Navegantes Franceses en las Costas de Chile.doc

download Navegantes Franceses en las Costas de Chile.doc

of 23

Transcript of Navegantes Franceses en las Costas de Chile.doc

Navegantes Franceses en las Costas de Chile - 1500-1800

PGINA 17

10

Navegantes Franceses en Chile - 1500-1800

Hamish I. Stewart Stokes

Claudio Cabello Pizarro

Universidad de Playa Ancha

[email protected]

Resumen

Los navegantes franceses en el Cono Sur de Amrica y especialmente en las costas de Chile ocupan un lugar histrico de menor importancia en comparacin con las expediciones de los holandeses e ingleses. Sin embargo, hubo una interesante aunque intermitente presencia francesa en el Cono Sur desde el siglo diecisis, aunque los viajes de mayor importancia tuvieron lugar durante el siglo dieciocho. El trabajo examina a las expediciones franceses desde el punto de vista de sus objetivos estratgicos y comerciales en comparacin con los equivalentes periplos de los holandeses y britnicos.

Abstract

The French navigators in the Southern Cone of America, and especially in the coasts of Chile occupy a historical position of lesser importance in comparison with the English and Dutch. Nevertheless, there was an interesting although intermittent French presence in the Southern Cone from the 16th Century onwards, although the most important voyages took place during the 18th Century. This article examines the strategic and commercial objectives of the French expeditions in comparison with the equivalent voyages of the British and Dutch.

Los navegantes franceses jugaron un rol fundamental, aunque secundario, en el proceso de expansin europea entre los siglos quince y diecinueve y especialmente en el descubrimiento de Amrica. Los franceses son secundarios porque llegaron despus que los ibricos, pero fundamentales porque ensearon el camino a Inglaterra y Holanda, los grandes rivales de Espaa y Portugal en ultramar. Francia fue el primer rival y competidor serio de Espaa, y desempe un importante rol como descubridor tanto en Amrica del Norte como Amrica del Sur. Despus de todo, fue el Muy Cristiano Rey de Francia, Francisco I, quien respondi a un Grande de Espaa que protestaba por el apoyo de la corona francesa a los viajes de exploracin por violar los derechos que el Papa Alejandro VI haba otorgado a Espaa y Portugal: que el sol brillaba para l como para otros, y que le hubiera gustado mucho ver el testamento de Adn para haber conocido como dividi el mundo.

Adonde falla Francia es en la continuidad de los medios aportados. Son, a veces, pioneros, pero rara vez llegan hasta el final. El Estado moderno, perfeccionado en Francia antes que en otros pases, prefiere siempre invertir primero en Europa. En Amrica y en otras zonas slo se apoyan como algo secundario las numerosas iniciativas de los primeros momentos, y, como demostr con Canad, siempre abandon posiciones prometedoras en ultramar para concentrar sus esfuerzos en la defensa de su posicin Europea. Igualmente, a diferencia de su gran rival, Inglaterra, cuando tena que escoger entre apoyar al ejrcito o a la armada, el ejrcito siempre tuvo preferencia.

Pero a pesar de lo anterior, Francia s ocup una posicin central en el proceso de expansin, por el papel de sus marinos y de sus barcos. Fue un punto de enlace entre las pennsulas de los lmites ocenicos, la italiana y la ibrica, y el noroeste de Europa que empieza a adquirir relevancia al final del primer siglo de los descubrimientos. Aunque escasos, los crculos franceses que participan en el descubrimiento son activos e influyentes, pues la importancia cultural y cientfica de Francia se va afirmando en Europa y llega a ser preponderante desde Luis XIV hasta la Revolucin. A travs de Francia se propaga la dimensin mental del descubrimiento ms an que a travs de la participacin directa de los marinos, los colonos o el Estado, que no siempre los apoya. En las palabras de Philippe Bonnichon: La paradoja francesa reside, ms que en su ausencia, en el carcter inacabado de su obra.

Al igual que los Ingleses y los Holandeses, los Franceses dedicaron sus esfuerzos ms intensos y ms continuos en nuestro hemisferio a Norteamrica y el Caribe. El Cono Sur y especialmente la costa del Mar del Sur del Virreinato del Per y el Reyno de Chile entre Panam y el Estrecho de Magallanes nunca recibieron la misma atencin. Sin embargo, sigui siendo de importancia estratgica y comercial para los tres, aunque el inters Francs fue mucho ms intermitente que aquel de los otros dos.

Cules eran las razones para entender este inters en una regin tan remota y de tan difcil acceso? Primero, el impacto impresionante que causaron las noticias de la llegada de los tesoros Aztecas e Incaicos, que crearon las leyendas de ciudades secretas y reyes cubiertos de oro; leyendas que el descubrimiento de El Potos en el Alto Per simplemente confirm. Al mismo tiempo, los informes que llegaron a Europa acerca de la supuesta increble riqueza de los lavaderos de oro en Chile, y especialmente en Arauco, calaron profundamente en la imaginacin europea. Gerardo Mercator describi a Chile como: la preciosidad inestimable de sus riquezas en minas, metales, piedras, aguas y arenas, donde apenas hay ro, apenas monte que no lave, y que no cubra granos y pepitas de oro, calificando a esta regin por la ms rica de las Indias. Adems, pareca existir las oportunidades para un comercio entre Europa y Sudamrica, adonde primero se pensaba en establecer un intercambio provechoso con los pueblos autctonos del continente, y despus en satisfacer las necesidades por productos europeos de la poblacin de descendencia europea, a precios ms competitivos y con una variedad mucho ms amplia de lo que el sistema mercantilista espaol podra suministrar.

