Obsolescencia programada
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Obsolescencia Programada
Se denomina obsolescencia programada a la determinación, la
planificación o programación del fin de la vida útil de un
producto o servicio de modo que tras un período de tiempo
calculado de antemano por el fabricante o por la empresa de
servicios durante la fase de diseño de dicho producto o servicio
éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible.
Estamos sumidos en una dinámica del libre juego del mercado,
de la oferta y la demanda, la producción en serie, el consumo
con sus bondades y excesos que nos hacen ser dependientes
del consumismo.
El consumismo es dañino para el equilibrio ecológico en su
totalidad ya que actualmente existen muchos problemas
relacionados con el excesivo consumo de recursos naturales
que se hace a nivel mundial así como el que los procesos de
producción en su gran mayoría generan contaminación.
Según cálculos de la ONU, de los 2,5 millones de toneladas de
plomo que se generan anualmente en todo el mundo, tres
cuartas partes sirven para fabricación de baterías, que se
utilizan en automóviles, teléfonos y computadoras portátiles o
en las industrias.
No lo tires, repáralo
Una de las máximas de la obsolescencia programada es que un
producto no puede ser reparado, o mejor dicho, la reparación
debe resultar tan costosa que el consumidor prefiera
comprarse uno nuevo. Contra este principio intenta luchar Kyle
Wiens, que desde 2004 promueve la reparación "hazlo tú
mismo" de toda clase de artículos. En su página web,
http://www.ifixit.com Podemos encontrar una amplia variedad
de manuales que nos permitirían arreglar casi cualquier cosa:
desde un coche, hasta una cámara de fotos, pasando por un
IPhone o una tostadora.
Cada vez hay más alternativas de consumo contra la caducidad
programada.
Reciclar, reutilizar, reparar o reducir consumo y producción son
algunas de ellas, por tanto no digas que no hay opción y
creemos un mundo que compagine el consumismo.
Somos consumidores; no
esclavos.
Jorge Roberto Plasencia Yanes