Perspectivas metodológicas

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Ángel Dávila. Las perspectivas metodológicas cualitativa y cuantitativa en las Ciencias Sociales. Debate teórico e Implicaciones praxeológicas.Capítulo 2. (1999)

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68 Parle 1.. La construcción del r:oníe¡to tcórico r:ualurtttv,t

es en algunos de sus autores y desanollos dondc sc ¡ructlt:n cnconlnlr algunos de los ejem-plos más claros de esta "tercera cultura". Como dicc Atlarr (1990) "son de hecho nocionescibeméticas (las) que se sitúan en la bisagru drl ¡x,rt.tttnriutto .y dc la materia (Costa deBauregard) o también entrelafísica y la biokt,qíu (S. I'irpcrt) y que obligan a interrogarsede nuevo sobre la cuestión de la realidad l¡atcrial o itlcal dc las nociones físicas, aun de las

más habituales".Ahora bien, más allá y acaso más acá, dc la segunda cibcrnética y sus distintas mo-

delizaciones, del posible y deseable desarrollo dc esta "tercera cultura", una de las princi-pales enseñanzas de toda esta historia desde la perspectiva de las Ciencias Sociales es laesterilidad y negatividad de las copias y traducciones acríticas que las Ciencias Socialeshan realizado de las Ciencias Naturales en su afán por superar su complejo de menor"cientificidad".

La sociedad, lo social, es un fenómeno cuya dinamicidad y complejidad supera conmucho a todas estas modelizaciones por ricas y complejas que sean, aungue reductoraspor su propia Naturaleza. Po¡ ello el "análisis concreto" de lo social debe ser una de las lí-neas directoras de la investigación por encima de toda modelización a priori.

Ahora bien, siendo esto cierto no lo es menos, como señalan muchos de los autorescitados en este capítulo, que nuestra sociedad no puede ser comprendida si los investiga-dores y científicos sociales desconocen los desarrollos de las denominadas CienciasNaturales, ya que son estas ciencias y sus desarrollos los que subyacen en la mayoría delas nuevas problemáticas surgidas en nuestra sociedad contemporánea. Por ello, los cien-tíficos sociales deben tratar de tener una formación integral lo más completa posible.Deben ser este tiers-instruit capaz de superar las clásicas dicotomías para poder integrar-las y articularlas en un desarrollo más rico que pueda hacer frente a los nuevos desarro-llos sociales. En última instancia y más allá de cualquier tipo de "tecnología experimen-tal" es la formación lo más completa e integral posible del investigador social lo queposibilita el mejor uso, separado y/o conjunto, de la totalidad de los métodos y técnicasdisponibles en las Ciencias Sociales y;'por tanto, la mejor garantía de su propia forma-ción como "metodólogo".

CAPITULO 2

LAS PERSPECTIVAS METODOLÓCTCASCUALITATIVA Y CUANTITA|IVA EN LAS CIENCIAS SOCIALES:

DEBATE TEÓRICO E IMPLICACIONES PRAXEOLÓGICAS

Andrés Davila

Entre los investigadores sociales no hay serias diferencias en-tre quienes observon sin pensar y quicnes piensan sin observar;las diferencias más bien se refieren a qué clase de pensamiento,qué clase de observación y qué clases de vínculos, si es que hay al-guno, exislen entre ambas cosas.

C.Wright Mílls

El par cuantitativo/cualitativo se expresa de modo harto frecuente como una integra-ción de otras tantas oposiciones caras a las Ciencias Sociales como son: objetivismo/sub-jetivismo, empirismo/especulación, holismo/reiativismo, etc. Todas ellas se establecen enuna red de oposiciones que muestra la asimetría de dos cadenas:

Cuantitativo =+ Números-Exterior-Explicación-Facticidad...Cualitativo .+ Palabras-Interior-Comprensión-Virtualidad...

Red de oposiciones que no se agota en cada una de las cadenas, sino que propone lainstauración de "perspectivas", "enfoques", "métodos de investigación", etc., aunque es

alimentada por la presencia de dogmáticas enliza; üna cuantitativista y otra cualitativista.

2.1. La radicalización de la dicotomía cuantitativismo/cualitativismo

La oposición cuantitativo/cualitativo comienza por una distinción ontológica entrecantidad y cualidad, ambas en relación dialéctica pues es posible la transformación de una

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1O Purtc L Lu t onslruc¡:ión dcl ct¡ntc.rk¡ tcórit¡t tualit¿tit,o

en otra. Ahora bien, la asignación respectiva de "números" y "palabras" a uno u otro tér-mino de dicha oposición (cuantitativo/cualitativo) pretende señalar una radical diferenciaentre lo que de "preciso" hay en la cantidad, así como lo que de "impreciso" hay en la

cualidad, y que una ecuación simple identificaría Ia cantidad como aquello que hace preci-so y es precisable, y la cualidad como aquello que hace impreciso y es imprecisable.

2.1 .l . Imperialismo cuantitativista

En este estado de cosas, si al número se le atribuye un gobiemo riguroso y a la palabra se

la ca¡acteriza por una ambigüedad inherente, asistiríamos por tanto a la presencia de un dife-rente rendimiento comunicofrvo por parte de ambos términos. Con frecuencia se sitúan los nú-meros y las palabras, como meros sistemas de notación escrita mediantc los cuales se transcri-ben las observaciones y exámenes llevados a cabo; dicha operación suele definirse como"producción de datos" en la que se generarían tanto datos cuantitativos (exprcsados en lenguajematemático) como datos cualitativos (expresados estos en lenguaje natural). Ahora bien, si a

esta producción de datos se le aplica un principio de máxima comunicabilidad, la dimensiónóptima de ésta recaería en los datos expresados en el lenguaje universal de la matemática,loque nos sitúa en una perspectiva confusa (en tanto identiñcación abstracta particularizante) dela matemática como ciframiento y del ciframiento como única expresión de lo real.

Toda esta identificación, o mejor aún, toda esta sucesión de identificaciones, tiene su

fundamento en una inexactitud manifiesta (J.lbáñez, 1985, 1991) al menos por las si-guientes razones:

l.El número en modo alguno es el pivote sobre el que se centra la concepción mate-mática: el concepto matemático central es el de Orden.

2. Enumerar no es cifrar ni medir.3. La matemática (mathema.) no es sino autoconciencia de la propia actividad.4. Los datos no se consignan en números o palabras sino que lo producido (dato) está

en función del proceso de producción ([os juegos de lenguaje).5. Si el número es exacto, la palabra es anexacta (y no inexacta).6. Los números nada son sin palabras.

Así pues, el criterio comunicativo se diluye: "hay matemáticas sin número" y además"los números están supeditados a las palabras, pues el lenguaje matemático es parte dellenguaje común" (l . Ibáñez, 1992).

Dicha comunicabilidad (en sus diversas formas de exteriorización, codificación, so-metimiento al escrutinio, etc.) aparece evocada de manera harto frecuente en la literaturaintroductoria a los "métodos de investigación social". Un buen ejemplo de ello lo constitu-ye la obra de Festinger y Katz (1992) en cuyo prólogo se reflejan con detalle los presu-puestos explícitos e implícitos con los que el cuantitativismo conforma el mundo social:

El descubrimiento contemporáneo de que la metodología científica puede aplicarse a losproblemas humanos revolucionó la psicología y afectó notablemente todas las ramas de lasciencias sociales (...) En consecuencia, la investigación empírica y cuantitativa tuvo en nuestrocampo un desarrollo sin parangón.

