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SIGUIENDO EL HILO
Proyecto de grado modalidad investigación – creación
para optar por el título Maestro en Artes Plásticas y Visuales
Estudiante ANGIE PAOLA ROCHA GONZALEZ
Código: 20122016007 Tutor:
MARTA BUSTOS
Universidad Distrital Francisco José de Caldas Facultad de Artes – ASAB
Proyecto curricular Artes Plásticas y Visuales
Bogotá, D.C. del 2019
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SIGUIENDO EL HILO
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LOS PRIMEROS HILOS…
“Yo no sabía que la casa de la infancia
me hiriera después
y que sus gasas, sus cortinajes, sus ropajes
se apegarán acumulados
a mi piel interior.
Yo no sabía que debía rasgar esas vestiduras
y dejar hilachas
pedazos
entre el vivir.
Yo no sabía
que había que hacer, y deshacer,
como un tejido
fiel
a una primera y única trama
Hanny Ossot(2004)
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El
AGRADECIMIENTOS
presente trabajo está dedicado a mis padres por haber sido mi apoyo a lo largo de toda
mi carrera universitaria y a lo largo de mi vida. A todas las personas especiales que me
acompañaron en esta etapa, aportando a mi formación tanto profesional y como ser humano.
De manera especial quiero agradecer a mi Tutora Marta Bustos, que gracias a sus
consejos y correcciones hoy puedo culminar este trabajo y también por brindarme
el apoyo para desarrollarme profesionalmente y seguir cultivando mis valores.
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ABSTRACT –español
Este trabajo de grado cuyo título es “SIGUIENDO EL HILO”, aborda el tema del tejido y su
pertenencia al ser humano como metáfora siempre presente a lo largo de su evolución en
el planeta que habitamos. La función del tejido y los textiles en la vida cotidiana de los seres
humanos ha sido muy importante para preservar las enseñanzas de cada cultura, dejando
una huella cargada de tradiciones, sentimientos y simbolismos.
Este trabajo se apropia del tejido como una manera de evidenciar cómo se ha ido
PERDIENDO el valor de una labor que ha estado presente desde los inicios de la vida
humana en el planeta y también como una forma de repensar el tejido como una
conexión entre nuestra intimidad interior y exterior. Tejiendo, enlazando, hilando
puedo narrar una historia, mi historia de vida.
ABSTRACT – ingles
This work of degree whose title is "FOLLOWING THE THREAD", addresses the issue of the fabric
and its belonging to the human being as a metaphor always present throughout its evolution
on the planet we inhabit. The function of weaving and textiles in the daily life of human beings
has been very important to preserve the teachings of each culture, leaving a trace laden with
traditions, feelings and symbolism.
This work appropriates the fabric as a way to show how it has been LOSING the value of
a work that has been present since the beginning of human life on the planet and also
as a way to rethink the fabric as a connection between our privacy interior and exterior.
Weaving, linking, spinning I can tell a story, my life story.
PALABRAS CLAVES
Tejido, Intimidad, tiempo, habitar, identidad, creación.
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TABLA DE CONTENIDO 1. ANTECEDENTES
a. MI PRIMERA PUNTADA
2. LA EXPLORACIÓN
a. OTROS TEJEDORES
b. MITOS ENTRETEJIDOS
c. ELIGIENDO LAS AGUJAS Y SELECCIONANDO LOS HILOS
3. EL PROCESO CREATIVO
a. CORTANDO RECUERDOS
b. UNIENDO MEMORIAS
c. TEJIENDO INTIMIDADES
4. CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
9
H
T
ANTECEDENTES
MI PRIMERA PUNTADA
oy en día tejer manualmente se puede considerar como algo inútil, el mundo se
mueve a una velocidad vertiginosa y el tiempo se hace más escaso. Muchos de
los adelantos tecnológicos han provisto a las generaciones recientes de máquinas
que tejen y enredan miles de hilos por segundo a grandes velocidades, cada vez se
nos incentiva a ir más rápido y a no perder parte de nuestro tiempo en actividades
que hoy se pueden considerar banales, como el tejer manualmente. El escritor
checo Milan Kundera, (Kundera, 1994) en su novela "La lentitud", nos recuerda
como la velocidad cambia nuestras percepciones y la manera de estar en el mundo:
“La velocidad es la forma de éxtasis que la revolución técnica ha brindado
al hombre. Todo cambia cuando el hombre delega la facultad de ser veloz
a una máquina: a partir de entonces, su propio cuerpo queda fuera de
juego y se entrega a una velocidad que es incorporal, inmaterial, pura
velocidad, velocidad en sí misma, velocidad éxtasis” (pág. 4).
ejer o entrelazar hilos es probablemente una de las actividades más antiguas
realizadas por el hombre, posiblemente más antigua que la cerámica, que fue
influida en su decoración con motivos textiles (impresiones de cuerdas, cestería,
tejidos) y pudo tener un origen común con la cestería, de manera que antes de
la aparición de la primera máquina o telar, el hombre pudo entrelazar fibras, para
confeccionar los primeros tejidos que servían para cubrir nuestro cuerpo o adornarlo,
para ayudar en las tareas de la transformación de los alimentos y también como
elementos de intercambio entre comunidades y vínculo de unión con la divinidad.
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Algunas civilizaciones posteriormente
llegaron a usar máquinas, por ejemplo,
los egipcios y los árabes tenían telares
muy sofisticados, esto les servía como
herramienta para agilizar sus tejidos, pero
siempre considerado como algo sagrado
e importante y en unión con el tejedor, a
diferencia de lo que pasa ahora, las máquinas
para tejer han tecnificado e industrializado
esta labor a tal punto que el ser humano, el
tejedor, no es necesario para esta labor.
Tejer o entrelazar fibras ha sido un acto
ritual mayormente asociado a las mujeres,
las abuelas lo enseñaban a las nietas y estas
a sus hijas, toda esa sabiduría pasaba de
generación en generación. Si bien es cierto
que este oficio está asociado a lo domestico, a
lo femenino, en muchas culturas por ejemplo
en los Uitoto, del amazonas colombiano, los
hombres son los encargados de tejer y esta
enseñanza solo es transmitida a ellos. A su
vez tejer era un ritual algo íntimo y personal
que requería de un proceso lento, de estar
presente y de conexión con uno mismo.
Estas tradiciones se pueden observar en los
mitos y relatos de diversas culturas, como
por ejemplo en la cultura griega en la cual en
diversos relatos de la mitología se establece
un estrecho vínculo entre figuras femeninas
y labores de tejido e hilado. En los mitos
protagonizados por deidades femeninas,
las Moiras, Atenea y Penélope, se puede
evidenciar conexiones entre la feminidad y
las tareas de tejer, así como distintas visiones
del poder femenino y concepciones de
temporalidad que surgen a partir de la
aproximación simbólica a esas diosas
griegas puesto que, además de ser labores
femeninas, «tejer e hilar son metáforas del
devenir del tiempo [y] del desarrollo de
acontecimientos»1
Actualmente, hay muchos prejuicios contra
esta actividad por considerarse una labor
femenina, manual y doméstica, esto se
debe a que antiguamente la mujer por ser la
que debía cuidar a los hijos, amamantarlos,
tuvo que empezar a quedarse en el hogar
haciendo las labores domésticas como
cocinar, limpiar, lo que género que el
hombre fuera el responsable de la seguridad
del hogar, de traer alimentos, cazar, trabajar,
es decir de hacer las labores fuera del
hogar en el espacio público. Esto creó un
pensamiento patriarcal donde el hombre
por realizar labores que requerían más
esfuerzo físico, suprimió el valor de la mujer
hasta dejarla en un estatus de inferioridad
del hombre.
