Periodismo de guerra - Monografía.docx
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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
PERIODISMO DE GUERRA
“EL MEJOR TORERO MUERE EN LA PLAZA”
MONOGRAFIA DESARROLLADA PARA EL CURSO DE TÉCNICAS
DE ESTUDIO E INFORMACIÓN
Renzo Gonzales Cáceda
Lima, 2006
1
UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
PERIODISMO DE GUERRA
EL MEJOR TORERO MUERE EN LA PLAZA
MONOGRAFIA DESARROLLADA PARA EL CURSO DE TÉCNICAS
DE ESTUDIO E INFORMACIÓN
Renzo Gonzales Cáceda
Lima, 2012
2
A mi madre:
aunque no te veo siempre,
estoy siempre contigo.
3
ÍNDICE
0. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………..5
1. CAPÍTULO I : LA HISTORIA DEL PERIODISMO DE GUERRA…….....6
1.1 Antecedentes…………………………………………………………………6
1.2 El periodismo de guerra en acción…………………………………………7
1.3 Evolución……………………………………………………………………..7
2. CAPITULO II: PROBLEMÁTICA ACTUAL………………………………..23
2.1 Corresponsal de Guerra…………………………………………………….23
2.2 Aparición de nuevos elementos en torno al periodismo de guerra……..25
2.3 Una nueva era de conflictos………………………………………………..26
2.4 Factores Exógenos y Endógenos del periodismo de guerra……………28
2.5 La necesidad de unir estos factores………………………………………..29
3. CAPITULO III: HEROES DE GUERRA…………………………………….31
4
3.1 Heroes de la fotografía……………………………………………………31
3.2 Heroes del reportaje………………………………………………………37
4. CONCLUSIONES…………………………………………………………..43
5. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………..45
5
INTRODUCCIÓN
Este trabajo trata en su totalidad de la profesión de periodismo de guerra. El
objetivo de este trabajo es abarcar la evolución de esta profesión, plantear su
problemática, y dar a conocer los personajes que han hecho famosa este tipo de
periodismo.
Esta investigación tiene tres partes (historia, problemática y personajes), se
dará a conocer el proceso de evolución de esta rama de la comunicación social, el
problema que enfrenta la profesión con respecto a la calidad de información y la
manipulación de esta, las experiencias de los periodistas que más conflictos
lograron cubrir y muchos otros datos importantes. A pesar de las pocas fuentes
que se pueda conseguir en libros, ya que la mayor parte de la información está en
páginas y blogs dedicados a esta profesión, se tratara de plasmar información
completa y útil, utilizando estas fuentes en su mayoría electrónicas (libros,
periódicos, pdfs, páginas webs, etc.). Las limitaciones que se afrontaron en este
trabajo fue la antes mencionada falta de fuentes bibliográficas en libros, la mayoría
de bibliotecas tienen libros de este tema pero como únicos ejemplares, y se me
hizo difícil conseguir mucha información por esas vías, pesar de eso pude
conseguir un 2 libros en físico y algunos libros electrónicos.
Lima, 10 de Julio del 2012
5
CAPÍTULO I
LA HISTORIA DEL PERIODISMO DE GUERRA
El periodismo de guerra es conocido por su origen contemporáneo, por
puntos que se tocarán más adelante, pero como la mayoría de profesiones tiene
sus antecedentes en la edad antigua, y una evolución dinámica a medida que se
desarrollaban las guerras.
1.1 Antecedentes
El periodismo de guerra tendría sus orígenes en la Grecia Antigua, con
Tucídides como primer corresponsal de guerra. Este tipo de periodismo se
empezará a dar forma en los relatos de Jenofonte cuando hizo este reportaje de
guerra narrando “La expedición de los Diez Mil”, participando primero como
aventurero y luego como comandante de esta expedición.
Otro antecedente estaría en los relatos de Julio César en las Guerras de las
Galias, en las cuales se enfrentó el mismo Julio César y las tribus Galas, lo que
conllevaría al sometimiento de Galia, Julio César hacía llegar a Roma por medio
de entregas para que sus agentes multiplicasen las copias, y así ganar
popularidad en la Urbe.
6
1.2 El Periodismo de guerra en acción
El periodismo de guerra profesional tiene sus inicios con la aparición del
cinematógrafo, una máquina capaz de filmar y proyectar imágenes en movimiento,
la primera máquina capaz e rodar y proyectar películas de cine, el cual sería
estrenado en el ámbito bélico en la guerra de independencia cubana (1895), que
terminaría con la rendición del ejército colonial español ante el avance militar
norteamericano y en la guerra de Filipinas (1899), en la cual Filipinas se
enfrentaría al ejército invasor norteamericano tras la independencia de España y
termino con la anexión de Filipinas como colonia de Estados Unidos.
Desde el siglo XIX los esporádicos reportes de guerras traían consigo
especulaciones sobre el poder de la información.
1.3 Evolución
Guerra hispano-estadounidense
En esta guerra se enfrentaron Estados Unidos y España en 1898, este
conflicto está muy relacionado con la guerra de independencia cubana, ya que
después de un periodo de enfrentamiento entre el ejército libertador cubano y
España, Estados Unidos intervino a favor de Cuba y terminó de liquidar al ejército
colonial español en ese mismo año.
7
El periodismo que se desarrollo en esta etapa se destacó por los informes
difamatorios, las caricaturas propagandísticas y la manipulación de la información,
es así que aparecería un nuevo tipo de periodismo: el periodismo amarillista. Aquí
sucedió un hecho muy peculiar y polémico: La intervención de USA tomaría como
pretexto el hundimiento de uno de sus barcos, El “Maine”, sin conocer la causa de
su hundimiento.
Antes del hundimiento del USS Maine, varios corresponsales de medios de
comunicación estadounidenses estacionados en Cuba ya habían expresado su
opinión de que el pueblo estadounidense estaba siendo engañado en gran medida
por los reporteros enviados a cubrir la revolución.
La gran mayoría de las historias se obtenían mediante información de
tercera mano, a menudo retransmitidas por intérpretes cubanos e informantes a
sueldo, simpatizantes de la revolución y que distorsionaban los hechos para
arrojar una luz positiva sobre la revolución. Rutinariamente pequeñas
escaramuzas se convertirían en grandes batallas y la opresión de Cuba se
representaba a través de un trato inhumano, torturas, violaciones y pillajes en
masa por parte de las fuerzas españolas. En estas historias se reportaron grandes
8
cantidades de muertos, incluidos mujeres y niños que quedan abandonados en las
cunetas de las carreteras.