En esta cita se nos sitúa en el ejercicio dc autoclasilicación ¡rro¡rio <lc lirs ('it'rrt lrs

Sociales. La evidencia de los criterios de demarcación científica y las disputas act:«';r rk'l

carácfer científico de las prácticas cognoscitivas pueden rastrearsc en numerosas prcs('r)lir

ciones de las disciplinas que se cobijan bajo ese rótulo: ¿las Ciencias Sociales son (o no)

científicas? Ya se consideren agotadas o simplemente agotadoras, tales discusioncs sicrrr¡rrtr

giran en tomo al "método científico"; más aún, ellas mismas son científicas, al menos crr

sus aspiraciones. Ahí, "el método" es el modelo y por lo tanto la autoclasificación de Ias

llamadas Ciencias Sociales no se lleva a cabo sino por una emulación con respecto a tal

modelo.La adopción de "el método" ha de ir de la mano de la adaptación del mismo: difcren-

ciación, pues, de las ciencias por esta adaptación que genera un objeto de estudio, donde

la especificidad ("social") de la investigación es resuelta por el campo en que es aplicada:"problemas humanos".

En los primeros tiempos de los estudios sociales era justificable que los estudiosos dicsen a

conocer los resultados de su meditación sin especificar Ia forma en quc habían llegado a sus in-terpretaciones, ya que en ese período trabajaban más como artjstas intuitivos que como científi-cos. Pero hoy, cuando intentamos la experimentación y la cuantificación, no tenemos excusa pa,ra dejar de codificar nucstros procedimientos. (..i) Sólo en la medida en que explicitemosnuestros procedimientos podremos probarlos, criticarlos y mejorarlos (Festinguery Katz, o. cit.).

Así, la oposición cuantitativo/cualitativo obedece a los cambios organizativos genera-les en las Ciencias Sociales; la cita que nos sirve de pretexto se ordena mediante una recu-rrencia cronológica: primeros tiempos, descubrimiento contemporáneo, hoy inexcusable.Se desprende de ello una procesualización (por fases) que mantiene una secuencia lógicaen la investigación social: ésta posee un antes, un aho¡a y un después. En dicha secuencia,cada fase tiene un carácter de transición, esto es, posibilitar el alcance de la fase siguiente;de tal modo que la secuencia misma mostraría un carácter definitivo, debiendo respondercada fase a una exigencia particular que conlleva la caracterización del antes como justifi-cable, el ahora como emprendible y el después como alcanzable, todo ello además con ca-rácter necesario porque dicho proceso está dirigido en última instancia por un postulado deobjetividad.

Los dos polos de este proceso, que además se definen por un desarrollo lógico y tem-poral, vienen caracterizados por dos figuras, de las que sólo la segunda podrá ser entendidacomo genuina de la investigación social: el ortista intuitivo y el científico. Así, por acciónde un mero "perfeccionismo" metodológico y una árera "estandarización" técnica, la inves-tigación empírica y cuantitativa habría ido destenando al artista intuitivo y la explicitaciónde procedimientos técnicos había de permitir consumar al científico.

Alora bien, una formulación tan general como ésta hace que dicha lectura sea similara aquella que explica el "paso" del artesanado al proletariado industrial apelando al hechode que se trata de una transición requerida por las innovaciones tecnológicas. Para superareste planteamiento unidimensional hemos de atender al imperativo expresado en la cita de

Festinger y Katz: inventarior pro7resos, comunicar hallazgos o informar de técnicas y en-

foques, para así observar la inserción de tal cienfífico a tenor de la constitución en fases

por la que tradicionalmente también se ha definido a la "ciencia": amateur, académica yprofesional.

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}' t, L, Ib, t, U t' T' U t' U U U U U IT UUUUt)

('il1)tlttlt) ,t l'rt:¡;r't trt'rt.s ¡ttt'tt¡dttl0tit Q,t t ualitativa y cuontitet¡v(r e n las Cient.ias S'r/t.ialc.¡ j -)

llt'itt¡rrrun,lr,t/t,nrL.l,trrl.rrlrll,,trt(¡ntl{.1 t,vlt¡,lt.lrtrt¡tl¡11¡¡t¡t,ttlt,lttt(,1()(l(ttit:ttttfic0u lrtt ¡ttttltlt'ttttt\ llt0tttt¡tt)\ tttt¡ t.l tlt ¡ttttt¡llt¡ \ilt l¡tlttilt.ti¡¡il tlt,ltt il^t(,.\.ltl:(l(:tt)il (uanfitot¡vo:rliftltr tltlt't'l lrt'rrr¡ro,,r. Itr.lrr.rr' ,rt illtrIl,rllv0.Itl(,ti (llt(.ttr t rrlt.ttl:tl, rtl l)logfcso (nucSlrOS prO-!t(\'()'\) \('l('lllll(' 1l tltttttttttttt (r¡rrc ltlr't;tlrrrt'ulc sr¡,¡¡¡1111¡ lnoul(ir) ti calrtida<t). Desde esta¡rt:ts¡x:t livit. llt'1';trLr t'l ll¡oltlt'ttl, tlt' l¡lcl¡lrrr l;t tr,¡tu nrrt,trlttt.iótt y la cuantiÍicación, se aco-tllclc t'l lttlltlt:ris tlt' 1." ¡r¡111'¡¡ 1os y r('t11)r'('sos; .rr .l cuiurrilativi;mo se encadenarán la uni-vcrsrlll(la(l rlt' l:r "lCy tlt' los crtorcs" rlt: un Quctclct «l la "regresiór,,¡lo*áinau de un Caltono crl "arrilisis rrr.r.¡iirr" rrt' uu l)carsolr, ctc. (sin tener en cuenta, por ejempro, las alianzasquc fuctrrrt l)(:(:('silnil\ l)ara Ia ifnplafltación de cada una de dichas foÁulaciones: comoejcrnplo ¡ructlc totttarsc cl caso dela estadística matemática inglesa y la eugenésica). Todosestos desarrcrilos suponcn un inrenro por exarrar ra progresivíii¡iárii, y refinamiento deuna cuantificación concebida como señera de los méto-dos posiiivos en óiencias sociales,que habrán de unir en un mismo cometido contabre a higienistas,

"*non-tirrur, médicos, re_formado.res sociales... y a cuanto promotor infatigable ¿á cuantiiicaci;;;r-;"" susceptible, asu vez, de ser promovido

2. I .2. Tríunl'a lismo c ua litor ív i sta

. Frente.a toda explicación por Ia causa o por la le¡ otras literaturas dibujan la altemati-va de una descripción comprensiva, estableciendo una cadena afiliativa que pugna por abar-car la verstehen de webe¡ la.fenomenorogía de Husserr, ta psicorogra ál b crrtart, ta an_tropología de Lévi-strauss o la semiologrioe R. narttres, ñ"iñi;. ún'brrun.. de esraproducción teórica se halla en la obra de Goldmann para qúi.n * cierto estrucfuralismo, yadesde sus primeras tentativas comprensivas se opone radióalmente al atomismo empirista yracionalista que ha regido duranté décadas las ciencias humanas 1ue ha sido explicitadoanteriormente en el contexto de la historia de las ciencias-. Dicho ástructuralismo, que escalificado como e§tático' opone la existencia de estructuras a las leyes y correlaciones uni-versales como las únicas capaces de explicar la importancia y sigíiriáu.ión de tal o cualelemento parcial.

