Número 106
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AÑO 19, NÚMERO 106ENERO-FEBRERO 2015$35.00 1665-2630• ISSN
Geopolítica, ocupación del paísy terrorismo de Estado
EDITORIAL
POLÍTICA y sociedad
Crisis estructural imparable:corrupción, común denominador
1
Geopolítica, ocupación del paísy terrorismo de EstadoMAGDIEL SÁNCHEZ Q. E IVÁN MARTÍNEZ Z.
2
El miedo como estrategiade control en el capitalismoFEDERICO JOSÉ SARACHO LÓPEZ
16
“Si un alumno duele,imagínese tantas bancas vacías”.Entrevista a un profesor de AyotzinapaLUZ DEL CARMEN PRIETO Y DIANA SADY COLÍN
12
ECONOMÍA y desarrollo
25 El evangelio según el pensamientoeconómico norteamericano(Segunda Parte)MANUEL LÓPEZ DE LA PARRA
IDEAS, letras y cultura
41 Apuntes sobre bibliotecologíay cambio socialJOED AMÍLCAR PEÑA ALCOCER
46 Lombardo y su papelen la vida universitariaGUILLERMO FABELA QUIÑONES
55 Lombardo y la Escuela NacionalPreparatoria
NÚMERO 106
ENERO-FEBRERO 2015
www.uom.mx
39 ¿Salvará la centro-izquierdachavista Venezuela?HEINZ DIETERICH
REALIDAD internacional
OLIVER SANTÍN PEÑA Y JOHN KIRK
32 La política conservadora del primerministro canadiense Stephen Harperhacia América Latina (Primera Parte)
PORTADA
Leopoldo Méndez,
(1944), grabado en linóleo.
Mercado Negro
Editorial
Directorio
revista de análisis y debate de la clase trabajadora
Crisis estructural imparable:corrupción, común denominador
Director Fundador
Vicente Lombardo Toledano†
Directora 1968-1997
Adriana Lombardo†
Universidad Obrera de México“Vicente Lombardo Toledano”
Director
Guillermo Lezama
Secretario General
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Editor Responsable
Emiliano Silva Prudkovsky
Director Editorial
José Guillermo Favela Quiñones
Consejo Editorial
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Jorge Fuentes Morúa†
José María MartinelliJosé PantojaJuan Ambóu†
Manuel López de la ParraRaúl Álvarez Garín†
Redacción
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Diseño
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Distribución
Patricia Barrera García
Impresión
Taller “David Alfaro Siqueiros”
Fotografía
Colectivo UOMVLT
es una revista bimestraleditada por la Universidad Obrera deMéxico “Vicente Lombardo Toledano”,A.C., San Ildefonso 72, Centro Histórico,C.P. 06020, México, D.F. 5702-4087,5702-4387, 5702-4207, 5702-5443.
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Se autoriza la reproducción total oparcial, citando la fuente. El contenidode los textos es responsabilidad de losautores.
Es un hecho incuestionable que México atraviesa por una crisis estruc-
tural inédita, debido a la polarización que se ha extendido en el país.
La violencia no cesa, por fortuna sólo focalizada en ciertos estados de
la República. Con todo, la situación es preocupante porque parece no
tener fin.
En este marco, el desaliento de los ciudadanos de a pie crece, a la
par de un agudizamiento de los problemas económicos. El peso sigue
en caída libre y el día 10 de febrero amaneció a 15.28 por dólar. Las
presiones inflacionarias no cesan y no se vislumbran soluciones en el
corto plazo. Por otro lado, tampoco cede el descontento porque sigue
sin ser aclarada la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
A esta realidad alucinante vino a sumarse la primera semana de fe-
brero la información proporcionada por el diario The New York Times,
cuyo principal accionista es el magnate Carlos Slim, sobre el saqueo al
erario por parte de políticos, funcionarios públicos y “gestores”, con
base en una investigación periodística en Suiza, cuyo hilo conductor
fue el banco HSBC. Así se hizo público que personajes como el ex go-
bernador de Oaxaca, José Murat Casab, posee seis propiedades millo-
narias en territorio estadounidense. En las pesquisas surgieron en los
medios los nombres de Luis Téllez, Jaime Camil Garza, Alfredo Elías
Ayub, Carlos Hank Rhon y Eugenio Ebrard Casaubón, con cuentas
millonarias en bancos suizos.
Así se confirma que la corrupción es el principal lastre que obs-
taculiza un progreso elemental del país, flagelo que se magnificó a
partir de que se impuso en México el modelo neoliberal. Lo más preo-
cupante es que no hay visos de que se pueda corregir, en tanto no se
cambien de raíz las condiciones estructurales que lo sustentan.
Es obvio que se están creando situaciones muy riesgosas, un caldo
de cultivo de mayor descontento social que puede generar una inesta-
bilidad difícil de controlar. Lo paradójico es que, aun así, el pueblo no
muestra signos de querer sumarse a protestas organizadas, sino que si-
gue confiando en que las cosas puedan cambiar por sí solas. Sin em-
bargo, la oligarquía en el poder tampoco tiene una mínima voluntad de
hacer su parte para evitar un colapso mayor en el corto plazo.
La élite oligárquica continúa sacando su dinero para invertirlo o
guardarlo en el extranjero, mientras exige al gobierno federal más be-
neficios para “invertir” aquí. Más triste aún es que personajes cercanos
a la alta burocracia o miembros de la misma, sólo piensen en acumular
bienes y riquezas, en demérito de la responsabilidad asumida. �
enero-febrero 2015 | trabajadores | 1
MAGDIEL SÁNCHEZ QUIROZ*/ IVÁN MARTÍNEZ ZAZUETA**
Primera parteEl rompecabezas
Geopolítica, ocupación del paísy terrorismo de Estado
2 | trabajadores | enero-febrero 2015
En los sucesos sangrientos ocurridos en Ayot-
zinapa y Tlatlaya se sintetiza la violencia sis-
temática hacia la población, la impunidad genera-
lizada y el acumulado de agravios a los derechos
de los pueblos. Pero de un modo más profundo, la
dimensión de la ocupación neocolonial de México
y los rasgos más crudos de un estado de excepción
permanente como único modo para sostenerla.
Con este material queremos contribuir a la re-
flexión del momento tan complejo que vivimos.
Partimos de dar algunos elementos geopolíticos
sobre el estado de Guerrero y su expresión en el
mapa. Luego ahondaremos sobre algunos elemen-
tos sobre la crisis que vivimos a nivel nacional y su
relación con las pugnas geopolíticas internaciona-
les, en especial las de Estados Unidos. Luego plan-
teamos algunas consideraciones sobre las protes-
tas sociales y, finalmente, profundizamos sobre
las posibles salidas desde los pueblos a esta crisis.
I. Geopolítica de Guerrero
A pesar de su bajo aporte al Producto Interno
Bruto (PIB) nacional –1.43% en 2013– y de ser
uno de los tres estados más pobres del país, Gue-
rrero tiene un peso geopolítico muy importante.
Es un estado de gran relevancia en cuanto a su bio-
diversidad, tan sólo después de Chiapas, Oaxaca y
Veracruz. La mayor parte de su riqueza biológica
se concentra en la región de La Montaña. La enti-
dad cuenta también con importantes recursos
hídricos, como el Río Balsas, que corre a lo largo
de la frontera con Michoacán. Este río es uno de
los más grandes del país, siendo alimentado por
las aguas de diferentes estados. Gracias a él exis-
te la hidroeléctrica Infiernillo, en los límites de
Guerrero y Michoacán, que es la segunda presa
generadora de electricidad en el país (el agua es
fundamental en la minería –en Guerrero– y la me-
talurgia –en Michoacán– para la extracción y pro-
cesamiento de metales).
El puerto de Acapulco es uno de los más im-
portantes de toda la costa del Pacífico americano.
En cuanto a población se refiere, no hay otro
puerto en México de su tamaño. Acapulco es ade-
más un importante centro turístico, dada la cerca-
nía y vías rápidas de comunicación con la Ciu-
dad de México. Desde Acapulco zarpan rumbo
a Sudamérica y Asia buques de carga de automó-
viles provenientes de las plantas de ensamblaje
ubicadas en Morelos (Nissan), Puebla (Volkswa-
gen), Guanajuato (General Motors) y el Estado
de México (Chrysler, Freigth Liner, Mercedes
Benz). Tal es el caso de Centro y Sudamérica,
principalmente para Nissan, y Japón, China, Sin-
gapur, Nueva Zelanda, Corea y Australia para
Volkswagen Daimler Chrysler.
* Investigador de la Universidad Obrera de México.** Investigador de la Unión de Científicos Comprometidos
con la Sociedad.
Este puerto es parte del corredor carretero
interoceánico Acapulco-Veracruz, que conecta a
la corona regional de ciudades del centro de Mé-
xico con los principales puertos del Pacífico y el
Atlántico, en cuanto a exportación de vehículos
automotores. Por la red carretera se enlaza con el
puerto de Lázaro Cárdenas al oeste, y al este con
Salina Cruz. Al norte con Morelos y la Ciudad de
México.
La entidad cuenta con un total de cinco puer-
tos; en cuatro de ellos la actividad preponderan-
te es la turística y en uno la pesquera. Los cinco se
clasifican como puertos de altura, es decir, atien-
den embarcaciones, personas y bienes de navega-
ción entre puertos o puntos nacionales e interna-
cionales. Adicionalmente, la entidad cuenta con
dos aeropuertos internacionales y siete aeródro-
mos.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadís-
tica y Geografía (INEGI) y la Secretaría de Econo-
mía (SE), durante 2012, Guerrero ocupó el 27°
lugar por el valor de sus exportaciones, las cua-
les alcanzaron un monto de 728 millones de
dólares (mdd), lo que representó el 0.2% a nivel
nacional. Destacó como principal actividad la mi-
nería no petrolera (minerales metálicos y no me-
tálicos, excepto petróleo y gas) con un valor en sus
exportaciones de 723.4 mdd, lo que representó el
99.4 por ciento.
Guerrero forma parte de la principal franja de
oro del país. Según el Sistema Integral de Admi-
nistración Minera de la SE, en Guerrero existen
705 concesiones mineras vigentes que amparan
una superficie de un millón 317 mil 452 hectá-
reas, equivalentes al 20.5% del total del territo-
rio del estado. Del universo de concesiones en la
entidad, 71% son de oro (505 concesiones), acu-
mulando una superficie de 944 mil 815 hectáreas.
Las empresas que más acaparan superficie
concesionada son Minera El Patrón, filial de la ca-
nadiense Osisko Gold Royalties Ltd.; Exploracio-
nes Mineras Parreña, filial de Industrias Peñoles;
enero-febrero 2015 | trabajadores | 3
Los sucesos sangrientos ocurridos en Tlataya y principalmente en Ayotzinapa han desencadenado protestas civiles,tanto nacionales como mundiales, pocas veces vistas en la historia reciente de México.
Minera Aurea, filial de la canadiense Aurea Minng
Inc.; Esperanza Silver de México, Minera Hochs-
child, entre otras.
Es uno de los estados marcados por las mayo-
res injusticias. Tiene una profunda tradición de
luchas y rebeliones populares, que se expresan
hoy en el valioso aporte de las policías y guardias
comunitarias, por ende, también es uno de los es-
tados en que más masacres se han cometido. Ahí
la violencia de la “guerra sucia” acumuló cientos
de desaparecidos, pueblos enteros exterminados
y miles de muertos.
En Guerrero existen mil 188 núcleos agrarios,
de los cuales mil 14 son ejidos y 174 son comuni-
dades. Tiene una presencia indígena muy fuerte,
en especial de mixtecos, amuzgos, tlapanecos y
nahuas. Con base en la profunda historia indígena,
se han desarrollado organizaciones comunitarias
muy fuertes que se han enfrentado a lo largo de
los años a uno de los sistemas caciquiles más vio-
lentos e impunes del país. Antes de Ayotzinapa,
los crímenes recientes contra grupos sociales que
se han documentado son la masacre de Aguas
Blancas, en 1995 (17 muertos), la matanza de El
Charco, en 1998 (11 muertos), y el asesinato de
dos estudiantes de Ayotzinapa el 12 de diciem-
bre de 2011 en Chilpancingo, Guerrero.
Se reporta la presencia de al menos ocho gru-
pos armados de carácter popular que se definen
como revolucionarios.1
Es uno de los estados con mayor presencia
de grupos paramilitares y de caciques. El domi-
nio de la entidad, hasta ahora, ha sido de la fami-
lia Figueroa, que en los últimos años se enfrentó
al gobierno de Ángel Aguirre Rivero y generó
situaciones de inestabilidad para golpearle políti-
camente. Se registran altos índices de violencia.
Acapulco lleva más de cinco años siendo conside-
rada una de las diez ciudades más violentas del
mundo. Guerrero tiene presencia del narcotrá-
fico porque es el principal productor de amapola
del país.
Es un “refugio” de ricos políticos mexicanos y
criminales, que se han apoderado de las zonas cos-
teras menos pobladas, expulsando a los habitan-
tes originarios, como la zona Diamante de Aca-
pulco, que avanzó con el desalojo de pueblos y con
el acaparamiento de tierras por Diego Fernández
de Cevallos, entre otros delincuentes
“de cuello blanco”.
Guerrero, en síntesis, es un es-
tado de suma importancia para los
intereses de los sectores dominantes
del país. Lo que acontece en la enti-
dad está marcado por los intereses
económicos que allí entran en juego
y con las posiciones sobre cómo en-
frentar la resistencia con que los sec-
tores populares de manera constante
tratan de frenarles. Eso hay que tener presente al
pensar el crimen de Iguala.
Sobre Iguala
Iguala es una de las ciudades más importantes de
Guerrero (a 178 kilómetros de Tlatlaya y a 250
de Ayotzinapa). Tiene un delegado permanente
de Gobernación, otro del Centro de Investigación
y Seguridad Nacional (CISEN), una delegación de
la Procuraduría General de la República (PGR), la
delegación de la Policía Federal y el Batallón de
Infantería número 27, que depende de la 35 Zona
Militar, con 600 efectivos, que son además inte-
grantes del Tercer Batallón (unidad de fuerzas es-
peciales a cargo, entre otras, de las tareas de inteli-
gencia). Huelga decir que este batallón se instaló
en los años setenta para combatir al Partido de los
Pobres y aniquilar a los pueblos rebeldes.
Es la tercera ciudad más poblada de Guerrero.
La urbe más cercana a la Ciudad de México, Mo-
relos y el Estado de México. Es el principal punto
de la región norte del estado, puerta de entrada a
la Tierra Caliente y conecta a ésta con la región
centro de esa misma entidad.
P o l í t i c a y s o c i e d a d
“[GUERRERO]
”
ES UNO DE LOS ESTADOS
MARCADOS POR LAS MAYORES INJUSTICIAS.
TIENE UNA TRADICIÓN DE LUCHAS Y
REBELIONES POPULARES […], POR ENDE,
TAMBIÉN ES UNO DE LOS ESTADOS DONDE MÁS
MASACRES SE HAN COMETIDO.
4 | trabajadores | enero-febrero 2015
A tan sólo una hora de Iguala, entre los pueblos
de Mezcala y Carrizalillo, se encuentra la mina de
oro más importante de Latinoamérica, de la que
pretenden extraer más de 60 millones de tonela-
das del metal áureo.2
En la región de Iguala se produce cerca del
98% de la amapola mexicana. Se siembra en Telo-
loapan, Coyuca, Arcelia, Pungarabato, Cuetzala,
Totolapa y se recolecta en Iguala.3
Iguala no sólo es la ciudad de un alcalde colu-
dido con el narco. No es una pequeña “ranchería”
que salió del control del Estado. Es una de las ciu-
dades más importantes de Guerrero y lo que ahí
acontece está determinado, en parte, por el con-
junto de actores políticos y militares que operan
en la zona para sostener la vida económica –legal e
ilegal– de esta importante región, no sólo para la
entidad, sino para el comercio mundial.
II. Crisis general y pugnas
geopolíticas en México
El suelo sobre el que acontecieron los crímenes de
Tlatlaya e Iguala es el de un país que atraviesa una
crisis general. El complejo sistema de dominación
que ha logrado imponer presidentes por la vía de
golpes de Estado “técnicos” atraviesa una crisis
de legalidad y de legitimidad, no sólo de sus acto-
res políticos sino del conjunto de formas y apara-
tos que sostienen el modelo imperante. Se trata
de una crisis del régimen en su conjunto y no sólo
del presidente. Sus márgenes para recuperarse
son limitados. No sólo por la torpeza guberna-
mental, sino por el desgaste de las instituciones,
las pugnas interoligárquicas en curso y las dificul-
tades para superar el estancamiento económico.
El regreso del PRI a la primera magistratura fue
una jugada mayor de los intereses geopolíticos do-
minantes sobre México. Se trató de un
avance en el control del país por Estados
Unidos y sus fuerzas aliadas, que vieron
como innegociable e impostergable avan-
zar en el desmantelamiento total del
cuerpo constitucional para consumar el
proyecto necesario para su sostenimiento
como bloque y así hacer frente a la expan-
sión del bloque China-Rusia.
De su parte, la oligarquía y los partidos
que operan para ella se plegaron al plan in-
jerencista, aunque con algunas fricciones. Su pri-
mera hoja de ruta fue el Pacto por México, lo
cumplieron como se les indicó.4 Se reformó pri-
mero la Ley Federal del Trabajo (aún durante el
gobierno de Calderón), luego se implementaron
las reformas educativa, fiscal, de telecomunica-
ciones, entre otras, para avanzar en la liquidación
de los restos que aún se sostenían del carácter so-
cial del Constituyente de 1917. Luego vino la re-
forma energética que terminó con los escasos can-
dados que le conferían un carácter nacional, no
sólo a los hidrocarburos sino al subsuelo y suelo
patrio, que resultó aún más entreguista con las le-
yes secundarias que le acompañaron y que vino
con una ley minera y modificaciones agrarias para
permitir la ocupación temporal de tierras. Otra
arista de la ocupación neocolonial –ligada a la re-
forma laboral– es la apuesta de alcanzar el Mexi-
can Moment por medio de la atracción de la inver-
sión extranjera directa para hacer del país un
paraíso maquilador con los niveles salariales más
bajos del mundo, aprovechando especialmente “la
oportunidad histórica” que les da el tener el má-
ximo histórico de población joven ofrecida como
“bono demográfico” en el mercado mundial.
Luego de que se aprobó la reforma energética,
algunos “editorialistas” llegaron a decir que con
esta reforma se terminaba el ciclo de privatizacio-
nes. Lamentablemente, mucha gente lo repitió y
lo creyó. La entrega del país no terminó, sino que
entró en una nueva fase, aún más agresiva y de la
que los sucesos violentos de los últimos meses son
apenas una muestra de lo que está por venir. Dice
John Saxe-Fernández –en ese mismo sentido–
que la ruta del terrorismo de Estado no es nueva,
pero desde Ayotzinapa dio un salto al abismo.5
enero-febrero 2015 | trabajadores | 5
“El suelo sobre el que acontecieron los crímenes de Tlatlaya eIguala es el de un país que atraviesa una crisis general.”
Además, hay que tener en cuenta que una vez
aprobadas las nuevas desnacionalizaciones, no
sólo se cedió la riqueza sino que se entregó un
poder inusual para que los actores externos (im-
perialistas) definan más que los internos el acon-
tecer del país y que seamos los que habitamos el
país y quienes tienen que atravesar el territorio
nacional como las y los migrantes centroamerica-
nos más vulnerables a ser víctimas de los intereses
y las pugnas de las grandes potencias.
A pesar de que consiguieron imponer el pa-
quete de privatizaciones más ambicioso desde
Zedillo, su legitimidad, al igual que la economía,
viene en picada. La caída de los precios del pe-
tróleo los ha metido en grandes aprietos. Inclu-
so las medidas para “sanar” la imagen del gobierno
tras Ayotzinapa no han funcionado, sus respuestas
a la crisis son irrisorias, su imagen día a día se des-
gasta más, mientras se muestra el lado rabioso de
un presidente a la defensiva. Las pugnas interoli-
gárquicas se asoman en el enfoque que los medios
le han dado a las protestas por el crimen de Ayot-
zinapa y por las filtraciones por medio de un sitio
web no especializado en noticias del caso Tlatlaya
(vice.com); por la “casa blanca” de la “primera
dama”; y por la “sospechosa” licitación en la cons-
trucción del tren del Bajío en la que sólo hubo
un postor y que, dadas las presiones, tuvo que ser
revocada.
La cancelación del desfile militar del 20 de
noviembre quizás se debió a una presión del Ejér-
cito para no arriesgarse a ser cuestionado por posi-
bles protestas. Las filtraciones sobre la presencia
de militares norteamericanos en operaciones de la
Marina también constituyen un enorme golpe de
legitimidad y ponen en cuestión la soberanía de la
cual se ufanan los militares. Los cambios en altos
mandos del Ejército que recién anunció Peña
Nieto dan pistas sobre las diferencias en ese sec-
tor, así como las críticas del general en retiro,
Jorge Carrillo Olea.6
Sin embargo, es importante resaltar que a pe-
sar de las pugnas, los oligarcas lograron –de co-
mún acuerdo– cancelar la posibilidad de consulta
y otros mecanismos políticos que se prometían
como progresos democráticos, y cerraron filas al
avanzar en su sueño de prohibir las protestas. Los
partidos de oposición contribuyen a simular una
democracia “impugnando” y “denunciando” el
autoritarismo, pero son parte de sus principales
ejecutores.
En medio de la crisis apuestan a profundizar la
violencia, y empiezan a hablar de sectores que se
oponen al bien de México, como dice el guión es-
crito en Washington sobre la creación de un “ene-
migo interno” para sostener su Estado terrorista
(“narcos”, “anarquistas”, “encapuchados”). Si-
guen en la vía de crear provocaciones-represión en
las protestas, como sucedió el 20 de noviembre y
el 1 de diciembre, al mismo tiempo que golpean
“sin ton ni son” a distintos actores. El escarmiento
parece una política generalizada porque en la fase
de represión es fundamental golpear indistinta-
mente, no focalizarla sobre un sólo grupo, hacerla
extensiva a toda la población para generar terror y
fomentar las salidas inmediatistas de grupos “radi-
cales”, para crear el consenso en la violencia de
Estado como única salida y abortar los procesos
sociales profundos (realmente radicales) que pue-
den convertirse en proyectos de poder antagóni-
cos al suyo.
Ayotzinapa destapó la cloaca. Es posible –así lo
han expuesto ya algunas posiciones– que el cri-
men de Iguala se haya cometido para ocultar el
otro crimen de Estado previo, el de Tlatlaya.7 Si
fue así, se les salió de control. El conflicto que sur-
gió en esos días en torno al Politécnico fue otra de
sus apuestas, aunque fallida: a la fecha el conflicto
del Politécnico se sostiene y el darle luz a esta lu-
cha para opacar la de Iguala les resultó contrapro-
ducente, la masividad de las protestas politécnicas
despertó la esperanza y confianza en la gente para
tomar las calles. Ahora no tienen cómo parar el
descontento. Le apuestan al desgaste, a las provo-
caciones y su consecuente violencia para imponer
el orden, pero sus márgenes de acción son suma-
mente delicados y de modo inédito crecen las po-
sibilidades de que sujetos populares y ciudadanos
puedan posicionarse para luego conducir un pro-
ceso de rebelión mayor que rompa con los acto-
res liberales que hasta ahora han conducido y neu-
tralizado la inconformidad ciudadana, y se avance
en construir un proyecto propio que eche abajo al
régimen.
P o l í t i c a y s o c i e d a d
6 | trabajadores | enero-febrero 2015
III. Ayotzinapa y Tlatlaya desde la óptica
de la ocupación. El enemigo interno,
el terrorismo de Estado y las pugnas
norteamericanas
A partir del 11 de septiembre de 2001, Estados
Unidos (EU) desató un nuevo esquema de seguri-
dad hemisférica; bajo éste, todo lo que ocurra
en México se atiende como un asunto de seguri-
dad del suelo patrio (Homeland Security). Nues-
tro país se considera la Contiguous Defense Zone.8
Desde entonces, a través de distintos mecanis-
mos, acuerdos y tratados, se entregó por com-
pletó la soberanía política del país entre estos
tratados está el ASPAN (2005), la Iniciativa Mé-
rida (2008) –que debe entenderse como la apli-
cación del Plan Colombia a la mexicana–, un
Memorándum de Cooperación para prevenir el
incremento de la violencia fronteriza, mejorar la
seguridad pública bilateral y fortalecer la coopera-
ción conjunta (2013), el Programa Frontera Sur,
entre otros.
