Orbi Año i Núm.2 Agosto 2014
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oneto eneaslabo con estrambote, quiz no lo suficientemente nclito
para tal ocasin, pero con afecto sincero para el Colegio de Estudios Libres ysu egregio fundador Carlos Sierra Lechuga, con quien compart quijotescos
sueos adolescentes.
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Colegio de Estudios LibresMiembros Colegiados
RECTORCarlos Sierra Lechuga
VICERRECTOR DE PUBLICACIN Y DIFUSINAlejandro Gamboa
VICERRECTOR DE GESTIN Y CONDUCCINRicardo Corts
ACADMICOSDiana Carolina Villaseor Trujillo
Minerva SalinasCarlos Ortega
Marco Julio Del Moral ArgumedoJuan Jess Castillo
Rodrigo Rivera
www.colegiodeestudioslibres.blogspot.mxcolegiodeestudioslibres@gmail.com
Queda prohibida la reproduccin parcial o total de esta publicacin encualquier forma o medio sin el permiso expreso y por escrito del titular de losderechos; sin embargo, todo puede citarse con su respectiva fuente. Los textos
publicados aqu son en su totalidad responsabilidad de sus autores.
ORBI Colegio de Estudios Libres COELI 2014.
http://www.colegiodeestudioslibres.blogspot.mx/mailto:[email protected]:[email protected]://www.colegiodeestudioslibres.blogspot.mx/ -
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Gaceta del Colegio de Estudios Libres 1
NDICE DE CONTENIDOS2
EDITORIAL
3 ARTCULOS4 Invitacin a la filosofa de Xavier Zubiri
Alberto Rafael Len Ramos9 Realidad y verdad: la superacin zubiriana de la conciencia
husserliana mediante el eslabn heideggerianoCarlos Sierra Lechuga
15 Las parbolas de Jess y su interpretacin en la historiaEdinson Len Esquivel19 Fsica de solapa
Juan Jess Castillo
24 LITERATURA25 Una historia de amor
Carlos Castillo Ramrez26 DosO. Villalver
27 NUNTIATIONES28 CONVOCATIO
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EDITORIAL
Te invitamos a que leas el Nmero 1 de nuestra Gaceta, pinchando en
el siguiente enlace:
ORBI: Nmero 1.
ORBI,
Gaceta del Colegio de EstudiosLibres:
AO I NM. 1 JULIO 2014
http://goo.gl/8cImGBhttp://goo.gl/8cImGBhttp://goo.gl/8cImGBhttp://goo.gl/8cImGB -
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Artcul s
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Invitacin a la filosofa de Xavier Zubiri
Alberto Rafael Len Ramos
Docente de Centro Regional de Educacin Superior Paulo Freire
Invitado COELI
La metafsica es materialmente idntica a lo que entendemos por filosofa.
E insisto en la palabra materialmente. Puede decirse que la metafsica es una parte de la
filosofa, adems de la lgica, la tica, la filosofa de la naturaleza. Ciertamente; pero todo esto en
definitiva es metafsica; la lgica es la metafsica de conocimiento, como la tica es la metafsica de
la vida, como la filosofa de la naturaleza es la metafsica de la naturaleza. En este sentido, la
metafsica no es una parte de la filosofa, sino que es materialmente idntica a la filosofa misma
Xavier Zubiri (1995: 16-17)
La filosofa siempre es una actividad final,
para seguir las palabras de Xavier Zubiri
Apalategui. Zubiri es un filsofo espaol que
nace en 1898, el 4 de diciembre para ser
exactos en San Sebastin, Espaa. Fallece en
el 21 de septiembre de 1983. Nos deja un
legado filosfico importante del cual quierocomentar someramente, ya que hablar de su
filosofa y ms tratar de resumirla en pocas
hojas es una tarea colosal. As que ms que
hacer un resumen de la filosofa zubiriana
deseo hacer una invitacin a su filosofa
metafsica radical.
Su formacin primera fue en su pueblo
natal y despus ingresa a estudiar en el
seminario de Madrid, en esas pocas conoce
a Jos Ortega y Gasset, figura reconocida en
la historia de la filosofa espaola. Es gracias
a este ltimo que tiene contacto con la
fenomenologa de Edmund Husserl y
despus con la filosofa heideggeriana, estos
dos seran sus maestros en Friburgo (1928-
1931). De estos dos pilares es donde va
interesarse el joven Zubiri por la filosofa,
siendo un asiduo lector y comentador de
estos dos reputados filsofos alemanes.
Tambin es desde ah donde parte su
intensa actividad filosfica que le dartrabajo intelectual en toda su larga vida.
Aunque en vida solamente haya publicado:
Naturaleza, Historia, Dios (1944), Sobre la
esencia (1962), y la triloga de Inteligencia
Sentiente (1983). Eso no significa que su
pensamiento haya quedado esttico en la
pura filosofa, ya que se inmiscuy en reas
como la fsica, la biologa, qumica, entre
otras; de esto da constancia en sus libros.
Ahora puede accederse a libros, que si bien
Zubiri no escribi para ser publicados, ya
que estaban ms pensados para los cursos
privados que imparta, tienen un gran valor
filosfico por los tpicos que en ellos se
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tratan, pueden mencionarse: Sobre el hombre,
El hombre y la verdad, Sobre el problema de la
filosofa, cinco lecciones de filosofa, El hombre lo
real y lo irreal, El hombre y Dios, entre otros. Y
gracias a la fundacin Xavier Zubiri que se
encuentra en Madrid y que es presidida porJos Llad Fernndez-Urrutia y dirigida
actualmente por el Dr. Diego Gracia,
custodian el legado del filsofo espaol, as
tambin divulgan e investigan teniendo
constante vinculacin con las Universidades
del mundo y especialmente con las
latinoamericanas.
Ahora bien, qu tiene de novedosa lafilosofa zubiriana? Esta pregunta es harto
compleja puesto que para responderla tiene
que desbrozarse la historia de la filosofa
para poder contestarla. Me atrever a
mencionar tres puntos principales.
a) Es una filosofa radical. En el sentido
que atendiendo a la tradicin en que se
ha formado, trata de discurrir sobre los
tpicos que de ella emanan, pero
dndole un tratamiento diferente. Esto
es dirimiendo desde la raz misma de la
gnesis filosfica, los griegos,
rescatando el sentido de los conceptos
as como tambin proponiendo nuevas
vas radicales.
b) Introduce neologismos. Esto es tal vez
lo que ms se le ha reprochado porque
parece que escribe para una elitecon lo
cual el acercamiento a l y supensamiento es para algunos un
tormento. Aunque si se sabe tener
paciencia, la introduccin de estos
neologismos no es por galantera
sofstica sino por un afn
sistematizador de tratar los temas
filosficos con el ms acertado detalle
desde la raz, lo cual posibilita laapertura de los tpicos a dirimir.
c) Es una filosofa metafsica. Sea esto tal
vez lo que ms rechazo causa a la
comunidad filosfica. Ya sea porque al
or la palabrita mstica metafsica viene
de inmediato un desapruebo, una
mirada de rechazo y un pensamiento
de pobre ingenuo, todava cree en lametafsica!. Cuando se afirma que la
filosofa zubiriana es metafsica es
porque se entiende diferente la palabra,
ya que para Zubiri, la definicin formal
de filosofa es metafsica. Y metafsica
es la transcenden-talidad de lo real.
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Dice Zubiri que la filosofa se ha
movido en dos grandes horizontes distintos
e incompatibles. El primero es el de los
griegos, que est determinado por el
asombro ante el cambio. La pregunta central
en l fue qu es el ser?,
formulada por Aristteles.
