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INTRODUCCIÓN En este artículo complementario al que ya se publicó en el número anterior referente a Val de San Lorenzo pro- curaremos emprender un sucinto análisis de la situación actual de Astorga. Si bien en un principio la idea era ocu- parnos específicamente del patrimonio industrial, hemos preferido ampliar nuestro enfoque para ofrecer una visión más íntegra de las perspectivas de la ciudad de cara al fu- turo. Y es que, a fin de cuentas, la única función pragmáti- ca del historiador es escrutar el porvenir desde el presente conociendo el pasado. ¿Está Astorga inmersa en una crisis? ¿Cuáles son sus perspectivas a medio y largo plazo? ¿Qué ha cambiado en las últimas dos o tres décadas y por qué? ¿De qué poten- ciales recursos y soluciones dispone la ciudad para enfren- tarse a los retos del nuevo milenio y cómo aprovecharlos? Éstas son las preguntas que nos incumbe formular con una mirada temporal e histórica que deje de lado cuestio- nes políticas accesorias. La política sólo juega, mejor o peor eso sí, las cartas que la estructura subyacente le pro- vee. El debate debería llevarse a cabo en estos términos y todo el que quiera realmente aportar algo habría de hacer- lo en esta dirección. UN POCO DE HISTORIA Resultan esenciales, para situarnos, las transformacio- nes acontecidas en la segunda mitad del siglo XX en Euro- pa, en España después de la transición. La llegada del postmodernismo y un profundo cambio de mentalidades han traído consecuencias en todas las esferas de actuación del ser humano. Los paralelos procesos de globalización y neoliberalismo crean nuevos retos para la ciudad del siglo XXI, cuyos productos y servicios ingresan en una escala de competencia mundial. Es evidente que antes de 1975 no había turistas en Astorga, ni un excesivo número de peregrinos. Las gentes consideraban acertadamente que un sólido crecimiento y buen hacer de la industria local junto con la presencia de los estamentos administrativos, militares y eclesiásticos garantizaban el mantenimiento de la ciudad. Fábricas tex- tiles, harineras, tejeras, chocolateras, talleres y demás ab- sorbían gran cantidad de trabajadores y creaban capitales para el tradicional empresariado endógeno que eran rein- vertidos localmente en cierto grado. Tras 1980, este simplificado esquema deja de tener va- lidez. Industria por servicios. Astorga, bimilenario eje nodal de comunicaciones, pasa a ser territorio periférico. El sue- lo industrial pierde todo su valor intrínseco y se tiende a la concentración en polígonos por parte de los supervivien- tes, que de uno u otro modo se vinculan al sector servicios o se especializan en productos con identidad propia. Las fábricas cierran una tras otra pasando a ser vestigios ar- queológicos; los estamentos tradicionales aportan cada vez menos: el seminario se vacía y el cuartel amenaza con ha- cerlo. La tradicional y dinámica zona de servicios, como bares y talleres, paralela a la carretera nacional pierde su sentido con la aparición de la A-6, mientras el espacio fe- rroviario, transporte cada vez más marginal y menos atrac- tivo para empresas y usuarios, también reduce su activi- dad. La palabra reconversión, tan manida en la España de la época, aparece por todas partes. Por suerte una nueva ge- neración de gobernantes, consciente del cambio de aires, supo ver el problema a tiempo: el objetivo era convertir Astorga en una ciudad de cultura, turismo y servicios, atenta a su patrimonio. Su sector privado también debía reorien- tarse. Los originales romanos de Astorga en el FITUR son fotografía de una época. Todavía se oyen voces clamando por la necesidad de atracción de industria, pero, ¿cual? La industria se aleja de la periferia (en sentido económico) y se concentra en puntos cada vez más localizados: Madrid, Barcelona, franja costera-grandes puertos. Si bien se ha venido diciendo que Astorga era ya una ciudad de servi- cios 1 , desde nuestro punto de vista sólo lo será realmente después de esta reconversión. Con la descentralización autonómica a mediados de los 80 el proceso se acelera, y la puesta en valor del patrimo- nio en todas sus variantes es ejemplo conocido e imitado por bastantes consistorios de mayor entidad. El novedoso proyecto de museos, arqueología urbana y gestión del pa- trimonio de Astorga, que conjuga intereses públicos y pri- vados, sorprende y aún hoy es destacado en la bibliografía al uso: Existen en España, pero también en todo el mundo oc- cidental, multitud de ejemplos de esta práctica. 2 Sin Pablo Alonso González ARQUEOLOGÍA INDUSTRIAL Y PATRIMONIO ¿PRESENTE + PASADO = FUTURO? LA GESTIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL E INDUSTRIAL DE ASTORGA (II) 48/ARGUTORIO nº 21 2º SEMESTRE 2008

