MARINA PIBERNAT"El viernes 8 de mayo, durante el debate entre los candidatos en las elecciones municipales de Barcelona en BTV, me encontr en Twitter con varias cuentas de personas afines a Xavier Trias atacando a la formacin Barcelona en Com y a su candidata Ada Colau. Yo, en ese momento nmero 1 de EUiA y 4 en la lista de la coalicin ICV-EUiA por la ciudad de Girona, hice un comentario sobre la "derechona catalufa". Como suele ocurrir cuando soy crtica con el nacionalismo cataln, un enjambre de cuentas de Twitter vino a decirme que era una cuenta falsa o acusarme de autoodio. Y no precisamente del entorno de la derecha nacionalista. De mis intencionados exabruptos se convirti en epicentro del terremoto la palabra catalufa y fue municin suficiente para que se me acusara, primero en las redes sociales y luego en la prensa afn al soberanismo, de racista, xenfoba y de catalanofobia.En cuanto a las acusaciones de racista, es funesto que alguien crea que la catalanidad puede ser tomada como una raza. De hecho, sabemos que las razas no existen, existe una variabilidad genotpica que se manifiesta en la diversidad fenotpica en la forma y color de los ojos, de la piel, el tipo de cabello o las facciones del rostro. Nada ms. Entre personas espaolas ni siquiera existe diferencia fenotpica visible alguna. Lo que s que hay entre lo que mal denominamos razas son diferencias culturales ms o menos importantes, tambin en el seno de las mismas. El antroplogo estructuralista francs Claude Lvi-Strauss lo explic a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado en sus ensayos Raza e Historia y Raza y Cultura.En relacin a las acusaciones de xenfoba, cuesta creer que a estas alturas sea ignorada la etimologa bsica, xenofobia, del griego xenn, extranjero/a; y no se den cuenta de que no tiene sentido lgico acusar a una persona catalana de xenofobia hacia otra tambin catalana. Huelga decir que esto de catalanofobia es igualmente ridculo. A lo que s tengo fobia es a ciertas cosas que ltimamente abundan en Catalunya, como los gobiernos de derechas que en plena crisis econmica lideran movimientos nacionalistas; y a la supuesta izquierda independentista que, consciente o inconscientemente, le hace el trabajo sucio de sabotear a una mnima alternativa de izquierdas no independentista. Ahora ya sabemos quin trabaja para quin y con qu mtodos.La mentalidad castellanaDas despus de ver mi persona expuesta mediticamente a gravsimas acusaciones y a todo tipo de insultos, Josep Manel Ximenis, el alcaldable de CUP por Arenys de Munt, asegur en una entrevista que la mentalidad castellana lleva la aceptacin natural en los sus genes; es decir, ser un mandado. Este revoltijo seudocientfico de Ximenis remite a algo tan viejo como criminal, decimonnico, llamado racismo cientfico. Aunque de cientfico no tiene nada. Aparte de que las mentalidades no tienen genes, sino que los tienen los organismos biolgicos, este argot delata la naturalizacin de la inferioridad y, por tanto, de la superioridad de quien habla. Y no solo una supuesta superioridad gentica, sino tambin una superioridad que naturaliza la posicin en el sistema productivo: hay quien existe para mandar y quien lo hace para ser un mandao, es decir, la naturalizacin del clasismo. Racismo y clasismo suelen ir de la mano.Ninguna conquista social, por espectacular que sea, puede ir acompaada de tal fondo ideolgico, ni tolerarlo. Sin embargo, hasta el da de hoy, la CUP ha guardado un infame silencio al respecto. Tambin lo ha guardado ICV y Barcelona en Com, que se apresuraron a rechazar mi uso del trmino catalufa para incitar al odio al referirse con l a la derecha nacionalista catalana. Este esconder la cabeza bajo el ala practicado por la izquierda no independentista es consecuencia de una mezcla entre cobarda y electoralismo ante el soberanismo arriba descrito. Y tambin lo es mi salida de la lista de ICV-EUiA Girona.La maana del sbado 9 de mayo recib una llamada para informarme de la crisis meditica. Mi espacio poltico ya haba entrado en pnico debido a la reaccin a mi tuit. No me sorprendi. Hace mucho que en Catalunya la izquierda que aglutina personas no independentistas funciona absolutamente a remolque de la agenda, postulados y prensa nacionalista catalana, incapaz de formular un discurso propio. Eso cuando no cae directamente en el seguidismo. As que ICV Girona, partido del que nunca he formado parte, decidi apartarme de la campaa y EUiA, mi partido, desde hace mucho tiempo inmovilizado para cualquier negociacin, acept. Yo tambin, porque acababa de empezar la campaa y ya estaba cansada de defender un programa centrado en cuestiones de importancia muy relativa que no aportaba muchas soluciones reales a los problemas de gente trabajadora de mi ciudad.Al ver las unipersonales prisas del secretario general de EUiA para lanzarme a la hoguera, me di de baja. Lo hice todo para poder decir, pasadas las elecciones, lo que creo que debe ser dicho urgentemente en Catalunya: cuanto tiempo nos estamos dejando arrastrar por la intimidacin nacionalista, haciendo que nos movemos en un terreno donde cualquier barbaridad, incluidas las declaraciones de Ximenis, puede salir sin problema de la boca del soberanismo. Pero cualquier crtica o comentario sarcstico sobre el mismo es tomado como un ataque a toda la sociedad catalana, y eso es seal de que tenemos un grave problema.La derecha catalana, encarnada por CiU y ERC, no est muy lejos del partido independentista ultraxenfobo SOM Catalans. Pero es mucho ms inteligente y, por tanto, ms perjudicial. Su racismo viene envuelto en la coraza del mitolgico seny cataln y la respetabilidad de la burguesa. Pueden decir sin despeinarse que en Catalunya no cabe todo el mundo y aprobar polticas que van en contra de una verdadera convivencia que haga de la diversidad cultural la virtud que es.Ideas supremacistasNo digo que toda persona independentista comparta ideas como las de Ximenis o SOM Catalans. Pero todos los partidos con representacin parlamentaria estn alimentando, por accin u omisin, peligrosas ideas supremacistas que adems se retroalimentan entre ellas, desplazando el debate poltico hacia un lugar inofensivo para la derecha, catalana o espaola, que destruye nuestras vidas con sus polticas, y que lidera tanto el proyecto soberanista como el que se le opone.Pueden verter sobre m todos los linchamientos mediticos que intilmente consideren necesarios. Pueden decirme falangista, espaolista, catalanfoba. Pueden decirme puta y pueden sacar el violador que algunos llevan dentro describiendo la manera en que les gustara agredirme sexualmente, como han hecho en las ltimas semanas. Con todo esto no harn ms que darme nimos y, sobre todo, ponerse en evidencia. A pesar de no contar con un partido parlamentario que haga lo mismo, no soy la nica que est dispuesta a librar una guerra sin cuartel contra este tipo de ideas, salgan de donde salgan. Y no solo las combatir por ser profundamente injustas y totalmente anticientficas, lo har tambin porque soy comunista. Y no estoy dispuesta a callar mientras la clase trabajadora es dividida y enfrentada para beneficio de los poderes fcticos."