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Domingo 7 de julio 2019 OÍD AHORA RICOS PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ SANTIAGO 5:1-6 RESUMEN DEL SERMÓN La carta de Santiago fue escrita para que cada persona analice mediante sus obras si es un auténtico creyente o no. Santiago presenta en su carta muchas evidencias de un cristianismo auténtico, en esta ocasión veremos que una de ellas es el uso las riquezas. “¡Oíd ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que vienen sobre vosotros.” Santiago 5:1. Los ricos eran principalmente terratenientes agricultores que tenían poder en la estructura de precios de la economía del imperio romano, Santiago les llama a “oír”, no les exhorta al arrepentimiento sino solo les anuncia “las miserias” que vendrán sobre ellos, por lo cual deben llorar y lamentarse. En la Biblia, Dios no condena al rico simplemente por ser rico, sino por acumular y usar egoístamente la riqueza con que Dios le ha bendecido. Por eso Santiago dice antes “A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado” (Santiago 4:17) Ellos estaban administrando codiciosamente las riquezas, abusaban de los pobres trabajadores para tener más utilidades, no cumplían su responsabilidad ante la sociedad y eran egoístas con sus iglesias locales. Aquí tenemos a Santiago hablando ahora a los ricos que se congregaban en las iglesias y que decían amar y creer en Dios, pero con su acumulación y uso mostraban que su lealtad no estaba con Dios, sino con el dinero. La intención probablemente era advertir y animar a los auténticos cristianos contra la codicia. De esta manera, Santiago nos enseña que: acumular riquezas sin considerar la voluntad de Dios en el uso de ellas es acumular miseria futura para sí mismo, pues Dios también pagará a cada uno según haya administrado las riquezas a la luz de su voluntad. A continuación veremos cuatro razones por las que Dios condena a los ricos: I. LA ACUMULACIÓN DE LAS RIQUEZAS “Vuestras riquezas se han podrido y vuestras ropas están comidas de polilla. 3 Vuestro oro y vuestra plata se han oxidado, su herrumbre será un testigo contra vosotros y consumirá vuestra carne como fuego. Es en los últimos días que habéis acumulado tesoros.” (Santiago 5:2-3) La primera acusación formal de Dios contra los agricultores ricos es que a pesar de ser los últimos días, y por tanto deberían preocuparse por usar las riquezas según la voluntad de Dios, la están acumulando para sí mismos cuando éstas son inútiles para librarlos de la ira venidera. En este texto observamos tres verdades: 1. La acumulación de riqueza es pecado ante los ojos de Dios: Santiago habla del deterioro de los tres bienes que simbolizaban la riqueza de alguien: la comida, los vestidos y el oro y la plata. El hecho de que estuvieran deteriorándose era por la falta de uso, por la acumulación. Entonces, ¿para qué Dios enriquece a quién quiere?: a) Los cristianos deben de usarla para proveer para su casa (1 Timoteo 5:8). b) Para favorecer y aliviar la carga de los pobres. c) Para usar su riqueza para el progreso del reino de Dios en la iglesia local. (Vemos como el Rey David hizo esto en 1Crónicas 29:3) d) Para ganar a los perdidos. (Lucas 16:9) e) Para mantener a los siervos de Dios (Gálatas 6:5-7). Esto es una responsabilidad, no hacerlo es burlarse de Dios (1Corintios 9:9-11). 2. No usar las riquezas para esto es contado por pecado: Santiago advierte que el moho mismo de sus riquezas acumuladas será el testigo contra ellos en el juicio venidero, les comerá su carne como fuego por no usar las riquezas para lo que Dios las otorga, pues a cada uno se le pagará según sus obras. 3. El pecado de acumulación es grave porque son los “últimos días”: Ellos eran ricos que se congregaban en la iglesia, pero no daban su riqueza a la iglesia. La acumulaban, eran egoístas a pesar de ser los últimos días, y eso es insensato. ¿Para qué sirve acumular en los últimos días? El pecado es no atesorar en el cielo sino en la tierra. En este tiempo hay una responsabilidad: apoyar las obras y proyectos de expansión del reino a través de tu iglesia local, pues son los últimos tiempos. Tu dinero debe servir para despertar corazones a Cristo. II. LAS PRÁCTICAS INJUSTAS PARA OBTENER RIQUEZAS “Mirad, el jornal de los obreros que han segado vuestros campos y que ha sido retenido por vosotros, clama contra vosotros; y el clamor de los segadores ha llegado a los oídos del Señor de los ejércitos.” (Santiago 5:4) La segunda acusación es que los ricos les retenían el salario o pagaban mal a los campesinos para tener más ganancias. El salario era de vida o muerte. Los asalariados tenían la carga del impuesto del templo, el tributo romano, los impuestos especiales, y el impuesto para los programas de construcción de Herodes. El 40% del salario se quitaba para impuestos. © 2019 Iglesia Gracia sobre Gracia. Todos los Derechos Reservados