La primera expedicin francesa al Cono Sur de la cual tenemos conocimiento es la de Binot Paulmier de Gonneville a Brasil, que en 1503 parti de Honfleur en Normanda, rumbo a la India, slo cinco aos despus del viaje de Vasco de Gama y tres aos despus del descubrimiento de Brasil por Cabral. Sin embargo, debido a las tormentas en el Atlntico Sur, toc tierra en Brasil adonde entabl excelentes relaciones con los indgenas y lograron llenar su barco de una valiosa carga de pieles, plumas y races para teir. Brasil ya se presentaba como un sustituto rentable y relativamente fcil de las Indias Orientales. Desgraciadamente, cuando se acercaban a las costas de Francia, perdi todo la carga a manos de un pirata ingles, Eduardo Blunt de Plymouth, y de uno bretn, Mouris Fortin. Aunque la expedicin de Gonneville fue un fracaso econmico, ya para la dcada de 1520, marineros franceses se encontraban establecidos a lo largo de la costa de Brasil, trocando con los nativos palo de Brasil en una escala igual o aun mayor que los portugueses. Fue esta amenaza francesa creciente, lo que finalmente indujo al Rey de Portugal, en 1534, a empezar la colonizacin sistemtica de Brasil.

En 1551, Enrique II de Francia decide enviar al piloto y cartgrafo de El Havre, Guillaime Le Testu, a Brasil para realizar un reconocimiento sistemtico de las costas y elaborar un mapa. Debido a la informacin disponible en los manuales y cosmografas anteriores al viaje, se puede deducir que los franceses ya posean conocimientos geogrficos de la zona bastante detallados. Richard Hakluyt menciona en especial un mapa de la ruta de Pernambuco a Ro de la Plata trazado por un piloto que haba realizado el viaje a Brasil dieciocho veces. Hakluyt probablemente lo recibi de manos del franciscano francs Thevet, futuro cosmgrafo de los ltimos Valois, que posiblemente acompa a Le Testu en su viaje a Ro de la Plata, y que sabemos suministr mucha informacin de la cual se aprovech Francis Drake para su circunnavegacin de 1577-80. Entonces, el inters de este viaje es que sirve para reunir y sistematizar todo los datos recogidos y los descubrimientos ya hechos en el medio siglo anterior, con la publicacin en 1556 de la Cosmografa Universal, de G. Le Testu, piloto mayor de El Havre, y para activar el proyecto francs de fundar una colonia protestante: La France Antartique en las costas de Brasil.

En 1553, el caballero de Malta y vicealmirante de Bretaa, Nicols Durand de Villegaignon defiende ante el almirante Gaspard de Chtillon-Coligny un proyecto de colonizacin en Brasil. El almirante, incorruptible ante Portugal y feroz enemigo tanto de Espaa como de los Guisa, rivales suyos, era el hombre adecuado para llevar adelante este proyecto, lo cual no impidi a Villegaignon tomar algunas precauciones en el bando del cardenal de Lorraine, hermano del duque de Guisa. En principio, la idea de una Francia antrtica no inclua la intencin de crear un refugio para los hugonotes, ya que antes de 1559 no eran perseguidos en Francia, y Coligny no se comprometi con la Reforma antes de 1557. El mismo Villegaignon, hereje para los jesuitas portugueses, era considerado como un devoto catlico por los jesuitas franceses. Se trat ms bien de organizar una base colonial con el fin de fortalecer los lazos comerciales ya existentes. Con el apoyo de la Corona francesa, Villegaignon reclut franceses de ambas confesiones, tanto catlicos como hugonotes, que inicialmente no fueron muy numerosos. La mayora de las personas que se unieron a la expedicin fueron aventureros y marginados. Tambin hubo que reclutar a gente en las prisiones. En resumen, reuni un grupo variopinto de cerca de 600 personas, que inclua la guardia personal de Villegaignon de arqueros escoceses. La flota de tres buques parti de El Havre en julio de 1555, y finalmente lleg a la baha de Guanabara, adonde ahora se ubica Ro de Janeiro, el 10 de noviembre, adonde establecieron un asentamiento fortificado en un islote en la baha. En marzo de 1557 llegaron refuerzos, y fue en ese momento que predomina la idea de crear un refugio para protestantes. El resultado fue una serie de desacuerdos religiosos entre los colonos que result en la excisin de varios grupos, y finalmente en el desastre, cuando en 1560 el gobernador portugus, Mem de S destruye la colonia. El fracaso de la France Antartique consolid la implantacin de los portugueses en Brasil. En los aos siguientes, fundaron sobre tierra firme la ciudad nueva de Ro de Janeiro. Cuando en 1568, cuatro embarcaciones francesas, bien armadas y equipadas por cuenta de un noble de Francia, llegan a la baha de Guanabara, ya es demasiado tarde.

El fracaso de la France Antartique, y tambin de la France quinoxial establecido en 1605 en la isla Maraon, en la costa norte de Brasil, que finalmente se rindi a los portugueses a fines de 1615, se debe a la falta de dos factores: primero, aplicable especficamente al caso brasileo, una implantacin que pudo superar la etapa de los intercambios mercantiles y de contacto con los indgenas, incluso la etapa de la instalacin de un puesto militar, y conseguir enraizarse mediante la explotacin del azcar, las plantaciones, que es el modo en que los portugueses y holandeses lograron establecerse. Segundo, y esto es aplicable a todo el proceso colonial francs, la falta de un instrumento naval, basado en la potencia de las armas y en la capacidad de transporte pesado, adaptado a este tipo de relaciones transatlnticas. Las guerras civiles en Francia, simplemente aceleraron la decadencia de una flota que se haba recuperado gracias al esfuerzo de Enrique II, pero que nunca representaba un inters nacional profundamente enraizado en el carcter nacional.

