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Arqueología pública en el norte de La Pampa (Argentina). Hacia un abordaje multivocal y multilocal de la labor
arqueológica Heritage education: education in hetitage or with him?
Subjective criticism
Resumen: teniendo como marco de investigación el estudio del poblamiento posterior a la
denominada Conquista de Desierto (1878-1885), desde el año 2008 el equipo de
investigación que integramos desarrolla diversos trabajos de Arqueología histórica en el norte
de la provincia de La Pampa (República Argentina). La investigación arqueológica se focaliza
en varios sitios arqueológicos de la región, ocupados entre 1884 y 1923: Posta el Caldén,
Poblado de Mariano Miró, Puesto San Eduardo, Pulpería La Estrella; entre otros. Teniendo en
cuenta esta experiencia en el campo y desde una perspectiva de la Arqueología Pública,
entendida -en sentido amplio- como la relación entre la práctica arqueológica y la comunidad
actual, nos preguntamos acerca del impacto que tiene en las comunidades el trabajo de
investigación, transferencia y puesta en valor del patrimonio arqueológico en torno al
reconocimiento de su pasado y a la construcción de sus identidades. Es así que en este
trabajo nos proponemos problematizar el rol del arqueólogo y la relación entre este y la
comunidad, a la luz de los diversas narrativas, imaginarios y acciones particulares frente al
patrimonio que los distintos actores sociales poseen. Estas distan de ser homogéneas,
entrando en ocasiones en conflicto, lo que se constituye como un disparador para
interpelarnos sobre nuestro propio quehacer. Durante los trabajos de campo se establecen
vínculos con diversos actores sociales como el propietario de las tierras, los políticos y
funcionarios locales y provinciales, los medios de prensa zonales, la comunidad educativa
local, los coleccionistas, los vecinos y los arqueólogos. A partir de ello se promueven el
desarrollo de un complejo entramado de relaciones que impacta a múltiples escalas y propicia
el desarrollo de diversas instancias comunicativas. Consideramos relevante para nuestra
práctica profesional el ejercicio de una reflexión continua que contemple las múltiples voces
sobre un pasado que nos constituye, configurándose como una ruptura con el criterio de
autoridad académico como eje articulador de las relaciones sociales y la producción de
conocimiento.
Palabras clave: arqueología pública, norte de La Pampa, labor arqueológica.
CarlosLanda Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y técnicas. Instituto de Arqueología. Universidad de Buenos Aires.
Argentina
ArianaAndrade Instituto de Arqueología. Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Argentina
JimenaDoval Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Instituto de Arqueología. Facultad de Filosofia y
Letras de la Universidad de Buenos Aires. Argentina
FlorenciaCaretti
VirginiaPineau
AstridRearte
EmanuelMontanari Instituto de Arqueología. Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Argentina
Recibido: 9/12/2016
Aprobado: 18/12/2016
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Abstract: based on the framework of research the study of subsequent settlement to the so-
called Desert Conquest (1878-1885), since 2008 the research team that develops integrates
various works of historical archeology in the northern province of La Pampa (Argentina
Republic). Archaeological research focuses on several archaeological sites in the region,
occupied between 1884 and 1923: Posta Calden, Town of Mariano Miró, Puesto San Eduardo,
Pulpería La Estrella; among others. Given this experience in the field and from a perspective of
Public Archaeology, understood in a wide sense as the relationship between archaeological
practice and the current community, we wonder about the impact on communities research
work, transfer and enhancement of archaeological heritage around the recognition of their
past and build their identities. Thus in this paper is to question the role of the archaeologist
and the relationship between this and the community, in the light of the various narratives,
imaginary and particular actions against the heritage that different social actors possess.
These are far from homogeneous, entering sometimes in conflict, which is constituted as a
trigger to question us about our own work. During the fieldwork links with various stakeholders
as the owner of the land, politicians and local and provincial officials, media zone press, the
local education community, collectors, neighbors and archaeologists are established. From
this, the developments of a complex network of relationships that impacts multiple scales and
promotes the development of various communication instances are promoted. We consider
relevant to our practice the exercise of a continuous reflection that considers the multiple
voices on a past that constitutes us, configured as a break with the criteria of academic
authority as the linchpin of social relations and knowledge production.
Keywords: public archaeology, north of La Pampa, archaeological work.
