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ÍNDICE INTRODUCCIÓN 1. PRESENTACIÓN

2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

3. PROPÓSITOS Y PREMISAS BÁSICAS DEL MODELO EDUCATIVO SALESIANO

4. CONTEXTO SOCIAL (ANÁLISIS DE LA REALIDAD)

5. IDENTIDAD

6. MISIÓN

7. VISIÓN 2020

8. VALORES

9. EL SISTEMA PREVENTIVO

10. ESTILO EDUCATIVO SALESIANO

11. DIMENSIONES DE NUESTRA PROPUESTA EDUCATIVA

12. LA COMUNIDAD EDUCATIVO-PASTORAL (CEP)

13. ESTILO DE ANIMACIÓN EN LA COMUNIDAD EDUCATIVA PASTORAL (CEP)

14. PERFIL DEL EDUCADOR

15. LA PERSONA FORMADA CON EL MODELO EDUCATIVO SALESIANO

16. VINCULACIÓN ENTRE AGENTES INSTITUCIONALES

ANEXO 1 - ESTRATEGIA DE DIFUSIÓN Y EJECUCIÓN

ANEXO 2 - EVALUACIÓN

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INTRODUCCIÓN En los últimos años en toda sociedad se han presentado cambios a nivel estructural que impactan los objetivos de la vida de las instituciones, reorientando todas sus acciones. Éstos también se reflejan en las instituciones salesianas transformando las formas para educar, sin embargo, en virtud de su tradición, se mantienen como garantes de una propuesta educativa que sigue respondiendo al contexto social actual. Si bien es cierto que las obras salesianas han tenido que adaptar sus propuestas, también lo es que estas propuestas siguen vigentes por estar cimentadas en la visión desinteresada de ofrecer educación a todo aquel joven que lo necesite. Este cimiento lo encontramos en la labor generosa de Don Bosco y Madre Mazzarello, y se intenta plasmar en el presente documento de difusión del Modelo Educativo Salesiano. Éste sirve como guía de la labor de toda obra salesiana, su importancia estriba en la perspectiva que le otorga a la acción realizada en favor de la niñez y de la juventud. El Modelo Educativo Salesiano marca los grandes rumbos de una institución cobijada por el carisma de Don Bosco y Madre Mazzarello. Debido a su naturaleza y finalidad, se convierte en la estructura con la que se aborda la realidad juvenil, facilitando su comprensión y comportamiento. Conocer la situación de los jóvenes de nuestro tiempo no basta, es necesario ampliar nuestra habilidad para construir representaciones acerca del destino de la misma, de tal manera que el Modelo se convierte en la representación conceptual de la forma educativa surgida de las aproximaciones sucesivas a las interacciones y prácticas que ocurren en la vida de nuestros educandos en un contexto específico. La estructura del Modelo sitúa bajo la misión, visión, valores, perfiles de egreso, y los elementos que le son distintivos, una práctica concreta que no agota toda acción hecha por los jóvenes. Por lo mismo, y por los cambios tan rápidos en nuestra sociedad, es importante que el Modelo se difunda, se evalúe y se renueve. Equipo Nacional de Educación Salesiana (ENES)

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1. PRESENTACIÓN En el 2006 se elaboró la primera versión del Modelo Educativo Salesiano que surgió después de un proceso de reflexión e investigación en torno a la vida y obra de los santos fundadores y de las orientaciones y directrices de los documentos de las congregaciones salesianas. Ahora presentamos la segunda edición del Modelo Educativo Salesiano fruto de la anterior reflexión, pero sobre todo de la minuciosa evaluación realizada a las instituciones salesianas de México con la intensión de verificar su conocimiento, su nivel de aplicación, su vigencia e impacto en las estructuras de las mismas. Si bien es cierto que tiempo atrás se apreciaba la necesidad de tener, pero sobre todo asumir, un instrumento para las cuatro Inspectorías salesianas de México que otorgara el horizonte de sentido común a toda obra, también ahora se aprecia la necesidad de actualizar la propuesta de frente a la emergencia educativa y sus desafíos. Tenemos aquí una visión sintética y de conjunto de los mínimos necesarios en toda obra educativa del México salesiano. Este Modelo es un instrumento ofrecido por las cuatro Inspectorías de salesianos y salesianas con el propósito de iluminar la acción educativa que ofrecemos a los niños y jóvenes que Dios nos ha confiado. Estamos convencidos que el señor Jesús acompaña nuestro caminar, que Él es nuestro modelo de buen pastor para los jóvenes, como lo fue para Don Bosco, y que María Auxiliadora, nuestra madre y maestra, nos enseña, como enseñó a Don Bosco, el campo de acción de nuestra vocación de educadores salesianos y el método para realizarla.

PROVINCIALES E INSPECTORES Sor Mirna E. Rodríguez R. fma (MMO)

Sor Beatriz Muñoz Martínez fma (MME) P. Hugo Orozco Sánchez sdb (MEG)