Aunque no hay ningn registro de que una expedicin francesa haya alcanzado el Estrecho de Magallanes durante el Siglo XVI, si hay indicaciones de que los franceses obtuvieron informacin de primera mano sobre las tierras australes y el Estrecho como resultado de una expedicin portuguesa clandestina que probablemente parti rumbo al Estrecho alrededor de 1527. En la Biblioteca Nacional de Pars se conservan dos obras escritas durante la primera mitad del siglo, cuyo autor fue un capitn llamado Jean Alfonce Sainctongeois que contienen informacin suficientemente detallada sobre el Estrecho, para ser el resultado de observaciones hechas en persona por el autor. Segn investigadores franceses, Jean Alfonce era el nombre afrancesado de Joao Affonso, piloto experto natural del Algarve en Portugal, quien despus de una larga carrera al servicio de su pas, pas al servicio de Francia hacia 1530, nacionalizndose francs alrededor de 1541. Al parecer Affonso, cuando lleg a Francia, traa consigo importante informacin, consistente en una gran cantidad de cartas nuticas. Inicialmente se radic en Dieppe, el ms importante centro nutico de la regin normando-bretn, adonde tuvo una importante influencia sobre la naciente cartografa francesa, que se ve expresada en los planos correspondientes a la Regin Magallnica que forman parte de los atlas franceses de Jean Rotz (1542), Guillaume Le Testu (1555) y Pastoret (1587), adems del atlas annimo de Lyon (circa 1540-45).

Las primeras noticias fidedignas de la presencia de franceses en la Regin Magallnica ocurre hacia fines del siglo XVII cuando la piratera arrasaba con las costas occidentales de la Amrica espaola, en particular las del virreinato del Per, incluyendo Chile. Esta ola de piratera empez en 1679, cuando una combinacin de bucaneros ingleses y franceses decidieron cruzar el Istmo de Darin, apoderarse de barcos, y saquear ciudades. Empleaban como refugio las islas Galpagos y la isla de Juan Fernndez. Como escribi uno de los bucaneros participantes: Aquello que muchas veces empuja a los hombres a llevar a cabo las aventuras ms difciles es la sed sagrada del oro... el oro fue el cebo que tent a una banda de chicos gozosos como nosotros, cerca de 300, todos soldados de fortuna, y aadi con una caracterstica, aunque fantstica, apego a la legalidad, que l y sus camaradas se haban enrolados en el servicio de uno de los monarcas ms ricos de las Indias Occidentales, el Emperador (indgena) de Darin. El resultado de sto fue la aparicin por primera vez en las aguas del Mar del Sur de una importante presencia martima francesa que aumentaba con el paso de los aos, que llegaba no slo por el Istmo sino tambin por el Estrecho de Magallanes y el cabo de Hornos.

Los franceses participaron junto con sus aliados ingleses en la toma de Guayaquil, el 21 de abril de 1687. Los filibusteros se apropiaron de 70.000 patacones134.000 pesos, segn los pobladores, perlas, joyas, plata labrada y mucha mercanca valiosa, as como catorce navos recin construidos en sus astilleros. Segn el relato:

Los franceses hicieron celebrar un tedum en la iglesia mayor, luego encerraron all a las mujeres y nios que tomaron por rehenes, mientras los varones eran conducidos a Santo Domingo: 700 en total. Escogieron a los 25 prisioneros ms distinguidos. Fueron colocados en semicrculo con un pirata con un pual levantado junto a cada uno. El alguacil mayor Lorenzo de Sotomayorposiblemente el vecino ms ricofue humillado por un mulato de su servidumbre, que se haba unido a los piratas.

Los filibusteros pidieron un tributo de quema de 100.000 pesos y 400 cargas de harina, que los vecinos regatearon hasta 40.000 y con la advertencia de que tenan que pedirlos a Quito. Se dio un plazo para ello, quedando las mujeres y los nios como rehenes. Incluso se decapit a cuatro prisioneros por la tardanza. Finalmente los vecinos decidieron darles 22.000 pesos con tal de que se fueran de una vez.

Los filibusteros abandonaron la ciudad el 26 de mayo. Fueron perseguidos por la armada de la Mar del Sur, reforzada con una flota corsaria organizada por los comerciantes limeos y conocida como la armada de Nuestra Seora de la Gua. Algunos regresaron al Caribe por el istmo, mientras que otros volvieron al Atlntico por el cabo de Hornos y el Estrecho de Magallanes. Los restantes fueron capturados por la armada de la Mar del Sur en 1688. A pesar de esto, filibusteros franceses seguan penetrando al Pacfico durante estos aos.

Sin embargo, el grupo que a la larga tuvo ms influencia sobre las acciones francesas en el Cono Sur fue el de Massertie y de la Marre quienes, en diciembre de 1693, decidieron regresar a Europa por la ruta del Estrecho, que haban empleado para llegar entre marzo y abril de 1687. Lograron navegarlo en diecisiete das. No hay constancia fehaciente que hayan fondeado en el Estrecho, pero las recomendaciones que hicieron ms tarde al seor de Gennes y al rey de Francia, acerca de fondeaderos indica que si no lo haban hecho durante este viaje, si lo haban hecho durante su anterior paso por el Estrecho.