Introducción
Desde el año 2008 se desarrollan las investigaciones arqueológicas en relación a la
ocupación del espacio del norte de la provincia de La Pampa (Departamentos de Realicó,
Trenel y Chapaleufú), con posterioridad al proceso conocido por la historiografía argentina
como la “Conquista del Desierto” y hasta 1930. La denominada “Conquista del Desierto” se
configuró como una serie de campañas y acciones militares llevadas a cabo por el Ejército
Argentino contra las diversas parcialidades indígenas entre los años de 1878 y 1885 en la
región pampeana y patagónica. Su resultado fue la posesión del territorio indígena así como el
control y reducción de sus habitantes.
Estos estudios se desarrollan en el marco de dos proyectos adscriptos en la Facultad de
Filosofía de la Universidad de Buenos Aires (UBACyT F095 y 01/w133), que contemplaron en
sus objetivos no sólo la generación de información científica relevante en torno a las prácticas
sociales de los nuevos actores sociales del espacio rural pampeano, sino también la
transferencia de estos conocimientos a través de la realización de actividades de divulgación,
difusión y comunicación. En este trabajo se expondrán cuáles son las interacciones entre los
investigadores y la comunidad, haciendo hincapié en cómo se despliegan las relaciones
sociales. A partir de ello, propiciamos adoptar una mirada crítica sobre nuestra propia praxis.
La investigación arqueológica se focalizó en tres sitios del norte pampeano de fines de siglo
XIX y principios de siglo XX. Los mismos abarcan dos comunidades locales:
1. Los sitios Posta El Caldén y Puesto San Eduardo, en el departamento de Realicó, cercano al
pueblo de Alta Italia.
2. El sitio Mariano Miró en el departamento de Chapaleufú, próximo a Hilario Lagos (figura 1).
La manera por la cual se tuvo acceso a los sitios fue diversa, lo que ha implicado diferentes
formas en relación a los vínculos que se establecieron con las comunidades locales. Así en
el caso de Puesto San Eduardo (PSE en adelante), se accedió por un vínculo previo con el
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propietario del campo. A partir de ello, se establecieron los primeros lazos con la
comunidad local, lo que a su vez permitió la llegada al sitio Posta el Caldén (PEC). En
relación a Mariano Miró, nuestro acercamiento fue a partir de la convocatoria formal de un
organismo estatal provincial. En relación a ello, los lazos establecidos con las comunidades
han sido diversos, y han seguido distintas trayectorias que implicaron un complejo
entramado de relaciones sociales y emociones.
Fig. 1. Mapa de la región de estudio y sitios investigados arqueológicamente
Dentro del marco de la Arqueología pública, nos proponemos no sólo narrar estas
experiencias de transferencia sino también problematizar el rol del arqueólogo, su relación
con los habitantes y, en particular, con la comunidad educativa. En este sentido, nos
preguntamos acerca de la importancia que tiene entre diversos actores de las comunidades el
trabajo de investigación, transferencia y puesta en valor del patrimonio arqueológico en torno
al reconocimiento de su pasado y a la construcción de sus identidades. A continuación se
describirán brevemente los trabajos desarrollados en cada uno de los sitios arqueológicos.
Luego se discutirá el impacto de las investigaciones en las comunidades locales y la
importancia de dichas acciones integradas a los trabajos científicos.
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Comunidades locales y sitios arqueológicos
Alta Italia
La localidad de Alta Italia se ubica en el departamento de Realicó de la provincia de La Pampa
(figura 1). Su fundación se remonta al año 1910 y cuenta en la actualidad con una población
de 1529 habitantes (INDEC 2010). El nombre del pueblo se relaciona al origen de sus
primeros habitantes, en su mayoría inmigrantes italianos. Charlas con historiadores de las
comunidades y nuestros trabajos sobre la memoria oral de los habitantes de la región
también ha revelado que éste era el nombre del almacén de ramos generales del abandonado
pueblo de Mariano Miró (1901-1914), siendo sus dueños fundadores del pueblo antes
mencionado.Alta Italia, con 1500 habitantes, posee un ejido urbano de 1 km2, rodeado de
una extensa área vinculada a la explotación agropecuaria. El pueblo cuenta con escuela
primaria y media pública y diversos comercios y servicios típicos de una población rural. La
distancia con respecto a los sitios PSE y PEC es de 12 y 14 km respectivamente.
