INSTITUCIÓN EDUCATIVA PRIVADA

Nuestra Señora de Guadalupe

Lic. Janet Principe Enriquez

Dijo también Jesús esta parábola a

unos que confiaban en sí mismos

como que eran justos y

menospreciaban a los demás:

Dos hombres subieron al templo a

orar. Uno era fariseo; y el

otro, publicano.

El fariseo, de pie, oraba consigo

mismo de esta manera:

Ayuno dos veces a la semana, doy

diezmos de todo lo que poseo.

Pero el publicano, de pie a cierta

distancia, no quería ni alzar los ojos al

cielo, sino que se golpeaba el

pecho, diciendo::

Dios, por favor

perdóname , que soy

pecador.

Os digo que éste descendió a casa

justificado en lugar del primero.

Porque cualquiera que se enaltece

será humillado, y el que se humilla

será enaltecido.”