Odisea Cristiana No. 35

16
Odisea NUMERO 35 E x p l o r a n d o la v i d a y l a f e Gracia, Comunión, Internacional cristiana

description

Explorando la vida y la fe

Transcript of Odisea Cristiana No. 35

Odisea

NUMERO 35 E x p l o r a n d o la v i d a y l a f e

Gracia,

Comunión,

Internacional

cristiana

2 O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 Comunión Internacional de la Gracia

SECCIONES

El Sr. L. era miembro de una igle-sia que yo pastoreaba en el sud-este asiático. Era pequeño, emoti-vo y en cierto modo excéntrico. A veces me preguntaba si él estaba

"jugando con la baraja completa", pero parecía bastante inofensivo.

Un día, uno de los miembros me dijo: "¿Sabes que el Sr. L. es un grafólogo calificado?"

"¿Un qué?" Le pregunté.

"Es un grafólogo. Él mira tu es-

critura a mano y te dice cosas acerca de ti mismo."

No me gustaba como sonaba eso. Me pareció espeluznante. Porque hablar a la gente acerca de sí mismos era mi trabajo como

pastor, no el del Sr. L. "Sí, sí. Lo hago", admitió el Sr.

L. con alegría, cuando le pregun-té."¿Quiere que vea su letra?"

Bueno, ¿por qué no? Podría ser una buena manera de hacer valer mi autoridad y exponer el fraude

del Sr. L. Así que los miembros se reunieron alrededor y yo escribí una frase corta para el Sr. L.

Miró mi oración por unos mo-mentos, y luego dijo: "Muy intere-sante. Está claro que usted es un hombre muy inteligente Sr. John."

Muy bien. Tal vez era cierta esta cosa de grafología después de todo.

Y añadió: "Usted tiene muchas ideas, y es muy bueno con las palabras." (Sí. Es cierto.) "De

hecho," dijo el Sr. L. mirando de cerca mi escritura, "Usted es tan inteligente que algunas personas pueden pensar que es brillante."

Entonces él me miró fijamente y dijo: "Pero usted no es brillante. Usted es sólo inteligente. Así que no

les crea, si la gente le dice que es brillante. Manténgase inteligente y tendrá éxito. Si usted comienza a

pensar que es brillante, fracasará." Hmm. Todos parecían un poco aver-

gonzados. No le dices eso al pastor, no se hacía en ese tiempo. Decidí sólo sonreír y darle las gracias. Pero nunca he olvidado sus consejos. Estaba en lo cierto.

Es cierto que las ideas vienen a mí con facilidad. Soy adecuado en lo que hago, pero no soy brillante. Me falta mucho académicamente. Gracias a Dios tengo amigos que tienen la edu-

cación y la experiencia para apoyarme y complementar mi esfuerzo "inteli-gente, pero no brillante".

¡Qué bendición es conocer y aceptar tus limitaciones! Creo que el apóstol Pablo fue brillante, pero reconoció que era insuficiente, que se llama a sí mismo: "el menor de los apóstoles" (1 Corintios 15:9). Él escribió a los auto confiados corintios: "No muchos de ustedes fueron sabios según la carne,

ni muchos poderosos ... pero Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios" (1 Corintios 1:26-28).

Al leer Odisea Cristiana, veo el tra-bajo de muchas personas. La mayoría son inteligentes, algunos son brillan-tes en su campo de especialización. Mientras trabajemos juntos, cada uno haciendo nuestro mejor trabajo acep-tando nuestras limitaciones, sabemos que esta revista será mayor que la

suma de sus partes. Esperamos que eso significa que valdrá la pena su lectura.

CONTENIDO 3 Gracia, Comunión e Internacio-

nal ¿Qué dice nuestro nombre?

7 ¿Qué hay detrás del nacimien-

to de Jesús?

11 Un Milagro para Helen

15 Un Vecindario Inexistente

5 Vivir Adoptado

Recibamos a Cristo recibiendo a

otros

6 Del escritorio de Joseph Tkach

8 He estado leyendo

Hambre por la llenura de Dios

13 Dia a Dia

Levántate, resplandece, porque

ha llegado tu luz

13 Amor y Matrimonio

Cristo y la Iglesia, un modelo

para el hogar

14 Hablando de la Vida

Tú le perteneces, estás incluido,

y le importas

16 Pensando en voz alta

Sed Perfectos

16 Pregunta

¿Es permitida la cremación para

los cristianos?

NÚMERO 35 2011 Odisea Cristiana es publicada por Comu-nión Internacional de la Gracia / Grace Communion International, PO Box 5005, Glendora, CA, 91740; Copyright ©2011.

Staff: Editor Ejecutivo: J. Michael

Feazell. Editor: John Halford. Editor Administrativo: Michael Morrison. Editor emérito: Paul Kroll. Editor edición en español: David Agreda. Traductores voluntarios: Ming Hui, Selena Venegas, Juan Galvan, Antonio Rodriguez. Publica-dor: Grace Communion International. Presidente: Joseph Tkach. Misiones en

Latinoamérica: Héctor Barrero. A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas son tomadas de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional. Contribuciones: Odisea Cristiana acepta con agradecimiento las contribuciones para ayudar con los costos de publicación y llevar a otros la buena noticia del evan-gelio. Para comunicarse con nosotros puede dirigirse a cualquiera de las siguientes direcciones: Argentina: Iglesia de Dios Universal, Olavarría 4543, (1842) Bo Las Flores, Monte Grande- BA. email: [email protected] Tel. (011) 4295-1698. Colombia: Iglesia de Dios Universal, Calle 49 #26-11 Galerías, Bogotá. Teléfono: 3142825. Costa Rica: Iglesia de Dios

Universal, Apartado 7700, 1000 San José. Chile: Iglesia de Dios Universal, Casilla 11, Correo 21, Santiago. El Salvador: Comunión de la Gracia, Res. Los Girasoles, Senda 3 Oriente 23, Santa Tecla. España: Iglesia de Dios Universal, Apdo. 185, 28600 Navalcarnero, Madrid. Tel. 91 813 67 05 ó 626 468 629 www.idue.es Esta-dos Unidos: Comunión de Gracia Interna-cional, P.O. Box 5005, Glendora, CA 91740-5005. Guatemala: Iglesia de Dios Universal, Apartado 2489, Guatemala. Honduras: Iglesia de Dios Universal, Apartado 20831, Comayagüela. México: Iglesia de Dios Mundial, http://churches.wcg.org/mexicocity Perú: Iglesia de Dios Universal, Email: [email protected]

Odisea cristiana

EDITORIAL Por John Halford

Soy solo inteligente

Gracia, Comunión e Internacional

¿Qué dice nuestro nombre? por John Halford

uando nuestra iglesia decidió cambiar su nombre de Iglesia de Dios Universal a Comunión

Internacional de la Gracia, algunos se quedaron perplejos. El nuevo nombre no es muy fácil

de pronunciar. A menudo decimos las palabras en diferente orden. Pero más al punto, ¿qué

significa?

La reciente conferencia internacional en Orlando, Florida, fue la primera vez que se reunió el ministerio ba-

jo el nuevo nombre. Cuando más de mil ministros y esposas de todo el mundo se reunieron para aprender,

conocerse y adorar, fue una clara demostración de que Comunión Internacional de la Gracia es de hecho el

nombre correcto para nuestra iglesia. Este

nombre reúne tres elementos que descri-

ben con precisión lo que somos hoy, una

comunidad internacional, unidos por la

gracia de Dios.

Gracia

El tema de la conferencia internacional fue:

"Renovados en Cristo." La conferencia fue un

vivo recordatorio de que no se trataba de un

simple lema. Como iglesia, ministerio y como

individuos, fuimos y seguimos siendo renova-

dos, y no por nuestro estudio, grado académico

o comportamiento justo, sino por la gracia de

Dios a pesar de nosotros mismos. Hemos

aprendido que la gracia es mucho más que una

palabra religiosa, es la bondad de Dios activa-

mente transformando corazones y mentes hu-

manas.

Habíamos vivido, y ayudado a

lograr, la notable –algunos dicen

sin precedentes- transformación

de nuestra iglesia del legalismo a

la libertad que viene de la com-

prensión del evangelio de la gra-

cia. No fue una transición fácil

(irónicamente, la gracia de Dios

parece ser una píldora difícil de

tragar), y muchos no se quedaron

con nosotros. La mayoría de no-

sotros hemos perdido amigos,

que decidieron no cambiar.

