Neópolis - WordPress.com · 2013. 6. 23. · El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es...

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Neópolis Ciudades, Suburbios… ¿Contenedores? Orlando De La Rosa Tirado

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  • Neópolis

    Ciudades, Suburbios… ¿Contenedores?

    Orlando De La Rosa Tirado

  • Editor

    Ana I. Carrasquillo Soto

    Correctores

    Alexandra Sánchez Soto

    Jossie A. Smith Ríos

    Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo

    ni en parte, ni registrada en o trasmitida por un sistema de recuperación de

    información, en ninguna forma o medio, sea mecánico, fotoquímico, magnético,

    electro-óptico, digital, fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito del

    autor.

    Primera Publicación

    ISBN: 978-1-61887-072-8

    Impreso por:

    Digital Group Color Printing, Inc.

    951 Calle Las Palmas

    San Juan, Puerto Rico

    787-725-5467

    diciembre 2011

  • Dedicado a los que vendrán…

  • El futuro tiene muchos nombres.

    Para los débiles es lo inalcanzable.

    Para los temerosos, lo desconocido.

    Para los valientes es la oportunidad.

    Víctor Hugo

    Construcción del hotel Bayside Marina, Yokohama, Japón.1

    El Autor

    Orlando De La Rosa Tirado es Doctor en Urbanismo, egresado con honores del

    Posgrado de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),

    donde además fue galardonado con la medalla Alfonso Caso y se posdoctoró en

    Urbanismo. Posee una Maestría en Planificación Urbana Regional de la Escuela

    Graduada de Planificación de la Universidad de Puerto Rico (UPR), donde fue

    distinguido con el Premio del Colegio de Ingenieros y Agrimensores. Profesor de la

    Facultad de Estudios Generales y del Departamento de Geografía de la Universidad de

    Puerto Rico. Conferenciante del Departamento de Ingeniería Civil del Recinto de

    Mayagüez de la misma Universidad. Es autor del libro Entrópolis y de múltiples

    artículos en torno a planificación, espacios defendibles y mega ciudades. Formó parte

    del grupo técnico asesor del Consejo de Desarrollo Económico del Gobernador Rafael

    Hernández Colón y del Consejo de Desarrollo Estratégico Para Puerto Rico. Es asesor

    en planeación y ordenación territorial, corredor licenciado y profesor de bienes raíces

    especializado en calificación de suelos y municipalización.

    1 Imagen cortesía de Yasutaka Yoshimura

  • Sumario

    Reconocimientos 13

    Prólogo 15

    Introducción 18

    Primera Parte

    Urbanismo Insular 23

    El Fenómeno Urbano 24

    El Caso de Puerto Rico 25

    La Desmetropolización en Puerto Rico 26

    Corolario 27

    Catálogo de Desatinos

    Primero: Morfología Arbórea

    y Estructura Urbana 28

    Segundo: Repoblamiento

    Transporte y Tren Urbano 31

    Tercero: Resistencia al Cambio 38

    Cuarto: Crecimiento y Procesos 40

    Desenlaces y Consecuencias 42

    Un Comentario 46

    El Mercado Inmobiliario

    Población y Construcción 49

    Vivienda de Nueva Construcción 52

    Valores 52

    Comparación Internacional 54

    Hipotecas 54

    Proyecciones de Venta por Región 55

  • Pobreza y Vivienda 56

    La Rururbia Difusa 68

    Segunda Parte

    Inmuebles, Módulos y Contenedores 75

    Convencional, Inconvencional, Opciones 76

    Contenedores y Vivienda:

    Disponibilidad, Características, Resistencia 80

    Termo-aislantes 85

    Costos 86

    Proyectos Desarrollados y Experimentales 92

    Política Europea de Vivienda 105

    Política Urbana y Contenedores en Holanda 107

    Un Comentario Sobre Haití 126

    Un Cambio de paradigma 131

    Organización Global

    de Gigantes Corporativas 133

    Compendio 171

    Tercera Parte

    Neópolis 175

    Aerocópolis 2025 176

    Eco-Comunidades como Discurso 180

    El Plan 181

    Metas y Objetivos por Área Tópica 182

    Intervención Propuesta 189

  • Morfología Ecoretícular 193

    Estimado de Costos para Edificios Residenciales 202

    Transporte Colectivo,

    Vialidades e Intersecciones 206

    Aeroparque Residencial 209

    Precedente 213

    Energía 214

    Agua 217

    Infraestructura Verde 218

    Visión, UPR RUM 2025-2040 221

    Unípolis 2030 228

    Consideraciones Iniciales 230

    Antecedentes 234

    Morfología y Planificación Espacial 235

    Políticas y Paradojas 246

    Rediseñando el Futuro, la Utopía 251

    Operacionalización de la Iniciativa 254

    Costos Estimados para Estructuras Residenciales 266

    Estimado General de Costos para el Proyecto 268

    Precedente 269

    Particularidades 270

    Un Comentario sobre Tenencia Inmobiliaria 272

    Consideraciones Finales 276

    Referencias 287

  • 13

    Reconocimientos

    “Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie

    del candil que paciente la sostiene”.

    Rabindranath Tagore

    Alguien dijo una vez que hablar es narrar historias. En

    ocasiones las historias, como la brisa, aparentan no tener

    rumbo, perdiéndose entre el ruido creado por otras historias

    que también vagan errantes por los aires. Sin embargo, a veces

    el viento provoca cosas realmente extrañas, venturosas e

    insospechadas coincidencias, haciendo que las historias aviven

    las almas que sutilmente tocan a su paso. Hace algún tiempo

    escuché a dos personas contar historias sobre la construcción

    modular de inmuebles utilizando contenedores marítimos, su

    narración fue simplemente deslumbrante por el cariz de

    pragmatismo funcional que implicaba esta inusual forma de

    crear ciudades. Y así, como el candil sostiene la llama del

    conocimiento las historias narradas por Alberto Dapena, Jr. y

    José Rafael Pérez Lugo iluminaron mi percepción y manera de

    visualizar el potencial inherente a la modularidad;

    curiosamente, a partir de aquello que a falta de imaginación

    por uso y costumbre solemos desechar. A ustedes mi gratitud,

    su visión, compromiso y entusiasmo por el desarrollo de

    viviendas dignas para los más carenciados inspiró esta

    investigación. De igual modo agradezco el ingente esfuerzo y

    extraordinario entusiasmo de Eliud De Jesús Santana,

    estudiante de Geografía de la Universidad de Puerto Rico, por

    concertar las autorizaciones requeridas para la publicación de

    las imágenes de proyectos propuestos o construidos por las

    principales empresas del mundo dedicadas a este tipo de

    actividad y su generosidad al crear algunas de las

  • 14

    modelaciones gráficas más importantes de esta obra. Debo

    especial gratitud al Arquitecto Darwin J. Marrero Carrer,

    Profesor y Ayudante del Decano de la Facultad de

    Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico, por su

    desprendida colaboración e incuestionable solidaridad al

    evaluar, comentar y postular ideas al igual que soluciones

    fundamentales para el desarrollo de las intervenciones

    enunciadas para Unipolis 2030. Al Doctor Ángel David Cruz

    Báez, Director del Departamento de Geografía de la

    Universidad de Puerto Rico por las múltiples pruebas de

    lectura efectuadas a las versiones iniciales, pero sobre todo,

    por su paciencia e incondicional amistad. A mi estimado amigo

    el Doctor Luis Pérez, Profesor del Departamento de Ciencias

    Sociales de la Facultad de Estudios Generales de la

    Universidad de Puerto Rico por sus críticas, comentarios y

    atinadas recomendaciones. De igual modo quiero destacar la

    inmerecida deferencia e interés por conocer el libro del Doctor

    Gabriel De La Luz, profesor del Departamento de Ciencias

    Sociales de la Facultad de Estudios Generales; quién a pesar

    de sus múltiples responsabilidades ha tenido la gentileza de

    estudiar, evaluar y reaccionar a las principales y más

    controvertibles propuestas planteadas por esta investigación. Y

    por supuesto a mi amada esposa, Ana Carrasquillo Soto, por la

    enorme tarea de edición que en más de una instancia aparentó

    rivalizar con la misma eternidad. A ustedes, y a todos aquellos

    que aún tienen sueños y esperanzas, que atesoran el saber e

    importancia social de los forjadores de utopías, está dirigida

    esta historia y mi eterna gratitud por su interés en escucharla.

    Dr. Orlando De La Rosa Tirado

  • 15

    Prólogo

    Las ciudades como los continentes son grandes hechos naturales

    que habitamos y transformamos. Resultan demasiado complicadas

    y con honestidad, más allá de las apariencias, su evolución y

    expansión están fuera de nuestro control. Esta espléndida obra

    aborda de manera precisa tal realidad desvelando nuevos paisajes

    con los que el autor intenta describirnos su visión de lo inusual

    que podrían ser las que mañana poblaremos. Sin dudas, se trata

    de una de las proposiciones más atrevidas, estimulantes y

    potencialmente controvertibles publicada en tiempos recientes.

    Escrita por un académico de nuestra Institución, cuyas ideas y

    discursos respeto, además de considerarlos extremadamente

    adelantados a nuestro tiempo. Para una sociedad como la nuestra,

    marcadamente conservadora, que duerme plácidamente arrullada

    por Morfeo, esta obra será como el trueno que sigue al relámpago

    de Zeus. Hace 15 años que conozco al autor que provocara

    semejante “revuelo”, el Doctor Orlando de la Rosa Tirado.

