No 48 Círculo de Dios

Regresa el Círculo de Dios

Iniciamos una nueva aventura llena de evangelización. 2015 año de continuar con la pasión de informar.

Febrero 2015 (I) Año VIII - Edición 48 • Guatemala

Periódico Juvenil

¿Cómo puede soñar con volar tan alto alguien que nació sin alas? • Pág. 12-13

Dos siluetas en el desierto • Pág. 16

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Editorial 6 Cierre: Dos siluetas en el desierto 16

Contenidos

Círculo de Dios •• Guatemala •• Febrero 2015 (I) • En breve... • 2

8

10

ARTÍCULOS DE OPINION Jóvenes Eucarísticos 8 Saludos, Prisca 9

ARTÍCULOS DE OPINION Tu confianza puesta en Dios 10 Para ver de cerca… hay que pararse lejos Lux Mundi 14

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“Círculo de Dios”, Miembro de la Pastoral de Medios de Comunicación de la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala y de INTERMIRIFICA, Red Global de Medios Católicos.

El “Círculo de Dios”, es una producción de jóvenes católicos, entidad sin fines lucrativos que depende de los donativos de quienes lo apoyan. Si tú has sido bendecido con los temas del periódico. Por favor apoya nuestro ministerio con tus oraciones y donativos.

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de 1955 en la Ciudad de Guatemala. Y fue ordenado sacerdote en 1984. Es Licencia-do en Teología y Liturgia. Durante su mi-nisterio pastoral ha sido, entre otras co-sas: Vicario Parroquial, párroco en varias parroquias, ecónomo, rector de seminario, miembro del colegio de consultores y de-legado arzobispal para los ministros extra-ordinarios de la comunión. La ordenación El nombramiento se vivió con mucha ale-gría y en especial por la acogida que todas las parroquias, aldeas, caseríos y pobla-ción en general dieron al nuevo Obispo.

Mas de diez mil personas asistieron a la ordenación.

El 31 de enero se realizó la Ordenación Episcopal y toma de posesión del nue-vo Obispo de la Diócesis de San Marcos, monseñor,

Carlos Trinidad. La Ordenación fue realizada por el Nuncio Apostólico. Monseñor Nicolas Thevenin, monseñor Mario Molina, Arzobispo de los Altos y Monseñor Alvaro Ramazzini, Obis-po de Huehuetenango. La Diócesis cuenta con 45 sacerdotes y 103 religiosos.

Monseñor Trinidad, nació el 18 de marzo

Diócesis de San Marcos, cuenta

con nuevo Obispo

Luego de una temporada fuera de circula-ción, el Periódico Juvenil Digital “Círculo de Dios”, vuelve con las publicaciones digitales, cargadas de contenido diverso y especial. Este proyecto desde sus inicios ha estado

Se reactiva el Círculo de Dios marcado por la bendición de Dios y año con año se unen nuevas propuestas de redacción y textos que su objetivo final, es proponer, informar, analizar y evangelizar a través de los géneros periodísticos. Contamos con sus oraciones.

Este 4 de febrero en la audiencia gene-ral con el Papa, se vivió un hecho histó-rico e inédito. Martín Valverde, Daniel Poli, Alex Campos, Rescate y Hilda Liza-razu, cantaron juntos “Solo le Pido a Dios”. Posterior a ello se vivió el concierto Siendo uno en Jesús. Un concierto con aportes de artistas católicos y evangéli-cos. El objetivo de esta iniciativa es “celebrar, a través del arte, la cultura del encuentro que promueve el Papa Francisco”.

rán con más sabiduría y santidad los tra-bajos de la Iglesia y de la Patria". Esta palabras las pronunció monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, arzo-bispo de San Salvador, un mes antes de morir asesinado en 1980 mientras celebra-ba la eucaristía. Ahora, el santo padre Francisco, después de un largo proceso, ha aprobado el decreto que reconoce su

martirio, por lo que monseñor Romero será proclamado beato este mismo año en San Salvador, aunque aún no ha sido fija-da la fecha. El postulador de su causa, monseñor Vincenzo Paglia, durante una rueda de prensa celebrada en la sala de prensa del Vaticano, ha podido confirmar el lugar pero no la fecha exacta, aunque sí ha indicado que será "cuanto antes".

Monseñor Romero, pastor y mártir que eligió a los pobres, será beatificado.

¡Siendo uno en Jésús!

Fuente: VIS/ZENIT El Papa Francisco, tras recibir al cardenal

Amato --prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos-- ha autorizado el decreto sobre el martirio del Siervo de Dios Óscar Arnulfo Romero Galdámez, quien fue arzobispo de San Salvador. Monseñor Romero nació el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios (El Salvador) y fue asesinado por odio a la fe, el 24 de marzo de 1980, en San Salvador. Monseñor Óscar Arnulfo Romero, arzobis-po de San Salvador, fue muy conocido por su predicación en defensa de los derechos humanos y murió asesinado mientras ce-lebraba misa. En 1994, la causa para su

canonización fue abierta por su sucesor Arturo Rivera y Damas. “Pongo bajo la providencia amorosa del Corazón de Jesús toda mi vida y acepto con fe en Él mi muerte, por difícil que sea. Ni quiero darle una intención como lo qui-siera por la paz de mi país y por el floreci-miento de nuestra Iglesia... porque el corazón de Cristo sabrá darle el destino que quiera. Me basta, para estar feliz y confiado, saber con seguridad que en Él está mi vida y mi muerte. Y a pesar de mis pecados, en Él he puesto mi confianza y no quedaré confundido y otros prosegui-

Círculo de Dios •• Guatemala •• Febrero 2015 (I) • Noticias Nacionales • 3

Presentan Himno de JMJ Cracovia 2016 En la fiesta de la Epifanía, se ha presentado el Himno oficial de la Jornada Mundial de la Juventud, Cracovia 2016, el cual lleva por nombre “Bienaventurados los misericordiosos”.

