PAULINO El Biografo Del Narco Articulo

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El biografo del narco

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    El bigrafo del narcotrfico

    Cant para generales, presidentes de la Rep-blica, policas y narcotraficantes. Fue vctima de censura y estuvo preso por la crtica en sus historias. Amado Carrillo Fuentes le pi-

    di un corrido, pero l se neg. Ameniz la reunin en la que Caro Quintero y Flix Ga-llardo hicieron tratos con el agente encubier-to de la DEA, Enrique Camarena. La vida

    secreta del compositor y acordeonista Paulino Vargas, quien invent el gnero del narcoco-rrido e hizo famoso a Los Tigres del Norte, es narrada por sus hijos y excompaeros.

    En algn lugar del Pacfico, el sonido de un acor-den se retorca al comps de una polca. Corra el ao de 1984. Dos de los narcotraficantes ms poderosos del pas, Rafael Caro Quintero y Miguel ngel Flix Gallardo, cerraban un cuantioso negocio con un tal Enrique Camarena.

    Paulino Vargas y sus Broncos de Reynosa ame-nizaban la reunin con canciones lastimosas de hombres valientes y traiciones. Cuando acab el espectculo, Paulino se les acerc y les dijo: Yo no s qu negocio traigan, pero a m se me hace que ese seor les va a jugar chueco. No se equivoc. La historia termin como casi todas: en un corrido.

    Paulino Vargas, casi nunca buscaba las historias, transcurran frente a l mientras se balanceaba y ta-coneaba en un escenario. Desde ah vio pasar a pol-ticos, empresarios y narcotraficantes, Yo le toco hasta el diablo, si el diablo me paga, deca sin empacho.

    Estaba convencido de una cosa: No es un orgullo decir cosas fuertes, pero tampoco es ver-genza decir la verdad. As que compuso y cant narcocorridos hasta sus ltimos das. Y cuando no haba un espacio para tocarlos, los abra.

    Enrique Camarena era un oficial de la Agencia Nor-teamericana contra las Drogas (DEA) que aparentemente ofreci proteccin a los capos y luego los delat. As, el ejrcito pudo arribar al rancho El Bfalo, en Chihuahua, donde encontraron ms de mil hectreas de mariguana. As la historia se convirti en El Corrido del R-Uno: En la prensa publicaron/ por fuente de una embajada/ en un rancho del desierto/ all Bfalo, Chihuahua/ haba 10 mil toneladas/ de la famosa manzana.

    El descubrimiento tuvo un gran impacto en el narcotrfico mexicano, adems de la prdida de

    texto: Cyntia Moncada

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    seala Paulino, su hijo. Esa era una de las tantas ra-zones por las que nunca acept pago por sus corridos: si aceptara regalos, ya no tendra que trabajar, deca.

    Sus historias eran siempre de gente que valiera la pena, que admirara. Deca yo soy un cobarde, por eso admiro a la gente con valor. Pero la ver-dad es que era un hombre bravo, de esos que slo se dan en la sierra nortea.

    Yo le deca: cmo te encanta el peligro. Por-que muchas veces llegamos a tocar en fiestas que terminaban en balacera, que llegaban y levantaban gente. La voz de Paulino sube y baja de intensi-dad. Hace una pausa y bebe un trago de tequila sin hacer un slo gesto.

    El guila REalUnos de los tantos capos que se le acerc para pedirle un corrido fue Amado Carrillo Fuentes, El Seor de los Cielos, uno de los narcotraficantes ms poderosos de los aos noventa. Pdame lo que sea, le dijo en ms de una ocasin. Pero Pau-lino tena una consigna: no componerle canciones a gente viva. Para qu quiere un corrido, si le hago un corrido lo voy a perjudicar, le responda.

    Cuando el capo desapareci, en 1997, Paulino finalmente le cumpli su deseo y escribi El guila Real: Se escap el guila Real como lo haba prome-tido/ ninguna ley de la tierra jams lo ver cautivo./ Su destino eran los cielos/ lo afirm Amado Carrillo.