Al incorporar a México en el perímetro de se-
guridad del suelo patrio se vulnera la soberanía y
la función de defensa nacional mexicana. La meta
central del Comando Norte de Estados Unidos es
(textual): “adiestrar las fuerzas armadas de Mé-
xico en áreas específicas, necesarias… para trans-
formar a los militares (mexicanos) de una fuerza
convencional diseñada para combatir amenazas
externas, a un ejército que tiene que enfrentar
una guerra irregular donde el enemigo vive entre
civiles (sic, figura del enemigo interno)”.9 De la
“ocupación pacífica” –con la que se operó por cer-
ca de 50 años de violencia contra la población–,10
se pasó a una ocupación directa, una nueva ofen-
siva imperial que amenaza con hacerse aún más
cruda con el pretexto de que vivimos un “Estado
fallido”. Altos mandos militares de EU declara-
ron ya que existe “la posibilidad de que en los
próximos 25 años, el Estado mexicano ‘se de-
rrumbe’”.11 Luego de que ellos mismos orquesta-
ron el desmantelamiento de la Constitución y han
P o l í t i c a y s o c i e d a d
LA CAÍDA DE LOS PRECIOS INTERNACIONALES DEL PETRÓLEO
HA METIDO EN PROBLEMAS A UNA ADMINISTRACIÓN QUE HABÍA LOGRADO
EL MAYOR PAQUETE DE PRIVATIZACIONES DE LOS ÚLTIMOS AÑOS.
socavado la soberanía nacional, lanzan su estrate-
gia de propaganda político-militar anunciando una
guerra civil de larga duración hacia el finiquito-
balcanización de México, rico en recursos huma-
nos y materiales, como parte del estado de guerra
(antiterrorista) sin límite temporal o territorial
que lanzó EU desde fines de 2001.12
Con la nueva doctrina de seguridad y basados
en la experiencia (contrainsurgente) adquirida en
Afganistán e Irak, el NorthCom declara respecto
a la estrategia de seguridad impuesta en nues-
tro país: “[...] trabajamos con las fuerzas armadas
de México enfrentándolos con la idea de que el
enemigo vive entre civiles y no es un enemigo ex-
terno al país, como tradicionalmente se ha for-
mado al ejército y armada”.13
Como parte de esta guerra, el pasado 10 de
septiembre, Francis Taylor, Secretario de Inteli-
gencia y Análisis del Departamento de Seguri-
dad del Suelo Patrio, anunció que el ISIL (Estado
Islámico) podría invadir Estados Unidos a tra-
vés de México, y que posiblemente los cárteles
de la droga podrían facilitar la entrada de “yihadis-
tas”.14 Tras este anuncio los republicanos se lanza-
ron contra Obama, acusándolo por alentar a que
los inmigrantes crucen la frontera al no imponer
medidas militares más drásticas.
Acto seguido, el 13 de septiembre sale a la luz
en The New York Times una crónica sobre una
reunión a puerta cerrada en la Casa Blanca mo-
mentos antes de que se lanzara públicamente la
intensa campaña militar contra el ISIL. En la cró-
nica (anónima) de esa reunión refieren que Oba-
ma dijo, como una mofa contra el argumento de
Vladímir Putin de “invadir Ucrania para defender
a los rusoparlantes”, que esto equivale a decir que
“Estados Unidos debe intervenir en México para
asegurar los enclaves Americanos”. A esto le si-
guió una pregunta dirigida a Obama, sobre si con
eso estaba anunciando planes para invadir Mé-
xico, el presidente del país más poderoso del
mundo se rió y dijo: “No, Canadá, porque tiene
más petróleo.”15
El 14 de septiembre Obama entregó al Con-
greso un informe en que alertaba sobre el au-
mento en el tráfico de drogas ilícitas.16 En el tex-
to se señala a México como el principal abaste-
cedor de derivados de opio y amapola, y que en
sólo cuatro años los decomisos de heroína en la
frontera con nuestro país habían aumentado en
324%. Como ya hemos dicho, al referirse a es-
tos datos, Obama se refería a la región de Iguala
(que produce 98% de esa droga),17 donde 12 días
más tarde serían atacados los estudiantes de Ayot-
zinapa por un comando de narcotraficantes del
Cártel “Guerreros Unidos”, en pugna con el cár-
tel de “Los Rojos” (según la primera versión ofi-
cial).
Luego, el 10 de octubre, a trece días de la desa-
parición de los 43, William Brownfield, secretario
asistente de Estado de EU, recomendó a México
“...mantener las políticas antinarcóticos actua-
les... el camino es largo, cosa de décadas, genera-
ciones.”18
El martes 4 de noviembre se dieron a conocer
los resultados de las elecciones de senadores y
diputados en EU. Los republicanos ganaron mayo-
ría en el Senado y muchos espacios en la Cámara
de Diputados. Se trata del mayor triunfo de este
bloque desde la llegada al poder de Obama, lo cual
anuncia que las iniciativas del presidente se ve-
rán condicionadas por acuerdos y cesiones, sobre
todo en lo que tiene que ver con política social y
política exterior (invasiones y guerras).
A 20 días de las elecciones, el secretario de de-
fensa Chuck Hagel renunció a su cargo. Se explica
en medios que se debe a una estrategia de Obama
por recuperar su popularidad, a raíz de los fraca-
sos político-militares en Ucrania. La corresponsal
de CNN en el Pentágono, Barbara Starr, insiste en
que fue una renuncia obligada. Hagel se había
comportado con reserva sobre las políticas contra
el ISIL y la operación militar yanqui en Siria. Se-
gún Leonid Ivashov, experto en estudios militares
de Rusia, es posible que la renuncia responda a un
giro belicista pactado entre los bloques republi-
cano y demócrata.19
El 11 de noviembre, en la página web de la
fuerza de ultraderecha Tea Party, se publicó que
en los últimos días se habían detectado movi-
mientos “sospechosos de terrorismo” en la fron-
tera con México y que a unos cuantos metros del
puente fronterizo de Arizona se encontraron ex-
plosivos.
P o l í t i c a y s o c i e d a d
8 | trabajadores | enero-febrero 2015
El 25 de noviembre siete senadores demócra-
tas y siete republicanos enviaron una carta a John
Kerry para solicitarle que Obama “haga lo que sea
necesario para que se aplique la justicia” en el caso
Ayotzinapa.20
Luego de anunciar la inestabilidad permanente
en México, la propaganda militar estadounidense
aprovecha la crisis, presionando por el caso Ayot-
zinapa para lograr un mayor control del país. En
medio de la caída de precios del petróleo; de la in-
capacidad –hasta ahora– de imponer el Transat-
lantic Trade and Investment Parternship (TTIP) y
el Transpacific Parternship (TPP); de la disputa
con Rusia, potencia que no puede doblegar ni lo-
gra replegarla de la región de Ucrania; de la resis-
tencia kurda, palestina y afgana –acérrima ene-
miga del imperialismo– que avanza a pesar del
terror del ISIL y Al Qaeda; de los fracasos en Amé-
rica Latina (han perdido sus opciones desestabili-
zadoras en Venezuela y Bolivia, incluso en Colom-
bia, donde a pesar de los choques, el presidente
Santos sostiene los diálogos de paz con las
FARC-EP, poniendo orden en las filas militares); de
las presiones de potencias económicas por recu-
perar sus reservas oro hoy guardadas en el Depar-
tamento del Tesoro; de la caída de la burbuja del
gas y petróleo shale en su territorio; de las protes-
tas populares tras el asesinato de un joven en Fer-
guson, Missouri, los intereses y grupos internos
que sostienen el imperio norteamericano parecen
estallar en contradicciones que, sin poner en duda
el rol de colonia o protectorado que trazan sobre
México, refuerzan la invasión en curso sobre el
país y usan la inestabilidad política para golpearse
entre ellos y negociar la radicalización de la inje-
rencia.
Siguiendo lo anterior, es posible que los actos
militares en Tlatlaya y Ayotzinapa (asumiendo
que el batallón de Iguala actuó, al menos permi-
tiendo el crimen) fueron ejecutados por tropas
bajo influencia de mandos norteamericanos, o al
menos de esos crímenes se ha sacado provecho en
las pugnas entre Obama y el grupo de los Bush,
este último aliado histórico del grupo Atlacomul-
co, para golpear al gobierno de México o algunos
de sus actores políticos y justificar más la inje-
rencia militar yanqui. Como ya dijimos, la nota
que “destapó” el crimen del Ejército en Tlatlaya
se hizo desde un medio poco usual para estas no-
tas (vice.com),21 un sitio de contenido multime-
dia para jóvenes de origen estadounidense, socio
de Slim y otros medios liberales en el mundo,22 a
17 días del crimen. Luego, medios que usual-
mente protegían a Peña Nieto y lo presentaban
como “el salvador de México”, lo atacan y algunos
hasta sugieren que las protestas pueden llevar a su
P o l í t i c a y s o c i e d a d
enero-febrero 2015 | trabajadores | 9
Senadoresdemócratas y
republicanos hansolicitado laintervención
directa delpresidente Obama
en el caso de losestudiantes
desaparecidos enAyotzinapa.
caída.23 Hasta la revista para inversionistas, For-
bes, dedicó un artículo resaltando el aporte de la
normal de Ayotzinapa.24 Las filtraciones por la co-
rrupción en la licitación del tren rápido Queré-
taro-DF y la suntuosa mansión de Angélica Rivera
van en la misma tónica (¡Ciro Gómez Leyva elo-
gió el trabajo de periodismo de Aristegui en torno
a esto en su programa de Milenio el 18 de noviem-
bre!). The New York Times, The Wall Street Jour-
nal, The Economist, LA Times, The Guardian (este
último de Inglaterra), son de los principales me-
dios que hoy lo atacan. The Financial Times ha-
bló así del gobierno de Enrique Peña Nieto: “el
mismo México de siempre, el México viejo donde
las autoridades locales son ineptas, corruptas, o
están en convivencia con el crimen organizado,
donde la vida es barata y la justicia difícil de alcan-
zar”;25 The Economist criticó las débiles medidas
tomadas por Peña Nieto y señala que ha perdido
el rumbo.26 The Wall Street Journal reveló que un
cuerpo de alguaciles opera en México con unifor-
mes de la Marina y con armas locales.27
Sin embargo, a pesar de esos golpes, el go-
bierno de México, uno de los países que más gasta
en cuidado de imagen a nivel mundial,28 en lo que
respecta a diplomacia efectiva no ha perdido
nada. Los gobiernos del mundo, en especial de la
Unión Europea, al referirse a la crisis que vivimos,
se plegaron al guión escrito por la Secretaría de
Relaciones Exteriores. El Banco Mundial anunció
un préstamo de 350 millones de dólares para el
programa Prospera (antes Oportunidades).29
Las recientes medidas anunciadas por Peña
Nieto, como la inversión en infraestructura en el
sureste, en especial en Guerrero, el Istmo y Chia-
pas; la centralización de los mandos policiacos
militares; la construcción de una base militar en
Teloloapan y el endurecimiento de la represión,
se apegan a los dictados de Washington.
Sin duda, aunque le estalló a Peña Nieto una
crisis a tan sólo dos años de su gobierno, en ese
periodo logró consumar un programa de desnacio-
nalizaciones sumamente ambicioso, quizás sólo
comparable al de Ernesto Zedillo, en cuyo sexe-
nio ocurrieron las masacres de Aguas Blancas,
Acteal, El Charco, El Bosque y Los Plátanos. Así,
tal vez habría que pensar en el binomio desnacio-
nalización-masacres para poder comprender los
sucesos de Tlatlaya e Iguala. En ese sentido, Ser-
gio González Rodríguez, Premio Anagrama de
Ensayo, dice en su libro Campo de guerra que el
surgimiento del paramilitarismo podría conside-
rarse una derivación informal de la Iniciativa
Mérida30 y que: “La meta es acrecentar la inestabi-
lidad en México –se explica en Campo de guerra–,
para imponer el Estado ‘fuerte’ y la misión de que
P o l í t i c a y s o c i e d a d
La injerencia de Estados Unidos en las políticas de defensa del país, disfrazadas como formas de cooperaciónque en realidad se trata de un velado adiestramiento, son cada vez más profundas.
10 | trabajadores | enero-febrero 2015
México actúe como gendarme de la región sur
de Estados Unidos, Centroamérica y el Caribe. El
país del norte requiere que México provea la
mano de obra más barata del mundo para su in-
dustria maquiladora: la mayoría de las exportacio-
nes son para el mercado estadounidense y millo-
nes de mexicanos trabajan allá. El caos, el desastre
educativo y la imposición de la barbarie (armas,
droga, violencia, explotación masiva) terminan
por ser redituables dentro de la geometría asimé-
trica de México con sus vecinos del norte. La ile-
galidad es un gran negocio global. Estados Unidos
lo patrocina con la máquina de guerra como plata-
forma económica: la urdimbre turbia”.31
En la segunda parte de este texto profundiza-
remos sobre los retos que abre este escenario tan
complejo. Partimos de asumir que aunque cuen-
tan con una poderosísima fuerza, los sectores do-
minantes sólo escriben una parte de la historia; la
otra parte, la que corresponde a los pueblos, sin la
cual el momento actual sólo podría ser el de un
horror sin fin, es de la que hablaremos. �
1 Según The Mexican Monitor, los grupos son: Ejército Po-pular Revolucionario (EPR), Ejército Revolucionario del Pue-blo Insurgente (ERPI), Movimiento Revolucionario Lucio Caba-ñas Barrientos, Movimiento Armado Revolucionario RicardoFlores Magón, Milicias Insurgentes Ricardo Flores Magón(MIRFM), Ejército Revolucionario de Insurgencia Popular (ERIP),Ejército Popular Magonista de Liberación Nacional (EPM-LN),Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), enhttp://themexicomonitor.com/.
2 http://www.fafhoorecargado.com/2014/11/a-una-hora-de-iguala-la-mina-de-oro-mas.html.
3 Ver informe de Obama citado más adelante.4 “How Mexico ended political gridlock”, The Wall Street
Journal, 15 de agosto de 2013, en http://online.wsj.com/arti-cles/SB10001424127887323664204578607713224531972.
5 John Saxe-Fernández, “Ayotzinapa: salto al abismo”, La
Jornada, 27 de noviembre de 2014.6 En especial su más reciente artículo de opinión “Un pre-
sidente enojado”, La Jornada, 5 de diciembre de 2014.7 Carlos Fazio ha expuesto esta hipótesis. También la
Constituyente Ciudadana, en su posicionamiento público –elprimero–, puso en el centro la demanda de la salida de PeñaNieto.
8 En especial la zona norte que también es llamada elSoft Belly de su país. Jorge Carrillo Olea, “El suave vientre me-xicano”, La Jornada, 2 de septiembre de 2014.
9 John Saxe-Fernández, “México en riesgo”, La Jornada,16 de octubre de 2014.
10 Denunciada por José Luis Ceceña en México en la ór-
bita imperial, México, El Caballito, 1970.11 El Universal, 24 de enero de 2009. Se indica que los es-
cenarios del Comando de Fuerzas Conjuntas del DoD, ubicana México “en el contexto mundial de los estados débiles, cuyofracaso puede presentar ‘desafíos muy serios’ a los planifica-dores estratégicos y operacionales de la fuerza militar deEU”, John Saxe-Fernández, “El silencio del Pentágono”, La
Jornada, 29 de enero de 2009.12 John Saxe-Fernández, “México en riesgo”, op. cit.13 Ibid.14 http://www.bloomberg.com/news/2014-09-10/islamic-
state-talked-of-entering-u-s-through-mexico.html.15 http://www.nytimes.com/2014/09/14/world/middleeast/
paths-to-war-then-and-now-haunt-obama.html.16 http://www.whitehouse.gov/the-press-office/2014/09/
15/presidential-determination-major-drug-transit-or-ma-jor-illicit-drug-prod.
17 Enrique Krauze cita también este dato vertido porObama en su texto “Mexico’s barbarous tragedy” en The New
York Times [http://www.nytimes.com/2014/11/10/opinion/enrique-krauze-mexicos-barbarous-tragedy.html].
18 John Saxe-Fernández, “México en riesgo”, op. cit.19 http://actualidad.rt.com/actualidad/view/148270-oba-
ma-hagel-renuncia-razones-popularidad.20 La iniciativa fue del senador Robert Menéndez, uno de
los posibles candidatos republicanos a competir con HillaryClinton la Presidencia de Estados Unidos, http://www.pro-ceso.com.mx/?p=388950.
21 http://www.vice.com/es_mx/read/ejrcito-ejecuta-a-22-presuntos-delincuentes-en-el-estado-de-mexico.
22 http://www.iabmexico.com/VICE-ECHA-TODA-LA-CAR-NE-AL-ASADOR-Y-LANZA-VICE.COM.
23 http://www.independent.co.uk/news/world/americas/we-want-to-start-a-new-mexico-how-the-disappearance-of-43-students-has-sparked-a-movement-that-could-bring-down-the-president-9876580.html?origin=internalSearch.
24 http://www.forbes.com.mx/la-historia-no-contada-de-ayotzinapa-y-las-normales-rurales/.
25 http://actualidad.rt.com/actualidad/view/145227-iguala-mexico-corrupcion-impunidad.
26 http://www.economist.com/blogs/americasview/2014/ 11/mexico-s-law-and-order-crisis?zid=305&ah=417bd5664dc76da5d98af4f7a640fd8a.
27 The Wall Street Journal, 21 de noviembre de 2014, enhttp://online.wsj.com/articles/u-s-marshals-service-person-nel-dressed-as-mexican-marines-pursue-drug-cartel-bos-ses-1416595305.
28 Tan sólo en 2013 la presidencia de la República gastó10 millones 386 mil 825 dólares en 2013 en cabildeo y promo-ción turística, colocándose en el quinto país que más gastó,sólo por debajo de los Emiratos Árabes Unidos, Alemania, Ca-nadá y Arabia Saudita. Dolia Estévez, “Gobierno de EPN gastó10.3 mdd en 2013 en ‘lobbying’”, 16 de mayo de 2014, dispo-nible en: http://goo.gl/PRqyVX.
29 http://www.cnnexpansion.com/economia/2014/11/19/banco-mundial-confia-en-que-se-esclarecera-caso-ayotzi-napa.
30 http://www.maspormas.com/opinion/columnas/el-campo-de-guerra-de-eu-por-diegoeosorno#sthash.4EmT6eAy.6dwXyzxs.dpuf.
31 Ibid.
P o l í t i c a y s o c i e d a d
enero-febrero 2015 | trabajadores | 11
“Si un alumno duele,imagínese tantas bancas vacías”
LUZ DEL CARMEN PRIETO Y DIANA SADY COLÍN*
Entrevista a un profesor de Ayotzinapa
Ayotzinapa sigue en la mira de México y el mundo. Esta tragedia ha dado voz
a quienes anteriormente eran ignorados. Padres de los 43 desaparecidos y
varios estudiantes normalistas han salido en diferentes medios narrando su
sentir y dando testimonios de la ignominia cometida por el gobierno mexicano
los días 26 y 27 de septiembre, sin embargo, desconocemos lo que piensan los
profesores de la Normal Rural “Isidro Burgos”.
sociedadPOLÍTICA Y
El pasado domingo 7 de diciembre se celebraba
una Asamblea Nacional Popular encabezada por
la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la
Educación en Guerrero (CETEG) en el comedor
de la Normal “Isidro Burgos”. Entre los oradores
había alumnos normalistas, miembros del Sindi-
cato Mexicano de Electricistas y miembros de di-
ferentes organizaciones civiles de México, pero no
había profesores normalistas. ¿Quiénes son? ¿Qué
pensaban? ¿Por qué no estaban presentes? Tales
interrogantes nos llevaron a preguntar su parecer
sobre esta problemática tan delicada a un docente
de Ayotzinapa, hasta la fecha, sector ignorado por
la mayoría de los medios de comunicación mexi-
canos.
“Rogelio”, como lo llamaremos, es uno de los
tantos profesores de Ayotzinapa. Lleva más de 20
años formando generaciones de normalistas y aún
no acepta lo sucedido a sus alumnos; de los 43 es-
tudiantes él conocía a 30, todo un grupo perdido a
manos de los elementos del Estado.
De estatura media, vestido de forma sencilla,
con sombrero, morral y sin faltar los huaraches
tan utilizados en esa región, tanto por profesores
como por normalistas, nos responde a la entre-
vista de manera educada y tranquila, sin reserva
alguna.
Después de lo sucedido, la Normal pasa tiem-
pos duros, la matrícula de estudiantes ha dismi-
nuido y el Estado les ha retirado el subsidio; las
clases están suspendidas desde finales de sep-
tiembre. Todo esto hará que la escuela vaya a
tener una larga y difícil recuperación. Aunque el
panorama se vislumbra gris y en el ambiente se
percibe una calma tensa, Rogelio nos contesta
amablemente las preguntas.
¿Cómo se ha vuelto la vida en la Normal a raíz
de que desaparecieron 43 estudiantes?
Triste, nos ha afectado en todos los aspectos, hay
chicos que tienen miedo y no saben si seguir aquí
o regresar a sus comunidades.
¿Cuántos alumnos estudian en la Normal?
Un número de aproximadamente de 500 alum-
nos, más los 150 profesores y profesoras que labo-
ramos aquí.
¿Qué piensa del hallazgo de Alexander Mora
Venancio?
Es un suceso muy triste, cuando me enteré de ello
me encontraba en la Ciudad de México, asistí a la
marcha del día 6 de diciembre que se hizo hacia el
Monumento a la Revolución. La verdad no lo po-
día creer, no sabía qué sentía exactamente hasta
que vi llorar a una señora mayor que venía a mi
lado; entonces sí me sentí muy mal, comencé a
llorar también.
¿Alexander había sido alumno suyo?
Sí, al igual que la mayoría de los 43 desaparecidos,
pero no los conocí mucho, pues sólo les di clases
por un mes, todos eran de nuevo ingreso.
Debió ser duro perder a todo un grupo de la
noche a la mañana.
Claro que sí, si un alumno duele, imagínense tan-
tas bancas vacías. Pero eso no se compara al dolor
que sienten los familiares del muchacho.
Altar dedicado a la memoria del estudiante AlexanderMora Venancio ubicado en la Escuela Normal “RaúlIsidoro Burgos”, en Ayotzinapa.
* Egresadas de la Facultad de Ciencias Políticas y Socialesde la UNAM.
enero-febrero 2015 | trabajadores | 13
¿Conoce a los padres de familia de los desapa-
recidos?
Sí.
¿Sabe qué dificultades atraviesan en la bús-
queda de sus hijos?
Además de la emocional, tienen muchas dificulta-
des económicas. Todos los padres de los desapare-
cidos ya han perdido su trabajo. Yo creo que sería
bueno que el gobierno los indemnizara mas no que
los sobornara, algo que se confunde mucho, pues
hace poco les ofreció a cada uno de ellos un millón
de pesos (70 mil dólares aproximadamente) para
que se olvidaran de sus hijos. Los padres no acep-
taron, ellos ya han dicho “no queremos dinero,
queremos que nos los devuelvan”. Por otra parte,
ellos –los padres– tienen que ir a varios lugares y
no tienen un medio de transporte; la Normal
tiene un camión, pero no está a disposición de los
padres.
¿Usted cómo vivió la noche del 27 de septiem-
bre?
Yo me enteré de lo sucedido desde mi casa, vivo
aquí en Tixtla. La noche de la desaparición de los
43, varios alumnos salieron de la escuela, se subie-
ron a una camioneta y empezaron a vocear lo que
había sucedido y pidieron ayuda de la gente. A mí
me despertó el altavoz. Después de eso me quedé
sentado en mi cama, ya no pude volver a dormir,
estaba preocupado de que la policía se los hubiera
llevado, y aún no sabíamos que los iban a desapa-
recer.
¿A quién culpa de esta tragedia?
Al gobierno, claro está. Aunque sinceramente,
como padre y profesor, no me parece que los mu-
chachos estuvieran boteando a altas horas de la
noche, y menos si eran de nuevo ingreso. Creo
que los arriesgaron demasiado al no coordinarlos
bien. Sobre todo si para el gobierno de Guerrero
esta escuela representa un problema.