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Page 1: OÍD AHORA RICOSstatic.graciasobregracia.org/san-salvador/content/... · 2019-07-09 · PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ SANTIAGO 5:1-6 RESUMEN DEL SERMÓN La carta de Santiago fue escrita

Domingo 7 de julio 2019

OÍD AHORA RICOS

PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ

SANTIAGO 5:1-6

RESUMEN DEL SERMÓNLa carta de Santiago fue escrita para que cada persona analice mediante sus obras si es un auténtico creyente o no. Santiago presenta en su carta muchas evidencias de un cristianismo auténtico, en esta ocasión veremos que una de ellas es el uso las riquezas.

“¡Oíd ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que vienen sobre vosotros.” Santiago 5:1. Los ricos eran principalmente terratenientes agricultores que tenían poder en la estructura de precios de la economía del imperio romano, Santiago les llama a “oír”, no les exhorta al arrepentimiento sino solo les anuncia “las miserias” que vendrán sobre ellos, por lo cual deben llorar y lamentarse.

En la Biblia, Dios no condena al rico simplemente por ser rico, sino por acumular y usar egoístamente la riqueza con que Dios le ha bendecido. Por eso Santiago dice antes “A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado” (Santiago 4:17) Ellos estaban administrando codiciosamente las riquezas, abusaban de los pobres trabajadores para tener más utilidades, no cumplían su responsabilidad ante la sociedad y eran egoístas con sus iglesias locales.

Aquí tenemos a Santiago hablando ahora a los ricos que se congregaban en las iglesias y que decían amar y creer en Dios, pero con su acumulación y uso mostraban que su lealtad no estaba con Dios, sino con el dinero. La intención probablemente era advertir y animar a los auténticos cristianos contra la codicia. De esta manera, Santiago nos enseña que: acumular riquezas sin considerar la voluntad de Dios en el uso de ellas es acumular miseria futura para sí mismo, pues Dios también pagará a cada uno según haya administrado las riquezas a la luz de su voluntad.

A continuación veremos cuatro razones por las que Dios condena a los ricos:

I. LA ACUMULACIÓN DE LAS RIQUEZAS“Vuestras riquezas se han podrido y vuestras ropas están comidas de polilla. 3 Vuestro oro y vuestra plata se han oxidado, su herrumbre será un testigo contra vosotros y consumirá vuestra carne como fuego. Es en los últimos días que habéis acumulado tesoros.” (Santiago 5:2-3)

La primera acusación formal de Dios contra los agricultores ricos es que a pesar de ser los últimos días, y por tanto deberían preocuparse por usar las riquezas según la voluntad de Dios, la están acumulando para sí mismos cuando éstas son inútiles para librarlos de la ira venidera. En este texto observamos tres verdades:

1. La acumulación de riqueza es pecado ante los ojos de Dios: Santiago habla del deterioro de los tres bienes que simbolizaban la riqueza de alguien: la comida, los vestidos y el oro y la plata. El hecho de que estuvieran deteriorándose era por la falta de uso, por la acumulación.