Entre los compaeros de Massertie estaba Johan de la Guilbaudiere, su antiguo contramaestre, del que se haba separado en Juan Fernndez, quien a principios de 1694, tambin decidi regresar a Francia por el Estrecho. Guilbaudiere se equivoc de ruta una vez adentro del Estrecho y encall en la costa noroccidental del gran canal, en Puerto Galland, y tuvo que permanecer all por once meses, mientras construyeron una barca de 14 toneladas, aprovechando los restos del navo encallado, de 200 toneladas, con el que finalmente lograron llegar a Francia. La navegacin antes del desastre, como la obligada estada en el Estrecho, permitieron a los franceses adquirir detallados conocimientos hidrogrficos, etnogrficos, mercantiles y polticos, especialmente en lo que se refiere al completo abandono en que se encontraba el Estrecho, y lo fcil que sera ocuparlo. Esta descripcin etnogrfica somera pero completa fue la primera conocida sobre la parcialidad kawskar que habitaban el distrito del Estrecho de Magallanes y sus canales adyacentes. Tanto Massertie, como Guilbaudiere presentaron informes al llegar a casa, adonde consignaron las posibilidades que vean en el Estrecho, poniendo enfasis en la abundancia y variedad de recursos naturales de que dispona y sealando las ventajas que podran derivarse de un establecimiento francs en ese lugar, como base para la conquista de territorios australes o para el desarrollo del comercio con los reinos de Chile y Per.

El momento era propicio para los planes de Massertie y Guilbaudiere, ya que haba en ese instante un creciente inters en Francia por la expansin martima y mercantil, en particular en el Nuevo Mundo. Esto se deba en gran parte al hbil ministro de Luis XIV, Jean Baptiste Colbert. En efecto, haba hecho evidente su inters aos antes, cuando se otorg a la Compaa de las Indias Orientales, fundada en 1664, el privilegio real para ejercer el comercio, entre otros lugares, desde el Estrecho de Magallanes y Le Maire en todos los mares del Sur. Adems, dado que en ese momento Francia estaba enfrascada en la Guerra de la Liga de Augsburgo en contra de la alianza de Espaa, Inglaterra, Holanda y Austria era fcil interesar a oficiales de la marina real, adems de comerciantes y armadores, en una expedicin a travs del Estrecho para caer sobre las costas del Pacfico.

Zarp de La Rochela, el 3 de junio de 1695, una expedicin de seis barcos de la marina real, bajo el mando de Jean Baptiste de Gennes. Slo tres de los barcos lograron llegar a la boca oriental del Estrecho, adonde penetraron el 11 de febrero de 1696, para arribar a puerto Gallant unos das ms tarde. Desde all de Gennes intent repetidamente pasar al Pacfico, pero como muchos navegantes antes de l, no pudo lograrlo debido a las inclemencias del clima. Al fin, despus de dos meses de intentos en vano, y corto de provisiones, decidi regresar al Atlntico y volver a Francia. A pesar de que la expedicin fue un fracaso econmicamente, s abri la ruta austral a otros buques francesas, iniciando un ciclo de viajes que durara por tres dcadas.

Cuando de Gennes regres a Francia en abril de 1697, se encontr con que el inters por las remotas costas chilenas, en vez de desvanecerse, haba aumentado; pero que las circunstancias internacionales haban cambiado. Ahora, despus del tratado de Ryswick de 1698, que puso fin a la guerra de la liga de Augsburgo, los reinos de Francia y Espaa se encontraban en paz, y de hecho estaban acercndose polticamente, dado la posibilidad que un prncipe francs podra ascender el trono espaol despus de la muerte del rey de Espaa, Carlos II. En este contexto surgi la Real Compaa del Mar del Sur, fundada por Jean Jordan, comerciante de Pars, y por Noel Danycan, armador de Saint Malo, con la participacin de Guilbaudiere. Jordan otorg mucha importancia a la baha Gallant, adonde Guilbaudiere haba establecido su pequeo astillero, en su presentacin al rey:

De los dos establecimientos que estamos obligados a hacer, uno ser en Puerto Galand en el Estrecho de Magallanes, lugar muy apropiado para refrescar nuestras tripulaciones. Es un muy buen puerto; construiremos un almacn; los indios son muy dciles; levantaremos un pequeo fuerte, con dos bateras, para defender la entrada, que al mismo tiempo cierre enteramente el pasaje del Estrecho, porque es necesario que los navos que pasen a tiro de fusil, donde no pueden igualmente recalar, en ese lugar, con 50 60 hombres estaremos en seguridad ofensiva y defensiva. Haremos todava otro sobre la costa de Chile... que se fortificar igualmente, donde yo creo que podremos dejar un centenar de hombres. Y con nuestros cuatro navos juntos iremos a realizar nuestro comercio y los descubrimientos que nos convengan; los cuatro navos sin separarse llevarn nuestras cargas a nuestro establecimiento de Port Galand, en el Estrecho de Magallanes, donde los navos que enviaremos desde ac en cinco o seis meses irn a recoger los efectos que puedan haberse reunido. A ese establecimiento se puede ir y venir en toda estacin.

Luis XIV otorg a la Compaa el derecho de establecer colonias en los lugares deshabitados si lo estiman conveniente y de construir fuertes para la seguridad de sus navos y factoras, para facilitar el comercio importante que pretendan realizar al visitar todas las costas de Chile y del Per. Para encubrir sus propsitos comerciales, recibieron una comisin del rey de Francia, que les orden capturar a los piratas y filibusteros en el Pacfico, acerca de que los embajadores espaoles haban hecho tantas quejas. Esto no era un ardid nuevo: los reyes de Inglaterra tambin haban encubierto a expediciones a Chile y Per de objetivos comerciales similares, con comisiones para eliminar a la piratera.

La Compaa se form con veinte accionistas a cuya cabeza qued Luis de Phlypeaux, conde de Pontchartrain, ministro de marina y colonias, hijo de Colbert, y un importante comerciante. Esto demuestra el fuerte respaldo con que empez sus operaciones la Compaa y explica el inters pblico que suscit. Los planes originales eran de gran envergadura. La expedicin iba a consistir en siete navos, con una tripulacin de 689 hombres, ms soldados, artesanos y colonos para habitar las factoras que se pensaba establecer. El mando se ofreci a de Gennes, secundado por Jacques de Beauchesne-Gouin y un oficial naval de Terville. La plana mayor de la expedicin inclua a dos ingenieros, los seores Duplesis y Delabat, adems de los antiguos piratas de la Marre y Guilbaudiere, que iban como guas, dado su experiencia magallnica.

