Pecados de muerte · cierto os digo, que hasta que ... y vendrás a los sacerdotes levitas, y al...
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Pecados de muerte
YAHWEH, el Elohím de Israel, es un Elohím misericordioso, cuyas obras son de bondad y piedad. Solo El carácter
misericordioso del Creador es lo único que permite la existencia del hombre sobre la faz de la tierra.
Teniendo en cuenta que la misericordia solo se obtiene cuando nos arrepentimos de nuestros pecados, de todo
corazón, podemos asegurar que la humanidad permanece en pie, gracias a un pequeño remanente que se humilla y
reconoce sus faltas.
El propósito del escrito es identificar los diferentes tipos de pecados, pues este es un factor fundamental para poder
expiar nuestras culpas, y así alcanzar misericordia.
Nota: Para mejor entendimiento del concepto misericordia, ver estudio Misericordia y verdad, en nuestra página
web: www.hijosdejacob.com
De este modo, se formula una interesante pregunta:
¿Qué es pecado?
Es imposible pedir perdón al Padre por nuestras faltas si aún no tenemos claro el correcto significado de pecado.
Existen muchas tendencias religiosas, y cada una con un concepto diferente de pecado. Esta es la causa por la cual
muchas personas creen estar limpias de culpa, cuando realmente son transgresoras connotadas.
Teniendo a las Sagradas Escrituras como única fuente veraz, podemos encontrar diferentes textos que nos ayudarán a
contestar dicha pregunta.
“Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus
dichos, Para no pecar contra ti”. SALMOS 119:10-11
Vemos cómo David anuncia, con toda legitimidad, que desviarse de los mandamientos de YAHWEH es pecado.
Es importante reconocer que los apóstoles tuvieron la misma concepción anunciada por el salmista.
“Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el
conocimiento del pecado”. ROMANOS 3:20
“Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley”. 1 JUAN 3:4
“¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque
tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás”. ROMANOS 7:7
Sin lugar a duda, pecado es toda transgresión a la Torá (Ley de Moisés), no existe otra definición bíblica para
determinar dicho acto. Una vez asentadas las bases para conocer qué es pecado, podemos entender adecuadamente
los diferentes tipos de transgresiones.
Existen dos tipos de pecados: pecados de muerte, y pecados no de muerte.
Los pecados de muerte son aquellos que, una vez cometidos, merecen la muerte, según el veredicto estipulado en la
Torá. Es decir, la Torá estipula sentencias, y según la violación cometida por determinadas personas, en algunos
casos su castigo es la muerte, y en otros no.
Pongamos algunos ejemplos de pecados de muerte:
“Habló además YAHWEH a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros
guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que
yo soy YAHWEH que os santifico. Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo
profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en
medio de su pueblo”. ÉXODO 31:12-14
“El que hiriere a su padre o a su madre, morirá. Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si fuere
hallada en sus manos, morirá. Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá”. ÉXODO 21:15-17
“Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó
con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel”. DEUTERONOMIO 22:22
Una característica muy significativa que tienen los pecados de muerte es que no pueden expiarse, a no ser que el
Todopoderoso, por medio de revelación divina, decida otro dictamen, como por ejemplo, 2 Samuel 12:9-13 y 2
Crónicas 33:1-13.
“¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de YAHWEH, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo
heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. Por lo cual
ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo
para que fuese tu mujer. Así ha dicho YAHWEH: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré
tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. Porque tú lo
hiciste en secreto; más yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. Entonces dijo David a Natán: Pequé contra
YAHWEH. Y Natán dijo a David: También YAHWEH ha remitido tu pecado; no morirás”. 2 SAMUEL 12:9-13
El rey David podía recibir sentencia de muerte de parte del Todopoderoso; no solo a David, a Betsabé también se le
aplicaría esta sanción, sin embargo, vemos cómo YAHWEH redime semejante falta.
Nota: Ver estudio Análisis de Ezequiel 18, en nuestra página web: www.hijosdejacob.com
“De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén. Pero hizo lo
malo ante los ojos de YAHWEH, conforme a las abominaciones de las naciones que YAHWEH había echado de
delante de los hijos de Israel. Porque él reedificó los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó
altares a los baales, e hizo imágenes de Asera, y adoró a todo el ejército de los cielos, y les rindió culto. Edificó
también altares en la casa de YAHWEH, de la cual había dicho YAHWEH: En Jerusalén estará mi nombre
perpetuamente. Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de YAHWEH. Y
pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de Hinom; y observaba los tiempos, miraba en agüeros, era dado a
adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores; se excedió en hacer lo malo ante los ojos de YAHWEH, hasta
encender su ira”. 2 CRO 33:1-6
En estos versículos, vemos cómo Manasés comete pecados de muerte, y en la porción 2 Cr 33:12-13 apreciamos
cómo YAHWEH redime su pecado: “Mas luego que fue puesto en angustias, oró a YAHWEH su Elohím, humillado
grandemente en la presencia del Elohím de sus padres. Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Elohím oyó su
oración y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que YAHWEH era Elohím”.