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INTRODUCCIÓN

En este artículo complementario al que ya se publicóen el número anterior referente a Val de San Lorenzo pro-curaremos emprender un sucinto análisis de la situaciónactual de Astorga. Si bien en un principio la idea era ocu-parnos específicamente del patrimonio industrial, hemospreferido ampliar nuestro enfoque para ofrecer una visiónmás íntegra de las perspectivas de la ciudad de cara al fu-turo. Y es que, a fin de cuentas, la única función pragmáti-ca del historiador es escrutar el porvenir desde el presenteconociendo el pasado.

¿Está Astorga inmersa en una crisis? ¿Cuáles son susperspectivas a medio y largo plazo? ¿Qué ha cambiado enlas últimas dos o tres décadas y por qué? ¿De qué poten-ciales recursos y soluciones dispone la ciudad para enfren-tarse a los retos del nuevo milenio y cómo aprovecharlos?

Éstas son las preguntas que nos incumbe formular conuna mirada temporal e histórica que deje de lado cuestio-nes políticas accesorias. La política sólo juega, mejor opeor eso sí, las cartas que la estructura subyacente le pro-vee. El debate debería llevarse a cabo en estos términos ytodo el que quiera realmente aportar algo habría de hacer-lo en esta dirección.

UN POCO DE HISTORIA

Resultan esenciales, para situarnos, las transformacio-nes acontecidas en la segunda mitad del siglo XX en Euro-pa, en España después de la transición. La llegada delpostmodernismo y un profundo cambio de mentalidadeshan traído consecuencias en todas las esferas de actuacióndel ser humano. Los paralelos procesos de globalización yneoliberalismo crean nuevos retos para la ciudad del sigloXXI, cuyos productos y servicios ingresan en una escalade competencia mundial.

Es evidente que antes de 1975 no había turistas enAstorga, ni un excesivo número de peregrinos. Las gentesconsideraban acertadamente que un sólido crecimiento ybuen hacer de la industria local junto con la presencia delos estamentos administrativos, militares y eclesiásticosgarantizaban el mantenimiento de la ciudad. Fábricas tex-tiles, harineras, tejeras, chocolateras, talleres y demás ab-sorbían gran cantidad de trabajadores y creaban capitales

para el tradicional empresariado endógeno que eran rein-vertidos localmente en cierto grado.

Tras 1980, este simplificado esquema deja de tener va-lidez. Industria por servicios. Astorga, bimilenario eje nodalde comunicaciones, pasa a ser territorio periférico. El sue-lo industrial pierde todo su valor intrínseco y se tiende a laconcentración en polígonos por parte de los supervivien-tes, que de uno u otro modo se vinculan al sector servicioso se especializan en productos con identidad propia. Lasfábricas cierran una tras otra pasando a ser vestigios ar-queológicos; los estamentos tradicionales aportan cada vezmenos: el seminario se vacía y el cuartel amenaza con ha-cerlo. La tradicional y dinámica zona de servicios, comobares y talleres, paralela a la carretera nacional pierde susentido con la aparición de la A-6, mientras el espacio fe-rroviario, transporte cada vez más marginal y menos atrac-tivo para empresas y usuarios, también reduce su activi-dad.

