conocer, especialmente en momentos como éste, tan sensibles para la economía familiar. Si los cazadores no hubiéramos controlado las poblaciones de especies cinegéticas, todo el ecosistema se hubiera visto comprometido y puesto en peligro. Por eso reflejo, como gusta de recordar Garrido, que si no hubiera cazadores, habría que crearlos por el Gobierno, de oficio.

Aquí tiene una recensión de datos, de conocimientos, de aportaciones de utilidad del ayer y el hoy de la caza. Conocer es querer. Y conocer todo lo que rodea a este apasionante mundo venatorio en el que nos movemos es apostar por el mañana de la caza.

José Luis Fraile Periodista y experto en comunicación

1.1. AntecedentesUno de los objetivos de la Real Federación Española de Caza (RFEC) es que la caza, la actividad que da razón a esta entidad y a nuestro ser deportivo, se ejercite bajo el sentido común y la sensatez, el cumplimiento de la legalidad vigente, la deportividad y el debido respeto a las especies, al medio ambiente y a todo lo que la afecte directa o indirectamente.

Exponemos a continuación las diferentes modalidades y métodos de caza que son utilizados actualmente y los que utilizaron nuestros mayores y antepasados. Para determinar posturas, así como para orientar y dar normas a los cazadores de cómo quiere la RFEC que se practique la caza, se exponen al final de las modalida-des una serie de “buenas prácticas cinegéticas” para algunas especies, que esperamos seguir nutriendo entre todos los cazadores preocupados por la caza racional y sostenible.

Este apartado de Modalidades y Métodos de Caza pretende ser un foro abierto que los cazadores puedan mejorar aportando las modalidades o métodos autorizados que practiquen en su comunidad o provincia y no hayamos detectado o nos hayan pasado desapercibidos. En este sentido, agradecemos vuestra valiosa colaboración.

Queremos que la caza sea una actividad que nos permita el aprovechamiento sostenible de especies y ecosis-temas, de tal manera que se asegure que ese mismo aprovechamiento va a ser posible para las generaciones venideras. Queremos que la caza respete el bienestar animal, se ajuste a las leyes y nos permita a todos los ejercitantes manifestarnos con orgullo de ser cazadores, ante una sociedad que, a veces, injustamente nos cuestiona. Hay veces que los cazadores damos sobrados motivos para que se nos cuestione y, aunque sea por

1. medios y artes de caza permitidos

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lo anecdótico, se nos juzgue mal. Tenemos que eliminar entre todos algunas actuaciones poco deportivas que no indican respeto hacia algunas especies, ni van en consonancia con nuestros principios.

Me han pedido el Presidente y el Secretario General de la RFEC que hagamos pedagogía desde la entidad para que el “oficio” de la caza sea entendido y apreciado por esta sociedad que, con carácter general, ignora el mundo animal y juzga la caza con desconocimiento. En mi anterior etapa como Director de la Escuela Espa-ñola de Caza y más tarde como director de FEDENCA, he puesto el empeño en hacer pedagogía sobre la caza ordenada, sobre la caza practicada con respeto a especies y a todo lo que exista alrededor de la actividad. Este documento intenta dar a conocer los medios, las modalidades técnicas y métodos, las armas y la munición que el cazador debe utilizar para apoderarse vivas o muertas, por sí o por terceros, de las especies de caza. También se describen algunos medios y métodos de caza utilizados históricamente.

Hemos dividido esta exposición documental en cuatro apartados al objeto de parcelar la información. En primer lugar, indicamos los medios y artes más generalizados que están permitidos de manera habitual o requieren autorización especial. En el segundo apartado describimos todas las modalidades de caza permiti-das, tanto de caza menor como mayor, y lo mismo para actuales que históricas; incluimos en este apartado de modalidades las deportivas y de competición de la RFEC. El apartado tercero es el más amplio, pues descri-be, una por una, la caza de cada una de las cincuenta especies cazables que se autorizan en España. En este apartado, además de los métodos y medios, se indica la munición más adecuada para abatir a cada especie. El cuarto apartado recoge una serie de buenas prácticas cinegéticas que la RFEC recomienda observar a los cazadores para hacer de la caza una actividad deportiva y sostenible.

José Luis Garrido MartínDirector General de FEDENCA

Octubre 2012

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Medios y artes de caza permitidos

1.2. Medios y procedimientos de caza permitidos

Durante el ejercicio de la caza, el cazador solamente debe utilizar los medios y procedimientos permitidos, que son todos los autorizados expresamente y los que no están prohibidos entre los usuales y tradicionales. Con carácter general, se permite la caza con las armas, las municiones y los dispositivos auxiliares legales, con las excepciones, limitaciones y prohibiciones que recoge la normativa internacional y la española, así como las leyes afectas de la comunidad autónoma correspondiente. La caza se practica auxiliándose el cazador de animales colaboradores, principalmente de perros, hurones y animales de cetrería para cazar y de caballerías para desplazarse durante la cacería y para acarrear las reses. Las modalidades tradicionales se practicarán en las condiciones y con las limitaciones que reglamentariamente se establez-can. Las Direcciones Generales responsables de la caza podrán autorizar la práctica de modalidades tradicionales de caza, siempre que no perjudi-quen la conservación de la fauna, ni entrañen crueldad.

Armas de fuegoEl ejercicio de la caza puede realizarse me-diante las armas de fuego que han sido autorizadas por la Administración compe-tente. La tenencia y uso de armas de fuego se regirá por su legislación específica. Dentro de todas las armas de fuego reglamentadas, se autorizan para ca-zar solamente los rifles de caza mayor (arma larga rayada) y las escopetas (arma larga de ánima lisa).

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Arcos y ballestasSon armas de caza que disparan flechas. Los arcos requie-ren disponer de potencia suficiente para abatir a los ani-males de caza mayor o menor para los que se autorizan. También es necesario concretar la forma de la punta de las flechas que se autorizan. El ejercicio de la caza con es-tas artes podrá ser realizado siempre que el plan de orde-nación cinegética del terreno esté aprobado o la autoriza-ción expresa de la administración así lo contemple.

En algunas comunidades autónomas, las ballestas tienen limitado el número máximo de las autorizadas a poseer.

Armas blancas: cuchillos de remate y otras empleadas en la cazaEn el ejercicio de la caza se podrán emplear armas blan-cas autorizadas por la administración competente, fun-damentalmente para el remate de las piezas de caza ma-yor. No necesitan licencia ni guía, pero son los agentes de la autoridad quienes determinan si al portador le son necesarias o no para auxiliarse de ellas durante la caza.

Medios y artes de caza permitidos

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Aparatos de captura: trampas, lazos, redes y otros utensilios para la cazaEl ejercicio de algunas modalidades requiere el uso de trampas, lazos, redes y otros aparatos de captura. Los lazos y las trampas, prohibidos con carácter general, requieren para su uso la autorización específica de las comunidades autónomas. Estos medios de captura, utilizados especial-mente para el control de predadores, requieren estar ho-mologados, dado que corresponden a trampas especiales que deben adaptarse a las “Directrices Técnicas para la captura de especies predadoras: homologación de mé-todos de captura y acreditación de usuarios”, aprobadas por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, de 13 de julio de 2011, creado en el seno del Ministerio de Agricul-

tura, Alimentación y Medio Ambiente. Con carácter general, la utilización de estos aparatos requiere una autorización específica. Para el uso de determinados aparatos (trampas y lazos) se requiere la superación de pruebas de aptitud.

Las modalidades de caza permitidas se dividen en dos grupos: de caza menor y de caza mayor. Se pueden utilizar diferentes medios autorizados, como armas (escopetas, rifles, arcos y ballestas), y animales auxiliares, tal como caballerías y perros para caza menor y mayor. También se pueden utilizar en caza menor hurones, y aves rapaces para la modalidad de cetrería, con las condiciones que establezcan las comunidades autónomas.Los métodos de cazar son los que aplica el cazador en cada caso, dependiendo para la misma modalidad de, al menos: la especie a cazar, el terreno, los medios auxiliares, las características singulares de la cacería, la época del año y paso de la temporada, así como de todas las demás variables que se conjugan en una acción de caza. Por ejemplo, con la modalidad de caza “a rabo” se va a la codorniz, a la perdiz y al conejo y para esta misma modalidad el método de caza es diferente. La modalidad de caza en mano tiene técnica (método) di-ferente si es “a la andaluza” que si es “mano sobre mano”, y para esta misma modalidad es diferente si la es-pecie objetivo es la perdiz o la codorniz, y no digamos si la caza en mano o al salto se ejercita sobre jabalí, como se autoriza en algunas comunidades autónomas.