Sin embargo, slo se poda preparar cuatro naves, dado que los recursos reunidos en el tiempo no permitieron ms, y como de Gennes renunci al mando, la responsabilidad cay en Beauchesne-Gouin. Como resultado, los objetivos de la expedicin se redujeron a la exploracin de partes de la costa, con el objetivo de identificar lugares adonde se poda establecer factoras, y al conocimiento de los recursos del pas. Finalmente, zarparon, el 17 de diciembre de 1698, cuatro naves. Solamente dos buques, el Phlypeaux, nave capitana, y el Conde de Maurepas, llegaron al Estrecho despus de siete meses de navegacin el 24 de junio de 1699, en el peor momento del ao para intentar pasarlo.

Luego de una travesa que no result fcil por las tormentas, fondearon en la baha de San Juan, adonde iniciaron el reconocimiento hidro y biogeogrfico a cargo de los ingenieros Duplesis y Delabat y que incluy la siembra de algunas especies vegetales comestibles, para constatar su posibilidad de aclimatacin. Sobre la base de la informacin recolectada, Beauchesne-Drouin concluy que la zona podra ser poblada con xito. Despus, navegaron hacia el oeste, se encontraron con Puerto Gallant, el antiguo refugio de Massertie, de la Marre y Guilbaudiere. Ms adelante hay una isla en medio del Estrecho, que decidieron sera el lugar apropiado para la factora de la Compaa Real del Mar del Sur. El 7 de septiembre tomaron posesin del lugar y del Estrecho en nombre de Luis XIV, y levantaron una cruz de madera, ornada con flores de lis y una placa testimonial, como recuerdo del suceso.

Solamente el 21 de enero de 1700, lograron salir del Estrecho. Aprovecharon los cuatro meses adicionales que tuvieron que pasar all, llevando a cabo una detallada exploracin de ambos lados del Estrecho, y haciendo contacto con los indgenas kawskar, que habitaban ese sector. Los franceses lograron, a diferencia de otros navegantes, establecer y mantener una relacin amistosa con los nativos, que les permiti reunir una gran cantidad de informacin sobre ellos, que habra sido de gran utilidad si los planes iniciales de la compaa se hubiesen llevado a cabo.

La tradicin, o teora, de que los Franceses, de todo las naciones europeas, saban mejor como tratar a los pueblos indgenas de las Amricas, es ciertamente respaldada por las relaciones que tanto Villegagnon y los otros navegantes franceses en Brasil y Beauchesne-Drouin en el Estrecho lograron establecer con los pueblos autctonos. Hans Staden, un naufrago alemn, que camin por casi todo el largo de Brasil, cont que siempre hablaba francs o algo que pareciera francs con los indgenas, para evitar ser comido. Record que un cacique dijo: "Maldiciones, siempre cuando selecciono a un Europeo particularmente gordo y jugoso para mi cena, alega que es francs y tengo que quedarme hambriento!

Navegaron por las costas de Chile, sin encontrar dificultades nuticas, aunque con algunas incidentes de carcter poltico en el puerto de Valdivia, adonde un miembro de la tripulacin fue hecho prisionero. Lograron comerciar exitosamente en la costa de Per, con ganancias de 400.000 libras, que fue suficiente despus de cubrir los elevados costos del viaje de dejar beneficios. Estableci en definitiva que Chile y Per eran mercados prometedores para las manufactureras francesas, que adems era el centro de la legendaria riqueza mineral americana. As, vender mercaderas de origen nacional a altos precios y traer de vuelta metales preciosos, era cumplir con creces las ideas de los economistas mercantilistas de la poca, alentando de ese modo nuevas expediciones hacia el sudoccidente americano.

Aunque la Compaa Real del Mar del Sur nunca llev a cabo sus planes originales de establecerse en el Estrecho de Magallanes, la expedicin de Beauchesne-Drouin s dej como secuela un proyecto de misin y colonizacin en las costas del Estrecho que estuvo muy cerca de concretarse. El proyecto era producto de la mente del abate Nol Jouin, un personaje inteligente y con influencias ante el corte real. Particip en la expedicin de Beauchesne-Drouin, y durante la prolongada estada en el Estrecho, logr enterarse de las condiciones de vida y especialmente lleg a conocer a los pueblos autctonos. Profundiz estos conocimientos durante los otros viajes que realiz posteriormente al Mar del Sur, llegando a convencerse de la factibilidad de establecer una colonia en la regin, como base para una misin religiosa entre los pueblos autctonos.

Pens en un proyecto de cuya preparacin se ocup durante los siguientes cinco aos. Por ser maestro del oratorio del duque de Orleans, el sobrino de Luis XIV, y futuro regente de Luis XV, pudo establecer una sociedad con dos hombres llamados Martinet y Gory, que slo le causaron dificultades. Jouin gast toda su fortuna en equipar cinco barcos, y estaba a punto de zarpar en noviembre de 1714, cuando fue arrestado debido a las intrigas de su socio Martinet. Aunque Jouin logr liberarse de las acusaciones debido a sus excelentes conexiones, tuvo que vender sus barcos y qued en la ruina. Amargado, decidi exilarse voluntariamente en Espaa. Una vez all, y todava obsesionado con su proyecto, dirigi un extenso memorial al rey Felipe V, presentndole sus ideas y planes, ponindose a su servicio para partir como sea del Real agrado de V. M. Para llevar la palabra de Dios o el Evangelio hasta la extremidad de la tierra y cumplir la promesa, que parece haber hecho Dios slo para V. M..

