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  • Museografa mexicana contempornea

    Rodrigo Witker Barra. Acadmico de la BUAP

    Seminario Permanente de Museologa de Amrica Latina, ENCRYM, Mxico, octubre de

    2011.

    Cuando hablamos de las prcticas museogrficas en Mxico, de sus convergencias y divergencias,

    si no tenemos claro lo que significan y qu las definen y caracterizan, estamos cometiendo un

    error ya que posiblemente estemos queriendo comparar o utilizar elementos que no

    necesariamente nos van a dar claridad respecto de lo que necesitamos comprender. Y cuando

    hablamos de los retos espaciales y discursivos a los que se enfrenta la museografa, todos estos

    temas para los cuales nos convoca a discutir este seminario, tambin nos daremos cuenta de que

    debemos definir si estamos hablando de museografa en el sentido prctico del trmino o, dentro

    de las definiciones que actualmente se estn dando a nivel internacional, por ejemplo de

    museologa aplicada o, si en realidad existe otra manera de caracterizarla, ser indispensable y

    clave para abordar esta tarea.

    Panorama nacional

    Ser necesario entonces, hacer una especie de recuento del panorama en el cual nos insertamos,

    el cual estamos viviendo, en el cual participamos y el que ayudamos a impulsar, para tener un

    punto de partida.

    Una primera aproximacin que nos permite saber lo que pasa con la infraestructura museogrfica

    en Mxico la obtenemos cuando nos hacemos la siguiente pregunta: sabemos cuntos museos

    tenemos en el pas? Responderla implica por un lado constatar que la informacin que poseemos

    es escasa y muchas de las veces incompleta y, por lo tanto, poco confiable y, por otro percatarnos

    que la museografa como disciplina no nicamente est acotada por el hecho de resolver

    museogrficamente sobre un espacio dado, sino que tambin tiene que ver con el contexto donde

    se ejecuta la museografa. Cuando se hace museografa, cuando se disean y planean

    exposiciones y museos, la mayora de las veces la concentracin se enfoca en los componentes

    propios de la narracin museogrfica y se olvida considerar y estimar las perspectivas y el soporte

    contextual sobre el que estamos trabajando.

    Hacer museografa no tiene que ver, como se piensa generalmente, con resolver un espacio dado,

    sino que al mismo tiempo involucra la imperiosa necesidad de registrar y documentar dichos

    procesos.

    En Mxico, segn el Sistema de Informacin Cultural (SIC) del Consejo Nacional para la Cultura y

    las Artes (CNCA), nuestra infraestructura musestica se compone, hasta 2010, de 1245 museos,

    pero cuando sometemos este dato a preguntas como son suficientes?, tienen calidad?, cuntos

  • nos hacen falta?, debemos reconocer que no sabemos porque no hemos reflexionado sobre cules

    son los parmetros para medir, qu se debe medir? cuntos museos son necesarios? cul es la

    presencia y la distribucin que a nivel geogrfico deben tener?.

    Uno de los datos interesantes que nos arroja este primer nmero establece que para una

    poblacin total de 103 millones, segn el censo de 2010, existe un museo por cada 82,000

    habitantes. Esto significa que aun tenemos un reto amplio, enorme que debemos comenzar a

    enfrentar independientemente de la calidad y la especificidad de la museografa que estamos

    realizando.

    Esto nos lleva a retomar la interrogante los 1245 museos existentes son suficientes?, cuntos

    ms son necesarios? de qu tipo?, cules son las tipologas que estamos generando e

    impulsando? quin hace la clasificacin de los museos existentes?

    Los que vivimos en el mbito de los museos somos quienes podemos definirlos y caracterizarlos

    pero no necesariamente somos quienes los registramos y documentamos, ni siquiera somos

    consultados, esto supone un grave error en la muestra con la que el sistema estatal registra su

    infraestructura musestica. No existe un criterio comn de registro, deben ser registrados por

    ubicacin, tamao, temtica? Las categoras para registrar, por ejemplo, los museos de arte son

    tan amplias y dispares que al mismo tiempo puede estar considerando arte colonial, popular,

    moderno, contemporneo, religioso, etc. Este simple dato demuestra la complejidad del proceso

    que refleja errores en las posibles lecturas.

  • Cuando hablamos de museo, a qu nos referimos?, si hablamos de dimensiones, a un espacio de

    mil metros?, de cuatro mil metros de cinco mil metros cuadrados? Independientemente de la

    necesidad o de las caractersticas espaciales, un museo tipo debe tener necesariamente

    acervo?, por lo tanto debe tener y generar investigacin?, por consecuencia debe tener

    investigadores de planta?, o basta con ser simplemente un espacio de exposicin?, deberamos

    registrar su ubicacin, su coleccin, su dependencia?, el ao de creacin o de reestructuracin?.