El trauma que acompañó

nuestra transformación denomi-

nacional está en el pasado ahora,

y nuestra iglesia se ha estableci-

do. Pero la experiencia ha dado

lugar a una camaradería especial,

y nos encontramos en Orlando

como tal vez los soldados que han

C

4 O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 Comunión Internacional de la Gracia

participado en una batalla cumplida, con entendimiento y respeto

mutuos.

Alguien que nos haya conocido en el pasado tal vez no podría

reconocer esta como una conferencia ministerial. No sólo por la

vestimenta informal, o los estilos más informales de adoración o el

hecho de que hombres y mujeres asistían en papeles de liderazgo.

El abandono del legalismo ha dado lugar a un ambiente mucho más

relajado. Las barreras artificiales erigidas por una estructura autori-

taria y distinción de rangos ha desaparecido de alguna manera

parecen irrelevantes en el nuevo clima de libertad. Hemos vuelto a

conectarnos como amigos en un ministerio transformado por la

gracia.

Comunión

"Comunión" es una de esas palabras que tiende a perderse en la

religiosidad. Ciertamente, describe la toma del pan y el vino en

memoria del sacrificio de Jesús. Pero eso es sólo la punta del ice-

berg. Nosotros como comunidad estamos comenzando a compren-

der más plenamente que seguir a Jesús no se trata de leyes y re-

glamentos, ni siquiera de imitar a Jesús como un modelo a seguir.

Se trata de relaciones genuinas: verdadera comunión con el Padre

por el Hijo en la comunión del Espíritu Santo, y por lo tanto, en

Cristo, verdadera comunión unos con otros.

El Padre, Hijo y Espíritu Santo son un Ser en perfecta comunión,

y Jesús oró para que sus discípulos compartieran esa relación y la

reflejaran al mundo (Juan 14:20; 17:23). El tema de fondo de los

talleres y sesiones plenarias de la conferencia fue la importancia de

las congregaciones y los individuos en la construcción de una au-

téntica comunidad en Cristo unida por el Espíritu Santo, una verda-

dera hermandad arraigada en el amor con

el que 1 Juan 4:8 define la comunión

eterna del Padre, el Hijo y el Espíritu.

A menos que una iglesia considere su

función principal la edificación de una

comunidad, se corre el riesgo de ver a la

gente como herramientas para "hacer el

trabajo." Y eso, como James Torrance

señaló, puede conducir a un programa de

evangelismo que será a la vez legalista y

exclusivista. Él escribió, "El Dios trino está

en el trabajo de crear comunidad, de tal

forma que somos más verdaderamente humanos, más

verdaderamente personas, cuando nos encontramos con

nuestro verdadero ser en comunión" (James B. Torrance,

La adoración, la Comunidad y Trino Dios de la Gracia, p.

74).

Este es un concepto verdaderamente emocionante y re-

frescante. Es tan antiguo como el Evangelio, y sin em-

bargo es fácil perder de vista en nuestro mundo moderno

que busca "hacer el trabajo" mediante la organización de

negocios, empresas, programas y corporaciones. En este

tipo de estructuras, la gente puede ser vista como un

producto consumible y tal vez incluso como material

desechable.

www.comuniondegracia.org O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 5

Reunirnos en la Florida nos recordó que la Iglesia,

cualquier iglesia, es más efectiva cuando es, ante todo,

una comunidad de amor. En nuestro caso, tenemos una

oportunidad más inusual, porque nuestra comunidad,

nuestra comunión con Cristo en el amor del Padre por el

Espíritu Santo, atraviesa fronteras raciales, culturales y

nacionales, de hecho, alrededor del mundo.

Internacional

Vinimos de todas partes: de casi todos los Estados de

la Unión, Canadá, México, el Caribe, Centro y Sur Améri-

ca, Europa, Asia, Australia, África y las islas del Pacífico.

Fue un vivo recordatorio de que somos una iglesia muy

internacional no sólo de nombre.

En cada comida, uno de nuestros directores de misión

internacional informó sobre el crecimiento espiritual y la

difusión del Evangelio en su región. Y en el discurso del

presidente Joseph Tkach, habló aún más de la obra que

Dios está haciendo a través de nuestra denominación en

los muchos puestos de avanzada del evangelio que Dios

nos ha dado en todo el mundo.

Se nos recordó que Dios nos ha reunido en una iglesia

que es verdaderamente internacional en su alcance. El

Director del área del Caribe, Charles Fleming, lo resumió

después de una visita a nuestra pequeña congregación en

Haití tras el devastador terremoto a principios de este

año. "En muchas maneras," escribió, "el aspecto más lla-

mativo de esta visita para mí fue la constatación de que

nuestros hermanos y hermanas de Haití sacaron fuerza de

la solidaridad que sintieron llegar a ellos de nuestra familia

de la iglesia en todo el mundo. Es como si los miembros

de todo el mundo eran una "presencia distante" en su vida

cotidiana. Una y otra vez nos pidieron transmitir su agra-

decimiento y dijeron que eran confortados al saber que

mucha gente estaba orando por ellos. Me pregunté si yo

estaba experimentando algún aspecto de la “unidad en

Jesucristo” que se describe en Juan 14:19-20 y Juan

17:20-26".

Es una bendición que nuestra iglesia es lo suficiente-

mente grande para tener oportunidades de trabajar juntos

y lo suficientemente pequeña para que esas oportunidades

sean personales. Continuamente se están construyendo

amistades a través de fronteras nacionales y culturales

que con frecuencia crean división en nuestro mundo.

Al reunirnos en la Florida, experimentamos de nuevo el

amor duradero de Dios como una comunión internacional

que ha sido transformada por la gracia eterna.

Comunión Internacional de la Gracia es un buen nom-

bre para eso.

Recibamos a Cristo

recibiendo a otros

La vida trinitaria de Dios con nosotros está centrada

en la hospitalidad, el arte de hacer espacio en tu

vida para los demás. Yahvé hizo espacio en su vida por

las criaturas, pero cuando llegó a la casa de Eva y Adán

para visitarlos, ellos se escondieron detrás de las plantas

del patio y fingieron que no estaban en casa. Desde un

punto de vista, la encarnación es la manera de la Trinidad

de inyectar su hospitalidad de nuevo en la raza humana.

Seamos honestos: Todos nosotros hemos hecho nues-

tra parte para hacer del mundo un lugar inhóspito para los

demás, y es por eso que dar la bienvenida a la presencia

de Cristo es doloroso para nosotros. Nos contradice, nos

aplasta (Sal 72,4), nos quema (Mt 3,7-10), e incluso nos

mata (Is 11,4). Pero incluso nuestra muerte sirve para

nuestra resurrección. El dolor duele, pero es un maestro

gloriosamente eficaz.

Pablo escribió su epístola a los Romanos a causa de las

relaciones raciales inhóspitas entre los creyentes judíos y

gentiles. Pablo tuvo que darles el doloroso recordatorio de

que cuando Dios te da la bienvenida a su vida, es para

que puedas ampliar esa misma bienvenida a los demás

(Rom 15,9-12).

Cuando la Trinidad nos recibió en su vida, eso significó

recibir toda nuestra basura, incluso la muerte, en su vida.

Y si la hospitalidad le causó dolor a Dios, seguramente no

será sin dolor para nosotros. Pero a medida que hacemos

el arduo trabajo de soportarnos unos a otros, la gloriosa

armonía Trinitaria es adoptada en nuestra vida juntos

como seres humanos (15,5-7).

John Stonecypher

V I V I R A D O P T A D O

Escuche sermones, lea más buenas noticias, estudios bíblicos, folletos y ediciones anteriores

de Odisea Cristiana en nuestro sitio web www.comuniondegracia.org

6 O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 Comunión Internacional de la Gracia

DEL ESCRITORIO DE JOSEPH TKACH

lguna vez te has preguntado: "Qué quiere Je-

sús para Navidad”? Podemos pensar, Jesús es

Rey de reyes y Señor de señores, el Sustenta-

dor de todo, así que ¿qué podríamos posiblemente tener

para ofrecer a Aquel que lo tiene todo?

Bueno, de hecho, hay por lo menos tres cosas que Je-

sús quiere que le demos:

Jesús quiere que nos entreguemos a él, entregando

nuestras vidas y nuestras prioridades a él para que

podamos ser sus manos y brazos en el mundo.