Los corresponsales rara vez se molestaban en confirmar los hechos, sino
que simplemente pasaban las historias a sus editores en sus respectivas
redacciones, donde se publicaban después de condimentarlas con nuevas y falsas
declaraciones. Este tipo de periodismo, que se conoce como periodismo
amarillo se extendió por toda la nación y su acción propagandística ayudó en gran
medida a precipitar la acción militar de Estados Unidos en Cuba y otras colonias
españolas de ultramar.
William Randolph Hearst y Joseph Pulitzer mantenían una lucha por
obtener una mayor circulación de sus periódicos en Nueva York. Pulitzer era el
dueño del New York World y Hearst del New York Journal. Ambos compartían un
absoluto desprecio por el periodismo ético y responsable y a ambos se les
atribuye la creación de un nuevo estilo de periodismo difamatorio, que habría de
ser conocido como periodismo amarillo.
Frederic Remington, un artista contratado por Hearst para proporcionar
ilustraciones que acompañaran una serie de artículos sobre la Revolución
9
Cubana, quedó pronto aburrido en Cuba ante la imperante tranquilidad y envió el
siguiente mensaje por cable a Hearst en enero de 1897:
«Todo está tranquilo. No hay problemas. No habrá guerra. Deseo volver.
La respuesta de Hearst fue:
Por favor, manténgase allí. Usted proporcione las imágenes y yo
proporcionaré la guerra.» 1
En los días posteriores al hundimiento del USS Maine, Hearst publicó una
historia con la leyenda "El barco de guerra Maine fue partido en dos por una arma
secreta infernal". La historia contaba como los españoles habían plantado un
torpedo por debajo del barco que detonaron desde la orilla. Hearst pronto siguió
este artículo con otro que contenía diagramas y planos del torpedo secreto
utilizado por España.
La historia fue republicada en todo el país culpando a los militares
españoles de la destrucción del USS Maine. La mentira tocó la fibra sensible del
pueblo estadounidense agitando la opinión pública hasta el punto de provocar un
frenesí entre la población, que en su gran mayoría quería atacar y eliminar
a España del poder en muchas de sus colonias cercanas a EE.UU. Finalmente el
efecto del periodismo amarillo prevaleció, y los soldados estadounidenses fueron
enviados a Cuba.
1 David R. Spencer. The Yellow Journalism USA: Northwestern UP, 2007
10
Posteriormente, se produjo la Guerra Hispano-Estadounidense y EE.UU
acabó anexionando a sus territorios Puerto Rico, Filipinas y otras posesiones
españolas, utilizando la misma excusa "libertadora" y los mismos métodos
propagandísticos.
Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial aceleró este proceso de transformar el reportaje
de guerra en propaganda, aunque no con la misma política relajada se asumió en
la guerra hispano-estadounidense. Los corresponsales de guerra no se
consideraban observadores objetivos, independientes del conflicto, sino como
parte del esfuerzo bélico de su nación. Su primera responsabilidad era reforzar la
moral pública y apoyar la acción bélica, mas no reportar lo que realmente sucedía
en los campos de batalla.
Segunda Guerra Mundial
En la Segunda Guerra Mundial predominó la difusión radial, consecuente
con la mejora tecnológica de este medio de comunicación para transmitir desde
partes muy lejanas de su destino.
Segunda Guerra Mundial, este enfoque se había afianzado en calidad de
definición del papel de los corresponsales. Los corresponsales durante este
conflicto se identificaron más con los ejércitos que seguían, que con las
corporaciones de los medios para las cuales reportaban. Sus reportajes fueron
11
cuidadosamente monitoreados (y a menudo censurados) por oficiales militares, y
sus movimientos estrictamente controlados. Algunos de los más valientes (y
también desafortunados) alcanzaron el nivel de guerreros, arriesgando y
perdiendo sus vidas en pro de su deber. Su papel se enmarcó en el contexto de la
lucha nacional por la victoria. Redujeron la guerra a una batalla entre el bien y el
mal; el lado suyo representaba el bien enfrentándose al mal. Esta reducción
simplista, de lo que en esencia constituía un choque de imperios, continuó hasta
entrada la guerra fría, cuando un nuevo enemigo fue identificado, un nuevo
demonio creado.
En esta etapa destacaría Robert Capa (Endre Erno) por sus geniales
fotografías, y su acercamiento a la muerte cada vez que iba con los soldados a la
batalla. Más adelante se desarrollará más acerca de este héroe del periodismo.
Como ya se ha dicho, en las guerras mundiales el amarillismo sedería su
paso a una prensa más seria y esto a análisis más profundos en la época
conllevando a una adquisición de información de mejor calidad periodística por
parte de las poblaciones.
12
Guerra Civil Española
En este conflicto interno la actividad periodística se vio censurada desde
sus comienzos.
Habían dos frentes: El frente republicano y el nacional. Tanto en la zona
republicana como la nacional se instituyeron dos organismos oficiales dedicados
exclusivamente a la propaganda (el ministerio de Propaganda en la republicana y
la delegación de Prensa y Propaganda en la nacional). En la zona geográfica
ocupada por cada bando sólo podían editarse periódicos adictos, y sometidos a
una fuerte censura de guerra.
El caso más curioso lo protagonizó ABC, cuya edición en Sevilla continuó
respondiendo a su ideología tradicional, apoyando al bando de los sublevados,
mientras que las instalaciones de Madrid fueron expropiadas y se editaba, con la
misma cabecera, pero al servicio de la causa republicana (controlado por Unión
Republicana), mientras que las instalaciones de El Debate pasaban a publicar
el Mundo Obrero. En las trincheras de los sublevados se difundía un periódico
satírico, La Ametralladora, donde colaboraban humoristas de la talla de Miguel
Mihura y Álvaro de la Iglesia, que durante el franquismo continuaron el género
con La Codorniz. Del otro lado, en la zona "roja" se difundía la más elitista El mono
azul (de paradójico color, que hacía referencia al uniforme oficioso de los
13
milicianos y el proletariado), con colaboraciones de los poetas de la Generación de
1927.
Guerra de Corea
El papel que desempeñaron los medios de comunicación en la guerra de
Corea fue tan limitado como falto de verdadero interés, con respecto a la
implicación estadounidense en el conflicto. Como resultado, tres años de
combates y millares de bajas pasaron a formar parte de la llamada «guerra
olvidada».
«La guerra fría se caracterizó en gran medida por ser una guerra
psicológica»2, en la cual tanto políticos como periodistas emplearon gran cantidad
de sutilezas verbales, manipulaciones mediáticas y exhibiciones propagandísticas.
