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pelicano Boletín oficial de la parroquia Santo Cristo de la Misericordia de Boadilla del Monte número 55. Enero de 2009 C risis, crisis y más crisis. Todos los medios de comu- propia vida? ¿No es, más bien, sentarse a llorar viendo cómo el lobo nicación no paran de hablar de una situación que se acerca a comerse todo el rebaño (e incluso al mismo pastor por veíamos venir como una tormenta que se acerca en llorón)? Quizá deberíamos recordar la grandeza de nuestros el verano. Uno la contempla con una preocupación relativa, con- antepasados que eran capaces de lanzarse a grandes caminos fiando en que pase cuanto antes o que, incluso, no llegue hasta pensando en alcanzar las soluciones. ¿No dice el refrán "a grandes nosotros. Lo que pasaba es que no nos creíamos que pudiese males, grandes remedios"? Y cuál es el gran remedio que necesi- alcanzamos tan de lleno. Y, de hecho, llegó, y nos ha pillado a todos. tamos en estos momentos? Pues yo creo que - más allá de las re- Pero ahora ya no es tiempo de lamentarse infantilmente; ni tampoco soluciones económicas, políticas y sociales - nos hacen falta es tiempo de andar tirándose los trastos buscando quién es el cul- pable. Es verdad que eso tendrá que quedar claro en su momento. Pero éste es el tiempo de buscar soluciones, de rastrear nuevos caminos, de escrutar iniciativas que nos abran el camino de la restauración. Evidentemente, aquí no vamos a plantear el tema económicamente, puesto que eso supera nuestras capacidades. Pero creo que esta situación puede llevarnos a reflexionar 8 - - - -\ ~'"!O"É BRAVA grandes personas; gente que tenga lo que se llama la "mag- sobre el modo como tenemos de plantear los problemas. Solemos mirarlos con miedo cuando todavía están lejos, pero seguimos jugando a los "siete cabritillas", pensando que no va en serio, que está muy lejos, que eso no nos puede suceder, que nada va a pasar. Y seguimos en nuestra "per- manente adolescencia" sin querer afrontar la seriedad de la vida. Y cuando llegan las dificultades, empezamos a lanzar balones fuera, a buscar culpables - que, lógicamente quedarán lejos del propio yo, como siempre -, a pensar en lo malos que son los que nos han Ile- vado a la situación actual. Pero, ¿es esto ser protagonista de la nanimidad, la capacidad de lanzarse a grandes empre- sas. Claro, que para esto se necesita una confianza funda- da en un amor más grande, en alguien capaz de vencer al mundo. Quizá esto de la crisis nos ayude a levantar la mira- da, a "aspirar a los bienes de allá arriba" - como dice San Pablo - "donde no hay polilla ni gusano que los corroe". Y es que nuestra confianza no puede estar sólo sustentada en la situación sociopolítica y económi- ca de un país, sino en aquel que es capaz de aseguramos la felici- dad plena. ¡Quégran serenidad provoca el pensar que Dios no tiene crisis (a pesar de los spots absurdos que nos pretendenhacer creer tal cosa), que nuestro tesoro está en el cielo y que allí está bien guardado. Pues, si no fuese así, "¿de qué te sirve ganar el mundo si pierdes tu vida?" Como diría san Pablo, cuyo Año Santo cele- bramos, "sé de quien me he fiado", y no es precisamente de los números.. . Vamos al cine ........................................ 2 Y 3 1 El Pollo del Pelícano ............................. 11 Tema de fondo ...................................... 4 Y 5 1 Avisos ................................................... 12 Aquí y ahora .......................................... 6 ~ 7 Miscelánea............................................ * y iPARTlClPA EN EL PEL~CANO! [email protected] TU parroquia en www.stocristorn.org

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pelicano Boletín oficial de la parroquia Santo Cristo de la Misericordia de Boadilla del Monte

número 55. Enero de 2009

C risis, crisis y más crisis. Todos los medios de comu- propia vida? ¿No es, más bien, sentarse a llorar viendo cómo el lobo

nicación no paran de hablar de una situación que se acerca a comerse todo el rebaño (e incluso al mismo pastor por

veíamos venir como una tormenta que se acerca en llorón)? Quizá deberíamos recordar la grandeza de nuestros

el verano. Uno la contempla con una preocupación relativa, con- antepasados que eran capaces de lanzarse a grandes caminos

fiando en que pase cuanto antes o que, incluso, no llegue hasta pensando en alcanzar las soluciones. ¿No dice el refrán "a grandes

nosotros. Lo que pasaba es que no nos creíamos que pudiese males, grandes remedios"? Y cuál es el gran remedio que necesi-

alcanzamos tan de lleno. Y, de hecho, llegó, y nos ha pillado a todos. tamos en estos momentos? Pues yo creo que - más allá de las re-

Pero ahora ya no es tiempo de lamentarse infantilmente; ni tampoco soluciones económicas, políticas y sociales - nos hacen falta

es tiempo de andar tirándose los

trastos buscando quién es el cul-

pable. Es verdad que eso tendrá

que quedar claro en su momento.

Pero éste es el tiempo de buscar

soluciones, de rastrear nuevos

caminos, de escrutar iniciativas

que nos abran el camino de la

restauración. Evidentemente, aquí

no vamos a plantear el tema

económicamente, puesto que eso

supera nuestras capacidades.

