Para Una Descripción Del Amor - Rahner

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Trabajo sobre el artíclo de Rahner

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SEMINARIO ARQUIDIOCESANO NTRA

Seminario Arquidiocesano Ntra. Sra. del Rosario

Para una descripcin

del Amor

segn Karl Rahner

Materia: Moral EspecialProfesor: Pbro. Mariano CinquemaniAlumno: Rodrigo RobertAo: 2008Introduccin

El presente trabajo pretende dar algunas pistas de lo que el eminente telogo Karl Rahner entenda por amor y qu lugar ocupaba este concepto en su teologa. Lo cierto es que nos avocamos a esta tarea para poder seguir profundizando en el conocimiento de este pensador tan importante para la historia contempornea de la Iglesia.Nuestra presentacin seguir bsicamente el esquema del artculo Amor presentado en la Enciclopedia Sacramentum Mundi, a este texto base lo hemos completado con otros dos artculos de los Escritos de Teologa. Hay que decir que un tema tan importante para el cristianismo y para la teologa de Rahner de ninguna manera puede ser agotado con una bibliografa tan escueta, lo que se pretende con esto es esbozar sencillamente los lineamientos principales del tema y despertar en el lector un inters que lo lleve a seguir profundizando en el tema y autor presentados.

El texto que sigue tiene bsicamente tres partes: a) una pequea presentacin fenomelgica, histrica y antropolgica del amor, b) una breve indicacin sobre el amor de Dios a los hombres y por ltimo c) un anlisis mas detallado de lo que es el amor al prjimo y que lugar ocupa este frente a las otras virtudes y mandamientos.

En lo que hace a la aplicacin pastoral del lo que se expone, diremos que en forma directa y sin una mediacin pedaggica adecuada difcilmente se puedan trasmitir estos contenido en la catequesis y pastoral ordinarias. No es menos cierto que actualmente la palabra amor y lo que ella significa estn devaluados, manoseados y tergiversados gravemente por eso creemos que es sumamente necesario que los pastores y agentes de pastoral a cargo de la formacin tengan claro lo que es el amor y as lo vivan. La presentes lneas ese destino tienen, hacer un pequeo aporte a la revalorizacin y mejor compresin de lo que el amor significa. Entendemos que ese camino puede ser muy bien recorrido de la mano de Karl Rahner si se superan miedos, prejuicios y objetivas dificultades de su lenguaje.

Hoy en todo caso, cuando la humanidad ha de aprender a amar de nuevo en la enormidad de su nmero y de su unidad concreta y en las formas necesariamente nuevas de su constitutividad social, ya que si no se hunde; cuando Dios se alza nuevamente como la incompresibilidad silente y el hombre est tentado de darle gloria slo silenciosamente; cuando el ateismo hoy es cuando lo hay realmente por primera vez no es sino la forma errnea y adolescente de esa suerte y tentacin frente a la incomprensibilidad divina; cuando surge un mundo enormemente mundano, que el hombre crea y no debe ser sacralizado, sino experimentado y hecho en su profundidad santificada por Dios, esto es abierta a l; en tal poca nueva que asciende podra el amor al prjimo ser la actual palabra clave y la palabra original realmente motriz. Reflexiones metdicas previasLo primero que decimos es que por amor entendemos aquella relacin de Dios con lo hombres y la relacin que el hombre puede entablar con Dios y con los otros hombres, aunque justamente con este trabajo lo que se intenta es ir definiendo mejor estas aristas.

Aclaramos en segundo trmino que el amor es la clave de bveda del cristianismo, este debe ser ledo siempre desde esta clave nica e integral de lectura, no hay otro horizonte hermenutico posible. Es en este punto que encontramos la razn de nuestro ttulo: el amor por ser origen y finalidad del cristianismo, el fundamento y luz que lo ilumina, no puede ser definido, no puede ser agotado por un trmino o concepto; solo pretendemos dar una somera descripcin de este. Es el amor, como otras tantas cosas, un misterio en que siempre nos podemos adentrar sin llegar nunca a tocar fondo.En el orden antropolgico constatamos que el amor como fenmeno humano traspasa la historia completa, apareciendo siempre bajo formas nuevas, siendo siempre el mismo. Al momento de abordarlos no podemos olvidar entonces su radical condicin histrica que comparte con el hombre. De lo dicho se sigue que el amor es uno de aquellos selectos fenmenos que sin duda hay que abordar para conocer quien es el hombre.