Jesús quiere que nos amemos unos a otros, que es

nuestro testimonio principal para él. "Un mandamien-

to nuevo les doy", dijo, "Ámense unos a otros. Como

yo los he amado, así deben amarse unos a otros. En

esto conocerán todos que ustedes son mis discípulos,

si se aman unos a otros".

Jesús quiere que seamos la sal de la tierra y la luz del

mundo, difundiendo su amor por donde quiera que

vayamos en el trabajo, en el mercado, en nuestras

actividades recreativas, en la carretera, y en casa.

Me siento honrado de servir a Cristo en una iglesia que

está comprometida a darle esas cosas. Podemos ser una

denominación pequeña, pero tenemos miembros y con-

gregaciones en todo el mundo, alcanzando en el amor de

Cristo unos a otros y a los que aún no son creyentes.

Cada semana me entero de nuevas formas, tanto aquí

en los Estados Unidos y en todo el mundo, en las que

nuestras congregaciones están trabajando juntas para

satisfacer las necesidades de los demás. Éstos son sólo

algunos ejemplos:

Nuestras congregaciones de Canadá proveen capacita-

ción de liderazgo, recursos locales, y apoyo para el cam-

pamento de jóvenes para las congregaciones de África.

Nuestras iglesias en Zimbabwe iglesias organizan las muy

necesitadas conferencias para mujeres en toda la región.

Nuestras iglesias de Kenia ayudan a los refugiados políti-

cos. Nuestra iglesia en Madagascar apoya un orfanato, con

la ayuda de iglesias de EE.UU..

Nuestras iglesias Filipinas ayudan a Iglesias hermanas

en otros países. Una de nuestras iglesias de Malasia apoya

una revista regional. Con la ayuda de nuestras iglesias de

EE.UU., la Asociación Evangélica Bengalí ministra a la po-

bre nación de Bangladesh.

Nuestras iglesias australianas ayudan a Pakistán, Ne-

pal, India, Tailandia y otros países con Biblias y traducción

y distribución de literatura, desarrollo pastoral, formación

vocacional, herramientas para pastores rurales, y clínicas

médicas.

Nuestras iglesias del Caribe ayudan a Haití, y nuestra

iglesia en Bermudas proporciona ayuda a Santa Lucía.

Nuestras iglesias europeas con mayores recursos se aso-

cian con las que tienen menos para ayudar con capacita-

ción y evangelismo.

Nuestras iglesias de EE.UU. proveen los fondos para

nuestros directores de misión de Filipinas y el noreste de

Asia, Oriente Medio y el sur de Asia, el Caribe, África, Eu-

ropa y América Latina, así como nuestras conferencias y

festivales nacionales e internacionales. Las donaciones de

EE.UU. también proveen fondos para nuestra página web

denominacional, www.gci.org, (comuniondegracia.org) que

proporciona una ventana a lo que Dios está haciendo en la

Comunión Internacional de la Gracia en todo el mundo, así

como nuestros medios de educación y entrenamiento,

incluyendo nuestros programas de video: Hablando de la

Vida, Tú estás incluido, y otros, nuestra revista denomina-

cional Odisea Cristiana, y nuestros folletos, artículos y

documentos.

Las donaciones de miembros de EE.UU. también pro-

veen formación pastoral y de liderazgo, apoyo a los minis-

terios de reconciliación, y apoyo a la infraestructura (segu-

ros, contabilidad, legal, etc.) que permite, entre otras co-

sas, la asistencia a las congregaciones en necesidad en

muchos lugares del mundo, incluyendo proyectos como la

traducción de literatura en El Salvador, los programas de

radio en Colombia, el desarrollo de la misión en América

Latina, así como el apoyo para el Fondo de Ayuda para

Desastres, que ayuda a satisfacer las necesidades inme-

diatas de emergencia para nuestras iglesias de todo el

mundo cuando ocurre un desastre.

Sin la fe y la devoción de gente como tú, que han dado

su vida a Cristo, que se aman unos a otros como herma-

nos miembros de Su Cuerpo, y que buscan ser la luz del

mundo y sal de la tierra donde quiera que vayan, ninguna

de estas cosas estaría sucediendo.

Oro por ustedes todos los días, y les agradezco desde

el fondo de mi corazón por su fiel devoción para compartir

este camino de amor con los demás. Como ustedes bien

saben, cada donación es de vital importancia, no importa

cuán pequeña sea, durante estos tiempos económicos

difíciles.

Que Dios los bendiga en esta temporada de Navidad

con paz de corazón y esperanza de la nueva creación, en

la que ya no habrá más lágrimas, sino ¡alegría eterna!

En el amor de Jesús,

Joseph Tkach

Presidente

Comunión Internacional de la Gracia

¿A

www.comuniondegracia.org O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 7

¿Qué hay detrás del nacimiento de Jesús?

¿Qué importancia tiene el nacimiento de Jesús? ¿Cómo afecta a su vida este acontecimiento histórico?

¿Es realmente importante para la humanidad?

por Rubén Ramirez Monteclaro

provecho esta temporada del año

cuando todo mundo celebra el naci-

miento del Señor Jesús, para hacer

unas reflexiones acerca de la importancia

que tiene para la vida de toda la humanidad

dicho acontecimiento.

Cuando vemos cómo la mayoría de las per-

sonas celebra el nacimiento de Cristo, nos da-

mos cuenta que se le pone mucha atención a

los preparativos para la celebración de una

cena, la compra de los regalos, la preocupa-

ción por lucir bien ante nuestros invitados,

todo esto con su inherente carga de estrés; al

final se participa del hecho del nacimiento de

Jesús de una manera momentánea, sólo los mi-

nutos que tarda la ceremonia, tanto en las igle-

sias, templos o en las casas, para después gozar

de los manjares y de las charlas, a veces amenizadas

con licor; de esa manera estamos participando en la

celebración del acontecimiento milagroso más bello y

sublime que pudiera existir, muchas veces sin refle-

xionar que detrás de todo esto hay una realidad tan

sorprendente que sobrepasa todo entendimiento

humano.

La forma en que vivimos nubla la realidad de lo que

hay atrás de la llegada de este bebé al mundo en las

condiciones sui géneris que se dieron, siendo este el

suceso más valioso e importante de la historia.

Al final, todo mundo se queda con la imagen de ese

tierno bebé que nació en condiciones paupérrimas, sin

reflexionar qué significado tiene el hecho de que el Dios

Todopoderoso y Creador del universo haya encarnado

en la manera como muestra esa estampa que nos retra-

tan las narraciones de los evangelistas Mateo, Marcos,

Lucas y Juan, cumpliendo las profecías de Isaías y otros

profetas y que los pintores, a través de la historia nos

han regalado en sus cuadros el elemento visual que

despiertan dichas narraciones.

Sin embargo, al cabo de unos días nos embarga otra

sensación de alegría así como de incertidumbre cuando

nos encontramos con el primer día de otro año en nues-

tra existencia; nos proponemos hacer muchas cosas,

hasta las anotamos en papel, sin embargo, al cabo de

unos días, incluso horas, ya se nos olvidó y la inercia

nos devuelve a nuestra rutina tradicional.

Atrás de las estampas del nacimiento de Jesús se

encierra el misterio y el milagro más grande que haya

existido. Pidámosle a Dios que nos abra los ojos para

verlo, creerlo, aceptarlo y gozarlo porque es para siem-

pre.

Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo) vive por siempre

en relaciones de amor, de gozo, de aceptación, de delei-

te mutuo entre sí; donde el Padre se goza en el Hijo

porque lo conoce y se complace en esa relación de des-

cubrimiento de las grandezas y cualidades que tiene

cada uno, donde el Espíritu Santo siente el placer que

da el trabajar para el Hijo porque lo conoce y se goza

en su comunión, por eso y por mucho más que no cono-

cemos, lleva a los humanos a Cristo porque Él es la

Verdad.

Dios ya se ha tomado la tarea de arreglar lo dañado

que está la humanidad, y nos está llamando a dejar ese

camino de destrucción que nos rodea invitándonos a

Continúa en la página 10

A

8 O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 Comunión Internacional de la Gracia

Hambre por la llenura de Dios por Rubén Ramirez Monteclaro

uántas veces en la vida nos hemos

encontrado vacíos, insatisfechos, sin

motivo por el cual vivir; mas cuando nos

acercamos a Dios, no hallamos la satisfacción

plena porque a veces lo que sentimos es

dolor.