Pero creo que esta situación

puede llevarnos a reflexionar

8 -- - - -\

~'"!O"É BRAVA

grandes personas; gente que

tenga lo que se llama la "mag-

sobre el modo como tenemos de

plantear los problemas. Solemos mirarlos con miedo cuando

todavía están lejos, pero seguimos jugando a los "siete cabritillas",

pensando que no va en serio, que está muy lejos, que eso no nos

puede suceder, que nada va a pasar. Y seguimos en nuestra "per-

manente adolescencia" sin querer afrontar la seriedad de la vida. Y

cuando llegan las dificultades, empezamos a lanzar balones fuera,

a buscar culpables - que, lógicamente quedarán lejos del propio yo,

como siempre -, a pensar en lo malos que son los que nos han Ile-

vado a la situación actual. Pero, ¿es esto ser protagonista de la

nanimidad, la capacidad de

lanzarse a grandes empre-

sas. Claro, que para esto se

necesita una confianza funda-

da en un amor más grande,

en alguien capaz de vencer al

mundo. Quizá esto de la crisis

nos ayude a levantar la mira-

da, a "aspirar a los bienes de

allá arriba" - como dice San

Pablo - "donde no hay polilla

ni gusano que los corroe". Y

es que nuestra confianza no

puede estar sólo sustentada en la situación sociopolítica y económi-

ca de un país, sino en aquel que es capaz de aseguramos la felici-

dad plena. ¡Qué gran serenidad provoca el pensar que Dios no tiene

crisis (a pesar de los spots absurdos que nos pretenden hacer creer

tal cosa), que nuestro tesoro está en el cielo y que allí está bien

guardado. Pues, si no fuese así, "¿de qué te sirve ganar el mundo

si pierdes tu vida?" Como diría san Pablo, cuyo Año Santo cele-

bramos, "sé de quien me he fiado", y no es precisamente de los

números.. .

Vamos al cine ........................................ 2 Y 3 1 El Pollo del Pelícano ............................. 11

Tema de fondo ...................................... 4 Y 5 1 Avisos ................................................... 12 Aquí y ahora .......................................... 6 ~ 7

Miscelánea.. .......................................... * y iPARTlClPA EN EL PEL~CANO! [email protected]

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El Pelícano - Vamos al cine Página 2

Guadalupe e trata de un filme meji-cano, rodado hace dosaños, que obtuvo el pre-

mio a la mejor película en elFestival de Cine deGuadalajara Tercer Milenio.Está dirigido por el francoecuato-riano Santiago Parra y narra elenigma de las apariciones dela Virgen de Guadalupe. A suvez refleja cómo el poder deaquella imagen sigue igual devivo y eficaz hoy que hacequinientos años, a través delos ojos de un agnóstico enmedio de una situación familiarconflictiva. Dos jóvenes cientí-ficos catalanes, marcados poruna infancia traumática, deci-den investigar los misterios dela imagen de Guadalupe, queno parece ser de este mundo.Lo que comienza siendo unmero estudio científico se irátransformando en un des-cubrimiento personal que cam-bia para siempre la vida de losprotagonistas.Guadalupe, producida bajo elsello de ‘Dos Corazones Films’y con la colaboración de lasproductoras catalanas “ClimMountain” y “Frame 25”, llega aEspaña de la mano de la dis-tribuidora Diverfilm S.L. y delprograma de Red MisiónVirgen Peregrina de la Familia.Juntos han apostado por ofre-cer al público español una pro-ducción sencilla sin más ambi-ción que difundir con granvalentía el gran mensaje para

familias de la Virgen deGuadalupe. La película se rodóen sólo 7 semanas entreEspaña y México, en el marcodel 475 aniversario de lasapariciones de la Virgen deGuadalupe. Tiene como esce-narios las ciudades deBarcelona y México D.F, asícomo Papantlan y San Miguelde Ayende entre otros. En lacinta se reflejan, según Parra,presente en el acto, “toda lariqueza guadalupana enMéxico por un cineasta queviene de fuera”.El filme está apoyado puntual-mente por una banda sonoradeliciosa, que unas vecesanima a través del piano yotras gracias a los acordes deuna feliz guitarra. Además,Guadalupe goza de una sobriapero suficiente puesta en esce-na -más bien de corte teatral-cuyo drama plantea desde elprimer minuto la “miga” de lahistoria. Por su parte, acierta eldirector con la ambientación yel diseño de fotografía, querecogen la esencia de cadapaisaje sin esfuerzos ni estri-dencias con los efectos espe-ciales.Guadalupe es una bella aven-tura histórica que no escatimaen recordar alegremente todala tradición mexicana. La histo-ria arranca muy bien, con gan-cho, y las tramas y subtramas-que discurren narrativamentede forma paralela- resultan

bastante equilibradas, asícomo el reparto -hermosísimaniña-virgen- que en ningúnmomento queda descompen-sado.Por otro lado, el cineastaSantiago Parra rueda confirmeza los primeros planosque soportan muy bien todoslos actores -hay algunos trave-llings interesantes-, pone enboca de sus protagonistas lahistoria completa en torno almilagro de la Virgen deGuadalupe, alivia la pesadezde un posible documental ypersonaliza a través de cadauno de ellos los temas esen-ciales de la película: la familianatural, el sufrimiento, el amor,el perdón, la reconciliación, laconversión o las cuestionescaprichosas sobre la fe. En fin, una hermosa película,muy recomendable en estostiempos de ateísmo domi-nante, que resulta una bombade oxígeno entre tanta carte-lera mediocre y palomitera. ¡Ya estáis tardando en cogerlas entradas!