La palabra reconversión, tan manida en la España de laépoca, aparece por todas partes. Por suerte una nueva ge-neración de gobernantes, consciente del cambio de aires,supo ver el problema a tiempo: el objetivo era convertirAstorga en una ciudad de cultura, turismo y servicios, atentaa su patrimonio. Su sector privado también debía reorien-tarse. Los originales romanos de Astorga en el FITUR sonfotografía de una época. Todavía se oyen voces clamandopor la necesidad de atracción de industria, pero, ¿cual? Laindustria se aleja de la periferia (en sentido económico) yse concentra en puntos cada vez más localizados: Madrid,Barcelona, franja costera-grandes puertos. Si bien se havenido diciendo que Astorga era ya una ciudad de servi-cios1 , desde nuestro punto de vista sólo lo será realmentedespués de esta reconversión.

Con la descentralización autonómica a mediados de los80 el proceso se acelera, y la puesta en valor del patrimo-nio en todas sus variantes es ejemplo conocido e imitadopor bastantes consistorios de mayor entidad. El novedosoproyecto de museos, arqueología urbana y gestión del pa-trimonio de Astorga, que conjuga intereses públicos y pri-vados, sorprende y aún hoy es destacado en la bibliografíaal uso:

Existen en España, pero también en todo el mundo oc-cidental, multitud de ejemplos de esta práctica.2 Sin

Pablo Alonso González

ARQUEOLOGÍA INDUSTRIAL Y PATRIMONIO¿PRESENTE + PASADO = FUTURO? LA GESTIÓN DEL PATRIMONIOCULTURAL E INDUSTRIAL DE ASTORGA (II)

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embargo, el caso que resulta más paradigmático es el delAyuntamiento de Astorga, en la provincia de León. [...] Seapostó acertadamente por el turismo cultural, un turismoque, en este caso, combina arqueología, historia, etno-grafía, gastronomía y paisaje.3 Somos testigos de que di-versas universidades estudian el caso de Astorga en susaulas de Arqueología o de Gestión patrimonial y turismo.

Veinte años después disfrutamos de una Astorga viva ymoderna, y podemos afirmar que gracias a aquella deci-sión, seguramente incomprendida en su día, de“reconvertirla”.

ASTORGA HOY

Sin embargo, la situa-ción de Astorga a largoplazo en este nuevomilenio no puede ser con-siderada precisamente ha-lagüeña. Las perspectivasde la región en que se in-serta son poco prometedo-ras: periferia económica,desinversión y destrucciónde empleo, incomunica-ción administrativa, esca-sez de oportunidades, emi-gración, envejecimiento ypérdida poblacional, dis-minución del valor delsuelo, descoordinacióninstitucional, entre otras.Este negro panorama no tiene visos de ir a mejor y afectatanto a los pueblos como a Astorga; si aquellos se despue-blan, ésta se resentirá considerablemente como de hechoya comienza a suceder. Nos acercamos peligrosamente ala cota de los 10.000 ciudadanos. Las circunstancias deesta depresión vienen dadas por coordenadas económicasglobales que llevan a la creación de periferias que termi-nan por ser abandonadas, especialmente en contextos ru-rales.

Astorga es un centro de atracción turística de primerorden a nivel regional aún teniendo en cuenta sus parcasposibilidades financieras y sociales. Pese a ello, se encuen-tra ya en el límite de sus posibilidades en cuanto al mante-nimiento e implementación de nuevas actividadesdinamizadoras del sector turístico-patrimonial. La ciudadha de gestionar una cantidad de elementos enorme y va-riada: grandes monumentos, una muralla, jardines y par-ques, museos varios, cuadros de personal, vestigios arqueo-lógicos, urbanismo, gastronomía, fiestas, actividad cultu-ral, publicidad... Y todo ello con poco más de 10.000 ha-bitantes. Ejerce además una cierta “capitalidad” abstractasobre el territorio circundante que posee raíces históricas,geográficas y socioeconómicas. Zonas como Maragateríao Cepeda, y otras más lejanas como La Cabrera, se en-cuentran vinculadas de uno u otro modo a Astorga hoy

día: negocios, trabajo, hijos estudiando en Astorga, ocio,etc. Funciona, por así decirlo, a modo de redistribuidor delinterés –turístico, mercantil, inversor o del tipo que sea – anivel comarcal: de las relaciones y publicidad en Astorgadepende la capacidad de sugestión de muchos de los pue-blos de los alrededores. El ejemplo más claro de estaredistribución es un pueblo que vive de ella: Castrillo delos Polvazares.

