NARRACIÓN Y ARGUMENTANCIÓN. Alí Babá y los cuarenta ladrones

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Al Bab y los cuarenta ladronesAnnimoHaba una vez un seor que se llamaba Al Bab y que tena un hermano que se llamaba Kassim. Al Bab era honesto, trabajador, bueno, leador y pobre. Kassim era deshonesto, haragn, malo, usurero y rico. Al Bab tena una esposa, una hermosa criada que se llamaba Luz de la Noche, varios hijos fuertes y tres mulas. Kassim tena una esposa y muy mala memoria, pues nunca se acordaba de visitar a sus parientes, ni siquiera para preguntarles si se encontraban bien o si necesitaban algo. En realidad no los visitaba para que no le salieran pidiendo algo. Un da en que Al Bab estaba en el bosque cortando lea oy un ruido que se acercaba y que se pareca al ruido que hacen cuarenta caballos cuando galopan. Se asust, pero como era curioso trep a un rbol. Espiando, vio que eran, efectivamente, cuarenta caballos. Sobre cada caballo vena un ladrn, y cada ladrn tena una bolsa llena de monedas de oro, vasos de oro, collares de oro y ms de mil rubes, zafiros, gatas y perlas. Delante de todos iba el jefe de los ladrones. Los ladrones pasaron debajo de Al Bab y sofrenaron frente a una gran roca que tena, ms o menos, como una cuadra de alto y que era completamente lisa. Entonces el jefe de los ladrones grit a la roca: "Ssamo: brete!". Se oy un trueno y la roca, como si fuera un ssamo, se abri por el medio mientras Al Bab casi se cae del rbol por la emocin. Los ladrones entraron por la abertura de la roca con caballos y todo, y una vez que estuvieron dentro el jefe grit: "Ssamo: cirrate!". Y la roca se cerr. "Es indudable pens Al Bab sin bajar del rbol que esa roca completamente lisa es mgica y que las palabras pronunciadas por el jefe de los ladrones tienen el poder de abrirla. Pero ms indudable todava es que dentro de esa extraa roca tienen esos ladrones su escondite secreto donde guardan todo lo que roban." Y en seguida se oy otra vez un gran trueno y la roca se abri. Los ladrones salieron y el jefe grit: "Ssamo: cirrate!". La roca se cerr y los ladrones se alejaron a todo galope, seguramente para ir a robar en algn lado. Cuando se perdieron de vista, Al Bab baj del rbol. "Yo tambin entrar en esa roca pens. El asunto ser ver si otra persona, pronunciando las palabras mgicas, puede abrirla." Entonces, con todas las fuerzas que tena, grit: "Ssamo: brete!". Y la roca se abri. Despus de tardar lo que se tarda en parpadear, se lanz por la puerta mgica y entr. Y una vez dentro se encontr con el tesoro ms grande del mundo. "Ssamo: cirrate!", dijo despus. La roca se cerr con Al Bab dentro y l, con toda tranquilidad, se ocup de meter en una bolsa una buena cantidad de monedas de oro y rubes. No demasiado: lo suficiente como para asegurarse la comida de un ao y tres meses. Despus dijo: "Ssamo: brete!". La roca se abri y Al Bab sali con la bolsa al hombro. Dijo: "Ssamo: cirrate!" y la roca se cerr y l volvi a su casa, cantando de alegra. Pero cuando su esposa lo vio entrar con la bolsa se puso a llorar. A quin le robaste eso? gimi la mujer.