2.1. Modalidades de caza menorDentro de la caza menor se pueden practicar en España diversas modalidades de caza: actuales y históricas. Las más generalizadas de uso actual son las que se indican a continuación.

Al salto o en guerra galana. A rabo. En mano: – Mano a la gallega. – Mano a la andaluza.

2. modalidades y métodos

de caza permitidos

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– Mano sobre mano. – Manos encontradas. Espera o acecho (aves al paso, caza con cimbel, caza de zorzal con filats a coll). Reclamo: – Codorniz con reclamo hembra y red. – Caza de perdiz con reclamo macho. – Perdigot amb bagues. Ojeo: – Ojeo de perdiz. Caza de polla de agua con perros. Conejo “a toro suelto”. Conejo con hurón y podenco (hurón, red y escopeta). Conejo con perros y sin armas (a diente con garrote o regatón y zapeo). Liebre con galgo. Liebre con sabuesos y otros perros de rastro. Zorro con perros de madriguera y zapeo. Caza científica. Modalidades deportivas, competiciones y exhibiciones de la RFEC.

Al salto o en guerra galanaEn esta modalidad de caza el cazador va solo, sin perro, batiendo el campo y esperan-do que las piezas salten a su paso.

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Modalidades y métodos de caza permitidos

A raboEl cazador va siguiendo al perro (a su rabo) que va levantan-do la caza.

En manoEn esta modalidad intervienen dos o más cazadores, generalmente de cuatro a seis. Habitualmente van acompañados de varios perros. La mano en la que el número de cazadores es superior a seis se denomina cuerda.

Hay varios métodos diferentes dentro de la modalidad de caza en mano. Así, se distinguen: la mano a la gallega, en la que la cuadrilla va directa-mente hacia la zona de posible captura, sin atender a los posibles cam-bios de ruta a que inviten las piezas que salten. La mano a la andaluza es una especie de gancho entre un grupo de cazadores que bate y otro que está en puesto y que se practica en monte. Las manos encontradas es una modalidad donde dos grupos de cazadores, dos manos, parten de dos puntos distantes y se dirigen uno a otro hasta que se encuentran de frente. La mano sobre mano consiste en batir de nuevo la zona cazada volviendo sobre el camino andado.

120-150 m50-60 m

50-60 m

50-6

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Espera o acecho (palomas en pasos tradicionales, aves al paso, caza con cimbel, caza de zorzal con filats a coll, espera de conejos)En esta modalidad de caza a la espera, o acecho, el cazador se mantiene apostado esperando a que las piezas de caza pasen, o salgan de su guarida, a la vera del cazador.

La espera tiene singularidades para ciertas especies. El método de la caza de palomas en los pasos tradiciona-les está reglamentado a través de la Orden Anual de Caza y consiste en esperar en puestos fijos muy camufla-dos, colocados generalmente en las cumbres de las montañas a distancias reguladas, por donde pasan en sus migraciones los bandos de palomas torcaces y en algún caso también palomas zuritas y bravías, así como zorzales. Están prohibidas las escopetas volantes y moverse fuera de los puestos con las escopetas desenfun-dadas, así como la caza en una franja de seguridad de 150 metros. No se permite la tenencia de balas duran-te estas cacerías.

Para la caza a la espera de zorzales, palomas, tórtolas u otras aves, los cazadores se ponen en puestos fijos camuflados en los pasos habituales y situados normalmente entre los dormideros y las zonas de comida.

La caza con cimbel es una modalidad de es-pera habitual para cazar palomas y patos desde un puesto fijo y querencioso para esas especies en cuyas cercanías el cazador coloca un cimbel o señuelo, que suele ser una paloma artificial –o viva atada a un ba-lancín que mueve el cazador–, o, en otros casos, patos artificiales, o vivos anclados, colocados sobre el agua.

La caza de zorzal con filats a coll es un siste-ma tradicional regulado por decreto, selec-tivo y autorizado en Mallorca.


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La espera a conejos se hace en puestos cercanos a las madrigueras y desde los que se espera, normalmente al crepúsculo, la salida y entrada de los conejos a la hura.

ReclamoCodorniz con reclamo hembra y redAprovechando el celo de la codorniz macho se utiliza un reclamo de hembra y los machos se desplazan de inmediato al lugar donde suena la llamada de la hembra. La codorniz macho se acerca hasta el reclamo y es espantada por el capturador, quedando empelotada en una red japonesa horizontal de 40 mm de luz situada por encima del reclamo. Este método sólo se autoriza para caza científica, como puede ser la de anillamiento y control de codornices.

Caza de perdiz con reclamo machoEl reclamo es una modalidad que está permitida actualmente en seis comunidades autónomas y está prohibida con carácter general en el resto. Consiste en aprovechar la defensa territorial de los ma-chos de la perdiz roja, especialmente en los prolegómenos de su etapa de celo. Se practica durante los meses de enero a marzo, excitando a las perdices silvestres con un reclamo macho que canta dentro de una jaula colocada en el pul-pitillo o mampostero. Al canto acuden las perdices del campo: los machos a defender su territorio y las hem-bras a los cantes de amorío del perdigón manso. El ca-zador dispara a las perdices del campo desde el puesto cercano a la jaula (tollo) donde se ha camuflado. La caza con reclamo de perdiz hembra está prohibida en todas las comunidades españolas.


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Perdigot amb baguesEn Menorca se permite la caza mediante el sistema tradi-cional de Perdigot amb bagues que se hace con reclamo y alares de lazos alrededor del reclamo.

OjeoEl ojeo es una cacería colectiva practicada con ayuda de ba-tidores y/o perros con el fin de levantar las piezas de caza menor existentes en una zona de caza y obligarlas a dirigirse hacia los cazadores colocados previamente en puestos fijos y con los medios autorizados para la captura: red, escopeta, etc. Dependiendo de la especie y medios utilizados, la modalidad de ojeo dispone de diferentes métodos, siendo el más característico el ojeo de perdiz.

Ojeo de perdizEs una modalidad especializada para la caza de la perdiz con escopeta desde puesto fijo. El método consiste en disponer sobre el campo una serie de puestos o pantallas artificiales tras las que se camuflan los cazadores.

De 12 a 15 puestos

De 30 a 50 ojeadores

Frente de Batida: 600 m. a 1000 m.

Zona de batida de 75 a 200 Has.

50 m. 50 m. 50 m. 50 m.

20 m. 20 m. 20 m.

De 1

a 2

Km

de

prof

undi

dad

Por puesto:• 1 cazador• 2 secretarios


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Caza de polla de agua con perrosLa caza de acuáticas dispone de múltiples modalidades. La caza al salto, a la espera, con barca, con cimbel, con perros o sin ellos. Una caza muy tradicional y antigua es la caza de la polla de agua (Galli-nula chloropus, ave de la familia de las Rallinae) con perro y sin armas que se caza sólo en aquellos humedales del levante español que solicitan su caza por daños. La polla de agua no es especie cinegética en la Comunidad Valenciana. La alta densidad de esta ave en algunas zonas puede causar daños a la agricultura. Fuera de estos casos no está permitida su caza.

Conejo a toro sueltoEs una modalidad de caza tradicional de conejos con esco-peta a los que se desaloja de las huras por medio de huro-nes y se los dispara por los cazadores que esperan alrede-dor de la madriguera.

Conejo con hurón y podenco con armas (hurón, red y escopeta)Con hurón, perro y escopeta se practica

en las Islas Canarias con número limita-do de perros, y no se permite la conjun-

ción de podencos y perros de pluma.

En la mayoría de las comunidades españolas se autoriza la caza con hurón y red, y hurón con perro y escopeta, especialmente por daños.


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Conejo en zapeoEl zapeo es un método usado en Galicia exclusivamente para el conejo y el zorro, consistente en batir un determi-nado terreno por cazadores con o sin ayuda de perros, para que los conejos o zorros ahuyentados pasen por donde están asentados los otros cazadores del grupo. Es similar a la caza en “mano a la andaluza”.

