Perspectivas Psicologicas en Salud

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Equipo docente de Introducción a las Teorías Psicológicas Corrientes Teórico Técnicas Facultad de Psicología Universidad de la República

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  • Equipo docente de Introduccin a las Teoras Psicolgicas Corrientes Terico Tcnicas

    Facultad de Psicologa Universidad de la Repblica

  • PERSPECTIVAS PSICOLGICAS EN SALUD

    E quipo docente de In troducc in a las Teoras P s ico lg icas

    C orrien tes Terico Tcnicas

    Facultad de Psicologa Universidad de la Repblica

    P S IC O LIB R O S YU n i v e r s i t a r i o

  • Derechos exclusivos de Publicacin:

    Psicolibros Universitario - ConyTriun

    Tristn Narvaja 1671 Tel: 401 6657E-mail: psicolibros@ adinet.com.uy Montevideo - Uruguay

    Diseo y diagramacin: Patricia Carretto E-mail: paticarretto@ adinet.com.uy Revisin de texto: Lic. Cecilia Mota E-mail: [email protected]

    ISBN 978-9974-8167-7-0

    Se termin de imprim ir en el mes de octubre de 2009

    Hecho el depsito que marca la ley.Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproduccin parcial o total de cualquier medio grfico o informtico sin previa autorizacin del editor.

  • LOS AUTORES

    S a n d ra C a r r o . Psicloga, profesora agregada de la Facultad de Psicologa y Coordinadora Acadm ica del la Sede Treinta y Tres del Centro Universitario de la Regin Este. Responsable del d iseo y desarrollo de proyectos de desarrollo social rural. Posgraduada en Gerencia Social (c l a e h ), Com petitividad Local y Regional (W EIZ CENTER/CERUR Israel), y maestra en Atencin Primaria en Salud (UdelaR).

    P a tr ic ia d e la C u e s t a . Licenciada en Psicologa, profesora agregada de la Facultad de Psicologa y encargada del curso Introduccin a las Teoras Psicolgicas del Primer C iclo de la carrera. M agister de Salud Mental del Departam ento de Postgrados de Facultad de Enfermera.

    R o s a r io V a e z a . Licenciada en Psicologa, docente del rea de Psicoanlisis de la Facultad de Psicologa; docente del Servicio de Atencin Psicolgica Preventivo Asistencial (Convenio MSP- UdelaR). M agister en Salud Mental del departam ento de Posgrados de Facultad de Enfermera.

    A lvaro D a z . Licenciado en Enfermera, profesor adjunto del departam ento de Salud Mental, Facultad de Enferm era. Coordinador de la Policlnica Municipal de Lavalleja, CCZ 13. Magister en Salud Mental del departam ento de Posgrados de Facultad de Enfermera.

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  • A n a L a u ra R usso . Licenciada en Psicologia, psicoterapeuta pslcosomatista; docente de la Universidad de la Repblica (Facul- tndos de Psicologia y Odontologia).

    J o r g e C o h e n . Psiclogo; M agister en Polticas Sociales, docente de la Facultad de Psicologa en Introduccin a las Teoras Psicolgicas y en Corrientes Terico Tcnicas, Sem inario S istm ica, docente en Familia en CENFORES; Dir. de la D ivisin Atencin Integral a la Familia, INAU. Autor de varias publicaciones.

    Luis G o n q a l v e z . Psiclogo especializado en Anlisis Bioener- gtico, Anlis is Reichiano, Psicologa Social y Psicotraum atologia. Docente universitario de Clnica B ioenergtica; Corrientes Terico- Tcnicas, Introduccin a las Tcnicas Psicoteraputicas, Unidad de Formacin Permanente para Graduados; y de Psicologa Social en la Facultad de Psicologa (UdelaR, Uruguay). Docente invitado del departam ento Reichiano del Instituto Sedes Sapientiae (SP/ Brasil). M iem bro Didacta del Taller de Estudios y Anlisis B ioener- gtico (TEAB, M ontevideo/Uruguay). Autor de varios los libros.

    R a l S in t e s . Mdico Psiquiatra; Terapeuta, Psicodram atista. Autor de varios libros acerca de psicodrama: A qu y ahora: el psi- codrama, M s all del monigote, P or a m o ra l arte, Psicodram a: La terapia de los dioses cados.

    J o r g e S a lvo S p in a te ll i. M aster en Integracin de Personas con D iscapacidad; Especializado en Psicologa del Deporte, la A ctividad Fsica y la Recreacin; Asistente grado II Introduccin a las Teoras Psicolgicas , Facultad de Psicologa (Udelar).

    E-mail: salvojorge@ gm ail.com

    A ld o T o m a s s in i U r t i. C olaborador Honorario y Asistente de) Proyecto de Investigacin Sobre A ctiv idad F isica y Salud, Introduccin a las Teoras Psicolgicas, Facultad de Psicologa (Udelar).

    E-mail: a ldotom assini@ gm ail.com

  • NDICE

    P r logo .............................................................................................9

    Psicologa y ciencias de salud. Introduccin a los rasgos generales de una ontologia de la simplicidad en relacin; una mirada desde la complejidad.

    Prof. Agda Psic. Sandra C arro ..........................................................11

    Consideraciones sobre el concepto salud.Mag. De la Cuesta Patricia; Daz Alvaro; Vaeza R o s a rio 29

    La escisin alma cuerpo en perspectiva histrica,Lic. Ana Laura R u sso ..........................................................................39

    Psicosomtica Psicoanaltica. Un enfoque que supera la clsica dicotoma mente-cuerpo.

    Lic. A na Laura R usso .......................................................................... 57

    Salud y enfermedad, una aproximacin desde la Teora sistmica.

    Mag. Jorge Cohen ................................................................................69

    La bioenergtica. Un camino vibrante hacia la salud, un camino hacia la salud vibrante.

    Lic. Luis G ongalvez ..............................................................................83

    Teatro de la espontaneidad y psicodrama.Dr. R al S in te s ......................................................................................95

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  • La m u je r e n c a rc e la d a y el d e sa rro llo de su s p o te n c ia lid a d e s pa ra la e xca rc e la c i n .

    Lic. Juan Luis Chavez; Lic. A lvaro Gonda;Lic. N icols D u ro .................................................................................. 99

    P s ic o lo g a de l d e p o rte , la a c tiv id a d fs ica y la re c re a c i n . Mg. Jorge Salvo Spinatelli y Br. A ldo Tomassini U rti 125

  • PRLOGOSolo necesitamos mirar a nuestro alrededor para ver que estamos en el medio de una montaa de

    escombros de aquellos pilares (de las verdadesms conocidas).

    Hanna A rend t1

    La propuesta de esta publicacin es un aporte desde los diferentes marcos tericos en la comprensin de la salud y enfermedad.

    Desde el curso de Teoras y Corrientes Terico Tcnicas se entiende la psicologa desde la complejidad; esto significa com prender al fenm eno psicolgico desde mltiples perspectivas, lo mismo que la intervencin, para prom over la salud o d ism inuir el dao.

    Estas perspectivas no se anulan ni niegan unas a otras, sino por el contrario, y es nuestro objetivo, que el estudiante y el profesional de psicologa puedan integrar y reconocer las diversas fuentes y abordajes de conocimiento.

    Entender el fenm eno psicolgico como complejo, implica asociarlo a las causas mltiples: la interdependencia, la dinm ica no lineal, la indeterm inacin, las redes complejas y los fenm enos colectivos. Se asume que la ciencia de la com plejidad tiene mucho que ver con las conexiones y las mltiples interacciones entre las diferentes disciplinas cientficas, de forma que su desarrollo podra perm itir conocer espacios nuevos y aplicaciones nuevas. Enten

    1 Arendt Hanna (2005): La Condicin Humana. Ed. Paids. Barcelona.

  • demos que la visin de interdisciplinariedad debe iniciarse desde el d ilogo de las diferentes psicologas . Esto pasa a ser una premisa para acercarnos a la comprensin y por lo tanto, poder ser operativos en trm inos de salud-enferm edad.

    El proceso de discusin y por qu no de trabajo conjunto, no es fcil desde la teora psicolgica, ya que no solam ente en Uruguay, sino que en el contexto internacional ha sido dificultosa la construccin de un dilogo inter-terico.

    Los diferentes desarrollos tericos que aqu se exponen tie nen su origen en distintos momentos histricos y en diferentes espacios geogrficos, pero los docentes que los desarrollan tienen en cuenta la realidad contem pornea del pas. Por lo tanto no son producto de razonam ientos independientes de la realidad y m eras especulaciones tericas, sino fruto de la reflexin en contacto con el contexto.

    El eje salud-enferm edad es uno de los analizados en el curso de Introduccin a las Teoras Psicolgicas y es de relevancia en el desarrollo acadmico, por ello ha motivado este trabajo, com prom etindonos para futuros desarrollos de los otros ejes.

    Mag. Jorge Cohn

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  • PSICOLOGA Y CIENCIAS DE SALUDIn troduccin a los rasgos genera les de una onto lo g a

    de la s im plic id ad en relacin; una m irada d esde la com plejidad .

    Prof. Agda Psic. Sandra Carro

    Mil veces la experiencia ha demostrado, incluso en personas no particularmente dadas a la

    reflexin, que la mejor manera de llegar a una buena idea es ir dejando que fluya el pensamiento al sabor de sus propios azares e inclinaciones, pero

    vigilndolo con una atencin que conviene que parezca distrada, como si se estuviera pensando en otra cosa, y de repente salta uno sobre el inadver

    tido hallazgo como un tigre sobre la presa.

    1- La sntesis newtonianaCmo conocem os y qu conocemos ha sido materia de estu

    dio de m uchas disciplinas. Ms tardam ente el hombre com enz a preguntarse tam bin por quin conoce y para qu conoce. Sin em bargo an hoy persiste una cierta mstica del cientfico y el proceso de investigacin, dividindose las aguas entre los cualitativos y los

    1 Saramago, J. (2001). El evangelio segn Jesucristo. Grupo Santillana. 3.,sed., Madrid, p. 91.

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  • cuantitativos; las ciencias exactas y las sociales, la experiencia, la Idoa y el concepto.

