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Dilemas éticos en antropología Las cnrrctclas del trabajo de campo etnográfico Edición de Margarita del Olmo R A L T R o T T A

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Dilemas éticos en antropología Las cnrrctclas del trabajo de campo etnográfico

Edición de Margarita del Olmo

R A L T R o T T A

COLECCIÓN ESTRUCTURAS Y PROCESOS S~rje Antropologia

EdiTorlol TroHú, SA, 2010 Ferraz., 55. 28008 Módrid

Teléfono: 91 54303 é 1 Fox: 91 543 1488

=-mo1l; ooi':[email protected] hHp:l/wwv..'.!roHo.es

© Morgari'o de! OlrTlO Pin1údo, porú osto edi:iór, 201 O

© De los autores poro sus coloborodoíles, 2010

ISBN,978·84·9879·171·6 Dop6,;'" legal S. 1.111-2010

Imp:es¡on Gróflcos Varona, 5A

CONTENIDO

Margarita del Olmo ....................................................... .

del trabajo de campo: Caridad Hernández ... " .............. .

Valle de Chaleo: reflexiones sobre la ética del anrropóJogo el rl!cucrdo de una etnografía en tina barriada mexicana: Jesús

fUt-'Ón , •• , ••.•••••. ,~ ........ , .•••.•••.•..•••...• , ...... , ........ , •.••.•...•..•• " ..... .

de la moralidad ordinaria. Los anclajes morales de una expe~ etnográfica: Ángel Dial de Rada , ............... ".,., ............... , .. ,.

de intereses. Reflexión sobre un trabajo ele campo en la escue-~Irga,ita del Olmo .......... " ......................... " .......... " .............. ".

y reproducción: las prácticas y/o Ja ética: Díotltl Marre ... .

, (le! saber a museos de los pueblos. E1Iugar de los antropó)o-

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9 35

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ri..·rnanduMonge .. " ........................................... , ... ................ .,. 125

del antrop61ogo en la revalorización del patrimonio. El dile­«participación observante» en la Batalla Naval de Vallecas: Lorenzi Fertrández,,, ..... .,, ......... ,, ................ ,,,,.,.,, .......... ,.. 145

""'IJII,ah,íl,,!acles. compromL.l:;os y otras reflexiones que llevan a la nrrol'"logía aplicada: il/ida Re C"," "" ............... " ...... "................ 171

""""1 HU dt· acuerdo con .algunas de rUS Interpretaciones):>: gestión la información en el trabojo de campo con personas estigmatiza-: Vir/",¡<s Téllez Delgado ............................. "............................. 187

',,, ,nlrl.IIl<Ia: NU/l(Y Schep<r.Hughes ........... " ........ " ....... " .... "."."...... 203

.. M_ ¡, Hli'J~io ,in mi,,: d¡lt-ma~ en la dennki6n de mi ro! como etn6grafa: (','I'IUf'lJ (hUI/¡I .!"Ú'I',Il!t¡ ... "" ..... ....... , .. , ................ " .......... , ••••• " ...... ~¿-:~~,~.:;:-..

'I<~' 1'1 ... ,\,

i ''?, \. /i ,~.~: \~t

7

CO NTENIOO

DeJitos de omisión. Más aHá de escribir o no escribir! actuar ó no actuar: Pilar wpez Rcx:Jr¡guez~(;ironé$ ..... " .. ,,,, ... ,, ............... ,.,, ... ,,, .... ,, .. ,,..... 243

Hablan tm niños. Evaluación critica de plazas y espacios verdes. La «opi-nión experra» de niños de Lavapiés para reformar su espacio vital: Waltraud Müllatter-Seichter ....... 4 ......... .,.......................................... 273

Sujetos corno objeto d.e estudio: {\{atilde Fernández Montes ,~ ... , ....... , .. ,. 303

Antropología y cuidados: diJe mas éticos en la investigación con pacien-tes, Manuel Moreno Preciado ........... "." ....... " .............. " ...... " ...... ". 315

Concluir el inicio de un proceso de reflexi6n conjunta: Pilar CucaI6n.. 337

.~ceTca de las autoras y autores ............................... "......................... .... 349 lndic~ general ............... " ................ " .................... " ............... " ..... "...... 355

INfRODUCCIÓN

Margarita del Olmo Centro de Ciencias Humanas y Sociales

Consejo Superior de Investigaciones Científicas

recuente hablar de ética en antropología, ni leer, ni estUdiar, ni ,discutir. Al menos en España.

colegas norteamericanos hace tiemp:o que tienen la exi­sus instituciones, de hacer firmar a la gente con la que

un permiso explícito que llaman «consentimiento informado'" . recienre, celebrado en la Landon School of Econo­colega y amiga que trabaja en Canadá nos preguntó al resto

¡,a,·tkipant<;s (todos centrados en Europa) nuestra opinión sobre lQUISJ!'O La primera respuesta fue que, afortunadamente, en Eu­

nos lo exigía, porque de lo conttario el trabajo que había esta persona, basándose en entrevisras informales, no hubiera

h'lCe¡·se. y añadió: «Ése es un problema que tendrán que enfren· . allí, ya verán cómo se las arreglan».

este libro yo quiero reclamar exactamente lo contrario: que problema de los norteamericanos, que nos afecta a todos y

v.tlc que empecemos pronto a abrir esta discusión porque no en la viabilidad de los trabajos, sino en su desarrollo, en sus

IIUi.ioJ1c,· y, sobre todo, en el sentido de por qué y para qué traba­y me parece un tema especialmente relevante en el ca.;;o de que, haremos la mayor parte de los antropólogos en Ecrapa, finan-

JESUS AOÁNEZ I'AVÓf\.

Me parece que con esta idea se puede terminar de salvar la brecha un novato~ allá por 1991 1 vio abrirse ante sÍ.

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DE LA MORALIDAD ORDINARIA. LOS ANCLAJES MORALES PE

UNA EXPERIENCIA ETNOGRAFlCA'

Ángel Diaz de Rada 'De'r>alrtalneIOIO de Antropología Social y Cultu~al U~,iv,,,sid81d Nacional de Educación a DistanCIa

¿QUÉ DEMONIOS HE DICHO?

diferente del estricto trabajo de ""mpo orientado por teóricas en Guovdageaidnu (Noruega), a lo largo de u~~ ue luego detallaré algo más, me propus~ como profesor e

~, 1 S . de Estudios Superiore, (Sám! Allaskul,la). En ,»cue a - aml . é o la 2003, antes de comenzar uno de mis cursos, n:' pas l' r conocer el número de estudiantes que tendfl~ ese ano: La

estaba en ese momento de servicio no, tenía la mformaCl6n. a Anne Margrethe" -me sugirió-o FU! a buscar a Anne Ma;. trabajadora de la escuela a la que yo conocía. Al pregu~tar.e

~{¡s¡¡ que estaba totalmente fuera de sus compete~Clas g : e:; la ¡'nstitución}, me sonrió amablemente Y me dIIO;,« e e ..,e \ e Margrethe .Nlortensen»i, Y continuó: «lea eara olr,nrnos,

J 1111 ,. soy vo.~. es ml toca~ 8ull lea mu gátlJmp) «(Es otra persona, no 1

" .,' Margarira del Olmo quo: me invító a parricípar f'1ii:ntH este textO sraoas :a 'S ¡ r de hwesügaciones

I XXVlIl Curso Julio Caro Baroja del Consejo uper o ' " de las ideas fundameutales de este ensayo

en ,Ii,:it·mhr .... de 2008. Uo;¡ parte 1 ' ¡, te al problema de los . . d d' s,'ón sobre la Antrúpo ogllt r n

rll 1111 S~'11l1IlanÜ e t9CU 1 f' Francisco Cruces \' la Ut-.'ED con os pro esores . t-IIIIU;\l10li que comparto en . d tú puede arribuitse-

Vrl,\<;fU. NIIlf',una de \as ideas morales vertl a~ en ~~: :me-ltariOs crít'CQS de .1 d ¡'stilllUlo d,,:! ucbate. Como sicmp:.e, agra .ez.ct ') e 10'$ de Pedro'Tonté,

.... ,"1 •• ,1,,".' kl ('-;1(.' presentes en la seSión> parncu aTIne. t . h " 1,» ~ '11' '1 rila del Olreo Sus comentaCIOS an

, J't'n.IILdl"/, Ju.m lmtonl() Vi anas y J" arga. ,. ' . ! .. -' ,irulada ,dnter"ubJeuvJúad,..

¡ n,!"'\ ¡,llIm'lIl<' ;1 ~cuon - , 'fa~ salvo . I ·,'ofiadas en este texto son apocn • hl\! .• ~ l. ... r~'ltTrIK¡;l:- t)ér~ona es mellC!

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ÁNGEL OíAZ DE RADA

ya .... »). lo le replíquécon lo que en ese mon:cnto creí que sería una Illt'I·~ confirmación, el1 un sami algo inestable siempre en los. primeros dLt ... Il; cada esrancia: "Na, juo, son lea duguoibfJti», Al oír esto, Anne Margn'l h~ estalló en una carcajada. Le acabana de facilitar un motivo humoríslh para reírse conmigo durante semanas~ Volví a casa atormentado por !lilA pregunta: ¿Qt:é demonios he didlO? No tenía a mano en mi memorlJ quería decir guoibmi, aunque sabía perfectamente que en sami, una j,'

gua cuyo léxico está poblado de diptongos, hay que tener mucno cuid,,.I,, COI! ellos. Me precipité sobre el diccionario y oomprobé que guoibmL e"" palabra tan paredda agáibmi, puede interpretarse básicamente de CU;HIH

modos; escolta, amigo, esposa o esposo, y amante. No me cabía allOY,l duda de cómo la había interpretado Anne Margrethe, siempre propc",~ a hacer uso del más radical sentido del bumor; "Claro -había sido 11,1 respuesta- ella es tu amante»l.

Esta anécdota es un ejemplo de lo que en este ensayo oonsider,lr~ bagatelas de la moralidad ordinana. Bagatelas que constituyen el te,,·

do de la intersubjetividad en el trabajo de campo etnográfico, yej''''. en su aparente trivialidad, conforman sus únicos anclajes morales; 0,11

menos la clase de anclajes morales que yo reconozco como impres<.'in­dibles. Para personas como Anne Margrethe~ acostumbradas a rel.:ihir á antropólogos que van a estudiar a «los samis», pero que previamelllf" no se han molestado en aprender sami para poder comunicarse en "LI

lengua materna, un anttopólogo que s( lo ha hecho es una pers"Il., digna de compartir con ellas el sentido del humor, que es uno de 1", bienes morales más preciados de cualquier sociedad humanal aunqll¡' confllnda a los tocayos con los amantes.

Al sugerir que estas bagatelas son imprescindibles, estoy sugiril'il do que la vinculación moral del etnógrafo con las personas del ca!1lp" pasa primariamente, para bien y para ma1, por la inmediata relaciúII intersubjetiva que mantiene con ellas en la práctica de campo, y lit)

necesariamente por el supues.to valor práctico que, en un futuro m~h 11

ll1enos distante, les será devuelto como producto de la investigacl{}I\, Puede que el producto de la invesngación etnográfica sea más o nw nos útil a esas personas en eJ futuro, pero esa quimérica posibilidad, distante en relación con la práctica de campo, no debería lk-"V:lfllo'.

2. Misterios..iel ~enguaje. El profesor de lt'ngua sacni eu la l;nlversid'aa de 11"0111\" KjeE Kem¡, con 'tureo ahora trabajo en la elaboración de un dicciooario iingüísílco .1 ... ' ,>.¡!lll

español~ me ha aclarado años después que gdinmi y guoitmu fueron alguna vez ;:1 mhllP

palabra y se disociaron ¡J0r tra usformactó:l fonética. Mi iapsus contenia., puo, mi;, ¡gIl (>r, ,'.1

verdz.d eriwológica.

ANCLAJES MORALES DE UNA EXPERIENCIA ETNOGRÁFiCA

nuestro compromiso moral inmediato con esas personas

aquí y ahora.

QUIMÉRICOS PROPÓSITOS

un surtido de modos de fabricar ese comprom:so mO­Ino,stro,ar

sea, antes de seguir contando bagatelas para relat~r en

htieron mis anclajes morales en este trabajo de campo,. voy .a cómo en mi caso, no era 4.."Uestión ~e confia~ b. re~lpr?,Cl-

"1P,uesta ' '1' d' d ráctica de IDlS conclUSIOnes de lnve,St:1gacl~n. 1\1 uh1 a P ~ h' ~tn"O anos

tal vez sería suficienre reconocer aqul que ,0),, e .... mi última estancia de campo, no tengo todavla n,mguna con~ pudiera ser a esas personas de una utilidad tangible; ~unqu

voy elaborando textoS que -según espero- p¡lIe en ~­. d res v quizás para a gunoS e

utilidad para otros mvest!ga .o ,. . da 2004 2007b, "'S.ldores que trabajan en Sapml (Díaz de Ra,. " - 'al fmuro aun mas remoto

esto sería sugerir que t vez en un , r su a esaS personas un conocimiento práctico en p~?o po 11

. durante mi trabajo de campo. No con 10 en e 0,

¡e!lerosi',d eland

las que mi trabajo etnográfico pu~de resultades de al tan Distantes de cualquier Vida concreta,

"li'lidad son, en gener , . ;1 ver-•• ha los O)' os par. apreciar e11 e una

que entornar mue

d~~:iu~~Ó~t:~:P:e~~'radO desde el origen. Comencé a trat:'jar ~o en el año 1995 (escribo en 2008), y, cuand~ acud~po;

p:~~eac Guovdageaidnu en el a~!o 2001, 11evaba en ~~o;:;et:~~ roblema de in\:estigación: {1mdagar en las tra~ucc. ~'

p ", 'ial en un contexto de relaCiOnes lntere:m~ de la ?~rt:nenClagSoso~»3 Este enunciado quiere decir: investigar ~sam1S y norue· '1 on ,,'uc los sentímie~tos de. perte~:;~~~~~~~!ecr~~j~::~~:~: las

por diferentes mstanC13S m d los arri-llCímH;s civiles hasta las agencias de estado pasan o por l' p A Rn,,,,u,,'IS' (entre Otro5)~ en argumentos de un sUJeto etHopo rtleo.

, " ". tes a 0'0'; insütucionalc!i: en 2000; una ayuda , ¡:~tl' pruyeo.:to ;"l"CIl:w;¡ los slgule:; P '}, (qt 'k J-fU¡rtemetltet) para el

• . d I Gob:emo Noruego li en11 sc.u:f:'" 'DI,..,,,,,' "".,,,., "dv F,xtenore'" e ,~ 200"l -1003 dos avuaas de h , I II \h-ers:dad de TronlS0; en ... Y - , '-, I

I tk la lt'lI¡.(\\ól ~.mll en J. I '_ _1_ (G '"96 Y Gr 7ü92)· adU::lOua-I F A tht l'O!(>glCa! Resear(,!! L vI) • , .,

(,'It'Uilllfll,.dIWIJ;U-r 11- 0, . [' '6 delaUNED vell.t003 l · 1- 1 \ vio:rrc¡;hlr;ldoJe nvestlgaCl ;1 '.

IUPllil'. ''U !ou2" H'~ 1 )j 111\ ,1]'1\( ,1 t L _ I d 1 M' " t no de EduC<.lción, Cultura y I M r!1 \ Id I'rok'Mrr'uo e mIs e

tJtu 11,-1 !.·!n,~UIH,1 ,,1', 0'0'1 h, l I _ 1',', '~\ i;-¡sriw(lOfiC:> su get\erosidad, tlf:P"¡'I' /"1(.'001 \!,~'(¡¡, Apy,hl,'HíI ;11\1< ,1~ v,,, ~ " ~

ANGE~ OIAZ DE fl:ADA

través de este problema estoy indagando en la flexibilidad de las '.'" turas estatales en cuanto a diversídad soc:ocultural, las dinimíc¡]~ \It' inclusión y la exclusión en las políticas de estado (por ejemplo, Sch, I et al., 2004), las gramáticas de identificación y alteridad (Baum.1IJ1I Gingrinch 2004), o 1m órdenes de estructuración política de las a'" dades y pertenencias cotidianas (Cohen, 1982). Cada vez que me", no este problema y explico su fundamento, mis colegas antropó aplauden el intento. En general, consideran que todo esto es rebl' . mente interesante. Pero kÓlno puedo esperar que tlS personas de GUt! dageaidnu, es decir, la mayor parte de eUas, encuentren algulUl utili,t.d en semejantes obsesiones académicas? No puedo esperarlo. La vrrd.ld es que sería como esperar que algujen que te tiende la mano conSltlt't1 adecuado que, en lugar de tenderle la tuya, le entregues los siete 'l/I.I!!'" menes de EIt busca del tiempo perdido; una contraprestacíón absurd .• , desmesurada y completamente irrelevante a un tiempo, Entiendo 'lile los antropólogos, como otros animales académicos, valoramos tanto d fruto de nueSITQS empeños que podemos llegar a pensar que esa persoll,1 no puede dudar del valor de nuestras obr.s; sin embargo, yo prefiero darle la mano, en principio, inmediatamente. Y luego ya veremos.

UOl ENUNCIADO MORAL

La etnografía es una experiencia de traducción entre el mundo social de las personas cuya acción esrudiamos y el mundo social de la disciplllu antropológica con sus procesos y estructuras de saber experto (VelaSL!1 y Día, de Rada, 1997). Inserto en esta experiencia de traducción, el trOl bajo de campo que forma parte de una etnografía sitúa necesariamen,,' al etnógrafo, como a un traductor. en una posición de doble agencia, Durante el trabajo de campo, el etnógrafo copartícipa con las person." del campo, pero sólo lo hace (como etnógrafo) porque le mueve algún interés de análisis que tendrá pleno sentido fuera de ese campo soci,,1 concreto, en el sistema universalista tejido a base de foros académico!'., editoriales y otráS instituciones expertas. Ése es el sistema universal¡st:t .1 que solemos referirnos vagamente por medio de la dudosa expre· sión «comunidad científica». El desarrollo de la etnografía durante t" últimas décadas, en las que se ha invertido la tradicional relación entre investigador «occidental» y nativo «no occidental» (Ogbu, 1974; Asad, 1986; Abu-Lughod, 1991), en las que se ha examinado a las propias inS­

tituciones expertas (Velasto et al., 2006), e incluso a los campos esco­lar y científico en diálogo prácticamente borizontal con los etnógrafo,

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no Ita disuelto de ninguna manera Díaz de Rada, 19%), . >, del trabajador de campo,

.1 bl' ncia de la pOSlclOn . >, d d ble de uo e age .. d Esa condlClon e o ha complicado de formas eVl ent~~ada en el sentido mismo

J\'Illolllb1e porque se encuentra ase . renere dicbo .. 'nca' la traducción cultural, o, 51 se P . '

emogra · . , . d un mundo ettlle. . la reconStrl~CCIOn etlc : del trabajo del campo, es

de la etnogr• fla, y con ell! . Atkinson 1994). Esto . científico (Hammers ley y d 1 ernógr' afo lo es en

. mor.l preva ente e d I que el compromISO íedad del saber, concreta o ta ese vago universO de la'S~n' . también en sus estu-

, " moS o Slglll catiVOS Y ~olegas mas proXI ás evidente cuanto más progre-

carácter prevalente es tanto m 1 ducción del texlO final. en el trabajo analiuco hasta a pro textO etnográfico, será

, en cualquier formato, SI es que es un miso primordialmente . 'dor con un compro

de un lDyesuga . primario con las perw

textO orientado por un .~~mpro:~rrerá siempre el riesgo es, desde luego, POS! e'dPe¡r blema de investigación

d naturalIsta e pro . sesga amente. • de Rada 2007a). Si ese nesgo y Atkinson, 1994; Dlaz \' 'tremo simplemente de forma decisiva, el texto, en e ex )

, ler una etnografía. . . tigadón en Sápmi, el proble-corno fue m! caSO en ml

lllves. d analirico \a lejanía entre

> • n~mro_lllO ' \ iVestil;2(:ió:n tiene u. 1 -la doble agencia mor. - es 'tr,hi··tos del compromISO ,mora \'d d ordinaria y roncre-

\ mo es una mora I a b' EH el campo o que pn "d d. en la mesa de tra .jO

" 'ón V la rec1.prOCl a , , . ell la copartlClpaCI . . d . salista basada en crltenOs

> mor.lida umver - d d 1 lu 'lile pnma es una . f > _ bibliográfica tun a a, a l' . la m orroactOn . 16 '

¡'uon hacer ana l!1CO, .' de \as fallas eplStemO gt-. . el reconOCImIento bos órdenes . . d d mental Entre am

Ilrl""lo]óglCa.s, y la veraCI a argll . d . Entre ambos no hay 1I'1I1.i<l,,<I nO hay ninguna coneXIón ev! ente.

relación de necesidad. "'d des relativamente inde· 1 d ble con dos mon .. l a

a~cnda mora ~ ha al rinópal desgo ético en cuan~ . puede condUCIr, de hec , P

d 1 campo' ésas a las que no

. de las personas e , ti' f ) tratauuento 1 'electiva etiqueta e «In or-

... ",un:Il""C tnstrumentalizamos con a ¡s fines informativos y ana­ecortadas para os o ~Cn personas r d erroj' tirnos tratar á esas . ' .' • Así po emos P

lk nut'stra invcM:lgaclOn• '1 . que meros ({informantes,> I . I I lit siempre son a go mas . b do en

",r~1Il h (j vu. ¡mí. o q , na un tratamiento asa. ,>' . ¡quier otra persa r 111H" IlIcn>t'fl1 COIllO.OU , 1d mllLlluüd ol'di¡¡;lnl Jt' lo {:Ol1f:reto.

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ÁNG:L DIA.% DE RADA

Una variante de ese olvido injustificable es aquélla que se en la forma de las etnografías orientada:; directamente a una apli ... , y a un fin práctico, y que, si es que son etnografías y no meros políticos, habrán incorporado en su diseño de acción práctica clase de conocimiento analítíco sobre un campo empírico. IguJl en esos casos, la moralidad del propósito aplicado, asentada sobn' comprensión analítica del mundo~ puede ser completamente indll diente de la moralidad concreta de las relaciones sociales en el Esa moralidad del interés aplicado o práctico de la etnografía, resultado de la indagación analítica no garantizará en absoluto d el etnógrafo haya tratado a las personas de Su campo exactameI1l" como personas, Al igual que cualquier etnografía orientada por propósitos analíticos (como la mía propia en Sápmi), esta etllO!(rafl disenada para la aplicación puede responder primordialmente' lógica uníversalista que pone el interés de obrener un supuesto y beneficío práctíco por delante del interés de practicar una moral naria, Desde luego que ambos intereses no tienen por qué ser siem c()ntradíctorios, pero pueden llegar a serl o; y, si prestamos una I

atención a las bagatelas de la vida ordinaria, pueden llegar a serlo I cho más a menudo de lo que parece a simple vista.

Así pues, lo que quiero defender en este texto es una idea moral, Y. corno tal, según mi propio punto de vista que extenderé al/inal de "'Ir ensayo, un mera sugerenáa muy debatible, pues soy de los que pien:',11l que los juicios morales no tienen más fundamentación que el juicio 1)1'tl"

pio, ni más solidez que su comunicabilidad y su fuerl'.a de convicción. ('\It' es el enunciado moral: los anclajes morales más firmes de un emógrafo "1'

encuent~an en el sentido común local, y así, en el concreto compromi,-o de coparticipación y reciprocidad con las personas del campo.

En mi opinión (moral) cualquier alteración de este marco bási,'", debida, por ejemplo, a la repugnanda práctica del etnógrafo en re l., ci6n con las situaciones concretas de coparticipación} debería provocl! ana profunda e incómoda reflexión sobre las Íntencíoncs reales de ~·o nocimiento analítico" la pertinencia de la etnografía basada en trah.\jo de campo en rales situacJones, y la posibilidad de configurar esa mism.1 problemática anaHtica en Otro campo. Naturahnente .. este escenario pUt'

de complicarse por el hecho de que esa incómoda reflexión puede "" conducir, en la mayoría de los casos, a respuesras de todo o nada. r~"t(j\ dilemas, a mi iuido~ son inevitables y no existe para eHos ninguna (la",· de solución universal.

Un poco más adelante mostraré cómo este simple punto de p.lrtid.l moral-rratar a las personas como mles- penetra indirectamente ell el

62

P Puedo avanzar , ' , tnográfica, ero ya , ' de ~a invesngaClon e .' dón guiada por ese 9nnci-

general, una copartlClpa l' mitación práctica en ~a to a una auto 1 \í' . # n

decisiones en cuan . 'ntón esa auto ffiltaClO

informaCIón de campo, En m\ ~P;mpo' por la calidad Y la , compensada con e bl

, Como indícábamos d e "ha se o neIle.

,¡,,¡,ormaClon que e llte, 'f .' 6n de campo es .: ,t gráfical la m ortn.aO

la l11vestigacwn e no Diaz de Rada, 1997). b • de guerra (Velasco y un ono

M,GÁTELI\S

. • hca basada en trabajo de . moTlues de la experienCIa etnogra., de la coparticipa-11' • d talles practlCOS

en los pequenos e des principios untver-o en eSOS gran I

;i~;::~::,~o~rdma[1a" y. n c- denonunamos «va ores» e -y eqUlvocamen~etanes prácticOS consiste e,n

2007 e). El pnmero de esOS d' ón de doble agenCIa 1, t de la con lel 'f

Púbhco y exp [CIad oSlble. Esto se ct ra hasta dOIl e sea P .,

de nuestro campo, , nes de nuestra invesngaclOU

abierlO de las mtenelO d ndaIl esta dase de :I",;m,"O'''~ Ollas nos ema -ci,ahne'nte cuando esas pers . ada lOvesrigaclón ((eo­lO' te a la denomlo 'á

Me opongo firmet.nen 4) aluchas. ,teces nene ro s k' 199 que .' .

(Halnmen;ley y At 'mson, de las oStbilidades praCtlcas Y moral del ¡nveStlgador que Iqui~r trabajo de campa real.

de ~omunícadón que pres~nta ~~:lidad ordínaria se e~cue~l:ra urden de las bagatelas de a:

o la ue abría esta conmbucIOn.

.J , la toca) a Y la aIl1ante~ e q. 'paetón comunicatIVa, oC '1 tal de coparttet s un princlplO e effiert r ados entre personas con sU

e.\SO de trabajos de eam~~l r::Il~grafo el aprendizaje de es~~ lenguas maternas. eXlge

d etenCla pOSIble. Este pnnClP l

hasm el máXImO nivel e comd

p ti el sentido común de cua " . b dad asenra o e uc esto la IOtcrSu )etlVl, ntravenirse (y creO q

humano, sólo puede \legar a:a óptica aún deudora de las deJ1\aSlado frecuentemente) desdeX[~[ de aquéllos qae noS per'

prk!lc.\S tolomales, que llega l:ne

su palabra, el que \0 hagan e~ ohscr\'M sU acdón Y nos re~ una forma de operar bien rara, S1

, propl.llcngul materna. Es esta mo no hay unIversales morales , . Naturalmente, ca "b' pos de per-

plensa \In 1I1"itantc . entementc trIV1al j ay gru d a h. Oh"r.1 ",'n (':.tC piar\{) tan apar VIda SOCial sobre la base : un

• I . ' lel1 de hl'l:hll articular su 1 ógrafo es potenctar al '01\0'" qw. pw ~. I I ' 111.'1'\e í.IBe hacer e etn

I ¡mI.) oq\H: t.UK",t I.Wl.\.

ÁNGEL OIAZ;)E RADA

máxímo SUS recursos Iíngilísticos adaptándolos a los de esas p'" Eso es todo,

Un segundo aspecto de estas bagatelas de la moralidad ardí"", 14

el campo consiste en potenciar) igualmente al máximo, el signiji(",¡¡lu nuestra presencia en el campo. Esto conlleva el reconocimiento dl' esa presencia probablemente nunca se convertitá en una p]enn l<

senda, debido precisamente a la cor.ciencia pública de nuestra n ción de doble agencia,

Hacer nuestra presencia lo más significativa posible para las nas del campo presenta varias facetas que puedo ilustrar con' ejemplos de mí trabajo en Sápmi,

En cierta ocasión. una de las personas que trabajaba en la dift't'¡' de la Escuela Sami de Esrudios Superiores (Sámi Á1laskuvla) me ayuda sobre la posibilidad de enviar a la prensa española una nota' las reticencias del Gobierno notuego a conceder a una escuela una cierta cantidad de dinero en concepto de financiación ,,' '>el.w.n

Hizo esta petición en el contexto de una restricción general de li"",.I',," que el Gobierno noruego estaba practicando sobre las insrirudont'!i diéricáS del Estado, incluidos los municipios, y que en esos días SIII a todas las autoridades locales en serios apuros económicos. La I

que me hizo ese directivo consistía en difundir una carta en español (ovO contenido vendría a mostrar el tratamiento que el Gobierno noruq~lJ, protagonista muy activo en todos Jos toros internacionales de «pueblo. indígenas», estaba dando a su minoría interna. Era un ejemplo m~h ,It­la estrategja de inrernacionaHzación que en muchas ocasiones ayud,l .1 los agentes de las minorías a movilizar una visibilidad pública de '11' problemáticas, No dudé en hacer lo posible por ayudarle; aunque "mI bién he de decir que mi ayuda no llegó a concretarse de ninguna Ili.! nera1 porque el Gobjerno Noruego atendió finalmente a sus demand.l'" en pocos días. En mi trabajo de campo en Sápmi, algunas perSOIWS '>1'

sirvieron de mí para traducir textos al español. desde la solicitud de tr.. ducir un curriculum para el acceso de una muchacha a una Universic.bd en América Latina) hasta la de poner unas líneas en español a un niil! I

peruano, un chaval ahijado de una mujer de Guovdage.idnu a travé, ,¡,. una organización internacional de protección de la infanda. Siemprl' esruve atento a estas pequeñas contribucíones~ y siempre intenté ;!,,'~

ponder inmediatamente a ellas, induso si ello podía suponer un rerra~() en mi propia agenda de investigación. Seria por otra parte incontahk la lista de ayudas que esas y otras personas me prestaron a mi en t{){lP\

los órdenes de mí vida práctica, aigunas de ellas enormes, como cUaI'do una trabajador de la Állasukvla me llevó en coche, sin pedir nada a <;\11\

64

JES I"ORALES DE UNA EXPER.\ENCIA E1NOGf\ÁF\CA

, kl' tros un 24 de diciembre" de Alta, a más de Clen 1 :~:n n:i compañera después

a Oslo • reenconuarm , h bis informado b' de campo 10 nO me a

de iatigoso tra aJo f h' había transporte de .u· b' que en esa ec a no y no sa 13 'lió de la dase de cosas que

dcrnplo sólo es uno entre undmdl ,n do en pleno invierno un antropólogo de Ma fl v!Vieo

Ártico europeo, fi' o consiste solamente en 'd signi cauva n

presenc1a e uno . siste sólo en hacerlos Y en intercambio de favores, l'io~:ode reciprocidades ordina·

creando así un denso tel1 o d por Malinowski en

19 á Y esto ya fue apunta o dad a o m s, '(1986) Ese teiido de reciprod es

a Los argomluta, :bT d~d para captar los deseosy las lIIalíd;'d, en una fina se~s jl~ que en concreto ellos esnman

de esas personas, que . ' I merece la pena V1Vlf,

aquello por o que . d' también comportarse

Pre!¡en.c'la significativa qUIere ecor, 1 ~ ;ólo ni funda· d d ' 'dad mterpersona ' • o ' ,

supuesto e Igm d' n la Declaraóón une-d' 'dad que se pre Ka e

esa gran \gm 'omo sustrato un concepto h -nnos Y que nene eh' ",."e/7OS u""". ' d d todos los seres umanos,

e individualtsta de Igual ~, e'.'.::~ que se basa en el tespeto grande pero concreta ¡gnl l· do de una se-

. d' h una noche), vo Vlen , Un día (mejor lC o b' > " de cien kilómetros del

.,Iamenito Sami situado tam len a ';;.~ parte pot el accidente, yo residía, atropellé a un reno, 'total desconocimienro

'd f 1 en parte por rl11 d haher Sl o ata, y ~ d' fucio a ia ca.<¡a e una , " llegue a pe Ir re ""

en esa sltUaClon, d d ración sino que nle l' mi araque e esespe, di

sólo me conso o en >', d nunciar el atropello al a que debía hacer en la p;a~ncai. ~, cuerpo me pedia huir de en \;, oficina de ,la pOhCl

d• ~f:var lor mi propia sensibilidad,

y, si me hubIera deJa o , bP omo un grave atentado d'd que va estima a e b

Of,!"It"ldo lo suce I o, " h b' ro pasado por la ca eza d d d I ado ~I se me u ,e , Al

propie a e gan ' 'd' ~r el consejo de mi amIga, " S' mbargo decl ¡segul 1 alu p()hctü~ 1n e .' d ('.. me encontré con a persona

IlIIj,ente, ell la misma oficlOa e po ,cl,a 110 y que presumible-'" b pot la zona de atrope 1 reno, m«' . ea an 'al Allí recibí una leeción de esa e ,ase

er" h propIetaria del .mm, d" tO por haber segurdo ".1 trÓ su agra eí.lJIllen I

'Vli,I."I, ""anuo me mos, do él podría cobrar e .. I d d unClar' de ese roO

.1.'m,'n!:,,1 re¡;la loca e en '1 '1 ba el coche podría asu vez . I 1, rsona que me a qm a h t "!I"W .1,,1 .11,1111;' y ,\ pe . I 'dente Pasé esa nOC e, an es. .. I 1 r, -' ón por e acel ' .