Conejo con perros y sin armas (a diente con garrote o regatón y zapeo)A diente con garrote es una modalidad que se practica en la comu-nidad valenciana utilizando un número de perros concreto y úni-camente un garrote, cachava o regatón.

Los cazadores de Ibiza y Formentera practican la caza sin escopeta, la caza de conejo a diente o “a barres”.

En las Islas Canarias se permite la caza del conejo con perro po-denco y hurón sin escopeta. El número de perros está limitado por cazador y cuadrilla.


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Liebre con galgoEs la que realiza uno o varios cazadores con la colaboración del número máximo de galgos sueltos por carrera que de-termina cada año la Orden Anual de Caza. Los cazadores pueden ir a pie o a caballo En este tipo de caza se prohíbe el uso de la escopeta y de otro tipo de perros que no sean gal-gos.

Liebre con sabuesos y otros perros de rastroSe bate el terreno con perros de rastro: sabuesos, grifones y azul de Gas-cuña, El cazador se queda apostado en un claro y la labor de los perros es obligar a la liebre a pasar por ese espacio en el que se encuentra el caza-dor armado.

Zorro con perros de madrigueraLos perros de madriguera (Foxterrier, Jagdterrier, Tec-kel) son perros de pequeño tamaño y gran bravura que entran en las madrigueras de los zorros y los expulsan al exterior, donde el cazador espera con escopeta o con red.


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Caza científica. Caza para anillamientoLa caza de aves y mamíferos con fines científicos, así como la investigación y observación de nidos, pollos, madrigueras, colonias y criaderos, requieren autoriza-ción de la Administración competente y se conceden a título personal y a nombre de los individuos que lo so-licitan, limitando el tiempo y espacio de la autoriza-ción, citando a la entidad investigadora y requiriendo la justificación y finalidad con un informe favorable de la misma.

La caza de pájaros con red y otros medios por los silvestristas, para la educación para el canto de fringílidos, está regula-da dentro de las modalidades de competición de la RFEC con el nombre de Pájaros de canto.

Dentro de este tipo de caza con fines científicos, ha tenido especial interés y magnitud la caza para anillamiento realizado con reclamo y red, en épo-ca de veda, para el proyecto sobre la codorniz rea-lizado por la RFEC. Se ha iniciado el anillamiento científico de fringílidos por los anilladores silves-tristas. También se considera modalidad de caza con finalidad científica la que se requiera para capturar otras especies incluidas dentro de los pro-yectos sobre seguimiento de las mismas que realiza o realizará la RFEC a través de FEDENCA en el futuro.


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CetreríaEs una especialidad de caza ancestral en la que el cazador se ayuda de un ave de presa para cazar. Se entiende como “aves de presa” aquellas aves pertenecientes al orden Falconiformes u otras categorías que puedan resultar de las revisiones taxo-nómicas, así como los híbridos de las distintas especies o subespecies autorizadas.

Con carácter general, el uso de aves de presa para la práctica de la caza requerirá autorización administrativa de las Direcciones Generales. Las rapaces utilizadas de-ben haber sido criadas en cautividad y su uso requiere autorización especial para la cetrería. Las aves utilizadas en cetrería y competiciones cetreras se distinguen en dos grupos: las propias para altanería o de alto vuelo (especies y subespecies de halcones así como sus híbridos) y las de bajo vuelo (azores, águilas, gavilanes, bu-teos, harris y otras rapaces amaestradas) y sus híbridos. Con aves de cetrería se cazan habitualmente conejos, liebres, perdices, patos, palomas, codornices y otras aves. Algunas están especializadas para capturar córvidos.

2.2. Métodos históricos de caza menorAdemás de las modalidades anteriores para especies de caza me-nor, existen estas otras tradicionales que deberán practicarse, en el caso de que se autoricen, con las condiciones y limitaciones que reglamentariamente se establezcan. Todas las trampas como lo-sas o lanchas, orzuelos, alzapiés, cepos o costillas, alares o per-chas, el uso de redes con comida o para apoyo de caza con farolín o calderuela, trasmallos o capillos con la colaboración de anima-les como el hurón, el perro de muestra, los perros nocherniegos, el reclamo, o la ocultación con buey de cabestrillo, y el uso de liga, etc., han sido prácticas habituales de caza menor, ahora prácticamente todas prohibidas.

Orzuelo para caza de perdices vivas.


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Hay una especialidad de caza menor, que se mantiene actualmente, que no es

modalidad pura de espera, ni tampoco de caza al salto, pero también debe considerarse de acecho, que se hace con desplazamiento muy lento y para-das intermitentes del cazador en soli-tario, de manera similar al rececho ca-

racterístico de la caza mayor. Esta modalidad de acecho de caza menor

consiste en buscar a las piezas de caza en sus zonas de estancia habituales, moviéndo-

se sigilosamente el cazador. En el caso de ir acompañado de perro, sólo se entiende el acecho si

el perro está bien adiestrado y no descubre nunca antes que el cazador. Esta forma de cazar es la habitual para sorprender a los

conejos al crepúsculo, a pie de madriguera, y también la utilizada para acercarse a los bandos de palomas u otras aves, como anátidas, en las zonas querenciosas de estancia.

2.3. Modalidades deportivas y de competición de la RFECLos campeonatos sobre especies de caza menor están reglamentados para las pruebas de carácter nacional por el Reglamento de la RFEC y abiertos a todos los federados. Se desarrollan desde la base de la sociedad o club, luego provinciales, autonómicos, semifinales y finales nacionales, y en algunas modalidades internacio-nales. Las competiciones pueden ser cinegéticas y de tiro. Los organizadores de las pruebas están obligados a suscribir un seguro de responsabilidad civil durante la duración de la prueba y durante los entrenamientos. En todas las competiciones existe un jurado que entiende y califica la prueba y certifica los resultados. Entre las competiciones organizadas están las siguientes:

Buitrón para cazar perdices vivas.


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Caza menor con perroEs una competición que selecciona al cazador con perro que obtiene la ma-yor puntuación, durante un tiempo determinado, por sumatorio de los pun-tos asignados a cada una de las especies capturadas y a ciertos lances es-pecíficos (doblete). Hasta las competiciones de categoría provincial las especies pueden ser de granja. El campeonato autonómico puede hacerse sobre caza salvaje o asilvestrada.

Caza de San HubertoEn esta competición, que se suele hacer con caza de suelta “sembrada” de un solo tipo de especie cinegética, puntúa la actuación del cazador, a la que se suma la obtenida por el perro. El número de piezas a cazar es in-ferior a las sembradas y también está limitado el número de cartuchos.


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Caza prácticaEn esta modalidad únicamente puntúa el trabajo del perro para detectar a la especie, habitualmente perdiz silvestre, pero puede hacerse con perdiz de suelta. Se realizan en primavera y otoño.

Pruebas de campo para perros de muestra. Spaniels y retrieversHay otras pruebas de campo (field-trials) realizadas con perro de caza, organi-zadas por la RFEC y adaptadas al reglamento de la Real Sociedad Canina de

España, que se realizan con escopeta y perros de utilidad para la caza, de los grupos 7.º y 8.º.

CetreríaExisten tres especialidades: Campeonato de España de Alta-

nería, sobre perdiz habitualmen-te y con especies y subespecies de halcón, así como sus híbridos y perro de muestra.

Campeonato de España de Bajo Vuelo, sobre liebre salvaje y cual-quier ave cetrera de las denomi-nadas de bajo vuelo, adiestradas para esa especie a cazar.


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Campeonato de España de Sky Trial, sobre paloma lanzada a mano, cualquiera de las especies y subespecies de halcón, así como sus híbridos.

Pájaros de cantoLa modalidad de silvestrismo tiene por objeto promover las capturas y preselección de jilgueros, pardillos, verdecillos, verderones, pinzones y sus mixtos, la educación al canto de los mismos, la selección y devolu-ción al medio natural de aquellos que no reúnan condiciones canoras suficientes y la participación en las fases competitivas del Campeona-

to de España de Silvestrismo.

Perdiz con reclamo La caza con reclamo sólo se permite en determina-das comunidades autónomas y es necesario que en el lugar de la celebración lo tengan regulado en su plan y autorizado. Las competiciones regla-mentadas por la RFEC se realizan durante la época de celo con perdigón manso y pueden hacerse so-bre perdices de granja.


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Caza al vuelo con arcoEl Campeonato de España de Caza al vuelo con arco es una com-petición deportiva que se realiza sobre una sola especie de gran-ja. Cada arquero está auxiliado con un perro de muestra.