P. Gabino Hernández Paleta sdb (MEM)

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2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS La Obra Salesiana tiene su origen en el corazón de Dios, que suscita a San Juan Bosco el cual, sensible a las necesidades de los jóvenes de su tiempo, pobres, abandonados y en graves peligros, se constituye en un Padre y Maestro, acompañándolos en su proceso de educación integral. San Juan Bosco nace el 16 de agosto de 1815, en un pequeño caserío llamado I Becchi, a pocos kilómetros de Turín, Italia. La Providencia lo prepara con la experiencia, a tierna edad, de la orfandad del padre, con la profunda intuición educativa humana y religiosa de su madre y la dirección espiritual de sacerdotes santos, señalándole a través de sueños proféticos el futuro de su misión y los principios fundamentales de su acción educativa y pastoral. Logra estudiar con mucho sacrificio y duro trabajo, animado por su gran ideal: ser sacerdote para los jóvenes. Es ordenado sacerdote el 5 de junio de 1841, y el 8 de diciembre del mismo año, da inicio con una “sencilla catequesis” a su gran obra, el Oratorio, con un joven obrero llamado Bartolomé Garelli. Este encuentro marca el comienzo de una gran variedad de obras encaminadas a responder a las situaciones y necesidades apremiantes de sus destinatarios: talleres y escuelas de artes y oficios, para enseñar una profesión y ganarse honradamente la vida; colegios y escuelas, para fomentar la formación cultural e intelectual; internados, para ofrecer un techo a quienes no tienen casa; obras de promoción humana y de evangelización en lugares de misión. Orientado por el Papa Pío IX y por otros amigos, funda la Sociedad de San Francisco de Sales, o Congregación Salesiana, el 18 de diciembre de 1859, la cual está formada por salesianos sacerdotes y salesianos laicos. A partir de entonces su obra crece y se extiende rápidamente en Italia, Europa y América. En otro lugar de Italia, María Dominga Mazzarello se siente impulsada a trabajar por las niñas y jóvenes del pueblo de Mornese. Nace el 9 de mayo de 1837. Vive una infancia feliz al lado de su familia. Inquieta por las cosas de Dios, desde pequeña se va formando en una sólida piedad, orientada por su director espiritual el P. Domingo Pestarino. María Mazzarello es de gran fuerza física y ayuda a su padre en las labores del campo, pero los domingos se dedica a enseñar el catecismo y a compartir su alegría con las niñas y jóvenes del pueblo. Su vigor se resiente debido al contagio de tifo que contrae al asistir a un tío enfermo. Al sanar, su vida cambia totalmente de rumbo porque queda muy débil para trabajar en el campo, entonces aprende el oficio de modista y abre un taller para enseñar a las niñas a coser, pero sobre todo a conocer y amar a Dios. Así, por caminos diferentes, realiza una obra semejante a la de Don Bosco, dando la aportación femenina al carisma salesiano. En 1864 Don Bosco y María Mazzarello se encuentran en Mornese. El santo sacerdote descubre en esta joven, con los mismos intereses pedagógicos y apostólicos que él, una mujer providencial para la fundación del instituto femenino que ya tenía en mente formar para la educación de las niñas y las jóvenes. El Instituto de las Hijas de María Auxiliadora,

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o Salesianas, nace el 5 de agosto de 1872. Es el segundo grupo de la Familia Salesiana. El 9 de mayo de 1876 Don Bosco funda el tercer grupo, los Cooperadores Salesianos. De este modo la Sociedad de San Francisco de Sales, las Hijas de María Auxiliadora y los Cooperadores Salesianos, constituyen los tres primeros grupos de la Familia Salesiana, que con el correr de los años se ha ido incrementando con otras muchas ramas que comparten el mismo carisma de Don Bosco. Los Salesianos de Don Bosco y las Hijas de María Auxiliadora son una congregación de religiosos y religiosas católicos. Sus fundadores les heredaron su estilo amable, alegre y cercano inspirado en San Francisco de Sales y en su encuentro con la Virgen María Auxiliadora de los Cristianos. Están presentes en todo el mundo, son aproximadamente 16,000 salesianos y 13,000 salesianas y trabajan en 132 países. Los inicios de la presencia salesiana en México se remontan al 22 de junio de 1889, cuando se constituye el primer grupo de Cooperadores Salesianos, siete en total, y eligen como presidente a Don Ángel Gerardo Lascuráin, ellos hicieron posible la llegada de los religiosos, gracias a la petición formal que hicieron al Primer Sucesor de Don Bosco, el Padre Miguel Rúa. El 2 de diciembre de 1892 llega el primer grupo de salesianos a México, eran cinco religiosos procedentes de Turín, Italia; a su llegada se encargan de un asilo para niños en la ciudad de México y posteriormente comienzan la fundación de talleres y colegios en diversas partes de la República Mexicana. Las salesianas llegan al país el 1 de diciembre de 1894, junto con el segundo grupo de salesianos; eran seis religiosas, que inmediatamente se ponen al servicio de la educación y evangelización de la niñez y juventud mexicana. La presencia salesiana en México fue creciendo y se fue consolidando a lo largo de los años, a grado tal, que hoy está organizada en cuatro Provincias e Inspectorías:

• Provincia Nuestra Señora de Guadalupe, Salesianas México-México (MME); • Provincia Mater Ecclesiae, Salesianas México-Monterrey (MMO); • Inspectoría Nuestra Señora de Guadalupe, Salesianos México-México (MEM); • Inspectoría Cristo Rey y María Auxiliadora, Salesianos México-Guadalajara (MEG).

En estas cuatro Provincias e Inspectorías que comprenden toda la República Mexicana, se cuenta con más de 100 presencias, ejerciendo su acción educativa en centros juveniles (oratorios), colegios, escuelas de formación técnica, universidades, parroquias, misiones, casas de formación, centros de atención a niños y niñas de la calle.

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3. PROPÓSITOS Y PREMISAS BÁSICAS DEL MODELO EDUCATIVO SALESIANO El Modelo Educativo Salesiano más que un documento, es una mentalidad: nos permite traducir a la práctica lo que es la espiritualidad de la educación salesiana. Es una hoja de ruta al servicio de los fines educativo-pastorales, es un conjunto de premisas y directrices clave, que buscan ser referencia para las obras salesianas de México, pretende marcar los criterios mínimos de desempeño que debe cuidar y desarrollar cualquier obra para garantizar el carisma salesiano y de esta manera consolidar el trabajo en red. Los lineamientos que en él se marcan guían las estrategias y los proyectos educativos pastorales de cada comunidad, con una visión al estilo de Don Bosco y Madre Mazzarello. En esencia, es un documento que otorga claridad en cuanto a la misión, la visión, los valores que se persiguen, así como las líneas generales de actuación de los educadores, el estilo educativo y los perfiles que se pretenden lograr en los destinatarios. Bajo esta óptica el Modelo Educativo Salesiano es:

• Integral: ya que se fundamenta en una visión sistémica y holística de la persona y de las Instituciones Salesianas.

• Flexible: porque considera y se adapta a los cambios del entorno, de la organización

y de las necesidades educativas de los destinatarios.

• Perfectible: dado que revisa las dificultades, las áreas de oportunidad, las experiencias, las ideas, innovaciones y críticas realizadas por los miembros de las comunidades educativo pastorales, con el fin de perfeccionar y mejorar su eficacia.