Su capacidad de atracción y modelo de crecimiento hapodido alcanzar ya un límite y su oferta turística resultacada vez menos atractiva para el visitante. Y eso pese a lamejora constante y la buena gestión del patrimonio que se

viene realizando desdehace dos décadas. La enor-me vitalidad con que se lle-vó a cabo la puesta en va-lor de la ciudad en los 80no tuvo parangón en Espa-ña en una urbe con un pesoespecífico semejante, yesto proporcionó a la ciu-dad la ventaja de ir un pasopor delante respecto a otrasde características simila-res. Sin embargo, una vezque otros núcleos con equi-valentes potencialidadeshan ido progresando,Astorga ha pasado a seruna más entre tantas. Po-demos encontrar el pasadoromano en museos por to-

das partes en la península; al igual que gran cantidad decascos urbanos monumentales imponentes y cuidados, conofertas culturales amplias y diversificadas. La imagen delFITUR actual abarrotado, ya no sólo de romanos sino detodo tipo de personajes históricos, es la fotografía de otraépoca. No se puede competir en presupuestos con Zarago-za, Tarragona, Barcelona o Mérida. El turista cultural tie-ne hoy muchas más opciones que hace veinte años. Astorgasigue siendo una de ellas, pero no la única.

El turista pasa por Astorga generalmente sin conocersus comarcas ni su territorio, y en muchas ocasiones nisiquiera pernocta: la visita al casco histórico de la ciudadpuede hacerse en un solo día. En caso de aumentar la du-ración de la visita las actividades disponibles – exceptuan-do las épocas de fiesta – son relativamente reducidas. Ypara conocer una ciudad es preferible una jornada caluro-sa y agradable: la estacionalidad por el clima frío es otroelemento estructural desfavorable a tener en cuenta. Éstaes muy negativa ya que hace que los trabajos sean tempo-rales e inestables, imposibilitando la fijación de población.Además, la creación de una imagen de cara al exterior re-sulta costosa e ineficaz a título individual por la escasez depresupuesto. En cuanto al sector privado la situación no esmejor: poco asociacionismo civil y escasa concienciaciónempresarial respecto a la necesidad de apoyo a las activi-

Maquinaria de fabricación suiza en perfecto estado de conservaciónen la planta baja de la industria Hijos de B. Herrero

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dades de la ciudad. Si, por ejemplo, la administración seha volcado con la tradición chocolatera y gastronómicacon la creación de un Museo del Chocolate, resulta difícilpoder degustar en un local de la ciudad un buen chocolateacompañado por repostería y pastelería locales.

Las coordenadas económicas actuales se vuelcan en elapoyo a lo privado y recortan la capacidad de actuaciónde lo público. Se confía en que las empresas dinamicen laactividad de la ciudad teóricamente en busca de su propiointerés y salvaguarda a través de parcerías o colaboracio-nes de algún tipo con la cámara municipal u otras institu-ciones. Esto sin embargo no acontece en nuestra ciudad.Si este sector clave no asume el papel protagonista que elsistema actual le otorga las perspectivas para este nuevosiglo se oscurecerán.

LAS POSIBILIDADES DE

ASTORGA

Hablar tan sintéticamentesobre las posibilidades deAstorga es una tarea difícil ysomos conscientes de quemuchos factores quedan delado por la propia compleji-dad que la urbe ha alcanzado.Procuraremos tan sólo mos-trar un esquemático cuadro dela situación.

Los tiempos están cam-biando de nuevo. Ligera ysuavemente, no como en losaños 80, pero lo hacen. Nosencontramos en nuevo ciclo ydebemos ser conscientes y estar preparados para ello. Lamasificación, competencia,mercantilización, despersoni-ficación y diversificación absolutas son características deun tiempo que tiende a sincronizarse a alta velocidad conmodelos norteamericanos de vida.