Palomas a brazoEsta prueba no es cinegética. Se realiza sobre paloma lanzada por un soltador (colombair) que la lanza por encima de una red de 4 m de altura, intentando que vuele de manera difícil para que el tirador la falle. Se hace en campos específicos de medidas y existe un radio de muerte que si se supera por la paloma se considera fallada.

2.4. Modalidades de caza menor y mayor con perro

AntecedentesA finales del Paleolítico superior y principios del Mesolítico, hace 15.000-10.000 años, un hermano del lobo, el Canis familiaris, encontró comida, calor y rienda suelta a su instinto cazador junto a unos homínidos inteli-gentes que empezaban a manejar el fuego y disponían de algunos sobrantes de comida.

Si hay, o ha habido, algún colaborador imprescindible en el mundo de la caza, ese es el perro. La etimología de la palabra “cinegética”, el arte de cazar, hay que buscarla en su significado como “técnica de conducir perros de caza” del griego kynós (perro), hegéo (conducir) y téchne (técnica).


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Una buena prueba de la identificación del perro y la caza es que de los diez grupos clasificatorios de los perros por la Fede-ración Cinológica Internacional (FCI), nueve disponen de pe-rros que de una manera u otra son utilizados en la caza o en el seguimiento de especies.

Clases de perrosA base de manejar a la especie –Canis familiaris–, el hombre ha sido capaz de seleccionar 350 razas diferentes de perros que se clasifican, según la FCI, en diez grupos y un undécimo como de razas provisionales. En todos los grupos hay algunos perros uti-lizables en la caza.


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Grupo Tipos, razas y secciones de perros incluidas

1 Perros de pastor y perros boyeros (excepto suizos)

2 Tipo pinscher y schanuazer, molosoides, montaña y suizos

3 Terriers

4 Teckels (dachshunds)

5 Tipo spitz y tipo primitivo

6 Sabuesos, perros de rastro (excepto lebreles y razas semejantes)

7 Perros de muestra

8 Perros cobradores de caza, levantadores, perros de agua

9 Perros de compañía

10 Lebreles

11 Razas provisionales

Modalidades de caza menorDescribimos a continuación las modali-dades de caza menor y mayor para cada una de las especies más características en las que interviene el perro. Distingui-mos entre las modalidades de caza his-tóricas y las actuales durante el periodo hábil en las que aparece el perro.


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Conejo

HistóricoPerro (podenco) y red verticalPodencos (alegro) zarceros y quitadores. Podenco y garrote{

Descaste o daños

Podencos (Canarias y Baleares)Perro y garrote (Valencia)Caza a rabo con escopeta y perroCaza en mano con escopetas y perrosBatidas, hacia limpia o bardo, con escopetas y perros

{{Periodo hábil

Perro y hurón (Canarias)PodencosA rabo con escopeta y perroEn mano con escopetas y perrosBatidas con escopetas y perros

{

Perros de madriguera (foxterrier, jagdterrier, teckel)Ganchos con perros levantadores (sabueso, beagle, grifón)Foxhound Inglés (Cacerías a la Inglesa)

{Zorro

HistóricoPerro de muestra y red tiraza o trasmalloA la cansada con perros de muestra{

Periodo hábil

A rabo con perro de muestra y escopetaEn mano con perros de muestra y escopetasOjeo (perros de cobro)

{Perdiz {Periodo hábil

A rabo con escopeta y perro de muestraEn mano con escopetas y perros de muestra{

Histórico Con gran red o redejón y perro de muestra que no zapatee{Codorniz {

Liebre { HistóricoPerros nocherniegos, lazo o red verticalPodenco y red manga (albanega)Galgo

{Periodo hábil

A rabo con escopeta y perroEn mano con escopetas y perrosCon sabuesos y otros perros de rastro y escopetaGalgos

{


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Modalidades con perro de caza mayorEl perro se ha considerado imprescindible para mover las reses en las cacerías colectivas. La modalidad más genuina en caza mayor de la cinegética española, la montería, no se conce-biría sin la aportación de rehalas. Hay algunas modalidades de recechos en las que es muy recomendable la presencia de perros para detección, seguimiento y pisteo de sangre. Las modalidades de caza mayor que histórica y actualmente han requerido la presencia de perros son las siguientes:

Histórico: – Montería en tela cerrada con paranza. (concierto, vo-

cerío, busca, armada). – Montería de fuerza (sabuesos y monteros de tramo en

tramo). – Montería a buitrón (hoya para lobos). – Resalto (especie de rececho con sabuesos). Poco utilizados: – Ronda (caballo y perros en noches de luna). Extrema-

dura – Salteo (caballo y perros). Periodo hábil: – Montería a la española con rehalas (1 rehala = 16-40

perros). – Batida con rehalas (≤ 30 cazadores – Gancho (golpe o mancheo) (≤ 20 cazadores y 1 rehala). – Jabalí en mano (< 5-6 cazadores y < 6 perros). – Jabalí con perros en traílla.


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2.5. Modalidades de caza mayorLa caza mayor es la realizada con rifle o escopeta, en ambos casos con bala, para cazar una de las nueve espe-cies normalmente permitidas en España. Durante la caza mayor, cuando se caza con escopeta, no se permite el uso y tenencia de cartuchos de perdigón. En caza mayor están autorizadas las siguientes modalidades de uso habitual:

Montería. Batida. Gancho. Rececho o chanteo. Aguardo o acecho. Jabalíes al salto o en mano durante la caza menor. Perros y lazos (en Mallorca para la cabra salvaje). Modalidades y métodos históricos de caza mayor.

Dentro de este grupo último hay un método histórico de caza del jabalí que se está intentando recuperar en lugares muy concretos y por cazadores espe-cializados, como es el caso del lanceo del jabalí desde el caballo, que se prac-ticó históricamente en los alrededores del Coto Doñana.

MonteríaExisten dos tipos de montería: la española y la de traílla.

La montería españolaLa montería tradicional es una modalidad genuinamente española de caza mayor en la que se trata de batir con perros una determinada extensión de


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terreno, denominada mancha, alrededor de la cual se encuentran los monteros ar-mados formando las armadas de cierre y/o traviesas y/o cortaderos y/o escapes. En el interior de la mancha se colocan también los monteros en las denominadas traviesas colocadas generalmente en caminos o lí-neas limpias de vegetación. Los perros van agrupados en rehalas o recovas conforma-das entre 16 y 40 perros (dependiendo de la comunidad autónoma) de rastro, de ladre y de agarre, y son dirigidos por un perrero o rehalero al que pueden acompañar otros batidores. Los batidores y perreros deben portar un chaleco de color amarillo, verde o naranja, llamativo y reflectante, para ser vi-sualizado desde lejos. Los batidores (con-ductores de rehala, monteros de traílla y otro personal auxiliar) no suelen portar ar-mas de fuego, pero en algunas comunida-des están permitidas. En la montería no está limitado el número de monteros, ni el de batidores, ni el de rehalas.


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Distintas formas de batir una mancha en montería española (Conde de Yebes). En función de cómo se suelten las rehalas resultan diferentes formas de realizar la montería. Puede haber más modalidades dependiendo del tipo de terreno y de las apetencias de los organizadores. Las clásicas del Conde de Yebes son:

Cuerda

(1)

(3) (4)

(2)

Cuerda

Cuerda

Fron

tera

Recu

la

Traviesa Traviesa

Traviesa Traviesa

Suelta de rehalas

Suelta de rehalas

Suelta de rehalasSuelta de

rehalas

Suelta de rehalas

Dirección de la hechada

Dirección

Direc. Direc.Tope

Dirección

Sopié

Sopié

Sopié

Dir

ección

(1) En un a sola dirección.(2) A tope.(3) Cruzada.(4) Dándole la vuelta.


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La montería de traíllaEs una modalidad propia de las comunidades del norte de España y se utiliza habitualmente para la caza del jabalí. Se bate el terreno con perros de rastro: sabuesos, grifones y azul de Gascuña, principalmente, atrailla-dos individualmente o por colleras y conducidos por un perrero. Los perros llegan hasta el jabalí encamado y lo levantan. Los monteros cierran la mancha y esperan en las salidas y pasos más habituales.

