PERIODISTA Y ESCRITOR “Menos dinero, yo he hecho de todo ... · na sobre África. ¿Y la que...

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Salvador Rodríguez sted es, ante todo, un sted es, ante todo, un sted es, ante todo, un sted es, ante todo, un ciudadano periodista. ¿En qué ciudadano periodista. ¿En qué ciudadano periodista. ¿En qué ciudadano periodista. ¿En qué estado de ánimo profesional ha estado de ánimo profesional ha estado de ánimo profesional ha estado de ánimo profesional ha escrito “Los laberintos del espe- escrito “Los laberintos del espe- escrito “Los laberintos del espe- escrito “Los laberintos del espe- jo?” jo?” jo?” jo?” En un estado de total sereni- dad y reposo, como correspon- de a una persona que, como yo, aunque todavía colaboro con algunos medios, ya no ejerzo el periodismo de una manera di- recta y activa, que es a fin de cuentas lo que había hecho du- rante toda mi vida. La verdad es que usted, efec- La verdad es que usted, efec- La verdad es que usted, efec- La verdad es que usted, efec- tivamente, ha hecho de todo en tivamente, ha hecho de todo en tivamente, ha hecho de todo en tivamente, ha hecho de todo en el periodismo. el periodismo. el periodismo. el periodismo. Cierto, hice de todo, menos di- nero. Si ahora mismo fuese redac- Si ahora mismo fuese redac- Si ahora mismo fuese redac- Si ahora mismo fuese redac- tor de plantilla de un medio de tor de plantilla de un medio de tor de plantilla de un medio de tor de plantilla de un medio de comunciación ¿hubiese escrito comunciación ¿hubiese escrito comunciación ¿hubiese escrito comunciación ¿hubiese escrito esta novela? esta novela? esta novela? esta novela? No, desde luego, porque no tendría la experiencia que ten- go, y no ya sólo como periodista, sino también por la que me ha proporcionado el desempeño de los cargos de responsabili- dad que he tenido a lo largo de mi trayectoria. Déme un titular que defina Déme un titular que defina Déme un titular que defina Déme un titular que defina “Los laberintos del espejo” “Los laberintos del espejo” “Los laberintos del espejo” “Los laberintos del espejo” “Una síntesis del periodismo malvado” (o perverso, o manipu- lador, o mentiroso, o creacionis- ta....) ¿Creacionista? ¿Creacionista? ¿Creacionista? ¿Creacionista? Sí, me refiero a aquel perio- dismo que crea una realidad “ve- raz” paralela a la realidad verda- dera, es decir, que crea una reali- dad a partir de la mentira. La autocrítica dentro de la La autocrítica dentro de la La autocrítica dentro de la La autocrítica dentro de la profesión es buena pero ¿no le profesión es buena pero ¿no le profesión es buena pero ¿no le profesión es buena pero ¿no le le parece que para el lector no le parece que para el lector no le parece que para el lector no le parece que para el lector no profesional estas cosas terminan profesional estas cosas terminan profesional estas cosas terminan profesional estas cosas terminan por desprestigar la profesión? por desprestigar la profesión? por desprestigar la profesión? por desprestigar la profesión? ¿Ha medido las consecuencias ¿Ha medido las consecuencias ¿Ha medido las consecuencias ¿Ha medido las consecuencias que puede tener el haber subti- que puede tener el haber subti- que puede tener el haber subti- que puede tener el haber subti- tulado su novela “Una precisa tulado su novela “Una precisa tulado su novela “Una precisa tulado su novela “Una precisa radiografía de la mentira como radiografía de la mentira como radiografía de la mentira como radiografía de la mentira como base del periodismo”? base del periodismo”? base del periodismo”? base del periodismo”? Por su puesto que he medido las consecuencias, pero es que el periodismo es un poder y, co- mo tal, ante él hay que tener una conciencia crítica. Pero también creo que en el periodismo hay más partes dignas de alabanza que de desprecio, que hay más sol que sombra, por eso noso- tros, que somos al mismo tiem- po poder y conciencia crítica, debemos autocriticarnos, debe- mos practicar una autopurifica- ción permanente y, si los detec- tamos, denunciar también los ángulos perversos de nuestra profesión. Porque, como decía Borges, a veces los espejos son malvados. Los protagonistas de mi novela, a los que yo critico, son un periódico y unos perio- distas concretos, no el periodis- mo en sí. Unos periodistas, los de “El Unos periodistas, los de “El Unos periodistas, los de “El Unos periodistas, los de “El laberinto..” que practican el laberinto..” que practican el laberinto..” que practican el laberinto..” que practican el amarillismo. ¿Existe en España amarillismo. ¿Existe en España amarillismo. ¿Existe en España amarillismo. ¿Existe en España una prensa amarilla?. una prensa amarilla?. una prensa amarilla?. una prensa amarilla?. No existe un amarillismo del tipo que ese estila en Inglaterra o Alemania, países en los que existen medios amarillos, sí, pero en los que el lector sabe con lo que se va a encontrar. En Espa- ña, en cambio, y así lo reflejo en mi novela, el amarillismo que denuncio es aquel que se pre- senta bajo la apariencia de un periódico que presume de ser verdadero, serio y riguroso y que, en cambio, lo que hace es deformar la realidad. Así que lo de llamar “El espe- Así que lo de llamar “El espe- Así que lo de llamar “El espe- Así que lo de llamar “El espe- jo” al periódico de su novela vie- jo” al periódico de su novela vie- jo” al periódico de su novela vie- jo” al periódico de su novela vie- ne de Borges... ne de Borges... ne de Borges... ne de Borges... Viene del hecho de que hay espejos que, en lugar de reflejar la realidad, la deforman y, por lo tanto, pertenecen al género có- mico. En la antigua Mesopota- mia, estos espejos eran los que se utilizaban en el teatro. Ese periódico que usted se ha Ese periódico que usted se ha Ese periódico que usted se ha Ese periódico que usted se ha inventado tiene un director inventado tiene un director inventado tiene un director inventado tiene un director (también inventado) que se lla- (también inventado) que se lla- (también inventado) que se lla- (también inventado) que se lla- ma Pascual V. Rosales. ¿Existen ma Pascual V. Rosales. ¿Existen ma Pascual V. Rosales. ¿Existen ma Pascual V. Rosales. ¿Existen muchos Rosales en la prensa es- muchos Rosales en la prensa es- muchos Rosales en la prensa es- muchos Rosales en la prensa es- pañola? pañola? pañola? pañola? Exactamente a éste no los hay, por supuesto. Que le conste que no me he inspirado en nin- gún director ni en ningún perio- dista en concreto a la hora de crear ese personaje. No falta quien opine que en No falta quien opine que en No falta quien opine que en No falta quien opine que en estos tiempos la mejor literatura estos tiempos la mejor literatura estos tiempos la mejor literatura estos tiempos la mejor literatura española es la que sale en los española es la que sale en los española es la que sale en los española es la que sale en los periódicos. Sin embargo, ¿No es periódicos. Sin embargo, ¿No es periódicos. Sin embargo, ¿No es periódicos. Sin embargo, ¿No es verdad que hoy en día resulta verdad que hoy en día resulta verdad que hoy en día resulta verdad que hoy en día resulta inconcebible pensar que un Mi- inconcebible pensar que un Mi- inconcebible pensar que un Mi- inconcebible pensar que un Mi- guel Delibes o un Cunqueiro pu- guel Delibes o un Cunqueiro pu- guel Delibes o un Cunqueiro pu- guel Delibes o un Cunqueiro pu- diesen dirigir un diario ? diesen dirigir un diario ? diesen dirigir un diario ? diesen dirigir un diario ? Bueno, un Miguel Delibes sí que me resultaría concebible porque Delibes, además de buen escritor y buen periodista, era un buen gestor. Lo de Álvaro Cunqueiro ya sería más raro, sí, pero no ahora, sino incluso cuando fue director de FARO DE VIGO. Le soy sincero: si yo fuese dueño de una empresa, no se me hubiese ocurrido nom- brar a don Álvaro como director pero, en cambio, ya ve... Los due- ños del FARO de la época lo hi- cieron y, encima, hasta tuvieron éxito: se permitieron el lujo de tener un director mágico y, a la par, uno de los mejores fabula- dores del universo. En el acto de presentación de En el acto de presentación de En el acto de presentación de En el acto de presentación de su libro en Madrid estuvieron su libro en Madrid estuvieron su libro en Madrid estuvieron su libro en Madrid estuvieron Felipe González y Manuel Fraga Felipe González y Manuel Fraga Felipe González y Manuel Fraga Felipe González y Manuel Fraga ¿Qué sintió cuando vio a ambos ¿Qué sintió cuando vio a ambos ¿Qué sintió cuando vio a ambos ¿Qué sintió cuando vio a ambos en torno suyo? en torno suyo? en torno suyo? en torno suyo? Un inmenso agradecimiento. A Felipe, por tener la deferencia de hacerme la presentación y a Fraga por acudir al acto como parte del público, y eso que sabe que yo discrepo mucho de él ideológicamente, pero en cam- bio le admiro como el hombre que supo articular una derecha española democrática. Ambos son unos grandes es- Ambos son unos grandes es- Ambos son unos grandes es- Ambos son unos grandes es- tadistas pero ¿en qué más se pa- tadistas pero ¿en qué más se pa- tadistas pero ¿en qué más se pa- tadistas pero ¿en qué más se pa- recen Fraga y González? recen Fraga y González? recen Fraga y González? recen Fraga y González? En muy poco más, la verdad, por no decir en nada más. Por- que a la hora de mandar, Felipe es más ondulado, nunca se le hubiese ocurrido pronunciar una frase del tipo “Y no tengo nada más que decir”. Digamos que la dialéctica de González di- buja una curva y, la de don Ma- nuel, una recta. La primera víctima de una La primera víctima de una La primera víctima de una La primera víctima de una guerra es la verdad. ¿La primera guerra es la verdad. ¿La primera guerra es la verdad. ¿La primera guerra es la verdad. ¿La primera víctima de una crisis económica víctima de una crisis económica víctima de una crisis económica víctima de una crisis económica es la libertad de expresión? es la libertad de expresión? es la libertad de expresión? es la libertad de expresión? En lo primero estoy de acuer- do; lo segundo se lo matizo: las crisis generan muchos nervios y, en ese estado, no es difícil que se perturbe la visión serena del horizonte pero, en cambio, cuan- do un medio se siente muy segu- ro en su sistema, puede tender más fácilmente a perder la obje- tividad. Pasa como en las inun- daciones en las que, paradójica- mente, lo primero que falta es el agua potable. ¿Cuál fue la noticia que más ¿Cuál fue la noticia que más ¿Cuál fue la noticia que más ¿Cuál fue la noticia que más satisfacción le produjo dar satisfacción le produjo dar satisfacción le produjo dar satisfacción le produjo dar cuando era director de la agen- cuando era director de la agen- cuando era director de la agen- cuando era director de la agen- cia Efe? cia Efe? cia Efe? cia Efe? La del fin de la primera Gue- rra del Golfo, aunque reconozco que aquel conflicto se cerró en falso. También me alegraba cuando, por su excepcionali- dad, dábamos una noticia bue- na sobre África. ¿Y la que menos? ¿Y la que menos? ¿Y la que menos? ¿Y la que menos? En general, las de las catástro- fes naturales devastadoras en Centroamérica y, en concreto, la invasión de Panamá por tropas norteamericanas, durante la cu- al murieron varios amigos míos. El titular de una noticia que El titular de una noticia que El titular de una noticia que El titular de una noticia que jamás pudo dar pese a sus de- jamás pudo dar pese a sus de- jamás pudo dar pese a sus de- jamás pudo dar pese a sus de- seos hubiese sido... seos hubiese sido... seos hubiese sido... seos hubiese sido... “Ha estallado la paz” acompa- ñado del “Se ha extinguido el hambre en el mundo” y, como subtítulo,“Ya no hay niños que sufren”. Vayamos a por una exclusiva Vayamos a por una exclusiva Vayamos a por una exclusiva Vayamos a por una exclusiva ¿Me regala un adelanto sobre su ¿Me regala un adelanto sobre su ¿Me regala un adelanto sobre su ¿Me regala un adelanto sobre su próxima novela? próxima novela? próxima novela? próxima novela? Estará ambientada en el pe- ríodo más oscuro de la historia de los Papados: los de la Roma del siglo X. En su tercera incursión en la novela, “Los laberintos del espejo” (Ediciones B), este gallego profundo de Calvos de Randín, ex director-presidente de la agencia Efe, denuncia el lado oscuro (aquel que manipula y tergiversa la verdad) de un mundo que él conoce muy bien y de una profesión a la que, no obstante, continúa amando profundamente: el periodismo ALFONSO S. PALOMARES PERIODISTA Y ESCRITOR “Menos dinero, yo he hecho de todo en el periodismo” Número 662 Sábado, 12 de junio de 