Operativo Quena - me.gov.ar · Marco Referencial Contexto Histórico Geográfico No puede hablarse...
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Autores: Alarcon Marta Liliana, Alvizu Vilma, Armella Gabriela, Flores Elizabeth Raquel, Martinez Ivana, Muñoz Judith Silvana, Martinez Edith, Serapio Nelida Fabiana. Institución: Instituto de Formación Docente Continua Nº 11 Provincia: Yavi, Jujuy
OPERATIVO QUENA
PRESENTACIÓN
La investigación que aquí se formaliza nace con la propuesta ministerial de un rescate federal
y popular de la memoria histórica centrado en el último período dictatorial que vivió la
sociedad Argentina.
Intenta describir y analizar un oscuro capítulo de impunidad y violencia dado en La Quiaca
apenas instalado el gobierno de facto.
Se trató de un allanamiento masivo de todas las casas de la ciudad con el objeto de
secuestrar mercadería almacenada valiéndose de distintas figuras jurídicas como: destino de
la misma al contrabando, inexistencia de registros legales y evasión impositiva.
Treinta años después es complejo reconstruir el hecho desde la memoria de sus víctimas
que no difiere esencialmente de la de algunos militares partícipes de la ejecución del
Operativo. Coincidencia que se explica desde un miedo colectivo latente no asumido por los
pobladores en cuanto su perduración y vigencia.
Algunos de estos mecanismos con matices de discriminación étnica; se repiten a diario a
través de controles comerciales y migratorios justificados desde la lucha contra el
contrabando y el narcotráfico; delitos que se asocian con cierta exclusividad a la población
estable y circulante de las áreas de frontera terrestre que por ser periféricas y carentes de
otras oportunidades de lucro se suponen expuestas en mayor medida al vínculo ilícito con
redes clandestinas tanto locales como regionales.
La visión se aproxima y se distancia de la realidad. En cuanto al contrabando este se
práctica con cierta tolerancia oficial desde un mínimo generalizado para autoconsumo y como
forma de abaratamiento de los costos de vida. Le sigue un principio de reventa que años
atrás era propio de un sector comercial local cuya empresa extendía a otras centros urbanos
de la Provincia o de la Región; mientras que hoy feriantes y particulares extrarregionales
establecieron redes y circuitos, sin intervención de residentes, para compra y venta de
artículos de contrabando. La calificación de la zona como área roja en relación al
narcotráfico parece sobredimensionada en función de la magnitud de procedimientos y
encautamientos dados a conocer públicamente.
La constante actualización de violencia simbólica intimida a unos y reposiciona a otros; por
lo que el común de la gente prefiere el olvido hasta del pasado inmediato en un marco
democrático internalizado en el imaginario popular como endeble 1 .
Se constituye en hipótesis central de este trabajo el vínculo incisivo entre declive
económico emergente2 y la represión sistemática que sostenida en el tiempo contribuyó a la
consolidación del modelo mundial imperante adaptado regionalmente por el Ministro de
Economía José Martínez de Hoz, quien prestó a la dictadura toda su capacidad técnica
intelectual como parte esencial de un plan de aniquilamiento total del Proyecto de
Desarrollo Argentino; que para este grupo represor pertenecía totalmente a la dirigencia
peronista de entonces, blanco inicial del terrorismo desatado en los 70 que luego
trasladaron con sentido “preventivo” a militantes de base y afiliados pasivos.
Supuesto que se corroboró con algunos testimonios recogidos entre los treinta vecinos
entrevistados como también desde la lectura de otros trabajos publicados que abordan la
temática.
Desde la observación directa y el análisis ciudadano de lo vivenciado en la crisis de 2001 se
comprobó que el comercio quiaqueño pasó de un resurgimiento económico efímero 3 a un
nuevo estancamiento, producido por políticas favorecedoras del intercambio entre grandes
grupos económicos. Por lo que el modelo neoliberal dictatorial goza de buena salud.
1 Un estado con leyes, instituciones residuales de las tres últimas dictaduras, con un sector civil cómplice de la represión cuya adhesión se naturaliza por falta de enjuiciamiento y de involucramiento con causas abiertas a lo que se suma una aparente tolerancia e incapacidad de control sobre prácticas violentas de las fuerzas de seguridad. 2 Por secuestro de grandes cantidades de mercadería, su posterior venta y monopolización del abastecimiento local desde redes comerciales clandestinas con participación de civiles, militares y funcionarios de instituciones afines (aduana, correo, ferrocarril) 3 Familias vinculadas al período de auge comercial de La Quiaca (1930-1980) reabrieron sus locales aprovechando la devaluación del peso que optimizó el sentido local de intercambio con Bolivia. Según expresiones del responsable municipal de habilitaciones comerciales se llegaron a extender 400 permisos provisorios de los cuales un 70% correspondía a la vieja guardia de empresas quiaqueñas.
Marco Referencial
Contexto Histórico Geográfico
No puede hablarse del Operativo Quena sin una mirada panorámica de La Quiaca antes y
después de la dictadura de los 70”.
Comprender, aunque sea globalmente, la aparición y el desarrollo histórico del pueblo
ayudará al lector a insertar claves de captación del escenario como un todo cultural en el
que transcurrió de modo singular el Proceso de Reorganización Nacional.
