Niña Felicidad

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Emily había dormido todo el día bajo el gran roble del jardín de su escuela. Su cabello era castaño y sus labios rojos. Una lagartija que pasaba por ahí, al verle, exclamó: -¡Qué niña tan bonita! -Mira cómo duerme –le contestó la margarita que crecía junto al roble. -Parece una princesa –le replicó la lagartija. El estudiante que pasaba por ahí no prestó atención a la niña. Siguió caminando, pensando. El había leído a todos los grandes autores: Schopenhauer, Nietszche, Wilde, Kant. Sólo le interesaba pensar en su filosofía y metafísica. Mientras caminaba se decía a sí mismo: -Sólo existe la vida para leer, nunca la vida fue hecha para vivir. De repente, la niña se despertó de su sueño y recordó que su mamá le había encargado ir a la tienda para comprar los víveres que necesitaban en su casa. Se levantó y sacudió las briznas de hierba en su pantalón y comenzó a correr a la tienda. Alguna vez te has preguntado que dos personas que nunca se conocieron y que se sienten solas pueden encontrarse en lugares tan alternativos como un auditorio ó una cancha de tenis ó un salón de clases ó más bien, como nuestra historia, en una parada de bus.

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Emily había dormido todo el día bajo el gran roble del jardín de su escuela. Su cabello era castaño y sus labios rojos. Una lagartija que pasaba por ahí, al verle, exclamó:

-¡Qué niña tan bonita! -Mira cómo duerme –le contestó la margarita que crecía junto al

roble.-Parece una princesa –le replicó la lagartija.

El estudiante que pasaba por ahí no prestó atención a la niña. Siguió caminando, pensando. El había leído a todos los grandes autores: Schopenhauer, Nietszche, Wilde, Kant. Sólo le interesaba pensar en su filosofía y metafísica. Mientras caminaba se decía a sí mismo:

-Sólo existe la vida para leer, nunca la vida fue hecha para vivir.

De repente, la niña se despertó de su sueño y recordó que su mamá le había encargado ir a la tienda para comprar los víveres que necesitaban en su casa. Se levantó y sacudió las briznas de hierba en su pantalón y comenzó a correr a la tienda.

Alguna vez te has preguntado que dos personas que nunca se conocieron y que se sienten solas pueden encontrarse en lugares tan alternativos como un auditorio ó una cancha de tenis ó un salón de clases ó más bien, como nuestra historia, en una parada de bus.