2010 U Alfonso S. Palomares, el pasado jueves en Ourense // JESÚS REGAL Salvador Rodríguez sted es, ante todo, un sted es, ante todo, un sted es, ante todo, un sted es, ante todo, un ciudadano periodista. ¿En qué ciudadano periodista. ¿En qué ciudadano periodista. ¿En qué ciudadano periodista. ¿En qué estado de ánimo profesional ha estado de ánimo profesional ha estado de ánimo profesional ha estado de ánimo profesional ha escrito “Los laberintos del espe- escrito “Los laberintos del espe- escrito “Los laberintos del espe- escrito “Los laberintos del espe- jo?” jo?” jo?” jo?” En un estado de total sereni- dad y reposo, como correspon- de a una persona que, como yo, aunque todavía colaboro con algunos medios, ya no ejerzo el periodismo de una manera di- recta y activa, que es a fin de cuentas lo que había hecho du- rante toda mi vida. La verdad es que usted, efec- La verdad es que usted, efec- La verdad es que usted, efec- La verdad es que usted, efec- tivamente, ha hecho de todo en tivamente, ha hecho de todo en tivamente, ha hecho de todo en tivamente, ha hecho de todo en el periodismo. el periodismo. el periodismo. el periodismo. Cierto, hice de todo, menos di- nero. Si ahora mismo fuese redac- Si ahora mismo fuese redac- Si ahora mismo fuese redac- Si ahora mismo fuese redac- tor de plantilla de un medio de tor de plantilla de un medio de tor de plantilla de un medio de tor de plantilla de un medio de comunciación ¿hubiese escrito comunciación ¿hubiese escrito comunciación ¿hubiese escrito comunciación ¿hubiese escrito esta novela? esta novela? esta novela? esta novela? No, desde luego, porque no tendría la experiencia que ten- go, y no ya sólo como periodista, sino también por la que me ha proporcionado el desempeño de los cargos de responsabili- dad que he tenido a lo largo de mi trayectoria. Déme un titular que defina Déme un titular que defina Déme un titular que defina Déme un titular que defina “Los laberintos del espejo” “Los laberintos del espejo” “Los laberintos del espejo” “Los laberintos del espejo” “Una síntesis del periodismo malvado” (o perverso, o manipu- lador, o mentiroso, o creacionis- ta....) ¿Creacionista? ¿Creacionista? ¿Creacionista? ¿Creacionista? Sí, me refiero a aquel perio- dismo que crea una realidad “ve- raz” paralela a la realidad verda- dera, es decir, que crea una reali- dad a partir de la mentira. La autocrítica dentro de la La autocrítica dentro de la La autocrítica dentro de la La autocrítica dentro de la profesión es buena pero ¿no le profesión es buena pero ¿no le profesión es buena pero ¿no le profesión es buena pero ¿no le le parece que para el lector no le parece que para el lector no le parece que para el lector no le parece que para el lector no profesional estas cosas terminan profesional estas cosas terminan profesional estas cosas terminan profesional estas cosas terminan por desprestigar la profesión? por desprestigar la profesión? por desprestigar la profesión? por desprestigar la profesión? ¿Ha medido las consecuencias ¿Ha medido las consecuencias ¿Ha medido las consecuencias ¿Ha medido las consecuencias que puede tener el haber subti- que puede tener el haber subti- que puede tener el haber subti- que puede tener el haber subti- tulado su novela “Una precisa tulado su novela “Una precisa tulado su novela “Una precisa tulado su novela “Una precisa radiografía de la mentira como radiografía de la mentira como radiografía de la mentira como radiografía de la mentira como base del periodismo”? base del periodismo”? base del periodismo”? base del periodismo”? Por su puesto que he medido las consecuencias, pero es que el periodismo es un poder y, co- mo tal, ante él hay que tener una conciencia crítica. Pero también creo que en el periodismo hay más partes dignas de alabanza que de desprecio, que hay más sol que sombra, por eso noso- tros, que somos al mismo tiem- po poder y conciencia crítica, debemos autocriticarnos, debe- mos practicar una autopurifica- ción permanente y, si los detec- tamos, denunciar también los ángulos perversos de nuestra profesión. Porque, como decía Borges, a veces los espejos son malvados. Los protagonistas de mi novela, a los que yo critico, son un periódico y unos perio- distas concretos, no el periodis- mo en sí. Unos periodistas, los de “El Unos periodistas, los de “El Unos periodistas, los de “El Unos periodistas, los de “El laberinto..” que practican el laberinto..” que practican el laberinto..” que practican el laberinto..” que practican el amarillismo. ¿Existe en España amarillismo. ¿Existe en España amarillismo. ¿Existe en España amarillismo. ¿Existe en España una prensa amarilla?. una prensa amarilla?. una prensa amarilla?. una prensa amarilla?. No existe un amarillismo del tipo que ese estila en Inglaterra o Alemania, países en los que existen medios amarillos, sí, pero en los que el lector sabe con lo que se va a encontrar. En Espa- ña, en cambio, y así lo reflejo en mi novela, el amarillismo que denuncio es aquel que se pre- senta bajo la apariencia de un periódico que presume de ser verdadero, serio y riguroso y que, en cambio, lo que hace es deformar la realidad. Así que lo de llamar “El espe- Así que lo de llamar “El espe- Así que lo de llamar “El espe- Así que lo de llamar “El espe- jo” al periódico de su novela vie- jo” al periódico de su novela vie- jo” al periódico de su novela vie- jo” al periódico de su novela vie- ne de Borges... ne de Borges... ne de Borges... ne de Borges... Viene del hecho de que hay espejos que, en lugar de reflejar la realidad, la deforman y, por lo tanto, pertenecen al género có- mico. En la antigua Mesopota- mia, estos espejos eran los que se utilizaban en el teatro. Ese periódico que usted se ha Ese periódico que usted se ha Ese periódico que usted se ha Ese periódico que usted se ha inventado tiene un director inventado tiene un director inventado tiene un director inventado tiene un director (también inventado) que se lla- (también inventado) que se lla- (también inventado) que se lla- (también inventado) que se lla- ma Pascual V. Rosales. ¿Existen ma Pascual V. Rosales. ¿Existen ma Pascual V. Rosales. ¿Existen ma Pascual V. Rosales. ¿Existen muchos Rosales en la prensa es- muchos Rosales en la prensa es- muchos Rosales en la prensa es- muchos Rosales en la prensa es- pañola? pañola? pañola? pañola? Exactamente a éste no los hay, por supuesto. Que le conste que no me he inspirado en nin- gún director ni en ningún perio- dista en concreto a la hora de crear ese personaje. No falta quien opine que en No falta quien opine que en No falta quien opine que en No falta quien opine que en estos tiempos la mejor literatura estos tiempos la mejor literatura estos tiempos la mejor literatura estos tiempos la mejor literatura española es la que sale en los española es la que sale en los española es la que sale en los española es la que sale en los periódicos. Sin embargo, ¿No es periódicos. Sin embargo, ¿No es periódicos. Sin embargo, ¿No es periódicos. Sin embargo, ¿No es verdad que hoy en día resulta verdad que hoy en día resulta verdad que hoy en día resulta verdad que hoy en día resulta inconcebible pensar que un Mi- inconcebible pensar que un Mi- inconcebible pensar que un Mi- inconcebible pensar que un Mi- guel Delibes o un Cunqueiro pu- guel Delibes o un Cunqueiro pu- guel Delibes o un Cunqueiro pu- guel Delibes o un Cunqueiro pu- diesen dirigir un diario ? diesen dirigir un diario ? diesen dirigir un diario ? diesen dirigir un diario ? Bueno, un Miguel Delibes sí que me resultaría concebible porque Delibes, además de buen escritor y buen periodista, era un buen gestor. Lo de Álvaro Cunqueiro ya sería más raro, sí, pero no ahora, sino incluso cuando fue director de FARO DE VIGO. Le soy sincero: si yo fuese dueño de una empresa, no se me hubiese ocurrido nom- brar a don Álvaro como director pero, en cambio, ya ve... Los due- ños del FARO de la época lo hi- cieron y, encima, hasta tuvieron éxito: se permitieron el lujo de tener un director mágico y, a la par, uno de los mejores fabula- dores del universo. En el acto de presentación de En el acto de presentación de En el acto de presentación de En el acto de presentación de su libro en Madrid estuvieron su libro en Madrid estuvieron su libro en Madrid estuvieron su libro en Madrid estuvieron Felipe González y Manuel Fraga Felipe González y Manuel Fraga Felipe González y Manuel Fraga Felipe González y Manuel Fraga ¿Qué sintió cuando vio a ambos ¿Qué sintió cuando vio a ambos ¿Qué sintió cuando vio a ambos ¿Qué sintió cuando vio a ambos en torno suyo? en torno suyo? en torno suyo? en torno suyo? Un inmenso agradecimiento. A Felipe, por tener la deferencia de hacerme la presentación y a Fraga por acudir al acto como parte del público, y eso que sabe que yo discrepo mucho de él ideológicamente, pero en cam- bio le admiro como el hombre que supo articular una derecha española democrática. Ambos son unos grandes es- Ambos son unos grandes es- Ambos son unos grandes es- Ambos son unos grandes es- tadistas pero ¿en qué más se pa- tadistas pero ¿en qué más se pa- tadistas pero ¿en qué más se pa- tadistas pero ¿en qué más se pa- recen Fraga y González? recen Fraga y González? recen Fraga y González? recen Fraga y González? En muy poco más, la verdad, por no decir en nada más. Por- que a la hora de mandar, Felipe es más ondulado, nunca se le hubiese ocurrido pronunciar una frase del tipo “Y no tengo nada más que decir”. Digamos que la dialéctica de González di- buja una curva y, la de don Ma- nuel, una recta. La primera víctima de una La primera víctima de una La primera víctima de una La primera víctima de una guerra es la verdad. ¿La primera guerra es la verdad. ¿La primera guerra es la verdad. ¿La primera guerra es la verdad. ¿La primera víctima de una crisis económica víctima de una crisis económica víctima de una crisis económica víctima de una crisis económica es la libertad de expresión? es la libertad de expresión? es la libertad de expresión? es la libertad de expresión? En lo primero estoy de acuer- do; lo segundo se lo matizo: las crisis generan muchos nervios y, en ese estado, no es difícil que se perturbe la visión serena del horizonte pero, en cambio, cuan- do un medio se siente muy segu- ro en su sistema, puede tender más fácilmente a perder la obje- tividad. Pasa como en las inun- daciones en las que, paradójica- mente, lo primero que falta es el agua potable. ¿Cuál fue la noticia que más ¿Cuál fue la noticia que más ¿Cuál fue la noticia que más ¿Cuál fue la noticia que más satisfacción le produjo dar satisfacción le produjo dar satisfacción le produjo dar satisfacción le produjo dar cuando era director de la agen- cuando era director de la agen- cuando era director de la agen- cuando era director de la agen- cia Efe? cia Efe? cia Efe? cia Efe? La del fin de la primera Gue- rra del Golfo, aunque reconozco que aquel conflicto se cerró en falso. También me alegraba cuando, por su excepcionali- dad, dábamos una noticia bue- na sobre África. ¿Y la que menos? ¿Y la que menos? ¿Y la que menos? ¿Y la que menos? En general, las de las catástro- fes naturales devastadoras en Centroamérica y, en concreto, la invasión de Panamá por tropas norteamericanas, durante la cu- al murieron varios amigos míos. El titular de una noticia que El titular de una noticia que El titular de una noticia que El titular de una noticia que jamás pudo dar pese a sus de- jamás pudo dar pese a sus de- jamás pudo dar pese a sus de- jamás pudo dar pese a sus de- seos hubiese sido... seos hubiese sido... seos hubiese sido... seos hubiese sido... “Ha estallado la paz” acompa- ñado del “Se ha extinguido el hambre en el mundo” y, como subtítulo,“Ya no hay niños que sufren”. Vayamos a por una exclusiva Vayamos a por una exclusiva Vayamos a por una exclusiva Vayamos a por una exclusiva ¿Me regala un adelanto sobre su ¿Me regala un adelanto sobre su ¿Me regala un adelanto sobre su ¿Me regala un adelanto sobre su próxima novela? próxima novela? próxima novela? próxima novela? Estará ambientada en el pe- ríodo más oscuro de la historia de los Papados: los de la Roma del siglo X. En su tercera incursión en la novela, “Los laberintos del espejo” (Ediciones B), este gallego profundo de Calvos de Randín, ex director-presidente de la agencia Efe, denuncia el lado oscuro (aquel que manipula y tergiversa la verdad) de un mundo que él conoce muy bien y de una profesión a la que, no obstante, continúa amando profundamente: el periodismo ALFONSO S. PALOMARES PERIODISTA Y ESCRITOR “Menos dinero, yo he hecho de todo en el periodismo” Número 662 Sábado, 12 de junio de 2010 U Alfonso S. Palomares, el pasado jueves en Ourense // JESÚS REGAL