Además, la posición cualitativista no se desmarca del cuantitativismo (en tanto que am-bas suponen un mismo reduccionismo) por lo que concieme a la ..ilusión descriptiva,,, puesen.ambos casos hay una asunción de la ransparencia del lenguaje; .uo

"n.i.uro del cualita-tivismo conlleva una eskecha dependencia dé la teoría a.r."É.*t" 1rr;;;;., er caso de Iaformulación austiniana de los "actos de habla" 1ue abren sobre la teoría weberiana de la ac-ción social la posibilidad de una unidad de análisis, pues los actos de habra no pueden cum-plirse sin Ia comprensión de otp-, ya que también insistirá en Ias funciones no referencialesdel lenguaje"' o zarandeadaen las p.opuestas etnometodológicas de Garhnkel (1g67) -insis-tencia en la indexicaridad ("incertidum'bre del conrexro,,¡ v ínu,ri*i¡á)i-(.toda actividad

ll-**r, es adividad y es hlmana"! y en et anatisrs .onuersacioíri, qü.Jro", su interésacerca de la ob.ietividad de Ios hechos áe signiñcació, proponi"ráá;;;;;^ de descrip_ción de las estructuras conceptuales de cielas actividades sociales). El cualitativismo se hacaracterizado así tanto nor un i'fetichismo del concepto', como por rí"."rffi* de ra reari_dad en tanto sistema dÉ signos lpansemiología) que, oponiéndose al formalismo instrumental

fL^":Tl1t1,,yismo, procra'ma.un intuicioni;-; ó";" se somere a Ia rarea necesaria der des-clrramrento de las estructuraciones simbólicas que habría de permitii;b^**ü mera ..repre-

sentación", la cuar constituye er punto centrar dei planteamiento cualitativista.

En tanto que dicotomía exacerbada, Ia oposición cuantitativo/cualitativo en las Cien-cias sociales es asimilablea un mapa_militar que se despliega en formas de frente y reta_guatli1-¿quién es primero?-, y cuya lectura hi de ser r.rr"ii, en términos de ,,estrátegia',y "táctica";.no en v.an9: su relación se plantea como diafóricd, esto es; cada una reenvÍa a Iaotra como instancia discursiva anterior o posferior. Por ello, si hemos de ceñimos a losplanteamientos suscritos bien desde el "cuantitativismo" bien desde el .,cualitativismo,,

noharemos entonces otra cosa que constreñimos al estado de guerra perrnanente en el que unoy orro se.inscriben (y se sugieren de forma mutua). Guená, bataila, .o*uu,., lucha... queson' por 1o demás, ampliamente repetidas en los entramados labeínticos de unas y otrasdisciplinas; por ejemplo, también "la historia de la corriente principal ¿e ias *at.-aticas esuna guerra entre ra geometría.(intuicioqismo) y el álgebra (formalismo). Geometría y álge-bra tienen su origen en la escritura: la geometría en lá escriiura pi.togá* -un análisis delobjeto-, el álgebra en la alfabética -un análisis de la actividad á.t rí¡"to- La guerra es deocupación del espacio porer número: der objeto por el sujeto', (r.rbááez:,l993). ..De

dondelas sístoles y diástoles de filosofías (...) de lá intüición. V los movimientos conjuntos de fi-losofías opuestas, los formalismos', (M. Senes, lgpl).

La historia de las Ciencias sociales podemos describirla como una guerra entre .,ex-plicación causal" y "comprensión estructural", cuya predicación excruyeíte tanto por par_te del cuantitativismo -predicación lineal causaiislr- .o*o po. puné áel cualitativismo-predicación /armal estrucfuralista- habrá de sostenerlas en ial eitado de guerra perna-,.rl!"; dg forma tal que cada.una de las partes contendientes sea definida sóro por su opo-sición a la otra. Guerra también de acusáciones en la cual el cuantitativismo sería así el lu-gar de "las cuentas del Gran Capitián,, o de ..el

cuento de la lechera,,; y el cualitativismosería el lugar de "el cuento de nunca acabar', o de ..la

cuenta de tu ,i".¡uj... pu"s, la lineali_dad causal consrruirá un mundo de abalorios (donde todo i"a" iiro',liirr,

"o,,,o en un ro_sario las cuentas) mientras que Ia formalidad estructural conformará mundos de leyenda(donde todo debe insertorse, como en un libro los cuentos).

Si atendemos a la clásica definición de von Bürow ar respecto: ,.ra estrategia es laciencia de los movimientos guerreros fuera del campo de visión del "nr*igo,

la táctica enel interior de aquéI", entonces se percibe claramente que tanto el cuantitativismo como elcualitativismo se otorgan a sí mismos un carácrer estritégico, imponienJá al contrario suqro¡i9 gamp_o de visión y no permitiéndore por ranto otro margen que el de ra disponibili-dad táctica. Es el célebre reduccionismo que obliga-al enemigoa desplegarse en un campoque ha sido diseñado en exc.rusiva po. uró solo d"e los conteidient.r. oEro" este punto devista,.es comprensible la atribución táctica que desde el cuantitativismo (ail-ooa¿o .n elmlnejo de todo lugar constituido ya como piopio) se otorgará a la ..irrupción,,de

/o cuari_tativo, pues éste debe atravesar el tenitori,o jocipudo por aquél- sin ser yi.rro; esto es,obligado a moverse fuera del campo de visión del otro. i viceversa: en su afán de equipa_ración geoestratégica con respectó al cuantitativismo, el cualitativismo se sacude tal asig-nación táctica y apera a la pretensión general de formular una sistematicidad globar quehaga encajar todo.

El modelo estratégico, que primero es miritar y después científico, está organizado porel postulado de un poder; por eso mismo, ras estraiegiaj militares o ci"ntin.as siempre hansido inauguradas gracias a la constitución de campos ..propios', (ciudades autónomas, insti_tuciones "neutras" o "independientes", laboratoiios de investigaciones ..desinteresadas,,,etc.| pues "las esrraregias son acciones que, gracias at portuuao á;;lúrrJ. poder elabo_ran lugares teóricos (sistemas y discursós toializantesj capaces ¿e articujff un conjunto de

l

l

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l)urt<, l. Lu constru(;(tótt dcl «¡ntr:¡to tcóric.o t:ualttutit,o

lugares físicos donde las fuerzas están repartidas. combinan estos tres tipos de rugar y pre-tenden dominarlos, unos por otros; priviregiando, pues, las ."ra.ion"s'ae lugar,, (M. decerteau' 1990)' En consecuencia, taéstrategla se.insraura en tanro principio de inteligibili-dad aunque no en tanto regla de acción paraia lucha (ya sea política, de crases, etc.), cuandoésta necesariamente ha de ser pensada.Podemos rastrear en términos históricos esta. instauración, por ejemplo ..para

pensar IosIazos sociares, el pensamiento político burguésdel sigro xvrrr sc procrió taforma jurídicodel contrato' Para pensar la luiha, el penümient o revorucionat¡á ¿et xx utiliza la formaIógica de ra contradir:ción: esto no ., ,in duda más válido que "dx;.;, contraposición,los grandes Estados del siglo xlx se procuraron ,n p"nsa*iento es(ratégico mientras que laluchas revorucionarias, por.su parte, no han p.nrudo su estrategia-mai'ir. a" una formamás coyuntural, e intentando sie-p." inscribirla en el horizontJ a. Iu-.ánr.udicción,, (M.Foucault, l979).