Entonces, ¿para qué Dios enriquece a quién quiere?: a) Los cristianos deben de usarla para proveer para su casa

(1 Timoteo 5:8).b) Para favorecer y aliviar la carga de los pobres. c) Para usar su riqueza para el progreso del reino de Dios

en la iglesia local. (Vemos como el Rey David hizo esto en 1Crónicas 29:3)

d) Para ganar a los perdidos. (Lucas 16:9)e) Para mantener a los siervos de Dios (Gálatas 6:5-7).

Esto es una responsabilidad, no hacerlo es burlarse de Dios (1Corintios 9:9-11).

2. No usar las riquezas para esto es contado por pecado: Santiago advierte que el moho mismo de sus riquezas acumuladas será el testigo contra ellos en el juicio venidero, les comerá su carne como fuego por no usar las riquezas para lo que Dios las otorga, pues a cada uno se le pagará según sus obras.

3. El pecado de acumulación es grave porque son los “últimos días”: Ellos eran ricos que se congregaban en la iglesia, pero no daban su riqueza a la iglesia. La acumulaban, eran egoístas a pesar de ser los últimos días, y eso es insensato. ¿Para qué sirve acumular en los últimos días? El pecado es no atesorar en el cielo sino en la tierra.

En este tiempo hay una responsabilidad: apoyar las obras y proyectos de expansión del reino a través de tu iglesia local, pues son los últimos tiempos. Tu dinero debe servir para despertar corazones a Cristo.

II. LAS PRÁCTICAS INJUSTAS PARA OBTENER RIQUEZAS“Mirad, el jornal de los obreros que han segado vuestros campos y que ha sido retenido por vosotros, clama contra vosotros; y el clamor de los segadores ha llegado a los oídos del Señor de los ejércitos.” (Santiago 5:4)

La segunda acusación es que los ricos les retenían el salario o pagaban mal a los campesinos para tener más ganancias. El salario era de vida o muerte. Los asalariados tenían la carga del impuesto del templo, el tributo romano, los impuestos especiales, y el impuesto para los programas de construcción de Herodes. El 40% del salario se quitaba para impuestos.

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Los campesinos vivían al borde de la inanición. Su salario era tan pequeño que les era imposible ahorrar, por eso si se les retenían los salarios, incluso por un día, él y su familia simplemente podrían morir. Por eso en la ley de Moisés, Dios ordena a los ricos a que paguen los salarios al pobre. Por todo esto Santiago, citando Deuteronomio 24, dice que todo salario retenido clama a Dios. El decir que un objeto inanimado clama, es una imagen común en la Biblia para hablar del clamor por la justicia.

III. LA FORMA PECAMINOSA DE GASTAR LA RIQUEZA“Habéis vivido lujosamente sobre la tierra, y habéis llevado una vida de placer desenfrenado; habéis engordado vuestros corazones en el día de la matanza.” (Santiago 5:5)

Dios les acusa de ser auto indulgentes, de ocupar sus riquezas con motivos egoístas. Dios presenta tres evidencias de este egoísmo en el uso de riquezas: vivir “lujosamente”, significa “delicadamente” y se refiere a vivir de manera consentida y mimada. Una "Vida de placer desenfrenado”, se refiere al gasto desenfrenado por placer. Y haber “engordado los corazones”, esto es una referencia a la gula.

Esta clase de vida es calificada de muerte en la Biblia, como lo podemos ver en 1Timoteo 5:6 y Ezequiel 16:49.

Por esto Dios les dice que ellos mismos han engordado como animales para el día del juicio. Una vez más vemos que no ocupar las riquezas y tesoros que Dios nos a dado para sus planes siempre será pecado.