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Salvador Rodríguez

sted es, ante todo, un sted es, ante todo, un sted es, ante todo, un sted es, ante todo, un ciudadano periodista. ¿En qué ciudadano periodista. ¿En qué ciudadano periodista. ¿En qué ciudadano periodista. ¿En qué estado de ánimo profesional ha estado de ánimo profesional ha estado de ánimo profesional ha estado de ánimo profesional ha escrito “Los laberintos del espe-escrito “Los laberintos del espe-escrito “Los laberintos del espe-escrito “Los laberintos del espe-jo?” jo?” jo?” jo?”

En un estado de total sereni-dad y reposo, como correspon-de a una persona que, como yo, aunque todavía colaboro con algunos medios, ya no ejerzo el periodismo de una manera di-recta y activa, que es a fin de cuentas lo que había hecho du-rante toda mi vida.

La verdad es que usted, efec-La verdad es que usted, efec-La verdad es que usted, efec-La verdad es que usted, efec-tivamente, ha hecho de todo en tivamente, ha hecho de todo en tivamente, ha hecho de todo en tivamente, ha hecho de todo en el periodismo. el periodismo. el periodismo. el periodismo.

Cierto, hice de todo, menos di-nero.

Si ahora mismo fuese redac-Si ahora mismo fuese redac-Si ahora mismo fuese redac-Si ahora mismo fuese redac-tor de plantilla de un medio de tor de plantilla de un medio de tor de plantilla de un medio de tor de plantilla de un medio de comunciación ¿hubiese escrito comunciación ¿hubiese escrito comunciación ¿hubiese escrito comunciación ¿hubiese escrito esta novela? esta novela? esta novela? esta novela?

No, desde luego, porque no tendría la experiencia que ten-go, y no ya sólo como periodista, sino también por la que me ha proporcionado el desempeño de los cargos de responsabili-dad que he tenido a lo largo de mi trayectoria.

Déme un titular que defina Déme un titular que defina Déme un titular que defina Déme un titular que defina “Los laberintos del espejo” “Los laberintos del espejo” “Los laberintos del espejo” “Los laberintos del espejo”

“Una síntesis del periodismo malvado” (o perverso, o manipu-lador, o mentiroso, o creacionis-ta....)

¿Creacionista? ¿Creacionista? ¿Creacionista? ¿Creacionista? Sí, me refiero a aquel perio-

dismo que crea una realidad “ve-raz” paralela a la realidad verda-dera, es decir, que crea una reali-dad a partir de la mentira.

La autocrítica dentro de la La autocrítica dentro de la La autocrítica dentro de la La autocrítica dentro de la profesión es buena pero ¿no le profesión es buena pero ¿no le profesión es buena pero ¿no le profesión es buena pero ¿no le le parece que para el lector no le parece que para el lector no le parece que para el lector no le parece que para el lector no profesional estas cosas terminan profesional estas cosas terminan profesional estas cosas terminan profesional estas cosas terminan por desprestigar la profesión? por desprestigar la profesión? por desprestigar la profesión? por desprestigar la profesión? ¿Ha medido las consecuencias ¿Ha medido las consecuencias ¿Ha medido las consecuencias ¿Ha medido las consecuencias que puede tener el haber subti-que puede tener el haber subti-que puede tener el haber subti-que puede tener el haber subti-tulado su novela “Una precisa tulado su novela “Una precisa tulado su novela “Una precisa tulado su novela “Una precisa radiografía de la mentira como radiografía de la mentira como radiografía de la mentira como radiografía de la mentira como base del periodismo”? base del periodismo”? base del periodismo”? base del periodismo”?

Por su puesto que he medido las consecuencias, pero es que el periodismo es un poder y, co-mo tal, ante él hay que tener una conciencia crítica. Pero también creo que en el periodismo hay más partes dignas de alabanza que de desprecio, que hay más sol que sombra, por eso noso-tros, que somos al mismo tiem-po poder y conciencia crítica, debemos autocriticarnos, debe-mos practicar una autopurifica-

ción permanente y, si los detec-tamos, denunciar también los ángulos perversos de nuestra profesión. Porque, como decía Borges, a veces los espejos son malvados. Los protagonistas de mi novela, a los que yo critico, son un periódico y unos perio-distas concretos, no el periodis-mo en sí.

Unos periodistas, los de “El Unos periodistas, los de “El Unos periodistas, los de “El Unos periodistas, los de “El laberinto..” que practican el laberinto..” que practican el laberinto..” que practican el laberinto..” que practican el amarillismo. ¿Existe en España amarillismo. ¿Existe en España amarillismo. ¿Existe en España amarillismo. ¿Existe en España una prensa amarilla?. una prensa amarilla?. una prensa amarilla?. una prensa amarilla?.

No existe un amarillismo del tipo que ese estila en Inglaterra o Alemania, países en los que existen medios amarillos, sí, pero en los que el lector sabe con lo que se va a encontrar. En Espa-ña, en cambio, y así lo reflejo en mi novela, el amarillismo que denuncio es aquel que se pre-senta bajo la apariencia de un periódico que presume de ser verdadero, serio y riguroso y que, en cambio, lo que hace es deformar la realidad.

Así que lo de llamar “El espe-Así que lo de llamar “El espe-Así que lo de llamar “El espe-Así que lo de llamar “El espe-jo” al periódico de su novela vie-jo” al periódico de su novela vie-jo” al periódico de su novela vie-jo” al periódico de su novela vie-ne de Borges... ne de Borges... ne de Borges... ne de Borges...

Viene del hecho de que hay espejos que, en lugar de reflejar la realidad, la deforman y, por lo tanto, pertenecen al género có-mico. En la antigua Mesopota-mia, estos espejos eran los que se utilizaban en el teatro.

Ese periódico que usted se ha Ese periódico que usted se ha Ese periódico que usted se ha Ese periódico que usted se ha inventado tiene un director inventado tiene un director inventado tiene un director inventado tiene un director (también inventado) que se lla-(también inventado) que se lla-(también inventado) que se lla-(también inventado) que se lla-ma Pascual V. Rosales. ¿Existen ma Pascual V. Rosales. ¿Existen ma Pascual V. Rosales. ¿Existen ma Pascual V. Rosales. ¿Existen muchos Rosales en la prensa es-muchos Rosales en la prensa es-muchos Rosales en la prensa es-muchos Rosales en la prensa es-pañola?pañola?pañola?pañola?

Exactamente a éste no los hay, por supuesto. Que le conste que no me he inspirado en nin-gún director ni en ningún perio-dista en concreto a la hora de crear ese personaje.

No falta quien opine que en No falta quien opine que en No falta quien opine que en No falta quien opine que en estos tiempos la mejor literatura estos tiempos la mejor literatura estos tiempos la mejor literatura estos tiempos la mejor literatura española es la que sale en los española es la que sale en los española es la que sale en los española es la que sale en los periódicos. Sin embargo, ¿No es periódicos. Sin embargo, ¿No es periódicos. Sin embargo, ¿No es periódicos. Sin embargo, ¿No es verdad que hoy en día resulta verdad que hoy en día resulta verdad que hoy en día resulta verdad que hoy en día resulta inconcebible pensar que un Mi-inconcebible pensar que un Mi-inconcebible pensar que un Mi-inconcebible pensar que un Mi-guel Delibes o un Cunqueiro pu-guel Delibes o un Cunqueiro pu-guel Delibes o un Cunqueiro pu-guel Delibes o un Cunqueiro pu-diesen dirigir un diario ?diesen dirigir un diario ?diesen dirigir un diario ?diesen dirigir un diario ?

Bueno, un Miguel Delibes sí que me resultaría concebible porque Delibes, además de buen escritor y buen periodista, era un buen gestor. Lo de Álvaro Cunqueiro ya sería más raro, sí, pero no ahora, sino incluso cuando fue director de FARO DE VIGO. Le soy sincero: si yo fuese dueño de una empresa, no

se me hubiese ocurrido nom-brar a don Álvaro como director pero, en cambio, ya ve... Los due-ños del FARO de la época lo hi-cieron y, encima, hasta tuvieron éxito: se permitieron el lujo de tener un director mágico y, a la par, uno de los mejores fabula-dores del universo.

En el acto de presentación de En el acto de presentación de En el acto de presentación de En el acto de presentación de su libro en Madrid estuvieron su libro en Madrid estuvieron su libro en Madrid estuvieron su libro en Madrid estuvieron Felipe González y Manuel Fraga Felipe González y Manuel Fraga Felipe González y Manuel Fraga Felipe González y Manuel Fraga ¿Qué sintió cuando vio a ambos ¿Qué sintió cuando vio a ambos ¿Qué sintió cuando vio a ambos ¿Qué sintió cuando vio a ambos en torno suyo? en torno suyo? en torno suyo? en torno suyo?

Un inmenso agradecimiento. A Felipe, por tener la deferencia de hacerme la presentación y a Fraga por acudir al acto como parte del público, y eso que sabe que yo discrepo mucho de él ideológicamente, pero en cam-bio le admiro como el hombre que supo articular una derecha española democrática.

Ambos son unos grandes es-Ambos son unos grandes es-Ambos son unos grandes es-Ambos son unos grandes es-tadistas pero ¿en qué más se pa-tadistas pero ¿en qué más se pa-tadistas pero ¿en qué más se pa-tadistas pero ¿en qué más se pa-recen Fraga y González?recen Fraga y González?recen Fraga y González?recen Fraga y González?

En muy poco más, la verdad, por no decir en nada más. Por-

que a la hora de mandar, Felipe es más ondulado, nunca se le hubiese ocurrido pronunciar una frase del tipo “Y no tengo nada más que decir”. Digamos que la dialéctica de González di-buja una curva y, la de don Ma-nuel, una recta.

La primera víctima de una La primera víctima de una La primera víctima de una La primera víctima de una guerra es la verdad. ¿La primera guerra es la verdad. ¿La primera guerra es la verdad. ¿La primera guerra es la verdad. ¿La primera víctima de una crisis económica víctima de una crisis económica víctima de una crisis económica víctima de una crisis económica es la libertad de expresión?es la libertad de expresión?es la libertad de expresión?es la libertad de expresión?

En lo primero estoy de acuer-do; lo segundo se lo matizo: las crisis generan muchos nervios y, en ese estado, no es difícil que se perturbe la visión serena del horizonte pero, en cambio, cuan-do un medio se siente muy segu-ro en su sistema, puede tender más fácilmente a perder la obje-tividad. Pasa como en las inun-daciones en las que, paradójica-mente, lo primero que falta es el agua potable.

¿Cuál fue la noticia que más ¿Cuál fue la noticia que más ¿Cuál fue la noticia que más ¿Cuál fue la noticia que más satisfacción le produjo dar satisfacción le produjo dar satisfacción le produjo dar satisfacción le produjo dar cuando era director de la agen-cuando era director de la agen-cuando era director de la agen-cuando era director de la agen-cia Efe?cia Efe?cia Efe?cia Efe?

La del fin de la primera Gue-rra del Golfo, aunque reconozco que aquel conflicto se cerró en falso. También me alegraba cuando, por su excepcionali-dad, dábamos una noticia bue-na sobre África.

¿Y la que menos?¿Y la que menos?¿Y la que menos?¿Y la que menos? En general, las de las catástro-

fes naturales devastadoras en Centroamérica y, en concreto, la invasión de Panamá por tropas norteamericanas, durante la cu-al murieron varios amigos míos.

El titular de una noticia que El titular de una noticia que El titular de una noticia que El titular de una noticia que jamás pudo dar pese a sus de-jamás pudo dar pese a sus de-jamás pudo dar pese a sus de-jamás pudo dar pese a sus de-seos hubiese sido... seos hubiese sido... seos hubiese sido... seos hubiese sido...

“Ha estallado la paz” acompa-ñado del “Se ha extinguido el hambre en el mundo” y, como subtítulo, “Ya no hay niños que sufren”.

Vayamos a por una exclusiva Vayamos a por una exclusiva Vayamos a por una exclusiva Vayamos a por una exclusiva ¿Me regala un adelanto sobre su ¿Me regala un adelanto sobre su ¿Me regala un adelanto sobre su ¿Me regala un adelanto sobre su próxima novela?próxima novela?próxima novela?próxima novela?

Estará ambientada en el pe-ríodo más oscuro de la historia de los Papados: los de la Roma del siglo X.

En su tercera incursión en la novela, “Los laberintos del espejo” (Ediciones B), este gallego profundo de Calvos de Randín, ex director-presidente de la agencia Efe, denuncia el lado oscuro (aquel que manipula y tergiversa la verdad) de un mundo que él conoce muy bien y de una profesión a la que, no obstante, continúa amando profundamente: el periodismo

ALFONSO S. PALOMARES

PERIODISTA Y ESCRITOR

“Menos dinero, yo he hecho de todo en el periodismo”

Número 662

Sábado, 12 de junio de 2010

U Alfonso S. Palomares, el pasado jueves

en Ourense // JESÚS

REGAL

Salvador Rodríguez

sted es, ante todo, un sted es, ante todo, un sted es, ante todo, un sted es, ante todo, un ciudadano periodista. ¿En qué ciudadano periodista. ¿En qué ciudadano periodista. ¿En qué ciudadano periodista. ¿En qué estado de ánimo profesional ha estado de ánimo profesional ha estado de ánimo profesional ha estado de ánimo profesional ha escrito “Los laberintos del espe-escrito “Los laberintos del espe-escrito “Los laberintos del espe-escrito “Los laberintos del espe-jo?” jo?” jo?” jo?”