• Responsable y comprometido socialmente: pues considera su impacto y actuación

en el entorno y su interacción con el medio ambiente donde está insertada cada comunidad educativa.

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4. CONTEXTO SOCIAL (ANÁLISIS DE LA REALIDAD) Hoy se llega a afirmar que nuestra sociedad se ha olvidado cuestionarse a sí misma, es claro, pues el mundo industrializado pretende formar individuos autosuficientes; que al bastarse a sí mismos no necesitan a nadie para realizarse. En medio de una sociedad así, constituirse como persona sigue siendo una tarea compleja. Se tiene la sensación de que el sujeto ha de inventarse a sí mismo sin necesidad de los otros, un construirse que deja de lado las grandes referencias que otorgan coherencia y unidad. En este sentido, el contexto causa malestar permanente. Si la sociedad se caracteriza por el cambio continuo y por la debilidad de las instituciones; por efecto muchos jóvenes carecen de convicciones firmes viviendo una situación de complejidad y fragmentación. Es difícil que el joven de nuestra época piense al mundo, es más sencillo que el mundo lo piense otorgándole espacios de simulación, en donde el espectáculo o la fachada hagan que se proyecte sobre los objetos de su deseo. Se puede afirmar que la cultura actual impide que el individuo analice su propia autoconfiguración, olvidando la importancia de la vida, su sentido, la dicha de vivir más allá del sentir o del poseer, mucho menos pensarse desde una realidad última o suprema. De tal forma que la educación hoy se debe plantear con otros términos, hacerlo supone tener presente que la cultura actual, no homogénea, influye en los jóvenes con sus varios estímulos y sus virtualidades. Cuestión que hace que los centros salesianos logren autocriticarse y redefinirse en función de la actualidad. Si bien éstos tienen como objeto y finalidad central al joven, también lo hacen considerando la estructura del contexto en el que se desenvuelven y que se caracteriza por:

• La sociedad del conocimiento; • La fragmentación y complejidad de la conciencia; • El pluralismo cultural y religioso; • Los procesos de secularización; • El relativismo ético y el hedonismo; • La comprensión consumista del mundo; • Las tecnologías de la información y de la comunicación; • La cultura digital y sus continuos cambios de mentalidad y de comportamientos; • El fenómeno de la migración y exclusión; • La consolidación de nuevas pobrezas juveniles; • Los cambios en el concepto tradicional de familia con sus problemas éticos y

humanos; • La precariedad de la profesionalidad y del trabajo; • El crecimiento del desempleo y la corrupción; • La superficialidad de la identidad juvenil; • El aumento de la inseguridad y la violencia; • Las estructuras económicas y políticas del entorno; • La economización y superficialidad de la educación.

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Si bien, el contexto puede parecer desalentador, sin duda sigue habiendo en la sociedad costumbres establecidas, marcos cognitivos sólidos y preferencias por valores estables y duraderos, aspectos enfatizados por las presencias salesianas. Cuestión que se logra por la articulación entre evangelización y educación, la pastoral salesiana es al mismo tiempo evangelizar y educar, binomio que ensalza el sentido del porqué donar la vida viendo a los jóvenes como protagonistas a los que hay que acompañar.

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5. IDENTIDAD El Modelo Educativo Salesiano busca promover y comprometer a toda la persona del educador y a la comunidad de la que forma parte, con un modo propio de pensamiento, de vida, de actividad y compromiso práctico, conforme al estilo propuesto por el Sistema Preventivo. Busca que la actividad educativa se abra de forma constante e inteligente al Evangelio de Cristo, para acompañar a los jóvenes en su crecimiento en la fe. En la familia salesiana consideramos nuestras Instituciones como:

• Un lugar privilegiado que ofrece la educación integral de la persona conforme a una visión humana y cristiana de la vida; siguiendo el estilo, el espíritu, el método y la experiencia educativa heredada de Don Bosco y Madre Mazzarello;

• Un espacio educativo abierto a todos, sobre todo a los más pobres y necesitados,

donde se educa a la convivencia y se promueve la paz; con personal eficiente y cualificado.

• Una Comunidad Educativo Pastoral con proyección social, en diálogo con la realidad; que ilumina el proyecto de vida de los jóvenes: educativa, moral y espiritualmente; donde se privilegian los procesos de personalización y crecimiento;

• Una comunidad de creyentes, inspirados en los valores del Evangelio y portadores del espíritu y la pedagogía de Don Bosco.

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6. MISIÓN Las presencias educativas y los colegios salesianos son ambientes formativos de alto nivel académico, que acompañan y forman a la niñez, adolescencia y juventud, con el método y la espiritualidad de San Juan Bosco y Santa María Mazzarello. Tenemos como misión la educación evangelizadora, integral, solidaria y de excelencia de las y los niños, adolescentes y jóvenes. Así como lograr la promoción humana, y espiritual de las personas, inspirados por el amor de Cristo, generando oportunidades para el desarrollo armónico, libre y original, especialmente de los más necesitados, promoviendo la convivencia y la unión familiar, con el fin de que lleguen a ser “buenos cristianos y honrados ciudadanos”; con el propósito de que descubran el proyecto de amor de Dios y se comprometan en la transformación de la sociedad. Buen cristiano hoy significa:

• Ser protagonistas y corresponsables en la construcción del Reino de Dios, que es preocupación y compromiso de unos a favor de otros, especialmente de los más pobres y excluidos socialmente;

• Optar por Cristo y el Evangelio; • Formar la conciencia moral y la capacidad de juicio y discernimiento ético desde los

valores del Evangelio; • Vivir una entrega sencilla y confiada a la Virgen María y reconocerla como madre de

Dios y nuestra; • Ser miembro activo y constructor de la Iglesia.

Honrado ciudadano hoy significa:

• Promover la dignidad de la persona, sus derechos y deberes; • Educar al amor, a la integración y convivencia familiar; • Formar a la solidaridad; • Promover la justicia, la paz y el bien común; • Respetar la creación; • Enriquecer la cultura.