~- 'Ifthu· hhn' ti", Hll .1 () '1 19~ ... l , ,les que emanaban de IDl!; • . . tdo en temores lrrea

IU 11 lI'r 1.\ tklllllJr.:l¡l~ sUUl

ANGEL oi"z DE RADA

propios fantásmas morales, ésos que se nutren del desconocin una regla básica: la gente suele convivir en mundos mucho má~ I t

bies de lo que uno supone desde su sodocenrrismo ético. Es'a dignidad de la que hablo tiene rambién una dimensión.

ca. Esas personas estudian su propia realidad, la analizan reflex ¡ , y escriben, muchas veces en sami, otras veces en noruego o eh 11 sobre su mundo y otros mundos. Mi conocimiento de la lengn:\ del noruego me ha abierto uná valiosa ventana a ese mundo inr,,'k . e~orme~eDte ric,o, q.ue incluyo de forma decisiva en las bibHogr,lll.l1 miS propta~ ~ubhcaclOnesj y que, por el momento, en un caso pI! me he decIdIdo a traducir (Joks, 2.006). Esas personas escriben le

que no pueden ser pasados por alto en ninguna indagación al1,l Nuevamente, sólo un residuo de la vieja relación colonial puede a ignorados.

Hacer la presencia de uno en el campo significativo implka, más, constrUir en la medida de lo posible un rol práctico1 una tarc.1 sentido local. Yo lo hice en este campo al ofrecerme como profe'''' españoL En una de mis esrancias llegué a tener más de treinta . res en una población de tres mil habitantes. Pensé que enseñar . podría serles inmediatamente útil para mejorar sus vínculos con el digenismo» internacional, aunque muchos de esos estudiantes ~lCI ron a mis clases por muy diversos mOrlvos, en muchos casos ' ~ibles .. Me conformo con saber que algo aprendieron, algo conen'! mmedlatamente rangible, y que mi presencia allí fue en algún útil, más allá de mis quiméricos y fururos propósitos de mme,e,·,'''''·'. analítica.

Además de hacer localmente significativa la presencia en el ca", forma parre de este conjunto de bagarelas de moraíidad ordinana, fuerza Incompleto, el compromiso coa la más adecuada interpret;l\ de las pala~ras y las acciones de las personas en el campo. Reetl!.'! dI)

una entrevista con un político tocal en la que yo estaba interesa¡J( , {'JI

con~~r su ?pinión sobre la existencia de los diferentes niveles polílh H"

admIm~tratl.v~~. Para quienes consideran relevante ser «sámh> y lo 11.1

ducen Inscrlblendos. en el censo electoral sami (sámí jíenastusloblm¡. eXIsten en Noruega cuatro niveles político-administrativos: el mUl\h, 1

pio (suohkan), la región (fylka), el Parlamento Sami (Sámediggi), \ . ..1 Parlamento y Gobierno noruegos (Stuoradiggi, Eiseváldi). En ese "'u mento, a mí me cuadraba mejor con mi interpretación de la POlílh ,1

local que ::sre político concreto me mostrase su disconformidad (, 1.1 de su parttdo) con la existencia del nivel regional; y que se indiu.I'" por entender que el Parlamento Sami podría suplir sin prohl"'IH.l'., .!J

66

"NelA)I' MORALES DE' UNA EXPEf\IENCIA ETNOGRÁfiCA

Rgi6n de Finnma,k, la gestión encargada al gobi~rno re­es qae éi se inclinaba haCIa esa iflterpretaclOn't pero

'IIrten<:ia: MUll iáhlu",ge. Muhto mun in IIU vu_ola_at dán dát lea goit, dát lea goit m"id mun nie ¡urddafar: go ...

dán ("Eso creo, pero no !le esrudiado estO con n;ucho Pero en todo caso ... en todo caso eso es lo que plenso~ ~tas»l. Escuchar lo que ,dicen las personasen el. cam­una fina atención a estas suttlezas de la comumcaClOfl ?r-

precisamente cualifican al trabajo de campo antropo:ógIC? metodología de lo concreto y de lo compleJO. En mIS

muy frecuentes estoS avisos para navegantes, en los que las , en eSte caso, advierten de modalidades tenrativas en

OPini,om,so juicios; modalidades de opini6:t o de juicio que ~rn,uD'¡C¡ld'ls como procesos formati"os~ en curso, ,(~Ue5to

preguntas». Debemos saber escuchar estas modahdades . en ellas se encierra lo que esa persona dlce o hace. No

suponer, al menos en lo que se refiere al registro de sus paIa­que nosotrOS somos sus autores primarios. Pero tambIén

!scucharlaLs porque en eUas se encierr~ el tesoro. del proceso eS decir todo aquello que, en el flUIdo de la VIda en curso, cultural, puede conducir a la puesra en duda de nuestros

reiuici()s estructurales (Díaz de Rada, 2.008),

aquí una pequeña muestra de algunas bagatelas de la moralidad para dar que pe!1Sar sobre un único precepto que esnmo por efl­

eualq,ui,,, otro: en el trabajo de campo se trara de y con personas. . precepto moral, éste, además de ser discutible nO nene

tili<;ác;lúnque la que le queramos dar, ni otra solidez q:le la que se en nuesUo acuerdo comunicativo. Sin embargo, no me r~Jsto a

('ste sencillo precepto es además enormemente productivo en ólt,alíticos. Es decir<t no sólo contribuye a h~er de n~~tros. me·

1Ir:'OI"" (que eso seguramente es imposible), smo tamblen eneJores lIIA,j"I'CS. No importa cuánta ínformación concrera podamos «per­ClIl1ceder prioridad e este principio (aunque hay qce recordar que

. tratar a las personas del campo senciHamente como tales

ÁNGEL DIAZ DE RADA

contribuye enonnemente a mejorar nuestra aprehensión de Jos concretos de la identificación local. Esos procesos configuran el, analítico de cualquier etnografía, pero muy especialmente de ' que, como la mía propia en Sápmi, tratan dírectamente con pn de identificación y etnicnlad. He expresado ya en otro texto eSl .• «[En mi trabajo de campo] tomé cOllciencia de Que la alteridad rad".,1 es sino una ficción improductiva; y descubrí que el valor de las de nuestro campo no radica en ser 'otros" sino sencillamente en qu!' seres humanos" (Díaz de Rada, 2008: 202).

INTERSUBJETIVIDAD

Estoy manejando aquí dos ideas que pueden sonar contradictori",. una parte, estoy insistiendo en la ;ntersubje~jvjdad como proceso versal en el que se cimÍentan los mundos morales, y evcntualmt:nlt' acuerdos acerca de la buena vida. Por otra parte, esroy Insistiendo ('11

los juicios morales no tienen más fundamentación que el juícío prop!¡ más solidez que su comunicabilidad y su fuerza de convicción. El ro es un enundado universaJ de carácter empírico y analítico, no y pertenece a la familia de enunciados antropológicos acerca del Sapiens Sapiens. Lo que predica ese enunciado es que los seres lo nos, al entrar en copresencia, enrran inevitablemente en comuniC.h. j

(Watzlawick et al., 1985; Giddens, 1984, 1987) Y se construyen tú ,,,,',.

camente corno sujetos en el ir y venir de sus acciones, gestos y meJ Este prjmer enunciado es, pues, del mismo tipo que los siguientes.: l

quior miembro de nuestra especie puede usar el lenguaje verbal, cu:,,'i' ""1 miembro de nuestra especie puede caminar sobre sus dos pies. ~ quier miembro de nuestra especie puede tocar la punta del índic<: d,' man" con la punta del dedo pulgar de la misma mano. Enunciar, CII

sentido, que cualquier ser humano puede construir intersubjedv<111h'lIlf sus formas de acción social, es apuntar hacia esa categoría gener;)! 'lile: Schütz y Luckmann definieron como mundo de la vida (Lebens¡u,./Ih

POt mundo de la vida corídiana debe enrenderse ese ámbito dt: b ft'.tli

dad que el aduJto alerta y normal SImplemente presupone en la ,1~'[ Illhl

de sentido comÚn, Designamos por esta presuposkión todo lo qlh' 1'1,

perímemamos como incuestionabIe; para nosotros., todo estado .. 11.' • O",.,',

es aproblemático hasta nuevo a'o'¡50 l.,,) (Schütz y Luckmann 1001; ,~'\ ~

El segundo enunciado podría entenderse en contradicd61l u/u, I pdmerQ sólo a COsta de Suponer que, en él, 1<1 cxpre~i<Ín "juicio propio

MORALn DE UNA EXPERIENCIA ETNOGRÁFICA ""'"J"

,",IIO"d exclusivamente individual. Pero eSI? no es nece­H,rolPl{" es, aquí, el juído que sostiene un mdlvlduo~en-

en un concreto escenario sociaL , .11!1ci;'d,)S dejan de ser contradictorios tan p:onto como m­

ide. de proceso. En el terreno de h reflexlOn sobre la mo­la idea de proceso significa renunciar a dos c~as al ffilsmo

por casualidad se desvanecen entonces c()nJunt~~n:e: moral como idea extrema de reclusión de los }UlC10S

interior de un único cuerpo biológico (Dumom, 1987; y la idea de una moral t:kfinitim, plenamente c~l1$egu,da ser humano concreto nunca es solamente un ln~~vlduo.en

Esa persona se construye a cada paso de su aC:lOll socIal, de forma intersubjetiva, y así construye tamb,en sus esce-

!Iv,.,,,,,:,,, sus mundos morales. , . , este punto de partida, que se asienta en un JU1ClO em:

p~esenta diversos gradientes, de los cuales merece,aqm dos. En primer lugar, contra el ideal habermaslano,

seres humanos concretos produce una i~:ersubJetlVldad lri,:CÍ"n,,, (Habermas, 2010)5. Toda interaccJOn. comumcatl­Iltr'uctur", previas en cuanto al poder de defimc,ón de la rea­

o poder poJítíco. Toda interacción comUnicativa es, en este asimétrica. El hecho igualmente observable de q~e

lila"., nCdJ'el:aa's'imetría sean hasta cierto punto negociables no me-

asÍmétrica de las Ínteracdones. Cuando las mstlnIC1,Ones en el iutercambio comunicativo han alcanzado la sufiCIente

IInlr,,'a, incluso las apariencias de flexibilidad de los marcos de producir nuevas esrructuras asimétricas, que pueden llegar

tácitamente en las anteriores (Foucanlt, 1992). lugar, v muy especialmente en nuestro mt,md? co~teI?-

'lItm"o burocratizado, la interacción comunicativa d,ffctl-

l'Ífo .lquí la obra central de Jürgen Habermas Teoría de la acción Cüm~ni­~k ll1t:! I.'omunicaeión "libre de restrkciones." e~ fundamc?rnl en toda su

"'¡"'''''''(''' h:ísiw par;] el experimento filos:6fico cent~1 d,e su rr.aba10'¡,1:a ~~~n:a-"'¡'d d d- ca mlÍric" comuntcaova umvel'Sá {Ha.l.x::rmas, I,'I,n\lit¡('H{'~ í.k (l<ISI!!J I a e una p g,,, .., di ola

. " t' I ideal habermas!ilnO qUiero In car s -rrh'fÍlml' ,Ulllí ,1 un;). pOSICIOO con rafta a , b la ne 141 tl'¡th'(J ... hbn' de fl''itrkctones» es empíri~amente Imp,roba, ICd~n mayo.r pa

. "¡ I 'd' También qwero In lcar que, SI como 11111<' .. ill"'r~lIh!;:nva.'i {e .;¡ VI a numana. , d ' I 1 d , icanzarse un marco pragmiÍuco e lD~

' 1 .ti' lo ,IUh'rlor, \,;, t'~, ¡ :Il O¡'O ,que !,ue l, ' . J 'b'I'd d ' , , d' , m~ac!Vali "i! pOS.l 11 a "11*""'1""",,,,1,,, ¡¡W\lI'I .... ,¡luinlll· v,íhdd, (' .... tl('ur, unas üm KIOttes. COffil.l ~~,:

,.' , ' 1" j 1 - -. l' pueda alcanzarse una sern",,_ca I 1"111 ,1 íIl!l~n'>.IIH¡.·j)k \',dut¡, :UIf~·l!lllU!.;: (u. OSI,) c~ '1.1 e "' j"d' 'v aL (1-'1 1'¡dlll'l'f, IIIU 1, ,< UHll.h )1"111 ¡in¡:úí:-:t¡c";\ lk PI IIInl'!!)\ I1H''-,llc<;) 1( rID va 1 ez UIll er-s

ÁNGEl. DíAZ OE "ADA

mente puede emenderse en términos de mera copresenda ¡nu (Bourdieu y Wacquant, 1992). Entre un agente y su propia aeti"lI dia una cadena de instituciones, que, como cuando un indi enfrenta a la tarea de reconstrdr su c-urriculum vitae para un I

trabajo, intervienen en una construcción distalizada de su expe proximal, La lejanía de esas instituciones en reJación con la expl'! I concreta del agente puede ser extremada en el escenario que ,1<-,,, namos globalízaáón, de manela que pocas acc;ones humanas <,1<­aparentemente sencilla de tomar dinero de un cajero automático, ; de contratar la revisión médica de un hijo {} elegir para él una ("~( incorporan una relación dírecta .y sin mediaciones entre el agenh' '1 propia acción (Velasco el a/., 2006). El mundo contemporáneo eX! . esta condición de la inte",ubjerividad. Buena parte de lo que suce,"· inmediatez de cualquier interacción proximal (lo que en la clásica S<

Jogía constructiva se denominaba «interacción cara a cara») se inco!' al diálogo concreto COD formatos y códigos elaborados distalmente, del escenario conCreto de las accíones en el aquí y ahora.

Estos gradientes confluyen, junto con orros, en la etnografía el

práctica dialógica. Desde la intervención de los enormes esquema, métricos de la lógica colonial hasta los pequeños, ínfimos detalle, , pueden llevarte a escribir en el diario expresiones como la <i.11i<"".

"Biret me ha pedido la traducción al español de un carta, con la ,. tidad de diario que llevo atrasado". La doble agencia penetra así ('11

moralidad de la práctica ordinaria como lIoa tensión entre la ree,l" cidad interpersonal y las obligaciones de la academia, una tensión I I

en el prolífico juego de tensiones que configura la investigación t'¡ l:tI~ gráfica (Velasco y Día. de Rada, 1997). La lógica del etnógrafo prescnl,,', para el éxito de Su empresa, una radical separación entre eJ campo' la mesa de ¡rabajo, dos sentidos de la acción que han de ser higiél1i, <1 mente separados y en la medida de lo posible deformados ddlado .Ir Ja mesa; pues un etnógrafo es anre todo un académico. es decir, alg.ulf:ll que puede en el extremo prescindir de las empatías del campo') pero ell

ningún CJso de sus obligaciones analíticas (Wolcott, 2003). La prá'li,.1 etnográfica se configura, en cambio, con grandes zonas grises (.'1111 ('

esos espacios pretendidamente separados: fragmentos del registro, .. deJ análisis, que a unO le recuerdan que trata con personas y no ~oltl con infornlación o saber; momentos de la experiencia de campo ell

los que uno mira, casi despladadamente~ únicamente a través del fihrll instrumental de las propias caregorías analíticas.

Sea como sea, .lo único que tienes -creo yo para ti, que lees (',,1'

texto- es. un proceso moral siempre en construcción; yen relación l\H\

70

MORALES DE UNA EXPERIE.NCIA ETNOGRÁfICA ."'0"')"'

concreto, de poco sirve ignorar que lo q~e obtienes, no tenías antes de acudir al campo Y ahor; tlene~ ~n ese

lCilmi"nt:o que denominamos ({datos», depen e erUCla men~ te lo entregan.

GRANDES PRINCIPIOS

la evidencia de la universalidad de la in ter-creo en . , < nal de 1 . b T dad de fundarnentaClon raclO

no creo en a pOSl lid Ji« C eo que cualquier , f mucho menos~ e mtlVa. r, . ,-

~en situado (Olaz de Rada, l007c), y que nmgun es un ~~ uede evitar esta cruda realidad, Creo tam-

filoso ~! la única moralidad útil es la que se c~nstruye . b<' S' bay algún espacio para la raclOnalidad, en IUtersu letlVo. 1 1 b o como he ind¡­

Habermas concedió a esta pa a fa ~r, 1 d I diálo o en contra de sus propias Oplfllones, ese es e e g

interlocutores. el del diálogo próximo, en constan~: ~i::~~ F. Brown lo ha expresado virtuosamente en un ,

... del conceptO de «relativismo culrura.h>: reVISlOn

fr cen los un1..er:;ahstas tienden a ser lo su-pnuClplOS morales que o e. l' , Udad' como en la

bstroctos como para flirtear <.,:on a trlVla • d ,CU::lqmer soclcdad sostiene que la vida hu_mana ~s ~grq~/~l

d Ii · ón)Co No se trata exaüamen e ser qui~a a sm )UStl Cl1Cl . , u!annente útil

en todo caso no es paruc } ~U¡lcí,do sea mco"recto. pero d ¡'ticadas como ju~uti-

d ' .... das que pue en ser c\la 1 el rango e cucuns~"n I ' ontextualmenre lrurales Una ap lcaclOn e en diversos escen<lnos cu "h las de casuística para

"">J¡'1c del derecho nanu:a\ reqllerHla , erOlcas proe S pecho que el re~ las variaaas :ircunstanCH\S del genero ~umano('B oSwn 2008; 368).

~ '" 1"" 'r~·el""l>.e mucho al rdauHsmo ro ) empezana ... t'" ... '" ."

. . d d universal de la acción bumana -en lo ~ue a óln"" prop,e a . '<tuada intersubjetiva Y relaCIonal,

le n:ncre- es su constrU.CClOfl .. Si 7 • ' 'al mente en nues-. concretas de a5lmetrla polítICa y, es~ecl . d d

, de mediación burocratlca. Esta propte a ) contemporat:eo, ,,' . \ acción moral humana es inevita-sobre otra mas bastea. a . t ' . 1 H ~ discutidu en otra parte este mIsmo asun o,

(tlllvenoona " , e. d edad penal para los menores •• n,.""·"'" del c'. tahleclmlefitO e una f d n pacto inter-

2 )()\) < edad será sIempre ruto e u ti., Ratla, I .. : esa . f d' tl'(icamente analíticamente, . l' I ' "snr 10 orm3 a CIen , d luN,·IIVo. Ol r.l " no ,. , • d R d 1996)' fundamenta a

Uf, "t, ,\III,"l\h', iu..;lrtf11lt'Jlfab1ll'l1tc (Di:1Z e a: a, '

71

ÁNGEl OiAZ DE IlADA

en discursos de ((expertos» con . ~ las ventajas prácticas de tal funS:

enslO?, de universalidad. COII

lugar a dudas- nad' d' entaClon -que puede h b· ,1 . a lmpe Irá que la fi)' '. d a el .1\1 ga un mevitable depósito d . aClOn e esa convención nos diferentes de los del m::;,actO I?t~rsubjetivo, inexplicable e,~' humana. Nada lo impedir' ,eJercIcIo de comunicaCÍÓL y '1 deben Ejar esa edad penala~f~:~do se trata de los legislado,," apltear su doctrina. Pero la a r h ? _ se. trata de los jueces que de la vida (DI" de Rada 1 ~9~ enSlOn rnstrumental del mundo" I mtelectual que la moral " ) tiene tal fuerza en nuestra tr· f 1 I b '\ uOlversaltsta h .1, "

e n lo de la piedra filo'oíal U parece abemos eLcandil."" te, declarada como t;1, p'arec~ na moral fundamentada universalt báSiCO de la vida hu ." prometer una solución final al p,rol,le.

. mana. ViVIr con otros .. contrarto, la pretensión d . ' conViVIr. Yo creo que • e constrUlr u I ~ po. mente aporética y en mi . 'ó na mora universal es mI"".'''' as' d opml n (moral) ha ' b 1, e una vez por toda' rtamos ien en 'e,;OI'O, ",1 ,. s y ponernos man lb"

Clas prácticas que de ello d' os a a o ra con las ' . AL se envan

gurras de esas aporlas se ha h . tropológicos de las últimas d&a:as echo endentes en los discursos, se sosnene el valor moral p ," d(Y tambIén en otros discursl)')

1 =~e~ .' socia es (aún en el caso de que tI' 1 a untverso de convenci, general,,:,ente no lo es), entonces ¿~a Insu artsmo sea convincente, uva del Imperialismo occidental? (~ue sostener el valor moral ~9~), SI se sostiene que la moral "oc~i!i'47\Steward, 1948; Bun,," un a en un refinado y avanzad. eota » es superIor porql!{' ~

mos de as . o sIstema gnoseoló . d' um" que el único sentido di' , gICO, enrOllces, ¿II", e verdad, en lugar de por "em e a cienCIa social es la producCI<l1I

Washburn,1987) ;hem' d) 1'10, la producción de crltica-' ( '1 ' ' os e creer qu 1 d - COUI,,' , ,emos de creer que sólo los s b' e a ver ad conduce a la bond ,,1 ' ~oral y por tanto polftíco? ¿SeaTem

lOS tIenen el derecho de un ejer~il'~ ~

10100 les' S' os entonceS 1 . , ra , I se predica que la inda' e asIsras para evitar "., ttem~? ofrecer un auténtico mapa ~acló~ antropológica puede COI! ,.1 ~mp1rlcamente fundado (Remeln, 19;8~rI~CI~IOS morales universal",. or pOSitiVO del crimen, que es un ' ~,a ,remos de sostener el V.I

en nuestra especie? o de los unIVersales más univers;1Jt·.,

6. Debo esta formulación ai f . en el semjnario que cito c: I pro esor Honono Velaseo ue la e ' " crfnca puede no l.' n a nota de agradecimiento Nal' q, xpreso lrtemlnwm,

ca JSlOnar con Id' ~ - ura menre la d .. puede hacerlo. En' ." a pro u<cmn dcverdad- e, ,peo llCUOII.l, a la que aquí m ~ lfidee,dlb,hdad de esra pmbJemári;' P a? desde luego que '""11.",, le re ero. ra~ lea escllclilJmellte la ;¡PO¡ '.1

71

ANClAIES MORALES DE UNA EXPERIENCIA 'ETNOGRÁfICA

Icesa!'\o. para producir una moral que noS gusta, con la que identificados y que nos ayuda 3 convivir, que ésta se en­

ustenltada en cosas como el relativismo moral (una idea uni­la verdad an.Utica, ° el empirismo factual? En mi opini6n,

e •. En esoS rres pilares no se encierra ninguna piedra filoso-tal filosofal nO existe. La moral se construye dialo-

Uegalldc a pactOS convencionales, siempre pro\risionales, en camino de la vida práctica, poblado de bagatelas Y de

ejerciciOs comunicativOS. La moral, en una nueva expresión F. Brown, o es una mo,al dialógica (Brown, 2008: 369),

discurso de grandes principios con una muy escasa uti-

parte de nuestra tradición intelecrual ese momentO histórico el que los expertos de la oNU, redactores de la Declaración de derechos humanos, pidieron la opini6n de la AroóacÍón

de Antropología. La respuesta vino de la pluma de Melville que redactó un contundente alegato de relativismo cul­en volandas, por la propia situación comunicativa, hacia moral (el que respondía era .antropólogo., pero los que eran ",polítiCOS))). Ninguna sociedad concreta tendría, a

Herskovits, la exclusiva capacidad de promulgar una Decla­un,ive,rsal de derechos humanos. pues cada sociedad conforma

horizonte moral (AM, 1947). Ha llovido mucho desde en­Hoy en día la antropología ofrece un variado rango de posicio­

a este problema7, en un terreno en el que --como en tantos es muy sencillo caer en la tentación de las exageraóones, las

~reltáci,on,es torcidas y los golpes bajos (Brown, 2008). En general, c.ben pocas dudas de que tanto Herskovits como sus críticos

IItc,nt:,do hacer lo humanamente posible para resolver un proble­desde mi punto de vista, no tiene solución (Steward, 1948).

que Herskovits, como podría haber hecho cualquier otro, entró de un reto eminentemente tecnoburocrático, respondiendo

,miversalista relativismo cultural (y moral), prerendidamenre ell el juicio e"perto de los antrOpólogos, a la petici6n igual-

u¡¡iversa/isla que le estaba haciendo Naciones Unidas: «Como ,1",,,,, una respuesta eficaz para resolver de una vez por todas

",¡,'er'" de la moralidad, danos un instrumento que n05 permita re­iItllvrr 1''''' ,¡empre estos incómodos problemas prácticos». Pero ¡qué

! \'IHn' 011'0\ lu;;¡Hl';" pm'tk t:m,;ontmrsc una blbliografía ilustrativa de este proce

-

it' ,k .Il'.. lI~l(jl1 ;"11 (;"od"k (1.íH)6) y ni .. ·1 y¡' dmdo articulo de Brown

(2008).

71

ÁNGEl DIAl DE !t./l,DA

hubiera pasado si Herskovirsl1o hubiera entrado ¡f de ello, hubiera dado la siguiente respuesm!: " sobre la Declaración universal que me enví~lIl t

como experto, sino como persona. Y no dan." 1111

daración que pretende ser absoluta, a través di' colegas Alfred L Kroeber y Clyde Kluckhollll entre ambas cosas (por ejemplo, en Kroeber y K Y convendría que ustedes también 10 hicienlO. SI mejor manera de negar a lo más parecido ~l t'~a

es reunir a un representante legítimo de ¡,.:ad;l sentarlos a todos en torno a lUla mesa, y pedld"l guen a algún acuerdo básico. Esto no pued" sN menos no en el semido de ayudar a llegar ;t J\.{ás bien~ ese conjunto de representantes dehcrfll con carác:er permanente, pues su materia de ( explicitación de convenciones, es decir, acncnlolt hoy e inútiles mañana>~.

Represenrarnos esta fantaseada respucst:1 t.1c;J

sentarnos una especie de escenario utópico~ to que tra fehacientemente que, en asuntos de nlor~ll, realmente frágiles. Tal vez corno personJS súlt ~ 1101

de esas bagatelas ordinarias; y no diga!llo\ y;, tropólogos. Por lo demas tender a institllci{I"I",II~.r de debate moral~ de la forma en que sea ¡'¡h.'uhi", urgente, para la cual la Declaración uni:.:crs,{f tIl' sin duda un importante antecedente histúril.'o,

AAA [American Anthrúpological Associatit)ll, 1-:'('l1 ment on Human Righrs1 AmericaH Arllhrtl!l! ¡/.~/.,f t

Abu-Lughod, L.~ 1991, -«Wrting Ag<linsr Cuhun'", t'lI

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Rel¡ísta de Antropologia Sociat,

. te Reflexiones sobre el sujetú eorncn . El

en Diaz G. Vi.na (ed.), nue:", IIIIt'ur<tlcs de la globalización. },Iadwl,

de investigación antropológica,

Etnnographyand Culture! C(ln­tU S<-nooISJ>l Social Anthropotogy,

e"humadón de la teoría del valor 1;\ diferencia en relación con la es-

117·158. pfrm\l""m? Prc)uiciOs de can',po y pro~

ca'pml* Revista de dralecto-\.'11 ;:') ,

IIId,IJ,'ÍSlu", Madrid1 Alianza. M,,,Ir,,, J, l,;'i Piqueta.

""''''.''1'. (::1mbridge, Polity. ,Id método sociológico, Buenos

f H n Rights¡¡. Cll~ Anthrnpolo~y () uma ,

. t' l' Racionalidad afu('ll (iJlHU11ICa wa - , '

y 11; (:¡,ainl dc la mz;ÓH (uncfOna[tsta,

, ' "'ers"P» en Teor{a ~'waf.!,Ill;HI¡;;\ UIlIV , ..,., , Cá-

11II""'''s V n:lllólto$ wemo$, ~adnd!

K,"IJJlrJf{l-~1. Maodos de illvc$ttgaóón, Bar-

I I I I 'vii -H\oI,1 I't'r.,¡on in Dcscription uf nI; I\'h 11,1 " ,,'

.jlllll"'I",I,,,~" ,t. ,) \, \<1'i () 1l.