La Quiaca, es parte de la Puna Seca. La ciudad se encuentra ubicada en las márgenes del
río del mismo nombre, el cual posee un caudal permanente, gran parte de su recorrido sirve
de límite natural con la Republica de Bolivia, sus nacientes están en las faldas orientales de
las montañas de Toquero, sobre el límite departamental con Santa Catalina. Su dirección
dominante es de oeste a este. Al recibir el aporte del río de la quebrada de Toro Ara gira
hacia el norte y a partir de la confluencia del río Sansana deja de cumplir de función de
limite para internarse en territorio Boliviano, donde vuelca sus aguas en el río Grande.
La Quiaca es capital del Departamento de Yavi. Surgió a fines del siglo XVIII como posta
delimitante de las jurisdicciones de Salta del Tucumán y Charcas insertándose en la red
caminera del alto Perú.
Durante el período independiente se transformó en sede de una receptoría aduanera
provincial y siguió siendo espacio de tránsito jurisdiccional hasta que se trazó el plan de
construcción del Ferrocarril Ramal Central Norte. En el gobierno de Manuel Beltrés la
Legislatura de la Provincia sancionó el 27 de Febrero de 1907 la Ley Nº 134 por la cual se
fundaba el pueblo de La Quiaca.
La Quiaca Vieja y La Quiaca Boliviana conformaron hasta entonces un espacio social de
intercambio desde una cultura e historia común en que la representación simbólica del
límite geopolítico entre los dos países adquirió entre los actores locales un sentido de
organización y progreso supuestamente complementarios y fortalecedores de la articulación
e integración regional.
Esta percepción popular debió reforzarse con avances concretos de obras públicas, la
creación de instituciones y el facilitamiento de compra de lotes y fincas por migrantes
internos4 a los que debe sumarse las convicciones políticas de la clase dominante, la fuerza
persuasiva de discursos parlamentarios, estudios específicos y preexistencia de negocios
comunes con rentabilidad simétrica.
Llama la atención cómo a partir de la tercera década de existencia formal de las ciudades
fronterizas el límite político opera en dimensiones internas de la convivencia entre
pobladores de ambas ciudades. Tensiones que obedecen al clima de guerra reinante y a los
nacionalismos exaltados que caracterizan la época.
Entre 1930 y 1950 el crecimiento comercial de La Quiaca fue acompañado por un desarrollo
institucional y urbano que la coloca como segunda ciudad de la Provincia, según censo de
población de 1947.
En los primeros años de existencia del pueblo, el comercio estuvo orientado a la venta de
comestibles, artículos de limpieza, ropa de fajina como bienes de abastecimiento de los
principales centros mineros del Altiplano Boliviano y Jujeño.
La diversificación de los ramos comerciales se produjo con la extensión de la línea férrea
hasta La Paz y el enriquecimiento del propio grupo empresarial que creo un mercado de
autoconsumo refinado que no tardó en expandirse hacia los sectores intermedios conformados
por técnicos, profesionales y burócratas del sur boliviano y de las compañías de Pirquitas,
Mina Bélgica y Pan de Azúcar.
La proliferación de grandes almacenes contenedores de una variedad significativa de
artículos (muebles, bazar, calzados, perfumes, telas, abonos y semillas) refleja la ampliación
del consumo que junto a la creación de los primeros hoteles, cines, bares, restaurantes y
billares fueron perfilando un sesgo de ciudad, que para orgullo de sus emprendedores se dio
en un tiempo corto.
Descripción que aquí se incluye como encuadre de una conducta pueblerina
fuertemente adaptativa a las lógicas del poder de turno, quizás la negación del
traumático impacto que produjo el episodio “eje de esta investigación” se relaciona con
posturas acomodaticias de vieja data.
“El Después” representa una clara pérdida de capitales y de resistencias políticas tanto
espontáneas como organizadas que obligan al sector comercial más dinámico a cerrar
negocios y a emigrar: algunos a Bolivia, otros a las ciudades de Jujuy- Salta y Córdoba.
4 Los extranjeros recién llegados constituyeron una minoría (españoles, sirios libaneses, griegos y alemanes siguiendo un orden de importancia demográfica).
Otro factor de peso a la hora del control impositivo fue el no acatamiento al pago de
“ingresos brutos”; que al parecer de los mayoristas se constituía en un abuso fiscal
realmente decisivo para el sostenimiento legal de cualquier negocio.
La Quiaca dejó de ser un centro comercial activo en la cadena de exportaciones para
convertirse progresivamente en un pueblo fantasma5 que esperó cambios de signo sin
autogenerar alternativas, quizás confiado en las breves oscilaciones del mercado y en un
corto recupero garantizado por la transitoriedad de las restricciones que aún siendo previas al
proceso siempre se aplicaron de modo discrecional tratando de no deteriorar el tráfico
fronterizo, razón de ser de las comunidades aledañas.
La Coyuntura Económica Nacional y la Represión Estatal
La crisis de 1973 más allá de su significación financiera define los límites reales de un
orden modernizador que comenzaba a quebrarse frente a una contundente y creciente
desigualdad social que para la izquierda militante sólo se resolvería desde la revolución
armada mientras que para la derecha instituciones y fuerzas vivas debían pasar por una
dolorosa purificación anticomunista.
En ese marco el enfrentamiento resultó inevitable. El 24 de marzo de 1976 se dio el
golpe militar 30 años después no concluyeron sus efectos devastadores. En ese intento tuvo
un papel importante el plan económico llevado adelante por José Martínez de Hoz, el Ministro
de Economía del gobierno de Videla. El plan que no despertó en las Fuerzas Armadas un
consenso tan uniforme como la represión, tenía como objetivo principal acabar con la
inestabilidad social y política a cualquier precio.