Círculo de Dios •• Guatemala •• Febrero 2015 (I) • Noticias Internacionales • 4

Alzo mis ojos a las montañas... de donde vendrá la ayuda.

Viene de nuestro Señor, un Dios Misericordioso.

Si nos perdemos, Él nos busca y nos carga entre sus brazos.

Con su sangre cura nuestras heridas Y una nueva vida nos da.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia.

Señor, si tienes en cuenta las culpas,

¿quién podrá subsistir? Dios nos perdona, perdonemos

también nosotros como Él.

La sangre de Cristo nos redimió. Y Él ha resucitado. ¡Jesús es el Señor!

¡Que lo sepa todo el mundo!

[Puente] Deja de lado el miedo y ten fe.

Pon tu carga a sus pies, Confía - él ha resucitado. Vive Jesús, nuestro Dios.

**Traducción aproximada al español, del himno oficial de la JMJ 2016, por

María Luz Bringas.

Salmo 130 De profundis: “Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir? Pero en ti se encuentra el per-dón, para que seas temido.” El interludio del himno es una invitación a la vida llena de esperanza y confianza que surgen de la resurrección de Jesucristo.

Esta es la primera versión oficial del himno, se espera que pronto se realicen versiones en varios idiomas. El texto está elaborado con extractos bíbli-cos, iniciando con las palabras del Salmo 121. En la segunda estrofa se hace una referencia a la parábola de la oveja perdi-da del Ev...angelio según san Lucas (15, 1-7). En el estribillo del himno, sobresalen las palabras de la quinta bienaventuranza del Sermón del Monte (Evangelio según san Mateo 5,3-10): “Bienaventurados los mise-ricordiosos, porque ellos alcanzarán mise-ricordia”. La tercera estrofa es una paráfrasis del

“Amad a los pobres y no les deis la espalda, pues si les dais la espalda, se la dais a Cristo. Él mismo se convir tió en hambriento, desnudo, apátrida, para que tú y yo tengamos la opor tunidad de amarlo”

Beata Teresa de Calcuta

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DIRECTORIO

E D I T O R I A L

Guía Espiritual: Dios todo Poderoso Editor: Pedro Pablo Donis G. Administración: Frank Girón, Byron Fuentes. Redacción: Padre Manuel Abac, Giovanni Ponciano, Astrid Roldán, Fray Richard Godoy, Carlos Mejía, Mario Vela, Jessica Gómez, Danilo Aquino, Paola Mottta, Gabriela Carrera. Diagramación: P.p Hecho en: Villa Nueva, Guatemala. Teléfonos: (502) 5595-4981 — (502) 5943-4195 Correo Electrónico: [email protected] Web: www.CirculodeDios.blogspot.com Facebook: www.facebook.com/CirculodeDios Fuentes: VIS, RomeReports, AciPrensa, News.va, Intermirifica, Arzobispado de Guatemala.

Miembro de la Pastoral de Medios de Comunicación de la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala y de INTERMIRIFICA, Red Global de Medios Católicos.

En la reciente audiencia general con el Papa Francisco, ha acontecido un hecho histórico y con una connotación muy es-pecial. Martín Valverde, cantautor católico y Alex Campos, cantautor evangélico y más ar-tistas, se unieron para cantar en el Vati-cano. En un concierto llamado “Siendo uno en Jesús”. En entrevista con Zenit, los cantautores destacan la labor que está haciendo el papa Francisco al respecto. Además, re-cuerdan que el “fanatismo está matando gente, y alguien tiene que poner un antí-doto a esto y de primera mano nos toca”. Esta es la propuesta intensa que a lo lar-go de su pontificado, el Papa Francisco, ha querido mostrar al mundo. Que se puede convivir con diversos credos e ideologías para llevar paz. Es de mucha alegría saber que aún se pueden lograr esfuerzos en conjunto para

promover el amor y la paz, sin que la reli-gión que se profese sea un obstáculo o determinante para actuar juntos. La idea de fomentar el ecumenismo es importante, es un tema que en nuestra realidad se ha dejado a un lado. Promover y compartir con otros credos fijándose, no en lo que nos separa sino en lo que nos une. La visión del Papa Francisco es una visión no excluyente, una visión llena de huma-nismo y realidad. Hemos visto que en todos los ámbitos ha querido influir, tra-tando de compartir con las diversas reli-giones y en otras visiones. Eso hace que deje un mensaje contundente de herman-dad no importando la ideología. Tomemos este ejemplo, en el que músi-cos unen esfuerzos para enviar un mensa-je de unidad y fraternidad. Apliquémoslo en nuestro entorno y seamos luz con nuestros hermanos que comparten credos distintos.