    El m odelo mecanicista de Newton, es la sntesis genial de un largo proceso histrico, de trabajos como los de Kepler y Galileo, cuyo gran aporte fue la actitud reflexiva, es decir, pensar sobre la experiencia, aplicar la abstraccin a la observacin directa, convertir el dato en conocim iento; aporte no menor si pensam os que en esta poca la escolstica eclesistica era el canon cientfico .

    Sin em bargo no fue sino hasta la aparicin de un sujeto, de linaje noble y heredero de gran fortuna, cuya inquieta personalidad lo llev a recorrer el universo acadmico de la poca con un eterno dejo de inconform idad; un libre pensador diramos.

    Su fortuna le perm iti vivir sin necesidad de d istraer su tiem po en otras actividades que no fueran las de su personal e intelectual inters, y bien pensador por cierto, ya que le cam bi el rumbo a la ciencia sin haber realizado nunca ninguna investigacin; toda su produccin la realiz a partir del d iscurrir de su actividad racional e hipottica.

    Ren Descartes fue cientfico, m atemtico, psiclogo, filsofo. Su tesis de la RES EXTENSA (materia extensa) y RES COGITANS (materia pensante), diagram el universo cientfico, no por la novedad de la idea, ya presente en Platn, sino por la impronta m etodolgica que la sostuvo.

    El mtodo cartesiano que es de por s un mtodo analtico; plantea la separacin de los fenm enos complejos de la natura leza, el anlisis de sus partes y de las relaciones entre ellos, para llegar al conocim iento verdadero.

    La naturaleza, para Descartes, funciona como un todo organizado perfectam ente, mecnicamente por leyes naturales inm utables creadas por Dios que era la referencia ltima de lo material y lo racional, esa perfeccin poda ser comprendida a travs de la luz de la razn, y esta razn era un don que Dios le daba al hombre.

    Fue Isaac Newton quien le dio expresin matemtica y llev estas ideas de la ideacin especulativa a la experim entacin. Y esto es lo que hace realmente grande a Descartes, todo lo que postul encaja.

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  • Sir Isaac Newton a diferencia de los cientficos y filsofos interiores lleg a disfrutar en sus ltimos 20 aos de vida, el reconocim iento universal de su sabidura. Retomando a Descartes planteaba: D ios cre el universo a pa rtir de determ inadas partculas, estas partculas se combinan y se mueven de acuerdo a ciertas leyes, esas leyes son inmutables. Si el hombre puede llegar o conocer esas leyes, conoce el secreto de la natura leza.

    Cada ciencia que aplicaba el pensam iento y las frm ulas de Newton a un nuevo campo de investigacin, la qum ica, la fsica, la term odinm ica generaba nuevos conocim ientos con aplicabilidad real. Tan perfecto fue el pensam iento de Newton que tam bin se aplic su concepcin a las ciencias sociales.

    Otras luces" ilum inaron el siglo.El filsofo y psiclogo, John Locke, britnico, aplic las teo

    ras de Newton a las ciencias sociales y concibi a la sociedad como form ada por unidades indivisas que se organizaban de determ inada manera y cada organizacin tena sus leyes; conociendo sus leyes entonces poda comprenderse el cam po colectivo, las unidades indivisas del campo social es asim ilable al concepto de partcula que en la fsica o molcula en la qum ica perm ita toda la aplicacin de las leyes newtonianas.

    El atom ism o, el asociacionismo, el reduccionism o, el m ecanicismo tam bin se convirtieron en el sostn epistem olgico de las ciencias humanas.

    Esto es bien importante porque le da el fundam ento cientfico que perm ite desarticular definitivam ente el poder de la iglesia sobre la organizacin social, pone a todos los hombres en igualdad de condiciones; si todos los hombres nacen iguales y solo depende de sus experiencias personales cualquiera puede ser rey, o noble o rico, el poder no est dado por Dios sino que es una construccin personal y esto viene a cerrar este proceso de crtica a la concepcin de hombre y al control social que la iglesia estaba ejerciendo.

    El pensam iento de Locke perm ite el desarrollo de las ciencias de la educacin y es la base de muchas teoras que se expresan en las teoras conductistas.

    Cuando surgen la Revolucin Industrial y el capita lism o como organizacin econm ica basado en el esfuerzo individual como

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  • derecho, la visin del mundo y la ideologa hegemnica estabanlistas.

    A partir de Newton el conocim iento tiene un correlato prctico que vale su peso en oro, y la produccin de conocim ientos com ienza a ser una actividad rentable, pero dejemos esa pesquisa para otra oportunidad.

    Volviendo a los modos de conocer, la relevancia otorgada a la cuantificacin como procedim iento, apoyada en el lenguaje m atem tico, privilegi la regulacin por un patrn externo; se denom in procedim iento objetivo al m ecanismo de asim ilar la naturaleza a este m odelo de expresin.

    Se produce un efecto de naturalizacin del nuevo modelo cuantificador del universo, confundiendo el m odelo con la realidad m isma. Se olvid el origen convencional de las medidas; se objetiv el dato segn una cultura y momento histrico especfico.

    El m odelo newtoniano hace referencia a una concepcin del conocim iento, a una visin del mundo, a una concepcin de ciencia, caracterizada por una visin analtica que se sustenta en los siguientes supuestos:

    Existencia de una unidad elemental cuyo conocim iento es traspolable a la totalidad (la suma de las partes es igual al todo).

    La totalidad por ende tiene una identidad esttica, independiente del entorno (asepsia de la ciencia, objetividad, neutralidad cientfica).

    Existe una relacin de causa y efecto de las partes entre s, y entre las partes y el todo (causalidad mecnica).

    Existieron otras propuestas, otras m iradas, Hegel, Marx, Pierce, Durkheim , pero fue a partir de planteos como los de Berta- lanffy, Piaget, Priogine; los desarrollos de la teora de los sistemas, la ciberntica y la fsica cuntica, que se va consolidando una nueva perspectiva, un nuevo paradigma que recoge los aspectos que no entran dentro de la norma positivista, e intenta integrarlos a la naturaleza del objeto de conocim iento.

    Estos aspectos escapan a las leyes generales y atentan contra la seguridad del clculo, los puntos de ruptura de las norm as de

  • luncionam iento del universo, asumidos por el modelo mecanicista como errores del patrn, a-norm alidades .

    Denise Najm anovich2, epistemloga argentina, propone el concepto de Fundn historizante, para referirse a la m irada a travs de la cual buscamos producir sentido a partir de la cronologa histrica, reconectando los datos, con su origen y su proceso de construccin. Para la autora, el realismo cientfico (correspondencia del m odelo con la realidad) que subyace a la perspectiva em prico-positivista, es fruto de la estandarizacin desprovista de una m irada historizante.

    En contraposicin al reduccionism o que plantea el paradigma positivista, al que se le denomina de la s im plic idad , los nuevos desarrollos proponen una mirada desde la com plejidad , caracterizada por:

    El enfoque histrico, procesual y transform ador, pero tam bin historizante, heurstico.

    El supuesto subyacente es el de la existencia de unidades dinm icas, donde el sentido lo da la interaccin, el vnculo entre las partes.

    La totalidad es ms que la suma de sus partes, se construye como estratos que van suprim iendo, conservando y superando las estructuras anteriores, como el lenguaje escrito suprime, conserva y supera la lengua oral.

    No existe independencia del entorno, sino autonom a relativa. Los ciclos o estratos se deslizan en espiral abrindose al cerrarse y cerrndose al abrirse. La independencia absoluta del entorno sera la muerte del sistema.

    Finalm ente no es posible preguntarse por las causas, sino que la interrogacin debe recaer en las condiciones de em ergencia de los hechos.

    2 Najmanovich, D. y Dabas, E. (comp), (1996). Redes. El lenguaje de los vnculos. Ed. Paids. Buenos Aires.

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  • I os problemas que debe afrontar el saber sobre la ilud para aspirar a ser una ciencia

    Do qu hablam os cuando decimos Ciencias de la Salud? Cul os su objeto de estudio?

    Dos enfoques se entremezclan en las preguntas, un enfoque ms epistem olgico (definicin de ciencia), y un enfoque ms filosfico (concepto de salud), donde lo que es pasa a ser evaluado con lo que debe ser .

    Para Hipcrates, la salud estaba relacionada con el equilibrio arm nico de los humores, una particular y propia proporcin, es decir una medida interna.

    Es posible encontrar una medida universal para todos los hom bres que perm ita organizar las prcticas, las acciones para alcanzar ese equilibrio?

    Por qu un conocim iento sobre el bien-estar hum ano necesita una fundam entacin epistemolgica? Qu caracteriza a un saber objetivo?

    H ablar de Ciencias de la Salud sugiere que existe un acuerdo acerca de la delim itacin de un objeto de estudio. Un vistazo general a las producciones tericas del campo de la salud, puede mostrarnos algunos ejes conceptuales que se repiten:

    Salud (normalidad) Enferm edad (patologa) Curacin (teraputica) Preservacin (prevencin)

    El estado de la discusin del objeto y mtodo de las C iencias de la Salud actualmente, no es muy diferente al que exista en los albores de la ciencia m oderna.3

    Las nociones nucleares de estas ciencias encierran va lo res . Si la salud es concebida como un bien", estamos en una encrucijada epistem olgica. Qu clase de conocim iento podem os tener acerca de los b ienes?

    3 Paracelso (1400), diferenciaba cinco tipos de Medicina: Naturalista, Especfica, del Espritu, Cabalstica o caracterolgica y de la Fe.

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  • Pero en el mundo acadmico, estas perspectivas dividen l;is epistem es y las enfrentan entre s. Los cientficos piensan por "unidad de lo sem ejante , m ientras que lo cotidiano se expresa a travs de la unidad por lo diverso.4

    Pero como el mundo acadmico es mundo al fin, tam bin su osfuerzo purificador de desacoplar, clarificar y ordenar la realidad, lejos de ser una perspectiva empobrecedora es lo que posibilita la creacin.

    El m ayor desafo de las C iencias de la Salud se relaciona con la bsqueda de legitimacin epistem olgica de sus cuerpos conceptuales, cmo resolver el problema de las dicotom as entre lo natural y lo cultural, entre lo real y lo discursivo.