Dios en su palabra nos dice

que tal situación se debe a que

debemos examinar nuestras

prioridades para ver si no hay

alguna pequeñita raíz de

amargura que impide la

satisfacción de nuestra alma.

Hemos aprendido que para

acercarnos a Dios y para ejercitarnos

en la carrera es necesario aplicar las

disciplinas espirituales que nos harán

fuertes en este aspecto de la vida;

siendo las principales y básicas: la

oración, el estudio diligente de la

palabra de Dios, la meditación y el

ayuno (Richard Foster en su libro:

“Celebrando la disciplina” las

cataloga como disciplinas básicas,

porque trata otras de índole superior)

En su capítulo sobre el ayuno en La Celebración de la

Disciplina, Richard Foster dice: “Más que cualquier otra

disciplina, el ayuno revela las cosas que nos controlan”.

Esta declaración me hizo reflexionar acerca de su por

qué y encontré que una de las razones para ayunar es

para saber lo que hay en nosotros, de acuerdo con lo

que John Piper nos dice en su libro “Hambre por Dios,

deseando a Dios por medio del ayuno y la oración”: “La

raíz del ayuno es el hambre de la nostalgia por Dios. El

asunto no es la comida sino cualquier cosa que pueda

ser sustituto de Dios, y muchos pequeños actos de

preferir a Dios antes que la comida, puede formar un

hábito de comunión y contentamiento que lo prepara a

uno para el último sacrificio.

El ayuno cristiano es una prueba para ver cuáles

deseos nos controlan. ¿Cuáles son nuestras pasiones

favoritas? Lo anterior significa que el pan magnifica a

Cristo en dos formas: el comerse con gratitud para su

bien, y para calmar el hambre para Dios mismo. Cuando

comemos saboreamos el emblema de nuestro alimento

celestial – el Pan de Vida. Y cuando ayunamos decimos,

“Amo la realidad por sobre el emblema.” En el corazón

del santo, tanto la comida como el ayuno son adoración.

Ambos magnifican a Cristo. Ambos envían el corazón –

agradecido y solitario – al Gran Dador. Cada uno tiene

su lugar señalado, y cada uno tiene su peligro. El

peligro de la comida es porque nos enamoramos del

don; y el peligro del ayuno es que menospreciamos el

don y nos gloriamos de nuestro poder

de voluntad”.

Cuando Jesús les dijo a los

fariseos que sus discípulos no

ayunaban porque el novio estaba con

ellos, pero que llegarían días en que

el novio les sería quitado y entonces

ayunarían; agregó que nadie pone un

remiendo nuevo en un vestido viejo,

ni nadie echa vino nuevo en odres

viejos, sino en odres nuevos, estaba

dando a entender que había llegado

el día en que se tendría que hacer un

ayuno nuevo y no el ayuno al que

estaban acostumbrados los judíos.

Dice Piper: “¿Qué es entonces

nuevo en el nuevo ayuno cristiano?

Nuevo en el ayuno Cristiano es que

se basa en toda la obra terminada del

Novio. Lo asume. Lo cree. Lo goza. El

dolor, la pena y el anhelo por Cristo y sus poderes que

nos llevan al ayuno, no son la expre-sión de un vacío.

Necesidad, sí. Dolor, sí. Hambre por Dios, sí. Mas no

vacío. Las primicias que anhelamos ya han llegado. La

prima que necesitábamos, ya ha sido pagada. La llenura

por la que ayunamos ha aparecido en la historia y

hemos contemplado su gloria. No es algo futuro. No

ayunamos por la soledad. Cristo en nosotros es la

esperanza de gloria.

Hemos saboreado los poderes de la era por venir y

nuestro ayuno no es porque tengamos hambre de algo

que no hemos experimentado, sino porque el vino

nuevo de la presencia de Cristo es tan real y tan grato.

Debemos de tener todo aquello que es posible tener. La

novedad de nuestro ayuno es que: Su intensidad viene

no porque hayamos probado el vino de la presencia de

Cristo, sino por haberlo saboreado tan maravillosa-

mente por su Espíritu, y no podemos ahora ser

satisfechos hasta que la consumación del gozo arribe. El

nuevo ayuno, el ayuno cristiano, es un hambre por toda

la llenura de Dios (Efesios 3:19), provocada por el

C

HE ESTADO LEYENDO…

www.comuniondegracia.org O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 9

aroma del amor de Jesús y por el sabor de las

bondades de Dios en el evangelio de Cristo”. (1

Pedro 2:2-3)

Dice el apóstol Pablo que seamos imitadores de

él como él lo era de Cristo; y Cristo dijo: “Como

mi Padre me envió, así yo os envío” (Juan

20:21)

El Padre envió a Cristo al desierto para ser

tentado por el diablo para mostrar lo que había en

su corazón, y ayunó cuarenta días, así Dios envió a

Israel al desierto por cuarenta años para ver lo que

había en su corazón y ayunó durante esos cuarenta

años, sin embargo, Dios los alimentó con comida

desconocida para demostrar que “no sólo de pan

vivirá el hombre”, no es de extrañarnos que Jesús

le contestara a Satanás con las mismas palabras.

Así también Dios nos envía al desierto espiritual en

que se ha convertido este mundo, para anhelar

más que la comida, para agradar a Dios en la

abundancia, como la llenura de Dios en el ayuno. De

esa manera el ayuno muestra lo que verdaderamente

hay en lo más profundo de nuestro corazón.

Sigue diciendo Piper: “Mi corazón está hambriento de

“toda la plenitud de Dios”. Anhelo por una más profunda

obra de Dios en el seno de la gente. Añoro por una

poderosa ola de celo misionero para llenarles de una

pasión por la supremacía de Cristo en todo, para el

regocijo de toda la gente. Deseo que se dé un

inconfundible nuevo nacimiento semana tras semana

por medio de los insinuantes testimonios de las gentes

transformadas, donde quiera que él sea mencionado. El

ministerio de Jesús fue y siempre será sin paralelo. En

cierta forma es un modelo para nosotros. Más en su

totalidad lleva el testimonio de su exclusiva divinidad.

Sin embargo, ¿Cómo no extrañarnos si ese

extraordinario ayuno al principio de su ministerio no fue

destinado para algo más que su propia obra?”

Al ayunar estamos haciendo lo correcto para

aumentar nuestro deleite en Dios.

Otro motivo por el cual debemos ayunar es por el

retorno del rey. El autor nos pregunta: “¿Qué tanto

amamos la venida del Señor? Y nos responde: Como

Ana y Simeón (Lucas 1:25-38). Estos ancianos que

dedicaron gran parte de su vida a servir a Dios y

anhelar ver su gloria y Dios los recompensó siendo

testigos de la redención de Israel. Podemos servirnos

del ejemplo de estas dos personas que entregaron su

vida a esperar ser partícipes de esa gloria infinita. Al

final Dios mismo se sublimará con sus hijos y se pondrá

a su servicio: “Pórtense como siervos que esperan a que

regrese su señor de un banquete de bodas, para abrirle

la puerta tan pronto como él llegue y toque. Dichosos

los siervos a quienes su señor encuentre pendientes de

su llegada. Créanme que se ajustará la ropa, hará que

los siervos se sienten a la mesa, y él mismo se pondrá a

servirles”. (Lucas 12:36-37).

Otro motivo por el cual buscar a Dios a través del

ayuno es para “Buscar la dirección de Dios para la

iglesia” (Hechos 13:1-4)

El ayuno no es para lograr algo de Dios“«¿Quién le

ha dado primero a Dios, para que luego Dios le

pague?» Porque todas las cosas proceden de él, y

existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por

siempre! Amén. (Romanos 11:35-36), Esto incluye

el ayuno. Es de Él y por medio de Él y para Él. No se

ofrece a Dios para que se nos devuelva paga por ello.

Primeramente es dado por Dios para que podamos

beneficiarnos de Él y (principalmente) para que Él

pueda ser glorificado por ese medio.

“A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los

que no tienen dinero, venid, comprad y comed.