Hecho histórico

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy quisiera referirme al aspecto positivo y decisivo de la figura del padre. Toda familia necesita un padre. Un padre que no se vanaglorie de que su hijo sea como él, sino que se alegre de que aprenda la rectitud y la sensatez, que es lo que cuen-ta en la vida. Esto será la mejor herencia que podrá transmitir al hijo, y se sentirá henchido de gozo cuando vea que la ha recibido y aprovechado. Por eso el padre trata de enseñarle lo que el hijo aún no sabe, corregir los errores que aún no ve, orientar su corazón, protegerlo en el desánimo y la dificultad. Todo ello con cercanía, con dulzura y con una firmeza

que no humilla. Para ser un buen padre, lo primero es estar presente en la familia, compartir los gozos y las penas con la mujer, acompañar a los chicos a medida que van creciendo. La parábola evangélica del hijo pródigo nos muestra al padre que espera a la puerta de casa el retorno del hijo que se equivocó. Sabe esperar, sabe perdonar, sabe corregir. También hoy los hijos, al volver a casa con sus fracasos, necesitan a un padre que los espere, los proteja, los anime y les enseñe cómo se-guir por el buen camino. A veces tiene que castigarlos, pero nunca le da una bofetada en la cara. Muchas veces no admitirán los

fracasos –los hijos–, pero necesitan del padre. Como todos necesitamos acudir al único padre bueno, como dice el Evangelio (cf. Mc 10,18), el Padre nuestro que está en los cielos. Saludo con afecto a los peregrinos de len-gua española, en particular a los venidos de España, Argentina, México y otros paí-ses latinoamericanos. Pidamos al Señor que nunca falte en las familias la presencia de un buen padre, que sea mediador y custodio de la fe en la bondad, en la justi-cia y la protección de Dios, como lo fue san José. Muchas gracias.

La figura del Padre

Círculo de Dios •• Guatemala •• Febrero 2015 (I) • Opinión CDD • 6

*SS Francisco Audiencia General 04 de febrero 2014 Ciudad del Vaticano.


“Es necesario y urgente que surja una nueva generación de apóstoles, arraigados en la palabra de Cristo, capacitados para dar una respuesta a los retos de nuestro tiempo y dispuesto a anunciar en todas partes el evangelio • Benedicto XVI, Papa Emérito

Círculo de Dios •• Guatemala •• Febrero 2015 (I)


Jóvenes Eucarísticos San Juan 6, 51-59

Jesús en estos versículos que leemos querido joven,

hace mención de ser el pan bajado del cielo, no como el que comieron sus padres;

en ese sentido vale la pena recordar que en el Antiguo Testamento, cuando el pueblo de Israel sale de la esclavitud egipcia,

camina por el desierto, pero pronto se cansa y de hecho reclama a Dios que no tiene alimento, es entonces cuando Dios, les envía un pan bajado del cielo,

llamado maná.

*Padre Manuel Abac Asesor de Pastoral Juvenil, Arquidiócesis de Guatemala.

Columna de Opinión Guatemala.

gre de Cristo, conocida por su nombre en latín Corpus Christy. Hoy las redes sociales nos son muy útiles para extendernos sobre el maravilloso milagro de Jesús presente en el pan euca-rístico, basta con poner milagros eucarísti-cos en el internet y es admirable la canti-dad de opciones que nos da pero no sola-mente textos, fotografías, si no videos de verdaderos momentos sorprendentes que no podemos dejar pasar como algo super-ficial, pues son verdaderas manifestacio-nes de Dios vivo, Jesús mismo presente en su cuerpo, alma y divinidad en este transformante sacramento de la Eucaris-tía. Joven debes tomar conciencia de esa pre-sencia real del Señor en este sacramento

y por ello no podemos dejar pasar oportu-nidad para encontrarnos con Él, ¿cómo es posible que no vayas a misa?, ¿cómo es posible que te dejes vencer por la pereza, cuando tienes una cita con el mismo Dios? Hay hoy jóvenes que superando el aburri-miento, y sus deseos desordenados, han logrado valorar la presencia de Jesús en la Misa, y participan diariamente de su cele-bración, aprovechando el tesoro de comul-gar todos los días. Hoy te invitamos a que te conviertas en un joven eucarístico, en un joven para Cristo, dedicado a su palabra, a la oración,

pero sobre todo con un apasionado amor a su Trascendente y Divina presencia en la Eucaristía. Pero la Eucaristía no se queda en un sa-cramento de encuentro entre Jesús y yo joven, sino que me lanza al encuentro con mi hermano, el joven pobre, sin oportuni-dad, sin empleo, ni estudio, sin hogar o familia, el joven que pido por la calle.

Este acontecimiento del pueblo Hebreo es anuncio de aquel pan que vendrá también bajado del cielo que es el mismo Jesucris-to. En estos versos Jesús deja bien claro que es necesario comerlo para salvarse, ello nos hace agradecer a Dios que estamos en la Iglesia que da ese pan, verdadera presencia de Jesús, pues muchas sectas protestantes ni le mencionan, otras hacen

una imitación barata de lo que Jesús con tanta fuerza e insistencia desarrollo. Sin embargo en la Iglesia Católica, tene-mos bien clara esta presencia, pues lo tenemos en el Sagrario, con aquella luz roja que identifica la real presencia del Señor, además cuando celebramos una hora Santa, hay cantos, oraciones, acla-maciones propias y con toda reverencia a Jesús. Además de lo anteriormente descrito tene-mos la gran celebración del cuerpo y san-

está leyendo en este momento de Prisca, tal vez por primera vez. Es como su her-mana, o su amiga, o su madre, Priscila fue y es como cualquier mujer, dos mil años después. Trabajaba, fue ama de casa,

escuchaba a Pablo predicar e intentaba caminar firme en su fe, día tras día, rom-piendo paradigmas y esquemas, porque el amor de Dios quiebra las lógicas del mun-do. Dice Joan Chittister, monja benedictina, que “Prisca es el signo de todos los recur-sos inexplotados dentro de los toscos crá-teres del corazón humano. En ella reco-nozco al tipo de persona que tiene la ca-pacidad de sacar del pozo del yo cuando hay todas las razones del mundo para pensar que ese pozo está seco”. En su sencillez, Prisca confiaba y creía en Dios.