1 Guerrero, O. F. (2012). EL HILO DE LA VIDA. DIOSAS TEJEDORAS EN LA. Universidad de Alicante. Centro de Estudios sobre la Mujer, 19
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Esta imagen de la mujer quedo por muchos
años, que aún hoy en día muchas personas
piensan en la mujer como la responsable
de los hijos y el hogar, y subvaloran estas
actividades por debajo de aquellas que se
realizan por fuera del entorno del hogar, es
decir en el ámbito público.
Cuando tenía 12 años tuve mi primera
experiencia tejiendo, recuerdo que tuve
un mal año escolar, fui castigada y me
prohibieron salir a jugar con mis amigos. En
esa época mi mama tenía guardadas unas
revistas sobre tejido y como estaba aburrida
empecé a mirarlas, en una encontré una
mochila en donde explicaban el paso a paso
de como tejerla, me pareció interesante
y decidí hacerla. Por muchos factores mi
primera vez tejiendo no fue muy agradable,
primero quería conseguir el hilo exacto que
mostraban en la revista, por ningún lado se
conseguía, era una cabuya especial de un
color amarillo ocre con una mezcla de verde
limón–la cual no se conseguía fácilmente
y me costó mucho tiempo encontrar uno
similar¬– ¬, en segundo lugar no entendía
muy bien el paso a paso, por consiguiente la
mochila no estaba quedando bien y con el
paso del tiempo me iba desanimando.
Mi mama intento ayudarme con la mochila,
algunas veces, pero al final perdí el interés y
nunca la termine.
Algunas mujeres en mi familia saben tejer,
pero no es algo que les guste mucho,
lo aprendieron en el colegio como una
obligación para aprobar el año escolar, por
lo tanto ellas aprendieron a verlo como un
castigo y no un gusto, y ahora prefieren no
hacerlo.
Aunque ese primer acercamiento al tejido
fue resultado de un castigo y pese a que no
volví a interesarme en esta actividad durante
muchos años, en la Universidad en la carrera
de Artes Plásticas, sin darme cuenta empecé a
incorporar ese lenguaje de atar, hacer nudos
dentro de mi proceso artístico. En Integral
I, realice una serie de fotografías en donde
hice diversos amarres a mi cuerpo simulando
una técnica de bondage japonés llamada
Shibari, la cual implica atar siguiendo ciertos
principios técnicos y estéticos, empleando
cuerdas generalmente de fibras naturales.
Esta técnica necesita de sometimiento y de
un amarre preciso para la estimulación de
algún punto erógeno.
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1. Ejercicio taller integral, Tecnica Shibari, Fotografía Angie Rocha, archivo personal, 2016
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2. Ejercicio taller integral, Tecnica Shibari, Fotografía Angie Rocha, archivo personal, 2016
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3. Ejercicio taller integral, Tecnica Shibari, Fotografía Angie Rocha, archivo
personal, 2016
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4. Ejercicio taller integral, Tecnica Shibari, Fotografía Angie Rocha, archivo personal, 2016
Fue un proceso difícil, lento, de horas en
donde el tiempo desapareció, en este
proceso pase por muchas fases, al inicio al
empezar a hacer los nudos, iba todo normal,
pero ya con el pasar del tiempo y con cada
vuelta, cada unión, cada nudo, iba perdiendo
la capacidad de moverme, cuando llevaba
más del 60% de los amarres me empezó a
dar mucha ansiedad y miedo, confiaba en
la persona que estaba encargada de hacer
los nudos, pero a pesar de eso me sentía
desprotegida, con cada nudo pensaba que
era más vulnerable, estaba a merced de esa
persona, mi cuerpo ya no me pertenecía,
no me podía mover, era un títere que
manejaban por medio de esas cuerdas, hubo
un momento en el que llegue a sentir mucho
miedo porque ya había perdido el control. Al
finalizar el proceso de los nudos –tuve que
estar un tiempo quieta y en una posición
incómoda que requiere esa técnica–
empecé a sentir dolor en mis articulaciones,
mis brazos los sentía dormidos, mis manos
entumecidas, en algún momento, a pesar
de todo esa incomodidad empecé a ser más
consiente de mi cuerpo, de las sensaciones
que me producía, de donde estaba, de mi
cuarto, mi intimidad y aun así me sentía
ajena a lo que veía.
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En algún momento no pensé nada, solo sentía
mi cuerpo, su dolor, su cansancio y esto hizo
que me diera cuenta que en 22 años nunca
lo había escuchado, no lo conocía, mi mente
y mi cuerpo habían sido dos entes ajenos
entre sí.
Este proceso me hizo preguntarme y
reflexionar sobre la manera en que estoy
viviendo, ¿cómo es mi cotidianidad?,
¿Cómo me comporto en mi intimidad? y si
pensaba que mi cuerpo y mente son dos
entes distintos entonces ¿a qué velocidad va
cada uno? La respuesta que me di fue que
vivo corriendo, cuando salgo de la casa a la
universidad siempre lo hago de afán, no miro
a mi alrededor, a veces tengo tantas cosas
que hacer en el día, que todas las hago sin
disfrutar de lo estoy haciendo, me pregunto
por qué habrá desaparecido el placer de vivir
las cosas en sus tiempos , ahora vivimos a
una velocidad cada vez mayor en donde las
experiencias pueden ser mas pero menos
intensas, donde tenemos un tiempo limitado
para hacer cada cosa, solo corremos para
alcanzar el éxito y no vivimos con felicidad.
Un año después de todo este proceso,
fui de intercambio a México a la Escuela
Nacional de pintura, escultura y grabado “La
Esmeralda”, allí sentí que iba más rápido que
acá, al querer conocer todo ese mundo, me
aceleraba, corría más, en un día iba a cinco
lugares diferentes, quería abarcarlo todo,
pero no era solo yo, notaba que las personas
iban a mayor velocidad que acá, la celeridad
del metro, las grandes distancias, todo hacía
que viviera más acelerada.
Mis primeros días en la universidad en
México, empecé a interesarme en una materia
llamada “Textil como soporte”, en esta se
hacía una introducción a las técnicas
elementales del tejido como medios
recuperados desde lo artesanal para
potenciarlos a través de proyectos artísticos.
Me llamo la atención porque me recordó
todos los problemas que viví en mi infancia
cuando quise aprender a tejer y pensaba
que quizás con alguien que me guiara y me
enseñara iba a cambiar mi pensamiento hacia
esta labor, la cual siempre me había
interesado pero por miedo al fracaso nunca
volví a intentar.
En esta clase aprendí muchas técnicas de
tejido y sí, hubo un cambio en torno a mí, por
primera vez sentí amor hacia esta labor, ya
que esta actividad que se ha ido olvidando,
me estaba transmitiendo toda una conducta
de vida, como era el hecho de aprender a ser
paciente, a tener sosiego, serenidad, de no
correr, fue una manera de equilibrar en mi
vida la velocidad, de pasar todo un día de lado
a lado corriendo sin parar, ir a la universidad,
conocer lugares y ya después llegar a mi
casa, tejer y sentir calma, descansar de todo
ese agite que la vida moderna nos impone.