SDirección: Santiago Parra

El Pelícano - Vamos al cine Página 3

ais a pensar que soy unromántico… y pensáisbien, porque lo soy. Son

cosas que tenemos los críticosde cine…, bueno, aunquenunca se ha de generalizar…Y es que en realidad poco faltahacer para no sentir una emo-ción incontrolada -de alegría-cuando he visto Bella(Alejandro Gómez Monteverde,2006) por segunda vez. ¡Cómono hacerlo tras el aluvión depublicidad -de la buena- de-rrochada con esta película! Sí,servidor, ve las pelis más deuna vez. Las manías de laedad. Total, que tras estesegundo visionado he queda-do aún más impresionado:dos almas descarriadas seencuentran providencialmentey ambos se apoyan pararecibir el cariño y la atenciónque la vida no les ha dado.Hasta aquí esta descripciónpodría ser la de cualquier peliromántico-pastelosa de undomingo después de comer…Pero no. Hay que ir al grano. Yel grano es que el protagonistarechaza una vida de éxito acausa de un accidente deautomóvil que cometió cuandoera una estrella del fúbol. Bienpodría haberse dado a lafuga… Y la coprotagonista seha quedado embarazada y sesiente sola, hastiada, hundi-da…Uno rompe la vida de una-madre y acepta su consiguien-

te redencióncomo jefe decocina de unrestaurante desegunda. Ellaquiere romperla vida de unser que vive en su vientre…La pareja, necesitada recipro-camente, asume el reto de unanueva vida (excelente diálogoen el garaje, ambos protago-nistas dentro del coche).

Y parte de ese reto es laapuesta por una vida (en reali-dad son 3, la de él para purgaruna culpa, la de ella para sen-tirse acogida y valorada y laúltima la de la criatura pornacer). Bella es la salvación detres vidas, de tres personascon sus inquietudes y preocu-paciones.Hay quien dice que la factura

visual es floja, que la películaestá rodada discretamente yque el final se precipita…Estoy de acuerdo parcial-mente. Me explicaré: es tandifícil dar a luz un proyecto coneste tema de fondo que bienestá que la factura visualapruebe. Puede, también, queel manejo de cámara en manono sea el más deslumbrantecomo el de los grandescreadores de cine americano,por ejemplo, pero el directorsabe recoger hábilmente lasmiradas de cada protagonista,y deja que los actores por sísolos hagan el resto: emo-cionar al espectador. Por últi-mo, diré que si la historia seprecipita es porque “la miga”ya estaba sembrada y sólofaltaba confirmar la última ymás compleja decisión: salva-da la vida cualquier final esespectacular. ¡Y además conel mar de fondo, con esainequívoca y amorosa metáfo-ra sobre la trascendencia!¿Alguien da más?

Sección de cine preparadapor Jose Luis Panero

“Si las mujeres tuvieran el vientre decristal nadie abortaría, porque veríanmuy claro lo que tienen en su seno”.Eduardo Verástegui, protagonista deBella, en su fugaz paso por Madrid.

Bella Dirección: Alejandro Gómez Monteverde

V

El Pelícano - Tema de fondo Página 4

oy cambiamos de tercioy vamos a darle al temaun sesgo mediana-

mente optimista, que ya vasiendo hora. Premisa princi-pal: esta crisis va a traermucho más bueno quemalo a nuestro país. No lesquepa ni la menor duda.Tengo la más que firme con-vicción. Casi como el puedoprometer y prometo de AdolfoSuárez durante los primerosaños de democracia. El argu-mentario que les propongoes, seguramente, discutible,matizable; hasta censurable.O no. Pero en cualquier caso,p r e t e n d e s i m p l e m e n t eestablecer un punto de parti-da, una primera toma de con-ciencia de la tarea tan apasio-nante que tenemos pordelante: recuperar el valor dela sociedad como motor decambio… a mejor, cosa queno siempre ocurre. El restodel discurso, a favor o encontra de esta modesta tesis,lo construirán ustedes consus aportaciones, as usual.No se corten: valor y al foro,

que es todo suyo.¿En qué me baso? Miren us-tedes, creo sinceramente quese va desmontar en Españala fantasía que atribuía al“tener” el liderazgo en laescala de valores colectiva.Una riqueza que se ha proba-do efímera, coyuntural,volátil. Íbamos a lo Di Caprioen la proa del Titanic pensan-do que el envoltorio garanti-zaba nuestra seguridad. Y elchoque contra el iceberg dela crisis ha puesto de mani-fiesto que el casco estabaconstruido con tornillos demala calidad, como ocurrierapor otra parte en la realidad.Era todo una gran mentira. Yesa constatación de la ver-dadera situación, y de suimpacto sobre nuestras vidas,esa muerte de lo circunstan-cial y el reencuentro con loesencial, va a traer consigomuchas y muy buenas con-secuencias. ¿Cuáles? En primer lugar,u n a f u l g u r a n t e r e c u -

peración de la austeridadcomo modo de vida. Es unconcepto mucho más amplioque el de frugalidad, con-tención impuesta o no a lahora de tomar decisiones degasto y/o consumo. Unareducción semántica lícita, encuanto refleja de modoinmediato el efecto de laincertidumbre o la carenciasobre el ciudadano, peroexcesivamente restrictiva, ajuicio de quien esto escribe.La austeridad no es única-mente privación, sino que vamás allá. Es reconocer elvalor de las cosas, apreciar elesfuerzo necesario paraobtenerlas y tener la disponi-bilidad de ánimo de conser-varlas. Es, en definitiva, ade-cuar las necesidades de cadauno a los parámetros de lanormalidad. Vivir según laspropias posibilidades. Ponercada cosa en su sitio. Se dicetradicionalmente que no esmás feliz quien más tienesino quien menos necesita.Permítanme que les diga unacosa: es una verdad como un