BatidaEs una montería menor utilizada normalmente para remitir daños de los cérvidos y jabalíes, incluso fuera de veda. En la batida el nú-mero máximo de monteros (puestos) no puede ser superior a trein-ta. Las rehalas también están habitualmente limitadas.

GanchoEs una modalidad de caza mayor en la que el número de cazadores debe ser igual o inferior a veinte. El núme-ro de cazadores y batidores no podrá ser superior a veinticinco y el número de perros no puede superar a una rehala.

Rececho (chanteo)El cazador con el aire a la cara y sin hacer ningún tipo de ruido va buscando a las reses en sus comederos ha-bituales para sorprenderlas desde una distancia posi-ble de tiro. Es una modalidad propia para la caza del corzo, el macho montés y el rebeco. También se caza a


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rececho el ciervo durante la berrea o brama, o el gamo en la ronca, aprovechando el celo de estos cérvidos. Suele hacerse por un solo cazador, que puede ir acompañado por los guías u otros colaboradores.

Aguardo o espera (acecho)El aguardo o acecho consiste en esperar a la res, habitual-mente jabalí, en las noches de luna en lugares de queren-cia como comederos o bañas, situándose el cazador del lado en el que no se echa el aire hacia el lugar donde espe-ra la llegada de la res. También se utiliza la modalidad para cazar lobos en los cebaderos. El aguardo se realiza al cre-púsculo en las parcelas donde habitualmente pastan los corzos y otros cérvidos, esperando apostado el cazador desde tiempo antes de la salida habitual de la res a la zona de comida.

Jabalí al salto o en manoEn alguna comunidad se permite la caza del jabalí al salto o en mano, en días hábiles durante el periodo para la caza menor, siempre que en el plan de ordenación cinegética del coto esté autorizada la modalidad y la especie. En esta modalidad de caza del jabalí el número de cazadores no podrá ser superior a cinco o seis, ni el total de perros supe-rior a seis.

Perros y lazos (en Mallorca para la cabra salvaje)La caza con perros y lazo de ejemplares asil-vestrados o híbridos de cabra mallorquina está permitida durante todo el año, sea cual sea la calificación cinegética de los terrenos, estando en posesión de la licencia de caza, con permiso del titular del coto si se trata de un coto de caza y del propietario en los otros casos. La modalidad tiene por objeto poder controlar las poblaciones híbridas en defen-sa del “boc” o cabra balear “fina” (Capra aera-grus cf. Hircus).

2.6. Métodos históricos de caza mayorAdemás de las modalidades anteriores, existen estas otras tradicionales que deberán practicarse, en el caso de que se autoricen, con las condiciones y limitaciones que reglamentariamente se establezcan. Ronda: modalidad con caballo y perros que se practicaba de noche en Extremadura en noches de luna. Vaqueo: se trataba de una espera al crepúsculo entre las zonas de encame y los comederos. Lanceo: modalidad que se practicaba con caballo y lanza o garrocha en el entorno del coto Doñana. Montería en tela cerrada: se cercaba con telas la parte del monte donde se habían detectado los jabalíes

ciervos y otras reses. Una vez cercados, se cerraba una parte interna más reducida donde estaban refugia-dos. Se mataban con ballesta o azcona. También se utilizaba una variedad, la montería de red con mangas en las que entraban los venados.


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Montería a buitrón: consistía en empujar al lobo, oso y otras especies de mayor hacía una zona que acaba-ba en una angostura en la que había una hoya o pozo al que caía la res. Lo mismo también se utilizaba la montería de alzapié, consistente en un lazo que se activaba cogiendo al lobo por la pata, a la vez que una vara flexible que levantaba al lobo colgado en el aire. El mismo sistema tenía las zarazas que eran anzuelos que enganchaban al lobo por la boca y le quedaban colgando de la vara elástica.

Montería de fuerza: sabuesos y monteros de tramo en tramo. Reclamos: también se cazaba acercando las piezas por medio de reclamos: – Cabra montesa se cazaba reclamando con la balitadera y también golpeando con una zapatilla. – Ciervo con brama (berreando); dos cazadores, uno brama y otro rececha. – Corzo con gamita (balido de hijo a madre). – Gamo con ronca (Tapándose nariz).


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Para cada especie cinegética, vamos a dar los métodos de caza más usua-les utilizados en la actualidad; también daremos para las piezas más tra-dicionales los métodos que se utilizaron históricamente con el objeto de ilustrar al futuro cazador. Para todas las piezas de caza menor orientare-mos sobre la carga y el perdigón más recomendable a utilizar en condicio-nes normales, y para las especies de caza mayor, la balística y el gramaje más apropiado. No se trata en ningún caso de una norma estricta, pues cada modalidad de caza, terreno, especie, época y tipo de cazador requieren una cartu-chería diferente.

Hay que tener en cuenta que la eficacia de un disparo depende de múltiples variables, pero principalmente de la puntería y la distancia a la que se efectúa el disparo, ya que los cartuchos que se fabrican actualmente son, con carácter general, suficientemente eficaces. La efectividad del disparo depende además de lo indicado, del choke del cañón, del modelo de cartucho, su carga y tipo de pólvora, tacos, calibre del perdigón y gramos de carga por cartucho.

Hay que considerar que la carga y perdigón que consideramos en cada caso es para hacer disparos a la distancia más habi-tual, entre veinte y sesenta metros. Para jugar con algunas variables es norma cargar las escopetas de dos cañones, ex-cepto para ojeos, con dos cartuchos diferentes utilizando el de menor carga, perdigón más ligero y menor choke para el pri-mer disparo y el más cargado y mayor choke para el segundo, porque habitualmente las piezas de caza huyen del cazador y

3. caza por especies. Armas y balística

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en cada momento siguiente están a más distancia. Cuando la caza se acerca al cazador, entrando al paso, ojeo, etc. entonces el planteamiento es al contrario y el disparo más fuerte debe hacerse el primero. Las escopetas semiautomáticas no permiten selección de disparo y salen los cartuchos en orden a como hayan sido carga-dos y con un choke único para todos ellos. Generalmente, las escopetas de dos cañones más utilizadas para caza menor suelen disponer de chokes de cuatro y dos estrellas (1/4 choke y ¾ full choke). Se puede jugar con diferentes posibilidades en las de chokes intercambiables. En las semiautomáticas con polichoke es costum-bre cazar con cuatro estrellas a principio de temporada, más tarde con tres estrellas y para cacerías de patos y en los casos de tener que disparar a distancias límites, se utilizan dos o una estrella (full choke). Para algunas cacerías de disparos a corta distancia se utiliza en las escopetas semiautomáticas el cañón cilíndrico.

Para la caza mayor la eficacia del disparo depende del punto de impacto, además de las características y di-mensiones de la bala utilizada.

Caza menor de pelo

Número de orden Nombre científicoNombre común

Castellano Otros idiomas

1 Oryctolagus cuniculus Conejo Gallego: Coelho bravo.

Vasco: Mendi untxia.

Catalán: Conill.

Portugués: Coelho bravo.

Francés: Lapin.

Italiano: Coniglio selvatico.

Alemán: Wildkaninchen.

Inglés: Rabbit.

Caza por especies. Armas y balística

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2 Lepus granatensis Liebre ibérica Gallego: Lebre.

Vasco: Erbia.

Catalán: Llebre.

Portugués: Lebre.

Francés: Lièvre.

Italiano: Lepre.

Alemán: Hase.

Inglés: Hare.

3 Lepus europaeus Liebre europea Gallego: –.

Vasco: Erbi europarra.

Catalán: Llebre europea.

Portugués: Lebre europeia.

Francés: Lièvre d’Europe.

Italiano: –.

Alemán: Feldhase.

Inglés: European hare.

4 Lepus castroviejoi Liebre de piornal Gallego: –.

Vasco: –.

Catalán: –.

Portugués: –.

Francés: Lièvre cantabrique.

Italiano: –.

Alemán: Castroviejo hase.

Inglés: Broom hare.




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5 Vulpes vulpes Zorro Gallego: Raposo/Xau.

Vasco: Azeri arrunta.

Catalán: Guineu.

Portugués: Raposo/Raposa.

Francés: Renard.

Italiano: Vulpe.

Alemán: Rotfuchs.

Inglés: Red fox.

6* (Atlantoxerus getulus) Ardilla moruna Gallego: –.

Vasco: –.

Catalán: Esquirol africà.

Portugués: –.