IV. LA DESPIADADA FORMA DE RETENER SUS RIQUEZAS“Habéis condenado y dado muerte al justo; él no os hace resistencia.” (Santiago 5:6)

Este es el clímax de los pecados de los ricos: Dios los acusa de condenar judicialmente a los pobres, pues el sistema judicial estaba controlado por los ricos. Dios los acusa de asesinar para hacerse más ricos, para obtener más tierras.

Lamentablemente eso es lo que vemos hoy en El Salvador. No vamos a negar que el sistema legal, comercial y financiero de nuestro país está a favor de los ricos y poderosos. Algunas familias ricas de El Salvador están dispuestos a cometer delitos para que su participación en negocios ilícitos no sea afectada.

La responsabilidad social va mas allá de dar empleos, es hacer que todos prosperen de verdad. Es compartir sus riquezas en la sociedad a través de verdaderas contribuciones a la salud, educación, seguridad, etc. Pero no lo hacen porque no quieren ayudar ni servir, sino solo ganar más. Codicia. Hoy siguen siendo relevantes las palabras de Jesús en Lucas 6:24-25: “Pero ¡ay de vosotros los ricos!, porque ya estáis recibiendo todo vuestro consuelo. 25

¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís!, porque os lamentaréis y lloraréis.”

No hay verdadera ayuda financiera para construir edificios para iglesias, colegios y hospitales, los pastores queremos, pero no hay financiamiento, pues el mundo solo ama lo que es suyo. Pero por eso, Dios envía a verdaderos cristianos

ricos a las iglesias para que levanten la obra del ministerio. Si usted es de ese selecto y privilegiado grupo ¿está aportando lo que debe a su iglesia local?

Cuando Jesús estaba en casa de Simón el leproso, una mujer lleva un vaso de alabastro de perfume de nardo puro, lo quiebra y lo derrama sobre Jesús. La reacción inmediata de los que estaban ahí fue decir: “¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?” (Marcos 14:4b)- ¿Esto es lo que usted piensa del diezmo, la ofrenda, de

dar a Jesús sus tesoros, dinero, propiedades y aportaciones a la iglesia? ¿Usted piensa que todo eso es un desperdicio?

- La respuesta de Jesús la encontramos en Marcos 14:6-9, en donde vemos que el tesoro de ella sirvió para que ese día el evangelio de Cristo fuera anunciado anticipadamente. Y ese es el sentido de las riquezas, hacer tesoros en el cielo cautivando con el evangelio corazones en la tierra.

Cuando Pablo elogia a las iglesias de Macedonia por su generosidad a la obra de Dios, a pesar de ser iglesias pobres, da gloria a Dios afirmando que dar nuestros tesoros para el progreso del evangelio a través de la iglesia local, es una obra que produce la gracia de Cristo en nosotros. Porque con esto han seguido el ejemplo de Cristo, han obedecido el evangelio. Leemos en 2Corintios 8:9: “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.”- El asesinato de Jesús nunca estuvo fuera de la voluntad

de Dios. Fue Jesucristo quien obedientemente por amor a nosotros murió y resucitó para que fuésemos enriquecido con la gracia salvadora de Dios.

- Este principio de despojarse de la riqueza para dárselas a otros, es la base de cómo los cristianos vemos el dinero y lo usamos para la gloria de Dios.

IMPLICACIONES1. ¿Has estado creyendo las mentiras de tu carne con

respecto al uso del dinero y la generosidad en el reino de Dios?

- Dar a Dios tus tesoros no te hace más pobre, tu fuente de ingresos está intacta, acumulas tesoros en los cielos.

- El que la iglesia te busque y pida que des al reino es un privilegio no abuso, pues para eso Dios te ha dado y te ha traído a tu iglesia en los últimos tiempos: para dar.

2. ¿Estás ayudando por medio de tus bienes terrenales a la proclamación del evangelio? ¿Cómo estás haciendo tesoros en el cielo con tus bienes, cautivando con el evangelio corazones en la tierra?