cabe retomar a la consideraciones acerca de la inversión de frentes y retaguardias,puesto que a Ia instauración de lo cuantitativo como lógica e ¡istóricamenil unr..ro. -*ornose ha puesto de rerieve en 1as páginas que han sido dJdicadas u lu ;;ir; der paradigmacuantitativista dominante- lo cualitativo'aparece ahora ,o^o pri*r*, pr., ,g orden sociales del orden der contar, primero cuentos y Iuego cuentas; Ia rengua impone ya un sistema dedictados e interdicciones: esre orden ei cuaiitarivo, Ia moneja ro

"'ráriiii.u,, (I. rbáñez,1985). Aunque no se trata aquí ya de una linealiJad,causal a la que meramenre oponerse si-no de señalar er desprazamienro del acenfo desde tos meto¿ás^c;;iñ;: a los mérodoscuantitativos -caso del debate sobre er concepto de ,.crase,, ,rrru,

"t áili"s-tratificación,,: setrata de estratificar por salarios (criterio lineal, mensurable) donde antes se clasificaba porclases (criterio discontinuo, fo[nal)-, siembre encamina¿o hacia una cosificación de lo realen la convicción de que existe un mundo objetivo susceptibre de ser conocido -tratando co-mo una realidad independiente aquello que no .s sino una .onri.rnu.ián J. lrs .ir.rnstan_cras que la engendran-.

Por contra, entonces, ra estrategia también ha de incluir ar agente de su propia activi_dad y. no sólo dar propósito a toda aición (en la idea weberiana áZ qr. .i *¿¡ vad.or de rasciencias sociales es un objeto del mismo tipo q* estudia), pues ,.ra estrategia debe entraren el campo de baralla con er ejército, pu*.or"..tur los deiailes ,ou..

"i-i"o"no y hacerlas modificaciones al plan geniral,

"oru qu" es incesantemente necesaria. En consecuen_cia, la estrategia no puede ni po. un ,non,.n,o ,urpender sus trabajosr; ióiausewitz, r976).La estrategia, pues, ya ,o tetide de forma excluü en un estado mayor o alto mando, si-no en todo cuartel general o mando intermedio que se tercie; mejor dícho, el estado mayorestalla, surgiendo a cada paso en cualquiera de lás elemento, .noímru¿or.

-'

2'2' D.iseños de investigación: diseño táctico cuantitativist a versusdiseño estratégico cualif ativista

Estas modificaciones al''plan general" se explicitan, de forma harto elocuente, si nosdetenemos con cierta atención.n.ipro."roa.iáir"no de ra investigación social tantoenel enfoque cuantitativo como en el cualitativo. cuarquiera que sea, -t'oaul*rtigución

co_noce un comienzo; esta oosición inicial podrá ser esiablec¡da u p*i. J. .i..ta diversidadde opciones ya probadas con anterioridua 6o qu. en términos ajedrecísticos _si optamos

t7fIUUIYIU|lr'

por el juego del ajedrez como simple ilustración para nucsrros irrrcr.t:st:s trt:sr.¡¡¡¡1¡,,,,., :,{.denomina: "variantes de apertura")- Sin embargo, y antes de barajar su ¡xrsrtr¡r t.¡.t,r rr,,habráde atenderse a una constricción a priori, cual es la consideración misrna rlc (al ¡rrrrrt.de partida' Así, iniciar una investigación puede entenderse en tanto:

l' Es el primero de una serie de pasos sucesivos (siendo cada uno responsable del siguienre). Esta forma.estipula que er punro arbitrario de partida p*fiirro er punro deIlegada. Podríamos decir que, de arguna manera, en el primero ,. .í.r"rt.u formu_lado ya el úrtimo. Nos

.encontramos, pues, ante un punlo priviregiado: en el movi_miento de sarida se define toda la partida, por ro qú. unu ..mala"sarida,,

(una maraelección de la variante) condiciona todo el disanollo ulterior. En tal movimiento to-do se decide-

2. Es una tarea entre otras (siendo todas co-responsables y, en modo alguno, Iineales).Cada una de ellas es susceptible be transformación, revísión y.u"rtio'nu*iento. Así,pues, la primera -por el hecho de serlo- no es diferente al Áto de tareas a realizar.Nos encontramos,.en.este caso, ante ün punto partícipe;iniciar ra partida es uno detantos momentos del juego, donde es difícil designa, d. unt"runo a alguno de entreellos como decisivo.

Las dos versiones exigen y permiten unas actuaciones bien distintas. La..versión 1,,(cuantitativa) da cuenta de una concepción de Ia investigación en etapas; no, hublu d. unuprogresión cronológica ("cada cosa a su tiempo,,), donie la, tr..ur'po. ..utiru. conocenun orden pre-estabiecido tan ineludible _una jérarquía_ como ,"..rulo 1;,ruda cosa en sulugar") para asegurar que se evita .*rr, pr.o*pación ésta primordiar á"ra" or perspectivadistributiva (también de tareas).

Nótese que hablamos.de e.nar y no de error (por ejempro, en estadística se distingueenlre elIores de recopilación de datos, errores de muestreo, errores de test de significa-ción"'), puesto que el errar al que nos referimos debe ser considerado en su doble acepción,dado que bajo esta premisa. --evitar errar- se pretende erradicar, "n

y po, J alsarroilo mis-mo, tanto lo erróneo como lo errátíco;

l. Lo erróneo: errar que se.refiere ara equivocación. por una parte este errar trae a Iasmienres al error en sentido estadístico (por ejemplo, .qri;;.;;;" ;i u-n*u. _o no_una supuesta relación entre variables). Ahora bi-en, si iontemplamos que comererequivocaciones no es otra cosa que permitir ro equívoco 6 l; q;;"., lo mismo,aquello que clama a todo por igual: der ratín equi+vororir), "niiires

er impedirque lo equívoco se instale en tal progresión oonológicu rigriii.u áirtinguir el puntoarbitrario de partida der punto de lregada. Es así corio, ba¡"o esre u*io*u, se definen

- un conjunto de premisas apartirdel cual se puedan extraer cie¡¿as conrclusiones.2. Lo ená¡ico: errar que. se refiere a ra vaguedid, en orras p"r"b.;r,;i;i;cro de andarvagando, sin rumbo fijo. Impedir este efecto de indeterminacion

"s et ou¡etivo de laestipulación secuenciar (serie en,ra que Ias partes que la integran no sólo se siguen

unas a otras sino también unas de otras, cada una a partir dela anterior), de formaque se produzca el reco¡rido compreto desde la primera tureu la.nniipi"misas) a laúltima (extraer conclusiones), impidiendo de esta manera ya sea ..orvidos, ,.saltos,,,

"desvíos" o "detencionesl que harían que todo el desa¡roílo ;pJlr* de incohe-rencias e inexactitudes. La investigación se pretende, pu"r,.o.o un áesarrollo en

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'Itr r"ttrr r l tt tt,u\rultttittt¡rtr tturrt,\Í1tr(t»r(.1,<k(rrtrtrtir,o

ol qtlc sc s(:li¿llatl il(l(tcllos l)unfos clavc quc Ic son propios y que se rastrean collsurna lacilidad ell cl n¡odclo de la encuesÍa corr)o son:

- Definir el origen de la investigación concreta- Establecer las hipótesis derivadas

Especificar las variables que comprenden- Determinar el.diseño a emplear para la práctica de la prueba

(verificación de hipófesis)- Delimitar el campo de observación- Obtener la muestra necesaria correspondiente- Elegir las técnicas de observación aáecuadas- Señalar el modo de tratamiento de los datos obtenidos- Clasificar dichos datos

- Proceder al análisis de los mismos- Extraer las conclusiones pertinentes- Exponer los resulfados (informe)

La "versión l" (cuantitativa) tiene entonces por principio Ia adopción de un crierio ló-gico, esto es, entre las premisas y las conclusionés se constituye un estrecho conjunto de re-laciones regladas tales que para ir de las primeras a las seguidas no habrá más que seguirsus estipulaciones. Así el resultado finai de sus aplicaciones conlleva frecuentemente laconvicción de la autonomía del proceso. Bajo este enfoque, cuya pretensiónesla gestionarlas re.laciones intemporales enfie variables. las Ciencias Sociaies'se instauran como gesto-ras' "La estadística tiene que ver con el Estado: es la ciencia del Estado. Mediante la esta-dística, el Estado se reserva er azar y atribuye ra norma: en er protocapitarismo, re permifehacer recuento de sus recursos (estadística áescriptiva); .r.l Éupitutir'ro áe producción yacumulación, le permite luchar contra entes sin eitrategia (estadistica predictiva); en el ca-pitalismo de consumo, le permite luchar contra entes con estrategia (estrategias simétricas-teoía de juegos- o antisimétricas _cibernética_) ,,

(J .Ibañez, l99"la).'El diseño cuantitativo §upone pues una radicalización oet'compínente táctico, al menos

si -como señala Clausewítz--latáiticaes la actividad de preparar y.onau"i, maividualmen-te.los encuentros (actos aislados, cadl go completo .n ,í *ir*o,'qu" ,o*por"n er comba-te), mientras que la estrategia es la actividad de iombinarlor, ,nor'"* ot *ipara alcanzar elobjetivo de la guerra (que no es del dominio de las artes ni de las ciencias sino que es un ele-mento de la "contextura social"). Considerar la mat"cha fuera del encuentro es un gesto muypropio del enfoque cuantitativo; así, reivindicar un predominio estratégico a tenor de dichoplanteamiento equivale a no tener en cuenta que el órden particular de"¡¡arct a está en cons-tante relación con la disposición para el encuintro. En tal enfoque ," pi" u qr" siempre sevence al "enemigo" sin necesidaá de que haya encuentro: como vemos esta es Ia situacióngeneralizada, en todos los ordenes, de gueria sin guerra. por ello, hay que señalar lo quecon demasiada frecuencia se desprecia: que ra táciica y lu

"rtrut"giu'-uirnqr" actividades

esencialmente diferentes- se "penérun muiuamente en ei tiempo y "i "rprrio;1.. .El enfoque cualirarivo (vérsión 2), es en cambio ,n -ui¿J ¿" ;r;;;;"*"r, pues no

1"^:9:ll el trqgho de que -como dice crausewirz- "cuanro más débiles son las fuerzas so-melloas a la dirección estratégica más será ésta accesible al ardid". Así puede manejarse en

:lri:*,:r^::e-l-1láclica se iñtroduce «po.,o.pr.rál en un orden dado; en orras parabras, suurlerencla con respecto al enfoque cuantitativo no es únicamente de naturalezaestratégica

( ul)tlul() ,) I'tt.rprt ltt'u.\ ut(ft)tl(,1!t\l ü.\ t tkiltlttt|ltl y t utiltlttttl|,t! (il ltt\ ( t.,ilt ttt\ .\t\ tttlt.\ I /

sino que también es dc cariictcr táctico; cl discño cualitativo así lo sugierc: a dilcrcrrcia t¡.1diseño cuantitativo (en el quc las hipótesis iniciales y arbitrarias marcan su ¿csarrol¡r-siempre secuencial-) en el cualitativo todo se encuentra sobredeterminado por el objetivofinal; son los objetivos los que marcan el proceso de investigación cualitativa, dado que ce-ñirse a hipótesis previas no haría sino constreñir el propio análisis. El mundo simbólicocapturado mediante discursos no se circunscribe en modo alguno a premisas previamenteformalizadas para su ulterior veriñcación. En la investigación cualitativa, por el contrario,se pretende la determinación dialéctica del sentido, mediante la operación de "desentraña¡significados" (4. ortí, 1986) siempre en relación con los objetivos delimitados.

El diseño cualitativo es abierto, tanto en lo que concieme a la selección de participan-tes-actuantes en la producción del contexto situacional así como en lo que concieme a lainterpretación y análisis +s decir, la articulación de los contextos situacional y convencio-nal- ya que tanto el análisis como Ia interpretación se conjugan en el investigador (en tan-to sujeto de la investigación), que es qüien inregra lo que se dice y quién lo áice. siguien-do a[báñez, por contexto situacional hemos de entender la red de rélaciones socialás quedespliega la técnica como artefacto -nunca neutral-; por contexto convencional, hemos deentender la red de relaciones lingüísticas que despliega la técnica -nunca inocente*. Asípues, en la investigación cualitativa el investigador es el lugar donde la información seconviefe en significación (y en sentido), dado qüe la unidad del proceso de investigación,en última instancia, no está ni en la teoría ni en la técnica -ni en ia aniculación de imbas-sino en el investigador mismo.

También desde este punto de vista puede subrayarse el carácter cerrado del diseñocuantitativo, en la medida en que la rutinización es parte de su apuesta formal (de ahí suexigente protocolarización): pretende ser reproducible en todos sus extremos. Su modeloes algorítmico, pues admite que la existencia de una serie de instrucciones no equívocassusceptibles de ser formuladas, transmitidas y seguidas correctamente -serie a lá que sedenomina "algoritmo"- permite la reproducción exacta de una experiencia, por lo que for-ma parte esencial de sus actividades el control de todo aquello que el algoiitmo contieneen previsión de que el proceso referido funcione mal. En este sentido, iin embargo, .,el

problema (seía) menos el de explicar por qué la reproducción de una experiencia f*.u.uque el mostrar por qué tiene éxito (...) (pues) la transmisión de conocimiento no es direc-tamente controlable" (H. Collins, 1975). Por su parte, el diseño cualitativo se caracterizapor la invenció¿.'esto es, por dar cabida siempre a lo inesperado (attendu l,inattendu); odicho de otra forma, por obturar toda rutina, puesto que lai técnicas de investigación so-cial se aplican a una realidad siempre cambiante.

El diseño técnico, por tanto, sería así en la investigación cualitativa el momenro en elcual se lleva a cabo el perfil y la composición de los grupos que intervienen (así como elnúmero de ellos). Los criterios de su selección son criterios dé comprensión, de pertinen-cia -y no de representatividad estadística-: se refieren a los conjunt,os, a su estructura y asu génesis; es deci¡ por ellos se pretende incluir a todos los componentes que reproduzóanmediante su discurso relaciones relevantes. Por tanto, así como én la invesiigación cuanti-tativa la probabilidad de selección de cada unidad debe estar determinada óon precisión,en la investigación cualitativa este aspecto es relativamente indiferente, ya que én últimainstancia la selección de los participantes-actuantes es un problema de-enfbque: cuantomás enfocada esté la selección más definida será la informaóión que obtengamos. Se tratade una muestra estructural, no estadística: es decir, con el diseño hay que lócahzar y satu-rar el espacio simbólico, el espacio discursivo sobre el tema a investigar. Por eso mismo,

Page 6: Perspectivas metodológicas

114 I'ut tc l; l,u t t¡ttstt ucr:ión d(l (;onlc).fo l(ú tto cualttdlt\\)

en el momento del diseño técnico se intenta saturar Ia estructura (es decir, los lugares deenunciación de discursos). El diseño cualitativo supone una radicalización del componenteestratégico.