No dejó su fe, y partió a Corintio. Ahí se le pidió misionar y en una realidad comple-tamente desconocida e ignorante de Dios y de su hijo, se le llamó a construir una tienda eterna para los cristianos. Por eso he decidido que este espacio se llame como ella, porque sin ser realmente conocida dio su sí, con todo lo que es un sí. Fue una mujer que construyó Iglesia en un silencio humilde y un corazón abierto. No se limitó en su condición de mujer, al contrario se reconoció a sí misma como hija de Dios y fue suficiente para levantar su voz. Aquí escribiré de muchas mujeres,

a las que buscaré en la memoria y quiénes admiro en vida, para encontrar en sus voces, una propia. Junto a esas mujeres, estoy segura encontraré hombres también que se unen a trabajar por una Iglesia que sea más comunidad y más familia, que esté abierta a todos, y que luche por ser cada vez más un ejemplo de amor y de alegría en un mundo tan oscuro.

En la Biblia, una mujer siempre se cita después de los nombres de los hombres. Pero no es el caso de Prisca, o Priscila como un diminutivo afectuoso, ella era una mujer especial. Cuatro de las seis veces que su nombre aparece en la Pala-bra de Dios, ella va por delante de su es-poso, como un gesto pequeño pero pro-fundamente respetuoso. Ella evangelizaba y la escuchaban, era parte de una comu-nidad de fe, ella era una misionera, una

discípula de Cristo. Mujer y esposa, judía en pleno Imperio Romano que no era amable con las mujeres, Prisca decidió por ella misma, se atrevió a llevar luz en su cotidianeidad. Me la imagino diciendo “me llamo Prisca y soy una seguidora de Cristo” en un contexto histórico difícil para las mujeres, en dónde sólo la Palabra de la Buena Nueva de Jesús devolvía la digni-dad que muchos hombre son creían que tenían, las rescataba de una primera pie-dra -¡y de miles más!-, les dirigía la pala-bra amiga aún si eran samaritanas. Era una mujer como yo, o como usted que

Saludos, Prisca

• Gabriela Carrera • SALUDOS, PRISCA Guatemala.

Prisca fue una mujer del tiempo de Pablo. Una mujer diferente, lo suficiente para ganarse el cariño y el respeto del apóstol que nos regaló,

a través de la revelación de Dios, la esencia del amor. En Corintio se conocieron, luego de ser expulsada ella y su esposo Aquila de Roma, cuando Claudio sacó a todos los judíos. Se fueron a esta nueva ciudad, dejaron todo

y comenzaron una nueva vida, haciendo lo único que sabían hacer, tiendas. Hospedaron a Pablo por dos años, mientras estaba llevando el mensaje del Resucitado a tierras que nunca habían escuchado hablar de Él y Prisca lo acompañó en la primera

iglesia doméstica de la ciudad. “Saludos a Prisca y a Aquila, mis trabajadores en la obra de Cristo, que por salvarme la vida se jugaron la suya” (Rom 16, 3-4),

escribe Pablo en su carta a los Romanos.



etapa de espera. Esta etapa no es sinóni-mo de quedarse cruzado de brazos; al contrario es un buen momento para culti-var tu corazón a través de la oración. Ha-ciéndolo con humildad y constancia; sien-do perseverante, a pesar de los obstácu-los, frustraciones, dificultades, incluso hasta de los propios deseos de rendirse. No existe un método o técnica para orar, simplemente lo debes adoptar como un estilo de vida. Así como te levantas todas las mañanas, te bañas y te lavas la cara; la oración debe ser parte de tu rutina dia-ria. Orar es mantener una plática con Dios contándole nuestros sentimientos, ideas, problemas, dudas, etc. La oración no es una tarea fácil, necesitas tiempo y prácti-ca. La etapa de espera en ocasiones es para el alma una situación difícil porque aunque la santidad es obra de la gracia y del Espí-ritu Santo sobre nuestra alma, es indis-pensable llegar a ver si en la práctica, en lo más profundo del corazón está arraiga-do, y por consecuencia verdaderamente listos interiormente para soltarnos en con-fianza plena para decir: “Yo estoy listo Señor, confío en Ti”

La fe y la confianza en Dios van de la mano. La plena confianza en Dios da al católico una inexplicable fortaleza y sere-nidad que brota desde lo más profundo del alma ante los hechos y tribulaciones

de la vida; pero te preguntarás ¿Por qué justo en ese momento es donde sentimos la necesidad de acudir a Dios Padre? Acu-dimos a Él como un padre que siempre está pendiente de cada uno de sus hijos, siendo la única persona que nunca falla, ese amigo fiel que todos necesitamos, siempre dispuesto a ayudar y a perdonar si es preciso. Es con Él donde comprende-mos que todas las tribulaciones y dificulta-des pueden ser un bien para nuestro cora-zón y una enseñanza para nuestra vida si las aceptamos con fe, y sobre todo confia-mos que a nuestro lado esta nuestro pa-dre. La confianza nace y crece con el uso. Es por ello que hoy te invito, a que no importa la tribulación por la cual estés atravesando o las dificultades y tentacio-nes que día a día te persiguen; acude enseguida a Él. Tal y como lo hicieron los discípulos, que con su fe débil, no tenían una gran confianza ni paz, pero por lo menos no se separaban de Cristo. Aunque parezca difícil confía en Dios, entrégale a Él cada aspecto de tu vida y Él tomará el control. Justo en ese momento, vendrán cambios sorprendentes. Debemos apostar en confiar en Dios porque nunca decep-ciona. Claro está, que Dios quiere nuestro bien, sabe cómo hacerlo, entonces ¿por

qué no confiar en Él? ”Aunque pase por quebradas oscuras no temo pues tú estás conmigo” Salmos 23

Recientemente el Papa Francisco en una de sus homilías expresó de una manera muy sencilla y directa, que el ser humano confía más en las personas que en el mis-mo Señor. Por ejemplo, cuando alguien se

enferma, familiares y amigos depositan su confianza en el médico, olvidando su debi-lidad y natural tendencia a fallar; dejando la mayoría de veces dejamos a un lado, la confianza que como católicos debemos depositar en el Señor, siendo esta la clave para tener éxito en cualquier área de nuestra vida. Para confiar en Dios es necesario ponerse en sus manos. Es como que fuéramos de viaje rumbo a la felicidad, y en lugar de ser tú el piloto que conduce y decide a donde ir, es Dios quien lo hace. La base de esta confianza es la conversión de nuestro corazón; sin embargo requiere que estemos dispuestos a dejarlo todo y seguirlo a Él. El dejar todo y seguir a Dios, no es una tarea inmediata; es necesario pasar una

Tu confianza puesta en Dios

• Paola Motta • Guatemala.