Francés: Ecureuil de Barbarie.

Italiano: –.

Alemán: Atlashörnchen.

Inglés: Barbary ground squirrel.

* Sólo Fuerteventura y Gran Canaria.



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Caza menor de pluma

N.º de orden Nombre científicoNombre común


7 Alectoris rufa Perdiz roja Gallego: Perdiz rubia.

Catalán: Perdiu roja.

Vasco: Eper gorria.

Portugués: Perdiz.

Francés: Perdrix rouge.

Inglés: Red-legged partridge.

Italiano: Pernice rossa.

Alemán: Rothuhn.

7-bis* Alectorix barbara Perdiz moruna Gallego: Perdiz moura.

Catalán: Perdiu d’Àfrica.

Vasco: Eper afrikarra.

Portugués: –.

Francés: –.

Italiano: –.

Alemán: –.

Inglés: Barbary partridge.

Árabe: Hejel.


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8§** Perdix perdix Perdiz pardilla Gallego: Charrela/Perdiz charra.

Catalán: Perdiu xerra.

Vasco: Eper grisa.

Portugués: Charrela/Perdiz cinzenta.

Francés: Perdrix grise.

Italiano: Starna.

Alemán: Rebhuhn.

Inglés: Grey partridge.

9 Coturnix coturnix Codorniz Gallego: Paspallás.

Catalán: Guatlla.

Vasco: Galeperra.

Portugués: Codorniz.

Francés: Caille des blés.

Italiano: Quaglia.

Alemán: Wachtel.

Inglés: Common quail.

10 Phasianus colchicus Faisán Gallego: Faisán.

Catalán: Faisá.

Vasco: Faisai.

Portugués: Faisâo.

Francés: Faisan de Colchide.

Italiano: Fagiano.

Alemán: Fasan.

Inglés: Ring-necked pheasant.

Número de

ordenNombre científico

Nombre común



51

11 Scolopax rusticola Becada Gallego: Arcea.

Vasco: Oilagorra.

Catalán: Becada.

Portugués: Galinhola.

Francés: Bécasse des bois.

Italiano: Beccaccia.

Alemán: Waldschnepfe.

Inglés: Woodcock.

12 Streptopelia turtur Tórtola común Gallego: Rula común.

Vasco: Usapala.

Catalán: Tórtora vulgar.

Portugal: Rôla brava.

Francés: Tourterelle des bois.

Italiano: Tortora.

Alemán: Turteltaube.

Inglés: Turtle dove.

13** Streptopelia decaocto Tórtola turca Gallego: Rula turca.

Vasco: Usapal turkiara.

Catalán: Tórtora turca.

Portugués: Rôla turca.

Francés: Tourterelle turque.

Italiano: Tortora dal collare orientale.

Alemán: Türkentaube.

Inglés: Collared dove.

Número de


Nombre común



52

14 Columba palumbus Paloma torcaz Gallego: Pombo torcaz.

Catalán: Tudó.

Vasco: Pagausoa.

Portugués: Pombo torquaz.

Francés: Pigeon ramier.

Italiano: Colombaccio.

Alemán: Ringeltaube.

Inglés: Woodpigeon.

15 Columba livia Paloma bravía Gallego: Pomba das rochas.

Vasco: Haitz-usoa.

Catalán: Colom roquer.

Portugués: Pombo das rochas.

Francés: Pigeon biset.

Inglés: Rock dove.

Italiano: Piccione selvatico.

Alemán: Felsentaube.

16 Columba oenas Paloma zurita Gallego: Pombo pequeno.

Vasco: Txoloma.

Catalán: Xixella.

Portugués: Pombo bravo.

Francés: Pigeon colombin.

Italiano: Colombella.

Alemán: Hohltaube.

Inglés: Stock dove.

Número de


Nombre común



53

17 Sturnus vulgaris Estornino pinto Gallego: Estorniño pinto.

Catalán: Estornell vulgar.

Vasco: Araba zozo pikarta.

Portugués: Estorninho malhado.

Francés: Étourneau sansonnet/Étourneau

vulgaire.

Inglés: Common starling.

Italiano: Storno.

Alemán: Star.

18 Turdus philomelos Zorzal común Gallego: Tordo común.

Vasco: Birigarro arrunta.

Catalán: Tord comú.

Portugués: Tordo comum.

Francés: Grive musicienne/Lutrogne.

Italiano: Tordo bottaccio/Griva/Marvizza.

Alemán: Singdrossel.

Inglés: Song thrush.

19 Turdus viscivorus Zorzal charlo Gallego: Tordo charlo.

Vasco: Garraztarroa.

Catalán: Griva.

Portugués: Tordeia.

Francés: Grive draine.

Italiano: Tordela/Dresa/Garluda.

Alemán: Misteldrossel.

Inglés: Mistle thrush.

Número de


Nombre común



54

20 Turdus iliacus Zorzal alirrojo Gallego: Tordo malvís.

Vasco: Birigarro txikia.

Catalán: Tord ala-roig.

Portugués: Tordo ruivo/Tordo pisco.

Francés: Grive mauvis/Merle mauvis.

Italiano: Tordo sassello/Grivetta/Marvizzola.

Alemán: Rotdrossel.

Inglés: Redwing.

21 Turdus pilaris Zorzal real Gallego: Tordo real.

Vasco: Durdula.

Catalán: Griva cerdana.

Portugués: Tordo zornal.

Francés: Grive litorne/Merle litorne.

Italiano: Cesena/Cesecchia/Viscarda.

Alemán: Wacholderdrossel.

Inglés: Fieldfare.

22 Pica pica Urraca Gallego: Pega.

Vasco: Mika.

Catalán: Garsa.

Portugués: Pega rabuda.

Francés: Pie bavarde/Couette.

Italiano: Gazza.

Alemán: Elster.

Inglés: Magpie.

Número de


Nombre común



55

23** Corvus monedula Grajilla Gallego: Gralla pequena/Corvo cereixeiro.

Vasco: Bele txikia.

Catalán: Gralla.

Portugués: Cuneta/Gralha de nuca cinzenta.

Francés: Choucas des tours/Couette.

Italiano: Taccola.

Alemán: Dohle/Tule.

Inglés: Eurasian jackdaw/Daw.

24 Corvus corone Corneja Gallego: Corvo pequeno.

Vasco: Belabeltza.

Catalán: Cornella negra.

Portugués: Gralha preta.

Francés: Corneille noire/Corvine/Graille/

Graillat.

Italiano: Cornacchia nera.

Alemán: Rabenkrähe.

Inglés: Carrion crow (las negras)/Hooded crow

(las cornejas cenicientas).

§Subespecie ibérica (Perdix perdix hispaniensis).

**Sólo Cataluña.

***Sólo algunas CCAA.

Número de


Nombre común


56


Acuáticas



25 Anser anser Ansar común Gallego: Ánsar.

Vasco: Antzarahankagorrizta.

Catalán: Oca.

Portugués: Ganso bravo común.

Francés: Oiecendrée.

Italiano: Oca selvatica.

Alemán: Graugans.

Inglés: Greylag goose.

26 Anas platyrhynchos Ánade real Gallego: Alavanco real.

Vasco: Basahatea.

Catalán: Àneccollverd.

Portugués: Pato-real.

Francés: Canard col-vert.

Italiano: Germano reale.

Alemán: Stockente.

Inglés: Mallard.


57

27 Anas strepera Ánade friso Gallego: Pato cincento/Pato frisado.

Vasco: Ipar-ahatea.

Catalán: Ànecgriset.

Portugués: Frisada.

Francés: Canard chipeau/Chipeaubruyant.

Italiano: Canapiglia.

Alemán: Schnatterente.

Inglés: Gadwall.

28 Anas penelope Ánade silbón Gallego: Pato cincento/Pato frisado.

Vasco: Ahatetxistularia.

Catalán: Ànecxiulador.

Portugués: Piadeira.

Francés: Canard siffleur.

Italiano: Fischione.

Alemán: Pfeifente.

Inglés: Wigeon.

29 Anas clypeata Pato cuchara Gallego: Cullerete.

Vasco: Ahatemokozabala.

Catalán: Àneccullerot.

Portugués: Pato trombeteiro.

Francés: Canard souchet/Canard cuyer.

Italiano: Mestolone.

Alemán: Löffelente.

Inglés: Northemshoveler.