El ejemplo de David y Manasés no puede ser para nosotros un patrón a seguir, puesto que 2 Samuel 12:9-13 y 2 Cro
33:1-13 son casos poco comunes en las Escrituras.
Acerca de esto escribió David: “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
Bienaventurado el hombre a quien YAHWEH no culpa de iniquidad, Y en cuyo Rúaj no hay engaño”.
SALMOS 32:1-2
Con el propósito de diferenciar ambos tipos de pecados sin dificultad alguna (de muerte y no de muerte), sería
bueno poner algunos ejemplos de pecados no de muerte.
“Di a los hijos de Israel: El hombre o la mujer que cometiere alguno de todos los pecados con que los hombres
prevarican contra YAHWEH y delinquen, aquella persona confesará el pecado que cometió, y compensará
enteramente el daño, y añadirá sobre ello la quinta parte, y lo dará a aquel contra quien pecó”. NÚMEROS 5:6-7
“Si alguno pecare por haber sido llamado a testificar, y fuere testigo que vio, o supo, y no lo denunciare, él llevará
su pecado. Asimismo la persona que hubiere tocado cualquiera cosa inmunda, sea cadáver de bestia inmunda, o
cadáver de animal inmundo, o cadáver de reptil inmundo, bien que no lo supiere, será inmunda y habrá delinquido.
O si tocare inmundicia de hombre, cualquiera inmundicia suya con que fuere inmundo, y no lo echare de ver, si
después llegare a saberlo, será culpable. O si alguno jurare a la ligera con sus labios hacer mal o hacer bien, en
cualquiera cosa que el hombre profiere con juramento, y él no lo entendiere; si después lo entiende, será culpable
por cualquiera de estas cosas. Cuando pecare en alguna de estas cosas, confesará aquello en que pecó, y para su
expiación traerá a YAHWEH por su pecado que cometió, una hembra de los rebaños, una cordera o una cabra como
ofrenda de expiación; y el sacerdote le hará expiación por su pecado”. LEVÍTICO 5:1-6
Notamos que los pecados no de muerte pueden expiarse, mientras que los de muerte, generalmente no admiten
remisión.
Algunos se preguntarán:
¿Aplicarán los pecados de muerte en el nuevo pacto?
¡Por supuesto que sí!
En el nuevo pacto, todos los puntos de la Torá siguen vigentes, ya que Mashíaj no vino a abolir ni una jota, ni una
tilde, de la Torá. Incluso, todo el sistema de sanciones y sentencias (mishpát) se mantienen en pleno vigor, puesto
que estos también son parte de la Torá (Ley):
“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir. Porque de
cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde perecerá de la ley, hasta que todas
las cosas sean hechas”. MATEO 5:17-18
Si los pecados de muerte siguen vigentes, ¿por qué no se mata en estos tiempos?
En la Torá, existen diferentes métodos para matar a todo aquel que cometía pecados cuya sanción era muerte. Entre
los diferentes procedimientos podemos citar el apedreamiento y la muerte de madero.
Recordemos que no todos estaban autorizados a dictar sanciones, y mucho menos a ejecutarlas, solo los jueces eran
los encargados de cumplir esta función:
“Jueces y oficiales pondrás en todas tus ciudades que YAHWEH tu Elohím te dará en tus tribus, los cuales juzgarán
al pueblo con justo juicio”. DEUTERONOMIO 16:18
Cuando los jueces regionales no hallaban respuesta satisfactoria en alguno de los asuntos, tenían que acudir a
tribunales supremos, que en este caso se encontraban en la ciudad escogida por YAHWEH (Jerusalén):
“Cuando alguna cosa te fuere difícil en el juicio, entre una clase de homicidio y otra, entre una clase de derecho
legal y otra, y entre una clase de herida y otra, en negocios de litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y
recurrirás al lugar que YAHWEH tu Elohím escogiere; y vendrás a los sacerdotes levitas, y al juez que hubiere en
aquellos días, y preguntarás; y ellos te enseñarán la sentencia del juicio. Y harás según la sentencia que te indiquen
los del lugar que YAHWEH escogiere, y cuidarás de hacer según todo lo que te manifiesten. Según la ley que te
enseñen, y según el juicio que te digan, harás; no te apartarás ni a diestra ni a siniestra de la sentencia que te
declaren. Y el hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante
de YAHWEH tu Elohím, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de en medio de Israel”. DEUTERONOMIO 17:8-12
En tiempos actuales, bajo el orden de Melquisedec, no existe una estructura de jueces y oficiales (sacerdotes levitas)
que dicte penalidades de muerte.
Que no existan jueces levitas que realicen esta función, no significa que este punto de la Ley (Torá) esté abolido, de
otro modo se originaría un gran conflicto escritural con Mateo 5:17-18:
“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque
de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se
haya cumplido”.