    Los sueos, nos pueden decir algo acerca de nuestra forma de ser, nuestro carcter, las cosas que nos preocupan, nos angustian y alegran? O acaso es un fenm eno neuroqum ico que tiene su expresin en la actividad cortical y que a travs de esas caractersticas de funcionam iento metablico, fisiolgico, neuro- qum icos, nuestra corteza funciona de una manera particular que da como resultado este fenm eno de los sueos, esta desorganizacin, im genes inconexas, tiene que ver con un determ inado funcionam iento de la corteza cerebral?

    El desarrollo de la psicologa como ciencia es la historia de las respuestas dadas a esta y otras preguntas a lo largo de la historia.

    Sin duda, uno de los mayores sacudones que ha recibido el ego del homo culturalis ha sido la propuesta del m dico viens S igm und Freud.

    El im pacto que la hiptesis del inconsciente produjo en la academia de la poca, tiene que ver no solo por el impacto social de la teora, sino que rompi con la ilusin abstraccionista, el positivism o cientfico de la poca.

    George Politzer, pensador marxista francs de la primera mitad del siglo xx, fundador de la Universidad Obrera de Pars plantea en su obra Crtica de los Fundam entos de la Psicologa: La psicologa solo tiene sentido s es en prim era persona, acto de un individuo particular, concreto. S i se intenta desparticu larizar el

    4 Samaja, J. Fundamentos Epistemolgicos de las Ciencias de la Saiud.

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  • flnoho, m i pon do una generalizacin, no com prenderam os nada tlo l lincho concreto.

    Un gusto hecho p o r m en este m om ento es un hecho psco- lglco p o r so r segm ento del drama de m i vida. E l m odo en que se articula este gesto en m i drama es dado a l psiclogo p o r el relato que yo pueda hacer respecto de este gesto. E l hecho psicolgico os e l gesto explicado p o r el relato, y no e l gesto aislado o el conten ido del relato. (Politzer, 1927, pp 209)

    D iversos han sido los logros de estas posturas crticas, no por haber pasado mucha agua bajo el puente han cam biado dem asiado las cosas. Pensar en las Ciencias de la Salud es tam bin pensar en el tema del hombre como objeto de estudio.

    El anlisis de este punto es crucial para el profesional de la salud en su ejercicio profesional y para la formacin de profesionales de la salud.

    Escribam os ya hace unos aos con motivo de las edicin de un material de apoyo didctico, tantos siglos de anlisis no hacen que estem os ms adelantados que los sofistas con respecto al tema del hombre. En la filosofa occidental, la historia del tema del hom bre es ms bien la historia del descubrim iento del hombre como objeto de conocim iento.5

    La filosofa occidental surge primero de la extraeza ante las cosas, delim itando como prim er inters de conocim iento la naturaleza. Lo hum ano surge despus, con los pitagricos; pero no fue sino hasta el siglo v que esta preocupacin se hace explcita.

    Scrates cam bi el lugar del hombre en el escenario poltico griego, aunque el primero que escribe sobre el hombre es Platn, quien deja a la historia el primer estudio acerca de la personalidad, a travs de su tratado sobre las facultades (logos, coraje y apetito; pensam iento, voluntad y sentim iento). As m ismo ya plantea Platn un concepto de salud. Este concepto se relaciona con la idea de justic ia , la arm ona entre las facultades individuales y a su vez un equilibrio entre las caractersticas de la personalidad y la ubicacin en el escenario social.

    5 Carro, S. y De la Cuesta, P. (1998). Introduccin a las Teoras Psicolgicas. Aproximaciones terico-refiexivas. Ed. Multiplicidades.

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  • No es este el nico aporte de Platn al tema del hombre, punto central en la pregunta que nos ocupa en esta seccin, sino que ni decir del historiador argentino Ignacio Loukowitz, en una confe- roncia de hace unos aos en unas Jornadas de M edicina Social on la Facultad e Ciencias Sociales de Buenos Aires, el obstculo iic tua l en la salud m ental es la eficiencia de un pasado silencioso, marcado por la dicotoma original entre lo corporal, los sentidos y las ideas.

    3- Modelos de salud. Una mirada histricaA nivel cientfico las concepciones de salud han evolucionado

    desde un m odelo biolgico, hacia un modelo ecolgico.El modelo biolgico es aquel que hace hincapi en la au

    sencia de enfermedad, basado en la lgica del agente-husped. Propone una visin unicausal del proceso del enferm ar y un abordaje asistencial sustentado en una organizacin hospitalaria o de internacin clnica, centrado en el estado individual.

    El modelo ecolgico est definido por la o m s , com o estado de equilibrio bio-psico-socia"l. Propone un abordaje ms preventivo de enfoque multicausal, incluyendo al medio ambiente como interviniente jun to con el mbito fam iliar y comunitario.

    Los desarrollos actuales van un poco ms all, considerando la salud com o un fenm eno histrico-social, es decir m ultideterm i- nado, de abordaje integral.

    Este m odelo se apoya en dos conceptos bsicos: heterogene idad y diversidad de la trama social, lo que hace que el campo de trabajo del profesional de la salud incluya la consideracin de la contradiccin, conflictividad e incertidum bre inherente a toda relacin humana.

    Esta postura hace que la concepcin del estado de salud no sea una ecuacin traspolable, unvocam ente trasm isible o registra re , ni siquiera fcilm ente com probable a nivel emprico.

    Tradicionalm ente se delim itan dos grandes enfoques que enmarcan a las ciencias de la salud: la postura positivista, que sujeta la salud a la observacin directa de la experiencia, y los datos re-

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  • 11 ImkIii'., y ol ( in fo q u G interdisiciplinario, holstico que plantea un n lirjrtltijn com piojo0 de la realidad.

    I .1 '..ilud deja de ser entonces solo estado biolgico, vivido p .1 ilv.m m nto por los sujetos para convertirse tam bin en una constru cln social, colectiva.

    La conciencia de la salud, plantea Samaja7 se basa en la reproduccin que cada sujeto hace de un m odelo descriptivo de los lectores presentes en lo normal o patolgico.

    Este m odelo implica ordenar las acciones para operar sobre los factores que se consideran relacionados.

    Las posturas positivistas plantean una disociacin entre el conocim iento (perteneciente a la dimensin de los hechos segn Popper), y la valoracin de ese conocim iento, relacionada con la d im ensin de las decisiones, las normas sociales, las prcticas cotidianas.

    Segn nos manejemos dentro de esta postura o desde una concepcin crtica del conocim iento, elegirem os los instrum entos de evaluacin de la situacin que queremos conocer, as como las categoras en que la clasificamos y las normas con las que pretendemos regularlas.

    En la relacin entre salud y enfermedad, siguiendo a Samaja, aparece entonces una tercera dimensin: la atencin, es decir la norm atizacin de las conductas del colectivo frente a los fenm enos que identifica como normales o patolgicos (polticas de salud, norm ativa jurd ica, polticas educativas y estrategias generales de asistencia a la poblacin por ejemplo).

    La salud como objeto de estudio ha sufrido el m ismo proceso que la definicin del hombre como objeto de estudio; y al igual que fue lo corporal, el soma, la puerta de entrada para el conocim iento de lo humano, fue el enfoque biologicista de salud el que in icia lmente sent las bases del desarrollo cientfico en este campo.

    El cam po de la salud, concebido de esta manera, plantea la construccin subjetiva de los conceptos de salud y enferm edad. Incluye dentro del campo acadmico de la salud a las ciencias

    6 Utilizo aqu el trmino complejo en su acepcin epistemolgica, en relacin a los planteos de E. Morin.

    7 Op. cit.

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  • sociales en su conjunto, a la comunidad no cientfica y la vida cotidiana com o formas de validacin trasm isin y construccin del conocim iento.

    A nivel de las teoras cientficas se ha producido un corrim iento desde:

    Descripcin -------- In te rp re tac in --------- Transformacin

    Explicacin

    Prediccin

    Comprensin

    > r

    Cambio

    a. Salud - Condiciones de vida - Reproduccin social

    Estos tres aspectos dejan de ser solo elem entos interactuan- tes para transform arse en conceptos que se incluyen m utuam ente en un progresivo nivel de categorizacin descriptiva.

    4- El concepto de salud en el concierto histrico internacional

    Al fina lizar la Segunda Guerra Mundial, surge la o m s 8 junto con los grandes organism os internacionales, y con ella su fam osa defin icin: La salud es el estado de com pleto bienestar fsico, mental y social y no solam ente la ausencia de afecciones o enferm edades.

    Ms all de la crtica a su idealismo, result un im portantsimo avance en el sentido de considerar a la salud no solam ente como ausencia de enfermedad.

    En 1977 surge una poltica de salud que se expresa en otra fam osa consigna: Salud para todos en el ao 2000 .

    8 Organizacin Mundial de la Salud.

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  • I ti 1978 o n Alm a-Ata la o m s y u n ic e f suscriben una declara- r.ln, firmada tambin por Uruguay, que define la estrategia para iilcn n /a r (isa meta: la Atencin Primaria en Salud (a p s ) defin indola como:

    [.. .] la asistencia sanitaria esencial, basada en mtodos y tecnolo g a s prcticas, cientficamente fundados y socialmente aceptables, puosta al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad mediante su plena participacin y a un costo que la comunidad y el pas pueda soportar durante todas y cada una de las etapas de su desarrollo, con espritu de auto responsabilidad y autodeterminacin. La atencin primaria forma parte integrante, tanto del sistema nacional de salud, del que constituye la funcin central y el ncleo principal como del desarrollo social y econmico global de la comunidad. Representa el primer nivel de contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el sistema nacional de salud, llevando lo ms cerca posible la atencin en salud al lugar de residencia y trabajo y constituye el primer elemento de un proceso permanente de asistencia sanitaria.9

    En su prim er artculo se consagra la salud como un derecho humano fundam ental.

    Desde la declaracin de Alma Ata, los desarrollos canadienses de 1974 y la 34ta. Asamblea Mundial de la Salud de la o m s en 1981, han puesto en el centro de investigaciones y desarrollo de program as de salud a nivel mundial una perspectiva ecosistm ica del proceso de salud y enfermedad. Han dem ostrado la naturaleza fundam entalm ente psicosociocultural de los factores determ inantes de las diversas situaciones de sufrim iento humano.