Venid y comprad sin dinero y sin precio, vino y

leche... Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd y

vivirá vuestra alma.” (Isaías 55:1-3) Dios promete

agua, vino y leche y vida que el dinero no puede

comprar precisamente a quienes no tienen dinero, mas

tienen sed, si se alejan de lo que el dinero puede

comprar y vienen a Él. “Al que tuviere sed, yo le

daré gratuitamente de la fuente del agua de la

vida... Y el que tiene sed, venga; y el que quiera

tome del agua gratuitamente.” (Apocalipsis 21:6;

22:17) La recompensa de vida viene no para quienes

pueden comprarla o trabajar por ella. Es “sin costo

alguno.” Gratis. El precio es la sed que cambia de las

cisternas rotas del mundo a la inagotable fuente de

Dios”.

“Dios recompensa aquellas acciones del corazón

humano que significan desamparo y esperanza en Dios.

La razón para esto es que estas acciones llaman la

atención para la gloria de Dios. 1 Pedro 4:11 deja esto

claro: “Si alguno ministra, ministre conforme al

poder que Dios da, para que en todo sea Dios

10 O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 Comunión Internacional de la Gracia

glorificado por Jesucristo, a quien pertenece la

gloria y el imperio por los siglos de los siglos.

Amén”.

Al final, el autor destina dos capítulos a mostrar la

forma en que debemos hacer nuestro ayuno,

desglosando Isaías 58, cuya esencia nos pone en la

balanza de lo que somos en Cristo, cómo es nuestro

cristianismo diario y como espada de dos filos, no

podemos librar el hecho de que somos intervenidos

quirúrgicamente por nuestro amoroso Padre para

mostrarnos tal cual somos.

¡Grita con toda tu fuerza, no te reprimas! Alza tu voz

como trompeta. Denúnciale a mi pueblo sus rebeldías;

sus pecados, a los descendientes de Jacob. Porque día

tras día me buscan, y desean conocer mis caminos,

como si fueran una nación que practicara la justicia,

como si no hubieran abandonado mis mandamientos.

Me piden decisiones justas, y desean acercarse a mí, y

hasta me reclaman: "¿Para qué ayunamos, si no lo

tomas en cuenta? ¿Para qué nos afligimos, si tú no lo

notas?" Pero el día en que ustedes ayunan, hacen

negocios y explotan a sus obreros. Ustedes sólo ayunan

para pelear y reñir, y darse puñetazos a mansalva. Si

quieren que el cielo atienda sus ruegos, ¡ayunen, pero

no como ahora lo hacen! ¿Acaso el ayuno que he

escogido es sólo un día para que el hombre se

mortifique? ¿Y sólo para que incline la cabeza como un

junco, haga duelo y se cubra de ceniza? ¿A eso llaman

ustedes día de ayuno y el día aceptable al Señor?» El

ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las

cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo,

poner en libertad a los oprimidos y romper toda

atadura? ¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el

hambriento y dar refugio a los pobres sin techo, vestir

al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes? Si así

procedes, tu luz despuntará como la aurora, y al

instante llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el

camino, y la gloria del Señor te seguirá. Llamarás, y el

Señor responderá; pedirás ayuda, y él dirá: "¡Aquí

estoy!" Si desechas el yugo de opresión, el dedo

acusador y la lengua maliciosa, si te dedicas a ayudar a

los hambrientos y a saciar la necesidad del desvalido,

entonces brillará tu luz en las tinieblas, y como el

mediodía será tu noche. El Señor te guiará siempre; te

saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos.

Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas

aguas no se agotan.

No sé qué tanto afecta nuestra vida el hecho de

escuchar la voz de Dios en esta escritura, si estamos

realmente en condiciones de pedirle al Padre que haga

su voluntad en nosotros, estoy seguro que realmente

nos sentiremos en Cristo y Él en nosotros cumpliendo el

anhelo de nuestro redentor de ser uno en Él y con el

Padre y el Espíritu Santo. Quiera Dios que cada día nos

regocijemos en Él y hagamos su obra en este mundo en

y para Él, en el nombre de Jesús.

Viene de la página 7

entrar en una relación de entrega y descubrimiento bajo

el reinado justo y misericordioso del gran Creador del

universo, Dios en su vida eterna nos muestra cómo

vivir. Por Su Espíritu y por su voluntad, ha creado un

pueblo nuevo, una nueva humanidad y nos invita a

vivirla; es una existencia completamente nueva, la que

nos lleva a disfrutarla junto con los demás.

Cada ser humano tiene el potencial de conocer su

propósito establecido desde antes de la fundación del

mundo: ser santo y sin mancha delante de Dios en

Cristo y ser adoptado por Dios como hijo suyo, con

todos los privilegios de de un hijo amado (Efesios 1). Y

todo esto gracias a que Jesús vino al mundo como un

ser humano.

Habrá que conocer a fondo, hasta donde nuestra

humanidad nos lo permita, la magnitud de la

encarnación de Dios en la persona de su Hijo Amado. Su

nombre profetizado, Emmanuel, nos dice la realizad del

evento: Dios, el Todopoderoso, el Creador de todo

cuanto existe, decidió convertirse en un ser humano con

todas sus características y con todas sus limitaciones,

incluyendo la fragilidad del cuerpo y sus

manifestaciones carnales (Filipenses 2:).

Lo invito a que se vea a sí mismo, en Cristo, en el

mismo seno de Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo),

gozando de la relación de gozo y placer que Jesús vive

en el Padre y en el Espíritu Santo; y en nuestra relación

con otros seres humanos, beneficiando a todas las

personas con las que tenemos la dicha de

comunicarnos, experimentando la dicha de entregarnos

totalmente a los demás y conociendo a los demás de

manera total, tal como lo hacen el Padre, el Hijo y el

Espíritu Santo.

Como vemos, hay muchas cosas que hace falta

entender detrás del nacimiento de Cristo, no nos

quedemos con la imagen del tierno bebé, sino del gran

Dios del universo, que se ha introducido en su creación,

haciendose humano para llevarnos a su reino en una

eterna relación de gozo excelso.

Respondiendo a una de las preguntas que inician

este texto y utilizando las palabras de Dallas Willard, el

suceso de la encarnación de Dios en el ser humano

Jesús; tiene tanta importancia que debe afectar todo

nuestro interior: nuestros pensamientos, nuestros

sentimientos, nuestra voluntad, nuestra alma y nuestras

relaciones sociales, ya que todos los humanos hemos

sido creados por Dios y en Dios estamos, nos movemos

y existimos y nada de lo que hagamos queda fuera de la

realidad y de la presencia de Dios, gracias a Cristo

Jesús.

Rubén Ramírez Monteclaro sirve en las

congregaciones de Comunión Internacional

de la Gracia en Orizaba y Veracruz,

México.

www.comuniondegracia.org O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 11

Un Milagro para Helen por John Halford

i película predilecta de todos los tiempos es

Un milagro para Helen, que cuenta la historia

de Helen Keller, una jovencita ciega y sorda y

su maestra Annie Sullivan, quien con amor y pacien-

cia le enseñó a leer y hablar. Mi escena favorita es el

momento donde Helen, repentinamente comprende

la relación entre los signos y los objetos. El día de

hoy pude visitar el lugar donde ocurrió ese milagro.

Helen Keller nació en un apacible pueblo del norte de

Alabama. Cuando tenía 18 meses de edad, padeció una

enfermedad que la dejó sorda y ciega. Creció en un mundo

de oscuridad y silencio absolutos. Helen era una niña inte-

ligente, pero no podía comunicarse o responder de forma

comprensible.

Con el tiempo, sus desesperados padres contrataron a

Annie Sullivan para que fuera su maestra privada. Annie

tomó el reto de tratar de establecer una relación con esta

niña semi salvaje. Helen parecía disfrutar cuando Annie le

permitía sentir y tocar objetos. Después, utilizando un

alfabeto especial, escribía el nombre del objeto en la mano

de la niña. Sin embargo, éste era un ejercicio frustrante y

estéril. Helen no establecía ninguna conexión.

Un día el milagro ocurrió. Helen lo cuenta con sus pro-

pias palabras en su autobiografía, La historia de mi vida:

“Caminábamos por la vereda del pozo, atraídas por la

fragancia de la madreselva con la que estaba cubierto. El

agua fluía de la bomba y mi maestra puso mi mano bajo el

chorro. Mientras la corriente fría me empapaba una mano,

ella escribió la palabra agua en la otra, primero lenta y

después rápidamente. Me quedé quieta, concentrándome

totalmente en el movimiento de sus dedos.