En un estado de total sereni-dad y reposo, como correspon-de a una persona que, como yo, aunque todavía colaboro con algunos medios, ya no ejerzo el periodismo de una manera di-recta y activa, que es a fin de cuentas lo que había hecho du-rante toda mi vida.

La verdad es que usted, efec-La verdad es que usted, efec-La verdad es que usted, efec-La verdad es que usted, efec-tivamente, ha hecho de todo en tivamente, ha hecho de todo en tivamente, ha hecho de todo en tivamente, ha hecho de todo en el periodismo. el periodismo. el periodismo. el periodismo.

Cierto, hice de todo, menos di-nero.

Si ahora mismo fuese redac-Si ahora mismo fuese redac-Si ahora mismo fuese redac-Si ahora mismo fuese redac-tor de plantilla de un medio de tor de plantilla de un medio de tor de plantilla de un medio de tor de plantilla de un medio de comunciación ¿hubiese escrito comunciación ¿hubiese escrito comunciación ¿hubiese escrito comunciación ¿hubiese escrito esta novela? esta novela? esta novela? esta novela?

No, desde luego, porque no tendría la experiencia que ten-go, y no ya sólo como periodista, sino también por la que me ha proporcionado el desempeño de los cargos de responsabili-dad que he tenido a lo largo de mi trayectoria.

Déme un titular que defina Déme un titular que defina Déme un titular que defina Déme un titular que defina “Los laberintos del espejo” “Los laberintos del espejo” “Los laberintos del espejo” “Los laberintos del espejo”

“Una síntesis del periodismo malvado” (o perverso, o manipu-lador, o mentiroso, o creacionis-ta....)

¿Creacionista? ¿Creacionista? ¿Creacionista? ¿Creacionista? Sí, me refiero a aquel perio-

dismo que crea una realidad “ve-raz” paralela a la realidad verda-dera, es decir, que crea una reali-dad a partir de la mentira.

La autocrítica dentro de la La autocrítica dentro de la La autocrítica dentro de la La autocrítica dentro de la profesión es buena pero ¿no le profesión es buena pero ¿no le profesión es buena pero ¿no le profesión es buena pero ¿no le le parece que para el lector no le parece que para el lector no le parece que para el lector no le parece que para el lector no profesional estas cosas terminan profesional estas cosas terminan profesional estas cosas terminan profesional estas cosas terminan por desprestigar la profesión? por desprestigar la profesión? por desprestigar la profesión? por desprestigar la profesión? ¿Ha medido las consecuencias ¿Ha medido las consecuencias ¿Ha medido las consecuencias ¿Ha medido las consecuencias que puede tener el haber subti-que puede tener el haber subti-que puede tener el haber subti-que puede tener el haber subti-tulado su novela “Una precisa tulado su novela “Una precisa tulado su novela “Una precisa tulado su novela “Una precisa radiografía de la mentira como radiografía de la mentira como radiografía de la mentira como radiografía de la mentira como base del periodismo”? base del periodismo”? base del periodismo”? base del periodismo”?

Por su puesto que he medido las consecuencias, pero es que el periodismo es un poder y, co-mo tal, ante él hay que tener una conciencia crítica. Pero también creo que en el periodismo hay más partes dignas de alabanza que de desprecio, que hay más sol que sombra, por eso noso-tros, que somos al mismo tiem-po poder y conciencia crítica, debemos autocriticarnos, debe-mos practicar una autopurifica-

ción permanente y, si los detec-tamos, denunciar también los ángulos perversos de nuestra profesión. Porque, como decía Borges, a veces los espejos son malvados. Los protagonistas de mi novela, a los que yo critico, son un periódico y unos perio-distas concretos, no el periodis-mo en sí.

Unos periodistas, los de “El Unos periodistas, los de “El Unos periodistas, los de “El Unos periodistas, los de “El laberinto..” que practican el laberinto..” que practican el laberinto..” que practican el laberinto..” que practican el amarillismo. ¿Existe en España amarillismo. ¿Existe en España amarillismo. ¿Existe en España amarillismo. ¿Existe en España una prensa amarilla?. una prensa amarilla?. una prensa amarilla?. una prensa amarilla?.

No existe un amarillismo del tipo que ese estila en Inglaterra o Alemania, países en los que existen medios amarillos, sí, pero en los que el lector sabe con lo que se va a encontrar. En Espa-ña, en cambio, y así lo reflejo en mi novela, el amarillismo que denuncio es aquel que se pre-senta bajo la apariencia de un periódico que presume de ser verdadero, serio y riguroso y que, en cambio, lo que hace es deformar la realidad.

Así que lo de llamar “El espe-Así que lo de llamar “El espe-Así que lo de llamar “El espe-Así que lo de llamar “El espe-jo” al periódico de su novela vie-jo” al periódico de su novela vie-jo” al periódico de su novela vie-jo” al periódico de su novela vie-ne de Borges... ne de Borges... ne de Borges... ne de Borges...

Viene del hecho de que hay espejos que, en lugar de reflejar la realidad, la deforman y, por lo tanto, pertenecen al género có-mico. En la antigua Mesopota-mia, estos espejos eran los que se utilizaban en el teatro.

Ese periódico que usted se ha Ese periódico que usted se ha Ese periódico que usted se ha Ese periódico que usted se ha inventado tiene un director inventado tiene un director inventado tiene un director inventado tiene un director (también inventado) que se lla-(también inventado) que se lla-(también inventado) que se lla-(también inventado) que se lla-ma Pascual V. Rosales. ¿Existen ma Pascual V. Rosales. ¿Existen ma Pascual V. Rosales. ¿Existen ma Pascual V. Rosales. ¿Existen muchos Rosales en la prensa es-muchos Rosales en la prensa es-muchos Rosales en la prensa es-muchos Rosales en la prensa es-pañola?pañola?pañola?pañola?

Exactamente a éste no los hay, por supuesto. Que le conste que no me he inspirado en nin-gún director ni en ningún perio-dista en concreto a la hora de crear ese personaje.

No falta quien opine que en No falta quien opine que en No falta quien opine que en No falta quien opine que en estos tiempos la mejor literatura estos tiempos la mejor literatura estos tiempos la mejor literatura estos tiempos la mejor literatura española es la que sale en los española es la que sale en los española es la que sale en los española es la que sale en los periódicos. Sin embargo, ¿No es periódicos. Sin embargo, ¿No es periódicos. Sin embargo, ¿No es periódicos. Sin embargo, ¿No es verdad que hoy en día resulta verdad que hoy en día resulta verdad que hoy en día resulta verdad que hoy en día resulta inconcebible pensar que un Mi-inconcebible pensar que un Mi-inconcebible pensar que un Mi-inconcebible pensar que un Mi-guel Delibes o un Cunqueiro pu-guel Delibes o un Cunqueiro pu-guel Delibes o un Cunqueiro pu-guel Delibes o un Cunqueiro pu-diesen dirigir un diario ?diesen dirigir un diario ?diesen dirigir un diario ?diesen dirigir un diario ?

Bueno, un Miguel Delibes sí que me resultaría concebible porque Delibes, además de buen escritor y buen periodista, era un buen gestor. Lo de Álvaro Cunqueiro ya sería más raro, sí, pero no ahora, sino incluso cuando fue director de FARO DE VIGO. Le soy sincero: si yo fuese dueño de una empresa, no

se me hubiese ocurrido nom-brar a don Álvaro como director pero, en cambio, ya ve... Los due-ños del FARO de la época lo hi-cieron y, encima, hasta tuvieron éxito: se permitieron el lujo de tener un director mágico y, a la par, uno de los mejores fabula-dores del universo.

En el acto de presentación de En el acto de presentación de En el acto de presentación de En el acto de presentación de su libro en Madrid estuvieron su libro en Madrid estuvieron su libro en Madrid estuvieron su libro en Madrid estuvieron Felipe González y Manuel Fraga Felipe González y Manuel Fraga Felipe González y Manuel Fraga Felipe González y Manuel Fraga ¿Qué sintió cuando vio a ambos ¿Qué sintió cuando vio a ambos ¿Qué sintió cuando vio a ambos ¿Qué sintió cuando vio a ambos en torno suyo? en torno suyo? en torno suyo? en torno suyo?

Un inmenso agradecimiento. A Felipe, por tener la deferencia de hacerme la presentación y a Fraga por acudir al acto como parte del público, y eso que sabe que yo discrepo mucho de él ideológicamente, pero en cam-bio le admiro como el hombre que supo articular una derecha española democrática.

Ambos son unos grandes es-Ambos son unos grandes es-Ambos son unos grandes es-Ambos son unos grandes es-tadistas pero ¿en qué más se pa-tadistas pero ¿en qué más se pa-tadistas pero ¿en qué más se pa-tadistas pero ¿en qué más se pa-recen Fraga y González?recen Fraga y González?recen Fraga y González?recen Fraga y González?

En muy poco más, la verdad, por no decir en nada más. Por-

que a la hora de mandar, Felipe es más ondulado, nunca se le hubiese ocurrido pronunciar una frase del tipo “Y no tengo nada más que decir”. Digamos que la dialéctica de González di-buja una curva y, la de don Ma-nuel, una recta.

La primera víctima de una La primera víctima de una La primera víctima de una La primera víctima de una guerra es la verdad. ¿La primera guerra es la verdad. ¿La primera guerra es la verdad. ¿La primera guerra es la verdad. ¿La primera víctima de una crisis económica víctima de una crisis económica víctima de una crisis económica víctima de una crisis económica es la libertad de expresión?es la libertad de expresión?es la libertad de expresión?es la libertad de expresión?

En lo primero estoy de acuer-do; lo segundo se lo matizo: las crisis generan muchos nervios y, en ese estado, no es difícil que se perturbe la visión serena del horizonte pero, en cambio, cuan-do un medio se siente muy segu-ro en su sistema, puede tender más fácilmente a perder la obje-tividad. Pasa como en las inun-daciones en las que, paradójica-mente, lo primero que falta es el agua potable.

¿Cuál fue la noticia que más ¿Cuál fue la noticia que más ¿Cuál fue la noticia que más ¿Cuál fue la noticia que más satisfacción le produjo dar satisfacción le produjo dar satisfacción le produjo dar satisfacción le produjo dar cuando era director de la agen-cuando era director de la agen-cuando era director de la agen-cuando era director de la agen-cia Efe?cia Efe?cia Efe?cia Efe?

La del fin de la primera Gue-rra del Golfo, aunque reconozco que aquel conflicto se cerró en falso. También me alegraba cuando, por su excepcionali-dad, dábamos una noticia bue-na sobre África.

¿Y la que menos?¿Y la que menos?¿Y la que menos?¿Y la que menos? En general, las de las catástro-

fes naturales devastadoras en Centroamérica y, en concreto, la invasión de Panamá por tropas norteamericanas, durante la cu-al murieron varios amigos míos.

El titular de una noticia que El titular de una noticia que El titular de una noticia que El titular de una noticia que jamás pudo dar pese a sus de-jamás pudo dar pese a sus de-jamás pudo dar pese a sus de-jamás pudo dar pese a sus de-seos hubiese sido... seos hubiese sido... seos hubiese sido... seos hubiese sido...

“Ha estallado la paz” acompa-ñado del “Se ha extinguido el hambre en el mundo” y, como subtítulo, “Ya no hay niños que sufren”.

Vayamos a por una exclusiva Vayamos a por una exclusiva Vayamos a por una exclusiva Vayamos a por una exclusiva ¿Me regala un adelanto sobre su ¿Me regala un adelanto sobre su ¿Me regala un adelanto sobre su ¿Me regala un adelanto sobre su próxima novela?próxima novela?próxima novela?próxima novela?

Estará ambientada en el pe-ríodo más oscuro de la historia de los Papados: los de la Roma del siglo X.

En su tercera incursión en la novela, “Los laberintos del espejo” (Ediciones B), este gallego profundo de Calvos de Randín, ex director-presidente de la agencia Efe, denuncia el lado oscuro (aquel que manipula y tergiversa la verdad) de un mundo que él conoce muy bien y de una profesión a la que, no obstante, continúa amando profundamente: el periodismo

ALFONSO S. PALOMARES

PERIODISTA Y ESCRITOR

“Menos dinero, yo he hecho de todo en el periodismo”

Número 662

Sábado, 12 de junio de 2010

U Alfonso S. Palomares, el pasado jueves

en Ourense // JESÚS

REGAL

Page 2: PERIODISTA Y ESCRITOR “Menos dinero, yo he hecho de todo ... · na sobre África. ¿Y la que menos? En general, las de las catástro-fes naturales devastadoras en Centroamérica

Eugenio Fuentes

uropa se convirtió en una sociedad multiétnica en

un momento de despiste”. Así, rotundo y brillante, inicia el pe-riodista estadounidense Chris-topher Caldwell su polémico en-sayo La revolución europea. Caldwell, habitual del Financial Times y el Wall Street Journal, lle-va años escribiendo sobre la presencia islámica en Europa. Ahora, con el subtítulo “Cómo el islam ha cambiado el viejo con-tinente”, lanza lo que parece un documentado diagnóstico so-bre las mutaciones irreversibles que la inmigración ha causado en el Continente.