“Consagrarme únicamente al presente. Lo pasado lo dejo a la bondad de Dios que lo perdone.

Lo futuro lo confío al inmenso poder de Nuestro Señor para que lo resuelva". San Juan Pablo II

“Para poder ser amado, primero hay que demostrar que se ama”.

Don Bosco


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“La felicidad que buscáis, la felicidad a la que tenéis derecho tiene un nombre, un rostro: Jesús de Nazareth” • Benedicto XVI, Papa Emérito

/CirculodeDios


Se desarrollaban los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi, Rusia. Atraían la mira-da del mundo entero de amantes del de-

porte pero también de quienes lo veían con cierta tensión por los sucesos políticos y sociales que envolvían a Rusia en ese momento. Los juegos se desarrollaron de forma in-creíble, el nivel exhibido por los atletas superaba las expectativas de los fanáticos y por supuesto que el comité organizador no escatimó recursos para lograr llegar a ser considerados “los mejores juegos olímpicos” que ha habido. Sin embargo, hubo un elemento particular que destacó: la amplia participación (en comparación con juegos anteriores) de atletas latinoa-mericanos.

Frases tales como “¿Cómo llegaron hasta aquí?”, “¿Cómo fue que empezaron en estos deportes?”, resonaban en los noti-cieros que le daban cobertura a los even-tos y aunque ya había participaciones previas en juegos olímpicos, en esta oca-sión la diferenciación fue notoria. Cualquier atleta de alto rendimiento tiene motivaciones claras para trabajar y esfor-zarse que van acompañados de una meta

concreta. Llegar a competir en unos jue-gos olímpicos no es algo que se dé por generación espontánea o por azares del destino; por el contrario involucra un largo camino que definitivamente envuelve un proyecto de vida. En otras palabras, lograr alcanzar objeti-vos tan grandes y retadores exige un pro-ceso que respalde el desarrollo progresivo donde sea privilegiada la continuidad de forma responsable. Como ingeniero y fiel a la formación reci-bida por la facultad de ingeniería, estoy convencido de que absolutamente todo

está relacionado a procesos. Un proceso, en una estricta definición, es “un conjunto de actividades mutuamente relacionadas que al interactuar transforma elementos de entrada y los convierte en resultados”. Esta definición es muy elemental e insufi-ciente para ilustrar los alcances que esta palabra tiene, pero nos es útil. Siguiendo con esto, es importante desta-car que un proceso determina la ocurren-

cia de un acontecimiento esperado, inde-pendientemente de su naturaleza. Los grandes logros (y muchas veces, los grandes fracasos) son consecuencias de procesos en los que participan diferentes actores, siendo éstos conscientes o no de dicha participación. El que seamos capa-ces de verlos, identificarlos, de vivirlos y valorarlos es un tema completamente aparte. Entonces, un proceso ordenado que se realice en el tiempo que requiera, bajo una disciplina consciente y constante es el primer paso que debe darse cuando se buscan objetivos grandes, cuyo alcance no

*Mario W. Vela

Para ver de cerca… hay que pararse lejos Santiago de Chile

¿Cómo puede soñar con volar tan alto alguien que nació sin alas?

“Caminante son tus huellas el camino y nada más Caminante, no hay camino se hace camino al andar”

Diputada Camila Vallejo. Foro Reforma Educacional


Si nos trasladamos al contexto guatemal-teco los incentivos para el gobierno, las inconsistencias dinámicas y otros factores

no son tan diferentes. Sin embargo, la línea y las prioridades que han caracteri-zado los modelos de gobierno si han sido muy diferentes. La búsqueda de intereses particulares ha sido lo único constante en las diferentes gestiones. Esa miope visión nos ha caracterizado y nos mantiene ata-dos a un día a día que no está haciendo nada por mejorar el mañana, una de las principales causas de que globalmente Guatemala se vea desplazado diariamente de oportunidades de inversión, acceso a mercados internacionales, crecimiento económico y otros puntos que se aprove-chan en países vecinos. El deporte nacional no es ajeno a estos fenómenos (y de ahí surge la idea de este artículo), pues el escaso trabajo que se destina en la búsqueda de objetivos tras-cendentes se ve opacado por las grandes ambiciones particulares de las directivas que despojan a los atletas de los recursos necesarios para cumplir con las aspiracio-nes que harían soñar a un pueblo comple-to. Es decir, todos quieren salir en la foto cuando se logra algo importante (si es que se alcanza), pero nadie está dispuesto a “pagar el precio” diario por seguir un pro-ceso disciplinado y exigente que supone formar atletas de clase mundial. Ojo, no

me estoy refiriendo a los atletas, que sin duda son plenamente conscientes de la importancia del trabajo sacrificado y pro-longado en el tiempo, sino a los encarga-dos de gestionar los recursos y generar las condiciones necesarias para dicho tra-bajo. El caso del extinto programa

puede darse de forma espontánea, ni se da “de un día para otro”.

