Nuevas instalaciones del Museo de Filatelia. Fotografia Cecilia … · 2015. 11. 27. · los...
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Nuevas instalaciones del Museo de Filatelia. Fotografia Cecilia Salcedo.
Portada: Catedral de Oaxaca, Guillermo Kahlo. Centro Fotográfico Álvarez Bravo.
DIRECTOR: Francisco José Ruiz Cervantes
CONSEJO DE REDACCIÓN: Nimcy Arellanes Cancino, Anselmo Arellanes M., Víctor de la Cruz, Ma. Isabel Grañén Porrúa, Juan Manuel Herrera, Verónica Loera y Chávez, Ma. de los Ángeles Romero Frizzi, Cecilia Salcedo Méndez, Carlos Sánchez Silva, Francisco Toledo, Daniela Traffano, Héctor Zarauz López
ACERVOS. BOLETÍN DE LOS ARCHIVOS Y BIBLIOTECAS DE OAXACA. Publicación trimestral. Órgano informativo de la Asociación Civil Amigos de los Archivos y Bibliotecas de Oaxaca. No. 20, invierno 2000. M. Alcalá 507, Centro, Oaxaca, Oax., 68000, México. Tel. (951) 669-80. Se autoriza la reproducción del material contenido siempre y cuando se cite la fuente.
FOTOGRAFÍA: Las imágenes de este número pertenecen al Centro Fotográfico Álvarez Bravo, a la Coordinación del Centro Histórico Cd. de Tlaxiaco, al Sr. Aarón Pérez Yescas y al Archivo Histórico Municipal de la Ciudad de Oaxaca. DISEÑO: Taller 13. IMPRESIÓN: Carteles Editores-PGO. PUBliCIDAD: Francisco José Rueda Gómez. Teléfono 01951 29020. Clave 15710.
Contenido Número 20 • Invierno 2000
2 Archivos municipales e historia regional Luis Alberto Arrioja
5 "Para envolver se están empleando papeles que pertenecieron a la Jefatura Política de Zimatlán"
6 El Archivo Regional de la Mixteca en Tlaxiaco Ronald Spores
12 La modernidad porfiriana en la ciudad de Oaxaca: introducción de la luz eléctrica por la empresa Federico Zorrilla S. en C. Gloria Medina Gómez
17 Las casas de la niñez y adolecencia de Porfirio Díaz Alejandro Méndez Aquino
20 Espacios públicas y mujeres públicas. La regulación de la prostitución en la ciudad de Oaxaca, 1885-1911 Mark Overmyer Velásquez
27 La ciudad de Oaxaca a ojo de pájaro. Crónica aérea de 1922 Fernando Iturribarría
30 La colección oaxaqueña de Paul Van de Velde en la Biblioteca de la Universidad de Nuevo México: una breve descripción e historia Russ Davidson
36 Rodolfo Morales, In memonam María Isabel Grañén Porrúa
38 Divagación sobre encuadernación Andrés Henestrosa
39 Órganos históricos de Oaxaca Cecilia Winter
39 Notas informativas 40 Publicaciones recientes de tema oaxaqueño
Archivos municipales e historia regional1
Catedral de Oaxaca.
La vida, un ballet sobre un tema his
tórico, una historia sobre un hecho
vivido, un hecho vivido sobre un
hecho real.
La vida, fotografia del número, po
sesión en las tinieblas [ ... ] la vida,
proxeneta de la muerte, espléndida
baraja, tarot de claves olvidadas que
unas manos gotosas rebajan a un
triste solitario.
Julio Cortázar, Rayuela
L a falta de fuentes documentales resulta una excusa que los historiadores con frecuencia manifiestan para no reconstruir el pasado a plenitud. Este pretexto o realidad, como quiera llamarse, refleja un hondo desinterés por consultar do-
* Archivo General de la Nación
cumentación de archivos que por su naturaleza exige un sistemático análisis de contenidos y de corroboración con otras fuentes informativas.