    Coincidimos por primera vez como asesores en proyectos de

    planeación y ordenación territorial comisionados por varios

    municipios de la Región Norte y Central de Puerto Rico y debo

    admitir que desde el primer momento me impresionó su destreza

    para la formulación de proyecciones, escenarios y estrategias al

    igual que su elegante dominio de una amplia variedad de modelos

    teóricos. En aquel momento estaba recién llegado de la

    Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde

    obtuvo su Doctorado en Urbanismo en la Facultad de

    Arquitectura, graduándose con los más altos honores y

    distinciones. Aún recuerdo el día en que se acercó a mí para

    decirme que regresaría nuevamente a la Facultad de Arquitectura

    de la UNAM a realizar estudios posdoctorales y quería que

    formara parte del grupo de profesores que supervisarían su

  • 16

    investigación (que luego se convirtió en el primer libro publicado

    de su autoría). Acepté, y aunque nunca le dije (debo confesar) que

    no lo creí capaz de probar su teoría en torno a la posibilidad de

    crear una sistemo-modelación termodinámica para asentamientos

    humanos que permita medir y comparar fluctuaciones de entropía

    multi-sistémica y posteriormente aplicarlo a tres de las más

    grandes mega-ciudades del planeta: Tokío, Bombay y Ciudad de

    México; mucho menos cumplir con las condiciones estipuladas por

    la UNAM para presentar la tesis, y como de costumbre lo logró,

    demostrando (sin saberlo) que yo estaba errado. Es por esto que al

    hablarme de Neópolis, no dudé en considerar completamente

    factibles sus propuestas teóricas muy a pesar de lo ajenas que

    resultan a nuestra idiosincrasia y a las terribles realidades que

    enfrentamos como sociedad. El Doctor De La Rosa Tirado expone

    en esta obra, con absoluta claridad, el grave problema de

    dispersión suburbana que afrontamos, correlacionándolo tanto

    con la construcción de vivienda espontánea como con la

    generalmente promovida por el Estado. Su discurso se caracteriza

    por un evidente compromiso con la formación de ciudades

    urbanas ambientalmente sostenibles, responsabilizando por

    nuestra desastrosa realidad espacial tanto a la clase financiera

    como política del País. Nada nuevo en realidad, salvo por una

    cosa, la presentación concreta y rigurosa de soluciones rara vez

    observadas en este tipo de tratado. Pocos autores tienen el arrojo

    y suficiencia discursiva para esgrimir y sostener alternativas con

    las que serán permanentemente identificados para bien o para

    mal. Asumir el costo intelectual de lo expuesto es algo a lo que el

    Doctor De La Rosa Tirado nos tiene acostumbrado y eso es

    particularmente admirable tratándose de temas tan complejos y

    políticamente sensibles como la planificación de ciudades. Su

    propuesta está centrada en el desarrollo de inmuebles modulares

  • 17

    empleando contenedores marítimos reacondicionados con los que

    sugiere atender el déficit de vivienda asequible, proponiendo la

    construcción de dos amplias e inconvencionales ciudades erigidas

    a partir de esta tipología. En particular, su visión para una de

    ellas, la que ubicará en el Recinto de Río Piedras de la

    Universidad de Puerto Rico resultará para muchos tan

    extraordinaria como inquietante. El debate que esta tesis

    provocara será realmente importante para la Universidad por su

    osadía y total indiferencia a los convencionalismos. Advirtiendo la

    insolvencia de la Institución, no duda en postular soluciones nunca

    antes contempladas con el único propósito de conservar el

    carácter público de la misma. Podemos afirmar que el autor

    emprende un viaje sin retorno, en el que emplea todo su talento y

    extraordinaria creatividad para delinear un futuro

    inadvertidamente fascinante. Uno dónde para él, como intelectual,

    no existe marcha atrás, porque literalmente “quema las naves”; es

    una apuesta “todo o nada” abocada a establecer un nuevo y

    revolucionario paradigma. Neópolis es una obra radical, única y

    sin precedentes que invita a la más profunda y seria de las

    reflexiones imaginables. Para mí es una lectura reveladora, no

    está pensada para nosotros sino como él ha dicho, “para aquellos

    que vendrán”. Gente con otro carácter, atrevido y audaz que no

    tema enfrentar con absoluta gallardía las más cruentas

    tempestades. Gente capaz de fijar adecuadamente el rumbo, que

    sepa sortear la desdicha convirtiendo el infortunio en favor y

    gracia. Porque el fin de todo buen navegante es llevar con bien la

    barca, surcando la mar con esperanza, sabiendo que hay un mejor

    mañana más allá del horizonte.

    Ángel David Cruz Báez, Ph.D.

    Catedrático y Director del Departamento de Geografía Facultad de Ciencias Sociales, Recinto de Río Piedras

    Universidad de Puerto Rico

  • 18

    Introducción

    “El camino de la civilización está

    pavimentado con envases de hojalata”.

    Elbert Hubbard

    Esta investigación plantea una poco convencional aproximación al

    fluido, desigual y controvertible fenómeno de la vivienda, al igual

    que su impacto tanto en la formación de Neópolis (Nuevas

    Ciudades) como en la dispersión aparentemente incontrolable del

    tejido suburbano. La Primera Parte, aborda la ocupación urbana

    del suelo como experiencia global y local, en particular, las

    variaciones, tendencias y consecuencias de la urbanización, el

    transporte y los procesos de gestión sobre el paisaje geográfico de

    Puerto Rico. Todas, manifestaciones materiales de una

    vertiginosa, compleja y en ocasiones desconcertante serie de

    transformaciones socio-culturales, en general, desacertadamente

    atendidas. La eterna dicotomía entre el deber y el querer, lo

    correcto e incorrecto, lo verosímil y electoralista, queda

    meridianamente plasmado en el espacio construido, como

    espectáculo semiótico, testigo indeleble del perenne sin sentido

    institucional. Como parte del relato, se consigna una sucinta

    reflexión sobre el desarrollo y condición del mercado

    inmobiliario, cambios demográficos, construcción, valores,

    hipotecas y necesidad regional de vivienda.2 Este acercamiento es

    2 La Isla de Puerto Rico, con una superficie de 9,104 km2 se ubica entre el Océano

    Atlántico y el Mar Caribe. Es la menor y más oriental de las Antillas Mayores. El Estado

    Libre Asociado de Puerto Rico es un territorio no incorporado de Estados Unidos,

    facultado para elegir su Gobernador y a los miembros de la Asamblea Legislativa. A

    pesar de estas facultades, Puerto Rico carece de soberanía. La Constitución de 1952

    estableció que el Gobierno de Puerto Rico controlaría sus asuntos internos de forma

  • 19

    plausible gracias al acceso a miríadas de datos mediáticamente

    divulgados por promotores, agentes financieros y autoridades

    estatales. Ambos sectores (público y privado) generan diversidad

    de informes, reportes y estudios del comportamiento inmobiliario

    local. Regularmente la información es producida por el sector

    privado a petición de las autoridades gubernamentales;

    responsables de la política pública orientada al desarrollo de tan

    importante componente de organización socio-espacial y

    crecimiento económico en el País. La evaluación sistemática de

    este tipo de indicador permite, no sólo comprender la inmediatez y

    complejidades del mercado, además, desvelan la urgencia de

    explorar, políticas, tipologías y metodologías de construcción

    adoptadas por la industria inmobiliaria en países donde se

    observan formas no convencionales para mitigar las serias

    dificultades tocantes al proceso de provisión de vivienda. Estos

    aspectos se abordan en la Segunda Parte y es pertinente advertir

    que algunas iniciativas documentadas pueden resultar extremas e

    incluso, cultural y socialmente estigmatizantes. Empero,

    racionalmente ponderadas y readecuadas a los contextos psico-

    socio-antropológicos de las poblaciones que decidan adoptarlas

    tienen la posibilidad de materializar en respuestas completamente

    templadas, políticamente inclusivas y colectivamente deseables. La

    ilustración presentada a continuación da cuenta de lo indicado y

    tiene el efecto de provocar infinidad de reacciones que discurren

    desde la eufórica admiración, pasando por la duda cautelar, hasta

    el escueto rechazo. Sin embargo, es poco probable asumir una

    posición de indiferencia ante tan inusual oferta.

    similar a los 50 Estados de la Unión. El Gobierno Federal se reserva el control de

    aduana, comercio exterior, sistema monetario, defensa, justicia, correo y política

    externa. El sistema político es representativo y los partidos se diferencian por su visión

    ideológica sobre asuntos de status. (De La Rosa. 2010)

  • 20

    Esta secuencia fotográfica, publicada en el Semanario Peripecias

    Nº 84, el 13 de febrero de 20083, ilustra una audaz y por demás

    3(...) China, siempre China

    En el mundo actual sería extraño si China quedara fuera de un negocio. Siendo el

    mayor productor mundial de contenedores, con 1.6 millones de unidades anuales,

    empresas chinas se encargan de transformar los contenedores de transporte en

    habitaciones modulares. Una habitación de 2.35 metros de ancho puede funcionar en un

    hotel, pero esa medida complica su utilidad en el caso de las viviendas. Para superar el

    inconveniente, otra empresa inglesa patentó el sistema Verbus, también con tecnología

    China. Se trata de contenedores especiales con un ancho estándar de 3.60 metros y

    longitudes de entre 6.0 y 13.70 metros. A cargo de la construcción está una de las 20

    fábricas del consorcio China International Marine Container Co. Ltd., que cuenta con 50

    compañías subsidiarias y 50,000 empleados. Esta fábrica ubica en Xinhui, ciudad

    cercana al gran centro industrial de Guangzhou, en el sur. Los contenedores de Verbus