La respuesta se esperaba
deba proceder de la misma
naturaleza de las cosas. El
segundo horizonte es el
marcado por el cristianismo
en sus puntos de creacin y
nihilidad, as como el depersona, con ello queda
marcada la filosofa desde
San Agustn hasta Hegel. En
l, la pregunta cambia, ahora
es: por qu hay algo y no ms
bien nada? Es en estos dos
horizontes que la filosofa se ha desarrollado,
tambin es aqu donde ha encontrado susms grandes problemas para desarrollarse,
lo cual lleva a pensar si es posible desarrollar
una filosofa que supere estos dos horizontes.
La tarea de ello es la que nos toca.
El punto de partida de la filosofa
radical zubiriana es muy simple: la realidad.
Lo primario es la realidad. Slo hay ser porque
hay realidad (Zubiri, 1986:56). Aqu simple nosignifica sin importancia, al contrario. La
realidad o reidad, es el inicio de toda la
reflexin que implicar tambin el anlisis de
otros conceptos como: inteligencia, sentidos,
esencia, logos, verdad, hombre. La Reidad. Es
aquello que es de suyo de lo sentido. Esto
quiere decir que la reidades algo sentido, es
una formalidad1 de alteridad. La reidad se
siente en impresin de realidad y por tanto es
formalidad del mismo de suyo. Pero esta
reidad es sentida en la impresin de realidad
primordialmente por la
sustantividad humana (el
hombre) y slo en impresin
de realidad, ya que el puro
sentir slo se da en los
animales. Aqu es donde
parece empiezan los
problemas tanto de entender
lo que sea reidad como otrosconceptos como: de suyo,
sustantividad, formalidad,
impresin de realidad. A lo
que quiere aludir Zubiri es
que la reidad es simplemente
eso fsico y concreto, pero
que no es zona de cosas, ni un allende o ms
all, tampoco es res cogitans, ni ente. Realidadno es ni cosa, ni propiedad, ni zona de cosas, sino
que realidad es mera formalidad: el de suyo, la
reidad (Zubiri, 2006: 183).
Ahora bien, en esa reidad es donde van
a desenvolverse las sustantividades y la
primordial va a ser la sustantividad humana.
La sustantividad humana es por excelencia
ese sistema de notas que tiene suficienciaconstitucional. Slo en el hombre y eso por su
inteligencia asistimos a la constitucin plenaria
y formal de una estricta sustantividad
individual(Zubiri, 2008: 173). Con esta forma
1Formalidad va entenderse como quedar. El quedarno es accin.
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de entender al hombre se rompe con
dualismos metafsicos, entificaciones o
sustancializaciones de algn tipo. Podra
empezarse a entender que la sustantividad
puede configurar la realidad sin tener
problemas metafsicos insalvables.
Aqu entra otro tpico importante:
inteligencia.Qu tipo de inteligencia es de la
que habla? Es la que denomina inteligencia
sentiente, que intelige y siente en un solo acto
que est en dos momentos estructurales
dados; por un lado, por los sentidos, y del
otro por la inteleccin, ah otro punto nodal
para entender la propuesta zubiriana. Elhombre tiene esta inteligencia sentiente y con
la cual puede conocer el mundo en tanto que
real. Llega a conocer la reidad.
Cmo funciona esta inteligencia
sentiente? A primera vista parece algo
contradictorio, que la inteligencia sea sentiente,
que pueda captar lo sensible. Ah la novedad
de la propuesta zubiriana, ya no se dir quela inteligencia nada ms juzga, concibe, etc.,
(eso era pensado en la filosofa clsica y es lo
que Zubiridenomina inteligencia concipiente)
sino que realmente siente la realidad. Y nos
dice que la inteleccin no es inteleccin
de lo sensible, sino es inteleccin en el
sentir mismo; por tanto sentir es inteligir:
sentir intelectivo. El sentir es en s mismo unmodo de inteligir, y el inteligir es en s mismo un
modo de sentir. La realidad est aprehendida,
pues, en impresin de realidad. Es la inteligencia
sentiente (Zubiri, 2006: 84).
Ahora se conoce desde una inteligencia
sentiente, aquella que aprehende la realidad
en impresin de realidad, sin ningn tipo de
injerencia, velo, u obstculo de genio
maligno, tampoco hay fenmenos o
apariencias, ni cosas en s que sean
incognoscibles. La inteligencia interviene en
su acto radical, en su acto elemental y exclusivo
en la forma de aprehender la realidad como
realidad (Zubiri, 1995:334).
Por ltimo todo esto tiene que ver
tambin con el tema de la metafsica y lo
transcendente. Estos dos conceptos tienen enla historia de la filosofa fuertes cargas
negativas, pero en Zubiri se entienden de
otra manera. Para Xavier Zubiri, la metafsica,
lo transcendente y la filosofa que propone
no tienen nada que ver con lo anterior. Para l
la metafsica no es transcendente en el orden de lo
ideal sino en el orden de lo real. Es decir, no se
trata de inteligencia sensible, si no de inteligencia
sentiente: impresin de realidad. En ella, el
momento de realidad y su transcendentalidad son
estrictamente y formalmente fsicos. En este
sentido de fsica del trans, y slo en este
sentido, la transcendentalidad de la impresin de
realidad es un carcter formalmente metafsico: es
lo metafsico no como inteleccin de lo
transcendente, sino como aprehensin sentientede la fsica transcendentalidad de lo real (Zubiri,
1995:130).
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Entonces, desde la
metafsica realista zubiriana
puede notarse que no hay dos
mundos, no hay un adentro
o un afuera. Tampoco hay
un sujeto o un objeto, un
ente y un ser, sino que hay
solamente una cosa real, la
realidad en tanto que real con
sus notas de suyo que es
dinmica y abierta.El hombre
est en esta realidad y desde
ah puede llegar a conocer por
medio de lo que se llama
inteligencia sentiente. La
metafsica realista zubiriana no
tiene ningn pice de dualismo en el viejo
sentido metafsico del trmino.
Es, pues, sta una explicacin
somera de algunos conceptos
claves en la filosofa
zubiriana. Como dije
anteriormente, solamente es
hacer dexis mostracin e
invitacin, para que se
despierte el inters haca
este filsofo espaol. Y
aunque la invitacin que
presento de primera
impresin parezca
ininteligible, quiero cerrar
con lo siguiente: Zubiri es,justamente con Ortega, quien
ha hecho esfuerzos ms
mprobos para escribir filosofa en espaol
(Pintor-Ramos, 1996: 140).
Bibliografa:
Len Ramos, Alberto R. (2010), Inteligencia sentiente una propuesta desde la filosofaradical de Xavier Zubiri ante el problema del conocimiento. Universidad Veracruzana,
Biblioteca de Humanidades.
Pintor-Ramos, Antonio (1996), Gnesis y formacin de la filosofa de Zubiri (3 edicin),
Espaa, UPSA, 140 p.
Zubiri, Xavier, (2006), Inteligencia y realidad, Espaa, Alianza y Fundacin Xavier
Zubiri, 84 p.
Zubiri, Xavier (1986), Sobre el hombre, Espaa, Alianza y Fundacin Xavier Zubiri, 56 p.
Zubiri, Xavier, (1995), Los problemas fundamentales de la metafsica occidental, Espaa,
Alianza- fundacin Xavier Zubiri, 130 p.