En su argumentacin Jouin le recordaba al monarca que:

Si bien en el reinado de Felipe II se juzg por muy necesario establecer colonias y apoderarse de este Estrecho, cuanto ms hoy lo debe ser en estos tiempos en que este Estrecho es ms conocido y ms frecuentado como paso para el Mar del Sur, y que puede cebar la codicia de las naciones extranjeras, que no dejaran de sembrar la hereja en lugar de la verdadera religin.

Para Jouin lo fundamental era:

... quitar a los extranjeros se establezcan en este Estrecho debajo del pretesto del primer ocupante; lo que todas las potencias estn ideando y tienen ya concedido a sus varias compaas. Los ingleses, artculo X de su Compaa de Indias orientales, est empleando la concesin de Magellan y todas las dems tierras no ocupadas por una potencia de Europa; Holanda lo mismo; Francia en el ao 1699 tom posesin de este Estrecho en el nombre de su Compaa del Mar del Sur, y as estas compaas no les quedan ms que pasar all a planificar all, pues tienen la concesin

Enfatiz el peligro que representaba un establecimiento en el Estrecho para la seguridad de Chile y Per: Si estas naciones se pasaron all, ya s que los herejes establecern su secta i que los indios los recibirn a brazos abiertos, as por el odio inveterado que tienen contra los espaoles... Para Jouin no slo Per estaba amenazado, sino tambin las Filipinas: A que riesgo entonces est expuesto la nacin de Filipinas? Sera sola infinita si quisiera hacer la enumeracin de todos los males que se requeran sin poder remediar, aunque se gastasen muchos millones, i hoy se pueden prevenir sin gasto alguno, antes con grande utilidad para el Reino.

Uno de los puntos ms interesantes del memorial de Jouin es la similitud entre la obra que el abate present al rey de Espaa, y el Discourse of the Commoditie of the taking of the Strait of Magellan que el reverendo Richard Hakluyt present a la Reina Isabel I de Inglaterra en 1580. Ambos religiosos se concentran en los mismos argumentos, aunque desde puntos de vista diametralmente opuestos. Segn Hakluyt:

El Estrecho de Magallanes es la puerta y entrada en el tesoro de las Indias Orientales y Occidentales. Quien quiera que se enseorea en este Estrecho puede considerarse Seor tambin de las Indias Occidentales. La armada ms grande del mundo puede encontrar refugio en el Estrecho en todas los tiempos y en todas las temporadas del ao. Todo el rea de las Amricas que bordea el Mar del Sur est sin fortificaciones y armamentos, y de buques de guerra, de la cual viene lo anterior.

Jouin ciento veinte aos ms tarde dice:

En tiempo de guerra podrn apresar toda embarcacin que tiene el mar del sur, as porque estn indefensos, como por que no hai un solo puerto en todo el mar del sur, en donde se puedan refugiar i poner en seguro, solo Valparaso i Valdivia en Chile, i ambos en mal estado.

Pero ni el monarca o sus ministros parecieron interesarse en el proyecto colonizador misionero del francs, el que acab por archivarse, concluyendo de tal forma quizs la ms importante iniciativa desde el intento de poblar el Estrecho de Pedro Sarmiento de Gamboa en 1584. En 1718 otro francs, el presbtero Julan Mac, present al rey de Espaa otro proyecto para una misin en el Estrecho y otros lugares del territorio magallnico, pero el Consejo de Indias tambin lo desech en atencin a que se consideraba que la Compaa de Jess tena un monopolio de la tarea de establecer misiones en tierras australes.

En 1700, cuando los armadores y comerciantes franceses estaban entusiasmados con las promesas del nuevo mercado sudamericano del Pacfico, la crisis que se haba desatado en Europa debido a la intencin de Luis XIV de poner su nieto Felipe en el trono espaol, que se haba quedado vacante con la muerte del ltimo de los Habsburgos de Espaa, Carlos II, se interpuso en el camino. El proyecto borbnico requera que Francia mantuviera las mejores relaciones con Espaa, y el nuevo Rey Felipe V no poda mostrar simpatas francesas si quera conseguir el apoyo de sus nuevos sbditos en contra del candidato austraco, apoyado por Inglaterra y Holanda. Como resultado, la Compaa Real del Mar del Sur recibi rdenes de no proseguir con sus actividades, mientras que a otros les fue prohibido organizar nuevas expediciones de ndole comercial.

Pero las posibles ganancias eran demasiados grandes, y si no se poda hacerlo en forma abierta y legal, s se poda hacerlo subrepticiamente, por medio del contrabando. Debido al cambio, los planes para establecer asentamientos en Magallanes pasaron al olvido, dado que los comerciantes independientes involucrados en el contrabando estaban interesados en los territorios de ms al norte, adonde estaban los mercados que convenan explotar. La zona magallnica se convirti simplemente en una conveniente ruta de paso. Al mismo tiempo, mientras duraba la Guerra de la Sucesin Espaola, el gobierno espaol tuvo que hacer la vista gorda al gran nmero de buques franceses que entraban a los puertos espaoles del Pacfico meridional con las excusas ms endebles.

En esta competencia, los habitantes de Saint Malo son los ms exitosos. Parten por uno o dos aos, y cuando vuelven traen grandes fortunas, que segn Fernand Braudel, termina por poner a Saint Malo, unidad aparte, al margen del reino de Francia. De 1701 a 1720, sta es, segn el mismo autor, la ms sensacional de las aventuras de marinos franceses, llevada a la dimensin mundial. Entre 1705 y 1714, por lo menos un centenar de navos salieron de Francia rumbo a las costas chilenas y peruanas, debilitando seriamente el sistema colonial espaol por medio de un contra-sistema gil y eficaz que cuenta con la complicidad de comerciantes locales y la corrupcin de las autoridades de vigilancia. En 1714, quince barcos estaban anclados en el puerto de Talcahuano, armados con 250 caones y 2.600 hombres.