    El abordaje de los factores ambientales, y los llam ados estilos de vida son una de las estrategias que caracteriza esta concepcin eco-antropolgica". El documento Estrategia global de salud para todos en el ao 2 0 0 0 de la o m s identifica tres prioridades:

    Promocin de estilos de vida dirigidos hacia la salud. Prevencin de las enfermedades prevenibles. Establecim iento de servicios de rehabilitacin y de salud.

    9 Declaracin de Alma-ata. OMS, UNICEF, 1978.

    22

  • El campo de la salud, concebido de esta forma pone en el i m itro de la planificacin de acciones la construccin subjetiva de lie. representaciones de salud y enfermedad. Abre el escenario .h .idm ico de la salud a las ciencias sociales, a la comunidad no ' Inntlfica y la cotidianidad como formas de validacin, trasm isin y i (instruccin del conocim iento.

    La salud deja de ser un estado biolgico vivido pasivam ente por los sujetos, para convertirse en una construccin colectiva, histrica y localm ente determ inada, un modelo descriptivo de los factores que definen lo normal y lo patolgico para una comunidad.

    Los enfoques eco-antropolgicos aportan un anlisis de la alud como fenm eno social. Desde esta perspectiva, se integran nuevos aspectos epistemolgicos a la construccin de conocim ientos en este campo:

    Consideran la estructura social como un conjunto de partes interrelacionadas y en movimiento.

    Este m ovim iento es dialctico Este proceso se expresa en categoras de tiem po y espa

    cio siem pre presentes.

    Sin em bargo en la prctica, aparecen ms las intenciones que las acciones. Pocos o ninguno de estos aspectos se incluyen en las evaluaciones de calidad de servicios, que an se ubican del lado de la oferta de servicios y no desde un anlisis de la demanda.

    Aunque la declaracin de Alma Ata hace hincapi en la im portancia de una fuerte participacin y autodeterm inacin de la com unidad para poner en prctica con xito la Atencin Primaria de Salud, estos elem entos esenciales han sido elim inados e ignorados la m ayora de las veces. El xito relativo de los programas y polticas que han mantenido este planteam iento orientado a la comunidad, y los fracasos de los programas y polticas que no lo han hecho, no hacen ms que recalcar su importancia en la consecucin de salud para todos.

    Las prcticas de participacin y educacin en salud, prom ovidas desde los movim ientos sociales en las dcadas del 60 y 70 tenan una clara influencia de los desarrollos de Paulo Freire y

  • m i concopcin de una educacin liberadora mediante procesos de conclenclacin.

    A parlir de la dcada del 80, en cambio, el concepto de mar- koting social se convirti rpidamente en la norma.

    Esta tcnica se asemeja a la concepcin bancaria de la educacin descrita por Freire. Implica ganar los corazones y las mentes de la gente para convencerles de que acepten un paquete prediseado de cuidados de salud. Se hacen estudios preliminares, con entrevistas a la futura poblacin objetivo, para determinar qu estrategia de venta y presentacin del producto ser ms atractiva. Luego se lanza una campaa masiva de anuncios en los medios de comunicacin: radio, televisin y megafona local. Se reclutan a estrellas de cine, cantantes famosos y otras figuras pblicas [...] para alentar el entusiasmo de las masas.10

    Por otra parte, el predom inio de un m odelo de atencin individual, de corte asistencialista, liderado por la m edicina biologicista (m odelo m dico hegemnico), determ ina obstculos muy im portantes a la ejecucin de programas pensados desde otras lgicas que tengan en cuenta la participacin y el contexto social.

    Para que las intervenciones en la salud tengan un impacto significativo y duradero, deben trascender el enfoque exclusivamente curativo por otro ms preventivo y facilitador, orientado a desm itificar y dem ocratizar los servicios de salud, y ayudar a las com unidades a identificar y afrontar las causas de sus problem as de salud.

    Como con las estrategias de desarrollo, las intervenciones en salud nunca son polticamente neutrales: pueden prom over independencia o pueden fom entar dependencia y pasividad. Pueden apoyar cualquier forma, justa o injusta, de gobernar. Los planificadores de la salud deben ser prudentes para form ular y poner en prctica intervenciones que faciliten un em poderam iento de las com unidades en vez de obstaculizarlo.

    10 http://healthwrights.org/static/cuestionando/cap5.htm

    24

  • La salud es un componente fundam ental del b ienestar y de la calidad de vida de los individuos. Como parte indispensable de la ilud est la capacidad real que tenem os de e legir entre diversas opciones y la autodeterm inacin. El acceso a las diversas formas de participacin que tengam os ya sea en forma individual, fam iliar o de grupos es un derecho y un elemento indispensable y central del concepto de salud,

    5 - Salud y equidadCuando se aborda el tema de la salud y su atencin, tanto en

    docum entos oficiales, como en las manifestaciones provenientes de la sociedad civil, se establece el logro de la equidad como una de las metas ms importantes a alcanzar.

    La equidad en salud supone que, idealmente, todos deben tener una oportunidad justa para lograr plenamente su potencial en salud y, de un modo ms pragmtico, que nadie debe estar desfavorecido para lograrlo en la medida en que ello pueda evitarse [...] Empleando este enfoque, la equidad en la atencin de la salud se define del siguiente modo: a) igual acceso a la atencin disponible para igual necesidad; b) igual utilizacin para igual necesidad; y c) igual calidad de la atencin para todos"11

    ...se entiende que la equidad mejora mediante avances en al menos uno de los tres objetivos siguientes:

    El primero es minimizar la proporcin de personas y hogares cuyas condiciones de vida se ubican por debajo de lo que la sociedad considera aceptable.

    El segundo es promover el desarrollo de los talentos potenciales existentes en todos los grupos de la sociedad, eliminando progresivamente los privilegios y discriminaciones jurdicamente establecidos, as como la desigualdad de oportunidades de cualquier tipo, entre ellas las asociadas al origen social, tnico o geogrfico, o bien al sexo.

    11 Whitehead, M. (1990) The concepts and principles o f equity and health. Copenhague, Dinamarca: World Health Organization, Regional Office for Europe.

    25

  • I I tercero es buscar que ni el poder ni la riqueza, ni tampoco los frutos del progreso, se concentren de tal manera que se restrinja, para las generaciones futuras y presentes, su mbito do libertad.12

    O bservando la realidad latinoam ericana, y particularm ente la de nuestro pas se puede inferir que la equidad es una meta an lejana. El actual S istema Nacional de Salud es una propuesta de a lcanzar mayores niveles de equidad a mediano plazo.

    Por una parte, la situacin socio econmica en la m ayora de los pases latinoam ericanos, determina que grandes sectores de la poblacin no alcance la satisfaccin de sus necesidades bsicas. El actual estancam iento e incluso regresin de los niveles de vida y de salud en un creciente nmero de pases dem uestra que el m odelo de desarrollo convencional, cada vez ms globalizado, es en m uchos sentidos contraproducente: enriquece a los ricos y em pobrece a los pobres. La bsqueda del crecim iento sin igualdad (paradigm a neoliberal del desarrollo), se ha convertido en el mayor obstculo de la salud para todos.

    BibliografaB a r o n a d e In f a n t e , N. y l v a r e z , L. ( 1 9 9 1 ) : El proceso de Salud-en-

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    de salud, servicios y tecnologa. Ed. Masson. Espaa.

    27

  • CONSIDERACIONES SOBRE EL CONCEPTO SALUD

    Mag. De la Cuesta Patricia; Daz A lvaro; Vaeza Rosario

    Este artculo es el producto de la revisin del marco conceptual de la tesis de maestra realizada por los autores. La Investigacin realizada vers acerca de las estrategias fam iliares frente al (greso escolar, presentada ante la Maestra de Salud Mental de la fa cu ltad de Enfermera de la Universidad de la Repblica.

    Se desarrollan en esta oportunidad algunas de las diferentes conceptuallzaciones de la salud y salud mental que Intentan dialogar con el objetivo de explorar sus mltiples dim ensiones y las form as de com prenderlas en el campo de lo psicolgico. Pretendem os realizar una introduccin a la problemtica de la salud seleccionando algunos autores, sabiendo que otros quedaran excluidos, no por considerar menos importantes sus desarrollos, sino por la necesidad de realizar un recorte en la medida del a lcance de este artculo. Es un recorrido conjunto entre diferentes disciplinas como la psicologa comunitaria, el psicoanlisis y la enfermera. Esta produccin propone una introduccin a la tem tica pensada para acercarla a estudiantes universitarios de los primeros ciclos de las carreras de psicologa y enfermera.

    La conceptualizacin de la salud y sus determinantesUn enfoque potente que favorece y habilita el dilogo de sa

    beres, sin duda es el enfoque ecolgico, que desarrolla un postula-

    29

  • i i i r . . il, .
  • i donde en ltima instancia es el Estado el que est en el" l 11| )t;ror regulando los dems niveles. Las d im ensiones son

    i' i' mi mi, nas y determ inantes por el juego dialctico donde la rea- ImI " i

  • un modo exclusivo el Individuo o los conjuntos sociales, sino las relaciones que perm iten pensar conjuntam ente al individuo y su comunidad. Galende cita cuatro factores que pueden ser o bien protectores, es decir, salugnicos, que sera la resiliencia, la capacidad de absorber golpes sin que se menoscabe la autoestim a, o bien se transform an en factores de riesgo, cuando faltan:

    Redes sociales: Es importante la fam ilia en cuanto institucin primordial en la salud, el bienestar y desarrollo de sus individuos. Nos encontram os en la actualidad con una fam ilia debilitada, donde se produce una transferencia de sus funciones de socia lizacin al estado.

    identidad cultural: Se trata de la pertenencia a una tradicin cultural, siendo la cultura un conjunto de form as de resolver los problem as de la vida con mayor o menor complejidad. O bservamos en el contexto actual de cambio, de crisis, que los modelos identificatorios estn debilitados y generan vulnerabilidad en la generacin siguiente.

    Inclusin socio-institucional: Cuando no se produce una adecuada insercin social, lo que implica una identidad y asuncin de roles, nos encontram os con una exclusin de individuos y esto implica la inclusin en un espacio diferente que le perm ite ser" d iferente de otros pero asumiendo una identidad negativa . De esta form a nos enfrentam os con las tendencias a la actuacin, a travs de la violencia, y la trasgresin, m anifestada en los enfrentam ientos con la ley. Surgen las pandillas, las bandas, las tribus urbanas, etc.