Zubiri, Xavier (2008), Sobre la esencia (segunda edicin), Espaa, Alianza y Fundacin
Xavier Zubiri, 2008. 173 p.
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Realidad y verdad: la superacin zubiriana de la conciencia
husserliana mediante el eslabn heideggeriano
Carlos Sierra Lechuga
Rector COELI
El proyecto de este breve artculo se traza sin
mayor dificultad en el ttulo. Se trata de
mostrar cmo el pensamiento de M.
Heidegger ayuda a X. Zubiri a ir ms all del
presupuesto de la conciencia en la
fenomenologa de E. Husserl. Claro es, por
su parte, que la ayuda que brinda a Zubiri estan slo eso, pues la superacin de ste
tambin la transciende. En el transcurso de lo
dicho, intentaremos esbozar lo que sea la
realidad y, por ltimo, se dirn algunas notas
sobre la verdad. Dadas las necesarias
limitantes espaciales de este texto,
permtaseme asumir que el lector tiene ya un
acercamiento a las filosofas de los autoresmencionados. Spase que trato de ellos en
cuanto a lo que generalmentese entiende por
la fenomenologa de Husserl (la de Ideen), y a
lo que usualmente se entiende por el Primer
Heidegger (el de Sein und Zeit), as como al
as llamado Zubiri Maduro (el de la
Inteligencia Sentiente).
Husserl trata de alejarse de todo
presupuesto, quedndose nicamente con lo
dado directamente a la conciencia. Pero en
este quedarse se queda, al menos, con un
gran presupuesto: la conciencia misma. Cada
vez que Husserl dice ir a las cosas mismas
(zu den Sachen selbst) para alejarse de
cualquier presupuesto, resulta que esas cosas
a las que va son en realidad siempre cosas-
para-una-conciencia; cosas en tanto que
dadoras de sentido a la conciencia
intencional; son cosas-intentio. La conciencia,
a pesar de no ser ms un contenedor sinouna flecha, en cuanto que punto de fuga
hacia lo directamente dado, queda
presupuesta precisamente como el punto
originario. Husserl se ve obligado entonces a
detallar esta conciencia como punto
originario del vector intencional, pues slo
entonces dejara de ser presupuesta y se
mirara como lo radicalmente primero. Perono lo logra, siempre que quiere aclarar lo que
la conciencia es, el anlisis fenomenolgico le
exige tomar a la conciencia en su momento
de reflexin como contenido noemtico y,
por lo tanto, asumir una segunda conciencia
(la que hace el anlisis de la primera
conciencia) de nuevo como polo notico. La
conciencia que se piensa a s misma se
presupone a s misma y no puede, a la
postre, dar cuenta de s. Zubiri debe salir de
eso y Heidegger le ha marcado la pauta.
Zubiri muestra que antes que cualquier
nocin lgico-conceptual de las cosas (y de
su verdad), la cosas son sentidas
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intelectivamente (o inteligidas
sentientemente) de manera patente. Si hay
elaboracin lgica o conceptual de las cosas,
es porque de algn modo lo primigenio son
las cosas (previas y condicionantes,
precisamente, para cualquier elaboracin
lgica). En trminos de superacin del
presupuesto de la conciencia, decimos que
para que la conciencia sea conciencia de algo,
es preciso un algo; es preciso de algn modo
primigenio que el algo preceda a la
conciencia. Si la conciencia
es conciencia del algo es
porque hay un algo previo a laconciencia, de lo cual sta
ulteriormenteser consciente. No es
que el algo est ah para y por una
conciencia, sino que si hay conciencia es
porque lo es de un algo susceptible de ser
concientizado. Heidegger ha sido decisivo
para estas tesis zubirianas pues, para l, la
conciencia no est puramente conectada a lodado a ella sino que, previamente, el hombre
en cuanto Dasein es quien, estando en el
mundo, se interdetermina con l siempre de
modo prctico, antes que de modo
contemplativo. La conciencia no llega al
mundo contemplndolo, sino que el Dasein
est ya siempre en cada caso (je schon)
utilizndolo. Se las ve (de Sorge) con el mundoen la forma de ser-a-la-mano (Zuhandensein),
de lo til (Zeug). La conciencia no es
primariamente conciencia de algo, sino que
ms bien el Dasein es primariamente
utilizador de las cosas en lo a-la-mano. El
modo interpretativo del mundo antes que lo
puramente dado es lo que Zubiri ha llamado
cosa-sentido. Para Heidegger las Sachen
son, de facto, cosas-sentido. La salida a donde
Heidegger llega es, as, una salida pre-
conceptual. Antes que haber cualquier
comprensin lgico-conceptual, la hay
prcticamente. Pero aunque es pre-
conceptual porque no hay primariamente
contemplacin sino utilizacin, su salida no
dejar de ser pre-comprendida (tcnicamente:
aunque en la utilizacin ya no haya
Bewusstsein, sigue
habiendo Verstndnis).
Esto es decisivo para Zubiriquien, sin embargo, no creer que
lo primario se d en sentido
pragmtico, sino que el modo primario como
las cosas aparecen es en modo de realidad.
Lo primero de las cosas es que se
actualizan como siendo reales, lo que es
patente en la inteleccin sentiente pre-
conceptual y, adems, pre-pragmtica. Esverdad para Zubiri que Heidegger ha notado
que Husserl sigue precomprendiendo cosas
secundarias como siendo primarias, pero es
falso que lo primario de las cosas sea su
utilidad (Zuhandenheit) puesta en funcin de
la precomprensin de lo que significa ser.
Heidegger tampoco ha llegado a lo
primigenio en filosofa. Slo habiendo cosas-realidad puede haber cosas-sentido y, si se
quiere, luego cosas-contemplacin (como
modo especial de la cosa-sentido), pero slo
despus de la actualidad de lo real. Si se dice
que todo est ya de facto significado, sea;
pero debemos reconocer que para que todo
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est significado es preciso un todo; un todo
por significar o un todo significable: la
realidad es fundamento de la cosa sentido
porque es en ella donde se da el sentido, es a
la realidad a la que se le atribuye un sentido.
Creer, pues, que la precomprensin que
del ser se tiene es previa a todo
encuentro con lo ente, es caer en
otro error intelectualista que se
pretende pre-intelectualista: el
ser no queda precomprendido
en el acceso a lo ente, pues si
es verdad que ens est quod
primo intellectu
concipiuntur, entonces el ser
no es lo primero siquiera
como presupuesto de lo ente, sino
que es una construccin racional o intelectual
muy ulterior a la que se accede siempre de
forma mediata, siendo ms bien lo
primersimo el carcter de realidad: las cosas
sean las que seanante todo, se manifiestancomo siendo reales. Filosofar en torno a este
carcter primario de realidad no es hacer
ontologa sino, precisamente, neta filosofa
primera. Creer que ante todo hay sentido o
que lo primero es una conciencia, es seguir
pensando en trminos de inteligencia
concipiente (que es siempre secundaria, y la
cual slo trata de lo lgico), y no enexperiencias de inteligencia sentiente (que por
aprehender realidad pre-lgica es siempre
primaria).
Decimos entonces que Heidegger ha
influido a Zubiri al menos en la crtica a
Husserl de la eliminacin del presupuesto de
la conciencia, a reserva de que la crtica est
bien planteada pero la propuesta ulterior
(como siendo el ser lo fundamental) no. Pero
gracias a esta crtica, Zubiri puede filosofar
en torno a la propia estructura entitativa de
las cosas, y no slo en torno a las
objetividades de la conciencia.