Puesto San Eduardo
El sitio Puesto San Eduardo (35º27’57.99’’ S y 64º07’41.76’’ O) fue un antiguo puesto de
arrendatario, ubicado en la estancia homónima y ocupado, por la familia Drago, desde inicios
del siglo XX a 1932 (Partido de Trenel, Provincia de La Pampa). Sus restos se encuentran en
un médano consolidado por la vegetación (Tamarindos y Cinas cinas) que no ha sido arado
nunca (LANDA et al., 2010).
Se llevaron a cabo dos campañas arqueológicas. Durante una primera campaña de
exploración en el año 2007 se realizaron 5 sondeos de 1 m x 1 m y uno de 2 m x 1 m para
determinar la ubicación del puesto rural. El área de excavación fue determinada siguiendo los
resultados de dichos sondeos. En función de ello, se planteó una cuadrícula de 3 m x 3 m. La
excavación se llevó a cabo por intermedio de niveles artificiales de 5 cm, hasta una
profundidad total de 25 cm. El total de objetos recuperados es de 469.
Las piezas de metal del Puesto San Eduardo fueron los hallazgos más representados seguida
por los restos vítreos y arqueo-faunísticos. Los tipos de hallazgos, su alta fragmentación así
como su distribución resultan condecirse con la existencia de un área de descarte secundario
cercana al sitio habitacional.
En el caso de sitio Posta El Caldén (PEC de ahora en más), es importante remarcar que su
ubicación se conoció por los dichos de Manuel Laguzzi Arduino, vecino del campo aledaño en
donde ya habíamos realizados trabajos arqueológicos en el sitio Puesto San Eduardo (PSE)
(LANDA et al, 2011).En este sentido, se estableció un vinculo previo con los residentes del
lugar, lo cuales nos brindaron información valiosa para nuestro estudio. Por ejemplo, Manuel
Laguzzi Arduino nos puso en contacto con Abel Rodríguez, dueño del campo en donde se
hallaba la antigua pulpería; quien nos dio su permiso para llevar a cabo las tareas
arqueológicas.
Posta El Caldén
El sitio Posta El Caldén (35º27’00.13’’ S y 64º05’50.43’’ O), se encuentra en el Departamento
de Realicó. Se trató de una posta de caminos, pulpería y casa de negocios ocupada entre los
años 1888 y 1906 conocida como “Bondarampé y cia”. Dicho sitio pertenecía a una serie de
postas ubicadas entre las ciudades de Victorica y General Villegas (provincia de Buenos Aires,
República Argentina) y constituye uno de los primeros asentamientos criollos posteriores a la
“Conquista del Desierto”. Se realizaron diversas campañas arqueológicas entre los años 2010
y 2011. El sitio fue delimitado teniendo en cuenta la dispersión en superficie de material
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arqueológico (específicamente fragmentos vítreos y metálicos), se plantearon dos cuadrículas
y se procedió a excavar. En los sucesivos niveles fueron hallados:
1. Fragmentos vítreos de diversos tamaños -grande, mediano y pequeño- (distintos tipos de
botellas, damajuanas, copas y frascos entre otros).
2. Artefactos y fragmentos metálicos (clavos, alambres, vainas de armas cortas de retrocarga,
ollas de fundición, sunchos de barril, latas de conservas, etc.).
3. Restos óseos faunísticos (mayoritariamente BosTaurus y Ovis Aries).
4. Otros (fragmentos de loza, cuero, pipas de caolín, madera, etc.).
Los mismos podrían adscribirse cronológicamente, teniendo en cuenta sus características
morfológica-funcionales y sus técnicas de fabricación, para fines del siglo XIX y principios del
XX (MONTANARI et al., 2013).
Con el fin de establecer y profundizar vínculos con la comunidad de Alta Italia mantuvimos una
entrevista con el director de la Escuela de Educación Media “General San Martín” Lisandro
Ormaeche. En ella se acordó que los alumnos de todos los años del establecimiento realizaran
una visita al sitio con el objetivo de poder apreciar el trabajo de un equipo arqueológico,
conocer la temática de investigación, la metodología y las técnicas empleadas. La misma se
llevó a cabo el día de 31 de marzo de 2011, por la tarde. La convocatoria fue exitosa, llegaron
al campo numerosas combis y camionetas con los alumnos y gran cantidad de padres y
vecinos de la comunidad de Alta Italia (figura 2).