En efecto, el hecho de omitir información no es la única razón que impide elaborar un discurso histórico. La misma necesidad ha engendrado un estilo de historiar
cultural entre individuos y grupos sociales, es un hecho que la historia, especialmente en las regiones y localidades, necesita hoy de nuevas perspectivas para acudir a los archivos con el fin de corroborar las narraciones orales, literarias o de cualquier índole; así también, para evaluar los hechos históricos y reflexionar sobre su credibilidad.
basado en textos literarios, tradi- Al respecto, la ausencia de docu-ción oral, crónicas que no se estructuran con textos sino con memorias y experiencias de vida, así como una serie de herramientas tangenciales que permiten aproximarse al pasado de las sociedades, sin olvidar que no siempre se tiene virtud para escribir con certeza y detenimiento el devenir histórico.
El problema radica en que a varios siglos de existir la transmisión
mentación, así como la "escasez de atestiguaciones debidamente ordenadas"2 dentro de un archivo, suelen convertirse en obstáculos que impiden, cuando no cancelan, el buen desempeño de la investigación histórica.
Hace muchos años don Alfonso Reyes ya señalaba "que era tiempo de volver los ojos hacia las fuentes históricas de las localidades [ ... ) ya
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que esto permitiría que muchos casos nacionales se explicaran mejor procediendo a la síntesis de los conflictos y sucesos registrados en cada región".3
Si bien con estas palabras don Alfonso Reyes ponía de manifiesto la importancia que cobrarían los repositorios locales en la explicación histórica de México; de igual forma, dejaba ver de manera intrínseca el trabajo que esto representaría para todo individuo que incursionara en este campo, más aún al verse obligado a realizar largas y abultadas caminatas a lo largo del país; así también, al condenarse a pasar muchas horas en los archivos locales, y no precisamente tratando de entender los procesos de la historia, sino enfrentándose a problemas más serios: la falta de organización en los archivos y, en el peor de los casos, la inexistencia de los mismos. 4
La carencia de fuentes documentales, en el caso de la historia regional, lejos de ser una excusa en la tarea diaria del historiador, es ante todo un problema de fondo que radica en la falta de atención, de ordenamiento y organización que la sociedad debe a sus archivos. Si bien en el terreno local la producción de fuentes escritas no es siempre abundante, peor aún es que los papeles existentes no estén debidamente ordenados ni bien conservados. De la misma manera, es lamentable que un número nutrido de archivos municipales, a pesar de contener ricas y por lo general inexploradas fuentes, sufran daños por descuido, menosprecio o pérdida irremediable de sus acervos, bloqueando por completo el conocimiento de la memoria colectiva, de la administración pública y de la vida cotidiana de las localidades.
Al respecto, el historiador R.G. Collinwood señalaba «que en la medida en que los pueblos conserven y preserven su memoria documental, ésta le permitirá al hombre conocerse a sí mismo, lo que significa conocer lo que se puede hacer, y puesto que nadie sabe
Sello decimonónico del Ayuntamiento oaxaqueño.
lo que puede hacer sino hasta que lo intenta, la única pista para saber[ ... ] es remitirse allegado de lo que ha dejado de existir.»5
Un panorama así pone de manifiesto que los archivos locales son una pieza fundamental en el quehacer histórico, más aún son una guía para adentrarse en el complejo tejido de las sociedades; son un elemento de la memoria que recoge costumbres, tradiciones y, sobre todo, aquella parte del devenir histórico que nos es familiar, pero que pocas veces le prestamos atención.
Ante esto, es indispensable rescatar y organizar los archivos locales, tanto para conservar y proteger la memoria histórica de los pueblos, como para entender un sinnúmero de problemas que atañen al presente. Cabe mencionar que ''el rescate de archivos y la práctica de investigaciones regionales dan pie, mucho más a menudo de lo que se cree, sobre todo, a pensar en el futuro inmediato de las localidades."6
Tratar con archivos implica conocer y comprender conductas de pueblos y sociedades distintas a nosotros; de igual forma, exige reflexionar y adentrarnos en la vida de las comunidades, en el trabajo de la sociedad, en la costumbre local y, enteramente, en la apertura a lo diferente. Al respecto, construir un marco de análisis regional permite discernir las ricas y enmarañadas relaciones políticas, económicas y sociales que constituyen a la población. •
Los archivos municipales guardan un sin fin de testimonios anónimos que son los que permiten entender la supervivencia y la continuidad de las sociedades.