Lo que sucede es que encarar esta inne-gable realidad es difícil porque es una tarea que supera las limitaciones tempora-les humanas y muchas aspiraciones egoís-tas que podemos llegar a tener. Para ir concretando y ampliando el tema en otros aspectos cotidianos quisiera destacar el ejemplo de la educación como el proceso formativo que debería representar en to-dos los países. En los últimos años, en Chile ha trascen-dido la propuesta para una implementa-ción de una Reforma Educacional que pretende transformar el sistema educativo actual a través de mejoras focalizadas a la infraestructura, a los maestros, estudian-tes, etc. Que lógicamente también exige un aumento de la inversión estatal a este campo específico. Lo que la ha detenido, además del diseño en sí de la ley que la representará, es la capacidad de un go-bierno para ponerla en marcha. Obvia-mente, el contexto social y político que enmarca este hecho tiene complejidades que no puedo ahondar en este momento, pero el largo proceso de maduración de los frutos que tendrán los cambios que se proponen para la educación exigen que su implementación, diseño y puesta en mar-cha deba ser cuidadosa, inclusiva y asegu-

re alcanzar los fines que persigue. Los resultados no se verán sino cuando, quie-nes tomen las decisiones hoy, ya no estén en las mismas posiciones; es decir, sea cual sea el resultado, será para las gene-raciones venideras. Sin embargo, una vez iniciada la tarea, es clave que lo estableci-do se respete paso a paso y el proceso de transformación del sistema educativo se concrete de la misma forma y cumpliendo el espíritu con que se ha propuesto. El fenómeno que rodea estas “inconsistencias dinámicas” en las institu-ciones operantes del Estado se caracteriza

principalmente por ese sacrificio del día a día por la búsqueda de objetivos a largo plazo que determinen los cambios que nuestras generaciones venideras agrade-cerán o lamentarán, según el curso que se determine en el presente. En otras pala-bras, para un gobierno no es llamativo trabajar en proyectos a mediano y largo plazo porque no es algo que puedan pre-sumir en los noticieros, no es algo que en el cortísimo periodo de 4 años tenga al-cances importantes y mucho menos llama-tivo será para ellos trabajar para que el siguiente equipo de gobierno recoja los posibles resultados.

SíDeporte y las recientes noticias sobre la suspensión de Carlos Ruiz apoyan clara-mente lo que escribo.

Esta realidad se replica y es extendida a todos los ámbitos sociales de nuestra realidad guatemalteca. Sin embargo sería muy injusto afirmar que lo expuesto ante-riormente es únicamente un padecimiento de quienes asumen responsabilidades públicas en nuestro país, pues considero que todos tenemos en mayor o menor medida esta deficiencia aunque claramen-te con un impacto social muy diferente, casi al punto que imposibilita la compara-ción. Pero hay que ser conscientes que los grandes retos personales no se logran de un día para otro, que suponen dificul-tades que diariamente hay que librar, sa-crificios que realizar que exigen una disci-plina constante y una visión clara de lo que se pretende alcanzar. Ninguno de los triunfos de los que fuimos testigos en Sochi, ni ningún otro en cual-quier ámbito son producto del azar ni de casualidad. Seguramente hay trabajo de varios años detrás, procesos disciplinados y bien definidos que se han cumplido a cabalidad y cuyos artífices iniciales difícil-mente serán quienes tengan el mérito. La importancia de esta visión de trabajo y disciplina en su cumplimiento se replica en muchísimos otros campos, que van desde

aspectos personales hasta el diseño de políticas públicas; por lo que hay que re-conocer que nuestro éxito de futuro debe-mos ir garantizándolo día con día bajo una visión clara de a dónde se pretende llegar, sin ello cualquier acción diaria es buena.


¿Cumples con el principal de todos los mandamientos?

Principal: Dicho de una persona o cosa: Que tiene el primer lugar en estimación o importancia y se antepone y prefiere a otras cosas o personas.

dice que un escriba decide interpelar a nuestro Señor y le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamien-tos?» Jesús le contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro

Dios, es el único Señor, y amarás al Se-ñor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas (Mc 12,28-30). ¿Hacia dónde está volcada nuestra capaci-dad de amar? ¿Qué o quién ocupa tu co-razón? ¿Qué es lo que haces con todo el alma? ¿En qué ocupas tu mente? ¿Qué es lo que desgasta tus fuerzas? Si tus res-puestas no incluyen a Dios, estás desper-diciando el breve tiempo que estamos en esta caverna llamada vida. A ésta vida venimos siempre llenos de Dios quien nos da la vida, pero muchos retornan sin Dios

y sin vida. Cuando a través de la muerte, salgas de ésta tu caverna, ocúpate de que los tesoros con que salgas no sean solo materiales, que no sean solo tesoros lo-grados y comprados con tu trabajo o tu dinero, que no sean solo una profesión universitaria, un alto puesto dentro de tu trabajo, una casa, un carro u otros logros materiales. Recoge y llénate de lo impor-tante y sal triunfante de tu caverna. Hace unos días, durante un mensaje, compartí uno de mis dos propósitos princi-pales para este 2015, este año quiero atesorar lo más que pueda, quiero tener muchas riquezas y tesoros, quiero amon-

tonar esas riquezas, pero quiero hacerlo en el cielo. Hoy te comparto mi otro pro-pósito: Quiero servir a mi Señor, con un servicio humilde pero mejor. Dice San Agustín: “A Cristo es imposible conocerlo y no amarlo, amarlo y no seguirlo, seguirlo y no servirle.” ¿Ya sirves al Principal? «No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que co-rroen, y ladrones que socavan y ro-ban. Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben» (Mt 6,19-20).