Explíquenos eso…
Miren, los muchachos que egresan han obtenido
una formación contestataria, además son respe-
tados en las comunidades donde ejercen como
profesores rurales. Además, la Normal “Isidro
Burgos” es una de las pocas escuelas en el país
que discute los planes de estudio enviados por
la Secretaría de Educación Pública (SEP) del go-
bierno estatal: cuando los tratan de implementar,
los profesores y alumnos se reúnen en un consejo
para discutir qué materias sirven y cuáles no, en-
seguida se elabora un resolutivo que se envía a las
autoridades de la SEP; entonces comienzan las dis-
cusiones y muchas veces es muy difícil estar de
acuerdo.
¿Y cómo han reaccionado los pobladores de
Tixtla? ¿Se han solidarizado?
Bastante, la población quiere mucho a los nor-
malistas, ellos les han echado la mano en inunda-
ciones, en las cosechas y cuando Tixtla tiene pro-
blemas ellos son de los primeros en llegar. Tixtla
los apoya con cobijas, ropa y alimentos; las muje-
res que sirven comida allá, en la cancha, son vo-
luntarias que se turnan. También las universida-
des nos han apoyado; la UNAM nos trae víveres
constantemente, incluso algunas escuelas les han
dado apoyo económico a los padres de los norma-
listas.
¿Entonces la escuela ya no tiene apoyo estatal?
Así es. El gobierno nos quitó el subsidio porque a
raíz de los días 26 y 27 muchos padres de familia
sacaron a sus hijos de aquí, y con justa razón, tie-
nen miedo de que se repita algo parecido.
¿Eso explicaría por qué el director de la Nor-
mal no ha hecho pública su postura ante los
medios?
Así es, el director prácticamente tiene las ma-
nos atadas, si se pronuncia públicamente podría
haber recorte de presupuesto para los trabajado-
res de la Normal, pues nosotros dependemos de
los sueldos de la SEP; los alumnos dependen del
subsidio.
Hablando de los alumnos, en varios medios de
comunicación se dice que los chicos no tenían
credencial de la Normal. ¿Es cierto?
Así es, vuelvo a repetir, eran chicos de primer
ingreso, tenían apenas un mes y días de haber in-
P o l í t i c a y s o c i e d a d
14 | trabajadores | enero-febrero 2015
P o l í t i c a y s o c i e d a d
gresado a esta escuela, sus credenciales también
dependen del subsidio del gobierno y a veces
tardaban en ser generadas, pero ahora no hay sub-
sidio y no hay credenciales.
¿Y los alumnos qué opinan de lo que está pa-
sando en la Normal?
Algunos tienen miedo y han preferido estar al
margen de lo que aquí sucede; otros de plano no
apoyan, incluso hay profesores que también han
decidido mantenerse alejados por razones de se-
guridad personal.
¿Por qué los profesores de la Normal “Isidro
Burgos” no participan en las asambleas ni en
los medios de comunicación?
Es una decisión que han tomado los muchachos
y los padres de familia, nosotros la respetamos,
ellos se han encargado de todo hasta la fecha.
Además, hace poco nos hemos enterado que al-
gunos profesores y grupos de apoyo a la Normal
están pactando con el gobierno; ellos compran su
silencio y poco a poco se retiran de aquí.
Por último, ¿no asiste a las asambleas que se
hacen en la Normal para definir el futuro de
ésta como movimiento?
Sé que hay asambleas, pero no sé a qué horas.
A estas horas se está realizando una (aproxima-
damente las tres de la tarde)…
Qué bien, pero ¿puede entrar cualquiera?
La última respuesta intriga, ¿acaso en la Nor-
mal hay una posible división dentro de sus partes
o el movimiento no se ha logrado unificar y esto
lleva a la exclusión de algunos sectores? Tampoco
es comprensible el hecho de que los profesores,
siendo una parte importantísima de esta escuela,
no se pronuncien oficialmente y no tomen parte
activa en el movimiento desprendido de la trage-
dia acontecida hace casi tres meses.
Ayotzinapa es una bomba social lista para esta-
llar en algún momento. Las fiestas decembrinas
sólo lograron establecer una tregua temporal con
el gobierno mexicano para continuar en el mes de
enero. Se acercan tiempos difíciles para México y
la unión de todas sus partes en una sola dirección
es de suma importancia, así como el llamado a una
Asamblea Estudiantil, Civil, Indígena y Campe-
sina, asamblea en donde todos los sectores socia-
les tengan relevancia; en caso contrario, el movi-
miento corre peligro de aislarse.
Mientras, en la cancha donde hace tiempo ya
nadie juega un partido de basquetbol, 43 sillas
de las aulas de 1º A y 1º B continúan esperando el
regreso de quienes alguna vez las ocuparon. �
enero-febrero 2015 | trabajadores | 15
“Mientras, en lacancha donde hace
tiempo ya nadiejuega un partido de
basquetbol, 43 sillasde las aulas de 1º A y
1º B continúanesperando el regreso
de quienes algunavez las ocuparon.”
a globalización neoliberal ha modifi-
cado completamente la forma en que
entendemos el mundo. Los cambios
tecnológicos vertiginosos hacen que
luchemos cada vez más para poder
mantenernos al día en el uso de las diferentes he-
rramientas que nos permitan desarrollar nues-
tros trabajos día a día, tanto informáticas como
de otra índole. Las relaciones obrero-patronales
también se encuentran en un periodo de transfor-
mación, ocasionado por los nuevos paradigmas
empresariales que van acompañados de una serie
de reformas estructurales neoliberales que crean
una incapacidad en las fuerzas trabajadoras para
cristalizar un nivel de vida de mayor calidad, di-
ficultando la adquisición de bienes materiales y
erosionando su capacidad para organizarse colec-
tivamente ante la autoridad.
Los altos márgenes de desempleo o el empleo
mal pagado provocan inseguridad en las personas
que sí cuentan con trabajo, pues al existir un am-
plio “ejercito laboral de reserva”, se mantiene alto
el riesgo de ser remplazados rápidamente en caso
de que, por azares del destino, se nos obligara a se-
pararnos de nuestra fuente de sustento.
De la misma forma, la calidad de los trabajos
decrece cada vez más rápido y nos lleva a recelar
continuamente la posibilidad de perderlo, sobre
todo a quienes han tenido la suerte de realizarse,
de alguna manera, al interior del suyo. Las nuevas
generaciones lanzan números cada vez más altos
de jóvenes, que a pesar de no tener experiencia,
tienen un justificado deseo de crearla para poder
acceder tarde o temprano a un trabajo con un sala-
rio superior y, por tanto, están dispuestos a pres-
tar servicios de calidad a un precio inferior, pues
sus necesidades aún no son las de un hombre de
familia cuyas responsabilidades van en aumento a
medida que se abre paso en el tiempo. Asimismo,
estos jóvenes están dispuestos a trabajar durante
jornadas ampliadas no remuneradas de hasta tres
horas diarias extras a las ocho establecidas en su
contrato para no arriesgar su futuro laboral. Todo
esto lo explico para marcar el clima laboral que
viven actualmente la mayor parte de los trabaja-
dores. La realidad es que vivimos con miedo.
Este ensayo tiene como objetivo demostrar
que este miedo que sentimos, no es una casuali-
dad producida por factores macroeconómicos
sin rostro o por cambios tecnológicos sin guía. La
realidad es que este miedo que corroe nuestra
sociedad es una estrategia del capitalismo neoli-
beral. Al decir “una estrategia”, me refiero a que,
con todas sus letras, es un hecho planeado y con-
COMO ESTRATEGIA DE CONTROL
FEDERICO JOSÉ SARACHO LÓPEZ*
EN EL CAPITALISMO
EL MIEDO
* Maestro en Estudios en Relaciones Internacionales, cate-drático de la Universidad Nacional Autónoma de México.
sociedadPOLÍTICA Y
16 | trabajadores | enero-febrero 2015
trolado para el desarrollo de una meta definida. La
sociedad vive con miedo porque el miedo es parte
de una estrategia de acumulación del capital.
El uso político del miedo
Hemos sabido desde siempre que el miedo es
uno de los puntos elementales para el manteni-
miento del poder. Desde Nicolás Maquiavelo, en
su inmortal obra El Príncipe, piedra de toque para
el estudio del uso político del miedo, observamos
cómo el autor ante la pregunta de qué es mejor,
si ser temido o amado: “A lo que se responde que
lo mejor sería una y otra cosa a un mismo tiempo,
pero que al ser difíciles de conciliar, es mucho
más seguro ser temido que amado cuando se haya
de prescindir de una de las dos.”1
Para Maquiavelo, el objetivo de ejercer el po-
der es reforzar y proteger el principado en rela-
ción con el propio príncipe. Se busca en el sobe-
rano la capacidad de identificar los peligros y, por
sobre todo, de manipular las relaciones de fuer-
za a la luz de dicho objetivo. Aunque Maquiavelo
sugiere que el amor hacia el príncipe debe estar
presente, el temor sirve para mantener el con-
trol pues nunca abandona a los hombres y los
coacciona a apegarse a la voluntad del soberano a
fin de mantener su integridad.2
El papel del miedo en el control de las fuerzas
sociales se convertirá en uno de los puntos más
desarrollados en el análisis político. ¿No es, al fi-
nal del día, el miedo el factor que unifica a la so-
ciedad para Thomas Hobbes? En el Leviatán,
Hobbes sostiene que el temor al daño por parte de
algún elemento exógeno, como a la opresión de un
hombre más fuerte, llevó a los hombres a unirse
en sociedad. “La prontitud en el daño deriva del
miedo. El temor a la opresión dispone a preve-
nirla o a buscar ayuda en la sociedad; no hay, en
efecto, otro camino por medio del cual un hom-
bre pueda asegurar su libertad y su vida.”3 De ahí
se desprende la idea de que el gobernante debe
ser superior a la propia sociedad de la que emana
para poder protegerla y cuidarla, es decir, para
brindarle seguridad. En este espectro, el miedo es
el elemento cohesionador que servirá como arga-
masa de las fuerzas sociales para mantenerse uni-
das a pesar de sus diferencias.
Ambas posiciones son al tiempo tanto contra-
rias como armónicas. Las contradicciones entre
estas dos visiones, si bien no marcan la totalidad
de la dinámica del miedo en la construcción del
socius, sí ilustran la presencia dialéctica de éste
en el seno del proceso de sociabilización. Ilustran
cómo el temor es un elemento primordial para el
control de la sociedad.
Esta reflexión nos lleva a observar la existen-
cia de una “sublimación del miedo” en la imposi-
ción del poder. Paul Claval nos dice que existen
diversas formas de poder que se manifiestan al
mismo tiempo en un espacio para poder mantener
P o l í t i c a y s o c i e d a d
enero-febrero 2015 | trabajadores | 17
“El Príncipe” deMaquiavelo, “piedrade toque del usopolítico del miedo”.
En el “Leviatán”Hobbes sostiene que“El temor a la opresióndispone a prevenirla oa buscar ayuda en lasociedad”.
el control sobre éste: La influencia, la capacidad
de controlar los conocimientos y las normas o
leyes que articulan a un colectivo de personas;
La dominación, la capacidad de declarar la perte-
nencia ante bienes y espacios de vida; La coerción,
el recurso de la violencia en sus diferentes for-
mas; La intimidación, la capacidad de establecer
el miedo en sus diferentes facetas, y por último,
La autoridad, la capacidad de gobernar y ser reco-
nocido como gobernante.4 Cada uno de estos ele-
mentos está sostenido por los anteriores, creando
una relación compleja que permite establecer el
poder sobre una sociedad. Esto quiere decir que
el miedo existe como trasfondo de cada una de es-
tas formas y, por ende, corre en toda construcción
donde se organice una estructura jerarquizada,
quedando cristalizada en ese espacio. El miedo es
entonces un elemento estratégicamente imple-
mentado para un fin político, pero está sublima-
do porque pasa a coexistir en un trasfondo con un
sinnúmero de elementos que se articulan a su
lado, obligándolo a combinarse y, así, a enmasca-
rarse, excepto en el momento en que la autoridad
requiere de la intimidación para generar una ac-
ción.
Desde esta perspectiva, existe entonces un
miedo articulado por el gobernante, como lo des-
cribía Maquiavelo; así también existe como factor
infuso en la sociedad que permite la existencia del
gobernante, como apuntaría Hobbes. Por tanto
hay una existencia dialéctica del miedo como fac-
tor político-estratégico. Un entramado que se hil-
vana permitiendo la existencia de la jerarquía
tanto de la “autoridad” al resto de la sociedad
como de la sociedad a dicha “autoridad”.
Habiendo ilustrado la preeminencia política
del miedo y el carácter estratégico del mismo po-
demos empezar a preguntarnos: ¿de qué manera
éste se incrusta en el proceso productivo del capi-
tal y en la reproducción del sistema capitalista?
Miedo y capitalismo
Desarrollar una liga directa entre el miedo como
factor político y su forma de manifestarse en el
sistema capitalista no es difícil, sin embargo,
el uso del temor tiene diferentes manifestaciones
al interior del sistema.
Por un lado, tenemos al Estado moderno, el
ente político especializado en la administración
y control de la población por excelencia. En el
inmortal Manifiesto del Partido Comunista, Marx
y Engels liberan en una frase lapidaria la princi-
pal relación entre el Estado y el capitalismo: “El
gobierno del Estado moderno no es más que una
junta que administra los negocios comunes de
toda la clase burguesa”.5 Esta relación que estable-
cen Marx y Engels va más allá del uso directo de la
capacidad de intimidación y coerción del Estado
para la defensa de los intereses de la burguesía,
como sería el uso directo de la fuerza para la re-
presión de la clase obrera. El Estado es el ente que
mantiene el orden de la población, tanto a la pro-
pia burguesía, al proletariado empleado en el sis-
tema, como al ejército industrial de reserva que se
requiere para mantener una acumulación del capi-
tal (entendiendo al capital como un proceso de
circulación en el cual el dinero se utiliza para crear
más dinero a menudo, pero no exclusivamente, a
través de la explotación de la fuerza de trabajo,
como bien apunta David Harvey6), que permita al
plusvalor ser sujeto de reinversión. Sin embargo,
no sólo mantiene dicho orden, sino que también
administra las fuerzas caóticas del capitalismo y
las reacomoda para intentar crear una distensión
entre la presión surgida entre las clases sociales a
través de la aplicación de la autoridad, la influen-
cia, la dominación, la coerción y la intimidación
en aras de reproducir las condiciones que permi-
ten el funcionamiento del modo de producción
capitalista.
Henri Lefebvre nos dice que existen dos lógi-
cas en la reproducción del sistema capitalista que
representan dos lados de la misma moneda. Por
un lado, está el espectro de lo “privado”, la fuerza
bruta del capitalismo, que a través de la burgue-
sía sólo se preocupa por la generación de una acu-
mulación de capital cada vez más acelerada y am-
plia, con poca importancia hacia el peso que ella
pueda significar en el proletariado, en el medio
ambiente, la ordenación territorial o los recursos
naturales; esto provoca que sus formas se desarro-
llen de manera caótica, depredatoria. Por otro
lado, está el espectro estatal y su espacialización,
que regula los flujos (de personas, mercancías y
P o l í t i c a y s o c i e d a d
18 | trabajadores | enero-febrero 2015
capitales) controlando las fuerzas del crecimiento
e imponiendo su ley ante el caos de lo “priva-
do”. Este espectro mantiene unidos los diferentes
espacios de la vida diaria y sus múltiples funcio-
nes, imponiéndose ante aquellos que amenazan
con pulverizar las condiciones de la vida social
y prohíbe la transgresión de aquellos que buscan
producir espacios propios fuera del capitalismo.
En pocas palabras, el Estado ordena y controla los
diferentes elementos del proceso de producción
para intentar darles un cauce estructurado con el
fin de mantener la reproducción del sistema capi-
talista.7 La materialización de esta fuerza no po-
dría suceder sin el control político, lo que significa
que la tarea sólo se logra a través del uso político
del miedo y de su sublimación en el Estado. Aun-
que parezcan contradictorias, existe entre estas
fuerzas una vinculación dialéctica, acorde a la tesis
de Marx y Engels.
Esta dinámica dialéctica hace de estas fuerzas
elementos complementarios a tal grado que la
adquisición del poder político se encuentra li-
gado o relacionado al dominio del proceso pro-
ductivo que representa la base de la sociedad in-
dustrial. En palabras de Marcuse:
Hoy en día el poder político se afirma por me-
dio de su poder sobre el proceso mecánico y
sobre la organización técnica del aparato. El go-
bierno de las sociedades industriales avanzadas y
en crecimiento sólo puede mantenerse y asegu-
rarse cuando logra movilizar, organizar y explo-
tar la productividad técnica, científica y mecá-
nica de que dispone la civilización industrial. Y
esa productividad moviliza a la sociedad entera,
por encima y más allá de cualquier interés indivi-
dual o de grupo. El hecho brutal de que el poder
físico [¿sólo físico?] de la máquina sobrepasa al
del individuo, y al de cualquier grupo particular
de individuos, hace de la máquina el instrumento
más efectivo en cualquier sociedad cuya organi-
zación básica sea la del proceso mecanizado.8
La dinámica totalizante del capitalismo tiene
como uno de sus componentes la ordenación que
el Estado hace de diversos elementos para poder
dar forma a una sociedad que está basada en la
acumulación y la reproducción del capital. El po-
der físico a través de la máquina y su proyec-
ción mental en el individuo impacta directamente
en la concepción que éste último tiene sobre sí
mismo. El individuo se encuentra entonces inti-
midado ante la materialización del capital, conge-
lándolo. El hombre se da cuenta de que ante la
máquina, él, como individuo, es completamente
prescindible. Y si la máquina, o cualquier tipo de
trabajo, representan la fuente de su capacidad
de existir dentro de la sociedad industrial, el hom-
bre inmediatamente teme y, por tanto, es contro-
En la sociedad industrial capitalista “El hombre se da cuenta de que ante la máquina, él, como individuo,es completamente prescindible”.
enero-febrero 2015 | trabajadores | 19
lado. De tal manera que existe a la vez un uso del
miedo en el espectro privado, que se entreteje y
se diferencia del espectro estatal. Existe un miedo
en el proceso mismo de la reproducción del capi-
tal y en la sociabilización resultante de la sociedad
industrial.
Esta sociabilización a través del miedo provoca
una centralización del poder político-económico
en aras de mantener el control, forzando al indivi-
duo a trabajar bajo las diversas lógicas del capita-
lismo. Así es posible hablar de un capitalismo de
Estado enmarcado en la sociedad industrial, como
apunta Max Horkheimer:
El individuo se ha constituido históricamente en
el miedo. Y hay una exacerbación del miedo más
allá del miedo a la muerte ante la cual ese indivi-
duo se disuelve. El perfeccionamiento de la cen-
tralización en la sociedad y en el Estado impulsa
al sujeto a su descentralización. La centralización
continúa el proceso de parálisis en el que el hom-
bre había caído ya desde la época de la gran in-
dustria debido a su creciente prescindibilidad, a
su separación del trabajo productivo, a la cons-
tante preocupación por la ayuda de emergencia.
La marcha del progreso hace que a las víctimas
les parezca que para su bienestar da práctica-
mente lo mismo la libertad que la falta de liber-
tad.9
El miedo obliga al individuo a la cesión inme-
diata de su libertad, del control de su vida econó-
mica, de su soberanía y el control de sus decisio-
nes, en aras de la salud del sistema capitalista, del
Estado que lo enarbola, y del progreso de ambos.
Se le obliga convertirse en un elemento más de la
continua reproducción del proceso productivo. El
miedo es una de las piezas esenciales por las que
los individuos entran en un proceso de reificación.
“Nos hemos transformado en autómatas que
viven bajo la ilusión de ser individuos dotados de
libre albedrío. Tal ilusión ayuda a las personas a
permanecer inconscientes de su inseguridad, pero
ésta es toda la ayuda que puede darnos.”10 El
miedo, aunque sublimado, permanece latente.
Es posible, entonces, concluir que el miedo es
una pieza clave para el sistema capitalista desde
diferentes aristas de interpretación. No sólo con-
trola sino que retransforma al trabajador, lo relati-
viza y lo subsume a la relación de producción. Sin
embargo, existe una arista donde la presencia de
este componente de la reproducción sistémica del
capital y del Estado brilla con todo su peso y su
significación. Es el caso de la acumulación por
desposesión.
Miedo y acumulación por desposesión
David Harvey nos habla del proceso de acumula-
ción por desposesión como una necesidad de sus-
tracción de capital a actores más débiles por parte
de actores más fuertes, “robo” en pocas palabras,
existente dentro del capitalismo para impulsar
acumulaciones subsecuentes y evitar o dirigir las
crisis crónicas de sobreacumulación del capital.11
Se basa en la internalización y sublimaciones de
prácticas “caníbales”, depredadoras y fraudulen-
tas que son aprobadas tanto por el socius capita-
lista como por el Estado que lo acoge y reproduce.
La acumulación, parafraseando a la inmortal
Rosa Luxemburgo, se produce en varios niveles
del sistema; desde la acumulación “puramente
económica” dentro del sitio de producción del
plusvalor (las fábricas, las minas e incluso en las
oficinas), donde los dueños de los medios de pro-
ducción “despojan” legalmente al trabajador a
través de la masa de plusvalor producida por su
mano de obra; hasta la explotación de formas de
producción no capitalistas, espacios “subdesarro-
llados” o periféricos, donde por medio de la coer-
ción se generan políticas que substraen a las pobla-
ciones de los beneficios producidos por ellos
P o l í t i c a y s o c i e d a d
“El miedo obliga al individuo a la cesión inmediata de su libertad,
del control de su vida económica, de su soberanía y el control de
sus decisiones, en aras de la salud del sistema capitalista, del Estado
que lo enarbola, y del progreso de ambos.”
20 | trabajadores | enero-febrero 2015
mismos o dentro de sus territorios. Estos últimos
niveles son los que brillan en la teoría de la acumu-
lación de Luxemburgo, pues ella nos enseña que el
capitalismo necesita de formas no capitalistas o
“inferiores” de las cuales aprovecharse para poder
existir y reproducirse.12
La acumulación por desposesión se basa en esa
noción. Existen una serie de prácticas que no per-
tenecen propiamente al proceso de reproducción
del capital en el sentido estricto y que, sin em-
bargo, son profundamente necesarias para el sis-
tema. La idea de Harvey se basa en que ese “robo”
autorizado y consensuado nunca se detiene y de
hecho sirve como válvula de escape a los proble-
mas de sobreacumulación del capitalismo.
Son diversos los ejemplos, que pueden ir
desde lo macro hasta lo micro: cuando existe un
bien que es compartido por toda una comunidad y
es privatizado por el Estado para ser ofertado a
empresas capitalistas, ahí existe un claro fenóme-
no de acumulación de capital por desposesión;
lo mismo en el caso de la expedición de una pa-
tente sobre un conocimiento que antes pertenecía
a toda una comunidad: ahí se le niega a ésta un co-
nocimiento del que hacía uso, en favor de una
empresa que desea explotarlo para generar capi-
tal; así también, cuando el patrón presiona al tra-
bajador para laborar más de las ocho horas que le
son cubiertas en su salario a riesgo de ser juzgado
como “poco leal” a la empresa, “roba” dos veces al
trabajador: el primer robo se genera a través del
propio proceso de producción del capital que se
realiza dentro de sus ocho horas legales, y el se-
gundo se genera en esas horas extras que ni si-
quiera son cubiertas por su salario. Ahí existe acu-
mulación de capital por parte del patrón mediante
el despojo del trabajador. Más grave resulta cuan-
do no es el patrón el que exige estas horas extras,
sino la presión social ejercida por los demás com-
pañeros, ya reificados en el seno mismo del centro
de trabajo. Todas estas son prácticas en donde un
actor se aprovecha de la relación asimétrica de po-
der que hay con otro para apropiarse de un bien
que no le pertenece. Toda acumulación por des-
posesión es también permitida y habilitada en la
mayor parte de los casos por el Estado: éste lleva
a cabo el proceso de privatización, regula el dere-
cho de la patente y no penaliza a la empresa por las
horas extras no remuneradas pues las considera
decisión del trabajador mismo.