Hacia 1.977 el Ministro Martínez de Hoz se afirmó en su puesto y se hicieron más evidentes
las líneas centrales del programa. Se impulsó una reforma del sistema financiero, que quitó al
Estado la posibilidad de transferir ingresos de un sector económico a otro, es decir, de aplicar
políticas para subsidiar o alentar al campo o la industria según fuera necesario. También se
fueron desmontando las medidas arancelarias y de subsidio directo tendientes a proteger a la
industria nacional, que pronto tuvo que competir con productos importados de lugares
exóticos para ésa época como Hong Kong o Corea, cuyos precios eran notoriamente bajos;
hacia 1.981, la producción industrial había caído un 20 % en un período de cinco años. Sin
5 Calificativo con que local y regionalmente se denomina a las ciudades de la Puna con marcado decrecimiento poblacional. El término alude a una asociación indirecta y simbólica de estereotipos entre pueblos del lejano oeste norteamericano y los paisajes desérticos del altiplano.
embargo, contradictoriamente, el Estado continuaba garantizando los depósitos bancarios de
los particulares.
A fines de 1.978, el plan incluyó la vigencia de una “pauta cambiaria” que fijaba una
devaluación mensual decreciente del peso. Si bien el objetivo de esta medida era controlar la
inflación, ésta continuó siendo alta. En este marco se produjo una afluencia de dólares del
exterior, que encontraban así la posibilidad de inversión sin riesgos debido a la garantía
estatal. Esta afluencia sería uno de los orígenes del gran aumentó de una deuda externa.
Las medidas mencionadas junto con otras como la suba de las tasas de interés beneficiaron
en especial a las empresas y compañías financieras y motivaron que la especulación fuera más
rentable que la producción.
Este mecanismo fue denominado popularmente “bicicleta financiera”, y pronto comenzó a
mostrar sus debilidades. A comienzos de 1.980, todavía bajo la dictadura de Videla y Martínez
de Hoz en el Ministerio se produjo la quiebra de varios bancos y, a partir de ese momento, se
agravó la crisis. En 1.981, la inflación estuvo muy por encima del 100 % anual y el peso fue
devaluado de manera radical. En 1979, era de 8.500 millones de dólares; dos años después se
había triplicado y seguiría creciendo.
Marco Pedagógico en el que se inscribe la investigación
Este trabajo apunta a desarrollar entre los jóvenes quiaqueños un nuevo sentido
identitario comprometido con el lugar que cada uno ocupa como actor y portador de la
historia hecha en el tiempo desde acciones y omisiones. Tiende a evitar los silencios forzados
y pactados entre los miembros adultos de la comunidad que también hoy constituyen fuerzas
de conservación y proyección de un orden que a 30 años del golpe no perdió vigencia desde
ideologías implícitas y prácticas de seguridad explícitas.
Este no reconocimiento del problema dificulta cualquier modificación profunda del entorno
social donde acciones intimidatorias cotidianas naturalizan un abuso de poder legitimado
circunstancialmente por sujetos espectadores sin capacidad de reacción. Ante estas actitudes
las víctimas de los atropellos optan por no confrontar con el opresor en resguardo de su
propia integridad tanto física como moral.
En este caso la memoria colectiva debería actuar preventivamente; pues actualiza un tiempo
si se quiere reciente, que conlleva un debate público y un movimiento político-intelectual
que al querer producir un corte definitivo con la impunidad promueve un clima propicio de
garantías simbólicas.
Asimismo la explicación profunda e integral de ese pasado doloroso para todos podrá
conformar un punto de sinceramiento dirigencial que con consenso académico otorgará a las
representaciones futuras una racionalidad fundada superadora de la emotividad personalizada
de protagonistas y testigos de época.
Son pocos y jóvenes los que insisten en mantener esta historia abierta. Los mayores
prefieren el olvido y es esto entendible desde la experiencia capitalizada en forma previa y
posterior a los años negros.
Entre protagonistas se facturan revanchas, odios y oportunismos. Entre los trabajadores y
miembros comunes de la sociedad hay reclamos que hacen a la conciencia social y que
pueden enunciarse en un principio ético compartido de defensa y respeto pleno a la vida;
tanto propia como ajena.
Pasaron treinta años y la dictadura logró la desarticulación de las organizaciones
revolucionarias, del sindicalismo de liberación y de los centros estudiantiles que junto a
movimientos populares fueron diezmados y desarticulados. Derrota que en términos políticos
significa destruir la voluntad de resistencia y es allí donde se condensa la devastación
ideológica, el reemplazo de vínculos ciudadanos solidarios (entre personas y hacia el interior
de la comunidad) por relaciones individualistas de consumo que fueron asimiladas como
cabal manifestación de la globalización.
A pesar de ello hubo quien escribió, quien dijo su palabra, quien hizo su poema, quien
canto su canción en esos años de alambrados culturales como los llamó Julio Cortazar.
El relevamiento de la información y la reconstrucción del Operativo Quena
Desde un enfoque dialéctico aún cuesta comprender el significado de acción penetrado en
el mundo personal de los sujetos (como interpretan las situaciones, que significan para ellos
las mismas y que intenciones tienen); sin embargo el desafío se asumió desde la condición de
pertenencia al contexto; lo que generó cierto facilitamiento de acceso y compenetración
con los testigos y protagonistas del hecho.