Se cuenta que mujer muy pobre, agobiada por los problemas y el hambre, con su niño en brazos, pasó delante de una ca-verna y escuchó una voz misteriosa que desde adentro le decía: "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal, al salir, la puerta de la caver-na se cerrará para siempre. Aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo prin-cipal..." La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y las joyas, dejó al niño en el piso y comenzó a juntar todo lo que podía. La voz misteriosa habló nuevamente: “Te queda poco tiempo". La mujer, cargando con todo el oro y piedras preciosas que pudo, corrió hacia la puerta de la caverna y en cuanto estuvo fuera, la puerta se cerró... Al recuperar el aliento, angustia-da, se dio cuenta de que su niño había quedado dentro y que la puerta se había cerrado… para siempre. La ilustración es trágica y sin embargo, es una realidad cotidiana. A diario vemos como nuestra vida es como una caverna donde entramos, tomamos las cosas ma-teriales, pero olvidamos lo importante,

olvidamos a las personas, a nosotros mis-mos y a Dios. Pareciera que hombres y mujeres nos hemos metido a una jaula de ardillas, donde se corre rápido pero no se avanza, donde solo consigues cansarte y desgastarte. Es la historia de todos los días, de todos los años y si no te reencau-zas, será la historia de tu vida. Correrás y te desgastarás sin avanzar hacia lo impor-tante, sin lograr lo importante. Pero, ¿qué es lo principal? En tiempos de Jesús, para un escriba, los mandamientos de Dios y su cumplimiento eran lo más importante, lo principal. El Evangelio nos

• Danilo Aquino • Lux Mundi Guatemala.

Hoy que la Iglesia quiere vivir una profunda

renovación misionera, hay una forma de

predicación que nos compete a todos como

tarea cotidiana. Se trata de llevar el

Evangelio a las personas que cada uno trata,

tanto a los más cercanos como a los desconocidos.

Es la predicación informal que se puede

realizar en medio de una conversación y también es

la que realiza un misionero cuando visita un hogar.

Ser discípulo es tener la disposición permanente

de llevar a otros el amor de Jesús y eso se

produce espontáneamente en cualquier lugar:

en la calle, en la plaza, el trabajo, en un camino.

••• Numeral 127 Persona a persona *Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium Papa Francisco.


Hebreos: 11, 1-2. 8-19

•Nuestros antepasados fueron aprobados porque tuvieron fe.•

pequeño para lo que su Señor le estaba ofreciendo (3), e hizo bien en creer y en destinarse a lo desconocido porque Abraham estaba en las mejores manos, en las manos de Dios; no conoceríamos nin-

guna de las obras de Abraham, ni lo cono-ceríamos como el "Padre de la fe" si él no hubiese tomado la decisión de ir. Dios le dijo lo que debía de hacer pero ya queda-ba en Abraham hacerlo o no, sus acciones dieron vida a su fe, su decisión le llevó a alcanzar las promesas de Dios. Al creer somos capaces de transmitir esa fe a los otros, la fe llega a ser una cadena que necesita eslabones para poder crecer, nuestro eslabón es el testimonio que da-mos de las obras que Dios ha hecho en nuestras vidas (4) y que sirve como sos-tén a los demás para seguir creyendo.

¿Por qué dudamos entonces? Porque mu-chas veces necesitamos "ver" para poder creer y otras más necesitamos "tocar" para afirmar que nuestro Dios existe. Jus-to como Tomás que necesitaba más prue-bas para creer en la resurrección de Je-sús, es parte de nuestro ser querer ver antes de creer, pero tan solo ese es el camino equivocado, porque en realidad necesitamos creer para poder ver. Sabemos que Dios existe porque lo cree-mos y hará cosas aún más grandes si se-guimos creyendo. (1) Paráfrasis catecismo numeral 176

(2) Hebreos 11, 8-9 (3) Génesis 12, 1 (4) Paráfrasis del Catecismo numeral 166

Así empezamos este viaje en la fe, apren-diendo a creer; porque hasta para creer tenemos que aprender, la fe no es algo nuestro sino algo que adquirimos por me-dio de Dios y en base a ello la vamos for-taleciendo con nuestras acciones y pensa-mientos (1). Tener fe implica estar ciego en todo el caminar que se recorre, pero creyendo en que llegaremos al final del camino y que será tal cual nos lo describieron; como cuando éramos niños y nuestros padres nos llevaban de viaje, no conocíamos el camino pero avanzábamos confiando en que llegaríamos a ese lugar enigmático que nos habían descrito, y cuando estába-mos allí todo el camino nos parecía corto porque habíamos conseguido lo que que-ríamos, llegar a nuestro destino. Es la fe la que nos mueve, la que un día impulsó a nuestros antepasados, fue la fe la que llevó a Abraham a una tierra desco-nocida y lo llevó a un viaje guiándose so-lamente por las palabras de Dios (2). Abraham no tenía necesidad de salir de su ciudad, de lo que ya conocía, de su como-

didad, de emprender un viaje sin rumbo fijo; pero la voz se Dios actuó en él de tal manera que todo su mundo le pareció

• Jessica Gómez • ¡La alegría del Evangelio! Guatemala.

De nuestra fe en Cristo hecho pobre,

y siempre cercano a los pobres y excluidos,

brota la preocupación por el desarrollo integral

de los más abandonados

de la sociedad.

••• Numeral 186 La inclusión social de los pobres *Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium Papa Francisco.