  • 21

    sugestiva propuesta que combina contenedores de diversas

    longitudes no estandarizados (3.6 metros, de ancho

    teniendo el estandarizado 2.4 metros ) revestidos con

    material termo-aislante y homologaciones en madera terciada. Las

    posibilidades comerciales de tan inusitada aplicación resultan

    extraordinarias al ponderar su fortaleza, manejabilidad e

    impactos ambientalmente. Estas sorprendentes “cajas metálicas”

    se utilizan como recipientes de carga regularmente en tareas

    relacionadas al transporte marítimo, aunque su aplicación no está

    restringida a este segmento. Por el contrario, en todo el orbe

    suelen emplearse para el acarreo de mercancías desplazadas por

    vía aérea o terrestre. Como vemos, los contenedores pueden

    representar una imaginativa alternativa para la construcción

    sistemática de inmuebles a costes y plazos temporales simplemente

    utópicos al compararlos con materiales como la madera, el

    ladrillo o el hormigón. Así las cosas, en la Tercera Parte,

    consideramos su potencial inclusión y aplicación práctica para el

    desarrollo de viviendas en Puerto Rico. Esta intención se alcanza

    a través de la presentación de dos propuestas. La primera es un

    Plan de Ensanche enunciado ante el Estado por la oficialidad del

    Municipio Autónomo de Mayagüez. El ayuntamiento, ubicado al

    oeste de Puerto Rico, ilustra en ese Plan la construcción de una

    Neópolis denominada Aerocópolis 2025, (Aero-Aeropuerto, Co-

    Comunidad, Polis-Ciudad) cuya tipología, distribución de usos y

    estructura de costos es evaluada utilizando unidades modulares

    basadas en contenedores reacondicionados. La segunda, es

    Unípolis 2030, una extrema, atrevida y controversial tentativa de

    Neópolis dirigida a financiar las operaciones administrativas del

    salen de Xinhui con un recubrimiento de madera, ya que ese producto también se genera

    en el lugar. Desde el comienzo de la producción hasta que la primera casa quedó lista

    pasaron sólo nueve semanas, tres de ellas utilizadas para su transporte (…). http://www.peripecias.com/mundo/460DaCruzCasasContenedores.html

  • 22

    Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. Ambas

    iniciativas constituyen sinónimos de distanciamiento y ruptura con

    los convencionalismos, con ese conjunto de opiniones o

    procedimientos centrados en ideas no necesariamente correctas o

    atinadas que, por comodidad o conveniencia, se tienen como

    pertinentes o acertadas, con la intolerancia a la novedad y la

    renuencia al cambio. En síntesis, Neópolis como discurso teórico,

    promulga una apuesta a favor de un mañana fundamentado en el

    manejo y reutilización racional de los recursos naturales. En ese

    sentido, el desarrollo de inmuebles modulares a partir de

    contenedores marítimos como solución para la formación de

    ciudades representa una atractiva alternativa que atiende nuestros

    serios y complexos problemas socio-ambientales provocados por

    décadas de excesos, destemplanzas e incurias. Las pasadas y

    presentes generaciones han infligido tanto daño a los ecosistemas

    que sostienen la vida, y su diversidad, que no es arduo inferir cuán

    próximos estamos de ese peligroso punto de inflexión, ese umbral

    límite, irrebasable, a partir del cual se extingue todo posible

    retorno. El tiempo nunca ha sido un activo desdeñable, hoy es

    simplemente invaluable para suscribir remedios que permitan

    detener los infaustos y anticipables escenarios que amenazan toda

    forma de vida orgánica conocida en la Tierra. Debemos construir

    ciudades urbanas, abdicar al modelo suburbano a baja densidad

    caracterizado por el consumo imprudente de hidrocarburos para

    el transporte individualizado. Es vital detener las rururbias

    (ciudades-dormitorio) al igual que las ocupaciones humanas

    dispersas e itinerantes en suelos agrestes, tierras de cultivo y

    bosques. Neópolis, explora estas realidades, proponiendo guías y

    formas correctivas de actuación espacial. Sólo esperamos que

    exista disposición para escuchar, convicción para aceptar y

    voluntad para actuar.

  • Primera Parte

    Urbanismo Insular

    (…) No tiene sentido dividir la ciudad en estas dos clases,

    sino en otras dos:

    las que a través de los años

    y las mutaciones siguen dando su forma a los deseos

    y aquellas en las que los deseos,

    o logran borrar la ciudad,

    o son borrados por ella.

    Italo Calvino

  • 24 Urbanismo Insular

    El Fenómeno Urbano4

    La urbanización se ha convertido en el proceso poblacional más

    importante a escala global. Desde el Siglo XVIII hasta hace pocas décadas, la preocupación fundamental en los temas demográficos

    giró alrededor del supuesto dilema entre el crecimiento de la

    población mundial y los recursos alimentarios para sostenerla. Sin

    embargo, mientras se discutía acerca de los confines del

    crecimiento de la población, surgían, a finales del siglo XIX, las

    primeras ciudades que excedían el millón de habitantes y así las

    poblaciones urbanas en los países industrializados se

    multiplicaban de manera vertiginosa. Sólo unas décadas más

    tarde, en el Siglo XX, comenzó a pasar lo mismo en el resto del

    orbe. Las ciudades, históricamente imaginadas en su

    representación cartográfica a base de pequeños puntos dispersos,

    se transformaron paulatinamente en complejas regiones

    metropolitanas que en la expansión de sus confines horizontales

    consumen cada vez más espacio. El crecimiento de la población

    urbana mundial atrae aceleradamente la atención general. Si

    consideramos que para el año 1800 sólo el dos por ciento de la

    población mundial vivía en ciudades, resulta contundente que al

    presente, según estadísticas de las Naciones Unidas, la población

    urbana constituye el 50 por ciento de todos los habitantes del

    mundo, es decir, más de tres millardos. Como si fuera poco, se

    espera que para el año 2030 la población urbana supere los cinco

    millardos. El crecimiento vertiginoso de la población urbana

    mundial plantea nuevos retos para la forma de organizar los

    territorios que ocupan los seres humanos, sobre todo en lo

    concerniente a la presión ambiental que las regiones urbanas

    ejercen sobre el espacio geográfico.

    Para entender la dimensión global de la urbanización, es

    necesario establecer que el crecimiento urbano en los países

    industrializados es distinto al que exhiben la mayoría de los países

    del Tercer Mundo. La mecanización y modernización de los países

    industrializados han reducido y en muchos casos eliminado las

    disparidades territoriales entre el campo y la ciudad; mientras que

    a pesar de la creciente integración de muchos países pobres al

    nuevo entrelazamiento económico global, las disparidades

    4 El autor es el Doctor Carlos E. Severino Valdés, Geógrafo y Decano (2002 al 2011) de

    la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

  • Urbanismo Insular 25

    territoriales se sostienen y en muchos casos se incrementan. El

    resultado neto es que en los países industrializados la

    urbanización ya no puede explicarse a partir de altas tasas de

    crecimiento poblacional ni de la migración campo-ciudad. En

    cambio, en los países pobres las permanentes oleadas de

    emigrantes desde los asentamientos rurales desbordan los

    ambientes urbanos de forma descontrolada.

    El Caso de Puerto Rico Una transformación social y territorial a partir de la década de

    1940 gestó un importante e irreversible proceso de migración del

    campo a la ciudad. Para el año 1930, apenas el 27 por ciento de la

    población de la Isla (200,000 personas) residía en ciudades de

    10,000 habitantes o más. Pero para el año 1950, la población

    urbana alcanza los 566,357 habitantes (40 por ciento). El Censo

    del año 2000, revela que la población urbana ascendió a

    3,595,521 habitantes (94 por ciento), lo que constituye un

    sorprendente grado de urbanización. (...) La concentración de la

    población en grandes centros urbanos suele ser una característica

    de la fase primaria de urbanización, con procesos paralelos de

    modernización mediante la transición de una economía agrícola

    hacia estructuras económicas diversificadas, erigidas sobre

    actividades secundarias y terciarias. El Censo del año 1960

    confirma la tendencia hacia la aglomeración poblacional en

    ciudades. En términos geográficos, la ciudad de San Juan y su

    entorno inmediato se consolidó en una región urbana, la zona

    metropolitana, con una tendencia a dominar el sistema urbano del

    País. Para entonces la intensa migración campo-ciudad era

    producto de la decadencia paulatina de la producción agrícola,

    especialmente de la caña de azúcar, mientras se fortalecía la

    estrategia económica de industrialización del programa

    Operación Manos a la Obra.

    (...) Ahora bien, esa transformación resulta aún más notable si

    examinamos el contraste con las tasas de crecimiento urbano de

    los municipios que componen el núcleo metropolitano de San

    Juan. Aunque en la década de 1950 el crecimiento de la capital

    todavía era vertiginoso, en décadas subsiguientes se observa un

    marcado descenso, registrándose para el período de 1970-1980 y

    1990-2000 sorpresivas tasas descendientes de -4.16 por ciento y -

    0.1 por ciento. La desaceleración del crecimiento urbano en el

    país es congruente con la teoría general de la urbanización. La

    urbanización en Puerto Rico tiene que estar ubicada dentro de

    las fases de suburbanización y desurbanización. Lo primero que

    debemos señalar es que, ante un incremento poblacional anual de

  • 26 Urbanismo Insular

    apenas 0.54 por ciento, el crecimiento de las ciudades en la Isla

    no puede explicarse a partir de aumentos demográficos, ni

    mucho menos por las migraciones campo-ciudad de la llamada

    transformación demográfica.

    Nuestra experiencia replica la de los países del orbe que

    atraviesan la incipiente fase de concentración del proceso de

    urbanización. El avance en las condiciones materiales de

    existencia, particularmente aquel relacionado con la expansión de

    la red vial, permite a la población residir cada vez a mayor

    distancia del lugar de trabajo, lo que explica (en parte) el proceso

    de suburbanización y desurbanización. Estas tendencias a la

    expansión horizontal, a la dispersión de la población urbana,

    explican el efecto imprevisto de consumir cada vez más territorio

    para menos habitantes. Lo que ha pasado en nuestro proceso de

    urbanización es similar a las regiones urbanas de Estados Unidos,

    respetando las diferencias de escala. El crecimiento urbano

    insular hoy responde al movimiento poblacional de las grandes

    ciudades hacia las medianas y más pequeñas, es decir, una

    migración de carácter intra e interurbano, pero con dirección

    preponderantemente centro-periferia. Por otro lado, y aún más

    significativo, existe una tendencia paralela a la desurbanización

    caracterizada por una migración ciudad-campo en aquellos

    asentamientos en los cuales la red vial permite tales

    desplazamientos. (…) Llama la atención, que de los ocho

    municipios con las más altas tasas de crecimiento, seis son

    asentamientos del interior de la Isla, lo cual a su vez representa

    una tendencia sin precedentes en los últimos 50 años, cuando

    predominaba el crecimiento de las zonas urbano-costeras.5

    Además, todas las comarcas con altas tasas de crecimiento

    poblacional poseen ciudades de moderada o nula importancia

    geográfica y funcional para el sistema urbano.