Mantener la misma línea de actuación perodiversificando y ampliando la oferta de servicios sin olvi-dar las identidades y culturas locales debería ser el objeti-vo de este nuevo periodo. Si la solución a un periodo detransición fue una original y creativa innovación, hoy larespuesta no puede ser otra.

Una vez alcanzado ese límite “físico” de maniobra queya mencionamos, la única salida será la diversificación“abstracta” de la oferta. Es decir, no ampliar nuestro cono-cimiento en el sentido que se viene haciendo, sino abrirlos ojos ante la realidad presente y abordarla de diversasformas. Puede resultar extravagante que este análisis a lasituación actual de nuestra ciudad se emprenda desde unavisión patrimonial. Pero precisamente consideramos queun nuevo tratamiento del Patrimonio, entendido de unmodo ecléctico y desde una visión arqueológica, puedeser la clave para un nuevo impulso local.

Cuando se ha incidido ya en profundidad en una vía deconocimiento y valorización, (en este caso el pasado ro-mano y la creación de museos) continuar la misma sendaresulta cada vez más costoso y menos efectivo. La rela-ción entre inversión y beneficios se estrecha cada vez más,y las posibilidades económicas del ayuntamiento son re-ducidas. Es bien sabido que nuevas formas de puesta envalor acaban por ser más efectivas y menos gravosas, sim-plemente porque aumentan el espectro de público atraídosectorialmente.

Ofrecemos turismo urbano y cultural, en particular pa-sado romano y una potente variedad museística: recibi-mos determinado público. Si ofreciésemos un turismo quecuente con el territorio circundante, pasado medieval e

industrial, con el apoyo dealguna actividad innovadora(¿Arqueología de la Arqui-tectura en la Catedral?) mul-tiplicaríamos el atractivoexponencialmente, y quizásreduciríamos la estacionali-dad fijando población. Elapoyo de instituciones comoUniversidad y Junta, la par-ticipación privada y el apo-yo de equipos de desarrollolocal serían esenciales.

Presentamos aquí algu-nos de los ejes básicos parael desenvolvimiento de nue-vas posibilidades desde elPatrimonio de acuerdo conla realidad actual:

- Arqueología de la Arquitectura en edificios históri-cos. Deberían como mínimo catalogarse todos, pero parael análisis dos construcciones parecen claves: muralla ycatedral. Para la muralla ( cuya recuperación, como ya al-gunos autores han recordado4 , debería ser un objetivo pri-mordial) ya existe algún proyecto en marcha, pero no parala catedral. Es bien conocida su construcción polifásicacon partes pertenecientes a diversos periodos y estilos ar-quitectónico-artísticos. El paralelo de los trabajos en la ca-tedral vieja de Vitoria, convertida uno de los tres sitioscon más turistas del País Vasco junto con el MuseoGuggenheim, y realizado desde la Arqueología debe alen-tarnos a ello.

- Visión territorial del patrimonio. Salir del casco urba-no y abrirse a la propia periferia de la ciudad y a las co-marcas con una visión paisajística. Astorga se debe pro-yectar hacia su territorio a través del establecimiento deun diálogo con otros municipios con la idea de un ParqueCultural como objetivo a largo plazo. Este aspecto es bási-co para acabar con la estacionalidad y para una mejor ges-tión de los recursos a nivel comarcal.

- Ampliación de las líneas de investigación y puesta envalor: evolución urbana de la ciudad hasta nuestros días,

Papelera Astorgana. Sus grandes dimensiones y compartimentación deespacios (oficinas, zona de trabajo, etc.) nos remiten a otros tiempos.Amplísimas instalaciones y naves se encuentran trabajando a una ca-dencia mínima

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mayor atención al periodo medieval del que surgen mura-lla, catedral y la configuración urbana actual, periodonapoleónico y revolución industrial.