En esencia, Caldwell, que asu-me la teoría del choque de civili-zaciones de Huntington, sostie-ne que la inmigración masi-va iniciada tras la II Guerra Mundial es una bomba de relojería que las elites europeas no han sabido desactivar. La invasión ha crecido mucho más de lo previsto y ha dina-mitado las bases políti-cas y sociales europeas hasta generar una disiden-cia interior que amenaza se-riamente a una Europa que Caldwell ve sobrada de mala conciencia, corta de valores sóli-dos y, en definitiva, débil.

En 2006, el 57% de los naci-dos en Bruselas fueron hijos de musulmanes. ¿Cómo se ha llega-do ahí? Al día siguiente de la ca-pitulación nazi, Europa, desan-grada, precisaba mano de obra para la reconstrucción. Y la im-portó, pensando que sería esca-sa y fugaz. Nadie imaginó, claro, que los inmigrantes, de mayoría islámica, se quedarían, que su número se multiplicaría hasta al-canzar el 10% de la población, que gozarían de prestaciones so-ciales y que, además, conserva-rían sus costumbres.

Cuando se comprobó el gi-gantesco error de cálculo, a fina-les de los años 60, se tomaron medidas para limitar la inmigra-ción. Pero era tarde. Los prime-ros en llegar tuvieron que echarle valor, pero abrieron camino a los s i g u i e n t e s , hasta generar toda una colo-nización, re-forzada por las reagrupa-ciones fami-liares. El fenó-meno se agravó con ingentes so-licitudes de asilo político. Sin embargo, las elites europeas nunca debatieron en serio los costes y beneficios a largo plazo. Proclamaron que la inmigración era beneficiosa económica y so-cialmente. En paralelo, creció el rechazo de la población, en par-ticular ante los islámicos (turcos en Alemania, magrebíes en Fran-cia, pakistaníes y bengalíes en Reino Unido).

Caldwell detecta un caldo de cultivo ideal para el trato de fa-vor dado a los inmigrantes: la culpa colectiva por el nazismo y el colonialismo, el sentimiento de deuda pendiente con el

mundo por siglos de explotación. En cuanto al error de cálculo, simplemente se sobrevaloró la falta de mano de obra. En realidad, se necesita-ba para una crisis aguda, no pa-ra un problema crónico. Así que los beneficios de la inmigración fueron marginales y temporales. Hace mucho que se extinguie-ron. Pero los cambios sociales, espirituales y políticos que aca-rreó han sido masivos y durade-ros, porque el inmigrante, dice Caldwell, no mejora la cultura europea, la suplanta, e introduce en ella una ruptura sin prece-dentes.

Los costes de la riada inmi-gratoria han sido cuantiosos pa-ra una envejecida Europa de ba-

ja natali-dad. Apar-te de cau-s a r “ d e s o r -den, penu-ria y delin-cuencia”, los extran-jeros han roto cos-tumbres e institucio-

nes, y han obligado a pagar “un elevado precio en libertades”. Además, la inmigración casa mal con el Estado del bienestar, genera desplazamientos (“hui-da blanca”), ayuda a pagar pen-siones hoy a costa de un gigan-tesco problema para mañana y dificulta la construcción de la UE. Por no hablar de educación, sanidad y vivienda, o de lo mal que compagina el islam con el laicismo dominante, que, a jui-cio del autor, pero sin que ello le disguste, no lleva ni de lejos las de ganar.

Las consecuencias se agra-van, prosigue Caldwell, por la ac-titud de tolerancia –actualmen-

te ya simple disfraz del miedo– adoptada por los rectores euro-peos. En estas décadas, Europa está reescribiendo sus valores, lo que le dificulta enfrentarse al conflicto étnico. ¿Cuáles son esos valores? Tras desterrar el na-cionalismo homicida, y en plena guerra fría, se entronizan indivi-dualismo, democracia, libertad y derechos humanos. Es decir, se demoniza la intolerancia de la intolerancia. Se deifica la correc-ción política, que conduce a pensar que ninguna cultura es mejor que otra y a abordar con neutralidad asuntos de inmigra-ción y etnia. Esa tolerancia, con-cluye Caldwell, ha hecho saltar por los aires el orden, la libertad, la justicia y la inteligibilidad.

Resulta de lo anterior que “el abanico de expresión de opinio-nes está estrechándose drástica-mente”, porque se amplía el nú-mero de personas objeto de to-lerancia y se endurece la ideolo-gía de la tolerancia. Transgredir-la se vuelve muy peligroso. En suma, declarar que la inmigra-ción ha sido un éxito es la única opinión aceptable, ya que lo contrario lleva a ser acusado de racismo. No es lícito debatir si la diversidad es buena o mala. Es buena, porque se corresponde con el dogma de la igualdad de culturas. Hasta el punto de que se respetan al máximo los dere-chos de las minorías, en detri-mento de los de la mayoría y se pierde capacidad de exigir una adaptación al estilo de vida eu-ropeo. El resumen de este trayec-to, es que las viejas culturas eu-ropeas, basadas en la religión, fueron cuestionadas en los años 60 y 70 en nombre de la libera-ción personal y, en los 80 y 90, para hacer Europa más acoge-dora a las minorías.

Aunque lo an-terior vale para todos los in-

migrantes, el problema, acusa Caldwell, son los islámicos, por-que traen una religión que aca-ba siendo su rasgo identitario más fuerte. La compatibilidad de la ley islámica con las leyes nacionales es fuente de fricción, ya que el islam es una identidad poderosa que «da forma a todos los aspectos de la vida del cre-yente».

La lealtad a la comunidad musulmana mundial («umma») pasa por encima de la lealtad a la nación de acogida, casi ine-xistente. Y el problema se agrava con el renacer del islam político y el respaldo de los inmigrantes a la yihad.

Hay 20 millones de musulma-nes en Europa. En 2025 serán 40. Sus barrios son guetos, colonias étnicas, territorio hurtado a los Estados que sirve de escenario a revueltas como las de París en el otoño de 2005. La tercera gene-ración está menos integrada que la segunda, que lo estaba

aún menos que la primera. Cald-well resume así el panorama: si en los primeros años se hubiera sabido que iba a haber miles de mezquitas en Europa, no se ha-bría permitido.

El conflicto, que el autor com-para con el que EE UU tiene con los negros, es insoluble para Caldwell, quien trata en detalle aspectos como la polémica del velo o las caricaturas de Maho-ma. Insoluble, porque no se pue-de integrar a millones de musul-manes en un país de base cultu-ral cristiana. Desde luego, vistas así las cosas, hay materia sufi-ciente para la preocupación y el temor.

Claro que también se puede rebobinar un poco. Las argu-mentaciones de Caldwell pare-cen irrebatibles hasta que ha-

bla de España y el lector de-tecta errores. Por sólo citar

uno (página 52), sostiene que los millones de ca-sas construidas por ma-no de obra inmigrante en España durante el “boom del ladrillo” eran

para los propios inmi-grantes. Más allá (página 98), el

periodista demuestra, además de una homofobia recurrente, una gran ignorancia histórica al asegurar que la superioridad moral de la heterosexualidad so-bre la homosexualidad “había si-do una opinión de consenso de la humanidad, desde los albores de la civilización hasta los últi-mos compases del siglo XX”. Convendría que leyese algo al respecto o que se pasease por algún museo europeo que exhi-ba cerámica griega.

Al final, pasada la última pági-na y metabolizada la arrolladora retórica del periodista curtido, el lector puede llegar al menos a tres conclusiones. La primera, metodológica, es que Caldwell privilegia sin justificación el en-foque religioso, ignorando cues-tiones esenciales como exclu-sión, pobreza, hacinamiento o falta de horizontes en los guetos islámicos. Claro que el autor no dudaría en calificar todo eso de subproductos de la «ridícula» corrección política.

La segunda, que ayuda a en-tender el enfoque religioso, es que, el destinatario del libro es el público de EE UU, víctima de la manipulación ideológica que acompañó ocho años a la cruza-da antiyihadista de Bush. Y la ter-cera, vinculada a las otras dos, es que Caldwell, periodista inde-pendiente, es un conservador es-tadounidense. Como tal, recela de los “valores europeos” –de los que erróneamente excluye el nacionalismo–, que no incluyen ya la religión –es patente su des-precio del laicismo– ni el milita-rismo, los tres grandes pilares de la identidad estadounidense.

Por último, como buen con-servador, enlaza con el concep-to de “vieja Europa” publicitado en sus días de gloria por los “neocon” y ve en la debilidad europea un peligroso caldo de cultivo para el yihadismo que, hace menos de diez años, derri-bó los símbolos del poder mili-tar y financiero de Estados Uni-dos.

E

El estadounidense Caldwell alerta sobre los peligros de la inmigración, en un polémico ensayo que resalta la debilidad de los valores continentales

islámica La conquista

Caldwell sostiene que la inmigración masiva iniciada tras la II Guerra Mundial es una bomba de relojería que las elites europeas no han sabido desactivar

FARO DE VIGO Sábado, 12 de junio de 20102

La revolución europea CHRISTOPHER CALDWELL

Debate, 414 páginas

de Europa

Eugenio Fuentes

uropa se convirtió en una sociedad multiétnica en

un momento de despiste”. Así, rotundo y brillante, inicia el pe-riodista estadounidense Chris-topher Caldwell su polémico en-sayo La revolución europea. Caldwell, habitual del Financial Times y el Wall Street Journal, lle-va años escribiendo sobre la presencia islámica en Europa. Ahora, con el subtítulo “Cómo el islam ha cambiado el viejo con-tinente”, lanza lo que parece un documentado diagnóstico so-bre las mutaciones irreversibles que la inmigración ha causado en el Continente.

En esencia, Caldwell, que asu-me la teoría del choque de civili-zaciones de Huntington, sostie-ne que la inmigración masi-va iniciada tras la II Guerra Mundial es una bomba de relojería que las elites europeas no han sabido desactivar. La invasión ha crecido mucho más de lo previsto y ha dina-mitado las bases políti-cas y sociales europeas hasta generar una disiden-cia interior que amenaza se-riamente a una Europa que Caldwell ve sobrada de mala conciencia, corta de valores sóli-dos y, en definitiva, débil.

En 2006, el 57% de los naci-dos en Bruselas fueron hijos de musulmanes. ¿Cómo se ha llega-do ahí? Al día siguiente de la ca-pitulación nazi, Europa, desan-grada, precisaba mano de obra para la reconstrucción. Y la im-portó, pensando que sería esca-sa y fugaz. Nadie imaginó, claro, que los inmigrantes, de mayoría islámica, se quedarían, que su número se multiplicaría hasta al-canzar el 10% de la población, que gozarían de prestaciones so-ciales y que, además, conserva-rían sus costumbres.

Cuando se comprobó el gi-gantesco error de cálculo, a fina-les de los años 60, se tomaron medidas para limitar la inmigra-ción. Pero era tarde. Los prime-ros en llegar tuvieron que echarle valor, pero abrieron camino a los s i g u i e n t e s , hasta generar toda una colo-nización, re-forzada por las reagrupa-ciones fami-liares. El fenó-meno se agravó con ingentes so-licitudes de asilo político. Sin embargo, las elites europeas nunca debatieron en serio los costes y beneficios a largo plazo. Proclamaron que la inmigración era beneficiosa económica y so-cialmente. En paralelo, creció el rechazo de la población, en par-ticular ante los islámicos (turcos en Alemania, magrebíes en Fran-cia, pakistaníes y bengalíes en Reino Unido).

Caldwell detecta un caldo de cultivo ideal para el trato de fa-vor dado a los inmigrantes: la culpa colectiva por el nazismo y el colonialismo, el sentimiento de deuda pendiente con el

mundo por siglos de explotación. En cuanto al error de cálculo, simplemente se sobrevaloró la falta de mano de obra. En realidad, se necesita-ba para una crisis aguda, no pa-ra un problema crónico. Así que los beneficios de la inmigración fueron marginales y temporales. Hace mucho que se extinguie-ron. Pero los cambios sociales, espirituales y políticos que aca-rreó han sido masivos y durade-ros, porque el inmigrante, dice Caldwell, no mejora la cultura europea, la suplanta, e introduce en ella una ruptura sin prece-dentes.

Los costes de la riada inmi-gratoria han sido cuantiosos pa-ra una envejecida Europa de ba-

ja natali-dad. Apar-te de cau-s a r “ d e s o r -den, penu-ria y delin-cuencia”, los extran-jeros han roto cos-tumbres e institucio-

nes, y han obligado a pagar “un elevado precio en libertades”. Además, la inmigración casa mal con el Estado del bienestar, genera desplazamientos (“hui-da blanca”), ayuda a pagar pen-siones hoy a costa de un gigan-tesco problema para mañana y dificulta la construcción de la UE. Por no hablar de educación, sanidad y vivienda, o de lo mal que compagina el islam con el laicismo dominante, que, a jui-cio del autor, pero sin que ello le disguste, no lleva ni de lejos las de ganar.