Desde los inicios de este conflicto los líderes manipulaban la terminología
de sus discursos y los medios de comunicación hacían eco de ello. En la rueda de
prensa que ofreció el 29 de junio de 1950 en Washington, el presidente Truman
evitó llamarlo «guerra», empleando en su lugar «acción policial bajo bandera de
las Naciones Unidas»3
Parte de este menosprecio resultó en la ausencia de un sentimiento
nacional generalizado, ya fuera de aprobación o rechazo, sobre el conflicto en
2 «Uso planificado de propaganda y otras acciones orientadas a generar opiniones, emociones, actitudes y comportamientos en grupos extranjeros, enemigos, neutrales y amigos, de tal modo que apoyen el cumplimiento de fines y objetivos nacionales.» [W.E. Daughterty y M. Janowitz (eds.) (1958) A Psychological Warfare Casebook. Balimore: Johns Hopkins University Press, p.2]3 Rueda de prensa del presidente Harry S. Truman en la Casa Blanca (29/06/1950): http://www.trumanlibrary.org/publicpapers/index.php?pid=806&st=&st1
14
Estados Unidos, al contrario de lo ocurrido durante la segunda guerra mundial y lo
que ocurriría pocos años más tarde con la guerra de Vietnam.
Los periódicos incluían fotografías grises de una guerra gris y la tecnología
del momento sólo permitía la aparición de unas noticias televisivas breves, sin
imágenes espectaculares, que apenas tenían repercusión en la opinión pública.
« A su regreso, los soldados que allí combatieron se encontraron con que
sus compatriotas no parecían valorar ni su sacrificio, ni mostraban interés alguno
por aquella guerra tan lejana que había terminado en «empate» para los Estados
Unidos, lo que generó en ellos una profunda y comprensible amargura.»4
Otra causa de la falta de información sobre la guerra de Corea se encuentra
en la naturaleza misma del conflicto. Los periodistas y corresponsales tuvieron
dificultades para adaptarse a la situación de Corea, acostumbrados a escenarios
de normas claras y directas. Por otro lado, Estados Unidos aplicó en la medida de
lo posible una fuerte censura anticomunista a todas las informaciones que salían
de la península, obteniendo como resultado crónicas en las que a veces los
periodistas rivalizaban más en hazañas que en rigor.
Guerra de Vietnam
4 El presidente Bill Clinton y su homólogo surcoreano Kim Young-sam inauguraron en Washington un monumento conmemorativo a aquellos que «defendieron un país y un pueblo que nunca conocieron» (inscripción de dicho monumento). Así se hacía eco de la noticia en su día The New York Times (27/07/95) :http://www.nytimes.com/1995/07/28/us/war-in-korea-fast-receding-gets-memorial.html?ref=korean_war
15
Se podría que esta guerra es el punto de retorno del periodismo de guerra
en su esencia desde la difusión radial en la Segunda Guerra Mundial. Esta vez le
tocaría su turno a la televisión de transmitir “una guerra en diferido”, aunque este
término suene poco completo en términos informativos, pues la verdad es que fue
esta etapa en que los hechos de una guerra se mostraron con pocas ninguna
restricción, y se mostraban tal como eran a los televidentes. Aquí el televidente
norteamericano sería el más “afectado” por las escenas que se mostraban, ya que
pasaban asesinatos tanto de soldados como civiles, incluso con previo aviso,
como una escena en la cual un soldado sur vietnamita (apoyados por Estados
Unidos) ejecutaba a un rehén del Vietcong, o cuando enfocaron a un anciano con
su nieta agonizando en sus brazos. En 1968, tras la ocupación de Saigón por
parte del Viet Minh, los espectadores estadounidenses presenciaron desde sus
casas la evacuación de sus embajadas. Estaban viendo el horror de la guerra, el
dolor humano. Pero también la incapacidad de su país para ganar la guerra. Por
otro lado, algunos periodistas mostraron también el abandono de algunos militares
a la droga y la corrupción, así como los crímenes contra la humanidad del propio
ejército estadounidense (que se suponía que lideraba al mundo libre en la lucha
contra el comunismo).
Todos estos hechos dejaron anonadada a la población norteamericana, y la
respuesta por parte de las potencias no se hizo esperar, pues no seguirían
permitiendo que sus poblaciones se enteren más a delante de los intereses que
hay habrían detrás de futuras intervenciones en otros conflictos, es por eso que
16
las potencias aprendieron esta lección y después de esta guerra ya no habrían las
mismas libertades para los periodistas.
La Guerra de las Malvinas
Después de lo sucedido en Vietnam, USA y los principales países de
Europa seguirían más de cerca la labor de los periodistas en los conflictos
armados.
Llegó la guerra de las Malvinas que enfrentó a Inglaterra y Argentina, y,
como era de esperar de la potencia Inglaterra, los periodistas británicos fueron
limitados por el gobierno de este país. El ministerio de Defensa británico envió 17
periodistas para cubrir el conflicto, estos serían transportados, alojados y
atendidos en barcos militares. Además de confraternizar (y por tanto simpatizar)
con los militares como consecuencia de la convivencia, los periodistas
necesitaban de los medios tecnológicos de los navíos para enviar sus
informaciones. Los periodistas aceptaron someter todas sus informaciones (que
además eran escasas al estar enclavados lejos del frente y sus únicas fuentes
eran los soldados) a la censura militar.
De esta manera se dio una imagen irreal de lo que fue la guerra de
las Malvinas. Se ocultaron grandes derrotas y errores del almirantazgo británico,
que, con el tiempo salieron a la luz tras la caída de la dictadura argentina. Este
17
mecanismo recibiría posteriormente el nombre del «modelo Malvinas» o se
conocería, simplemente, como pool.
Por otro lado el periodismo argentino tuvo sus corresponsales de guerra,
aquí tenemos a Nicolás Kasanzew que escribió “Siete Días” crónicas que luego
editó como libro: “Malvinas a Sangre y Fuego”.
Eduardo Rotondo, quien también había cubierto Guatemala, Nicaragua, El
Salvador, Honduras, Cuba, entre otros países, fue convocado por su agencia para
cubrir el conflicto. Su material filmográfico le valió ser invitado por los británicos
en 2002 a recorrer las islas junto al corresponsal de guerra británico Max Hastings.
Su material fotográfico se publicó en la revista Gente y el fílmico fue emitido por la
cadena ABC de Estados Unidos. Fue el único corresponsal de guerra en el mundo
en registrar los acontecimientos ocurridos el 14 de junio de 1982, ya que la prensa
argentina se había retirado un día antes y la prensa británica llegaría un día
después. En 1983, Rotondo publicó como libro de fotografías bilingüe Alerta roja, y
ese mismo año editó el primer video de la guerra titulado igual que el libro: Alerta
roja. Desde 2007 conduce el programa de TV Malvinas, historia de héroes y
traidores.