I ','nw/n(:or' 1'J'(/{ltldiilll, Unders~ ""M,I'"'' (11"'\ 01 '" ,-,

hl(ol>ll

1\

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76

CONFLICTO DE INTERESES, REFLEXIÓN SOBRE. .•

""""'.!'~ DE CAMPO EN LA ESCUELA

Margarita del Olmo .

ntrO de Ciencias Humanas y SO~I"le~ Ce Superior de Investigaciones Clennficas

lNfRODUCClÓJ:"-:

> lo utilizando dos citas. Itr,}d~ICJr el tema del presente c¡abPltu t tulado en inglés Tbe

d d ¡ 6!ogo de un I ro I h proce e e pr . b Blurred Borders between Et no-Fieldwork, E:cplormg t ,e La cara oculta del trabajo

que en español vend¡ na" ser <c'lertos entre la etnografía " de los (mltes In 11

exploracwn Leibing, El prólogo eva A h na ¡",Wean y Annette . h M d 'ty»

por t el' l Encounters Wlt o erUl .he Shadow' Anthropo °Gg1C

I" Frank quienes afirman'

G'll' Goslmga v e ya , por 1 ~an . , mo el uso de . d finido preCisamente co

de campo ha Sl~O e '.' dón (Gosinga )' Frank~ ne,rM"nJ como herramIenta de la m\esnga

. XI)'.

fiero pertenece al libro de ](aren cita a la que me re

Éttmo¡¡rat,bic Method>: , d~' - que es necesario

.' I vQ(:ar cuestiones e c .. J .. a la-ffah'¡jo (ualltat¡vo sue e pro . ó Los etnógrafos noS traS

" y la etnografía no eds un¡ a eX('teep~a~~mos con eaos, los observa-. ·d·anas e a gen ,il

, ,t las Vidas cotl 1

77

MARGARITA DEL OLMO

mos, les preguntamos, pensamos sobre 10 que dicen, induso {"" robre eHo, anatizamos lo que hacen y algunas veces 10 Criti.:;ltHII~ fs muy fácil pensar que todas estas actividades son I

tear]as a la ética. Pero afortunadamente, en vez de gación, estos problemas éticos provocan debates que han o"""""" investigadores a ~r más conscientes, estar me-jür informado~, más reflexivos r adoptar una postura más ctíriCl 'on respectp .1 ClOnes, petspectivas y rcsponsabUidades (O' Really, 2005: 59),

~lis razones para elegir estas dos citas para introducir el [t'IlI.t

me propongo discutir a continuación vienen dererminadas por d de que me parece que la primera resume admirablemente en un,1

la simación: los etnógrafos somos ínvestigadores que usamos como herramientas. la segunda delimita con gran maestría la I problemas que nuestro trabajo suscita: lo que hacemos en el de campo son actividades intrínsecamente contrarias a Ja éric:l. I este hecho no nos conduce a abandonar el trabajo a los que sq!,\ haciendo etnografla a pesar de ser conscientes de ello.

No quiero negar con esto la idea de que abandonar el trabajo se' respuesta ética y en este libro se incluye un capítulo en el que se, precisamente este tema de una forma directa (véase López KC .. """"

Gironés en este volumen), pero mi propósito aquí es el de poner \'11\,

de la mesa algunos de los conflictos que mi último trabajo de campo ha suscitado y junto con ellos quiero presentar mis limitadas mm",""" Soy consciente de que algunas de ellas, quizá las más relevantes, ¡,('

quedado sin resolver; en estos ~asos s6Jo puedo ofrecer mi incoTl dad para transformarla honestamente en materia de reflexión.

He realizado m; último trabajo de cam po a lo largo de los tres ,.",,, escolares 2005·2006, 2006·2007 Y 2007-2008 en un Aula de Enb,,' secundaria de un colegio concertado de la Comunidad de Madrid en ,''',"' de 2002, Un Aula de Enlace es una medida puesta en marcha por Ll ( "". sejería de Educación de la Comunidad de lv1adrid para iniciar la "",,,,L¡.

rizacl(')fl y facilitar la integración de los niños que vienen del extr<lllj;"W

a nuestro país y se incorporan durante el curso escolar. En un Aub d«' Enlace los estudiantes pasarán un periodo de hasta. nueve meses ilpl el) diendo casteHano e idealmente solucionando las lagunas académjc;l~ \1\ w las Comisiones de escoJarización hayan detectado, en grupos de !t:P'¡,t

doce alumnos y de ocho a doce años. si se trata dc un Aula de Enl.,,, .. ,1.­Primaria, o de doce a dieciocho SI hablaI110s de un Aula de Secun&m,l'

2, He mitado eSTe tema más ex~ens.amente en Del Olmo (lG07, lOO'}).

7S

-~ LA ESC:.;ElA S06J1.E UN TRABAJO DE C,>\I".PO t:.

~ '1 rimero consistía en realizar campo tenta dos eJcs, c, l' dicha para lo cual ne

. en la clase prop,amentc las :ofesoras. El se·

por semana con los Chl~O::'nattéCnico de la Co· la intención de entrevistar a ~ida. Por último, y con la

relacionado con est~ ,ffi parativa, he hecho una Dlp.laz,arlo en una perspeCtlva

l com dad de Viena (Austria)

ProlgralJI""' semeJantes en a cm ~ Có co b · d campo etnogra"

Unidos), pero no un tra aJo e

. 'b n los conflictos de intereses ~ont"xl:o en el que se lOsen e on .. ~ I objerivo de provocar a c .

de ex~lo,rar a~ut c:~r: determinadas cuestiones de reflexión slgntfícatlva sI' fe de «Relaciones CQnlos

. nsctlben en e eplgra A _ caso, se J , " Americana de n . .ll.tropo~ Código ético de la AsOClaclOn

. PROBLEMA DEL ACCESO AL TRABAJO DE CAMPO

- 2000 centrando mi atención en escuelas de.sde el ano dO' a partir del 2004.

I 200 1 en los estu lanteS desde e y de estoS años me bao

que be desarrollado a lo lar~Oentrevistar a profesores la posibilidad de vlSltar coleglO

s ~ propuse realizar un Ira­Sin embargo, una vez d que ~ las relaciones que tenía ernográfico de larga urael n, . 'r palabras amables

ú' menre para conseg~.ll l me sirviero~ nl~a uedaban pospuestas hasta a vagas~ que mvanablemente q ca se materializaron en un

.. p ras promesas nun ' reunton. erO es . bu'o de campo en un lugar coo-definitivo para empezar mi tra . I opuesta sólo podía ser per-

::C,"prer,do perfectamente que nu p~ b' etivO que requería un proyecto incrusIVO de ~u. OS~ o J '

. 1 un hn lIlClerto. , . demasiado arga y co~ si uieren el mismo camlno

. de varíos intentos falhdos que Ig

miento de mi entrada omesas y un ap aza

palabras, vagas pr , , bando en nada, pensé que era basta la próxima reumon, aca . . ~ aceptando que como

l eso de negOClaClon rt:plántear e proc" ," ue ofrecer a los profesores,

... :It¡;ut."", no tenía nada ll1teresantel

q de referencia de la re-. h . camblar e marco qur lo que nc(C-slta á era

, ' de" es U11 miembro del equipo de , C·' I 1 Hernan. L •

Mi 1..0kl~.1 y :llHi~~a "Ui( :h,¡, '1'( 'tcncia de mí, ella ejerce como , l ' vo Ha ");ljO. t, 1.. 1 t:

lllvf."tI~~,ldOI\ ~.1l t" t¡11( t

79

MAR.GARITA OH OLMQ

profesora en la Facultad de Educación de la Universidad COIlI se. Su Departamento tiene es,ablecidos convenios de cooper;,,"in distintos colegios para que 5tS alumnos realicen las práctica,. 1':11

acuerdo voluntario, las escuelas reciben un suplemer,to extra dt· res ayudantes para l.saulas y Jos responsables de Jas mismas se menos suspicaces a este tipo de presencia, quizá porque no se juzgados por ellos o a lo mejor porque les importan menos sus Se trata en todo caso de una relación de,igual en la que los de aula mantienen una posició~ de poder clara frente a los pr()tc""'CI prácticas. En mi caso, Ja relación que se establece es mucho más' en términos de poder, o al menos más íncierta. En este sentido, . mente implica un riesgo demasiado difícil de calcular que no puede compensado por 10 que yo puedo ofrecerles a ellos a cambio capítulo de Caridad Hernándcz en este volumen sobre su análisi, negociación de la entrada en el trabajo de c.mpaj.

EJ caso es que los acuerdos de la Universidad Complutense "'" escuelas siguen las normas de cualquier proceso social de tnten·"".b y los profesores saben qué esperar y qué recibir. Uno de los involucrados en este convenio es la escuela en la que yo he podiuo Iizar finalmente mi trabajo de campo, pero creo que es necesario también que se trataba de un colegio concertado en vez de uno (como era mi intención inicial) porque este hecho ha jugado '10 I importante a la nora de garantizar definitivamente mi acceso.

Un profesor de aula en un colegio público disfruta de una I considerable a la hora de "hacer y deshacer» en su clase, y tambí"" una relativa independencia con respecto al equipo directivo. La dil'l'I" ción de un colegio concertado juega un peso especifico más import;llll~ en el aula y la independencia del profesor se ve limitada en este semi,lu con respecto a un instituto púbHco. De manera que ~uando se negPtl.l la entrada de un investígador en un colegio con un director o un ki<' de estudios, la, dos figuras que en mi experiencia han resultado '"," abiertas a mis propuestas, creo que sobre rodo por el hecho de qu. "" son ellos los que me Van a tener dia a día en su clase, es :nás fácil qm' '" decisión resulte definitiva.

Al decir todo esto no quiero minusvalorar la generosidad de la 1"" fesora que finalmente me permitió bacer el trabaío de campo en su d.1"', sino simplemente introducir un elemento importante a la hora dt, all.1

lizar las distintas dimensiones de mi papel, mi trabajo, yespecialm('III. sus consecuencias,

T RABAJO oE CAMPO 16N SOBl\E UN

EN LA ESCUE.LA

CONFLICTOS DE INT~¡~O EN Li\ CLASE iIIO'U',V'-" POR MI TRABAJO DE

ti do mi trabajo de campo pertenecía en la que he, re: ~el distrito de Latína, que junto con

concertado madnleno d el mayor número de 1 que ha concentra O , d 1

de Vallecas, es e, 7 d total de 137 para to a a en la Comumdad (1 e un

barrio de clase trabaja­educativO está emplazado el) un, ante del 17 4 %, se-

'. de poblac,ón lllmlgr '¡ concenrraClOn al legio son en su mayor a

del 2007'. Las casaS que :od~an ~~ los últimos años están IIIlt.nCIOS de protección ohela que

" dos edificio, separados, uno para está constltmda por d S daria Entre ellos se ha

, para los e ecun· b d de l'rimana Y otrO . deado de una a¡am ra a.

recientemente un polidePdorl1;o roo relimosa que es dueña de

una fun aClon n.,· I d d' co'legio pertenece a , ,bién de una eseue a e 1"

más en barrio, dIferentes, ) tam

¡ar:antía SociaL , • me ha facilirado la secretaría del "-;uler<lc con la i"formaclon que , .t ados los alumnos .. I . no aparecen regls r en las matrículas del ca eglO los que pertenecen al Pro-

ser que tampoco ' 1 o de Enlace (parece . .tudiantes con os que y , ) d manera que los es h h

Compensatorla, e . d t ícula oliciaL Este ec o, san invisibles en ténnlllílos e m¡a c

r tamente la posición que

dió ' que re el" per e 1l1e sorpren , creo I el sistema esco aro ~ mo

estos alumnoS en , 1 la la tutora me presento co. nfi,m,;r. vez que entre e.~ e ~~ ~efería hacerlo así para ev~tar

.ro'fes<' )fa de apOYo. Me d'lO q P 1 familias Y yo respete sU . d pltcaclOnes a as 1

quc dar compbCl as ex 'la osibilidad de empezar e tra-va que, por fin, me ofreelll P usados por el compheado , d • de tantoS retrasos ca d t he-de campO espues , S Y consciente e que eS e,

de negociación de HU acceso. o. t abaJ' o en Estados Umdos 'b'l' d totalmente mI r 1 ' ti hulliera impoS! t Ita o.. 1 que pertenecen oS lOves :

. d d 1 1OStlluclOnes a as d plícl-t:.anada, 00 e as . scrito expresan o ex . les obligan a obtener un pernllS0 e que vaya a participar en el

el Lonsentimiento de ca.da persona

H I

MARGAIUT>\ DEL OLMO

trabajo; cuando se trata de menores, el permiso lo tienen qUl'

sus tutores legales. A lo largo de roda mi invesrigación he conseguido desarwll.or

relaciones muy cordiales con la profesora responsable del alll. .. facilitado mi trabajo y me ha proporcionado cualquier infornla~ le he pedido; muchas veces me ha ofrecido voluntariamente lo I

pensaba que me podía interesar, aunque no siempre mis intere~t' .. dían con sus expectativas. Me ha rratado con la misma flexibllid.ld utiliza con los chicos y siempre ha esperado que hiciera en el a"l.\ tuviese que hacer, aunque yo preferí siempre preguntar primero ' pod ía serie ú ti!.

Nunca he tomado notas en la cJase, con la excepción de alg:llí.í rencia que me facilitara el trabajo posterior de la escrirura de 1111

de campo, pero sí he dibujado esqtlemas dos veces por día dellll el que nos sentábamos cada uno en la clase, puesto que aunque 10:<' están más o menos adscritos, los alumnos cambian muchas vecc:. .tl de lugar para trabajar en grupos, por parejas o simplememe de a sus gustos en cada momento, Mi presencia ha sido siempre UlI

de cambio de lugares: cuando no tenía que atender a un alumno el! pecíal y podía sentarme donde quería, solía hacerlo entre las chic", generalmente me hadan un hJeco en medio de dos amigas.

A pesar de que la profesora siempre me ha ofrecido las mayon· ... cilidades para trabajar, creo que nunca ha tenido una idea clara ti" , era mí objetivo, excepto de una forma superficial: mis repetidos toS de explicárselo han resultado un fracaso estrepitoso. Y tampI ll"1 J

he resultado útil más que como una ayuda extra en clase o para ; información sobre los cambios en el programa, ya que las modifi .. :;h tu .. nes que introducen las normativas anuales llegan al aula mClcho dC'I""" de su publícación.

Para el resto de los profesores del colegio, el íe~e de esrudio, \ l. direCTora, yo era una antropóloga del eSlC que estaba haciend(j llll.' investigación en e1 colegío, pero soy consciente de que la mayorí:! di' ellos, al menos al principio~ me consideraban una profesora en pr.ÍI._1f caso De todas formas, mi estatus de investigadora ha servído en mudl.l\ ocasiones de coartada para rai extraño comportamiento y siempre qUI"

ha surgido un conflicto de intereses, el personaJ del centro se ha (.'onJ ()] mado con dedicarme una mirada elocuente de desaprobadón, pero el'.l

nunca ha hecho una objeción expresa, Por otro 1ado, los chicos enseguida se dan cuenta de que yo no ... nl

una profesora, a pesar de que me hayan presentado '¡ .. .-omo t.¡i! y lIle It,lll

preguntado muchas veees sohre CH,}) C:> Illi \tTd:ult'TII tr,¡h:ljO. SiClIlpll

OE. CAM?O E.N LA EScunA SOBRE. JN 1'PcAeAjO

ue me resulta prácoca-~,,'pli\:ársel'O, pero es una rarea q s Los alumnos no :c , can los protesore " .

con dIos mas que" "o' n Q para qué S1rve un d 's la lUvestlgaCl

mu)' dara e que e ha He intentadO siempre apro-s< supone que debe cet.

1 I muchas más veces de

a para exp lcar es, situaCión proplCi 1 decirles es que me tnteresa

d "lo que sue o . '1 s no pregunta o, J " osas están bten y eua e , "n,:ooll<1 elllllla de Enlace, que e d anIDiar lo que no .. ' ., para tratat e c ;\

es conocer su oplfilon f iona bIen y que est n ""uhl:,le!nel~te me conrestan que . ~ncd ,lo expresan de ., 1 impreslOn e que .

Pero siempre tengo a creo que es necesano ~. Por este monvo

y caSl mecamca. , das me permIte ver en campo: comparnr dIariamente SU;r

V1 ué.

se reSlStetl, cuándo \0 hac~n )' :n m~cho cariño Y respeto. sIempre me han trata o e Igunos Y cuando entraba

, estrechas con a b me relaciones mas \ ueUo para a razar . -iero!"e se me oraban literalmente ~ c • tocarme, Son ado-.1 . ca se attevoao d

chicos caSI nun d 1 mportamienro apropoa o conscientes del género, Y e cad s y carIñosos me daban de manera que los mas atreV't °

rudiantes de la clase .heredaban" la impresión d~ que los.es El programa está pensado para otros su re1aclOn co~mlgo. mo máxin1o~ pero en tos. dos

"1rle,,:an en la clase se" meses co cia se ba amphado .. . do de permanen

. escolares este perlO . Bere que se íncorporen . b la prolesora pre 1 per-

n,eses Sin em argo, . I que mu' pocos sue en , .. . el. por o , d' ' a sus cursos de reieren d 1 tres cursos aea emlCOS

. es:ipulado, A lo largo e OSI grupOS de doce. 3 l nos en la c ase en " 4

he conocido a 4 a um d B '1 13 de Rumanoa, 4 dían e raSI) . chicos Y 18 chicas" 1" pro

ce 2 de Marruecos, 2 de Bulgarla Y

4 de Ucrania, 2 de Poloma, -

República Dominicana. D ón General de Inspección Edu-datos facilitados por la~:c~\ te el curso 2006·2007, es h, comunidad de Madbtl 'd uc:':po en l. clase, había en dla

d . de m' tra alO e 1 lugares e el se¡;un o ano . d en el extranjero y oS

IIl1ni"I~,ú 1\) 198 alumnoS nacI oS E d r Rumania, Marrue-, . orden .. eua o, . "':c",CI1(I'¡'" mayoritarios er~n~ por

bl< Domínicana, China, Argentma

.. 1" Perú Repú !Ca Coltunhia. 1:'0 l\ila~ ,

MARGAR"n A O EL OLMO

Al principio me COStó mucho tiempo empezar a desarroll, .. lación cercana con c][os, pero una vez que lo cOnseguí, los, llegaban nuevos a la dase enseguida se incorporaban a la qlle mantenían conmigo, cada Uno en su propio estilo. Su lealtad con alguna excepción, estaba dirigida sin lugar a dudas hací" ',1 que funcionaba como su persona de referencia, pero a pesar d" papel caía más fáólmente en un lugar ambiguo entre el del los compañeros. Esta aTlbigüedad siempre me ha beneficiado J

lograr mi objetivo de a"alizar sus resisrencias al programa, al, colar en general ya las relacione, que los esrudiantes desarrol!;'" adultos en el colegio, que siempre funcionan como figuras de, I

Personalmenre nunca be intentado ejercer este tipo de aUtor'da. forma que cuando la profesora me dejaba sola en la clase CO/l I cos, normalmente se escapaban COntraviniendo la norma del pero nunca he sabido hacerles volver. Al principio lo intentah", damentalmenre porque me ponia en una situación dificil Con a otros profesores del colegio que Cuando oían el jaleo que Jo, , provocaban en el pasillo, sin ninguna difiCultad les bacían ent!.l!' vez en la clase. Cada vez que Ocurría algo así, Jos profesores en '¡

mOStraban una sorpresa incómoda al verme a mí en la dase porqul' , raban que, como minimo, fuera capaz de mantenerlos dentro. de algún tiempo cOnseguí desarrollar una confianza suficiente pal,' su Sorpresa no me molestara, de forma que disfrutaba de las que me proporcionaba mí papel y era capaz de mantenerme en él do implicaba consecuencias desagradables.

Otro tipo de conllictos me ha resultado más difícil de resolver" vés de mi papel ambiguo. Siempre que habia Un examen, los alUI esperaban que les «soplara». Esta situación siempre me ha reSUlta<10 "h

cómoda y nunca be COnseguido encontrar una respuesta satisfactoria, IrA consciente siempre de estar «de parte» de los cbicos, pero por otro /',d" no podía poner en peligro mi relación COn la profesora, De manera '1'''' algunas veces bice lo que los chicos suelen nacer en estas situacioo", ,'" piar cuando la profesora no me veía . .Muchas Yeces he tenido la suen,' d,' no saber las respuestas a las preguntas del examen y en la mayoría de /", ocasiones, la propia profesora ha resuelto el conllicro: ella misma ac"I>.' oa cediendo y dándoles las respuestas. Me be semido cómoda Cuando ,,, COnseguido que los cbicos llegaran a las respuestas COn Un poco de ayud" por mi Nrte, pero francamente, Do ha sido siempre así.

He tenido llJucbos menos Conflictos perSonales cuando tenían '1'" ver COn Otros profesores del colegio, por ejemplo cuando he vagah"" deado por los pasillos con algunos alumnos, generalmente alguoa dli';I.

H4

SOBRE UN TR. EN LA ESCUElA A~AJO oc CAMPO

, . 'or un profesor está ~b-sin un obJetlvú conocIdo: eh en muchas QCaS10-

y a pesar de ello lohe e I ~os Estaba data mi a m~no por si éramos interpe a ~ 'la profesora del

' entos pero co chicos en esr~ mo~ re !be tratado de colocarme en eran tan sencdlas. Sl~ p Jica ue aprobase su compor-

"ulrnnos, pero eso no slgm q e dejar ml JUlCIO UI one que tengo qu 1 1

antropóloga se sup , 1 relativismo cu tura '1' úmcamente e h lo la dase y ut! Izar qué la gente ace

é del trabajo de ca",po, por trav s "

son sus intereses. dría Simplificar la situaclOn rérminos generales, se po n J' uego y muchas

d nas e mtereses e 1 dos tipos e non Ji las de los chicos (que a a

"'rab'lU en conflicto, me re ,erol:, de los profesores (que se

muchos conflíctos entre SI) rComo

antropóloga no te~go ben

eficio de los alumnos). 1 valores de los chICOS ' " .» entre os . n

hacer esta dlstmclOn 1 de los profesores. e 'd 'ficados con os generalmente 1 e~tl r mi ostura con respecto ti

~1l1' OC",'1011e5 era necesario adarfa tconttadicción. n h 'eces en ranc h te tiempo, y mue as ". más rofundos no an _

mis conflictos de mtereses Pde los chicos y las de ' tre las normas día con las diferenCias en y e eilos mismos. Aquí no po

sino con las que habla entr, tes uesto que ambas par­d~ mi lealtad hacia los estudl~e ;!tendido qUedamI~ al

lo eran. En est~s QC~slOn:~ especialmente en aquel os no lo he consegUido sl~mp ru:.ciendo daño unos a o?,o~.

(lue percibía que se est~ an daño continuamente, prtncl~ , es que los chicos se acen están aprendiendo sobre

porque se trata de adolescent:eq~:n cualquier relación enre y también porque, como ocn ran a veces en conflicto con, os

'·trlan",', los intereses de unos ent te En estos casos he sufndo .. d ño mutuamen . 'amente no y nus hacemos a óloga porque smcer

Nt's<>"" pero también co~ol an~r~~ismo ~ultural en un moment~l hacer, echando man.o e.re, a iente y meterme de lleno en e

ue evadir el conflIcto al ,,¡gu .'6 En todos los casos me he les a CQntmuací n. h . d conocer-mis lIormas persona i.sf cha y el único provecho a SI, o. t

incon,istente e InS~~s ~mites de mi resisrencia al suln:~~i~~tes I mí mis"", r explorar eral me ha proporCIonado d _ nos

' d ampo en gen hadan ano u 1'1 .raha,o e c ól cuando los alumnos se chaca-frir y 110 S o 1 más en sus ma

PC:Il.IOllt· .. , p;lr~1 su 10\ ~cntfa que recibían un gOd p~ en 8U"S esperanzas. • otro." ,\mll t-U,lIlt - , ~, 111 dedo lllme lato

'''i(.' )!.O!pl' t<':lll,l l .lit. IIltl,,,., Y 1.1\1(' t

MARGARITA DEL OLMO

He entendido por qué las chicas que son populares e inteligl'l sienten que valen más luera de la escuela que dentro, se "",""111 toda su alma a las fiestas y a ligar, jugando la carra de las sentimentales demasiado pronto y demasiado peligrosamente, de los chicos que he coRocido en el Aula de Enlace tenía la w" ser tan atractivo y poplllar, pero les he visco a veces mm,,",,,,I .. les resultaba más fácil encontrar un trabajo, cualquier naba jo, entendían que iban a valer más así, al menos de momento.

Este tipo de situaciones, unido a la ocasión en la que tIILI

chicas de la clase estuvo jugando con el hecho de pertenec", banda latina, han sido las que me han resultado más difíciles ('Il

bajo de campo, y la única forma de soportarlas era volver a IIli

pero de esra manera sen,ia que les estaba fallando a los chico,_ de hecho les esraba fallando, Mi responsabilidad como efl:'OI'I.1f1

ha permitido esras huidas a cambio de la búsqueda de un tipo d< procidad que fuera más allá.

Cuando hablo de recIprocidad me refiero al hecbo de devlllVt'r gente que involucramos en el trabajo de campo que nos ofrece ,\1111

labras y su afecto gratis, gracias a )0 que los antropólogos const' carreras académicas confortables, interesantes y, en mi caso, h~lSLl pagadas,

Pero no me estoy refiriendo a los íntercambios que ocurren dl1' el trabajo de campo que, como toda rdaeí6n social, están bas;H!o!( algún tipo de intercambio: una al'uda extra en la clase, la posibiJid,i<1 acabar lllás deprisa los interminables ejercicios gracias a mi ayudól I dedicarse a cosas mucho más interesantes como escuchar música, rar]a próxima nesta, el próximo modelito o la novedad que intro.!1 en la clase mi papel rompiendo un poco la monoton!a y el .burr',,' ""'U" durante un ratito, algo de información, un favor personal, un conLII algún libro, etcétera_

No me refiero a ninguna de estas cosas que yo he invertido en d 11\.

tercambio) sino a un marco de referencia distinto en el que nos pOi.Lu colocar frente a frente a la gente con la que hacemos trabajo de CHUpo '1

que nos enfrente a nuestras diferencias, especialmente cuando pertt'lH'­cernas a la misma sodedad~ que es siempre el ca:so, a pesar de lo 'lit!' 1.1' circunstancias indiquen.

Pero voy a dejar mi argumentación suspendida en este momellt() p,tl.i

retomarla al final del texto) porque me interesa introoucir en b C,'>t ,'n,j

ahora la orra parte ce mi trabajo de campo de la que aún no he 11,,1>"',1., Me refiero a mi papel entre las personas que han diseñado y pUí.'SlO ('11

marcha el programa de las Aubs de Enlace en J:¡ (:{HllIlnidad de tvl,llll!\1

N SOBRE UN

PO EN LA ESCUELA ";"!\ABAjO DE CAH

'INTERESES ENTRE LOS RESPONSAIlLES [)5E US r\ULAS DE ENLACE

. 'o no eran los chicos, sino qué central de rru trabal , ción que ha puesro

d i lítica de tntegra d ' en sus vi as a po I Co ¡dad de Madri ,mI

',r,sei'lerí¡ade Educación de a mun tro eJ'e cuyo obje-.< 11' que ruvo o

nO se limitó a au a, SIno d la Comunidad que tenían entrevistar a las persotasA ~s de Enlace, bien porque

con la medIda de as u t abajo tuviera que ver IDO,ns:ilil,es del diseño o porque su r

práctica. "' d.f il entrevistar a estas personas ~e ha resultado mas " !C

ab, de campo, y mis dificulta es

ara real11.ar mi tr aJo , p dos tipOS, a grandes rasgos, en 1 'ente responsable del progra-

tipo tendría que ver e,oH a g cate orías alras, rodeados de funcionarios púbhcos de C g d hablo del personal

l a ellos uan o , que limita e acceso . . rterOS v distintos npos

fi ro a secreranas, po , b scaba acceso roe re e , d' b n que la persona que yo ,u , que siempre me m .lea a asar mis mensaies, perdlan miS

o de viaje, que olvld~banl p las carras que enviaba para 'Irónica", los faxe, e ¡nc uso " C' rodas estas barre­

lC1 •. en cuestiono aSl b ' 1 "'It'" con el funcIOnariO, nc'la pero taro len a .... <.l- • ml persevera, h

1oe.~IÍ<' lo salvarlas graclas a l CSlC Algunas citas me a , que disfrutO ell el' n-die se ba negado

. 1 s perO fina mente '" . año y medio co.nsegulr a) die me permitió grabar nmguna

"'n,el"S, DesgracIadamente nad

ltar documentoS, me han '-:l!istas' y cuando me ban dela o :nn,u :~ , h r coplas, '

tomar notas. pero no ac~ me he referido estaba relaclOn~-tipo de dificultades a qu~ d 'cuyos puestOS de trabalo

tipo de funcÍonarios y traba)~ b~;e~' y que son los que ponen directamente de eata al pu d ciclen los anteriores.

l gulaclOnes que e 1a~ decisiones y aS re. ado bastante sencillo, pero una vez

'1 ellos siempre me ha result b' el hecho de pertenecer al I los propósitos de UH tr~ aJo., bl mente me referían a sus

, porque mvana e . á quieo 'jllv·\do en contra t:BU, I funcionamiento ler r

~, '1' e que "er con e d r o de Este ohstacu O tlen 'd 'fi do mi ,(rangO}~ en r . . , , una vez 1 fnu ca . b o mtS

.dminl~rraCi{~n,' ra qu~ nas que ellos identifica an con: . _ .ltfU(lIIfa, me lhnWan a las perso con ellos me ha resultado practl~~

IR,.rll1<""lon:~ Y h:,M;I( "Iircctatnente "b"un (lue su trabaJo podría sutfl.r " \) 1'\111'1 forma pere, ¡ , . 'd 1.'1" única POSl-

I\I'I\!I' inlpn!<>lb L to'.1 V " ' (ltI'" 110 he inslstl o. l" I t 'nHullll.!'O ;):,1 t: ., h!thl.lh,Ul !r;IIlt':lll1e ll i. '

X7

l'

bilidad ha sido la de conseguir entrevi,tas informales a traVt:, ,Ir conocidas cuya relación ,"Utua restauraba la conliallZ

a, pen,

estos casos me han prohibdo expresamente citat SUs palabra" Mis mayores probJeo13s --o quizá debería decir mis ."",,,,' ..

cantos, para ser más exacra_ no hao sido, sin embargo, b, de acceso ni los retraSOs ri los esfuerzos para conseguir Un;¡

sino que han estado relacionados COn el papel de mi trabajo "" COn el suyo, Como he dicho anteriormente, siempre me he ¡­

COmo investigadora y, al igual que en el colegio, he tratado de objetivo de mi investigación, dejándoles impresa una copia de IIIi ria y de alguna de las publicaciones relacionadas Con el tema ido elaborando en este proyecto y en otros anteriores, Además un interés especial en adarar que me hubiera encantado ron",,,,, CUtir, sugerir en materia de política de integración escolar y dI' llegar nllestras conclusiones. Estas ofertas han sido bienvenid'h . COn buenas palabras, pero nada más que eso: nunca me ban han moStrado ningún interés por el trabajo que yo o el resto po realizaba, Me daba la impresión de que lo mejor que pod", era molest.r lo mellOS posible e interferir en su trabajo y sus ru'i"". forma menos intrusiv3 y más Corta.

Después de este silencio y de Otras experiencias desagrada!>"'- • vés de Otros proyec"tos, mis ya bajas expectativas sobre el efe",o investigación en el diseño o reformulaci6n de la política de inÍ<'I:' educatÍva hao sido borradas de Un plumazo, Quizá la causa tenga "". Con el hecho de haberme comportado de Ulla manera demasiado pero también Puede deberse a la arrogancia de pensar que, como, tigadora, tengo algo que decir a l. sociedad y que la sociedad 'í"". deber de escucharme, En todo caso, creo que Puede resulrar panir de esta experiencia para ofrecer algunas preguntas para 1" sión; ¿cuál es el papel de una investigadora pagada por el Estado, es mi caso!, ¿cuále, son mis responsabilidades coo respecto a la SOCl,"

en general y a la gente Con la que trabajo en particular?, ¿para qll" llevar a cabo un trabajo de diseño antropológico sobre la puesta en 111,11.

cha de una medida de política pública?, ¿solamente para publicar tr,:I"'I'~ académicos y que mi carrera individual se beneficie COn ellos?

Todas estas cuestiones me vuefven a enfrentar directamente """ ,.¡ tema de la reciprocidad, Me gUstaría terminar mi argumenta.i';1I 11" cien do Un planteamiento final de mi trabajo desde esta perspecl iv" .!, modo que sirva para abrir Una retlexlón.