Fig. 2. Visita al sitio de la comunidad escolar de Alta Italia
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Por otra parte, en Agosto de 2011, se realizó una charla para los alumnos de la escuela media
de Alta Italia y para las autoridades del pueblo a fin de informarles acerca de los primeros
resultados de nuestras investigaciones en el lugar. La misma estuvo a cargo de la Dra. Virginia
Pineau y el Dr. Carlos Landa y se llevó a cabo en el salón del Concejo Deliberante de Alta Italia.
En el año 2012, el nuevo dueño no nos permitió ingresar, por lo tanto, los trabajos están
momentáneamente detenidos. Actualmente y luego de numerosas charlas telefónicas el
dueño ha accedido a concedernos el permiso de trabajar en el sitio. Recientemente se ha
restablecido el vínculo con el nuevo dueño del campo quien accedería a que pudiéramos
retomar los trabajos de campo.
Comunidades y memoria oral
Con respecto a los estudios de memoria oral, hasta el momento se han realizado de manera
sistemática siete entrevistas con los descendientes de los primeros pobladores y colonos del
área de estudio. Dichas entrevistas fueron elaboradas siguiendo los lineamientos de la
“entrevista antropológica”, en donde el entrevistador le solicita al entrevistado que lo instruya
en su universo cultural, siendo las preguntas por lo general abiertas y dejando que las
respuestas que da el entrevistado vayan guiando las próximas incógnitas (GUBER, 2004). Por
lo tanto la conformación del corpus de entrevistas se dio entre la combinación de los intereses
de los investigadores a partir del trabajo realizado en el campo y las revisiones de las diversas
fuentes históricas como mapas y relatos de viajeros y de las narraciones que los entrevistados
hicieron. Todas estas entrevistas fueron grabadas y luego trascriptas. A su vez quienes las
realizaron anotaron en sus respectivas libretas de campo el lenguaje no verbal utilizado por
los entrevistadores.
Dichas entrevistas fueron llevadas a cabo en diversos ámbitos: casas de los entrevistados,
campos, e incluso in situ durante la labor arqueológica. El objetivo que se persiguió durante la
realización de estas entrevistas fue lograr que se genere con el entrevistado cierto grado de
confianza y familiaridad que permita romper con los roles pre-establecidos de investigador vs
investigado, diferenciales y asimétricos; de manera tal que se difumasen pero sin diluirse por
completo.
Por otra parte, se han utilizado también una segunda serie compuesta por 15 entrevistas que
se encontraban archivadas en la biblioteca del colegio secundario de Alta Italia. Las mismas
formaron parte de un proyecto que llevaron a cabo los alumnos de esa comunidad con el fin
de preservar los relatos de los descendientes de los primeros pobladores y colonos de la zona.
El mencionado proyecto fue desarrollado entre los años de 1978 y 1990. La antigua
bibliotecaria del colegio Nelsi Spagnotto, quien es un referente actual en esta comunidad y ha
colaborado como nexo entre los investigadores y los locales, informó de la existencia de este
material, facilitando nuestro acceso.
Este segundo cuerpo documental se caracteriza por ser entrevistas realizadas por miembros
de la propia comunidad a los primeros descendientes de la misma. Es por esto que se percibe
cierta familiaridad entre entrevistadores y entrevistados. Los entrevistadores hacen hincapié
en diversos aspectos de ese mundo pasado: tecnología, clima, lazos de parentesco,
escolaridad, entre otros.
Ambos cuerpos de entrevistas se dirigieron al saber de individuos mayores (75 a 90 años de
edad). La información recabada no se abocó a un sitio arqueológico particular sino a un
proceso histórico que los incluye.
