NODO NORTE EN LA CASA PRIMERA – NODO SUR

EN LA CASA SEPTIMA por Martín Shulman·

Este individuo está aquí para pasar por experiencias que desafían al sí mismo. En

encarnaciones anteriores cayó en la trampa de confiar en personas poco confiables.

Al emplear demasiado tiempo tratando de ayudar a otros a comprenderse a sí mismos,

nunca se detuvo a pensar en cómo sus propias situaciones y circunstancias jugaron un papel

importante en la configuración de su propia identidad. Como consecuencia de poner el

acento fuera de sí mismo, ahora le resulta difícil ver quién es él mismo en realidad. Esto es

particularmente fuerte si Neptuno se encuentra en la casa del ascendente.

Estos nodos indican pasadas encarnaciones en las que el individuo sumergió su identidad

en los asuntos de los demás. El matrimonio y la asociación se hallan tan profundamente

enraizados en su forma de hacer las cosas, que su búsqueda del sí mismo se ve

constantemente a través de los ojos de los demás. En consecuencia, permite que los

pensamientos y opiniones de los demás influyan sobre su propio sentido de identidad.

Debe salir de la esclavitud de tratar de ser todas las cosas para todas las personas y

establecer quién es él en realidad, a la luz de su propia vibración singular. Tiene que

escapar de vivir a la sombra de las vidas de los demás.

Los recuerdos de su alma en cuanto a cooperación y trabajo en equipo son tan fuertes que

cada vez que cae en ellos, termina por extinguirse a sí mismo en las causas de los demás.

Ahora, el nodo norte en la casa primera le aporta la conciencia de que, de algún modo, ha

perdido su propia identidad. Sumergido en el deseo de agradar a los demás, se ha

convertido en el reflejo de un ideal particularmente opuesto a su propia naturaleza básica.

Eso le produce un gran dolor en su vida actual, ya que desea salir de sí mismo sin infligir

daño alguno a quienes están cerca de él.

Tiene que aprender a asumir con elegancia el papel de líder. Eso es algo que resulta

extremadamente difícil ya que ha acumulado demasiadas experiencias en vidas anteriores

en cuanto a ser sumiso. Se ha sacrificado a sí mismo para que otros pudieran alcanzar sus

objetivos.

Todas sus experiencias importantes se resolvieron en una aceptación dócil. El mayor

potencial de crecimiento consiste ahora en establecer un sentido de sí mismo sin descartar

por completo los beneficios del matrimonio y de las asociaciones. Cuando cobra conciencia

de todo lo que ha sacrificado a través de su nodo sur, se convierte a menudo en un

extremista, adquiriendo la sensación de que un estado de existencia inhibe al otro. Empieza

a enfocar entonces cada parte de la energía vital alrededor del deseo de dirigir, antes que de

ser dirigido. Desarrolla la tendencia a ser demasiado auto afirmativo, debido al

conocimiento instintivo de que su talón de Aquiles o punto débil se encuentra en la forma

en que permite que se le sitúe, en el matrimonio, en una posición en la que se puede obtener

ventaja de él. Trata demasiado duramente de arreglar aquello que tiene la sensación de

haber perdido.

Para alcanzar la felicidad en la vida actual debe aprender a equilibrar igualmente sus

propias necesidades con las de quienes le rodean. Debe intentar no acelerar su propio

crecimiento e independencia, con el convencimiento de que la flor más hermosa tarda

tiempo en florecer, mientras que únicamente la mala hierba crece con rapidez.

El signo que contiene el nodo sur indica las formas en las que el individuo se sumergió en

los demás durante las encarnaciones anteriores. El signo que contiene el nodo norte muestra

las formas mediante las que puede establecer ahora su propio sentido de identidad.