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Para mi esa clase llego a ser una terapia de
vida, de autoconocimiento. Aprendí el valor
que tiene destejer, me di cuenta que tejer es
ir y volver.
“El hilo va y regresa; sube y baja.
Para ir adelante hay que volver
al principio. Y es justamente
destejiendo que se aprende a tejer.
Volviendo sobre lo ya tejido, sobre
lo ya contado, es posible
seguir contando, tejiendo,
cantando, abrazando. Todo tejer
es un volver, pero todo volver es un
avanzar.” 2
Mientras tejía podían pasar horas y en ese
transcurrir del tiempo, pasaban recuerdos,
reflexiones y sueños por mi mente, las manos
dolían después, lo cual me llevo a reflexionar
en que todo el proceso que requiere tejer es
lento y requiere mucha paciencia, sosiego,
tranquilidad, calma y eso en esta época
puede ser igual a ser ineficiente e ineficaz.
Tejer es una labor que se contrapone a cómo
vivimos hoy en día, para tejer se necesita
tiempo, dejar de correr, de vivir a toda
velocidad, parar y así lograr observar cómo
el mundo va a una velocidad aterradora.
También me gustaba porque me recordaba
a ese penoso momento de mi infancia en
el cual estaba aprendiendo a tejer y aquí
todo era diferente, ninguno de mis otros
compañeros sabía nada de esta labor, pero
mientras aprendíamos nos conocíamos, nos
sentábamos, bordábamos y hablamos por
tres horas seguidas y en ningún momento
sentí aburrimiento, solo quería seguir
bordando. Gracias a esta clase entendí
que tejer es dejar una huella cargada de
enseñanzas, tradiciones, sentimientos y
simbolismos. A partir de esta experiencia
empecé a explorar en el bordado y lo
relacione con lo femenino, me base en un
libro de poemas de prostitutas, me intereso
porque ellas contaban su intimidad, su dolor
y su condición como mujer.
2 https://www.elespectador.com/noticias/ cultura/benjamin-jacanamijoy-hijo-del-viento- articulo-713541
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5. Ejercicio taller textil como soporte. Bordado sobre lona. Angie Rocha , Archivo
personal, 2017, Ciudad de México.
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6. Ejercicio taller textil como soporte. Bordado sobre lona. Angie Rocha , Archivo personal,
2017, Ciudad de México.
Cuando llegué a Colombia, me di cuenta que había aprendido muchas técnicas de tejido
y mi siguiente paso era explorarlas más a fondo porque sabía que mi proyecto tenía que
ser sobre esa experiencia.
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A
EXPLORACION
lo largo de la carrera en Artes Visuales
estuve en una constante exploración tanto
en técnicas como en temáticas,
conceptos y materiales, tal exploración está
marcada por dos fases, la primera fase se
centró en la investigación de referentes,
textos y conceptos y la segunda fase fue
una exploración de materiales y técnicas
referentes al tejido manual.
a. OTROS TEJEDORES
Al comenzar esta exploración, empecé
a buscar artistas que trabajaran el textil,
fue muy emocionante saber que son
muchos artistas que trabajan el tejido,
algunos de ellos se conectaron con mis
intereses, bien sea desde la técnica,
desde la forma en que sus obras se
construyen o desde el discurso que
soportan algunas de sus piezas.
Kristin Skees: es una artista de Birmingham,
Alabama. Ella combina el retrato, el tejido y
el amor por lo inesperado y lo absurdo. En la
serie Cozy Portrait crea una serie de retratos
un poco excéntricos, los cuales muestran un
nivel extraño de intimidad entre los sujetos
y el espectador. Sus prendas hablan sobre la
claustrofobia de las relaciones. Representan
las formas en que nuestras relaciones más
cercanas a menudo pueden caminar la línea
delgada entre amar y sofocar. Me intereso
esta artista por la manera en que representa
la intimidad de las personas, no podemos
ver a estas personas, pero de alguna manera,
a través de la puesta en escena y el uso del
color, nos familiarizamos con ellos, además
cada retrato muestra la vida cotidiana, el
aburrimiento de la monotonía, pero de una
manera un poco absurda y burlesca.
Cecilia Segura: artista española, valenciana,
que ha ubicado su trabajo en el medio artístico
contemporáneo. Su trabajo lo referencio
puntualmente a partir de la obra “El Nido de
Aracne”, es una intervención específica en
una antigua bodega restaurada y convertida
en espacio expositivo. Propuesta a medio
camino entre la instalación y la escultura
donde los volúmenes quedan sugeridos por
líneas que cruzan el espacio. La importancia
del trabajo artístico de Cecilia Segura, se basa
en que éste logra establecer un diálogo entre
el espacio, la pieza en general y el material.
Adicionalmente detrás de esta obra se
puede establecer un interés primordial por la
memoria.
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7. Serie Cozy Portrait. Fotografia. Kristin Skees
obtenido: http://kristin.skees.net/galleries/cozy-portraits/
8. Serie Cozy Portrait. Fotografia. Kristin Skees
obtenido: http://kristin.skees.net/galleries/cozy-portraits/
Aracne en la mitología griega es una tejedora
que un día se burla de Atenea, recibiendo el
castigo de transformarla en una araña gigante
condenada a hilar eternamente. Es el nido de
la araña, ese punto central que deja de ser
tejido y se convierte en objeto, en dibujos que
recorren el lugar. La relación que me surge
más allá de los claros elementos visuales
que componen la obra es el hacer manual
del tejido y toda esa meditación en la que
al parecer se convierte ese nido de Aracne.
Volviendo el tejer en un espacio de relajación
y meditación constante, un espacio para
repensar cada cosa que pasa por la mente,
todos los pensamientos, todas las ideas se
entretejen al mismo tiempo con el hilo, a tal
punto que al ir culminando queda uno casi
vacío, como una especie de catarsis, donde
se va dejando, cosiendo con las memorias,
con las emociones, con los recuerdos, al igual
que con los deseos y los temores.
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9. El nido de Aracne. CeciliaSegura. 2011.
Obtenido: http://www.ceciliasegura.es/portfolio/el-nido-de-
aracne/
10. El nido de Aracne. Cecilia Segura. 2011
Obtenida: http://www.ceciliasegura.es/portfolio/el-nido-de-
aracne/
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Joetta Maue: artista estadounidense se
formó como fotógrafa y autodidacta como
artista de la fibra. Sus principales trabajos
han explorado: la intimidad diaria de los
amantes, el lugar de la cama, un lugar
poderoso en nuestra vida cotidiana y el
paisaje psicológico del espacio doméstico
temas que han servido como referente de
mi trabajo artístico. Su trabajo está basado
en imágenes que exploran el espacio físico
y la experiencia de las relaciones, textos que
exploran las emociones complicadas que
residen en la intimidad y la identidad. Su
trabajo se convierte en un mapa de su vida
diaria a través de la costura lenta o el dibujo
de imágenes y palabras.
12. Serie Fiber. Pintura, bordado
sobre tela. Joetta Maue. 2011.