Las consecuencias se agra-van, prosigue Caldwell, por la ac-titud de tolerancia –actualmen-

te ya simple disfraz del miedo– adoptada por los rectores euro-peos. En estas décadas, Europa está reescribiendo sus valores, lo que le dificulta enfrentarse al conflicto étnico. ¿Cuáles son esos valores? Tras desterrar el na-cionalismo homicida, y en plena guerra fría, se entronizan indivi-dualismo, democracia, libertad y derechos humanos. Es decir, se demoniza la intolerancia de la intolerancia. Se deifica la correc-ción política, que conduce a pensar que ninguna cultura es mejor que otra y a abordar con neutralidad asuntos de inmigra-ción y etnia. Esa tolerancia, con-cluye Caldwell, ha hecho saltar por los aires el orden, la libertad, la justicia y la inteligibilidad.

Resulta de lo anterior que “el abanico de expresión de opinio-nes está estrechándose drástica-mente”, porque se amplía el nú-mero de personas objeto de to-lerancia y se endurece la ideolo-gía de la tolerancia. Transgredir-la se vuelve muy peligroso. En suma, declarar que la inmigra-ción ha sido un éxito es la única opinión aceptable, ya que lo contrario lleva a ser acusado de racismo. No es lícito debatir si la diversidad es buena o mala. Es buena, porque se corresponde con el dogma de la igualdad de culturas. Hasta el punto de que se respetan al máximo los dere-chos de las minorías, en detri-mento de los de la mayoría y se pierde capacidad de exigir una adaptación al estilo de vida eu-ropeo. El resumen de este trayec-to, es que las viejas culturas eu-ropeas, basadas en la religión, fueron cuestionadas en los años 60 y 70 en nombre de la libera-ción personal y, en los 80 y 90, para hacer Europa más acoge-dora a las minorías.

Aunque lo an-terior vale para todos los in-

migrantes, el problema, acusa Caldwell, son los islámicos, por-que traen una religión que aca-ba siendo su rasgo identitario más fuerte. La compatibilidad de la ley islámica con las leyes nacionales es fuente de fricción, ya que el islam es una identidad poderosa que «da forma a todos los aspectos de la vida del cre-yente».

La lealtad a la comunidad musulmana mundial («umma») pasa por encima de la lealtad a la nación de acogida, casi ine-xistente. Y el problema se agrava con el renacer del islam político y el respaldo de los inmigrantes a la yihad.

Hay 20 millones de musulma-nes en Europa. En 2025 serán 40. Sus barrios son guetos, colonias étnicas, territorio hurtado a los Estados que sirve de escenario a revueltas como las de París en el otoño de 2005. La tercera gene-ración está menos integrada que la segunda, que lo estaba

aún menos que la primera. Cald-well resume así el panorama: si en los primeros años se hubiera sabido que iba a haber miles de mezquitas en Europa, no se ha-bría permitido.

El conflicto, que el autor com-para con el que EE UU tiene con los negros, es insoluble para Caldwell, quien trata en detalle aspectos como la polémica del velo o las caricaturas de Maho-ma. Insoluble, porque no se pue-de integrar a millones de musul-manes en un país de base cultu-ral cristiana. Desde luego, vistas así las cosas, hay materia sufi-ciente para la preocupación y el temor.

Claro que también se puede rebobinar un poco. Las argu-mentaciones de Caldwell pare-cen irrebatibles hasta que ha-

bla de España y el lector de-tecta errores. Por sólo citar

uno (página 52), sostiene que los millones de ca-sas construidas por ma-no de obra inmigrante en España durante el “boom del ladrillo” eran

para los propios inmi-grantes. Más allá (página 98), el

periodista demuestra, además de una homofobia recurrente, una gran ignorancia histórica al asegurar que la superioridad moral de la heterosexualidad so-bre la homosexualidad “había si-do una opinión de consenso de la humanidad, desde los albores de la civilización hasta los últi-mos compases del siglo XX”. Convendría que leyese algo al respecto o que se pasease por algún museo europeo que exhi-ba cerámica griega.

Al final, pasada la última pági-na y metabolizada la arrolladora retórica del periodista curtido, el lector puede llegar al menos a tres conclusiones. La primera, metodológica, es que Caldwell privilegia sin justificación el en-foque religioso, ignorando cues-tiones esenciales como exclu-sión, pobreza, hacinamiento o falta de horizontes en los guetos islámicos. Claro que el autor no dudaría en calificar todo eso de subproductos de la «ridícula» corrección política.

La segunda, que ayuda a en-tender el enfoque religioso, es que, el destinatario del libro es el público de EE UU, víctima de la manipulación ideológica que acompañó ocho años a la cruza-da antiyihadista de Bush. Y la ter-cera, vinculada a las otras dos, es que Caldwell, periodista inde-pendiente, es un conservador es-tadounidense. Como tal, recela de los “valores europeos” –de los que erróneamente excluye el nacionalismo–, que no incluyen ya la religión –es patente su des-precio del laicismo– ni el milita-rismo, los tres grandes pilares de la identidad estadounidense.

Por último, como buen con-servador, enlaza con el concep-to de “vieja Europa” publicitado en sus días de gloria por los “neocon” y ve en la debilidad europea un peligroso caldo de cultivo para el yihadismo que, hace menos de diez años, derri-bó los símbolos del poder mili-tar y financiero de Estados Uni-dos.

E

El estadounidense Caldwell alerta sobre los peligros de la inmigración, en un polémico ensayo que resalta la debilidad de los valores continentales

islámica La conquista

Caldwell sostiene que la inmigración masiva iniciada tras la II Guerra Mundial es una bomba de relojería que las elites europeas no han sabido desactivar

FARO DE VIGO Sábado, 12 de junio de 20102

La revolución europea CHRISTOPHER CALDWELL

Debate, 414 páginas

de Europa

Page 3: PERIODISTA Y ESCRITOR “Menos dinero, yo he hecho de todo ... · na sobre África. ¿Y la que menos? En general, las de las catástro-fes naturales devastadoras en Centroamérica

Ficción

1. El tiempo entre costuras.El tiempo entre costuras.El tiempo entre costuras.El tiempo entre costuras. María Dueñas (Temas de Hoy).

2. La segunda vida de Bree La segunda vida de Bree La segunda vida de Bree La segunda vida de Bree Tanner.Tanner.Tanner.Tanner. Stephanie Meyer (Alfaguara)

3. La sal de la vida.La sal de la vida.La sal de la vida.La sal de la vida. Anna Gavalda (Seix Barral).

4. Dime quién soy.Dime quién soy.Dime quién soy.Dime quién soy. Julia Navarro (Plaza & Janés).

5. La biblioteca de los muertos.La biblioteca de los muertos.La biblioteca de los muertos.La biblioteca de los muertos. Glenn Cooper (Grijalbo).

6. La hija de Robert Poste.La hija de Robert Poste.La hija de Robert Poste.La hija de Robert Poste. Stella Gibbons (Impedimenta).

No Ficción

1. El palestino.El palestino.El palestino.El palestino. Antonio Salas (Temas de Hoy).

2. Nueva Gramática de la Lengua Nueva Gramática de la Lengua Nueva Gramática de la Lengua Nueva Gramática de la Lengua Española.Española.Española.Española. RAE (Espasa Calpe).

3. La inutilidad del sufrimiento.La inutilidad del sufrimiento.La inutilidad del sufrimiento.La inutilidad del sufrimiento. María Jesús Álava (La Esfera).

4. Inocencia radical.Inocencia radical.Inocencia radical.Inocencia radical. Elsa Punset (Aguilar).

5. El viaje al poder de la mente.El viaje al poder de la mente.El viaje al poder de la mente.El viaje al poder de la mente. Eduard Punset (Destino).

6. Memorias de un preso.Memorias de un preso.Memorias de un preso.Memorias de un preso. Mario Conde (Martínez Roca).

En Galego

1. A praia dos afogados.A praia dos afogados.A praia dos afogados.A praia dos afogados. Domingo Villar (Galaxia).

2. A cociña de Larpeiros.A cociña de Larpeiros.A cociña de Larpeiros.A cociña de Larpeiros. Benigno Campos (Galaxia).

3. Una historia que non vou Una historia que non vou Una historia que non vou Una historia que non vou contar.contar.contar.contar. Cid Cabido (Xerais).

4. Ollos de auga.Ollos de auga.Ollos de auga.Ollos de auga. Domingo Villar (Galaxia).

5. Os eidos.Os eidos.Os eidos.Os eidos. Uxío Novoneyra (Xerais).

La ciudad del azahar CÉSAR VIDAL

MR Histórica. 768 páginas

Qamar es la protagonista y a la vez hace de hilo conductor de esta nueva obra de César Vidal (Madrid, 1958), un personaje con fuerte personalidad que vivió a inicios del siglo X. Brilló con luz propia en la costa de Bagdad y finalmente se trasladó a Al-Ánda-lus en busca de un instrumento musical desconocido hasta en-tonces en Oriente, el laúd de cin-co cuerdas.

La mujer vive marcada por el destino por tres graves defectos:

sus cabellos son rubios, sus ojos claros y ha nacido fémina. Frente a tanta adversidad y repulsa, Qa-mar encontrará una vía de esca-pe en la música. Y decide em-

prender el viaje hacia Al-Ánda-lus, la tierra más hermosa, donde el tiempo es dulce y suave, el sol no abrasa y el viento siempre re-sulta fresco, y donde, ante todo, se encuentra ese prodigioso ins-trumento que es el laúd.

Sin embargo, Al-Ándalus es también el semillero de tortuo-sas intrigas e inauditos refina-mientos, es el escenario del en-frentamiento entre el emir de Qurduba y el rebelde Omar ibn Hafsún; y es, por añadidura, la tie-rra en la que un joven Abd-ar-Ra-jmán sueña con proclamarse ca-lifa y levantar una Ciudad del Azahar superior a cualquier otra.

César Vidal regresa a la novela histórica con esta obra que, ade-más de narrar una apasionada historia de amor, es un compen-dio de costumbres, tradición e inmersión cultural salpicado de ricas descripciones, amenos rela-tos cortos e incluso alguna que otra receta de cocina.

Conversaciones con yoguis RAMIRO A. CALLE

Kairós. 408 páginas

Este libro reúne las conver-saciones que Ramiro Calle, pionero indiscutible del yoga en España, ha tenido en sus muchos viajes a la India con swamis de importantes orga-nizaciones que propagan el yoga por Occidente, así como con yoguis y ascetas que practican su sádhana aparta-dos de la sociedad. Todos dan consejos prácticos sobre las distintas ramas del yoga, dis-curren sobre filosofías y cami-nos espirituales y hablan so-bre la concepción hindú del mundo y el hombre. Los testi-monios de swamis, sadhus, sannyasis, grandes yoguis y la-mas, anacoretas y personali-dades clave de la India, desde Ramesh Balsekar hasta Vicen-te Ferrer, trasnmiten enseñan-zas de un valor excepcional.

Siga a ese taxi MARTA GARCÍA ALLER

Plataforma. 176 páginas

Viajar en un taxi que lleva una buena historia es como desnudar la ciudad en movi-miento. Sólo hay que dar con el taxista dispuesto a confesar esos secretos que ha visto, oí-do y callado al otro lado del retrovisor, cuando la vida cree que nadie la ve. Da igual que por la ventanilla se vea el Ra-val barcelonés, la Torre del Oro o los túneles de la M30, porque el verdadero escena-rio está dentro, junto al volan-te. La puerta de atrás abre el telón: travestis majetes, estresa-dos de sí mismos, don nadies de Armani, guiris borrachos o señoras sin rumbo..., o puede que la historia que cuenten sea la suya, narrada por la plu-ma de Marta García Aller, una joven periodista autora tam-bién de “La generación preca-ria” (Espejo de Tinta, 2006).

FARO DE VIGO Sábado, 12 de junio de 2010 3

Los más vendidos

El siglo X en Al-Ándalus

Con la colaboración de: Casa del libro (Vigo)

Siete novelas cortas CARMEN LAFORET Editorial Menoscuarto

472 Páginas

a editorial palentina Me-noscuarto ofrece ahora al lector las siete novelas

cortas que Carmen Laforet es-cribió en su vida en un volumen de 472 páginas en las que la posguerra circunscribe todas las historias, escritas entre 1952 y 1953, después del gran éxito de su novela “Nada”. Tras reunir sus cuentos completos hace tres años –agrupados en el vo-lumen “Carta a don Juan”–, el se-llo de Palencia recopila por pri-mera vez otra vertiente de una escritora fundamental: el relato corto. “El piano”, “La llamada”, “El viaje divertido”, “La niña”, “Los emplazados”, “El último ve-rano” y “Un noviazgo” ratifican la voz inconfundible de Laforet y su papel renovador de la narra-tiva española del siglo XX. Y es que si “Nada” ha sido una novela que ha ido reeditándose a menudo, no ha sucedido lo mismo con su otra producción, que ha estado fuera del alcance del lector durante años, falta que se viene a paliar con la edi-ción de estas “Siete novelas cor-

tas”. Dice Álvaro Pombo en el prólogo que las lecturas que se hacen en la primera juventud quedan grabadas en la memo-ria, como le ha pasado a él con este volumen. “Me han recorda-do la intensa emoción con la que leí Nada por primera vez”, afirma. En su día estos relatos, que tienen la posguerra como telón de fondo, fueron apare-ciendo en revistas y publicacio-nes periódicas y conocieron di-ferentes ediciones conjuntas.