Inversamente los datos hallados en relatos y memorias fueron complementados y
analizados desde perspectivas del grupo investigador; por lo que es bueno y honesto consignar
los matices apasionados de la escritura de este trabajo.
Entre los TESTIMONIOS, el trabajo de campo incluyó 30 entrevistas. Los relatos orales de los
protagonistas son elementos de anclaje que dan fé de los hechos acontecidos en esta
Comuna por esos años.
Se cuenta con:
*Testimonio de un militar
*Testimonio de un empleado municipal
*Testimonios de comerciantes
*Testimonio de docentes y vecinos de la comuna
ANALISIS DEL TRABAJO DE CAMPO
Imprecisiones y variaciones en la información obtenida
• No hay acuerdos sobre la Fecha de realización de este Operativo. Los testigos la
recuerdan como oscilante entre la celebración de Pascua y la Navidad de 1.976.
En el primer caso por la proximidad temporal misma al alzamiento podría suponerse un fin
oficial distinto al decomiso ilegal de mercadería vinculado a exilios forzosos, persecuciones
ideológicas que ningún testigo manifiesta. Salvo mención aislada de búsqueda de armas,
libros y fotos.
* Algunos afirman que fue una acción exclusivamente encarada por el Ejército Argentino
desde el Regimiento 20 de Infantería, otros de modo conjunto con Gendarmería y otros se
lo atribuyen a esta última organización.
* Las denominaciones Operación y Operativo Quena de algún modo denotan esta
ambivalencia a la que se suma una tirantez real entre las fuerzas. Se alude a la denuncia de
un suboficial de Gendarmería contra el Comandante Principal Gauna por lo que algunos
pobladores asocian el Operativo con la intervención a esta Gestión.
Datos recurrentes
• Sobre la duración del Operativo: los vecinos mencionan entre dos y cinco días,
comenzando por la periferia de la ciudad hacia el centro donde se ubicaban los
principales negocios mayoristas.
Hecho con el que se constata un plan previo perfectamente diseñado en función de
cómo se articulaba el paso de mercadería.
• La mayoría de los entrevistados describen el episodio como masivo tratándose de un
allanamiento a casa particulares, a negocios, predominando el saqueo de depósitos que
almacenaban artículos tradicionalmente exportados a Bolivia como ser harina, fideo,
grasa, azúcar y otros.
Llama la atención que siendo la zona fronteriza fuertemente controlada, por el ingreso de
hoja de coca, en ningún testimonio se menciona la confiscación de la misma, teniendo en
cuenta el planteo realizado por la socióloga Julia Rivera Cusicanqui en su libro “Las
Fronteras de la Coca”, que a pesar de la represión exacerbada prohibición en el periodo
dictatorial se incremento el ingreso de la hoja de coca.
El coqueo fue prohibido de manera progresiva entre 1976 y 1979, restringiéndose su
circulación a punto de ser encarcelada cualquier persona que tuviera el hábito de consumir o
transportar una mínima cantidad.
• Entre diversos testimonios, se puede observar que de este operativo surge la decisión de
hacer circular la venta de un bono con el que cada familia adquiría una ración de artículos
comestibles, cuya distribución no estaba garantizada por supuesta escasez y no se
procedía a la devolución del dinero. Situación que afianza la existencia y tolerancia de
los mecanismos de abuso en un marco de ilegalidad total lo que supone participación en
los réditos de las cadenas superiores de mando.
• Algunos entrevistados entienden que gracias al saqueo y clausura de los negocios
mayoristas, los minoristas pudieron surgir, porque muchos de los “turcos” se fueron a
otras provincias por las pérdidas significativas que les ocasionaron.
Dato que confirma cierta red de complicidad entre pequeños comerciantes y fuerzas de
seguridad. La mercadería confiscada se revendía en áreas rurales luego de la distribución
gratuita que el Ministerio de Bienestar Social efectuaba con sello especial entre comedores
escolares, hospitales y servicios sociales comunitarios.
• Del contrabando se puede decir, que tuvo su mayor auge entre los años 1950 y 1980 en
vagones cubiertos de harina se “contrabandeaba vehículos” , obtenidos mediante robo y
secuestro organizado en las grandes ciudades6
• Algunos testimonios legitiman el saqueo de los grandes depósitos de los turcos por la
evasión de los impuestos fiscales ya que se evidenciaban depósitos ilegales, solo un
testimonio argumenta legalidad en la habilitación del depósito y tenencia de mercadería,
las que una vez secuestradas no eran devueltas y solo en un caso de un 100% del secuestro
se restituye un 40% y bajo palabra del comerciante de no iniciar ninguna acción que
perjudique al gobierno.
PRIMERAS APROXIMACIONES
Las variaciones en cuantos datos recogidos en los testimonios impiden la descripción
fáctica del Operativo con una rigurosidad deseable en términos científicos pero reflejan la
férrea voluntad de enterrar el pasado sin exponerlo a una crítica interesada y
fragmentadora pero también comprometida con un ideal de verdad y justicia que autoriza
a los adultos a encaminar una nueva ética.