    La Desmetropolización en Puerto Rico (...) La metrópolis es, para la geografía urbana y regional, el

    asentamiento dominante en un sistema urbano. Bajo las

    condiciones comunes de centralismo típicas de la mayor parte de

    los países del Tercer Mundo, los sistemas urbanos suelen

    caracterizarse por ciudades capitales con un alto grado de

    primacía, junto a un gran dominio funcional sobre todos los

    ámbitos de la sociedad y la cultura. En cierta medida, las

    condiciones para la metropolización de San Juan se gestaron bajo

    la dominación colonial española y se acentuaron bajo la

    5 Municipios con la mayor tasa de crecimiento poblacional: Florida, Gurabo, Trujillo

    Alto, Las Piedras, Cabo Rojo, Juncos, Morovis y Hatillo.

  • Urbanismo Insular 27

    ocupación estadounidense. Las tendencias hacia la sub y

    desurbanización afectan significativamente la estructura del

    sistema urbano y especialmente del Núcleo Metropolitano de San

    Juan. Así, el dominio demográfico de la capital se ha reducido

    significativamente.

    Aunque existe una fuerte desconcentración y dispersión de la

    población urbana, la hegemonía funcional de San Juan como

    entidad metropolitana sigue siendo notable. Basta considerar que,

    según la clasificación vigente de áreas metropolitanas del

    Negociado Federal del Censo, el área metropolitana de San Juan

    está compuesta por 38 municipios. Esto implica que esos 38

    municipios están económicamente entrelazados, debido a que al

    menos 25 por ciento de la fuerza trabajadora que en ellos reside

    labora en la capital. Al examinar someramente los datos sobre las

    otras dos áreas metropolitanas, descubrimos patrones muy

    similares y complementarios. En la misma situación de pérdida de

    población e importancia en el sistema urbano en que se

    encuentra el municipio de San Juan, podemos ubicar a los

    municipios de Ponce y Mayagüez, ambos cabeceras regionales de

    las áreas metropolitanas más importantes después de San Juan,

    registraron decrecimientos poblacionales para el año 2000, de

    menos 0.1 por ciento y menos 0.2 por ciento, respectivamente, a

    diferencia de los municipios aledaños. En el área metropolitana de

    Ponce, los municipios de Juana Díaz y Villalba exhiben tasas de

    crecimiento poblacional de 1.1 por ciento y 1.7 por ciento. En el

    área metropolitana de Mayagüez, Aguada presenta una tasa de

    crecimiento 1.6 por ciento y Cabo Rojo, de 2.0 por ciento. Resulta

    significativo que ambas ciudades, como consecuencia del proceso

    de suburbanización, tengan cantidad muy alta de viviendas

    desocupadas: 6,804 en Ponce y 4,622 en Mayagüez. En el país,

    Mayagüez ocupa la quinta posición en viviendas deshabitadas.

    Corolario

    Suburbanización, desurbanización y desmetropolización son los

    términos con los cuales podemos denominar el proceso de

    urbanización actual en Puerto Rico. La tendencia a la

    concentración en grandes ciudades, típica de la fase migratoria

    primaria ha tenido en el País una duración muy corta; quizás

    podemos ubicar la duración de esa tendencia, en su forma más

    intensa, entre 1940 y 1970. Indudablemente, la mejoría general en

    las condiciones materiales de existencia y la emigración

    contribuyeron a consolidar rápidamente unas capas medias, que

    comenzaron a desplazarse hacia la periferia suburbana en la

    década de 1960, pero con más fuerza a partir de 1970. Un

    significativo y sorpresivo descenso de -4.16 por ciento se ha

    http://www.enciclopediapr.org/esp/article.cfm?ref=08011501

  • 28 Urbanismo Insular

    convertido en una tendencia que evidencia el deterioro de los

    centros urbanos insulares. Tal y como ha ocurrido en Estados

    Unidos y Europa, la población urbana de Puerto Rico se dispersa

    cada vez más hacia asentamientos urbanos medianos o pequeños,

    pero también hacia los espacios rurales. Esta tendencia plantea

    una enorme presión sobre los suelos que se manifiesta de múltiples

    maneras. Por un lado, dificulta y encarece la prestación de nuevos

    servicios dotacionales e infraestructurales. Por otro lado, este tipo

    de dispersión representa una seria amenaza a la integridad

    ambiental de los limitados entornos naturales, debido al consumo

    desmedido de tierras. Esto implica la supresión o alteración de

    áreas de captación hídricas, llanuras de inundación, extensiones

    lacustres y sobre todo, suelos de cultivo que se precisan como

    garantía de sustento para futuras generaciones.

    Catálogo de Desatinos

    El proceso descrito permite advertir el sorprendente

    desacierto del que ha sido objeto la distribución urbano-

    espacial de los asentamientos humanos en el País y su

    consecuente insustentabilidad funcional. Rectificar, supone

    el replanteamiento de cuatro equivocas realidades, que

    conducirán inevitablemente al fin de las irreflexiones, los

    convencionalismos y la intolerable levedad política.

    Primero: Morfología Arbórea y Estructura Urbana

    La suburbanización, como paradigma morfológico se

    caracteriza por la desmedida profusión de espacios

    impersonales, que en no pocas ocasiones resultan

    simplemente ininteligibles.6 En esta desenfrenada carrera

    6 La palabra paradigma proviene del griego paradeima que significa modelo, tipo,

    ejemplo. El paradigma es el resultado de la repetición, las costumbres y constituyen

    creencias establecidas, que permanecen prácticamente inalteradas hasta ser superadas

    por un nuevo grupo de ideas. En la ciencia un paradigma es un conjunto de realizaciones

    generalmente reconocida, que temporalmente proporcionan modelos, aplicaciones y

    soluciones a los sistemas teóricos que deben proteger. Cuando una comunidad suscribe

    un paradigma crea un espacio tiempo lineal donde el devenir es contenido o

    procrastinado, el paradigma se establece como máxima casi inmutable y la evolución es

    férreamente resistida. Así las cosas, toda lectura de lo cotidiano estará matizada por el

    paradigma epocalmente dominante. Estos pueden permanecer inalterados por siglos, su

  • Urbanismo Insular 29

    por la expansión, desarrollo y masificación del tejido

    edificado planteada por el Doctor Carlos Severino Valdés,

    se observa además, cómo el ciudadano es progresivamente

    despojado de la inmensurable aventura de experimentar la

    peatonabilidad del espacio habitado. Privado del inagotable

    sentido de pertenencia comunitaria y trágicamente

    desensibilizado de todo vínculo de interdependencia con su

    entorno natural. Avasallado por un continuo despliegue de

    calles, puentes y edificios regularmente carentes de

    armonía, gracia e integridad escénica. Refugiado en

    urbanizaciones que lo aíslan, alienándolo de la realidad,

    donde el desvarío puede alcanzar índices próximos a la

    insanidad. La consecuencia de semejante conducta

    colectiva es la auto-supresión de libertad ante el temor de

    la interacción y la convivencia cotidiana. La población

    insular, abdica al connatural espíritu de libertad humana,

    incluso, a sus ya limitados espacios de circulación no

    supervisados. La libertad es remplazada por la ingente

    necesidad de seguridad, es decir, más policías, más

    control, más vigilancia, más cámaras, más artilugios

    tecnológicos, más armas, más protección privada, más

    recintos dotados de accesos controlados, donde el

    forastero, el visitante, el extraño es considerado enemigo.

    Donde el mal, el peligro, el terror, provienen del exterior, la

    “demonización” es expulsada y contenido su furor gracias al

    perenne acto de vigilar. El hogar, espacio privado por

    antonomasia, es la nueva prisión posmoderna, donde los

    reemplazo está supeditado a tensiones derivadas de insuficiencias, contradicciones y

    antagonismos irresueltos que requieren de un nuevo planteamiento para enfrentar la

    crisis existente o previsible. Los paradigmas jamás se abandonan o entran en desuso

    hasta contar con un plausible sustituto, que implica un cambio ideológico tanto en la

    forma de conciencia colectiva como dominante. Empero, lo más relevante es su

    extraordinaria capacidad para establecer profundas y duraderas inflexiones históricas.

    (De La Rosa, 2010)

  • 30 Urbanismo Insular

    “buenos” se auto-recluyen, tras barrotes, muros y verjas

    mientras los “malos” ganan la libertad y con ésta el dominio

    absoluto del espacio público. En términos estrictamente

    morfológicos, lo enunciado es consecuencia directa de un

    desacertado modelaje espacial. La notable propensión a la

    ocupación desarticulada y fragmentada del territorio supone

    el uso de paradigmas sustentados en diseños arbóreos

    que interpretan la ciudad como una colección de elementos

    desagregados por usos cuyo único vínculo se alcanza en

    virtud de su articulación al sistema vial. Las ocupaciones

    humanas del suelo adquieren de este modo un patrón

    fisonómico similar al de los árboles, con miríadas de redes

    viales semejantes a troncos y ramas que permiten acceder a

    los diversos espacios de trabajo, educación, recreación,

    servicio, comercio, gestión y descanso.

