NOTAS PARA LA HISTORIA DE SABIÑÁN. Segunda Parte. Capítulo IV

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44 Asociación Cultural “Sabinius Sabinianus” SABIÑÁN (Zaragoza) Revisado por Francisco Tobajas Gallego CAPITULO IV Ermitas de San Roque y de San Blas La actual ermita de San Roque fue construida en el siglo XVIII, en el sitio de otra pequeña ermita dedicada al mismo santo. Sospecho que la iniciativa y quizás la dirección de la obra correspondiera al canónigo de La Seo José Martínez Saldaña. Ayudaron a costear la obra la Cofradía de San Roque, que indudablemente correría con el sostenimiento de la antigua ermita, el vecindario, el Concejo, las Juntas de Aguas y principalmente el referido canónigo. Es tradición que las tejas y los ladrillos empleados en las obras, se subieron a mano desde la tejería, para lo cual, en días y a horas determinadas, se colocaban en cuerda desde el tejar hasta la ermita, hombres, mujeres y chicos. Cuando se produjo la Guerra de Sucesión 1 , la obra estaba en los cimientos y tuvo que suspenderse. Continuada más tarde, aún sufriría nuevas interrupciones, a juzgar a simple vista las paredes del templo, no quedando concluida hasta 1730, siendo probable que el coro y el atrio sean posteriores a esa fecha. La imagen de San Roque, según se puede ver, es obra costeada por el canónigo Martínez Saldaña, por ostentar sus armas. Las dimensiones de esta ermita, en lo que se refiere al crucero, son aproximadamente las que tiene la iglesia parroquial, lo que prueba a mi juicio la intervención del canónigo en la dirección de las obras, siempre magnánimo con su pueblo, secundado por la devoción del vecindario. Del altar de San José no hay noticias. Ya se dijo que el altar de Ntra. Sra. del Río se subió de su ermita a la parroquia de San Pedro Apóstol, colocándose en el presbiterio, al lado del evangelio y que después con buen acierto, por quitar visibilidad al retablo del altar mayor, se subió a la ermita de San Roque. En el siglo XVI ya existía la Cofradía de San Blas 2 , que indudablemente sería la encargada de sostener la ermita, en la misma forma y manera que la Cofradía Mayor cuidaba de la ermita de Santa María. Consta que los fieles dejaban limosnas en sus testamentos para el culto y decoro de la ermita 3 . El actual retablo, como puede verse, es obra de 1588, costeado con las limosnas recogidas. Los pueblos de Morés y Purroy van todos los años en rogativa a San Blas. Los primeros el día 8 de mayo y los segundos el día anterior a la Ascensión del Señor. Los dos pueblos han ayudado en la época contemporánea en algunas reparaciones de la ermita 4 . Antiguamente se celebraba la fiesta del santo en la ermita el 3 de febrero. Hoy no ha quedado más que el jubileo que se gana visitando la ermita desde el día 2 al 10 de dicho mes. Notas: 1. La Guerra de Sucesión en Aragón tuvo lugar de 1700 a 1715. En 1-XI-1700 fallecía el último monarca de la casa de Austria, Carlos II, quien en su último testamento del 2 de octubre anterior, había nombrado heredero único a Felipe, duque de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, quien reinaría con el nombre de Felipe V, IV de Aragón. La Guerra de Sucesión se convirtió en una guerra civil que dividió a los españoles en dos bandos, los castellanos que apoyaban al heredero legítimo Felipe V, y los reinos de la Corona de Aragón que lo hacían a favor del archiduque Carlos de Habsburgo, segundo hijo del emperador alemán Leopoldo. Gonzalo M. Borrás Gualis. «Guerra de Sucesión en Aragón», Gran Enciclopedia Aragonesa, tomo VI, p. 1.631. 2. No hemos encontrado ninguna referencia a la Cofradía de San Blas. En la Consueta de la parroquia de San Pedro

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44 Asociación Cultural “Sabinius Sabinianus” SABIÑÁN (Zaragoza)