Y ¿qué tiene que ver el miedo en la acumu-
lación por desposesión? Pues en realidad es el
miedo la partícula básica para que este tipo de
acumulación exista. La relación asimétrica de po-
der siempre está acompañada de la
intimidación y la producción de
miedo. Miedo al Estado, como de-
tentor de la violencia; miedo a la
empresa como poder fáctico, o el
simple miedo a perder los medios
para subsistir. El miedo se entre-
teje en absolutamente todas las re-
laciones de acumulación por des-
posesión y permite el abuso que las
concreta y las deja existir.
La continua percepción de peli-
gro que recorre nuestro socius ca-
pitalista se agrava con este tipo de
fenómenos de acumulación, pues
existe una continua noción de vul-
nerabilidad, producto del aban-
dono de la población y por la fi-
gura de autoridad (el Estado en su
figura teórica, por lo menos), en fa-
P o l í t i c a y s o c i e d a d
“La relación asimétrica de poder siempre está acompañada de laintimidación y la producción de miedo. Miedo al Estado, como detentorde la violencia; miedo a la empresa como poder fáctico, o el simple miedoa perder los medios para subsistir.”
enero-febrero 2015 | trabajadores | 21
vor de los intereses de la clase dominante y en
detrimento continuo de la defensa de la clase
trabajadora (el actuar concreto del Estado). El
abandono también se genera en relación a los de-
más miembros del socius, pues presionan a la per-
sona a entrar en las formas de organización cons-
truidas por el temor, por la competencia, por las
relaciones asimétricas de clase, desarrollando una
profunda soledad en el sujeto. El individualismo
del mundo moderno empieza y se fortifica con
este sentimiento de abandono. Dicho miedo re-
troalimenta y fortalece el sistema capitalista, a
través de la facilitación del control y de la coer-
ción en el proceso de sociabilización en la socie-
dad industrial y la renuncia a la libertad por
parte del hombre. Sobre esta base teórica es que
podemos proponer un estudio real sobre la econo-
mía política del miedo.
Este estudio es especialmente pertinente en
nuestros días, pues los fenómenos de acumula-
ción por desposesión se han agravado de manera
exponencial a partir del surgimiento del modelo
neoliberal en el cual nos encontramos inmersos.
La globalización que acompaña a este modelo le
da al proceso una noción de inmensidad y el so-
breflujo de información crea un ruido sordo que
deja al sujeto paralizado. La turbación que nos re-
corre en nuestros días es mayor a partir de la pér-
dida de derechos y garantías que los trabajadores
habían obtenido por medio de sus luchas. El neoli-
beralismo nos ha despojado de la seguridad que
sentíamos como sociedad. Estamos en medio de
tiempos del miedo.
Neoliberalismo y miedo
A finales de los setenta y principios de los ochen-
ta, aprovechando las severas crisis económicas
globales que recorrieron esos años, el neolibera-
lismo como nueva forma de organización del ca-
pitalismo empezó a tomar forma a partir de las
estrategias de los países desarrollados, particular-
mente Estados Unidos bajo el gobierno de Ronald
Reagan y el Reino Unido bajo el gobierno de Mar-
garet Thatcher, para utilizar al Fondo Monetario
Internacional (FMI) para imponer recetas de rees-
tructuración estatal y reavivar los antiguos miedos
que existían en la mente de la sociedad interna-
cional contra la convaleciente Unión Soviética y el
“peligro del comunismo”, y poder imponer dicha
reestructuración.13 La idea del neoliberalismo se
basa, en pocas palabras, en la reducción del Estado
al mínimo posible, generalmente a su presencia
coercitiva como garante del Estado de derecho, y
en la apertura de todas sus demás funciones a la
inversión y administración de los capitales priva-
dos. Por tanto, de facto el neoliberalismo se cons-
tituye como un racimo global de procesos de acu-
mulación por desposesión.14
Una de las características más representativas
del neoliberalismo es la financialización de la ma-
yor parte de las relaciones del proceso de repro-
ducción del capital, lo que causa un empodera-
miento de las instituciones financieras a expensas
de otros factores del capital. Estas instituciones
financieras, como apunta Harvey, son el centro de
los Estados neoliberales.15
El Estado en el neoliberalismo tiene como di-
rectriz ser garante de la creación de un “buen
clima de negocios”, que no es otra cosa que la for-
mación a toda costa de condiciones para que los
capitales privados puedan generar acumulación.
Así, el Estado se convierte en defensor de la libre
movilidad del capital, de la privatización de los
bienes públicos, e incluso financia a empresas pri-
vadas en determinadas inversiones que se consi-
deran “estratégicas”. Llega al exceso de asumir las
pérdidas de la inversión privada cuando ésta es
fallida, como en el caso de los famosos “rescates”,
sobre todo los bancarios o financieros.
¿Cómo es que el Estado logra tales proezas
en favor de los capitales privados? Esto se consi-
gue gracias a que el Estado obliga a su propia po-
blación a absorber el costo sin importar las conse-
cuencias.16 El intercambio de bienes públicos a
manos privadas no sólo se da a través de las priva-
tizaciones y no es la única forma en que el Estado
facilita la acumulación por desposesión. Todas las
medidas que toma el Estado para facilitar la re-
producción del capital son financiadas por dinero
del erario público, producto de la recaudación de
impuestos. De esta misma fuente proviene el ca-
pital que permite en casos extremos los “resca-
tes”. La formación de deuda ante otras institucio-
nes financieras no recae en los hombros del capital
P o l í t i c a y s o c i e d a d
22 | trabajadores | enero-febrero 2015
privado, sino que es asumida por el Estado y “pa-
gada” a través de los flujos de capital provenientes
de los trabajadores, de la población. El neolibera-
lismo agudiza la acumulación por desposesión a
niveles nunca antes vistos.
El miedo tiene un papel central en todos los
procesos antes descritos. El Estado hace una labor
de intimidación en el interior del socius. Se justi-
fica la financiación de estas empresas bajo el dis-
curso del miedo a la crisis, el miedo a la pérdida de
empleos, miedo al extranjero que incapacita a los
trabajadores para ser competitivos. Se permite la
entrega de nuestros bienes a la inversión privada a
través del miedo al atraso, el miedo a no alcanzar
el progreso. Se permiten y se apoyan las horas de
trabajo no remunerado a través del miedo a la pér-
dida de productividad: el miedo a que una hipoté-
tica persona “más capacitada” tome nuestro lugar
con un menor salario; el miedo a la necesidad.
Todo se resume en una sola fórmula: el miedo a
no poder tener los medios
para subsistir.
Asimismo, el Estado se
muestra hostil a las formas
de solidaridad social que
pongan límite a la acumu-
lación. Este rechazo a la aso-
ciación de los trabajadores,
¿es producto solamente de
la dificultad que represen-
tan para la imposición de
poder del patrón en las rela-
ciones laborales? La realidad
es que la relación asimétrica
se profundiza cuando no
existe una agremiación ade-
cuada en los sitios de pro-
ducción del plusvalor. Para
que la acumulación por des-
posesión funcione a su má-
xima expresión el indivi-
duo necesariamente debe
permanecer aislado de sus
iguales. Debe sentirse solo.
Debe tener miedo para ser
controlado. Afirmamos en-
tonces que en el neolibera-
lismo existe una reconstrucción del poder de clase
y éste sólo puede ser plenamente constituido a
través del miedo.
Por ello, el miedo que recorre nuestros tiem-
pos no es sólo un subproducto del capitalismo,
sino parte toral de su formación. Sostenemos que
el miedo que sentimos está estratégicamente im-
plementado en nuestro socius y es lo que permite
lo que Harvey llama la incrustación material del
capitalismo en la “red de vida”, la conversión de
todas nuestras necesidades “naturales” en mer-
cancías que cubren nuestra vida cotidiana.17 No-
sotros no podemos dejar de satisfacer estas nece-
sidades y, por tanto, cada uno de nosotros, como
personas, somos parte de una estrategia de acu-
mulación. El miedo a sentir “necesidad” paraliza
cualquier opción de cambio, pues significaría en-
frentarnos a la carencia.
Así llegamos al punto más sensible de esta es-
trategia de acumulación por desposesión basada
P o l í t i c a y s o c i e d a d
“…el miedo que recorre nuestros tiempos
no es sólo un subproducto del capitalismo, sino
parte toral de su formación.”
en la construcción del temor: el punto en donde
cada uno de los individuos es observado como una
unidad de acumulación en sí misma.18 El sujeto, a
través de su consumo, moviliza todos los ciclos de
reproducción del capital para que éste siga expan-
diéndose. El proletariado reproduce el sistema a
través de su trabajo mediante la producción de
mercancías y a través del consumo de las mismas.
Sin embargo, ¿qué pasa cuando el trabajador teme
perder su trabajo y no poder cubrir sus necesida-
des? Recordemos el sentimiento de insignifican-
cia que la maquinaria, el sistema de reproducción
mismo, produce en el hombre dentro de la socie-
dad industrial. ¿Qué reacción puede tener el su-
jeto al sentirse solo y empequeñecido? Dará más
tiempo de su vida a su trabajo para poder mante-
nerlo y consumirá de más para cubrir todas las
necesidades técnicas que se requieren para el
mantenimiento del mismo. Consumirá, por ejem-
plo, para mantener una adecuación tecnológica
necesaria y consumirá en educarse en su modo
de empleo. Así, el sujeto, al tener miedo, produ-
ce más allá de sus horas pagadas: produce plus-
valor más allá de su tiempo acordado; incluso
consume de manera más acelerada, por ejemplo,
alimentos fuera de casa a un mayor costo para
mantenerse en el horario ampliado, o consume
más en elementos tecnológicos para mantener-
se conectado a su actividad laboral.
Sin embargo, existe la posibilidad de que el
miedo a la necesidad provoque que el sujeto no
consuma de más, sino que ahorre, guarde el usu-
fructo de su trabajo en el banco de su elección.
Aquí también será parte de un proceso de acumu-
lación por desposesión, pues dicho banco, a su
vez, utilizará el dinero del trabajador para poder
financiar deuda, especular o poder reproducir
más capital financiero para el beneficio de la insti-
tución bancaria. El miedo se desdibuja como una
doble espiral en el individuo donde, por miedo a la
necesidad, él da más de sí a cambio de menos y,
tanto a través de su consumo como de su ahorro,
facilita la acumulación de capital en el sistema.
La sociedad industrial, entonces, hilvana, a tra-
vés del miedo a nivel individual, la soledad del
hombre y un nivel social, con la impotencia ante
el sistema y la capacidad de coerción por parte del
Estado, esta estrategia notable para la acumula-
ción del capital, que a su vez se perpetúa gracias a
que genera en el individuo un temor a cambiar,
a soñar un mundo diferente, o incluso a defender
lo que por justicia le corresponde, convirtiendo la
paralización de la clase obrera en la pieza central
de su funcionamiento.
A modo de conclusión, si el neoliberalismo
conforma verdaderamente una reconstrucción
del poder de clase, debe de ser enfrentado como
clase. La única reflexión posible de este trabajo
es el impulso a todo trabajador, de todo tipo, a
agremiarse, a formar grupos igualitarios verdade-
ramente democráticos y comprometidos con su
conciencia de clase para romper el aislamiento; a
encontrarnos los unos a los otros durante la no-
che del capital y en congregación, finalmente, de-
jar de sentir miedo. �
1 Nicolás Maquiavelo, El Príncipe, España, Gredos, 2011,p. 56.
2 Ibid., pp. 56 y ss.3 Thomas Hobbes, Leviatán o la materia, forma y poder de
una república eclesiástica y civil, FCE, México, 2003, p. 89.4 Paul Claval, Les espaces de la politique, Francia, Edit.
Armand Colin, 2010, p. 56 y ss.5 Karl Marx, Friedrich Engels, Manifiesto del Partido Comu-
nista, en Karl Marx, Friedrich Engels, Obras Escogidas, t. 1,URSS, Progreso, 1973, p. 35.
6 David Harvey, Espacios de Capital. Hacia una geografía
crítica, España, Akal, 2007, p. 255 y ss.7 Henri Lefebvre, De l’Etat IV, Les contradictions de l’Etat
moderne. La dialectique de l’etat, Francia, Edit. Union Gene-rale d’Editions, 1978, p. 259 y ss.
8 Herbert Marcuse, El hombre unidimensional. Ensayo so-
bre la ideología de la sociedad industrial avanzada, trad. deAntonio Elorza, España, Planeta-Angostini, 1993, p. 33.
9 Max Horkeimer, El Estado autoritario, trad. de BolívarEcheverría, México, Ítaca, 2006, pp. 29-30.
10 Erich Fromm, El miedo a la libertad, México, Paidós,2012, p. 260.
11 David Harvey, El nuevo imperialismo, España, Akal,2004, p. 111 y ss.
12 Rosa Luxemburgo, La acumulación del capital, España,Edit. Grijalbo, 1978. Véase también David Harvey, op. cit.
13 David Harvey, Breve historia del neoliberalismo,España, Akal, 2007, p. 25 y ss.
14 David Harvey, Spaces of neoliberalization: towards a
theory of uneven geographical developments, Alemania,Frantz Steiner Verlag, 2005, p. 7 y ss.
15 Idem.16 Idem.17 Ibid., p. 55 y ss.18 Idem.
P o l í t i c a y s o c i e d a d
24 | trabajadores | enero-febrero 2015
desarrolloECONOMÍA Y
En esta segunda parte de este ensayo anali-
zamos cómo fue evolucionando la teoría
económica en los Estados Unidos, debido
a la necesidad de contar con un modelo que fue-
ra lo suficientemente eficaz e idóneo para que
las políticas públicas, al aplicarse a esa realidad
compleja y totalmente diferente a la de los países
europeos, surtiera efecto.
Ya decíamos en la primera parte que Estados
Unidos, después de la Guerra Civil o de Secesión,
logra consolidar su posición política y económi-
ca, y en los subsiguientes años del siglo XIX in-
coaba un tercer o cuarto nivel mundial, después
de Inglaterra, Alemania y Francia, por lo que tam-
bién era un país deudor.
La crisis económica de 1873 está considerada
una de las más profundas y afectó notoriamente
la economía de ese país. Otro hecho destacado
de esos tiempos fue la guerra que enfrentó con
España, casi a finales del siglo XIX, de la que re-
sultó favorecido en el contexto sociopolítico de la
época. Ya por entonces Estados Unidos era un
país bastante desarrollado y, por supuesto, ocu-
paba un lugar preeminente a nivel universal.
Su expansión demográfica fue considerable.
En aproximadamente un siglo pasó de casi 8 mi-
llones a más de 75 millones de habitantes, incor-
porando, entre 1815 y 1860, un aporte neto supe-
rior a los 5 millones de inmigrantes, y después del
final de la Guerra de Secesión, cercano a los 15
millones, procedentes en su inmensa mayoría de
diferentes zonas del continente europeo.* Premio a la Docencia Universidad Nacional, 2010.
El evangelio segúnel pensamiento económiconorteamericanoMANUEL LÓPEZ DE LA PARRA*
(SEGUNDA PARTE)
T I E M P O S D E P R E D O M I N I O , T I E M P O S D E H E G E M O N Í A M U N D I A L
enero-febrero 2015 | trabajadores | 25
La implementación del “New Deal” por parte de Rooseveltayudaría a la recuperación de la economía de EstadosUnidos después de la crisis de 1929.
Además, la Guerra Angloamericana (1812-
1814), también conocida como la “segunda gue-
rra de independencia”, crea la coyuntura propi-
cia para la modernización del transporte –canales
y carreteras, principalmente–, y los inicios de
la industria textil, ambos procesos consolidados
a medida que las vías férreas van integrando una
densa red de zonas urbanas más pobladas. De he-
cho, la llegada del ferrocarril conecta la econo-
mía agraria del medio oeste con la industrial del
noreste y, en especial, con la creciente demanda
de los principales núcleos urbanos, favoreciendo
así la imposición de un proceso de modernización
coincidente con el de zonas más desarrolladas del
occidente europeo. El predominio de este para-
digma no impide, sin embargo, el continuado cre-
cimiento de su producción agrícola.
Un conocido autor de origen norteamericano y
de filiación de izquierda, Leo Huberman, en su li-
bro Nosotros, el pueblo, traza una historia de corte
socialista de los Estados Unidos; pergeña el relato
de la verdadera, excitante y a veces trágica histo-
ria del hombre común, de la masa, del gran con-
glomerado social que sembró el país, construyó las
fábricas y luchó por su superación. Es también la
historia de la tremenda expansión económica, del
conflicto entre el hombre y el monopolio, y de la
enfermedad de una tierra prometida, así como de
la bancarrota y el terror al que sobrevivieron
cuando la gigantesca estructura económica se de-
rrumbó con estrépito. También relata la historia
de los continuados esfuerzos por descubrir los sín-
tomas y remediar las causas que provocaron el
memorable desastre.
Así, podemos considerar que el lapso com-
prendido entre 1929 y 1939 representa la déca-
da crucial para el futuro inmediato de ese país,
ya que mediante un replanteamiento de la polí-
tica económica bajo el mandato presidencial de
Franklin D. Roosevelt, llamado el “Nuevo Trato”
–New Deal–, la economía estadounidense entra-
ría en un franco periodo de recuperación.
Son también los años previos a la revolución
keynesiana, anteriores a la aparición del libro fun-
damental del inglés John Maynard Keynes, Teo-
ría de la ocupación, del interés y del dinero. Este
autor, además de representar al último econo-
mista europeo de repercusión mundial, sienta las
bases fundamentales de lo que vendría a ser en
adelante la macroeconomía, con la que la activi-
dad económica habría de estar integrada por ésta
y la microeconomía, ambas estrechamente vincu-
ladas. Ello a diferencia de los marginalistas y neo-
clásicos, que ignoraron por completo ese segmen-
to fundamental del proceso económico.
Con los anteriores sucesos, podríamos afirmar
que es entonces cuando los economistas nortea-
mericanos, los que elaboraran el proyecto eco-
nómico del New Deal (entre otros, Alvin Hansen,
Seymour Harris y Frank Frankfurter), dan prin-
cipio a la subsiguiente trayectoria determinante
del pensamiento económico norteamericano. Di-
chos economistas formaron parte del trust de ce-
rebros que elaboró dicho plan que, con sus resul-
tados positivos, lograría salvar al capitalismo de
una debacle total.
Gabriel Kolko, en su libro Riqueza y poder en
Estados Unidos, afirma que la calidad de la vida
económica en ese país presenta dos vertientes:
mito y realidad. Este mismo autor puntualiza que
las fronteras de clase económicamente determi-
nadas en la sociedad norteamericana se han re-
forzado por el hecho de que los grupos peor pa-
gados, principalmente trabajadores de overol, no
han podido aumentar su participación relativa en
el ingreso desde 1939, contrariamente a la no-
ción académica común que se tiene. Sus ocasio-
nales ascensos a una categoría superior del ingreso
por lo general han sido el resultado de que la
esposa o los hijos han pasado a formar parte del
mercado de trabajo. Y, quizá, lo más significativo
de todo esto, el movimiento de los hijos de overol
hacia las ocupaciones propias de los trabajadores
de “cuello blanco”, no es necesariamente hacia
arriba, porque los “trabajadores de cuello blanco”
han ido perdiendo terreno en la posición que ocu-
pan en el ingreso.
Desde luego, hay que tener presente que todo
esto ocurre en aquellos tiempos del periodo de
entreguerras, cuando los Estados Unidos, como
resultado de la primera conflagración mundial, se
había convertido de país deudor en país acreedor,
situación que habría de refrendar como conse-
cuencia de la Segunda Gran Guerra, la de 1939
E c o n o m í a y d e s a r r o l l o
26 | trabajadores | enero-febrero 2015
a 1945, que además generaría una pos-
guerra con características sui generis, la
“guerra fría”, y quedaría marcado con el
colapso definitivo del socialismo real, re-
presentado en lo que fue la Unión Sovié-
tica. El reacomodo y configuración de la
sociedad económica internacional tuvo un
proceso prolongado y conflictivo, o sea, lo
que es la economía de mercado, globaliza-
ción económica y establecimiento de un
pensamiento único. Se estaba llegando,
pues, al “fin de la historia”, tal y como lo
analiza el economista norteamericano de
origen japonés, Francis Fukuyama.
Ya decíamos en párrafos anteriores
que el investigador norteamericano Jo-
seph Dorfman, en una bien documentada
investigación, traza de manera magistral
la trayectoria que emprende El pensamiento eco-
nómico en la civilización norteamericana, obra en
tres volúmenes que abarca desde el siglo XVII, es
decir, los tiempos en que se estaba integrando en
vastos territorios la colonización inglesa y la etapa
independiente; hasta 1918, año en que concluye
la Primera Gran Guerra.
Son tres tomos en los que analiza y comenta
que en todas las épocas el pensamiento econó-
mico comparte las características de las fuerzas
contemporáneas que están en juego. Así, la histo-
ria política de ese país presenta un intervalo de
gran significación, la Guerra de Secesión o Gue-
rra Civil –1865-1869–. En el conflicto, la libertad
de acción y las aspiraciones del hombre corrien-
te se combinaron en contra de la tradición aristo-
crática. Los liberales eran, por tanto, no anticapi-
talistas, sino más bien antifeudales. Sabían, dice
Dorfman, que el individualismo sin restricciones
no era siempre deseable; pero creían firmemente
que dentro de la guerra de gran competencia por
la obtención de riquezas, cualquier efecto nocivo
podría ser reprimido por el propio movimiento in-
dividual de la empresa.
Después de la Guerra de Secesión, se mantuvo
un buen grado de continuidad respecto a las mis-
mas empresas económicas, pero dando a éstas
nuevas orientaciones. El renglón monetario siguió
siendo preeminente, aunque los motivos e intere-
ses habían cambiado sustancialmente.
Había que tomar en cuenta la depresión y el
desempleo; los métodos adecuados para esa etapa
no eran los mismos. Los agricultores (los farmers),
y en menor grado, los grupos laborales, estaban
asimismo interesados en esas controversias, pero
no hay datos acerca de si participaron o no en esa
problemática.
La época, pues, adquirió nuevos matices,
aparte de los signos monetario y aduanero. Una
vasta economía nacional creció y se multiplicó
muy rápidamente. El desarrollo de grandes ne-
gocios fue acompañado por una sorprendente
desigualdad de riqueza y de estatus social, con el
advenimiento de una vasta y permanente clase
asalariada. Esto, puntualiza Dorfman, no lo había
previsto la opinión liberal, y hasta los economis-
tas conservadores habían supuesto que Estados
Unidos podría eludir el espectáculo de una gran
riqueza junto a la pobreza de un número conside-
rable de familias. Se creyó, en general, que preva-
lecería una igualdad aproximada. Pero no fue así, a
pesar de que en ese entonces algunos autores afir-
maban que la gran riqueza hubiera estimulado la
creación de una clase ociosa –tema que a finales
de la centuria estudiaría el economista norteame-
ricano Veblen, dando lugar a lo que consideró
como la “teoría de la clase ociosa”, contribución
E c o n o m í a y d e s a r r o l l o
enero-febrero 2015 | trabajadores | 27
Durante la Guerra de Secesión en Estados Unidos “la libertad de acción ylas aspiraciones del hombre corriente se combinaron en contra de latradición aristocrática.”
genuinamente original en lo que respecta a la inte-
gración del pensamiento económico norteameri-
cano–, la que hubiera impartido cultura y diver-
sión a las clases inferiores, una tradición más bien
europea que se originaría en ese país.
Precisamente en esa época, mediados del si-
glo XIX, el sistema capitalista está conformando
una nueva fase de su desarrollo, está transitan-
do a una nueva fase: la del capitalismo financiero u
oligarquía económica. En los Estados Unidos se va
a caracterizar por la presencia de los grandes mag-
nates, los Tycoon, como los llama Gerald Francis
Scott: Rockefeller, Morgan, etcétera.
Pero también son los tiempos en que cobra
forma el marxismo, con la aparición del pri-
mer tomo de El Capital, una nueva opción para
estudiar la ciencia económica desde un punto de
vista objetivo, que explica precisamente esos fe-
nómenos que aparecen en la sociedad norteameri-
cana y que por razones obvias Dorfman de ningún
modo explicaría. Por cierto, tanto el propio Marx
como Engels examinaron y estuvieron atentos a
la evolución y repercusiones que tendría la Gue-
rra de Secesión.