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7. VISIÓN 2020 Hacia el 2020, las presencias salesianas de las cuatro Provincias e Inspectorías de México, serán reconocidas como centros formativos que ofrecen una propuesta educativo-pastoral integral que favorece:

• La experiencia de vida de los valores humanos y cristianos; • El desarrollo espiritual, humano y profesional; • La educación en el respeto a la persona y el entorno como valor fundamental; • La promoción de ambientes educativos de calidad, amables, alegres y creativos; • La formación de líderes positivos, críticos y éticos; • La identidad, pedagogía y espiritualidad salesiana.

Para alcanzar esta visión se requieren las siguientes condiciones básicas:

• La consolidación de una red de colegios con un modelo educativo común; • Una gestión administrativa y organizacional eficiente, con crecimiento sólido y

sustentable; • La evaluación continua de las instituciones; • La estructuración y desarrollo de proyectos de evangelización y educación para todos

los miembros de la comunidad educativa; • La formación continua de todos los educadores.

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8. VALORES La educación salesiana opta por los siguientes valores:

• Apertura y amor a Dios fuente de una humanización alegre y confiada que se comparte desde la amistad y otorga sentido a la vida;

• Verdad que conlleva a la honestidad, el diálogo sincero y transparente; genera ambientes de libertad, familiaridad, confianza y armonía.

• Respeto por la creación y por la vida en todas sus manifestaciones, a uno mismo, a los demás, a la dignidad y derechos de la persona;

• Solidaridad como medio para desarrollar una cultura de la paz, la equidad y el compromiso social;

• Responsabilidad para asumir su ser, identidad, compromiso y cumplimiento corresponsable de los deberes;

• Alegría que favorece el optimismo, la amabilidad, la esperanza y la visión positiva de la vida.

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9. EL SISTEMA PREVENTIVO La misión y el proyecto de vida salesiano se expresa en una praxis que se concreta en el Sistema Preventivo, en él se sintetiza la aportación original de la acción educativo-pastoral entre los jóvenes; y nosotros, en continuidad con las intuiciones educativas de Don Bosco, reconocemos que «este sistema se basa plenamente en la razón, en la religión y en el amor». Llevado a la práctica debe traducirse en varias cualidades pedagógicas, que se plasman en una actitud: la caridad pastoral. La caridad pastoral salesiana, encuentra en el concepto caridad pedagógica una expresión más precisa y que la define mejor. Genera un ambiente que demuestra pasión educativa, discreción, sentido común, equilibrio, afecto y respeto al educando. Busca el crecimiento espiritual de los jóvenes, su salvación, su bien integral. En esta dinámica y propuesta educativa, se trata de hacer de los jóvenes protagonistas de la evangelización. El Sistema Preventivo compromete al educador y a la comunidad de la que forma parte. El compromiso del educar salesiano es, al mismo tiempo, pedagógico y espiritual, polos en esencia indivisibles pues separarlos es romper con la misión misma. Bajo esta lógica, el Sistema Preventivo es el método para la acción educativa, como tal, sistematiza una racionalidad que abona al binomio exigencia-flexibilidad (razón), una religiosidad que provoca el deseo y el anhelo por Dios (religión) y la comunión con y por los otros (amor). De tal manera que la acción educativa se traduce como “prevención”, “acogida” y “comprensión” en el proceso de encontrarse a sí mismo. A) La fuerza liberadora del amor educativo Entendida como:

• Un amor humano auténtico que genera correspondencia de relaciones cordiales; • Familiaridad, cercanía, cordialidad y afecto profundo entre las personas; • Atención al encuentro gratuito con la persona para ayudarla en su crecimiento integral; • Deseo de compartir la vida y de acompañar prudentemente; • Ambiente de participación y de relaciones amistosas, en clima de familiaridad y

franqueza, de optimismo y alegría; • Sano equilibrio entre autoridad y amor, entre cercanía y exigencia, entre afecto y

responsabilidad; • Capacidad de traducir en signos concretos el amor educativo.

B) Diversas formas de la racionalidad en las propuestas Entendidas como:

• La racionalidad en las exigencias y de las normas; • La flexibilidad y el sentido común de las propuestas; • La actuación razonable de los educadores y el cuidado de los espacios de

comprensión;

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• La educación para una crítica constructiva de la realidad, desde la espontaneidad y naturalidad;

• La comprensión de la situación de cada persona y la llamada a la convicción personal; • La conciencia progresiva de las propias limitaciones y cualidades; • La capacidad para descubrir los aspectos positivos de la persona y de la cultura

actual. C) El amor pedagógico se basa en la fe Que se expresa como:

• Símbolo del amor de Dios a los jóvenes; • La actitud cordial para llamar a los jóvenes a buscar el Reino de Dios; • El compromiso de enseñar a amar a Dios y al prójimo; • El crecimiento en la amabilidad, la bondad, la paciencia y el perdón a la manera de

Jesús; • Un llamado a la apertura de la persona a Dios; • La alegría de ser hijo de Dios; • Una visión cristiana que contempla los signos de los tiempos; • La relación personal y de amistad abierta con Cristo que no permite el pesimismo; • La presencia que educa en la trascendencia, en el sentido de la muerte y de la vida; • Una alegría que permite valorar y percibir lo cotidiano de manera positiva; • Una actitud de fraternidad con los demás; • La propuesta de un camino alegre y sencillo a la santidad; • La valoración de la presencia de María Auxiliadora en la Iglesia.