Su señalamiento instrumental: Operativo Quena es coincidente con el simbolismo
histórico-cultural y la metodología empleados por las fuerzas armadas en otros centros del
país como por ejemplo el Operativo Independencia en Tucumán y las constantes alusiones
al roquismo en la Patagonia; sin olvidar que el Plan Cóndor de alcance continental apeló en
distintas ocasiones a las figuras de los Libertadores de América. Relaciones nominales que
indican la efectiva participación del ejército argentino con mandato y coordinación
autónoma a las fuerzas de seguridad establecidas en la frontera.
Los móviles del Operativo Quena se diluyen en su ampliación y diversificación, siendo
recurrente el saqueo de bienes revendibles como medida infundada dentro del marco de
represión política que generó una impunidad descontrolada inclusive para sus mentores.
La falta de disposición de documentos oficiales como de información estadística, de
planificación militar, de actas de decomiso refuerzan la tesis de impunidad total y del
cruce de intermediarios civiles y militares.
La ingenuidad manifiesta en el señalamiento de destinos posibles de la mercadería,
traduce la resistencia a volver atrás por quienes vivieron este período.
6 Era bastante frecuente quitar a los detenidos desaparecidos sus bienes móviles antes, durante y después de la detención.
30 años después, el comercio actual sigue vinculado a la práctica de contrabando con
mecanismo de complicidad bastante similar, con la diferencia que hoy la exportación a
Bolivia se promueve desde una política de reembolso de IVA.
El silencio, la ambivalencia y el anonimato son conductas justificadas desde un miedo
nunca planteado directamente porque desde el hoy de los sujetos interrogados prevalece
una vinculación obligatoria dada en un contexto de actuación e interacción pequeño donde
hay represores que están todavía en la fuerzas y en la zona.
Quienes presentamos esta producción consideramos que la prevención ante un posible
regreso de la Dictadura no tiene asidero en el futuro próximo, infiriéndose complicidades
intersectoriales emergentes de la continuidad histórica del contrabando como medio de
subsistencia.
Para cerrar provisoriamente este trabajo es vital insistir en la consecución de otros
aportes que facilitarán el armado de un recorrido explicativo más fiel a lo sucedido y más
rico en interpretaciones.
Quizás sea una cuestión de tiempos personales, familiares y sociales que requieran de
un diálogo generacional íntimo y en consecuencia un desnudar el alma con toda crudeza y
hermosura.
Como sostiene Pilar Calveiro
“Todo acto de memoria se interroga por su fidelidad, sin hallar jamás respuesta
definitiva”.
INTRODUCCIÓN DEL PRE-SEMINARIO “A 30
DEL GOLPE” JULIO DEL 2006
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
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1.989.
ANEXO
Entrevistas
Se transcriben algunos relatos a efectos de consolidar las primeras apreciaciones sobre lo que
fue el Operativo Quena en términos materiales y sociales.
Testimonio anónimo Nº 1 Me acuerdo que en 76’ nosotros alquilábamos en la calle Güemes
una casa que también hacia de depósito para la mercadería, frente a la escuela 86 y llegó en
ejercito RIM 20 de San Salvador de Jujuy, eran muchos, las calles se veían teñidas del verde
de los mílicos. Mirá te cuento que han batido toda La Quiaca, casa por casa. A la mía entraron
dando patadas a la puerta yo logré escapar por la pared del fondo. Cuando volví después, me
encontré con la casa vacía, se habían llevado todo.
Mis hermanos y yo trabajábamos con el contrabando de mercadería (la manteca que venía en
latas moradas) nos quedamos en la “lona”, era nuestro único capital.
¿Sabes qué hacían con la mercadería? La hacían cargar con los mismos presos que estaban en
gendarmería por contrabando o sospechosos a los vagones del tren y se lo llevaban a Jujuy,
parece, no se, muy bien a donde se la llevaban.
En ese momento en la municipalidad creó que estaba como intendente el italiano y después
el señor Imperiale7, a ellos que eran personas muy mayores a culatazos le hacían cargar
bolsas de harina y todo tipo de mercadería. Se los llevaban a Jujuy para hacerles descargar,
los tenían presos y después los volvían a traer.
Los que trabajábamos con el contrabando teníamos un arma, para defendernos por el campo
cuando trasladábamos la mercadería en camioneta, si nos encontrábamos con gendarmería
nos agarrábamos a tiros. Luego teníamos que hacerla desaparecer porque si las encontraban
os identificaban y desaparecían. Incluso un día enterramos nuestras propias armas en el patio
de la casa de Armando (un compañero). Igual nos quitaron. Otras veces escondíamos las latas
de grasas y mantecas en las letrinas (pozo ciego), igual te revisaban todo. No había vuelta esa
era nuestra única manera de subsistencia. En la calle te revisaban todo, era una época
jodida…
Testimonio Nº 2
En el año 1956 por la zona de Santa Catalina y Piscuno tres negocios transportaban de 30 a 35
camionetas con harina. Las descargaban en el límite con Bolivia para luego pasarlas en burros
a lado boliviano. Después los dueños de esos negocios se fueron al Ramal como contratistas
para los ingenios azucareros.
Testimonio Nº 3
La gendarmería saqueó a La Quiaca todo, todo, todo. No dejaban nada, las ratas nada más
salían de los depósitos. La gente no podía charlar porque su acercaban los gendarmes y les
preguntaban de que estaban charlando, por qué estaban charlando y te llevaban al escuadrón
nomás, así era…
Entraban a las casas y revisaban todo: bajo la cama, los colchones, los baños, todo. Cuando
entraron a la casa saquearon caramelos, harina, grasa de cerdo, había surtido de todo. Esa
mercadería yo guardaba pero no era mía, era de los bolivianos ellos las hacían pasar por río.