La muestra estructural se centra en "los huecos (silencios o límites en el espacio y en

las fronteras o límites en el tiempo): en el espacio las zonas polarizadas y en el tiempo las

fases transicionales" (J. Íbáñez, 1 990). En dicho diseño, por tanto, no es relevante la canti-dad sino la composición adecuada de los grupos (y, por ende, el número adecuado de és-

tos), dado que un mayor número de los mismos no supone más información --en el sentidode novedades, de conocimientos nuevos- sino que implica mayor redundancia (repetición

de las claves de los discursos ya obtenidos). Así pues, cabe señalar que el diseño cualitati-vo se compone en tanto virtualidad (considera un campo heterogéneo y discontinuo), pues

el objeto prima sobre el método estructurado; de ahí la naturaleza simultánea de las prácti-cas que lo integran: así "aunque sea difícil, el análisis de los datos debe siempre acompa-ñar a las entrevistas (y grupos), puesto que los datos acumulados configurarán los proble-mas; la consignación por escrito de los datos no se dejará necesariamente para el final,sino que a veces puede surgir en el curso de la investigación, ya que puede ser un modo de

afinar el análisis; y la planificación -y los preparativos- inevitablemente se realizarán de

forma constante" (K. Plummer, 1989). Por contra, la facticidad del diseño cuantitativo par-

te del supuesto de un campo homogéneo y continuo, por lo que el método estructurantesiempre prima sobre el objeto, refugio éste de los especialistas en métodos acerca de los

cuales lo importante "no es que sean especialistas, sino que el hecho de que uno de los re-

sultados de su especialización es impulsar el proceso de especialización dentro de las

Ciencias Sociales en su conjunto (...) (siendo ésta) una especialización que se funda única-mente en el uso del método, independientemente del contenido, del problema y del campode estudios" (C. Wright Mills, 1979). Los métodos en investigación social, por contra a

estos habituales atrincheramientos denunciados por Wright Mills, mantienen entre sí una

relación dialógica (como puede apreciarse en la aproximación de M. Beltrán, 1991).

2.3. Actividades y dispositivos: de lo distributivo a lo dialéctico

Posteriormente se tratará acerca de la complementariedad (por deficiencia) de los enfo-ques cuantitativo y culitativo pero ya, en el punto que nos encontramo§, es oportuno enten-

der que nunca ha de perderse de vista que lo que hace ver es el claroscuro, pues "la sombraacompaña la claridad como, allende, la antimateria linda con la materia (...) Cada luz con-lleva su sombra asociada" (M. Serres, 1992). Así pues, todos los dispositivos serán tantotácticos como estratégicos (dado que la táctica está dedicada a la forma de los encuentrosaislados y la esfrategia a sus usos). ¿Cómo mercer, entonces, sus diferencias?; establecien-do qué tipo de táctica y estrategia le son propias: las de la primera cibernética en el caso de

la perspectiva distributiva, las de la segunda cibemética en el caso de la perspectiva dialécti-ca. La perspectiva estructural, por su parte se queda a medio camino de las dos cibeméticas.En relación al grupo de discusión, éste "se aleja de la cibemética de primer orden sin alcan-zar la de segundo orden. Es una técnica tácticamente autopoiética y estratégicamente alo-porética" (J. Ibáñez, 1991b); lo que quiere decir que en su actividad estratégica es un siste-ma organizacionalmente abierto e informacionalmente cerrado (los miembros del grupo yel tema de discusión son, respectivamente, seleccionados y propuestos por el preceptor)mientras que en su actividad táctica es un sistema organizacionalmente cerrado e informa-

Capitulo ). Pt:rsptt'tivus ttt(,lotlt)lt)gi( o,\ cualtlut¡\\t y t uiltttit(ttit,u t'n lus ('it¡tt iu.s 5¿rr'ür/r's T()

cionalmente abierto (ios miembros del mismo pueden llegar a constitui¡ un conjunto topo-

lógico a lo largo de la discusión, esto es: un grupo-sujeto).

Un sistema "autopoiético" es aquel que, literalmente, se produce continuamente a sí

mismo, "y se constituye como distinto del medio circundante por medio de su propia diná-

mica" (H. Maturana y F. Varela, 1986); es decir, fraza una frontera en tomo a sí mismo

-frontera natural- autoconstituyéndose así en unidad (pues forma conjunto): esta forma

de organización es la propia de todo ser vivo. Por su parte, "alopoiético" sería aquél que es

constituido exteriormente -la frontera que Io delimita es, por tanto, artificial-; es el caso

de una muestra, donde el investigador traza tales fronteras con objeto de transformar en

conjunto a un acopio de elementos, bajo la pretensión de que este conjunto parcial (mues-

tra) represente al conjunto total (universo). Dicha representación puede pretenderse en un

niyel elemental (representación de los elementos: perspectiva distributiva, propia del enfo-que cuantitativo) o relacional (representación de las relaciones entre elementos: perspecti-

va estructural, enfoque cualitativo); así, al centrarse en los elementos, la muestra que es

propia de la encuesta deja de lado las relaciones sociales.Por contra, un sistema autopoiético donde se tiende a que todas las direcciones y senti-

dos sean practicables, está marcado más por la presencia que por la representación del con-junto; es el caso del socioanálisis -que es análisis institucional en situación, propio tambiéndel enfoque cualitativo-, cuya unidad es concreta y donde la institución investigada está pre-

sente (existen otras perspectivas de socioanálisis difereites de la perfilada por J. Ibiíñez a parti,r

del análisis institucional francés, véanse los capítulos 15 y 22). Por ello, podemos decir que

la encuesta y el grupo de discusión son dispositivos de representación (semántica: unidadesabstractas, prima la extracción de información -saber-) y el socioaniálisis, por su parte, es

dispositivo de mayor presencia (pues también permite que lo investigado inyecte neguentro-pía -poder-). Así pues, cabe distinguir que "los elementos de una muestra estadística nuncaforma¡ián conjunto, porque nunca estarán juntos. Los participantes en un grupo de discusiónformarán un conjunto local y transitorio: el grupo se disuelve después de terminada la discu-sión. Los que forman parte de una institución forman conjunto antes, durante y después de lainvestigación. Sólo un conjunto (una unidad) puede ser sujeto" (l . Ibález, l99 lb: 72). Por lotanto, atendiendo ala organización, podemos conjugar los dispositivos mencionados, ya seanéstos de control (pues extraen saber) o de promoción del cambio (pues inyectan poder); a es-te respecto, el grupo de discusión vuelve a mostrar su carácter híbrido pues, siendo un dispo-sitivo de control es susceptible de llegar a ser dispositivo de promoción del cambio, para locual es necesario que rompa con la má¡ima que pretende que toda "guerra de liberación" seawa liberación de la guerra: el problema de la devolución de la información al grupo -in-yección de energía- se dibuja como una primera salida del grupo-objeto (que debe respon-der) al grupo-sujeto (que también puede preguntar). Todo 1o anteriormente expuesto podría-mos sintetizarlo en el cuadro de la página siguiente.