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Y sigui llorando. Pero cuando Al Bab le cont la verdadera historia, la mujer se puso a bailar con l. Nadie debe enterarse que tenemos este tesoro dijo Al Bab, porque si alguien se entera querr saber de dnde lo sacamos, y si le decimos de dnde lo sacamos querr ir tambin l a esa roca mgica, y si va puede ser que los ladrones lo descubran, y si lo descubren terminarn por descubrirnos a nosotros. Y si nos descubren a nosotros nos cortarn la cabeza. Enterremos todo esto. Antes contemos cuntas monedas y piedras preciosas hay dijo la mujer de Al Bab. Y terminar dentro de diez aos? Nunca! le contest Al Bab. Entonces pesar todo esto. As sabr, al menos aproximadamente, cunto tenemos y cunto podremos gastar dijo la mujer. Y agreg: Pedir prestada una balanza. Desgraciadamente, la mujer de Al Bab tuvo la mala idea de ir a la casa de Kassim y pedir prestada la balanza. Kassim no estaba en ese momento, pero s su esposa. Y para qu quieres la balanza? le pregunt la mujer de Kassim a la mujer de Al Bab. Para pesar unos granos contest la mujer de Al Bab. "Qu raro! pens la mujer de Kassim. stos no tienen ni para caerse muertos y ahora quieren una balanza para pesar granos. Eso slo lo hacen los dueos de los grandes graneros o los ricos comerciantes que venden granos." Y qu clase de granos vas a pesar? le pregunt la mujer de Kassim despus de pensar lo que pens. Pues granos... le contest la mujer de Al Bab. Voy a prestarte la balanza le dijo la mujer de Kassim. Pero antes de prestrsela, y con todo disimulo, la mujer de Kassim unt con grasa la base de la balanza. "Algunos granos se pegarn en la grasa, y as descubrir qu estuvieron pesando realmente", pens la mujer de Kassim. Al Bab y su mujer pesaron todas las monedas y las piedras preciosas. Despus devolvieron la balanza. Pero un rub haba quedado pegado a la grasa. De manera que stos son los granos que estuvieron pesando mascull la mujer de Kassim. Se lo mostrar a mi marido. Y cuando Kassim vio el rub, casi se muere del disgusto. Y l, que nunca se acordaba de visitar a Al Bab, fue corriendo a buscarlo. Sin saludar a nadie, entr en la casa de su hermano en el mismo momento en que estaban por enterrar el tesoro. Sinvergenzas! grit. Ustedes siempre fueron unos pobres gatos. Dganme de dnde sacaron ese maravilloso tesoro si no quieren que los denuncie a la polica. Y se puso a patalear de rabia. Al Bab, resignado, comprendi que lo mejor sera contarle la verdad.

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Maana mismo ir hasta esa roca y me traer todo a mi casa dijo Kassim cuando terminaron de explicarle. A la maana siguiente, Kassim estaba frente a la roca dispuesto a pronunciar las palabras mgicas Haba llevado 12 mulas y 24 bolsas; tanto era lo que pensaba sacar. Qu era lo que tena que decir? se pregunt Kassim. Ah, s, ahora recuerdo... Y muy emocionado exclam: "Ssamo: brete!". La roca se abri y Kassim entr. Despus dijo "Ssamo: cirrate", y la roca se cerr con l dentro. Una hora estuvo Kassim parado frente a las montaas de moneda de oro y de piedras preciosas. "Aunque tenga que venir todos los das pens, no dejar la ms mnima cosa de valor que haya aqu. Me lo voy a llevar todo a mi casa." Y se puso a morder las monedas para ver si eran falsas. Despus empez a elegir entre las piedras preciosas. "Aunque me las llevar todas, es mejor que empiece por las ms grandes, no vaya a ser que por h o por b maana no pueda venir y me quede sin las mejores." La eleccin le llev unas cinco horas. Pero en ningn momento se sinti cansado. "Es el trabajo ms hermoso que hice en mi vida. Gracias al tonto de mi hermano, me he convertido en el hombre ms rico del mundo." Y cuando carg las 24 bolsas se dispuso a partir. Qu era lo que tena que decir? se pregunt. Ah, s, ahora recuerdo... Y muy emocionado dijo: "Alpiste: brete". Pero la roca ni se movi. Alpiste: brete! repiti Kassim. Pero la roca no obedeci. Por Dios dijo Kassim, olvid el nombre de la semilla. Por qu no lo habr anotado en un papelito? Y, desesperado, empez a pronunciar el nombre de todas las semillas que recordaba: "Cebada: brete"; "Maz: brete"; "Garbanzo: brete". Al final, totalmente asustado, ya no saba qu decir: "Zanahoria: brete"; "Coliflor: brete"; "Calabaza: brete". Hasta que la roca se abri. Pero no por Kassim sino por los cuarenta ladrones que regresaban. Y cuando vieron a Kassim, le cortaron la cabeza. Cmo habr entrado aqu? pregunt uno de los ladrones. Ya lo averiguaremos dijo el jefe. Ahora salgamos a robar otra vez. Y se fueron a robar, despus de dejar bien cerrada la roca. Pero Al Bab estaba preocupado porque Kassim no regresaba. Entonces fue a buscarlo a la roca. Dijo "Ssamo: brete", y cuando entr vio a Kassim muerto. Llorando, se lo llev a su casa para darle sepultura. Pero haba un problema: qu dira a los vecinos? Si contaba que Kassim haba sido muerto por los ladrones se descubrira el secreto, y eso, ya lo sabemos, no convena. Digamos que muri de muerte natural dijo Luz de la Noche. Cmo vamos a decir eso? Nadie se muere sin cabeza dijo Al Bab. Yo lo resolver dijo Luz de la Noche, y fue a buscar a un zapatero.