El trabajo en los repositorios municipales es un deambular por caminos de dificil acceso; para esto, se tiene que trabajar arduamente para acceder a ellos; es decir, se requiere rescatar y organizar los papeles que tratan los pleitos locales, los chismes del pueblo, los acuerdos de los gobernantes; así también, descubrir los testimonios de los hombres que luchan día con día por la dignidad y el progreso de sus comunidades; en pocas palabras, "es necesario hacer un tamiz, un cedazo, para ver en dónde están las fuentes históricas y rescatarlas, y mejor aún ponerlas a la disposición de aquellos que viven y conocen su región". 7
Hace algunos años el historiador norteamericano Ronald Spores señalaba "que el único mecanismo que puede llegar a subsanar la falta de criterios e intereses en los archivos locales, radica en la sensibilidad histórica y en la persistencia de las administraciones municipales"; ante esto, se requiere sensibilidad para conservar el legado documental de los pueblos, así como persistencia y dedicación para levantar los papeles del suelo.8
De la misma manera, don Luis González apuntaba «que a medida que se abren y acondicionan los archivos locales, la erudición se da gusto con la hechura de guías, índices y compilaciones de texto, porque finalmente son los archivos los que hacen posible la producción histórica, intelectual y erudita de las regiones.n9
Esto es en cuanto a la investigac~ón histórica, porque también el hecho de contar con archivos debidamente ordenados hace más eficiente la administración públi-
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ca en la medida que los archivos son un reflejo de su funcionamiento. Ante esto, Jean Meyer ha se-ijalado que con guías generales, índices temáticos e inventarios completos es como los archivos 11funcionarán como memoria de la administración p·ara trazar los planes, para la búsqueda geológica, minera, hidráulica, para no tener que recabar los datos que, periódicamente, se extravían y se vuelven a pedir en las oficinas" .1 o
Es así como los archivos tienen la doble función de ser reflejo de acontecimientos pasados en espera de historiadores que estudian los acontecimientos pasados y ser la fuente directa en donde la administración pública recupera su memoria para evitar amnesias que a corto, mediano y largo plazo resultan ser de alto costo para las instituciones.
Es decir, la eficacia e inmediatez de acceso a la documentación de los archivos agiliza de inmediato la atención a la sociedad, a los funcionarios municipales y a los investigadores; así también, reduce la mala fama que se tiene de la burocracia y propicia un ahorro presupuestal en los ayuntamientos, ante la facilidad de programar actividades y sustentar proyectos sólidos gracias al conocimiento de sus antecedentes. En síntesis, un archivo ordenado evita el trabajo doble que comúnmente se hace en las oficinas del sector público, cuando se plantean aparentes proyectos novedosos que antes ya existieron o a la hora de buscar información en otros sitios cuando están ya ordenados y procesados dentro de sus archivos. Al respecto, en el libro X de las ·Confesiones de San Agustín, el pensador apunta «que aquellos que no recuerdan [Y recu-
rren] el pasado tienden a padecer problemas al enfrentar el presente.))