Primera Guerra del Golfo
«En esta guerra los periodistas eran aceptados al campo de batalla si
pertenecían a un pool. La información recopilada por el periodista debía pasar el
18
cedazo de un relacionista público del pentágono.»5 Pero esto tendría sus
antecedentes durante la Guerra Irán-Iraq (1980-1988) en la que
el Pentágono puso en marcha por primera vez el modelo de lo hecho por los
británicos en las Malvinas. Grupos de periodistas se organizaron para acompañar
a las naves de guerra estadounidenses que patrullaban en aguas del Golfo
Pérsico. Las reglas a las que debían someterse eran muy rígidas y es por esto que
fueron el antecendete de similares experiencias en Granada, Panamá y en
la Guerra del Golfo de 1991. Entre ellas se puede destacar el carácter no
competitivo de esta «asociación» de periodistas, en la que todo el material
obtenido debía ser compartido y su obligación de someterse a las normas militares
en todo momento, además de no poder transmitir ningún tipo de información fuera
de los canales militares previamente establecidos. A partir de la invasión de
Granada, los EE. UU. Establecieron un pool permanente: National Media Pool.
Durante los días de la invasión de la pequeña isla del Caribe no hubo ni un solo
periodista. El Pentágono prohibió su presencia con la excusa de que era peligroso.
Esto causó el primer gran proceso de las networks estadounidenses (CBS y ABC)
contra el Pentágono por incumplir la primera enmienda (el derecho a la
información).
Segunda Guerra del Golfo y el siglo XXI
Juan Goytisolo escribió "Como en 1991, no habrá imágenes reales de lo
que acaezca, sino una video guerra filmada en estudio y con efectos especiales"
en referencia a la inminente Segunda Guerra del Golfo.
5 PERIODISMO DE GUERRA: http://www.slideshare.net/LILIBAROTTO/periodismo-de-guerra3
19
En el 2003, doce años después, se inicia la Segunda Guerra del Golfo
(libertad para Irak), que Estados Unidos planteó desde varios frentes, uno de ellos
el informativo, donde libró duras batallas con un nuevo actor dentro de la guerra
mediática: el canal árabe Al Jazeera.
El argumento de los Estados Unidos ante el mundo para iniciar esta nueva
contienda era que Irak representaba una amenaza para la humanidad porque su
Lider Saddam Hussein mantenía relaciones con la red Al Qaeda (señalada como
responsable de los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono el 11 de
septiembre de 2001) e hizo caso omiso a la entrega de armas de destrucción
masiva, solicitada por el Consejo de Seguridad de la ONU en repetidas ocasiones.
No obstante, en la segunda guerra del Golfo las medidas para promover la
aparente visibilidad del conflicto también se han convertido en reglas del juego.
Así, Estados Unidos, con un programa de cobertura informativa basado en lo que
denominan embedding, asignó en torno a medio millar de periodistas en distintas
unidades de combate para dar cuenta de lo que sucede a pie de terreno, si bien
las autoridades militares norteamericanas también acordaron límites estrictos para
el ejercicio profesional. Se establecieron 19 normas básicas, entre ellas, «No
informar sobre las operaciones en curso o futuras o sobre los lugares concretos
donde se producen los hechos hasta que sea autorizado expresamente; no hablar
de la efectividad del enemigo ni de las bajas propias hasta que concluyan las
operaciones de rescate o se informe a los familiares; el éxito o fracaso de una
operación será descrito en "términos genéricos", y el jefe de la unidad podrá vetar
o embargar las informaciones.»6 Otro elemento que marca la diferencia con 6 Embedded en la prensa española :
20
respecto a las otras guerras el de la alta tecnología de cámaras que transmiten
imágenes en tiempo real; Internet y la telefonía celular con capacidad para enviar
imágenes vía satélite y hasta realizar conferencias. Estos mecanismos
permitieron, como algunos coinciden en decir, "la transmisión de la primera guerra
en directo".
En total, más de 1500 periodistas de diversos medios se acreditaron para
transmitir en directo la Segunda Guerra del Golfo. Por su puesto, CNN estaba allí
con su gran sentimiento patriótico para responder a las disposiciones del gobierno,
pero esta vez no ejercería sola el monopolio de la audiencia: aparece en escena la
cadena de televisión árabe Al Jazeera (junto a otras dos: Abu Dhabi y Al Arabiya),
para objetar la información oficial y alterar la opinión pública. Fue un fenómeno
que cambió significativamente el escenario mediático.
La guerra que vivieron los norteamericanos fue diferente a la que vivieron
los árabes o los occidentales. El patriotismo con que CNN informó, su práctica de
autocensura y las imágenes de la guerra que mostró, solo desde el escenario en
el que se encontraban los periodistas embedded, les permitió conocer a los
estadounidenses únicamente la mitad de lo que estaba sucediendo. La Guerra del
Golfo debe entenderse como un fenómeno comunicativo global. Es
un motor/generador de información.
http://www.hispanoteca.eu/Foro-preguntas/ARCHIVO-Foro/Eingebettet.htm
21
Las finanzas de la CNN y Al Jazeera se vieron favorecidas por este
cubrimiento pero en cuanto a su desempeño profesional.
Estas guerras del Golfo Pérsico establecieron más barreras para el
periodismo de guerra, contrario a la evolución progresiva que debería tener todo
tipo de periodismo, así el periodista en Irak obtiene información cristalizada, que,
al igual que en Las Malvinas, recibe la mayor parte de información de soldados,
además, peor aún, la información que envían estos periodistas está expuesta al
criterio de los canales de televisión.
Este punto se volverá a toca en el capítulo correspondiente a la
problemática del periodismo de guerra.
CAPÍTULO II
PROBLEMÁTICA ACTUAL
22
El sabio Sun-Tzu decía «Todo arte de la guerra se funda en el
engaño»7.Esta frase bosqueja la constante que ha enfrentado el periodismo de
guerra a lo largo de su historia, le ha sido difícil librarse de ese mal que contiene al
amarillismo, la manipulación de información, la censura militar, censura política,
limitación del libre recorrido del periodista, etc., que además en los últimos años
ha degenerado la labor del periodista o corresponsal de guerra.
2.1 Corresponsal de guerra
Primero aclararé que un corresponsal de guerra es un periodista que envía
noticias habitualmente desde otra ciudad o desde otro país a una cadena de
información, ya sea de prensa escrita, televisión o radio.
