Papás Felices

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Papás felices, hijos felices Mucho hemos leído, escuchado y platicado acerca de cómo educar a nuestros hijos para que sean felices. Si bien cada generación es diferente, existe una regla esencial y es que hablemos de la época que sea, los ingredientes mágicos son el cariño y la alegría que logramos transmitir a nuestros pequeños. Si te estás preguntando qué hacer para que tus hijos sean más felices, la respuesta es simple: depende de la edad del niño, de su personalidad, de cómo se ha creado el vínculo con sus padres y, sobre todo, de cómo tú, papá, estás haciendo tu labor. Si consideras que como papá no eres muy expresivo, te recomendamos tomar en cuenta estos consejos para empezar a serlo; ahora que si te identificas como un rotundo apapachador, estas mismas recomendaciones podrían servirte para no pasarte de la raya y evitar el riesgo de impedir la autonomía y el control emocional de tu hijo. 1. Practica la felicidad Lo que hace feliz a nuestros hijos puede llegar a sorprendernos, ya que su capacidad de asombro es inmensa. Como papás no podemos regalarles la felicidad pero sí podemos enseñárselas. ¿Cómo? ¡Practicándola! Cuando un papá o una mamá se siente feliz, contento con sus propias actividades, es mucho más fácil que transmita felicidad a quienes lo rodean (empezando por su propia familia). En cambio, si está todo el tiempo de malas porque no está satisfecho con su día a día, es justamente esa satisfacción y mal humor lo que transmitirá. Así que, no dejes pasar más tiempo y toma nota de lo que te gustaría hacer para sentirte más contento contigo mismo.

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Merab Govea

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Papás felices, hijos felicesMucho hemos leído, escuchado y platicado acerca de cómo educar a nuestros

hijos para que sean felices. Si bien cada generación es diferente, existe una regla

esencial y es que hablemos de la época que sea, los ingredientes mágicos son el

cariño y la alegría que logramos transmitir a nuestros pequeños. Si te estás

preguntando qué hacer para que tus hijos sean más felices, la respuesta es

simple: depende de la edad del niño, de su personalidad, de cómo se ha creado el

vínculo con sus padres y, sobre todo, de cómo tú, papá, estás haciendo tu labor.

Si consideras que como papá no eres muy expresivo, te recomendamos tomar en

cuenta estos consejos para empezar a serlo; ahora que si te identificas como un

rotundo apapachador, estas mismas recomendaciones podrían servirte para no

pasarte de la raya y evitar el riesgo de impedir la autonomía y el control emocional

de tu hijo.

1. Practica la felicidad

Lo que hace feliz a nuestros hijos puede llegar a sorprendernos, ya que su

capacidad de asombro es inmensa. Como papás no podemos regalarles la

felicidad pero sí podemos enseñárselas. ¿Cómo? ¡Practicándola! Cuando

un papá o una mamá se siente feliz, contento con sus propias actividades,

es mucho más fácil que transmita felicidad a quienes lo rodean (empezando

por su propia familia). En cambio, si está todo el tiempo de malas porque no

está satisfecho con su día a día, es justamente esa satisfacción y mal

humor lo que transmitirá. Así que, no dejes pasar más tiempo y toma nota

de lo que te gustaría hacer para sentirte más contento contigo mismo. 

2. Diviértanse juntos

Muchas cosas pueden hacer felices a nuestros hijos, pero hay una que no

falla ni fallará: tú. Y ese es justamente el elemento clave para hacer de un

hijo un niño feliz. ¡Juega con ellos! Si tú te diviertes, no cabe duda de que

ellos también se divertirán. Además, de esta manera estarás creando lazos

afectivos con tu hijo. Un estudio realizado por el Dr. Mai Stafford encontró

que un fuerte vínculo emocional entre padres e hijos proporciona una mejor

base para que los niños exploren el mundo.

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3. Calidad de tiempo

Es muy común pensar que por estar trabajando y dejar a nuestros

pequeños al cuidado de alguien cortamos el vínculo afectivo. Esto es falso.