3. Ser rico no es malo ni pecaminoso, pero acumular riquezas para si mismos sí, pues la riqueza tiene un objetivo en el plan redentor de Dios... ¿lo estás cumpliendo?

4. ¿Estás listo para dar cuentas a Dios por el uso de tus bienes, tu dinero y tus riquezas?

PASAJES CITADOS EN EL SERMÓN: Santiago 4:17; Santiago 5:1-6; 1 Timoteo5:8; 1Crónicas 29:3; Lucas 16:9; Gálatas 6:5-7; 1Corintios 9:9-11; en 1Timoteo 5:6; Ezequiel 16:49; Lucas 6:24-25; Marcos 14:4b, 6-9; 1Corintios 8:9.

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RESUMEN DEL SERMÓNLa carta de Santiago fue escrita para que cada persona analice mediante sus obras si es un auténtico creyente o no. Santiago presenta en su carta muchas evidencias de un cristianismo auténtico, en esta ocasión veremos que una de ellas es el uso las riquezas.

“¡Oíd ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que vienen sobre vosotros.” Santiago 5:1. Los ricos eran principalmente terratenientes agricultores que tenían poder en la estructura de precios de la economía del imperio romano, Santiago les llama a “oír”, no les exhorta al arrepentimiento sino solo les anuncia “las miserias” que vendrán sobre ellos, por lo cual deben llorar y lamentarse.

En la Biblia, Dios no condena al rico simplemente por ser rico, sino por acumular y usar egoístamente la riqueza con que Dios le ha bendecido. Por eso Santiago dice antes “A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado” (Santiago 4:17) Ellos estaban administrando codiciosamente las riquezas, abusaban de los pobres trabajadores para tener más utilidades, no cumplían su responsabilidad ante la sociedad y eran egoístas con sus iglesias locales.

Aquí tenemos a Santiago hablando ahora a los ricos que se congregaban en las iglesias y que decían amar y creer en Dios, pero con su acumulación y uso mostraban que su lealtad no estaba con Dios, sino con el dinero. La intención probablemente era advertir y animar a los auténticos cristianos contra la codicia. De esta manera, Santiago nos enseña que: acumular riquezas sin considerar la voluntad de Dios en el uso de ellas es acumular miseria futura para sí mismo, pues Dios también pagará a cada uno según haya administrado las riquezas a la luz de su voluntad.

A continuación veremos cuatro razones por las que Dios condena a los ricos:

I. LA ACUMULACIÓN DE LAS RIQUEZAS“Vuestras riquezas se han podrido y vuestras ropas están comidas de polilla. 3 Vuestro oro y vuestra plata se han oxidado, su herrumbre será un testigo contra vosotros y consumirá vuestra carne como fuego. Es en los últimos días que habéis acumulado tesoros.” (Santiago 5:2-3)

La primera acusación formal de Dios contra los agricultores ricos es que a pesar de ser los últimos días, y por tanto deberían preocuparse por usar las riquezas según la voluntad de Dios, la están acumulando para sí mismos cuando éstas son inútiles para librarlos de la ira venidera. En este texto observamos tres verdades:

1. La acumulación de riqueza es pecado ante los ojos de Dios: Santiago habla del deterioro de los tres bienes que simbolizaban la riqueza de alguien: la comida, los vestidos y el oro y la plata. El hecho de que estuvieran deteriorándose era por la falta de uso, por la acumulación.

Entonces, ¿para qué Dios enriquece a quién quiere?: a) Los cristianos deben de usarla para proveer para su casa

(1 Timoteo 5:8).b) Para favorecer y aliviar la carga de los pobres. c) Para usar su riqueza para el progreso del reino de Dios

en la iglesia local. (Vemos como el Rey David hizo esto en 1Crónicas 29:3)

d) Para ganar a los perdidos. (Lucas 16:9)e) Para mantener a los siervos de Dios (Gálatas 6:5-7).