“Repentinamente sentí una conciencia nebulosa como

de algo olvidado, la emoción de un pensamiento que re-

gresaba, y de alguna manera el misterio del lenguaje me

fue revelado. Fue entonces cuando supe que “a-g-u-a”

significaba algo maravilloso que estaba fluyendo sobre mi

mano. El mundo viviente despertó a mi alma; le dio luz,

esperanza, gozo, y la liberó”.

El mundo oscuro y silencioso de Helen repentinamente

despertó a una nueva vida. Helen aprendió treinta nuevas

palabras ese día y cien más durante las siguientes sema-

nas. Helen se graduaría con mención honorífica de la Uni-

versidad Radcliffe y hasta su muerte en 1968, viajaría

alrededor del mundo siendo una fuente de esperanza e

inspiración para todos aquellos a quienes conoció. Todo

comenzó aquel día junto al pozo al lado de una maestra

dedicada y cariñosa quien la amó y creyó en su potencial.

La casa donde creció Helen Keller ha sido preservada.

El pozo todavía está allí, aunque ahora está cubierto por

un techo protector en lugar de la madreselva. Estando

cerca de la bomba de agua traté de imaginar la sensación

de libertad y gozo que Helen experimentó cuando repenti-

namente entendió el lenguaje y su vida fue transformada,

se me ocurrió que yo, y probablemente usted, hemos teni-

do una experiencia similar.

El momento en que creí por primera vez

Puedo recordar vívidamente el lugar y la hora cuando

por primera vez entendí plenamente que Jesús me ama,

me redimió, y nunca me abandonará. Toda la vida había

escuchado que él era mi salvador, pero para mí eso era

solo otra frase hecha.

Nací dentro de una familia protestante, más tarde nos

hicimos católicos, pero en mi adolescencia lo abandoné

todo. Nuevamente me interesé en el cristianismo cuando

tenía 20 años y fui re-bautizado. Pero al voltear hacia

atrás me doy cuenta que, aunque era sincero, todavía no

entendía el significado de la salvación. Un día, después de

trabajar tarde, mientras oraba en el cuarto oscuro de la

imprenta donde trabajaba, todo me fue revelado. Como

Helen, repentinamente vi la conexión entre el símbolo y la

realidad. ¿Por qué hasta entonces? ¿Por qué allí? No lo sé.

Sospecho que muchos de nuestros lectores pueden re-

cordar también el momento cuando todo “se aclaró” y

M

Helen Keller y Anne Sullivan en 1888

12 O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 Comunión Internacional de la Gracia

repentinamente supieron que tenían un Salvador. Para el

apóstol Pablo, esto ocurrió en el camino de Damasco, para

“Tomás el incrédulo” fue el encuentro cara a cara después

que Jesús resucitó, para el ladrón en la cruz fueron los

momentos de agonía antes de morir. Para mí fue mientras

oraba en el cuarto oscuro. ¿Para usted…?

Mientras mi entendimiento del cristianismo se ha desa-

rrollado, he llegado a comprender que Jesús no es sola-

mente mi Salvador sino el Salvador de toda la humanidad.

Él vino a traer las escenas y los sonidos de la salvación a

un mundo espiritualmente ciego y sordo. Jesús dijo, “Pero

yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí

mismo” (Juan 12:32).

Como Helen, repentinamente vi la conexión

entre el símbolo y la realidad. ¿Por qué hasta

entonces? ¿Por qué allí? No lo sé.

¡A toda la humanidad! La Santísima Trinidad: Padre, Hi-

jo y Espíritu Santo, es un Dios que vive en comunión eter-

na de amor y ha compartido esa relación con la creación

entera y especialmente con nosotros, los seres humanos.

Aún más, el Hijo de Dios de hecho se convirtió en hombre,

identificándose con nosotros permanentemente y hacién-

donos partícipes de su relación perfecta de amor con el

Padre, “porque a Dios le agradó habitar en él con toda su

plenitud y, por medio de él, reconciliar consigo todas las

cosas…” escribió Pablo en Colosenses 1:19-20.

Jesús no está tratando de reconciliar al mundo con

Dios, sino que ya lo hizo. Esto seguramente afecta la for-

ma como vemos a otros seres humanos, quienes no son

extraños sino nuestros hermanos aunque aún no lo saben;

son hermanos y hermanas a quienes Jesús está trayendo a

sí mismo, tal como él dijo que haría.

Las personas religiosas somos muy buenas para clasifi-

car a otros: “salvos y no salvos”, “justos e injustos,”

“miembros y no miembros”; pero la verdad es que todos

estamos en las mismas condiciones: perdidos, ciegos y

sordos hasta que el Hijo de Dios toma nuestra causa y

“esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no

han podido extinguirla” (Juan 1:5).

Todo ser humano se encuentra en algún lugar siendo

guiado a casa por Cristo. A algunos de nosotros, gracias a

Dios, se nos han abierto nuestros ojos y oídos. Es por esa

razón que Jesús no quiere que juzguemos a aquellos que

aún están en el camino, sino más bien que tomemos parte

en su obra de guiarlos a casa.

Annie Sullivan ansiaba el traer la luz del contacto hu-

mano, la comunicación y la amistad al mundo de oscuridad

de Helen Keller, pero no podía forzar su mente a abrirse.

Aun así, los meses de perseverancia y amor incondicional

construyeron una relación de confianza y se convirtieron

en el puente por medio del cual el milagro pudo ocurrir.

Helen Keller era una cristiana devota. En su edad ma-

dura, viendo hacia atrás y viendo sus años de silencio y

oscuridad, escribió: “Siempre supe que [Dios] estaba allí.

Sencillamente no sabía su nombre”.

Para muchas personas, la conexión entre la vida y Je-

sús no ha sido establecida todavía. Pero Dios es paciente y

perseverante en su amor eterno. Él nunca forzaría a nadie

a recibirlo, eso no sería amor, pero tampoco se da por

vencido aún ante las murallas más inquebrantables ya que

aún ésas le pertenecen a Jesús.

A quienes ya creen, Dios les ha dado la bendición de

agregar su granito de arena a su obra de publicar sus

buenas nuevas. En ocasiones parecerá que no estamos

logrando nada. Es entonces cuando necesitamos animar-

nos, apoyarnos e inspirarnos los unos a los otros, y de

esta manera también aprender lo que significa vivir juntos

en Cristo en comunión de amor.

Después de todo, Dios nos ha creado para permanecer

juntos en amor, para amarnos los unos a los otros así

como Cristo nos ama y se entrega por nosotros. Por medio

de ese amor, nos dice Jesús, otros sabrán que le pertene-

cemos (Juan 13:35). La dádiva de la fe y la salvación de

Dios es un milagro; un milagro que él quiere que primero

recibamos y después proclamemos.

Odisea Cristiana es una revista dedicada a ayudar de

una pequeña manera al ser un espacio donde compartimos

nuestras historias, nuestra fe y nuestra esperanza mien-

tras el Espíritu Santo nos guía a conocer a nuestro Salva-

dor y Padre de manera cada vez más profunda. Así como

el agua del pozo despertó una nueva vida en Helen Keller,

de igual forma el agua de Jesús despierta una nueva vida

para todos aquellos que la reciben.

Helen Keller en 1904

La casa donde Helen Keller creció.

La bomba de agua donde Helen por primera vez descubrió el milagro del lenguaje.

www.comuniondegracia.org O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 13

Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz

¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La

gloria del Señor brilla sobre ti! Mira, las tinieblas cubren

la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los pue-

blos. Pero la aurora del Señor brillará sobre ti; ¡sobre ti

se manifestará su gloria! Las naciones serán guiadas

por tu luz, y los reyes, por tu amanecer esplendoroso.

»Alza los ojos, mira a tu alrededor: todos se reúnen y

acuden a ti. Tus hijos llegan desde lejos; a tus hijas las

traen en brazos. Verás esto y te pondrás radiante de

alegría; vibrará tu *corazón y se henchirá de gozo; por-

que te traerán los tesoros del mar, y te llegarán las

riquezas de las naciones. Te llenarás con caravanas de

camellos, con dromedarios de Madián y de Efa. Vendrán

todos los de Sabá, cargando oro e incienso y procla-

mando las alabanzas del Señor. Isaías 60:1-6

Ver la luz es llegar a ser luminoso. Experimentar una

epifanía (una auto-revelación de Papá, Jesús y el Espíri-

tu) es llegar a ser una epifanía para otros. Esta es una

gran parte de mi imagen de lo que significa ser un se-

guidor de Jesús. Soy parte de una tradición de 2,000

años de personas que han "levantado los ojos" y han

comenzado a mirar a su alrededor en luz de Jesús

(Isaías 60:4), y por eso vemos las cosas de una manera

absolutamente única.