Jo DE CA SOBitE UN TRABA MP O E\I LA ESCL:HA

DEL TRABAJO DE CAMPO, LA RECIPROCID'Á~ L'N DEBATE CONCLUSIONES P

I ue me ha Ue,ado mi Iecipt'ocHl"lO ha sido el lugar a q 1 Y las personas res-ambos caminos, desde ladescluep:lítica, y ha sido la

ráctica e a ... y la puesta en p , conclusiones',

de la que he plante~d~r::uy provocativo titulado Smith ha escntho ~~9~) Ella se refiere, como maorí,

W'e,rhoodotog,es (~mlt , ,'a Zelanda, pero creo que sobre los rnaarles en Nue~ ntes aquí y en cuaJqUler

f '"" n muy pertwe {vas» sus desa lOS so , n personas «na 1 , Y , trabajamos co porque s!empre, iedades, . en n!J.estras propIas soc 'va pero dara, y preCIsa

de manera agres! , y argumenta

, . "co inocenre y discante, sino ' no es un ejercJclo aca~eml que tiene lugar en unas ~,ti:gac'Ion -ho en Juego por 9 5)

CltI'IO"a en la que hay mUl: 'das (Smith, 199: , sociales y políticas determma

más adelante:

. . nto y asegurarse que el conOClmle osi - odos de dar a conocer dado a que ésra sea p _ vanos n:lega a la, personas que ~an :~:~gaclón científica, 'i.enen .~~::':'~~~~, no muy utilizadas por a In compartir el conOCimiento

,005 n de "rendír cuentas» a y d' recramente con el ver con el hec ~os sibílidades tienen qu: ve~m:rh 1999: 15), la gente. ES:a5 "3d po r de tetroalímentaclon ( • de rcaprocld }

rln,~p'u 'bl .das a tres grupos b ' de campo ha sido pOSl e gr cha de la medida :131'0,)10 tra aJo . - 1 <'"fa en mar . d b

encargados del dlEeno y ~pua;a seguír este conseJo, e o f s y los alumnos, . p todos ellos,

lo, pro esor,~compartír mi conodm;en~o. ~~~ incluirles como

:I"~::S~: ros profes~r:s~~::~&~e;~:'r:u~~ral finand:d~:c~~ una red europeba so r de esta red es trabaiar juntos par marcha Furopea

il

• El o ¡envod "n a través de la puesta en . " en e ucacJO ÍIIl'''' ,I,'lS. de innovaclon

, . del pre"n" trabajo e, . '.- que el obJenv3 : h~ concl!moncs,}a /. N .. "'y" Ir."'" .)"n" ';'i,,~ de mi ínwtíg.ClÓ,,: '" anualmente en amo

Mil IUllth .. h d. ti'" ¡¡I\I'j¡Ll~W;); \\~r.:I;jtl.i por '0,1 Progt".l!lU ComeoJu" M, I'JTFI{ Ndw\,¡ , 111.

thtlj' /,IIIIr'lUn W"I h.lljqll!1.

l'

r' /'",' l'

;1"

de l. Educación Intercultur.l en las escuelas de Jos países p ... 1

En este marco, las profesoras del Aula de Enlace con las '1"" Ir, do y la ínstÍtucÍón a la que pertenece el colegio participan " La red Jes proporciona los fondos necesarios para establec'," 1". en los que podemos discutir, compartir Y Contradecir ouestr." . respecto a cómo debe atenderse la diversidad eo la escuda, y mos como socios de igua 1 derecho, evitando la relación toda investigación establece entre el investigador y el inve'''",.IIlo

Con respeCto al grupo de personas responsable del díse"" l' ta en marcha de la medida política, estamos preparando la """'''''' de una reunión en el marco del proyecto en el que he '<""" ..... , vestig

ación

9

, en la que podamos presentar nuestras condusio¡¡", forma sintética, dara y seocilla, en Un Formato que esper.""" interés. El objetivo de esta reunión es doble, Por un lado m, .. """. respUestas a NUESTRAS preguntas, pero por Otro, pedirles que" las SUYAS. De esta manera pretenderoos prOVOCar Un interés q'''' bado ser muy eSCurridizo durante roi trabajo de caropo.

Pero mi mayor deuda la he COntraído con los chicos y chi,.!., dase. Y esta deuda es la más fácil de reconocer y la más difícil d,. Es probable que a la mayoria de ellos no Ja vuelva a Ver, Alg

rw".

vuelto a Slls países de origen, muchos se ha marchado del coJegi" "' han dejado ya el Aula de EnJace. Por este motivo, mi única p,,,il,. es pensar en los chicos de una forma genérica, como Uua catego",1 tafórica elaborada a través de la ficción etnográfica r cOnstruida '1

de unos retales que representan los alumnos y alumnas que estU' en el Aula de Enlace y, por casualidad, se cruzaron conmigo.

Ni siquiera de alguna manera represemau la totalidad de los oos que ha pasado por Un Aula de Enlace, de la misma forma <¡" ..

trabajo etnográfico, como método cualitativo, no ha sido dise';"d,. , una pretensión de representatividad lO, Los etoógrafos esramos .h.

tumbrados a esta limitación y hemos aprendido a vivir Con /;¡ Oh

modidad de sus inevitables consecllencias. Pero, de todas form.". 14 gente COn la que trabajamos FORMA PARTE del grupo de poblaci,>" '11/0

nos interesa y Su compOrtamiento es suficíememente SIGNIFICATI",) jI.".1

9, Un proye,,,, 1+ D de: Ministerin de !:du,.,ión y Genci, titul,do ,E,,,,,,,,,,, .• ,.¡, pa'ricipación y pt<>'ención de '""ismo ", la, e""'elas !J., ,hado al principio d, ".",. 'ul. ""

10. He discutido esta cuesUóu en'¡ Seminario Anthf'oPology in ,he Cuy, .\01"/1."./ MethodDlogy an¿ 1beory que ,>e celebró en el DepanameOlo de Anrmpolo"", .1,'1., I . '" don School 01 Economics en sepricmbre de 200R, citado al Peí_cipio .1" "'''' "'"" 1: "abajo resullante de la 'euninn '" publb,,, c, un lib", '1'''' "".í , ... P"'I'''"";',,,.

Mi'O EN LA ESCUELA BA o DE CA SOBRE: uN TRA J

. través de la investigadó~. que hemos elegIdo a lecuado pata REPRE-

t a'bal'o que realizamos no es ac do-umentar cómo r lente para e h

una herramienta exce taL persona!menre me a vjdas diariame.n~e Y" como ara' analizar cómo afectan

una ventana privIlegiada ~ tienen al alcance para to-e Jas persona tí as Estas recursos qu , 1 rar sus expecta v '.

a la hota de consegUlr og d s por las percepcIOnes la vez alecta a deseable encuentran, a '. dad presenta como

de Jo que la SOCle acerca

puedo ofrecer a los I creo que b' . de reciprocid,,? o que -hca de estudiante) y tan;_ len vaga categona etnogra d l ue la medida po mea

Un análisis detallado e tO

q é de estas d,feren-es . a y e porqu 'l' ' l

ente propO!'ClOn, . ¡'cación yana JSlS tea m "mIento, exp 1 un proceso de reconoa , a de la promesa. O p~a que están actuando en cond,r explicar con mi trab.<lJo

'11 lo que trato e h b segUIdo manera sencI a~. mio a pesar de a er Puede consegmr el pre

00 l' de del juego. . a frase las conc uswnes palabras, para resunur e;e~~ar es pot qué preds.mem:

,,, que éste pretende argu oran al sistema escolar de ! ' inmigran res que se mcorp démicos más altos, l.os que

de Madrid con los nIveles ac~x ectativas más amblclOsas, d

ios que cuentan con las PI rodas las norma, que ' uro, 'd nte y cump en , . ual-

castellano rápJ ame kanzar :sus objetIVOs en 19 la medida política, no pu;~=;~ de los e;wdi.ntes, a pesar de

' , con respecto a, te ese objellYo. , de Enlace tienen preclsarne~ t bajo en una etnografia cn-

d transformar mi fa 'o título como e.m fordm~t~~~da een un libro que lleva este :;;:a» (Madison,

11<1 Sl o e , I on una propuesta p , convenClOna e ~rlogra,m , adelante aclara:

1). Y que mas . d 'tica de enfrentar. . n la rcsponsabíhda e 'd (Madison I " ('rllografía crítíca cOIDienzancodominio par:icular de la VI a I ., "1' n'lusto en u !C.l' a un nfOll Cm;! 1

lOO.': 5), , , de esta misma as recomendacwnes al

Mr gustaríu con~luir cit~.n~do e~nhacer una contribucÍón concreta ( . -tl,IS m. prctenSlon IUlo#,1. ,00 {, .

,ff.ll,H., '\0111\' cIlL";t:

'1 I

MARGARITA OH OLMO

• ¿Cómo podrfamosser capaces de reflexionar y evaluar :etívo, nuestras intenciones y nuestro marco de refercnu,l vestigadores?

• ¿Cómo podríamos: predecir las consecuencias de nueslrrl evaluar nuestra capacidad potencial de producir daño!

• ¿Cómo podríamos crear y mantener un diálogo de colao, tinua en nuestra investigación entre nosotros mismos COllltí

gadores y los otros como sujetos de estudio? • ¿En qué sentido es relevante nuestra historia específica (;011

ai significado más amplío y a la actividad general de la humana?

• ¿Cómo puede contribuir nuestro trabajo de manera más va a la equidad, a la libertad ya la justicia en términos d .. lugar y con qué propuesta de inrervención! (Madison,

REFERENCIAS BlBLlOGRÁFrCAS

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92

rrROPIJUJuLf'"y REPROI?UCCl;JN; LAS pRÁCTICAS y/O LA ETICA

Diana Marre Universidad Autónoma de Barcelona

, ,tbropoiogy: Debates and Di-del libro Tne E/n,es uf An 'Iog. británica 1'. Caplan

!1 2003 sU editora, la ¡mtropo 'lmente desde 1997, e' d utes especta

en los años prece e . ' L e aspe\..'tos éticos en 1 'ó discurSIva» SQLJr ab'

"''''CI<lO un' "exp OSI n , d d' 1 ollüca los g ternos, ... 'b' d la SOCle a , a p , ',' la diferentes aro itoS ,e . d 1 academia y las CienCIas,

I d 0'0' n la untverslda , a

• e uca, 1 3) entre ellas (Caplan, 2003; - : crementaÓo durante 2008

'-plos'ión discursiva» que se h~ llll. n la crisis vinculada al ,. b" conórrnco \CO cio~ J'ferentes árn ltos: e b do a las remunera

I 'pero sO re tO , 1 sas los (activos tÓXICOSú. ' n' político (por as cau. , por quienes se dedlcaba~ a; ~~bre todo, de lraq, pero, "las guerras de Afganlstand'b'd de dinero público por .. 'dl$01Oelo d""o

I conocimtento e ud' a la primera unlSlO ror e , " que con U10 ~ no ... ,l¡lJu,mlrarios brttaTI1COS . tos últimos añOS, po" D' n los treSClen 'sas

':.:,<lOl1te del Parlamento e " e se hallan !!lme! . .. 'UdlCJales en qu " dIos

1 . distintoS procesos J 1" o (por la difuslOn e Olj . ñatas) Y re IgtOS

liv,""" púb\¡cas espa

DIANA MARRE

resultados de diez añm de investigación sobre los abll~O\ .t

cometido< en Irlanda [El Fais, 3 de junio de 2009; El ,,,,r,,,,,, .. mayo de 2009 y 3 de junio de 2009] por miembros e insti"" ti

igiesía católica, similares a casos denunciados también en luli.l. Unidos o Australia).

Desde la perspectiva de Caplan, en el caso de la antrol ,.explosión discursiva}) relacionada con lo ético no tuvo 'lw' con 1a gestación, aceptación y adscripción a un c6digo érkll. H a toda cieIlcia (00 sólo las ciencias sociales), sino más bien (OH rt de que la ética está en el ,entro o en el corazón de la discipJill;¡ lógica, es decir, en las premisas con las que operan quienes b en su epistemología, reor:a y prácticas; es decir, en todo eso QlH'

resumirse en ¿para qué y/o para quién se hace antropoJogía? Y, sentido f ¿necesita la ética de la disciplina ser repensada cada r,mIH po porque cambian las condiciones de la existencia y el queluu'r propia disciplina? ylo ¡la érica es algo que depende de los contextos en que se hace antropología? (Caplan, 2003: 3).

Como un intento de respuesta a esas preguntas y a lo qu~' estar sucediendo en la disciplina en España -reducción de los de trabajo en las umversidades e ingreso de antropólogos y .m"",(.14! a otros ámbitos del mercado laboral, creaciÓn del Colegio 1'",I,""nl

aprobación del grado en Antropología, incremento de auditorí:l~ v trol de calidad de las tareas inherentes a la profesión en el ámbito sitarío, entre otras-, de 10 cuai~ el presente libro podtía ser un ¡. hace tres décadas G. Appell (1978: 1, citado por Caplan, 2003: 5) que es precisamente cuando los límites de una disciplina se re,k cuando 105 discursos étícos se incrementan. Es decir, que Jos dchll n torno a )a étíca son parte del camino a través del cual quienes h;1(cll

tropología procuran constituirse como una comunidad moral. Escribir sobre antropología, reproducción y ética no es tarea Sl'II!.

Los antecedentes con los que es posible dialogar sobre antropo!01',1.1 y reproducción, antropología y ética o reproducción y ética son t.:~(."l\t ". Sobre antropología, reproducción y érica es ímposible porque los ('ion plos son inexistentes. Sin embargo, al mismo tÍempo que considero \1111'

no es una tarea senema, probablemente por eso mismo, creo que \'~ 1111

presdndible, al menos, intentarlo. Yeso es lo que me propongo hace!'''11 este trabajo:- abordar el tema~ <ll tiempo que reclamar su inclusión no '.0111

en la agenda de la disciplina sino también en la de las prácticas so(.:bl~'" \ las regulaciones políticas de las «nuevas" formas de reprodm.:cibn.

Comenzaré reseñando brevemente los antecedentes CX!slcntt.':-' ,,~! bre ética y antropología, antropología y repn)thH..:t:i()n~ p~lr,l fun'r ¡lH'J'l'

'( 1\EI'l\ODl.ICC10N:

o lA tT1CA LAS PRACTICAS YJ

. h tenido lugar en la repro-N1r los eamblOs que an d l s primeros países r- . do el' uno e o, , que la han convern " "d v adopción transnaoO-

d ión as1stl a. a de repro UCC más preguntas-d -o agregar' I "

'.o,cur.,"e respon er l" entre antropo og;a .. e la re aClon Caplán (2003) resllm I gla'

'J es la antropO o . y/o para quten

ANTROFOLOG!A y ÉTICA

" eros libros sobre antropo­se publicó uno de los pnm autores, una pareja com-

Ede! 1968 (19~9]), lOs" 1 p,imer capítulo y, póloga, ded,caron e

y una antro

mbas d'sciplinas hasta entonces la colaboración entre a 61osof~ se ocupaba de lo .que en la medída en que la paba de lo "que es' y, SI

que la antropología se oc~,. cos rentan una reladón IIIC'ow"'uchOS de los datos etnogran. s y 'justificaciones, mi' con sancione . ,.

actItUdes mora es, o , , n La vida cottdiana, o reiacWfi co b'

en que la moral opera en \ '~n con la ética en el ám Ita había tenido en cuenta SU re aC10 , 'ó

a través de \a reV1S1 n --n.d,ón que los autores constara.ron el que durante el pe-n . A h pologt.t en "

de American nt ro aliaron cuatro referenc13S

.~",era"1 entre 1888 y 1938 sólo h e modificó entre 1938 r 'ca Esta tendenCL3 s , de ética a

riohre moral o étl. , terés por cuestwnes I n mayor in b' "OS Y \'a o~

"ue percibieron u ." "a y la culpa, a o let" . Ed l .. Id ala cOUc1enCl ," (Ede! y e,

tCll\ilS vincu a os . " de relativisn10 etlCO :1 las ideas de JuStiCia o

O)} en relaci6n nO tanto

d "del1mr o acotar el eamp , d or con qué enten­

JlCCCS,I<l"a e • la énca, es e , 1 :anw)¡J()lo'g\a smo más blen con ~ cercanos como rnor3 ,

, q"é la díferencíaba de cont.:eptdoo5 sensación o,. incluso, cuca y " rdad peca , . u

\ b odad persona 1, 968 [1959J: 4) se vme -¡jere< 10, o , (Edel y Edd, 1 . énca Y

culpa o vergüenza d d' y dificultad de dtferenclar b' s a la neceS1 a . t de los tra .1)0

otr.1S LÜ::;as, d do en la m<1yor par e 'a suce len

"t!,O que LollnuU d . da • l' ética 'C 1 d quedó e'll enaa

¡¡nl!!)l"'o)?"} • 11959 esadmeuta IV d stan-, \ o pIOnero (e ' Q t for Mora n er

l' tl ."1'" 1 r,\ >.11 I:y úlld HIlIes. T¡'e ues I largo de todo fU .11 Iltu10 1'llt1Jro¡:o 1~,t:lll})91) y, de alguna manera. a o

I I I .) ,Id 1 ){,N .I,,,~ ( {,) ,

DIANA "'A!'\RE

el texto en el que los cotceptos y su carga semántica SI." I

permanentemente. Una dificultad que, como los propios alIlICl'rC!l festaron, también se vinculaba al hecho de que si bien tmltl,~ qué estamos diciendo cuando hablamos de moralidad, no n,,, mismo cuando observamos otras culturas o sociedades o . 1

mos rrabajos comparativos. Es decir, cómo estar seguros d(' qlle tenemos en mente es lo mismo que tienen otras personas () '111(' comprendido bien lo que traducimos en ténninos de moral L 10 que es lo mismo,. a lTavésde qué señal conoceríamos ,<lo DlOl ,11 y Ede!, 1968 [1959], 7)_

Casi cuarenta años después, Cap1an (2003) señaló que si y moralidad son dos palabras que se utilizan frecuentementt.· ,le r. intercambiable, hay quienes las diferencian. Por ejemplo, el Williams (1985, citado por Laidlaw, 2002: 316, a quien cit,. ( 2003, 3) señaló que la érica es cualquier respuesta a la pregul1l.: debería uno vivir?, mientras que la moral supondría un tipo Jl' tación que incluiría obligaciones moraJes, tales como reglas, tltol

deberes, órdenes y culpas, Por otro lado, Pels (1999, citado por ( , 2003, 3) h. sefialado que la palabra ética tiene un <significado que puede ser utilizado casi para cualquier cosa. Finalmente, ( concuetda con Lévi-Strauss (citado por Sbore, 1999: 124, cit,,,I, Caplan, 2003, 4) en que la ética, tanto sus códigos corno los 1 que la rodean) son (~algo bueno con que pensarH porque esos I mientos informarán nuestras prácticas profesionales.

Aunque no tengo la intención de realizar un estado de la 1.'11(· ... 11

sobre antropología y ética, ni tampoco una historia de la relación ambas!, si quisiera, aun a cOSta de reconocer que se trata de una dilación basada en la antropojog{a británica y norteamericana~ ,,,'gl"l'n'

do a Caplan (2003), reseñar brevemente los distintos momento' los que ha pasado la relación entre antropología y ética en las úh 1111."

décadas, sobre todo para conseguir una mejor ubicación del monWílll1

en que se encuentra actualmente.

Antropología y ética en la década de los sesenta

En la década de los sesenra se produjo el final ~I imperio cololli,,1 h" tánico en África, mientras que Estados Unidos estaba inmerso t'l) 1111,1

guerra en el Sudeste asiático y en movimientos internos sobre dcrn.'hn·,

l. Para un estadQ de la cUt'StiÓfi sobre d tema ver lvji~Js (200:\); (;J!,LIII (¿i)jll ",

n. 5); Evens (2008),

,(10 LA H\CA " LAS P"ACT1CAS '

'( "CP"OOV C C10N :

. iea norteamericana CurreHt An-la publicaCión académ olog!' a través de tres ar-

I 1 de la éuca en antrop b'j' d d En con-e pape . . bre Responsa: 1 a >J. ,

bajo el titulo "SimpoSiO s~ dad de los científicos SOCIales, analizaban la r.spoosabl I _\ 1 estatus dé cíenCla Y

_ I antropo ogas, e , del los antrOPO ogOS y l' a como consecuenCia

la antropologla, la antropO ogt odo rápidamente cam-1 ' aenunmu d b

la relevanóa de a IlllSm sí el trabajo de campo e e-desarrollada re1evantemen~e, huta así como la naturaie-

fuera o dentro de la proPI~U ~olog¡a naóa la propia de los profesionales de an(~~plan 2003,5-6),