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10. ESTILO EDUCATIVO SALESIANO Nuestro estilo educativo está inspirado en la figura del Buen Pastor, que marca cualitativamente toda la acción educativo-pastoral. Este estilo está regido por un conjunto de inspiraciones pedagógicas y espirituales formando una rica síntesis vital y práctica, que se concreta en la Comunidad Educativo Pastoral, espacio donde muchas personas y grupos convergen para promover el crecimiento integral de los jóvenes. a) La caridad pastoral Toda obra salesiana debe tener como marco de referencia y como medida de autenticidad la actuación del proyecto pastoral-espiritual-pedagógico del Sistema Preventivo, que tiene como principio inspirador la caridad pastoral, vinculada a una triple realidad dinámica:

• Un “impulso pastoral”, es decir, un proyecto educativo de promoción integral, que pone de manifiesto la riqueza humanística y religiosa del Sistema Preventivo, en el dinamismo de la centralidad de la triple faceta: la racional, la religiosa y la afectiva;

• Una espiritualidad para una propuesta original de vida cristiana en la Espiritualidad Juvenil Salesiana;

• Un método pedagógico práctico, inspirado en el “criterio oratoriano”, que guía las modalidades concretas de opciones e intervenciones operativas que se proponen.

b) El criterio oratoriano El estilo educativo salesiano es la encarnación más característica y expresiva del Sistema Preventivo, es vivir el método pedagógico y la espiritualidad de Don Bosco, como se hacía en Valdocco. Esto significa volver a los orígenes, volver al corazón oratoriano que es la expresión viva del Sistema Preventivo y el criterio de actuación, discernimiento y renovación de todas las obras y actividades, para dar una respuesta adecuada a los desafíos de hoy, donde se tiene especial atención por los más pobres. El estilo educativo salesiano con criterio oratoriano se caracteriza principalmente por ser: - Una “casa que acoge”, donde se vive un ambiente de confianza, comprensión y familiaridad; se posibilita el crecimiento del diálogo y la apropiación de valores; se vive la asistencia salesiana que anima las iniciativas de los jóvenes a través de actitudes de empatía, presencia fraterna y relaciones de amistad; Se brinda a los destinatarios las condiciones para su crecimiento y maduración personal, por medio de la pedagogía del acompañamiento como un camino de encuentro vivo y comunitario con Cristo. - Una parroquia que evangeliza, donde se tiene la convicción de que cada joven lleva escrito en el propio corazón el deseo de Dios, se hace una celebración gozosa de la fe vivida en lo cotidiano con espontaneidad y se proponen itinerarios de educación a la fe para ayudar a los jóvenes a descubrir su propia vocación. - Una “escuela que prepara para la vida”, donde se ofrecen los recursos necesarios y un ambiente educativo propicio para que los niños y jóvenes desarrollen sus capacidades y actitudes esenciales para vivir en sociedad.

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- Un “patio para encontrarse entre amigos y vivir alegres” donde se vive un ambiente de fiesta y alegría, asimismo es una llamada a salir de las estructuras y tener un encuentro con los jóvenes en los nuevos patios: las redes sociales, los encuentros virtuales, los medios de comunicación, los nuevos lenguajes, para hacer una propuesta educativa y evangelizadora.

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11. DIMENSIONES O PROSPECTIVAS DE NUESTRA PROPUESTA EDUCATIVA Nuestra acción educativo pastoral es un proceso comunitario y dinámico que genera una confluencia operativa en torno a criterios, objetivos y líneas de acción comunes; se concretiza en el Proyecto Educativo Pastoral Salesiano que articula armónicamente cuatro aspectos esenciales, mutuamente relacionados y complementarios, que llamamos “dimensiones” o “prospectivas”. 1 Cada dimensión o prospectiva desarrolla aspectos fundamentales que se integran en el dinamismo unitario del crecimiento de la persona: su realidad de ser humano, su vocación de ser hijo de Dios, su capacidad de responder a un proyecto de vida y su compromiso por la transformación social. a) Educación a la fe Opciones significativas de esta dimensión:

• El desarrollo de la dimensión religiosa de la persona; • La creación de las condiciones para el encuentro con Dios; • Suscitar, acompañar y profundizar la experiencia de fe como opción y adhesión

personal a Jesús en la propia vida; • El desarrollo de un itinerario sistemático de educación en la fe; • La profundización y celebración de la propia fe; • La participación consciente y activa en la liturgia, particularmente en los sacramentos

de la Reconciliación y la Eucaristía; • La búsqueda del sentido de la existencia humana; • La creación de ambientes adecuados que favorezcan el encuentro con Dios a través

de caminos de interiorización; • La actitud de apertura, respeto y diálogo con las diversas religiones; • La preparación a experiencias graduales de servicio y compromiso apostólico.

b) Educativo-cultural Opciones significativas de esta dimensión:

• La maduración de una personalidad fuerte y unitaria; • El desarrollo físico e intelectual; • La formación de la consciencia moral y discernimiento ético; • La adquisición de un rico patrimonio de valores conforme al Evangelio; • La búsqueda del sentido último y total de la existencia; • El desarrollo del mundo afectivo y emotivo; • La promoción de una cultura inspirada en el humanismo cristiano; • La inserción en el contexto social; • La educación a la mediación tecnológica, a la expresión y al arte;

                                                                                                                         1  Los  salesianos  hablan  de  “dimensiones”  mientras  que  las  Hijas  de  María  Auxiliadora  utilizan  el  término  “prospectivas”;  en  ambos   casos   las   diversas   divisiones   permiten   tener   presente   la   complejidad   y   totalidad   de   la   realidad   humana,   ya   que  están   estrechamente   ligadas   entre   sí,   para   favorecer   la   maduración   integral   de   la   persona.   Los   nombre   de   las   cuatro  prospectivas  de  las  salesianas  son:  a)  La  prospectiva  cultural,  b)  La  prospectiva  evangelizadora,  c)  La  prospectiva  social  y  d)  La  prospectiva  comunicativa.  

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• La apertura a la comunicación interpersonal y social; • La educación a la ciudadanía activa; • La conciencia cósmico-ecológica; • La promoción humana y la competencia profesional; • La reflexión sobre la propia fe. c) Experiencia asociativa Opciones significativas de esta dimensión:

• El desarrollo de la capacidad de percibir el valor del otro y de la comunidad; • La valoración y respeto de las tradiciones y los símbolos culturales; • El reconocimiento de la familia como lugar privilegiado de relación interpersonal; • El desarrollo del sentido de pertenencia, conciencia de grupo y de trabajo en equipo; • El impulso del liderazgo individual y comunitario; • La educación con el corazón y el estilo de la animación; • La formación y acompañamiento de los animadores; • La opción por el grupo como ambiente privilegiado de desarrollo de la propuesta

asociativa; • La creación de un ambiente de familia donde se viva la cercanía, las relaciones

personales, el afecto demostrado y el clima de alegría compartido; • La maduración de la capacidad de participar e intervenir activamente en el propio

ambiente; • La educación a la amistad y al compañerismo; • La articulación y fortalecimiento de redes con otras instituciones; • La formación a la inserción y compromiso social, político y eclesial; • El ejercicio a la pluralidad, multiculturalidad e interculturalidad.