El tratado de Utrecht de 1712 que puso trmino a la guerra consagr el derecho exclusivo de Espaa para comerciar con sus colonias, circunstancia que oblig a Francia a su cumplimiento. De all que una ordenanza del mismo ao prohibi la navegacin al Pacfico bajo severas sanciones. La prohibicin no surti efecto y el trfico continu, pero como negocio devino ruinoso por la competencia entre armadores. Nuevos reclamos de Espaa y las potencias martimas en contra de Francia ante las violaciones que sus nacionales hacan del tratado de Utrecht, obligaron al gobierno francs a tomar medidas para poner trmino a la situacin, que inclua la pena de muerte para contrabandistas. Gradualmente, debido a las medidas tomadas por Francia, la mayor fiscalizacin por parte de Espaa, y la saturacin del mercado sudamericano, bajaron el nmero de zarpes, para terminar definitivamente en 1725.

Segn el cuadro incluido por el investigador francs M. E. W. Dahlgren en su libro Voyages franais en destination la Mer du Sud avant Bougainville, entre 1701 et 1724, el siguiente nmero de barcos salieron de Francia para el mar del Sur entre 1701 y 1724:

AoN de barcosAoN de barcos

17013171315

17020171420

1703617154

1704317163

17051317170

17061117181

17071317194

1708717209

1709217210

1710817221

17111417231

17121117244

De todos las naves que partieron con rumbo al mar del Sur, existen registros de que treinticinco de ellos tocaron puertos chilenos durante esos aos. En 1700 arrib el Phlippeaux, capitn Villefort, y el Maurepas, capitn De Terville, de la escuadra de Beauchesne-Gouin; en 1701, L'Aurore, capitn Rogadier; en 1703, La Jacques, capitn Harrington; en 1705, Saint-Louis y Malouin; en 1707, Saint-Clment, Notre-Dame de L'Assomption, Saint-Antoine de Padoue, Comte de Toulouse, La Princesse y La Dcouverte; entre 1709-1711, Saint-Jean Baptiste, capitn Doublet, el Saint-Antoine, capitn Frondac, Le Solide, capitn Regueine, Le Clerc, capitn Bosiloret, La Vierge de Grce, L'Assomption, capitn Champoret-Le-Brun, Le Saint-Esprit, capitn Beauchesne-Battas, La Marianne, capitn Pisson; en 1712, L'Incarnation, la Saint-Charles y La Concorde, enviados por al almirante Duguay-Trouin para vender el botn capturado en Ro de Janeiro; en 1714, se encontraba en Concepcin: el Saint-Joseph, Saint-Jean Baptiste, Le Franais, Pierre, Martial, Le Chancelier, La Bien-Aime, Le Poisson-Volant, Le Saint-Esprit, capitn Grout, Le Prince des Asturies, La Marguerite, La Tartane, La Concorde, Le Berger y Le Csar. Adems de los anteriores tambin tocaron puertos chilenos, entre 1700 y 1724, barcos con nombres que hacan alusin a la amistad de Francia con Espaa y a la familia real espaola, por ejemplo: Les Deux Couronnes Catholiques, Le Phillippe V, La Grande Reine d'Espagne. Tambin, muchos barcos que contrabandeaban en puertos chilenos, necesariamente, dado la naturaleza de sus negocios, quedaron sin registrarse.

La prxima vez que navos franceses tocaron las costas de Chile fue con propsitos muy diferentes a los anteriores. El ltimo tercio del siglo XVIII vio una serie de expediciones espaolas, inglesas y francesas surcando las aguas chilenas, adonde lo cientfico gradualmente predominaba sobre lo poltico y comercial. En 1765, ingres al Estrecho la fragata L'Aigle al mando de Luis Antonio de Bougainville. Las metas del viaje son al menos triples, lo cual justifica, en parte, la naturaleza de los resultados. Francia quera adquirir territorios australes como compensacin por las prdidas de la Nueva Francia en Norteamrica. Los aspectos poltico y militar, econmico y cientfico se mezclan y se interfieren. Despus de recalar en San Gregorio y Famine, fonde en una baha adonde pas dos semanas extrayendo madera, al cabo de las cuales parti con destino a la colonia que los franceses haban fundado en las Malvinas/Falklands. El ao siguiente, en abril, sus capitanes Duclos-Guyos y la Giraudais regresaron con los buques L'Aigle y L'Etoile para cumplir con el mismo propsito. Despus de cumplir con la misin oficial de restituir la colonia de las Malvinas a Espaa, Bougainville regres al Estrecho en diciembre de 1767 con las fragatas L'Etoile y La Boudeuse para llevar a efecto estudios cientficos segn las ordenes del Ministerio de la Marina. Bougainville llevaba a bordo un naturalista que tena a su cargo la herborizacin, mientras que el mdico se encargaba de las mediciones astronmicas, meteorolgicas y etnogrficas. Terminadas las investigaciones, Bougainville zarp rumbo a Tahit, sin tocar otro punto en las costas de Chile, para despus completar la primera circunnavegacin del mundo hecha por una expedicin francesa.