Son historias que reflejan la grisura de la época y algo de la desolación que destilaba “Na-da”; teñidas por algún tipo de pobreza, iluminadas por la feli-cidad de un instante y ensom-brecidas por el tiempo posterior a la guerra civil, escritas casi siempre por encargo y alternán-dolas con las novelas que Lafo-ret consideraba el eje de su pro-yecto. Su hijo Agustín Cerezales cuenta que las narraciones cor-tas fueron escritas entre 1952 y 1953, en un periodo de especial intensidad creativa de su proge-nitora. Recién publicada La isla y los demonios Carmen Laforet “da a luz a su cuarto hijo y, aparte de escribir casi todos los cuentos que se le conocen, es-tas siete novelas y numerosos artículos, está centrada en el proyecto de su tercera novela, La mujer nueva, en la que abor-da un asunto tan complejo co-mo el de una conversión reli-giosa, cataclismo o revolución que ella misma acaba de expe-rimentar”, explica Cerezales. Y aunque en los relatos late un sentido del bien y del mal sella-do por el propio momento vital que pasaba la escritora, en to-dos ellos están los personajes, el estilo y la prosa inconfundi-ble de la e sc r i to r a barcelone-sa.

Es la primera vez que se recoge en un volumen la narrativa corta de la autora de “Nada”

Pequeños grandes relatos

L

La escritora Carmen Laforet en una

imagen de 1940.

Tere Gradín

Ficción

1. El tiempo entre costuras.El tiempo entre costuras.El tiempo entre costuras.El tiempo entre costuras. María Dueñas (Temas de Hoy).

2. La segunda vida de Bree La segunda vida de Bree La segunda vida de Bree La segunda vida de Bree Tanner.Tanner.Tanner.Tanner. Stephanie Meyer (Alfaguara)

3. La sal de la vida.La sal de la vida.La sal de la vida.La sal de la vida. Anna Gavalda (Seix Barral).

4. Dime quién soy.Dime quién soy.Dime quién soy.Dime quién soy. Julia Navarro (Plaza & Janés).

5. La biblioteca de los muertos.La biblioteca de los muertos.La biblioteca de los muertos.La biblioteca de los muertos. Glenn Cooper (Grijalbo).

6. La hija de Robert Poste.La hija de Robert Poste.La hija de Robert Poste.La hija de Robert Poste. Stella Gibbons (Impedimenta).

No Ficción

1. El palestino.El palestino.El palestino.El palestino. Antonio Salas (Temas de Hoy).

2. Nueva Gramática de la Lengua Nueva Gramática de la Lengua Nueva Gramática de la Lengua Nueva Gramática de la Lengua Española.Española.Española.Española. RAE (Espasa Calpe).

3. La inutilidad del sufrimiento.La inutilidad del sufrimiento.La inutilidad del sufrimiento.La inutilidad del sufrimiento. María Jesús Álava (La Esfera).

4. Inocencia radical.Inocencia radical.Inocencia radical.Inocencia radical. Elsa Punset (Aguilar).

5. El viaje al poder de la mente.El viaje al poder de la mente.El viaje al poder de la mente.El viaje al poder de la mente. Eduard Punset (Destino).

6. Memorias de un preso.Memorias de un preso.Memorias de un preso.Memorias de un preso. Mario Conde (Martínez Roca).

En Galego

1. A praia dos afogados.A praia dos afogados.A praia dos afogados.A praia dos afogados. Domingo Villar (Galaxia).

2. A cociña de Larpeiros.A cociña de Larpeiros.A cociña de Larpeiros.A cociña de Larpeiros. Benigno Campos (Galaxia).

3. Una historia que non vou Una historia que non vou Una historia que non vou Una historia que non vou contar.contar.contar.contar. Cid Cabido (Xerais).

4. Ollos de auga.Ollos de auga.Ollos de auga.Ollos de auga. Domingo Villar (Galaxia).

5. Os eidos.Os eidos.Os eidos.Os eidos. Uxío Novoneyra (Xerais).

La ciudad del azahar CÉSAR VIDAL

MR Histórica. 768 páginas

Qamar es la protagonista y a la vez hace de hilo conductor de esta nueva obra de César Vidal (Madrid, 1958), un personaje con fuerte personalidad que vivió a inicios del siglo X. Brilló con luz propia en la costa de Bagdad y finalmente se trasladó a Al-Ánda-lus en busca de un instrumento musical desconocido hasta en-tonces en Oriente, el laúd de cin-co cuerdas.

La mujer vive marcada por el destino por tres graves defectos:

sus cabellos son rubios, sus ojos claros y ha nacido fémina. Frente a tanta adversidad y repulsa, Qa-mar encontrará una vía de esca-pe en la música. Y decide em-

prender el viaje hacia Al-Ánda-lus, la tierra más hermosa, donde el tiempo es dulce y suave, el sol no abrasa y el viento siempre re-sulta fresco, y donde, ante todo, se encuentra ese prodigioso ins-trumento que es el laúd.

Sin embargo, Al-Ándalus es también el semillero de tortuo-sas intrigas e inauditos refina-mientos, es el escenario del en-frentamiento entre el emir de Qurduba y el rebelde Omar ibn Hafsún; y es, por añadidura, la tie-rra en la que un joven Abd-ar-Ra-jmán sueña con proclamarse ca-lifa y levantar una Ciudad del Azahar superior a cualquier otra.

César Vidal regresa a la novela histórica con esta obra que, ade-más de narrar una apasionada historia de amor, es un compen-dio de costumbres, tradición e inmersión cultural salpicado de ricas descripciones, amenos rela-tos cortos e incluso alguna que otra receta de cocina.

Conversaciones con yoguis RAMIRO A. CALLE

Kairós. 408 páginas

Este libro reúne las conver-saciones que Ramiro Calle, pionero indiscutible del yoga en España, ha tenido en sus muchos viajes a la India con swamis de importantes orga-nizaciones que propagan el yoga por Occidente, así como con yoguis y ascetas que practican su sádhana aparta-dos de la sociedad. Todos dan consejos prácticos sobre las distintas ramas del yoga, dis-curren sobre filosofías y cami-nos espirituales y hablan so-bre la concepción hindú del mundo y el hombre. Los testi-monios de swamis, sadhus, sannyasis, grandes yoguis y la-mas, anacoretas y personali-dades clave de la India, desde Ramesh Balsekar hasta Vicen-te Ferrer, trasnmiten enseñan-zas de un valor excepcional.

Siga a ese taxi MARTA GARCÍA ALLER

Plataforma. 176 páginas

Viajar en un taxi que lleva una buena historia es como desnudar la ciudad en movi-miento. Sólo hay que dar con el taxista dispuesto a confesar esos secretos que ha visto, oí-do y callado al otro lado del retrovisor, cuando la vida cree que nadie la ve. Da igual que por la ventanilla se vea el Ra-val barcelonés, la Torre del Oro o los túneles de la M30, porque el verdadero escena-rio está dentro, junto al volan-te. La puerta de atrás abre el telón: travestis majetes, estresa-dos de sí mismos, don nadies de Armani, guiris borrachos o señoras sin rumbo..., o puede que la historia que cuenten sea la suya, narrada por la plu-ma de Marta García Aller, una joven periodista autora tam-bién de “La generación preca-ria” (Espejo de Tinta, 2006).

FARO DE VIGO Sábado, 12 de junio de 2010 3

Los más vendidos

El siglo X en Al-Ándalus

Con la colaboración de: Casa del libro (Vigo)

Siete novelas cortas CARMEN LAFORET Editorial Menoscuarto

472 Páginas

a editorial palentina Me-noscuarto ofrece ahora al lector las siete novelas

cortas que Carmen Laforet es-cribió en su vida en un volumen de 472 páginas en las que la posguerra circunscribe todas las historias, escritas entre 1952 y 1953, después del gran éxito de su novela “Nada”. Tras reunir sus cuentos completos hace tres años –agrupados en el vo-lumen “Carta a don Juan”–, el se-llo de Palencia recopila por pri-mera vez otra vertiente de una escritora fundamental: el relato corto. “El piano”, “La llamada”, “El viaje divertido”, “La niña”, “Los emplazados”, “El último ve-rano” y “Un noviazgo” ratifican la voz inconfundible de Laforet y su papel renovador de la narra-tiva española del siglo XX. Y es que si “Nada” ha sido una novela que ha ido reeditándose a menudo, no ha sucedido lo mismo con su otra producción, que ha estado fuera del alcance del lector durante años, falta que se viene a paliar con la edi-ción de estas “Siete novelas cor-

tas”. Dice Álvaro Pombo en el prólogo que las lecturas que se hacen en la primera juventud quedan grabadas en la memo-ria, como le ha pasado a él con este volumen. “Me han recorda-do la intensa emoción con la que leí Nada por primera vez”, afirma. En su día estos relatos, que tienen la posguerra como telón de fondo, fueron apare-ciendo en revistas y publicacio-nes periódicas y conocieron di-ferentes ediciones conjuntas.

Son historias que reflejan la grisura de la época y algo de la desolación que destilaba “Na-da”; teñidas por algún tipo de pobreza, iluminadas por la feli-cidad de un instante y ensom-brecidas por el tiempo posterior a la guerra civil, escritas casi siempre por encargo y alternán-dolas con las novelas que Lafo-ret consideraba el eje de su pro-yecto. Su hijo Agustín Cerezales cuenta que las narraciones cor-tas fueron escritas entre 1952 y 1953, en un periodo de especial intensidad creativa de su proge-nitora. Recién publicada La isla y los demonios Carmen Laforet “da a luz a su cuarto hijo y, aparte de escribir casi todos los cuentos que se le conocen, es-tas siete novelas y numerosos artículos, está centrada en el proyecto de su tercera novela, La mujer nueva, en la que abor-da un asunto tan complejo co-mo el de una conversión reli-giosa, cataclismo o revolución que ella misma acaba de expe-rimentar”, explica Cerezales. Y aunque en los relatos late un sentido del bien y del mal sella-do por el propio momento vital que pasaba la escritora, en to-dos ellos están los personajes, el estilo y la prosa inconfundi-ble de la e sc r i to r a barcelone-sa.

Es la primera vez que se recoge en un volumen la narrativa corta de la autora de “Nada”

Pequeños grandes relatos

L

La escritora Carmen Laforet en una

imagen de 1940.

Tere Gradín

Page 4: PERIODISTA Y ESCRITOR “Menos dinero, yo he hecho de todo ... · na sobre África. ¿Y la que menos? En general, las de las catástro-fes naturales devastadoras en Centroamérica

cabo de recibir unha carta de Pedro Alonso Iglesias, impulsor do

grupo naturalista Erva, do que son amigo. No envelope inclúe-se a fotografía dunha loba toma-da o día 25 de marzo pasado (Marzo espingarzo) “no piñeiral que hai ao N da estación de es-quí da Serra de Queixa”. Dime Pedro: “Levamos pondo cámaras que se activan atomáticamente cun dispositivo de raios ultraverme-llos desde o ano pasado e esta é unha das mellores fotos”. A loba da fotografía parece nova e resulta ben bonita. Ela está cadrada de mans e patas sobre a neve e olla atentamente para o obxectivo coas orellas guichas avante. Vira o pescozo para fitar, con xesto moi lobeiro. Os famosos ollos oblicuos, dos que falan todos os que viron o lobo, a penas se adiviñan; e é mágoa. Arredor dos carrelos branquexan as puntas dos pe-los, o que lle dá moita cara ao animal. Pelaxe a súa que, en xe-ral, tende a vermella, non sei se por natureza ou por efectos da cámara. O rabo pende flácido. A loba parece moi mollada. A loba sitúase nunha chan ou nun calveiro branco do que so-bresaen cimos de uz. Flairas, di-ría Novoneyra. Por tras dela vese o bosco coas ponlas domeadas polo peso da neve. Riba da fera, o lugar dos medos ancestrais, que é o bosco. No intre da foto, o termómetro marcaba 41 graus Farenheit, que eu non sabería reducir aos nosos centígrados. A loba quedou aí, eternizada na Serra de Queixa. Hoxe está viva e se cadra críando os lobecos. Do mesmo modo que os lo-bos soen andar en salvaxe com-paña, as noticias sobre o lobo adoitan a aparecer xuntas. Advertírame Felipe Bárcena, experto na materia, unha tese de doutoramento sobre o lobo fora recentemente defendida na USC. Máis exactamente, unha tese sobre o lobo na Península Ibérica titulada Morfología y sis-temática del lobo ibérico (Canis Lupus L.). O seu autor, Roberto Jesús Hermida Lorenzo. Outro amigo, que non é nin-gún dos citados, faime chegar moi amabelmente unhas notas tomadas por el sobre o contido da tese do doutor Hermida Lo-renzo. Dado que non tiven oca-sión de ler aínda Morfología y sistemática del lobo ibérico ba-sareime en ditas notas e na mi-ña propia experiencia lectora para expoñer o que segue. O lobo é unha especie exten-dida por territorios inmensos do planeta, nos que se inclúen Eu-rasia e América. Isto ocasiona que se produzan formas grupais adaptadas a diversos sistemas que, en determinados casos, esa rexionalización dea lugar a pe-cualiaridades morfolóxicas ex-tremas que foron descritas co-