58

30 Anas crecca Cerceta común Gallego: Cerceta común.

Vasco: Zertzetaarrunta.

Catalán: Xarxetcomú.

Portugués: Marrequinho.

Francés: Sarcelled’hiver/Trufleur.

Italiano: Alzavola.

Alemán: Krickente.

Inglés: Commonteal.

31 Netta rufina Pato colorado Gallego: Pato rubio.

Vasco: Ahategorrizta.

Catalán: Xibec/Anecbecbermell/Branteroussatre.

Portugués: Pato de bicovermelho.

Francés: Netterousse.

Italiano: Fischione turco.

Alemán: Kolbenente.

Inglés: Red crestedpochard/Red crestedduck.

32 Aythya ferina Porrón común Gallego: Pato chupón/Cenizo.

Vasco: Murgilariarrunta/Murgilarihandia.

Catalán: Morell de caproig.

Portugués: Zarrocomum.

Francés: Fuligulemilouin/Piletcheindré.

Italiano: Moriglione.

Alemán: Tafelente.

Inglés: Commonpochard.




59

33 Aythya fuligula Porrón moñudo Gallego: Pato cristado/Pato pinto/Chupón de moño.

Vasco: Murgilarimottoduna.

Catalán: Morell de plomall.

Portugués: Negrinha.

Francés: Fuligulemorillon.

Italiano: Moretta.

Alemán: Reiherente.

Inglés: Tufted duck/Tufted pochard.

34 Anas acuta Ánade rabudo Gallego: Ánade rabudo.

Vasco: Rabudo-a ahatea.

Catalán: Ànec.

Portugués: Pintail.

Francés: Canard pilet.

Italiano: Codone.

Alemán: Spiebente.

Inglés: Northern Pintail y Pintail.

35 Fulica atra Focha común Gallego: Demo negro/Galiñola negra/Galiñamariña.

Vasco: Kopetazuriarrunta/Nagusi.

Catalán: Fotja vulgar.

Portugués: Galeirao.

Francés: Foulquemacroule/Berlaude.

Italiano: Folaga.

Alemán: Blässhuhn.

Inglés: Common coot/Eurasian coot.




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36 Vanellus vanellus Avefría Gallego: Galo de braña.

Vasco: Hegabera.

Catalán: Fredeluga.

Portugués: Avefría / Galispo / Abecuinha.

Francés: Vanneauhuppé/Auvergne/Overgne/Dix-huit.

Italiano: Pavoncella.

Alemán: Kiebitz.

Inglés: Northernlapwing.

37 Gallinago gallinago Agachadiza

común

Gallego: Becacina común.

Vasco: Istingorarrunta.

Catalán: Bequet/Becadellcomú.

Portugués: Narceja.

Francés: Bécassine des marais.

Italiano: Beccaccino/Beccassin/Pizzacra.

Alemán: Bekassine.

Inglés: Snipe.

38 Lymnocriptes minimus Agachadiza chica Gallego: Becacina/Arciucha/Aganchón/Achanchador.

Vasco: Istingortxikia.

Catalán: Bequet y becadell.

Portugués: Narceja.

Francés: Bécassinesourde/Bécot.

Italiano: Frullino.

Alemán: Zwergschnepfe.

Inglés: Jack snipe.




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39* Gallinula chloropus Polla de agua Gallego: –.

Vasco: –.

Catalán: –.

Portugués: Galinha-dàgua-comun.

Francés: Gallinule poule dèau.

Italiano: Gallinella dàcqua.

Alemán: Teichralle.

Inglés: Common Moorhen.

40* Larus michahellis Gaviota

patiamarilla

Gallego: Gaivota patiamarela.

Vasco: Kaio hankahori.

Catalán: Gavià argentat.

Portugués: Gaviota-de-patas-amarelas.

Francés: Goéland leucophée.

Italiano: Gabbiano reale.

Alemán: Silbermöwe.

Inglés: Yellow-legged Gull.

40-bis* Larus ridibundus Gaviota reidora Gallego: Gaivota chorona.

Vasco: Antxeta mokogorri.

Catalán: Gavina comuna.

Portugués: Guincho.

Francés: Mouette rieuse.

Italiano: Gabbiano comune.

Alemán: Lachmöwe.

Inglés: Black-headed gull.

* Sólo algunas CCAA.




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Caza mayorNúmero de


Nombre común


41 Cervus elaphus Ciervo Gallego: Cervo.

Vasco: Oreina.

Catalán: Cèrvol.

Portugués: Veádo.

Francés: Cerf.

Italiano: cervi.

Alemán: Rothirsch.

Inglés: Red deer.

42 Dama dama Gamo Gallego: Gamo.

Vasco: Adartzabala.

Catalán: Daina.

Portugués: Corsa.

Francés: Daim.

Italiano: Gamo.

Alemán: Damwildes.

Inglés: Fallow deer.


63

43 Capreolus capreolus Corzo Gallego: Corzo.

Vasco: Orkatza.

Catalán: Cabriol.

Portugués: Corço.

Francés: Chevreuil.

Italiano: Capriolo.

Alemán: Reh.

Inglés: Roe deer.

44 Rupicapra rupicapra Rebeco Gallego: Rebezo.

Vasco: Sarrioa.

Catalán: Isard.

Portugués: Camurça.

Francés: Isard.

Italiano: Camoscio alpino.

Alemán: Gemse.

Inglés: Chamois.

45 Capra pyrenaica Cabra montés Gallego: Hirco/Craba brava.

Vasco: Basahuntza.

Catalán: Cabra salvatge.

Portugués: Cabra-montez.

Francés: Bouquetin iberique.

Italiano: Capra di montagna.

Alemán: Iberischer Steinboc.

Inglés: Iberian wild goat.

Número de


Nombre común



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46 Ovis mussimon Muflón Gallego: Gamo.

Vasco: Mufloia.

Catalán: Mufló.

Portugués: Muflon.

Francés: Moufflon.

Italiano: Muflone.

Alemán: Mufflon.

Inglés: Moufflon/Wild sheep.

47 Sus scrofa Jabalí Gallego: Porco bravo.

Vasco: Basurdea.

Catalán: Senglar.

Portugués: Javalí.

Francés: Sanglier.

Italiano: Cinghiale.

Alemán: Wildschwein.

Inglés: Wildboar.

48* Canis lupus Lobo Gallego: Lobo.

Vasco: Otsoa.

Catalán: Llop.

Portugués: Lobo.

Francés: Loup.

Italiano: Lupo.

Alemán: Wolf.

Inglés: Wolf.

Número de


Nombre común



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49** Ammotragus lervia Arruí Gallego: Arrui

Vasco: Arrui-a

Catalán: Barbary

Portugués: Arrui.

Francés: Arrui.

Italiano: Barberia.

Alemán: Barbary.

Inglés: Arrui.

50*** Capra aeragrus cf. Hircus Cabra Balear (Boc) Gallego: Cabra balear.

Vasco: Ahuntz balearra.

Catalán: Cabra de balears/Boc mallorquí.

Portugués: Cabra de Baleares.

Francés: Chèvre des Baléares.

Italiano: Baleari capra.

Alemán: Balearen-ziege.

Inglés: Balearic goat/Balearean Boc.

* Sólo al Norte del Duero.** Sólo algunas CCAA.*** Sólo Baleares.

3.1. Especies de caza en EspañaEspecies cinegéticas son aquellas que vienen definidas como tales en las leyes de caza autonómica porque se encuentran con un estatus poblacional, distribución e índice de crecimiento favorable, disponen de apetencia venatoria e interés para los cazadores y no requieren de ningún supuesto de protección especial. También se consideran aquellas que por su incidencia sobre las otras especies, la agricultura, la ganadería y las personas, requieren ser controladas, aunque no dispongan de interés para los cazadores (ardilla moruna, gaviotas, etc.).

Número de


Nombre común



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La caza sólo podrá realizarse sobre las especies que determinen las comunidades autónomas, declaración que en ningún caso podrá afectar a las especies incluidas en el Listado de Especies en Régimen de Protección Es-pecial, a que se refiere la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, o a las prohibidas por la Unión Europea.

Las especies cazables son aquellas entre las cinegéticas que han sido definidas como tales por las leyes de caza autonómicas y cada año son autorizadas por la comunidad autónoma afecta, a través de la orden anual de caza. La condición para incluir a las especies en la orden anual de caza es que puedan soportar la extracción de ejemplares y sea su aprovechamiento sostenible. En determinadas circunstancias y necesidades de control, las administraciones competentes, excepcionalmente, pueden incluir como cazables especies que no estén entre las cinegéticas.