Heidegger mostr a Zubiri que
no la conciencia sino el Dasein es
quien se encuentra no con
objetividades
fenomnicas sino con
un mundo (Welt). La
conciencia es unpresupuesto, el hombre es
un presupuesto, pero no as el
mero ser-ah. El Dasein como ex-
sistencia se dirige desde la comprensin del
ser hacia la resolucin del mundo,
primeramente de manera efectiva. Zubiri
asume esto aunque ha de cambiar lo que se
considera primario.As pues, lo primero en que Zubiri
encuentra una distancia respecto de
Heidegger es el ser del que ste habla. La
primera pregunta de la filosofa no es la
pregunta que interroga por el ser. La
primordial aprehensin de las cosas no se da
en la conciencia, como creera Husserl, pero
tampoco en el ser, como creera Heidegger,sino en el sentir. En la de la que
habl Aristteles. Ntese que esto no es un
empirismo; bien entendido, rigurosamente
no es lo mismo que , sta
es un producto de cierta elaboracin por lo
que ya no es primaria, aqulla es el neto
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sentir. En el sentir aparece la primordial
impresin de realidad, la primordial
aprehensin de las cosas como reales, ese
momento primigenio s que est fuera de
presupuesto, Decir que uno no siente la
realidad de las cosas, sino que es engaado
por los sentidos, o que no puede ser as
porque no se sabe lo que es realidad (o
bien que la realidad es un presupuesto), o
que somos engaados por genios malignos
o por ser cerebros en cubetas (lo que sea
que eso signifique), todo
eso, precisamente eso, es
decir que lo primersimoes la sensacin de la
realidad de las cosas,
pues es decir que la
impresin de la realidad
es lo primeramente
dado tanto queincluso el
querer negarlo exige un
esfuerzo de abstraccin (racional, lgico,conceptual de inteligencia concipiente) que,
como tal, resulta ser secundario. Aunque
todo fuese el sueo de un perro, no cabe
duda que aquelloque siento en mi sensacin
inmediata lo siento como si fuese real, y eso
queda como lo primersimo y, por lo tanto,
como lo ms fundamental. Que todo sea el
sueo de un perro resulta irrelevante. Larealidad es, as, un modode quedar de las cosas
en el neto sentir; se sienten como reales; dicho
modo es a lo que se llama formalidad. Es la
formalidad de realidad. Para decir que la
impresin de realidad nos engaa y por lo
tanto que no se imprime realidad alguna, se
requiere de un escuezo de abstraccin, de
razn, de intelecto, posterior a la realidad
imprimida; pues aunque la realidad
imprimida sea engaosa (cosa que slo
sabramos secundariamente) ni duda cabe
que, en tanto imprimida, es real. En virtud de
que tal realidad est dada primigeniamente
en la impresin es que luego puedo volver a
ella para ponerla en duda. Lo impreso en el
sentir queda como real, y slo ulteriormente,
cuando lo expreso, es que puedo dudar de
ello; pero esto es ya algo
secundario y por lo
tanto despreciable parala filosofa primera.
El negar la
impresin de realidad a
fuer de defender que
ello no es ms que un
engao que pretende
suplantar la conciencia
o el ser (o cualquier otro concepto), es afirmarque para llegar a la conciencia o al ser hay
que pasar por un esfuerzo que relegue a un
lugar secundario tanto a la conciencia como
al ser. As pues, toda impresin de realidad
es anterior a cualquier disertacin intelectual
porque lo que ah ocurre es que la realidad es
dada en impresin. Nadie niega la impresin
de realidad en sentido fctico, nadie niega larealidad de lo imprimido, quien lo hace
desde la academia echa mano de procesos
secundarios, dudas, , crticas, y
dems esquematismos. Los datos primarios
no son datos de conciencia, pero tampoco
datos en-el-mundo, son datos de mi sentir, y
La realidad es, as, unmodo de quedar de las
cosas en el neto sentir; se
sienten como reales; dicho
modo es a lo que se llama
formalidad.
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slo entonces ulteriormente a lo sentido
puede hablarse de contemplacin intelectiva
o de un ser en el mundo. Sin mundo
sentido (de sentir), no hay ser en
el mundo. En el sentir se
manifiesta la realidad de la
cosa, la realidad no es un
esfuerzo ulterior de
comprensin de lo sentido,
eso, en todo caso, sera su
esencia, pero no su realidad
(o al menos no la realidad
dada en impresin la verdad
de la realidad). Por eso a estesentir de realidad se le llama
sentir inteligente (o inteligencia
sentiente), porque lo que se siente
no queda slo como algo estimulante, como
un pinchazo del sistema nervioso perifrico
que desata alguna respuesta y nada ms,
sino que queda como algo real; no slo como
siendo para m, sino como siendo de suyo.Dicho modo de quedar es aprehendido por
la inteligencia, de tal manera que sentir e
inteligir son una misma accin () y no
dos facultades () distintas, como la
filosofa tradicional ha credo (y hoy algunas
todava creen). La realidad no es un esfuerzo
ulterior de comprensin de lo sentido, la
realidad es lo sentido mismo. La realidad,como carcter de realidad, se padece (de
). As pues, en sentido estricto, ir a las
cosas mismas (zu den Sachen selbst) es ir a la
realidad de las cosas.
Resumiendo y para finalizar. La
ontologa de Heidegger como una
hermenutica de lo que en cada caso
significa ser, es radicalmente otra a la
ontologa zubiriana, la cual dice que el ser
no est precomprendido como
inicio del acercamiento al
mundo sino que, muy por el
contrario, es resultado de un
esfuerzo del entendimiento
que vara en funcin de las
regiones del conocimiento
recin descubiertas, as, tiene
siempre que ser reconstruido
segn el entendimiento avanza
en su quehacer; pero todo esteesfuerzo, aunque relevante, no
es ms que secundario. Lo mismo
ocurre con la conciencia
husserliana, que queda presupuesta
siempre y, cuando intenta que no, termina en
un circulus in probando. Lo primerio es la
realidad, slo luego es viable hablar del ser;
asimismo, lo primero es la inteligenciasentiente, y slo como momento ulterior
suyo est la conciencia. Qu significa ser y
cul es el sentido que ste dota a todo ente,
no puede ser una pregunta primera a la
pregunta por la realidad; si el Dasein es la
fuente de luz de los entes, slo es viable que
dicha luz rebote en ellos por su intrnseca
opacidad: su carcter de realidad. Slo haysentido ah donde hay una realidad sentible,
susceptible de ser significada, en virtud de
esto, la verdad como ad aecuatio rei et
intellectus, o bien como el desocultamiento
( asumiendo que este trmino
significa lo que Heidegger dice; lo cual no es
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cierto) es siempre una verdad secundaria. La
verdad primera es el estar realmente con las
cosas, y slo gracias a que esto es verdad, es
que luego slo ulteriormente podemos
cotejar nuestras afirmaciones (juicios) con
ella y hablar de adecuacin, o bien
desocultar el plexo de remisiones de los
entes que encubren al ser, patentizados
primeramente en el sentir-real, no en el til
(Zeug).
La verdad de la realidad es verdad
primaria porque la impresin primaria es la
realidad sentida (verdad de realidad es
realidad dada a la impresin o impresin de
realidad), slo entonces las cosas reales
pueden ser adecuadas o entificadas.
Lecturas recomendadas:
HEIDEGGER, Martin, El Ser y el Tiempo, Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 2005.
HEIDEGGER, Martin, Ontologa. Hermenutica de la Facticidad, Madrid: Alianza, 2008.