Por qué me

encantaesta crisis

H

templo. Y ojalá que, aunquepueda venir impuesta al prin-cipio, la austeridad lleguepara quedarse. Ha llegado lahora de dejar de mirar al veci-no y vivir la propia realidad.En segundo término, va aresurgir la figura de laautoridad. Mientras es elhombre el que gobierna supropio barco, sobran los con-sejos. Pero en medio de latempestad, cuando la naveparece que zozobra, se ponede manifiesto la necesidad deuna guía adecuada queayude a capear la borrasca.No me estoy refiriendo a loque a primera vista puedenentenderse por prescriptores.Políticos, medios de comuni-cación e incluso jueces hanperdido, salvo contadasexcepciones, su papel comotales a través del proceso dedegeneración de interesesque ha contaminado su activi-dad en los últimos años.Estoy hablando, por el con-trario, de esas figuras quetradicionalmente han con-tribuido a fijar la escala devalores de la sociedad.Padres y profesores, funda-mentalmente. Volverá a estarde moda, como figura emer-gente en los próximos mesese incluso años, un mono-sílabo olvidado: no. El pilarde cualquier educación. Y seredescubrirá la libertad nocomo la posibilidad de elegirentre las múltiples alternati-vas que pueden determinarmi rumbo vital sino como lacoherencia que se deriva deaquél que, sabiendo dóndequiere llegar, toma las deci-

siones correctas.Por último, y estoy seguroque esto daría para unamayor profusión de ideas, lapérdida de la gravitación dela vida sobre la propia per-sona y la incapacidad deactuar sobre ella como elhombre quisiera, va a traerconsigo una vuelta de latrascendencia. No entro enel discurso materialista de lamayor o la menor alienaciónque esto supone o puededejar de suponer; ni tampocoen el concepto de autoen-

gaño consolador que puedellevar implícita para algunosesta constatación. Lo quesubrayo es que hay determi-nadas preguntas en el hom-bre que le persiguen desdeque toma conciencia de suser hasta que se muere,cuestiones que se ven pe-riódicamente ahogadas por laapariencia de control sobre lapropia vida, ilusión que ayudaa pasar por encima de ellas.Yendo al ejemplo católico, lasiglesias están en muchasocasiones llenas de la utopíade la juventud, dependiente,y de la necesidad de cubrir elriesgo de eternidad de losmayores, dependientes. Y esque la dependencia es, sinduda, una puerta abierta a latrascendencia. Y la aperturamadura a la trascendencia,en cualquiera de sus mani-f e s ta c i o n e s e s p i r i t u a l e s ,

supone una gota de agua adi-cional en el rescate demuchos valores que seencontraban acumulandomoho en el trastero de lasociedad o que, presentes enel día a día, habían perdidos u a c e p c i ó n o r i g i n a l ,manoseadas por interesesespúreos.Crisis como la que estamosviviendo, debido a las causasque las fundamentan y a losespejismos de autosuficien-cia que generan, requieren demecanismos correctores decalado que, desgraciada-mente, se han de prolongaren el tiempo para que pongande manifiesto sus efectos. Sinembargo, son absolutamentenecesarios como modo inclu-so de evitar la destrucción delos pilares que sustentan laestructura de la sociedad.Una sociedad pendular, laque vivimos, para la que estosí que va a suponer un autén-tico cambio de paradigma enrelación con el modo deentender la propia existenciay su relación con el medioestos últimos años. Un proce-so necesario del que, espere-mos, seamos capaces deextraer lo mejor de nosotrosmismos en términos de con-tención, recuperación de laautoridad y rescate de los va-lores morales. Un trabajoindividual o familiar conindudable repercusión colec-tiva. Eso o la desesperación,la xenofobia y la inseguridad.¿Entienden ahora por qué meencanta esta crisis?

McCoy

El Pelícano - Tema de fondo Página 5

Volverá a estarde moda

un monosílabo olvidado: no.

artín Valverde acostumbraa decir en sus conciertos(la frase posiblemente no

sea suya) que encontrar unbuen ateo es casi tan difícilcomo encontrar un buen cris-tiano. Estoy seguro que no serefiere en ninguno de los doscasos, a personas intachablesen su conducta moral. Más bienlo que nos quiere decir es que,creyente o ateo, al ser humanole es difícil vivir con coherencia.Y es que ateos, verdaderosateos como Dios manda, haymuy poquitos y además van deincógnito. Sólo contestan si seles pregunta, y entoncesresponden que son agnósticos.La verdad es que el militanteateo, al menos en España, nodeja de ser un creyente pero consigno negativo. Nadie en susano juicio se molesta en hacercampaña contra algo, o alguien,inexistente, pero el ateo mili-tante sí. Yo personalmente noemplearía ni un segundo de mitiempo ni un solo euro de mi bol-sillo en una campaña negandolos platillos volantes, el mons-truo de las galletas, o la existen-cia del maestro Yoda. El que nocree, no cree y punto. El ateoprofesional, sin embargo, tienepor objetivo la imposición de suparticular visión del mundo.Todos conocemos personas queconfiesan públicamente suateismo como si fuera un sellode calidad. En algunos casos se trata de personajes popu-lares del mundo de la ciencia, lacultura, la política o el deporte.En muchas ocasiones son com-pañeros de trabajo, amigos oparientes. Estas personas,¿Creen firmemente en la inexis-de Dios?, ¿Cómo se explica la