d' dios estudlantes , - bun -gente estU .. a y _' b' en la refleúón fue mas a

reSpecta a Gran Bretana, ~l~ ía, el antropÓlogo j. Barnes

~~~;,.~~~:;q;~u;~e en la anrrop g i963 (Barnes, 1963). En A ' sobre el tema en d I antropología estaban

ltledida Los parámetroS e al" ación así como en de la deseo om' , I

, en el contexto 'f do y la ética de a . . cntO lD Ofma _

anonimato. el consennIDl rar ética de política Y re~ para señalar la _dHicu~tad der~~~:ional para la antropología

-,d"oc,'ón de un codlga etlCo P f estOS problemas " d los etnógra os que, - 211

al menos tecor a¡-se a 'norados (Sjoberg, 196," , \ V nO pueden ser 19

resue tOS" Copian, 2003,6-7).

_ ' l dé 'ada de los setenta y ettca en a L

. ~ al' las propuestas de relUven­de los setenta se caraet;;::;' ~el Atlántico. De acuerdo con 'ti tlntropología a ambos oS uestoS por un conjunto de ar-

. 7-11) cuatro hbros eomp c. d s Unidos (Hymes, ., ~ d --dos en ~ta o .,0lhlieacl0s durantela doca a - a (Asad, 1973) y unO en " 1) o en Gran Bretan opusie­

llerreroan (198 • un h' 1979) reflexionaron y pr I~aios (Hui:z.er y Mann elm, _ n" de la antropología desde una

, de «reinvencióni> o "reViSlO

, , 'd ncl~ro~ ética. .' " ontribuyentes reum OS e de

I L s dleclsels e . ' ón era -o -v'ui08 {e o h logy esa remvenCl 1

( 1 ~72) Reinventing Ant rOfJOal

' o disciplinario, en d que a , t person coro 1 ~ n el 10-

tanto un proyee o d laóonar la antfOPO ogla co -Ir!>j,\ r<,ponJor 01 deseo e red d l' • 1 la num.m a . ~ 1 pub lca-

~"'tr"'" ~'d hicl\l~tar 1. e de lOS tres artlCU os ~, , XI) uno de lo, autores bli - n Iíbro en los

1\"fI'l'ln;tn tl' - I .. LO~ 'Si bien pu co u I 1 ~;y en '"1'00 " I arglln1en~

.1 I'H (:urYI""l i\ut Jr,opo 0.... " ,,1 los "ctentrl en oS que u .. ,. _. " tn"'I., ... cnro~ 1,; •

l . " l{)hr/~lll)1l,1111\"\I U\ \t 1I , ,

97

O:ANA MAl\ftE

taba teiteradamente que la responsabilidad social y la érica p,

constituían una obligación moral para quienes ejercían la 01..';<0'"'.

el objetivo de crear una ciencia social honesta y humana, cap.l/. meterse constantemente a la crítica de aquellos a quienes t-':-.!

sus colegas y los estudiantes. Para Jos autores, mayoritariamente británicos, reunidos {'II

de Asad (1973), la raíz de los problemas de la antropología (' que ;;.ún no había sido capaz de analizar profundan:ente su fe"h el colonialismo y se preguntaban hasta qué punto éste había su desatrollo.

El más radical de los análisis fue la colección de articulos 'C'II1,<II el libro de H~izer y Mannheim (1979), uno de los productos del t

so de la International Unio" of Amhropological 'lnd Ethnologh,¡{ ces (IUAES) de 1973. En la i!!traducción, Huizer señaló que SI ,

debates políticos recientes se habían centrado en la «cuestión l:¡i

creía que era más importante preguntarse al servicio de quién (j I

realmente, la función de la antropología o su propósito y cuál Sil

para la gente in\lestígada~ Para ello proponía una «(antropología tÚ: I.t ración" (Huizer, 1979: 5, citado por Caplan, 2003: 10), renomb ... "t" él mismo en uno de los artículos del libro como «antropología 3ú

través de la (,visión desde abajo» que proporciona la discusión ell

ños grupos para hallar soluciones a través de la participación de 1.1 estudiada (Huizer, 1979: 406, citado por Caplan, 2003: 10).

Por último, hacia el final de la década de los setenta Se ron dos hitos intluyentes para la relación entre antropología \ la publicaCIón de Orientalism de Edward $aid (1990), a partir del los antropólogos y antropólogas nunca más pudieron volver a e;.\ I

sobre el resto del mundo sin temor a ser acusados/as de algun:l de «orientalismo» y el surgimiento de la crítica feminIsta, que no llamó L'l atención sobre la desviación masculina de la antropologi.(, que también sugirió nuevos paradigmas que impidieron volver;1 I

zar la humanidad a través del estándar único mascuJíno.

Antropologia y ética en la década de los ochenta

La relación entre antropología y ética en la década de los ochent;ll"'!I!\'l1

caracterizada, según Caplan (2003: 12·16), por el creciente imp'lC'" • 1.,1 femjnismo~ el surgimiento del postmodernismo y una presen(;l:.l I;lhl!l ,11

creciente de antropólogos y antropólogas fueta de la academia. Si bien surgió durante los setenta, e1 femínisrno madurú ((-pr 11 ,1

mente en la década de los ochenta y tuvo sus principak's úrg;¡:lo,> di

c:;1A. y RE!"II.ODUCCION: LAS ;>~ÁcTIC.AS 1'/0 I.A tTICA

en Estados Unidos Y en Feminist Review y Women's .tlvnal Quarterly en Gran Bretañ~, Se ocupó de, dl~ersos

con la ética en antropologla, pero lo mas slgnrfi­propuesta de análisis de las relaciones de poder entre e investigados Y 10 re:acionado con la ~{leoría del POSl­

-el standpoint-, es decir, el lugar desde el cual se hace

iD~le"lisIno, por su parte, tuvO su máxima expresíó? en la de ~os ochenta en el libro de Clifford y Marcus (Chfford

Writíng Culture dedicado a cuestionar .«qUIén ~s el es la audiencia» de los trabajos antropologlcos, En la

pensamiento, e1 postmodernilimo también reclamó para mirar(se) (desde) su propio bagaje cultural, asr comoel

efectOs que había producido sobre las SOCiedades estud!a. coincidía con el feminismo. Otros/as, Sin emb~rgo, sena­

el feminismo contribuía a señalar que habla g~upos a -mujeres, minorías étnicas o sociedades ~olomales-:-,

1e".iSlmo parecía negar la importancia de la énca a cambIO que desdibujaba el centro () el discurso .utontano al

de los ochenta, una de las más proHficas en cuanto a sobre anrropoiogia y ética, se produjo un cambIO en .la pro­

en Estados Unidos como en Gran Bretaña: a partIr de 1: de puestos de trabajo en el ámbito académICO que resulto número de antrop6logos Y antrop61ogas trabalando en el

la "antropología aplicada", 10 que ha empezado a suceder en

Srirling lideró en Gran Bretaña el movimie~ro GAPP (Group . in Policy "nd Practice) que respondIÓ a la antro~olo.

británica, argumentando que la antropol?gía aplicada re~ .. un ,egunda dase y proponiendo a antropologos y antropologas

de ser "mandarines"'> para convertirse en ~(I1USlOneros», que l:1s herramientas de la disciplina para beneficio de la humarndad.

línea, en un artículo de 1984, Akeroyd reclamó, coro? ant~s h<cho Appell (1978) r B.rnes (1963), que la antropologIa rema

con compromiso ético e intelectual,

y ética en la década de los noventa

U.I.h 1(')1\ cnrtT antropología y ética en la década de los noventa es­",If,I,"'rí/Jd,l, ,,,",,k 1,1 !ll'tspccriva de Caplan (2003: 16·19), por

el surgimiento en Europa de lo que se ha denominado «idell'

líticas», de más larga tradición en Estados Unidos, «elj"'I'dl"'"'''' importancia creciente de un discurso sobre derechos hum,,,,,,,, cimiento de la globalización y los cambios profundos aCon1<:1I ,¡". ínstiruciones occidentales de educación superior a partir del i lo que se ha denominado «lluevas formas de conducción () mOh y la denominada «cultu::-a de Ja auditoria».

Las POlitkas jdentitarias en Europa emergieron como la caída del muro de Berlín en 1989, produciendo en alg",,,,. conllictos violentos como la guerra en los Balcanes entre 19~ I Y o el genocidio de Ruanda de 1994, por no mencionar los Conll,,,'!~ nicos e identitarios de «baja intensidad .. existentes en diferente" europeos, España incluida.

Paralelamente, los discun;os sobre los derechos humanm 1,

un desarrollo creciente que para la antropología plantearon ,,1 problema de la pretendida universalidad, convirtiéndolos en ti" ra.ivo categórico qQe chocaba Con el hecho de que la «antr"l" procura comprender el contexto de los intereses locales» (Ha" •• Elsass, 1990: 301, citado por Caplan, 2003: 16).

A mediados de la década de los noventa, Current A"thropol(\~1' có el debate «Objectivity and MiJitáncy: A Debate» integrado por cuJo de Roy D'Andrade, «Moral Model. in Anthropology» (D'A" 1995), Y el de N, Scheper-Hughes, «The Primacy of the Ethica!' sitian for a Militant Anthropology" (Scheper-Hughes, 1995), ",1>", tropología, «objerividad» y «ética o moral., Con comentaríos de V" .. Capranzano} ]onathan Friedman, Marvin Harris. Adam MmeT. Nader, 11m ü'Meara, Aihwa Ong, Paul Rubinow, y réplica de y Sc/,eper-Hughes.

Desde la perspectiva de Scheper-Hughes. el rol de antropól()~" \ de companheim no son incompatihles. sino todo lo Contrario. Par,. 111 damentarlo comparó la antropología realizada en Estados Unidos, ., Reino Unido Con la que se ha hecho en América Latina, Italia () Fr,,,,, h', donde antropólogos y antropólogas se comunican Con "la polis» y .eI I't/, blico», y donde la antropología activa y comprometida Po!ítical1lt'rll' ,', percibida de una forma menos negativa. Por ello, 5cheper-Hugbes .\"0,,1,. ba que dados los .tiempos peligrosos» que Se viven, lo JI'ejor es en",,,,,, meterse y practicar una etnografía "suficientemente buena» que in""", reconocer --en el sentido de dar reconocimiento- a nue't"', '" ;"', ...

La antropolOgía, según Scheper-Hughes, debería insistir"" 1111,' , ,

pUdta orientación hacia vel otro." lo que requiere '<testificar" "";11,,,,,, guac" vinculando a la antropología con la lil".,,,,.;,, 1I10ral, "';1'1111'.'» '1'1<

lOo

"CCIÓN- 'LAS PRÁCTICAS y/o LA ÉTICA Y JtEf'RODv •

. ates Al mismo tiempo, "'~··''V"cié¡n" para las cienCias natur '." en "1 mismo '1 e constttUla el hecho de no lllVO ucralrs, Hughes 1995: 419). ' ' (Se leper- ,

moral y un tipo de .euca.. 1 de la década de 1960 re-de 1995, en el que resonaban lOS osíción de antropólogos

la base del conOCImIento y a p ,

990 n dIversos ugares, , 1 pero funda-¡¿,uantela década de 1 , e 'd, produjo una institu-

en Gran Bretaña y Estados UOl °osn';:~les de calidad, selec-d" , lnspeC<"10nes, e d"

de las au aunas, .. d 1 docencia en la e ucaClOn . , s y revISIOnes e a . investlgaclOne 1 estándares y la «transparencIa'. el objeto de asegurar os na forma de «audItar

fi ' al proceso como u . ' de Oleron· , 11 . M Strathern qUler.

a través de prmCJplOs., 1 men edítado en 2 • ., é"lCOS entre e os . 000

¡lIr¡:íoLIlos de doce autores ~n un t~t':.Jies in Accountability, Audit Cultures, A1ltbropo ogrca

the Academy (Srrathern, 2000),

ética en los inicios del sigla XXI

y . 20) con el11S, el 7J y el 11M, del 2000, según Caplan(2003: bl~ conflicto palestinO-Israelí

Afganistán e Iraq, el mterm~n; N te plantea una situac,ón latentes en Irán y corJ: E:tad~~ Unidos y Grao Bretaña

b de los años sesenta cuan lIgares más remotos del Im'ohlcr.ad()S en dIversas guerras en lOS ~u no se diStingUJó ni por

., I cuales la antropo ogla , en relaoon con os , tervenclOnes j' opUllone:s.

ro por la intenSIdad de sus III , te'ectoales públicos, , b a actuar como m .

exhortar a sus mlem ros l' puso en 1971 los Prmc,-' , Americana de Antropo oglU

l P, ro enerales se resumían

""nf"ssiol1,.¡ Responsa l' Y qu • l' tele,tuales tienen a bTt e en meas g , 1 '1 Ch ky sobre que os lO k Ic',al"Clo por N. oms d' d 'd las menelfas» (Choms y, de ,hablar de la ver a } e

Il1lill,Ollloau e 1 n 2003' 21). l' I e 32', citado por, ap a,' d d ué es mentira, a Igua qu

elllhargo, decidIr que es ver. a Yl~ la sociedad y de la cultura qué es o no ético en t~rmHlOS (1 . ue siendo lo sufidente-

. , de la ética personz , srg , (IHC se rr~ha~a, y no dificultar acuerdos mímmos, í.:omplcjo como para

• REPRODUCCIÓN ANTROPOLOGIA y ,

I d ción ha tenido, trad,-'.' 1, '" 'tri,.!." que aa op , . 2004. Mw. hoo., ,Hl!nn:.\ (OIlh..I('.~!_l.1: . I k. h :1I1trnpologl3 (B()Wle~ , t.IOIí,tIIlH'lIk, un rol pt:nll"fll'O t l'l1tto ( ~

101

DIANA MARRE

Goody, 1%9; Howell, 2006; Terrell y Modell, 1994) con es,",".' . tigadón directamente relacionada con el tema, a pesar de b ,",'\ de numerosas referencias a diversas formas de adopcíón y/o ;lCO¡'.l

ro en etnografías y monografías sobre diferentes culturas al ""1,, ''''''' mundo. Se trata de una escasez, que se convierte prácticamenh.' ' senda hasta los primeros años del siglo XXI, si nos referimos 111;1 ...

cíficamente a la adopción ttansnacíonaL Una ausencíaincompIcnsible si se tiene en cuenta que desdt.' 1.1

ción pueden analizarse los sistemas de parentesco~ !os meamí movilidad social o las formas de transmisión de la propiedad ModeJl, 1994). Un tema que, además, enraíza con conceptos c,.,,1 de la antropología social y cultutal como el de persona, {amili". cm, raza, etniddad~ clase., nadón~ identidad o pertenencia.

Hay quienes han vinculado esa escasez y/o ausencia al dediv,' tuvieron los estudios sobre parentesco durante la década de 1980, . a cierta forma de disolución de las fronteras que hasta entonces h. definido estrictamente los campos de estudio de la antropología so, t.1 económico, político, religioso y de parentesco (Carsten, 2000),

Un de.:live en los estudios de pa,enresco que había sido {}['o.'·UII de una larga década de 1970, iniciada por el trabajo de D. M. ~cJU)<,ld (1980 [1968]) Y la primera traducción al inglés de la obra de c. 1 Srrauss sobre parentesco (Lévi-Srrauss, 1969 [1949)), seguida., d., singular producción blbliográfica sobre el tema, cuya intensidad y ni

si 6n pareciera haber cerrado también Schneider con su trabajo dl' l' (Schneider, 1984).

Se trata de un declive de una década, cuyo final comenzó con \C¡, ,

de 11. Ginsburg y R. Rapp (1991), M. Strathern (1992) y M. I

(1993) tras las cuales, la revitaiizacíón de los estudios sobre paeeme,," anrropología se debió; en gran parte, a las <<lluevas» formas de parrlH"'l y familias emergentes de la expansión de las nuevas técnicas de repr\ I¡h¡;,'~ dón asistida, junto a las que o en el contexto de las cuales debe, t!e...,t!r. mí perspectiva} analiz.arse la expansión de la adopción transnaclon.d t'U

E'paña desde mediados de la década de 1990, Durante esa década, muchos países europeos occidentales !Uí"hli

caron sus leyes de reproducción asistida para induir diversas. f[)nH.1~ de reproducción: con material donado, subrogada (conocida t~lIH"¡t'¡; como alquiler de vientres) y «Otras formas de parentalidad social fl';.'flfI'>

cituída» (Akker, 2001). COI1lO consecuencia de cIJo, en alguno::. dv n,j !',

países, ~oruega entre otros, las nuevas tecnologías de reprodH;."(j':>l1 \ la adopción transnacional son consideradas ambas formas til' "VlU o ducción asistida, en la medida en que constitllyt'll b" opc!oncs ;'011 (jlll

1112

GiA Y REPRO')UCCIÓN LAS PRAcTICAS YIO LA tT1CA

o pueden concebir _-normalmente» para re~ 1t.",lili"s q~a~re 2006). No eS el caSO de España, ~u}a ley

y '. 007) robablemente, la mas mclu-Inter~adcio:~le~7~:ctuali~~: según la cual, cualquier per-

OCCl en a . ra convertirse en 'adop·rar sí ha sido e.alnada como apta pa 198 o' d

'. 1 sucede en aproxímadamente e ro.e adoptIva, ~ que. n la casi totalidad en la instanCIa

en pnmera mstanc¡a y e o en sede judicial. los , e l' (2008) han señalado que entre '

y Btrenbaum- arme t T 'ó , sobre las consecuencias de la un rl.a.CI n

la antropolog.ta, "d los últimos treinta afios, de reproducclón aSlstl a en .

d~ que su ¡sola e~istcnd~í::~s::;~~ 1:~:~:~::oaPt~~:~; tormas a ternattvas d .' ~ n

en la medida en que las tecl1010gías de tepro. UCC1~e . 1 arentesco euro-norteamencano

han convertido para ePI . f T d d (lnhorn y Bi­en la (,solución natural" a a m ertl l a

rarmelll, 2008: 182). d "asis ~ ¡as autoras, las tecnologías de repro UCClOU ,~

iMontl,i;b<:"nl'C~,()ana una pluralización de las nociones de vl~culaClo '" ? como a una noción mas dmanuca de lI'flotesCo (reiatedness), aSl 03 20(6) del parentesco ~taml<,ntl)" (kinnÍftg) (Howell, 20 Y Y h h ¡ S +. . ~ - , ruralmente dado. De cc 0, a

en consrruecwn. antes q;e na bíén han introducido la ambi-de reproducclOn aS1Stl a tam arentesco incluidas la.~

la incertidumbre en las relac~a':;'sv de :rernidad (Col1ard y De . fundamentales de materm ' . .P de un amplio conjunto 2007) a través de la lllcorporaclOn h B·

b' 1" de parentesco (In orn Y l­scmi o pseudo formas 10 oglcas

. 2008: 182). 'b 'd sígnifi-" de re roducci6n asistida han contrt Ul o

t"cnologra:'. ~ '1 distintas etapas y actores que Iom,,,,,,e tamblen a dt,:rencla;n ~ro o hija. Una diferenciación a

en la produecrou de J. d d subrogada al «cuestio·· lmnbién ha contrtbUldo la matenu ~adre con su hijo o hija,

el int'lsoluble vínculo ~~e dU~~ ~i~~~as maternidades: genéti~a, ,da" marernt a , 1 'endo la robable eX15-

. adopti~a Y subrogada, e me U} I 1" ~ hiJ' a (lnhorn d b'); kas» para un so o 111 0

, ,le vari", roa res" >O og , b I hecho de que la 2008: 182). Sm cm argo, e

I"'rll.h ·annl-UlrITlt"l, ha a sido reconocida legalmente en much~s IIIltrrn.dad ,,,ht<>¡.\.da nO y _. Es aña entre ellos), y los dt­ro'"'' ,!t.¡ IlHmdo,.europeos mcldUlddos (, p dan cueuta de la difícil

. ¡"' l' "1 (1m: ha a o ortgen, , yrr".~ (,1,1):\ IIIt 1t:1.i l.', . I 'd d múltiple o plun- o ¡1tt.\'t.KIÚU qlll' tll..'tll' ltK.b ¡orina le ¡n<lterUl a

1111

DIA~A HA,IUU

comaternaje (Collard y De Parseval, 2007; lnhom y melí, 2008: 182).

Finalmente, las tecnologías de reproducción asistída ramhH"n naron la necesidad de la relación heterosexual para tener UIl

(CadoTet, 2003) .1 incorporor la figura del o l •• donante" p.,," contribuyen con el material genético reproductivo como ov,""",,',,, y/o embriones, permitiendo la maternidad y paternidad a terosexuales con dificultades para concebir, a mujeres solas y ., femeninas o masculinas deJ mismo sexo, si se suma en el último gestaci6n subrogada (Inhoro y Birenbaum-Carmeli, 2008: 1SI),

La legislación española, a diferencia de lo sucedido en ot,.", ha mantenido desde la primera ley de reproducción asistida de en las dos modificaciones pardales' y en las reformas de 2003 y la prohibición de la maternidad subrogada y el carácter anón,,,,,, donación de material genético reproductivo, incluido tiempo que ha dejado en manos de los equipos médicos la imc' ,

2. Ley 35/l988~ 80E de 26 de noviembre de 1988, con corrección de ROE de 24 de d:ciembre de 1985~ autorizaba la donaci6n anónima de semen l' sin fines lucrativos a Centros Autorizados,

3, La ley 35/1988 ke modificada por Disposición final tercera de la Le]' { 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal afectando a los artículos 20 y Sentcncía 11611999, de 17 de junio, del Pleno del Tribunal Constitucional ',t"cl. .. ,,1Q

artículo 20, 4, Leyes 4.'5/2003, BOE de 22 de nQVienlbre de 2003, y 1412006, BOl::

mayo de 2006. 5, El :llcremento del número de embriones sobtantes llevó, entre otras. ra/.lIu ~.

la reforma de la Ley de Reproducción Asistida en 2003. La ley 45/2003 limitó ,1 111".

OVOettos que podían set fecundados demro de an mismo cicio, autorizó la conservaulIII semen duran:e toda la ..-ida del donante y la de óvulos con fines rcprodllcdvos y la (JIJlI,I' de embriones sobrantes sólo con fines reproductivos. Corto conseé'Jencla de la entr.ld,1 I'It vigor de taler, en octubre de 2004, un Ce:1t:o de' Reproducción Asistida lanzó un Pn¡~I.Hlh' de Adopción de Embriones.:onvrx;:andoa parejas o personas a adoptar embtíone~ ""hLlII"

tes de procesos de reproducción asisrida c:.Iyos propieta:ios no habían tomado niq:IIII,' decisión sobte dios, es decir~ que los habían «abandonado". y hubieran pasado m,l~ .l •• cin¡;o años congelados, A principios de septiembre de 2005 nació en Barcelona 1. .. 1 Pi IIl1n

níño adoptado siendo embrión de una madre sola, de 41 años; que declaró haberlo ~~')¡I¡ do propio desde el momento en que se supo e!TIbarazada y también fiÓ esrar preot.:lI!),h! ¡

porque su hijo tuviera dos. ·~hermanos_,} (nacidos de los embriones producidos al IUbllll.

tiempo que el suyo) porque el equipo médico le habLa asegurado que eta impO'iihle qw.' ",' encomraran en toda su vida (El Pal:'. 3 de septiembre de 2(05). Enrre los interesackt.;: l'lI ;,~(,

Programa destacó desde el inicio un grupo de parejas iralianas, en su mayoría t:on 111;"" que concurrían acompañadas por el sacerdote OTeste Bem:.i. presideme de la COIllUIII\~.I,1

Papa Juan XXIlJ y «muy conocido en Italia por so labor a favor de los marginado:-,. ~o\'¡,II," (http://www.cimadinic,comfplantiIJas/plant __ l J ,asp?-contenidoc=411& meml =1l~5),

104

LAS i'I\ÁCTICAS '110 LA \:TIC}>. "( r-.EI"I\ODlJCCjÓ~;

1 la responsabilidad en la

Y receptora asignándoles < 'roa similitud fenotí-!leen a ffii;1Xl ~ .

para que garan ~ como las "ma.Xlmas , entre unos/as y otros/~s) aSl eptora Y sU entorno

'\id d n la nlUjer rec 1 ' compatib' a ca , , h mantenido desde e pnn-

'1 " tamblen a - 01 la legls 3CIOn b da en territorio espan de la maternidad SU roga d han nacido fuera

, ' , gIstral cuan o sU inscnpclOn re has pareias y personas de 2009)- por lo ~ue ~uc ct"almente en India,

, ' I n CruHorma y a 10 000 ella, imela mente e 2008) _alrededor de ' ás accesibles (Smerdon" ' (El Pa{s 3 de agosto

!TI 25.000 o 30.000 de Cahfornla- ,

-iódi"o, 14 de junio de 2009). h so de las técnicas ... , d 'rsanas que acen u " b

que el numero e pe 'd . larmente, Sm em argo, , h pandl o singa tra· asisuda se a ex d' 6n son altamente es

f s de reprO UCCI C li que las nuevas, ~rma b 1 (lnhorn Y Birenbaum· arme ,

, a las ehtes glo a es d 'n en otros lugares del .trmE,·U'~ d' , tes -o suce e au 'ó 1 es Como suce 10 ,,11 ',el aborto por aspiracI n, a , -

la píldora anttConcepW,a, el dia nóstico preimplantaclO' , 'rgt' ca la amnlocenteSls o g. 'bies para mUieres de

qUlru, d' ón no son acceS1 C formas de repro UCCI , 'b'l' J-d de tiempo, amo

f ' v dlsponl tloa h bl' ingreSOS, pro eSlOnes. ~ ri en chino con la qne a e

dre adoptiva de una mna de o g China en 2002 sobre los roa de familias adoptantes ~tl'd

ducción a'Sl.stl a: con técnicas de repro

~ ros ~05Q{ros no tiene re51.dtados maS segu . [ 1 p mu-

adopción es más barata Y. , sin saber qué pasaría. ". 3.ra, , trontar más tratatnlen.ws "por razones econom1C:lS,

, _ a 000 ción es su pnrnera opc:on, mUieres la P 'hT dad de tiempO.

pcr<l ta!l1bién de dtspom t t • 'I'd I , de dispombl I m

1 ncS económlCáS o E \ ' otras sin embargo, as raLO . I als donde adoptar" n os

'b' 'n inciden en la eleccIón de p, donde lniClaln"," tam le ", ,>' fue el <ontmente

. ' b' AmerIca ~ttna anos, SI len

1 '1",1\)" _ uc solióxaron una '\I.Or

lIU1 ,

"'1; 36% de las familias catalanas q . cción asi:.;.¡ilb (h!IH 1,10-1 ~I'''' ~. En 200, solo eL" te un tratamiento de reproau , I lIV('r!,>,I~ I.lIIIIII;I'. y

, _1" do orevlamen '6 llusn.u:;¡on;l • 1 h;\hH''\re:ul1,3 . b "raba'lotnadopCl ntr .~ d J "·,,,~(''',l\kl,lf\H' . - _, 'e ace qLle 'w "mas e l IJ~ ,

F¡j los {!;ct-ll11.)S q-u t· rencía por adoptat \'IrnoS o 1 1 1" {, .. finl\'n'~, \. I tllWI f ,- k.l;;1I pre e e contrü l,- '

_ h¡m \11'-,\1'11, l:\>LH 'J'\ la" primeras cosas corno 'd 'rl , \1 '1".H ,,-,IIII~' \\\1

\ l1orcO l~oyll ~ len carg:.' t·,. j

.p.tJ qH~' hu 'h.:f.\H JI" l ' ' '1' la" jumbates me ¡mi' 1" '''' li'o~ .. r IIlH 1.1 ,.1 , lo'> 'uuh cnU~ e . . orque ¡', (h tn .

" ,1"lont.-. "Iwr<i\!t ¡ . 'nero qne camlru:''' o "P, "\, <oH)!\ :', 1'f-!m 11,11,1', , 1")0 I'}or lo '111' flrc ¡ I s a Vlerne'i ( e ' fl1hlt' ¡nllt to m'ml . _ :n C¡¡¡ahIl1;) \ti> uC une

. hlw ¡tnfl,\~ qU( 1. 1"11 111.,,11,11 l\llt!) '>'

te la mayor parte de las familias es¡>añolas adoptaba, "ce!,' 11

la.., condiciones tener que pasar en el país de origen cntre (tull ti

semanas, cuando surgieron lugares que, como China, pernutl ver la tramitación de la adopción con una escancia de sólo 1111.'

o diez d[as~ la mayoría de las familias escogió esa opción. Algo similar ocurre en algunos casos con África, pero P¡ Ir

económicas. V. Alcaide cita a diversas madres que señalan:

La tJrÍmera idea que tuve no fue adoptar un niilo negro ni ,111

asiático, al principio quería uu mño blanco,,, a medida qu~· 11

rido en la adopción y he visto cómo funciona y he LUUU<c""

ses y he preguntado en las E[ntldadcs] C[oJaboradoras de! :\1 l[nternacionales] me he ido dando cuenta de cómo funciotl;L pio fuÍ a pedir información a los países del Este y ,,-¡stas 13 ... dI!' para adoptar aHí y los preóos descarré que fuese blanco. El pri I dícíonante es el dinero~ yo tengo un sueldo normal y con eso vivir, éstos son los ¡>afses más caro~ los descarto de entrad.1. me he ido acercando a otros países (Alcaide Udés, 2008: 66).

Unas condiciones, las económicas, que según Alcaide propr, . jerarquización de los países de origen:

África me atrae también por el dinero, báúcamenre Rusí,] es d~,,,()d I

euronet.:s empiezas a bajar el listón, lo que sale mejor es Kal~j~LlH, de Bulgarú;¡ ni Polonia", Vietnam va a abrir ahora, Nepal ha cerr.h!' t, está~ ya qne Sudamérica está cerrada, los mono parentales [amhiL"li en C"lombia que funciona latal (Alcaide Uelé', 200S, 66-67),

Pero no sólo los países de- origen se jerarquizan por circun"clIh económjcas, también quienes ac<.:eden a esos países:

Hay los pijos de la adopción que se van a países del Este PorqUl' <"

recen más a nosotros, la gente l1dopta en Rusia para tener un hl)n parecido, cuatro mH!ones cuesta ... (Alcaide Udés, 2008: 67),

Contrariamente a io señalado por M. lnhorn y Birenbaum-{ ::III11I'h

(2008), e11 el caso de España, la difusión de las técnicas de repnxlt",r, 'lO

a:ústida, más que contribuir a marginar formas de maternidad y p;lln 111

dad vinculadas a la adopción) contribuyó a su aceptación al «noruwIJl.iI .. 1a idea de que la reproducción puede incluir más de dos p,,'r~on;l~ , .d cuestionar la «tradicional» oposición binaria entre la -,<natural" I!

producción bíoIógica y la -"sociah)~- reproducción aJoptiv.l. Al 11l/l',

trar como posible la reproducción sin sexo, los tél'ni.:;.ls !.Ie ft'pro.llll_' ¡nI!

IOr,

. . lAS PRAcnC/d. YíO LA Él'lCA 't REPRODUCCIOt-t.

od " , iniciada entre sexo Y repr UCC10~, .,

seu'."'"'''' d d 195Q con.la d¡fuslOn de '')(:ck!entales en la déc. a e d 1980 .. Es aña sólo a partir e ' IUnque insralada en p d en el sexO helero-

l... só de estar centra o d hi;o o 111Ja pa, . ~ deseo cuya existencia es uno e

ser una ta.mlh..a~,. Un f" ales y técnicos encar~ b los pro eSlon ' d

a compro ar por otorgarles el certifica o a las familias adoptantes para senda o sustitución

d pción y cuva au ou,eridopara una a o . . de COluportar una nO

de solidaridad o altruISmo pue

4) señalaron en 1994 que la ao-y J. Modell (199 d la adopción en ge-

.> do escasamente e " d se habla ocupa de las políticas Y practteas e

habia hecho aún me~os 1 consideraron un ejemplo sociedades occldent~ ;5, ~ encuentran interesante en

~nl:rolpólog')s y .ntropo oga "d I del ámbito de lo al . or eonsl erar o . P

ero no en la propla, p h 'd J Model! qOlen, . al que ava S1 o . I

"rivado, No es casu \ 'nterés ce la antropo 0-t' 1994 e escaso 1 -

señalara en de las primeras Y mas 1)1)(0I01J, Ella es probableme~e t~a Unidos en la ausencia C'X,eer>C1()lle's· para el caso de sta 105, social en mnto ha

, d 'd la .ntropo ogla , -adopc,ón es e _ I d pdón en ese pals a

. mte anos a a o h" los últimos ve, b' l' ' as adoptivas, hiios, 'las

testimonios de íamIllas 'Oso;~C',d~pci6n (Modell, 1994; , involucrados en proceso b' incluido uno sobre , Sebachter, 2009), E~ susd~r~a~r;;ento y los adoptivos

... f,iel'''" en la que los pa reS antienen alguna for-. en algunos casos, m a-

conucen stnO que} d na relación que no crea P eUa sostiene que se trata e u I familias de nacimiento

d " ldades entre as " - a que }as eSlgua , en mUV presentes en 'lomas y se manuen ,

f<worecen a estas u "Modell 2002: 70), adoptivas estadonn<dense

s ~ Estados Unidos, Claudia Fon­<lile], Modell para el caso ~ t años sobrela adopción en

Cro!>;'I,'" do durante los últim,;", vel~a e ublicación del artícUlo de Smsil. 56\0 un año despues:cea puhlicaba un libro (1995) que

Y 1, Moden (1994), C. Foo, I ublieados previamente en , ' ro de amcu os P "d no-r ,ulI"liaba un conlon , 1 epto de dreulacl6n e me

1 1', ","uñado Y defiOldo e cone . b"I'd d encargadas de la lO,')J,l.", , edes¿esOclat13 'l

IUI' tt'krir:-.\.' :l ht'\ dlversas r, ~ s o ulares brasileras. En aqu: , 1 ,.il'" e hijas entre las cln,e.- P PI d'o de las cada vez mas

.\ , ( . '.' l tambIén e estu 1 • l .:"IIII'!1.IIIIO Illoro, FHIl:-'CI.:J 11llC1;1 Xl t ,', ros por familias extranJeras, a IIi'H~\'" .lllt1pd01H'S ,le !lK"110fl':-' 1t;lSI e '

1117

.

DIANA MARRE

que dedicarla luego una parte SUstancial de sus investig.I'" de proponía considerar como Posibilidad, especialmente I'."~ adoptados no siendo bebés, la pUesta en práctica de una i tiva» capaz de sumar la filiaci6n adoptiY. a la bi