Obtenido:http://www.joettamaue.com/drawings/
indexd.html
11. Serie Fiber. Pintura, bordado sobre tela.
Joetta Maue. 2011
Luz Angela Lizarazo: artista colombiana,
estudió arte en la Universidad de los Andes
y en la Escuela de Bellas Artes de París. Su
trabajo es muy importante para mi proyecto
puesto que su obra se caracteriza por
reflexionar sobre preocupaciones alrededor
de la fragilidad, la dicotomía entre lo público
y lo privado y las interacciones con espacios
urbanos y con los otros. Su trabajo encuentra
su asiento entre dos mundos: el dominio de
la intimidad y el mundo exterior. En su obra
"Piel", ella usa medias veladas como material
principal, trabajando el concepto y la idea de
la piel como forma de expresar lo humano;
las ha rasgado y cosido, cortado, bordado
y tejido entre muchas otras intervenciones
para crear diferentes elementos.
24
I
13. Piel. Medias veladas tejidas, Luz Lizarazo. 2017
14. Piel. Medias veladas tejidas, Luz Lizarazo. 2017
Obtenido: http://www.luzangelalizarazo.com/ piel.
html
b. MITOS ENTRETEJIDOS
ntimidad, cotidianidad, tiempo y habitar,
son algunas de las palabras que envuelven
mi investigación, estas se han generado
gracias al estudio de tres mitos griegos que
han sido claves en mi proceso artístico y se
vinculan a tareas relacionadas con hilar y
tejer, también me referiré a concepciones
de la temporalidad que surgen a partir de
la aproximación simbólica a estos mitos.
¿Qué es un mito? (Barrera, 2002) en su libro
Lecturas del mito griego (p. 57) define el mito
como un logos, una palabra en la que se hace
presente la verdad. Los mitos son respuestas
a las cuestiones que han inquietado desde
siempre a los humanos, y siguen formando
parte de la tradición de Occidente
porque hablan de nuestros modos
de ser y percibir la realidad, de esta
manera el sentido del mito esta dado
siempre a nuevas reinterpretaciones,
se puede de construir y reconstruir,
apropiándose de el para
generar nuevos aprendizajes.
El primer relato mítico que investigue
fue el de Penélope. En la Odisea,
Penélope se casa con Ulises, el cual va
a la guerra por veinte años, con el paso
del tiempo ella – que es poseedora
de las riquezas de Ulises– instada
a casarse nuevamente es asediada
Por todos los hombres que se asientan en el
palacio mientras esperan que la reina los elija
para desposarla.
25
Para mantener su castidad Penélope dice a los
pretendientes que aceptará un nuevo esposo
cuando termine de tejer un sudario para el
rey Laertes. Penélope deshace por la noche
lo que teje durante el día, para prolongar el
mayor tiempo posible esta tarea. Sin embargo,
una mujer la delata, por lo que es obligada a
concluir la labor, momento en el que Odiseo
regresa y mata a los pretendientes.
En el ensayo Penélope y el tejido del tiempo
(Sanclemente, 2013) la autora habla sobre
una reivindicación de la mujer, ya que la
mujer que cose, que teje siempre es asociada
a una posición de pasividad doméstica y no es
casualidad el hecho de que lo que Penélope
teje sea en realidad un sudario, el sudario de
Laertes, padre de Ulises. No directamente el
sudario del propio Ulises porque el destino
teje la conclusión de la vida y la esperanza, y
Ulises está vivo, y cuando Penélope desteje el
sudario, combate en realidad contra la parca,
contra la muerte, se plasma en la idea del
sudario el sentido cósmico y circular, del acto
de tejer y la fortaleza que tiene Penélope al ir
contra él destino.
15. Penélope y los pretendientes. óleo sobre lienzo. John William Waterhouse (1912) Obtenida: http://wikioo.org/es/paintings. php?refarticle=8BWTHD&titlepaint ing=Penelope%20and%20the%20
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A partir del propio estereotipo iconográfico
de una Penélope afligida y pensativa, el
mensaje de la Odisea se ha ido
transformando a lo largo de la historia,
mostrando una mujer activa y perseverante
en su negativa de concluir la obra,
mostrando que la mujer tiene el control de
su destino.
Tejer y destejer es la metáfora que me
interesa en este mito, la progresión del
tejido es la misma progresión del tiempo,
la entropía, el retorno al caos, a la muerte.
Destejer, deshacer lo hecho es establecer
exactamente la dirección contraria, el intento
de recordar y regresar a un estado original y
completo de cosas, la negación del tiempo
y de su destrucción, por paradójico que
parezca, como el intento de restablecer un
orden cósmico.
“La obra evocada en el Mito
de Penélope tiene un propósito
el cual es mantener abierto el
ritmo insondable del tiempo,
ese volver propicio de los ciclos,
la figura repetida de la eternidad
que el tejido vindica”
(Castaño, 1994)
Esa aproximación de temporalidad que
encontramos en el mito de Penélope la
relaciono con la noción de ‘recorrido’, referida
a ese intervalo entre el nacimiento y la
muerte, tiempo por el que nos deslizamos sin
saber de cuánto tiempo disponemos, pero
con la certeza de que ese tiempo es limitado.
En la mitología griega, esta dimensión lineal e
irreversible de cada vida humana en concreto
está simbolizada por las tres Moiras, también
denominadas Parcas en la tradición romana,
que aluden al tiempo acotado y finito propio
de los humanos y que se contraponen a
Cronos, dios que encarna el tiempo cíclico
de la naturaleza por el que se rige el orden
cósmico.
Según el mito Zeus, este se unió a Temis y esta
fue quien parió a las Moiras. Estas hermanas
son tres viejas hilanderas que se encargan de
trazar la urdimbre de la existencia humana.
Cada vida en particular es representada por
una hebra de lino que sale de la rueca de Cloto,
es medida por la vara de Láquesis y sufre el
corte de las tijeras de Átropo cuando llega
la hora de la muerte. Esta última Moira es la
más terrible ya que representa el momento
de morir, un breve lapso de tiempo dentro de
la totalidad de la vida, su llegada supone la
cancelación definitiva del fluir del hilo de la
vida (Guerrero, 2012). 3
3 Marta López Castaño, "El TEJIDO COMO ESCRITURA Y EL ORDEN FEMENINO", Historia Crítica, 9 (January 1994). Pg 1
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16. Átropos, Las Parcas o El Destino, Óleo sobre muro trasladado a lienzo. Francisco de Goya. Obtenida: https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81tropos_o_Las_Parcas#/media/File:Atropos_o_ Las_Parcas.jpg
Estas hilanderas existen en un no–lugar
y no–tiempo, trabajan en la oscuridad y
ocultas a las miradas ajenas lo que posibilita
que tengan el poder de decidir sobre el
tiempo humano y de acotar cada existencia
individual. Asimismo, este mito refleja
que el trabajo típicamente femenino de
tejer, y el poder que se deriva de esa labor,
permanecen condenado a la invisibilidad, es
una tarea realizada ocultamente. Las Moiras
permanecen recluidas en el ámbito invisible
al que pertenece todo aquello que no tiene
reconocimiento en el orden masculino, que
es ilegítimo y clandestino.
Según Guerrero
“Este mito indica de modo metafórico que
la trama de lo cotidiano −representada
por el hilo de la existencia que tejen las
Moiras– que las mujeres confeccionan en
el espacio doméstico (el espacio invisible
por excelencia) tiene una influencia
determinante sobre los seres humanos, pero
la importancia de esa labor no es reconocida
porque sedesarrolla de modo oculto”.
(Guerrero, 2012)
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Las Moiras simbolizan la incertidumbre de
lo que el destino depara, hilar y tejer son
metáforas del devenir temporal, y la hebra
que ellas confeccionan para cada humano
expresa la singularidad del destino individual.