necesidad de muchos de ellos,de convertir en una cruzada lacausa del ateismo, empeñadosen convencernos, cuando noimponernos directamente, sus(in)creencias?¿Que beneficioobtienen de que los demás de-jemos de creer? Recuerdo unepisodio especialmente llamativoen que una conocida actriz montóen cólera las pasadas navidadesal encontrarse con un nac i -miento en el vestíbulo de unorganismo público. La pataletafue de tal calibre que los respon-sables decidieron retirar elnacimiento ante la popularidaddel personaje. Si se hubiesenencontrado unos versos delCorán o una pequeña estatua deBuda, sin duda su reacciónhubiera sido menos violenta.¿En que les ofende la presenciade crucifijos, belenes ocualquier símbolo religioso,especialmente católico, a tantaspersonas?Joan Costa exponía en unacharla este verano en Tortosa,una visión revolucionaria sobreel concepto de Libertad, quecreo contiene la clave del pro-blema. Para un mundo queasume la máxima “Mi libertadtermina donde comienza la delotro”, Dios, el Otro con mayús-culas, es, por definición, el granlimitador de mi libertad indivi-dual. Es por ello que muchagente ve a Dios, a Jesucristo y ala Iglesia como “aquellos queponen límites a mi libertad y pore l l o me h a c e n i n f e l í z ” . E l p r o b l ema reside en esa defini-ción de libertad, es errónea encuanto que convierte la existen-cia humana en un inacabableconflicto de fronteras. “Mi liber-tad”, citando de nuevo a Joan

Costa, “comienza con el otro”.Yo fui creado para amar, esa esmi Verdad. Fuí diseñado con ese propós i to . Puedo e leg i r cómo hacerlo, pero elegir noamar no es actuar con libertadsino con estupidez, puesto queactúo en contra de mi propio dis-eño. Y por supuesto, corro elriesgo de romperme. Asumir una actitud beligerantecontra la religión basada en estaidea equivocada de libertad y derestricción de la misma, llevaimplícito el hecho de que el ateocree. De no ser así, no sentiría su libertad vulnerada. Si unoescarba un poquito en el cu-rrículum del ateo, aparecerá confrecuencia alguna experienciat raumát ica o s imp lementedesagradable con la Iglesia. Sereduce pues el ateismo a unproblema afectivo fruto de unterrible desconocimiento. Elateo tiene una idea distorsiona-da de Dios. El Dios contra el quecombate el ateo limita al hombre,

La ofensa de amarM

El Pelícano - Aquí y ahora Página 6

La famosa campaña de los autobuses lodice todo. “Probablemente Dios noexista. Deja de preocuparte y disfrutade la vida”.

en lugar de llevarlo a plenitud.Es un tirano caprichoso que dis-fruta prohibiendo esto y aquelloa los seres humanos, desde unadistante y aburrida eternidad. Elateo no es alguien que no creeen un Dios que existe, sinoalguien que cree en un Dios queno existe. La famosa campañade los autobuses lo dice todo.“Probablemente Dios no exista,así que deja de preocuparte ydisfruta de la vida”. Para losateos, es imposible disfrutar dela vida con Dios por medio (tam-poco disfrutan mucho sin Él).Para el cristiano, una vida sinDios es un sinsentido que con-duce a la desesperación y a lanáusea. Para los ateos mili-tantes, el buen ateo es un indi-viduo despreocupado, a quienno le importan los problemas delmundo y de la sociedad, ya quepreocuparse es propio de loscreyentes (corolario y aviso paranavegantes: ningún político ateose preocupará jamás por losproblemas de aquellos aquienes representa).Si el ateo es riguroso y cohe-rente –es decir, agnóstico-, Diosle debería importar un bledo. Yasí es en muchos casos, graciasa Dios. Pero al ateo beligerantela presencia de cualquier símbo-lo religioso cristiano a su alrede-dor le provoca una sintoma-tología propia de la niña delexorcista (por qué será). Si alguien se nos acerca por lacalle y nos dice la hora, comomucho le damos las gracias. Esla reacción habitual cuando senos suministra información. Senos puede decir que hace bueno mal tiempo, que el Barcelonaha ganado la liga o que lacosecha de aceituna de esteaño será peor que la del añopasado. En el mejor de loscasos, nuestra reacción nopasará de un simple acuse derecibo. Podremos, como mucho,coger un paraguas si nos avisan