Llegado este punto adelantaremos una hiptesis, que tendremos como presupuesto, y que a lo largo del trabajo ser verificada. Este presupuesto es que el amor no es un mero acto o momento dado dentro de la vida del hombre, sino que el amor apunta a la totalidad de la existencia humana y configura su esencia ms intima. De aqu que el amor y el hombre compartan este trasfondo de misterio inagotable y que por tanto pueda recibir ms de una palabra para nombrarlo, tal es el caso de la Fe y la Esperanza:

A semejanza de la relacin mutua entre los trascendentales (la Fe, la Esperanza y la Caridad) en medio de su unidad y diferencia, los cuales forman todos juntos una realidad ltima, cada una de las palabras a las que hemos aludido, cuando su contenido es pensado hasta el fin, fluye hacia la otra y, sin embargo, no dice lo mismo. Dicho lo anterior, no queremos perder de vista que el trmino amor es el elegido por el NT para significar lo que es Dios y lo que debe ser el hombre, por tanto el problema metodolgico se agudiza pues si tratndose de una realidad originaria del hombre se tornaba ya inasible, siendo este la misma esencia de Dios resulta categricamente incomprensible, mas no absolutamente incognoscible.Amor en general

Ensayos clsicos de descripcinEl presente acpite no pretende de ninguna manera hacer un exhaustivo relevamiento de lo que la filosofa y la teologa han dicho del amor, sino solo esbozar el ncleo permanente del problema que nos permitan acceder al contenido del concepto y sus matices.

a) El amor como amor benevolentiae y amor concupiscentiae.Lo que aqu queremos dejar claro es que el ab. y el ac. no son antitticos, sino que son aspectos diversos del nico amor, esto es as porque el primero se vuelca hacia el t en un movimiento de entrega y olvido de s, quiere al otro sujeto como lo permanentemente otro, mientras que el segundo (el ac.) se presenta como un movimiento egosta que pretende alcanzar la propia realizacin. Lo cierto es que estos dos movimiento se complementan por que el autentico amor esDesinteresado y exttico, como la accin ms radical del hombre, y cabalmente como tal constituye la beatificante afirmacin de la esencia propia del sujeto.Es decir que en el amor legtimo vemos cmo una persona se entrega y sale de s para darse a otra, pero en este movimiento no solo reconoce el valor y dignidad del otro, sino que es tambin capaz de caer en la cuenta que en este hecho ella misma se autoafirma, pues es la esencia del hombre entregarse y cuando lo hace alcanza su auto-realizacin ms alta. As el cristianismo no es auto-aniquilacin u olvido de s, el amante no se disuelve en el amado, ni pretende disolver el amado en uno mismo, sino que manteniendo siempre la distincin de las personas se entregan, realizan y aman mutuamente.b) El amor como eros y agapeEl eros responde a la concepcin griega de amor, que frente a la belleza y bondad previamente presentadas ante el sujeto intenta denodadamente apropiarse de ello para alcanzar su propia dicha.

Por el contrario el agape representa el amor de Dios que se inclina justamente sobre aquello que es limitado, pecador y carente de valor. As solo de Dios cabe predicar este amor iniciativa y gratuito que se da prdigamente al hombre. En cambio el hombre solo podr amar a Dios porque este se ha dado previamente, es as que el eros no es contrario al agape, sino que es una potencia obediencial, porque tambin este (sino atenta contra su naturaleza) quiere al otro en cuanto otro y no solo como mero medio para su propia dicha. Todo amor por espiritual y oblativo que sea tiene una base ertica necesariamente ya que el hombre por ser limitado no puede amar si no fue amado primero.

c) Amor a s mismoCabe preguntarse si despus del pecado original puede el amor a s mismo no degenerar en egosmo. La respuesta es afirmativa siempre y cuando el amor a uno mismo se fundamente en el valor ontolgico y objetivo del sujeto, que l no se ha dado ha si mismo, sino que ha recibido de lo alto. Por tanto todo amor a si mismo no puede estar sino suspendido entre dos coordenadas: Dios y su don gratuito y la totalidad de la realidad.