d) Vocacional Opciones significativas de esta dimensión:

• La educación a la interioridad para desarrollar la capacidad de apertura al misterio de la vida que dispone al encuentro con Dios;

• El acompañamiento a cada persona en la búsqueda de su propia vocación; • La construcción de la identidad personal; • La formulación del proyecto personal de vida; • El establecimiento de comunidades donde sea visible y creíble la experiencia de fe; • La propuesta clara y explícita de las diversas vocaciones en la sociedad y en la

Iglesia; • La atención especial a quienes se sienten llamados a la vida sacerdotal, religiosa y

laical comprometida; • El acompañamiento en los procesos de discernimiento vocacional y profesional; • La valoración del trabajo como fuente de realización personal; • La educación al amor como aspecto decisivo de la existencia y elemento fundamental

de la tradición educativa salesiana.

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El contexto cultural, las actuales formas de vida, la comunicación social, el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, han hecho del mundo una “aldea global”, fenómeno que compromete a las presencias salesianas a trabajar en la cultura de la comunicación educativa, asumiéndola como una práctica trasversal a las demás dimensiones o prospectivas, acción que permite crear ambientes propicios para la maduración y sana interacción de todos los miembros de la comunidad educativa. e) Comunicativa Opciones significativas de esta dimensión:

• La educación a la comunicación interpersonal: con uno mismo, con los demás y con Dios;

• La formación de interlocutores socialmente responsables, participativos, críticos y creativos;

• La utilización positiva de los medios de comunicación social y la nuevas tecnologías para ofrecer una aportación significativa y de calidad;

• Difundir los acontecimientos, iniciativas, actividades y experiencias a través de distintos medios de comunicación e información;

• La incorporación de las nuevas tecnologías a los espacios y ambientes educativos;

• La educación en el uso crítico de los medios de comunicación social; • La formación y el reconocimiento de las formas de expresión artísticas y

estéticas; • El cuidado de los espacios de protagonismo y de la expresión para redescubrir la

palabra y las modalidades para comunicar a los otros; • La atención por parte de la comunidad educativa para captar los cambios,

situaciones y las problemáticas de la cultura de hoy de forma que se actúe y se transforme el contexto en el que estamos insertos;

• Utilizar diferentes lenguajes comunicativos (oral, escrito, artístico, digital, gráfico) para fomentar la apropiación de la propuesta educativa salesiana.

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12. LA COMUNIDAD EDUCATIVO-PASTORAL (CEP) La Comunidad Educativo-Pastoral es la forma salesiana de animación de cada realidad educativa, en la cual todos: consagrados, laicos, jóvenes, adultos, padres de familia y educadores, son agentes activos, protagonistas de la evangelización. La CEP, más que una estructura o institución ya hecha, es un organismo vivo que existe en la medida en que crece y se desarrolla. Por eso, no se debe cuidar no sólo su organización, sino, sobre todo, fomentar su vida. Esta comunidad es sujeto y, al mismo tiempo, objeto y ámbito de la acción educativo-pastoral. Se define como:

• Comunidad: porque implica, en un clima de familia, a todos los miembros, donde el elemento de unidad es la armonización de valores vitales y evangélicos que configuran una identidad compartida y cordialmente querida;

• Educativa: porque ayuda en la promoción y maduración de las potencialidades de cada uno de sus miembros, especialmente de los jóvenes, en todos los aspectos: físico, cultural, profesional, social y trascendente;

• Pastoral: porque está abierta a la evangelización, acompaña hacia el encuentro con Cristo, en la construcción de la Iglesia y del Reino de Dios.

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13. ESTILO DE ANIMACIÓN EN LA COMUNIDAD EDUCATIVA PASTORAL (CEP) La CEP promoverá:

• Un acompañamiento a nivel de ambiente, comunitario, grupo y personas; • Un liderazgo motivador y facilitador; • Una cultura positiva del trabajo; • La alegría y el sentido de fiesta que favorece el optimismo y la visión positiva de la

vida; • El sentido de interdependencia y sinergia grupal; • Estructuras y estímulos de apoyo para conseguir sus objetivos; • Una metodología eficaz y compartida para el análisis y solución de problemas; • Actitudes de identificación, compromiso y convicción de las personas con el proyecto

de la obra. Este proceso de animación exige:

• Relaciones abiertas, fraternas y de respeto por las personas; • Formación continua y permanente de todos sus miembros a nivel: espiritual, cristiana,

salesiana y profesional; • Comunión de criterios e intereses y articulación en las intervenciones; • Confianza, apertura y comunicación; • Presencia activa; • Visión de conjunto y capacidad de relación; • Creatividad y trabajo en equipo; • Conocimiento y compromiso con el Proyecto Educativo Salesiano en todas sus

dimensiones.

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14. PERFIL DEL EDUCADOR El educador salesiano debe tener la conciencia de que es mediador, en continuo y paciente esfuerzo de adaptación y de reflexión, con la tarea de proyectar caminos de fe que tomen en cuenta los lenguajes y las condiciones de los jóvenes actuales. El Sistema Preventivo hoy, al igual que ayer, requiere de personas que se apropien de la tarea educativa como una opción de vida, que vean en la educación el centro de unificación de su vida personal y el punto inspirador y dinámico de sus acciones y tareas personales. El educador identificado con la propuesta educativa salesiana es una persona de fe, razón y afecto, con una orientación humanista cristiana. Para ejercer su vocación desarrolla competencias que le son distintivas:

• Es creativo, innovador, transformador; • Es congruente en el pensar, decir, actuar; • Forma en actitudes y valores; • Es comprometido con su misión y vocación educativa; • Está abierto al cambio con proyección positiva; • Es facilitador de aprendizajes significativos; • Es capaz de establecer relaciones interpersonales serenas y armónicas; • Ejerce su liderazgo en el manejo de procesos individuales y grupales; • Es capaz de trabajar en equipo; • Posee habilidades comunicativas y educativas; • Está en actitud de mejora continua para ofrecer un servicio cualificado; • Es corresponsable en la labor educativa; • Es activo y dispuesto a aprender.