Esto no nos hace perfectos, en todo caso, hace nues-

tras imperfecciones aún más evidentes. Pero sí nos

obliga a tratar con la realidad de maneras de otro modo

inalcanzables, y este es nuestro regalo para el mundo.

O más bien, es la forma en que Papá ha dado regalos al

mundo por medio de nosotros. Nuestro llamado es a

tomar la forma de una lente única a través de la cual el

mundo pueda ver la vida. Nuestro llamado es ayudar a

que el mundo vea las cosas que vale la pena ver.

Veremos y seremos radiantes (Isaías 60:5). Y tam-

bién ellos.

Cristo y la Iglesia, un modelo para el hogar Efesios 5:21-33

“Sométanse unos a otros en el temor (la

reverencia) de Cristo. Las mujeres estén

sometidas a sus propios maridos como al

Señor. Porque el marido es cabeza de la

mujer, así como Cristo es cabeza de la

iglesia, siendo El mismo el Salvador del

cuerpo. Pero así como la iglesia está sujeta

a Cristo, también las mujeres deben estarlo

a sus maridos en todo”.

“Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la

iglesia y se dio El mismo por ella, para santificarla, ha-

biéndola purificado por el lavamiento del agua con la

palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia

en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni

cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada”.

“Así deben también los maridos amar a sus mujeres,

como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a

sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás su pro-

pio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como

también Cristo a la iglesia; porque somos miembros de

Su cuerpo. Por esto el hombre dejara a su padre y a su

madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán

una sola carne”.

“Grande es este misterio, pero hablo con

referencia a Cristo y a la iglesia. En todo ca-

so, cada uno de ustedes ame también a su

mujer como a sí mismo, y que la mujer res-

pete a su marido”.

Dios no nos dio las expectativas y roles den-

tro del matrimonio para aplastar nuestra libertad. Él

sólo quiere darnos a conocer la vida de la manera que

funciona mejor. Este pasaje sobre el amor, el respeto y

la sumisión no siempre se alinea con el pensamiento

contemporáneo o las prácticas modernas, pero podemos

estar seguros de que Aquel que instituyó el matrimonio

sabe cómo hacerlo prosperar. Después de leer este pa-

saje en voz alta junto a su pareja, hablen de la parte de

este texto que es la más difícil de entender o de poner

en práctica. Oren juntos para que Dios lleve a cada uno

de ustedes a llenar el papel que Él ha escogido para

usted de una manera que da gloria a Dios y honor a su

cónyuge.

AMOR Y MATRIMONIO Devocional

14 O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 Comunión Internacional de la Gracia

Escriba artículos para Odisea Cristiana

n la rediseñada Odisea

Cristiana podrás ver que hay

un fuerte enfoque en las

personas que componen las

congregaciones de Comunión

Internacional de la Gracia.

Podemos ser una denominación

pequeña, pero con mucha actividad

en cientos de congregaciones y

decenas de países. Saber "lo que está

pasando" puede ser una fuente de

aliento e inspiración. Nos ayuda a orar

unos por otros y ser renovados en

nuestra vida cristiana.

Para ello necesitamos su ayuda. Te

invitamos a enviar artículos y

fotografías que nos hablen de la gente que conoces y lo

que los individuos y las congregaciones están haciendo.

¿Hizo tu congregación una actividad evangelística

con éxito? Escribe lo que hicieron, cómo lo hicieron,

que resultados alcanzaron, y nos ayuda conocer a

una o dos de las personas involucradas.

¿Conoces a una persona interesante, un miembro

de la iglesia que ha tenido un fuerte impacto

positivo sobre ti? Cuéntanos sobre esa persona.

¿Tienes una historia inspiradora que contar

enfocada en algún aspecto de la fe y la vida

cristiana? Compártela.

De preferencia que sea un artículo

corto, sustancioso e interesante.

Alrededor de 700-900 palabras estaría

bien.

Si es posible, envíanos tu artículo

como un documento de Word para

Windows adjunto a un correo electrónico

dirigido a [email protected].

Asegúrate de incluir fotografías,

también en formato digital como

archivos adjuntos de correo electrónico.

Las imágenes deben estar bien

iluminadas, el sujeto debe llenar el

encuadre, y las caras de las personas

deben verse con claridad. Fotos de grupo

están bien, pero también debes incluir

fotos de la gente haciendo algo, así las fotos ilustran el

artículo.

IMPORTANTE: Tenemos que tener mucho cuidado

con publicar fotos de niños. Las fotos de los menores,

donde los sujetos pueden ser identificados deben ser

acompañadas de un permiso firmado por los padres o el

tutor legal.

Idealmente debería haber al menos tres opciones

para todas las fotografías que utilizamos. No tengas

miedo de enviar demasiadas. Que no sean menores de

1600 x 1200 píxeles, lo que sería 3.2 megapíxeles y

más. El ideal sería de 5 megapíxeles.

¡Estamos esperando tu artículo!

Tú le perteneces, estás incluido, y le importas

esús no vino solamente para perdonar nuestros pe-

cados, él vino a sanar nuestra naturaleza pecaminosa

y hacer una nueva creación de nosotros. Él no nos

obliga a aceptar su amor, sino porque él nos ama tanto,

su deseo ferviente es que nos volvamos a él, y encontre-

mos la verdadera vida.

Jesús nació, vivió, murió, resucitó y ascendió a la dies-

tra del Padre como Señor y Salvador y Mediador, que

purifica los pecados de la humanidad. Pero no dejó de ser

humano. Él sigue siendo plenamente Dios y plenamente

humano. Él es nuestro abogado, nuestro representante y

sustituto a la diestra del Padre. Como el apóstol Pablo

escribió en 1 Timoteo 2:4-6, "Porque hay un solo Dios y

un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo

hombre, quien se entregó como rescate por todos..."

Dios ha declarado en Cristo que tú le perteneces a él;

que estás incluido; que le importas. Nuestra salvación

viene a través de la perfecta voluntad del Padre, quien

está invariablemente comprometido en incluirnos en el

gozo y el compañerismo que comparte con el Hijo y el

Espíritu.

Cuando estás en Cristo, estás incluido en la comunión

y la alegría de la vida del Dios trino. Esto significa que el

Padre te recibe y tiene comunión contigo como lo hace

con Jesús. Esto significa que el amor que Dios de una vez

por todas demostró en la encarnación de Jesucristo, es

nada menos que el amor que el Padre siempre te tuvo y

siempre te tendrá.

Es por eso que la vida cristiana es principalmente el

amor.

El Dr. Joseph Tkach, presidente de Comunión Inter-

nacional de la Gracia, ofrece en su programa “Hablando

de la Vida”, una perspectiva bíblica sobre cómo vivimos

en la luz del amor de Dios.

E

J

HABLANDO DE LA VIDA Por Joseph Tkach

www.comuniondegracia.org O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 15

Un Vecindario Inexistente por Sue Berger

a escena nunca ha dejado de intrigarme. Pa-

so por ese rumbo varias veces a la semana, y

mis ojos están ávidos como si esperara algún

cambio que ocurriera aunque nada ha pasado en

varios años.

El vecindario es un fraccionamiento cerca de mi ho-

gar. Cuenta con calles cerradas, esquinas curveadas y

alcantarillas bien diseñadas. Asimismo, la instalación de

los servicios públicos como el agua y la luz sobresalen

del suelo en pequeños postes que corresponden a cada

vivienda. También, los postes de luz se levantan como

altos centinelas sobre un vecindario vacío, sin casas. Así

ha estado por años. ¿Qué es lo que me hace observar el

vecindario cada vez que paso de cerca? De hecho, ese

es el misterio. ¿Quién empezó el proyecto de construc-

ción en la zona? ¿Por qué no venden los terrenos? ¿Esta-

rán en algún litigio? ¿Habrá fallecido el dueño del frac-

cionamiento? ¿Tal vez existe algún basurero tóxico en el

subsuelo? Pronto agoto todas mis suposiciones ficticias

sobre el asunto, pero aún así me siento obligada a exa-

minar el vecindario cada vez que paso en mi vehículo.