HEIDEGGER, Martin, Ontologie (Hermeneutik der Faktizitt),Frankfurt: Vittorio Klostermann,
1982.HEIDEGGER, Martin, Sein und Zeit, Tbingen: Max Niemeyer, 1967.
HUSSERL, Edmund, Ideas relativas a una fenomenologa pura y una filosofa fenomenolgica,
Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 2013.
HUSSERL, Edmund, Ideen zu einer reinen Phnomenologie und phnomenologischen Philosophie,
Den Haag: Martinus Nijhoff, 1976.
SIERRA-LECHUGA, Carlos, Por qu decimos que la Realidad es una y que, adems, tiene
ventanas distintas?, in. Navarro, Csar y Chamorro, Gonzalo (eds.),Ciencia y Fe: dos ventanas
una realidad, Guatemala: Sociedad Educativa Latinoamericana para Fe y Ciencia, 2013, pp. 23-37.
SIERRA-LECHUGA, Carlos, Asir gradualmente la realidad: para un principio de
correspondencia ontolgico-epistemolgico,Atualidade Teolgica, ano XVII, fasc. 45, 2013,
pp.553-571.
SIERRA-LECHUGA, Carlos, Dios y la Realidad Fsica: Aplicacin de las distinciones entre
la consistencia lgica, la existencia objetualy la subsistencia metafsica.,Apuntes Filosficos,
Vol. 22, N 42, ao 2013, pp. 170-201.
SIERRA-LECHUGA, Carlos, Filosofa de la Ciencia: Descripcin y Explicacin enFenomenologa y la pregunta por la cientificidad de las Ciencias Sociales. Revista Metrpoli,
No 5, Ao Cero, Mayo, 2014, pp. 103-110.
ZUBIRI, Xavier, Inteligencia Sentiente: Inteligencia y logos, Espaa: Alianza, 1982.
ZUBIRI, Xavier, Inteligencia Sentiente: Inteligencia y logos, Espaa: Alianza, 1983.
ZUBIRI, Xavier, Inteligencia Sentiente: Inteligencia y realidad, Espaa: Alianza, 2006.
ZUBIRI, Xavier, Los problemas fundamentales de la metafsica occidental, Espaa: Alianza. 2008.
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Las parbolas de Jess y su interpretacin en la historia
Edinson Len Esquivel
Asambleas de Dios de Venezuela y Per
Invitado COELI
Sin duda las parbolas1 de Jess son un
elemento central de su predicacin del reino
de Dios, pero la inteleccin de las mismas ha
producido muchos libros y debates en la
historia de su interpretacin. En las
siguientes lneas quiero indicargrosso modo el
pensamiento exegtico de quienes de algnmodo u otro aportaron o comentaron las
parbolas de Jess, dejndonos para la
posteridad el desafiante trabajo de pensarlas,
reflexionarlas y analizarlas bblicamente a fin
de enriquecernos con su belleza literaria y
espiritual.
1. Interpretacin Patrstica2
En los escritos patrsticos escasea la exgesis
de las parbolas, sin embargo algunos
padres al comentarlas estaban influenciados
por la escuela de interpretacin a la que
1 El vocablo hebreo puede significar proverbio,enigma, mxima o alguna frase de sabidura popular,este mismo vocablo es vertido en la LXX como. Sin embargo, los especialistas concuerdan
en que as como el mashal es el relato, el nimshalresulta ser la aplicacin o moraleja de la misma, deeste modo, Jos M. Casciaro, Parbola, Hiprbole,
Mashal en los Sinpticos: Una CuestinHermenutica, SCRIPTA THEOLOGICA 25 (1995/1):242 Para el desarrollo de las secciones, dependo muchode la obra del profesor Roberto Fricke S., Las Parbolasde Jess, una aplicacin para hoy, (El Paso, Tx., MundoHispano, 2005), 213ss.
representaban. As, fueron Orgenes y
Clemente los que impulsaron la exgesis
alegrica de toda la Biblia incluyendo las
parbolas3. La escuela de Alejandra inculc
por siglos en el pensamiento cristiano una
hermenutica alegrica que hara que una
comprensin plena de las parbolas de Jessse ofuscara hasta la ltima mitad del siglo
XIX.4En el mundo helnico, la interpretacin
alegrica de los mitos estaba muy extendida,
como portadora de conocimientos esotricos;
en el judasmo helenista hizo escuela la
exgesis alegrica de los escritos del Antiguo
Testamento, algo semejante podra esperarse
aqu de los maestros cristianos.5
Especialmente destaca en este punto la
exgesis hiper-alegrica de Agustn de
Hipona6. Por otro lado, estaba la escuela de
Antioqua y su mtodo de interpretacin
3 Para conocer ms sobre estos autores, supensamiento y la escuela que representaban, vase,Bernardo Snchez Garca, Manual de Patrologa,(Terrassa (Barcelona): CLIE, 2005), 118-434
Fricke, Las Parbolas, 2155 Joachim Jeremas, Las Parbolas de Jess, trad.Francisco J. Calvo (Estela (Navarra): Verbo Divino,1974),166 Vase p. ej. La interpretacin que el gran telogohace de la parbola del buen samaritano en, GordonD. Fee y Douglas Stuart, La Lectura Eficaz de la Biblia,trad. Jorge Arbelez Giraldo, (Miami, Florida: Vida,1985), 119-20
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ms literalista, en esta escuela destaca Juan
Crisstomo, el cual mantena que la mayor
parte de la Biblia poda entenderse
claramente por su sentido literal. Slo haca
falta voluntad y la ayuda del Espritu Santo.7
En lneas generales, hay poco aporte de los
padres en el tema de las parbolas y lo que
hay, deja mucho que desear.
2. Hermenutica de los Reformadores
Ciertamente la Reforma le dio a la Biblia su
lugar correspondiente en la vida de la iglesia,
el slogan sola scriptura resume la intencinbblica y pedaggica de los reformadores al
recuperar, por as decirlo, el mensaje
escriturstico como regla normativa de fe en
contraposicin a la doctrina romana. Sin
7Fricke, Las Parbolas, 216
embargo, esto nos hara suponer que ellos
(los reformadores) hubiesen aportado
sobradamente en la exgesis de las
parbolas, pero lamentablemente esto no es
as. En su investigacin sobre este asunto,
Roberto Fricke seala resueltamente que
Lutero rara vez intenta hacer una exgesis de
las parbolas. Si bien alude a ellas, es que
slo las usa para exhortaciones y
amonestaciones. Toma una palabra o una
idea de la parbola para respaldar una idea
suya bajo consideracin.8 Si bien es cierto
que Lutero no alegoriza las parbolas,
tampoco plantea una exgesis minuciosa deellas. Por otro lado, Juan Calvino, el
reformador de Ginebra, es quien aporta ms
contenido exegtico que su contraparte
alemn. Calvino apuesta por la exgesis
histrica, pues prefiere tomarlas literalmente
en algunos aspectos, especialmente desde el
contexto de la polmica de su tiempo con la
iglesia de Roma.9Pero dentro de las falenciashermenuticas del gran reformador est la de
identificar la iglesia con el Reino.10
3. El Aporte Hermenutico de Adolfo
Jlicher
Podra decirse que fue el telogo alemn
Adolfo Jlicher quien le dara el tiro de
gracia a la interpretacin alegrica de lasparbolas, despus de muchos siglos de
historia exegtica poco alentadora, fue este
crtico quien sent las bases hermenuticas
8Ibd.9Ibd., 21810Ibd., 219
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definitivas para la comprensin de las
parbolas. Jlicher deca que las parbolas
no deben interpretarse como si fuesen
alegoras,11 convence magistralmente que
Jess emplea la parbola y nunca la
alegora.12 Hace una distincin radical entre
ambas, pues para l, una alegora es un
relato artificioso creado por un autor
determina
do como
medio de
enseanza.