Actualmente vivimos intentando hacer mil
cosas al día, muchas personas tienen de 2 o 3
trabajos, la facilidad que da el internet, poder
trabajar desde casa, si necesitas a alguien
solo mandas un mensaje, si la quieres ver
solo necesitas una video llamada, ahora
todo es más sencillo y por eso mismo todo
más efímero y rápido, por eso este mito que
recuerda que estamos olvidando que en
algún momento se cortara el hilo que nos
mantiene vivos, y que al final no disfrutamos
nada de lo hicimos por estar llevando la vida
de forma acelerada, las Moiras nos recuerdan
que el camino de la sabiduría comienza con
la aceptación de la finitud.
El hilo que constantemente va tomando
forma entre las manos de las Moiras es
un trasunto del fluir ininterrumpido de
la vida, y cada una de las tres hilanderas
míticas representa uno de los tres polos
de temporalidad de la existencia humana:
pasado, presente y futuro. Cloto, la que hila,
es el pasado; esa hebra de nuestra existencia
que se ha ido desplegando progresivamente
y entrecruzando con otras hebras. Láquesis,
la que mide el hilo o va enroscando el ovillo,
es metáfora del presente: la porción de hilo
que llevamos recorrido nos da la medida de
lo que somos en el momento actual. Y las
posibilidades de lo que llegaremos a ser en
el futuro vienen dadas por el trozo de hilo
que nos resta; esa porción de hilo siempre
está por tejer, y en su extremo final nos
espera Átropo, que alude a la certidumbre
de la propia muerte: las tijeras de esta Moira
nos esperan al final del camino, y en este
sentido el poder de Átropo sobre los destinos
humanos es absoluto. (Guerrero, 2012)
Las Moiras viven en la invisibilidad, en un
espacio inaccesible, tienen el poder de
controlar el destino de los demás, pero nunca
el suyo propio, nunca podrán ser urdidoras
de su propio destino, en cambio en el mito
de Atenea encuentro una reivindicación
de ese acto de tejer, hay una reivindicación
publica, rebelarse contra la invisibilidad.
Atenea es la diosa griega de la paz, la guerra
defensiva y la sabiduría, aunque también
tiene una atribución menos conocida: es
patrona de las hilanderas, el propio relato del
nacimiento de Atenea, hija de Zeus y Metis,
está cuajado de simbolismo.
29
“En uno de sus múltiples episodios amorosos, Zeus había dejado embarazada a la titánide Metis, diosa de la prudencia. Aconsejado por Gea y Urano, que habían vaticinado que Metis engendraría un hijo que destronaría a Zeus, éste decide devorar a la diosa gestante cuando ella está a punto de dar a luz. Llegado el momento del parto, Zeus siente un fuerte dolor de cabeza. Los dioses del Olimpo se afanan en buscar un remedio para calmar ese dolor pero todo resulta en vano e, incapaz de soportar más el sufrimiento, Zeus pide a uno de sus hijos, Hefesto (dios del fuego y de la forja), que le golpee la cabeza con un hacha. Éste obedece, y de la hendidura surge Atenea bajo la apariencia de una mujer adulta, vestida con una armadura brillante y profiriendo un grito de guerra” (Guerrero, 2012)
El relato de Atenea, el nacimiento de ella
saliendo por la cabeza del padre adoptando
una actitud combativa, y la identificación
de esta diosa con la labor de tejer, puede
entenderse como un acto de reivindicación
pública. Esta diosa representa a la mujer que
quiere salir de la invisibilidad que la historia
le ha dado, quiere mostrar su intimidad, su
valor como mujer, mostrar que el acto de
tejer puede ser una manera de rebelarse, de
ser aceptada como un igual por el género
masculino, en su historia está contenida
una reivindicación del valor que las
propias mujeres necesitan otorgar a su
feminidad y a su diferencia sexual, de tal
manera que el reconocimiento de la valía
femenina contribuya a afianzar la confianza
de las mujeres en sí mismas y a reforzar sus
peticiones de acceso al poder público, visible
e institucionalizado.
Atenea es la diosa virgen, patrona de las
hilanderas, tejedoras y bordadoras, ella
representa a la mujer que se queda en casa
tejiendo, en silencio, invisible al mundo que
la rodea, pero lo más interesante de este
mito es que ella no se deja reducir a esa
clandestinidad del trabajo doméstico (como
sí sucede con las Moiras) Atenea se rebela
contra el pensamiento patriarcal de Zeus.
Según (Guerrero, 2012) Atenea:
“Es la diosa que brota hacia arriba y pugna por salir a la luz, que busca la apertura de lo femenino y que, además, en un acto de generosidad y desbordamiento, arroja su luz también sobre las tinieblas que ocultan las cosas. Ella no se limita a estar recluida en el ámbito doméstico sino que transita por los mundos interior y exterior, su vocación y reivindicación es ser partícipe por igual de ambos espacios, y por todo ello la diosa Atenea es un referente simbólico de poder muy valioso para el feminismo. Asimismo, el hecho de que esta deidad sea patrona del tejer nos recuerda la necesidad que tenemos de deshilar las historias tal como fueron contadas previamente, y volver a tejer otra” (Guerrero, 117)
30
N
Atenea inicia la construcción de un poder
femenino que busca la legitimidad, la
visibilidad, mostrar que, por medio del tejido,
se puede hacer visible como las mujeres
toman conciencia de él, lo reivindican y
ejercen públicamente.
c. ELIGIENDO LAS AGUJAS Y
SELECCIONANDO LOS HILOS
o todo aquello que constituye mi historia
de vida y mi pasado es sobreviviente al
tiempo, por lo cual, fragmentar esa memoria,
seleccionar aquellos instantes y objetos
que pertenecieron a ese tiempo y lugar me
permite generar la estructura de mi proyecto,
que como ya lo mencionaba está atravesado
por la exploración de referentes, materiales
y técnicas.
Esta segunda fase se divide en tres partes:
La primera es la exploración de materiales,
la segunda la exploración de técnicas y la
tercera la exploración de lo espacial. Cuando
inicié la exploración, comencé investigando
sobre cestería, esta es una técnica más
antigua que la cerámica y el tejido, es una
modalidad de tejido de fibras vegetales
usado para hacer objetos que sirvan para
transporte y conservación.
A partir de esto empecé a estudiar las técnicas
de cestería enfocadas en la comunidad
indígena Uitoto, explore sobre ellos porque
mi tutora de tesis tenía conocimiento sobre
su cultura y sus técnicas, comencé utilizando
tiras de papel y ya cuando estuve más
avanzada en la técnica utilice suncho.
17. La fábula de Aracné . Diego Velázquez. (1644-1648). Obtenida:https://es.wikipedia.org/wiki/La_f%C3%A1bula_de_Aracne#/media/File:Velazquez-las_hilanderas.