    Cuando emulamos la fisonomía de los árboles sustituimos la

    humanidad y riqueza cultural de una ciudad por la compleja

    e insostenible solución suburbana que sólo beneficia a

    especuladores y promotores. Cada vez que se urbaniza la

    ruralía, se extiende la periferia de la ciudad o se destruye

    una zona urbana y reemplaza su tejido

    paralelográmicamente polivalente por un entramado

    arbóreo, la ciudad y los que en ella habitan inexorablemente

    experimentarán profundas e irreversibles disociaciones

    espaciales ante la pérdida de un ambiente diversificado, que

    ofrecía y sostenía miríadas de estilos de vida. Las

    poblaciones convivían, laboraban y se recreaban en el

    intercambio cultural que una vez brindó la cercanía de las

    actividades espacialmente localizadas. Los suburbios,

    cambiarán esta escena distribuyendo las funciones,

  • Urbanismo Insular 31

    deslocalizando geográficamente las actividades a partir de

    espacios monofuncionales, constituyéndose ulteriormente

    en errados modelos de urbanismo. Lugares que provocarán

    una profunda pérdida de pertenencia colectiva, donde el

    otrora sentido de territorialidad es sólo una reminiscencia.

    Por tanto, no debe sorprendernos su potencial para incidir

    sobre el comportamiento individual y agregado de las

    poblaciones asentadas.

    Segundo: Repoblamiento, Transporte y Tren Urbano

    Las iniciativas de reforma interior (infill) tendentes a repoblar

    los Centros Urbanos Tradicionales, espacios que antaño

    lucían plenos de dinamismo, prolíferos en actividad

    residencial, económica y socio-cultural, constituyen solo

    recuerdos. Los esfuerzos gubernamentales por re-

    establecer su importancia y esplendor como espacios

    atractivos para la residencia promoviendo la inversión en

    obras inmobiliarias provenientes del sector privado están

    plagados de alarmantes incongruencias discursivas.7 Es

    notable la alucínate apología institucional que aparenta

    estimular la subutilización de los centros urbanos, al tiempo

    que sobre valúa las expectativas de conversión del suelo

    rústico a suelo urbanizable, mientras enuncia las bondades,

    7 La más sencilla definición de urbanismos puede ser la siguiente, congregación de tribus

    o clanes que acuden a un centro de reunión, protección y culto etc., y por tanto, el

    conjunto político o soberano formado por tal comunidad. Otra sostiene que una zona

    urbana es un conglomerado de barrios, comarcas o comunidades donde sus pobladores

    trabajan en conjunto, para el bien común. Entonces, los tipos de área urbana pueden

    variar ostensiblemente, acorde con los que participan en la producción, el trueque, el

    transporte, la prestación de servicios o una combinación de estas actividades. Una

    tercera definición expone que las zonas urbanas son lugares donde existe la oportunidad

    de experimentar un ambiente diversificado. (…) Estos asentamientos pueden ser de orden

    complejo o sencillo. Pueden tener un sabor rural o un carácter completamente

    industrial. Pueden ser sitios de ambiente solaz o repleto de todo tipo de conflicto.

    También pueden ser pequeños y fáciles de sostener o gigantescos, llenos de

    confrontaciones y problemas económicos. (Gallion, Eisner, 1987).

  • 32 Urbanismo Insular

    importancia y compromiso institucional con la formación de

    espacios multifuncionales. Dicho de otro modo, con la

    renovación y creación de ciudades. Ciudades que

    incomprensiblemente desdeña al comparar “lo planeado”

    con “lo realizado” en ellas. Alucinación institucional que

    alcanza niveles simplemente enajenantes. Sólo de esta

    forma es factible explicar el drama sobre el que se erige el

    diseño, construcción y operación de una línea de

    comunicación colectiva basada en un corredor de transporte

    masivo servido por un Tren Urbano en el suburbio de la

    Zona Metropolitana de San Juan.8 Este tipo de tren,

    pensado para cubrir cortas distancias, es creado para

    prestar servicio entre el centro de una ciudad y su periferia

    exterior que puede incluir otras ciudades urbanas,

    8 El Tren Urbano es un tren de proximidad que conecta los municipios de San Juan,

    Bayamón y Guaynabo, cuenta con una línea de 17.2 km. [10.7 millas] y 16 estaciones, la

    mayoría de ellas elevadas. Historia: El primer ferrocarril se comenzó a erigir al final del

    Siglo XIX, cuando la Isla todavía estaba bajo dominio español. Se construyó una vía que

    cubría gran parte de la geografía insular, discurriendo mayormente por la zona costera.

    El tren fue una importante herramienta para el desplazamiento de pasajeros y carga

    hasta el segundo tercio del Siglo XX. Durante ese período, se utilizó intensamente como

    transporte comercial para la caña de azúcar. En la década de 1950, más personas

    podían adquirir automóviles, e inició la construcción masiva de autopistas a través de

    toda la Isla. Con la conveniencia y flexibilidad del auto, y el cierre de las haciendas

    azucareras, pocos atisbaron la necesidad de continuar la operación del tren. Con la

    construcción de nuevas carreteras y el uso extenso de los autos, se expandieron

    significativamente los suburbios de San Juan, fusionándose con los municipios

    adyacentes de Bayamón, Guaynabo y Carolina. (…). Para la década de 1960, algunos

    planificadores urbanos veían la necesidad de un tren de proximidad en el Área

    Metropolitana de San Juan. Las primeras propuestas para construirlo se hicieron en

    1967, pero fue en 1989 que el Departamento de Transportación y Obras Públicas

    planteó una petición formal ante el Gobierno Federal. En 1993, la Administración

    Federal de Tránsito de los Estados Unidos aprobó el financiamiento del Tren Urbano.

    La construcción, que comenzó al final de la década de 1990, experimentó miríadas de

    atrasos (…). El proyecto terminó costando aproximadamente 2.2 billones de dólares. El

    sistema fue inaugurado el 17 de diciembre de 2004. Desde que abrió hasta junio de

    2005, el uso del tren fue libre de costo, con el propósito de promover el nuevo método de

    transportación. Actualmente el precio de un viaje es de 1.50 dólares, pero existen ofertas

    que permiten el uso del tren y los autobuses por varios meses a precio fijo. Se está

    considerando (2008) extender la línea actual hasta la zona histórica del Viejo San Juan

    mediante la inclusión de un Tren Liviano. La primera línea de este Tren Liviano será

    construida por el Municipio Autónomo de San Juan (MASJ) y se conocerá como el

    Sistema de Asistencia, Transportación y Organización Urbana (SATOUR). Otra

    extensión propuesta es construir una línea hasta el Municipio Autónomo de Carolina,

    con una estación en el Aeropuerto Internacional Luís Muñoz Marín. (Fuente:

    http://zonaisla.com/community/DisplayAd.asp?id=2339)

    http://zonaisla.com/community/DisplayAd.asp?id=2339

  • Urbanismo Insular 33

    suburbanas (periferia externa) o ciudades-dormitorio

    (rururbia). De facto, aunque el concepto regularmente

    resulta ambiguo, se denomina ciudad-dormitorio a las

    ocupaciones humanas del suelo que acontecen en zonas

    semi-rurales o rurales, donde la ordenación del territorio se

    alcanza a través del proceso de urbanización.9 Poblaciones

    cuya reproducción socio-económica emula el estilo de vida

    suburbano en el interior de un entorno fundamentalmente

    rural. Empero, en el ámbito de la Zona Metropolitana de San

    Juan, no existe una o varias ciudades centrales, de hecho,

    no existe una ciudad urbana dominante. Se trata de una

    ingente aglomeración multi-nuclearizada, difuminada como

    un volumen indiferenciado, sin solución de continuidad, a lo

    largo de varias circunscripciones administrativas. Los

    aglomerados residenciales tienden a constituirse alrededor

    de grandes centros económicos, generando masivos

    corredores de flujo carentes de significación espacial.10 Por

    otro lado, contrario al discurso pronunciado por la oficialidad,

    es evidente al examinar los limitados rendimientos, las

    insuficiencias fiscales y el modesto volumen de usuarios,

    que el juicio para la alineación seleccionada por las

    autoridades gubernamentales se basó primordialmente en

    los costos de adquisición de la servidumbre de paso,

    requerida para la obra. A esta variable quedaron

    9 “Rurales serán aquellos sectores poblacionales que se dedican a la producción de

    artículos primarios que rinde la tierra; los sectores urbanos, en cambio, incluyen a las

    grandes masas humanas geográficamente concentradas que no se interesan, al menos en

    forma inmediata, por la obtención de materias primas, alimenticias, textiles o de confort

    en general, sino que están vinculadas al transporte, las industrias, al comercio, a la

    instrucción de la población, a la administración del Estado o simplemente a residir en la

    ciudad" (Aurousseau, The distribution of population: a constructive problem 1921).

    10 (…) La urbanización sin ciudad significa, además, la existencia de espacios definidos

    por flujos, de territorios de límites imprecisos o superpuestos y de lugares sin atributos y

    por lo tanto, sin capacidad de integración simbólica. (…) (Borja, Castells, 1997).

  • 34 Urbanismo Insular

    supeditadas miríadas de relevantes criterios, entre ellos la

    razón de mayor importancia, en realidad, la única veraz para

    la creación de un corredor colectivo de tal magnitud. Estos

    onerosos y complejos sistemas de transporte masivo suelen

    construirse en el interior de las ciudades como parte de un

    plan fiscal delineado por el Estado para estimular,

    diversificar y ampliar el desarrollo económico a partir de la

    creación de condiciones óptimas para repoblar y/o rehacer

    una ciudad existente o construir una nueva ciudad urbana.