Como los
detalles deuna
alegora
estn bajo
el control del autor, puede estructurarse de
forma que cada uno de ellos contenga un
significado importante y distintivo. Una
parbola es un relato tomado de la vida
diaria para transmitir una verdad religiosa omoral. Como el autor no crea el relato y, en
consecuencia no tiene el control de todos los
detalles, stos tienen a menudo poca
importancia para la verdad transmitida. La
parbola tiene como fin transmitir
fundamentalmente una sola verdad y no un
conjunto de verdades.13 Uno de los puntos
11A. Jlicher, Die Gleichnisreden Jesu (1910), citado porGeorge E. Ladd, Teologa del Nuevo Testamento,Trad. Jos Mara Blanch-Dorcas Gonzlez Bataller,(Terrassa (Barcelona): CLIE, 2002), 13012 Fricke, Las Parbolas, 221; vase tambin, C. H.Dodd, Las Parbolas del Reino, trad. Alfonso de laFuente, (Madrid: Cristiandad, 1974), 1213Ladd, Teologa, 130
flacos de la hermenutica de Jlicher, como
seala J. M. Martnez, es, en primer trmino,
negar la validez de las explicaciones de Jess
a algunas de sus parbolas (El sembrador, el
trigo y la cizaa, la red) atribuyndolas a
ms bien a la comunidad apostlica.14 Otra
deficiencia de la hermenutica de Jlicher es
la generalizacin de las parbolas,
desconocer
su contexto y
reducirlas a
meras
enseanzas
morales,inspiradas
ms en la
teologa
liberal de su tiempo que en una rigurosa
investigacin exegtica.15 As, aunque otro
erudito alemn, como J. Jeremias pondera el
14 Jos M. Martnez, Hermenutica Bblica, (Terrassa(Barcelona): CLIE, 1984), 456; As tambin, XavierLon-Dufour, Estudios de Evangelio, anlisis exegticosde relatos y parbolas, trad. Jos Lpez de Castro S.
J., (Madrid: Cristiandad, 1982), 295, quien secunda aMartnez al sealar: La cuestin queda planteada:ciertos evangelistas no trataron de alegorizar ciertastradiciones que presentaban puras parbolas?Vayamos ms lejos. Los estudios precedentes hanpuesto de manifiesto que los evangelistas mismos sepreocupaban ms de teologa o catequesis que de
alegora. No es acaso la propia tradicin presinpticala que da prueba de un estado ya alegorizado? Cmoextraarse de lo dems? No es la alegora un medioexcelente para actualizar el mensaje de Jess, aun ariesgo de una disonancia real entre el texto delEvangelio y la explicacin propuesta?15Ibd.456; As tambin, Ladd, Teologa, 131, apunta:El mtodo de Jlicher resulta deficiente en este puntoporque encontr en las parbolas verdades religiosasde aplicacin general y universal.
Otra deficiencia de la hermenutica de
Jlicher es la generalizacin de las parbolas,
desconocer su contexto y reducirlas a meras
enseanzas morales, inspiradas ms en lateologa liberal de su tiempo que en una
rigurosa investigacin exegtica.
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trabajo de Jlicher al reconocer que una
alegorizacin conduce al error, por otra parte
advierte que Jlicher comete un error fatal
en el esfuerzo por liberar a las parbolas de
la fantasa y el capricho de la interpretacin
alegrica de todos los detalles. De esta
manera slo debemos ver las parbolas como
un retazo de la vida real y no sacar ms de
una idea de ellas. Y precisamente (aqu est
la falta) la idea ms general posible, la
aplicacin ms amplia es la correcta.16 Esta
generalizacin, o como modernamente se
dira, reduccionismo, descontextualiza las
parbolas del ministerio de Jess. Esto noslleva a comprender la parte final de este
escrito.
4. Los Aportes de C. H. Dodd y Joachim
Jeremias
El erudito britnico C. H. Dodd aport a la
hermenutica de las parbolas la ubicacin
de ellas en su contexto y lugar correcto. ParaDodd, las parbolas deben interpretarse
desde el ministerio de Jess y no desde el
contexto de la iglesia primitiva, teniendo
como tema central el mensaje del reino de
Dios. Dodd comparte con Jlicher su rechazo
por las alegorizaciones, atribuyndolas al
igual que su colega alemna la teologa de
la iglesia primitiva.17
De este modo, da unpaso fundamental en el estudio e
interpretacin de las parbolas, corrige la
generalizacin moral de Jlicher, pero revela
16Jeremias, Las Parbolas, 2317Dodd, Las Parbolas del Reino, 23
el Taln de Aquiles de su exgesis, esto es,
negar todo elemento futurista de la
predicacin del reino de Dios por parte de
Jess.18 Aqu es donde el otro erudito
alemn, Joachim Jeremias, hace su aporte al
estudio de las parbolas, si bien Jeremias
comparte en muchos aspectos las ideas de
Dodd, especialmente la ubicacin de ellas en
el contexto de la predicacin de Jess, pero a
diferencia de ste, Jeremias considera
autnticas todas las parbolas de Jess
(ipsissima vox), al menos en su sentido
primitivo. Pero admite que sufrieron
modificaciones de un contexto a otro.Contrariamente a la propuesta de Dodd
sobre su escatologa realizada, Jeremias
propone una escatologa en proceso de
realizacin.19
Conclusin
Esta sencilla exposicin echa de ver que
todava hay mucho que descubrir en elestudio de la interpretacin de las parbolas,
ciertamente los autores que he mencionado
tuvieron relevancia en su tiempo, al punto
que hasta la actualidad no puede hablarse
sobre las parbolas sin mencionar sus
aportes y discusiones. Nuestra reflexin final
es precisamente que un estudio de las
parbolas precisa tambin de una aplicacinpara nuestro contexto latinoamericano qu
tienen que decirnos hoy?
18Ibd., 55-5719Ladd, Teologa, 131
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Fsica de solapa
Juan Jess Castillo
Fsico, UNAM
Miembro Colegiado del COELI
A quin le interesa la ciencia? El autor de
este artculo est convencido de que la
respuesta es al pblico general.
Evidencia?: El conjunto de sustantivos que
constituyen el lenguaje cientfico (propio y
adjunto), es tan amplio y dinmico como el
de una lengua viva. Vivimos en un tiempodonde la ciencia suena y resuena como un
eco por cualquier esquina. Nombres y
conceptos como Einstein y Big Bang se
adquieren en el vocabulario popular como
otros tantos y variados como Michael
Jackson y Coca-Cola. Antes, pensar en
telecomunicaciones resultaba fantasioso.
Hoy en da, en el ir y venir, es casi imposible
escuchar trminos como computadora,
internet, satlite, fibra ptica, pantalla tctil;
entre muchos otros. Sin que necesariamente
el locutor o el auditor comprendan el
significado de estas palabras.
El inters de la sociedad puede
resumirse fundamentalmente en la
sobrevivencia. Pues a un grupo de personas
siempre le interesar, sobre todo, sobreviviral entorno natural (pese a que no sea
evidente en su conducta, lo innegable es que
esto es inherente, ya sea en un modo
inconsciente o no). Aislando el inters al de
la comunidad cientfica, puede decirse que
este inters es el de ofrecer conocimiento y
comprensin sobre esta naturaleza. El inters
de la divulgacin cientfica: que la gente
conozca esta labor, se interese y apoye.
