Siga estos pasos:

1. Haga esta oración de protección:

“Oh Padre Celestial de ti procede toda bendición del cielo y en la

tierra.

En nombre Bendito de Jesús, tu amadísimo hijo, Nuestro Señor,

por el poder de sus santas llagas y de su santa cruz, atamos,

encadenamos y amordazamos todo espíritu del mal y sellamos con la sangre de Jesús, nuestro cuerpo, alma, espíritu, mente,

corazón y vida, nuestro pasado, presente y futuro:

todo lo que somos, tenemos y lo que hacemos.

En el nombre poderoso de Jesús y en el dulce nombre de

Maria sellamos todo nuestro ser y este lugar.

En el nombre de Jesús invocamos a San Miguel Arcángel, San Rafael y San Gabriel y con el auxilio de todos los Santos,

Ángeles, por intercepción de la Virgen Maria y San José le

prohibimos a todo espíritu del mal hacernos daño en nuestros

bienes espirituales, materiales, en nuestra familia, en nuestro

trabajo, y en nuestros grupos de oración. Amen”.

2. Pida la unción del Espíritu Santo:

“Te pido Padre en el Nombre de Jesús que derrames abundantemente sobre mí el Espíritu Santo para que me guíe en

esta oración. Hoy Señor, invoco Tu Nombre y me humilo ante Ti,

orando y buscando tu rostro, me vuelvo de los malos caminos y

entonces Tú oirás desde los cielos mi voz, perdonarás mis pecados y sanarás mi tierra. Tus ojos estarán abiertos y tus oídos atentos a

la oración que se haga en este lugar, pues has escogido y

santificado esta casa, para que en ella permanezca Tu Nombre

para siempre. Amén”.

ORACIÓN POR LA CASA

3. Haga una oración de renuncia:

“Yo renuncio y cancelo todo engaño, mentira, deseo de muerte,

angustia, confusión, depresión, soledad, (mencione el problema) de los que viven en esta casa y desato esta palabra para mí y mi familia:

“Miren como yo coloco en Sión una primera piedra cuadrada,

preciosa y firme: „El que se apoye en ella , no se moverá‟. Pondré

el derecho como regla y la justicia como nivel. El granizo aplastará el refugio de la mentira y las aguas inundarán su escondite. Será

roto su contrato con la muerte y el acuerdo con el lugar de los

muertos ya no tendrá más valor””.

4. Reconozca a Jesús como Salvador y acepte sus

promesas:

“Declaro que Jesucristo es mi único Señor y Salvador, que es mi pastor y que solo a Él sigo porque conozco su voz. A otro no lo

seguiré, más bien huiré de él porque desconozco la voz del

extraño. Yo reconozco que Tú Señor me has entregado promesas

extraordinarias y preciosas por lo que sigo manteniendo mi

esperanza sin que nada me pueda conmover, ya que eres digno de confianza. Señor, Tú no demoras en cumplir lo que prometes como

algunos se imaginan, sino que tienes paciencia con nosotros,

porque no quieres que nadie perezca sino que todos lleguen a la

conversión, por lo que te entrego y desato en el Nombre de Jesús a:

Mi esposo(a)…..

Mis hijos…

Mis papás…

Mis hermanos…

Mis empleados…

Y todo lo que tiene que ver contigo. Señor, ahora confío en Tu

misericordia que es nueva cada día”.

5. Tome autoridad rompiendo yugos, cadenas y hechicería.

“Yo creo en Ti Señor Jesús y tomo la autoridad que Tú me has

dado. En el Nombre de Jesús y con el poder de su preciosísima Sangre, rompo todo yugo de esclavitud al adulterio, depresión,

tristeza, inseguridad, pobreza, (otros), por más potentes y

poderosos que sean, serán cortados y desaparecerán. Ahora Señor

quiebra sobre mí el yugo y rompe mis cadenas de alcoholismo, lujuria, lascivia, concupiscencia, rencor, gula, avaricia, pereza, ira,

avaricia, idolatría (otros). Sabiendo que Dios revela los secretos de

las tinieblas y nos los da a conocer, tambien cancelo, anulo,

destruyo y quito todo derecho legal que el enemigo haya tenido

sobre mí, mi familia y todos los que viven en esta casa (mencionar los

nombres).