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Camina que camina, lleg a la casa del zapatero. Zapatero le dijo, voy a vendarte los ojos y te llevar a mi casa Eso nunca le contest el zapatero. Si voy, ir con los ojos bien libres. No repuso Luz de la Noche. Y le dio una moneda de oro. Y para qu quieres vendarme los ojos? pregunt el zapatero. Para que no veas adnde te llevo y no puedas decir a nadie dnde queda mi casa dijo Luz de la Noche, y le dio otra moneda de oro. Y qu tengo que hacer en tu casa? pregunt el zapatero. Coser a un muerto le explic Luz de la Noche. Ah, no dijo el zapatero, eso s que no y tendi la mano para que Luz de la Noche le diera otra moneda. Est bien dijo el zapatero despus de recibir la moneda, vamos a tu casa. Y fueron. El zapatero cosi la cabeza del muerto, unindola. Y todo lo hizo con los ojos vendados. Finalmente volvi a su casa acompaado por Luz de la Noche y all se quit la venda. No cuentes a nadie lo que hiciste le advirti Luz de la Noche. Y se fue contenta, porque con su plan ya estaba todo resuelto. De manera que cuando los vecinos fueron informados que Kassim haba muerto, nadie sospech nada. Y eso fue lo que pas con Kassim, el malo, el haragn, el de mala memoria. Pero resulta que los ladrones volvieron a la roca y vieron que Kassim no estaba. Ninguno de los ladrones era muy inteligente que digamos, pero el jefe dijo: Si el muerto no est, quiere decir que alguien se lo llev. Y si alguien se lo llev, quiere decir que alguien sali de aqu llevndoselo dijo otro ladrn. Pero si alguien sali de aqu llevndoselo, quiere decir que primero entr alguien que despus se lo llev dijo el jefe de los ladrones. Pero cmo va a entrar alguien si para entrar tiene que pronunciar las palabras mgicas secretas, que por ser secretas nadie conoce? dijo otro ladrn. Despus de cavilar hasta el anochecer, el jefe dijo: Quiere decir que si alguien sali llevndose a ese muerto, quiere decir que antes de salir entr, porque nadie puede salir de ningn lado si antes no entra. Quiere decir que el que entr pronunci las palabras secretas. Y eso qu quiere decir? preguntaron los otros 39 ladrones. Quiere decir que alguien descubri el secreto! contest el jefe. Y eso qu quiere decir? preguntaron los 39. Que hay que cortarle la cabeza! Muy bien! Cortmosela ahora mismo! Y ya salan a cortarle la cabeza cuando el jefe dijo: Primero tenemos que saber quin es el que descubri nuestro secreto. Uno de ustedes debe ir al pueblo y averiguarlo. Yo ir dijo el ladrn nmero 39. (El nmero 40 era el jefe).