Un paso ms en la descripcin del amor

a) El amor como palabra y respuestaNos preguntamos ahora si puede uno amar cuando ese amor no es correspondido, es el emblemtico caso del amor a los enemigos. Respondemos que s, por que el amor es un dilogo que Dios ha comenzado y cualquier legtimo amor es respuesta a este amor primigenio. Entonces all donde hay amor su interlocutor directo e indirecto es Dios, adems que el amor puede estar sostenido en la esperanza de una respuesta futura. Dems esta decir que el hecho que Dios tenga la iniciativa para nada condiciona nuestra respuesta, todo lo contrario, la hace absolutamente libre.Amor de Dios al hombre

Por lo que se refiere al hecho de la proposicin segn la cual Dios ama al hombre en forma de agape, se ha dicho ya lo fundamental. Solo destacaremos que Dios no se content con la creacin siendo Seor y garante de ella, sino que decidi libremente auto-comunicarse a s mismo a la creatura espiritual por medio de la Encarnacin. De lo que se deduce que hay una palabra humana que Dios puede considerar como suya e igualmente el hombre por la gracia puede amar divinamente a Dios, y en este sentido, amando dice s a Dios por obra del mismo Dios.Unidad y diferencia entre el amor a Dios y el amor al prjimo El mandamiento del amor entre los otros mandamientosSobre el lugar que ocupa el mandamiento del amor en la doctrina de cristiana no caben dudas, es este el mandamiento principal frente a los otros. Pero cabe preguntarse si es este mandamiento el ms importante junto a los otros y nada ms, o es este algo superador y que sustenta a los dems mandamientos, si hay entre ellos un mero salto cuantitativo o un salto cualitativo.Para responder a esta pregunta diremos que cualquier valor moral (justicia, prudencia, honestidad, etc.) son valores objetivos, buenos por s mismos. Pero hay que sealar que no vivimos en un mundo objetivo de bienes, sino que lo que nos interesa es el bien de la persona humana. El amor como valor originario lo que hace es orientar cualquier valor objetivo a su fin ms alto que es el bien de la persona. Entonces cada valor moral es en ltima instancia un valor personal (movido por el amor), porque en su fin (la persona) encuentra el fundamento ontolgico de su bondad. La esencia plena de cada virtud se da primariamente al consumarse a s misma en el amor, aunque de hecho pueda existir sin y antes del amor.Cada virtud por tanto, que no es amor, puede ser considerada, en cuanto apunta a l, como un momento de un movimiento, y slo as podr hablarse de ella en general como de una virtud moral, o puede considerrsela tambin como un momento en y del amor mismo pero no por eso es el amor la formula sumaria de todos y cada uno de los momentos sino que es el amor la auto-realizacin una y entera de la persona en cuanto una, a la que en cuanto tal no es lcito pensar como edificada aditivamente desde momentos particulares.La virtud del amor no persigue un valor ms, sino que tiende al valor absoluto e incondicionado, lo que el amor persigue es el horizonte a priori de la voluntad y la libertad en general, puesto que el valor absoluto es el Ser Absoluto y este en cuanto persona no reviste un valor categorial sino atemtico.Si la aceptacin libre de un objeto particular, categorial, moralmente legtimo, es una aceptacin implcita del movimiento trascendental hacia el fundamento que sustenta toda libertad, cada decisin ser amor ya.Por esto mismo que venimos diciendo es que afirmamos entonces que la virtud del amor no es un acto ms entre otros, sino que siempre esta en camino haca si mismo y no hay nada ms fuera de l, en cambio las otras virtudes llegan a consumarse solo si se trascienden en el valor absoluto del amor. Reiteramos entonces que el amor no es el resultado de la sumatoria de hechos y virtudes concretas y finitas, sino que l esta al origen, es el fundamento y el fin de todos ellos trascendindolos absolutamente. No es as el amor el resultado lgico (se infiere) de un conjunto de actos y acciones sino que si esas virtudes son tales es por que antes han encontrado origen, sustento y sentido en el amor.Ya hemos dicho que este amor nos es dado, lo acogemos y esa es nuestra respuesta, por lo mismo moralidad y cumplimiento de la ley son siempre la disposicin de dejarse amar por Dios en cualquier medida y con todas la exigencias que as se determinan. Moralidad y cumplimiento de la ley es disposicin de abandonarse a la experiencia de la hondura y radicalidad de ese amor que sale a nuestro encuentro.