Esto es una responsabilidad, no hacerlo es burlarse de Dios (1Corintios 9:9-11).

2. No usar las riquezas para esto es contado por pecado: Santiago advierte que el moho mismo de sus riquezas acumuladas será el testigo contra ellos en el juicio venidero, les comerá su carne como fuego por no usar las riquezas para lo que Dios las otorga, pues a cada uno se le pagará según sus obras.

3. El pecado de acumulación es grave porque son los “últimos días”: Ellos eran ricos que se congregaban en la iglesia, pero no daban su riqueza a la iglesia. La acumulaban, eran egoístas a pesar de ser los últimos días, y eso es insensato. ¿Para qué sirve acumular en los últimos días? El pecado es no atesorar en el cielo sino en la tierra.

En este tiempo hay una responsabilidad: apoyar las obras y proyectos de expansión del reino a través de tu iglesia local, pues son los últimos tiempos. Tu dinero debe servir para despertar corazones a Cristo.

II. LAS PRÁCTICAS INJUSTAS PARA OBTENER RIQUEZAS“Mirad, el jornal de los obreros que han segado vuestros campos y que ha sido retenido por vosotros, clama contra vosotros; y el clamor de los segadores ha llegado a los oídos del Señor de los ejércitos.” (Santiago 5:4)

La segunda acusación es que los ricos les retenían el salario o pagaban mal a los campesinos para tener más ganancias. El salario era de vida o muerte. Los asalariados tenían la carga del impuesto del templo, el tributo romano, los impuestos especiales, y el impuesto para los programas de construcción de Herodes. El 40% del salario se quitaba para impuestos.

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Los campesinos vivían al borde de la inanición. Su salario era tan pequeño que les era imposible ahorrar, por eso si se les retenían los salarios, incluso por un día, él y su familia simplemente podrían morir. Por eso en la ley de Moisés, Dios ordena a los ricos a que paguen los salarios al pobre. Por todo esto Santiago, citando Deuteronomio 24, dice que todo salario retenido clama a Dios. El decir que un objeto inanimado clama, es una imagen común en la Biblia para hablar del clamor por la justicia.

III. LA FORMA PECAMINOSA DE GASTAR LA RIQUEZA“Habéis vivido lujosamente sobre la tierra, y habéis llevado una vida de placer desenfrenado; habéis engordado vuestros corazones en el día de la matanza.” (Santiago 5:5)

Dios les acusa de ser auto indulgentes, de ocupar sus riquezas con motivos egoístas. Dios presenta tres evidencias de este egoísmo en el uso de riquezas: vivir “lujosamente”, significa “delicadamente” y se refiere a vivir de manera consentida y mimada. Una "Vida de placer desenfrenado”, se refiere al gasto desenfrenado por placer. Y haber “engordado los corazones”, esto es una referencia a la gula.

Esta clase de vida es calificada de muerte en la Biblia, como lo podemos ver en 1Timoteo 5:6 y Ezequiel 16:49.

Por esto Dios les dice que ellos mismos han engordado como animales para el día del juicio. Una vez más vemos que no ocupar las riquezas y tesoros que Dios nos a dado para sus planes siempre será pecado.

IV. LA DESPIADADA FORMA DE RETENER SUS RIQUEZAS“Habéis condenado y dado muerte al justo; él no os hace resistencia.” (Santiago 5:6)

Este es el clímax de los pecados de los ricos: Dios los acusa de condenar judicialmente a los pobres, pues el sistema judicial estaba controlado por los ricos. Dios los acusa de asesinar para hacerse más ricos, para obtener más tierras.

Lamentablemente eso es lo que vemos hoy en El Salvador. No vamos a negar que el sistema legal, comercial y financiero de nuestro país está a favor de los ricos y poderosos. Algunas familias ricas de El Salvador están dispuestos a cometer delitos para que su participación en negocios ilícitos no sea afectada.