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Cuando el ladrn nmero 39 lleg al pueblo, pas frente al taller de un zapatero y entr. Dio la casualidad de que era el zapatero que ya sabemos. Zapatero dijo el ladrn nmero 39, estoy buscando a un muerto que se muri hace poco. No lo viste? Uno sin cabeza? pregunt el zapatero. El mismo dijo el ladrn nmero 39. No, no lo vi dijo el zapatero. De m no se re ningn zapatero dijo el ladrn. Bien sabes de quin hablo. S que s, pero juro que no lo vi. Y el zapatero le cont todo. Qu lstima se lament el 39, yo quera recompensarte con esta linda bolsita. Y le mostr una bolsita llena de moneditas de oro. Un momento dijo el zapatero, yo no vi nada, pero debes saber que los ciegos tienen muy desarrollados sus otros sentidos. Cuando me vendaron los ojos, sbitamente se me desarroll el sentido del olfato. Creo que por el olor podra reconocer la casa a la que me llevaron. Y agreg: Vndame los ojos y sgueme. Me guiar por mi nariz. As se hizo. Con su nariz al frente fue el zapatero oliendo todo. Detrs de l iba el ladrn nmero 39. Hasta que se pararon frente a una casa. Es sta dijo el zapatero. La reconozco por el olor de la lea que sale de ella. Muy bien respondi el ladrn nmero 39. Har una marca en la puerta para que pueda guiar a mis compaeros hasta aqu y cumplir nuestra venganza amparados por la oscuridad de la noche. Y el ladrn hizo una cruz en la puerta. Despus ladrn y zapatero se fueron, cada cual por su camino. Pero Luz de la Noche haba visto todo. Entonces sali a la calle y marc la puerta de todas las casas con una cruz igual a la que haba hecho el ladrn. Despus se fue a dormir muy tranquila. Jefe dijo el ladrn nmero 39 cuando volvi a la guarida secreta, con ayuda de un zapatero descubr la casa del que sabe nuestro secreto y ahora puedo conducirlos hasta ese lugar. Aun en la oscuridad de la noche? No te equivocars de casa? pregunt el jefe. No. Porque marqu la puerta con una cruz. Vamos dijeron todos. Y blandiendo sus alfanjes se lanzaron a todo galope. sta es la casa dijo el ladrn nmero 39 cuando llegaron a la primera puerta del pueblo. Cul? pregunt el jefe. La que tiene la cruz en la puerta. Todas tienen una cruz! Cuntas puertas marcaste? El ladrn nmero 39 casi se desmaya. Pero no tuvo tiempo porque el jefe, enfurecido, le cort la cabeza. Y, sin prdida de tiempo, orden el regreso. No queran levantar sospechas. Alguien tiene que volver al pueblo, hablar con ese zapatero y tratar de dar con la casa.

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Ir yo dijo el ladrn nmero 38. Y fue. Y encontr la casa del zapatero. Y el zapatero se hizo vendar los ojos. Y le seal la casa. Y el ladrn nmero 38 hizo una cruz en la puerta. Pero de color rojo y tan chiquita que apenas se vea. Despus zapatero y ladrn se fueron, cada cual por su camino. Pero Luz de la Noche vio todo y repiti la estratagema anterior: en todas las puertas de la vecindad marc una cruz roja, igual a la que haba hecho el bandido. Jefe, ya encontr la casa y puedo guiarlos ahora mismo dijo el ladrn nmero 38 cuando volvi a la roca mgica. No te confundirs? dijo el jefe. No, porque hice una cruz muy pequea, que solo yo s cul es. Y los treinta y nueve ladrones salieron a todo galope. Esta es la casa dijo el ladrn nmero 38 cuando llegaron a la primera puerta del pueblo. Cul? pregunt el jefe. La que tiene esa pequea cruz colorada en la puerta. Todas tienen una pequea cruz colorada en la puerta dijo el jefe de los bandidos. Y le cort la cabeza. Despus el jefe dijo: Maana hablar yo con ese zapatero. Y orden el regreso. Al da siguiente el jefe de los ladrones busc al zapatero. Y lo encontr. Y el zapatero se hizo vendar los ojos. Y lo gui. Y le mostr la casa. Pero el jefe no hizo ninguna cruz en la puerta ni otra seal. Lo que hizo fue quedarse durante diez minutos mirando bien la casa. Ahora soy capaz de reconocerla entre diez mil casas parecidas. Y fue en busca de sus muchachos. Ladrones les dijo, para entrar en la casa del que descubri nuestro secreto y cortarle la cabeza sin ningn problema, me disfrazar de vendedor de aceite. En cada caballo cargar dos tinas de aceite sin aceite. Cada uno de ustedes se esconder en una tina y cuando yo d la orden ustedes saldrn de la tina y mataremos al que descubri nuestro secreto y a todos los que salgan a defenderlo. Muy bien dijeron los ladrones. Los caballos fueron cargados con las tinas y cada ladrn se meti en una de ellas. El jefe se disfraz de vendedor de aceite y despus tap las tinas. Esa tarde los 38 ladrones entraron en el pueblo. Todos los que los vieron entrar pensaban que se trataba de un vendedor que traa 37 tinas de aceite. Llegaron a la casa de Al Bab y el jefe de los ladrones pidi permiso para pasar. Quin eres? pregunt Al Bab. Un pacfico vendedor de aceite dijo el jefe de los bandidos. Lo nico que te pido es albergue, para m y para mis caballos. Adelante, pacfico vendedor dijo Al Bab. Y les dio albergue. Y tambin comida, y dulces y licores. Pero el jefe de los ladrones lo nico que quera era que llegara la noche para matar a Al Bab y a toda su familia.