En el Nombre de Jesucristo y con el poder de la Sangre del

Cordero rompo todo plan del enemigo, de hechicería, brujería y

cualquier arte oculta. Ya no temo a la opresión y el terror no se acercará a nadie de esta casa. Si alguien me ataca no será de

parte del Señor y quien quiera que me ataque, contra Ti se

estrellará. Ninguna arma que hayan forjado contra mí tendrá éxito

y haré callar a cualquiera que me acuse ante el juez. Este es el premio para los servidores de Yahvé, las victorias que

obtendremos con su ayuda, pues Yahvé ha hecho todas las cosas.

Él solo formo los cielos, afirmó la tierra sin que nadie le ayudara.

Él hace que fracasen las señales de los magos y que se vuelvan locos los adivinos, hace que los sabios se retiren y que su ciencia

no acierte, confirma las palabras de su servidor y procura que

tengan éxito los planes de sus delegados. Ahora mismo el Señor

me quita las cadenas que tengo en las manos o en mis pies. Sabré

que Tú eres Dios cuando rompas el yugo y me libres de los opresores. Amén”.

6. Rompa toda maldición y herencias destructivas.

“Reconozco que mi única herencia es ser sellado por el Espíritu

Santo, ser hijo adoptivo de Dios y tengo la esperanza de la Vida

Eterna, por lo que no recibo ninguna herencia de maldad de

(mencionarlas) y ninguna mladición de (mencionarlo) pues ya Cristo me rescató de la maldición, haciéndose Él mismo maldición por mí;

creyendo esta Palabra te pido Señor que cambies toda maldición

sobre mí o sobre algún miembro de los que viven en esta casa en

bendición. Declaro que no recibo ninguna herencia de muerte o de

enfermedad en el Nombre poderoso de Jesús de Nazaret. Yo acepto únicamente el contrato del Señor: “Poe lo que a mí me

toca, dice Yahvé, éste será el contrato que haré con ellos. Mi

Espíritu que ha venido sobre ti y mis palabras que he puesto en tu

boca, no se alejarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos o de tus nietos, desde ahora en adelante y para siempre afirma Yahvé”.

7. Desate bendiciones para su hogar:

“Yo recibo y desato bendiciones del Señor sobre mí, sobre mi

familia y mi descendencia y sobre todos los que habiten en esta

casa en el Nombre de Jesús, pues deseo obedecer la voz de

Yahvé. Porque le obedezco recibo estas bendiciones: Bendito el

fruto de mis entrañas y el fruto de mi tierra. Benditos sean los

graneros y el lugar donde guardo mis frutos. Bendito seré en mis

acciones desde el principio hasta el fín. A los enemigos que se levanten contra mí, Yahvé los derribará y pondrá a mis pies, por

un camino saldrán a mi encuentro y por siete huirán de mí. Desato

las bendiciones del libro del Deuteronomio 28:2-14 y de Números

6:23-27 para mí, mi familia y toda mi casa. (Lea las citas y los Salmos 91 y

121).”

8. Haga una oración de alabanza:

Usando una canción ú oración de alabanza, clama a Dios por la

unidad y la paz de su familia.

9. Con la señal de la cruz ungir las puertas y dinteles de su

casa con agua ó aceite bendito ó exorcizado.

Ungir las puertas, ventanas, paredes, muebles y todo aquello que

considere necesario.

10. Haga una oración de cierre.

Te pido Señor que pongas en mi casa una muralla de fuego. Jesús,

entra en mi casa y que tu presencia la rodee por detrás y por

delante. Te invito a que habites en mi casa con tu Gloria, sabiendo

qur Tú, mi Dios, actúas con miras a toda la duración del tiempo.

Te doy las gracias por las bendiciones que has derramado en el día

de hoy y por hacerme libre.

Me cubro con la Sangre preciosa de Jesús, en el Nombre del Padre,

del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.