El vínculo afectivo se crea de muchas maneras: con las palabras, con la

calidad de tiempo que les brindamos, con nuestra convivencia con ellos…

Es importante hacerles saber que si trabajamos es, por una parte, para

poder darles una buena vida; y por otra, porque nosotros mismo tenemos

que desarrollarnos en otros ámbitos. Recuerden: papás felices y realizados,

hijos amados.

4. El amor incluye límites

Frecuentemente se piensa que “hacer felices a nuestros hijos” es sinónimo

de “darles todo lo que quieran, aun cuando no se pueda”. Pero ojo: dar

regalos materiales o todos los permisos no significa amar mucho, amar

mejor o dar más felicidad. Los límites que los papás ponemos ante ciertas

situaciones crean adultos independientes y seguros de sí mismos. Cada

vez que como papá te enfrentes a una situación donde debas respetar

límites previamente establecidos, recuerda esto: “Los mejores indicadores

de felicidad futura son internos, no externos”. Siéntate con tus hijos y define

junto con ellos cuáles serán los límites a respetar, siempre tomando en

cuenta que las edades cambian y que las reglas deben ir cambiando

también. 

5. Aprende a leer las emociones de tu hijo

Los niños son muy buenos expresando lo que los hace sentir felicidad y lo

que les entristece. Cada niño lo expresa de diferente manera: algunos lo

dicen de manera explícita, otros lloran, ríen, hablan poco, muestran interés

o miedo. Como papá debes estar atento a detectar qué es lo que hace tu

hijo cada vez que se siente bien, y, sobre todo, abre bien los ojos para

buscar que se repitan las condiciones para que él o ella disfruten al

máximo. 

6. Dales seguridad

Detrás de un niño feliz hay un niño seguro. Esta seguridad puede provenir

de saber que cuenta con sus papás para resolver cualquier problema. Sin

embargo, eso no es todo. Crear rutinas y buenos hábitos también ayuda a

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formar niños seguros: dormir bien, hacer ejercicio y comer sano ayudan a

su estado de ánimo. Los horarios son básicos para nuestros pequeños,

pues saber qué pasará durante el día los hace sentir confiados.

7. Guía a tu hijo pero no lo controles

El amor que sentimos por nuestros hijos debe estar encausado a ayudarles

a crecer, por lo tanto, debemos permitirles pensar y decidir por sí mismos,

proporcionándoles solo una guía que les ayude a tomar la mejor elección

de acuerdo con lo que son y lo que nosotros como papás queremos que

sean. Sin embargo, debemos respetar sus decisiones y enseñarles a

afrontar las consecuencias.Un estudio realizado por el Dr. Mai Stafford,

publicado en 2015 por la Revista Psicología Educativa, menciona que los

padres excesivamente controladores tienden a criar a los niños con peor

bienestar mental. Así que ¡cuidado, papá! ¡Suelta el control! 

8. Enséñale a ser empático

Dicho de una manera coloquial, enséñale a ponerse en los zapatos del otro,

y así compartir sus sentimientos o ideas. La empatía no es algo innato,

nosotros como papás debemos mostrarle a nuestros hijos la importancia, el

valor y la satisfacción que existe al ayudar a los demás, y una vez más, la

mejor manera de hacerlo es poniendo el ejemplo. Una forma de enseñar a

tu hijo a poner en práctica la empatía es pedirle que ayude en casa con

pequeñas tareas de acuerdo con su edad.

Con información de: www.spring.org.uk y espanol.babycenter.com

Sobre la autoraMerab Govea

Psicóloga egresada de la UNAM. Desde hace ocho años trabaja con niños que

tienen TDAH, hiperactividad y Síndrome de Asperger. Actualmente forma parte de

un proyecto que permitirá detectar qué técnicas de enseñanza mejoran el

desempeño escolar de niños y jóvenes. Actualmente, forma parte del equipo

editorial de Psicología para Niños.