    Las neópolis así formadas deben erigirse sobre principios de

    proximidad, jerarquía y funcionalidad, incorporando al

    proceso la inversión individual o combinada del sector

    público y privado en proyectos que permitan la formación de

    nuevas y variadas actividades comerciales. En Puerto Rico,

    el sistema de transporte colectivo no evidencia este nivel de

    comprensibilidad y articulación multi-dimensional de

    propósitos. El resultado ulterior será un Tren Urbano que

    incomprensiblemente no es priorizado, menos posicionado

    mediante políticas públicas que desestimulen el uso del

    vehículo de motor como parte de un paradigma centrado en

    el repoblamiento densificado de sus estaciones. En

    ausencia de tales instrumentos, el Tren Urbano compite

    descarnadamente con el automóvil, en una carrera

    paradójicamente diseñada y pensada en función del

    transporte individualizado. Un evento que bajo las

    condiciones enunciadas está irremediablemente destinado a

    perder.11 El Tren Urbano pretende atraer, con muy poco

    11 Puerto Rico cuenta con 25,647 kilómetros de carretera. Como referencia, la

    circunferencia ecuatorial mide 40,077 kilómetros, es decir, si se colocaran todas las

    carreteras de Puerto Rico en línea recta se podría llegar hasta Australia, China o la

    India, y todavía sobrarían más de 5,000 kilómetros. Aunque con estas cifras Puerto Rico

    pueda parecer uno de los lugares del mundo con mayor densidad de carreteras, lo cierto

    es que aún estamos muy lejos de la situación de otros pequeños territorios como Macao,

    Malta o Singapur. De hecho, la densidad de carreteras de Puerto Rico se sitúa más bien

  • Urbanismo Insular 35

    éxito, la población residente o itinerante limitando su oferta a

    un intrascendente y fútil movimiento pendular. Pensado y

    construido exclusivamente para transportar pasajeros sin

    mayores pretensiones que la resolución de un problema

    funcional de ingeniería civil, congestión vial y densidad

    dinámica. Las autoridades indudablemente subestimaron la

    naturaleza monovalente (una sola función o valor) del

    suburbio y el poderoso impacto que tiene en el proceso de

    socialización de las poblaciones asentadas en el. El

    suburbio es el ámbito por antonomasia del automóvil, cuya

    legítima y racional existencia descansa en el transporte

    particular y la constante generación de viajes a destinos que

    en una ciudad urbana se alcanzarían peatonalmente. Así,

    las estaciones y su entorno se diseñan como objetos

    pasivos, no sujetos protagónicos de cambio socio-

    económico y renovación cultural. Fueron creadas como

    “eventos arquitectónicos”, “marcas en tierra”, simples

    estaciones de trasbordo, cuando en general poseen el

    germen para la creación de una Neópolis en el estéril y

    al nivel de Francia, Trinidad y Tobago o el Reino Unido. Los kilómetros de carretera

    construida crecen cada año, aunque a ritmos muy distintos. A finales de 1990, por

    ejemplo, hubo un crecimiento lento, aunque el nuevo siglo se inició con un ritmo más

    vigoroso, pasando de un promedio de 111 kilómetros nuevos construidos cada año entre

    1996 y 2001, a 541 entre 2002 y 2004. A la vez que aumentan las carreteras, aumenta el número de automóviles. Aunque este crecimiento oscila bastante según los años (por

    varios factores, aunque en cierta medida se relaciona con la situación coyuntural de la

    economía), el efecto acumulado parece ser un aumento constante en el número de

    vehículos. El promedio de autos registrados entre 1996 y 2001 fue de 168,000 anuales, y

    esta cifra se eleva hasta 206,000 en el período 2002-2004. Es decir, entre el 2002 y 2004

    se han registrado más de 600,000 vehículos. El ritmo de crecimiento de los vehículos

    supera con mucho al crecimiento de la población. En los últimos 25 años se ha duplicado

    la tasa de automóviles por cada 1,000 habitantes, pasando de 353 en el año 1980 a 711

    en el año 2005. Si en el año 1980 había un millón de automóviles, ya para el año 2005

    éstos llegan a 2.8 millones. En resumen, se estiman en 711 vehículos por personas y en

    106 los vehículos por kilómetro de carretera construida. En comparación, en Estados

    Unidos la densidad es de 32 vehículos por kilómetro, en Japón, 61 y en España, 29. La

    cifra de Puerto Rico está por encima de todos los países americanos y europeos, salvo

    Malta. No obstante, todavía quedan lejos los 287 vehículos por kilómetro de carretera de

    Hong Kong o los 232 de los Emiratos Árabes Unidos.

    (Fuente: http://www.tendenciaspr.com/Publicaciones/transporte/tapon.html)

  • 36 Urbanismo Insular

    homogéneo interior del espacio metropolitano. Algunas (no

    todas) pueden representar una oportunidad para construir

    ciudad mediante la adecuada mezcla de inmuebles

    habitacionales de mediana y alta densidad, servidos de

    amplios y variados espacios comerciales, ubicados en el

    primer piso de las edificaciones. Estos se complementarían

    con operaciones institucionales tanto públicas como

    privadas, dando paso a la presencia de agencias,

    departamentos y corporaciones gubernamentales al igual

    que centros educativos, cuidadosamente articulados a

    espacios lúdicos erigidos sobre una nueva y diversificada

    infraestructura verde.12

    Estación Tren Urbano, Cupey, Puerto Rico

    12 “No es un secreto que el sistema de transportación colectiva en Puerto Rico es

    ineficiente. Tenemos un Tren Urbano (TU) que pese a que sí ha demostrado su eficiencia

    de servicio y su capacidad para transportar grandes cantidades de público en eventos

    especiales, tiene un uso diario que está muy por debajo de las expectativas para esta

    fecha. Mientras que la proyección para hoy día era que el patrocinio de TU fuera de

    100,000 usuarios diarios, los datos más recientes de la Autoridad para la Integración en

    el Transporte (ATI) indica que el TU es utilizado diariamente por cerca de 30,000

    personas. El Gobierno subsidia el 90 por ciento de la operación diaria del tren cuyo

    costo ronda los $105 millones al año. Las cifras se tornan más preocupantes cuando se

    toma en consideración que el Tren, que inauguró cuatro años más tarde de lo previsto,

    costó $2,200 millones, alrededor de $1,000 millones más de lo presupuestado (Por: Yanira Hernández Cabilla, El Nuevo Día, Negocios, 8 de febrero de 2009).

    http://static.panoramio.com/photos/original/50838992.jpg

  • Urbanismo Insular 37

    Estación Tren Urbano, Sagrado Corazón, Puerto Rico

    Estación Tren Urbano Rooselvelt, Puerto Rico.

  • 38 Urbanismo Insular

    Estación Tren Urbano, Hato Rey, Puerto Rico.

    Tercero: Resistencia al Cambio

    La tentativa enunciada supone un cambio de paradigma

    inaceptable por estar profundamente reñida con el modelo

    gerencial de los administradores de la ciudad y su exclusivo

    compromiso con la inmediatez, lo conocido y

    financieramente ortodoxo. A mediano y largo plazo se

    esgrimirán toda suerte de argumentos que darán cuenta de

    lo aparentemente onerosos que resulta el proceso de

    adquisición y redesarrollo infraestructural, al igual que

    dotacional de este tipo de iniciativa. A éstos se añadirán los

    límites geográficos impuestos por las estaciones y la

    necesidad de intervenciones racionalmente sustentables. Es

    un nuevo urbanismo centrado en la circulación pedestre, la

    proximidad y diversidad de usos espacialmente dispuestos y

    el transporte masivo, que suele asociar la industria

  • Urbanismo Insular 39

    inmobiliaria con las estigmatizadas formas de construcción

    en el interior de los Centros Urbanos Tradicionales y su

    periferia. Tipologías que como indicamos se desdeñan,

    ignoran o incluso descartan por el sector privado ante las

    incongruencias procesales de las autoridades

    gubernamentales y las política pública a favor del transporte

    individualizado.13 Al final, sólo queda la ocupación espacial a

    baja densidad, a partir de inmuebles unifamiliares,

    urbanizaciones suburbanas en composición de uso

    monofuncional, que resulta ser la tipología privilegiada por el

    mercado y la oficialidad, cuando en realidad es la alternativa

    más onerosa a mediano y largo plazo. Sin dudas, la opción

    incorrecta por ser profundamente lesiva, insustentable y

    detrimental al medio-ambiente en la forma y manera en que

    se estila en el País. Los costos de construcción dependerán

    de los valores y tributos impuestos a la tierra, las

    mitigaciones, adecuaciones, el nivel de centralización y

    localización de los servicios, la generación, disposición y/o

    tratamiento de las descargas hídricas, la ubicación espacial

    de troncales y su conectividad (entre otros factores).

    13 Un ejemplo de estas incongruencias es la Ley Núm. 212 aprobada en el año 2002 que

    establece incentivos y créditos contributivos para aquellos inversionistas que desarrollen

    obras de rehabilitación, reconstrucción o construcción inmobiliaria en los centros

    urbanos tradicionales. Una de las principales bondades de esta Ley es fomentar

    proyectos en los ámbitos urbanos centrales y zonas históricas de los municipios que de

    otra forma resultan inviables económicamente. La ley posibilita el restaurar estos

    importantes espacios como polos de actividad residencial, institucional y comercial. Por

    otro lado, no puede perderse de vista que una vez se autoriza la construcción de un

    proyecto bajo la Ley Núm. 212, la inversión incide en casi todos los sectores económicos

    de forma directa, indirecta e inducida. El capital tiene el potencial de fluir e impactar

    favorablemente los indicadores macro-económicos de la región. Por tanto, es incorrecto

    aducir que los créditos contributivos otorgados por esta Ley tendrán efectos adversos a

    corto plazo sobre los recaudos generales toda vez éstos se compensarán ampliamente en

    virtud de los incrementos sobre la contribución mueble e inmueble, patentes, arbitrios

    municipales de construcción, contribuciones sobre el consumo y contribuciones sobre el

    ingreso personal no corporativo (entre otras fuentes potenciales de retorno). Resulta

    simplemente ininteligible el planteamiento fiscal de que la Ley Núm. 212 puede afectar la

    estabilidad y solvencia económica del Estado. Lamentablemente, el Departamento de

    Hacienda aprobó reglamentación a los fines de reducir sustancialmente los créditos

    contributivos y su disponibilidad, haciendo la Ley ineficaz para apoyar la viabilidad de

    los proyectos que en su espíritu intenta servir.