- “Aligeración” de la puesta en valor: no tanto grandesinversiones en museos como diversas iniciativas de bajocoste, originales y creativas, distribuidas por la ciudad yadaptadas al nuevo tipo de turismo. El patrimonio en lacalle y fácilmente accesible para el ciudadano y el visitan-te. Nos arriesgamos a lanzar un ejemplo para una mejorcomprensión, que puede ser tan válido como cualquier otro:aprovechando que poseemos un testimonio imponente dela presencia francesa (puerta romana derruida) realizar unpequeño tributo de algún tipo a aquel momento. No tantopaneles informativos conletras minúsculas que pocosse paran a leer (¿cuántosastorganos saben lo que fuede ese pedazo de murallaque tantas veces atravie-san?) sino por ejemplo, uncañón y un soldado de épo-ca apuntando a la muralla.La idea que queremos trans-mitir seguramente calaríamejor y con una mayor es-pectacularidad. Repetimos:es sólo un ejemplo tan bue-no como cualquier otro: loideal sería abrir la propiapuesta en valor al escrutiniopúblico.

EL PATRIMONIO INDUSTRIAL EN ASTORGA

Resulta ya una evidencia que el patrimonio industrialpuede, y ha de ser estudiado, conservado y puesto en valorcomo cualquier otro elemento patrimonial. El vestigio in-dustrial también es un remanente arqueológico; patrimo-nio arqueológico es todo elemento:

- Que sea una fuente histórica para el conocimiento delpasado.

- Que precise de una metodología arqueológica comométodo principal de investigación

- Que tenga un valor social que justifique su investiga-ción, preservación y disfrute.

- Que haya perdido su uso original o la función para laque fue creado.5

Dentro de este esquema lo industrial cabe perfectamen-te. No desarrollaremos más una justificación de la Arqueo-logía Industrial que puede encontrase en otros escritos.6

El conocimiento del pasado industrial en nuestra ciu-dad debe mucho a los arduos trabajos de José Luis Lópezque culminaron con la creación del Museo del Chocolate,posiblemente con más visitantes que el Museo Romano adía de hoy. La enseñanza que podemos extraer es eviden-

te: existe un agotamiento del turismo de catedral y museotradicional, y consecuentemente una necesidad de adap-tarse a la demanda con nuevos modelos de gestión.

El patrimonio industrial de Astorga debe ser inventa-riado y catalogado en tanto que vestigio arqueológico-ar-quitectónico. Pese a que la Ley de Patrimonio española de1985 proteja sólo los restos con más de 100 años de anti-güedad podemos acogernos a otro tipo de legislación comoya se ha hecho en otros municipios, o simplemente deci-dirnos a protegerlo con acciones directas como se ha he-cho en Val de San Lorenzo.

Este patrimonio se encuentra actualmente desprotegidoy sólo salta a debate público si su suelo puede ser

recalificado y aprovechadopara otras actividades, aca-bando por supuesto contodo vestigio. Debemosactuar con prontitud ya quelas estructuras industrialesposeen en muchos casosmateriales perecederos queen pocos años desaparece-rán sin haber sido tan si-quiera inventariados.

Por los trabajos que he-mos realizado podemos di-vidir el patrimonio en va-rios grupos principales. Losexponemos aquí esquemá-ticamente por tipología yzonas:

- Tejeras. Las tejeras se caracterizan por emplazarse enespacios periféricos debido a su necesidad de extracciónde arcilla en localizaciones especiales. Dejan por tanto unahuella particular en el paisaje, que por desconocimientoha llevado a algunos a «ver» anfiteatros romanos en susalrededores. Astorga se encuentra rodeada de ellas y algu-nas conservan sus máquinas y estructuras en muy buenestado, básicamente las de la zona al sur del río. En super-ficie pueden encontrarse todavía ladrillos y tejas de aqueltiempo.

- Sector chocolatero. Bien conocido ya y disperso portodo el casco urbano de la ciudad, aunque también locali-zado en algunas fábricas de gran tamaño.

- Sector relacionado con el transporte ferroviario: Zona industrial vecina a la estación de trenes. Fábricas deharinas, pasta, plásticos, chocolate, almacenes, etc. Sesituaban en torno a ella para facilitar el transporte de mer-cancías y se dispersaban por el barrio de Puerta Rey. Al-gunas de ellas todavía funcionan o cerraron hace pocosaños.Zona técnica al este de la estación de trenes. En ella seencuentran vías en desuso, una rueda giratoria para loco-motoras, el almacén de grano y su báscula y residenciaspara los trabajadores en un estado bastante avanzado dedegradación.