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Y la noche lleg. Pero resulta que hubo que encender las lmparas. Nos hemos quedado sin una gota de aceite dijo Luz de la Noche, y no puedo encender las lmparas. Por suerte hay en casa un vendedor de aceites; sacar un poco de esas grandes tinas que l tiene. Luz de la Noche tom un pesado cucharn de cobre y fue hasta la primera tina y levant la tapa. El ladrn que estaba adentro crey que era su jefe que vena a buscarlo para lanzarse al ataque, y asom la cabeza. Qu aceite ms raro! exclam Luz de la Noche, y le dio con el cucharn en la cabeza. El ladrn no se levant ms. Luz de la Noche fue hasta la segunda tina y levant la tapa, y otro ladrn asom la cabeza, creyendo que era su jefe. Un aceite con turbantes dijo Luz de la Noche. Y le dio con el cucharn. El ladrn no se levant ms. Tina por tina recorri Luz de la Noche, y en todas le pas lo mismo. A ella y al que estaba adentro. Enojadsima, fue a buscar al vendedor de aceite, y blandiendo el cucharn le dijo: Es una vergenza. No encontr ni una miserable gota de aceite en ninguna de sus tinas. Con qu enciendo ahora mis lmparas? Y le dio con el cucharn en la cabeza. El jefe de los ladrones cay redondo. Por qu tratas as a mis huspedes? pregunt Ali Bab. Entonces Luz de la Noche quit el disfraz al jefe de la banda y todo qued aclarado. Como es de imaginar, los ladrones recibieron su merecido. Y eso fue lo que pas con ellos. En cuanto a Al Bab, dicen que al da siguiente fue a buscar algunas monedas de oro a la roca, y que cuando lleg no encontr nada: la roca haba desaparecido, con tesoro y todo. Pero sta es una versin que ha comenzado a circular en estos das, y no se ha podido demostrar

Trabajo Prctico N 3; Al bab y los 40 ladrones1. Cul es tu personaje favorito en este relato? Por qu? 2. Este cuento forma parte de los cuentos rabes de Las Mil y una noches y responde: 1) Las historias de Las mil y una noches estn ambientadas en muchos pases. Para resumir, di qu continentes abarca el libro. 2) A qu crees que se debe que los relatos de Las mil y una noches estn ambientados en pases y territorios tan dispares? 3) Por qu crees que Las mil y una noches ha tenido tanto xito y an hoy se sigue leyendo con gran inters?

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4) Qu civilizacin queda reflejada en Las mil y una noches? Enumera algunos rasgos culturales y religiosos, presentes en el libro, que lo demuestren. 5) Muchos de los relatos de Las mil y una noches han alcanzado tanta popularidad a lo largo de los siglos que ya forman parte de nuestro folclore tradicional. Qu cuentos conocas antes de leerte el libro? Selecciona un cuento del libro agrgalos a la presente antologa. Se te pedir leerlo. 3. Responde: a. Quienes eran los dos hermanos? b. Con qu sorpresa se encontr Al Bab? c. Qu palabras gritaba Kasim? d. Cmo entraron los ladrones en la ciudad? e. A donde llev Al Bab las tinajas? f. Qu se sabe de la autora de Las mil y una noches? g. En qu poca fue escrito Las mil y una noches? h. Cuntos relatos contiene aproximadamente la versin original de Las mil y una noches? i. Quin descubri para occidente Las mil y una noches? En qu poca? j. Describe a Al Bab, tanto fsica como psicolgicamente, comparndolo con su hermano. k. Cmo nos muestra Al Bab su prudencia y su sentido prctico? l. Y su generosidad? m. Cul es el conjuro que debe pronunciarse para abrir la cueva? Y para cerrarla? n. Por qu muere Ksim? o. Qu planes desarrollan la panda de ladrones para descubrir a Al Bab a lo largo del cuento? Cul te ha sorprendido ms o te ha parecido ms ingenioso? p. Cmo mueren los ladrones? (Todos) q. Cul crees que es el personaje ms astuto de Al Bab y los cuarenta ladrones? Cmo se le premia al final del cuento? 4. Conoces el dicho Ladrn que roba a ladrn tiene cien aos de perdn Explcalo teniendo en cuenta el argumento.