ol6gica. /''''1

bajos suyos han mostrado la elicacía de esas rc.des sociab ,." de niños y niñas, tan adecuadas como las familias nudearr." no sólo ha cuestionado el Sistema de adopcí6n internacio".I' implementado para adecuarse a la COnvención de La Haya d,. I también la aplicación indiscriminada de tratados y cOnyenciofll" cionales que no incluyen -ni consideran_ la existencia de turajes diíerentes a las del ámbito del parentesco euronOrt"

LA REPRODUCCIÓN EN ESPAÑA

Como en otros países, la adOPCión trallsnacional en EspaJj" '" debido a la escasez de niños y niñas adoptables, lo que no inexistencia o escasez de menores tUtelados por el estado o en nes de Ser adoptados si se realizasen ciertas reformas legísl,II1

7. EJ cambio de sigJo traio consigo Uoa "cxplosión" en Jos "abajos sob,., ".nsnacional desde la anr'opologia e" fO""a de micojos, Jo que sc .eneió tic del nUevo siglo en !.. aparición de diversos núme",s monográfico! Family

(2QOO); Lawand IWciety Re"",,,, 36í2 (2002), SOcia/li:xt 74i21 (2003) -~.v,,"'''''''''''' Toby Alice Vúlkman J' Cindi Ka,,_, fue ceeditado en 2005 COmo Jibro (mi.""". joumol o(Wo

men', History 19/1 (2007); CNldhood 14 (2007) --no compl""""","

dk.do a la adopción-- r JO"_I o( Loti" Anteriran ahd Gzribbe'ln Anthmpo¡."". , (2009). l:n. tendencia símil" '" prndujo en la pubJicación de libros conjonr", I y Brígg

s, 2009; Selman, 2000; VoJkm"ll. 2005) r de monograflas yetnograri."

adOPción tr.nsoacion.l (Doro\\', 2006; Howeli, 2006; Leüuweave., 2009), a" """, la realización de re,;s docroral", algunas de eHa, realizadas por adoptados ".n",." mente (Húbmette, 2005; Klm, 2007),

8. En 2002, la pr",ideOla de la Coordinadn" de Asociaciones en Dcf,""., ,J,. Adopción y el Acogimienro (CORA), en Su compa'<cencia ante la Conusión /S,'" ,.1 sobre AdOpciÓn lnrernacion,1 dd Senado, solicimba la -l11Ddif.cadón de la legisla,""'" ,J CÓd,go CiviJ en pa"klt!.r, ro" el obje:o de clarificar las ralones por j" cuaJcs 1", p."I" , [biolólIko'J deberían perder la c""odi. de su, hijos. De esta ",aner., los ITICM"., """

rucíonaJÍ1.ados podrían <er adoptados por familias español"", (Comisión l'speci .. I'"l." Adopción ¡memacional del Senado, 23 de sep,jemh .. de 2002), Hubo que "rer." .... " años, hasm nnaJes de 2008, ya casi un año de sancionada J. nue., Ley de Adupción 1,,,, , naeJonal, e128 de diciembre de 2007, p'fa qUe se constiruyeca un. 'Comisión E'pn '.d ,1, 1 Senado p>r. estudiar 1. Problemática de la adopci6n nadonal y 10$ remas alín., "'1 ... ,,,,, , dos COn ella, COmo acogimiento, desan:paro e institucionalización" (el '"b<apdo " ""." E11 de octubre de 2OV8 la prensa (La G4<et4.es, 1 de <>cmbre de 200B) "cogla h "",;"., .1, la apwbación por unanimidad por el Senado IDS. Pleno dell de om,b .. de 2''',". l' """

y REPRODvCCIÓN' 10 LA ETICA LAS P/tÁClICAS y

, . o que ha pero b' star economlC 1 facilitada por un lene . durante más tiempo a ' autonónucas asum1f hay actualmente ""'''~':'v .. ;:~ d 30000 menores que R _ 14

los alrededor e, . I españolas (El "'s, administr~ciones e~;tal~s d~ julio de 2009). Lo

'007 18 de juma de 20, . Suecia o Irlanda, '" U 'dos FranCIa, L _ España de Estados nt , . I es que en EspanJ, d ' ~ n transnaclOna ) _ do índices de a 0.t:

C10 donales está acompana

e ¡ndice de adopCIOnes tran,;~a Europea (1,39 hijos p~r m

ás bajo de la Umon F. c'la (2 O), Suec1a . t s que ran , ":":-.. ., del mundo, mlen ra d talidad más altos

1 • dices e na d (1,85) regímaron Ins~: 2008) al tiempo que E.s:;. os

(Reuters, 3 de JU 10. ro d~1 mundo (El Perto ¡CO, I . dice de natalidad mas all

d dopción nacional y e 10 también a to e a 2008) ¡Ultto a uno

familiares.. 'd I década de 1980 y media,dos d~ entre medIados e a _ a,ara de ser un palS en e de 2000 para que Espan: p ~ niñas para adoptar, a

familias europeas bus,¡ban m~:ero de adopciones transo I segundo del mun o en n 'onales por habitante y en c. en adopciones transnaCl

y el pt1mer~ . 1941 nacido vivo! . hibidos en España entre,

estUVieron pro l' da por decrero y se nn,,:,,,;:y:~,;c ., fue despena Iza der la anriconcepclOn 1 establecían que «ven ,

los artículos del Código Pen~ que destinada a evitar la pto­alqUler cosa divulgar u ofrecer cu

32} del PSOE, )' de los grupos

(BOCG 2~ de ~~:~: ::c~~~!· ;~~~ ~hP~rC~I1Sma i~~;: ::;(~;l:e~!!~;:~ y nuXlO , . ~ de dJC a o d ')n"S I

: 2008)- de la "eamn OCG 6 de octubre e .m' , , . de. las Ca.te,! Gencrale'¡B : De o,"e del Grupo

: en el Boletín O/iCfdi de .L Educación, PQlftica SOCial y h bP, do alrededor J" , ! portavoz lIC' por qué a len ~cgún exp <co e . B·' el obietivo es conocer d los cual" un 10 ~n en el Senado, Marl(d' ~dera~(úrmas de tutela d.d t:sradoch0' e, mos niños v niñas

ba)' () ¡suntas d unos OCle, '" mil menores ·_Joptado sólo se a optan r en torno a las (meo .. parll ser au ) , 'onales ('sran ,

lo, ",qurs,,,,,. ue las adopciones m'emaC! estudiar algo que paree'" por año, mientras ~es"ltan demasiado! paca emp:, :ci,tiv, está el inaememo . Cinco" se" anos h ce pen' .. que, nas la >cm l~ 2005 que ha prodUCido

' en 2002, lo qlle a 'onales registrado des e 2008 debida más a ' . , ",nsnoc, '006 2007 v , """'" Je las adopconne. es l"nsnacionales en. ) • r " i s con el COO"'CU<I1te

lJi,,,u"'I<'i60 en b~ ad~pC1on a un' disminución de la, so :":oe; emociooal para las dl,j .. nh'Hk:-. d,' rl'i

u111mc.:

llon ~IUt~{iaJes imermedianas, yecon mJ

.' . -o par;} .b < n ... ,¡,,,,,,, ,·",""H... . . 1 Q7R).

,.... ) ~ J "ptrcmbn de . './i11h,I". ) J7'i'7H (1{( JI: ~!t.' _.'1 e í>, I} RI",II 11'<- fHo __ ." ,

10')

~readón era delito». ¡'zadó '." E!11981,seaprob' 1 , d n ~Ulrurglca voluntaria fu d o ~ ey de divQrcín11l,

espenahz6 el aborto b " e espenahzada en 1981 " 10 q á alo tres supu " , ) ,."

Ue est actualment 1 estos aunque no 1"1 md'd eenpeno .. a,)('(, e 1 as que posibilitaro prOCeso de reforma!l U

y consolida, como 1 n Un Control de la natalid d' 11 Ven 1'b o muestra la pro. a que ~I'

la , re de 1. pasóJI "puesta de nueva I " Esp ~ "' a POStco:tallZ ey (e , -, ana paso d .

la UE ' e tener uno de I " , una t (2,dS hIJOS por mujer) en 197, os mdlces de natalidad ",,,.

en ene!a que h' 6 " ~,a tener el más b . ( ~ dió desde el 760 ram len s'guió el índice de ajO," ¡, 1, ) "11 de la Uf S" ' en 1975 al 5,04 en 2004 '4 nupela ¡da" '1"0 e . 1 b,en, después de 199, 1 " actualment" "" ,. n parte por Jas parejas COn J ~,a natalIdad comenzó a .

estaba en 1 39 b" a guno de sus mie b "" ~El Pafs, 4 de oc~%S p~r muier, en último lu;rr~~ ~xtr<l1J~cro. ¡erIJ, U b ' , , re e 2008) cuya d' os 1'"'''',

n a,Jo mdlCe de natalidad aco me !3 era de 1,52 fúios mpanado de la med' "

IJ IILt ..

10 Ley 3Ú/1981 (J10E d d.;- 15/2005, de 8 de '1 e 20 de )ullO de J9.81 mJento a"d en j. JiU, por In <jue ~e mod¡Jin )o¡Esra ley ha Sido I

m,jrena de sep' ' rOn e CodJgo e f la""""'" ·"dl SUprlfin la ex genc,.-¡ de Jt,:,clon y dworClo. con 1 b HI J' 1 {y di

1 L Ley Orgánt 9:¡cparacwn P!'CVJa. e o Jeto de .¡~J¡zar 1". ¡ t

11 L ca 91H (ROE d n en 2 ~ il Y &CUc'ltn 8ayer~ Schm e de lullO de 1985).

007 ha mo"uadQ lIg Pharma .robre An 1997 aj 80% ed 200i QUe ~ Uso de los métodos ant! t1C0!1UPcl0n re;:¡lj741., I , /1 se con la Cúns J'd \..Oll<cepp\01I ha

guros y re\'ers¡h¡e~ d 01 aeJan de la piJd J Tla~<ldu ti, I {4 1 %) en etntnent d J ora v e preSer

, } ntasculma (43%) o e os JtreverSIbies . V3

tl\!)COIl!l' I

r 3'11UO!¡ (43%) o l' } orros siHCUtaS comú el ,C(jdfTlO la esreriI1z,l\hlH I ¡

de ,(),,> wiUa:Jos mlen:T~;ttU$ ~ftleTrúPtU$ (2~S%) EJ pr:ero o Ogino (O,5 1

},,), I '\ donde la pfldora e el que píldora se sItúa en ellO 3

e:;artvú es el usaJ¡~ 1"11 ,1

en Remo UruJo ~,~~~nnconCeptlvú más usado !45,H iÍJ 'F } IT'uy lel;)>; del plrrli '() ->. o en ltaba; (L V ,en rancla 38i% .. mUntUildes antón (l Oz Dlgttales 24 d ' o en AJell1 OH ¡

aborto ftbre h""ra Jomas

• Como Cara/uña, se f::a 'p,' e octubre de 2iJ(7) 'IJ " ...., as caWrc • Opuesto e d

permitirlo hasta las velhttd' e sentanas (La Van;5>1ürdia 2"l de°n~ erar la po<,¡hd de las ge~t1Jntes son d t os, por malformaCIones o'" • j.... a rJi de lOON), ¡ ,1 I

13, A fi 1 es avorables» (El Penad.' 't ~l ao;: CondlCtone~ """'" '<''' ',,," .... lOS d na es de lús aJios setenta ,cho • .d de abril de 2(08) ,

lanos, mWtltras qu~ ae 1 ' en un ospíCal de Ba 1 " 54% correspOnde a lliu e'e C1Ja mente no se sUperal1los 3 5 rce ona se arcodí 111 < l. 11

Y Ob~terrtcia dp[ Húsp,:af ~ ~n~tgrantes, "E.rurel'lSra al ~f. O~ ;uuales, de jp~ \ ¡¡ d, ~, 14. In!>l1turo l\aClOlJ ¡ .J: c~ ar de Barce/ona" (El Per.~ J (' SCf\",uo tll' {q!\l ",f"l4flf

lfie e~1 L a uc ~radíst' 1 hmli:O 22 J 1 1 . ""ÍIle;)asejcDt/um'M~/k lea, ndlCadore D _' (; ,1 lit 11, '1111'/ 1 ~. -7?"lft20%2F ~ . emogrd/iu 13.

L CaralulJa lawlr. .. , d P3l8&O=lnebase&N_& !S '¡Sll1h(f"'j> \1.~~1I tnrcrnaC10f]il!e~ 00'. hablr ,Ufllaa autónoma española Con ,- L~(,). 1, 14 en 19'5 y llegó a <14""6 tC

2de Lpana ) del Inundo, el maYOr Jlldl~t· 11

" 1<1"1" "'H

índl tu . en 00' c ' enla 1m 'lItl ' ee~ eron en 2007 d 1 Q7 omo cnnseCUC1J(lU{le J 1 nt.h 1 If llld Id !

t', frente al 1 ~ l dr; I 1,.1 n.n ¡ hl.l,1 JlI, lIJ'1 IlIt, , ,} 1'<11 1~1'J1l "'"

IIn t!ll) lí!1 11111 AJI! '" ,

IIU

,Q"<',,'"'A"t UPt:I;ODUCCtÓN. LAS PRACTICAS "10 LA EnCA

pri,nel'a maternidad de la UE desde 1997, que pasó de 28 a 32 en 2006.

de 2006, cuyos resultados se difundieron a principios que seis de cada diez mujeres españolas consideran que

~uncansu vida laboral, siete de cada diez en el caso de mujeres y 39 años. El 56 % de las 10,000 mujeres del estudio asegu·

maternidad les obligó a reducir su actividad o interrumpir su 28 % se manifestó convencida de que, tras tener a su pdmer cerraron las puertas a las oportuIlidades de promoción en el 17% reconoció haber tenido que dejar de trabajar definiti­el 8 % a.-;eguró haber sufrido discriminación en su entorno

el 42,6 % de las mujeres enrre 20 y 44 años manifestó que tenido hijos aún y el 19,4(;;0 afirmó no querer tenerlos, una incrementada entre las mujeres de mayor nivel educativo que

hijos j' lo hacen más tarde, a los 33,5 años de media (Del-

nC()fporalciélll al mercado laboral de la mujer en igualdad de con el hombre conrinúa siendo una :asignatura pendiente en

Las mujeres y los jóvenes -por lo que en las mujeres jóvenes se la desventaja- siguen siendo los grupos con el Índice más alto

IIIl'P"'O, así como con los peores contratos y salarlos. Asimismo, . y demora en la implementación de políticas de conciliación

laboral)' familiar ha sido, en cambio, sustituida por uo. am­y liberalización de nuevas formas de reproducción, como

OOdUC'Clón asisrida y la adopción transnacional. últimos años se han producido avances17~ asf como hechos de

valor simbólico, como la designación de mujeres al frente del y del Parlamento por el anterior gobierno del Partido Popular,

'formación de un gabinere ministerial con igual número de hom-

2007 los nacimientos de menores de padres exrranjetQs crcderon el 16,S'Jfo en lo¡; de padres españoles decrecieron el 2,8 q-t> (Instiult d'Esw.dfsdca de Catalunya 27 tic n0viemhre de 2008).

tJn infmme de la Fundación Madrina de 2008 señaló que el cmbara:w es la prime-I torre las mujeres en España I

~ consultadú el 6110/2008. 1,t'Y dc promoóón de la autonomía personal y atenci6n a personas en situación

'''''V''"",I, ''','n, {UOI: de 15 de Jicu:mbre de 2006}, Ley orgánica para la igualdad decti­jllll)I'I'I";; y hjjm!lrc,~ (lH )J~ de 13 de mdrw de 20(7), l)lan de Fomento del AlqUIler '1 ;1,- <-'11("f(I dI' lOOM). I ,>:y de Conciliación de la vida laboral y familíar para ayu·

tI .. r ,1 I.¡~ !lnljen" t"IQ!J;\l".lF:,td;¡" y 1l1.1dr~"" a rr;¡vé:; del permiso de paternidad, una ayuda tlfl I \011 nlHj~ ¡".] lUjfl <¡1I1: \¡;jet' y ,IIHpkH;iúil de 1;;" gu,lHk-rias públicas.

111

DIANA I'1ARR,E

bres y mujeres, la designación de Una mUjer embarazada CO'"'' de Defensa y de Otras a cargo de dos de las tres vi.:er'n";d"II' poder ejecJtivo por parte del Partido Socialista. Sin embarp .. , eusión que todo ello ha tenido en la prensa nacional e da cuenta de su e>ccepcionaJidad.

A la menor cautidad de hijos por mujer y la más alta ed ... ! 4 mera marernidad de la GE, España sutnaba en 2007 -al1" 1'11 crisis uo era alÍn la razón de todas las dificultades relacioll.,,'." (des)empleo en España_ el último lugar de Europa en Co,

jornada reducida para mujeres -8 % frente al 48 y 41 % de 1 J. Suecia, respectivamente_ y el primero en Contrato femenino I

y precario -50 % del total de mujeres trabajadoras frente al sus homónimos hombres (El Periódico, 7 de abril de 2007)_. mo, el Barómetro de Clima Laboral Accor 2008 señaló que, Europa el porcentaje de conciliación de la vida laboral y famí/i,", de al 80 %. en España es sólo del 66% y, lo que es peor, est'; ,'0

puntos menos que en 2005, lo que la sitúa, también en esre in la coja de Europa (EIlbís, 27 de septiembre de 2008).

Con eseos indicadores, quizás resulte menos llamativa J" I

deneia adquirida por la designación de una mujer embarazada años por otra pane_ como ministra de Defensa, al tiempo que blemente resulten más significativas las consideraciones de la ; denta del Gobierno -una mujer al final de la década de los dIJ, sin familia_ cuando señaló que "no s610 Se trata de una cm;, ~mbién es símbolo de la España que queremos construir", 1m l., ninguna mujer tenga quel «elegir entre un trabajo y un bijo», 11 .. , «sea realidad más pronto que tarde para todos los nÍveles, paro lod." españolas y en todos los lugares» (El Periódico, 23 de mayo de

Más allá de las intenciones, las decisiones, las estadísticas y "" percusiones, en una versión aumentada -que no corregida_ d" l., formación proporcionada por J, Qvorrrup (2005: 1) sobre que el ,/1)

de las lUujeres alemanas que trabajaban en la academia no tení"" 1111"", y de los resultados mostrados por el estudio de 2006 (Delgado, 211!JII

que señalaban las dificultades que manifestaban las mujeres al ,I",>,r""

18, El The Dai!y Telegmph ba",izó , las mini"", d<$ígnadas en el último i""", ,le legislatura como la, "zape,,«" m,. Daily Telegraph, 17 de abril de 2Qos; 7/" 1'1.1"/",,

de." 16 de ,bril de 2008; The Sonday Time<, 20 de abril de 2008), Silv;" ¡"""", '"'' cuando be nuevamen'e primee mini,tro ¡mliano, dilo que el gabin«e de ;'-";"'''''', " , ,demasiado rosa" y que COn 'anr" muje,es teneria muchos prohoe""" par;! "oh""",,, ( I lo, Independent. 20 de ahril de 2008',

112

OGIA y l\EPRODUCCIÓN: o LA ÉTiCA LAS PRÁCTICAS y¡

'dad interesa señalar que f "n y la maternl, " en tiempo su pro esto , 1 últimos alez anos ' cubiertas en os d

plazas numeran~s " a repurada universida espa~ de ciencias SOCIales de un . u' eres v dos hombres

. onas -cmcO m J ¡ ocupadas por sIete pers i1ia algunas de las cuales, poste­dIos cuarenta- SIn fam <.

e transnacíonalmente., d es señalaron que está-d <sos observa or l '

del siglo XXI, Ive 'la reproducción que mc U!a tec-en un nuevo mundo oe . al y de parentahdad,

'ó nénca gestaaon d de intervenCl n ge" AJeker 2001, 148). Se trata e

¡)()!",li,:ación de la adopclOfl ( ma~e y si acaso~ incremen­que no ha hecho SIDO confir XXI en' España, En los 61t,­

de la primera década deldslglo rosos embarazos, partos h h ha eco e nume 1 yor Prensa se a ee f 19 Se ttata. en a ma '6 ({ amosos» . , 1 por subrogacl n entre e médICOS v b,ó ogos

casos, de mater.nidades en ed::;:a::~~lizos dísml~u}en sus-en que las pOSibilidades de eng confirmado haber recurndo a

al tiempo que algunos han r una maternidad acorde asistida, no sólo para.progr, a~na también para reducir al

d da profeslOna , smo muy aprera a agen ) mIsma obhga. el «parón;. profeSional al que ~ ras rácticas no quedan Clr-

Ilf.rerleia de lo que suele creers~, e: u~o de 2008, el Congres? al ámbito de la gente "famosa," ~~!produa:lón Aslsttda reah-

Iociación Europea de EmbnologIa h b¡ hecho en España cerca llarcelona, señaló que en ~0'i;i~e(E~ ¡{;;, 9 de agosto de 2008

1

), ""clos de tratamIentos e 'que daba cuenta de a ~, ti b una antenor l' . ..

fu'-mación que con rma a padedan las e lOIcaS d 1 s razasr> que

de «óvulos y semen de to as, a d de la demanda de OVOCltos h ,roducción asisrida de Cataluna,.o0 . años (El Periódico,

I úlnmos cmco habla duplicado en os

se , 'd cierta 'linio de 2008). b 'a ser sólo "trIbU! a a J demanda, sin embargo, no de en rambién. En el Ir Congreso de «turismo reproductIvo", aunque

'- de Angelina '- Yunamna-. ec:enres mellizos -un nmo. '; ó ez -tamoién p~ t)lIt"tk'o IlH::1cronarse los r d' '01' de 200S). los de JenoLer L, P P 1 y ~n ' }' Ji! Periódico, 26 ellO - 2(08) o los de LIsa res. e

y Ikhllltt~, 1'/ Periódico. 20 de m,,"o de, ellas en la dicada de los nlOo ) ,n.' ,"nd-' 1,; fuú 11 de octubre de 2008), :~da, d la baronesa Th;".u •

"r 1,1~¡· dr;" II!H:IS~ (/. '1-' --también de dos mua&- e 'dad en solitario 1 ! en ~q mmo o la paterol •

'"'''''11'.'. l., ,,"''''rll'. ';', 11111"), e" b d&ada de lo<,~esenra:u d' agosto de 2008). esros {AlU .n, Id,' ;l

gO,>10,1 \ 'I{"k' M,min {El Pmodlco, t'

l · 1 "nOlO~' '- de: le:} (''tl,1 \,(" (\ ,u , ., : d,- ~uhr<lganlln" 1111111111' ,11Llh ~

I I 1

cfMí' D,A~A HAR"

'- Internacional dd IVI (Instituto Valenciano de Infertilidad)''', en Barcelona entre 0119 y el 21 de julio de 2007, 'u dín',,"1' que e1 número de mujeres jóvenes que congela sus óvulos p.!ll' dedicarse :l su profesión y más adelante recuperarlos1 no súl.} !

dendo, sino que se produce :l edades cada vez más tempr:m.\l6

que medie una enfermedad que 10 indique, ya que se produ,((' .. mecanismo de regulación de la fertilidad porque, señaló, «1.J JI

está estudiando y acaba la carrera, congela sus óvulos y dCS:llml carrera profesional» y ... cuando quiere tener hijos, tiene guan!;"Io.\ óvulos: de 22 afios y no tiene que recurrir a una donante». Ello ¡t' te, agregó, .Iiberarse del problema de combinar la vida pn)!e''''",lI, tener un hijo> .. y «funciona mejor que las poJíticas de natalida.d,,~ , (tener una guardería. en e) lugar de trabajo no va a hacer que la ... tengan más hijos» (El Periódico, 27 de sept,embre de 2007)"

Asimismo, en un congreso sobre Diagnóstico PreimplantaciOlul lizado en Barcelona se confirmó que los centros de reproducclt'm tida atienden cada vez más mujeres que «(rondan los 40 años y I plantean tener un hijo por primera vez sin saber que~ a esa edad, In habitual es que ya hayan agotadD su reserva de óvulos capaces lit'

lugar a un niño sano» (La VangUl/rdia, 22 de abril de 2008)" El inicio de la incorporadón de la mujer al mercado labotal qll"

mitió a muchas mujeres solas mantener a sus hijos consigo, reducien"I,) menores disponíbles para la adopción nacional, también incidió en ña en el rerraso de la maternidad, especialmenre entre mujeres de medias que prefieren no tener hijos antes de consolidarse lallOI"al,,,,,",,,,,. muchas de las cuales acuden a la adopción transnacionaI para ren1nh esa «estructural,> infertilidad inducida por Jas condiciones laborales.

Las adopciones transnacionales en España no son, por tanto -{' ,11 menos no lo son rnayoritaría.mente-, el resultaco de ((guerras injusu ... " como lo fueron las de Corea o Vietnam, o de decisÍones «injustas)), ,,'on 111

la política china del hijo único, aunque las favorezcan y faciliten. EII el caso de :España, parecen ser~ al menos en parte, una forma de extemal! zación de ciertas funciones reproductivas como el embarazo, el p:lf!O \

los primeros tiempos de un hijo o hija. Esta posibilidad, en términos. dc poder, de constituir una fanilia Illd"

allá de cierta edad ° a pesar de ciertos problemas de infertilidad, '" incrementó durante la década de 1980 en algunos países del Ocd,I"II

20, Una clíni.ca privada de reproducción asisuda, originaria de la COlTIlPlltl..h1 V,) lendanu, actualmenre con sede en distintas comunidades aUTÓnomas e,',p<lilo!;¡l<, (';u,dwu corre cUas,

114

L,.$ PRÁCTICAS YJO l-A nielo­y REPRODUCCIÓN:

• 610 por el d 1990 en Espana, na s

durante los años e" "" "da sino también por d ducclón as!Sti , "1

técnicas e re pro d" tipo que garantizan as " Id des de tsunto I d n

de las deslgua a , • de niños Y niñas para a a o,,' -CI;a!laspara la producclon. 'd esa «externalizacÍón;>, es .. h ermttl o . ~

factores que an p, . ~s reprodnctivas haClll p~l-

Ocaliza.ciéln» de ciertas tunc~Qm; 'baratoS en India,

, ¡eres- mas . madres es dectr, mu de América lAnna

'" d 1 Este de Europa, " d O algunas naclO~es. e . «uta» de la deslocallz:1Clon e

veces incluso SIguiendo la ,r .

Productivas. has familias estadoum-'al J que para muC . bl " n

(2008) ha sen auO • caura más ha e) co " I esulta «IDas S n ' transnaclona r . 1 d de ha ... - «un enor-

1 aClona es on J "dl.de:s de éxito» que as n. . . ~ n a última hora};-, .. ' l' roble de opmlo

la madre bio óglca ca . les señala la autora, . rransnaclona, sucede en las adopCiOnes d' erO también por la me,nor

un océano de por me 10, P dopta, con poca legIsla' .":.,istenlte en los estados donde sI e a además los padres ¡ti 'f 'a en os que, ' d

de derecbos de manCI, b analfabetoS, gozan e madres- biológlCo~, po reS y

:~~:~:q~u::e~e::n~t~EstadOS Unld~s" 1 ,clases !:abajadoras, empo-las mUjeres e a~ una reproducción nO

" das quienes se encuentran ante I"dad y la familia» margtna, di sobre la mora 1

se ampata en un« scurso eds,l, 1995: 4) y resulta en 1993, citado por GlnS~lltg Y ~~: clases medias locales e rnter'

""d",c'lón de nifios Y nmas para, . 5 uc les "hacen el favor» de .. través de distintoS intefInedlar~ ~ón justificada en el (,SU

W

del "probtema» a uavés ?e un: 1: ~~nve~dón de los Derec:lOs

, ' " del menot» estableCIdo e" b d 2009 cumplió velnce totcrcs nOVlcm re e

de la Niña- que en . _ v"lda roejop} con una -y al '- o nma «una

... ,¡r<lue proporcionará ndmoo

de l., capitales del «tercero,,; o r 'roun O" " . 1 'd gener

fou'Iülia del «prtmer ,~ las formas de viO enCla ~ r' '" \ \ (19"5) demostro corno ", en're el Pnmer ) e ,,",o el 7 lementana- , h'"

i,.k ¡nanera conjunta -o ,?mp caribeñas que dejaban a s~s ~~os

Mundo siguiendo a las I?u¡eNres "york en busca de trabajOS len \ ~ ,\ s para lr a 1 ueva bl de clase me~

f.Hniharc:. en as l~ a .. hi'as de muieres ancas . la ""Ia,,\"'"' ,'11 1", que cllldaban IlIJos e ,J de políticas públícas de apoYad' d .. b por la ausenCia , materm a

'11H.' 1:ls contrata ;111 I . durante Wl tlempo por 1 d""'sc en ü casa , . ' t'" quc ~u ." , . al del trabaJo.

_ .... ' \S"\ (} ilKxistl'"IltC Jtv¡~aon ~~xu uda ara los hogareS se ha n HII.I { ~'" _ : \ ' "n h (OntrLlt"JClon de ay, "p , , femenina, ello

Fu l',sp'\l\;l, ... t m: '" "l"t "L, ¡"'Ior la m1lilgrüC1011 I \.1994 :H211 -"'''

1114.1"('1\\('11\;1<.111 l t'M ~ ,

,\ ~,

{I J¡

no ha sido suliciente para mucha ' , recurnr a la adopci6n e< d " S mUJeres y tarniJias qUe J¡ lit

d . , J eelr a que Qtr .' rep~o UctJV.1S en Su lugar. La dife ' as aSUman Cfert;l~ j

Cánbe que iban' N v reneJa entre éstas y las cu' I " ueva LOrk en b d ''''

que escribió S, Colen, es que no lo h~sca e Un mejor emPI"" rado, Ahora, corno ames, la d . Cen como un trabajo bicII ' a la madre biológica de un a_opCJón no beneficia de ningll" , ,

d' nmo o a su h" ' me JOS para mejorar Su SJcuación P . t otros J JOS e hij;:;s~ IlJ parar a una larga cadena de f;', Or e contrario, los benehcfl)\ no excluye a administradon~:o eSl0

b-?ales, técnicos e intermedi;lm

En el d 1 y go lemas, . caso e as madres biolóo'i ~ .

el] eVItar alguna forma peor de b ~a~,. el benenclO consiste ' . transnacional puede Costar ha . pe.:~ulcíO, a pesar de que una' 6 Y el 10% (I.eilsen 2008) q stda.) ,000 euros de los que sólo <'11

Y 'ueaenelp'd' nunca -o casi nlltJca_ aIS e ongen de Jos ' estas mujeres lo hacen parenf mi andas de la madre biológica En '

al a ta e rec ~.' person es COn que criar un hi'o b" ursos economICOS, fami! i cont~acepción, porque su pareta ~a JJ;aI.po~que no pueden aCCt, .. d('I" na o lnternacionalmente o . seu !na ~ tenido que emigrar' COn un hijo o hija que n~ p!~rqne una relacIón temporal la' ha , ~~ abusos sexuales Q víolacion:smante~er a,su lado. Otras s~n Vlt'.

1,as para mantener. o Son en ~ , dmuc as tIenen otros muchos " l' , ganaasc di r e aVIón de niños y niñas que fletao h amo ~uce 6 con El arca di'

anos de la guerra de Dartur e a <lOa ~randa COn supuestos j

Chad Con familias, Otras sí;" u¡:r;:;:n en reallda? eran niños y nil,,,, hIjas en una institución CU .... udoP ,te COflnnuan dejando sus hi,o .. a s 'd d q su Situació 1 . '

ti eUI a 0, o durante el' . n no es permJte hacer /' 1 inVierno co J • d h'l!l, e momento que la situación o el cli~ n ~ 1 ea de volver a buscarlo .. ~."

dcon que sus hijos o hijas han sido d da mejore, y al volver se encUcOI',"1 oC Fo d' . a osenadopd'

o nseca en Iversos trabajos sob d . ~ on, como ha mO ... ll'.l

escuchado en relatos de famWas .doptte a oPCJOn en Brasil, o Como 1 H' antes.

PARA SEGUIR PENSANDO

En más de diez afias trahajand ~doPci6n internacional y técn~:;J:ueYas»df~r~as d~ reprodUCÓI')H,

o muchos momentos ' . repro u~CJón aSIstida' l· 1 Y SJtuacwnes el) Ha 1~1)j preguntado sobre aspectos éticos de n, as bque he pen",do y file he ~nsar O p:eguntar(me), como señala ttll tTa aJo. y no índuyo en l''".('

CJt4 r autonzación ante los comités de ,bt,a Caplan, cosas tajes como sol, e Jea cOrrespond' lentes o ~l ¡Ique;b ..

/16

y Rfi'RODUCC1QN: LAS PRÁCTICAS YfO LA FT1CA

quienes trahajaba, o mi compromiso en relación con la sus datos, su anonimato, o compartir los resultados del

e inherentes a la disciplina. Me refiero, más bien a ciertos aspectos de las prácticas sociales observadas y

caer en la dicotomía universalismo uersus relativismo, el campo de la ética antropológica, como el de la ética

pero tampoco sÍn eludir los aspectos éticos o

que la frecuencia de ese preguntar(me) tuviera reladón de que tanto la reproducción asis,ida como la adopción

Iti"mr,n que desafían, dos profundos tabúes culruralmente ro­'lil,mcio en nuestra cultura (Howell, 2006): el de que los pa­_.~",diaj las madres- no deberían dar sus hijos y el de que no en(lenda es todavía causa de dolor, de vergüenza o requiere de

y/o jusrificaciones, en la medida en que diversas disciplinas que convertirse en madre o padre es considerado un logro

en el desarrollo de la persona, en tanto profundiza la autocon­las conexiones con la comunidad y actúa como un puen~ y las generaciones fururas (Akker, 2001; Homes, 2008),

sentido, las «nuevas» formas de reproducción cuestionan la que hasta no hace mucbo tiempo se definía al parentesco euro~

~,,,'ic.f1{) de base biogenética según el cual «madre hay una sola", cualquier forma de pluri o multirnaternaje~ ir.herente a la

l. subrogación y la reproducción asistida a través de dona­cmbríones o de material genético reproductivo, resulta, cuanto incómoda. incomodidad que, en el caso de España, a diferencia de otros

europeos o norteamericanos, la legisladón ha interpretado ga­el anonimato de quienes han donado material genético re­

'vo, emoriones o hijos e hijas, prohibiendo el contacto entre do­y receptores, aún a costa de correr el riesgo de negar al producto donación! los hijos e hijas, el derecho a su propia historia. trata de una legislación que al asignar, tanto al material genético

~,d,,<;ti,'o como a los hijos e hijas, el carácter de «don-ac(c)ión" y no ".nlcr,car,c¡'" (gíft y wmmodity en SIlS acepciones inglesas), siguiendo, """nil"",,,,'te, el camino iniciado a principios del siglo xx por la san­

)' cuntinuando, más recientemente, por los órganos~ intenta impedir qUr quien dona se lucre con la «venta» de materiales necesarios para la 11I11t'rviv\'!jIl<¡;1 dd individuo y la especie (Jvlarre, 2009).

Sin t1llharp,o, Iw; d;ltos etnográficos, los estudios científicos y la pren­_" .llIIelludo d;Hl ~·!lfll1;J dt" hn:ho Je que muchas (donaciones»~ tanto de

117

DIANA MARRe

material genétlco reproductivo como de hijos e hijas o de órg"",,,. lucran considerables SUmas de dinero que no SOn recibidas por «d(on)an> aunque S{ desembolsadas por quienes «reciben" la Esos mismos datos etnográ/icos, estudios y medios de comUlni, .. h'¡ menudo también dan cuenta del hecho de que muchas 1