Asimismo, por esos años aparece una genera-
ción de destacados filósofos norteamericanos que
integrarían una corriente muy de acuerdo –como
diría Marx– con las condiciones materiales y espe-
cíficas de vida de ese periodo. Entre ellos están
Emerson y Henry David Thoreau, que se dieron a
conocer como “trascendentalistas”, la mayor par-
te de los cuales provenía de la secta puritana del
unitarismo contra la cual se rebelaron argumen-
tando que había que trascender las apariencias a
través de la intuición. Pretendían encontrar, en
otras palabras, la percepción de lo divino en lo co-
tidiano. En su Del deber de la desobediencia civil,
provocativo y seminal ensayo, Thoreau plantea
que “el mejor gobierno es el que gobierna menos”.
Ante el incremento de la actividad económica,
llevada a cabo con base en la reorganización de ese
país después de la Guerra de Secesión, el comer-
cio al detalle va a adquirir singular importancia;
esto viene a ser el principio fundamental del con-
sumismo, que representa el espacio sine qua non
de la gran producción estadounidense, o sea, el
incremento masivo de la oferta de bienes y servi-
cios y la demanda consiguiente.
A propósito de este aspecto, Tom Mahoney,
que fuera especialista en el tema, es autor de un
libro: The Great Merchants, en donde de manera
casi coloquial retoma la creación de veinte impor-
tantes organizaciones comerciales de ventas al
detalle entre las más famosas y grandes de los
E c o n o m í a y d e s a r r o l l o
28 | trabajadores | enero-febrero 2015
El capitalismo financiero de mediados del siglo XIX en Estados Unidos se caracterizará por el surgimientode los grandes magnates como Rockefeller, Morgan y otros.
Estados Unidos, tales como los alma-
cenes Macy’s, Filene’s, Lazarus y
Sears –éstos, los mayores del mun-
do–, la joyería Tiffany’s, la compañía
Singer, las librerías Brentano, entre
otras más.
Se trata de un relato aleccionador
y pintoresco, brillante e instructivo,
ameno y útil, pues pone de relieve la compleja for-
mación de un notorio aspecto de la vida de ese
país y cómo fue escalando diversas etapas a partir
del baratillo del buhonero a la creación de grandes
organizaciones de venta al detalle, que con un sis-
tema muy característico contribuyeron de modo
decisivo al disfrute de los más diversos objetos de
consumo, pero con proyecciones monopolísticas a
nivel mundial.
A este respecto, es oportuno mencionar que
después de la guerra civil, Estados Unidos fue
transformando su economía, de tal suerte que a fi-
nales del siglo XIX ya ocupaba un tercero o cuarto
lugar a nivel mundial, como ya lo señalábamos.
Por esas fechas, en el contexto del desarrollo
del pensamiento económico, como respuesta con
ciertos tintes políticos al advenimiento del mar-
xismo, aparece y se desarrolla lo que habría de lla-
marse la “escuela neoclásica”, con varias de sus
vertientes, la marginalista, la de Lausana, la aus-
triaca, la de Cambridge, etcétera.
De manera explícita, la Guerra de Secesión
marca un parte aguas en lo que se refiere al desa-
rrollo de la economía norteamericana. El conti-
nuo flujo de millones de inmigrantes estimuló a
los granjeros norteamericanos, así como la Ley de
Hacienda de 1862 y las sucesivas leyes sobre la
tierra y las facilidades proporcionadas al oeste
para la construcción de ferrocarriles transconti-
nentales, el primero terminado en 1869. La agri-
cultura norteamericana de carácter intensivo, ha-
bía obtenido provecho de la industrialización. La
invención del alambre de púas en 1873, hizo posi-
ble la protección de grandes áreas en beneficio de
la ganadería; la introducción del furgón refrige-
rado resultó de especial importancia para la indus-
tria empacadora de carne. Como consecuencia de
estos y otros adelantos, la industria moderna, con
su producción a gran escala, se vio favorecida.
Renglón importante después de la guerra civil
fue la expansión industrial. La demanda guberna-
mental de materiales de guerra, incluso a costa de
déficits federales, causó un gran auge industrial
que continuó después de terminada la guerra.
Entre 1860 y 1900, la cantidad de capital in-
vertido en la industria norteamericana aumentó
más de 10 veces; la exportación de productos ma-
nufacturados hacia 1900 cuadruplicó la de acero
y barras de hierro, con cerca de 100 mil kilóme-
tros de vías férreas, y en ese mismo año, superó
la longitud de las líneas de toda Europa. Tam-
bién destacó en métodos de producción a gran
escala basada en la normalización, las partes in-
tercambiables y posteriormente en las líneas de
ensamble. Con estos procedimientos los costos
fueron abatidos, se elevó la producción y el índice
de productividad.
En el comercio norteamericano no existía la
intervención por parte del gobierno para regu-
lar tarifas proteccionistas. A principios de 1861,
Estados Unidos entró en una nueva etapa de pro-
teccionismo, que alcanzó su punto más alto con la
Ley Dingley de 1897, con lo que Estados Unidos
pasó a ser el país más proteccionista del orbe.
La crisis de 1873, además de causar reduccio-
nes de precios para los granjeros y en los salarios
entre el sector obrero, ocasionó descontento ge-
neralizado. Como resultado, en la década de los
años setenta de ese siglo, aparecieron los prime-
ros esfuerzos serios entre grupos potencialmente
poderosos para mantener su influencia en los
asuntos internos.
Los trabajadores norteamericanos se percata-
ron cada vez más de que podían mejorar su con-
dición con la combinación de pequeños sindicatos
locales y una organización a nivel nacional más
poderosa. Como consecuencia de esas medidas,
la primera agrupación sindical en ejercer esa in-
E c o n o m í a y d e s a r r o l l o
“LA DEMANDA GUBERNAMENTALDE MATERIALES DE GUERRA, INCLUSO A COSTA
DE DÉFICITS FEDERALES, CAUSÓ UN GRAN
AUGE INDUSTRIAL QUE CONTINUÓ DESPUÉS
DE TERMINADA LA GUERRA.”
enero-febrero 2015 | trabajadores | 29
fluencia fue la de los Caballeros del Trabajo –The
Knights of Labor–, fundada en 1869.
En cuanto al ámbito mundial, especialmente
en el contexto ideológico, Estados Unidos, a fina-
les del citado siglo XIX, comenzó a ejercer su in-
fluencia más allá de sus propias fronteras. Se había
convertido en una gran potencia, con intereses y
condiciones similares a las tradicionales potencias
europeas.
En lo que se refiere a la economía, Estados
Unidos compartió completamente la expansión
que tenía lugar en Europa y hacia 1914 encabe-
zaría la producción de carbón, hierro y petróleo.
Los esfuerzos del presidente Theodore Roosevelt,
el del Big Stick (1901-1909), por asegurar justicia
democrática para el trabajador y sus intentos por
acabar con los grandes monopolios, coadyuvaron
en construir un puente sobre el abismo que digni-
ficaría el capital y el trabajo. A pesar de la mar-
cada oposición social para que en dicho país se
establecieran medidas intervencionistas más agu-
das, se alcanzaron objetivos positivos que redun-
daron en el mejoramiento de la calidad de vida de
buena parte de la población. En lo que respecta a
la cuestión arancelaria, la política fue establecer
aranceles bajos, lo que motivaría la aseveración de
la crítica que vaticinaba que la industria nortea-
mericana estaba en condiciones para competir
con las importaciones extranjeras en el mercado
interno, y poco después en el externo.
No hay que pasar por alto que lo sucedido en
buena parte del siglo XX (dos conflagraciones
mundiales), favoreció directa o indirectamente
para que los Estados Unidos se convirtieran en
una gran potencia.
Sin embargo, nos dice Dorfman en su libro
multicitado, una vigorosa y perdurable predilec-
ción matizó el pensamiento de muchos eminentes
economistas. Aunque se daban cuenta del valor de
la gran eficiencia material de las grandes unidades,
creían que era preferible un sistema de pequeñas
unidades y una relación más íntima.
Estos teóricos consideraban coactivo el control
gubernamental y figuraban entre los más vigoro-
sos críticos de los excesos de la democracia. Dorf-
man, asimismo, explica en su obra de referen-
cia las ideas expresadas, tanto las populares, las
de los articulistas, como las técnicas y, en igual
forma, las tendencias laterales de la corriente do-
minante: la tradición conservadora, la reforma y el
espíritu liberal.
A continuación trataremos de clasificar de
acuerdo a cuatro etapas principales la trayectoria
histórica del desarrollo del pensamiento estado-
unidense: la depresión económica de la década
de los años treinta del siglo XX; los tiempos de
la Segunda Gran Guerra –1939-1945–; la pos-
guerra; la “guerra fría”, en especial, a raíz del esta-
blecimiento del Premio Nobel de Economía, en
1969, para conmemorar el tercer centenario de
la fundación del Banco de Suecia. La trascenden-
cia hegemónica del pensamiento económico nor-
teamericano se pone de relieve con este premio,
ya que desde su establecimiento, ha recaído en
economistas de Estados Unidos. De tal modo que
la pauta de la política económica actual está
basada en las aportaciones de esos estudiosos.
En términos generales, la corriente en cuestión
arranca y se basa en los postulados teóricos de
la escuela marginalista. La teoría neoclásica es un
modelo de economía competitiva de empresa pri-
vada sin gobierno, siendo, por tanto, en sentido
positivo, esto es, normativo, un modelo del sis-
E c o n o m í a y d e s a r r o l l o
30 | trabajadores | enero-febrero 2015
El presidente Theodore Roosevelt, el del Big Stick
(1901-1909), buscó asegurar justicia para el trabajador ysus intentos por acabar con los grandes monopolios,coadyuvaron en construir un puente sobre el abismo quedignificaría el capital y el trabajo.
tema del laissez-faire. La construcción
de esta teoría, a pesar de su elegancia inte-
lectual, e incluso belleza, no condujo a un
desarrollo significativo de la ideología en-
tre los economistas. El pensamiento eco-
nómico de la generación posterior a Mar-
shall se orientó en realidad al análisis de
las necesidades y oportunidades de inter-
vención estatal.
Pero hay que destacar que una impor-
tante corriente del pensamiento, repre-
sentado sobre todo por Henry C. Simons,
fue el desarrollo de un programa positivo
de laissez-faire, es decir, un análisis de los
cambios institucionales e intervenciones
públicas necesarios para permitir e inducir
a la economía a operar como el modelo
competitivo y lograr así un uso óptimo en
recursos económicos escasos. (A este res-
pecto vale adelantar que el controvertido
iconoclasta Premio Nobel de Economía,
Joseph Stiglitz, debate y cuestiona esa
tradicional definición de que la ciencia económi-
ca es meramente la ciencia cuyo objetivo principal
es sentar las reglas para detectar los bienes escasos
susceptibles de ser usados para la sobrevivencia
del género humano.)
Persistirá sin embargo una corriente más doc-
trinaria del laissez-faire en la economía contem-
poránea, la representada por el austriaco Ludwig
von Mises (quien por cierto estuvo en México a
principios de los años treinta del siglo XX, para ob-
servar y estudiar la situación de la economía mexi-
cana. Problemas económicos de México es la única
propuesta conocida hasta el momento que Von
Mises escribiera específicamente para un país. Ese
texto inédito de gran valor fue hallado en abril de
1997 por Bettina Bien Greaves, amiga cercana del
matrimonio Von Mises y heredera de los docu-
mentos que dejaron al morir en su departamento
de Nueva York. Cuando Von Mises llegó a Mé-
xico en enero de 1942, impartió un curso inten-
sivo en la Universidad Nacional, concretamente
en la por entonces Escuela Nacional de Economía,
por esa época bajo la dirección del maestro Silva
Herzog. Por ese entonces los economistas egresa-
dos de la Universidad Nacional ejercían mucha
influencia en el gobierno de México, por lo que
era fundamental que Von Mises expusiera la teo-
ría de la escuela austriaca. También cabe agregar
que Von Mises fue uno de los detractores y críti-
cos más acérrimos de Marx y el marxismo).
De la misma manera podría considerarse a
Milton Friedman, que como se sabe, constituye
uno de los economistas norteamericanos que en-
cabezan en los años de la “guerra fría”, el inicio
de la hegemonía del pensamiento económico
norteamericano y, por supuesto, Premio Nobel
de Economía. Además formó escuela y es uno de
los principales teóricos del replanteamiento de la
teoría monetaria y la modernización del laissez-
faire, pilares fundamentales del paradigma actual-
mente en vigor.
Así las cosas, en los trabajos de estos dos
economistas de la misma orientación se conjugan
una filosofía política de individualismo extremis-
ta, la oposición a la forma pública y a otras formas
intervencionistas, de coacción social y la teoría
económica moderna, en apoyo de un esquema de
laissez-faire que, a pesar de su mayor refina-
miento en comparación con los anteriores mode-
los, es de naturaleza totalmente doctrinaria. �
E c o n o m í a y d e s a r r o l l o
La corriente representada por Ludwig von Mieses de un liberalismoeconómico a ultranza es la que predominará en la economíaestadounidense de la posguerra.
enero-febrero 2015 | trabajadores | 31
La política conservadoradel primer ministro canadiense
Stephen Harperhacia América Latina
(Primera Parte)
OLIVER SANTÍN PEÑA* Y JOHN KIRK**
internacionalREALIDAD
32 | trabajadores | enero-febrero 2015
Este trabajo aborda algunos posicionamientos
que ha venido asumiendo el gobierno conser-
vador del primer ministro canadiense Stephen
Harper hacia América Latina en años recientes,
entendiéndolos como parte de una política in-
tegral que ha logrado privilegiar, más que
nada, a los intereses corporativos de Canadá
sobre los tradicionales valores promovidos por
los anteriores gobiernos canadienses, ya sea li-
berales o conservadores. Es preciso señalar
que anteriormente, sin importar la filiación del
partido gobernante, Canadá solía anteponer la
promoción de la democracia y la defensa a los
derechos humanos como elementos centrales
en su política hemisférica. Por ello, a través del
análisis de acontecimientos específicos sucedi-
dos en Honduras y Paraguay, analizaremos la
postura que asumió el gobierno de Ottawa, así
como sus esfuerzos para sostener gobiernos
surgidos tanto de un golpe de Estado (Hondu-
ras, en 2009)1 como de un golpe parlamentario
organizado desde las elites (Paraguay, en
2012).2
De este modo se develará cómo la diploma-
cia canadiense hacia toda el área latinoameri-
cana, ha mantenido una tendencia a ponderar
los temas comerciales y energéticos, de ma-
nera particular la explotación minera, sobre
valores tradicionales que habían hecho de Ca-
nadá –en décadas pasadas–, un país con alto
prestigio e imparcialidad. Sin embargo, lo an-
terior no quiere decir que los gobiernos cana-
dienses del pasado no impulsaran dicha
agenda comercial y de inversiones en la región,
todo lo contrario, lo que sí, ahora con el primer
ministro Harper, Canadá parece haber olvi-
dado algunos elementos diplomáticos que le
otorgaron a su país no hace mucho tiempo,
amplios márgenes de credibilidad entre la co-
munidad internacional.
INTRODUCCIÓN
A primera vista, las relaciones entre Canadá y La-
tinoamérica parecen bien fundamentadas y son
cada vez más importantes. Esto se refleja en las
visitas oficiales que ha hecho el primer ministro
Stephen Harper desde su primera gira a la región
en marzo de 2006, en Chichen Itzá, México, en el
marco de una reunión trilateral del Tratado de Li-
bre Comercio para América del Norte (TLCAN)
con sus contrapartes: George W. Bush y Vicente
Fox. Al año siguiente, es decir, en julio de 2007,
Harper realizó una gira de trabajo de seis días
a Chile, Colombia, Barbados y Haití. En 2009
visitaría México para una Cumbre de Líderes de
América del Norte. Para agosto de 2011 visitó
Brasil, Colombia, Costa Rica y Honduras. Poste-
riormente, en mayo de 2013, Harper visitaría Co-
lombia y Perú para explorar la posibilidad de
ser miembro de la Alianza del Pacífico. En 2014,
nuevamente dentro del marco de la Cumbre de
Líderes de América del Norte, visitaría México
por segunda vez.
El común denominador de estas giras de tra-
bajo ha sido la promoción del comercio, tema que
se explica con claridad en el sitio web del primer
ministro en el que señala: “Canadá está compro-
metido a incrementar el comercio con la región de
las Américas a fin de crear oportunidades econó-
micas para los canadienses y con la gente de todo
el hemisferio”.3
Asimismo, el comercio entre Canadá y Latino-
américa ha crecido desde 1997, al pasar de 11.5
mil millones de dólares, a 51 mil millones para el
año 2010. De hecho, en los últimos cinco años
ha crecido un 50%. En particular el comercio en-
tre Canadá y México ha aumentado de forma no-
table. Por ejemplo, en 2012, Canadá exportó a
México mercancías con un valor de 5.4 mil millo-
nes, mientras sus importaciones fueron de 25.5
mil millones de dólares.4
México también es importante como destino
turístico, pues en 2012, alrededor de 1.8 millo-
nes de turistas canadienses visitaron el país –cifra
que poco variará para 2014–, mientras se esti-
ma que viven de manera permanente en territo-
rio mexicano unos 50 mil canadienses. De igual
modo, cada año, 17 mil trabajadores agrícolas me-
R e a l i d a d i n t e r n a c i o n a l
* Académico e Investigador del Centro de InvestigacionesSobre América del Norte (CISAN), UNAM.
** Académico e investigador en el Departamento de Estu-dios Españoles y Latinoamericanos de la Universidad de Dal-housie, Nueva Escocia, Canadá.
enero-febrero 2015 | trabajadores | 33
xicanos llegan a territorio canadiense para partici-
par en las cosechas del verano y otoño.5
Por otro lado, Brasil también ha manifestado
ser un país atractivo para Canadá, ya que unas
400 empresas canadienses tienen oficinas ahí.
Para 2010 el comercio bilateral fue de unos 5.9
mil millones, mientras que la inversión entre am-
bas naciones llegó a la cifra de 23 mil millones de
dólares.6
Ahora, debe considerarse que la industria en
donde más fluye la inversión canadiense en Lati-
noamérica es la minera, sector por demás contro-
versial debido a señalamientos de contaminación
ambiental, destrucción de comunidades indíge-
nas, violación a derechos humanos en los lugares
donde se han establecido dichas empresas, entre
otras cosas. Por ejemplo, la empresa minera Gold-
corp, que tiene presencia en: México, Guatemala,
República Dominicana, Brasil, Chile y Argenti-
na, ha sido acusada de generar impactos negativos
en las regiones en las que opera, sobresaliendo:
“La destrucción de sitios arqueológicos, vertido
de drenaje ácido de las minas, agotamiento de los
recursos hídricos en las zonas propensas a la se-
quía, contaminación de recursos hídricos con el
cobre y el hierro, altos niveles de arsénico y plomo
en los habitantes del lugar, envenenamiento con
mercurio y displicencia hacia las peticiones de los
habitantes locales”.7
Debe señalarse que la industria minera cana-
diense es un sector particularmente poderoso, ya
que, de hecho, las empresas canadienses constitu-
yen el 60% de todas las empresas mineras del
mundo. Por tal situación, Latinoamérica, región
dotada de minerales muy valiosos, ha resultado
ser muy atractiva para las empresas canadienses,
mismas que han ido incrementando su presencia,
dado que desde la primera década del siglo XXI
superaban el 30% del mercado latinoamericano.8
Por consiguiente, destaca que siete empre-
sas canadienses estén entre los veinte inversio-
nistas más importantes en este sector en toda
Latinoamérica, ya con 28.2 mil millones de dóla-
res invertidos para 2006.9 Cabe añadir que en
2010 las empresas canadienses habían matricu-
lado en el Canadian Stock Exchange sus inversio-
nes en 974 propiedades con depósitos minerales
en la región.10 Asimismo, en un hecho que expre-
sa la importancia estratégica de dicho sector em-
presarial, sobresale que en México las empresas
mineras canadienses representan el 77% de las in-
versiones extranjeras en ese sector,11 y según un
R e a l i d a d i n t e r n a c i o n a l
34 | trabajadores | enero-febrero 2015
En un principio, hubo rechazo internacionalgeneralizado al golpe de Estado contra elpresidente hondureño Manuel Zelaya.
estimado reciente, de las 279 empresas extranje-
ras radicadas en México, 210 son canadienses con
un total de 757 proyectos en 26 estados.12
EL GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS
(28 de junio 2009)
La madrugada del 28 de junio de 2009, ocurri-
ría uno de los eventos más delicados de la historia
contemporánea latinoamericana, el momento en
que el presidente de Honduras, Manuel Zelaya,
fue obligado por fuerzas militares a salir del país,
al tiempo que a todos los medios de comunica-
ción se les clausuraba y ordenaba guardar silencio
frente al nuevo gobierno de facto. Durante el
transcurso de la tarde, el Congreso hondureño ha-
ría oficial “la renuncia” del presidente Zelaya e
impondría un Estado de sitio, suspendiendo las
garantías individuales en tanto la situación política
volviera a la normalidad.
Al mismo tiempo, el Congreso hondureño
nombraba un nuevo presidente, Roberto Miche-
letti, como el encargado del Poder Ejecutivo has-
ta la celebración de las siguientes elecciones en
2010. Dicha acción supuso el regreso de viejas
prácticas a la región, que se pensaba habían sido
superadas una vez consolidados los distintos ejer-
cicios democrático-electorales en casi toda Amé-
rica Latina. Uno de los argumentos centrales es-
grimidos por las nuevas autoridades golpistas, fue
que el presidente Zelaya se encontraba firme en
su propósito de convocar a un plebiscito nacional
que permitiera modificaciones constitucionales,
que a su vez harían posible su reelección. Este ple-
biscito estaba convocado para llevarse a cabo, pese
a que la Corte Suprema de Justicia hondureña
–dominada por las viejas oligarquías del país– lo
había declarado ya ilegal.
Con dichos antecedentes, el golpe de Estado
en Honduras fue tomando forma y consolidán-
dose, sobre todo una vez que Roberto Micheletti
asumió el cargo y decidió abrogar de inmediato
la convocatoria del plebiscito, al tiempo que man-
daba reprimir duramente las protestas en contra
de su gobierno.
Debe señalarse que en un inicio los sucesos en
territorio hondureño parecieron crear una indig-
nación generalizada entre todos los países miem-
bros de la OEA, pues demandaron la inmediata
restauración de Zelaya como presidente constitu-
cional. Incluso, en una sesión urgente llevada a
cabo un día después del golpe de Estado, el 30 de
junio, se estableció además suspender a Honduras
del organismo hemisférico. En tal sentido, el go-
bierno de Washington, en voz de su secretaria de
Estado, Hilary Clinton, declaró que lo sucedido
en Honduras violaba los preceptos democráticos.
Por su parte, el propio presidente estadouni-
dense, Barack Obama, declaró que lo sucedido en
Honduras era un acto “no legal”.13
R e a l i d a d i n t e r n a c i o n a l
La animadversión que sentía
el gobierno conservador
canadiense representado por
Stephen Harper, ocasionado
por discrepancias en el tema de las
mineras de Canadá en territorio
hondureño, cristalizaría
en el apoyo incondicional al
régimen de Porfirio Lobo.
enero-febrero 2015 | trabajadores | 35
Cabe añadir que este tipo de posturas del go-
bierno estadounidense hizo emerger en su mo-
mento el carácter profundamente racista de las
oligarquías hondureñas, pues en voz de Enrique
Ortez, ministro de Asuntos Externos de Hondu-
ras, el gobierno de facto se refirió a Barack Obama
como un negrito que no sabía nada de nada. Ade-
más señalaría que él “…el negrito, no conoce dón-
de queda Tegucigalpa. Nosotros somos los que
conocemos dónde está Washington y somos los
obligados como país pequeño, un pigmeo demo-
crático, a aclararles las concepciones y a leerle, tal
vez en su idioma, lo que está pasando”.14
No obstante este inicial encono, conforme
pasaron los días las voces de condena en contra
del golpe de Estado en Honduras fueron men-
guando entre la comunidad hemisférica, sobre
todo a partir de que Washington decidió dar un
giro a su postura inicial, al dejar de criticar a las
elites golpistas hondureñas y no respaldar sancio-
nes internacionales en contra del gobierno de
facto de Tegucigalpa. Con esta decisión, Estados
Unidos (EU) dio el tiempo suficiente al nuevo
gobierno hondureño para no permitir la celebra-
ción del referéndum constitucional, al mismo
tiempo que Micheletti emplazaba a nuevas elec-
ciones, cancelando así la posibilidad de que Ma-
nuel Zelaya retomara el poder.