    Participacin o ejercicio de ciudadana: Esto se adquiere sobre la base de la capacidad del sujeto de establecer pertenencias a grupos con los que comparte intereses y valores. Es un facto r protector en cuanto perm ite circular saberes y referentes para transform ar la realidad.@ Segn(ilv ina Malvrez:las concepciones sobre la salud han

    variado a travs de ios tiempos, influidas por los contextos socio- polticos de cada era (Malvrez, 2000). La autora considera que hay un concepto de salud que se define por la ausencia de enfermedad, otro que se define como un estado de equilibrio biopsico- social resultante de una suma de factores causales y aparece un

  • ' ii i mo concepto que acepta a la salud como un proceso histrico 'Ocial, centrado en la sociedad de forma integral, que abarca el

    individuo, la fam ilia, la comunidad y cuyo campo de decisin pro- M-ne de los profesionales de la salud y de otros campos y de las

    i'n iiticas de Estado, con una participacin activa de la comunidad. r ,n a esta autora, la salud es tam bin una cuestin social y en i 11, into social, tam bin poltica, estando atravesada por relaciones de poder, ya que siguiendo a Testa y a Ferro, concibe a la salud como un proceso histrico-social, culturalm ente determ inado, re- l.ilivo al estilo y a la calidad de vida de los pueblos y a sus condi- i iones de accesibilidad a los diferentes tipos de riqueza (cultural, econmica, poltica, geogrfica, espiritual, etc.), en cada lugar y liompo. D icho proceso se expresa no solo en distintos problemas de enfermedad o amenaza de dao, sino tambin en las diferentes maneras cotidianas e institucionalizadas de relacionam iento social.

    En otro trabajo, (Malvrez, 1996) sostiene que:

    Los sistemas sanitarios de los pases de Amrica Latina, en el marco de la crisis de la ltima dcada, de la modernizacin del Estado y de los lineamientos de la poltica econmica y social, exhiben cambios en la salud de la poblacin. Las tendencias neoliberales desarrollan la privatizacin disminuyendo sus inversiones en el rea social (salud, educacin) dando como resultado una creciente desigualdad en la distribucin de la riqueza, en la administracin de la atencin de la salud pblica y de la salud mental en particular.

    En el Uruguay la reciente instalacin de un sistema integrado de salud propone iniciar caminos que perm itan cambios sustanciales en el m odelo de atencin, privilegiando la atencin integral y unlversalizar el acceso a la salud.

    Por otra parte, la autora considera que no solo los virus, las cargas genticas y congnitas, el medio fs ico y las relaciones fam iliares e interpersonales son las causas por las que las personas enferman o mantienen su salud. Existen otros mltiples determ inantes y condicionantes predom inantem ente sociales, que se combinan para determ inar la situacin de salud en general y de la salud mental. S iguiendo a Ferro, M alvrez incluye las s iguientes dim ensiones como determ inantes de la situacin de salud: las h istrico-culturales y econmico-sociales; las polticas y jurd icas,

  • las cientfico-tcnicas, las adm inistrativas y organizacionales y las m ltiples articulaciones que se producen entre ellas y que dan como resultado un determ inado estado de salud.

    Pensar de esta manera es posicionarse de un modo distinto y considerando al poder en sus distintas formas, ya sea poltica, tcnica y/o adm inistrativa en funcin de las cuales aparece determinada situacin de salud. La salud es un derecho, es un bien social y est condicionado por determ inantes econm icos, histricos y culturales.

    d > L a L ic fA lic ia Cabrera, tam bin adhiere a la idea de que la salud es un producto social, es el fin de un resultado de la gran fbrica de la sociedad" (Cabrera, 2001). A firm a que la salud no implica exclusivam ente considerar la cobertura mdica, sino que tiene que ver con condiciones ms com plejas vinculadas a niveles sociales, condicin sine qua non para que el producto salud se genere. Cultura, vivienda, alimentacin y educacin son elem entos fundam entales para que se produzca la salud.

    (^Alicia Canetti sostiene que el concepto de salud mental es complejo, m ultidim ensional, no compatible con una m irada de relaciones lineales, que requiere de una mirada de relaciones dinmicas y de construcciones interdisciplinarias (Canetti, 2000). Se apoya en:

    Los criterios que propone la OMS para concebir la salud mental de los seres humanos: en primer lugar es la condicin de la vida humana que resulta de un armnico desarrollo intelectual, emocional y social, a travs de una conducta orientada al logro de bienestar subjetivo y objetivo, individual y colectivo, que permite la realizacin de las potencialidades y la participacin en los cambios. Esto implica, de acuerdo a la OMS, tres criterios operacionales de capacidades humanas: a. el conocimiento y la aceptacin de s mismo, b. la correcta percepcin del ambiente y c. la aptitud para la integracin que le permita al ser humano hacer frente a las necesidades y dificultades de la existencia, tanto en perodos de crisis como ante los continuos esfuerzos de adaptacin que exige la vida cotidiana .

  • Modelos de atencin a la saludEl m odelo de atencin a la salud es la manera de organiza

    cin en la poblacin de los recursos de la salud incluyendo, d iferentes unidades prestadoras de diversas com plejidades tecnolgicas, y las relaciones que se establecen dentro de ellas y entre ellas. En el Uruguay, hasta la implantancin del nuevo Sistema Nacional Integrado de Salud, no se haban desarrollado investigaciones que perm itieran hacer un diagnstico preciso de las reales necesidades de la poblacin, y se implantaron modelos de salud im puestos por los organismos internacionales donde el estado, haba perdido su tutelaje en funcin de una privatizacin de la salud. Para Cabrera los principios de la atencin a la salud son:

    a. Universalidad: accesibilidad y equidad. La salud es un derecho. Se habla de accesibilidad econmica, cultural y geogrfica. Son form as de integrar el sistema o de estar excluido del m ismo.

    b. Continuidad. Se hace necesaria la continuidad de la prestacin de los servicios de salud, desde el em barazo hasta la adultez y/o vejez, o sea, durante todas las etapas evolutivas del individuo.

    c. Integralidad. Implica la promocin, proteccin, recuperacin, rehabilitacin, cuidados paliativos. Seran los diferentes aspectos que debe abordar de atencin en salud.

    d. Calidad cientfico-tcnica, adecuada a los medios disponibles. Hay factores que condicionan el nivel de salud, que aparecen en todos los autores que analizan los modelos y los d iagnsticos de salud de la poblacin: son las caractersticas del sistem a socioeconm ico, el modo de vida de las personas, el contexto am biental o ecosistema, el perfil dem ogrfico de la poblacin, los aspectos gentico-hereditarios y el m odelo de atencin de salud vigente. (Cabrera, 2001).

    Cabrera m enciona dos modelos de atencin en salud: atencin prim aria en sa lud y atencin prim aria selectiva. En la dcada de 70/80, la oms adquiri el verdadero papel en definicin estratgica para el mundo en materia de salud y adhera al paradigm a de la salud com o producto social que necesita de polticas de Estado para im plem entarse. La declaracin de Alm a A ta (1978), organiza

    o s

  • ( I.i i ni!|unUim entc por o m s y u n ic e f , reconoci claram ente que la .itnncin primaria do la salud es la clave para alcanzar la meta del.i s.ilud para lodos. Instaba a los gobiernos a form ular polticas, (;:,ti;iU;gias y planes de accin con objeto de iniciar y m antener la .itencin primaria de la salud como parte de un sistema nacional de salud com pleto y en coordinacin con otros sectores.

    La Atencin Primaria en Salud es una estrategia orientada a prom over la transform acin en la calidad de vida de la poblacin, y est dirigida a la raz de la gnesis del proceso salud-enferm edad. En este sentido, la a p s no es una poltica exclusiva del sector de la salud ni un programa de grupos de riesgo, ya que stos trabajan con la enferm edad y tam poco es un nivel de organizacin.

    Se tiende a confundir a p s y promocin de salud, sin em bargo la primera implica mejorar la calidad de vida de la poblacin, en tanto que la segunda es un nivel de organizacin que trabaja con una poblacin objetivo lim itada a los efectores de salud, careciendo de una poltica estatal. La APS propone la autonom a, el autode- sarrollo y la prestacin de salud equitativa a todos los habitantes del pas, sin exclusiones, y no trata de m ejorar solam ente la vida de los ms carenciados o los excluidos.

    La declaracin de Alma Ata plantea que la salud es un derecho hum ano y genera una serie de determ inantes que involucran a los estados en polticas concretas: la modificacin de la legislacin en norm as del Derecho, pasando por la organizacin de los efectores del sector salud y de todos los efectores sociales de la educacin, de la vivienda, de la salud, organizados para atender los problem as de la poblacin y comunidad organizada. El Estado define polticas junto a la participacin de la comunidad organizada involucrando a la poblacin y a los tcnicos para m antener ese derecho.

    Opuesta a la a p s aparece en la dcada de los 80 la a p s s , que es la Atencin Primaria en Salud Selectiva. M ientras en la definicin de salud de la a p s se prioriza el b ienestar fsico, social y mental del individuo, la a p s s define a la salud como ausencia de enferm edad. La a p s involucra a la comunidad y los profesionales, como protagonistas e implica los principios de justicia, equidad, prevencin e intersectorialidad. En cambio, la a p s s considera solamente a los profesionales como protagonistas, basndose en la

    36

  • prevalencia, mortalidad, morbilidad de algunas enferm edades, y lione alta credibilidad en la tecnologa mdica, se limita a la ejecucin de programas, trabaja con polticas de riesgo, implicando una epidem iologa que se genera a partir de un proceso mrbido, colocando el nfasis en el costo-efectividad.

    M ientras la intervencin en la a p s s es de ndole mdica, la d e la a p s es m ultidim ensional abordando otras tem ticas sociales; implica un abordaje de las necesidades cientficam ente probadas d e la poblacin, actuando con un enfoque preventivo, ya que se anticipa a las problemticas que podran aparecer en el mbito de la salud.

    BibliografaC a b r e r a , A. Materiales didcticos del Mdulo Administracin, tronco

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    W e in s te in , L. (1989): Salud y Autogestin. Ed. Nordan Comunidad. Buenos Aires.

