LIBRO DEL ORGANISTA -1

ADVIENTO

EDICIONES PAULINAS

PRESENTACIÓN

Felizmente, sale a la luz un gran proyecto que Ediciones Paulinas venía programando desde hace algunos años. Entre tus manos tienes el primer cuaderno del Libro del Organista dedicado al Adviento. Es nuestro propósito publicar otros cuadernos.

En este primer cuaderno encontrarás una amplia antología de los mejores cantos editados por Ediciones Paulinas, junto con otros muy representativos de otras editoriales sin desdeñar el canto popular y el gregoriano, salvándolo así del olvido disperso de ediciones ya inasequibles. Encontrarás incluidos Himnos de la Liturgia de las Horas y cantos para cantar a la Virgen en el Adviento.

Con el Libro del Organista se viene a llenar una gran laguna en la música religiosa y litúrgica de nuestro país, pues ¿desde cuándo no se publica un repertorio de cantos con su acompañamiento?

Esta selección que tienes entre tus manos se ha hecho con la sola mira de prestar un servicio a la Iglesia, la Liturgia, al Pueblo de Dios y a los organistas, como una ayuda para aunar criterios armónicos y hacer más fácil la labor de acompañar con el órgano o armonio cuando la asamblea canta. Para ello, el criterio que se ha seguido en los acompañamientos ha sido un criterio divulgador, al servicio de las necesidades más imprescindibles de nuestros coros parroquiales y capillas, y práctico: acompañamientos sencillos y dignos, al alcance de la mayoría de los organistas más populares y modestos.

Queremos agradecer a todos los que, de una forma u otra, han contribuido a hacer posible este proyecto; y de manera especial al P. Pascual Barturen, organista del santuario de San Felicísimo y profesor del Conservatorio Superior de Bilbao, quien, con su gran preparación organística y su labor desinteresada, ha puesto el acompañamiento a la mayoría de estas canciones. ■

Y, ahora, amigo organista, adéntrate, alegre, en este frondoso vergel que tienes entre tus manos y, como abeja laboriosa, liba en sus flores, trémulas de luz...

EDICIONES PAULINAS

ADVIENTO: EXPECTACION PIADOSA Y ALEGRE

1. Comienza el año litúrgico. "A ti, Señor, levanto mi alma". La comunidad revive y actualiza los misterios de Cristo desde la Navidad hasta la cumbre de la Pas¬ cua. Las últimas semanas del Tiempo Ordinario nos han conducido a una nueva frontera, el futuro del mundo, polarizado en torno a Cristo, Señor y Rey del Universo.

2. El Adviento empieza con las I Vísperas del domingo más próximo al 30 de noviembre y acaba antes de las I Vísperas de Navidad. La actitud permanente de la esperanza cristiana invade nuestra experiencia religiosa, la envuelve, la inunda y alcanza una nueva dimensión. Nos pone en talante gozoso de vigilancia, espera y acogida.

3. Nos prepara a la Navidad y Epifanía en dos perspectivas que se enriquecen mutuamente: la escatológica que nos proyecta hacia la manifestación definitiva de Cristo, y la cultual o litúrgica que desemboca y culmina en Navidad, transformándose, a su vez, en esperanza escatológica con su hondura mistérica y su eficacia peculiar.

La pedagogía de la Iglesia acentúa, en las primeras semanas, la 1§ de las perspectivas: pero, a partir del 17 de diciembre, centra nuestra atención en el acontecimiento histórico del Nacimiento del Señor, actualizado sacramentalmente en la celebración. La esperanza cristiana, precedida y prefigurada por la secular expectación que del Mesías tuvo el pueblo judío y la humanidad entera, se trueca en espera regocijada y admirativa: Vino, viene, vendrá.

Adviento, advenimiento, se deriva de advenir y equivale a venida o llegada de alguien en ayuda de los que esperan; pero no es llegada definitiva, sino venida precursora y preparatoria de la final: Cristo es presente y futuro, alfa y omega, el principio, el camino y el Amén.

La esperanza aviva la espera: actitud más dinámica del que sale a la puerta, se asoma; alzando la cabeza, mira, abre los brazos al que ya llega.

4. Las dos venidas de Cristo, objeto de la expectación del Adviento, se explican así en los prefacios de este tiempo fuerte: ''Quien, al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo y nos abrió el camino de la salvación; para que cuando venga de nuevo en la majestad de su gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera confiamos alcan¬ zar" (I). El III prefacio nos habla de Cristo, Señor y juez de la historia que "aparecerá, revestido de poder y de gloria sobre ¡as nubes del cielo. En aquel día terrible y glorioso pasará la figura de este mundo y nacerán los cielos nuevos y la tierra nueva. El mismo Señor que se nos mostrará entonces lleno de gloria viene ahora a nuestro encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento, para que lo recibamos en la fe y por el amor demos testimonio de la espera dichosa de su reino. Por eso, mientras aguardamos su última venida..."