31
18. Ejercicio de Contruccuión de canasto Uitoto, Angie Rocha, Archivo personal, 2017
32
19. Ejercicio de Contruccuión de canasto Uitoto, Angie Rocha, Archivo personal, 2017
En la universidad tuvimos un taller de
cestería dictado por Don Anastasio, indígena
de la comunidad indígena Uitoto, que
actualmente reside en Bogotá acompañado
por sus hijas; en este tuve muchas enseñanzas
acerca de su cultura, las cuales cambiaron mi
pensamiento sobre algunas creencias que
tenía, primero me di cuenta que el hombre en
algunas culturas es el que teje, el que tiene ese
conocimiento ancestral y específicamente
en esta cultura, el hombre es el único que
puede tejer y solo le puede enseñar a los hijos
varones. Esta práctica para ellos es el medio
por el cual cuentan la historia de su cultura
y de sus tradiciones. Algo muy importante
para mi proyecto que aprendí en este taller
es la disposición que tiene el cuerpo al tejer,
el ya está acostumbrado a tejer durante
horas por lo que puede pasar mucho tiempo
sentado en una misma posición y su cuerpo
tiene más resistencia al dolor, en cambio
mientras tejíamos empecé a sentir las piernas
dormidas y mucho cansancio y dolor en el
cuerpo. Y eso mismo pasaba con el tiempo,
nunca lo escuche preguntar la hora, el solo
se concentró en su labor y en enseñarnos un
poco sobre su cultura.
33
20. Ejercicio de Contruccuión de canasto Uitoto, Angie Rocha, Archivo personal, 2017
Esta experiencia fue muy importante en mi
proceso de creación, más por el aprendizaje
de la técnica y cultura, no tanto por el uso
de materiales, ya que no logre sentir alguna
conexión con ellos, no podía expresarme,
por lo cual empecé a mirar que otros
materiales podía usar y que tuviera en mi
hogar, materiales más íntimos, siempre
me ha gustado reciclar cosas. Al principio
encontré una madeja de lana que mi mama
había comprado, ella quería tejer un saco,
pero nunca lo termino. Luego recordé a Luz
Lizarazo en donde ella en su obra “Piel” utiliza
medias veladas para hacer diferentes tipos
de tejido, simulando piel, por lo cual retomo
la idea de las medias pensando que puedo
generar algo con ellas. Empecé a buscar más
prendas que tuviera y ya no usara, prendas
que tenían una historia, una historia creada
en mi hogar, una historia creada por mí, por
situaciones, cada una guardaba un recuerdo
de un suceso, todas tenían memoria, un valor
simbólico y ya habían cumplido un ciclo. De
todo lo que tenía seleccione cinco prendas:
• Sabana: Define a cada una de las dos piezas
de tela, de tamaño suficiente para cubrir la
cama y poner el cuerpo entre ambas. Su
función es higiénica y de confort al tener
un tacto más suave que el resto de ropa de
cama, esta prenda tiene un significado social
muy importante. Está establecido que para
34
tender la cama primero va la sabana que
cubre el colchón y luego la sobre sabana que
es la que va encima del cuerpo, por mi parte
yo solo uso una sábana ya que no me gusta
la sobre sabana porque siento frio. Escogí
esta sabana en especial porque la tengo
desde cuando vivía en mi casa anterior, está
cargada de recuerdos de un lugar donde viví
18 años, es la memoria de un lugar que fue
muy importante para mí.
• Cobija: Cobertor de tela largo y rectangular,
utilizado en la cama para proteger, abrigar a
quien lo usa del frío, especialmente cuando
duerme. Cumple una función parecida a la
sabana, la diferencia es que esta sirve para
proteger el cuerpo del frio y no a la cama, es
una prenda esencial en mi vida, esta cobija la
tengo desde hace mucho tiempo por lo que
está cargada de muchas memorias y tiene un
recuerdo muy personal, a la vez muy feliz y
un poco triste, esta era la cobija de mi perro,
la usó por muchos años y además fue la
cobija con la que lo lleve al veterinario antes
de morir, nunca fuí capaz de botarla, porque
tenia el recuerdo de alguien a quien ame
mucho.
• Pantalón: Prenda de vestir con dos perneras
que cubre desde la cintura hasta los tobillos,
igual que las prendas anteriores cumplen la
función de proteger, esta prenda no tiene
mucho tiempo conmigo, sólo me duro seis
meses, con ese pantalón me fui a México y
volví a Colombia, la escogí porque tiene el
recuerdo de un lugar que ame, de emociones
como miedo, dolor, felicidad, soledad, pero
que tuvo un tiempo de uso muy corto.
• Saco: Prenda de abrigo abierta por delante
que se viste por encima de las restantes
ropas, cubriendo el torso y los brazos. Su
corte varía con las modas, pero por lo general
cubre hasta la cadera, con solapas plegadas
al frente y dos a cuatro botones para cerrarla.
Escogí esta prenda no tanto porque tenga
alguna memoria, sino porque para mí es la
prenda más importante de todas a la hora de
vestirme.
• Medias veladas: son medias que cubren,
las piernas desde la cintura hasta el pie.
Escogí esta prenda porque durante mucho
tiempo no fui capaz de usarlas, cuando
estaba en el colegio era gordita y me estaba
muy avergonzada de mi cuerpo, cuando
termine la escuela baje mucho de peso y ya
pude usar medias con vestido, esta prenda
es el recuerdo de un cambio en mí, de más
confianza y también de protección.
35
Estas cinco prendas representan en mi
vida un recuerdo, una memoria, una
función, estuvieron conmigo en momentos
importantes, fueron parte de mi cotidianidad
y corporalidad, también son prendas que
contienen un valor social y que ya cumplieron
su función en mí vida y que serán la base de
mi tejido.
Luego de encontrar las prendas que iban a
servir como el hilo de mi trabajo, empecé a
buscar los instrumentos con los que iba a
trabajar, escogí unas tijeras y un descosedor,
las dos tienen la misma función que es
cortar, y tienen también relación con el mito
de las moiras, era instrumento clave ya que
con ellas se cortaba el hilo de la vida, en
mi proyecto iban a tener ese mismo uso,
cortar las prendas, terminar un ciclo, cortar
recuerdos.
La segunda parte se centra en la exploración
de la técnica, durante todo el desarrollo de
este proceso aprendí diferentes técnicas de
tejido manual, desde cestería, crochet, dos
agujas, bordado, telar, etc. Estaba buscando
cual se ajustaba a los conceptos y a todo mi
proceso artístico, vi muchos tutoriales por
internet y me llamaron la atención los tejidos
grandes con agujas gigantes, porque el
cuerpo tenía una función más importante, no
solo era el uso de las manos, era usar toda la
fuerza, el apoyo que el cuerpo puede
generar, aun así lo sentía alejado un poco
de mi, quería involucrarme más en ese
acto, y la única manera de involucrarme era
usando mi cuerpo como una aguja, busque
videos en donde tejieran con las manos,
encontré muchos y al ponerlos en práctica,
me di cuenta que esta era la técnica que
iba a usar, mi cuerpo está presente, me
interiorizaba más, me recordaba un poco a
mi trabajo de integral I en Shibari, porque al
tejer así, me siento presente, consciente de
mi cuerpo, más activo y se me facilitaba,
además mis brazos iban a ser la aguja, el
instrumento con la cual tejería mis memorias
para crear otra memoria basada en esos
recuerdos que contenían esas prendas.
En el primer capítulo sobre la velocidad en que
vivo y como por medio del tejido encontré
un espacio de pausa, calma y presencia, esta
tercera parte de la exploración gira en torno
a cómo muestro eso en un espacio público
a la gente que allí transita apurada, como
contra-resto esa velocidad con el acto lento,
cadencioso, sosegado y calmo de tejer.