3.2. Especies de caza menor (40 especies)

3.2.1. Especies de caza menor de pelo (6 especies)1. Conejo (Oryctolagus cuniculus)Modalidades y métodos de caza

El conejo es la especie que ha soportado más jornadas de caza, incluso en estos momentos de precariedad. Es una caza muy apropiada para cazadores veteranos, pues no re-quiere grandes esfuerzos físicos y, además, es para la ma-yoría la especie más recordada. Intentar sorprender a los conejos, cuando toman los primeros o los últimos rayos de sol del día a la boca del vivar, es la forma de cazar, especie de rececho, que se practicó toda la vida, sin necesidad de perro, por la mayoría de los cazadores de los pueblos. El tiro más que complicado es rápido, “a tenazón”, se dice en el argot venatorio.


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Con hurón y podencos –canarios e ibicencos– es una modalidad insular ancestral que se realiza sin armas de fuego. En Baleares se permiten ocho perros en una modalidad muy espectacular donde compiten un conejo y un número de perros. En Canarias se caza con la ayuda de hurones para que desalojen a los conejos de las huras o piedras volcánicas y estos perros especialistas les capturan a la salida. La red no se permite en Cana-rias. En la modalidad de caza con perro y garrote, que se practica en el País Valenciano, el cazador se ayuda de la garrota o regatón para moverse y parar o rematar al conejo cuando sea necesario. Se autoriza en época de descaste, julio y agosto, previamente a la media veda.

Los métodos actuales para la caza del conejo son los autorizados durante el Periodo Hábil y los permitidos durante el descaste.

Durante el periodo hábil: se permite habitualmente el uso de: – Escopeta: espera, mano, batida, etc. Los métodos habituales de caza de conejo con escopeta, tales como: la

caza a la espera, la caza al salto o a rabo y la caza en mano, en sus diferentes modalidades, son procedimien-tos descritos, que coinciden con los del mismo nombre para otras especies. La modalidad más recomenda-ble para cazar conejos de manera deportiva y eficaz es la caza a rabo: con perro. Más éxito suele tener la caza en mano, participando cada cazador con su perro. Es bueno recomendar mucha precaución durante estas modalidades de caza porque el conejo no tiene ruta segura y zigzaguea entre los perros, los pies del cazador y el matorral. Quien no logre reportarse y dispare, sin tener a los compañeros y al perro visualmen-te controlados, puede producir fácilmente un siniestro. La caza en mano permite formas muy efectivas de cazar conejos cuando se practican las modalidades de manos encontradas y las batidas hacia una limpia o hacia los bardos. Las precauciones en estas modalidades también deben ser extremas.

La carga y el perdigón suelen ser pequeños dado que al conejo, con carácter general, se le dispara muy cerca. Se utilizan 30 o 32 g y perdigón variado entre 10.ª a 7.ª dependiendo de la época y las característi-cas del cazadero.

– Perros: los métodos de caza con perros, habitualmente podencos, descritos seguidamente entre los mé-todos históricos, se podrían autorizar en otras comunidades, aunque no son métodos habituales.

Descaste: cuando la caza es por daños, para cazar conejos para descaste se permiten estos métodos espe-cíficos, además de todas las modalidades y métodos autorizados durante el periodo hábil. Algunas de estas modalidades requieren además una autorización específica.

– Hurón y capillo. – Cercas-trampa. – Escopeta.


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Para el descaste del conejo se permite cazar, con hurón y red o capillo, para captura en vivo y traslado (tras-locación) así como las capturas con cercas trampa. El hurón tiene varias modalidades muy versátiles de caza; su función es expulsar al conejo de la madriguera y fuera le espera la red, o la escopeta, o la rapaz amaestrada, o el arquero con la flecha, o los podencos, o la garrota. La modalidad de caza de hurón y esco-peta se conoce en el argot venatorio como “a toro suelto”.

Métodos históricos para la caza del conejo

Cepos: la caza de conejos por ceperos especializados ha sido un método habitual para el descaste en montes tradicionales hasta que el reglamento de la CEE prohibió a partir del 1 de enero de 1995 el uso de cepos en la UE.

Al chillo: la caza al chillo se hacía con un instrumento formado por una laminilla que vibra y produce un chillido similar al que emite el conejo. Ante ese sonido, aislado, producido cada cuatro o cinco mi-nutos, los conejos se acercan a ver que ocurre. El toque continuo del chillo espanta al conejo, aunque atrae al zorro.

Con hurón y capillo: es un método que se mantiene actualmente y consiste en meter el hurón en el bardo y colocar redes en cada boca para que los conejos se empeloten al huir.

Alegro: era un método muy divertido en el que colaboraba una rehala compuesta por tres tipos de perros: los “zarzaleros” que arrancaban al conejo que busca agarbarse entre zarzas y matas; los poden-cos, diestros en seguir y cazar al conejo, latiendo durante la persecución; y los quitadores que arreba-tan el conejo de la boca al podenco –antes de que éste se lo coma o lo destroce– y se lo entrega al cazador. Unas veces se acompañaba a la rehala con escopeta, con lo que las capturas aumentaban, y otras se hacía la tapa, que es un procedimiento utilizado toda la vida en los pueblos y que consiste en taponar las huras a un metro del exterior. Los conejos entran en la boca que ha sido cerrada previa-mente y se quedan a menos de un metro de la salida, sin poder penetrar, y allí se les captura a mano.

Con perros y red vertical: era un ojeo, en el que se empujaba a los conejos hacia una zona del monte alrededor de la cual se habían colocado en los pasos de los conejos unas redes de un metro por un metro, aproximadamente, colgadas verticalmente de unos palos y dispuestas para que el conejo se empelote en ellas al huir de los perros.

Las modalidades históricas de caza con perro son similares a las actuales de hurón y podencos -canarios e ibicencos- que es una modalidad insular ancestral que se realiza sin armas de fuego.


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2. Liebre ibérica (Lepus granatensis)Modalidades y métodos de caza

Los métodos actuales para la caza de la Liebre Ibérica son los autorizados durante el Periodo Hábil y los per-mitidos durante el descaste.

• Durante el periodo hábil se permite habitualmente el uso de: – Galgo. – Escopeta en las modalidades de al salto, a rabo y en mano. – Sabuesos y otros perros de rastro. – Cetrería.

La liebre se caza normalmente con los dos procedimientos de galgo y de escopeta, aunque últimamente se captura también con perros de rastro y por medio de aves de cetrería.

El método más clásico es la caza de la liebre con galgo. Las comunidades autónomas fijan el número de galgos a soltar por carrera para la caza de liebre con galgo. Los galgueros van a pie o a caballo haciendo levantarse a la liebre amagada que es perseguida a la carrera por los galgos soltados.

La caza de la liebre con escopeta se puede hacer al salto, y más corrientemente a rabo con perro de muestra; pero, sobre todo, se caza en mano con la conjunción de varios cazadores con sus perros. Aunque son contados los prac-ticantes, también levanta gran pasión la caza de liebre con sabuesos y otros perros de rastro y escopeta. Los pe-rros siguen a la liebre por medio del monte y a través del latir más o menos intenso del perro, el cazador conoce lo que está ocurriendo en la espesura y la trayectoria de la liebre que entrizada por los perros se ve obligada a pasar a


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la vera de la escopeta. El perdigón más utilizado es el de 6ª y 7ª, carga de 34 o 36 gramos dependiendo en ambos casos del tipo de terreno y la época del año.

También es minoritaria, pero apasionante, la caza con azor y otras aves cetreras, apoyadas con perro de muestra. Últimamente, los arqueros están intentando “el más difícil todavía” en una modalidad ancestral de caza con arco.

Descaste: cuando la caza es por daños para descaste de liebres se permiten todos los métodos autorizados durante el periodo hábil, además de estos métodos específicos:

– Ojeo hacia una red: para el ojeo hacia una red varios batidores espantan a las liebres que suelen dirigirse hacia el lugar de perdedero donde hay una red de doscientos o trescientos metros de larga y un metro o dos de altura colocada verticalmente y poco tensa. Las liebres asustadas por los batidores se empelotan contra la red y los cazadores camuflados ce

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