Porque lo que tenemos que lograr no es algo, sino nosotros mismos, y precisamente como respuesta que corresponde a la donacin que Dios no hace de s mismo, por eso lo que tenemos que lograr es puro don de Dios.Sobre la unidad del amor a Dios y el amor al prjimoActualmente asistimos a una increencia religiosa ms o menos explicita, en lo terico y en lo prctico que intenta, ya hace mucho tiempo, destronar a Dios de su lugar y poner all otra cosa o sencillamente nada. Lo cierto es que muchos hombres intentan justificar el bien al prjimo o el bien social con mil argumentos distintos. A la base de esto estn las teoras ticas modernas y contemporneas. Lo que en esta ltima parte del trabajo intentaremos sealar desde la teologa es como la realizacin del hombre la alcanza en el amor a Dios y a los hermanos simultneamente y solo as.Ya la Escritura y la escolstica sostienen que el amor al prjimo es en su potencia y en su acto un momento de la virtud infusa de la caridad, por lo tanto el amor al prjimo no es mera condicin previa, efecto o prueba del amor a Dios, sino que es un acto de ese mismo amor. Es cierto que la escolstica dir tambin que no todo acto aparente de amor entre las personas es acto de amor a Dios como as tambin no todo acto de amor a Dios es acto de amor al prjimo.Para apuntar nuestra tesis diremos que en un acto espiritual-humano hay que distinguir entre el objeto dado, representado categorialmente, en el que se depositan la inteligencia y la voluntad, mientras que hay un objeto formal, a priori, que llamaremos horizonte trascendental y que es la posibilidad subjetiva de que el objeto particular pueda mostrarse.

Si tenemos esto claro diremos que no todo acto particular y categorial de amor a Dios (la oracin, la alabanza, etc.) es un acto formal de amor al prjimo. Segn el testimonio unvoco de la Tradicin diremos tambin que cuando se realiza toda la hondura del amor interhumano, tal amor es necesariamente temtico amor a Dios.Cabe preguntarnos ahora si en cada amor humano, moralmente positivo, se ama al menos atemticamente a Dios. Respondemos: s.

En la fuerza de su general voluntad de salvacin, Dios ofrece a cada hombre su gracia sobrenatural y deificante. As eleva sobrenaturalmente el acto humano moralmente positivo. El horizonte trascendental del espritu, que esta dado sobrenaturalmente, si bien de manera atemtica (su orientacin a priori hacia el Dios trinitario de la vida eterna), incluye un momento de revelacin trascendental y de posibilidad de la fe, que otorga a ese acto carcter suficiente de fe, el necesario para que un acto moral pueda ser acto salvfico. El acto moral y el acto salvfico se distinguen conceptualmente pero no realmente. Es as el amor al prjimo el acto ms sublime que el hombre puede llevar a cabo, ya que en ese momento como en ningn otro el sujeto se entrega a un t libre y concientemente, con lo que se alcanza la realizacin de ambos; el uno se entrega, el otro acoge y hace a su vez lo propio siendo ahora el que acoge el primero. Pero este movimiento no es un moviendo ms entre otros, hemos visto que toca y trasciende la libertad, la inteligencia y por tanto traspasa la existencia del hombre y no puede conducirlo sino hasta el Tu Personal Absoluto.De lo dicho no se debe entender que el amor al prjimo termina siendo el medio material para amar a Dios, sino que el amor al prjimo esta capacitado por Dios para llegar a su radicalidad ltima y que se allega as al prjimo para seguir en l.El acto primario de amor a Dios es el amor al prjimo no as los actos particulares de amor a Dios. Esto es as porque en el amor al prjimo siempre se ama a Dios (aunque sea de modo atemtico) es el amor interhumano el que posibilita y sustenta esa apertura confiada y amorosa que necesita el acto de amor a Dios. Por eso es ontolgicamente necesario y verdadero que quien no ama al hermano, a quien ve, no podr tampoco amar a Dios a quien no ve.Bibliografa

AA.VV. Enciclopedia Teolgica Sacramentum Mundi. Tomo I. Herder. Barcelona. 1972.Karl Rahner. Escritos de teologa. Tomo V. Taurus. Madrid. 1964.Karl Rahner. Escritos de teologa. Tomo VI. Taurus. Madrid. 1964.ndice1Introduccin

2Reflexiones metdicas previas

2Amor en general

2Ensayos clsicos de descripcin

3Un paso ms en la descripcin del amor

4Amor de Dios al hombre

4Unidad y diferencia entre el amor a Dios y el amor al prjimo

4El mandamiento del amor entre los otros mandamientos

5Sobre la unidad del amor a Dios y el amor al prjimo

7Bibliografa

8ndice

Escritos Tomo VI pg. 291

O caridad, los usaremos indistintamente como lo hace el autor al que seguimos.

Distinguimos aqu lo que es comienzo y fin de lo que es el principio-origen de algo y su finalidad.

No hablaremos nunca de una verificacin con la pretensin de las modernas ciencias duras.

Sacramentum Mundi. Tomo I pg. 115

En adelante lo abreviamos ab.

En adelante lo abreviamos ac.

Sacramentum Mundi Tomo I pg. 117

Sacramentum Mundi, Tomo I, pg 124

Escritos Tomo V pg. 485

Escritos Tomo V pg. 489

Escritos Tomo V pg. 499

Escritos tomo VI pg. 280

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