La razón aparente para este cambio de postura
parecería obedecer a que el buró conservador es-
tadounidense logró exponer al presidente demó-
crata Barack Obama, las estrechas relaciones y
alianzas prevalecientes entre las élites hondureñas
y Washington, mismas que se hicieron patentes
sobre todo durante la década de los años ochenta,
cuando Honduras se convirtió en el país con una
de las bases militares estadounidenses más gran-
des del mundo, y en el centro operativo de su lu-
cha en contra del sandinismo nicaragüense.
De tal forma que, después del golpe de Estado
en Honduras se generaron dos grupos antagóni-
cos al interior de la OEA. El primero de ellos enca-
bezado por Venezuela, Brasil, Argentina, Nicara-
gua, entre otros, quienes empujaban la idea de
apoyar un regreso forzado del presidente Zelaya.
El otro grupo fue encabezado por Estados Uni-
dos, algunos países latinoamericanos como Mé-
xico y Colombia, y de manera particular Ca-
nadá. Este segundo grupo dejó de condenar el
golpe de Estado y rechazó todo intento por agu-
dizar las sanciones en contra del gobierno de Mi-
cheletti.
La nueva actitud estadounidense generó fuer-
tes críticas por parte de diversos gobiernos lati-
noamericanos que demandaban una salida mul-
tilateral al conflicto a través del despliegue de
fuerzas militares de varios países. Ante tal pos-
tura, el presidente Obama afirmó en la Cumbre
de Líderes de América del Norte, celebrada en
Guadalajara, México, en agosto de 2009, que
aquellos que criticaban a EU por no intervenir en
Honduras, eran los mismos que acusaban a Wa-
shington de hacerlo siempre en América Latina,
y que ese enfoque era erróneo pues no se podía
tener ambas cosas.
En lo que corresponde al gobierno conserva-
dor canadiense, éste decidiría sumarse a la pos-
tura de Washington y ejercer un papel más pro-
tagónico, justo cuando frente a las críticas de sus
contrapartes latinoamericanos a Obama, el pri-
mer ministro canadiense, Stephen Harper, se-
ñaló: “Si yo fuera americano [estadounidense]
estaría realmente harto de todo este tipo de hipo-
cresía”.15 Como era de esperarse, tales afirmacio-
nes no fueron bien recibidas por la mayoría de los
jefes de Estado del hemisferio, quienes lejos de
lograr un consenso que derribara al gobierno gol-
pista hondureño, veían como éste se fortalecía
bajo el amparo de gobiernos como el de Washing-
ton y Ottawa.
Es necesario señalar que incluso antes del
golpe de Estado, el gobierno de Manuel Zelaya
no era bien percibido por la administración con-
servadora de Stephen Harper, ya que en su opor-
tunidad, Ottawa expresó sus dudas respecto a
la verdadera vocación democrática de Zelaya al
pretender reformar la Constitución hondureña.16
El motivo de esta animadversión del gobierno
canadiense hacia Zelaya, parece originarse por
las discrepancias en el tema de las mineras de
Canadá en territorio hondureño. Ello porque el
presidente había resuelto cancelar todas las con-
cesiones canadienses en dicho sector a partir de
2006. Este tipo de decisiones obedecieron a las
R e a l i d a d i n t e r n a c i o n a l
36 | trabajadores | enero-febrero 2015
denuncias de devastación en diferentes regio-
nes de Honduras, además de las presiones que
ejercían distintas compañías canadienses para
que el gobierno hondureño elaborara nuevas leyes
mineras que privilegiaran la inversión extranjera
en dicho sector. Estas nuevas leyes debían incluir
concesiones de por vida, exenciones de impuestos
y derechos del subsuelo para explotar “racional-
mente” los recursos disponibles.17 Como es de su-
ponerse, el gobierno nacionalista de Zelaya consi-
deró tales condiciones como inaceptables, por lo
que procedió a cancelar dichos permisos de ex-
plotación minera.
Ante ello, no debe sorprender por qué el go-
bierno conservador canadiense decidió apoyar al
gobierno golpista hondureño, una vez manifiesto
el cambio de postura de Washington al respecto.
Incluso, ya confirmada la nueva postura de Esta-
dos Unidos, el ministro de Asuntos Externos de
Canadá, Peter Kent, instó a Manuel Zelaya a no
regresar a Honduras, responsabilizándolo de las
muertes de sus seguidores, y no al gobierno gol-
pista hondureño.18
Toda esta situación colocó al gobierno de Har-
per como un firme promotor del gobierno golpis-
ta de Michelleti en Honduras. En palabras de la
investigadora canadiense Ashley Holly, esta situa-
ción dejó a Canadá “…prácticamente solo en el
hemisferio apoyando a los golpistas hondureños
que expulsaron a Zelaya. El gobierno canadiense
y sus amigos de la industria minera, están utili-
zando el golpe como una oportunidad de plantar
de manera más profunda sus pies en tierra hondu-
reña”.19
Así, el tema de los intereses mineros canadien-
ses en Honduras terminó prevaleciendo sobre la
tradición de Canadá como país promotor y defen-
sor de la democracia a nivel internacional. Al fi-
nal de cuentas, el golpe de Estado en Honduras
tuvo éxito pues los cambios constitucionales no
se llevaron a cabo. Además, las elites hondureñas
reforzarían su posición, y, a través de la legitima-
ción de sendos procesos electorales en 2009 y
2013, terminarían fortaleciendo su posición como
entes concentradores de poder.
Finalmente, en enero de 2013, se hizo oficial
la entrada en vigor de una Nueva Ley General
de Minería en Honduras, que fue posible, en
buena medida, gracias a las gestiones del embaja-
dor canadiense Neil Reeder (2007-2010), quien
durante su gestión –acompañado de altos ejecuti-
vos de mineras canadienses– tuvo una serie de
reuniones con el presidente electo en 2009, Por-
firio Lobo, para discutir estrategias empresariales
y así beneficiarse de la nueva ley minera que se
avecinaba.20
enero-febrero 2015 | trabajadores | 37
“… resulta evidente que diversos corporativos mineros canadienses incidieron en la elaboración, discusión y puesta enmarcha de una Nueva Ley General de Minería en Honduras. Con ello quedó abierta la posibilidad de nuevos escenariosde sobreexplotación en subsuelo y a cielo abierto por compañías extranjeras, básicamente de origen canadiense.”
Este tipo de gestiones oficiales canadienses en
Honduras a favor de su sector minero no se limitó
únicamente a Reeder, ya que su sucesor, Came-
ron MacKay (2010-2012), organizó una serie de
eventos entre funcionarios del gobierno de Hon-
duras, empresas y organizaciones no gubernamen-
tales para facilitar dicha ley. Tales encuentros se
celebraron bajo el esquema de reuniones de res-
ponsabilidad social corporativa, en un intento por
disminuir el malestar y desconfianza social por los
antecedentes de abusos, despojos de tierra y con-
taminación de dichas mineras y subsidiarias en te-
rritorio hondureño, lo que generó un ambiente de
preocupación y desconfianza entre la población.21
Así, resulta evidente que diversos corporativos
mineros canadienses incidieron en la elaboración,
discusión y puesta en marcha de una Nueva Ley
General de Minería en Honduras. Con ello quedó
abierta la posibilidad de nuevos escenarios de so-
breexplotación en subsuelo y a cielo abierto por
compañías extranjeras, básicamente de origen ca-
nadiense.
Por consiguiente, es un hecho que la salida
obligada del presidente Manuel Zelaya, terminó
por favorecer a este poderoso sector industrial
de Canadá, cuyo gobierno conservador asentado
en Ottawa, hizo todo cuanto tuvo a su alcance
para impedir el retorno al poder del mandatario
una vez consumado el golpe de Estado. De hecho,
el apoyo conservador canadiense a las élites hon-
dureñas no se limitó a acciones diplomáticas, sino
que se consolidó comercialmente en noviembre
de 2013, con la firma de un Tratado de Libre Co-
mercio entre ambos países. �
R e a l i d a d i n t e r n a c i o n a l
1 Global Research, “Canada Supports the Military Coup inHonduras”, 2009, en http://www.globalresearch.ca/canada-supports-the-military-coup-in-honduras/14369; consulta, fe-brero de 2014.
2 Government of Canada, “Statement on Situation in Pa-raguay”, 2012, en http://www.international.gc.ca/media/state-etat/news-communiques/2012/06/23a.aspx?lang=eng#wb-cont; consulta, enero de 2014.
3 Prime Minister of Canada, “PM announces visit to SouthAmerica”, en http://pm.gc.ca/eng/news/2013/05/17/pm-an-nounces-visit-south-america, septiembre de 2013.
4 Government of Canada, “Factsheet Mexico”, 2013, enhttp://www.canadainternational.gc.ca/mexico-mexique/fs_mexico-fd_mexique.aspx?lang=eng; consulta, octubre de2014.
5 Government of Canada, “Canada-Mexico Relations: AStrategic Partner for Canada”, 2013, en http://www.cana-dainternational.gc.ca/mexico-mexique/canmex.aspx; con-sulta, octubre de 2014.
6 The Globe and Mail, “Harper vows to renew Brazil-Ca-nada relations”, en http://www.theglobeandmail.com/news/politics/harper-vows-to-renew-brazil-canada-relations/arti-cle593330/, 2011; consulta, octubre de 2014.
7 Daniel Whalen, Council on Hemispheric Affairs, “HiddenHegemony: Canadian Mining in Latin America”, Washington,D.C., July 25th, 2011, p. 3.
8 Ibid., pp. 1-5.9 Todd Gordon, ”Positioning itself in the Andes: Critical
reflections on Canada´s relations with Colombia”, Canadian
Journal on Latin America and Caribbean Studies, v. 35, n. 70,2010, pp. 57-58.
10 186 Yasmine Shamsie & Ricardo Grinspun, “MissedOpportunity: Canada’s Re-engagement with Latin Americaand the Caribbean”, Canadian Journal of Latin American and
Caribbean Studies, v. 35, n. 69, 2010, p. 186.
11 La Jornada, “En este gobierno se duplicaron proyectosde firmas extranjeras”, en http://www.jornada.unam.mx/2011/09/19/politica/003n1pol, 2011; consulta, octubre 2014.
12 La Jornada, “Mineras de Canadá se niegan a pagar im-puestos; amenazan con irse del país”, en http://www.jorna-da.unam.mx/2013/10/02/sociedad/037n1soc, 2013; consulta,octubre 2014.
13 La Prensa, “Obama: Golpe de Estado en Honduras nofue legal”, Honduras, 2009, http://archivo.laprensa.hn/Aper-tura/Ediciones/2009/06/29/Noticias/Obama-Golpe-de-Esta-do-en-Honduras-no-fue-legal; consulta, diciembre 2013.
14 ABC, “El Gobierno golpista llama a Obama «negrito» ycritica a Zapatero”, España, 2009,http://www.abc.es/20090705/internacional-iberoamerica/gobierno-golpista-llama-obama-200907051735.html; con-sulta, diciembre 2013.
15 La Jornada, “Los tres amigous se alejan del Sur tras lafalta de respaldo a Manuel Zelaya”, México, 2009, enhttp://www.jornada.unam.mx/2009/08/11/politica/007n1pol;consulta, octubre 2014.
16 Informe 21.com, “Canadá condena el golpe de Estadoen Honduras sin pedir la restitución de Zelaya”, 2009,http://informe21.com/golpe-honduras/canada-condena-golpe-estado-honduras-pedir-restitucion-zelaya; consulta,diciembre 2013.
17 Global Reserch, loc. cit.18 Ibid.19 The Tyee, “Shame on Canada, Coup Supporter”, 2009,
http://thetyee.ca/Views/2009/07/09/ShameOnCanada/; con-sulta, diciembre 2013.
20 MiningWatch Canada, “Antecedentes: Una docena deejemplos de la diplomacia minera canadiense”, 2013, enhttp://www.miningwatch.ca/es/article/antecedentes-una-docena-de-ejemplos-de-la-diplomacia-minera-canadiense;consulta, diciembre 2013.
21 Ibid.
38 | trabajadores | enero-febrero 2015
El llamamiento de Héctor Navarro a la “necesaria
rebelión de las bases del PSUV” es la largamente
esperada insurrección de la centro-izquierda cha-
vista contra la política suicida de la centro-dere-
cha chavista. Se trata de un acto de gran valentía
personal; aunque es obvio que Navarro represen-
ta poderosas fracciones del poder civil y militar
del proceso. Constituido finalmente un posible
sujeto colectivo de salvación nacional, se alejan los
escenarios apocalípticos existentes y se abre la po-
sibilidad de una solución pacífica en Venezuela.
Hay tres errores estratégicos en la gobernanza de
Maduro que generaron su actual crisis terminal.
1) Decir que “Obama está mal informado” y
que por eso Washington agrede a Venezuela,
muestra una ignorancia absoluta del sistema polí-
tico gringo. Ninguna operación significativa de la
CIA, del Departamento de Estado o del Pentá-
gono, se realiza sin la autorización expresa del pre-
sidente, sea por ley, executive order o presidential
memorandum. Miles de páginas de documenta-
ción sobre la agresión a Vietnam, Chile, Cuba,
etc., documentan ese modus operandi constitu-
cional y fáctico de Washington; pero el presiden-
te venezolano lo ignora y hace el ridículo a nivel
internacional. Sun Tzu, el gran estratega chino es-
tipulaba hace 2000 años, que para ganar una gue-
rra o evitarla, hay que conocer al enemigo. Ha de
dar vueltas en la tumba ante el analfabetismo po-
lítico-militar de este gobierno, que habla constan-
temente de la guerra, sin entender ni sus elemen-
tos más básicos.
2) La troika operacionaliza su interés de do-
minación política mediante una ortodoxia eco-
nómica que es absolutamente disfuncional en la
economía de mercado del país; y justifica el de-
sastre resultante con la falaz apología de la “gue-
rra económica”. Sus voodoo economics descan-
san sobre tres elementos ficticios: a) Ficciones
(delusiones) sobre el precio justo, el dinero comu-
nitario, el cooperativismo, etc.; b) La incompren-
sión total de la función cibernética (alocación de
recursos) de los precios de mercado y, en conse-
cuencia, el quijotesco intento de sustituirlos por
precios administrativos; c) La creencia de poder
remplazar el sistema de distribución del mercado
por el Estado, sin disponer de los elementos ciber-
néticos necesarios.
¿Salvará la centro-izquierdachavista Venezuela? HEINZ DIETERICH*
enero-febrero 2015 | trabajadores | 39
LA CENTRO-IZQUIERDA CHAVISTALLAMA A LA INSURRECCIÓN
TRES ERRORES ESTRATÉGICOS DE MADUROQUE GENERAN LA INGOBERNABILIDAD
* Vicepresidente de la Asociación Mundial de Políticas Eco-nómicas (WAPE).
3) El tercer error estratégico de la troika es
su convicción de que la represión puede impe-
dir su caída. En su pensamiento simplista, no
entiende que la prolongada combinación de inep-
titud y represión gubernamental genera las al-
ternativas de su reemplazo en la sociedad civil y
fractura la unidad de las Fuerzas Armadas. Ambas
dinámicas son claramente visibles en el pronun-
ciamiento de Héctor Navarro y otros protagonis-
tas que buscan la “tercera vía”.
En una entrevista televisiva con Carmen Aristegui
(3 de febrero de 2015) diagnostiqué la crisis ter-
minal venezolana como “crisis de ingobernabili-
dad”, y analicé sus posibles desenlaces en referen-
cia a la crisis de ingobernabilidad de Evo Morales
en 2009, y de Salvador Allende, a fines de 1972.
La crisis de Evo se resolvió mediante el adelanto
de elecciones generales, la de la Unidad Popular
mediante la matanza de Pinochet. Sin embargo, la
troika no puede aplicar la solución de Evo, por-
que sabe que perdería las elecciones. El desenlace
de Chile, un régimen militar de derecha, debe im-
pedirse a cualquier costo. La solución clásica de
la crisis mediante el FMI tampoco es posible, por-
que la base social del chavismo no la aceptaría. En
tal situación, la intervención abierta de un su-
jeto militar se volvería inevitable; pero el riesgo
de no saber cuál de las tres grandes tendencias
en las fuerzas castrenses se impondría, significa-
ría, desde el punto de vista popular y democráti-
co, jugar a la ruleta rusa.
En la entrevista con Carmen Aristegui hice una
fuerte crítica a los gobiernos progresistas latino-
americanos que dócilmente repiten el newspeak
(falso discurso oficial) del gobierno venezolano
sobre la crisis. Le dije a Carmen que esos gobier-
nos deberían ofrecerle un Plan Marshall a Madu-
ro, proporcionándole la liquidez monetaria que
exige el año electoral, pero bajo una condición no
negociable: que se hagan las reformas necesarias
para ser exitoso. Es decir, seguir el ejemplo de
China: ayuda sí, pero sólo en condiciones de real-
politik económica.
La declaración de Navarro demuestra que el
sujeto político de cambio-centro-izquierda en Ve-
nezuela ya se ha constituido. Por primera vez en
tres años, se ha configurado una alternativa endó-
gena real a la centro-derecha dogmática chavista,
que se ha apoderado del Estado. Gobernantes la-
tinoamericanos con luces bolivarianas y revolucio-
narias apoyarían incondicionalmente a este nuevo
sujeto de centro-izquierda chavista, que consti-
tuye la única alternativa civil, democrática y pro-
gresista disponible para salvar la Patria venezolana
y el legado del Comandante Chávez. �
R e a l i d a d i n t e r n a c i o n a l
40 | trabajadores | enero-febrero 2015
LA SOLUCIÓN NAVARRO-CHINACORTA EL NUDO GORDIANOINGOBERNABILIDAD MADURO, EVO MORALES,
SALVADOR ALLENDE
“EL LLAMAMIENTO DE HÉCTOR NAVARRO
A LA ‘NECESARIA REBELIÓN DE LAS BASES
DEL ’ ES LA LARGAMENTE ESPERADA
INSURRECCIÓN DE LA CENTRO-IZQUIERDA
CHAVISTA CONTRA LA POLÍTICA SUICIDA DE
LA CENTRO-DERECHA CHAVISTA.
PSUV
”
APUNTES sobre
JOED AMÍLCAR PEÑA ALCOCER
BIBLIOTECOLOGÍAy cambio social*
El mundo viejo pertenece al filisteo. Sin embargo, en realidad, es un mundo deshumanizado, un mundo en el
que se quiere vivir y reproducirse exactamente igual que en el mundo animal; un mundo en el que el despotismo
y el sistema de producción, el sistema de propiedad privada y el de la explotación de los hombres ha de conducir
a su destrucción. Hay que oponerse a la absurda idolatría de este mundo, asumir audazmente la posición de la
humanidad pensante y colaborar con el nacimiento del nuevo mundo que va madurando.
KARL MARX
letras y culturaIDEAS,
1.Desde diversas trincheras intentamos dar
solución y equilibrio al mundo, sin em-
bargo, cada día se hace más evidente que este ob-
jetivo, legítimo en todas sus aristas, está lejos de
ser cumplido. La voracidad de los sistemas globa-
les y capitalistas nos ha llevado a desiertos en los
que vemos espejismos de sombras a los que debe-
mos desterrar.
La bibliotecología no escapa a este juego del
sistema. Pretendemos ir en busca del progreso,
de un llamado bien común y buscamos conceptos
y palabras que nos hagan creer que a ello vamos.
Nuestro léxico profesional pone especial énfasis a
términos como responsabilidad social, ética o sus-
tentabilidad, tratando de demostrar que vamos en
la misma dirección de desarrollo.
No dudo en afirmar que desde todas las cien-
cias nos hemos visto sumidos en los espejismos
oscuros del discurso de la globalidad (que no es
necesariamente malo) y no hemos perdido del
todo el rumbo, sino la pista de algunos aspectos
fundamentales. En la bibliotecología, muchos he-
mos llegado a creer que la responsabilidad social
está ligada estrechamente a objetivos institucio-
nalizados bajo marcos de regulación internaciona-
les, pretendemos hablar de calidad por el cumpli-
miento a ciegas de protocolos de trabajo o normas
globales y creemos que la ética se reduce a pro-
porcionar información. Estas formas de pensar so-
bre la responsabilidad social, la calidad o la ética
por sí solas no son malas o erradas, lo son en la me-
dida que las creemos absolutas y únicas. Perde-
mos de vista el carácter humanista de nuestra la-
bor y, por consiguiente, la posibilidad del cambio
social.
2. ¿Cómo contribuyen las bibliotecas al cam-
bio social? ¿Desde dónde o cómo surge el cambio
social en la labor del bibliotecario? Debemos estar
seguros que no es desde las perspectivas institu-
cionales del orden o desde la normatividad inter-
nacional, que nos dan organización pero no con-
ciencia social. Por muchos años se ha pensado que
la bibliotecología es una disciplina neutral, que no
tiene mayor injerencia en la vida de la personas
que la que representa ser ayuda en la realización
de trabajos escolares, proyectos de investigación o
en la localización de un libro. Este proceso de neu-
tralidad ha dado como resultado que se crea en la
mayoría de los espacios profesionales que el bi-
bliotecario es un agente pasivo que no influye en
la sociedad en cualquiera de sus esferas (política,
cultural e incluso religiosa) o que su límite es el
servicio al público; las visiones más obtusas afir-
man que el bibliotecario sólo está para velar por el
cumplimiento de las normas.1
No cabe duda que el orden, la normaliza-
ción, la normatividad y conceptos similares son
benéficos para la administración de los centros de
información, pero poco ayudan a crear cambios
sociales. Una considerable cantidad de bibliote-
cas de nuestro entorno cuentan con certificados
de calidad ISO, poseen sistemas de gestión de cali-
dad que garantizan BUENOS estándares, pero que
a pesar de ello no son centros activos o relaciona-
dos con los procesos sociales de las comunidades
a las que ofrecen servicios. El cambio surge de
la acción más que de la estandarización, es decir,
los servicios y los profesionales de la información
deben ser de un claro perfil humanista que en-
tienda la tecnología y las disposiciones internacio-
nales como ayudas idóneas. El humanismo debe
estar sobre la concepción tecnocrática de la infor-
mación.
3. ¿Cuál es la visión humanista dentro de la
bibliotecología? Desde la década de 1930 surgió
en países europeos una propuesta cercana al la-
borismo, que por lógica era cercana también al
socialismo de la época y afín a las ciencias sociales
comprometidas con el bien común de las socieda-
des que hacían frente a los procesos capitalis-
tas. En la década de 1980, la comunidad bibliote-
cológica de América entró con mayor decisión a
la discusión de esta perspectiva que ha recibido
nombres como bibliotecología laboral o biblio-
tecología progresista, que en el mundo de habla
hispana se denomina comúnmente como bibliote-
cología social; se trata de una corriente que lle-
va décadas desarrollándose y de la que existen,
según Martín Muela Meza, por lo menos 456
obras académicas tanto en español como en in-
glés.2 Edgardo Civallero define a la bibliotecología
I d e a s , l e t r a s y c u l t u r a
* Tomado del suplemento “Unicornio” del diario en líneaPor Esto!, 6 de marzo de 2015.
42 | trabajadores | enero-febrero 2015
social como “una corriente de pensamiento y
acción, dentro de las ciencias del libro y la infor-
mación, que reivindica una bibliotecología crí-
tica y comprometida socialmente, tanto en la teo-
ría como en la práctica”.3 Desde esta trinchera
se considera a la biblioteca como “una potente he-
rramienta que pertenece a todos por igual y que
debe emplearse en pos de la descolonización del
saber y la lucha por la igualdad, la libertad, la justi-
cia, la verdad, la solidaridad y la dignidad”.4
Esta forma de entender a la bibliotecología no
ha sido vista con buenos ojos por todos los info-
profesionales del mundo. Se le considera como “la
otra” bibliotecología, la antagónica a la biblioteco-
logía tradicional. Esta propuesta bibliotecológica
busca promover el cambio por medio de la acción.