    38

  • LA ESCISIN ALMA CUERPO EN PERSPECTIVA HISTRICA

    Lic. Ana Laura Russo

    Introduccin

    El presente artculo se propone analizar las dificultades que la cultura occidental ha tenido, para lograr una concepcin integra- dora del hombre, capaz de superar las clsicas dicotom as alma- cuerpo o mente-cuerpo.

    Un recorrido en el tiempo, mostrar la emergencia de los diferentes paradigm as que han dominado y determ inado que aun hoy, la dicotoma m ente-cuerpo se presente como problema para las ciencias de la salud, habiendo perm anecido como una constante a lo largo del tiempo y siendo uno de los ejes centrales en la historia del ser humano.

    La historiografa sobre el tema es muy amplia, teniendo en cuenta que partimos desde antes de la Era Cristiana. Solo por una cuestin tem poral sern posibles algunas referencias especificas, rem itiendo al lector interesado, a consultar las fuentes bibliogrficas que fueron referencia para esta exposicin.

    El tema en s mismo resulta complejo, en el sentido de los mltiples enfoques sostenidos por autores con posturas diferentes, siendo imposible citarlos a todos.

    Es por tanto im portante sealar, que estamos realizando un recorte de lo que creemos, son las lineas de produccin de conoc-

  • miento que ms contribuyen a explicar y fundam entar la diversidad de teoras o prcticas, que determ inan en definitiva, las concepciones de salud-enferm edad predom inantes hasta nuestros das.

    Observam os cmo desde ios orgenes de la Filosofa, con los antiguos pensadores griegos como representantes, hallamos la preocupacin por entender la constitucin humana tanto en sus aspectos fsicos como psquicos.

    M uchos siglos despus, la misma temtica seguir siendo abordada desde distintos enfoques de la Psicologa y de la Medicina, tanto en la academia, en el laboratorio o desde las que se ha denom inado terapias alternativas.

    Llegarem os a un siglo XX de grandes rupturas epistem olgicas en todas las ramas de la ciencia, que conm overn los saberes establecidos y aceptados. Slo podremos acercarnos a una certeza tem poraria, verdades en permanente construccin y cambio.

    Este m odelo slo es pensable desde la aceptacin de un paradigma complejo, superando la idea de causalidad lineal y verdades nicas.

    Tal vez as sea posible acercarnos a pensar en la Psicosom tica como una disciplina ms, que aporte una explicacin dinm ica e integral del hombre del siglo xxi y proponga la superacin de la vieja escisin.

    Un punto de partida: La antigedadLos primeros antecedentes con registro escrito, que sealan

    la preocupacin por la mente o el espritu-alma del hombre, se ubican en la Grecia Antigua hacia el siglo V a. C.

    Pensar en pares de opuestos es una caracterstica del pensam iento antiguo y sin duda una marca muy profunda en el proceso histrico de la sociedad occidental, que como verem os en las sucesivas etapas cronolgicas, determ inar la form a de pensar, de vivir, de hacer ciencia, de la religin, en definitiva, de todos los aspectos cotid ianos del individuo.

    El trm ino psicosom tico corresponde etim olgicam ente a la lengua griega y significa: psych = alma y som a = cuerpo. Se

    40

  • Ir Min de dos vocablos unidos, en el intento de consolidar una forma i li i pensar y explicar al ser humano.

    Scrates (470 a. C. - 399 a. C.) conceba un hombre constituido por un substrato material, que seran el cuerpo y sus funcio- nos, pero tam bin habla de una esencia inmaterial, a la que llama- i; i alma y que tiene que ver con los pensam ientos y sentim ientos. : ;u recordada frase Concete a ti m ism o , seala los aspectos in llexivos del sujeto como una necesidad para la bsqueda de lo verdadero.

    Reconocem os en Platn (428 a. C. - 347 a. C.) la primera concepcin dicotmica como forma explicativa del funcionam iento humano. Su planteo ubica la razn en la cabeza y el coraje en el abdomen. Desde esta postura, la dicotoma razn - opinin, nos lleva a je rarqu izar a la primera, quedando en un segundo plano la opinin, lo sensible, lo no razonado.

    Aristteles (384 a. C. - 322 a. C.) retomar el pensam iento de su m aestro Platn, pero realizar algunas variaciones. Seala que las ideas no pueden existir separadas de la cosa m ism a . Si bien a realidad es el mundo que vemos y sentimos, algunas cosas existen en s mismas, como un hombre, una casa, etc; son solo si form an parte de otras, por ejemplo un color, una cualidad (rojo, bello, grande). Aristteles llamar sustancias a las primeras y las considera la forma fundam ental. Llegar a la conclusin de que todas las cosas se componen de dos elementos: forma y materia.

    Am bas no pueden pensarse separadas. As alma y cuerpo son e lem entos inseparables. Si bien la manera de pensa ren pares se m antiene, como uno con dos partes, hay un primer intento de concebirlas como dos caras de la misma moneda.

    La Medicina ha reconocido a H ipcrates (460 a. C. - 367 a. C.), como su padre, siendo de sumo valor sus aportes, muchos de ellos o lvidados a lo largo de la historia, pero que m antienen hoy plena vigencia.

    Sostena la idea del cuerpo como unidad funcional, siendo el alma la que tiene una funcin reguladora que se modifica constantem ente y forma un todo con el cuerpo. Esta unidad organizada, dir H ipcrates, puede desorganizarse y all surgira la enferm edad.

    41

  • Las contribuciones de este pensador sern de gran im portancia, en cuanto fue el primero, segn se tiene registro, en destacar la relevancia de la observacin clnica y la anamnesis del paciente, viendo al enfermo en su contexto general e incluyendo las causas am bientales de las enferm edades como el clima, los vientos, el agua y teniendo en cuenta el pasado del enfermo, su presente y su futuro.

    Tenemos en Hipcrates una clara visin integradora del sujeto, que si bien mantiene la bsqueda de causas explicativas, estas pueden ser diversas.

    La importancia del contexto nos muestra una concepcin de hombre diferente a la de los filsofos de su poca, ya que lo sano y lo enferm o se relacionan con las condiciones de vida de los sujetos, por tanto est implcito en ello lo que se conciba y acepte para esa poca como salud o enfermedad.

    Durante el perodo medieval (siglos v a xv) y el surgim iento de la Iglesia como dominadora de la cultura, la actitud del hombre estaba centrada en el dogma religioso y la fe como verdades incuestionables.

    Del prim er perodo medieval se destac San Agustn, un clrigo que retomar las ideas de Platn tratando de explicar m ediante la razn lo que cree que es la fe. sta es la que hace posible el entendim iento, la razn debe ser ilum inada por la fe.

    Tambin en la lnea de conciliar razn y fe, ya avanzado el siglo xni, el eclesistico Santo Toms de Aquino, se apoyar en el pensam iento de Aristteles, afirmando que si bien no es posible concebir materia sin forma, s es posible la existencia de form a sin m ateria y de all se sostiene la existencia de Dios.

    Se mantiene por tanto la distincin en dos estados posibles, tal como se haba concebido en la Antigedad, solo que ahora el fuerte poder eclesistico pona a su servicio y para explicar su dogma, las ideas que la Filosofa haba aportado siglos atrs.

    La concepcin de salud y enfermedad en este perodo reconoca la clasificacin en enfermedades del cuerpo, llamadas naturales y enferm edades del alma, denominadas sobrenatura les .

    A travs de estas ltimas se justificaban las disidencias que el cristianism o tena, ya que toda dea que cuestionara el dogma

  • mllflloso, era considerada un alma poseda por el demonio y sufra1.1 ((liorna en la hoguera.

    Hacia los siglos xvi y xvn, durante el perodo conocido como Modernidad, se producen importantes cambios polticos, econm i- i .iin y socia les.13

    La Reforma Religiosa y la crisis de la Iglesia Catlica contribuyan a la separacin de la ciencia y la fe, surgiendo nuevas formas

  • Asigna al cuerpo una extensin, es espacial y puede ejecutar .u;don
  • El siguiente cuadro com parativo perm ite v isualizar en forma simultnea las respuestas que m uchos autores aportaron a la di- li'intica planteada.

    (/)11 s g.

    c/) w (tp r-C/JO) a)

    13 ^ cu J5 o

    > > o co

    (/) C Da:

    1600____________D ESC A R TES (1596-1650)

    Interaccionism o m ente- cuerpo.

    M ELA B R A N C H E (1638- 1715) O casionalism o. No hay

    influencia.

    S P IN O ZA (1632-1677) N iega la m ente. Doble a sp e c

    to. M isma sustancia.

    LEIB N IZ (1646-1716) A rm o na de ambas.

    B ER K ELEY (1646-1716) Inm ateria lism o. El cuerpo es una percepcin de la m ente.

    1700____________

    "HUME (1711-1776) M ente com o im presiones de

    la experiencia.

    DE LA M ETTRIE (1709- 1751)

    M ateria lism o, niega la m ente.

    K A N T (1724-1804) M ente com o organizadora

    de la experiencia.

    H A R TLE Y (1705-1757) A tom ism o. Enfoque fis io l

    gico.

    " o c / T a)' o C 0

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    0)Ei(DQ.X

    LU

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    o 3

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    G RO D D EC K(1866-1934)

    W E IZS A E C K E R (1886- 1957)

    46

  • I as respuestas metafsicas y filosficasBaruch Spinoza (1632-1677) negar la existencia de la m en

    te y el cuerpo como entidades distintas y dir que ambas son aspectos de la m isma sustancia. Su teora conocida como del doble aspecto sostiene como nica sustancia existente a Dios, reconociendo la mente y el cuerpo como aspectos distintos de la existencia.

    N icols de M alebranche (1638- 1715) tam bin desde una postura dogm tica religiosa, propone que la mente y el cuerpo no lienen capacidad causal y Dios sera la nica causa.

    Gottfried Leibniz (1646-1716) con una visin racionalista, dir que tanto el mundo fsico como las capacidades mentales estn compuestos de infinitas mnadas que no se comunican entre s, de modo que el mundo mental no se relaciona con el mundo fsico.

    Tambin subordina la existencia de la mente a la existencia de Dios ya que cree que los dos mundos estn sincronizados como dos relojes a la misma hora, y esa sincronizacin la hace Dios.