«El primer corresponsal de guerra del que tenemos conocimiento,
Tucídides, hubiera podido tomar partido por el bando ateniense, en la Guerra del
Peloponeso, siendo él mismo ateniense. En su lugar, hizo de la objetividad su
meta y procuró cubrir la historia desde ambos puntos de vista, presentando la
posición espartana tanto como la de la alianza ateniense, y esforzándose en
mantener el equilibrio por encima del sentimiento patriótico. Esta tradición fue
mantenida por sus sucesores, historiadores como Jenofonte, el cual hizo hincapié
en la observación y la descripción.»8
7 JACQUARD, Roland. La desinformación: una Manipulación del Poder. Editorial Espasa – Calpe S.A. Primera Edición. 1998. España.P.13.8 Revista Chasqui. CORRESPONSALES DE GUERRA. Chasqui 65, marzo ´99 : http://chasqui.comunica.org/lowe65.htm
23
De lo anterior vemos que en la Grecia clásica el periodismo de guerra era
ejercido con objetividad, ya que estos personajes no tenían otro interés que
informar y cumplir una labor heroica, así estos hombres enriquecían su honor, y
este era el máximo anhelo.
Lamentablemente, en la actualidad, los intereses de los medios de
comunicación han cambiado. Aunque el espíritu del corresponsal mantenga la
pasión por su trabajo, ya que normalmente una persona no arriesgaría su vida por
una suma de dinero, que como se sabe no es una gran cantidad, el problema son
los medios de comunicación masiva. Todo se vuelve un tráfico de información,
que, aunque sea verdadera o falsa, los medios los adecuan a sus intereses para
transmitirlos a las poblaciones.
Es así que la labor del corresponsal de guerra se ve oscurecida, detrás de
muchas capas “purificadoras” de información.
2.2 Aparición de nuevos elementos en torno al Periodismo de guerra
Otro problema que amenaza la continuidad de la práctica de periodismo de
guerra tal como se venía ejerciendo en las últimas décadas es la masificación de
las nuevas tecnologías de la información y las facilidades de desplazamiento por
24
todo el mundo de la mano de las compañías aéreas de bajo coste. Estos dos
condicionantes son los han provocado la irrupción, en un terreno anteriormente
reservado a periodistas profesionales, de un cada vez más creciente grupo de free
lance9 no profesionales y, lo que es incluso peor, de los llamados citizen
journalists10. La existencia de esos ciudadanos periodistas es alentada por los
propios medios de comunicación para abaratar costos en tiempos de competencia
desatada y crisis generalizada y, si bien permiten llenar espacios informativos, lo
hacen en la inmensa mayoría de los casos con poca o nula calidad periodística.
«Esta situación obliga a los periodistas profesionales a redefinirse y a
proyectar lo que realmente los diferencian: calidad informativa y altos niveles de
seguridad en el desempeño de su trabajo. A la larga, ambos son rentables para
las empresas informativas, las mismas que abusan de la aparición de esos nuevos
actores no profesionales.»11
2.3 Una nueva era de conflictos
Barry lowe dijo una vez:
“Desde la guerra de independencia en Cuba hasta la de Vietnam, el
paradigma dominante en el rol de la corresponsalía de guerra -especialmente en 9 Persona que ejerce una labor propia de su oficio o profesión de forma autónoma, en el caso de un periodista, no trabaja para ninguna cadena de información.10 Ciudadano o civil que realiza una labor periodística, sin ser tener este un oficio o profesión periodística definida.11 Pablo Sapag Muñoz de la Peña. Periodismo de guerra y seguridad. Una necesidad endógena. Redes.Com N°5.P.67
25
los conflictos protagonizados por los E.U.- fue el de la propaganda, en lugar de
reportar lo que verdaderamente sucedía en los campos de batalla, el de tomar
partido, en lugar de permanecer neutral. Esto ha cambiado en los conflictos de las
últimas décadas, aunque la neutralidad ha seguido siendo afectada, pero por otras
razones, particularmente en las guerras interétnicas y de liberación…”
La caída del Muro de Berlín y el final de la Guerra Fría indicó no sólo una
evidente transformación geopolítica, sino también, y como consecuencia de ella,
un cambio radical en las motivaciones de los conflictos armados. De aquellos
definidos esencialmente por la contraposición ideológica entendida estrictamente
en sentido político, se pasó a otros que durante medio siglo parecieron no existir:
los definidos por causas étnicas en sentido amplio, tanto en exclusiva o
combinados con causas materiales, como el control del territorio en razón de la
disputa en torno a los recursos naturales y el agua. Estos conflictos posguerra fría
se han desarrollado al margen del estado nación o ejerciendo éste un papel
secundario y desde luego no absolutamente protagónico como en los tiempos del
enfrentamiento entre bloques. Todo eso ha complicado enormemente la definición
de los actores presentes en los conflictos, que ya no son en exclusiva los ejércitos
estatales bien definidos, organizados e identificables. Frente a ellos, grupos
guerrilleros, paramilitares y simplemente delictivos con mayor o menor ropaje
político a la hora de esgrimir una justificación de sus acciones, han ocupado el
lugar de los ejércitos estatales.
26
Ese acusado cambio de escenario ha multiplicado los riesgos y amenazas
que para su seguridad deben afrontar los periodistas y otros informadores
especializados en la cobertura de guerras y otros conflictos armados. Así lo han
constatado ellos mismos a lo largo de estos años.
«En Bosnia, la muerte de reporteros, fotógrafos y cámaras alcanzó tales
proporciones que nosotros mismos empezamos a armarnos cubriendo nuestros
pechos y espaldas con catorce kilos de acero y encerrándonos en vehículos
blindados. Unas pocas semanas en Sarajevo y yo me di cuenta de lo que suponía
en la Edad Media para los caballeros ir provistos de armaduras. Correr resultaba
tan agotador que apenas me quedaban fuerzas para enviar una crónica. Además,
la sensación de miedo que eso provoca me limitaba seriamente la capacidad de
escribir.»12
2.4 Factores Exógenos y Endógenos del Periodismo de Guerra
A partir del análisis de Pablo Sapag se explicarán estos factores:
12 Conferencia del periodista Robert Fisk titulada “Frontlines and Deadlines: A view from the war zones”, pronunciada en el seminario Journalists under fire. Media under siege, organizado por European Media Forum, Londres y Dublín 27-30 de junio de 1996
27
Estos elementos han estado presentes a lo largo de la historia del
periodismo de guerra profesional, «ese periodismo que nace de la mano de la
industrialización y de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación
asociadas a la misma, pero también de la sistematización de las técnicas de
control de la información por parte de ejércitos y gobiernos y de la masiva
alfabetización.»13
Estos factores exógenos y endógenos a la larga determinan el rendimiento
informativo y la seguridad de los informadores en la zona de conflicto.