de lluvias, o entristecernos sisomos hinchas del Madrid. Sinembargo, hay una categoría deinformación que exige unarespuesta mucho mas honda yaque implica a la totalidad de lapersona. Si alguien nos dice quenos ama no podemos limitarnosa responder “OK, tomo nota” obien “Muchas gracias, es muyhalagador” Las respuestas posi-bles ante un “Te amo” solo sondos, y son conocidas por todos.Y no vale encogerse de hom-bros. Hay que decidirse por unade ellas. Sabemos que respon-der afirmativamente y corres-ponder así un amor conlleva unc omp r om i s o e n n u e s t r a sacciones y nuestros pensamien-tos, que se orientan desde esemomento al bien del otro.Nuestra actitud desde entoncesdebe acompañar a nuestras pa-labras, l lenando de sentidonuestro propio “Yo también teamo”.Para un creyente, ( y hemosvisto que muchos ateos lo son),cada crucifijo, cada pesebre enun nacimiento, cada icono de laVirgen, de la Sagrada Familia oincluso de los santos es en símismo una declaración de amor.Realmente es la declaración deamor más dramática y desga-rradora que hombre o mujeralguna haya escuchado jamás.Y exige de cada ser humano unarespuesta inaplazable. El crucifi-jo grita en silencio desde cadahabitación de hospital, desdecada aula, desde los despachosy desde los templos las mismas

palabras desde hace dos milaños.”Yo te amo, te amo hastallegar a esto que ves ante ti, teamo hasta el dolor, hasta lah u m i l l a c i ó n , h a s t a l amuerte…¿Me amas tú a mí?. Larespuesta afirmativa a esteamor que Dios nos ofrece en lapersona de Jesucristo conlleva,como es natural, un compromisoen nuestra vida. Para quienesno ven en Jesucristo más queun límite a su libertad, la presen-cia permanente de la icono-grafía cristiana a su alrededorse vuelve insoportable. Su con-ciencia les impulsa a reconocerel amor insondable que escondecada imagen, y les interpela adar una respuesta afirmativa. Elmiedo, fruto de su visión distor-sionada, a perder su libertad, alasumir el compromiso a que sonllamados si responden afirmati-vamente al amor de Dios, losimpulsa a lo contrario. Vivir asíes un auténtico calvario. Cadavez que estas personas ven uncrucifijo, responden en silenciola misma respuesta: “Yo no teamo. Tu amor, tu entrega y tusacrificio no me importan, no tedebo nada, no me considero hijotuyo”. Recitar esto ante cadaimagen de Cristo Crucificadoconlleva un desgarro terrible enel interior de cada hombre, cuyocorazón es capaz de reconocerel bien objetivo en el amor quese le ofrece. La ofensa quesupone la presencia de símbo-los religiosos no es tal. Cadasímbolo cristiano es unainvitación a amar, nos recuerdacual es el origen y el destino denuestras vidas. Nos preguntauna y otra vez la mismacuestión: Yo te amo, ¿me amastú a mí?Y todos sabemos que quien pre-gunta no ofende.

Antonio Mata

El Pelícano - Aquí y ahora Página 7

“El ateo no es alguien que no cree

en un Dios que existe,sino alguien que cree en un Dios

que no existe.”

El Pelícano- Miscelánea Página 8

n estos días hemos recibidola noticia de que el TribunalSupremo ve como ilegal la

objeción de conciencia a la asig-natura de Educación para laCiudadanía. Es curioso que el tribu-nal juzgue sobre algo tan delicadocomo la conciencia. Una instituciónmucho más antigua que elSupremo, con mayor conocimientode lo que es la realidad humana ypor lo tanto también de la concien-cia, y mucho más implicada en lasociedad no se atreve a juzgarsobre las conciencias de las per-sonas: se trata de la Iglesia y hayun principio que dice que sobre laconciencia personal no puede juz-gar ni la Iglesia, sólo Dios.Evidentemente la Iglesia ve en elhombre un fin en sí mismo, alguiende quien emana el derecho y delque siempre debe respetarse la li-bertad, pues ni Dios la violenta.Pero al parecer el Supremo nopiensa igual, ve en la ley y en elEstado el principio supremo al quedeben someterse las personas queno piensan de su misma manera.Pero vayamos al inicio. La batallade la asignatura de Educación para

la Ciudadanía estaba ya perdidadesde el principio cuando losespañoles nos tragamos doblada laaparición de la misma. El Estadovulneraba algo que es propio de lafamilia como la educación, en laque él no es más que un apoyo y

colaborador, pero que no puedeentrar en la educación de determi-nadas cuestiones que son propiasde la esfera familiar. Muchos sedejaron llevar de lo típico: a mishijos no les va a tocar porque “elcolegio al que van tiene un profesorque no va a adoctrinar con las men-tiras del gobierno”. Pero la puerta

ya estaba abierta, aunque los con-tenidos de la asignatura fueranextraordinarios; lo que falla es queel gobierno se hace con una partede la educación de los hijos q u een modo a lguno le correspon-de. Una vez hecho esto, y viendocomo están las cosas ¿alguien du-daba de que el Supremo les daríala razón?Y ahora, qué nos queda. Variasopciones. Primera, aguantar ycallarnos. Segunda, vivir de unamanera aislada encerrados enpequeños grupos que buscan queeso se pueda paliar sin que a nues-tros hijos les afecte este tipo decuestiones. Tercera, luchar desdelas asociaciones ciudadanas,desde una postura activa comogrupo social que lucha y que escapaz de una resistencia pacíficapero activa, en la que a lo mejor loúnico que nos queda es la insu-misión y después quizás la cárcel olas catacumbas…

Plinio Cristiano

¿Volver a las catacumbas?

E“La batalla

de la asignatura de Educación

para la Ciudadanía estaba ya perdida desde el principio

cuando los españoles nos tragamos doblada

la aparición de la misma.”