Antiguo almacén con arquitectura de carácter industrialrehabilitado para la creación de viviendas

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- Sector relacionado con el transporte por carretera, enparalelo a la Nacional Madrid-La Coruña. Gran cantidadde talleres y otros establecimientos de apoyo al tráfico ro-dado han quedado abandonados o se han reconvertido.

- Sector textil del que nos quedan escasos testimonios.Algunas fábricas todavía sobreviven, como ALIMASA.A la vista se encuentran restos de un lavadero en un solaranejo al cruce con la carretera Nacional del Parque de laEragudina.

- Agricultura. Ciertos espacios conservan todavía su con-formación tradicional, como los solares al sur del Parquede la Eragudina, con canaletas y pozos varios.

Además de estos elementos destacables existe otra ciertacantidad de vestigios de di-versas tipologías, y otrosque seguramente se nos es-capan. ¿Qué deberíamoshacer con este patrimonio?

1. Catalogar e inventa-riar, creando fichas, unabase de datos, archivo foto-gráfico y un SIG, no sólo losremanentes del casco urba-no y su entorno sino de todoel municipio. La atenciónprimordial ha de recaer enel estado de conservación.Con ello obtendremos unadocumentación indispensa-ble para poder plantearnosactuaciones consecuentes.

2. Plantearse acciones deestudio e investigación. La historia de este importante pe-riodo está sin hacer. Las preguntas que podemos formu-larnos a partir del conocimiento de estos remanentes des-de un punto de vista histórico en cuanto a las transforma-ciones socio-económicas y su plasmación real en el espa-cio urbano, entre otras, son interesantísimas. Pero no sólohistoria: también arquitectura industrial o ciencias técni-cas pueden caber en el estudio, bien a nivel general biencentrándose en casos concretos.

3. Paralelamente, analizar la situación general de losvestigios para conocer su estado de conservación, su si-tuación legal, y estimar su interés para una posible acciónde protección o puesta en valor. Procurar establecer unasciertas bases legales para la protección y control de actua-ciones en edificios históricos.

4. Sería interesante una labor de gestión patrimonialposterior. Las dimensiones y alcance de esta dependerá dela voluntad, interés y posibilidades económicas con las quecontemos. Las posibilidades son muchas ya que el patri-monio industrial es sin duda el que mayor juego da en ac-tuaciones museísticas y de puesta en valor. El hecho deencontrarse en zonas periféricas permitiría a Astorga salirde su casco urbano redistribuyendo visitantes y amplian-

do su radio de distribución a barrios menos cuidados queel centro.

¿Cómo son las variantes reales de actuación con el pa-trimonio industrial?

- Destrucción y reatribución de funcionalidades al sue-lo. Suelo Industrial a Urbano.

- Catalogación, estudio y posterior destrucción.- Protección y conservación. Posible creación de itine-

rarios culturales o implementación de pequeñas actuacio-nes que identifiquen el elemento en cuestión.

- Rehabilitación: se mantiene el edificio pero en su in-terior se lleva a cabo una función totalmente distinta a laoriginaria: oficinas, biblioteca, mercado... Para ello se de-

ben establecer mecanismoslegales de protección quetengan en cuenta los intere-ses de los propietarios. Lasrehabilitaciones suelen serbuenas oportunidades parala expresión de la creativi-dad arquitectónica y para lasalvaguarda de gran partedel patrimonio.

- Puesta en valor o crea-ción de un museo. Los edi-ficios industriales son idea-les para su conversión enmuseos por una serie defactores favorables. El mu-seo puede comprender unatemática completamente di-versa de la que concierne aledificio. La Central Monte-

martini de Roma, que combinaba una central eléctrica conlas esculturas y elementos sobrantes de los MuseosCapitolinos es todo un éxito de visitas por su originalidady contrastes. ¿Por qué no un Museo de la Maragatería enuna arquitectura industrial? Algunos edificios se prestan aello, siendo quizás la fábrica de los Hijos de B. Herrero lamás impresionante y en buen estado de conservación porsu reciente cierre. Algunos centros vecinos han tomado yala inciativa: La Bañeza, Val de San Lorenzo, Ponferrada oCastrocontrigo son algunos de ellos.