Es el tipo de actividad emprendida la que habrá de señalamos, por una parte, la concor-dancia entre perspectiva y dispositivo en cada uno de los casos y, por otra parte, las discor-dancias entre enfoques. De hecho, que el enfoque cuantitativo trabaje con poblacionesmientras que el enfoque cualitativo lo hace con grupos, no es sino una consecuencia de lospostulados de actividad, pues el enfoque cuantitativo parte de una asunción en exclusivaalopoiética de la realidad -agregaciones-: una de las nociones fundamentales de tal con-cepción es la de individuo (constituido, por definición, como algo dado); mientras que elenfoque cualitativo parte de una asunción de la realidad que es también autopoiética: aquíla noción relevante que aparece es la de saTero (siempre auto-constituyente). Por tanto, la

Page 7: Perspectivas metodológicas

l',tt tt l I tt t t)u\l¡ ilt t tt¡il tltl t ttiltt.\lt, lt,t,t tt t) t uttltlttttrtt

l'lrliSl,lt('l tVA

lis'r'RAtti;t^ Y IA( 'U( .A

:tl( )l x)t(tl t(.it\

I.; At.ot't)il.."tt(.AI AIilt)t\)¡tiü(,:A

I]S]'RAII.]GI^ Y'tÁCTCA:alopoiéticas

Figura 2.1 Actividades y dispositivos dc Ias perspectivas de Investigación Sociai

I)I.S Y I]NI'I VA

cuantitaliv<l

I)tsl,( ),sI'llvo

PRtlSItNl^CIóN (r)-CnCUes^ta-

asunción cuantitativa se ancra en ra idea de un conocimiento objetivo de un /odo que esplanteado como realidad.exterior tu.."ro y *an ejo at aato ,r"rr"'s, íf^Jr^ción cuaritativa,por contra, se maneja en la historicidad deiodo.Retomando er pranteamiento de L. coráma- y su estructuralismo genérico. que parlede una crírica der cará*er esrárico y arristórico de il;.;;;;d"'.ri*iill.,,rro, se pro-clama la necesidad de no orvidar á, ur ci.r"*s sociares h ,;;ril;; ra explicaciónmostrando por el contrari o que exp.licac'idn y ,imprrns¡¿í¿ son .uruu,rr.n* .orrelativas (unsolo y mismo proceso) .o.resporái.ntes a dos

"níoqu., de un mismo objeto, dentro de unalógica dialéctica' Desde esta perspectiva las estrucluras en tanto sean prantea<Jas fuera de lapraxis. (o en todo caso, plantiadai en el n,u."o-a. u* praxis que .. a."u.rorru siempre enun unrverso ya simbolizado) serán consideradas .o,no i.fulru, lfrr"riJi"pr"s, bien al con_trario, las estructuras son er resurtad" d. r;;;;nterior de un sujero que, a su vez, seránmodificadas por Ia praxis actual del mismo. Oesáe

se, er s ujeto

', ñ;il" si no q ue, üp.; ;;_; ;.:l#Tii'JilX;;T; i,:Í"":::.,:.::crea...; esro es, no deja tanro de "mantenei,como dL .,d;;ñ;,1;;ffif"r,

reabriéndo_se como ineludibre la atención que ha de pÁarse a la configui".ior-ri*uorica (quesiempre es actual y virtual; ueánr" éstos ;#;;;;, et capítulo 6).Se distinguiían, pues, en el t runuirato aáp..rp".t¡*, de iníestigación (I: perspe*ivadistributiva; II: perspeótiva esructural; mr p..rp.itiuu dialéctica) ot as tantas focarizaciones:

1' Cálculo (I) simple constatación en ra que priman los elementos aisrados de las rera-ciones -individuos- y donde se nl"ga toio f,.."ro, pues sólo es concebible una situa-

:i#i:""t?Hillfl;ii,;,fi3l', ^ p¡,.'p i"

"n trópico : r"

"*,ur" "1, IL, n .o,po.-

2' Análisis (II); constatación de un esrructuranre en lo estrucrurado, en ra que priman lasreraciones enrre eremenros -sujeto ,u;.,ua"_l'áá;; ill;#;."',1,i'pTi."ro pu..iurpues se atiende al cambio (no áe Ia eitructura sino) en el interior de una estructuraque es reducida a una deferminación conringente. Aquí, lo n anÁu-,rgula un com_ponamienro fl ex i ble .(simu.la

un pri ncipio r.Er"ri.Opj."jrv u ¡ v a ra r(E / r¿

3. configuración simbóiica trnr,.'o"rüáJário*prcju dl una transformación (deses_tructuración de esffucturaciones y re-estructuraciones) donde priman ras relaciones derelaciones. Todo es procesual, pú"rto qr".uáu unidaá es -o"irir¿r"iár-at, y genética;pretende un principio neguentrépico: ló variado conllevaun comportamiento reflexivo,rmplicado -sujeto-. Se pioclamá, prrr, qu. roau estructura es dinámica.

ESTRUCTURAI,cualitatit,o

ornLÉctlcecualitativo

eRasexraclórv 1l¡-grupo discusión_

( tt¡tirulrt 2. ltrr:¡tt(rrva.s nttotloló14rcas t:ueliruti¡ut y (uutttttut¡wt cn lus (.tt,nctu.t,\¡tt.iol¿¡. tJ I

Dicha tensión entre va¡iabilidad y variedad, o enrre entropía y neguentropía, o entre lasqurr:, y,..-llgd",etc., podría aparentemente ser iesuelta, ¿" nr.uó

"ri, opor¡.ion cuanrira-tivo/cualttattvo; pe.ro,.toda oposición ha de ser dialectizada (esto es, analizadaen el movi-: miento de su aparición y evolución) para no caer en ra reducida op..r.ián de perseguir ra

' sola inversión entre polos. Así pues, el desarrollo anteriormente esüozado nos ha de permi-dr rebasar la mera oposición dado que la cuantificación no está ai..rto*.nt. puesta en telade juicio' sino solamente en tanto que es autonomizada por los planifiüdores avidos de in-dicadores. "oponer lo cuantitativo a lo cualitativo procede de un acto estéril, ya que loscuanrificadores recono::1::r1g: g ,:rprTo, que lo que organizal, ;;;u cifrabte, lasy'_nalidades, pertenece al dominio d.e la cualidad'; y los-fanáti"cos de la cualidad ertan áut(r-dos a medir diariamente aunque sólo sean rrr -édio, ae superuiuenciu;in. mr.uu , rglg).