El cristianismo noes un moralismo En nuestra época, no podemos limi-tamos los cristianos, ni en nosotrosmismos ni en el trato con losdemás, a una ética meramente na-tural. En ninguna época, pero en lanuestra es oportuno decirlo, porquecomo hay mucha gente que niegala ética natural, nos vemos en latesitura de tener que dialogar conellos con meras razones de tiponatural. Es decir, por ejemplo, justi-ficamos la condenación del abortocon razones científicas, ético-natu-rales, etc.; lo mismo en todo lo re-ferente a la indisolubilidad del ma-trimonio, y tantas otras cosas más. Como tenemos que dialogar conpersonas que no creen, echamos

mano sólo de argumentos defilosofía o de ciencia positiva, di-gamos, de razón natural. Los primi-tivos cristianos no actuaron única-mente así. Daban testimonio de sufe. Parece que ahora estamoscomo avergonzados: -Mire usted-decimos muchas veces-, prescin-diendo de que seamos cristianos,resulta que el embrión es un serhumano, porque los cromosomas,etc...- Eso es real, y está muy bienque lo digamos, pero... ¿como cris-tianos cumplimos nuestraobligación quedándonos ahí, poraquello de que el señor que nosoye no lo es? A lo mejor el señorque nos oye estaba esperando quele dijéramos algo como cristianos, yno sólo como conocedores de labiología contemporánea y del dere-

cho natural, que quizá podría com-partir con nosotros. Quizá esperabaese otro testimonio. O, aunque nolo esperara, a lo mejor le vendríamuy bien. A este propósito, afirmaKarl Adam en su libro Jesucristo,refiriéndose a la esencia del men-saje de Cristo: «Se puede afirmarque, incluso históricamente, laesencia de su mensaje consisteprecisamente en la buena nueva dela proximidad del Reino de Dios,que llega en su Persona al mundo».La novedad de Cristo no es su doc-trina moral: es su anuncio del Reinode Dios.

Fuente: Antonio Millán Puelles(Ëtica y Moralismo)

uando repaso mibiografía no escrita, meparece no muy agitada y

de la que si hay algo quedestacar quizá sea mi dedi-cación al trabajo para subsis-tir. Por lo demás he tenidopoco tiempo y menosmedios. Cuando uno y otrose nivelaron, me di cuentade que estaba fuera de juegoy que ya poco me quedabapor hacer. Me parecía des-pertar de un sueño durante elcual había consumido mivida y que lo principal quepodía hacer aún estaba rela-cionado con la vida de mialma, vida espiritual prepara-toria para el tránsito a laeternidad.Entonces fue cuando advertími nacimiento providencialcasi a los 2000 añosdespués del advenimientodel Mesías anunciado yesperado, nuestro SeñorJesucristo, Dios y Hombreverdadero, Segunda Personade la Santísima Trinidad (tresPersonas y un solo Dios) yque el hecho de que mi veni-da a la vida en este planetal l a m a d o T i e r r a t u v olugar(1926) en una zonatemplada, en un país deno-minado España del conti-nente europeo, cuya civi-lización tiene sus raíces pro-fundamente cristianas, hastael extremo de que la historiade España está íntimamenteunida o es también, o lo es almenos en buena parte, lahistoria de la Iglesia Católica.Yo, pues, he tenido todas lasfacilidades para conocer aJesucristo y a su Iglesia, ytengo que dar muchas gra-cias a Dios porque mi igno-rancia no haya sido obstácu-lo para que no creyera firme-men t e e n É l . É l me h aescogido, y un bendito sen-timiento de ingratitud meaflige, pero no me desborda,gracias al formidable muroque el Amor de nuestro Dios

n o s b r i n d ó c o n s uMisericordia infinita a la queme acojo esperanzado.Bendito seas porque nosexiges perdonar a todos losque nos hayan ofendido,igual que Tú ofreces tuMisericordia sin límites atodo el que quiera sincera-

mente acogerse a ella.Bendito Tú que tienes pa-labras y hechos de VidaEterna. Bendito y alabadoJesucristo, que voluntaria-mente te entregaste alsufrimiento (físico y moral) ya la muerte, para que des-cubríéramos el valor tam-bién redentor nuestro, si lounimos al tuyo. Y bendita Turesurrección, venciendo a lamuerte, para que nadiedudara de Tu infinito poder.Gracias por todo, Señor. Tesuplico por los que tienen losojos cerrados o entornados,para que les des un empu-joncito con tu gracia y se lesabran, así como a los que te-nemos cataratas, no sólo enlos ojos sino también en elalma, el cerebro y elcorazón. Gracias por tantosmilagros de conversión comoTú propicias por todo elmundo. Gracias, muchasgracias, Señor.

Aurelio Trujillo

El Pelícano- Miscelánea Página 9

El repaso

“Te suplico por los que

tienen los ojos cerrados o entorna-

dos, para que les desun empujoncito con tu gracia y se les abran,

así como a los que tenemos cataratas, no sólo en los ojossino también en elalma, el cerebro y el corazón.”