36
Empecé a pensar en lugares donde pudiera
tejer, que hubiera mucha gente, afán, donde
se sintiera ansiedad, desespero y otras
emociones ocasionadas por la velocidad
del día a día, y que además tuvieran una
conexión con mi intimidad y cotidianidad.
Entonces recordé el recorrido diario de
mi casa a la universidad, cada día sentía
ansiedad por el afán de llegar rápido; salía
corriendo de la casa a la estación de Banderas,
cuando llegaba me estresaba porque todo
estaba muy lleno, la gente gritaba, corría, se
demoraba el bus; tomaba el J23, la mayoría
de las veces iba espichada, algunas veces
había trancón o se varaba, la gente se peleaba
por el puesto y todos iban mirando el celular,
no eran conscientes del camino, siempre que
llegaba a Ricaurte sentía un poco de alivio,
era el punto clave para saber que ya casi
llegaba, en esta estación se desocupaba el
bus, me sentaba iba más tranquila, al llegar
a Av. Jimenez punto final de mi recorrido a
la universidad, sentía alivio, pero enojo y
ansiedad porque no se bajaban rápido o el
bus no paraba rápido, demasiada gente,
no dejaban pasar, era algo muy caótico.
Pero no todo mi recorrido acaba acá, hay tres
lugares claves en mis días en la universidad.
La Plaza de Bolívar, es uno de ellos, recuerdo
que mi primera clase fue en este lugar y
muchas veces a lo largo de mi carrera pase
por la carrera 7,siempre fue clave a la hora de
ubicarme en el centro, además me llamaba
la atención ver a las personas pintando,
bailando, cantando, contando historias
como una forma de trabajo y que cada día
eran más. Lla calle 19 porque muchas veces
espere bus alla para ir a la casa y además
este lugar me produce miedo, una sensación
inconsciente. Al analizar este recorrido que
hacía casi diariamente, pude seleccionar los
lugares que marcaron gran parte de mi vida
y que son otro hogar.
Estos lugares marcan un recorrido en el mapa
representado por hilos que trazan el territorio
de mi cotidianidad, como un lazo que me ata
al punto inicial de mi día a día (mí hogar) y
luego me regresa a modo del laberinto de
Ariadna ante Teseo4, que representa al hilo
que repara o reúne dos partes separadas
o al igual que el hilo que constantemente
va tomando forma entre las manos de las
Moiras representando el fluir ininterrumpido
de la vida, el pasado, presente y futuro, y esa
porción de hilo que llevamos recorrida nos
da la medida de lo que somos en el momento
actual.
37
21. Mapa recorrido Estación Banderas, Estación Ricaurte, Estación Av. Jimenez, Carrera 7,
Plaza de Bolivar y calle 19
4. Ariadna es la hija del rey Minos y Pasifae de Creta. Su padre tenía en un laberinto al minotauro, a quien había que alimentar con gente ateniense cada nueve años. La tercera vez que los atenienses debían pagar su tributo, Teseo, -hijo de Egeo, el rey de Atenas- se ofrece a ir y matar al minotauro. El problema era que el minotauro vivía en un laberinto del que no se podía escapar. La hija de Minos, Ariadna vio a Teseo y se enamora de él, por lo que decidió ayudarlo con la condición de que se casara con ella y se la llevara lejos de su temible padre. Teseo aceptó, y así fue como Ariadna le regaló un ovillo para que una vez en el laberinto, fuera desenrollándolo y pudiera servirle de guía e indicarle el camino de regreso.
38
22. Mapa recorrido Estación Banderas, Estación Ricaurte, Estación Av. Jimenez, Carrera 7, Plaza de Bolivar y calle 19
39
E
E
EL PROCESO CREATIVO
ncuentros, conexiones, historias,
experiencias, intercambios han sido
el motor de este proceso creativo, un
andar a la deriva por la vida observando
el modo en cómo se desenvuelve mi
cotidianidad, mi intimidad y todo aquello
que sucede en ese territorio público
siempre en constante movimiento y
velocidad.
a. CORTANDO RECUERDOS
sta primera parte empieza al
seleccionar las prendas que
representan mi vida íntima, a
continuación selecciono un lugar de mi
casa cómodo y en el cual permanezco
mucho, la sala, es la parte de la casa
donde se reúnen los integrantes de una
familia a socializar y no deja mucho a
la intimidad, pero en mi caso mi casa
siempre permanece sola ya que mis
papas llegan muy tarde de trabajar, por
eso este espacio fue el indicado, ya que
es muy cómodo y solitario para pasar a
descocer las prendas y cortarlas en tiras
delgadas.
Esta parte es muy importante para mí
proyecto, es aquí donde se centra el
tema principal, mi intimidad, a modo de
Penélope como un intento de recordar y
regresar a un estado original y completo
de las cosas, como una
forma de negación del tiempo y de su
destrucción, el intento de restablecer
un orden con esos recuerdos que están
guardados en cada una de esas prendas,
es poder viajar en el tiempo, recordando
esos instantes y memorias, volver a
sentir las emociones de esos momentos
pasados. Voy descociendo pedazos de
mi vida, devolviéndome para aprender y
poder crear nuevos recuerdos.
Al cortar cada prenda en tiras delgadas
represento Átropo, la última de las moiras
que representa el momento de morir, la
cancelación definitiva del fluir del hilo de
la vida y cada tira de tela es una hebra
de lino que sale de la rueca de Cloto,
una hebra de nuestra existencia que se
ha ido desplegando progresivamente y
entrecruzando con otras hebras, para
llegar a ser lo que soy en el momento
actual, y que al cortarlas represento la
terminación de un ciclo, recuerdos que
quiero cambiar y transformar.
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23. Destejiendo sabana, Archivo personal, 2017
24. Destejiendo Cobija, Archivo personal, 2017
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25. Destejiendo saco, Archivo personal, 2017
26. Destejiendo medias, Archivo personal, 2017
42
T
27. Destejiendo pantalón, Archivo personal, 2017
b. UNIENDO MEMORIAS
odas estas prendas cumplían una función, proteger mi cuerpo, todas hicieron parte de mi
intimidad, de sucesos de mi vida cotidiana y aquí en este proceso las convierto en un solo
recuerdo.
Láquesis, la que mide el hilo o va enroscando el ovillo representa esta fase, unir
las tiras por medio de nudos, pretendiendo unir los recuerdos que contenían esas
prendas, formando un ovillo con todas las tiras creando una sola memoria.
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28. Uniendo telas, Archivo personal, 2017
29. Uniendo telas, Archivo personal, 2017
44
30. Uniendo telas, Archivo personal, 2017
31. Uniendo telas, Archivo personal, 2017
45
32. Uniendo telas, Archivo personal, 2017
33. Uniendo telas, Archivo personal, 2017
46
L
c. TEJIENDO INTIMIDADES
as dos primeras fases hacen alusión al
espacio en donde tejen las moiras, un
espacio invisible, oculto a los ojos de otras
personas, que en este momento seria mi
hogar. Las Moiras a cambio de tener el poder
de decidir sobre las vidas humanas, pagan un
alto precio: están obligadas a tejer los hilos
de los destinos de otros pero nunca tejerán
el suyo propio, y aquí reside lo importante
de esta fase de mi proyecto, las Moiras no
son ni podrán ser nunca hacedoras de su
propio destino, pero al contrario que a
ellas, Atenea es la Diosa que reivindica su
valor, ella se rebela contra la invisibilidad,
transita por los mundos interior y exterior,
ella quiere ser partícipe por igual de ambos
espacios, y ser la que decide sobre su destino.