La apropiación por parte del ente público de los restosindustriales resulta compleja por sus grandes costes, notanto por los materiales que se encuentran en su interiorcomo mucho canjeables a precio de chatarra, sino por elsuelo generalmente revalorizado por la expansión urbana.Quizás la única solución plausible sea la que se empleacon los sótanos arqueológicos: compensar al propietario,en este caso suelo industrial por suelo urbanizable en ma-nos de la cámara. De lo contrario lo más lógico es que unavez recalificado el suelo industrial se aproveche para de-rribar las estructuras y construir viviendas ante la ausenciade protección.

Zona técnica de la Estación. Máquina rotatoria para girar locomoto-ras y edificio anexo derruido. Justo detrás se encuentran los edificiosde los trabajadores en semejante estado

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1 AMARÉ TAFALLA , M.T. (Dir.) Astorga I: contexto geográfico e históri-co” Universidad de León (2002)2 Se refiere a la conservación del patrimonio.3 PÉREZ-JUEZ GIL, Amalia. Gestión del patrimonio arqueológico. El ya-cimiento como recurso turístico. Ed. Ariel, Ariel Patrimonio, Barcelona(2006)4 MARTÍNEZ ORIA, A. “La muralla de Astorga” , Argutorio, nº18, (1ºSe-mestre 2007)5 PÉREZ-JUEZ GIL, Amalia. Gestión del patrimonio arqueológico. El ya-cimiento como recurso turístico. Ed Ariel, Ariel Patrimonio, Barcelona(2006).6 ALONSO, P.“ La arqueología industrial en León: Reflexiones a partirde la investigación en el Val de San Lorenzo“, Estudios HumanísticosHistoria, nº6, Universidad de León, (2007)

* Pablo Alonso González es estudiante de Historia de laUniversidad de León.

BIBLIOGRAFÍA

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CONCLUSIONES

Hemos procurado resumir al máximo un tema que porsí sólo daría para una monografía. No se habla aquí tansólo de patrimonio sino del futuro de una ciudad ante unperiodo de transición. Una ciudad que se salvó un día gra-cias a una reconversión original e innovadora y que hoypresencia la disolución de su estrella en una constelaciónde competidoras. Y es que las coordenadas económicasglobales imponen y establecen canales estrechos ypotentísimos de riqueza de los que quedan alejados am-plias periferias. Éstas, deprimidas económicamente, enve-jecen y emigran, se abandonan y olvidan. O por el contra-rio toman conciencia de su situación y buscan solucionescreativas, originales y radicales, exigiendo atención y apoyoa las instituciones. Una posibilidad desarrollada aquí bre-vemente es la del patrimonio industrial. Debemos tratarlocomo un bien arqueológico-patrimonial más, parte de nues-tra historia: muchos de nuestros abuelos trabajaron o serelacionaron de uno u otro modo con él. Por ello hay queintentar establecer instrumentos para su salvaguarda y ges-tión. No olvidemos que el patrimonio es un recurso comoantes lo era el carbón.

La solución patrimonial es una de las existentes. Astorgacuenta ya con una tradición y un nombre en ese sentido yno necesita nada más que otro pequeño empujón. Es obvioque el impulso económico ha de provenir del exterior, perosu empleo ha de ser cuidadosamente planificado a nivellocal con una consulta ciudadana lo más amplia posible.La mercantilización del patrimonio es el único modo dedesarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambientey la cultura: sólo se crea y nada se destruye. La supervi-vencia de la Astorga que hoy conocemos pasa por esto. Elsector privado debería ser también consciente de ello yofrecer su apoyo y colaboración. Si además se hace con elconsentimiento y la participación cívica, teniendo en cuentalas costumbres e identidades locales particulares, la laborhabrá sido excepcional. Astorga se garantizará la conti-nuidad de un nombre con identidad propia de cara a su yatercer milenio de vida.

2º SEMESTRE 2008 ARGUTORIO nº 21/53