    Esto nos lleva a considerar que cuando hacemos museografa no nos ponemos a reflexionar qu

    estamos aportando, cmo estamos impactando? Y cmo estamos modificando o no a la

    infraestructura musestica del pas?

    Dejando a un lado lo anecdtico, lo ms grave de esto es constatar el hecho de que tenemos

    escasa y poco actualizada la informacin bsica que nos permita disear, proponer o recomponer

    las polticas culturales al respecto.

    No obstante, un dato a todas luces interesante, es el constatar el panorama de temticas, reas de

    conocimiento y estudio patrimonial que conforman nuestra infraestructura musestica nacional

    hasta 2011 que podemos obtener cuando revisamos dentro los 1245 museos existentes segn el

    SIC. Museos de: antropologa 45%, arte 16%, historia 9%, ciencia y tecnologa 10%, arqueologa 8%

    y un 12% de tipologa diversa que segn el registro corresponde a temas deferentes a los

    comentados.

  • Este diagrama ofrece un primer panorama que constantemente est girando y cambiando pero, lo

    ms difcil de todo es que nos sabemos hacia donde debe girar, qu se debe priorizar o reforzar.

    Ante la imposibilidad de poder hacer un registro y anlisis detallado de todo lo que ocurre a nivel

    nacional, la propuesta del presente trabajo consiste en tomar una muestra representativa de lo

    que ocurre en el norte del pas para, a partir de ella formarnos un panorama del contexto general.

    Lo que est ocurriendo con los museos del norte del pas es representativo ya que en esa zona se

    ha dado un crecimiento sostenido y rotundo que impacta en la cartografa musestica del pas.

    Si consideramos que la mayor parte de los 1245 museos se concentran en el centro del pas,

    especficamente en el DF, el 10%, o sea, 152 museos, significa que la redistribucin del resto de la

    oferta musestica se ubica, el 55% del centro hacia el sur y el 35% del centro hacia el norte del pas.

    Hasta 2005 en el norte del pas existan aproximadamente 373 museos que para 2011 llegan a ser

    390, lo que implica un crecimiento de 21 nuevos museos (para ello he considerado que el museo

    tipo tiene de 1500m2 hacia arriba y genera un impacto rotundo en la oferta musestica de la

    regin en la que se aloja), cabe aclarar que no se consideran ni remodelaciones y

    reestructuraciones.

    Estos datos nos muestran por ejemplo estados del norte con mayor crecimiento en los ltimos

    aos, como son Nuevo Len, Chihuahua y Durango con 50 museos, San Luis Potos y Coahuila con

    40 y nos permite, al mismo tiempo constatar estados que se han quedado rezagados y que

    necesitan incrementar su infraestructura, como Nayarit y Baja California Sur. El problema sigue

    siendo el desconocimiento del parmetro y la medida mnima que debe ser la adecuada y

    necesaria.

  • Ahora, de los 21 nuevos museos creados en estos ltimos cinco aos, cul es la tendencia?.

    Encontramos que hay 10 nuevos museos de historia, 9 de ciencia y tecnologa y 2 de arte. Esto nos

    deja que ver que, por diversos motivos, polticos, coyunturales, principalmente, son estos los dos

    tipos de museos que han predominado en la escena musestica del norte del pas. Esto significa

    que los discursos que imperan rotundamente en la museologa mexicana de los ltimos aos son

    el discurso de lo interactivo de los museos de ciencia y tecnologa, y el discurso de la historia.

    Zigzag, Museo Interactivo, Zacatecas, 2005; Museo del Acero, Horno 3, Monterrey, NL, 2007;

    Laberinto de las Ciencias, San Luis Potos, 2008; Trompo, Museo Interactivo, 2009; Bebeleche,

    Museo Interactivo, 2009; Museo El Giroscopio, Saltillo, Coah., 2009; Museo Interactivo Colibr,

    San Luis Potos, 2009; Papalote verde, Monterrey, NL, 2012 y La Rodadora, Museo interactivo,

    Ciudad Jurez, Chih, 2012.

    Los museos de ciencia y

    tecnologa creados desde 2005 a

    la fecha en el norte del pas, ms

    los que se proponen para 2012,

    son 9 mismos que vienen a

    incrementar de manera rotunda

    y contundente la oferta

    existente que comprende a 127

    museos a lo largo del pas segn

    la AMMCYT (Asociacin

    Mexicana de Museos de Ciencia

    y Tecnologa).