mo subespecies. Por exemplo, desde Altabello (1921) os lobos de Italia son considerados unha subespecie: Canis lupus italicus. A maior concentración de lo-bos da Península Ibérica sitúase no seu ángulo noroccidental. Existen outras poboacións, moi-

to máis fracas, entre as que se encontra a de Sierra Morena. Pa-rece que o lobo do Noroeste presenta riscos morfolóxicos particulares que non se amosan no andaluz nin no de Maestraz-go, se é que alí quedan lobos (non o sei). O lobo do Noroeste ofrecelle á consideración do analista un grande desenvolve-mento da rexión occipital e en xeral unha considerábel poten-cia muscular na cabeza. O cita-do Bárcena asocia esta caracte-rística (falo de conversas infor-mais) coa especialización do lobo do Noroeste Ibérico na ca-za de poldros das greas dos ca-balos ancentrais da Gallaecia. Nos nosos cabalos de raza gale-ga. Vistas así as cousas, o doutor Hermida Lorenzo chega a unha conclusión que o meu infor-mante copia entre aspas, polo que supoño que se trate dunha transcripción literal que eu tra-duzo ao noso idioma así: “A poboación ibérica amosa caracteres morfolóxicos dife-renciados doutras poboacións europeas, sendo maior a dife-renciación dos lobos que habi-tan o cuadrante noroccidental da Península Ibérica, precisa-mente onde se sitúa o groso da poboación. Por iso considera-mos apropiada a descripción dun taxón subespecífico novo para identificar o lobo que habi-ta o cuadrante noroccidental da Península Ibérica: Canis lupus gallaicus subesp. nov”.

Pensabamos que “tema lobo”, que tanto odiou Gonzalo R. Mourullo, ficara esgotado no FONDO DOS ESPELLOS; pero, ca. O lobo regresa outra vez aquí, a este espazo de soño e de reminiscencia

Imaxe da loba da que escribe hoxe Méndez Ferrín. Foto orixinal de Pedro Alonso e Juan Villar.

NO FONDO DOS

ESPELLOS X.L. MÉNDEZ FERRÍN

A

Canis lupus gallaicus

FARO DE VIGO Sábado, 12 de junio de 20104

Co PEN Internacional

Faláronme varios amigos de Ourense da ex-celente impresión que lles produciu o discurso de John Ralston-Saul, presidente do PEN Inter-nacional, o venres antepasado en ocasión da Bienal literaria que celebrou sesión na miña ci-dade natal. Todos coincidiron na calidade for-mal e na nitidez das ideas expostas polo presi-dente, sobre todo no referente ás nocións de li-bertade no universo de expresión literaria e de multiculturalismo. Eu estiven alí e podo decer que participo da boa impresión recibida polos meus coterráneos.

Ralston-Saul é un novelista e ensaíasta cana-diano de lingua inglesa que falou connosco nun francés impecábel. No seu discurso e na conversa que mantivemos, na que tamén partici-pou Luís G. Tosar, o escritor manifestou ser un en-tusiasta defensor do bilingüismo que hoxe é rea-lidade na totalidade do Canadá e que progresa especialmente nas rexións anglófonas. Cada vez son máis as familias de lingua inglesa que en-víen os seus fillos á escola francesa para faceren nela inmersión lingüística. Parece ser que as co-munidades indíxenas amerindias e esquimó es-tán a tirar beneficios deste novo e universal bi-lingüismo anglo-francés no que respecta á boa conservación das súas linguas e culturas amea-

zadas. Cando eu era mozo, o Canada francés sentía

vergoña da súa lingua e procuraba anglizarse. Un factor negativo para o francés do Canadá era o poderoso clero católico que mantiña os seus parroquianos alonxados das raíces e da cultura francesa, que consideraban pecaminosa e blas-fema desde a Revolución de 1789. O clero fran-cófano do Canadá seguía sendo monárquico e fomentaba nos fieis o odio á República France-sa. Tivo que ser a miña xeracións a que, fundan-do o Front de Libération du Québec e os novos sindicatos obreiros nacionalistas, fixeran agro-mar, co laicismo e a esquerda patriótica, unha nova mentalidade, que nada menos que Charles Degaulle propulsou co seu berro, tan pouco di-plomático como efectivo, de VIVE QUÉBEC LI-VRE!

Todo parece indicar que, moitos anos máis tarde, está a medrar na totalidade do Canadá o pluriculturalismo. A min pareceu que o discurso de John Ralston-Saul no centro cultural da De-putación de Ourense constituiu unha amósega brillante do que lles digo.

Todos aqueles que quixeren colaborar coa súa opinión en NO

FONDO DOS ESPELLOS poden escribir por correo ordinario a: X. L. Méndez Ferrín

FARO DE VIGO Rúa Uruguay, 10-A

Aptdo. Correos, 91. VIGO

CAIXA POSTAL

cabo de recibir unha carta de Pedro Alonso Iglesias, impulsor do

grupo naturalista Erva, do que son amigo. No envelope inclúe-se a fotografía dunha loba toma-da o día 25 de marzo pasado (Marzo espingarzo) “no piñeiral que hai ao N da estación de es-quí da Serra de Queixa”. Dime Pedro: “Levamos pondo cámaras que se activan atomáticamente cun dispositivo de raios ultraverme-llos desde o ano pasado e esta é unha das mellores fotos”. A loba da fotografía parece nova e resulta ben bonita. Ela está cadrada de mans e patas sobre a neve e olla atentamente para o obxectivo coas orellas guichas avante. Vira o pescozo para fitar, con xesto moi lobeiro. Os famosos ollos oblicuos, dos que falan todos os que viron o lobo, a penas se adiviñan; e é mágoa. Arredor dos carrelos branquexan as puntas dos pe-los, o que lle dá moita cara ao animal. Pelaxe a súa que, en xe-ral, tende a vermella, non sei se por natureza ou por efectos da cámara. O rabo pende flácido. A loba parece moi mollada. A loba sitúase nunha chan ou nun calveiro branco do que so-bresaen cimos de uz. Flairas, di-ría Novoneyra. Por tras dela vese o bosco coas ponlas domeadas polo peso da neve. Riba da fera, o lugar dos medos ancestrais, que é o bosco. No intre da foto, o termómetro marcaba 41 graus Farenheit, que eu non sabería reducir aos nosos centígrados. A loba quedou aí, eternizada na Serra de Queixa. Hoxe está viva e se cadra críando os lobecos. Do mesmo modo que os lo-bos soen andar en salvaxe com-paña, as noticias sobre o lobo adoitan a aparecer xuntas. Advertírame Felipe Bárcena, experto na materia, unha tese de doutoramento sobre o lobo fora recentemente defendida na USC. Máis exactamente, unha tese sobre o lobo na Península Ibérica titulada Morfología y sis-temática del lobo ibérico (Canis Lupus L.). O seu autor, Roberto Jesús Hermida Lorenzo. Outro amigo, que non é nin-gún dos citados, faime chegar moi amabelmente unhas notas tomadas por el sobre o contido da tese do doutor Hermida Lo-renzo. Dado que non tiven oca-sión de ler aínda Morfología y sistemática del lobo ibérico ba-sareime en ditas notas e na mi-ña propia experiencia lectora para expoñer o que segue. O lobo é unha especie exten-dida por territorios inmensos do planeta, nos que se inclúen Eu-rasia e América. Isto ocasiona que se produzan formas grupais adaptadas a diversos sistemas que, en determinados casos, esa rexionalización dea lugar a pe-cualiaridades morfolóxicas ex-tremas que foron descritas co-

mo subespecies. Por exemplo, desde Altabello (1921) os lobos de Italia son considerados unha subespecie: Canis lupus italicus. A maior concentración de lo-bos da Península Ibérica sitúase no seu ángulo noroccidental. Existen outras poboacións, moi-

to máis fracas, entre as que se encontra a de Sierra Morena. Pa-rece que o lobo do Noroeste presenta riscos morfolóxicos particulares que non se amosan no andaluz nin no de Maestraz-go, se é que alí quedan lobos (non o sei). O lobo do Noroeste ofrecelle á consideración do analista un grande desenvolve-mento da rexión occipital e en xeral unha considerábel poten-cia muscular na cabeza. O cita-do Bárcena asocia esta caracte-rística (falo de conversas infor-mais) coa especialización do lobo do Noroeste Ibérico na ca-za de poldros das greas dos ca-balos ancentrais da Gallaecia. Nos nosos cabalos de raza gale-ga. Vistas así as cousas, o doutor Hermida Lorenzo chega a unha conclusión que o meu infor-mante copia entre aspas, polo que supoño que se trate dunha transcripción literal que eu tra-duzo ao noso idioma así: “A poboación ibérica amosa caracteres morfolóxicos dife-renciados doutras poboacións europeas, sendo maior a dife-renciación dos lobos que habi-tan o cuadrante noroccidental da Península Ibérica, precisa-mente onde se sitúa o groso da poboación. Por iso considera-mos apropiada a descripción dun taxón subespecífico novo para identificar o lobo que habi-ta o cuadrante noroccidental da Península Ibérica: Canis lupus gallaicus subesp. nov”.

Pensabamos que “tema lobo”, que tanto odiou Gonzalo R. Mourullo, ficara esgotado no FONDO DOS ESPELLOS; pero, ca. O lobo regresa outra vez aquí, a este espazo de soño e de reminiscencia

Imaxe da loba da que escribe hoxe Méndez Ferrín. Foto orixinal de Pedro Alonso e Juan Villar.

NO FONDO DOS

ESPELLOS X.L. MÉNDEZ FERRÍN

A

Canis lupus gallaicus

FARO DE VIGO Sábado, 12 de junio de 20104

Co PEN Internacional

Faláronme varios amigos de Ourense da ex-celente impresión que lles produciu o discurso de John Ralston-Saul, presidente do PEN Inter-nacional, o venres antepasado en ocasión da Bienal literaria que celebrou sesión na miña ci-dade natal. Todos coincidiron na calidade for-mal e na nitidez das ideas expostas polo presi-dente, sobre todo no referente ás nocións de li-bertade no universo de expresión literaria e de multiculturalismo. Eu estiven alí e podo decer que participo da boa impresión recibida polos meus coterráneos.

Ralston-Saul é un novelista e ensaíasta cana-diano de lingua inglesa que falou connosco nun francés impecábel. No seu discurso e na conversa que mantivemos, na que tamén partici-pou Luís G. Tosar, o escritor manifestou ser un en-tusiasta defensor do bilingüismo que hoxe é rea-lidade na totalidade do Canadá e que progresa especialmente nas rexións anglófonas. Cada vez son máis as familias de lingua inglesa que en-víen os seus fillos á escola francesa para faceren nela inmersión lingüística. Parece ser que as co-munidades indíxenas amerindias e esquimó es-tán a tirar beneficios deste novo e universal bi-lingüismo anglo-francés no que respecta á boa conservación das súas linguas e culturas amea-

zadas. Cando eu era mozo, o Canada francés sentía

vergoña da súa lingua e procuraba anglizarse. Un factor negativo para o francés do Canadá era o poderoso clero católico que mantiña os seus parroquianos alonxados das raíces e da cultura francesa, que consideraban pecaminosa e blas-fema desde a Revolución de 1789. O clero fran-cófano do Canadá seguía sendo monárquico e fomentaba nos fieis o odio á República France-sa. Tivo que ser a miña xeracións a que, fundan-do o Front de Libération du Québec e os novos sindicatos obreiros nacionalistas, fixeran agro-mar, co laicismo e a esquerda patriótica, unha nova mentalidade, que nada menos que Charles Degaulle propulsou co seu berro, tan pouco di-plomático como efectivo, de VIVE QUÉBEC LI-VRE!

Todo parece indicar que, moitos anos máis tarde, está a medrar na totalidade do Canadá o pluriculturalismo. A min pareceu que o discurso de John Ralston-Saul no centro cultural da De-putación de Ourense constituiu unha amósega brillante do que lles digo.

Todos aqueles que quixeren colaborar coa súa opinión en NO

FONDO DOS ESPELLOS poden escribir por correo ordinario a: X. L. Méndez Ferrín

FARO DE VIGO Rúa Uruguay, 10-A

Aptdo. Correos, 91. VIGO

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