4. Citemos ahora algunos ejemplos de esta ac-
ción que busca el cambio:
En el prólogo del segundo libro que escribióel cineasta Michael Moore, Estúpidos hombresblancos, cuenta una jugosa anécdota que tieneque ver con la profesión bibliotecaria. El 1 de di-ciembre de 2001, fecha en que se conmemo-raba un episodio importante en la lucha contrael racismo en Estados Unidos (la costurera ne-gra Rosa Parks se negó a cederle el asiento a unblanco y desató una tormenta de luchas contra elracismo que terminó en una importante victo-ria), Moore fue invitado a un acto para hablarsobre derechos civiles. En ese acto contó que ha-bía enviado ese libro a la editorial Harper Collinshacía varios meses y que, tras los atentados del11-S la editorial le había exigido eliminar dos ca-pítulos en los que criticaba duramente al presi-dente Bush. En el acto, Moore comentó que ha-bía preparado unas palabras, pero no se sentíacon ganas de pronunciarlas; en su lugar, contó elincidente con el libro y dijo a los asistentes quelamentaba que nadie iba a poder leer lo que habíaescrito, así que les propuso leer dos de los capítu-los. Cuando terminó la lectura, el público aplau-dió entusiasmado. El acto terminó y a los pocosdías recibió una llamada de la editorial de al-guien que le preguntó directamente: “¿Qué lesdijiste a los bibliotecarios?”. Moore no sabía dequé hablaba la persona que tenía al otro lado delteléfono. Desconocía que en el acto al que habíaasistido había una bibliotecaria que cuando llegóa su casa se conectó a Internet y mandó un men-saje a un foro de discusión contando el incidentede Moore con la editorial. El resultado de sumensaje fue que la editorial recibió montonesde mensajes exigiendo la retirada de la censuray, en consecuencia, la publicación del libro talcual lo había escrito Michael Moore. La edito-rial, para no quedar como censora y dado que elcaso ya había salido a la luz y estaba haciendoruido, no tuvo más remedio que publicar el li-bro íntegramente.5
Este es un caso de anécdota, pero existen otros
que son de profundo interés político y social,
I d e a s , l e t r a s y c u l t u r a
“Por muchos años se ha pensado
que la bibliotecología es una
disciplina neutral, que no tiene mayor
injerencia en la vida de la personas
que la que representa ser ayuda en la
realización de trabajos escolares...”
enero-febrero 2015 | trabajadores | 43
como los relatados por Ann Sparanase para el
libro:
Ruth Brown, directora de la biblioteca pública
de Bartlesby (Oklahoma), durante más de trein-
ta años se vio forzada a dimitir en 1951 porque
se negó a retirar de los estantes la revista The
Nation y algunos libros sobre la Unión Soviética.
Pero la realidad es que la señora Brown estaba
implicada en algo muchísimo más subversivo: era
miembro de la rama de Oklahoma del Congreso
por la Igualdad Racial y la practicaba en su pro-
pia vida personal y profesional. Este fue el verda-
dero motivo por el que la señora Brown perdió su
trabajo; no era neutral en cuestiones de igualdad
racial. En los años sesentas, un bibliotecario fue
investigado e interrogado por la Comisión de So-
beranía de Mississippi, porque defendía que los
negros pudieran acceder a las bibliotecas públi-
cas, ya que pagaban los impuestos con que se fi-
nanciaban.
A E. J. Josey, un bibliotecario afroamerica-
no de Georgia, se le denegó integrarse en la
asociación bibliotecaria de su estado por causas
raciales. A pesar de que la segregación existía
en las bibliotecas de los estados del sur, de que
no se permitía asociarse a los bibliotecarios en
cuatro estados, y de que los servicios biblioteca-
rios para negros eran ínfimos en la mayoría de las
bibliotecas de los estados del norte, no se escri-
bió ni una sola palabra sobre esto en las revistas
profesionales entre 1936 y 1959, hasta que Eric
Moon, director iconoclasta y activista del Li-
brary Journal, decidió dar la batalla. E. J. Josey
y otros como él creían que sin un respeto básico
a los derechos humanos, el acceso igualitario y
libre a la información y a la cultura no podía con-
seguirse. Por ello, el papel del bibliotecario,
como el papel del ciudadano, es comprometer-
se como profesional con los derechos humanos y
con principios abstractos como la libertad inte-
lectual.6
Los bibliotecarios y todos aquellos implicados
en el proceso de circulación y gestión de la infor-
mación deben estar comprometidos claramente
con la inclusión y rescate documental. Un caso
actual que se desarrolla en estos momentos es la
lucha de los archivistas de Cataluña para que el
gobierno español les restituya documentos que
les fueron extraídos durante el franquismo, ésta
es una clara muestra del papel de denuncia en pro
del acceso a la información y el rescate de la me-
moria histórica que los profesionales de la infor-
mación están llamados a atender.
Para los bibliotecarios la neutralidad no debe
ser más que un mito:
La idea de neutralidad presupone que no hay
enfrentamiento social y que los discursos no
se encuentran políticamente situados, o que, en
cualquier caso, todos los que pudiera haber
en conflicto, se enfrentan en igualdad de condi-
ciones para ser comprendidos o secundados, por
lo que si alguien pretende ser imparcial, lo que
debe hacer es no decantarse por ninguno en con-
creto. Este punto de vista obvia una cuestión y
esconde, en realidad, una falacia: oculta la radi-
cal diferencia en que los discursos y los grupos
sociales operan en la realidad (el puesto de privi-
legio ideológico y social de los grupos que deten-
tan el poder) y que éticamente no existe la im-
parcialidad: tanto un punto de vista crítico como
el laissez faire son posicionamientos políticos.7
5. Igualdad, justicia, derecho político, lucha
sindical, acceso a la información son algunos de
los conceptos que rodean a la bibliotecología so-
cial. La cercanía de la bibliotecología social al mar-
xismo y al socialismo le ha impedido desarrollarse
como otras corrientes dentro de la disciplina.
Los trabajos académicos en México bajo esta
perspectiva son limitados, de ahí que la debili-
dad teórica o metodológica sea una de las flaque-
zas de la bibliotecología social. No se trata enton-
ces de una perspectiva que tenga fácil acogida de
parte de las instituciones de educación superior
que ofertan formación bibliotecológica. En Yuca-
tán, lugar que ha experimentado un despertar en
la bibliotecología en la última década, las perspec-
tivas laboristas, marxistas, sociales o humanistas
de la bibliotecología representan ideas o propues-
tas menores.
La abundancia de bibliotecnología con un visi-
ble sentido tecnócrata ha coadyuvado al descono-
cimiento de otras alternativas dentro de las cien-
cias del libro y a la tergiversación del verdadero
sentido de la responsabilidad y compromiso social
que desde las bibliotecas se debe de asumir.
I d e a s , l e t r a s y c u l t u r a
44 | trabajadores | enero-febrero 2015
6. Para no caer en errores. No pretendo ne-
gar la utilidad de las propuestas técnicas o tecno-
lógicas de las corrientes predominantes en la bi-
bliotecología, sino más bien señalar las carencias
que tienen para atender aspectos fundamenta-
les como la responsabilidad social o el compro-
miso social, ya que como han abundado teóricos
sobre la ética de la información, como Floridi,8 es-
tas formas tradicionales se quedan muy cortas
ante los grandes problemas que deben afrontarse
con una macro ética.
Creo firmemente que la inclusión, no de toda,
pero sí de la parte más substancial de la bibliote-
cología social, puede hacer mucho por la cons-
trucción de una ética ecológica que realmente
responda a las necesidades del cambio que la so-
ciedad exige.
Las éticas que ahora manejamos, éticas sobre
el servicio de proporcionar información o el servi-
cio eficiente, descuidan preguntas como: ¿qué
hace el usuario con la información? ¿Cómo elimi-
nar la tendencia global de información para ricos y
para pobres? ¿Cómo la información puede guiar-
nos a la democracia? ¿Cómo combatir el racismo o
la discriminación desde la biblioteca? Y esas éti-
cas tan usuales no responden a esas preguntas,
porque aluden al mito de la neutralidad.
Por otra parte, una ética ecológica, total si se
quiere, atiende éstas y muchas más preguntas.
Sólo conseguiremos una ética amplia y un cambio
social en la medida que abandonemos la neutrali-
dad en la biblioteca. �
I d e a s , l e t r a s y c u l t u r a
1 Sobre la neutralidad bibliotecaria ver: Civallero, E.,“Neutralidad bibliotecaria”, 2012, consultado víahttp://eprints.rclis.org/; López López, P., “El mito de la neu-tralidad” en Biblioteconomía y Documentación. Educación y
Biblioteca, n. 166, 2008, pp. 62-68; Martín Valdunciel, M.E.,“¿Es neutral el discurso de la neutralidad? Una aproximacióncrítica al discurso hegemónico”, 2013, consultado víahttp://eprints.rclis.org/2013.
2 Muela-Meza, Z. M., “Por una bibliotecología crítica y la-boral. Voces socialistas, izquierdistas, anticapitalistas y críti-cas contra la hegemonía de las clases burguesas y capitalis-tas en las ciencias de la información documental: Unabibliografía bilingüe español-inglés”, versión 1, LIS (Library
and Information Science Critique): Journal of the Sciences of
Information Recorded in Documents (Crítica Bibliotecológica:
Revista de las Ciencias de la Información Documental), 4(2),2012, pp. 63-114.
3 Civallero, E., “¿Qué es la bibliotecología progresista?Una aproximación básica”, 2012, p. 7. Consultado víahttp://eprints.rclis.org/4 Civallero.
4 Ibid., p. 3.5 López López, P., “Biblioteca y sociedad” 2014, p. 1. Con-
sultado vía http://eprints.rclis.org/López y López.6 Ibid., pp. 2 y 3.7 Martín Valdunciel, op. cit., p. 13.8 Floridi, L., “Ética de la información: su naturaleza y al-
cance”, Isegoría, n. 34, 2006, pp. 19-46.
enero-febrero 2015 | trabajadores | 45
“La abundancia debibliotecnología con unvisible sentido tecnócrataha coadyuvado aldesconocimiento deotras alternativas dentrode las ciencias del libroy a la tergiversación delverdadero sentido de laresponsabilidad ycompromiso social quedesde las bibliotecasse debe de asumir.”
letras y culturaIDEAS,
La UNAM editó el año pasado el libro El
barrio universitario. De la Revolución a la
autonomía, del cual fueron coordinadores los
doctores Carlos Martínez Assad y Alicia Ziccardi.
Es una recopilación de textos alusivos al tema que
describe el título, en el que participaron, además
de los mencionados, Alejandra Moreno Toscano,
quien redactó el prólogo, y los investigadores si-
guientes: María de Lourdes Alvarado, Guillermo
Boils Morales, Estela Morales Campos y Mónica
Toussaint. Dada la calidad académica de los auto-
res, y ante el notorio desconocimiento en esta
costosa obra del papel fundamental que jugó el
doctor Vicente Lombardo Toledano en el proceso
que llevó al fortalecimiento de nuestra máxima
casa de estudios, queda la duda al lector intere-
sado en el tema del motivo que tuvieron al pasar
por alto a quien durante su trayectoria pública se
destacó como inquebrantable impulsor de la edu-
cación superior, y firme defensor de la letra y el
Lombardo
GUILLERMO FABELA QUIÑONES
Y SU PAPEL EN LAVIDA UNIVERSITARIA
46 | trabajadores | enero-febrero 2015
Teófilo Olea, Alfonso Caso, Alberto Vázquez del Mercado, Vicente Lombardo Toledano.Cuatro de los llamados “Siete Sabios”.
espíritu del artículo tercero constitucional. ¿Fue
a propósito tal omisión o una falla inadmisible
en la investigación que llevaron a cabo los conno-
tados universitarios? Para ilustrar la importancia
de una ausencia tan significativa en dicha obra,
se presenta a continuación un esbozo biográfico
de quien fuera conocido como uno de los Siete
Sabios.
El país cambió radicalmente a partir de que
la Revolución Mexicana dejó atrás la fase arma-
da, para iniciar la etapa constructiva en la que la
educación fue factor fundamental. Fue un proce-
so difícil por los altos niveles de analfabetismo
existentes en 1917, de ahí la importancia que el
Constituyente de Querétaro le dio al artículo ter-
cero, como el motor del progreso. Impulsar la al-
fabetización fue la premisa que dio origen a la Se-
cretaría de Educación Pública en 1921, con el
maestro José Vasconcelos como titular, cuya
labor fundacional sería la piedra de toque del
gran edificio que se logró construir con la vo-
luntad y patriotismo de miles de mexicanos.
En este marco histórico, un antecedente
fundamental fue la Sociedad de Conferen-
cias y Conciertos, determinante para el des-
pegue de una vida cultural acorde con los
nuevos horizontes que se abrían a una nación
fulminada por el rayo de la violencia revolu-
cionaria, anteriormente polarizada brutal-
mente por un régimen dictatorial injusto y
depredador. Dicha sociedad fue fundada el 5
de septiembre de 1916 por un grupo de uni-
versitarios que al paso de los meses sería co-
nocido como el “Grupo de los Siete Sabios”.
Fueron ellos Alberto Vázquez del Mercado,
Vicente Lombardo Toledano, Antonio Cas-
tro Leal, Manuel Gómez Morín, Alfonso
Caso, Teófilo Olea y Leyva, Jesús Moreno
Baca.
No fue casual que Lombardo Toledano
fuera designado como representante de la Fa-
cultad de Jurisprudencia de la Universidad
Nacional, al acto histórico celebrado en Que-
rétaro de promulgación de la Constitución
General de la República, el 5 de febrero de
1917. Para entonces ya había terminado sus
estudios de abogado y dos años después con-
cluiría los de profesor de Filosofía en la Escuela de
Altos Estudios de la propia Universidad Nacional.
Ese mismo año, el Ateneo de México funda la
Universidad Popular Mexicana, con el fin de faci-
litar el acceso a estudios superiores a los trabaja-
dores. El rector, doctor Alfonso Pruneda, nombra
a Lombardo Toledano como secretario.
El 13 de agosto de 1920, el joven profesionista
organiza la Liga de Profesores del Distrito Fede-
ral, a la que se adhieren maestros universitarios y
profesores de primaria y escuelas técnicas. Este es
el primer sindicato del ramo que se funda en el
México posterior a la Revolución, el cual sembró
la semilla para que se cosechara en el gremio un
mayor interés por la autonomía de la Universidad
Nacional. El 11 de octubre de 1921 es invitado
por José Vasconcelos, entonces nombrado primer
I d e a s , l e t r a s y c u l t u r a
Reconocimiento otorgado al maestro Lombardo por laSociedad de Alumnos de la Escuela Nacional PreparatoriaNocturna, creada a iniciativa suya.
enero-febrero 2015 | trabajadores | 47
titular de la recién fundada Secretaría de Edu-
cación Pública, para que se hiciera cargo del De-
partamento de Bibliotecas, desde el cual se lleva
a cabo una labor editorial sin parangón. Publica el
boletín bibliográfico El Libro y el Pueblo.
El 1° de marzo de 1922 es nombrado direc-
tor de la Escuela Nacional Preparatoria. Es allí
donde despliega su visión pedagógica: abre las
cátedras de oposición para renovar el profesorado;
revisa los programas de todas las asignaturas; in-
tensifica la enseñanza científica; establece el pri-
mer laboratorio de Biología; publica una revista
oficial del plantel; estimula a los
maestros para que escriban mo-
nografías y obras de texto, que
edita conforme a sus niveles de
calidad. Funda la Escuela Nacio-
nal Preparatoria Nocturna para
aquellos alumnos que trabajan
durante el día, y contribuye con
toda su energía para evitar que la
fracción conservadora del grupo
estudiantil haga abortar el gran
proyecto artístico de pintar los
muros del magnífico edificio ubi-
cado en San Ildefonso.
El mes de septiembre de 1922 convoca y di-
rige el Primer Congreso de las Escuelas Prepa-
ratorias de la República Mexicana, en el que se
acuerda establecer el periodo de tres años de ba-
chillerato, que abre las vías para definir vocacio-
nes; establece el aprendizaje obligatorio de un
oficio manual para cada estudiante. En dicho con-
greso participaron, entre otros delegados, los doc-
tores Ignacio Chávez, Manuel Suárez, Conrado
Méndez Mena; los arquitectos Federico Mariscal
y Carlos M. Lazo, entre otros eminentes profeso-
res. Se publicó una Memoria que fue escrita y edi-
tada por el propio maestro Lombardo.
Su trayectoria universitaria se vio ensombre-
cida, meses después, cuando el secretario de
Educación, Vasconcelos, le pidió su renuncia por
un asunto ajeno a cuestiones académicas. Éste se
originó cuando un grupo de 25 estudiantes de la
Preparatoria, invitados por la cantante y bailarina
Armén Ohanián, desbordaron su entusiasmo a ex-
tremos escandalosos, como recuerda la doctora
Alicia Ziccardi en su monografía “El barrio uni-
versitario: espacio público y acción estudiantil
(1910-1929)”, incluida en el libro El Barrio Uni-
versitario. De la Revolución a la Autonomía, men-
cionado anteriormente. Recuerda la investigado-
ra que tuvo que intervenir la policía y fueron
detenidos algunos de los estudiantes, “el conflicto
subió de nivel y se anunció que los estudiantes de-
tenidos por la policía sufrirían sanciones de ma-
nera temporal y que aquellos que firmaron la pro-
testa contra el secretario del Ayuntamiento serían
expulsados definitivamente”.
En el mes de agosto, cuando el conflicto pare-
cía haber quedado en el anecdotario de la Prepa-
ratoria, el secretario Vasconcelos pidió la renun-
cia del maestro Lombardo y trascendió que había
designado en su lugar al maestro Ignacio Ochote-
rena. “Ante esto –comenta la autora– un grupo de
alumnos de cursos superiores celebró una asam-
blea en el Anfiteatro de la Preparatoria en la que
acordaron dirigir una petición al secretario de
Educación para que reconsiderara su decisión, y
otra al licenciado Ochoterena para que no acep-
tara el cargo de nuevo director”. El problema se
politizó cuando la Confederación Regional Obre-
ra Mexicana (CROM) envió una carta al maestro
Vasconcelos en la que lamentaban la medida
adoptada y le pedía una explicación. El titular de
la SEP se molestó y se negó a darla, bajo el argu-
mento de que los organismos de trabajadores no
tenían por qué involucrarse en asuntos que sólo
competían al gremio educativo.
La agitación en torno a este asunto prosiguió
y fue creciendo, luego que Vasconcelos pidió a
Lombardo su renuncia a la cátedra de Ética. Esto
I d e a s , l e t r a s y c u l t u r a
“EL 1 DE MARZO DE 1922 ES NOMBRADO
DIRECTOR DE LA ESCUELA NACIONAL
PREPARATORIA. ES ALLÍ DONDE DESPLIEGA
SU VISIÓN PEDAGÓGICA: ABRE LAS CÁTEDRAS
DE OPOSICIÓN PARA RENOVAR EL
PROFESORADO; REVISA LOS PROGRAMAS
DE TODAS LAS ASIGNATURAS...”
48 | trabajadores | enero-febrero 2015
exacerbó más los ánimos de los estudian-
tes y el presidente de la Federación de
Estudiantes se reunió con Vasconcelos
para llevar las exigencias de los preparato-
rianos, quienes expresaban asimismo su
pleno apoyo a Lombardo. Dicha reunión
fue infructuosa, en cambio el secretario
de Educación pidió la renuncia de los pro-
fesores que apoyaban al director de la Pre-
paratoria, entre ellos Alfonso Caso, Agus-
tín Loera y Chávez y Enrique Shultz. Se
decretó una huelga en la Escuela Nacional
Preparatoria, misma que sirvió de pre-
texto a Vasconcelos para expulsar a los
principales dirigentes estudiantiles: Salva-
dor Azuela y Enrique Morales.
La CROM decidió no apoyar el movi-
miento y manifestó su adhesión a Vascon-
celos. La huelga finalizó el 30 de agosto, lo
que fue considerado como un triunfo del
titular de la SEP, aunque en el ánimo de los estu-
diantes de la Universidad Nacional quedó claro
que Lombardo había actuado con integridad y en
apoyo a los preparatorianos.
A raíz de tales acontecimientos, el maestro
Lombardo da cauce más formal a sus inquietudes
políticas. En septiembre de 1923 es nombrado
miembro del Comité Central de la CROM para las
cuestiones educativas y culturales. En la Quinta
Convención, luego de ser aprobada su incorpora-
ción al CEN del organismo gremial, Lombardo de-
fiende su programa de una enseñanza científica y
democrática al servicio de los ideales de la Revolu-
ción Mexicana, contraria a la “racionalista” deci-
monónica teñida de sectarismo. Ese mismo año,
en diciembre, la Legislatura poblana lo nombra
gobernador interino del estado, cargo que ocupa
por un mes, durante el cual pone en marcha medi-
das progresistas de alto impacto social, como los
primeros contratos colectivos de trabajo del país,
el primer programa de gobierno basado en la in-
vestigación científica de los recursos físicos del es-
tado y de los sistemas de producción empleados
hasta entonces.
Con él colaboraron eminentes universitarios
como Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Caso,
Agustín Loera y Chávez y Guillermo Toussaint,
así como los principales dirigentes estudiantiles
expulsados, quienes al paso de los años llegarían a
ser destacados profesionistas en su campo de acti-
vidades, como Salvador Azuela, Alfonso Roman-
día Ferreira, Augusto Medellín Ostos, Enrique
Suárez del Real.
Deja momentáneamente el cargo de goberna-
dor porque el Ayuntamiento de la Ciudad de Mé-
xico lo nombra regidor. Acepta sólo para dejar a su
suplente y regresar a Puebla a finalizar el periodo.
En septiembre de 1924 es electo diputado al Con-
greso de la Unión por el Distrito de Teziutlán (su
tierra natal), no obstante la oposición de los ene-
migos del movimiento obrero, quienes hicieron
diversas maniobras para impedir su ingreso a la
Cámara. En noviembre se edita una de las obras
pioneras del estudio científico del proceso educa-
tivo, titulada El problema de la educación en Mé-
xico, que le abre las puertas en el extranjero como
experto en el tema.
En los meses de abril a julio de 1925, asiste
como observador de la CROM a la Conferencia
Internacional del Trabajo, en Ginebra, Suiza, y
acuerda con Albert Thomas, dirigente de la Orga-
nización Internacional del Trabajo (OIT), que Mé-
xico sea aceptado en dicha organización global. A
partir de entonces intensifica su labor organizativa
I d e a s , l e t r a s y c u l t u r a
enero-febrero 2015 | trabajadores | 49
Vicente Lombardo Toledano, director de la Escuela NacionalPreparatoria por primera ocasión en 1922.
como dirigente político. Establece relaciones con
los principales dirigentes obreros del mundo y en
una reunión en Torino, Italia, recibe la enco-
mienda de luchar en el continente americano con-
tra el fascismo.
En 1926 es reelecto diputado al Congreso de la
Unión por su pueblo natal y es nombrado subjefe
del Bloque Laborista de la Cámara Baja. En esta
Legislatura, la XXXII, formula y presenta varios
dictámenes e iniciativas de Ley, entre ellas la re-
forma al artículo 123 constitucional para que una
sola Ley del Trabajo rija en toda la República, así
como la creación del Consejo Nacional de Econo-
mía para evitar la dispersión de responsabilidades
y haya una eficaz coordinación de las tareas orien-
tadas al desarrollo de las actividades productivas.
El 30 de enero de 1927 dicta la conferencia ti-
tulada “La Doctrina Monroe y el movimiento
obrero”, que tuvo resonancia continental porque
en ella explicaba los mecanismos del gobierno es-
tadounidense para influir en las naciones débiles
como México, los cuales había intensificado luego
de haberse aprobado en el Congreso una ley sobre
la industria petrolera que no agradó a la Casa
Blanca. Poco tiempo después, la Suprema Corte
de Justicia la declaró inconstitucional, en res-
puesta a las presiones de Washington y para evitar
más problemas políticos al gobierno mexicano,
entonces encabezado por el general
Plutarco Elías Calles, quien para en-
tonces empezaba a claudicar a sus posi-
ciones revolucionarias, por la fuerte in-
fluencia que ejerció en su acción y en
su pensamiento el embajador estadou-
nidense.