5. Modelos del Adviento. El prefacio II hace referencia a los principales heraldos, protagonistas y modelos de la esperanza y espera mesiánica: "A quien todos ios profetas anunciaron, la Virgen esperó con inefable amor de Madre,

Juan lo proclamó ya próximo y señaló después entre los hombres". Entre los

profetas, Isaías, con ardientes expresiones líricas protagonizó el ansia impa¬ ciente del A. T.: "Pueblo de Sión: mira al Señor que viene a salvar a los

pueblos... Ábrase la tierra y brote al Salvador". Sigue siendo el angustioso anhelo del mundo de hoy que se ahoga en consumismos y esclavitudes. El Bautista, el precursor, nos sigue urgiendo: "Preparad los caminos del Señor". Y la Virgen María, Nuestra Señora de la esperanza, de la "O", recoge y culmina toda la expectación del universo: hebreos, cristianos, la Iglesia, el mundo. En las últimas jornadas, del 17 al 24, nos pone en los labios: (antífonas del "Magníficat"), "Oh Sabiduría", "Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel", "Oh renuevo del tronco de Jesé", “Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel", "Oh Sol que naces de lo alto", "Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos", "Oh Emmanuel, Rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ven a salvarnos, Señor Dios nuestro".

6. Compromiso evangelizador. Hace 1992 años, no del todo bien contados, que nació el Señor. Desde entonces está presente entre nosotros, con su Palabra, su Iglesia, su Eucaristía. Pero esta y otras múltiples presencias de Jesús coinciden paradójicamente con su ausencia. No está plenamente en nuestras vidas, en nuestras instituciones; aún hay muchos pueblos que no han oído hablar de él, no se ha realizado la reconciliación y paz universal. Es necesario y urgente el compromiso de actualizar el conocimiento de Cristo y vivir su mensaje sin límites ni fronteras. Entre el "ya" y el "todavía no" urge el "Ven, Señor Jesús" de nuestras oraciones y compromiso. El Adviento nos sitúa entre el "ya" de la Encarnación y el "todavía no” de la plenitud del reino de Dios.

7. Canto y música en el Adviento El canto de la Iglesia peregrina se hace particularmente expresivo en el

Adviento con textos y melodías tan arraigados y típicos como el "Rorate" y el "Alma Redemptoris Mater".

El repertorio castellano se ha ido ampliando con algunos de los himnos de la Liturgia de las Horas y otras aportaciones del cantoral.

Es necesario un esfuerzo por cantar el Salmo responsorial, al menos su estribillo propio, quinta esencia del espíritu y talante de este tiempo

De todo ello es muestra significativa esta selección que ofrece Ediciones Paulinas, con el acompañamiento.

Por otra parte, en el Adviento se debe dar especial relieve a los cantos del Ordinario que tienen resonancias y armónicos de gozosa expectación. "Bendito el que viene en nombre del Señor", "Ven, Señor Jesús", "Venga a nosotros tu reino", etc.

En cuanto al órgano y demás instrumentos “utilícense con la moderación que conviene a este tiempo, sin que se anticipe la alegría plena de la Navidad", aconseja el Ceremonial de los Obispos, n. 236.

BERNARDO VELADO GRANA

alma redemptoris mater

ma Re-demp-to-ris Ma-ter, quae pér-vi - a cae-li por-ta ma-nes,

et ste-lla ma-ris, suc-cu-rre ca-den-ti, súr-ge-re qui cu-rat, pó-pu-lo: tu quae ge nu- i-sti,

na-tu-ra mi-ran-te, tu-um san-ctum Ge-ni- to - rem, Vir-gopri-us ac pos-te - ri- us

»—0 M—0——

1

Ga-bri-e-lis ab o - re, su- mens il - lud A-ve, pee - ca - tó-rum mi-se-re - re.