Todo archivo local adquiere importancia 11en la medida que desempeña un papel activo en el proceso de .. creación de políticas al interior de la administración pública. En algunos casos se han utilizado en la plan e ación de localidades [ ... ] pero con mayor frecuencia en la planeación urbana y en el rediseño de las ciudades" .11
Un ejemplo notable de la funcionalidad que pueden llegar a tener los archivos municipales en la administración pública, tanto en la toma de decisiones políticas, como en la preservación de la memoria histórica lo subraya Teresa Valdivia Dounce en una investigación que llevó a cabo entre las comunidades indígenas de Oaxaca; 12
al respecto, la investigadora señala 11que hacia 1995 el Gobierno del Estado de Oaxaca reformó el artículo 116 de la Constitución Estatal, en donde se reconoció la composición pluricultural del estado. Posteriormente, el13 de mayo de 1995 se reformó el artículo 25 constitucional que se refiere al reconocimiento de las prácticas tra-· dicionales de elección que se dan entre las comunidades indígenas del estado, hacia el30 de agosto de 1995 se reformó el Código de Procedimientos Electorales del Estado, en el que se establecieron los Usos y Costumbres como uno de los procesos para la renovación de los ayuntamientos. Al menos en parte, ello se logró gracias al respaldo testimonial de los repositorios locales, fuente insustituible para la administración y la memoria de las comunidades indígenas, tanto en los municipios como en las agencias de policía.
Cabe mencionar que en este proceso un sinnúmero de ayuntamientos participaron oon su argumentación testimonial y empírica para la validación de estas prácticas, ya que contaban con repositorios en donde se plasmaba la vida y el ejercicio político de la municipalidad, tal es el caso de los pue-
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blos zapotecos de la Sierra Norte y de la Sierra Juárez, así como los municipios de la Sierra Mixe. Sin embargo, otros municipios que contaban con archivos en condiciones vulnerables, y en el peor de los casos no tenían, se vieron limitados, de alguna manera, a partíciP?-r en las consultas estatales; tal es el caso de los pueblos Chatinos y algunos municipios Chinantecos.
Éstas son unas cuantas razones por las cuales en todo ejercicio político, cultural, económico y social los archivos deben desempeñar un papel fundamental. En estos asuntos el archivo debe considerarse como una herramienta sustancial para la administración pública y para la sociedad . .
Como respuesta a la atención hacia los archivos municipales en el plano histórico o administrativo, en los últimos años se han presentado avances considerables en algunos de ellos. De acuerdo con una serie de diagnósticos que el Archivo General de la Nación ha realizado entre el mes de febrero y el mes de junio del 2000, se observa que varios estados de la república se han preocupado por dictar reglamentos internos y leyes para implementar sistemas estatales de archivos en cuyos programas se privilegió el rescate y organización de los archivos municipales. Es notoria también una mayor conscientización colectiva de parte de la comunidad archivística del país, así como un incremento en la profesionalización en materia de archivos y una reconocida labor de parte de archivistas destacados, quienes por su experiencia y años de trabajo se han ocupado de encauzar por buen camino el devenir de los archivos, esto sin olvidar los logros alcanzados por parte de las autoridades locales, estatales o federales que poco a poco han asignado su justo valor a los archivos históricos y administrativos.
Es cierto que en lo general, las condiciones de los 'archivos municipales no presentan un panorama del todo halagüeño ya que la mayoría se encuentran hoy en un estado de
olvido y abandono por parte de las archivos, México, Archivo General de La
administraciones locales. Si bien en Nación, 1982, p. 14.
ellos se percibe un descuido gene- 3 La cita es tomada de una reflexión de
ralizado, una falta de continuidad don Alfonso Reyes y el Dr. Daniel Cosío
de los proyectos por no contar con
infraestructura, instalaciones ade
cuadas, vigilancia, espacio, orden
o condiciones mínimas para su
buen funcionamiento; de la misma
manera, otros tantos viven las con
secuencias de un pasado tortuoso
por haber deambulado de mano en
mano bajo circunstancias adversas
o en medio de un total descontrol
ante el desconocimiento de qué
hacer en ellos y con ellos. Otros
más, se han desmembrado de su
formación original, han sufrido
pérdidas irreparables, se han
desintegrado a raíz de desastres
naturales o errores humanos y en
su caso han sido despojados para
la venta d el patrimonio documen
tal que custodian.