• Cuando entraron aquí, cargaron todo sin decir nada. Buscaban en las cajas armas y decían
que de allá8 tenían orden de revisar todo.
7 El entrevistado confunde datos personales ya que el italiano e Imperiale son la misma persona. 8 Hace referencia a la capital de Jujuy y a los altos cargos militares.
• En ese tiempo había un señor en el barrio: Don Tejerina, él trabajaba con gendarmería,
pero a nosotros nos había avisado que iban a venir los gendarmes a revisar, nos prevenía y
nos decía que no tengamos miedo y que los hagamos pasar porque sino iba a ser peor, nos
iban a meter preso.
• Cuando me sacaron las cosas yo les pedí a los gendarmes que me dejaran algo porque yo
vivía de eso y les hice ver a mis hijos y me dejaron algo.
• Todo te revisaban hasta mi cocinita de barro, adentro han revisado.
• Por aquí cerca en la esquina Hipólito Irigoyen y Güemes sacaron todo, de don Jorge
Calizaya, también el negocio de Saiquita, de don Bazán, a la Claudia Almazán también le
sacaron.
Testimonio Nº 4
Radio Nacional comunicaba que el saqueo venía de nación, don Tejerina le decía rastrillaje.
• Yo era joven, trabajaba como empleado de Cristal9, entonces gendarmería entró a todos
los negocios que tenían los turcos, sacaron toda la mercadería y se la llevaron a Jujuy, al
Ramal.
• Estuvo muy bien que le hayan quitado todo a los turcos porque ellos se enriquecen
siempre y no hacen nada en La Quiaca, se van cuando quieren y vuelven cuando se les
antoja. ¿Dejan algo a La Quiaca? ¿Hacen algo por La Quiaca? ¡Nada! Estuvo muy bien el
operativo solo duró dos días mas o menos.
• También recuerdo que a un turco le quitaron un vagón de chocolate y chicles se
derritieron antes de salir del ferrocarril.
Testimonio Nº 5
• En el ´76 hubo una invasión del ejército. Se veía una cantidad enorme de soldados
apoyados por la Gendarmería Nacional de aquí. El ejército estaba comandado si mal no lo
recuerdo por el coronel Bulario. Hubo un atropello, avasallaron los principios básicos de
los derechos humanos. Saquearon casas, inclusive en algunas viviendas que tenían dos
televisores se llevaban uno porque no podían tener más.
• Durante el Operativo Quena se secuestran 800 vagones de mercadería de los distintos
comerciantes y habitantes y se los llevan a zonas tropicales como el Ramal, Perico para
que la mercadería se descomponga y se pudra. Algunas mercaderías se la llevaban a
Tucumán.
• De esta manera dejaron desabastecida a toda la comuna. Para comprar carne tenías que
hacer cola desde la madrugada y tenías que tener tu documento sino no te daban. El
9 Uno de los primeros y más grande hotel de la ciudad que actualmente se encuentra en funcionamiento.
desabastecimiento era total y sin embargo no coincidía con la realidad; por que les digo
esto, porque en los depósitos ilegales había cualquier cantidad de mercadería y los
comerciantes inescrupulosos preferían venderla a Bolivia por unos pesos más.
• A algunos los perseguían porque era demasiado el contrabando, algunos turcos no
volvieron más por ejemplo el “Tuco” Aramayo estuvo preso durante mucho tiempo por
contrabandear harina para Bolivia en vagones de gran capacidad, en medio de ello se
encubrían camionetas y se vendía todo, vagón y todo. Por ese entonces se perdió 600
vagones de la estación del ferrocarril y al que estaba de jefe se lo hechó.
Testimonio Nº 6
• Los mayoristas, los turcos tenían legalmente un depósito y cuatro o cinco fueran de la ley.
Esos establecimiento eran ilegales y la mercadería decomisada se llevaban a Jujuy.
• La gente no tenía miedo. Sabían que estaban fuera de la ley, ellos no pagaban impuestos
por eso La Quiaca no progresa nunca. Los turcos no invierten aquí sino en Salta, ahí
construyen cines, supermercados, de todo.
• El Operativo Quena consistió en el secuestro de mercadería ilícita a los mayoristas
solamente. Pero la noticia mala vuela rápido y llegó a los alrededores de La Quiaca y la
gente de precavida enterraba camionetas enteras de harina, fideo en fosas…
• En ese entonces el tráfico ilegal de harina estaba en auge. Se compraba harina del Sur y
unas veces aquí no se pagaba impuesto. La aduana no encontraba casi nada. El impacto
que sufrió La Quiaca por el Operativo Quena fue devastador, algunos turcos de miedo se
fueron, esos son como las langostas cuando ven algo verde se asientan, cuando ven algo
seco se rajan. A los turcos los embromó el Operativo Quena y a los minoristas10 no les
afectó en nada, más bien fue una ayuda para ellos, comenzaron a surgir.
• La ciudad de La Quiaca estaba sitiada por los militares que a las siete de la mañana se
adueñaron de la ciudad. El ejército provenía de San Salvador. Eran dos Che, el G.A.M.V(5)
y el Regimiento 20 de Gendarmería. Estaban bien organizados: comenzaron revisando las
orillas de la localidad y de a poco llegaron al centro y confiscaron todo. Aquí quiero
aclarar que La Quiaca es una ciudad comercial donde la harina, el arroz, el azúcar, el
fideo y la grasa son artículos de primera necesidad para el consumo, pero a las golondrinas
(los turcos) les convenía vender todo eso ilegalmente, no pagaban impuestos y encima
cobraban el doble, por ejemplo una bolsa de harina…. No me acuerdo cuanto costaba…
pero en Bolivia se vendía al precio doble.