Siento tristeza que tanto dinero y trabajo se haya

gastado en un proyecto en vano, puesto que ése no era

el propósito. Al contrario, debería de haber hileras de

casas, vehículos estacionados, niños patinando y andan-

do en bicicleta, gente podando el pasto o paseando a

sus perros. Se supone que éste debía de ser un vecinda-

rio viviente. Pero no lo es. Se ven lotes llenos de male-

za. No hay flores o pastos bien arreglados. No hay pája-

ros visitando los comederos llenos de semillas de gira-

sol. No se ven canchas de basquetbol. No existe el soni-

do de risas infantiles provenientes de columpios, o el

ladrido de perros. Tampoco se percibe el aroma de carne

asada proveniente del patio trasero de alguna casa.

Simplemente, no hay vida.

A pesar de ello, anhelo la vida para este vecindario.

Es obvio el potencial y la intención para este lugar. Asi-

mismo, es igual de obvio mi siguiente línea de razona-

miento. ¿Cuánto anhela Dios mi obvio potencial subde-

sarrollado? Tanto que se ha invertido en mi persona.

Los planos se trazaron, las líneas de energía se insta-

laron. ¿Es mi vida una comunidad vibrante y pulsante o

es una tierra árida y desolada? Por otra parte, queda por

sentado que Jesús ya me hizo suyo y Dios me ama sin

importar la condición en la que me encuentre, y ¡estoy

tan agradecida por ello! Asimismo, ¿Qué gran Maestro

Diseñador no desea que su proyecto crezca en lo que él

ha vislumbrado que puede llegar a ser?

Por lo anterior, he empezado a preguntarme cómo

veo a aquellos que están a mi derredor. Es tan fácil de

ver lo que yo percibo como un potencial desperdiciado

en mis vecinos y de criticar cómo viven sus vidas. Sin

embargo, ¿no sería mejor gastar mi energía en edificar

relaciones en lugar de estar sentada sin tomar riezgos

en una “tierra desolada”? Tal vez no esté de acuerdo con

sus elecciones de trabajo, diversiones o ministerio, al

igual que no estaría de acuerdo con el color de la facha-

da de sus casas, ¿pero, y qué? Juntos, somos una diná-

mica y viviente comunidad, con toda la diversidad y

creatividad que nuestro Diseñador implantó.

Pienso que voy a explorar terrenos nuevos. Tal vez

tome una clase en algún centro comunitario. Participar

de algún trabajo de voluntariado. Empezar a conocer a

mis vecinos. Explorar las tiendas que están cerca de mi

casa. No solamente puedo llegar a ser una parte activa

de mi propia comunidad así como usted de la suya, sino

que podemos tener la seguridad de que los “vientos de

cambio" inevitablemente soplarán en nuestras almas.

Ojalá que nuestras vidas personales pulsen con la vi-

da de Dios. Que otros sean atraídos a sus luces calleje-

ras de amor y de paz, con los sonidos del gozo y de la

risa, y con el aroma de la gracia y de la misericordia.

Sue Berger es esposa de pastor y tera-

peuta de masaje. Ella disfruta de la

naturaleza, de tomar siestas y de escri-

bir. La puedes interrumpir en su email:

[email protected]

L

16 O d i s e a C r i s t i a n a | N ú m e r o 3 5 Comunión Internacional de la Gracia

Sed Perfectos

eer “Sed, pues, vosotros perfectos, así como

vuestro Padre que está en los cielos es perfec-

to” en Mateo 5:48 me recuerda todas mis im-

perfecciones,- las cuales son muchas seguramente.

La imperfección que me disgusta más en la vida es

la de que no soy perfecta.

Aquellos que luchan por la perfección conocen muy

bien el sentimiento de nunca ser suficientemente bueno.

Somos como aquellos niños que aprenden el alfabeto por

primera vez y que rompen el papel en el momento que se

dan cuenta que no han hecho bien una letra. Sin importar

que ya hayan llegado a la “R” sin problema. Si la “S” está

mal trazada, entonces va a la basura. Prácticamente las

personas perfectas son muy estrictas consigo mismas.

En términos psicológicos, perfeccionismo es la creencia

de que la perfección puede y debe ser alcanzada. Cuando

esta creencia se transforma en pensamiento, cualquier

cosa menos que perfecta es inaceptable y empiezan los

problemas. A los ojos de un perfeccionista, el valor de una

persona se mide en términos de impecabilidad. Por su-

puesto, las ideas de perfección varían de persona a perso-

na. Los perfeccionistas establecen rígidos parámetros de

perfección para ellos mismos y algunas veces para otros.

Nunca sienten “estar a la altura”.

Una de mis citas favoritas en el cine se encuentra en la

película Mary Poppins cuando ella contesta con sentido del

humor : “Nosotros, la gente perfecta, prácticamente no

cometemos errores.” Poppins, como la mayoría, asocia la

perfección con no cometer errores. Algunas veces los cris-

tianos cometemos el mismo error al leer la Biblia. En

realidad, la palabra “perfecto” en La escritura anterior es

telios, que significa: terminado, bien desarrollado, madu-

ro, que no le falta algo, íntegro. No tiene que ver con co-

meter errores o no ser suficientemente bueno.

Las personas habitualmente piensan que la perfección

se refiere a características físicas como: ser bueno, exito-

so o no cometer pecados. Cuando Dios habla de perfec-

ción, quiere que “estemos completos” al ser uno espiri-

tualmente con Su Hijo, Jesucristo. Esta perfección no está

diseñada para hacernos ver bien o para que nos desem-

peñemos impecablemente, sino para dejar que la vida de

Cristo sea manifiesta a través de nosotros. La perfección

física está más interesada en las acciones que realizamos

a cierto nivel, mientras que la perfección espiritual es

acerca de llegar a ser totalmente dependientes de Dios,

dejándole trabajar a través de nosotros para hacer su

voluntad- no la nuestra. La voluntad de ÉL no está centra-

da en el “Yo”.

La Buena noticia es que a la vista de Dios nosotros ya

somos perfectos en Cristo. Somos reconciliados a través

de Jesucristo y Él vive en nosotros. Esto no viene de nues-

tros falsos conceptos de tratar de alcanzar la perfección o

ser suficientemente bueno. Es un regalo otorgado a noso-

tros gratuitamente. Con Cristo en nosotros somos hechos

completos y nada nos falta.

¿Cometeremos equivocaciones? Seguro. Pero recuerde-

la perfección de la que se habla en esta escritura no es

acerca de lo que hacemos; es acerca de lo que Cristo ha-

ce. Su vida en nosotros es lo que nos hace perfectos.

A los lectores que disfrutan la columna de

Bárbara también les gustarán sus divertidas

historias de más de 40 años de vida como

esposa de pastor. “Zorro y Yo- Aventuras con

un Hombre Enmascarado y una Espada”, Plea-

sant Word, ISBN 1414114850

PREGUNTA: ¿Es permitida la cremación para los cris-

tianos?

RESPUESTA: La Biblia no habla específicamente de la

cremación. Sin embargo, se menciona una ocasión cuando

los cuerpos de los muertos fueron incinerados. Cuando

Saúl y sus hijos murieron en batalla, los hombres de Jabés

de Galaad fueron a tomar sus cuerpos y los quemaron.

Dice en 1 Samuel 31:11-12: “Cuando los habitantes de

Jabés de Galaad se enteraron de lo que habían hecho los

filisteos con Saúl, los más valientes de ellos caminaron

toda la noche hacia Betsán, tomaron los cuerpos de Saúl y

de sus hijos y, luego de bajarlos del muro, regresaron a

Jabés. Allí los incineraron“.

En este pasaje no se condena esta acción, lo cual su-

giere que esta práctica era aceptable. La Biblia dice en

Génesis 3:19 que al morir, el cuerpo regresa al polvo del

cual fue tomado. “Te ganarás el pan con el sudor de tu

frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuis-

te sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás“.

La cremación simplemente hace que esto suceda más

rápido, puesto que la ceniza se descompone en polvo an-

tes de lo que se tardaría en hacerlo la carne y huesos.

¿Cuál es tu opinión sobre esta pregunta? La conversa-

ción sigue en comuniondegracia.org

L

PENSANDO EN VOZ ALTA Por Barbara Dahlgren

PREGUNTA