originan en la necesidad (El País, 21 de abril de 2006,9 de mayo d,. 3 de marzo de 2009; El Periódico, 18 de noviembre de 2007).

No es difícil hallar en un breve recorrido por la prensa o los 1

les etnográficos sobre adopción, relatos sobre madres que han dí. 1

-o aband(onJado-- un hijo O hija por no poder (man)tenerJo. es dificilllalI

ar artículos de prensa o cientificos que señalan que 1

donacioaes de órganos se realizan por necesidad (Ferrado, 2009; per-Hughes, 2000), corno no lo es, salvando las distancias., oír 2

estudiantes universitarios alemarse entre sí a donar sangre CUi"",I ..

realizan las campañas anuales en las universidade, para "desaran",. jo,,>, o escuchat antiguas historias de estudia ares que tecurrían a b nación de semen para «mejorar la precariedad de la vida un¡ivet"it",

Si bien ¡as campañas destinadas a convocar a dona ares de

suelen apelar a la solidaridad de jóvenes estudiantes, pr¡opl)Oién,¡J"I "hacer algo el próximo verano de lo que enorgullecerte" porgue ,<lo re hace extraordinaria no es tener óvulos, sino donarlos», no es me cÍerto gue los datos ernogtáficos también dan cuenta de que alguna, venes suelen ser abordadas en los pasillos universitarios Con «¿Quieres ganar Ua dinerito?», así como hay qUÍenes donan para h", fren te a algún gasto imprevisto o a una necesidad.

Si bien quienes «reciben» la donación, 10 hacen por necesidad, e:"~ Se menciona menos, probabJel11ente porque la desigualdad -socio.", nÓlOica_ entre ,donantes. y »receptores. tiende a desdibuíat la n,', .. ,idad de los últimos. Como han setialado algunos estudios sobre makl oidad subrogada, aunque ésta ha Posibilitado la alianza entre mujet:'" también ha introdUcido jerarquías cuando la gestación es subrogad" por muíeres de distinta ciase y/o etnia a la que pertenece la madre d .. intención. que es 10 que suele suceder habitualmente, Algo similar OCII

rre en la adopción. Como ha señalado J, Modell (2002), para que Un.1

adopción -legaJ_ exista, es necesario gue alguien sea incapacitado para que otra persona pueda Ser declarada ('apaz, especialmente CUan

do, COmo es conocido, la inmensa mayoría de los menores adoptado, no SOn huérfanos, sino huérfanos socíales.

Ahora bien, ¿por qué esta donación requiere de la ausencia de COn

taCto entre donantes y receptores, corno prescriben las leyes español"" Nra Jos USuarios de técnicas de reproducción asistid. y de ild"¡¡ció"

1 IN

'f REP,",ODUCC IÓN: ¡O LA ETleA lAS. PRÁCTICAS 'f

1 'enios internacionales para os con~ . las adopciones

' "d 1 surglrnlen . . to y crecimiento de años hemos ~lStI o a ro one la progresiva supre­

«concienCIado;.) que p P d tos entre partes en ' l"n de pro uc d

!di:>ri,)s en la C!rCU acto I beneficio de los pro uc-Condi,;iones porque reducen e 'nduso estmmlan-

' ntan los precios, a veces J que mcreme d 1 procesos. C'

artificial y opacan o os d cÍsión del Comité de e­·~em,'nt." se ha difund,do la e v k de fomentar eco­m do de Nueva .nr , '. t a Empíre State, esta . vestigar la donaclún er-la donaci6n de óvulosl~a~~¿n dólares a las mujeres q~e

del pago de hasta. " na decisión que ha SI o la investigación cIennfica. Ulas mujeres de bajos re­

·'yam.ente por quienes temen que, os que comporta y, ., 11' rando los nesg . 'lica demasiado a e a 19no e la investigación Clcnl!

por guienes conSIderan qU'h

s económicos inclUidos Orta beneficios para mue o. han de ser exclUIdas rep , , d 2009) de los que no 30 de ¡UnlO e , ,

que producen los óvulos, I aso de España, las leyes requ~el Como se ha señalado, en e c, _ roductoras-- de matena

. de los y .las do~~~tes e ¡~ existencia de intermedla-y de hIlOS e h1ja., y d dlneto de los y las "donan-

o el contacto entre parte~ y 1 nas voces que reclaman ' ar inalmente han surgido a gu r transparencia de los ~nu~r: d~ las interm~díaci°lnesd,ma:~olsos, .visibilizaciól1>:

y con 'os de os ese 1" e h¡laS .1IS costos y destmata~], ro del derecho de los llldo

S 'o' n

. econOClffilcn b ' o de onaCt lns donantes y r 'd dopdón de em nones 2009),

nacidos a traves e, a to ia histona (Marre, , ".nérico teproducttvo a ¡su p Fa posición de antropologos ~ 'so cabe a guna, a las prácn. debería ser, Si aca, j' 'd d de matices inherentes, d . ón?

"'-.,AI. .. ,,,,, ante la mulop ICI a formas de repro UCCl ' d on las «nuevas» bl' do- por Cu-íl!,,,,,· les reladona a~ e 1968 los textos pu tea, ,'. _

hicieron en R nsabl1t{1ad):> ape ,kberhl, como el título "Simposio sobre espo ente estudia. A/IIhrol",logybalo d los v las antropó;ogas hac;a la g-induido el la re,poll,,,hlh~ad e , tropología y colomahsrr;o n mundo

rt'vj~lr b rclnClon cnfre al~vanda de la anrropologla en u ' y/o reconocer a re

··,,'IIIIIHeO;4.' ;,:al11hi,lntc? h I

.... ' )0668" 1m I ~1')OHQ!()6J26!muier!1246( .. , ' '~fl·I!lHlI·lln!>,l 11 1_ I '/\\ W\\ t·lllllll1~l".( ,

.' 1, IIJI' ¡, . l. )001)'/ I I ,1 {I! 1k 111m" t( ~ • (.UJI\l1 LI, "ó

I P)

¿Se debería, siguiendo el trabajo de]. Barnes (1963). dificultad para separa, ética de política _Y. actualmente, "'í,,, mia y/o negocios-- aunque reclamando la necesidad de un profesional para la antropología española que recuerde " etnógrafas que hay temas que no pueden Ser ignorados yio "

¿Se debería proponer, como 10 hicieron los libros fund"", ore amropologla Y ética de los setema (Bymes, 1

972; R~", "" !.IJ!.

Asad, 1973; Huizer y Mannheim, 1979) una reim'ención ,1" pología ~omo un proyecto personal y disciplinario, en el '1""

respOIlda al deseo de que la antropología COnttibuya al mcr"" .. a bienestar de la humanidad además de centrarse en saber al quién o cuál es realmente su función o su propósito, y cuál Sil para la gente investigada?

ISe

debería, como sugirió la antropología femiro,t. y nista de Jos ochenta, centrarse en las relaciones de poder y sobre el Jugar desde el cual se hace etnografía y los efectos dos sobre quienes se estudia?

¿Se debería, siguiendo a N, Scheper-Hughes (1995), acepta, rol de antropóloga y el de companheira no son incompatibles" crarse, esforzándose por lograr un posicionamienro?

iSe debería propiciar esa institucionalización de las aUditoría., pecciones o Controles de calidad, Con el objeto de asegurar 0,'1,"",. y .transparencia« q~e M, Strathern (2000) delinió como una lorn'4 ((auditar las culturas»?

Entretanto se logran acuerdos mínimos, quizás merezca la ¡le"" cordar que llarnes en 1963 definió al etnógrafo competente como que si bien aprende a VJvir Con mala conciencia, sigue afectándok,

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,2 \

DEL SABER A MUSEOS DE LOS PUEBLOS. LUGAR DE LOS A~IROPÓLOGOS;

Fernando MOl1ge IaM:arnleUlro de Antropología Social y Cultural ¡Velrsic!adNacion.1 de Educación a Distancia

rlttlDlJCC:!ÓN" LOS MUSEOS EN LA ACTUALIDAD

I1llríllloS años los museos están sufriendo una serie de trans­r.adicales~ Están cambiando 5US funciones, su relación con

represeman y han pasado de ser espacios en los que (onserva, investiga y muestra, a espacios de polémica y

.en los que las voces que se elevan en contra o a favor de no son sólo las de los académicos sino las de los grupos

0, incluso las de la sociedad en general (Gonzále. de , MOllgc, 2009; Simpson, 2001; 1), Los muse", bao dejado de

, en los que se expone el conocimiento. el arte de los es­rulen!l""_ su visión del mundo de otros pueblos y culturas, para

en espados de interpretación y, a menudo, de lucha abierta represent.dos y aquellos que tradicionalmenre tenían el poder

re.lcl1tar'I",,, los conservadores, los académicos y, en el caso de cUtogdficos, los antropófagos. Los museos ya no son sólo

Hcoc!.lsi,os en los que se ordena y se da. sentído al mundo, en el vi~itante puede leer una historia u obtener una serie de con-

1:,11 ('sil' artkuln ¡ni> deocrípcioues que hago de 105 museos son producro de mis Vhlj,,~; ,>e .:orrl'!-'I'ond.:n, por lo ranro, con las fechas en las que las realicé, en 1 .1'lI'\ ('11 lli~!'llIo~ años v en sucesiv:J<; ocasiones, y no ~iénen por qué correspon­

d" • "Ir :1 !!Io.lp ,."\1 ('1 qllC !()'> lVlIS!:'üS iC'.itán ahora organi:tadfls. He pref.erido s3Crinc¡Jr fa h,h.IU¡'¡, 11>11 r I;¡~ '1!.I" ,1 !;)VI,r di. ,Ina refln¡ón más personal que fomeme una actitud más t ¡l!f¡.1 1,,, u I,,~ IIHI\(·' ..... i Ir ¡LI!J(kr, ~,"'IU1i~lllo, de mostrar !.a llamada antropoktgía de tos 11I1I~j''''1 \ '''11, I !JII ""1'.1' ¡" ~"U lL'lhf"rllL\( ;r"H1"

FER\lANOO MONGE

clusÍones recorriendo sus galerías; en los museos act'Jalcs 1.1 jado de ser el único de los sentidos en juego: en mucho~ (,l"n,

tocar los objetos expuestos, ver pequeñas películas, esclH.:h,¡¡ '" e, incluso, hablar con aquellos que han producido esos oh,,"'''' museos actuales lo representado ya no es sólo un objeto v~ll [( 1'0.)

lo efímero ~ambién tiene su espacio~ y compite con otros l'~p"l~ que los ciudadanos, los turÍsras emplean su tiempo,

Se han convertido en lugares de visita obligatoria para quieren conocer una ciudad, no importa que 10 expuesto ga que ver con la ciudad misma, y constituyen una de las ítl\1

donde los estados, las ciudades, hacen gala de su importan,ü, miento, historia o capiral cultural, En los museos~ como en lo, almacenes o los centros comerciales) se puede pasear, COIl'_er1 j¡

refresco o ir de conlpras; de hecho, en rnuchos de ellos se plll'iJt." a los niños hien cuidados durante algunas horat,¡ o, incluso, en campamentos de día durante los periodos de vacaciones ¿Qué mejor sitio que ese bastión de seguridades para dejar a IH

hijos y emplear nuestro riempo libre en ciudades qlle no COllo. '

En España, sin embargo) los museos apenas son objeto de p( Ocasionalmente se discute sobre ellosl cuando el Estado decid,' ' ncr un precio de entrada a todos los ciudadanos alegando que l'.' medida impuesta por la Unión Europea (cuando la Unión Eurol"'~ que denunciaba era la discriminación de los de otros países de l., que tenían que pagar una entrada cuando los españoles entraban gr.ld o la necesidad de «hacer valer» Ja cultura cobrando en los musco" I.s adminisrraciones públicas para impedir que los jubilados p'N·1l ellos las tardes de lluvia. Algunas exposiciones estelares, a menlld" gira por distintos países del mundo, se convÍerten en fenómenos Il)nh.1~ ricos y, otras, en acontecimientos sociales: «Hay que ir». Sin emlx1q:n, no suelen ser espacios de polémica, se discute la ampliación del M lI,>n ~

del Prado, pero no el modo o lo que se expone en sus salas; se diSl.'Wt· a ciertos ar6stas de vanguardia o aquellas exposiciones que buscnn dI' sanar la estética o las concepciones de los visitantes; sin embargo. T10 :'>('

discute cómo el museo nos muestra el mundo. Tengo la sensación de qlll' el museo sigue promovjendo un espectador pasivo) como si fuera 1IIJ.1

televisión en la que ni siquiera podemos cambiar de programa porqul" (·1 . mensaje que emite sude ser único, canónÍco.

2, En muchos museos de E&tados Unidos también se pueden ~'cJebr,lr ¡-¡1·S1.l~ I'nv,l

das o banqueres destinados a consegulr posibles benefat:tore,.,. Pam fln:1 hrt"H' ¡lIit"t!dll~

ción a los museos y su& tran"formadones. "é;¡<,c (;<:lII;<:;ík,t !Iv ()I.\lg.1 y Mmlg,' (2Uü'I).

NTRov6'..OGOS n LUGAR DE LO'l '"

1 lbe~uon se con-, 1 dificios que os a ".,-" h '

o mejor dicho, OS e , l' 1 Museo Guggen elm , 't queaojae kO

~tll,g01tliS'tas, Poco Impor a "d' - ado por Fran ' 1>' ., el edIficIO ¡sen l

importante es ~isttar l . cuyo nombre rea poca Museo de la Cienoa de V~ enoa"a uc lo que impone es

tiene buenas expOSlCloneS,) q. el Museo Nacíonal con 'Calatrava' o SI

-;¡"S!J[\!cciÓlIl de Santlago . 'd' Rafael Moneo, coo-'" MAR)' dlsena o por de Mérida (, , h de los grandes mUseos

sto mue os , . o 1 'nes. Por supue , valor mtrmsec ,

co eeoa . d' fi ios con un gran están atojadoS en e, 1 e b cer una visita.

belleza o el ínteres de a \ ,. te' Cuando hablamos su 'ón a VISItan ' d 1

lo que \lama más la atenC! firiendo a su ca\ida , a O s estarnos re " e nos

de los museos nO 1 I'd d de la expenenoa qu l ' ~ a aGll a \ 'edad o de sus cO eCCIOne1l , ,,', ti relación C011 á SOC1

discutimos su valor enc,o, s tiva del mundo. Parece PropIa perspec . Itar

IleJ' an con nuestra molestarnos, lnSU -te , .. enoS pero no .' tes

gustarnos mas o m do en los que los VlSltan fIa.rn'DS. Los únicoS casos que recuer roducen cuando se trata

el artiJido que 10sI const~~~~~:~~des étniCás, En esos c~<¡()~¿ de otros paIses, cu turas '" dad del valor «infenor» e

larse de sU falta de anngue 'sos mismoS visitantes no roO . etenClOSO que e ' : sitan s1 del nacionalismo pr ( genetalmente tampOCo" . d d en sus propios museos qu~ 'o la sensibilidad Y capae! a

su» ciudad), Sm cm arg, h ' los museos e"tran-en « "1 liestran acta 1 '

que los visitantes esp~no es m d con los que existen en e pals. se manifiesta del mIsmo mO '~erados polémicos por una parte no obstante, pueden ser ~~~~ nactomüista particular. la eSP:-1

-i\ld"d,mí[a que afirma una VlSl 1" Pero estoS casoS, como ~ omo la cata ana, dan basta por e~c1us~~ ~~ ~~r~a~alunya (MNAC)', apenl:si~~~:Oy n;est~os

l'bclOna d ' nacionalIStas son 1 Lev de no visitarlos. Sin du a, '?" ' Cuando normas corno a ,

. en valores autenttCOs. . contlen

'lb de la Ciudad , enheim-bl 30.C~. " F \'ne y fonna parte l h(tp:l/Wv<w,g¡"gg I C" n-ia'5 Pnm:"lpe el"

" b -Museode as te .... 4. Sil nol11 re e:: , /' '"' hu :fiwww,c:ac.e~ ... los arquitectoS estrella es

A¡!l")., '1 Je b~ CIt:l1\,;}:'\s· P es 1'or CIerto, ci valo. de b I museO. En este , rom"no m<:u. . u !lom re en e,' .

~ hHp:ilnH11't:.o.\ne "\' d en el que se integra. s d ptiembre de t <)86 , . ·o~üe (\\(J o \. ",E119 ese d

Il\W líO liqa lk St:T :\1,n,: \. p;¡r;¡ sorpresf> Jel ector. \l 11;>< e..-hnnente clave e ... t I T' !llt let ' 1:> f 1 A-foneo a .:--. "',...~ ,

la I"\v.in;¡ Wl'" {) K .. · , 1,,1 M,ISI'\) übn-de.I\.í1¡ae. . peradas del yacumento \ \ ·1' \\,;t\l,,\ ~(;, ., < d 'asptezas recu '*' 1.11,1111',111',1 ),1 ,1 "lll " , plk;¡Ja a rraVc$ e -

l ,jl/SIId!tI<1,lX jI' ~jHII,lJ¡¡.;,h 1:'/1" .

, 11 ,\11',>1\,,,\ ,', 111Í-l). I'IIII'III\'U"" ,.l

1, 11\1]':1I\"'WW. I\I"'I\."',1\,

117

FEkN¡l,NOO MONGE

la Memoria Histórica han generado tanta controversia, ¿,,'ílIllH

ble que los museos sean en España tan poco polémicos~ Anl\',>

de ofrecer a~gunas posibles respuestas a esta pregunta, abonl .. re caS{)s de otrOS paises y me centraré, de forma particular, en relacionados con la antropología y los antropólogos,

LOS MUSEOS EN ESTADOS UNIDOS Y CANADk LA EMERGENCIA DE LAS MINORíAS

En 1989 tuve la ocasión de asistir a la celebración del estado de Washil1gton en los Estados Unidos. Entre las <'<"'d' .... '"

programadas se realizó una exposición conme.m.orativa de la~ .. nativas del estado en el Museo Burke de Historia Natural y Cn!!ll!'" Universidad de Washington1, en Seatde, El modo en el que se las piezas representativas de las distintas culturas me sorprendi¡'¡ fragmentación. Por un lado, los conservadores-antropólogos t'x contextualizadas en vitrinas, algunas de las piezas más interesal cada grupo, piezas que en su opinión representlban u esos grupo,>; el otro, en la parte opuesta de la sala, los representados se represen I a sí mismos con carteles, fotos, paneles informativos y algunos I En ei espado de los antropólogos, a primera vista, se represcllul14 pasado (¿acaso los museos no se especializan en eso?); mientras que el pado que los nativos habían utilizado hablaba del presente y del r, Sin embargo, la división no era el resultado de una serie de oec",,,.\, exclusivamente cientÍficas o académicas, la exposición había terl1lill,1 por fragmentarse a causa de la imposibilidad de combinar la lúg;, ,. diseño e"positivo que los antropólogos querían desarrollar con la ,h- t". propios nati,ros representados e invitados a partícipar, En primer illg,lr, existía el problema de qué objetos elegír. Muchos de los más v,d""". objetos que almacena el museo no se pueden enseñar al público, Y;l tjlU'

su valor ceremonial privado lo jmpide. Ni siquiera los investigado)"!'" invitados teníamos un acceso fácil a esas piezas. En segundo lugM~ 1 .. '\ nativos reclamaban una concepción distinta de su pasado y sentían 1111,1

mayor urgencia por manífestarse como grupos vivos, con sus prohlt'IH,I~ y, en algunos casos, sus reivindicaciones. Tras intensas y difíciles Ilcg<'

ciaciones, la exposición se transformó en ese espado fragmentad(l~ t!{' ...

igual en sus técnicas y métodos expositivos, en los mensajes qUé rr;\II<,

7. Burke ~useu1O oí Natural Hislory and Cnlrure, Universiry o! W",ltl1l);!"11

(http://v.'WW. washington,edu/bur kemuseum).

IIX

0' lOS A\lTROPÓLOGOS

EL LUGAR

, de las dificultades que debe afroot~r bien sugerent; , 'Q ién habla en representaclon

de estaS caractenstlcas. (, u har? , ,'A 'én debemos eseue '

lo que dICe,' qm 'era invitado por el , 1 .. un urupo natlVO por a manana, " nte el público. A las

'1 t v se represelltase a 'd bal ara, can ara.. 1 más tepresentatiVas e . a de las eseu turas

, trente a un 'd r Bill Holm, artista Y con-ballena asesina esculp~ a Pb0

1 ban v cantaban. Gene·

.\ o) lOS naUVOS al a. . b Y antropo og " d" a1es v explIca an a b n sus ropas tra l,IOn I b

actua an co . b ') A veces entona an '6 d d anClones Y al es. , el sigol ca o e e " ' -bamos den' , ,1' da SI llovla, termma

a la tIerra)' a Vi y, tre el exterior v el d

11 s Las fronteras en ' d ' hablan o con e o ' f ' me los representa os se

no sólo se borraba dO 'bSleame rpr~ndentes nO sólo por . de mo os len so ) d '

)',.a veces" _ á los o activida es, smO • r • de sus espcl..-t cu ,

política Y eUca S vestuario nativo parcela ropa de la que hadan u~o, u do el imaginario popular

pe1kuias que ha!! codn or~ que la documentación, nativo que los trajes tra l~lOna es

¡'¡,nente colonial, había recog,dod' 1 Estados Unidos apro-~ d 1 Congreso e ,os

un año mas tar c, e . ~ d has de los nativos ame-. . ~ roteCClon e tum

de repatrIa'JOn Y P N' American Graves Protec-d h NAGPRA, atIVe 'h h e a ora" , 2001' 283-287; !vii esua ,

"CIPatria,:ion Act" véase Slmpson" 'b' ran fon° 1\ 'od los museos que reel le

ley estabiecía que t os, marias de los objetos de debedan elaborar invent~n~s y Sl1 colecciones y publi-

- que eXlsuan en sus [lativas amencanas I Re 't con la finalidad de que inventarios en el Federa fugts er, . s ob'jetos sagrados del

h ob)' etoS nerano, IQI1C111, )S restOS umanos~ . n descencüentes a,re-

1 ' os amencanos co . \.:ultural de os natlv . t nto indias como hawrua-

" culturas natlVas, a d b' en organizaciones y. d rigen Los museos e tan I ser repatriados a sus grupOS e °d oA'guir las normas que

e se ocupara e ~ 1 ~rllpo de expertos qu .' . entrar en contactO con as

\ !ah rae los mventanos, . . ~ 1,. nueva ey, e o d ,1 reclamaciones de repatnaCion

~nlú"'''c,' nativas Y atender (O as aS b nOrlnatlva legaL , ' ~ ta indica son má.o:; comple~

\ 1 cedumentoS que es I b d AIlI"I"C la cy Y ,)5 pro d' ha normativa lega trata a e de lo 4.~ilC he indicado brevemente, le

e 1990. Para acceder a una rica, infom:a-1(. 1'\lbl" I.,\w 1 (l ¡-rlO!, In. ,1.: no",et~bre ~ f mación relacionada -L-un la Implan.a-

I ,\ h )\'P 'r j\lL\Jo. d,,' JC'i;\rro o e m o~ i 11'111 _I\IH (' 1,1 i'~, \ I 1, " . Vi ,tlv/hinory:O<1gpra. i 11111 ,Ir l., ¡m,I11,I, "T,I"" hUP:J!V.,<\W,lll··¡¡

129

FERNANDO N ONGE

corregir el traramie:uo claramente injusro que habían 5ufridí} \' sufrían estas mborías. Ningún DUO grupo en Estados Uníd{, .. despojado de los restos de sus antepasados, ni de los objeto> , ' dos con dichos enterramientos, tampoco han sido excavado~ 0.;:11<,

teri08 sin el consentimiento expreso de sus descendientes, , . no s6:0 reconocía esa capacidad de control por parte de 1o> grupos tribales, sino el derecho de los nativos a poseer su proplu do, asi como la soberanía tribal truncada por la rupmra de Jo, I -firmados entre naciones con plenos derechos- que habían .. al

los Esrados Unidos en su proceso de expansión hacia el oeste, , además, se convertía en una poderosa herramienta de reconsrn I renovación cultural de los grupos nativos que solicitaban la rer.1I de su patrimonio cultural, al fomentar el reconocimiento del su historia y la creación de museos y centros culturales paro promover ese patrimonio en las comunidades nativas. A .1;'1 'p",,,,,.!, los museos públicos creados por los estados modernos para fOIllt'1

ciudadanía educando a sus visitantes en una serie de valores al' culturales e ider.titarios, Jos museos nativos surgían de las propia" munidades y de sus necesidades de afirmación cultural y grupal",

Más al norte, en Canadá, dos museos, el del Departamento dI' tropolog[a de la Universidad de la Columbia Británica (MOA)"'. ,'u couver, y el Real 11useo de la Columbia BrÍtánka ll , en Victoria) exp, de modo espectacular y muy cuidado todo tipo de objetos de las nativas de la Costa Oeste del Canadá, En el primer caso, un edi!'e", cemento armado, diseñado en niveles descendentes e iluminado i! mentalmente por luz natural, nos va introduciendo en el mundo dI' culturas nativas de la región cultural que conocemos como Costa roeste. Las piezas mostradas, muchas de ellas impresionantes~ se Ir. de ubicar en el contexto en el que habían estado emplazadas ()1if~ill,'¡' mente en las propias culturas. Al lado de la gran sala y del jardíl1 '" 11"

rior, un parque diseñado por varios de Jos artistas nativos más gLII¡;kll

del momento muestra unas casas tradicionales. El momento culrnill.I!Il(' de la visita tiene lugar en una sala cuidadosamente iluminada, dOll(lc '>.'

ubica la escultura de Bil! Reld, Raven m!d the First Men, que expJi"I ,,1

9" Existe ctn do(;umental de gran tnterés que aborda está cuesril.n: Who O!l'If' I!'" Pasto The Amencrm lndian Stmgg;e (or Comroi of thcir Aru:ertral Remaitls, dingl\l!) \f 1'1" dueido por JeJ Ríffe (jed RUfe P'roducrions, Berkc!e) Media, Berkele,.., 200 [l.

10. Museum of Anthropolúgy (MOA) al we Univc:sír,.. of Brirish COllltllhLl, \',11,

couver (llttp:!!wW\\'.rnoa.ubc.ca). 11. Royal Britisn CO~!lmhi<l Mnsennt. Vkton.\ (1t:(p';'lwww.r!!yalhl."11lI1"t'\IIII,J" "i)

¡lO

. . I museo se convierte en del hombre. Para los v'Sltantesl e s que aún tengan ganas total en la que, al final, para o el "almacén visible"

'hT d d de CUriosear por , ofrece la pOSl 1 \ a " los que se guardan las ple-

U): los almacenes y "Vitrmas en bservarse en d orden y pero que pueden buscarse y. o I fondo hay una gale-

, d n Gn poco mas a ". " visltantes esee .. ' , os hacen exposlclúnes

. f vos contemporane 1 ottOS arnstaS na l . las obras de arte y aS

b El useo promooona ' ' sus o ras, "m, I d' se pueden adqulflr

, d slruada a a entra ., h ~Ilvas, y en sU tlen a, b' , de poco valor asta ..,dUC(;;oItes, libros pósteres, CD y o ¡etOS I '" 'fi ad de gran va oro IIU!lt1.era.ios Y obras de arte rm ~s, tes de entrar en el Real

(Columbia Bd~ánica, C;;~~t:~na:l que artistas nativos es-. , se puede ViSItar un e ; las ftonteras entre el exte-

.' '~ui una vez mas, ' d'l poste totemlCO. n"'i' d ,los artistas nativos, se 1 uyen.

, entre los conserva ores Y d I ntradas al museo (la é ' &ean una e as e il

de postes tot mICOS ro l' terior los visitantes no so o a través de su tienda) Y en e In ntoS en testigos o en

. algunos mome , t!Ys¡er',ar, s,no convertirse, en ól mpone de vitrinas

, ' El museo no s o se ro de las exposiCiOnes. , stT"n las esculturas~ ya que

o de espadas en los qu~ sed mue, • tigua calle de la ciudad, I dUCClOn e una an , de

transitar por a repro b I 'da de los grupos nativos mudo incluido, aprender so r~ a v:sear por la galería dedicada antes y durante la coloDlzaCl n, P entrar en la casa del jefe

rimiert)S pueblos (Fírst Peoples Galle;¿;a~waKa'wakw (antes cono-

, , Hun:; ~:!:~~utl) de Tsaxis (Por! Rupert), Su los antropologos com Ri h d Hunt construyeron y es-

Hunt Y sus nietos, Tony Y e ar , lo~ derechos de usaD , 1 o pero conservan

esta casa para e mus~ , " rivadas de l. familia (un gran "" pueden escuchar las ,a;cl;n~i~ la cultura es vital) Y hacerse , dado que su valor para ,a ami 'dY su interior Y cuáles eran

. d -ómo era a vI a en , bastante pteCIsa e.... , acias a la fauna en que estan

"¡"incarlos simbólicos de los objetos grE

". secciones el contexto '" 'd 1 casa n est= d y adornan Y dan VI a a a : se y comprender el mun o te ufrece a los visitantes para Jproxlmar

1.1I

~ERNANDC r-10NGE

nativo no se fundamenta exclusÍvamente en las explícacioH'· ... trop61ogos, sino en la de los propios nativos. El mensaíe, a que se ofrecía en la exposición de! centenario del estado de no está fragrnentado~ sino que articula los dos regist:'os COll11

para ofrecer una experiencia más cercana al n:undo repreSt'lIl a rodo~ ha sido criticado por mostrar Jas secuencias de una (Ol\!

pelfcula etnográfica, 171 ¡he Ldlnd of Ihe Head-Hunters (En la cazadores de cabezas), filmada antes de 1914 por el forógra fo ' Curtís y que boy se titula de forma más políriC<ímente corre, "ti

Land of lIJe War Canoes (En la tierra de las canoas de Guerrd, en DVD en el año 2000 por The Milestone CollectUln).

Tanto las casas que se pueden vLsitar en los museos del 1 mento de Antropología (MOA) en Vancouver, como la que Si'

tra dentro del Real Museo Provincial de Vicroria, represenr'll! disrinto de galerra de exposiciones~ porque los visitantes no curren entre los objetos-iconos que representan a los nativos () mundo pasado} sino que enrran en los propios objetos, las ca"',I" calles, y la experiencia provoca una represenración propia, Y¡l ti

la presencia del visitante los nativos no actúan (y para ello 1", nativos también tienen que estar allí).

Durante los últimos años, además de las ttansformaciones de 1", seos gesrionados por instituciones corno el Estado o las uni've:rsi,l;.,I,''I, surgido ono tipo de museos que da la voz a quienes no la tenían en estructuras tradicionales: los excluidos, las minorías o la propia. que cada vez se ve menos o peor representada en esos templos de \. címiento.

El 22 de marzo de 1974 un grupo de KwakwaKa'wakw fundo AJen Bay, Columbia Británica (Canadá), la Sociedad CulrurallJ'M, con el objetivo de trabajar por la supervivencia de la tradición mi!, "".1 de los K wakwaKa'wakw. Entre sus objetivos más ambiciosos se con" 1 también la devolución de las propiedades culrurales confiscadas l"" ,-1 gobierno en el pasado, en concreto reclamaba la devolución de la 11."".,­da Colección del Potlatch de Cranmer, que se encontraba "Imacell,.d. en el Museo Canadíense de la Civilización, en Hull, el Real Museo .1" Ontado de Toronto, yel Museo dellndio Americano/Fundación I lIT"

de Nueva York (Simpson, 2001: 153). La colecdón por cuya devolu<'¡""

14, U'Mista Culrurd So.::iety: http:/¡www.umist:l.org.Do.-.excelctift.;Sdllnll1ll·I!~ .• les producidos por esta sociedad reta~an la conltscación de~ rico prurinwili~) l',lhllLl1, ".1 como las fuchas pata recuperarlo y el modo en el que lo expol1en y h.)I;,,-'l1 tNI ~k d (-11 I I

actualidad: Pottatch: A Strict IAu' Bid Us DanCe (1975) y flux !,f"lrnr::lIIY" \ I 'Ir; 1).

111

EL LUGAR DE lOS ANTROPÓlOGOS

, k K' akw iue connscada por Nimlds~!~i~~ ~:al;;~_ ~:rante aqueUos ~ñOS las

~altlatch, centrales en las culturas natlva¡s d~_ a zona e; ll' , d 1 b ar un hO! ate" como Las conseCUC::lC1aS e ce e r 1"' d _ I

incluían penas e caree Cranmer eran muylsc¡ veras deo el agente indio que los

de - po' por e o cuan d nem, f"' I po un acuer o en William Halliday, o recIO a gru t de

1 f turo v ceder como mues ro na celebrar otro en e 1 Ud' t~dos los objetos connsca-

-a,rtame:nto de Asuntos n lOS l 22 ", 'va A cambio de la cesión só o

no tuv,eron alternatl. d A~~l (dos meses), otroS f pena" menores e c=~ 1

su neron . d b' ustodia} v al resro se e (pero fueron hbera os ,aJo e d 'bjetos valío-

"Olte,,<Ía. i\ cambio de los vanos oentos e o >

.. ' d AsuntOs Indios les compenso con el Departamento e, 1 de mercado de s610

'dad muy infenor al va or una cantl , 2001' 154) objetos confiscados (S,mps

loll: • ec'lamab~n consteuve-

'6 devo uelOO r ~ : esa coleeCl n, cUY,a, Este cenero suponía una retor-

el Centro Cultural U M!sta, d" I siu deJ'ar de cumplir 'ó del museo tra lClOna, . 1

la concepe! n _ , 'd do ¡radas por el Museo NaClOna de eonservaClOn ] cm la b 1 aula educativa en la que del Canadá, además a Ojal a u

ñ" de la banda para apeen-