10 Lugareños que constituían el comercio minorista.
• Pero por otro lado el Operativo Quena irrumpió en las casas de los quiaqueños y saqueaban
la mercadería que había pero esa mercadería no era para vender sino para auto sustento.
Aquí quiero aclarar que la gente del Norte tiene una familia muy numerosa y lo que uno
tiene forma parte de la despensa familiar ¿Quién no iba a juntar en esa época de
desabastecimiento? Pero los militares no perdonaban nada. Antes habían muchas familias
que criaban chanchos, ovejas y vacas era poco el ganado pero aprovechaban todo sin
desperdiciar nada por poco y se llevaban hasta eso…Entraban a las casas buscando armas
Testimonio Nº 7
No te tocaban la puerta para entrar. Yo por ejemplo cuando entraron acá les dije, ¿que
quieren? - ¡Cállese la boca! – me contestaron y empezaron a hurgar toda la casa, entraron al
dormitorio y rompieron los roperos y los colchones, buscaban bajo la cama. Ellos buscaban
documentos políticos de Perón. A mí si ese día me hubiesen encontrado documentación
política me llevaban a Jujuy preso.
En ésa época yo estaba como director del “Centro Recreativo Nº 3” actualmente el Centro de
Menores. En ese entonces se produce el operativo Quena, en el ’76. a mí me buscó un capitán
del ejército y me preguntó: -¿Usted es el director del Centro? – Si, - le contesté y le pregunté
-¿Usted quien es? – y me dijo: yo soy el capitán del regimiento 20 de gendarmería. ¿A qué se
debe esta revisación? –Usted está denunciado como político y además se está robando toda la
mercadería del centro.
Yo manejaba la caja chica y la mercadería que sacaba la facturaban los negocios y luego las
enviaba a San Salvador y ellos se encargaban de pagar. Entonces lo conducí al depósito y
revisó todo. Y se encuentra con que no faltaba nada. Y bueno me salvé de que no me
llevaran.
Pero el capitán dijo: -bueno, a partir de este momento usted no es más el director del centro
y llamaron a una chica que me ayudaba y la nombraron directora.
El intendente de ese entonces era Imperiale y a él se lo llevaron por ser peronista.
El nombre de Operativo Quena puede ser que ser refiera a la puna y quebrada ya que es un
elemento autóctono de la zona. No sólo se llevaban mercaderías sino todo lo que encontraban
y no te daban inventario de nada. El operativo se realizaba con cuatro o cinco milicos y no
tenías que decir nada porque sino te llevaban preso. No era una cosa para jugar y te tenías
que callar la boca.
Aquí, en La Quiaca el famoso operativo Quena no tenía oposición, no se podía hacer eso. Y si
te ibas de la ciudad te paraban ocho veces hasta llegar a San Salvador. No se podía viajar.
Testimonio Nº 8
En ese tiempo venía el coronel y te tocaba la puerta y se metía nomás adentro. Y después se
llevaba lo que había pero se concentraban mucho en los grandes depósitos de mercadería,
tomaban datos, inclusive creo que a los mismos propietarios se lo llevaban para declarar.
Decían que había depósitos ilícitos y los clausuraban, inclusive a los propietarios se los
llevaban presos porque tenían problemas con el fisco, ellos no pagaban impuestos y por eso se
los llevaban.
Eso hace 25 años. Nosotros nos encontrábamos durmiendo la siesta, tocaron la puerta y se
entraron. Buscaban armas pero no se llevaron nada porque nosotros no teníamos nada.
El comercio estaba normal, tranquilo, ellos buscaban solamente. De pronto el mismo
ciudadano con el miedo de no tener de más mercadería que le permitían, compraba menos. Y
no había mucha restricción.
El operativo Quena duró dos días y después se concentraron tres días en los comercios de
mayoristas incautando su mercadería.
Testimonio Nº 9
Mi papá dice que ellos (los militares) recibían órdenes y las tenían que obedecer. No me contó
mucho, él es así. Y no me quiere contar nada y se niega diciendo que está prohibido hablar de
eso, por ahí con mi mamá le sacamos algo, pero si ellos llegan a contar algo, les cortan la
cabeza. Mi papá me dice que él hacía “tapadas de boca”: delitos que iban desde el robo hasta
asesinato y no quedaba ningún documento escrito, todo era ilegal y me da vergüenza esa
mancha en mi familia.
En Villazón te vigilaban todo lo que hacías porque podrías ser un sospechoso y escapar al
vecino país y quién no, te ibas porque ellos mismos te echaban.
Con respecto al desabastecimiento, yo sé que se vendía un kilo de azúcar por familia y
después el hilo se vendía por metro. Y si te agarraban en tu casa con algo de más te
preguntaban por qué tenías demasiado, a quién lo ibas a entregar y para quien estabas
trabajando.
En las calles disolvían los grupos y las pequeñas charlas, estaba prohibido todo eso.
Testimonio Nº 10
En La Quiaca no había control, era tierra de nadie, no había DGI, rentas, absolutamente nada.