TJ LT f ‘ J i i

Acompañamiento P J As de Donosta

RORATE CAELI

Acompañamiento J Ma Alcácer, C M

PREPAREMOS LOS CAMINOS (Laudes de Adviento)

Pre - pa - re - mos los ca - mi - nos

IT 5- k-T--1 -- -t*-“- D=—. --m —-m -m

2. El rocío de los cielos sobre el mundo va a caer, el Mesías prometido, hecho niño, va a nacer.

3. De los montes la dulzura, de los ríos leche y miel de la noche será aurora la venida de Emmanuel.

4. Te esperamos anhelantes y sabemos que vendrás; deseamos ver tu rostro y que vengas a reinar.

5. Consolaos y alegraos, desterrados de Sión, que ya viene, ya está cerca, él es nuestra salvación.

Letra Bernardo Velado - Música Popular - Acompañamiento N Otaño

o 2. Oh sabiduría, 4, Llave de David 6. Oh Rey de las naciones salida de la boca del Padre y cetro de la casa de Israel. y Piedra angular de la Iglesia, anunciada por profetas. Tú que reinas sobre el mundo. Tú que unes a los pueblos. Ven a enseñarnos Ven a libertar Ven a libertar el camino de la salvación. a los que en tinieblas te esperan. a los hombres que has creado. Ven pronto Señor, ven salvador. Ven pronto, Señor, ven salvador. Ven pronto, Señor, ven salvador.

3. Hijo de David estandarte de los pueblos y los Reyes a quien clama el mundo entero. Ven a libertarnos Señor; no tardes ya. Ven pronto Señor, ven salvador.

5. Oh sol naciente esplendor de la luz eterna y sol de justicia. Ven a iluminar a los que yacen

en sombras de muerte. Ven pronto, Señor,'ve" sajador.

7. Oh Enmanuel nuestro Rey salvador de las naciones esperanza de los pueblos. Ven a libertarnos Señor, no tardes ya. Van pronto Señe*, ven setwedor.

Letra M P de la Figuera - Música Lucien Deiss

19

MARAÑA THA (Vísperas de Adviento)

¡Ma - ra - na - tha! ¡ Ven Se-ñor Je - sús! 1. Yo

soy la ra - íz y el Hi-jo de Da - vid, laEs-tre- lia ra - dian-te de la ma

Quien lo oi-ga di-ga ¡Ven, Se ñor! 3.Quien ten-ga sed que ven - ga. Quien lo de

1.

"El canto se oye con agrado mientras se canta, penetra en el alma mientras deleita, se retiene con facilidad pues se repite con frecuen¬ cia, y consigue arrancar de las mentes humanas por su suavidad lo que no podía la austeridad de la ley." (Nicetas de Remesiana)

Letra y música Cesáreo Gabarám - Acompañamiento P Barturen © EDICIONES PAULINAS del disco 'Cantos de entrada y comunión"

97

do- seun cía co- moun gri

r

ran - za an - si dounRe- den co-moun gri - to

r r/a

iiT;

doun Re

"Así como algunos animales rumian... sacando el alimento de su interior, de forma similar sacamos de nuestra memoria el alimento espiritual. Esto será posible, aunque no tengamos códice alguno en las manos, por medio del canto de himnos y salmos que tenemos grabados." (San Ambrosio)

Letra y música Cesáreo Gabaráin - Acompañamiento: P. Barturen

© EDICIONES PAULINAS del disco. “Cantos de entrada y comunión'

Letra. Cesáreo Gabaráin - Música: N. Espiritual - Acompañamiento: P. Barturen

3. Ya madura la historia en promesas, 4. Con María, la Iglesia te aguarda sólo anhela tu pronto regreso; con anhelos de esposa y de madre, / si el silencio madura la espera, y reúne a sus hijos en vela, el amor no soporta el silencio. para juntos poder esperarte.

5. Cuando vengas, Señor, en tu gloria, I que podamos salir a tu encuentro

y a tu lado vivamos por siempre, dando gracias al padre en el reino.

Letra Francisco Malgosa - Música Antonio Alcalde - Acompañamiento Pascual Barturen © EDICIONES PAULINAS del disco “Paz a vosotros"

35

r/iwi

im rii

r/u //i

-J I

Recitativo

) Domingo i0 Muéstranos, Domingo 2° Preparad el camino del

Domingo 3» El Espíritu del Señor está so-

Dommgo 4° La Virgen concebirá y dará a luz

Virgen Proclama mi alma la grandeza del

Pasoua/Or Os doy un mandamien-

Se - ñor Se - ñor,

bre mí; un hijo

Se - ñor. to nuevo,

tu mise-

allanad sus

me ha en- y le pondrá por nombre En-

se alegra mi espíritu en Dios mi sal¬

gue os améis unos

ri - cdrdia sen- deros

vi - ado ma - nuel

va - dor a otros,

y danos

y todos verán la salva-

para dar la Buena No¬

que significa

Porque ha mirado la humilla-

Como yo os he amado,

tu sal va ción.

ción del Se - ñor

ti - ciaa los pobres.

Dios con no sotros.

ción de sues - clava.

di - ceel Se - ñor.

■i:«:ü

Letra Liturgia - Música: Antonio Alcalde - Acompañamiento: Pascual Barturen

tra- e- nos la paz. Va - mos ca - mi - nan do ha cia la li - ber

Vuel - ve, Se - ñor. El pue - bloes táen lu - cha por su li - be - ra

Letra Antonio Alcalde - Música Popular Hebrea - Acompañamiento Pascual Barturen

tie - rra y la jus - ti - cia mi - ra des-deel cié - io.