    Vemos el comn denom inador de estos pensadores en la explicacin religiosa como una constante explicativa im posible de abandonar.

    Desde una postura radical del empirismo, George Berkeley (1685-1753) sostena que la sensacin era la fuente de todo conocim iento, por lo que negaba que la materia pudiera existir en ausencia de la percepcin. Por lo tanto no existe la distincin entre mente y cuerpo pues el cuerpo sera una percepcin de la mente. Esta dea de que solo existe la mente se conoce como Inm aterialismo.

    El escocs David Hume (1711-1776) tam bin desde su posicin empirista, argum enta que los elem entos bsicos de la m ente son las impresiones (obtenidas de la experiencia), en tanto las deas son las imgenes de las impresiones. Los aportes de Hume a la Psicologa, se reconocen como importantes en lo referente a las nom inadas Leyes de la Asociacin:

    47

  • 1) Semejanza: La mente tiende a asociar lo parecido.2) Contigidad: Dos elementos o hechos que se experim en

    tan juntos, se tienden a recordar juntos.3) Causa- efecto: A un fenmeno que ocurre a continuacin

    de otro, solem os asociarlos.

    Im manuel Kant, ser otro filsofo que aport a la discusin entre em piristas y racionalistas, sealando que si bien todo conocim iento com ienza con la experiencia, no todo procede de la experiencia y se necesitan determ inados esquem as que son producto de la im aginacin que nos perm iten com prender el mundo y adecuarlo a la estructura de nuestra m ente".14

    Im posible detenernos en esta oportunidad en muchos autores importantes, ta les como David Hartley, Jhon Stuart Mili, Shadworth Hodgson, George Lewes, W illiam Clifford entre otros, quienes se cuestionaron sobre el problema del conocim iento y a su relacin con la concepcin de lo que se defina como mente".

    La Neurofisiologa y la psicologa experimental.Es oportuno observar cmo, sim ultneam ente a las respues

    tas filosficas, com ienza el desarrollo de las ciencias naturales y desde la Neurofisiologa surgen valiosas investigaciones sobre el sistema nervioso central.

    El problem a de resolver la dicotoma mente-cuerpo, se desplaza desde la metafsica, que no lograba dar una respuesta acabada; hacia los estudios de la Neurofisiologa, que se presenta como la que s puede ser ciencia.

    La Psicologa com ienza a recorrer el cam ino de la Biologa y las C iencias Naturales, dada la necesaria condicin del paradigma positivista dom inante, que exige a toda ciencia, la utilizacin del mtodo cientfico experimental.

    Podem os reconocer como antecedentes de la Psicologa Experim ental a varios neurofislogos que, a partir del estudio de

    14 Citado por SANTAMARIA, C. en: Historia de la Psicologia. (Ob. Ref, p. 31)

    48

  • animales en un comienzo, se cuestionan sobre estmulos, reflejos e impulsos nerviosos.

    Entre muchos, fue destacado Robert W hytt (1714-1766), pionero en realizar estudios rigurosos sobre los reflejos involuntarios en el estudio de ranas. Luigi Galvan (1737-1798) continuando en la lnea anterior, observ aspectos relacionados con la electricidad animal, utilizando aparatos para su medicin.

    Autores posteriores como Helmholtz (1821 -1894), se basarn en estos antecedentes para estudiar el sistema nervioso humano y medir la velocidad de los impulsos. Fueron valiosos sus aportes sobre la percepcin y se le reconoce por la invencin del ofta lm os- copio (instrum ento para exam inar la retina). Sus estudios sobre la visin, explicaban de manera bastante exacta, los mecanismos por los cuales podemos calcular la distancia entre objetos.

    En relacin a la localizacin de las funciones cerebrales, se reconocen los estudios de Franz Gall (1758-1828) como un pionero en el intento de localizar espacialm ente las reas cerebrales. Si bien fall en algunos de sus presupuestos, el aporte que destacamos para la Psicologa, tiene que ver con su afirmacin de que el cerebro es el rgano de la mente , instalando una concepcin que otorga a la mente facultades intelectuales y emocionales.

    Otro grupo de autores llamados psicofsicos , tam bin han de considerarse como antecedentes en la construccin de la llamada Psicologa experimental o cientfica. Dicha nom inacin se les asigna, dado que buscarn relacionar lo que consideran aspectos psicolgicos del hombre, con sus m anifestaciones fsicas.

    Ernest W eber (1795-1878) se interes en la fisio loga de los rganos sensoria les e investig cmo se produce el proceso de percepcin de los estmulos externos. Plante lo que se reconoce como primera ley matemtica en Psicologa, ya que hablaba de un um bral d iferencia l m nim o de percepcin".

    Gustav Fechner (1801-1887) es considerado un seguidor de los estudios de W eber y se propuso relacionar el mundo fsico y el de la mente, buscando una relacin que fuera registrable y cuantificable. Utiliz varios m todos para m edir la magnitud de las sensaciones, los que si bien fueron cuestionados por parte de la academia, le aseguraron cierto reconocim iento por parte de algunos investigadores que vean en los estudios experim entales de

    49

  • laboratorio, el com ienzo de la legitimacin cientfica de los aspectos psicolgicos.

    W ilhelm W undt (1832-1920), haba trabajado como asistente de Helm holtz y se mostraba muy interesado en los estudios de sensaciones y percepciones.

    La historia de la Psicologa, lo ha reconocido como el psiclogo experim ental que logr sistem atizar y ordenar los estudios realizados en su poca. La creacin de un laboratorio dedicado especficam ente a estudios psicolgicos en 1875 en Leipzig y la concurrencia al m ismo de investigadores de varios lugares de Europa, e incluso de los Estados Unidos, hizo de W undt un referente ineludible de la Psicologa cientfica de su momento.

    Las investigaciones incluan, anlisis de sensaciones, estudios de atencin, percepcin, memoria y asociacin de ideas.

    Desde esta postura, la mente aparece radicalm ente separada del cuerpo, ya que se jerarquizan los rganos sensoria les que reciben estm ulos, definiendo los hechos o contenidos de conciencia" como objeto de estudio.

    Los investigadores anteriormente citados, pertenecen a la que podramos denom inar la cuna de origen", de la Psicologa cientfica en A lem ania, sin embargo, la produccin de conocim iento em igraba prontam ente a los Estados Unidos, donde debem os destacar a Wllam Jam es (1842-1910), quien tuvo un reconocido lugar com o fundador de la Psicologa.

    En el ao 1890 escribi el libro Principios de Psicologa , considerada obra clsica, en la cual se muestra partidario de la introspeccin y seala las propiedades de la conciencia. sta es definida como ...un flujo continuo que no puede descom ponerse en unidades sim ples y para estudiarla es preferible pensar en su utilidad ms que en tra tar de indagar su estructu ra ...15

    Su postura pragmtica radical, lo llev a considerar a las em ociones como procesos fisiolgicos particulares y la existencia de estm ulos externos que afectan nuestros rganos fsicos. Respecto al problema mente-cuerpo, mantuvo dos posiciones que por m om entos se contradicen. Por un lado seala que todo est fo rmado por una sola materia y no hay distincin m ente-m ateria. En

    15 Op. cit.

    50

  • otro mom ento se acerca a la posicin de Berke ley (Inm aterialism o) y dice que la materia no existe.

    Es interesante sealar, un inters qu izs menos conocido de este autor, y es lo referente a su curiosidad y atraccin por los fenm enos paranorm ales . Crea en la te lepata y en el espiritismo, quizs por ello es tan difcil sealar una postura definida con respecto a lo que defina como mente y conciencia.

    Tambin en Estados Unidos, a lgunas dcadas despus, m erece ser destacado John Watson (1878-1958), considerado el creador del Conductism o. En su crtica a la psicologa clsica y al uso del mtodo introspectivo, se propone desarro lla r una Psicologa objetiva y experimental que pudiera s e r considerada dentro de las ciencias naturales. Para ello se p lantea como objeto de estudio la conducta hum ana . En su obra se d is tinguen bsicamente: a) el conductism o m etodolgico que sostiene el uso del mtodo cientfico experim ental, b) el "conductism o m etafsico , en el cual fundam enta que la mente no existe.

    Toda actividad humana incluyendo pensam ientos y em ociones, se pueden explicar a travs de m ovim ientos m usculares o secreciones glandulares. Desde esta perspectiva, W atson elije no pensar en el problema de la escisin m ente-cuerpo. S se deja de pensar como problema metafsico y se lo coloca en el polo c ientfico, es necesario anular la mente, pues corresponde a una categora no medible, desde el paradigma positivista de la ciencia exacta.

    La psiquiatra dinmica y las primeras concepciones unicistas

    El tercer eje tem tico que nos proponem os analizar, en relacin al problem a de la escisin m ente-cuerpo, se corresponde fundam entalm ente, con ciertos planteos que, se m antuvieron al margen del mtodo cientfico validado p o r la academia y el paradigma dom inante, y tienen que ver con una concepcin diferente en el tratam iento de las enfermedades m entales.

    A la dea reinante hasta la Ilustracin, de los enferm os m entales como posedos por el demonio y tra tados de forma totalm ente

  • inhumana, se presenta como un mojn relevante en la historia, Phillipe Pinel (1745-1826), quien intentar dar un lugar y tra ta m iento diferente a estos enfermos, buscando una explicacin a las causas naturales del origen de estos padecim ientos.

    En A lem ania los estudios de Franz Antn Mesmer, (1734- 1815) proponen una nueva concepcin de enfermedad, basada en la hiptesis de un desequilibrio en el fluido energtico del hombre, que poda afectar tanto su mente como su cuerpo.

    Com o terapia haca beber a sus pacientes agua con alto contenido en hierro y luego colocaba imanes en varias zonas del cuerpo. Estableca cierto contacto fsico con los pacientes, colocndose de frente, tom ando sus manos y m irndolos a los ojos con lo que lograba que las personas entraran en una especie de trance. Luego de estos episodios ocurra una mejora de los sntomas.

    En ocasiones desarrollaba curas en grupo, tam bin con buenos resultados.

    Su final no fue feliz, dado que su dea de haber descubierto un flu ido m agntico no fue comprobada cientficam ente y se pudo constatar que sin el uso de imanes podan lograrse resultados sim ilares. Sin embargo, sus investigaciones y tratam ientos dieron cuenta de la importancia del rol del terapeuta y del poder de la sugestin en ese vnculo con el paciente.