Como es tpico, un inters de por medio es el
econmico, tambin inherente. cmo hacer
y divulgar ciencia si no hay recursos
econmicos? Qu hacer para incidir positivay exitosamente en la sociedad, tal que ambos
partcipes, sociedad y ciencia, sean
beneficiados?
Como muestra de esta empresa de
socializacin cientfica, puede recordarse a
los distintos programas en televisin, radio o
internet surgidos recientemente con
contenido cientfico. En Mxico, la mayor
participacin la han hecho los departamentos
de comunicacin cientfica de las mayores
universidades (en la televisin, se tiene al
Canal Once, TV UNAM, en la prensa: Cmo
Ves?, Conversus) y la Secretara de Educacin
Pblica, lo cual fue y ser esperable. Pero
sbitamente, empez a verse ms contenidos
de inters cientfico en terrenos de mero
entretenimiento, como Star Trek (astrofsica),Dr. House (medicina) o el acaudalado show
The Big Bang Theory (fsica). He aqu una
impresionante socializacin cientfica, pero
adecuada? Cmo asegurarse que un
ambicioso productor del negocio de
entretenimiento televisivo tenga la visin de
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un autntico divulgador cientfico? Tendrn
estos programas un balance entre
entretenimiento y contenido cientfico? Qu
efectos tienen sobre la poblacin de
consumo?
En el amplio terreno de la fsica, donde
circulan ideas tan increbles como: Big Bang,
hoyo negro, teora de la relatividad,
mecnica cuntica, fotn Conceptos pilares
en lo que es la fsica hoy en da. Pero,
fundamentalmente, necesitamos
responder: Qu es la fsica?
Recurriendo a la etimologa
griega, fsica, viene de ,lo relativo a la naturaleza.
Pero an podemos debatir
argumentando que el
concepto de naturaleza es
muy amplio, y as no
hay una clara
distincin entre el
estudio de la fsicacon el de las
matemticas o la
biologa. As que
recordemos la antigua denominacin de
Filosofa Natural, sustantivos que describen
al estudio experimental (herencia de Galileo)
de los fenmenos naturales para lograr su
comprensin y manipulacin (este nombre estanto el que Mary Shelley describe a su
personaje Frankestein, como el que Einstein
usara en sus escritos). Como resultado,
tenemos una actividad y a una comunidad
de filsofos naturales (o naturalistas). Sin
embargo, un naturalista no tiene un enfoque
necesariamente fsico, pues tambin pueden
concernirle temas de biologa, como el
reanimar un cadver con electricidad. Y
entonces, hallamos una delimitacin para la
ciencia fsica. Como aquel estudio enfocado a
la materia-energa y sus transformaciones
que invaran la estructura interna de los
objetos que estudia (para, as, distinguir de la
qumica).
Se tiene entonces que, en general, hacer
Ciencia es pensar. Hacer fsica es
pensar fsicamente? Pensar
fsicamente carece de un
algoritmo, pero s presentaciertas caractersticas, de entre
las cuales figuran: el aislar un
sistema adecuadamente para
su estudio terico-
experimental; el cuestionar y
corroborar las hiptesis y
resultados propios y
ajenos; el valorar tanto elsentido matemtico
como el fsico en
toda ecuacin
utilizada, reconocer las interacciones
fundamentales que participan en cierto
fenmeno, entre muchas otras. Tambin,
para hacer fsica se requiere de mucha (y
buena) imaginacin, en un balance como loproclam Sagan en su clebre: Procura tener
una mente abierta, pero no lo tanto como
para que se desborde.
Al adquirir estas, y otras habilidades
cognoscitivas, se obtiene ese pensamiento
fsico, empieza a hacerse filosofa natural
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(fsica). Entonces, como una limadura de
hierro atrada por un campo magntico de
dudas, ideas, innovaciones ciencia fsica.
Para un filsofo de este tipo, es pice
comprender y ahondar en el significado de
cosas como quarks, partculas, hoyos negros,
estrellas, reacciones nucleares, y
afectuosamente recordando al astrnomo
antes citado: el Cosmos. Cmo entender al
Cosmos? Estamos en un punto coordinado,
en cierta regin espacial, con
cierta geometra,
en un tiempo
dado enaos,
meses,
horas,
minutos y
segundos.
Percibimos la
realidad de este
entorno, interactuamos con l. Comoen Teora de Conjuntos, hay un Todo que lo
contiene todo, un Universo. Cuando el Sol
desaparece, podemos ver, claramente al
contraste, el enorme conjunto de astros que
componen la llamada bveda celeste. El
Cosmos puede ser, adems de esta mirada
de cuerpos destellantes, una infinidad de
ideas, filosficas, literarias Ideas de unmisterio perpetuo que colma el cielo. Eso que
llamamos Cosmos Como aadidura del
desarrollo anterior, el misterio con las
extraordinarias palabras: hoyo negro, Big
Bang, Campo Cuntico, espacio-tiempo,
agujero de gusano, estrella de neutrones,
rayos csmicos, etc.
Pero negro, blanco? Bang, Crunch
estas palabras: realmente importan?
Fundamentalmente al nivel ideolgico, y de
cosmovisin, innegablemente importan. Por
dems, no podramos decir nada si antes no
respondemos: qu significan? La parte
relativa a los colores, un tanto impreciso, se
trata de una singularidad de
gravedad infinita,
donde el tiempo
se congela y el
espacio diverge.Sin sentido,
pero
aterrador.
Cada galaxia
debiera tener un
enorme hoyo
negro en su centro
geomtrico, ytambin hay un hoyo
negro enorme, en el centro del Universo que
vemos. Pero al hoyo negro nunca se le ve,
pues su condicin de gravedad infinita y
singular, es tambin capaz de ejercer
influencia gravitacional sobre la luz que pasa
por el espacio vecino al agujero, no hay
escape para la luz que se acerca mucho, yentonces es invisible, es negro.
Por otro lado, el Big Banges el nombre
dado al evento que debi acontecer al
comienzo de los tiempos fsicos, cuando las
galaxias permanecan restringidas a un
volumen tan pequeo, como el de quizs:
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una cscara de nuez1. Hoy se comprueba que
las galaxias se apartan de nosotros y su
velocidad de distanciamiento aumenta con
su distancia actual de separacin de nuestra
propia galaxia. Esto evidencia que todo
debi de estar ms cerca en el pasado. De
aqu se apoya la Teora de la Gran Explosin.
La existencia y gran presencia de los hoyos
negros se apoya por el hecho de que las
galaxias debieron de sufrir colapsos
gravitacionales en su interior, tal que
sistemas solares enteros colapsaran con
otros cuerpos dentro de su espacio galctico,incluyendo la nuestra. Finalmente, ambas
teoras se correlacionan bajo el cobijo de la
cosmologa. En una frase: Todos somos
polvo de estrellas.
Porque todos los tomos, que
componen a toda la materia, tambin nos
constituyen y estos vienen de una estrella
que explot, al final de su vida. Esta potica
y muy inspiradora declaracin (todos
estamos conectados atmicamente) da
sentido a lo que vemos. Y un poco ms al
estudio de los agujeros, negros, blancos, al
1Hawking, Stephen. The Universe in a Nutshell.Bantam Press. 2001.