El mito de Atenea me enseña a no ser
invisible, recuperar y dar testimonio de mi
propia historia, mostrar que yo puedo ser la
urdidora de mi propio destino, a mostrar por
medio del tejido mi intimidad.
En este proceso hago un recorrido por los
lugares que han marcado gran parte de
proceso artístico, ese recorrido simula el
trayecto que hacía de mi casa a la universidad
ya mencionado antes y luego los lugares que
transitaba muy a menudo en mis días.
El tiempo que duro tejiendo en cada lugar
depende de las circunstancias de este, en
algunos llego la policía y no puedo tejer mas,
en otros era peligroso estar tanto tiempo, etc.
En cada lugar voy continuando con el tejido
del lugar anterior.
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34. Tejiendo espacio público, carrera 7 con calle 11, Archivo personal, 2017
35. Tejiendo espacio público, Av. Jimenez con carrera 13, Archivo personal, 2017
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36. Tejiendo espacio público, Transmilenio J23, Archivo personal, 2017
37. Tejiendo espacio público, calle 19 con carrera 7, Archivo personal, 2017
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38. Tejiendo espacio público, carrera 7 con calle 13, Archivo personal, 2017
39. Tejiendo espacio público, plaza de Bolívar, Archivo personal, 2017
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40. Tejiendo espacio público, estación Ricaurte, Archivo personal, 2017
41. Tejiendo espacio público, estación Banderas, Archivo personal, 2017
51
42. Tejiendo espacio público, estación Banderas
La muestra expositiva de este proyecto se
configura como una instalación compuesta
por tres partes:
La primera: videos (3) donde muestro todo el
proceso de destejer, unir y tejer, estos videos
se unen en uno solo formando una secuencia
que simula una trama textil, Allí aludo a la
unión de mi intimidad con el exterior.
La segunda: una cartografía bordada del
recorrido en espacio público retomando
el concepto de hilo que mencionaba
anteriormente en la exploración.
La tercera: en el centro del montaje se
encuentra la unión de los tejidos resultantes
de todo el proceso. En cada unión se
encuentra marcado por una etiqueta la
duración tejiendo, en qué lugar se tejió y una
memoria del lugar.
Toda la instalación se propone como una
especie de burbuja atemporal donde se
generan unos puntos de anclaje entre mi
historia personal (artística y vivencial) y la
historia común para el espectador. Cada uno
de los elementos allí participantes actúa
como una suerte de posible conector externo,
donde la memoria es el eje fundamental.
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53
A
CONCLUSIONES
4. CONCLUSIONES
l empezar mi carrera en artes visuales
nunca imagine que iba terminar
haciendo mi proyecto de grado sobre tejido,
solo me gustaba la pintura y la cerámica, para
mi enhebrar un aguja era toda una tortura,
pensaba que el tejer solo era para las abuelas
y eso que en mi casa mi abuela no sabe tejer,
pero creo que todo se dio para que aprendiera
a valorar este oficio. En esta actividad sobre
el tejido, entendí que tejer es una labor de
toda la vida, es un aprendizaje que se tiene
con uno mismo.
Respecto a mi obra y de acuerdo a todo
lo investigado, surgió un mayor interés en
retomar y recuperar estas disciplinas,
aspirando a recobrar la visión de la
humanidad que tenían los pueblos
ancestrales, y de algún modo por medio
mi aprendizaje ayudar a cambiar la visión
que se tiene sobre esta labor, otorgándole
mayor valor y poder enseñar que el tejer es
un modo de expresión muy simbólico,
porque tiene memorias de elementos
propios de la vida humana, que se han
perdido en el transcurso del tiempo.
En este proceso me di cuenta que perder
el tiempo es algo que aterra mucho a la
sociedad actual, hemos delegado muchas
tareas a una máquina, al internet, al celular,
como una manera de agilizar todas las cosas
que tenemos que hacer diariamente y que
tejer existiendo maquinas que lo hagan
por nosotros es una pérdida de tiempo.
Pero también entendí que para muchos es
importante la acción de tejero coser,
pudiendo llegar a ser utilizada por algunos
artistas como un ritual personal o colectivo
cuando se tiene en cuenta el ritmo y la
repetición que conlleva el acto en sí y se utiliza
para tal fin, dotándolo de ciertos significados.
Vemos cómo en estos casos el acto de tejer o
coser actúa como una forma de conexión a
algo más trascendente, recreando la función
del ritual religioso. Otras artistas lo usan
simplemente como un modo de concentración
en sí mismas que puede sustraerlas de ser
conscientes de la realidad externa y del paso
objetivo del tiempo, dando el tejido, sin
embargo, cuenta del paso de éste y siendo, en
ocasiones, este aspecto parte del
significado de la obra.
Todas estas reflexiones me han llevado a
trabajar de cierta forma con las personas,
mostrando una visión propia de cómo
considero que es la sociedad en la que vivimos
actualmente, y las cosas que hemos perdido
54
y que fueron parte de la vida del ser humano,
y cómo a través de este acto ancestral del
tejido, el cual experimenta un proceso de
revalorización, podemos hallar indicios de
aquellos actos rituales que tienen que ver
con nuestro origen, llevándonos incluso
a reconstruir los puentes cortados con el
pasado, en donde se hayan ocultos los
aspectos más esenciales de la vida.
Pienso que es importante el ritmo y
el tiempo que impone el tejer, como
tiempo no sólo de concentración y
para mí misma, sino como forma de
materializar una energía determinada
por la presencia física y mental larga y
continúa que el acto en sí conlleva.
Las personas deberían tener un real
sentimiento hacia estas disciplinas, un
especial cuidado y cariño con cada pieza,
pues estos procedimientos implican mucho
tiempo, dedicación y energía. Entregas tu
tiempo y energía a eso que vas creando
con tus manos, además de ir dejando
marcas en ellas, como callos, cortes, dedos
ásperos y raspados, dolores de manos y de
espalda, que sólo aquellos que se dedican
a este oficio comprenderán y sabrán del
sacrificio que hace cada tejedor para
realizar cada una de sus piezas textiles.
Al utilizar como materiales mis prendas
íntimas y llevarlas a todo el proceso de
descocer y tejer, entendí que cada prenda
tiene un valor en nuestra vida, a veces
pensamos que solo es ropa y que cuando no
sirve se bota, pero no pensamos en que en
cada prenda, esta parte de nuestra historia y
eso mismo pasa con los lugares, solo
recordamos los lugares cuando viajamos o
tenemos un buen momento o mal recuerdo,
pero cada lugar que visitamos y más los que
habitamos día a día son los que nos llevan a
formarnos como personas,
Sé que no aprenderé a tejer, a pesar de
tantas clases de cestería, de seis meses
en México aprendiendo sobre telar,
crochet y otras técnicas, de ver miles
de tutoriales sobre como tejer con las
manos y dedos, porque aprender a tejer
es un aprendizaje que nunca concluye.
Lo que más me gusto considero fue destejer,
siempre nos han enseñado que no toca
rendirse, no devolverse, seguir para
delante, pero destejer me enseño a que a
veces es necesario devolverse para
aprender del error y poder continuar sin
equivocación.
Pienso que la Facultad debería incorporar
clases sobre arte textil, el tejer tanto como
la cerámica es una práctica artística muy
antigua y se le debería dar el valor que
merece como tal.
55
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