Los factores exógenos, como su nombre lo indica son externos, por que
escapan del control directo del periodismo, tanto del corresponsal como del editor
o periodista de mesa que es la retaguardia del primero. Estos factores externos
son controlados por los aparatos de comunicación, censura y propaganda de los
ejércitos, gobiernos y otros actores relacionados directamente en el conflicto
armado que controlan la información, y no son otra cosa que las estrategias y
tácticas de censura y propaganda.
Los factores endógenos, es decir todos aquellos elementos sobre lo que los
medios de comunicación y los periodistas pueden operar de manera directa, y que
13 Pablo Sapag Muñoz de la Peña. Periodismo de guerra y seguridad. Una necesidad endógena. Redes.Com N°5.P.71
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para otros entes como el ejército o el gobierno viene a ser exógenos, son
básicamente cuatro:
1. El compromiso ideológico de medios y periodistas.
2. Motivación que tiene un medio para cubrir un determinado conflicto
armado.
3. La relación entre el periodista sobre terreno y su retaguardia (periodista
de mesa).
4. La preparación técnica de los informadores, tanto desde un punto de
vista teórico como práctico.
2.5 La necesidad de unir los factores
En gran parte del periodismo, incluido el periodismo de guerra, existe
una separación entre lo exógeno y lo endógeno. Es así que cuando hay
aciertos en la información se atribuye el mérito a la parte endógena, es
decir a los periodistas y medios de comunicación, más, si la información es
mala o posteriormente es falseada se le atribuye la culpa a la censura y
estrategia de propaganda por parte del gobierno o del ejército que vienen a
ser el factor externo.
29
El problema de esto es que muchas veces la información de mala
calidad y de poca credibilidad es resultado de deficiencias en el factor
endógeno como pueden ser la falta de comunicación entre el corresponsal
y su retaguardia o la mala planificación de un medio para cubrir un conflicto.
Se podría decir entonces, que la separación de estos factores genera
una evasión de responsabilidades por parte de los medios y los periodistas
cuando las cosas no salen desde el punto de vista informativo, pero cuando
las cosas salen bien en el mismo sentido se cae en el error de decir que
todo se ha debido a que el periodismo de guerra ha superado las tácticas y
estrategias de propaganda y censura que los aparatos políticos les han
impuesto.
Un ejemplo de este triunfalismo de ello es la Guerra de Vietnam, en
donde la información llego “limpia” a los norteamericanos, en parte por
mérito de la labor periodística, pero también por la deficiente estrategia de
censura y propaganda impuesta por el gobierno de los Estados Unidos.
CAPÍTULO III
HEROES DE GUERRA
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A diferencia de otros tipos de periodismo, el periodismo de guerra ha tenido
varios personajes que pasaron a la historia por sus participaciones en los grandes
acontecimientos mundiales, su valentía, y sobre todo, su entrega con el único
interés de capturar la noticia, ya sea en la fotografía, prensa escrita, o filmaciones.
3.1 Héroes de la fotografía
A continuación mostraré como se unen las vidas de estos dos grandes
fotógrafos de guerra:
Gerda Taro
Una sagaz mujer que fue una pionera periodista gráfica de guerra.
Gerda Taro se llamaba en realidad Gerta Pohorylle, y era hija
de judíos polacos. A pesar de sus orígenes burgueses, desde muy joven entró a
formar parte de movimientos socialistas y obreros. Por eso con la llegada de
los nazis al poder, y tras haber sufrido una detención, decidió huir con una amiga
a París.
En París conoció por casualidad a André Friedman, un judío húngaro que
intentaba ganarse la vida como fotógrafo. Gerda y André se hicieron novios, y
André le enseñó a Gerda sus conocimientos de fotografía.
Como no les iban bien las cosas, y no recibían trabajo, se les ocurrió una
curiosa idea. Inventarían un personaje llamado Robert Capa, que supuestamente
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era un reputado fotógrafo llegado de Estados Unidos para trabajar en Europa.
Como es tan famoso, vende sus fotos a través de sus representantes: Friedman y
Pohorylle, al triple del precio que un fotógrafo francés. Este truco funciona
perfectamente y al poco tiempo reciben montones de encargos y por fin ganan
dinero.
En 1936 da comienzo la Guerra Civil Española, que marcaría decisivamente a
ambos. Se trasladan a España para cubrir el conflicto. Fueron testigos de
diferentes episodios de la guerra, y realizaban reportajes que luego eran
publicados en revistas como Regards oVu.
Al principio la marca «Capa» era utilizada indistintamente por ambos. Luego se
produjo cierto distanciamiento entre ellos y Andre Friedman se quedó con el
nombre de «Robert Capa».
Del trabajo de Gerda en solitario su reportaje más importante fue el de la primera
fase de la batalla de Brunete. Gerda fue testigo del triunfo republicano en esta
primera fase de la batalla. Este reportaje fue publicado en Regards el 22 de
julio de 1937 y dio a Gerda un gran prestigio.
Sin embargo poco después las tropas franquistas iniciarían un feroz contraataque,
y Gerda decidió volver al frente de batalla en Brunete. Allí Gerda fue testigo de los
salvajes bombardeos de la aviación del bando nacional, y realizó muchas
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fotografías, poniendo en riesgo su vida. En aquel infierno murieron miles de
republicanos y finalizó en derrota.
Gerda Taro perdió la vida en un accidente durante el repliegue del ejército
republicano. Gerda se subió al estribo del coche del General Walter (miembro de
las Brigadas Internacionales). En un momento dado, unos aviones enemigos
volando a baja altura hicieron que cundiera el pánico en el convoy y Gerda cayó al
suelo, tras una pequeña elevación del terreno. En ese momento un tanque
republicano entró marcha atrás al camino saltando la elevación tras la que se
encontraba Taro y cayendo sobre ella.
La cadena del carro de combate la destripó, por lo que fue trasladada
urgentemente al hospital inglés de El Goloso de El Escorial. Allí murió pocas horas
después, en la madrugada del 26 de julio de 1937, seis días antes de cumplir 27
años. Su cuerpo fue trasladado a París, donde recibió todos los honores como una
heroína republicana.
Robert Capa
Este fotógrafo de guerra fue el que mostró a la gente cuan arriesgada era la
labor de un periodista, en este caso mostrando su pasión por capturar los
acontecimientos en imágenes, es con él que este tipo de fotografías alcanzan su
apogeo, sobretodo en la Segunda Guerra Mundial en la cual tomaría fotografías
enfrentando la muerte, como un soldado más.