En la siguiente expedicin francesa al Pacfico, la de Jean-Franois de Galaup de la Prouse de 1785-1788, predomin casi por completo los objetivos cientficos, aunque La Prouse tena rdenes mientras estaba en las costas americanas del Pacfico de investigar las posibilidades para las caza de ballenas en el sur y el comercio de pieles en el norte. Esta vez la expedicin evit el Estrecho de Magallanes, dado que el gobierno francs consider que tenan suficiente informacin sobre ello. Sin embargo, s tocaron otros puntos en las costas de Chile, incluyendo Concepcin, adonde llegaron el 24 de febrero de 1786. Nada demuestra tanto la falta de informacin sobre Chile de los franceses que el hecho de que La Prouse no pudo encontrar la ciudad en sus mapas, debido a que la ciudad haba sido transferida a su sitio actual en 1754. Fueron recibidos amablemente por las autoridades y los residentes, para los cuales la visita era un cambio del aburrimiento usual, mientras que para los franceses las tres semanas en Concepcin fueron un descanso despus de los meses que pasaron en el mar. Los franceses encontraron encantador y al mismo tiempo tentador a Concepcin. Dos miembros de la tripulacin desertaron, pero La Prouse no se molest en recuperarlos, ya que no quera llevar a marineros reacios en el resto de su viaje. Zarparon de Concepcin el 17 de marzo rumbo a la Isla de Pascua, y despus de visitar la isla, navegaron por el Pacfico, para finalmente naufragar en la isla de Vanikoro.

La presencia francesa en el Pacfico suroriental refleja los mismos objetivos que aquellos de los Britnicos y Holandeses durante el periodo en cuestin. Objetivos que variaban con el paso de los aos desde la bsqueda de botn, al comercio y finalmente lo cientfico. Al mismo tiempo, razones estratgicas, ntimamente ligadas con la variable situacin internacional en Europa, influenciaban las acciones de las tres potencias. De los tres, Francia era la ms susceptible a la situacin europea, ya que nunca pudo optar por la mar frente a la tierra por un periodo duradero. As fue como los dos intentos de adquirir posiciones en los territorios australes durante el siglo XVIII tuvieron que ser abandonados para asegurar la alianza familiar entre las dinastas borbnicas de Francia y Espaa. Cuando durante la primera mitad del siglo XIX, se despert de nuevo el inters francs en el Estrecho de Magallanes, fueron anticipados por la toma de posesin de esta importante va martima por parte del Gobierno de Chile. Sin embargo, el hecho de que Chile se qued con el Estrecho de Magallanes fue aceptable para Francia, ya que impeda la posibilidad de una ocupacin britnica.

Forma parte del proyecto de investigacin HUMI 049920 de la Direccin General de Investigacin de la Universidad de Playa Ancha y est basada en una ponencia, Los Franceses en las Costas de Chile, 1600-1800, presentado en la XIV Jornada de Historia de Chile en Santiago, en Octubre de 2001.

Morison, S.E., The European Discovery of America: the Northern Voyages (Nueva York: OUP, 1971) 435.

Bonnichon, Philippe, Los navegantes franceses y el descubrimiento de Amrica (Madrid: Editorial Mapfre, 1992) 17.

Guarda, Gabriel, Flandes Indiano (Santiago: Ediciones Universidad Catlica de Chile, 1990) 13.

Hakluyt, Richard, Principal Navigations (2 ed., tomo III, 1600) 719.

Wright; Irene A., ed., Documents concerning English voyages to the Spanish Main, 1569-1580 (Londres: Hakluyt Society, 1932) 236-245.

Martinic B. Mateo, Noticia Histrica sobre una Misteriosa Navegacin en Aguas Magallanicas durante la Tercera Dcada del Siglo XVI Anales Instituto Patagonia, Serie Cs. Hs. (Chile) 1999, 27:5-11.

Mitchell, David, Pirates (Londres: Thames & Hudson, 1976) 48.

Salmoral, Manuel Lucena, Piratas, Bucaneros, Filibusteros y Corsarios en Amrica (Madrid: Editorial Mapfre, 1992) 217.

Martinic, Mateo, Baha Cordes-Fortecues (Estrecho de Magallanes), Su Ocupacin por Holandeses en 1599 y por Franceses en 1694-1699, Academa Chilena de la Historia, Boletn N 108-109, Santiago, 2000, 313.

Martinic, Mateo, Historia de la Regin Magallnica (Punta Arenas: U. De Magallanes, 1992) vol. 1, 273.

Martinic, Baha Cordes-Fortescue..., 315-16.

Martinic, Historia de la..., 274.

Stewart Stokes, Hamish, Del Mar del Norte al Mar del Sur: Navegantes Britnicos y Holandeses en el Pacfico Suroriental 1570-1807 (Valparaso: Editorial Puntngeles, 2000) 80-1.

Morison, Stanley Eliot, The European Discovery of America: The Southern Voyages 1492-1616 (Nueva York, OUP, 1974) 594.

Observaciones sobre la necesidad de poblar el Estrecho de Magallanes. Memorial del presbtero don Manuel Jovin (natural de San Malo) al rey de Espaa, etc., etc., 1699-1714 (Biblioteca Nacional de Madrid. Copia en Archivo Vidal Gormaz, Vol. 7, Pieza 3, Archivo Nacional de Chile)

Quinn, D. B. & Quinn, Alison M., eds., Discourse of Western Planting (Londres: Hakluyt Society, 1993) 151-9.

Observaciones sobre la necesidad de poblar... .

Martinic, Historia de ..., 277.

Braudel, Fernand, Civilisation matrielle, conomie et capitalismes, tomo III Le Temps du Monde (Pars: A. Colin, 1979) 296.

Ibdem, 357.

Blancpain, Jean-Pierre, Francia y los Franceses en Chile (Santiago: Hachette, 1987) 30.

Publicado en Pars en 1909.

Campos, Fernando, Veleros Franceses en el Mar del Sur, 1700-1800 (Santiago, 1904) 45-46 y Blancpain, 30.

Bonnichon, 324-5.

Fernndez-Armesto, Felipe, ed., The Times Atlas of World Exploration (Nueva York: Time Books, 1991) 174-175.

Dunmore, John, ed., The Journal of Jean-Franois de Galaup de la Prouse 1785-1788 (Londres: Hakluyt Society, 1994) Tomo 1, 40-52.

Ibdem, 50-1.