Entonces se traía mercadería del sur y se amontonaban grandes cantidades en los depósitos,
las cuales pasaban para el otro lado como contrabando. En cierto momento el gobierno de
facto llega y se hace cargo, secuestrando la mercadería sin importar quienes eran los
encargados, los llevaban al escuadrón a declarar y la mercadería se iba a Jujuy.
En ese tiempo la gente ya tenía conocimiento de lo que pasaba. Por ejemplo mi papá era de
la fuerza de seguridad de la policía de la provincia y se fue a enterrar una máquina de coser
que era de Villazón. Previniendo el robo que efectuaban los militares y cuando llegaron
revisaron la casa de lo más normal y al rato después se fueron “y yo creo que no es así como
dicen, fue normal el procedimiento”.
En el centro de La Quiaca era más estricto porque yo veía que los mercaderes iban y dejaban
heladeras, bolsas de harina y grasa de cerdo en una camioneta y la enterraban por las zanjas.
Se trataba de esconder lo que más se podía pero había cosas como autos, bicicletas y
mercaderías de todo tipo que era enterrada. Yo vi eso cuando trabajaba aquí y no había un
control de IVA, era fácil enriquecerse y el gobierno de turno militar en parte, vino a tomar el
“toro por las astas”.
Si bien no nos dejó tanta libertad, la dictadura me gustó porque se hicieron muchas cosas,
por ejemplo, “hoy la bolsa de harina cuesta cincuenta pesos, antes era mucho más barata”.
Hoy no hay mercadería, el comerciante prefiere vender a Bolivia y nada para el quiaqueño.
Testimonio Nº 11
Yo tenía once o doce años, y vivía frente al mercado. Me acuerdo que teníamos un bar. El día
que entraron tocaron la puerta muy fuerte y si mi mamá no se apuraba rompían la puerta.
Eran los gendarmes y estaban bien armados, revisaron todo, todo. Creo que dijeron que
buscaban armas, libros o algún material en contra del gobierno. Días antes había enterrado un
arma dentro de una lata en el rincón del patio. Y me dijo:-te vas a sentar en ese lugar -. Y yo
me senté y desde ese rincón veía como tiraban los libros, arrancaban hoja por hoja. Se fueron
sin llevarse nada. Entonces mi mama me dijo que ya se habían robado armas y muchas cosas
más, y también me dijo que esas cosas se llevaban a Tucumán y con esas armas mataban a la
gente.
Testimonio Nº 12
En esa época yo volví a la provincia, era mas o menos 24 de Marzo del 76”, acá en La
quiaca se vivía bien, había negocios y el aspecto económico era lindo y como allá no estaba
bien ellos argumentaban que era injusto, dado que allá se cerraron negocios o se hacían
largas filas y esas cosas.
Ellos montaron un operativo que fue único en el país y fue solamente aquí y no tengo otra
palabra para llamarlo sino un saqueo...por que fue un saqueo.
Por que teníamos un depósito abalado por la municipalidad, las facturas legales, papeles al
día, la mercadería era legal, todo estaba legalizado entonces fue un saqueo, pero bueno,
ellos no sabían donde encuadrarlo o como, ellos decían que era un contrabando y con eso
se justificaban y no podía ser nunca un contrabando cuando era legal porque contrabando
se considera cuando no pasas por un lugar habilitado, permitido, algo como por ejemplo el
río, entonces no se justifica lo que hicieron. Mirá fue algo tan malo que aún incluso de que
se diera a conocer en el país todo lo que sucedió aquí todo esto se emitía en las emisoras
Árabes, por que bueno justamente casi todos los comerciantes era Árabes.
Ellos eran dueños de todo, venían te pedían la llave y se iban a tu depósito y te sacaban las
cosas, no respetaban nada, me acuerdo que era época de pascua y cuando por aquí pasaba
el Vía Cruces, por que aquí siempre hubo estaciones, vos veías a las mujeres que rezaban y
en la esquina estaba el camión de gendarmería llevándose las cosas, a mi me pedían la
llave y yo anotaba todo lo que se llevaban y no hacía nada más ¿Para qué vas ha hablar?
Pero ojo que más de una vez a muchos gendarmes se les fue las lágrimas por la impotencia
que ellos tenían. Sabían que actuaban mal y por ahí no querían sacarte las cosas, pero
bueno tenían que obedecer o desaparecían, a mi me dio pena, ellos regalaban una vida de
esfuerzo a sus familiares Luego de los saqueo nos devolvieron la mercadería, sobre el 100%
de mercadería te devolvían un 40% pero en pésimas condiciones, no se la podía vender, las
tenía que utilizar, nos devolvieron la mercadería pero firmando papeles en los que nos
comprometíamos a recibir la mercadería pero no podíamos hacer ningún juicio al gobierno
o apelar a un medio legal para comprometer al gobierno.
Alumnos y Maestras de la localidad de Tafna a la espera de donativos e Gendarmería
Nacional.
Vista panorámica de la ciudad de La Quiaca tomada desde la torre de Gendarmería Nacional.
Desfile Militar en la época del proceso
Vista actual del Escuadro 21 de Gendarmería Nacional.
Ex Ferrocarril Manuel Belgrano, principal medio de transporte durante la época del proceso.
RIO INTERNACIONAL: Lugar fronterizo utilizado para el contrabando hormiga.
Inmediaciones del Ex Ferrocarril Manuel Belgrano.
DONACION A ESCUELAS: Forma de legitimar mercadería secuestrada.