  • Este tipo de museo es importante no solo por el crecimiento que est experimentando sino que

    tambin por la propuesta educativa de sus exposiciones as como por su arquitectura. O sea, este

    tipo de museo ya no se est preocupando nicamente por lo que ocurre dentro del espacio

    musestico sino que adems est proponiendo nuevas formas de entenderse y de proyectarse,

    precisamente a travs de sus formas y volmenes.

    Bebeleche, Museo Interactivo, Durango, 2008,

    Laberinto de las Ciencias, SLP, 2008 Trompo, Museo Interactivo, Tijuana, 2009

    Su arquitectura se caracteriza por grandes dimensiones, desde 2,500m2 en adelante y con una

    presencia slida y muy particularizada en el contexto urbano, generando formas nuevas de

    relacionarse con el medio ambiente que llegan incluso a proponer estructuras autosuficientes en

    manejo de energa de sus instalaciones, como lo puede ser Papalote Verde en Monterrey que se

    proyecta, por ejemplo, de manera subterrnea, desarrollado varios metros bajo la superficie.

  • Papalote Verde, proyectado para 2012 en Monterrey, NL.

    El discurso expositivo de lo interactivo se sustenta en el aprendizaje significativo, para lo cual se le

    ofrece, bsicamente como una serie de estrategias de enseanza. La museografa entonces, debe

    permitir la participacin, el involucrarse, el descubrir.

    Bebeleche, Durango, 2008.

    Los discursos y las instalaciones giran en torno al visitante, no a las colecciones, al visitante se le

    estudia desde todos los ngulos, no se les supone como sucede generalmente en otro tipos de

    La Rodadora, proyectado para 2012

    en Ciudad Jurez.

    Bebeleche, Durango, 2008.

  • museos, lo que da como resultado una desritualizacin de la solemnidad de los discursos. Las

    premisas se transforman en: No mire, toque. No puede ser pasivo.

    Laberinto de las Ciencias, San Luis Potos, 2008

    Trompo, Museo interactivo, Tijuana, 2009

    La segunda tipologa desarrollada y que acontece de forma rotunda en el mbito de los museos en

    los ltimos aos, es la historia, fomentada en gran medida por circunstancias coyunturales

    sustentada principalmente en los festejos conmemorativos del bicentenario de la Independencia y

    centenario de la Revolucin Mexicana. Cabe hacer la mencin que en esta muestra encontramos

    dos casos que refieren a museos de arte, pero su expresin es tan reducida que por lo mismo es

    hasta alarmante.

  • Revisando los proyectos desarrollados nos encontramos con elementos determinantes como el

    que el discurso de la historia se est teniendo que adaptar y condicionar a espacios dados,

    existentes, o sea, circunscrito bsicamente a edificios histricos.

    Son muy pocos los casos en los que para la historia se le disean contenedores ex profesos,

    podemos encontrar experiencias bastante acertadas pero de ninguna manera podramos decir que

    marcar una tendencia.

  • Resumiendo a partir de estos datos tenemos que:

    Museografa

    Ahora, para abordar la museografa, segundo de los temas a los que hemos sido invitados, vuelvo

    al punto inicial, no hemos aprendido a definirla en su totalidad, si tomamos en cuenta algunas

    opiniones, podemos decir que, como dice Juan Carlos Rico, es un trmino caduco, que est en

    constante evolucin, o que es un proceso tan esencial para el museo y que mientras ms didctica

  • y crtica sea, mayor impacto tendrn los museos y sus discursos como lo han expresado J.

    Santacana y J.P. Lorente.

    Cmo entender a la museografa cundo la mayora de las veces la concepcin que de ella

    tenemos nos remite al aspecto tcnico del proceso de las exposiciones.

    Creo indispensable provocar la discusin al respecto. La museografa tiene que ver con la

    construccin del discurso del museo y con la puesta en escena de las exposiciones. Al menos en

    Mxico, debera definrsele como museologa aplicada.

    El proceso de la museografa radicar entonces en ejecutar una serie de acciones que permitan

    construir discursos expositivos a travs de las exposiciones. El discurso expositivo busca encontrar

    equilibrio entre las intenciones del mensaje, las estrategias, los recursos, las condiciones que

    permitan al visitante la autoconstruccin y la apropiacin del mensaje por los visitantes.

  • La museografa en este sentido debe dejar de ser un proceso lineal, informativo, direccionado y

    cerrado para transformarse en un proceso donde la retroalimentacin permita medir la eficacia de

    nuestros procesos.