33
Su nombre verdadero era Endre Ernö Friedmann y nació en la ciudad de
Budapest, Hungría. Entre 1932 y 1936, tratando de escapar del nazismo, Endre
Friedmann, establecido en Francia, conoce a la fotógrafa alemana Gerda
Taro (nacida Gerta Pohorylle) que acabaría siendo su compañera. Para tratar de
aumentar la cotización de los trabajos de la pareja a menudo rechazados, se
inventan el nombre de un supuesto fotógrafo norteamericano Robert Capa,
utilizado ambos indistintamente dicho seudónimo. Este hecho constituye la base
de la polémica sobre quién de los dos tomó en realidad algunas de sus fotografías
más relevantes.
Al estallar la Guerra Civil Española en julio de 1936, Capa se traslada
a España con su novia Gerda Taro para cubrir los principales acontecimientos de
la contienda española. Implicado en la lucha antifascista y con la causa de
la República, estuvo presente, desde ese lado, en los principales frentes de
combate, desde los inicios en el frente de Madrid hasta la retirada final
en Cataluña.
Siempre en primera línea, es mundialmente famosa su fotografía Muerte de
un Miliciano, tomada en Cerro Muriano, en el frente de Córdoba, el 5 de
septiembre de 1936. Reproducida en la mayoría de los libros sobre la Guerra Civil,
su autenticidad ha sido puesta en cuestión por diversos expertos. A pesar de que
34
un historiador local de Alcoy puso nombre al miliciano, Federico Borrell
García, miliciano anarquista, el documental La sombra del iceberg (2007) niega tal
atribución con testigos, médicos forenses y documentos del archivo local de Alcoy.
Asimismo, muestra lo inconsistente de dicha tesis y aporta nuevas fotos de la
secuencia del miliciano que avalan la tesis de la puesta en escena, así como la
posibilidad de que la instantánea no la tomara Capa sino su mujer. En enero de
2008 se encontró, según la CNN, una valija perdida por Capa donde están
innumerables negativos de tomas que efectuó en la Guerra Civil Española; un
tesoro de incalculable valor histórico. Según un artículo publicado en la web de El
Periódico, queda de manifiesto que dicho set de fotografías fueron tomadas a 10
kilómetros del frente, en la localidad de Espejo, donde tenían en esas fechas las
tropas republicanas su cuartel general de acuerdo al periódico.
Durante la retirada del ejército republicano en la batalla de Brunete, en julio
de 1937 Gerda Taro muere al frenar el coche en cuyo estribo viajaba, caer y ser
arrollada por el tanque que el conductor intentó evitar. En este tiempo, Capa
cubrió también diferentes episodios de la invasión japonesa de China, ya en los
prolegómenos de la II Guerra Mundial.
Durante la II Guerra Mundial, está presente en los principales escenarios
bélicos de Europa, así desde 1941 a 1945 viaja por Italia, Londres y Norte de
África. Del desembarco aliado en Normandía, el 6 de junio de 1944, el famoso día
D, son clásicas sus fotografías tomadas, junto a los soldados que desembarcaban
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en la propia playa denominada Omahaen la terminología de la operación. Plasmó
asimismo en imágenes la liberación de París. Huston Hu Riley fue el fotógrafo que
retrató ese momento. Con motivo de su trabajo durante este conflicto, fue
galardonado por el general Eisenhower con la Medalla de la Libertad.
En 1947 creó, junto con los fotógrafos Henri Cartier-Bresson, Rodger,
Vandiver y David Seymour, la agencia Magnum Photos, donde Capa realizó un
gran trabajo fotográfico, no solo en escenarios de guerra sino también en el
mundo artístico, en el que tenía grandes amistades, entre las que se
incluían Pablo Picasso, Ernest Hemingway y John Steinbeck.
En 1954, encontrándose en Japón visitando a unos amigos de antes de la
guerra, fue llamado por la revista Life para reemplazar a otro fotógrafo en Vietnam,
durante la Primera Guerra de Indochina. En la madrugada del 25 de mayo,
mientras acompañaba a una expedición del ejército francés por una espesa zona
boscosa, pisó inadvertidamente una mina y murió, siendo el primer corresponsal
americano muerto en esta guerra y terminando así una azarosa vida profesional,
guiada por una frase que popularizó: “Si tus fotos no son lo suficientemente
buenas es que no te has acercado lo suficiente.”
4.1 Héroes del reportaje
36
Ryszard Kapuściński
Riszard kapuscinski fue un periodista, historiador, ensayista y poeta nacido
en Pinsk, Bielorrusia. Estudio historia en la Universidad de Varsovia aunque
terminó por dedicarse al periodismo.
Entre 1954 y 1981 fue miembro del Partido Unido de los Trabajadores
Polacos (denominación que tenía en Polonia el Partido Comunista). En 1964, tras
perfeccionar sus habilidades para reportar asuntos domésticos, fue designado por
la Agencia de Prensa Polaca (PAP, por sus siglas en polaco) como su único
corresponsal en el extranjero.
Viajó por los países en vías de desarrollo y reportó guerras, golpes de
Estado y revoluciones en Asia, Europa y las Américas; incluyendo la Guerra del
Fútbol. En el mundo anglosajón Kapuściński es mejor conocido por sus
reportajes en África en las décadas de 1960 y 1970, cuando presenció de
primera mano el fin de los imperios coloniales europeos en aquel continente.
Con tan sólo 17 años, trabajó para la revista 'Hoy y mañana', pero en 1955
dio el salto al periódico 'Sztandar Mlodych'. La frase que iba a marcar el resto de
su vida se la dijo en aquella redacción a su jefa Irena Talowska: "Quiero cruzar la
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frontera". No era demasiado ambicioso. Se conformaba con un viaje a Praga,
puede que a Budapest.
Quién sabe si protegiéndole de la censura o adivinando sus cualidades, su
jefa le regaló el libro de Herodoto y le mandó a la India. Al año siguiente, volaba
rumbo a la Calcuta solo, perdido, sin experiencia y con aquel volumen que
conservó manoseado, desencuadernado, anotado hasta el día de su muerte.
Después de la India vino África. La descolonización
del Zaire y Angola y Mozambique y tantos otros lugares recogidos después en su
libro 'Ébano'. Ya no viajaba para un diario sino para una agencia, la empresa
estatal de noticias que abastecía a los periódicos del régimen. No le gustaba lo
que le encargaban: notas insulsas sobre visitas oficiales y actos protocolarios. Sin
embargo, nunca renegó del oficio e iba anotando sin prisa sus experiencias en
cuadernos gruesos que luego pasaba a máquina e iba almacenando.