En dos colores, con contraste brutal. En negro y naranja. Dos siluetas en el desier-to. Dos hombres. Es la fotografía que nos llega desde la realidad. Aunque muchos la huyan y la oculten. El de negro está a punto de demostrar al de naranja que él es el que gana. El hombre de naranja va a morir por voluntad del otro. Y lo hace de la forma más cruel posible. Reniega de lo propio. En ese momento es irrelevante que el mundo del hombre naranja haya logrado riqueza y bienestar, desarrollo y seguridad, lujo y alegría. Es irrelevante que el mundo del hombre de negro solo prometa terror y muerte,

que sólo viva para la oscuridad y la pro-mesa de primitivos premios en el más allá sólo logrados a cambio del sufrimiento y el terror de los demás. No importa en este instante que su móvil sea tan sólo una febril obsesión religiosa primitiva converti-da en ideología de fanáticos, una vulgar y banal enfermedad entre los hombres. Porque la brutal lógica del momento lo eclipsa todo. El negro perdedor mata al naranja vencedor. Por odio y revancha en una derrota irreversible. Incuestionable aunque todos los hombres de negro mata-ran a todos los hombres de naranja. La ideología de la muerte jamás podrá ganar al culto a la vida. Aunque lo aniquile. El mundo del hombre de naranja busca la felicidad y valora la verdad. Y rinde culto a la libertad. Así ha conseguido con los tan-teos incesantes del desarrollo del ser hu-mano, con las equivocaciones, los errores, las correcciones y las enmiendas, avanzar en los pequeños pasos a hacer de las vi-

das humanas existencias más largas, sa-nas, lúcidas, ricas y amables. El mundo naranja creció, se enriqueció y próspero, pero sus hombres olvidaron los esfuerzos que habían hecho dignas y grandes sus conquistas. La soberbia mató a la memoria. Y cuando ya nadie recordaba el precio a pagar por la verdad, por la dignidad y la libertad, nadie disponía ya de la fuerza para defen-der sus tesoros más preciados. Y el hom-bre de negro vio toda la debilidad y confu-sión del hombre de naranja y con ellas la oportunidad de acabar con esos odiados tesoros de libertad y verdad. Y en ello está. Y nos manda la fotografía y el video de los contrastes para darnos miedo. Para infundirnos terror. Nos anuncia que, por mucho que seamos los vencedores los seguidores del culto a la vida, no ceja en su empeño de humillarnos y derrotarnos. Y se ve más cerca, el mal.

Autor: Hermann Tertsch España. Periodista. Columnista de ABC, analista de Telemadrid y 13TV, fue corresponsal y subdirector y jefe de opinión de El País. @hermanntertsch

Dos siluetas en el desierto

Los extremistas y sus reacciones han sido mediáticos. The Objective, ha dado seguimiento a este tema con publicaciones que dan a conocer otras perspectivas del conflicto. “Dos siluetas en el desierto” es el artículo que Hemann Tertsh, publicó de esta problemática. El siguiente trabajo fue extraído del sitio web www.theobjective.com

http://www.theobjective.com


*Fray Richard Godoy Orden Mercedaria. Columna de Opinión Maracaibo, Venezuela.

seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto”. El hombre siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamen-te para decirle en voz baja: “Querido, es-tás mirando un espejo”. REFLEXION: Muchas veces nuestras pro-pias faltas, las cuales tardamos en recono-cer y admitir, parecen muy grandes cuan-do las vemos en los demás. Debemos mirarnos en el espejo más a menudo, observar bien para detectarlas, y tener el valor moral de corregirlas es más fácil negarlas que reconocerlas, por eso es necesario hacer a un lado el orgullo pues solo con humildad podremos ver nuestros defectos y corregirlos. El que encubre sus

faltas no prosperará, más el que las admi-te y se aparta alcanzará misericordia. (Proverbios 28:13). GANDHI DECIA: La vida es como un Espe-jo: Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí. “El que quiera ser amado, que ame”. No compliques las cosas, es así de simple: ¿Extrañas? ¡Llama! ¿Quieres ver a al-guien? ¡Invita! ¿Quieres que te compren-dan? ¡Explica de nuevo! ORACION: Señor, esta tu bendita palabra es como un espejo que refleja con claridad de cristal lo que en mi vida necesita ser corregido. Hoy quiero que me corrijas con tu pala-bra. Amén.

TAREA: La Biblia como la vida se parece a un espejo, en el que podemos reflejarnos. Si ponemos al frente a Abrahán, David, Amós, Jeremías, Rut, Judit, Jesús y María, podemos preguntarnos: ¿Qué tengo yo de estos personajes? ó ¿Qué actitudes y obras mías están presentes en ellos? Mi-rarnos en el espejo de la Biblia nos puede ayudar a revisar, ajustar y cambiar nues-tra vida de acuerdo al proyecto de Dios. CUENTO: Un hombre que tenía un grave problema de miopía se consideraba un

experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron los lentes en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo de ventilar sus fuertes opinio-nes. Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al dete-nerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo: “El marco es completamente inadecuado para el cua-dro. El hombre está vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al

La palabra de Dios, un espejo para mi vida.

La Biblia descrita como un “Espejo” en el cual el hombre se examina es ¡Interesante! En las Sagradas Escrituras están descritas las verdades de Dios y las verdades del ser humano.

El hombre allí es capaz de verse tal como es, desde ahí “acercarse o alejarse” de ese espejo tendrían otra connotación,

lo mismo que “olvidarse de su aspecto”. Esto es una descripción de engañarse uno a sí mismo como dice la carta de Santiago 1,22-25.

La Palabra de Dios, en efecto, no se contrapone al hombre,

ni acalla sus deseos auténticos, sino que más bien los ilumina,

purificándolos y perfeccionándolos (Verbum Domini, 23).

“El que no sirve para servir,

no sirve para vivir”

• Beata Madre Teresa de Calcuta

Círculo de Dios •• Guatemala •• Febrero 2015 (I)

No 48 Círculo de Dios

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