  • 40 Urbanismo Insular

    Empero, como advertimos, los incrementos en los costos de

    atemperación, demolición, disposición al igual que los

    costos infraestructurales y dotacionales que acarrea el

    redesarrollo en ocupaciones compactas y densas de áreas

    previamente impactadas por la presencia humana, pueden

    resultar significativamente menores a mediano y largo plazo

    que los que conlleva la dispersión espacial con todas sus

    potencialmente irreversibles implicaciones ambientales.

    Cuarto: Crecimiento y Procesos

    Tradicionalmente, la política formal de ocupación restringió

    lo urbano (desarrollado) y lo urbanizable (desarrollable) al

    interior de una zona o polígono de ordenación con el

    propósito de consolidarla. Desde la década de 1970 se

    articula, sin aparente distinción o mayores contenciones, el

    suelo urbano y el suelo urbanizable dentro y fuera de dichos

    polígonos denominados Límites de Expansión Urbana. El

    fenómeno provoca la dispersión fragmentada, incluso

    aleatoria de estas áreas urbanísticas y del territorio en

    general. Los ayuntamientos suelen ser compelidos

    ministerialmente a incluir los desarrollos aprobados por la

    Junta de Planificación de Puerto Rico, como parte de su

    Plan de Ordenación Territorial cuando el Municipio es

    autónomo. En el caso de los municipios que no cuentan con

    un Plan de Ordenación Territorial aprobado, es práctica

    ordinaria la ocupación de suelos rurales mediante

    reclasificaciones autorizadas por la agencia de referencia.

    Esta acción desvirtúa el Límite de Expansión Urbana

    Municipal, truncando su racional densificación y ulterior

    consolidación, al tiempo que impide reducir la presión de

    desarrollo sobre suelos rústicos o de conservación para lo

    cual fue creado. Por otro lado, la dinámica formal de los

  • Urbanismo Insular 41

    permisos mediante consultas de ubicación, puede estar

    acompañada de construcciones informales y espontáneas

    no autorizadas inicialmente, que con el tiempo suelen

    regularizarse, generalmente, por persuasiones indebidas

    (corrupción publica-privada).14 Este fenómeno al extenderse

    sobre la comarca se denomina “hiper-fragmentación

    mórfica de la geografía”. En no pocas ocasiones, sectores

    fuera del Límite de Expansión Urbana Municipal, sometidos

    a intensas presiones de desarrollo se califican utilizando

    distritos residenciales a baja y moderada densidad, carentes

    en consecuencia de guías que orientarán el ¿cómo crecer?,

    es decir, la ordenación de las formas de ocupación y de los

    14 Para alcanzar el triunfo electoral en sociedades democráticas de capital abierto, tanto

    candidatos como partidos políticos están obligados a levantar enormes recursos

    económicos para solventar los costes directos, indirectos e inducidos de las campañas

    mediáticas. Por ejemplo, durante la década de 1990 elegir a un presidente en El

    Salvador, el más pequeño de los países de América Latina y uno de los menos poblados,

    costaba alrededor de 20 millones de dólares. Si tomamos en cuenta el universo de

    electores y el PIB, la elección de un presidente es considerablemente más costosa para

    este país que para los estadounidenses (Mendoza, Montaner, Vargas. 1998). Por otro

    lado, aunque existen políticas fiscales y procesales que regulan las actividades abocadas

    al recaudo de fondos, es poco plausible la exclusión de transacciones, ofertas o pre-

    arreglos económicos entre candidatos y patrocinadores. Ulteriormente, el control

    político recaerá en las organizaciones y/o individuos que solventan financieramente a

    partidos y candidatos a puestos electivos. Por lo regular, una vez logrado el triunfo

    electoral, la política pública diseñada para implantar el programa de gobierno

    presentado a los electores se adecuará a favor de aquellas empresas que financiaron la

    victoria. Así, el gobierno es un simple espejo-reflejo de las relaciones de poder

    económico e intereses pecuniarios de sus auspiciadores. Esta práctica conduce a

    violaciones de ley, empero, se trata de una acción implícitamente concertada por todo el

    aparato político. Por tanto, es poco probable que se levanten querellas e investigaciones

    probas ante el inminente impacto que tienen sobre compromisos contraídos con

    poderosas entidades económicamente influyentes sobre los partidos. Entidades que

    requieren de la capacidad y habilidad de los incumbentes para perpetuar el espacio

    ganado por medio de los comicios electorales. Este es un ejemplo de entalpía insuflada

    al sistema político en forma de capital financiero que genera profundos efectos

    entrópicos a mediano y largo plazo, particularmente ostensibles sobre el capital social.

    Lo planteado es un secreto harto conocido por los electores de todo el orbe, que lacera

    la fe pública en las instituciones políticas. La corrupción subyacente al proceso es de tal

    magnitud que puede conducir a economías y naciones otrora estables a la ruina moral y

    financiera. A esta afirmación debe agregarse la palabra extinción ante las indefectibles

    consecuencias ambientales de la corrupción. (…) Lamentablemente, ninguna propuesta

    que altere las relaciones descritas será apoyada. El cambio no acontecerá hasta

    encontrarnos al borde del precipicio. Esto quiere decir que no se hará nada hasta que la

    naturaleza nos fuerce a tomar medidas, es probable que para entonces sea demasiado

    tarde y la cuota de sufrimiento colectivo resulte simplemente inevitable. (De La Rosa,

    2010).

  • 42 Urbanismo Insular

    usos complementarios al residencial. Es notable, como

    algunos polígonos suelen dilatarse o contraerse, sin las

    adecuadas evaluaciones, más allá de lo racionalmente

    esencial para alojar la necesidad real de su crecimiento.

    (Municipio Autónomo de Mayagüez, POT 2007)

    Desenlaces y Consecuencias

    “Los suelos en Puerto Rico son limitados

    y es política del Estado Libre Asociado

    propiciar un uso juicioso y un aprovechamiento

    óptimo del territorio

    para asegurar el bienestar de las generaciones actuales

    y futuras, promoviendo un proceso de desarrollo ordenado,

    racional e integral de los mismos (…).”

    Artículo 13.001 Reglamento Número 24 JPPR

    La dinámica naturaleza especulativa del mercado

    inmobiliario aunado a desacertadas políticas y errados

    paradigmas de planeación espacial, han provocado la

    subutilización de las edificaciones erigidas sobre suelo

    urbano y el tácito endoso al proceso dispersivo de

    asentamientos sobre suelos no urbanizables fuera de los

    límites de expansión establecidos por el Estado o los

    ayuntamientos. Es una geografía modelada por las

    ocupaciones humanas del suelo a baja densidad en

    tipología fundamentalmente suburbana. De facto, en

    amplias zonas insulares la distinción entre lo urbano,

    suburbano y rural tiende progresivamente a desdibujarse.15

    15 Lo expuesto queda meridianamente confirmado al ponderar las declaraciones emitidas

    por la máxima autoridad del Estado en planeación espacial al ser entrevistado por

    Gerardo E. Alvarado León, periodista del periódico “El Nuevo Día”, el viernes 27 de

    mayo de 2011. El principal a cargo de establecer e implantar la política pública

    concerniente a los usos del suelo en el País, enunció con impasible temeridad su

    completa incapacidad para cambiar esta dinámica de crecimiento inmobiliario,

    suscribiéndola como deseable. Incluso sus respuestas denotan un aparente

    desconocimiento de principios y conceptos fundamentales en términos de paradigmas y

  • Urbanismo Insular 43

    Un ejemplo concreto de este fenómeno es la designación

    hecha por el Negociado Federal del Censo, del Área

    Estadística Metropolitana Consolidada (CMSA, por sus

    siglas en inglés) de San Juan, Caguas y Arecibo. En el año

    2000 se estimó que el 64 por ciento de la población total de

    Puerto Rico, equivalente a 2.4 millones de habitantes se

    asentaban en esta área. Como indica el Doctor Carlos

    Severino Valdés, “Los 38 municipios que conforman la CMSA

    constituyen prueba inequívoca del dramático y profundo impacto

    de este desafortunado paradigma”.16 Es pertinente advertir que

    en nuestro caso la dispersión no responde a grandes

    cambios demográficos, considerando que entre el año 1990

    y el año 2000 el incremento poblacional se estimó en

    apenas 0.79 por ciento. El fenómeno probablemente está

    teorías de ocupación humana del terreno, fisonomía y morfología urbana-regional. Pero,

    es sólo eso, un simple ardil con el que se soslayan las inexpugnables relaciones de fuerza

    y poder político-económicas que deben salvaguardarse mediante la continúa

    construcción de paradojas. De esta forma se genera un discurso creado exclusivamente

    para transferir la responsabilidad (culpa), condicionando las posibles soluciones al nivel

    de creatividad que posean los artífices de tan funesta situación (los ciudadanos). El

    Estado y sus administradores se presentan como celadores, guardias que sólo pueden

    contener los daños provocados por terceros (el pueblo) carentes de inteligibilidad,

    civismo y buen juicio. Admitiendo tácitamente su tarea ulterior de continuismo y

    protección del exitoso paradigma suburbano más allá de toda frontera ético-ambiental.