    As m ismo el hecho de hablar de crisis para el logro de la cura, aparece como un indicio en la historia de la psiquiatra dinmica en lo que refiere a la expresin de la enfermedad.

    Un discpulo de Mesmer, el marqus de Puysgur (1751- 1825) centr la importancia del tratam iento en el poder del m agnetizador y habl de crisis, como un estado de sonam bulism o artific ia r en el que caan los pacientes. Se considera este como el prim er antecedente documentado de lo que ms adelante se llamar hipnosis.

    Estos estudios se fueron difundiendo ms all de A lem ania y Francia, destacndose en Inglaterra el mdico Jam es Braid (1795- 1860), quien en conocim iento de las experiencias anteriores, propuso inducir a los pacientes en un estado de sueo, al que llam neurohipnosis, utilizando un objeto brillante.

    Es en este momento en que una enfermedad cuyos sntom as fsicos resultaban incomprensibles para la m edicina tradicional, se

  • destaca y dem anda la atencin de varios mdicos investigadores: la histeria.

    Quienes la padecan, fundam entalm ente mujeres, presentaban desvanecim ientos, parlisis en los m iembros superiores o inferiores y ataques que se parecan a los epilpticos. Sin em bargo los m dicos observaron que las par lis is no se correspondan con una afeccin del sistema nervioso, ya que por ejem plo estaba paralizada la mano pero no el brazo, lo que neurolgcam ente no era posible.

    Recordem os que la neurofisiologa, ciencia aceptada en el ambiente cientfico, adjudicaba una causa cerebral a todos los fenmenos mentales. El hecho de que algunos autores em piecen a proponer la hiptesis de que podan sufrirse determ inados sntom as fsicos sin que hubiera una causa orgnica, com enzaba a subvertir las ideas hasta entonces avaladas.

    Fue el neurlogo francs Jean Martn Charcot (1825-1893) de la escuela de Salpetriere, quien medante el mtodo de hipnosis lograba mejoras en las enfermas. Charcot propuso la idea de que la hipnosis era una consecuencia de la histeria y que los sntomas realm ente existan sin que hubiese alteraciones estructurales ni cerebrales.

    Un poco ms adelante en el tiem po, dos de los discpulos de Charcot, P ierre Janet en Pars y S igm und Freud en V iena darn a la histeria la categora de trastorno psicolgico.

    Paralelam ente a estos estudios, en la escuela de Nancy, Hi- ppolyte Bernheim (1840-1919), defiende la hiptesis de la sugestin. No com parte la idea de la hipnosis como estado patolgico como planteaban en Salpetriere, sino que lo define como un sueo producido por sugestin" y el cual puede utilizarse con fines te raputicos, siendo todos los sujetos pasibles de ser sugestionados en estado de vigilia.

    Se reconoce a Bernheim el uso del vocablo psicoterapia" cuando usaba este mtodo, palabra de uso habitual en la term inologa psicolgica actual.

    Entre las corrientes contem porneas de inicios del siglo xx, surge el Psicoanlisis de Sigmund Freud (1856-1938), cuyo origen surge de la prctica clnica, vinculada al inters por las enferm edades mentales y particularmente a los casos de histeria.

  • Freud haba sido becado en 1885 para estudiar con Charcot en Pars y entr en contacto con ambas escuelas (Salpetriere y Nancy), y sus aportes respecto a la hipnosis y la sugestin.

    En Viena, Freud com ienza a trabajar con Joseph Breuer (1842-1925), intercam biando sobre las posibles respuestas a la histeria. En un com ienzo utilizaron el mtodo catrtico, la hipnosis y la sugestin. Luego Freud ir modificando su mtodo a partir de sus casos clnicos, hasta llegar al que llamar propiam ente m todo psicoanaltico.

    Este ambiente de produccin de conocim ientos hacia 1880, nos ubica en un mom ento fundamental de la historia de la Psicologa y de las concepciones de salud y enfermedad que venim os desarrollando. Se trata de nuevas formas de pensar lo que manifiestan los enfermos y las causas de los sntom as que se presentan. Nos encontram os en los primeros intentos de explicar el funcionam iento de los sujetos, no desde un punto de vista mecan- cista, como vim os para la psicologa experimental, sino donde se atribuyen causas desconocidas o no consientes a los aconteceres humanos

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    55

  • PSICOSOMTICA PSICOANALTICAUn en fo qu e que supera la c ls ica d ico to m a m en te -cu erp o

    Lic. Ana Laura Russo

    IntroduccinEntendem os la Psicosom tica como una disciplina que, en

    ese intento de unificar, lo que en realidad nunca estuvo separado, presenta un modelo holstico del hombre, donde lo sano o lo enferm o son m anifestaciones de lo uno y de lo nico. No hay dos aspectos, dos registros o dos instancias, slo hay un ser que se expresa y conocem os a travs de lo que manifiesta y del sentido que tiene para l esa manifestacin.

    Sostener estas ideas nos obliga necesariam ente a superar los clsicos dualismos histricos, pero tam bin los actuales, pues continuam os buscando en las causas, la explicacin a enferm edades, accidentes y acontecim ientos!

    La Psicosom tica parte de la dea de la existencia de causas necesarias pero no sufic ientes en tanto, no todo se explica mediante los m ismos orgenes, no hay procesos repetib les sino siem pre nicos.

    Ante las m ismas situaciones todos responderem os de una forma particu lar y creativa, en el sentido de la originalidad de ese sujeto para resolver su situacin de vida.

    57

  • La disciplina que proponemos parte de un necesario cam bio en la concepcin de lo sano y lo enfermo, de lo que creem os es un hombre en perm anente construccin y cambio, con un inconsciente que lo explica pero en ntima vinculacin con un entorno que lo determ ina y condiciona.

    El Psicoanlisis freudiano como base terica de la Psicosomtica

    El trm ino Psicosomtica, fue utilizado por primera vez por J. A. Heinroth en 1818, para dar cuenta de la influencia de aspectos psicolgicos en la tuberculosis.

    El m ismo nombre es aplicado por Flix Deutsch mucho tiem po despus (1922) y por otros autores psicoanalistas, quienes retom aron el trm ino, para tratar de entender afecciones som ticas y su relacin con lo psicolgico.

    El estudio de los procesos inconscientes comenzaba, a adquirir una im portancia significativa a com ienzos del siglo xx y puede considerarse como el punto de partida que intentar dar fin a la histrica escisin mente-cuerpo.

    Destacam os a Freud, como uno de los primeros intentos por estudiar los procesos fsicos y psquicos como paralelos.

    Si bien por momentos en su extensa obra, no se puede argum entar una ruptura definitiva con el viejo dualismo, pues aparece la dea de causalidad, propia de la postura mdica de la poca, es posible tom ar su teora psicoanaltca como acercam iento a una nocin de unidad.

    En 1890, en el artculo Tratam iento psquico (tratam iento del alma)", Freud expone sus primeros conceptos sobre la relacin mente-cuerpo:

    ...la relacin entre lo corporal y lo anmico... es de accin recproca [...] en algunos de estos enfermos, los signos patolgicos no provienen sino de un influjo alterado de su vida anmica sobre su cuerpo.16

    16 Freud, S.: Obras completas. Tomo I. Ed. Amorrortu. Buenos Aires.

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  • En 1910, en el trabajo La perturbacin psicgena de ia visin segn el Psicoanlisis, seala que los conceptos de represin y pulsin son primordiales a la hora de pensar los trastornos psi- cgenos de la visin, otorgando un carcter de especificidad al rgano afectado.

    Esta concepcin freudiana de tom ar a la persona como una totalidad, es una constante en toda su obra que culm ina en la Segunda H iptesis Fundam ental (1938):

    [...] esos procesos concomitantes presuntamente somticos son lo psquico genuino [...]17.

    Freud argum enta aqu, que lo orgnico se corresponde totalm ente con lo psquico, procesos indisolubles para los cuales la teora psicoanaltica propone la bsqueda de sentido ms all de lo m anifiesto, como va posible de conocer el significado de esa forma de expresin.

    En la m isma lnea de anlisis; sntomas, sueos y actos fa llidos constituyen form as de manifestarse el inconsciente. Se trata de in terpretar lo simblico de esas seales, cuyo significado es especfico para cada sujeto.

    Con Freud nace la nocin de sentido, develar el significado latente, un sentido inconsciente que expresa el cuerpo. Ms que buscar causalidades se intenta buscar lo implcito que expresa el paciente a travs de la enfermedad. El sntoma, aparece como lo visible y dara cuenta de un fracaso parcial de la represin, como m ecanism o defensivo.

    Uno de los autores cuyos aportes influyeron en los desarrollos psicoanalticos freudianos y en las nociones de psicosomtica que estam os intentando relevar, fue el m dico Georg Groddeck, graduado como mdico en 1889. A l se debe la utilizacin del trm ino E llo , que defina como una fuerza m isteriosa que es la base de la vida y del hacer humano, sealando:

    [...] El Ello para manifestarse puede elegir el alma o el cuerpo. Se hace entender no solo en los sueos, sino tambin en la fisonoma, los gestos, el comportamiento o en una seria enfermedad orgnica.18

    17 Freud, S.: Obras completas. Tomo XXIII. Ed. Amorrortu. Buenos Aires.18 Groddeck, G. (1923). El libro del Ello. Ed Sudamericana. Buenos Aires, 1968.

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  • Es importante recordarlo por su contribucin en los aspectos epistem olgicos y su posicin respecto a la dicotoma que venimos analizando cuando expone:

    [...] No podemos construir sobre las definiciones como si fueran piedras fundamentales. No es el objetivo de la ciencia construir estructuras, porque la estructura de la vida est ah y es indestructible, a menos que cambie por s misma. Todo puede cambiar, por lo tanto las definiciones tambin pueden cambiar. Ha llegado el momento de terminar con las palabras alma y cuerpo o redefinirlas.19

    Diferentes formas de entender lo psicosomticoDurante el siglo xx son varias las corrientes que se han de

    dicado al estudio de los trastornos psicosomticos, asignndole diferentes mtodos de abordaje y con diferencias sustantivas en la definicin m isma del objeto de anlisis a tratar.

    Ha sid