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Fig. 3. Entrevista realizada a Mafalda Spagnotto durante las excavaciones en PEC
Hilario Lagos
Mariano Miró
El sitio Mariano Miró (35º01’ 31,1’’ S y 63º48’71,1’’ O), fue un pueblo rural de inicios del siglo
XX, ubicado en el entonces territorio nacional de la pampa (Departamento Chapaleufú). Dicho
poblado se inició a la vera de la estación homónima del Ferrocarril Oeste en 1901 y llegó a
contar con casi 500 habitantes y una serie de negocios típicos de una ocupación comercial y
agrícola-ganadera. Este poblado fue abandonado hacia 1911 y sus habitantes fundaron
nuevos pueblos en la región como Alta Italia y Aguas Buenas (hoy Hilario Lagos). Actualmente
no se observan restos de estructuras en superficie sólo se encuentra la estación de ferrocarril
rodeada de tierras utilizadas para la explotación agrícola. Sin embargo, se observan en
superficie una gran cantidad de fragmentos vítreos, cerámicos y en menor medida metálicos
(LANDA et al., 2013). En el año de 2011, fuimos convocados por el Departamento de
Investigaciones Culturales (Subsecretaria de Cultura, Provincia de La Pampa), para relevar la
incidencia en el patrimonio arqueológico del sitio, a propósito de las actividades de
recolección de materiales que llevaban adelante algunos pobladores del pueblo de Hilario
Lagos.
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En Abril de 2011 se realizó el primer contacto con los referentes locales a partir de nuestra
visita a Hilario Lagos y a la escuela rural de Mariano Miró. A partir de ese momento se
comenzó a establecer un vínculo más fluido con la maestra de la escuela N° 65, Alicia
Macagno y con el historiador local Neldo Giorgi. A partir de nuestra visita y la revisión de la
colección se estableció el contacto con el dueño del campo donde se encontraría el sitio, el Sr.
Jorge Alsina, quien nos otorgó permiso para acceder al campo y nos ofreció alojamiento en la
Estancia La Oración ubicada a 4 km. del antiguo pueblo.
La relación con la docente Alicia Macagno fue siempre fluida y amable. Ella siempre se ocupó
de que podamos realizar las tareas de difusión de nuestro trabajo como el contacto con los
medios y la realización de charlas en Hilario Lagos. También gestionó la colocación de carteles
con información arqueológica y patrimonial en la Municipalidad del pueblo y en la escuela
primaria. En cada una de las campañas arqueológicas que realizamos nos visita junto con
algunos de sus ex alumnos.
El dueño del campo en donde se encuentra el sitio ha sido de suma importancia para poder
realizar nuestro trabajo de manera adecuada. Nos permitió desde el comienzo alojarnos en
instalaciones de la estancia. El encargado del campo también ha sido siempre un colaborador
desinteresado, acondicionando algunos espacios de la estancia para nuestro alojamiento y
brindándonos información constante respecto a los cambios que se producen en el campo
(siembra, cosecha, características climáticas, etc.).
Se realizaron campañas arqueológicas en agosto de 2011, mayo y octubre de 2012 y mayo
de 2013. En ellas se relevaron topografías, se recolecto material de superficie en forma
sistemática y se excavaron diversas cuadriculas. En todas las ocasiones hemos contado con
la visita de miembros de la comunidad de H. Lagos, y los alumno de nivel primario y
secundario de H. Lagos y M. Miró.
Las visitas que hemos realizado en el 2012 han tenido su repercusión en diversos medios
periodísticos locales como el diario La Reforma, La Arena, TV Alvear. Los contactos con los
medios los realizó la Sra. Macagno. Se desarrollaron posters y trípticos informativos de la
labor arqueológica que fueron colocados y repartidos en las intendencias de los pueblos
mencionados así como en sus escuelas (figura 4).
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Fig. 4. Posters expuestos en la Escuela Rural N° 35 de Mariano Miró
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Actualmente, se encuentra en gestión un convenio con la Universidad Nacional de La Pampa
para la realización de trabajos en conjunto con sus estudiantes. Además se está rodando un
documental con el apoyo del Instituto de Cine de nuestro país (INCAA) respecto al trabajo que
venimos realizando así como también sobre las diferentes reconstrucciones de la historia del
pueblo que hacen los actuales habitantes de la zona.
Discusión y Conclusiones
A partir de las diversas actividades que se desarrollaron en las dos pueblos hemos notados
que los vínculos entre los investigadores y los miembros de las comunidades locales se
establecieron de modo diferente. Uno de los condicionantes fue el modo de acceso a los
sitios. En el caso que los trabajos hayan sido iniciados de la mano de recomendación de algún
local, los vínculos han fluido con mayor facilidad, existiendo una cuota de confianza previa
(por ejemplo, PEC). Asimismo, esa situación permitió subsanar algunos inconvenientes
logísticos en torno a los permisos para el ingreso a campos privados.