Trabajó para la agencia durante más de tres décadas (1958-1981) hasta
que en los 80 empezó a colaborar para periódicos extranjeros. Su firma aparecía
esporádicamente en 'The New York Times' o en el 'Frankfurter Allgemeine
Zeitung'.
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Mientras tanto, iba ordenando sus notas e inventando un género: el
reportaje total. Una especie de crónica literaria donde el autor engarza viajes,
vivencias, poemas, tradiciones que escucha y donde no permanece impasible ante
lo que está contando. Lejos de los excesos barrocos del nuevo periodismo
americano, Kapuscinski proponía un lenguaje sencillo y digerible, preñado de
paradojas, anécdotas e imágenes que ayudaban a comprender la realidad. Ése
fue el origen de sus libros, que revolucionaron los cánones periodísticos en los
años 80 y 90.
Finalmente muere en el 2007 víctima de cáncer.
Con respecto a la situación actual del periodismo de guerra, dijo:
«“Agoniza el periodismo de guerra; el reportero no puede moverse; lo
confinan en hoteles”»14
Recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en
el 2003 por «su preocupación por los sectores más desfavorecidos y por su
independencia frente a presiones de todo signo, que han tratado de tergiversar su
mensaje». Y el Premio Letterario Elsa Morante en el 2005.
14 PERIODISMO DE GUERRA : http://www.slideshare.net/LILIBAROTTO/periodismo-de-guerra3
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También recibió reconocimientos Doctor Honoris Causa en las
universidades de Cracovia, Gdansk, Silesia, Wroclaw, Barcelona y Ramon Llull.
Marie Colvin
La más reciente heroína caída en combate, fue una reportera de guerra
estadounidense, nacida en Nueva York en 1956, pero que se hizo leyenda en
Inglaterra, ya que trabajó en el diario Sunday Times desde 1986.
Uno de los acontecimientos que marcaron su vida fue la pérdida de su ojo
izquierdo tras la explosión de una granada mientras informaba de la guerra en Sri
Lanka 2001, por lo cual llevaba un parche en el ojo desde ese año.
Colvin se casó tres veces, la segunda de ellas con el
periodista boliviano del periódico "El País" Juan Carlos Gumucio, fallecido hace
casi una década.
En sus 30 años de carrera como enviada especial, por la que fue
galardonada en numerosas ocasiones en el Reino Unido y alabada por su
valentía, Colvin narró conflictos como los de Sierra Leona, Timor Oriental, Kosovo,
Zimbabue y Chechenia, si bien estaba sobre todo especializada en Oriente Medio
y el mundo árabe. Ganó dos veces el premio a la Valentía en el Periodismo, de la
Fundación Internacional de Mujeres en los Medios.
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En un discurso pronunciado en noviembre de 2010 en homenaje a
periodistas fallecidos cubriendo guerras, Marie Colvin admitía los serios riesgos de
la profesión que había elegido, cuya misión es "informar de los horrores de la
guerra con rigor y sin prejuicios".
"Nunca ha sido más peligroso ser corresponsal de guerra, porque el
periodismo en las zonas de combate se ha convertido en objetivo principal", dijo
Colvin, al tiempo que pidió a los medios que sigan enviando a periodistas a cubrir
los conflictos bélicos.
"No se puede conseguir la información sin ir a los lugares donde se dispara
a la gente y otros te disparan a ti. La dificultad estriba en tener la suficiente fe en la
humanidad para creer que habrá bastante gente -el Gobierno, los militares o la
gente de la calle- que le importe que lo que cuentas llegue a las páginas de los
periódicos, la página web o la televisión. Nosotros tenemos esa fe porque
pensamos que lo que hacemos tiene un impacto", indicó.
En febrero del 2012 pierde la vida en un bombardeo en Homs, Siria, por
parte del ejército egipcio.
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«En estos tiempos de crisis y confusión mediática, el periodismo de la
neoyorquina Marie Colvin era el de toda la vida: información de primera mano,
cobertura sobre el terreno y noticias centradas en el coste humano de los
conflictos.»15
15 Marie Colvin, una leyenda del periodismo de guerra. VANGUARDIA : http://www.vanguardia.com.mx/mariecolvinunaleyendadelperiodismodeguerra-1223847.html
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CONCLUSIONES
1. A lo largo de la historia, el periodismo de guerra ha sido afectado por
diversos factores que no permitieron una evolución progresiva en la
veracidad y calidad de la información, a diferencia de la tecnología, que
está en constante mejoramiento. Entonces concluimos que estos no van de
la mano
2. Una solución al problema del contenido informativo que viene
degenerándose por las causas ya expuestas, sería una las ONG’ que
apoyan a los corresponsales de guerra suministren a estos la tecnología
que se utiliza para controlarlo para poder tener una mayor cobertura en los
conflictos
3. Sobre los freelancers no profesionales y los citizen journalists que van en
aumento; como se citó en el capítulo II, la única alternativa de los
corresponsales de guerra es mejorar su calidad informativa y así
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diferenciarse un poco más de los “periodistas aficionados”, se trata de
“recuperar el protagonismo”.
4. Los periodistas deberían enfrentar esta adversidad, primero poniendo más
énfasis a su trabajo(lo que se Sapag denomina factores endógenos) , y
verificar si este tiene la calidad periodística necesaria antes de juzgar los
factores externos.
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BIBLIOGRAFÍA
Alejandro Pizarroso Quintero, Pablo Sapag Muñoz De la Peña, Marta
Teresa Gonzales San Ruperto. 2007. Periodismo de guerra. Editorial
Síntesis. España.
David R. Spencer. 2007. The Yellow Journalism. Northwestern UP.USA.
Felipe Pena Oliveira. 2009. Teoría del periodismo. Comunicación Social
Ediciones y Publicaciones. España.
Fernando Alcalá. 1983. Yo, corresponsal de guerra. Editorial Diana. México.
Fernando Olmeda. 2007 Gerda Tardo, fotógrafa de guerra. Random House
Mondadori. Barcelona. España.
Jacquard, Roland. Primera Edición. 1998. La desinformación: una
Manipulación del Poder. Editorial Espasa – Calpe S.A. España.
Pablo Sapag Muñoz de la Peña. Periodismo de guerra y seguridad. Una
necesidad endógena. Redes.Com
Revista Chasqui. Chasqui 65 .1999 Corresponsales de Guerra. Ecuador.
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