Un amplio reportaje sobre la persecución de loscristianos en Irak y Turquía ha sido publicado enforma de libro en Italia, y presentado en elMeeting organizado por Comunión y Liberación lasemana pasada en Rímini (Italia).El libro lleva por título “Il sangue dell’agnello.Reportage fra i cristiani perseguitati in MedioOriente” (”La sangre del cordero. Reportaje sobrelos cristianos perseguidos en Oriente Medio”) yes obra del periodista italiano Rodolfo Casadei,enviado especial del semanario “Tempi”. Estáprologado por el converso ex musulmán MagdiCristiano Allam.En él se recoge, entre otros documentos, la últi-ma entrevista al arzobispo caldeo de Mosul, mon-señor Faraj Rahho, antes del secuestro que lecostó la vida.También se recogen los testimonios de cristianosiraquíes que huyen al Kurdistán para escapar delos secuestros y asesinatos, la matanza deprotestantes en Turquía y el asesinato de HrantDink, periodista turco armenio.En la introducción al libro, Magdi Cristiano Allamafirma que el autor, Rodolfo Casadei, “es un tes-tigo apasionado. Ha ido personalmente a ver yescuchar las dificultades de los cristianos, quesufren todo tipo de vejaciones en Turquía,Jordania, Siria, Líbano y sobre todo en Irak, latierra más martirizada por el terrorismo islámico,que ha encontrado en los cristianos la minoría ala que someter con la fuerza arbitraria del Islam”.Cristiano Allam manifiesta su preocupaciónporque “si un occidental se convierte al Islam,nadie soñaría jamás con reñirle y menos aún conamenazarle. En cambio, si un musulmán resi-dente en Occidente se convierte al cristianismo,se desencadena la guerra contra él”.Una guerra “por las condenas a muerte por apos-tasía por parte de los musulmanes -explica- perotambién por las críticas de los no musulmanes,que creen que esa conversión pretende ser unaprovocación, y la condenan por miedo a las con-secuencias que podrían volverse contra ellos”.

Fuente: www.cristianos.com

Un libro plasma la persecuciónde cristianos en Oriente MedioC

El Pelícano - Publicidad Página 10

¿Cómo decidircon quién casarse?“Hay que buscar a alguienal que le gusten las mis-mas cosas que a ti. Si tegusta el fútbol, tambiéntiene que gustarle a ella elfútbol lo mismo que a ti yasí traerte patatas fritas ycerveza.”

Alfredo, 10 años“Una no decide por símisma con quien casarse.Dios lo decide por ti muchotiempo antes, y cuando tetoque a ti, ya te enterarás.”

Cristina, 9 años

¿Cual es la mejoredad para casarse?“No existe la mejor edad.Hace falta ser verdadera-mente estúpido como paraquerer casarse.”

Fernando, 6 años

¿Qué hace lagente en unacita?“Las citas están paradivertirse y la gentedebería aprovechar laocasión para conocersemejor. Incluso los chicostienen cosas interesantesque decir si se les escuchalo suficiente.”

Laura, 8 años“En la primera cita secuentan mentiras intere-santes para así conseguiruna segunda cita.”

Martín, 10 años

¿Cuándo se pue-de dar el primerbeso?“Cuando el hombre esrico.”

Pamela, 7 años

“Cuando besas a unamujer tienes que casarte ytener hijos con ella. Así esla vida.”

Paula, 9 años

¿Es mejor estarc a s a d o o sol-tero?“Para las chicas es mejorquedarse solteras. Perolos chicos necesitan aalguien que les limpie...”

Anita, 9 años

¿Qué hay quehacer para que elmatrimonio seaun éxito?“Hay que decirle a la mujerque es guapa aunqueparezca un camión.”

Ricardo, 10 años

El pollo del pelícano¿Cómo decidir con quién casarse?

Los niños responden.Oración de la mañana

Oración de la noche

Señor Jesús, te doy gracias

por este día que empieza.

Te pido que estés conmigo

durante todo el día;

y que me enseñes

a querer a todos

como tú me quieres.

Amén

Jesús,

cuando el día ya termina,

y llega la noche,

te doy gracias

por las alegrías

que he tenido hoy;

y te pido perdón

por las veces

que he hecho sufrir

a los demás.

Jesús,

guárdame durante

esta noche,

guarda a mis padres

y hermanos,

guarda a mis familiares

y amigos.

Y enséñame a quererte

cada día más.

Amén

Señor Jesús,

estoy contento por muchas cosas

y te doy gracias

por todo lo bueno que me has dado.

Pero te doy gracias, sobre todo,

porque estás siempre conmigo,

como un amigo que nunca falla.

Gracias, Señor.

Amén

Oración para dar gracias

Sección elaborada con la colaboracion de Alberto San Juan

El Pelícano - Avisos Página 12

FEBRERO-viernes, 6: ADORACIÓN EUCARÍSTICA DE LOSNIÑOS.-7 y 8 : EJERCICIOS ESPIRITUALES DE ADULTOS ENNAVAS DE RIOFRIO.

MARZO-del 13 al 15: EJERCICIOS ESPIRITUALES DE ADUL-TOS.-del 14 al 21: PEREGRINACIÓN A TIERRA SANTAPARA JÓVENES.

MAYO-del 13 al 17 : PEREGRINACIÓN A MEDJUGORGE.EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMOA diario de 19 a 20,30 h. y los viernes todo el día desdelas 9,30 h.APÚNTATE AL GRUPO DE TEATRO “DE UNA PIEZA”DE CÁRITAS. Ensayos, sábados de 18 a 20 h. Apúntateen el 91 632 09 21 (llamar de noche)DESPACHO PARROQUIAL DE CÁRITAS: jueves,12 a 13 h.