A partir de lo antes menciona
do, no hay nada accidental ni mis
terioso sobre la situación que
enfrentan los archivos municipales
y la historia regional. Si bien que
da claro que salvar la memoria do
cumental de las localidades de
México es un factor crucial para la
historia regional; de la misma ma
nera, es necesario que las autori.,
dades locales valoren y, sobre todo,
se interesen por el legado histórico
que van dejando; al respecto, lo úni
co que resta mencionar es "que los
archivos locales y la historia no son
un traje con costuras acabadas sino
que aún, como los recientes suce
sos nos recuerdan, se deben de
zurcir. "13 oC-
NOTAS
1 Una primera versión de este trabajo se
presentó en el «XI Congreso del Siste
ma Nacional de Archivos del Perú» que
tuvo Lugar en La Ciudad de Lima, del 20
al 21 de julio de 2000, bajo el auspicio
del Archivo General de La Nación de Perú.
Quisiera agradecer a La Dra. Yolia
Tortolero Cervantes Los comentarios,
críticas y sugerencias que realizó para
La elaboración de este trabajo . 2 Luis González, «La sopa de archivo, maná
de historiadores», en Historia regional y
Villegas en torno a La historia regional
en México, en Luis González, «Terruño,
microhistoria y ciencias sociales», en
Pedro Pérez Herrero (Comp.), Regiones
e historia en México, 1700-1850, Méxi
co, Instituto Mora, 1991, Colección: An
tologías Universitarias. p. 29. 4 Luis González, Ibid, p. 30 5 R.G. Collingwood, Idea de la historia,
México, Fondo de Cultura Económica, 1952 6 Juan Pedro Viqueira, «Historia regional:
tres senderos y un mal camino», Secuen
cia, No. 25, enero-abril 1993, p. 135. 7 Juan Rulfo , Dónde quedó nuestra histo
ria: hipótesis sobre historia regional,
Colima, Universidad de Colima-Escuela
de Arquitectura, 1986, Colección:
Rajuela, 2, p. 29. 8 Ronald Spores, «A Research in Mexican
Etnohistory», en Richard E. Greenleaf
and Michael C. Meyer, Research in
Mexican History. Tapies, Methodology
Sources and a Practica{ Guide to Field
Rersearch, Nebraska, University of
Nebraska Press, p. 37. 9 Luis González, «La sopa de archivo, maná
de historiadores», en Historia regional y
archivos, México, Archivo General de La
Nación, 1982, p. 16. 10 Jean Meyer, «Historia Local, historia re
gional y archivos», en Historia regional
y archivos, México, Op. cit. Archivo Ge
neral de la Nación, 1982, p. 31. 11 Hans Dona, «El papel de La administra
ción de archivos como guardián del pasa- ·
do, el presente y el futuro», Foro Archivís
tico, No. 3, enero-junio 1992, p. 47. 12 Teresa Valdivia, «Derecho, costumbres
y poder indígena en Oaxaca», México,
(mecanoescrito), 1998. 13 Geoffrey Martín, «EL papel de La admi
nistración de archivos como guardián
del pasado o siervo del futuro en una
autoridad nacional», Foro Archivfstico,
No. 3, enero-junio 1992, p. 35 .
"PARA ENVOLVER SE ESTÁN EMPLEANDO PAPELES QUE PERTENECIERON A
LA JEFATURA POLÍTICA DE ZIMATLÁN"
Z imatlán, 9 de agosto.- Se ha notado en
esta población que en Las tiendas de Los
señores Licenciado Carlos Barroso, José luma no,
Carlota N. y algunas otras se usa en Las envol
turas de Los artículos que venden, papeles que
debieron pertenecer al archivo de La extinta Je
fatura Polltica. No sería difícil que entre esos
papeles se encontraran documentos de gran uti
Lidad para las autoridades o para Los particula
res y por consiguiente creo que es indebido Lo
que se está haciendo y que Las autoridades de
ben proceder a una investigación para que se
descubra quién o quiénes son los que están re
matando Los papeles a que me refiero.[ ... ] EL
Corresponsal.
Fuente: Mercurio, Oaxaca, año II, # 398, 10 de agosto
de 1921, p. 4.
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