    En cuanto a las exposiciones, a las que entendemos como el resultado-tridimensional- obtenido

    del encuentro entre las formas de interpretacin y las formas de representacin, cuando el museo

    expone al pblico determinados temas o colecciones.

    Las exposiciones histricas

    La coyuntura de los festejos conmemorativos del Bicentenario de la Independencia y de la

    Revolucin Mexicana signific una esplndida oportunidad de anlisis de las cuales podemos

    obtener algunas conclusiones.

    Enmarcadas en el proyecto gubernamental cuyos objetivos establecan: Convertir a Mxico en el

    museo ms grande del mundo; aprovechar el enorme patrimonio cultural e histrico que convive

    con nosotros en las calles de nuestras ciudades y pueblos; ofrecer informacin sobre 201 sitios

    arqueolgicos y monumentos y remodelacin de ms de 30 museos ubicados en las rutas: de la

    Independencia, Sentimientos de la Nacin, Trigarante, Revolucin, Zapatista, de la Revolucin

    Constitucionalista

  • Similares a cualquier otro tipo de exposicin museogrfica, hacen uso de diversas estrategias y

    recursos para lograr sus objetivos. La diferencia sustancial radica en la manera de concebir los

    finales del discurso, siendo stos cerrados o abiertos.

    Las estrategias de finales abiertos del discurso expositivo recurre a todo tipo de estrategias y

    recursos museogrficos: Proyecciones, ambientaciones, recreaciones, equipos, dispositivos,

    equipamientos, iluminacin, para involucrar ms al visitante en las exposiciones. Son menos

    rituales, menos solemnes.

    Los finales cerrados, por su parte, condicionados por el manejo y operacin de objetos originales,

    aunque recurre tambin a todo tipo de estrategias y recursos museogrficos, son contemplativas y

    solemnes, predomina el criterio cronolgico para la comunicacin de los acontecimientos

    histricos.

  • Otro ejemplo de final cerrado fue la exposicin temporal Mxico: 200 aos, la patria en

    construccin, instalada en Palacio Nacional, Mxico DF, 2010 y que tuvo una asistencia de mas de

    un milln cien mil visitantes.

    En este caso, el discurso expositivo se soporta en los objetos patrimoniales. Impera el criterio de

    orden cronolgico, solemne y ritual, impuesto por el peso de la investidura del recinto donde se

    aloja. Las estrategias y recursos museogrficos giran en torno a las colecciones. Son

    contemplativas y pasivas. Los finales son cerrados porque no ofrecen estrategias de

    autoconstruccin del mensaje expositivo.

  • Consideraciones finales de la museografa mexicana:

    De lo observado podemos concluir:

    -Aciertos y errores. No sabemos bien cmo medirlos pero sabemos que los tenemos, marchamos a

    buen ritmo? Avanzamos a ciegas? Tenemos rumbo?

    -En un alto porcentaje la museografa sigue siendo un trabajo emprico, de intuicin, buen gusto y

    experiencia acumulada.

    -La Academia, escuelas y universidades, deben jugar un papel ms protagnico de reflexin y

    formacin, hasta el momento se dispone de 2 maestra en Museologa, la de la ENCRYM y el CAM.

    2 especialidades: ENCRYM y Casa Lamm y Seminario de reflexin: ENCRYM, UNAM Universum,

    Encuentro de Interpretacin, Seminario Internacional de la UIA y diplomados variados: Puebla

    BUAP, CNCA Torren, San Luis Potos.

    Se hace necesario, despus de esta revisin, pensar en la creacin de un SISTEMA NACIONAL DE

    MUSEOS, que genere informacin para implementar polticas culturales en la materia, que

    resuelva el problema de la documentacin patrimonial, que identifique y asesore sobre la

    infraestructura musestica del pas, que promocione y regule la normatividad y reglamentacin de

    los procesos museolgicos y museogrficos, que diagnostique y consolide la formacin profesional

    tanto en la capacitacin, actualizacin o especializacin, que promueva la reflexin museolgica y

    museogrfica, que promocione publicaciones y que asesore en proyectos de planeacin

    museolgica y museogrfica.

    Para muestra un ltimo detalle, no conformes con tener un museo del Pueblo Maya y de la Cultura

    Maya, para 2012 tendremos un museo sobre la Civilizacin Maya y otro sobre el Mundo, cuatro

    museos sobre la cultura maya, ante esto caben muchas preguntas que condensamos en la

    siguiente es la cultura maya la nica cultura digna de ser representada?