Sería muy diferente asumir que la pena de muerte no aplica, a causa de que el escenario actual no es propicio para
dicha función (por la falta de sacerdotes y jueces que la ejecuten), que pensar que un punto de la Torá está abolido.
Por medio del Nuevo Testamento, podemos demostrar que la penalidad de muerte sigue vigente, solo que en este
caso quien la ejecuta no son los jueces levitas, sino el Rúaj HaCodesh:
“Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo
también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué
llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Rúaj HaCodesh, y sustrajeses del precio de la heredad?
Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No
has mentido a los hombres, sino a Elohím. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre
todos los que lo oyeron. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. Pasado un lapso
como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime,
¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Rúaj
HaCodesh? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Al instante ella cayó
a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su
marido. Y vino gran temor sobre toda la comunidad, y sobre todos los que oyeron estas cosas”. HECHOS 5:1-11
“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a
mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no
quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella
adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las comunidades sabrán
que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras”. APOCALIPSIS 2:20-23
“Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más
sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los
adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.
¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Elohím, y tuviere por inmunda la sangre
del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Rúaj de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la
venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en
manos del Elohím vivo!”. HEBREOS 10:26-31
“Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante
de mí”. LUCAS 19:27
Si la penalidad de muerte, no existe bajo el nuevo pacto,
1- ¿Por qué murieron Ananías y Safira? Hechos 5:10
2- ¿Por qué herirán de muerte a los hijos de Jezabel? Apocalipsis 2:23
3- ¿Qué mayor sanción podría poner el Rúaj, que la penalidad de muerte establecida en la Ley de Moisés? Hebreos
10:29
4- ¿Por qué Mashíaj manda a decapitar a sus enemigos? Lucas 19:27
5- Si no existen jueces y sacerdotes levitas, ¿quién ejecutó dicha sanción? Hechos 5:9
La penalidad de muerte sigue vigente, a falta de jueces y sacerdotes levitas, a quien toca poner por obra dicha sanción
es al Rúaj HaCodesh.
En la Ley (Torá), encontramos el justo juicio:
“Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Yahweh nuestro
Elohím, como él nos ha mandado”. DEUTERONOMIO 6:25
“De manera que la Ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno”. ROMANOS 7:12
Bajo el orden de Melquisedec, Mashíaj es nuestro justo juez, que juzga según la Ley (Torá).
“Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo,
sino yo y el que me envió, el Padre”. JUAN 8:15-16
“Y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. No os maravilléis de esto; porque
vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a
resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”. JUAN 5:27-29
“He aquí que vienen días, dice Yahweh, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será
dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra”. JEREMÍAS 23:5
En nuestro pleno conocimiento está que Yeshúa vino a redimir todos los pecados, los de muerte y los no de muerte.
Es muy importante diferenciar el carácter redentor de Mashíaj, según los diferentes momentos históricos en que se
encuentre cada persona.
No existe otra vía para entrar en el nuevo pacto que ser redimidos por la sangre expiatoria de nuestro Adon Yeshúa
HaMashíaj. Es una nueva y única oportunidad que nos da nuestro Padre Celestial para alcanzar salvación y expiar
todos los pecados, de muerte y no de muerte:
“Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las
transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna”.
HEBREOS 9:15
“Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,
perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en el madero”. COLOSENSES 2:13-14
¿Por qué una única oportunidad?
Mashíaj es el mediador de un nuevo pacto, cuya misión es redimirnos de todos los pecados y llevarnos nuevamente a
la Torá de Moisés. Una vez entrado en el nuevo pacto, aplican todos los mandamientos de la Ley, incluyendo las
sanciones determinadas en la Torá, entre ellas las sanciones aplicadas a los pecados de muerte.
Nota: ver estudio Estamos bajo la gracia, en nuestra página Web: www.hijosdejacob.com
Es decir, antes de entrar al nuevo pacto, tenemos la oportunidad de redimir todos nuestros pecados (de muerte y no
de muerte), una vez que estamos bajo el nuevo pacto, Mashíaj solo redime los pecados no de muerte. Es una sola la
oportunidad, y no dos, que nos da el Todopoderoso de pasar de muerte a vida, por medio de la sangre expiatoria de
Yeshúa.
Este fundamento queda consolidado con los textos:
“Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes
del Rúaj HaCodesh, y asimismo gustaron de la buena palabra de Elohím y los poderes del siglo venidero, y
recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, colgando de nuevo para sí mismos al Hijo de Elohím y
exponiéndole a vituperio”. HEBREOS 6:4-6
“Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Elohím le dará vida; esto es para los
que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida”. 1 JUAN 5:16
“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Elohím
agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Elohím es fuego consumidor”. HEBREOS 12:28-29
Web: www.hijosdejacob.com Hermano: LEO BEN JACOB