La persona que actúa con el corazón del educador salesiano, se conduce como un educador-pastor, con una rica y profunda interioridad apostólica, descubriendo la presencia de Dios en su vida e impulsando a otros a descubrirlo. Es una persona de escucha atenta y solícita. Tiene una presencia activa, propositiva y liberadora entre los jóvenes. Les acompaña y anima en su crecimiento con afectuosa y madura paternidad-maternidad, a través de formas delicadas y respetuosas. Es aquel que se compromete con la institución y con los jóvenes bajo el cumplimiento de las diversas políticas y códigos de éticas establecidos por la institución, con la finalidad de enmarcar su actuar y proceder desde el espíritu del carisma salesiano.

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15. LA PERSONA FORMADA CON EL MODELO EDUCATIVO SALESIANO La persona formada bajo el Modelo Educativo Salesiano es aquella que se reconoce partícipe de una espiritualidad nacida para los jóvenes y se caracteriza por: El sentido de Dios y de la trascendencia:

• Tiene sentido de Dios y de trascendencia; • Centra su vida en Jesús y los principios del evangelio; • Descubre su sentido de vida en la verdad y en diálogo con Dios; • Madura su pertenencia a la Iglesia.

La aceptación de su crecimiento personal:

• Descubre y desarrolla su propio proyecto de vida; • Afronta situaciones nuevas y asimila los valores esenciales; • Desempeña su trabajo con responsabilidad, honestidad y competencia profesional; • Valora la vida y la vive con alegría y optimismo; • Conoce y cuida su cuerpo y su salud; • Desarrolla el gusto por la investigación y las destrezas para el uso adecuado de la

tecnología; • Expresa sus sentimientos y pensamientos respetuosa, espontánea y

congruentemente; • Desarrolla su capacidad de sentido crítico y creativo.

El compromiso explícito por los demás:

• Respeta la dignidad de las personas, sus derechos, la naturaleza; • Utiliza de manera responsable las nuevas tecnologías, de tal manera que genera

relación de tolerancia el respeto por los demás; • Adquiere un compromiso social y de solidaridad con los demás; • Participa y enriquece el ambiente de familia; • Vive con generosidad en su familia y se prepara para formar la propia en base a una

entrega recíproca. La corresponsabilidad con el entorno:

• Favorece la cultura y desarrolla una actitud de formación continua; • Ejerce un liderazgo de animación y construcción de comunidad; • Buscar y analiza alternativas para solucionar problemas sociales; • Asume una actitud responsable hacia el medio ambiente y entorno social; • Favorece la justicia, la paz y el bien común.

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16. VINCULACIÓN ENTRE AGENTES INSTITUCIONALES Los centros educativos salesianos pretenden desarrollar un proyecto global de educación y evangelización para los jóvenes. Con el fin de garantizar su dignidad y futuro, todos aquellos que están implicados en el hecho educativo han de esforzarse por el crecimiento integral de los jóvenes relacionados al centro. En este sentido la CEP es el sujeto de la responsabilidad educativa y del ambiente educativo. La CEP está conformada por: Los educadores: crean con los jóvenes una familia, donde los intereses y las experiencias son el fundamento de todo arco formativo. Son aquellos que están disponibles para estar con los jóvenes. Los educadores son el personal docente, salesianas, salesianos y laicos, insertos en la tarea educativa pastoral. Los educandos: son parte de la CEP haciendo la petición de ser educados bajo un Modelo Educativo y responden a su petición participando de su formación. Los padres de familia: responsables directos del crecimiento de los hijos, a ellos les compete el dialogar con los miembros de la CEP sobre la vida de la obra y sobre el proceso de crecimiento de los educandos; participan en las reflexiones sobre las necesidades formativas de los alumnos y en la realización de propuestas educativas. El sistema que se genera a partir de las relaciones entre los actores, es el lugar donde el Modelo cobra un dinamismo que enriquece a toda la Comunidad Educativo Pastoral. La estructura de participación y de responsabilidad, crea las condiciones ideales para una unión, participación y colaboración entre los diversos componentes de la CEP. La intención es poner en práctica el Modelo Educativo Salesiano. En primer lugar está el Consejo de la CEP, según las disposiciones de cada Inspectoría, es el órgano que orienta y anima toda la actuación salesiana. En segundo lugar, la Asamblea de educadores quienes vigilan la coherencia de las orientaciones educativas y didáctico-formativas con el Modelo Educativo Salesiano. Finalmente el Equipo de pastoral, dirigido por un coordinador, quienes animan la actividad evangelizadora cuidando su profunda integración al proceso pedagógico. Toda la CEP deberá:

a. Animar, orientar y coordinar al estilo oratoriano, haciendo de la institución una casa para los jóvenes.

b. Provocar que las relaciones educativas se fundamenten en la confianza, el diálogo y la asistencia.

c. Asumir la responsabilidad de participar en la vida de los jóvenes desde sus intereses. d. Preparar y motivar una ciudadanía activa en la vida familiar, en la sociedad civil y en la

comunidad eclesial.

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ANEXO 1 - ESTRATEGIA DE DIFUSIÓN Y EJECUCIÓN Garantizar la transmisión, valoración y difusión del Modelo Educativo Salesiano entre todos los agentes de la CEP es tarea importante y necesaria. Para su difusión se pretende:

1. Editar e imprimir la cantidad suficiente de ejemplares para todo educador salesiano.

2. Digitalizar el Modelo para ser descargable desde las plataformas inspectoriales e institucionales.

3. Formalizar un taller en línea para darlo a conocer, además de avalar o certificar la participación de los miembros de la CEP.

4. Incorporar el estudio del Modelo a los cursos o reuniones de inducción de padres de familia y de nuevos formadores.

5. Socializar el Modelo para todos los educandos bajo las estrategias pedagógicas acordes a su edad.

Para lograr un conocimiento eficaz del Modelo, el Consejo de la CEP delegará a un departamento, equipo o grupo de maestros asignado, la responsabilidad de supervisar el proceso de difusión.