    Era comn que durante sus giras se apare-cieran los sinaloenses, recuerda Paulino Vargas junior, se lo llevaban a tocar a una casa, a un res-taurante, a un ranchito (...) lo queran muchsimo, toda esa gente lo respetaba mucho.

    Esas andanzas alimentaban sus corridos y au-mentaban el acoso del gobierno: muchas veces lo llamaron de la PGR, de procuraduras estatales, de Gobernacin.... Pero no lo intimidaban. Yo no trato de defender a nadie, yo noms digo lo que veo, deca sin empacho.

    Cuando sali al mercado Camino de Sacramen-to, una cancin en la que critica la prdida de Califor-nia, lo encarcelaron por dos das para que aprendiera, para ver si as. Pero nunca lo amedrentaron, nunca le quitaron lo bravo, cuenta orgulloso Paulino.

    La muerte nunca fue un asunto que le preocu-para, se adhiri tanto a sus palabras, la vio correr tan cerca que pareca que lo respetaba. Duran-te toda su vida se salv de balaceras, avionazos,

    temblores y huracanes, pero en 1994 la muerte le dio un golpe bajo: se llev a su esposa, Mara de los ngeles Valds, a quien conoci en la Ciudad de Mxico y quien le ense a leer y escribir.

    Tuvieron cuatro hijos: Guadalupe, Rosalinda, Pau-lino y Mara. Durante 38 aos, Mara de los ngeles vio por la familia mientras Paulino se iba de gira, a veces por meses. La tristeza de la prdida la volc en una de las ms bellas canciones de su discogra-fa, y muy poco conocida, Golondrina coqueta: Mi viajera bonita/ es preciso que vuelvas/ porque sin tu cario/ esta vida es incierta./ Cunto extrao tu risa/ cuando extrao tus besos/ y tus tibias caricias.

    Paulino creci con el sonido del acorden en Promotorio, Durango. Era el quinto hijo de una familia numerosa. Su padre, minero de profesin, era acordeonista, pero nunca pudo ensearle por-que ese era un privilegio reservado al primognito. Entonces busc aprender por su cuenta.

    De alguna manera, la msica lo llev a Reyno-sa, donde se refugi cuando escap a los 8 aos de su casa. Sobreviva boleando zapatos, as conoci a Los Alegres de Tern, uno de los ms importan-tes grupos norteos de la poca.

    Cuando les pidi que le ensearan a tocar el acorden, ellos fueron contundentes: No, mucha-chito, t dedcate a eso y si puedes ve a la escuela, pero esto es para hombres, le dijeron. Diez aos despus se volvieron encontrar, esta vez en la Feria

    Paulino Vargas lleg al DF a mediados de los aos cincuenta. Form el dueto Los Broncos de Reynosa y residi en la capital del pas hasta tres aos antes de morir, cuando se traslad a Saltillo.

    del Acorden de Chicago. Paulino se llev el Acor-den de Oro, el premio ms importante del festival. Los Alegres quedaron en segundo lugar y l, como muestra de respeto, les cedi el premio.

    El nio Paulino volvi a su casa un par de aos despus, luego de vagar por el norte del pas, pero volvi con una conviccin: la de aprender a tocar el acorden. Cuando lo consigui, a los 11 aos, no lo dej nunca.

    Entonces, sin saber leer ni escribir compuso el primer narcocorrido de la historia: Contrabando de Jurez:

    Me aprehendieron en El Paso/ despus de cruzar el Bravo/ me tomaron prisionero/ cargan-do mi contrabando/ me preguntaron mi nombre/ y tambin mi procedencia/ yo les dije soy de Ju-rez/ ah no piden licencia.