Big Bango Crunch. Pero, no hay evidencia de
un agujero blanco, que funcione de manera
inversa al negro (un mismo hoyo negro
produce, por simetra fsica, al nivel
microscpico de partculas, radiacin; as
que no slo absorbe, sino tambin emite). Ni
tampoco hay suficientes hiptesis para
respaldar una Gran Implosin que marque el
fin del Cosmos. Este problema surge a raz
de la Teora General de la Relatividad, pues
si determinamos, resolviendo las Ecuaciones
de Campo de Einstein, que el Universo tiene
una geometra cerrada (como
el caso de una bvedaesfrica quiz, no un caso
abierto, como el de un plano
o una hiprbola). De ser
as, la misma
geometra
limitara al
Universo para colapsar sobre s mismo, as
como surga evolucionando de unaexplosin a partir de un solo punto. Con
palabras ms, y otras menos, se tiene aqu
una justificacin de cmo puede importar las
palabras del estudio cosmolgico. Pero no as
el del ttulo del show que contiene el trmino
Bang.
An ms, como motivacin educativa,
es de relevancia para la ciencia el significadode la palabra negro. No sabemos qu pasa,
certeramente, en el centro de un hoyo negro.
Asimismo, no podemos explicar con la fsica
moderna, la existencia predicha
tericamente, de materia-energa que debiera
componer ms del 95% de la materia total
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del Cosmos. La existencia de ms del 95% de
la materia total en el Cosmos, la llamada
energa materia-energa oscura. La existencia
de dicha materia, oscura, se apoya en el
hecho de que no hay una consistencia entre
la gran cantidad de galaxias en el universo
respecto de su estabilidad gravitacional. Es
decir: si slo existiera como masa la que
vemos por parte de cada galaxia, no
tendramos un universo estable, sino que
tendera a disociarse por falta de esa
atraccin gravitacional. Si carecemos de la
suposicin de la materia oscura, no podemos
explicar esta caracterstica astronmica, y elhecho terico de que slo podemos ver, e
interactuar, con menos del 5% de la materia
que compone el Cosmos.
Pero, no es oficial, repitiendo que slo
es una aproximacin terica. Hoy en da hay
una divisin enorme entre cientficos,
quienes apoyan la existencia de la materia
oscura y quienes la niegan. Esto es muyimportante, pues como se nos dijo en las
clases del descanse en paz acadmico
japons Tatsuo A. Miyazaki: ...quizs se
necesita una nueva fsica. Hace casi cien
aos, Max Planck lider un cambio a una
nueva fsica que describe a la energa como
una entidad cuantizada (expresada en
cantidad de mltiplos de enteros: cuntos
discretos), para resolver una aproximacin
errnea de la llamada fsica clsica. Junto con
la Relatividad, que ya se ha mencionado, se
fund la llamada fsica moderna. Y en su
desarrollo, estamos evidenciando que an
puede ser que se necesite cambiar el
pensamiento moderno. An ms, la fsica
moderna es una ciencia no-unificada, pues la
descripcin del fenmeno gravitacional por
medio de la red de espacio-tiempo, no est
directamente relacionada con la mecnica
cuntica. Stephen Hawking, quien postul
esta emisin de partculas simtricas de los
hoyos negros (Emisin de Hawking) dijo:Necesitamos una teora del todo, que est
ms all de nuestro alcance. Quiz, el mayor
triunfo de la Ciencia.
Grandes motivaciones, para grandes
espritus cientficos, estn latentes entre
todos. La invasin tecnolgica debe de ser
manejada con educacin laica, pblica y
gratuita. Un pas debe de fundarse en esto eimpulsarse al desarrollo. Algo as como dijo
Charles Chaplin, en su trascendental
discurso del filme El Gran Dictador: ...un
mundo donde la ciencia y el progreso lleve al
hombre a su felicidad. Filosofar, hacer
ciencia. Ambas cosas son: pensar. Que el
pensamiento nos libere de ataduras! Seamos
librepensadores y busquemos no tan slo lasrespuestas, sino tambin las preguntas!
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Una historia de amor
Carlos Castillo Ramrez
CEO Imperial Peluquera
Invitado COELI
Y acaso el amor existe?, susurr Wilson
antes de partir.
Nunca se imagin estar tan atado a una
persona que jams conoci; alguien que
desconoce su sentir. El reloj marcaba las seis
con cuarenta y tres minutos; el tren gritaba
con apuro. Todos a bordo!, se escuch.S! ella grit; l apenas la escuchEl
amor somos t y yo; t existes para m.
Existo en ti? pregunt la joven Bojangles.
El tren inici su partida. Todos a
bordo, se escuch hace poco. Los pasajeros
por fin descansaron de aquellos que
durante mucho asediaron en la
despedida. No as Wilson. Corri por los
pasillos. Tumb a un anciano y empuj a dos
nias que
jugueteaban
entre el camarote
nmero diecisis y
veintids. Idiota!, le
gritaron, sin embargo lo
olvidaron y pronto
continuaron su juego.Por fin logr llegar
hasta el ltimo vagn. Su agotamiento era
evidente, pero su mpetu por verla tal vez
por ltima vez no mostraba cansancio
alguno. La vio. Me extraars?, l grit. El
viento no le favoreci, su voz se perdi;
adems, el tren cada vez se mova ms
rpido. Repentinamente record Existo en
ti?, aquello que ella
anteriormente
pregunt.
No hace
mucho, Wilson pens Y acaso el amor
existe?. Y sus pensamientos fueronnublados por el repentino responder de la
joven Bojangles. Nunca antes, tan
extraamente, una mujer le haba contestado
as. Qu quiso decir con Existo en ti?!
S! Existes en m; en mi pensar grit
con el resto de su energa; continu, existes
con mi amor!, su voz fue arrastrada por el
glido susurro del viento otoal. La jovenBojangles le escuch. Cay rendida; lgrimas
corran por su plido rostro. Entonces, s
existe! Te amo, susurr.
Wilson slo pudo ver el cuerpo de la
joven Bojangles desplomarse, para nunca
despertar.
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Dos
O. Villalver
Invitado COELI
dosvientos que por un ciclo se mueven y se tocan,
dos corrientes que se empujan, corren hacia el estanque,
estanque, mas no corriente, ciclo, pero no viento,
dos relmpagos que se sofocan en el desierto,
silencio, pero no relmpago, disonancias de silencio;
dos seres que por un tiempo se muerden y se abrazan, y se arrojan al estanque:
dos plantos que devor el incendio
que devor el tsunami filigranaque devor la tierra filigrana
que devor, hoy, el tiempo incendiario.
El ao cambia y yo cambio,
el ao cambia y t cambias,
dosentes que por un tiempo
se mecen y se arropan:dos puntos gramaticales
que no refieren a nada:
tiempo, pero nunca seres,
no dos puntos, sino nada:
nada, pero sola nada,
sola, pero siempre sola;
dos gotas que se conocen
hasta el fondo del oasis,ya cayendo, ya cado en ese
pozo falso que mal-decimos
naturaleza
que se estampa
contra s misma
como cuando dos
gotas se miran y se besan,
y se pierden en agua imaginaria
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lo prefiera siempre que sea consistente consigo mismo, en ellas la tipografa es la
misma pero el punto es de 10 y el interlineado es sencillo, Cuatro cuartillas como
mximo, Nombre del autor y afiliacin o quehacer, Todo en formato Word. Para todo
texto que aqu se publique, el autor (o autores) cede los derechos patrimoniales del
mismo a ORBI Gaceta del Colegio de Estudios Libres.
RBI
La escritura es la pintura de la voz.
- Voltaire