Se plantea entonces una altemativa que ha de precisaise "rtrr

;Ldl.uoo¡es Sociales,,

(constructos propios del voluntarismo cuantitativo) y "Analizadores Sociales,' (fenómenosociar en cuanro es un concepto "ope.ratoho" -y adémás forjado

"*pi¡.u.n"no de formaconcreta- de la intervención socioanalítica). Poí analizador.r .nt"o¿.i.rá, ,*ro su.¡etos li-bres no fijados, como las estructuras de condensación simbólica .n lu, .uui., se hace men-ción a la contradicción (véase cap. l5). Tal anarizador ot*iu .orri.uáJ-fo, .rt*.tu.u, ir,-herentes a toda objetivación concreta de lo real en eI proceso o. rnt.*.n.ián del sujeto.La Leoría de ros indicadores ya ha recibido crítióas tanto int"*u. .olo

"*t.-u, 1u "r_te respecto se recomiend.a co¡sultar la emprendida por C. Moya, f 990); pero, ante todo, hade resaltarse que los indicadores neutrali)an técnicamente rér o".ir, pJiiicamenre) cual-quier campo sobre el que.se orienta su aplicación, de manera qu. o,Jrro-.o,n po aparezcacomo "desprovisto de analizadores"; esto es, se proclama lu no á*ist"n"ia áe aquellos ele-mentos de una situación que, negando de una foima u otra ro instituido, le fuerza a habrar(bien expresando, bien ocultando) a éste úrtimo. La teoría d. l;;;J*;;res supone unatotal adhesión a lo instituido -forma estatal, centralismo...: t-to ru eriuraarización comola codificación o ra uniformización, etc., son formas uin.rluáu, u ru;;ói; ejercicio puesla producción de información a partir de procedimrentos codificados, sistematizados sobreel conjunto de una población y de un territorio es impensable f"*;;;;;;'"dminisrración

estatal centralizada con todas las cuestiones que en élla ,. .orgr.gur_; ñ pu"r, la carac-terística principal de la teoría de los indicadores consiste.., q;;il; imposiui¡taaa paratratar con toda categoúa que escape a todo un aparato de integiación "rruár.ti.u

que ha depreexistirle. Por contra, todo analizado. no ..qri"." más que í" ,u f."r"n.iu, raronu-i"r_to o acción para provocar ejercicios que sean ieveladores de lu, ,.1á.rr.r-reales (de todotipo)' Ejemplos de esto último podrían ser: el esclavo como analizador de la sociedad grie-ga; la periferia como analizador del centro, la situación revolucionaria como analizador delos deseos v las instituciones....Así, pues, "ó*o

pr.a. á;;.;;;;;il"rü r'a construcciónde Indi6¿¿o."r y ra configuración dé Analizadoies es absorutame;; ñü;;r". se desesti_mará Ia homogeneidad "positivista" de las distinras designaciones ¿" lrriirr¡ar_pues ésrarefiere por igual a matrimonio, educación, medicina, régimen del salario, empresa, sistemasanitario, etc., cuando no tiene en todos los casos el misáo .ort.niao_ f se áLo.oa.¿ "ntor_ces el análisis dialéctico del concepro de..institución',. »"ra"

"riu f".rñ;, y a través dela dialéctica hegeliana, Lo]..uy (passim) descompone tar concepto en sus tres momenros:universalidad (el de la unidad positiva der concepto, siendo su conterroo ios sistemas devalores, modelos culturales, sistemas normativos, aparatos ideológicos ya "*irt"nt"r);

por_ticula.ridad.(momento que expresa Ia negación del momento precedente puesto que la uni_versalidad lteva en sí misma su contradióción, siendo ,u "ondniJo "l

;;rI;;" de determi_

Page 8: Perspectivas metodológicas

tl'¿ I'att(' l l.u (on.\tru(tt()n itl tt¡ntt'.tto ftúit:o tualttuttvtt

naciones materiales y sociales); y singularidad (momento de la unidad negativa, resultante

de la negatividad sobre la unidad positiva de la norma universal, siendo su contenido las

formas organizacionales,jurídicas o anómicas necesarias paraalcanzar tal objetivo o tal fi-nalidad).

Dicho de otra manera, la institución es el lugar de la articulación de lo instituido (mo-

mento de universalidad), lo instituyente (momento de particularidad) y la institucionaliza-ción (momento de singularidad): por lo tanto, aisla¡ lo instituido supone adherirse a laconcepción positivista de institución transcendente, autonomizando la norma universal *lo

ideológico-; aislar io instituyente supone instalarse en la "interiorización" como base de

la socialización -lo económico-; aislar la institucionalización, a su vez, supone autonomi-

zar la racionalidad y Ia positividad de las formas sociales en detrimento de la historia, de

las contradicciones y de la lucha de clases -lo político*. Sin embargo, hemos de conside-

rar que "informada por lo económico, lo político y lo ideológico, que tiene por función ne-

gar, la institución, encrucijada de las instancias del modo de producción, representa a lavez el objeto de análisis concretos en situación y lo que se ventila de la lucha por el cam-

bio" (G. Lapassade y R. Lourau, 1974).

Dicho esto, es importante remarcar la posible confusión (o solapamiento) entre analista

y analizador, cuya distinción la sitúa Lapassade como reproducción de la vieja lucha entre

CONFIGURACIONSIMBÓLICA

INSTITUIDO

Figura2.2. El par cuantitativolcualitativo visto desde el socioanálisis dialéctico

Capítulo ) l'tr s¡tt:tltt'as tttt'torlrtlit¡]tt us ( u(tlttultt)(t \) t tttttt(tlillttt(t t'tt l'ts ('t(ttt t(t\ '\¿r rr¿/¿''t ti t

annlo (dios de los amos y el análisis) y Dionisos (dios de los esclavos y el trancc), que sittt"'r*illrutu "represión de la revolución por la contrarrevolución" (G. Lapassade, I979). F.l

inálisis institucional proclama la primacía del analizador sobre el analista, puesto quc úni-

c,mente los analizadores Constituyen al analista como tal; éste no es más que un "producto

iotrl..trul" de un movimiento que terminaría por negarlo. Así pues, el analista sufre/goza

Je los efectos de los analizadores que desencadenan su intervención, efectuando su trabajo

de analista en tanto posibilidad de ser, también, analiz-ador. "La reconciliación entre el ana-

lizadory el analista sólo se podrá realtzu en el momento en que todos se vuelvan analistas

y al mismo tiempo analizadores" (Lapassade: ibídem). Dicho planteamiento utópico, con-

ái.m. po, igual a Ia "construcción" teórica del objeto del analista como a la "deconstru-

ción" que este objeto efectúa en aquél (objeto objetivado por el análisis y objetivando al

mismo tiempo al analista en tanto que analista): el investigador social, pues, es un sujeto en

Droceso que tiende a operar como generalista de lo concreto (pues enuncia proposiciones y'no dicta dogmas científicos)'

La relación instituyente/instituido tien-de a corresponderse con la visión estratégica de

la investigación y el planteamiento táctico de la misma. Lo instituyente, como culminación

de todo proceso social, en cuanto proceso creativo que define las configuraciones simbóli-

cas de lo real, mientras que el aspecto estratégicamente decisivo de la investigación social

se encuentra en el desciframiento de tales configuraciones simbólicas. Asimismo en el pro-

ceso de investigación la configuración simbólica apárecerá al nivel de la generalización de

lo concreto, mientras que el estudio de lo concreto en cuanto instituido pasaría primero por

el análisis de los elementos invariantes y el cálculo de sus elementos distributivos. Como ia

Figura2.2 pretende mostrar, yendo de lo más inmediato particular (distributiva y cálculo) a

la captación del sentido de las conflguraciones simbólicas a través de la mediación de un

análisis (perspectiva estructural cualitativa), los procesos objetivadores serían los analizado-

res -que aparecen desde el enfoque cualitativo- en tanto sujetos como estructuras simbóli-cas condensad as. Su emergericla supone, entonces y por ende, la desaparición de toda "caja

negra", (véase cap.Teoría de la Observacióny Socioanólis Cibernético).