    El saldo final de esta factura será generacionalmente legada, gravando permanentemente el futuro de los que aún no están entre nosotros; juzgue usted,:

    “El desparrame urbano en el País es irreversible, afirma el nuevo Presidente de la Junta

    de Planificación de Puerto Rico, el planificador licenciado Rubén Flores Marzán, ¿Es

    posible frenar el desparrame urbano en Puerto Rico? No puede frenarse porque es una

    necesidad del mercado y de los gustos de la población (…). ¿Cuál es la solución

    entonces? Vamos a reposicionar al País con el Plan de Usos de Terreno (PUT). Uno de

    los retos principales es el ordenamiento territorial y vamos a atacarlo con el PUT, que

    incluye una visión de desarrollo en áreas a las que no se les había prestado interés,

    como energía, transportación, agricultura, desarrollo económico y creación de

    empleos. (…) ¿A qué le atribuye el que el Tren Urbano no tenga el patrocinio diario

    estimado de 100,000 pasajeros? Por más planificación que se haga, la modificación de

    conductas no se puede controlar. Es algo cultural. La gente no está acostumbrada al

    transporte colectivo. Por eso debe reeducarse. Pero es un hecho que tampoco se ha dado

    el desarrollo aledaño a las estaciones del tren, ¿qué me dice? La crisis hipotecaria tuvo

    un impacto en el desarrollo de esos sitios. Estados Unidos está en crisis económica y muchos proyectos de transportación vienen del gobierno federal (…)”

    16 El Área Consolidada Metropolitana de San Juan, Caguas y Arecibo según definida por

    el Negociado Federal del Censo en el año 1999 comprende 38 municipios desde Camuy

    a Yabucoa.

  • 44 Urbanismo Insular

    asociado a procesos socio-económicos, entre los que se

    encuentran las mejoras materiales y con éstas el acceso a

    recursos que permiten el desplazamiento geográfico de

    amplios grupos sociales, articulado al modelo dominante de

    familia nuclearizada, matizado por la proliferación de

    unidades filiales monoparentales. Durante el primer lustro

    del Siglo XXI, la Escuela de Asuntos Ambientales de la

    Universidad Metropolitana de Puerto Rico, con el auspicio

    de la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por

    sus siglas en inglés) comisionó una evaluación detallada a

    la firma Estudios Técnicos, referente a patrones, procesos y

    tendencias de la ocupación humana del suelo en Puerto

    Rico. Los resultados presentados en el año 2001 desvelan

    la magnitud y seriedad de la situación. El ámbito de estudio

    fue el Área Metropolitana de San Juan, que incluye los

    municipios de San Juan, Bayamón, Carolina, Cataño,

    Guaynabo, Toa Alta y Toa Baja, albergando una población

    estimada en 1.7 millones de habitantes de acuerdo al Censo

    de Población y Vivienda del año 2000. Los hallazgos más

    relevantes se consignan a continuación.

    Entre los años 1935 y 1990, el tamaño de la ocupación

    suburbana del suelo en el área de estudio se incrementó 14

    veces, empero la población asentada sólo creció cuatro

    veces. Esto significa que el área construida por habitante

    aumentó en tres y media veces su tamaño original, lo que

    equivale a decir que la densidad poblacional de la zona se

    redujo a poco más de su nivel original en un período de 55

    años. De continuar este patrón de manera indefinida se

    estima que en el año 2061 la dispersión suburbana

    ocupará la mitad del país y su totalidad en el año 2076.

  • Urbanismo Insular 45

    La expansión corresponde a la reducción y ulterior colapso

    del sector agrícola. En el año 2000 el inventario de fincas

    agrícolas representó sólo una cuarta parte de las existentes

    en el año 1935 y su extensión se contrajo a una séptima

    parte.

    La profusión del transporte individualizado no sólo

    representa un factor importante, es más bien determinante.

    Se estima que en el año 1990 existía un automóvil por cada

    1.5 habitantes. Entre el año 1960 y 1990 la proporción de

    unidades de vivienda ocupadas que no disponían de un

    vehículo de motor pasó de 65.4 por ciento a 28.2 por

    ciento. Mientras la proporción de unidades de vivienda con

    más de dos vehículos de motor se incrementó de 5.4 por

    ciento a 30.8 por ciento. En el año 1996 la cantidad de

    vehículos de motor en el área de estudio se estimó en

    703,347 unidades.

    Todos los recursos naturales y sistemas ecológicos

    identificados presentan algún grado de impacto ambiental.

    Se estima que a partir del año 1936 el 45 por ciento del

    inventario de humedales y ciénagas fueron paulatinamente

    destruidos. Lacerando o afectando funciones vitales como

    es la capacidad para sostener la vida silvestre, el control

    que ejercen sobre las inundaciones y sus áreas de

    captación.

    Se calcula que la expansión suburbana en el área de

    estudio tiene costes anuales ascendentes a 1.6 millardos de

    dólares y costes no recurrentes por 920 millones de

    dólares. Se trata de una evaluación extremadamente

  • 46 Urbanismo Insular

    conservadora, toda vez el cómputo no considera los costes

    ambientales, salubristas y excluye la consecuente

    depreciación de los inmuebles en el interior de los centros

    urbanos.

    Un Comentario

    Desafortunadamente, la creación de ciudades urbanas aún

    constituyen excentricidades teóricas incompatibles con el

    ordenamiento político, sociológico y financiero insular. Si

    duda, considere el siguiente escenario. Imagine que a partir

    del año 2016 el discurso institucional se pronuncia a favor

    de crear espacios urbanos, donde la mezcla de usos,

    diversidad, proximidad e intensidad cultural de las

    actividades privilegie el desplazamiento peatonal; dinámica

    admirada al visitar ciudades como Barcelona, Buenos Aires,

    Londres, Sevilla, o New York. Empero, totalmente disímil

    con la expectativa, cotidianidad y ominosa realidad del

    ciudadano que habita un inmueble en el interior del Área

    Metropolitana de San Juan; donde el automóvil es

    protagonista, centro de toda atención y el peatón, sólo una

    silueta de escasa o nula importancia. Como parte del relato,

    supongamos que esta situación es corregida mediante la

    formación de ciudades cuya morfología, densidad y

    distribución poblacional, genere suficiente masa crítica para

    posicionar el transporte colectivo como la opción natural

    sobre la locomoción vehicular particularizada. Declarando la

    ruptura con lo consuetudinario y el tránsito a un modelo de

    asentamiento urbano pletórico de nuevas posibilidades

    ambientalmente sustentables. ¡Anatema!, será la réplica

    esgrimida por promotores, instituciones bancarias y aún los

    propios gestores políticos de tal iniciativa. Aunque

  • Urbanismo Insular 47

    impensable, será la ininteligible sociedad política que al

    hallarse atrapada por esta osadía, claudicará ante el temor

    de perturbar el modelo de negocio de aquellos a quienes

    deben lealtad ideológica. La ciudad hipotéticamente

    descrita, planteada como ideario de Estado, sólo puede

    enunciarse cual quimera, es la cumbre borrascosa, no es

    plausible si se quiere proteger la forma de producción y

    consumo suburbano que financia campañas re-

    eleccionarias. Paradójicamente, estos férreos antagonistas

    de lo urbano encuentran su irreprensible antítesis discursiva

    al constituirse inadvertidamente en artífices de redentoras

    contra-medidas legislativas. Reiterando, declarando,

    difundiendo argumentos con los que intentarán aplacar

    infinidad de mensajes, por lo regular aún más confusos que

    el discurso que lo anima, en un supremo esfuerzo por

    sostener las desquebrajadas utopías y con éstas el perenne

    ideario de “pensar la ciudad” como proyecto de Estado.17

    Así, de tiempo en tiempo preconizarán, incluso con cierto

    estupor matizado de ironía, la necesidad de conceptualizar

    ciudades ambientalmente sostenibles y habitables, ciudades

    “verdes” de “clase mundial”. Estos tiempos, de admirable

    epifanía, coincidirán con eventos electorales, que se

    traducen una vez más en resoluciones, compromisos y

    propuestas de campaña. La ciudad, cual “máxima kantiana”

    advendrá como la aurora precede el alba y nuevamente

    elementos propios de ésta serán retomados formando parte

    de este mito y su eterno retorno.18 Es un péndulo que

    17Algunos ejemplos: Isla Ciudad, Triángulo Dorado, Dr. Pedro Reselló González,

    Gobernador (PNP), Frente Portuario, Ciudad Mayor, Ciudad de la Ciencia, Ciudad Red,

    Lic. Aníbal Acevedo Vila, Gobernador (PPD), Ciudad de la Ciencia, Lic. Alejandro

    García Padilla, Gobernador (PPD).

    18 Para Kant el principio de la voluntad es querer que la acción sea una máxima y se

    convierta en ley universal. Por tanto, toda acción debe ser ponderada en virtud de su

  • 48 Urbanismo Insular

    discurre del desvarío a la cordura para sumirse nuevamente

    en la locura. En Puerto Rico estos “mitos citadinos”, esta

    “utópica cordura” se limita, de manera casi exclusiva, al

    espacio geográfico ocupado por el exiguo Centro Urbano de

    los 78 municipios que conforman el País. Se constatan

    algunos gestos y modestos intentos, todos fragmentados de

    escasa o inane importancia socio-económica o físico-

    espacial. Los datos presentados a continuación evidencian

    el extenso y profundo proceso de suburbanización que

    origina a mediados del Siglo XX como resultado de los

    programas de renovación urbana, financiamiento, garantías

    y créditos provistos por la banca local y las autoridades

    Estadounidenses. A corto plazo, lo descrito es irreversible y

    sus consecuencias evidentemente anticipables. A largo

    plazo, confiamos que la entropía y el caos multi-sectorial

    forzarán el devenir del paradigma y con éste la esperanza

    de la humanización como sustrato y razón de las neópolis

    del mañana.

    bondad. En la medida en que todo ser racional es potencialmente receptivo a

    comprenderla y ulteriormente validarla mediante su repetición, se cumple la máxima

    categorial, se alcanza la buena voluntad. Sin embargo, advierte Kant sobre la existencia

    de acciones que resultan imposibles de acometer como leyes universales por constituir

    antípodas de la razón. (Morente, 1992)

  • Urbanismo Insular 49

    El Mercado Inmobiliario

    Población y Construcción19

    En el año 2009 la población en Puerto Rico se estimó en 3.9

    millones de habitantes. A tenor con el Censo de Población y

    Vivienda, esta figura fue de 3.5 millones para el año 1990