tilizadas por os m os d L piezas eran u 11 del modo adecua o. a , , b ilar y cantar con e as '1- . ¡dit;io,ncs y a al" tes un mensaje po ,tleO

I ' ro estra a os VISitan , de as pIezas u, te de los grupOS colOniza-

inl",tícias que han sufrido PdOfIParb nda el valor de preservar 1 d ios mIembros e a ,3 , d e pas;¡ o y, a . d d de recuperar su pasa o e

MUS propios artefactos, su capacl a onias actividades , b'· d promover cerero ,

así como el o letlVO e _ d 1 KwakwaKa'wakw. No es , rte y la ensenanza e d

Sil propiO a, ' d 'ba el retorno de la gente captura a 1" palabra U MISta eSC" S. 2001' 155)

d tras grupOS ( ,mpson, . - ' '. de ataque e o b' ó d la Ley de repatriación Y pro-

Estados Unidos, la apro aCI n e (NAGPRA) abrió una nue-I.k 1lII11has de los nativos americanos

. r ni:u.da por un grupo que invita a otroS ~pos hI¡,pll,lhJJ c:- \.ma cereíí\QllIa o ga 1 _, ',efe y a loS que 1a organiZan, Y

" " I en la que se ensa za al 1-lTrC111:11o- "!¡;¡J<l,, y fI..,a es, " 'd ,bebida en ta C::UJ\ se rega an gran ., h" eonoades.corot a) '., Elote tch q\U' ,"o (d~,hr:l HlI.1 laq:'3 esr,t . da beb~da a ios \ÚVltadOS, ,p a

,,¡ulIlI.i.ult"l<o tk ohjetos de va\¡lr,. así ~omo c~ml oYe1 rango de SU jefe, superior cuanW .\ '~I;lm lid p,mp(' :Ultl' :-Uh 'IcemOS, 35 com nrot1atch con uno mayor eu un

mlllft ~;: j • • ' '1 lo" ¡'wif¡,do\', a superar eGC r"" ¡ mb' Britfi,olGl fnA- 1;~.11.1, '1 ,lllllprnll\d( o '; ~. I K'14 v 19.) 1 \:1 p;ob-ierno de ,:). Colu la

I l ' ,·I(,¡k tWll\P,I, !.I\f,~ ... ",,~I\ nI .. "1111\11,, ,. \ lI~.II!lm, t'\I" !.'t'f'l"\10Ul ,1. ~ IUJ'jI,H tkl \ ,Ui.I<..1 I

I \ \

FERNANOO MONGE

va etapa en los museos dedicados a los nativos y les ha d",,, ",1, .. bilidad de construír sus propios museos y defender, :~lnt() l'11

en orros financiados con fondos federales, los mensajes y b 'c ofrece de ellos, Por supuesto, no todos los museos han , aplicado esta ley del mismo modo. Los cambios) las COllll

luchas por la repatrÍación del legado nativo continúan, 1-,,,

el Museo de Antropología Phoebe A. Hearst de la Universíd"t! lifor"ia en Berkeley'6, ha sido objeto de manifestaciones} t .. i parte de varios grupos nativos de California, que .",igen la a sus descendientes de los numerosos resros humanos y del relacionado con él que allí se conserva, Un nativo, Ishi, muert" .'11

ha SIdo el detonanre que ha colocado a este museo y su I

antropología asociado, bajo el escrutinio y la crítica, tanto de 10'1

que lo denunciaron en 1995, como de la sociedad en general", El 28 de agosto de 1911, en un matadero a las afueras de (

California, apared6 Un nativo aterrorizado, desnutrido y con el mado, Se ttataba, como pronto pudieron publícar los periódico, primeras averiguaciones de los antropólogos, del último de un grupo que se creía extinto. Tras conocer la l1oticía, Alfred "­(director del Departamento de Antropología de la Universidad de fomia en Berkeley) envió a uno de sus colaboradores a conocer al alojado por su propia seguridad en la cárcel del pueblo, y poco solicitó al Deparramento de Asuntos Indios la turela de este nativo, I días después viajó a San Francisco, lugar en el que se encontraba el Museo de Antropología de la Universidad de California, y la !Ji se convirtió en un fenómeno mediático y popular~ Tanto es así qlll' I nombre que se dio al nativo Yahi, se convirtió no sólo en el prinll' I pIeado nativo de la Universidad, como conserje del museo, sino ("11

e:..posicián más popular durante los fines de semana, Atrás quedab,,,, años en los que el estado de California pagaba por indio muerto \ cacerías humanas que se emprendieron conrra los nativos; el casi CXIIIl1lJ

indio americano generaba una gran fascinación entre los ciudadano\ ti"

16. Phoebe A. HellrSt Museum of Anthropology, University of California ¡H ¡kil.,¡ ley) hnp://hearstl1mseum.berkdey.edu.

17. La historia de lshi~ cómo fue «cxpuesro» y tratado por su rutor y amigo. t\lr, .-,1 Kroeber, as! como el modo en que los antropólogos actuales del Museo Phoebc A. H[',II ','

Y cel Dcparr-<lmenro de Antropología de la Universidad de Californi"" en Bcrkdcy 11,111

emendido y reaccionado ante las denuncias., por parte de los naTivos en 1995 e .. I.Hlt¡ ti. los. temas de invcst:gación que rengo abiertos en la acrualiddd (Monge, 1007; eXI.sn' 1111.1

versión cfipañoJa en Miíllauer y Monge~ 2009; y Monge. en prensa; parrknLm:l(,llk htl' resante para este artícwo es Scheper·Hughes, 2003),

Ll4

1\ tUCO,kit el LOS AtH~Of"ÓlOGOS

d 1 s motivos centrales . convirtiendo en uno e o 't-~ OirósH\.

lebraban en ese palS y Universales que se ce 1 WHd West Sbollls

, \ ,de masas como os , cSl'ectacu os , d B ffalo Bíll teman

, Toro Senta o Y u '_1 personajes como, d la realidad de los sw-

IIltrib11ían filar una lmagen e . , a . con las expostClOnes Dichos espectáculos, IUO,? tífica~ contribuye-

pulares como Cien , yivos, tanto po . , de ueblos exóticos y, como pint\1ra de los natlVOS O P . o «respondieron a

Pascal Blanchard Y S1! eqmp , r d d al discurso b I otros Y dleron rea 1 a

Ocddente so re °ls 200" 5) lsbi vivió en la ciudad de (Bance! et ti. " ~,' y contó con

b' ' , ue existía en el museo, , ,

una ha ltaClOn q 1I ,Al' d Kroeber qUien se "1 eutre e os [re ' d d

aotropO ogos, '. d Sin embargo, una enferme a como he mdu.:a 0: ta entre los nativos, la tu~

y particularmente v!rulen , ' ,'ón (25 de , - s despues de su apanel

C()n él apenas CIOCO anober

estaba trabajando en Nueva En ese momento Kroe , , enterrado con todo e!

fue incinerado por su~ anugas Y n cementerio situado Ita~,lecía e! protocolo de ~u gru~o ~~au por la segunda mujer

Años dc'Spués, su Vida, re a, 'ó n un gran éxito edi­'~(:lldora Kroeber (1964), se colnvldrn ~ 1 de la Universidad .. , á dido de a e lton' . d

es el hbro. m s ven ido el final de una triste bistona e Éste deberla haber s CliHord (2000); sin embargo, el 8 como mdlea James I d' 'o Los llngeles Times

,~ tíeulo en e tan 'b' 19'?7 apareclO un ar d at'¡VOS había reel 1-

z un grupO en, , el maltrato que, segun Jebrar un entierro dlg-la devolución de sus restOS p~ra ~eenunciantes, lshi había

territorio, De acuerdo con °b' chuzada por él Y por na costum re re

""'¡orlaÚ{1 traS su muerte) u 1 to un requisito para poder v 110 había sido enterrado comp e , cerebro se conservah"l . d t pasados ya que su '1 t., tierra e sus an e " la ga investigaClÓn en ~i

, Museo de AntropolOgIa, Tras lma r

I 1\

FERNANDO MONGE-

que estuyw'on IOvolucrad I ' de Cahfornia en Sa~ F o: os natIVOS, la histonadora de iJ Sta I tanClSCO, Nacy Ro ka{ 11 J '

rn, se ocatizó el cerebro d 1 I ' c e ar y e antro poi. rural de la Smitbsonian 1 . e ~ 11 en el Museo NaCIOnal de Hó" .. ..l·

maltrato de lshi "e convir~i~~~~~on en Wa;hmgton D.C. Las. Itl)1

tHuyó una ComIsión de Investi en. ~ escandalo a nivel esratal v '\r que tuvo que tesponder el Mu!Cl~~ del Congreso de Cahfo,,:, , la Umvetsldad. El ese' d I Y e Departamento de Ar'tn",,·L .•

an a o no sólo a ' '1 grupos natívos calIfornianos ' cuvo a movihzaclón dt" d con10 otros objetos rehlC10:~a la ~ecuperaclón de los: restos 1).1! Phoebe A, Heorst ante la dif~ f': SinO ,que, además, colocó ,11 tableda NAGPRA No h CId sltuaelon de aplicar las norm . eentra oa ~ [ . .1S

<luda la exhibIción de Ishi en el mus qm en a dimensión ética que I sus amIgos una vez muerto tam o eo o del trato que recihló por ~e los d,esen,uentros entre 'los '::tr~O ~e mteresa desarrollar esta nalar como las exposicIOnes etn ló p ogos y los naUvos. S6Jo los antropólogos con int ., °d glCas O antropológicas que

s cu turas de otros puebl ed ar y enseñar a los la l enClon e tnterpret

nativos quieren representa~: pu . en no ser el modo en el que tos la multiculturahdad y , e, muna estrategia adecuada para senS! llzar SllfiClentement 1'1 poco parecen haber consq:lllj 'h'l' . con1,i lvenCla Tam

~ e a aque os qu 1 ,.,Slon, colonización y racIsmo ue e VIsitan os museos de la InstituCIonales y la sociedad q , han sufrIdo por parte de los 1

~AGPRA ha b' mayontana. a lerto en los Estado' U 'd

muse,os y Jas comunidades represen s ru os UruI etapa nueva P,II , 1

conflICtos on",nados por las relvindltadas

en lo mismos, tras las dll.l " polémica aplIcación de la ley. 1 caClOnes de repatriaCIón, y a ve" , a las eXIg d ' os museos han Ido a d' d enC13S e Los nativos y la ,pren len o a aJu~t.II;ti ~eptIembte de 2008 eXIste en el ;;orma;~as de la ley. Desde el l' .le

e Repatriación, compuesto por seiS :eo oebe A. Hearst un COIJ 111 é r:s reconocidos de derecho ética I~mbros, profesores e mvesng;,do gl3 y antropología de los m~seos:' ~~u . lOS nauvos, antropología h'\~I~1 Inventano de los bienes comprendid '~lSm~, ~I museo está reallz~nd" , 1 nes con las cornumdades nativas afec~ rr a ey y estableciendo reLli.. l(l

En el Museo Burke de Seattle a as, de blenvenÍda preside hoy I ' m

dcnclOnado anteriormente un t,'l . ,a entra a y h ' ~j lO1l1

nauvo, conservador del . , en onor de Bill Hol ' H 1 museo yantro '1 m, arml , O nI para el Estudio del Arte d I Peo

ogo, ~e ha creado el Centro 1\,11 e a OSta Noroeste" D¡cho e • elllltl

19, Bill Holm Center Íor rhe S edufouckemuseum/hhc tudy ofNorthwcsr Coasr Art htt '1' . . ' p. ¡wwW,wa>!hIlIl'Jull

U6

H LuGAR DE tOS ANTROPÓLOGOS

el arre natiVo de la región Y mantiene una serie de becas nativos reSIdentes. Corno el resto de los museos de esras

en los Estados Unidos, tiene su comisión relacionada con desarrolla laros cada veL más fuertes con las comunidades

atesoran y exponen. de estoS museos tienen ahora consejeros o consejos natiVOs

en sus actividades. En Canadá, el Museo de /l.utrOPO­de la Universidad de la Columbia Británica de Vancouver

a un profundo proceso de renovación Y expansión en con las comunidades nativas de la zona. El proyecto se

l'roiect

_ A Partnership of Peop/es (Proyecto de reno­asociación de pueblos) e incluye no sólo mayor espacio

. , o una renovación del Almacén Visible que se conver-Mu/tiversity Callenes, sino el desarrollo de un Centro de

Cultural en el que también trabajen nativos y ofrezcan su Itspe.ctiva, además existe una Red de Investigación Recíproca

Research Network, RRN) en la que se integran, onlim, este investigación y los que desarrollan las propias comunidades

el panorama existente esta todavía relativamente lejos de ser nueva sensibilidad de los museos que alojan objetos de culturas exóticas, potenciada sin duda en Estados Unidos por NAGPRA

por la Ley India, está transformando radicalmente la na­y el lugar de los museos, Los antropólogos involucrados en los y las comunidades nativas tienen mucho que aprender y es en el como espacio de conracto y colaboración donde se pueden redi­

de las prácticas de la antropologia, así como su función de

entre las minorías Y la sociedad mayoritaria, abordado hasta ahora instituciones de gran importancia para

11111:\1"" nativas de ciertas áreas de Norteamérica, sin embargo, he rderido a los grandes museos nacionales cuyo papel, sin

ha estado más claramente relacionado con la acción de las élites dec:tu,.les que construyen el Estado moderno y lo elaboran en el

a través de los objetos, ruIrrando los orlgenes Y earaeterlsticas de la identidad nacionaL En estos museos más que divulgar,

a mostrar cómo son las personas que componen la nací "n, el1 Estados Unidos ni en Canadá ha existido hasta épocas mós n,·

elenll", un Museo Nacional que represente a las minadas nativa,. En

el M,d/ ,[,- W;\shinton, D,C., (la calle que comprende desde el e1pí, Inlt" ,ti "\\.""III,,,,to J I.ineoln Y aloja en sus orillas la Casa B!;lIlca Y 1", Mil""" Nacionales tle b Smíthsnnia" lnstiwtion) no ex;sli" ""

"7

FERNANDO MONGE

rnuseo dedicado a los nativos. Hoy, tras su creación en 1\):-.1',1 ley del Congreso, "lbergado en el edificio diseñado por [111

nativo y dirigido por un nativo del Museo Nacional del I,,<lm cano20, ocupa su lugar simbólico en esa calle que represen!;) ,1

estadounidenses, El Museo Nacional del Indio Americano. otra sede en un edificio neoclásico de la ciudad de Nuev •• y, antigua Casa de las Aduanas en Manhatran), es una instirtl~­liar. En este museo muchos de los conservadores no son anln sino nativos, y la relación con sus comunidades es muy intt' II..,¡¡. que conciben los museos comunitarios de los distintos grupo. una extensión del ~{useo Nacional. Exisre un sistema de' , permite el desarrollo de esos pequeños museos y abre la de exponer piezas o celebrar exposiciones del Museo Nacú",,", locales. La revista que publican (American Indian) atestigua 1., dad artística y cultural de los nativos y proIllUéve su (Jt',am,",,'"

primeras exposiciones inauguradas en la antigua Casa de la~ de Nueva York, en 1994, AI/ Ro.lds are Good: Native Voiee, 011

and Culture (Todos los caminos son buenos: Voces nativas ~{ vida y la cultura) y Creatíon's Iourney (Viaje de Creaóón") claro al visitante su nuevo espíritu .. Las culturas. nativas no estilli !

tas, sus obras de arte, sus obras maestras, significan algo para en esas exposiciones podían escucharse las opiniones acerca dt' ~ las entendían ellos mismos y) sobre todo, cómo las sentían. Al !:Ido las ínterpretadones de antropólogos e hisroriadores de ;lrte~ los ,~H y la exposición abrían las perspectivas nativas sobre su mundo. l; 11

esquina habilitada para sentarse en torno a un narrador, una ~mí. relataba a quien lo deseaba historias de su pueblo, Los mensaje, recíbl. el visitame no se limitab.n, como he indicado, • la In' ..... ""' tación antropológica., sino que ofrecían la posibilidad de acen .. "n'>¡' 4

la visión ofrecida por los nátivos y de interactuar con las piezH' y 1". guías que las mostraban. El museo no sólo ayuda a reforz~r b ¡,kili 1,

dad indígena y de enorgullecer a sus comunidades, sino que pn.'h'lhl., construir una sodedad mu1ticultural basada en el conocimiento y IT<" peto mutuos.

10. Nari-onal Museum Df rhe Amer:can lndiall (http://.www.!!!I!;ll.S¡.cdu). 21. T. HH1 y R. W. Hill, Sr. (eds-.), CreatioN's jlltWlh'Y, N"lfU' Itllwri; ,m ¡,I,·uJlt l' ,JI,.I

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de 1994 Y el j .. le k·hn:m de 1\197.

1 IX

H..OpotOGOS E\. lUGAR oE lOS "N

, GlCOS EN ESPAÑA MUSEOS ÁN!RADOP~~TICÍJLTURAL

y LA SOC!F.D '

.. , contenido antrOpoló-d orientaclOU y d \ los museos e he menciona o~ OS

Sin duda. como enlos casos t:r;; proceso de transfor' también están sUjetos,a un d por la sensibllidad Y

'1 esta motIva o b' pensar, nO so () los. propios caffi tOS conservadores Y gestore~, SI~O \;o:nuoclaba al pnuciplO

a los que está sometido epa'" , r los museos, la poca d terés por renova 'D el relativo eslO ó de los rnlsmos. < e b ' 1 transformacl n

la SOCIedad aCl. a . 1 "Cómo muestran 1 espano es. - 1 IDres.~n;:an los museos a os v de la memoria histÓrica, e

Se dIScute la Le, d fi lo> mensajes de-l' ar o mo 1 car

democ.rát1Co a e lrmn dura de Franco y, stn embargo, IGnacio' públicos por la dIcta !1UestrOS museos. Los

d s represenlan 1 de qué mo o no. . d desátrol at una to presnn'nD'10S e d

españoles, en conere '_ ~ de nuestrOS ante pasa os en de la SOCiedad Y de la ~CClO~ se muestra Aménca en el

colonizados: ¿de que mO o' los muc\1OS españoles e ese museo a "

¡",Dé,,;,:.22?; irepresent~ ? La respncsta parece obVia y, stO de origen lanooamerlcano 1 e se trata de un museo

1 Pnmer ugar, qu ~ mo podemos a egar, en dentes del pasado, as> co

en piezas arqueológ.cas proce t va Y' moderna presen-S' bargo sU atrae 1 d Áf.

Je arte coloma!. In em l' sclavos procedentes e rtca una Aménca en la que os: , en la que la caída de

As· nmlgraron», d Lb,~iadores forzados de la «1 d 1 epidemlas, Y des e lue­" d b' obre to o a as 1 '. s indígena se e 10, s ) 'lo se produio en aS atea

menCiona sO • el genocidIO (que no se " en la que la voz nanva, ape~as

, ' britámca; una AmerKa 1 ro de la coloruzaclon: • ada al mayor og . • '

v aparece acompan Uf ofrecer un mensaje urucO, ,~}mún. tTIenen los museos q. de las ClenClas, entre eUas

d el preStlglo .' teS IIC:S¡¡lblc, naturaliza o por para que los vlSltall

o pueden ofrecer una ventana .. rou""',,'", l' s' ' :.rl:tll,," sus propias conc USlone • han aprendido a reorganlZar Ir '1 ' añOS los museos las de otros D l1r-:ultc \0,., u timos , 1 partes de éstas con

, tes y 11 rnezc ar d" neS no culn:t.:iüncs pcrUl;)n~n " eetoS que Uustren lmenslO

, p;\r>l nltH.;tf;::¡r hlstortas o asp

FERNANOO MONGE

evidentes para el visitante, que no es un experto. Por ejemplt 1, ,·1 del Prado y el Museo Nacíonal Centro de Arte Reina Sof¡,," ron en el año 2006 dos exposiciones conjuntas, Pícasso, Vanguardia24 que conmemoraban los veinticinco años del I"I'lt

Guerntca a España, en las que mosrraba, en la primera, de qlld

la tradición artística española influyó en la creación v3ngt!;1

Picasso (de un 5Oto vistazo se podía comparar las Menincu de con las de Picasso), yen la segunda, cómo retraró Picasso \;,It. qué forma se relacionan sus cuadros con otras denuncias artiÍ\otit misma (en una sala convivieron durante la exposición el GII<'/'''u'l

El 3 de mayo de 1808 en Madrid. Los fusilamientos en la ml!lll.'NI

Príncipe pro de Francisco de Gaya, La ejecución del emperador miliana de Édouard Manet y, tambié!'. de Pieasso, Masacre ('11 (

El visitante no sólo disfrutaba del arte y aprendía sobre el nn()<r'" creación de Pkasso, sino que salía de la exposicián horrorizado),

El Museo de América o el Museo Nacional de Anrropolo~ia bién programan y diseñan exposiciones temporales sobre mas. La variedad, las visiones de los antropólogos, de los fotógral< ". parrimonio que atesoran nos permiten acceder a la diversidad sin embargo la voz nativa no suele aparecer nítidamente O dírigll' exposiciones. En el Museo de América se celebra, según me ha algún miembro del mismo, el día nacional de los países lat.mo,anH'r!ICl

nos con una mayor presencia en España. Los talleres del veran" miren a los niños, jugando, ponerse en lugar de ciertos nativos, sobre las piezas que se exponen en el museo y aproximarse al I

Sin embargo, esos juegos, no los hace un nativo americano cuando sus piezas se trata. En el Museo de los Niños de Boston" he pnd,du asistir con mi hijo a un taller de bailes amerÍeanos del área realí;""I .. por un nativo americano al que luego tuvimos ocasión de conoct'1' en un pow-wow en la Universidad; en el Museo de Bellas Artes" d" 1" mísma ciudad, participé en un taller sobre danzas de Bali, por parte dI' un balinés afincado en los Estados Unidos, ° en talleres de tambo,," \' ritmos africanos. En ese mismo museo los niños pueden buscar, COItlO

23, http://wwv. .. museoreinaso.ia.es 24, Picasso. Tradición y VangtuJroia (6 de junio I 4 de septiembre 2006): 25 arios {flfI

el Guernica (Madrid, Museo Nacional del Prado, Museo Nacional Centro de Arte Rl'ín.J Solfa, 20(6),

25, Boston's Childrens Museum (http://www.bosmnchildrensmUSf.um.org.hu!.:: .. www,oostotlklds.org).

26, Museum of Fine Ares, Boston (http://www,mfa.;:Hg).

140

'" DE lO:' ANT!\OP<:JlOGO," EL LuGAr-

. . tar SUS peopías versiones d~ ~os en los cuadros, pm El Museo de los nlnos

11'S"ni,!"" jugando en tas salas, d'lto de productos d 'roo es un merca 1 ~

Ive'rsí,la<1 de la ciuda ,CO • t s casas japonesas o cuanta ~ic"no<s, cómo se organizaban a

el metro de Tokio. d v en los museos tienen mucho -,olog.i. y tos antropótogos e: 1 pueden maOlfestru: » . En pnmer ugar, b' 'n

en estOS espacIOS. h bl n v escriben v tam le ético con aquellOS de los que u~:isiian el mu~O. Hasta

. d d Y con las personas q , cadémicamente SOCie a , t rpretaClOnes a

que noS basta con orrecer m e de los objet.os e"puestos, las sociedades o mundos natl~:rnos a nuestra tarea de un

tenemos que tratar ~e apro~unicar en e:xposiciones en las -~f¡ex:l"Ov crítico, mediar y co 'ados no! e\los Y llegar " ; " mos ser aconsel r b" Y

se muesrren a SI rrus ~ ~ ue ha tenido la apro aClon

Uno de tos grandes benenc;os. q r los museos con tas comu­d NAGPRA ha sido la de re a~ona u~icación Y asesoría que

e b' un medio estable e cono , ' nes socialmente a [lr . , utua Y expOSlCIO d ' mayor comprenslOn m mostrar a la socieda como

Los nuevos museos cOnld,edozan e~ muchos casos, multícultfurat. d esasocie a es, ' de con ron-

representa a y . hemos visto, espaciOS. d

rou:;e('S también son, como b" n emitir mensajes uros YI l . pueden tam lO • mo eS e

no es ma o, y s y monumentOS, ca 1 d para sus sociedadaliI ~u:'~sto en Berlín, ubicado al a dO

Monumento o o. cupaban algunos e Musedo

e ~randenburgo, en el espaclnoazql~en~ es una experiencia

d I 'gtmen' h ta , hoY destruidos, ,e re b u visita hace mue o por , . y sm em argo s ,

ara el vtsrtante, a v nlás abierta. -l,:ciéPlil de una sociedad más r~spetUOS ¡';tadrid na puede ser una O' M de Amenca en I ntexto v

obvio que el useo, d t Indio Americano, eco. . . det Museo NaCIOnal e taciona son ¿"llOlOS, La

odtlCC''''anta que se dirige y con la que:; ;¡ícil y, se puede argume~-con comunidades nativas es m mbargo también es pOSlb e

~a,:dé)n I ñoles sm e . d aro menos relevante para oS eSP~micas' que perulitan la, estanaa : jar un sistema de ayudas e~'O~~ecer su visión de las pIezas, ?:~o~u-

v expertoS nativos para lebrar conciertos. Las proPdl nar

, hacer talleres o ce I s museos y esarro ellas, para den relacionarse con o I zo más largo

, inmigrant~~i~~~es con ellos que ayuden, e~ un n!'á: acordes "'" ,olljul\tamente act , .' dades a modular mensales d América" el

~:~ ~:~~c~::~~: ,~~~s ;~~;I~nenl ;~o~::~~~s;~~~~~~~ co':nunitaria" ,in .. 1 de Antropo Ogl3

MIl->;t'{) N;tt:I(ltl,l

141

FHNÁNDO MONGE

embargo pueden acruar como cales para visibilizar a. esas u ¡

que viven en España, afianzar su idenridad y ayudar a que 1'11,,_ tan parte de y nosotros contemos con ellos. ¿Por qué los; no hemos hecho más en esta dirección?

Este artículo no pretende acusar a los museos espaflok·", 111 un retrato de bs esfuerzos que sin duda hacen los antroptllo)'.lI11 vado res que trabajan en e!los, tampoco denunciarlos por folt,1 .1 .. Los cambios que se han producido en Jos museos españoles a 1m he refericio, y otros muchos, han sido notables durante los (¡hlllll.' y lo han sido a pesar de las pobres financiaciones y falta de gestores políticos de las administraciones autonómicas yesratal. museos han n¡¡cido durante las últimas décadas como heraldos nistraCÍones autonómicas o urbanas demasiado deseosas de otros que son estandartes del país se someten a renovaciones qlll'

recen rener fin, Los museos a los que me refiero, y los anitropólo~oj pueden relacionarse con los mismos, pueden desarrollar polítit. acordes con la dimensión multicultural que habiramos y adecuar 11" sajes que emiten a una ética en consecuencia, más relativa y, por más cercana a los princlpíos de los distintos componentes de la SOl

En España apenas hemos abordado el tema de la devolucil'l\1 U

patriación del patrimonio a sus comunidades originarias. Sin dll't, es uno de los problemas más complejos y predominantes que tienen museos de la era postcolonial (Simpson, 2001: 171-266). Parece ,plr únicas controversias con respecto el la repatriación surgen con b dril da de Elche por recuperar su Dama, o la de Guernica por alojar el {;Illll cuadro de Picasso que muestra el horror del bombardeo durante la rra civi1. Nadie parece poner en duda que los fondos que conservan Museo de América o el Museo Nacional de Antropología estén con legitimidad en España. Cuando el pasado 6 de abril de 2009 aparec;', en

17, El Museo de América forma parte, tal como mdka en 511 página weh. ,k 011

proyecto de ínvestigadón europeo ,\fuseo$ como lugares de Diálogo Intercultural (111 11',1/

www.mapforid.ir en el que participan instituciones de hatía, Hungría~ Holond;l y I·:~I'.I

ña), E! Ministerio de C;.:lt'J:a de España y el MUSéO Nacional de AXHtopología t.lIl1hw<I

participan en este proyecto píloro, He podido trazar la paIiÍC1pactÓn en este proyc.:hl ,¡,

autropólogos y sus p:imeros resnltados apenas se rueden evaluar. Entre otros. el Mu""" Nacional de Antrop()logía ha lanzado, en este mat\."O, una iniciativa llamada C(}nt¡Jmil.~ l'

noscuentan. Diálogo intercultwal en cf Museo Nacional de Antropología en ta que dr~r 111

tos represeIitanres de la $Ociedad, expertos -y no expertos (entte ellos inmigrantes), ]¡:lhL.1l

sobre una serie de piezas expuestas en el museo. Comparada coo las experiencia" ~llw ¡¡O relatado de Otros países, ésra parece un poco má; cauta y recelosa de la toma dr pO.f;'>"'" que puedan hacer de la piela '! del mUM:O las comu"idades invirada$ a habbr,

142

1l LUGAR DE lOS A.NTp.OrÓLOGOS

'. ,1 umento de las demandas por parte 'utículo" sobre e a, l' ~ de su patrimonlO) los , d d de la devo ue,an •

y comUOI a es" on toda raprdez la rapma "",ntar,on la nonC13 senalaron e, d Londres, Y

como el Brttámco e d constru1do museos '" enas se nevó nada e

colonización espanola que ap veZ la expohación d nunC1aban, a su ,

mismos lectores e d U 'd s al ¡m,mo tiempo que, , n Esta os n10 de "uc hoy esta e 1 Botánico el Louvce

'1 d museos como e 1 d d e defen tan que .' s de la humani a y qu , "rl~,no en Berlín, son mst1tuC10ne ;tlses se han conser­~ h lamada. por otros p, d e.as pIezas, oy ree , d exphear a los detensores e

"IIl,er,te. La antropolog1a pue e 'en para aquellOS que .. 1 .as pIezas nen , d , el va or que e 1 bren la resohlClón e

, con ellas y pueden co a oradades

si suplantar la visión de esa\::~:'templ~s del arte y el consIderados rradtclOUa ~¡onales se han trans-

d s de tesoro, nae ' 'd d así como guar la,nc lr nuca centros de act1Vl a Y

espacios de dISenSIón Y po e t~ClOnes Y aquellOS repre-de contacto'" entre represen, ó (González de Oleaga

han convertido, e~ nues~a. oP:~~~ de contacto» donde 730) en espaCIOS de UJO, \ tradlciones orales

, d' (cu hura rnatena , . de objetos multlme la '1 - e preserva, investIga

-¿ ) nO so O se rcun , I d I de audio o Vi eo, etc. . s donde el pape e o

blén en espacto 1 0.10$ Visitantes, 5:no taro los museos necesitan s~r o que esencial. Hoy mas

dq: n:~~:, circunscripetón; es decl!, deben

I\11t,ndlan las comunl a es ~ sólo son un excelente cam-un servicio público vanado. No smo, además, escenariOS

v actividad para la antropología _ !leas como rellex!Onar , d ollar buen., prac ,

L'S tan necesarIO esarr d 1 antropólogos contempora-I Iv laénca e os

sobre e pape d' partir entre todos? podemos apren cr y com

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Era Lo d ' MaklJ1g &preSetltati M ) n res y Nueva York R Gns. useums in th t> • outledge. e rOst -( "

LA POSICIÓN DEL ANTROPÓLOGO REVALORlZACIÓN DEL PATRIMOl\1l0. .. -_.-.. DE LA "PARTICIPACIÓN OBSERVANTE"

EN lA BATALLA NAVAL DE VALLECAS

ElIsabeth Lorenzi Ferntindez Unh'ersidad Nacional de Educación a Distancia

comenzar la reflexión sobre los dilemas éticos surgidos en la mi trabajo de campo, quisiera llamar la atención del lector

cuestión que será el eje vertebrador de este texto: el compro~ investigador con sus sujetos de estudio y la riqueza de conoci­

que se genera desde esta interacción. Transformando el binomio 'aciór.-partici,pallte, en «participadón~obse[vante» mi intención es la importancia de la participación en un trabajo de campo, pero

interrogarme sobre la tan requerida imparcialidad del obser-el arraigo del choque cultural yel extrañamiento del investigador

de análisis social. esta reflexión parte de mis vivencias relacionadas con la pu­de mi trabajo que tornó una cierta relevancia en el entorno

estudié. Los acontecimientos en este contexto y mi posición en me provocaron algunos dilemas éticos que no me dejaban

tranquila, pero en aquel momento no me detuve a reflexionar cllos. Sin embargo, e1 presente capítulo, no surgió tanto de la

ce¡,id,.d personal de planteármelos, sino gracias a la pregunta de otra 'podrías presentar un dílema ético que haya surgido de tu

como etnógrafa, La pregunta y la reflexión me han llevado '1(luf y son una preciosa oportunidad para dar forma a cuestio­

ne. que, por otro lado, han estado determinando mi trabajo de forma Implícita.

Para n:sponJcr J la pregunta me remití al trabajo más inrenso que hahía n·;tlí¡;;lt!O hasfa 1:1 techa: una investigacíón en el madrileño barrio d,' Valk(";p., s()br~' una -tle sus fic~tas más originales y polémicas~ la Bata-