En las ocasiones donde intervino un actor foráneo a los pueblos –como un organismo
provincial- el establecimiento de los vínculos conllevó un trabajo más arduo que implicó forjar
lazos y superar preconceptos y desconfianza tanto por parte nuestra como de los locales. Así,
en el caso de Mariano Miró, el contexto por el cual fuimos convocados generó un clima tenso
al inicio, pero que con el tiempo y con la constancia en el trabajo pudo revertirse y ha dado
resultados muy positivos.
Es interesante la experiencia que se dio al conocerse a los referentes locales de los dos sitios
sobre los que veníamos desarrollando los trabajos. Estos individuos acordaron y llevaron a
cabo la conformación de un grupo afín para apoyar los trabajos que venimos desarrollando en
la región. Dicho grupo cuenta con su propia página de facebook. Es probable que el momento
en el arribamos a estos lugares cercanos a la fecha de centenario de su fundación haya
propiciado el interés por revalorizar su pasado y fortalecer su identidad y nuestra aparición
hay servido como una especie de canalización de dichas inquietudes y anhelos.
Una coincidencia en ambas comunidades fue que los vínculos más fuertes se establecieron
con miembros de la comunidad educativa ya sea docentes y/o alumnos. Por otra parte el
interés por parte de las autoridades políticas locales fue más distante, por no decir escaso.
Partiendo de la premisa que cada uno de los sitios arqueológicos no puede separarse de la
experiencia humana, están en constante movimiento y cambio, adquiriendo a través del
tiempo diferentes usos y significaciones que forman parte de su historia de vida (BENDER,
2001; ASHMORE, 2002; GUGGENHEIM, 2009). El mismo lugar puede ser concebido de
manera distinta por diferentes individuos, adquirir diversos significados por el mismo individuo
en distintos momentos (pudiendo entrar en contradicción los significados atribuidos en
distintas instancias), lo que genera en el paisaje un campo de constante negociación y
resignificación (BENDER, 2001; TILLEY, 2006). En este sentido consideramos fructífero incluir
otras voces a la construcción de la narrativa durante el proceso de investigación. Esto es
posible a partir del un intercambio constante entre los investigadores y los diversos actores
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de las comunidades locales, lo que permite un ejercicio contante de reflexión sobre los
significados que adquiere el patrimonio arqueológico y su rol en la constitución de las
identidades en juego. Este abordaje contribuye a la comprensión de cómo los espacios –a lo
largo de su vida-son atravesados por diversas actividades, significados y memorias. En este
sentido se sostiene que:
“[...] los paisajes son “multilocales”–comparten rasgos con otros paisajes que se superponen-
así como también “multivocales”- que llevan y comunican diferentes significados a diferentes
personas”
(RODMAN, 1992:9 [traducción propia])
De este modo, todos los espacios están cruzados por diversas memorias que convergen allí y
los convierten en depositarios de significados en conflicto y negociación. Estos significados
tienen una dimensión material y espacial a la cual se ligan (HOLTORF y WILLIAMS, 2006) y la
gente elige qué contar y a qué memorias se refiere en torno a su relación con un paisaje
específico (BENDER y WINER, 2001; GUGGENHEIM, 2009). Así cada actor social (arqueólogo,
maestra, alumnos, intendente, periodista, estanciero, colono, entre otros), posee su propia
narrativa sobre un espacio, la que puede variar a lo largo del tiempo y se liga a su propia
experiencia y a aquello que les fue transmitido. Nuestro desafío como investigadores es poner
en juego esa diversidad de voces sobre un mismo espacio entendiéndola como parte de una
constate negociación de significados en torno a múltiples facetas de su pasado-presente. Es
en este proceso que la mirada crítica debe estar presente rompiendo con las propias
estructuras académicas como un ejercicio de democratización del pasado (FUNARI, 1999;
GNECCO, 1999). De tal forma que la arqueología pública no sólo trata sobre productos
arqueológicos (programas educacionales, materiales de transferencia, actividades
museísticas, etc.) sino también sobre procesos de negociación y creación de sentidos en torno
a la materialidad arqueológica (FUNARI, 2004; MERRIMAN, 2004; SEGOBYE, 2006; SALERNO,
2012).
Entre muchas de sus formas concebimos también a la Arqueología como un ámbito de diálogo
entre sus múltiples actores en donde no haya púlpitos ni trincheras, en donde cada voz tenga
un tiempo y un espacio audible, un espacio en donde la cacofonía ni la censura acampen.
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