    La censura de El corrido del R-Uno (incluido en Corridos prohi-bidos, 1989) no fue una novedad. Quince aos antes, una cancin era excluida por primera vez de todas las estaciones de radio y TV: La Banda del Carro Rojo

    unos 8 mil millones dlares. Caro Quintero y Miguel Flix fueron arrestados. Al primero, lo hallaron en Costa Rica, en un castillo muy caro, dice el corrido.

    Ante esta situacin los principales lderes de la droga optaron por un trato: dividir el territorio mexi-cano. As surgieron los crteles de Tijuana, Sinaloa, del Golfo y el de Jurez (El Universal, 10 de junio de 2007).

    La censura de El corrido del R-Uno incluido en Corridos prohibidos (1989), un disco que el mis-mo Vargas produjo a Los Tigres del Norte no fue una novedad. Quince aos antes, una cancin era excluida por primera vez de todas las estaciones de radio y de la televisin: La Banda del Carro Rojo.

    Dicen que venan del sur/ en un carro colorado/ traan 100 kilos de coca/ iban con rumbo a Chicago/ as lo dijo el sopln/ que los haba denunciado.

    Por primera vez la palabra cocana apareca como tal en un corrido y pronto se convirti en un referente. Eso escandaliz al gobierno priista, recuer-da Paulino Vargas Valds, el hijo de Paulino Vargas.

    l es el nico hijo varn de don Paulino, pero durante 15 aos tambin fue su representante, jefe, socio y amigo. Su voz una mezcla de acento defe-o y norteo fluye con entusiasmo cuando habla de su padre. Viste con porte un impecable atuendo vaquero, desde el sombrero hasta las botas y tiene una sonrisa espontnea.

    De toda la familia es el nico que ha seguido los pasos de Paulino. Compone desde hace aos y Los Tigres del Norte ya grabaron una de sus can-ciones, La Huella del Alacrn, que fue incluida en el disco Detalles y emociones (este ao lanzar su primer disco con Los Broncos de Reynosa).

    l nunca se doblaba por esa censura, expli-ca Paulino hijo. Deca yo no trato de defender a nadie, yo noms digo lo que veo. Los medios le tenan miedo. Hace una pausa y sonre al recordar las ocasiones en que se presentaban en Siempre en Domingo. Le preguntaban qu canciones iba a tocar, le pedan la lista y a la mera hora las cambiaba. Don Ral Velasco se pona... Pero a fin de cuentas no lo dejaban de invitar.

    Los mismos polticos del Partido Revolucionario Institucin que prohiba sus canciones fueron algu-nos de sus ms constantes clientes. Desde Adolfo Lpez Mateos hasta Ernesto Zedillo, se present en un sinfn de eventos oficiales, pero igual toc para militares y narcotraficantes.

    Pronto se acostumbr a estar entre poderosos. Sin embargo, no le tena amor a lo material. Mi pap poda quitarse la camisa para drsela a alguien,

    fotos: archivo familia de paulino vargas

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    Hasta hace tres aos, Saltillo, la capital del nor-teo estado de Coahuila, era para Paulino Vargas un pueblo bicicletero. Cuando compr su casa y nos cont que se iba para all, nos dijo: Es que yo ya quiero estar en paz, voy a retirarme, a com-poner, recuerdan sus hijas.

    En una casa pequea y acogedora del norte de la ciudad, Paulino Vargas instal su nuevo hogar. No necesitaba mucho: un teclado para componer, sus acordeones, la fotografa de su esposa y un sarape saltillense que mand enmarcar.

    Fuimos a su casa y cuando vimos el sarape que enmarc y puso en su salita, dijimos: Aho-ra s est totalmente trastornado!, recuerda Rosy a punto de soltar la risa. Ustedes djenme en paz, yo estoy a gusto aqu, les responda con su fuerza caracterstica y no se deca ms.

    En Saltillo encontr un refugio ideal. Pasaba sus das recorriendo museos y bibliotecas, leyendo

    y caminando. Se enamor de la Sierra de Arteaga, donde pensaba comprar un terreno. As hizo suya la tierra de su esposa.