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ANEXO 2 - EVALUACIÓN La presente propuesta de evaluación del Modelo Educativo Salesiano tiene cuatro apartados con el fin de orientar el proceso: I. Responsables: La coordinación general de la evaluación del Modelo Educativo Salesiano quedará a cargo del Equipo Nacional de Educación Salesiana, ENES, y la persona o equipo que ellos determinen para su planeación y realización. a) A nivel de cada Inspectoría:

• El Inspector y la Provincial y sus consejos. • El equipo que éstos designen.

b) A nivel de cada Comunidad Educativo Pastoral:

• El director-la directora de cada institución. • El departamento psicopedagógico. • La persona o equipo que se designe.

II. Momentos: A nivel del equipo de ENES: El equipo que determine ENES deberá elaborar el proyecto de evaluación del Modelo Educativo Salesiano durante el primer año a partir de la difusión. Con el fin de dar seguimiento y revisar cómo se va dando el proceso en cada Inspectoría. Se recomienda determinar dos momentos a lo largo del sexenio de vigencia del Modelo para aplicar los instrumentos, recabar evidencias y realizar las estrategias de evaluación que se determinen. A nivel de cada Inspectoría realizar un monitoreo al inicio y al final de cada ciclo escolar, en cada Comunidad Educativo-Pastoral. A nivel de cada Comunidad Educativo Pastoral, al inicio y a la mitad de cada ciclo educativo, donde se recabe evidencia y se documente la experiencia. III. Evidencias: A nivel de ENES:

• Proyecto de evaluación general para aplicar por Inspectorías. • Instrumentos a utilizar. • Resultados de la evaluación.

A nivel de cada Inspectoría y Comunidad educativa:

• Bitácora de trabajo del departamento psicopedagógico, en caso de existir éste, o equipo encargado de coordinar los cursos de inducción.

• Materiales elaborados para dichos cursos.

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• Memoria gráfica. • Listas de asistencia a los diferentes cursos de inducción. • Los diferentes documentos del colegio (PEPSAL, proyectos y propuestas de trabajo

de los colegios), etc. • U otro que se considere.

IV. Propuesta para elaborar el proyecto de evaluación. A continuación se presenta un esquema para elaborar el proyecto de evaluación del Modelo Educativo Salesiano: 1. Presentación. Se deben señalar las características principales del proyecto. 2. Objeto de Evaluación del Modelo Educativo Salesiano. Descripción de los objetivos, metas, alcances y las preguntas guía que orientarán la evaluación. 3. Lineamientos conceptuales de la evaluación del Modelo Educativo Salesiano. Explicitar brevemente los lineamientos conceptuales que se han adoptado para efectuar la evaluación del Modelo Educativo Salesiano.

4. Metodología. Describir las áreas que abarcará la evaluación: tanto el documento impreso, como el impacto que ha tenido en los diferentes miembros que integran la CEP de los colegios salesianos. También se debe explicitar las características población y la muestra a evaluar. 5. Descripción de los instrumentos utilizados. Definir los instrumentos y las estrategias de evaluación que serán utilizadas. 6. Proceso para aplicación de encuestas. Detallar la forma en que se aplicarán las encuestas o evaluaciones, ya sea por internet, entrevista o impresas. 7. Revisión y análisis de resultados. Explicar el procedimiento que se seguirá para realizar el proceso de revisión, análisis de datos y elaboración de conclusiones. 9. Elaboración de informe de resultados. El informe se estructura con todos los apartados anteriores, éste integra toda la información recabada; debe contener las conclusiones y las propuestas de mejora. 10. Calendarización del proyecto de evaluación. Se diseña para iniciar el proceso de evaluación, señalar los tiempos y responsables.

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Bibliografía ÁMBITOS COMUNICACIÓN SOCIAL Y PASTORAL JUVENIL FMA, Educomunicación, paso a paso en la nueva cultura, el Gong 4, Instituto FMA, Roma, 2008. ÁMBITO PARA LA COMUNICACIÓN SOCIAL Y COMISIÓN INTERNACIONAL DE COMUNICACIÓN, En la cultura de la comunicación. Un mapa para orientarnos, el Gong 5, Instituto FMA, Roma, 2012. DICASTERIO PARA LA COMUNICACIÓN SOCIAL, Sistema Salesiano de Comunicación Social. Líneas orientadoras para la Congregación Salesiana, Editora SDB, Roma, 2004. Escuela Salesiana América, III Encuentro Escuela Salesiana América, s. e., Brasilia, 2008. JUAN PABLO II, Carta “Juvenum Patris”. A los educadores cristianos en el Centenario de la muerte de Don Bosco, Ediciones Don Bosco, México, 1988. CANALS PUJOL, Juan y MARTÍNEZ AZCONA, Antonio, San Juan Bosco, obras fundamentales, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1978. DICASTERIO PARA LA PASTORAL JUVENIL SALESIANA, La Pastoral Juvenil Salesiana. Cuadro de Referencia, Editorial SDB, Roma, 2014. INSTITUTO HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Para que tengan vida y vida en abundancia. Líneas Orientadoras de la Misión Educativa de las FMA, CCS, Madrid, 2006. SALESIANOS DE DON BOSCO, Constituciones y reglamentos generales, CCS, Madrid, 1985. CASTELLANOS HURTADO Francisco, Los Salesianos en México, Documentos para la historia, tomo I, Ediciones Don Bosco, México, 2000. SALESIANOS E HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Propuesta Educativa de las Escuelas Salesianas, CCS, Madrid, 2001. SALESIANOS E HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA, Propuesta Salesiana en Marginación, CCS, Madrid, 2001.   EQUIPO NACIONAL SALESIANO DE PASTORAL ASOCIATIVA, Carta de Identidad Movimiento Juvenil Salesiano México, s. e., México, 2012. CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO, Educar para una nueva sociedad. Reflexiones y orientaciones sobre la educación en México, CEM, México, 2012. CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO, Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna, CEM, México, 2010.

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CARTA DE IDENTIDAD DE LA FAMILIA SALESIANA