La responsabilidad social va mas allá de dar empleos, es hacer que todos prosperen de verdad. Es compartir sus riquezas en la sociedad a través de verdaderas contribuciones a la salud, educación, seguridad, etc. Pero no lo hacen porque no quieren ayudar ni servir, sino solo ganar más. Codicia. Hoy siguen siendo relevantes las palabras de Jesús en Lucas 6:24-25: “Pero ¡ay de vosotros los ricos!, porque ya estáis recibiendo todo vuestro consuelo. 25

¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís!, porque os lamentaréis y lloraréis.”

No hay verdadera ayuda financiera para construir edificios para iglesias, colegios y hospitales, los pastores queremos, pero no hay financiamiento, pues el mundo solo ama lo que es suyo. Pero por eso, Dios envía a verdaderos cristianos

ricos a las iglesias para que levanten la obra del ministerio. Si usted es de ese selecto y privilegiado grupo ¿está aportando lo que debe a su iglesia local?

Cuando Jesús estaba en casa de Simón el leproso, una mujer lleva un vaso de alabastro de perfume de nardo puro, lo quiebra y lo derrama sobre Jesús. La reacción inmediata de los que estaban ahí fue decir: “¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?” (Marcos 14:4b)- ¿Esto es lo que usted piensa del diezmo, la ofrenda, de

dar a Jesús sus tesoros, dinero, propiedades y aportaciones a la iglesia? ¿Usted piensa que todo eso es un desperdicio?

- La respuesta de Jesús la encontramos en Marcos 14:6-9, en donde vemos que el tesoro de ella sirvió para que ese día el evangelio de Cristo fuera anunciado anticipadamente. Y ese es el sentido de las riquezas, hacer tesoros en el cielo cautivando con el evangelio corazones en la tierra.

Cuando Pablo elogia a las iglesias de Macedonia por su generosidad a la obra de Dios, a pesar de ser iglesias pobres, da gloria a Dios afirmando que dar nuestros tesoros para el progreso del evangelio a través de la iglesia local, es una obra que produce la gracia de Cristo en nosotros. Porque con esto han seguido el ejemplo de Cristo, han obedecido el evangelio. Leemos en 2Corintios 8:9: “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.”- El asesinato de Jesús nunca estuvo fuera de la voluntad

de Dios. Fue Jesucristo quien obedientemente por amor a nosotros murió y resucitó para que fuésemos enriquecido con la gracia salvadora de Dios.

- Este principio de despojarse de la riqueza para dárselas a otros, es la base de cómo los cristianos vemos el dinero y lo usamos para la gloria de Dios.

IMPLICACIONES1. ¿Has estado creyendo las mentiras de tu carne con

respecto al uso del dinero y la generosidad en el reino de Dios?

- Dar a Dios tus tesoros no te hace más pobre, tu fuente de ingresos está intacta, acumulas tesoros en los cielos.

- El que la iglesia te busque y pida que des al reino es un privilegio no abuso, pues para eso Dios te ha dado y te ha traído a tu iglesia en los últimos tiempos: para dar.

2. ¿Estás ayudando por medio de tus bienes terrenales a la proclamación del evangelio? ¿Cómo estás haciendo tesoros en el cielo con tus bienes, cautivando con el evangelio corazones en la tierra?

3. Ser rico no es malo ni pecaminoso, pero acumular riquezas para si mismos sí, pues la riqueza tiene un objetivo en el plan redentor de Dios... ¿lo estás cumpliendo?

4. ¿Estás listo para dar cuentas a Dios por el uso de tus bienes, tu dinero y tus riquezas?

PASAJES CITADOS EN EL SERMÓN: Santiago 4:17; Santiago 5:1-6; 1 Timoteo5:8; 1Crónicas 29:3; Lucas 16:9; Gálatas 6:5-7; 1Corintios 9:9-11; en 1Timoteo 5:6; Ezequiel 16:49; Lucas 6:24-25; Marcos 14:4b, 6-9; 1Corintios 8:9.