Letra Salmo 84 - Música Joaquín Madurga - Acompañamiento Pascual Barturen-© EDICIONES PAULINAS del disco "El Señor es mi luz'

24 MANDA, SEÑOR, AL SALVADOR

2. Los siervos oprimidos marcados como esclavos quieren tener libertad. Los siempre manejados, de todo marginados quieren tener dignidad.

3. Los mudos del silencio, sin voz, amordazados, piden poder al fin hablar. Los fácil engañados, incautos defraudados, gimen buscando la verdad.

Letra y música Joaquín Madurga - Acompañamiento Pascual Barturen © EDICIONES PAULINAS del disco "Alabemos al Señor"

47

51

DESIERTA ESTÁ SIÓN

Que los cié-los llue - van al jus-to y la tie - rrager - mi-nealSal-va - dor.

I.No tee-no-jes, Se-ñor, nitea-cuer-des del pe - ca - do; mi - ra tu ciu-dad sarvta de-so

la-da, de-sier-taes-tá Si - ón. Je - ru-sa-lónsin hi-jos: de-so - la-daes-tá la

ca-sa de tu glo - ria don-de siem-pre tea - la - ba- ron núes-tros Pa-dres.

Letra R Artacho - Música J I Errandonea

28 CERCA ESTÁ EL SEÑOR Coro

ñor, cer-caes-táel Se - ñor, es el pe - re - gri - no que com

Letra José Luis Blanco Vega - Música Antonio Alcalde - Acompañamiento Pascual Barturen ©EDICIONES PAULINAS

Música Pascual Barturen - Acompañamiento Pascual Barturen

ÍNDICE NUMÉRICO ÍNDICE ALFABÉTICO Numero Página

1 Alma redempíons mater 6 2 Rorate caeli 7 3 El Dios de paz 8 4 Abranse los cielos 9 5 Preparemos los caminos 10 6 ¿Cuando vendrás7 12 7 Preparad los caminos 16 8 Ven Salvador 19 9 Maraña tha 20

10 Un pueblo camina 22 11 Hija de Sión 23

12 Santa Mana de la esperanza 24 13 Levántate 26 14 Adviento Canto de entrada 28 15 Cristo nuestro salvador 30 16 Ven, ven, Señor 32 17 Jesucristo, palabra del Padre 33 18 Mirad a vuestro Dios 36 19 Aleluya 38 20 Virgen del adviento 39 21 Vuelve, Señor 40 22 Ven, Señor 42 23 Muéstranos Señor tu miseri¬

cordia (Sal 84) 44 24 Manda, Señor, al Salvador 46 25 Sé que vendrás 48 26 Desierta esta Sión 51 27 La Virgen sueña caminos 52 28 Cerca está el Señor 54 29 Vamos a preparar el camino 56 30 El Señor es mi luz 57 31 Madre nuestra 58 32 Este es el tiempo en que llegas 60 33 Bendito el que viene 63 34 El Señor es clemente 64 35 Si el afligido 65 36 Cielos, destilad el rocío 66 37 Oh Dios, que te alaben los

pueblos 67 38 Aclamad, justos al Señor 68 39 Mirad y levantad 69 40 Aleluya 70 41 Aleluya 70

Página

Abranse los cielos 9 Adviento Canto de entrada 28 Aleluya 70 Aleluya 70 Aleluya 38 Alma redemptoris mater 6 Cerca esta el Señor 54 Cristo nuestro salvador 30 ¿Cuándo vendrás7 12 Desierta está Sion 51 El Dios de paz 8 Este es el tiempo en que llegas 60 Hija de Sion 23 Jesucristo, palabra del Padre 33 La Virgen sueña caminos 52 Levántate 26 Madre nuestra 58 Manda, Señor, al Salvador 46 Maraña tha 20 Mirad a vuestro Dios 36 Muéstranos Señor tu misericordia 44 Preparad los caminos 16 Preparemos los caminos 10 Rorate caeli 7 Salmos responsonales

Aclamad justos al Señor 68 Bendito el que viene 63 Cielos, destilad el rocío 66 El Señor es clemente 64 El Señor es mi luz 57 Mirad y levantad 69 Oh Dios, que te alaben los pueblos 67 Si el afligido 65

Santa María de la esperanza 24 Se que vendrás 48 Un pueblo camina 22 Vamos a preparar el camino 56 Ven Salvador 19 Ven, Señor 42 Ven, ven, Señor 32 Virgen del adviento 39 Vuelve, Señor 40