Revisado por Francisco Tobajas Gallego

CAPITULO IV Ermitas de San Roque y de San Blas La actual ermita de San Roque fue construida en el siglo XVIII, en el sitio de otra pequeña ermita dedicada al mismo santo. Sospecho que la iniciativa y quizás la dirección de la obra correspondiera al canónigo de La Seo José Martínez Saldaña. Ayudaron a costear la obra la Cofradía de San Roque, que indudablemente correría con el sostenimiento de la antigua ermita, el vecindario, el Concejo, las Juntas de Aguas y principalmente el referido canónigo. Es tradición que las tejas y los ladrillos empleados en las obras, se subieron a mano desde la tejería, para lo cual, en días y a horas determinadas, se colocaban en cuerda desde el tejar hasta la ermita, hombres, mujeres y chicos. Cuando se produjo la Guerra de Sucesión1, la obra estaba en los cimientos y tuvo que suspenderse. Continuada más tarde, aún sufriría nuevas interrupciones, a juzgar a simple vista las paredes del templo, no quedando concluida hasta 1730, siendo probable que el coro y el atrio sean posteriores a esa fecha. La imagen de San Roque, según se puede ver, es obra costeada por el canónigo Martínez Saldaña, por ostentar sus armas. Las dimensiones de esta ermita, en lo que se refiere al crucero, son aproximadamente las que tiene la iglesia parroquial, lo que prueba a mi juicio la intervención del canónigo en la dirección de las obras, siempre magnánimo con su pueblo, secundado por la devoción del vecindario. Del altar de San José no hay noticias. Ya se dijo que el altar de Ntra. Sra. del Río se subió de su ermita a la parroquia de San Pedro Apóstol, colocándose en el presbiterio, al lado del evangelio y que después con buen acierto, por quitar visibilidad al retablo del altar mayor, se subió a la ermita de San Roque. En el siglo XVI ya existía la Cofradía de San Blas2, que indudablemente sería la encargada de sostener la ermita, en la misma forma y manera que la Cofradía Mayor cuidaba de la ermita de Santa María. Consta que los fieles dejaban limosnas en sus testamentos para el culto y decoro de la ermita3. El actual retablo, como puede verse, es obra de 1588, costeado con las limosnas recogidas. Los pueblos de Morés y Purroy van todos los años en rogativa a San Blas. Los primeros el día 8 de mayo y los segundos el día anterior a la Ascensión del Señor. Los dos pueblos han ayudado en la época contemporánea en algunas reparaciones de la ermita4. Antiguamente se celebraba la fiesta del santo en la ermita el 3 de febrero. Hoy no ha quedado más que el jubileo que se gana visitando la ermita desde el día 2 al 10 de dicho mes. Notas:

1. La Guerra de Sucesión en Aragón tuvo lugar de 1700 a 1715. En 1-XI-1700 fallecía el último monarca de la casa

de Austria, Carlos II, quien en su último testamento del 2 de octubre anterior, había nombrado heredero único a

Felipe, duque de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, quien reinaría con el nombre de Felipe V, IV de Aragón.

La Guerra de Sucesión se convirtió en una guerra civil que dividió a los españoles en dos bandos, los

castellanos que apoyaban al heredero legítimo Felipe V, y los reinos de la Corona de Aragón que lo hacían a favor

del archiduque Carlos de Habsburgo, segundo hijo del emperador alemán Leopoldo. Gonzalo M. Borrás Gualis.

«Guerra de Sucesión en Aragón», Gran Enciclopedia Aragonesa, tomo VI, p. 1.631.

2. No hemos encontrado ninguna referencia a la Cofradía de San Blas. En la Consueta de la parroquia de San Pedro

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de 1600 se decía que el día de la Cruz de Mayo se iba en procesión a la ermita de San Blas, pasando antes por la

ermita de San Roque, bendiciendo a la vuelta los términos desde la Cruceta. Esta fiesta estaría a cargo de la

Cofradía de la Vera Cruz. En 1601 moría Ana Vitrian, de sesenta años, mujer de Miguel Marín. Dejaba diez escudos

por su alma y ocho reales a las Cofradías del Santísimo, de Nuestra Señora, del Nombre de Jesús y de la Vera Cruz.

3. En 1602, Isabel Vicen dejaba una arroba de aceite para San Blas. El mismo año Simón Martínez dejaba 20

sueldos. En 1604, Pascual Rubio dejaba 10 sueldos. El infanzón Jerónimo Martínez dejaba en 1707 media arroba

prima de aceite. En 1732, el vicario mosén Antonio Gumiel, dejaba tres arrobas primas de aceite para la fábrica de

San Blas. Y en 1786, Teresa Martínez dejaba 40 libras para componer la ermita de San Blas.

4. En la misma ermita nueva se conserva un memorial, donde consta que en 1960 la Comisión de Obras firmó el

fin de las obras de la nueva ermita. Tras la casa del santero, se levantaba la antigua ermita de San Blas con tres

arcos, un banco adosado a la pared, una pequeña pila para el agua bendita y el altar, bajo lo que parecía ser una

pequeña cúpula, que sería lo primero en caer. Se derribó en abril de 1997, conservándose un arco para memorial

dedicado a la Vera Cruz. El pueblo de Morés debió perder sus derechos, al no colaborar en estas obras de la nueva

ermita.

En otro memorial que luce en la nueva ermita se dice que todo aquel que comulgado y confesado visitara

devotamente la capilla o iglesia de San Blas, en su día o bien en su octava, gozaría de indulgencia plenaria. Gracia

que fue concedida por la Comisión General de Cruzada y por el Papa Pío VI el 2 de agosto de 1777.