    Que se mudara fue un misterio, nunca sabre-mos qu fue lo que pas, dice Mary Vargas. Lo que Paulino no saba era que en Saltillo la muerte lo estaba esperando: yo s que voy a morirme/ no s ni dnde ni cundo/ pero la muerte no espera/ y ya se ha de estar cansando/ para el da en que yo me muera/ caiga rendido en sus brazos.

    los ltimos acoRdEsUna fra maana de enero de 2010, el 17 exacta-mente, Paulino muri en un hospital de Saltillo. Despus de haber sorteado todo tipo de peligros muri en la paz de una cama y acompaado de lo que ms quera: sus hijos.

    Cuando habla de la muerte de su padre, los ojos de Paulino se entristecen notablemente. Nos dijo que no quera hijos cobardes y que hici-ramos lo que nos diera la gana, recuerda.

    La noticia fue mayormente difundida en fecha posterior a su cremacin. Recibimos muchas llama-das, Los Tigres del Norte, que vacacionaban por Europa, nos llamaron. Lalo Mora andaba de gira por Texas y as muchos de sus amigos. Solamente Lorenzo de Monteclaro y Huicho Romero, de Los Intocables del Norte, nos pudieron acompaar en

    la funeraria. An seguimos recibiendo llamadas de amigos y conocidos que apenas se van enterando, narra Vargas Valds mientras recuerda aquellos das.

    La herencia de Paulino Vargas es incalculable. En la actualidad, las nuevas generaciones siguen cantando sus corridos. Hay decenas de videos de sus pelculas, presentaciones y fotoclips en YouTube con cientos de miles de vistas. Sus corridos prohibidos hoy circulan sin barreras en internet. Los mayores exponentes de la msica nortea han cantado alguna vez sus canciones.

    En sus ms de 50 aos de carrera particip en 30 pelculas, compuso ms de 300 canciones (como La banda del carro rojo, El corrido de Lamberto Quintero, La fuga del rojo, Clave 7, El Zorro de Ojinaga, Las mujeres de Jurez), muchas an indi-tas. Adems, grab un centenar de discos.

    La mayora de sus ltimas composiciones se quedaron slo en su memoria. En su casa en Saltillo dej apenas unos apuntes y versos sueltos que su hijo, Paulino Vargas Valds, est intentan-do terminar. Aceptaron mi dinero/ aqu en el

    otro lado/ corruptos avorazados/ nadie me pisa la sombra/ si yo me voy al infierno/ a muchos voy a arrastrarlos.

    Durante sus das en Saltillo, tambin escribi letras en las que parece despedirse de la vida o sus razones para alejarse del DF: Hoy tomo el camino del futuro/ quiero descubrir qu hay adelante/ fren-te al horizonte hay un misterios/ que debo aclarar por m mismo.// Siempre me han tratado de re-belde/ hasta me llamaron testarudo/ hoy no pierdo el tiempo con reproches/ porque voy camino del futuro.// Me alejar de la gente que no entiende/ que yo soy libre y que slo busco amor/ no volver si esa gente me desprecian.// Nada les extraare si me encuentran/ lejos de mi tierra y de mendigo/ oh, si yo me diera la gran vida/ porque soy un hombre decidido.

    Hoy dos nforas descansan sobre una chime-nea de fuego simulado y, por lo tanto, inagotable: son Paulino y Mara de los ngeles, quien le acom-paa en el camino a la inmortalidad.

    La herencia de Paulino Vargas es incalculable. En la actualidad, las nuevas generaciones siguen can-tando sus corridos. Hay decenas

    de videos de sus pelculas y de sus corridos prohibidos que circulan libremente en YouTube...

    aPuntEs. Paulino Vargas dej escritas algunas can-ciones y notas para otras. En la habitacin de su casa, en

    Saltillo, sus acordeones y ropa permanecen intactos.

    fotos: victor ramos