Por esos años, el maestro Lom-
bardo demostró que reunía en su per-
sonalidad, sin que ello representara un
conflicto, la del hombre de ideas y la
del hombre de acción, imbuido de fir-
mes convicciones progresistas. Para
entonces, ambas cualidades habían
trascendido las fronteras nacionales,
por eso el entonces dictador de Cuba,
Gerardo Machado, prohíbe la perma-
nencia de Lombardo Toledano en La
Habana, adonde había asistido como
asesor de la delegación mexicana a la VI Con-
ferencia Panamericana, que se llevó a cabo del
16 de enero al 20 de febrero de 1928. Le pide
al jefe de la delegación, licenciado Julio García,
que informe a Lombardo la orden dada por Ma-
chado, por considerarlo “elemento no grato” a su
gobierno.
En 1929, mientras en su Alma Mater, la Uni-
versidad Nacional, los estudiantes se movilizaban
para conseguir la autonomía, Lombardo daba una
lucha política de mayor amplitud en la Confede-
ración Regional de Obreros Mexicanos (CROM),
luego que por abrumadora mayoría de los dele-
gados fue designado secretario general. El líder
callista, Luis N. Morones, quería colocar al frente
de la organización a uno de sus incondicionales.
Para evitar la escisión del movimiento obrero del
país, Lombardo pide a los delegados esperar que
pase la crisis política ocasionada por el asesinato
del presidente electo, Álvaro Obregón. En agos-
to, juega un papel decisivo en la Convención Na-
cional Pro Ley del Trabajo, bajo el lema “Mejorar,
no destruir el Artículo 123”.
Se logra echar abajo la propuesta del presi-
dente interino, Emilio Portes Gil, orientada a de-
bilitar los postulados revolucionarios del ordena-
miento constitucional, y que se aprobara como ley
con el apoyo de la clase patronal.
I d e a s , l e t r a s y c u l t u r a
En septiembre de 1923 [Lombardo] es nombrado miembro del ComitéCentral de la CROM para las cuestiones educativas y culturales.
50 | trabajadores | enero-febrero 2015
El 16 de mayo de 1930 se reincorpora a la
vida educativa, al ser nombrado por el Consejo
Universitario, director de la Escuela Central de
Artes Plásticas, cargo desde el cual lleva a cabo
una intensa labor para crear la Confederación Ibe-
roamericana de Estudiantes, acuerdo que se ha-
bía tomado previamente en el Séptimo Congreso
Nacional de Estudiantes, celebrado en Monterrey
en febrero de 1930. Un año después, en marzo,
asiste como delegado de la Universidad Nacio-
nal al Congreso Internacional de Universitarios
realizado en Montevideo, Uruguay. En dicha reu-
nión redacta la resolución relativa a la enseñanza
de la Historia, conforme a la metodología del ma-
terialismo dialéctico. Se acuerda enviar una felici-
tación a la Universidad Nacional por la participa-
ción de Lombardo.
El 30 de abril de 1932 es electo secretario ge-
neral de la Federación de Sindicatos Obreros del
Distrito Federal, y como tal participa en la cere-
monia conmemorativa del Día del Trabajo. Allí
pronuncia un discurso que le valió el repudio de
los dirigentes políticos al servicio del llamado en-
tonces “Jefe Máximo de la Revolución”, al expre-
sar su inconformidad con las rectificaciones que
el general Plutarco Elías Calles estaba imponiendo
al rumbo del país, con el apoyo pleno de Morones
y sus “paniaguados”, quienes querían impedir que
la central obrera siguiera una ruta independien-
te. Ese mismo año, en su calidad de secretario de
Educación de la CROM, convoca a un Congreso
Pedagógico Nacional, el cual se realizó en Jalapa,
Veracruz, durante los meses de junio y julio, con
el apoyo del gobernador Adalberto Tejeda. Se
plantea por primera vez la necesidad de una re-
forma completa de la enseñanza, de acuerdo con
el programa de la Revolución Mexicana.
“El 1° de marzo de 1922 es nombrado director
de la Escuela Nacional Preparatoria. Es allí donde
despliega su visión pedagógica: abre las cátedras
de oposición para renovar el profesorado; revisa
los programas de todas las asignaturas; intensifica
la enseñanza científica; establece el primer labora-
torio de Biología; publica una revista oficial del
plantel; estimula a los maestros para que escriban
monografías y obras de texto…” No es casual que
en enero de 1933 el Consejo Universitario lo de-
signe por segunda vez director general de la Es-
cuela Nacional Preparatoria, derrotando a Anto-
nio Díaz Soto y Gama por una mayoría aplastante.
I d e a s , l e t r a s y c u l t u r a
enero-febrero 2015 | trabajadores | 51
Siguiendo sus inclinaciones personales, las actividades de Lombardo Toledano se fueron relacionandocada vez más con la problemáticas del movimiento obrero nacional e internacional.
Contó asimismo con el apoyo de la Sociedad de
Alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria, en-
cabezada por Carlos A. Madrazo y Ángel Veraza,
así como del Centro de Acción Social de Estu-
diantes Universitarios, entre quienes sobresalían
Alejandro Carrillo, Constantino Rodríguez Caste-
llanos, Luis Fernández del Campo, Efraín Escami-
lla y los líderes de las principales facultades de la
Universidad Nacional. En febrero se constituye la
Asociación Pro Cultura Nacional, cuyo objeto pri-
mordial es fundar la Escuela Preparatoria “Gabino
Barreda”, la cual meses después se transforma en
Universidad, con el fin de apoyar a estudiantes de
provincia que no cuentan con recursos.
El 30 de julio de 1933 obtiene el grado de
Doctor en Filosofía en la Universidad Nacional
y en septiembre asiste a la clausura del Déci-
mo Congreso Nacional de Estudiantes, en el puer-
to de Veracruz, donde se aprueba su propuesta de
proscribir la enseñanza idealista que seguía preva-
leciendo en la máxima casa de estudios. A raíz de
esta propuesta, los segmentos conservadores del
centro de estudios decidieron dar una batalla
frontal; se abrió un debate pero al final sólo quedó
su principal ariete intelectual, el filósofo idealista
Antonio Caso, quien alzó su voz para echar abajo
la iniciativa progresista. Consideraron que dada
su cultura y elocuencia no sería difícil derrotar a
Lombardo, quien había sido su discípulo, y se or-
ganizó un debate entre ambos, el cual se publicó
en la revista Futuro en sus números 2 y 3 de octu-
bre de 1934.
Las posiciones de ambos fueron irreductibles,
pero quedó claro a los ojos de los estudiantes pro-
gresistas que la posición del maestro Lombardo
era la que convenía al país. De cualquier forma,
los sectores conservadores se sintieron victorio-
sos y no hubo ningún cambio. Sin embargo, poco
les duró el gusto, pues el 1° de diciembre de 1933
tomaba posesión como Presidente de México el
general Lázaro Cárdenas, quien aceptó plena-
mente la idea de la reforma educativa, que quedó
plasmada en el artículo 3° de la Carta Magna de la
forma siguiente: “La educación que imparta el
Estado será socialista, y, además de excluir toda
doctrina religiosa, combatirá el fanatismo y los
prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus
enseñanzas y actividades en forma que permita
crear en la juventud un concepto racional y exacto
del Universo y de la vida social”.
Sin embargo, la derecha no se dio por vencida.
Al iniciar el año 1935 el maestro Antonio Caso
reinicia el debate, pero ahora en las páginas edito-
riales del diario El Universal. La polémica, por
demás interesante e ilustrativa, tanto que rebasó
las fronteras nacionales, se prolonga hasta el mes
de junio. Queda de manifiesto la reconocida capa-
cidad retórica del filósofo idealista, pero también
la postura reaccionaria del maestro y la progresista
del alumno, quien para los sectores democráticos
y de mayor preparación académica quedó como
vencedor, al obligar a Caso a reiterar argumentos
y lanzar insultos en sus últimos escritos. Lombar-
do concluye:
“Nuestra posición filosófica es diametralmen-
te opuesta: creemos que el hombre es un produc-
to de la naturaleza; que el mundo exterior al hom-
bre forma y guía su espíritu; que la conciencia es
principalmente social y no individual; que no es el
hombre el que crea a voluntad suya la historia,
sino la historia la que crea las ideas humanas; que
la libertad no consiste en desunir la naturaleza del
hombre, atribuyéndole un carácter de poder di-
vino, sino en obrar racionalmente dentro del pro-
ceso dialéctico de las leyes históricas”.
Ese mismo año de 1935, obligado por las cir-
cunstancias, se enfrasca con más bríos en la lucha
político-sindical, luego de que el “Jefe Máximo de
la Revolución” hace público su rechazo a las políti-
cas públicas puestas en marcha por el presiden-
te Cárdenas. Promueve la creación del Comité
Nacional de Defensa Proletaria, que agrupa a to-
das las centrales obreras importantes del país, en
apoyo al régimen de Cárdenas y se propone llevar
a cabo la unificación orgánica de todas ellas. Se da
tiempo para crear la Universidad Obrera de Mé-
xico, con el fin de contribuir a formar los cuadros
dirigentes del movimiento obrero. Se aprovecha
la estructura física y educativa de la Universidad
“Gabino Barreda”. Forman el cuadro directivo
personajes de primer nivel: Lombardo como di-
rector, Alejandro Carrillo, Xavier Icaza, Víctor
Manuel Villaseñor, Gonzalo Mora, Demetrio So-
kolov, Agustín Yáñez, Alfonso Teja Zabre, Raúl
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Fournier, Juan O’Gorman, Leopoldo Méndez,
Luis Fernández del Campo y Manuel R. Palacios.
Se inaugura solemnemente el 8 de febrero de
1936.
Con todo, presionado por los avances conse-
guidos en la organización del sector obrero na-
cional, es forzado a presidir la Confederación de
Trabajadores de México (CTM), que se crea ofi-
cialmente el 25 de febrero de 1936. Afilia a la
CTM a la Federación Sindical Internacional (FSI),
cuyo consejo acepta a la central mexicana el 6 de
julio. Veinte días después estalla la sublevación
fascista contra el gobierno republicano español,
dirigida por Francisco Franco. Lombardo movi-
liza inmediatamente a los trabajadores mexicanos
con el fin de organizar las milicias obreras de la
CTM. Mientras tanto, aquí aprovecha la confede-
ración el carácter progresista del gobierno del pre-
sidente Cárdenas, para impulsar medidas en favor
de los trabajadores. Viaja Lombardo a Torreón, en
agosto de ese año, para negociar con los hacenda-
dos de la región lagunera mejores condiciones
para los campesinos y la firma de un contrato co-
lectivo. Se niegan rotundamente, así que se de-
clara una huelga que dura del 18 al 31 de agosto.
El presidente Cárdenas declara a la CTM que está
dispuesto a aplicar la reforma agraria para poner
fin al paro y acelerar la producción. En pocos me-
ses, La Laguna sufrió una transformación prodi-
giosa que aún hoy es recordada efusivamente por
los descendientes de los campesinos beneficiados
con la reforma.
Ni qué decir tiene que Lombardo jugó un pa-
pel decisivo en el proceso que condujo a la expro-
piación de la industria petrolera el 18 de marzo de
1938. Referirse a este tema llevaría a un capítulo
muy amplio, cuyo espacio no tenemos aquí. Ese
año, por primera vez en la historia del movimiento
obrero, se conmemora en el país la fecha histórica
del 1 de mayo, con un gran desfile de obreros mili-
tarizados que suma poco más de 100 mil, quienes
patentizan su apoyo al presidente Cárdenas por su
política progresista que le ha ganado fuertes ene-
migos entre los intereses afectados, dentro y fuera
del país. Por ello, Lombardo impulsa alianzas con
organizaciones de trabajadores de otras naciones,
viaja a Estados Unidos, Gran Bretaña, Noruega,
Suecia, Dinamarca, Bélgica, Francia y Suiza, peri-
plo que le permite sopesar la amenaza para los
pueblos que significa el régimen de Adolfo Hitler.
En el Club de Periodistas de Washington, el
mes de julio dicta una conferencia con el título
“¿Tienen alguna tarea en común que realizar los
pueblos de Estados Unidos y de América Latina?”
Su respuesta, resumida, fue la siguiente: “Luchar
en común contra el fascismo, porque éste es el
enemigo de todos los pueblos del mundo y porque
si no luchamos contra él desde hoy, encenderá la
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El maestro Vicente Lombardo con la planta académica de la Universidad Gabino Barreda en 1934.
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guerra que alcanzará a todos nuestros países”. Sin
embargo, en ese momento pocos creían en la posi-
bilidad de que los países del continente americano
entraran en una guerra de carácter mundial.
El 23 de febrero de 1939 inaugura el Congreso
Constituyente del Sindicato de Trabajadores de
la Enseñanza de la República Mexicana, antece-
dente del SNTE, con lo que por primera vez un
gremio tan relevante en la vida del país se orga-
niza en defensa de sus intereses. Ese mismo año,
en diciembre, organiza la Conferencia Nacional
de Educación, la cual es inaugurada por el secreta-
rio del ramo, licenciado Gonzalo Vázquez Vela.
Allí se formula el proyecto de Ley Orgánica de
Educación, que fue redactada por los más pro-
minentes educadores de su tiempo, entre ellos
Manuel Germán Parra, Gaudencio Peraza, Alber-
to Bremauntz.
En 1940 redacta la resolución de la primera
reunión del comité central de la Confederación
de Trabajadores de América Latina (CTAL), de la
cual queda nombrado secretario general. Después
de largas deliberaciones se acuerda la moviliza-
ción de la clase trabajadora en contra del fascis-
mo. Se tomaron además acuerdos de trascenden-
cia social y económica, como la de que sean los
pueblos los que determinen la forma de gobierno
y las características del régimen social en cada país
latinoamericano; que se demande el control de
precios, el control de las importaciones y exporta-
ciones, la admisión en México, sin restricciones,
de los españoles republicanos que se vieron obli-
gados a huir de su país, y la convocatoria para
un congreso mundial que unificara en una sola or-
ganización sindical a todos los trabajadores de la
tierra.
Durante los años de la Segunda Guerra Mun-
dial, Lombardo se dedicó a una fervorosa lucha
antifascista, tanto en México como en diversos
países, mediante las organizaciones
de trabajadores de México y de Amé-
rica Latina. Incorpora la CTAL a la Fe-
deración Sindical Mundial (FSM), de
la cual llega a ser vicepresidente, y en
tal carácter miembro de su Buró Polí-
tico. En septiembre de 1945 se cele-
bra en París la segunda reunión de la
Conferencia Sindical Mundial, y en nombre de
la CTAL presenta varias iniciativas, entre ellas la
lucha contra los monopolios, contra la superviven-
cia del fascismo, y el apoyo a los países coloniales
y semicoloniales del mundo.
Su interés por la educación nunca decayó,
aunque estuviera comprometido en tareas polí-
tico-sindicales de enorme trascendencia global.
En febrero de 1936 puso en marcha la Universi-
dad Obrera de México, la primera en su tipo en
América Latina, con el fin de coadyuvar a la pre-
paración académica de los trabajadores, en un mo-
mento histórico de transición hacia la consolida-
ción de un Estado democrático, en concordancia
con la estrategia de gobierno del presidente Cár-
denas. Su apertura fue un acontecimiento que im-
pactó al sistema educativo, por el enorme interés
que despertó en varios países de América Latina.
Pronto se consolidó al contar con un personal do-
cente de alta calidad, conformado por amigos y
compañeros de lucha de Lombardo.
Sin embargo, su gran aportación fue la teoría
y praxis filosófica que dieron la pauta para que
el artículo tercero constitucional tuviera cauces
en el terreno de los hechos. En este sentido, pue-
de afirmarse que el núcleo estudiantil que luchó
por hacer realidad la autonomía de la Universidad
Nacional, tuvo en el maestro Lombardo a uno
de sus guías fundamentales. Todo lo anterior hace
inexplicable la omisión que hace el libro citado al
principio, del papel que desempeñó el maestro
Lombardo Toledano. Es lamentable, teniendo en
cuenta el costo de la obra, el tiempo invertido por
los autores, y sobre todo la necesidad de que las
nuevas generaciones posean conocimientos obje-
tivos del extraordinario proceso educativo de un
país que logró saltar del feudalismo a un Estado
con posibilidades democráticas en apenas una
década. �
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“...PUEDE AFIRMARSE QUE EL NÚCLEO
ESTUDIANTIL QUE LUCHÓ POR HACER
REALIDAD LA AUTONOMÍA DE LA UNIVERSIDAD
NACIONAL, TUVO EN EL MAESTRO LOMBARDO
A UNO DE SUS GUÍAS FUNDAMENTALES.”
Lombardo
y la Escuela
Nacional
Preparatoria*
VICENTE LOMBARDO TOLEDANO
Cuando el general Álvaro Obregón, después de
la crisis política que llevó a Venustiano Carranza
hasta su sacrificio, quedó victorioso y preparaba su
elección para presidente de la República, llamó a
José Vasconcelos para que se hiciera cargo de la
Rectoría de la Universidad Nacional. Éste había es-
tado ausente de México mucho tiempo, había par-
ticipado en la Revolución. Él mismo ha escrito,
aunque con más fantasía que realidad, su participa-
ción en aquel tiempo, pero estaba absolutamente
desconectado de la vida de México. El general
Obregón lo hizo rector de la Universidad Nacional
con la mira de que se creara la Secretaría de Educa-
ción Pública. Vasconcelos llegó a México sin más li-
gas que las de Alfonso Reyes y otros más. Empezó
a actuar inmediatamente más que como rector
como promotor de la Secretaría de Educación Pú-
blica que él habría de dirigir.
Un día recibí la invitación de Vasconcelos para
conversar con él. Yo era oficial mayor del gobierno
del Distrito Federal. El general Obregón había de-
signado al general Celestino Gasca gobernador del
Distrito, y Gasca, a quien conocí tanto en el seno
de la CROM como en el Partido Laborista. Me in-
vitó, en febrero de 1921, para que lo ayudara a
desempeñar el cargo. Me encomendó la tarea de
aplicar la Reforma Agraria en México, no sólo en
el Distrito Federal sino en el Valle de México.
Y empecé mi labor. En un año di la tierra a todos
los pueblos campesinos de esta región, comenzando
por el ejido del pueblo de Xochimilco. Estaba dedi-
cado, principalmente, a esa tarea –a la aplicación de
la Reforma Agraria y al estudio de la legislación del
trabajo– cuando Vasconcelos me pidió que fuera a
colaborar con él. Me resistí al principio, porque te-
nía el compromiso de continuar mi trabajo en el go-
bierno del Distrito Federal y me interesaba mucho
lo que estaba haciendo; pero Vasconcelos me dijo:
“El puesto de usted está junto a mí y no en esas la-
bores en donde puede ser remplazado por otra per-
sona; necesitamos levantar la cultura mexicana, de-
fender las ideas, ampliar el sistema educativo”. Y
realmente me pareció que el plan de Vasconcelos
era muy importante. Sin embargo, le dije: “Hable
usted con el presidente Obregón, dígale que quiere
usted invitarme para que yo deje el gobierno del
Distrito; hable también con el general Gasca, y si
ellos no ponen obstáculo con mucho placer vendré
a colaborar con usted”.
Así ocurrió, en octubre de 1921. Junto con
otros compañeros de mi generación y los antiguos
maestro ayudamos a Vasconcelos. Pero en esos días
Vasconcelos, que era un hombre muy intolerante y
a veces violento, tuvo un disgusto con el director
de la Escuela Nacional Preparatoria que era el alma
mater de la Universidad Nacional, y se nombró a sí
mismo director del plantel. El rector de la Univer-
sidad Nacional –se había creado ya la Secretaría de
Educación Pública–, era Antonio Caso –mi maestro
de filosofía, director de la Escuela de Altos Estu-
dios–, protestó porque el secretario de Educación
Pública había pasado por encima de la autonomía
universitaria al nombrarse director de la Escuela
Nacional Preparatoria y dijo que no aceptaba.
Vasconcelos mantuvo su decisión de ser secreta-
rio de Educación Pública y director de la Escuela
Nacional Preparatoria. Entonces Antonio Caso se
fue a su casa y renunció a la Rectoría. Se creó un
conflicto grave, eran muy buenos amigos Caso y
Vasconcelos, del Grupo Ateneo; se habían esti-
mado mucho; pero Caso era muy celoso de la auto-
nomía universitaria y Vasconcelos muy autoritario.
No era posible resolver el conflicto, hasta que in-
tervinieron todos los amigos. Llegaron a una con-
clusión: que el director de la Escuela Nacional Pre-
paratoria sería una persona en la cual estarían de
acuerdo los dos, y los dos coincidieron en que yo
debería ser el director de la escuela.
* Palabras del maestro Lombardo durante las entrevistasque le realizaran Jame W. Wilkie y Edna Monzón de Wilkie(1964-1965).
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Entonces me hice cargo del
plantel, en marzo de 1922. Ese
hecho fue muy importante para
mí, porque la Escuela Nacional
Preparatoria tenía una tradición
muy valiosa. Había sido funda-
da por Benito Juárez. A inicia-
tiva del doctor Gabino Barreda,
discípulo del filósofo francés
Augusto Comte, se estableció
en México, por la primera vez,
la enseñanza científica de acuer-
do con la clasificación las disci-
plinas de Comte y Spencer,
partiendo de la matemática y
llegando hasta la psicología.
La Escuela Nacional Prepa-
ratoria, con este plan de estu-
dios, había formado a muchas
generaciones. En cada una de las entidades de la
República había un colegio científico y literario –así
se llamaba en casi todas partes– que seguía el
mismo plan de estudios de la Escuela Nacional Pre-
paratoria. Pero con los años de la Revolución, con
motivo de los cambios políticos que hubo, un grupo
de maestros normalistas, amigos de personas allega-
das al gobierno revolucionario, consiguió que la
Escuela Nacional Preparatoria quedara a cargo de
profesores que habían ido, después de haber reci-
bido su título en México, a buscar orientaciones pe-
dagógicas a los Estados Unidos. La mayor parte de
ellos eran, además, protestantes, así que el primer
plantel de México quedó en manos de normalistas
protestantes y en el acto hicieron de esa escuela,
con la elevada tradición científica que tenía, una es-
pecie de High School, a lo sumo de College, cam-
biando por completo el contenido de la educación.
Los universitarios protestaron por ese atentado,
pero la Escuela Nacional Preparatoria quedó fuera
de la Universidad por decreto. Entonces nosotros
creamos una Escuela Nacional Preparatoria propia
de la Universidad, hasta que logramos que se rein-
corporara a la Universidad legalmente el viejo plan-
tel.
En esas condiciones recibí la Escuela Nacional
Preparatoria. Un plan de estudios, a mi juicio, mal
concebido; los programas de las materias de ense-
ñanza muy elementales, como si fuera una mala es-
cuela normal en lugar del bachillerato. Había tantos
aspectos negativos en el funcionamiento que in-
formé al Consejo Universitario de la situación y
pedí facultades para transformarla. Me las dieron.
Había profesores, como uno de química, que
daba la clase en verso, en una forma tan infantil
que al terminar el curso hacía un número con los
alumnos que se llamaba la dramatización de la quí-
mica. Vestía a dos muchachas de un color determi-
nado, a otra joven de otro color y con una música
especial, bailando, se juntaban. Entonces resultaba
la fórmula H2O, dos partes de hidrógeno y una de
oxígeno, y salía otra muchacha atrás de ellas: era el
agua. Cuando llegué a la Escuela Nacional Prepara-
toria simplemente cesé a todos los profesores.
Abrí a oposición las cátedras. Llegaron nuevas
gentes, los hombres más valiosos en el campo de la
cultura. Tuve que examinar junto con los nuevos
profesores los programas de estudio, materia por
materia, y con el fin de no perder un minuto decidí
con mi esposa que cerraríamos nuestra casa e iría-
mos a vivir a la Escuela Nacional Preparatoria, en
donde vivió su fundador don Gabino Barreda. Du-
rante los primeros meses no salí un solo día a calle.
Trabajé intensamente hasta que me enfermé y des-
pués de un breve descanso continué mi labor. Creo
que esos años de la rehabilitación de la Escuela Na-
cional Preparatoria tuvieron una gran influencia
después en el campo de la educación nacional, por-
que obligamos a aquélla a subir el nivel de la es-
cuela secundaria que se creó en ese tiempo y, natu-
ralmente, las facultades y escuelas superiores
recibieron alumnos más preparados. �
El maestro Vicente Lombardo con el profesoradode la Escuela Nacional Preparatoria en 1922.
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