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ISBN: 978-84-17019-76-1

Oso quiere hacer un viaje inolvidable. Pero no tiene en cuenta un detalle importante: Masha va a acompañarlo, le guste o no.

Nada es sencillo cuando una niña tiene tanto equipaje para llevar o tres mascotas de las que hay que despedirse.

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Título original: Bon Voyage Serie creada por: O. Kuzovkov

Director de arte: I. Trusov© 2017 versión en español por Luppa Solutions S.L.

1a edición: noviembre de 2017

Desarrollo editorial: almaceneditorial.com

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Oso está sentado, estudiando con una sonrisa el mapa del mundo

y el globo terráqueo, midiendo distancias y planificando. De un

estante alto, baja su valija y la pone en condiciones.

¡Es tiempo de salir de viaje!

En la casa de Masha, el Perro, el Cerdo y la Cabra están jugando

en el jardín. Saltan uno sobre otro, en una fila que va y viene. De

repente, cuando están frente a la puerta, escuchan los pasos de

Masha... y salen corriendo a esconderse.

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Masha abre la puerta, buscando a sus mascotas, pero no encuentra

a nadie. Vuelve a su casa, pero vigila desde adentro. Cuando los ve,

sale otra vez.

—¡Ajá! —dice Masha. Pero los animalitos ya están escondidos. ¡Quieren

jugar tranquilos!

La niña entra y los espía por una ventana de la casa.

—Si quieren brincar, ¡pues los pongo a brincar! —dice Masha.

—¡Ups! —exclama, porque en ese momento se cae, rueda hasta

el jardín y queda tendida en el suelo. Sus mascotas se apuran a

ayudarla, pero ella se pone de pie, enojada.

—¡Son malos! ¡Y yo ya me voy! —les grita, y se da media vuelta,

alejándose con paso apurado.

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En su casa, Oso arma la valija, de lo más contento. Cuando está

guardando algunos libros, escucha la voz de Masha:

—¡Oso!

Rápidamente oculta la valija bajo una mesa y desaparece dentro de

un armario.

—¡Todos se esconden de mí! —protesta Masha—. Oso tampoco está

—dice, y descubre la valija—. Creo que se va de viaje.

Para que no sigan dejándola afuera, Masha tiene una idea. En voz

alta dice:

— ¡Qué mal!. Se fue Oso. Creo que ya me voy —y se aleja caminando

hacia atrás, haciendo sonar la puerta.

Oso sale de su escondite, se cuelga la cámara de fotos, se calza el

sombrero, toma su valija y abre la puerta.

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¡Qué feliz se marcha Oso! Cantando y caminando con paso decidido,

sale de su casa rumbo a la estación. Se mueve contento, imaginando

todo lo que va a hacer en sus vacaciones.

Cuando llega hasta la vía se encuentra con las mascotas de Masha.

Cerdo escucha música con sus auriculares, mientras la Cabra come

un poco de pasto y el Perro persigue su propia cola. ¡Chu, chu! Se

escucha el tren que se acerca. ¡Qué bien, el viaje está por comenzar!

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Una vez que el tren frena, es la hora de partir. Oso les hace unos

mimos a los animalitos para despedirse y trepa al vagón. Camina por

el pasillo y busca la puerta indicada. ¡Cómo le gusta viajar!

En su camarote, deja la valija sobre la cama, cuelga su cámara de

fotos, se saca el sombrero y abre la ventana. Mueve su zarpa para

decirles adiós a las mascotas. ¡Hasta pronto! Es momento de ordenar

un poco. Abre su maleta y empieza a sacar sus cosas.

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De su valija, Oso extrae el globo terráqueo, una tetera, una niña...

¿Una niña? ¡Ay, Masha estaba escondida dentro de la valija! Oso deja

caer la tetera y se da vuelta para comprobar que sí, ahí está la niña.

—¡Y aquí estoy! ¿A dónde vamos juntos? —le pregunta Masha.

Masha mira por la ventana y saluda a sus mascotas, que la miran

algo preocupados. Después recorre el camarote: abre y cierra la

puerta, chequea las camas, enciende y apaga la luz muchas veces...

—¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Qué bien! —dice Masha contenta.

—¡Está increíble este prende-apágalo-todo!

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—¡Ups! ¿Dónde están mis cosas? –pregunta Masha–. ¡Se nos olvidaron

todas mis maletas! —grita, tomándose la cabeza. Quiere traer mucho

equipaje, y aunque Oso no está de acuerdo, termina cediendo.

—¡Listo! ¡Ya nos vamos! —dice la niña viajera.

El tren arranca, despacito. Pero Masha recuerda que no se despidió.

—¿Sin decir adiós? ¡Tenemos que decir adiós a todos!

El tren vuelve a detenerse y la niña baja a saludar a sus mascotas.

A cada uno de los animales le da un instrumento y pide que toquen

como una banda. Con música de fondo, los besa y sube al tren.

—Y tú, baja a decir adiós –le pide a Oso.

Oso le hace caso: baja y saluda a los animalitos rápidamente.

—¿Qué despedida es esa?

Oso entonces abraza a Cerdo, a la Cabra y al Perro y la mira a Masha.

¡Esta vez sí está de acuerdo! Hora de partir...

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—¡¿Cómo voy a vivir sin ustedes?! ¡No llores, no estés triste! ¡Volveré

pronto! ¡Les voy a mandar postales! ¡Y también escríbanme ustedes!

—les dice a las mascotas, abrazándolas.

Oso la alza y sube corriendo al tren, pero por la ventana ve que la

locomotora se aleja: su vagón se desprendió y quedó allí varado.

Los animales miran con asombro.

—¡Mira eso! ¡Vinieron a buscarnos! —dice Masha. Y los invita a tocar sus

instrumentos otra vez.

—Ese fue un buen viaje —dice Masha. Y Oso suspira, resignado.